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LA ECONOMÍA ESPECULATIVA DESMANTELA LAS DEMOCRACIAS
La economía especulativa supera en más de 125 veces el dinero en metálico. Calculando por bajo hablamos que los derivados multiplican en 125 veces el dinero en circulación, esto es 630 billones de $; y si calculamos por alto, la estimación es de 1.200 billones de $, casi el doble que el calculado por bajo.

La economía especulativa ha alcanzado dimensiones inimaginables. La grandísima complejidad que el sistema financiero ha adquirido en los
últimos años, junto con la amplia desregulación que se le ha aplicado especialmente desde la década de 1980, hace difícil su control. A pesar de que la crisis de 2008 surgió en la economía especulativa, millones de personas en todo el mundo se han quedado sin trabajo.

¿Por qué influyó en la economía real? (Genoveva López. El Salmón Contracorriente. 29/4/2016)
76 millones de dólares por segundo; 4.576 millones por minuto; 274.583 millones por hora; 6,59 billones de dólares al día -al cambio actual, casi 6 billones de euros-. Estas abrumadoras cifras corresponden al
dinero que se mueve en el mercado de divisas cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día.

El semanario The Economics calculó en un informe publicado el mes de febrero que las empresas, hogares y gobiernos de 58 países que en conjunto representan el 90% del PIB mundial pagaron en 2022
un total de 13 billones de $ en intereses a las entidades financieras, 2,6 billones más que en 2021. Casi lo mismo que el dinero destinado a salud y educación en todo el mundo. En la Eurozona, la deuda pública
aumentó en 12,2 billones de € desde 1995 a 2022 y los intereses en 7,2 billones.

Es decir, 6 de cada 10 euros de aumento de la deuda pública europea en ese periodo vinieron del pago de intereses. En cuatro segundos se pueden invertir 1.000 millones de euros en cualquier parte del mundo.

Según el Banco Mundial, de las cien mayores economías del planeta en 2003, 51 eran corporaciones transnacionales y 49, países. Y según los datos que proporciona cada año la revista Forbes, las 15 empresas más grandes del mundo tienen acciones por un valor equivalente al PIB de los 27 países de la Unión Europea, y las 20 mayores empresas superan
en casi dos billones de euros el de Estados Unidos.

El mundo es controlado desde las sombras por organizaciones poderosas, quienes siguen una agenda para la instauración del Nuevo Orden
Mundial. Son 13 las familias que gobiernan el planeta,
mueven los hilos de todos los eventos mundiales, desde los bancos, corporaciones, medios de comunicación y más.

Estas familias han estado controlando al 99% de la población, desde hace
décadas, es el Nuevo Orden Mundial.
Veamos, la dinastía Rothschild europea de origen judeo-alemana, algunos de cuyos integrantes fundaron bancos e instituciones financieras a finales del siglo XVIII y que acabó convirtiéndose, a partir
del siglo XIX, en uno de los más influyentes linajes de
banqueros y financieros del mundo, acumularon una riqueza estimada en 500 billones de $, siendo los dueños de, prácticamente, todos los bancos del planeta.

El volumen de las reservas de los bancos centrales, aproximadamente 13 billones de dólares, según el BBVA año 2016, es ridículamente débil ante la fuerza de choque de los especuladores. Asegurar un mundo
más justo y sostenible significa desafiar el poder del uno por ciento. (Oxfam Intermón)

Los bancos de inversión son gigantes financieros que actúan lejos de la economía real. No gestionan clientes minoristas, sino los denominados fondos de inversión, como los de pensiones (invierten los ahorros de jubilación de las personas), los fondos soberanos que manejan los activos públicos de los países, los fondos de inversión colectiva (gestionan el
dinero de pequeños inversores), los fondos de cobertura (invierten en activos de alto riesgo y alto rendimiento) o los fondos de capital riesgo especializados en comprar empresas reestructuradas y
venderlas a un precio superior.

Tenemos que ser consciente de lo que está pasando con nuestro dinero, del uso terrible que está haciendo de él la mayoría de los bancos y de las consecuencias que esto tiene en nuestra vida cotidiana y en nuestra
capacidad de decidir democráticamente. Con razón el empresario Henry Ford, dijo ¡si la gente supiera lo que hacían los bancos con sus ahorros al día siguiente habría una revolución!