FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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ATALAYA DE MAYO DE 2024

LOS TRABAJOS ENVIADOS ESTÁN SIENDO LEÍDOS Y VALORADOS POR EL JURADO

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miércoles, 28 de agosto de 2024

En Nicaragua, ofensiva masiva contra la sociedad civil y las ONG religiosas -- Gilles Biassette

 BAF


Fuente: es.la-croix.com
Por decreto, el régimen sandinista en el poder en Nicaragua cerró el lunes 19 de agosto 1500 ONG, muchas de ellas organizaciones religiosas. Esta ofensiva, sin precedentes por su amplitud, marca una nueva etapa en la deriva dictatorial de Daniel Ortega, y en su lucha contra la fe cristiana.Ver noticia

El Papa: La ola populista en Europa hace desvanecer los principios de fraternidad

 Vatican News


A los participantes en el Foro de Alpbach, el Papa envía un mensaje en el que comparte sus aprensiones ante la creciente difusión de movimientos que corren el riesgo de poner en segundo plano a los más débiles de la sociedad. «Las sociedades en Europa están llamadas a encontrar caminos y medios para reducir la polarización en su interior y permanecer abiertas al mundo que las rodea».

Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano

Frenar los ímpetus populistas en Europa y cualquier polarización que disperse los valores fundacionales de la Unión. Este es el corazón del mensaje del Papa Francisco dirigido a los participantes en el Foro Europeo de Alpbach, un espacio que reúne a jóvenes del viejo continente y de todo el mundo, para compartir reflexiones y acciones de pensadores y analistas líderes en política, empresa, sociedad civil y cultura.

Los movimientos populistas marginan a los débiles

A la luz de la finalidad del Foro -orientar ideas para una Europa fuerte y democrática- Francisco esboza algunos motivos de preocupación por el destino del continente, que vive, dice, «una época en la que diversos movimientos populistas gozan de gran popularidad». En la raíz de esta tendencia, cada vez más popular, hay factores económicos y políticos, según el Pontífice.

[...] En Europa, como resultado de esta «ola» populista, algunos ideales han desaparecido y algunos principios, relacionados con el comportamiento hacia los miembros más débiles de la sociedad, han pasado a un segundo plano.

Que Europa no pierda los valores universales de la fraternidad

La cuestión planteada por el Papa es, por tanto, la de los principios de dignidad humana y fraternidad, «conectados a la matriz del Evangelio»: ¿hacia dónde van? Las palabras de Bergoglio son, por una parte, palabras de tranquilidad, porque incluso en un contexto secularizado, que - «no debe sorprender ni asustar»- la Iglesia puede seguir actuando («Dios está presente también allí»); por otra parte, son palabras de llamada:

Con renovadas motivaciones, nos esforzamos, como cristianos, por aportar la riqueza de la doctrina social católica con su pretensión de universalidad. También la Unión Europea, desde su fundación, tiene rasgos universalistas, y es de desear que no los pierda. [...] Las sociedades europeas están llamadas a encontrar los medios para reducir la polarización en su interior y permanecer abiertas al mundo que las rodea.

Genocidio en Gaza: no es posible ser neutral -- Juan José Tamayo

 


Infolibre

Cada día nos sobresaltan, al despertar, las noticias sobre los asesinatos del ejército israelí en Gaza. Un día es una escuela bombardeada con cien personas allí refugiadas, todas asesinadas. Otro es un lugar de culto donde se encuentran personas creyentes rezando por el final de la invasión israelí. Otro, la destrucción de un hospital donde los médicos atienden a personas heridas. Ver noticia

¿Es posible la felicidad en un mundo convulso como el nuestro? -- Leonardo Boff

 


La felicidad es uno de los bienes más ansiados por el ser humano. Pero no es posible comprarla en el mercado, ni en la bolsa, ni en los bancos. A pesar de esto, en torno a ella se ha creado toda una industria que viene con el nombre de autoayuda. Con trozos de ciencia y de psicología se busca ofrecer una fórmula infalible para alcanzar “la vida que has soñado siempre”.

Confrontada, sin embargo, con el curso indiscutible de las cosas, se muestra insostenible y falsa. Curiosamente, la mayoría de los que buscan la felicidad intuye que no puede encontrarla en la ciencia pura o en algún centro tecnológico. Acude a un pai o mãe de santo o a un centro espiritista o frecuenta un grupo carismático o consulta a un gurú, lee el horóscopo o estudia el I-Ching de la felicidad. Tiene conciencia de que el logro de la felicidad no está en la razón analítica y calculatoria sino en la razón sensible y en la inteligencia emocional y cordial. Porque la felicidad debe venir de dentro, del corazón y de la sensibilidad.

Dicho en pocas palabras, sin otras mediaciones no se puede ir directo a la felicidad. Quien lo hace es casi siempre infeliz. Bien decía un poeta popular: “Entre sueño y realidad es muy distinto el matiz. Quien sueña felicidad es casi siempre infeliz”. La felicidad resulta de algo anterior: de la esencia del ser humano y de un sentido de justa medida en todo.

La esencia del ser humano reside en la capacidad de relacionarse. Él es un rizoma de relaciones, cuyas raíces apuntan en todas las direcciones. Sólo se realiza cuando activa continuamente su panrelacionalidad, con el universo, con la naturaleza, con la sociedad, con las personas, con su propio corazón y con Dios.

Esa relación con el diferente le permite el intercambio, el enriquecimiento y la transformación. De este juego de relaciones, nace la felicidad o la infelicidad en proporción a la calidad de estas relaciones. Fuera de la relación no hay felicidad posible.

Pero esto no basta; es importante vivir un sentido de justa medida en el marco de la condición humana concreta. Esta está hecha de realizaciones y de frustraciones, de violencia y de cariño, de monotonía de lo cotidiano y de emergencias sorprendentes, de salud, de enfermedad, y finalmente de muerte.

Ser feliz es encontrar la justa medida en relación a estas polarizaciones (cf. Mi libro La búsqueda de la justa medida, Vozes 2023). De ahí nace un equilibrio creativo: ni demasiado pesimista porque ve las sombras, ni demasiado optimista porque percibe las luces. Ser concretamente realista, asumiendo creativamente la incompletitud de la vida humana, intentando, día a día, escribir derecho con líneas torcidas. Algunos acentúan más el pesimismo como Ariano Susassuna que se identifica como un pesimista esperanzado. Antonio Gramsci, gran teórico del marxismo humanista decía: “soy pesimista de inteligencia, pero optimista de voluntad”.

La felicidad depende de esta ars combinatoria especialmente cuando nos enfrentamos a límites inevitables, como por ejemplo, las frustraciones avasalladoras y la muerte inevitable; la iracundia sagrada ante el genocidio perpetrado por Israel en la Franja de Gaza; la ola de odio que se extiende por el mundo, el feminicidio diario y las muertes cotidianas de personas LGBTQ+.

Pero no basta con rebelarse ante estas tragedias ni tampoco resignarse porque no podemos cambiarlas. Todo cambia si somos creativos: si hacemos de los límites fuente de energía y de crecimiento. Es lo que llamamos resiliencia: el arte de sacar provecho de las dificultades y de los fracasos. Tal situación es una forma de buscar una humanización más profunda.

Aquí tiene su lugar un sentido espiritual de la vida, que es más que la religiosidad, sin el cual la felicidad no se sostiene a medio y largo plazo. Entonces aparece que la muerte no es enemiga de la vida, sino un salto hacia otro orden más alto. Si nos sentimos en la palma de las manos de Dios, nos serenamos. Morir es sumergirse en la Fuente. De esta forma, como dice Pedro Demo, el pensador que mejor estudió en Brasil la “Dialéctica de la Felicidad” (en tres volúmenes, por Vozes): ”Si no podemos traer el cielo a la tierra, podemos por lo menos acercar el cielo a la tierra”. Esta es la sencilla y posible felicidad que podemos penosamente conquistar como hijos e hijas de Adán y Eva.

En todos los casos, el camino más seguro es que alguien será tanto más feliz cuanto más felices haga a otros y cultive indignación y compasión contra las perversidades que ocurren en nuestro país y en el mundo.

*Leonardo Boff, ecoteólogo, filósofo y escritor.

Traducción de MªJosé Gavito Milano

NADIE PUEDE CALLAR ANTE LOS QUE FOMENTAN EL ODIO

 


Con motivo del asesinato del niño Mateo, en Mocejón, Toledo, ultraderechistas, que lo son todos por este mismo hecho, han reactivado su propaganda xenófoba utilizando, como en tantas otras ocasiones, mentiras para fomentar el odio a los extranjeros. Tenemos que unir todas nuestras voces para condenar tan rastrero comportamiento. Fomentar odio entre la gente es indigno de cualquier persona que se estime como tal, pero hacerlo a base de fabricar bulos, produce escalofríos por la calaña de gente que deben ser los que lo hacen.

Compartir alguna de las ideas políticas de la ultraderecha no puede llevar a nadie a apoyar cualquiera de sus varias opciones políticas, por conllevar también la propagación del odio. Los partidos políticos que incluyen entre sus ideas y comportamientos el odio al extranjero, o al diferente en general, no pueden ser apoyados de ninguna manera, ni, por supuesto, votados, por nadie que tenga una mínima sensibilidad humana, mucho menos por un cristiano, cuya visión del ser humano viene a reforzar la dignidad de la persona, lo que siempre nos exigirá solidaridad con quien nos necesita, como sucede con los migrantes que llegan desesperados buscando acogida en país extranjero, aunque, como es lógico, sean diferentes a nosotros en cultura, lengua, religión, color de la piel…

Hay quien ve a la ultraderecha como la gran defensora de los valores cristianos. Esto no es verdad. Dicen defender la civilización occidental cristiana, que viene a ser, una vuelta a los ideales de cristiandad, un modo de nacional cristianismo, excluyendo de Europa cualquier otra opción religiosa, lo que chocaría con los grandes principios sobre los que hoy gira la sociedad europea: libertad, igualdad y fraternidad, defendidos igualmente por el humanismo cristiano.

Es evidente que la postura de la Iglesia católica sobre la migración en absoluto coincide con la de la extrema derecha, como ha mostrado bien claramente apoyando la Iniciativa Legislativa Popular para regular a 500.000 inmigrantes ilegales en España y posteriormente, ya hace más de un mes, el 4 de julio, cuando el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, García Magán, en la rueda de prensa posterior a la Comisión Permanente que aborda el tema de la migración, afirma que la acogida a los migrantes que llegan a nuestro país se inscribe para la Iglesia en la defensa de la dignidad de la vida. «El sí a la vida incluye la acogida de los migrantes».

Bien es verdad que en lo que se refiere a la Iglesia católica uno puede quedar confundido al oír algunas declaraciones de obispos españoles que son bastante restrictivas con la migración, pero no perdamos de vista que ni son las oficiales de la jerarquía católica, ni son muchos los que así piensan, felizmente. Aún sin tener nada que ver con incitar al odio, puede inducir al equívoco oír a algún obispo emplear un lenguaje tan parecido al que utilizan los políticos de la ultraderecha diciendo que hay que “conocer bien a los que entran”, que “no es posible dar vía libre, pues no cabemos todos en España”, como justificando el rechazo, o, al menos, como pidiendo que haya una buena selección, para que solo puedan entrar “los buenos”. “En España no caben todos. En España caben los que caben…”. “… se nos puede colar gente que son indeseados. Porque vienen con su carnet terrorista, porque vienen con su tráfico de cosas, tráfico de blancas, tráfico de drogas, tráfico de armamento etc…” Sí, son palabras de un obispo español dichas en una entrevista en un medio digital conservador de información religiosa.

La postura cristiana sin matices la define claramente Jesús de Nazaret: …Fui forastero y me acogisteis. Luego vendrán las leyes a determinar cuántos, cómo y demás circunstancias. En el debate entre las distintas fuerzas políticas y sociales se irá encontrando un equilibrio generoso y razonable de acogida y de atención a quienes llegan en busca de un mejor futuro.

25 de agosto de 2024. José María Álvarez. Miembro del Foro de Cristianos Gaspar García Laviana.

10 grandes mitos sobre la inmigración: ayudas, delincuencia y desinformación

 


La Marea

Un estudio muestra que la ciudadanía percibe que el porcentaje de población inmigrante desempleada es más del doble de lo que realmente es, y que los inmigrantes que reciben una asistencia social son cuatro veces más. El 61 % considera que la llegada de inmigración aumenta el gasto público y más de la mitad que incrementa la delincuencia. Ver noticia

Qué está pasando con el oro que Milei está sacando de Argentina a espaldas de sus ciudadanos -- Emilia G. Morales


 Público

La opacidad con la que se está realizando este movimiento ha impedido conocer la cantidad exacta de oro que se ha sacado del país, así como el riesgo de una operación que en el peor de los casos podría dejar a Argentina sin sus reservas de oro.
Hizo falta casi una década para que Argentina recuperase parte de las reservas de oro que habían sido vendidas en los años 90 bajo la presidencia de Carlos Menem. Ahora, una cantidad indeterminada de los 4.500 millones de dólares en oro que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decía tener en sus reservas el 15 de agosto, se han enviado a Londres con un objetivo y un coste aún desconocidos para los argentinos. Ver noticia

El presidente Macron excluye a los republicanos españoles de la Nueve de los actos oficiales por el 80 aniversario de la Liberación de París

 


Tercera Información

Se cumplió nuevamente la sentencia en el 80 aniversario de la Liberación de Paris donde oficialmente fueron excluidos de las celebraciones oficiales del día 25 de Agosto en el acto oficial presidido por el presidente Macron.
El 24 de agosto de 1944 la columna Dronne entra en París en vanguardia de la 2 División Blindada del General Leclerc. El General Leclerc, al final de la tarde del 24 de agosto de 1944, se da cuenta que la Segunda DB espera frente a las defensas Nazis instaladas en las afueras del sur de la capital de Francia. Ver noticia 

El silencio es complicidad: palabras del teólogo palestino Munther Isaac

 


Sicsal

El genocidio que Israel está cometiendo contra la población palestina de Gaza va a cumplir 11 meses ininterrumpidos.
Mientras seguimos con nuestras vidas y rutinas, la máquina de muerte israelí sigue destruyendo Gaza para dejarla totalmente inhabitable, y matando implacablemente a sus población. Ver noticia

No reducir la pobreza al aspecto económico -- Gustavo Gutiérrez, teólogo

 Reflexión y Liberación

‘No estamos con los pobres si no estamos contra la pobreza’
Los pobres son personas sin peso social, que cuentan poco en la sociedad y en la Iglesia. Es así como son vistos, o más bien no vistos. Pues, como excluidos, resultan invisibles en el mundo actual. Los motivos son diversos: por supuesto los de orden económico, pero además el color de la piel, ser mujer, pertenecer a una cultura despreciada o apreciada sólo por su exotismo, que viene a ser lo mismo. Al hablar, desde decenios, de los «derechos de los pobres» nos referíamos a todas esas dimensiones de la pobreza. Ver noticia

EN MEMORIA DE PEDRO CASALDÁLIGA


col martell

 

Para el día de su muerte, Pedro tenía escrito:

Hiciste la belleza
porque sabías que mis ojos
exultarían viéndola.
Me esperas en la muerte
porque sabes
que necesito verte
.

Como si fuera de ayer, escribo esta “memoria” de nuestro querido Pedro Casaldáliga. Su testimonio quedó tan clavado en el alma de la Sociedad y de la Iglesia, que en el futuro será como faro que haga imposible oscuridades y encallamientos del pasado y haga realidad sus sueños de una humanidad fraterna, más justa y libre. ¿Quién no ha oído hablar de Pedro Casaldáliga? Sin embargo, muy pocos han logrado medir la inmensa talla de su vida en la Iglesia y en el ámbito global del mundo.

1. ¿Pedro Casaldáliga fue siempre el mismo?

Escribir sobre Pedro Casaldáliga cuando nos dejó en la tierra la estela luminosa de sus 92 años, es un desafío y una interpelación. Y es también un deber, un servicio a la humanidad para quienes han compartido su estilo de evangelizar en la Iglesia y en la sociedad.

Yo lo conocí, siendo claretiano como él, por los años 1967, cuando él rondaba los 39 años y yo los 32. Fecha clave, porque Pedro, con su labor de 6 años en Sabadell con los obreros y emigrantes; 3 años en Barcelona como animador de comunidades cristianas y movimientos sociales; 3 años en Barbastro como formador de seminaristas claretianos y misionero en el Pirineo; 4 años en Madrid como director de la revista “El Iris de Paz” , rebautizada por él con el nuevo nombre de “Revista de Testimonio y esperanza” ; y en Guinea como impulsor de los Cursillos de Cristiandad, había sin duda ensayado no poco de lo que el concilio Vaticano II aportó y elaboró para la Iglesia universal.

Como remate de este período, fue elegido para asistir como delegado en 1968 al Capítulo General de los Claretianos, que se proponía asimilar la renovación decretada por el Vaticano II. A los claretianos jóvenes nos tocó vibrar con la tarea de este Capítulo claretiano, apostando decididamente por la tendencia renovadora, pilotada por Casaldáliga, denominado en aquella ocasión como el Che de la sierra maestra claretiana. Y, como cumbre de sus deseos, Pedro decidió, acabado el Capítulo, cumplir su sueño de irse a Misiones, concretamente a la Amazonía del Brasil, al Matto Grosso.

Sin este período previo, no se entiende el itinerario posterior de Pedro Casaldáliga. Su excepcional modo de vivir y evangelizar no comienza con su ida al Matto Grosso. Es anterior y no hace sino confirmarse en el nuevo contexto en que le toca actuar. La savia renovadora la llevaba ya dentro. Pedro lo expresa con naturalidad: “Los pobres son la niña de mis ojos. A mí siempre se me ha quebrado el corazón ver la pobreza de cerca. Me he llevado bien con la gente excluida. Soy incapaz de presenciar un sufrimiento sin reaccionar. Por otra parte, nunca me he olvidado de que nací en una familia pobre. Me siento mal en un ambiente burgués. Siempre me pregunté que si puedo vivir con tres camisas, por qué voy a necesitar diez en el armario. Los pobres de mi Prelatura viven con dos, de quita y pon. Estoy convencido de que no se puede ser revolucionario ni profeta, ni libre sin ser pobre. Siendo pobre me siento libre de todo y para todo. Mi lema fue: ser libre para ser pobre y ser pobre para ser libre”. Si sientes la pobreza como una cuestión de justicia y decencia humana, necesariamente sentirás compasión, mostrarás amor y te rebelarás con indignación. “No podíamos ver todo eso con los brazos cruzados. Quien cree en Dios, debe creer en la dignidad del hombre. Quien ama al Padre, debe servir a los hermanos. El Evangelio es un fuego que le quema a uno la tranquilidad. No se puede ser cristiano y soportar la justicia con la boca callada. Jesús dice en el Evangelio que Él nos juzgará el último día por lo que hayamos hecho con nuestros hermanos más pobres y pequeños”.

2. Su coherencia de vida, confiere a Pedro libertad profética y credibilidad universal.

Sin dejar de encomiar a gente por su defensa de la justicia y la verdad, me resulta difícil encontrar un testimonio tan contundente como el de Pedro Casaldáliga. Pedro muestra coherencia extrema entre lo que dice y lo que hace y por eso es creíble.

Lo llamamos el “Obispo de los pobres” y, como a él, a otros. Pero Pedro lo siente como si le fuera algo natural: “Señor, no sé si he sabido hallarte en todos, pero siempre te he amado en los más pobres”.

Y su declaración la convierte en realidad como acaso nadie puede imaginar: “Cuando me muera, advierte firme al “Movimiento de Trabajadores sin Tierra”: me enterráis junto al río Araguaia, en la tierra, donde yo he enterrado a tantos indígenas, a tantos peones perseguidos o huidos de Haciendas y a tantos niños sin caja. “Oídlo bien: como un pobre más, siete palmos de tierra, una crucecita de palo y… la resurrección”.

Al respecto, puede que nos venga ahora la fastuosidad de los entierros de Papas, Obispos incluso beneméritos, en catedrales, con mausoleos de mármol, personajes venidos del mundo entero, ceremonias ostentosas, exhibiendo indumentaria, títulos y honores. Pedro Casaldáliga no podía acceder a otra cosa que a su identidad con los más pobres, pues era su obispo.

3. ¿Qué o quién da base a la libertad de Pedro Casaldáliga?

Recuerdo esto, porque encuentro natural que mucha gente se pregunte: ¿De dónde le viene a Pedro la libertad de cuestionar procedimientos, costumbres, normas que no ayudan a vivir según el Reino de Dios?

Le viene, en respuesta suya, de sentirse en radical seguimiento e identificación con Jesús de Nazaret, lo cual implica adoptar el obrar mismo de Dios que se nos revela en Jesús, su hijo predilecto.

Y si todos nosotros somos con Jesús hijos de Dios, debemos reconocerlo sobre todo en sus hijos más desatendidos y necesitados.

Jesús en una de sus narraciones magníficas lo deja bien claro: “Os encontrareis con gente que pasa hambre, que tiene sed, que es extranjero, no tiene que vestir, está enfermo o está en la cárcel, …Os lo repito: cuanto hagáis con cada uno de estos hermanos míos más humildes lo estáis haciendo conmigo mismo”( 25, 35-40).

El tener a Dios como Padre supone obrar como Él y, en consecuencia, obrar como Jesús: “Rezar por los que os persiguen, querer a los que no os quieren, mostrar afecto a los que no son de vuestra gente, no ofender a los que os afrentan, compartid generosamente lo que tenéis y no volver nunca la espalda a los que os piden” (Mt 5, 9-48).

Resulta engañoso, por tanto, creerse conocer a Dios y llevarse bien con él sin portarse como conviene con sus hijos. La grandeza del hombre no consiste en dominar, sino en servir .Y nada hay que lo aleja tanto de él como el odio contra uno cualquiera de nuestros prójimos.
El odio rebaja y degrada al ser humano, lo hace incapaz de ver su yo reflejado en el otro y de estimarlo como si se tratara de uno mismo. Nadie puede ser uno mismo si no logra aceptar al diferente, al otro y tratarlo como a sí mismo.: “Quien dice amar a Dios, a quien no ve; y aborrece a su prójimo a quien ve; ese tal es un mentiroso”.

Quizás comprendamos ahora de dónde le viene a Pedro Casaldáliga la gran libertad de cuestionar ante quien sea cualquier comportamiento eclesiástico o civil, que no concuerde con los principios del Reino de Dios. Él le ha mostrado fidelidad radical y de ella no le aparta soborno ni amenaza alguna. Y es que en su testimonio está presente el espíritu mismo de Dios: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”. Y ahí, creyentes y no creyentes, clamarán: “Chapoo”, como me lo expresó en cierta ocasión Julio Anguita al hablarle yo de Pedro Casaldáliga.

Sólo procediendo de esta manera, se entiende que Pedro pida a la madre de Jesús que nos enseñe: “A ese Jesús carne de su carne, más nuestro que suyo, más del pueblo que de casa, más del mundo que de Israel, más del Reino que de la Iglesia, aquel Jesús que por el Reino del Padre, se arrancó de sus brazos de madre y se entregó a la muchedumbre, sólo y compasivo, poderoso y servidor, amado y traicionado, fiel ante los sueños de su Pueblo, fiel contra los intereses del Templo, fiel bajo las lanzas del Pretorio, fiel hasta la soledad de la muerte»

4. Hecha suya la vida de Jesús, Pedro entra en todo y a todos con su misma libertad
Si Pedro Casaldáliga tomaba parte en todo ámbito y problema humano, era porque debía colaborar a resolverlo con la sabiduría y fuerza liberadoras del Nazareno.

Su caminar en este planeta tierra, iba a estar señalado por las palabras y acciones de cada lugar y momento, siempre al estilo de Jesús para lograr esa gran familia de hermanos.-
El desafío es permanente en un mundo donde todos tratamos de abrirnos camino buscando que se nos reconozca y reserve un puesto en la sociedad. Nadie viene a este mundo por sí mismo ni para sí solo. Somos dependientes y desde esa dependencia nacemos, nos necesitamos y nos relacionamos: nos aceptamos o nos rechazamos.

La aceptación supone que somos portadores de una misma naturaleza, que somos capaces de conocerla y cuidarla en nosotros y en los demás, secundando la norma universal de “Tratar a los demás como nosotros queremos que nos traten”. La vida de todos es tan digna como la nuestra, sujeto de idénticos derechos y obligaciones.

Por tanto, se sea varón o mujer, joven o viejo, blanco negro, europeo, americano o asiático, trabajador de una u otra profesión, constituimos una comunidad humana universal, que descarta cualquier tipo de exclusión o discriminación. Todos somos ciudadanos, con una misma dignidad y derechos, siendo creyentes o ateos.

Pero, lo que en modo alguno se puede admitir es la pretensión de quienes, idólatras del dios dinero, se dedican a sacrificar en su altar, a miles y millones de vidas para superar la frustración de su egoísmo y codicia y la desesperación de su malograda vida.

5. Algunos hechos relevantes del vivir “libre y pobre –pobre y libre” de Pedro Casaldáliga
Creo interpelante recordar ahora algunos hechos en los que Pedro manifestó de manera relevante su libertad profética:
-La innovación ritual y programática de su consagración episcopal.
– El no ir a Roma para hacer la visita “ad limina”.
-La acogida del equipo expulsado de la Congregación claretiana.
-Su viaje a Nicaragua
 para apoyar la Revolución Sandinista.

A)- Inusual la celebración de su Consagración episcopal.
Pedro Casaldáliga llegó ilusionado al Matto Grosso, consciente de que llegaba a un lugar donde le tocaría mostrar la fuerza liberadora del proyecto de Jesús. Llegó en 1968 y a los cuatro meses, se propuso visitar y conocer el lugar y condiciones de vida de la gente entre quienes iba a realizar su misión. Pasaron casi tres años y ya tenía en su mano el mapa de lo que pronto iba a ser su Prelatura: un territorio de 150.000 km., 1/3 de España, con fincas de hasta 700.000 hectáreas.
Le quisieron nombrar obispo y él se negaba, pero muchos amigos le obligaron a que aceptara para poder trabajar más y mejor para el bien de todos.

En pocos días, logró tener a punto el Documento “Una Iglesia en conflicto con el latifundio y la marginación social”.
Y sobrevino lo que acaso nadie esperaba: la alarma, el escándalo y la persecución. Gobierno, Policía y hasta el mismo Nuncio le pidieron que no lo publicara en el extranjero. Pedro acababa de dar puntilla a la complicidad histórica de una Iglesia con los poderosos de este mundo. Hasta cinco veces estuvo a punto de ser expulsado del país. Pero el Papa Pablo VI lo defendió: “Tocar a Pedro es tocar al Papa”. Y se evitó la expulsión.

En su consagración episcopal, Pedro Casaldáliga dejo bien plasmado su programa pastoral, expresado en una celebración que sobrepasó todo ritualismo tradicional.
Poéticamente anunciaba:

Tu MITRA
será un sombrero de paja; el sol y la luna; la lluvia y el sereno;
el pisar de los pobres con quien caminas y el pisar glorioso del Señor.

Tu BÁCULO
será la verdad del Evangelio y la confianza del pueblo en ti.

Tu ANILLO
será la fidelidad a la Nueva Alianza del Dios Liberador
y la fidelidad al pueblo de esta tierra.

Tu ESCUDO
la fuerza de la esperanza y la libertad
de los hijos de Dios.

Tus GUANTES
el servicio del amor.

B) Negación de ir a Roma para realizar la “Visita ad limina”.
Pedro consecuente consigo y la tarea eclesial que le correspondía, decidió no hacer la “Visita ad limina” para ver al Papa, que los obispos tienen que hacer por prescripción canónica cada cinco años. Él lo explicó: tales visitas no cumplen con su objetivo de informar al Papa sobre los problemas de cada diócesis, se reducen a un despliegue de ceremonias más o menos ostentosas. Y añadía además: Yo soy un pobre y los pobres no viajan.

Pedro cumplió su palabra, jamás viajo a España, ni siquiera cuando murió su madre, (cuya noticia yo le trasmití). Lógicamente, de Roma le llamaron la atención, le enviaron un delegado y él admitió que si el Papa lo deseaba, él lo haría sin demora. Luego resulta que tardaron más de dos años en recibirlo. Y sabiendo la repercusión que iba a tener, determinaron que la difusión fuera nula o lo menos posible, que llevara sotana, y se abstuviera de hacer declaraciones públicas.

Pedro se había hecho preceder con una carta al Papa, donde ponía en acción su corresponsabilidad episcopal, mencionándole una serie de puntos que debía acometer para transformar la Iglesia y hacerla fiel seguidora de Jesús. Tuvo también una sesión en que los cardenales Gantin y Ratzinger lo sometieron a examen. Casaldáliga contestó con serenidad y gran lucidez.

Posteriormente, con una dureza ajena a este encuentro, oficiales de la Curia mandaron a Casaldáliga un documento de unos 10 puntos controvertidos, para que los firmase. Casaldáliga los rechazó argumentando que no era eso lo que él y el Papa (incluidos los dos cardenales) habían acordado. Y la cosa terminó ahí, sin más instigación.

C) Pedro Casaldáliga, sin dudarlo acogió al equipo claretiano expulsado de la Congregación.

Muchos teólogos hubieron de afrontar represión y censura debido a la involución instaurada por los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Yo formaba comunidad claretiana con otros cinco compañeros más, creada expresamente por nuestros superiores para enseñar, difundir y asegurar la renovación del concilio Vaticano II.
Publiqué por entonces el libro “Nueva Ética Sexual” que, tras unos s años de pacífica circulación, fue sometido a examen por Roma, dictando después de largo proceso, sentencia de prohibición del libro y del autor. Los cinco compañeros se solidarizaron conmigo y asumimos juntos la decisión de no tolerar la disolución de la comunidad. Al no aceptar dicha disolución, tuvimos que emprender una serie de recursos que anulara la orden dada. La decisión, tomada en última y máxima instancia, nos expulsaba de la Congregación.
Esto suponía que seguíamos siendo sacerdotes, pero teníamos que buscar un obispo benévolo que nos acogiera.

Dentro de España vimos que no era nada fácil que un obispo acogiera a un grupo de seis, en tales circunstancias. Y, dado que, con Pedro, además de claretiano, teníamos intensa y convergente relación, procedimos a exponerle con tiempo si nos acogía en su Prelatura, llegado el caso. Producida la sentencia, teníamos asegurada ya su respuesta, que me comunicó en persona cuando lo visité. Fueron éstas sus palabras: “Mira, Benjamín, por el amor que os tengo, contad incondicionalmente conmigo hasta la muerte. Soy vuestro obispo”. Y, desde entonces, se incrementó y reforzó la red inmensa de amigos y colaboradores que, en España sobre todo, habíamos construido. Éramos, en palabras suyas, “La trinchera teológica de la Prelaturas en el Primer Mundo”.

D) Su solidario e incondicional apoyo a la revolución sandinista.

Al igual que en los anteriores puntos, tengo que ser breve. Pedro, no viajaba ni salía del Brasil según tenía decidido, pero viajar a Nicaragua era una prueba de su libertad profética. No le eran favorables los aires de la política internacional, del superconservador Papa polaco Juan Pablo II, ni por supuesto la posición de los obispos de Nicaragua. Pero, Pedro, en conciencia y en fidelidad al Evangelio, tenía que hacerse presente para apoyar la revolución sandinista, -revolución la más “pura” de la historia-, también la primera que se hacía con la Iglesia y no contra la Iglesia, y así poder ejercer en medio de ella la pastoral de la Frontera y de la Consolación.

Vivo e interpelante es el libro que escribió “Nicaragua combate y profecía”.
Lo dedica a todo el pueblo nica: “Digo en voz alta lo que en conciencia no podía dejar de decir. Y a cuantos creen en el Dios de la Vida y de la Liberación les pido que oren también -además de actuar- para que el Reino siga aconteciendo en Nicaragua”.

“Una reciente señal de la envergadura del fenómeno nicaragüense es que su sola y estimulante presencia ha motivado a salir de Brasil por primera vez en 18 años, al obispo y poeta Pedro Casaldáliga, quien ejerce una incansable labor evangelizadora. Durante dos meses se integra a una tierra que se puebla de hombres y mujeres que, aun discrepando sobre el cielo, coinciden sobre el suelo y sin violencia ni mayores desgarramientos convierten aquella tierra de nadie en tierra de todos” (Mario Benedetti).

“Pedro Casaldáliga prolonga la estirpe de ciertos padres de nuestra fe latinoamericana. Igual que aquellos en su tiempo, también Pedro en el nuestro es incomprendido, mal visto, obligado a justificarse ante las más altas esferas de la Iglesia. Y en el caso de que Nicaragua sea invadida –ha prometido Pedro- volverá a ella, para consolar y estar en la frontera, para dar vida a sus hermanos, como Dios manda” (Leonardo Boff).

6) El lema de Pedro: ser libre para ser pobre y ser pobre para ser libre.

“Mi lema, escribe Pedro, fue: ser libre para ser pobre y ser pobre para ser libre”.

En el sistema eclesiástico, la libertad brilla por su ausencia. Educa para la obediencia, no para la libertad. Quizás por eso, Pedro deja escrito: “Si me bautizas otra vez, un día…; di a Dios y al mundo, que me has puesto el nombre de Pedro-Libertad”.
Pedro es un hombre libre ante las instituciones, sean políticas o religiosas; libre ante las personas, los grupos y las ideologías; es la palabra libre, el gesto en rebeldía, la osadía que bebe en la fuente del Espíritu, que es viento y fuego y revienta estructuras y cadenas.

Es difícil manipular a Pedro. Él es él, y porque es él antes que todo, su relación con las cosas y con las personas es de extremo respeto, delicadeza y libertad. Trata a todos y a todas exactamente igual, se entrega entero en cada encuentro y quien se relaciona con él sale convencido de que fue tratado como alguien muy especial y único.

Si Pedro es libre es porque a la vez es pobre. Lo tiene muy claro: la actitud ante los pobres define la actitud ante Dios. Encontrarse con el pobre es encontrarse con Dios. Por tanto, quien no toma en serio al pobre, no puede encontrarse con Dios: “Quien cree en Dios, debe creer en la dignidad del hombre. Quien ama al Padre, debe servir a los hermanos. El Evangelio es un fuego que le quema a uno la tranquilidad. No se puede ser cristiano y soportar la justicia con la boca callada. Jesús dice en el Evangelio que Él nos juzgará el último día por lo que hayamos hecho con nuestros hermanos más pobres y pequeños”.

“Si vivir es convivir, todos y todas debemos ser reconocidos como personas en la radical dignidad de la raza humana. La más esencial tarea de la Humanidad es humanizarse-. Humanizar la Humanidad es la misión de todos, de todas, de cada uno y de cada una de nosotras. La ciencia, la técnica, el progreso solamente son dignos de nuestros pensamientos y de nuestras manos, si nos humanizan más. Y esto nos compromete a transformar el mundo juntos.

El pequeño mundo del propio corazón, del propio hogar, de la vecindad y de él gran mundo de la política y de la economía y de las instituciones. Otra ONU es posible, y necesaria. La paz y el diálogo son necesarios entre las religiones para que haya paz en el mundo. Un diálogo generador de humanidad. Es hora, pues, de creer en plural unidad en el Dios de la vida y del amor y de practicar la religión como justicia, servicio y compañía. Un Dios que separa la humanidad es un ídolo mortífero”.

Su radicalidad por la pobreza y libertad, la tiene escrita Pedro en estos versos:

No tener nada.
No llevar nada.
No poder nada.
No pedir nada.
Y, de pasada,
no matar nada;
no callar nada.
Solamente el Evangelio, como una faca afilada,
y el llanto y la risa en la mirada,
y la mano extendida y apretada,
y la vida, a caballo, dada.
Y este sol, y estos ríos, y esta tierra comprada,
para testigos de la revolución ya estallada.
¡Y mais nada!

Su radicalidad le ha llevado a decir: “El teólogo Karl Rhaner escribía: En el siglo XXI un cristiano, o será místico o no será cristiano. Que conste que yo considero a Rhaner como el mayor teólogo del siglo XX. Sin embargo, creo, con la más estremecida convicción evangélica, que hoy, ya en el siglo XXI, un cristiano o cristiana, o es pobre y/o aliado o aliada visceralmente de los pobres, o no es cristiano, no es cristiana. Ninguna de las famosas notas de la Iglesia se mantiene en pie si se olvida esta nota fundamental, la más evangélica de todas: la opción por los pobres”.
Pedro siendo distante, extranjero y prójimo se hace hermano universal.

“Cuando los tiempos actuales perturbados hubieren pasado, cuando las desconfianzas y mezquindades hubieren sido engullidos por lo vorágine del tiempo, cuando miremos para atrás y consideremos los últimos decenios del siglo XX y los comienzos del siglo XXI, identificaremos una estrella en el cielo de nuestra fe, rutilante, después de haber parado nubes, soportando oscuridades y venciendo tempestades: es la figura simple, pobre, humilde, espiritual y santa de un obispo que, extranjero, se hace compatriota, distante se hace prójimo y prójimo se hace hermano de todos, hermano universal: Don Pedro Casaldáliga” (Leonardo Boff, p. 103).

 

EL PAPA FRANCISCO Y MONGOLIA. UN AÑO MÁS TARDE


col martell

 

Vivimos en un mundo en el que es tan enorme el volumen de información que cada día invade nuestra mente, que – con frecuencia – desterramos a zonas oscuras del olvido muchas de las imágenes de la realidad que nos llegan. Como “ya no es noticia”, el viaje apostólico del Papa Francisco a los cristianos de Mongolia en los primeros días de septiembre de 2023 se ha disuelto en el magma de la memoria.

Del 31 de agosto al 4 de septiembre, el Papa Francisco visitó Mongolia como destino de su 43º viaje apostólico al extranjero. Esta nación de Asia central, que solo cuenta con unos 1.500 católicos, acogió con gran expectación al Papa Francisco en esta visita marcada por el trasfondo geopolítico y el significado histórico. Aunque el espinoso tema de las relaciones con la poderosa China no se tocó públicamente, este viaje podría colaborar al reencuentro con el gigante tecnológico.

Desde el inicio, se tuvo muy claro que se trataba de una visita apostólica a los escasos católicos de Mongolia. El lema del viaje, Hoping Together (Esperando juntos), fue elegido para resaltar los dos aspectos de la visita del Santo Padre a Mongolia, que es a la vez una visita pastoral y una visita de Estado. 

“La esperanza es una virtud específicamente cristiana, pero comúnmente aceptada también en círculos no cristianos”, explica la descripción previa de la Oficina de Prensa.  En consecuencia, la palabra "Juntos" subraya la importancia de la cooperación bilateral entre la Santa Sede y Mongolia.

El lema representa así un ideal compartido y un aspecto distintivo de este Viaje Apostólico.  La presencia del Santo Padre representa para esta pequeña porción del Pueblo de Dios un signo de inmensa esperanza y aliento.  Al mismo tiempo, la Iglesia en Mongolia, por su tamaño e influencia relativamente pequeños, puede ofrecer un signo de esperanza para la Iglesia universal.

La emotiva referencia a Pierre Teilhard de Chardin

En el verano del año 1923, hace cien años, el jesuita científico interdisciplinar, Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) estaba en Mongolia. Junto con otro jesuita, Émile Licent, participaban en una expedición científica, en el Desierto de Ordos, de tipo geológico. arqueológico y paleontológico.

Parece ser que el día 6 de agosto, día de la Transfiguración del Señor, sin pan ni vino para celebrar la Eucaristía. Teilhard compuso “La Misa sobre el Mundo”, una plegaria cósmica y mística de la presencia diáfana de Dios en el Corazón de la Materia.  

En la Eucarístía del domingo 3 en el polideportivo “Steppe Arena”, el papa Francisco sorprendió a todos los presentes con unas palabras al final de la celebración que conmovieron a los seguidores de Teilhard:

Este es el texto:

“La Misa es acción de gracias, "Eucaristía".

Celebrarla en esta tierra me ha hecho recordar la oración del padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin, elevada a Dios hace exactamente cien años, en el desierto de Ordos, no muy lejos de aquí.

Dice así: «Me prosterno, Dios mío, ante tu Presencia en el Universo, que se ha hecho ardiente, y en los rasgos de todo lo que encuentre, y de todo lo que me suceda, y de todo lo que realice en el día de hoy, te deseo y te espero».

El padre Teilhard trabajaba en investigaciones geológicas.

Deseaba ardientemente celebrar la Santa Misa, pero no tenía consigo ni pan ni vino. Fue entonces cuando compuso su "Misa sobre el mundo", expresando su ofrenda de este modo: «Recibe, Señor, esta Hostia total que la Creación, atraída por Ti, te presenta en esta nueva aurora».

Y una oración similar había nacido ya en él durante la Primera guerra mundial, mientras estaba en el frente, ejerciendo como camillero.

Este sacerdote, a menudo incomprendido, había intuido que «la Eucaristía se celebra, en cierto sentido —en cierto sentido—, sobre el altar del mundo» y que es «el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable» (Carta enc. Laudato si’, 236), incluso en un tiempo de tensiones y de guerras como el nuestro.

Recemos hoy, por tanto, con las palabras del padre Teilhard: «Verbo resplandeciente, Potencia ardiente, Tú que amasas lo múltiple para infundirle tu vida, abate sobre nosotros, te lo ruego, tus manos poderosas, tus manos previsoras, tus manos omnipresentes».

¡Hermanos y hermanas de Mongolia, gracias por su testimonio, bayarlalaa!  [¡gracias!]. 

Que Dios los bendiga. Están en mi corazón y permanecen en él. Acuérdense de mí, por favor, en sus oraciones y en sus pensamientos. Gracias”.

Estas sentidas palabras del Papa Francisco, en la misa final de su estancia (domingo 3 de septiembre 2023) quedarán impresas en el corazón y en la mente de muchos.

papa mongolia
6 momentos clave de la visita del Papa a Mongolia

Ha pasado ya un año. Y los ecos pueden ser recogidos. Según todas las opiniones, hubo seis momentos clave de los que hacemos memoria:

1. Este ha sido el primer viaje de un Papa a la lejana Mongolia.

2. Es un viaje apostólico para visitar a los pocos cristianos de este país.

3. El Papa recordó a las autoridades civiles (según un manuscrito de 1246) la presencia misionera en el lejano país y deseó que este viaje pudiera ser un "signo de una antigua amistad que crece y se renueva".

4. El Papa destacó a las autoridades que Mongolia es y ha sido promotora de la paz y la libertad religiosa a lo largo de la historia.

5. Francisco destacó cómo los católicos también pueden contribuir al futuro de la nación.

6. Un viaje para el diálogo interreligioso: El 3 de septiembre, el Papa Francisco se reunió con 11 líderes religiosos diferentes, representantes de las numerosas confesiones de Mongolia, compartiendo con representantes de las comunidades chamán, ortodoxa, judía, bahaí, musulmana, hindú, evangélica, adventista y de los Testigos de Jehová.

Para concluir, resaltamos estas palabras del Papa en Mongolia: "Hermanos y hermanas, el significado social de nuestras tradiciones religiosas puede medirse por la medida en que somos capaces de vivir en armonía con otros peregrinos en esta tierra y podemos fomentar esa armonía en los lugares donde vivimos".

 

Leandro Sequeiros. Presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta)

JOHANNES MEIER: “…LOS DERECHOS HUMANOS SON TAMBIÉN FRUTO DE LA LÍNEA DE PENSAMIENTO DEL PADRE DE LAS CASAS Y NO SOLO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA”


col koldo

 

Campaña por el 50 aniversario de CEHILA

La Comisión para el Estudio de la Historia de la Iglesia celebra su 50 aniversario con una serie de conversaciones que muestran a sus protagonistas históricos. El Dr. Johannes Meier es un teólogo alemán especializado en historia de la Iglesia, especialmente en la historia del cristianismo antiguo y medieval. Ha trabajado en la investigación de la historia de la Iglesia, la liturgia, y el desarrollo de las tradiciones cristianas. Es conocido por su contribución a la comprensión de los orígenes y el desarrollo de las prácticas litúrgicas y teológicas en la Iglesia primitiva.

Julio Pernús – ¿Qué es para usted la Comisión para el Estudio de la Historia de la Iglesia en América Latina (CEHILA)?

Johannes Meier –CEHILA es un gran proyecto. Esto lo demuestra su intento de escribir una Historia General que representó un total de diez tomos publicados con una visión de la historia del cristianismo desde los pobres.  Eso fue un enorme reto con un marco temporal bien útil distribuido por las tres épocas de América: colonial, nacional y moderna.  Un mérito de reconocimiento de CEHILA fue que logró la participación no solamente de historiadores de academia sino de historiadores populares, resaltando el papel de la religión en la vida cotidiana de las personas. 

Julio Pernús – ¿Usted dentro de CEHILA qué rol jugó?

Johannes Meier- En mi caso me comprometí con el territorio del Caribe, texto que consideré muy difícil en la coordinación. Hablamos de lo insular en el mundo caribeño donde destaca el coloniaje francés, etc…   Esta decisión marcó mi vida pues en los años siguientes me dediqué al estudio de las fuentes en España, en el archivo general de las indias en Sevilla, también me desplacé a Madrid y otros lugares. Cada vez que profundizaba en estos archivos aprendía algo más con respecto al mundo andino y otras culturas de la región.

Julio Pernús -¿Cuáles fueron los aprendizajes de ver el mundo no sólo desde Europa sino también desde América Latina?

Johannes Meier – CEHILA me mostró la importancia de desandar la historia para comprender la realidad del mundo actual.  Me ayudó a compartir en mi vida cotidiana las experiencias de los pobres, de ir de la teoría a la praxis.  

Julio Pernús - ¿El estudio de la historia de la Iglesia en América Latina cada día es menor en los seminarios de América Latina?

Johannes Meier – En Alemania tenemos en nuestra constitución que la teología forma parte de nuestras universidades, sin embargo, veo que en América Latina esa realidad de fomentar el estudio de la religión de forma social no existe. Para la teología y la historia se necesita paciencia y continuidad, por ejemplo, seminarios anuales y un vínculo más fuerte entre la teoría y la praxis social.

Julio Pernús - ¿Crees que sea urgente ese vínculo entre la academia y las religiones en el 2024?

Johannes Meier – Yo diría que hoy más que nunca. Las iglesias están perdiendo atención, pero tienen un mensaje importante que transmitir en una situación en la cual el mundo fracturado donde vivimos necesita respuestas urgentes ante tantos desafíos.

Julio Pernús - ¿Qué representa hoy la opción por los pobres? cuando ellos mismos en ocasiones marcados por principios fundamentalistas religiosos tienen posturas poco democráticas

Johannes Meier - Creo que un caso que puede ilustrar mi respuesta es el de Brasil donde las ideas de la filosofía y teología de la liberación fueron perdiendo lentamente las comunidades eclesiales de base. La punta de la ruptura sucedió cuando dejaron de ser importantes para estructuras eclesiales como la Conferencia Episcopal, ese sujeto religioso al no sentirse acompañado de una posición religiosa democrática salió a buscar otras promesas y se acercaron a posturas fundamentalistas en Brasil. Si tú dejas solo a esa porción del pueblo va a intentar buscar el cariño en otras estructuras.  En Europa también hay un renacimiento del populismo con una creciente cantidad de mujeres y hombres que no desean participar de la democracia; hay mucha gente a la que no le interesan las elecciones. Eso es un riesgo para la convivencia pacífica y genera exclusión.

Julio Pernús- ¿Cuál sería para usted un buen método para acompañar desde la Historia a los pobres?

Johannes Meier – Creo que se necesita hoy más que nunca tener una sensibilidad y mostrar respeto hacia los excluidos. Como intelectuales tenemos el compromiso de buscar y mostrar ejemplos de prácticas cristianas buenas. Debemos crear la cultura de lo ajeno y dejarnos influenciar por su realidad. Debemos buscar y escribir testimonios de historias convincentes del cristianismo. Creo que los derechos humanos son también fruto de la línea de pensamiento del padre de las Casas y no solo de la Revolución francesa.

Julio Pernús- ¿Para usted, ¿cuáles deben ser los nuevos aportes que deba proponer la CEHILA a partir de su 50 aniversario?

Johannes Meier – Creo que CEHILA debe proponer nuevas formas de intercambio y colaboración entre las academias. También, propiciar encuentros presenciales entre historiadores. Elemento este que formaba parte de la esencia de la organización y que mantuvo su vitalidad.visible

 

Julio Pernús, corresponsal en República Dominicana

JUBILEO 2025: PARA REAVIVAR LA ESPERANZA


col zapatero

 

La bula de convocación del Jubileo Ordinario 2025 divulgada por el papa Francisco, tiene como lema «La esperanza no defrauda». El próximo jubileo, que según una antigua tradición el Papa convoca cada veinticinco años, girará en torno a este valor tan primordial para humanizar la existencia humana. (n.1).

En el año 2000, el papa Juan Pablo Segundo, convocó un gran jubileo con el lema «El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» (Jn 1,14). En la invitación que hizo puso énfasis en la necesidad de un serio examen de conciencia para interrogarse sobre las responsabilidades que cada uno pueda tener en los males históricos que predominaban en ese tiempo. El numeral 36 de su carta apostólica Tertio Millennio Adveniente fue muy explícito en ese sentido. Veamos algunos aspectos que incluyó ese examen de conciencia. Decía el ahora san Juan Pablo Segundo:

«¿Cómo callar, por ejemplo, ante la indiferencia religiosa que lleva a muchos hombres de hoy a vivir como si Dios no existiera o a conformarse con una religión vaga, incapaz de enfrentarse con el problema de la verdad y con el deber de la coherencia?» (…).

Y sobre el testimonio de la Iglesia… «¿cómo no sentir dolor por la falta de discernimiento, que a veces llega a ser aprobación, de no pocos cristianos frente a la violación de fundamentales derechos humanos por parte de regímenes totalitarios? ¿Y no es acaso de lamentar, entre las sombras del presente, la corresponsabilidad de tantos cristianos en graves formas de injusticia y de marginación social?» (…).

El examen de conciencia incluía también evaluar la recepción del Concilio Vaticano II. Por ejemplo, «¿en qué medida la Palabra de Dios ha llegado a ser plenamente el alma de la teología y la inspiradora de toda la existencia cristiana, como pedía la Dei Verbum?».

El jubileo del año 2000, pues, fue una oportunidad para hacer un alto en el camino y repensar el sentido que se estaba dando a la vida y a la historia. Pensar y evaluar para revertir una realidad injusta y opresora. En su origen, este era el espíritu que orientaba el uso de los jubileos que comenzó en el Antiguo Testamento. Pretendía ser un tiempo fuerte de conversión que subsanara las injusticias y diera comienzo a una nueva era.

En la tradición judía el año jubilar implicaba dejar reposar la tierra y librar a los esclavos (Ex 23, 10-11). Además, preveía la remisión de todas las deudas. Todo esto debía hacerse en honor a Dios. Jesús de Nazaret enmarcó su mensaje y misión en ese espíritu jubilar. Un día llegó a la sinagoga de su ciudad y se levantó para hacer la lectura (cf. Lc 4, 16-30). Le entregaron el volumen del profeta Isaías, donde leyó el siguiente pasaje: «El Espíritu del Señor Yahveh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahveh. A anunciar la buena nueva a los pobres me ha enviado, a vendar los corazones rotos; a pregonar a los cautivos la liberación, y a los reclusos la libertad; a pregonar año de gracia de Yahveh» (61, 1-2).

Él proclamaba el nacimiento de un mundo renovado en justicia y fraternidad, según el proyecto de Dios. Sus interlocutores fueron – como suele decir el teólogo Jon Sobrino – “todos aquellos para quienes la vida es su tarea más urgente y la muerte antes de tiempo su destino más probable”. 

Ahora bien, el jubileo del próximo año se enlaza con el espíritu de esta tradición y desde las luces y sombras de nuestra realidad, pretende ser para todos, personas y pueblos, una ocasión propicia para reavivar la esperanza. En la bula de convocación el Papa Francisco señala que «es necesario poner atención a todo lo bueno que hay en el mundo para no caer en la tentación de considerarnos superados por el mal y la violencia» (n.7). Pero la esperanza de la que nos habla Francisco no es una esperanza barata o ilusa que no toma en cuenta el peso de lo real. No es optimismo ligero que piensa que las realidades de desesperanza eventualmente cambiarán.  Al contrario, es esperanza contra toda esperanza, es decir, esperanza a contracorriente. Es esperanza histórica que se traduce en inteligencia crítica y en acción transformadora. Es esperanza que pone signos tangibles para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de penuria. ¿Cuáles son o deben ser esos signos tangibles propuestos por el Papa? Veamos.

Jubileo y pueblos que sufren la violencia de la guerra. El primer signo de esperanza, según Francisco, debe ser para los pueblos oprimidos por la brutalidad de la guerra. El Papa pregunta a fondo: “¿Qué más les queda a estos pueblos que no hayan sufrido ya? ¿Cómo es posible que su grito desesperado de auxilio no impulse a los responsables de las Naciones a querer poner fin a los numerosos conflictos regionales, conscientes de las consecuencias que puedan derivarse a nivel mundial?” (n.8). Más todavía: pide que no falte el compromiso de la diplomacia por construir con valentía y creatividad espacios de negociación orientados a una paz duradera.

Y cuando el Papa habla de personas que viven en condiciones de escasez o carencia de las cosas esenciales ¿en quiénes está pensado? El listado que da y los criterios de selección son muy concretos: presos, enfermos, jóvenes, migrantes, ancianos y pobres.

Jubileo y presos. Se habla de los privados de libertad que experimentan cada día —además de la dureza de la reclusión— el vacío afectivo, las restricciones impuestas y, en bastantes casos, la falta de respeto. Para ofrecer a los presos un signo concreto de cercanía, Francisco expresa su deseo de abrir una Puerta Santa en una cárcel, a fin de que sea para ellos un símbolo que invita a mirar al futuro con esperanza y con un renovado compromiso de vida. El Papa pide que en cada rincón de la tierra los creyentes, especialmente los pastores, reclamen condiciones dignas para los reclusos, respeto de sus derechos humanos y abolición de la pena de muerte (n.10).

Jubileo y enfermos.  Ante ellos, el Papa pide que sus sufrimientos puedan ser aliviados con la cercanía de las personas que los visitan y el afecto que reciben. Exhorta a “que no falte una atención inclusiva hacia cuantos hallándose en condiciones de vida particularmente difíciles experimentan la propia debilidad (…). Cuidar de ellos es un himno a la dignidad humana, un canto de esperanza que requiere acciones concertadas por toda la sociedad” (n.11).

Jubileo y jóvenes. Ellos, afirma Francisco, con frecuencia ven que sus sueños se derrumban: los estudios no ofrecen oportunidades, falta de trabajo o de una ocupación suficientemente estable. El vínculo jubileo-jóvenes pasa por el compromiso de ocuparse “con ardor renovado de los jóvenes, los estudiantes, los novios, las nuevas generaciones. El Papa pide que haya cercanía a los jóvenes, que son la alegría y la esperanza de la Iglesia y del mundo (n.12).

Jubileo y migrantes. No pueden faltar signos de esperanza hacia los migrantes, que abandonan su tierra en busca de una vida mejor para ellos y sus familias. Francisco pide que sus esperanzas no se vean frustradas por prejuicios y cerrazones. Pide que, a los numerosos exiliados, desplazados y refugiados, se les garantice la seguridad, el acceso al trabajo y a la instrucción, instrumentos necesarios para su inserción en el nuevo contexto social (n.13).

Jubileo y ancianos. Signos de esperanza, afirma el Papa, merecen los ancianos, que a menudo experimentan soledad y sentimientos de abandono. Valorar el tesoro que son, sus experiencias de vida, la sabiduría que tienen y el aporte que son capaces de ofrecer, es un compromiso para la comunidad cristiana y para la sociedad civil, llamadas a trabajar juntas por la alianza entre las generaciones (n.14).

Jubileo y pobres. El papa Francisco pone de nuevo en el centro a los pobres. Ya, al final del Jubileo de la misericordia, inauguró la Jornada Mundial de los Pobres acentuando la opción fundamental del cristianismo por los empobrecidos. Imploro, ha dicho, de manera apremiante, esperanza para los millares de pobres que carecen con frecuencia de lo necesario para vivir. Asimismo, lamenta que, frente a la sucesión de oleadas de pobreza siempre nuevas, existe el riesgo de acostumbrarse y resignarse. En este vínculo Jubileo y pobres, el Papa renueva su llamamiento a fin de que con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares, se constituya un Fondo mundial, para acabar de una vez con el hambre y para el desarrollo de los países más pobres (nn.15 y 16).

En suma, el Jubileo “de la esperanza no defrauda” puede ayudarnos, según Francisco, “a recuperar la confianza necesaria —tanto en la Iglesia como en la sociedad— en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad de toda persona y en el respeto de la creación” (n.25).

En pocas palabras, la esperanza no defraudará cuando esté estrechamente vinculada a la justicia, al crecimiento humano, al compromiso en la construcción de nueva humanidad y nuevo mundo. Se reaviva la esperanza cuando hay signos concretos de cambio para los que sobreviven en medio de la crueldad económica, política, social, militar y ecológica.

 

Carlos Ayala Ramírez (*)

(*) Licenciado en filosofía y maestro en teología. Exdirector de radio YSUCA. Docente jubilado de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas (UCA). Actualmente, profesor de cristología y eclesiología en California, EE.UU. Difusor del legado de san Óscar Romero.