Ayer, viernes, día 27, se entregaron los premios y diplomas del concurso literario José Mª Portell. En breve ampliaremos la noticia y colgaremos las fotos del evento.
Hoy, Día del Enfermo, el relato evangélico nos recuerda un fragmento de las últimas conversaciones de Jesús con los suyos, próxima ya su muerte. Con qué paz escucha el enfermo creyente las palabras de Jesús:«No os dejaré desamparados, volveré... Vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. »
En esa vida de lo normal y ordinario podemos crecer como personas y podemos también echarnos a perder. En esa vida crece nuestra responsabilidad o aumenta nuestra desidia y abandono; cuidamos nuestra dignidad o nos perdemos en la mediocridad; nos inspira y alienta el amor o actuamos desde el resentimiento o la indiferencia; nos dejamos arrastrar por la superficialidad o enraizamos nuestra vida en lo esencial; se va disolviendo nuestra fe o se va reafirmando nuestra confianza en Dios. Lo importante es recordar la consigna: «No busquéis entre los muertos al que está vivo». En el día a día de la vida cotidiana hemos de buscar al Resucitado en el amor, no en la letra muerta; en la autenticidad, no en las apariencias; en la verdad, no en los tópicos; en la creatividad, no en la pasividad y la inercia; en la luz, no en la oscuridad de las segundas intenciones; en el silencio interior, no en la agitación superficial. LEER MÁS