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ATALAYA

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lunes, 21 de abril de 2014

Silencio, se censura José Ramón Blázquez

PUBLICADO EN DEIA
A Pilar Urbano le han hecho el silencio en la tele, el cruel silencio del vacío. Su última obra, La gran desmemoria, es un peligro cierto para el sistema. La orden de silencio es jerárquica, imperativa, porque los dueños de las cadenas temen a quienes regulan el espacio digital y reparten las jugosas campañas institucionales. A Urbano le odia mucha gente: los monárquicos, por irreverente; la izquierda, por meapilas; la derecha, por inoportuna; los militares, por indiscreta; los historiadores, por heterodoxa; los políticos, por veraz… Del libro está prohibido hablar, porque de sus 888 páginas se deslizan viejas y aplazadas verdades que desnudan las miserias de la transición española, tan ejemplar como la moral de un cura con sobrina.
La censura adquiere la forma profesional del silencio, correcta y conveniente. La cautela es la zorra de la televisión actual. Como excusa te dicen que la Urbano solo pretende vender libros y pasear de canal en canal su irrefrenable ego. Pero no. En la historia del exitoso 23-F están casi todos involucrados, del rey al PSOE y del CESID al poder económico, y ninguno desea recordar. Ya sabíamos que España tiene una pésima memoria. El rey ha desplegado sus muchas influencias, incluyendo a su lacayo Peñafiel -encargado de enfatizar la condición de numeraria del Opus Dei de la autora como argumento ad hominem- para imponer el silencio y se ignore que el sucesor de Franco anduvo zascandileando con los militares para orientar a su favor la transición, derribar a Suárez y revertirse en salvador, cuando no pasó de ser un héroe de opereta.
La excepción es ETB, que ha dedicado horas al libro de Urbano mañana y tarde. Contra ese y otros excesos, los miembros del PP en el Consejo de EITB, asistidos por los socialistas, andan ocupados en censurar teleberris y debates. Mandan a callar sobre los presos, el derecho a decidir y demás realidades objetivas. Decretar el silencio, un silencio frío y vaticano, es el ideal canalla de España. Más fútbol y menos verdades.

El Papa y los políticos italianos

2014

Los parlamentarios italianos le pidieron al Papa asistir a una de sus misas. Él los recibió con una dura homilía que, según un analista, “tuvo el mismo tono de los Tedeum” que molestaban a los presidentes argentinos. “Frente a Bergoglio, todos se sintieron Kirchner”.
En la misa que ofició ante cerca de 500 políticos italianos, Jorge Bergoglio habló de los “fariseos” y de una clase dirigente que, en tiempos de Jesús, se había “alejado del pueblo, cerrado en el propio grupo, en el partido y en las luchas internas”, en clara analogía con el presente.
Sentados en los bancos de la imponente basílica de San Pedro, lo escuchaban 9 ministros, 19 subsecretarios, 298 diputados y 176 senadores.
Hacía tiempo que los parlamentarios le solicitaban al Papa el honor de asistir a una de sus misas. Quizá alguno hoy esté arrepentido.
Francisco accedió finalmente y decidió trasladar la ceremonia a la basílica de San Pedro. La pequeña capilla de Santa Marta, donde oficia misa todos los días, era obviamente demasiado pequeña para la ocasión. Pero el Papa fue intransigente con la hora. Sus misas son a las 7 de la mañana, lo que obligó a los parlamentarios al madrugón.
Ese despertar al alba de los políticos fue trend topic en las redes sociales.
Para colmo, el mensaje del Papa fue durísimo. Y lo suficientemente directo como para que todos se dieran por aludidos.
“Esta clase dirigente se había alejado del pueblo, interesada sólo en sus cosas, en su grupo, partido, en las luchas internas –dijo el Papa-, tenían sus energías tan concentradas en otras cosas, que no reconocieron al Mesías”.
La lectura bíblica había sido más que significativa. Tomada del libro de Jeremías, en ella el profeta se hacía eco del “lamento de Dios” hacia una generación que no escuchó a sus mensajeros y que en cambio busca justificaciones a sus pecados. “Me dieron la espalda”, citó el Papa, señalando que esta frase hacía referencia a una ceguera respecto a Dios por parte de los líderes del pueblo.
“Su corazón –siguió diciendo Francisco- se había endurecido, para ellos era imposible escuchar la voz del Señor. Somos todos pecadores, pero ellos de pecadores habían pasado a corruptos”. Y advirtió: “Es difícil para los corruptos volver atrás… El pecador sí, porque el Señor es misericordioso y nos espera a todos. Pero el corrupto está fijado en sus cosas, y estos eran corruptos”.
Estos políticos, dijo el Papa, son personas que “han rechazado el amor del Señor y este rechazo los ha llevado por un camino que no es el de la dialéctica de la libertad que ofrecía el Señor, sino el de la lógica de la necesidad, donde no hay sitio para el Señor. En la dialéctica de la libertad está el Señor que nos ama tanto… En cambio, en la lógica de la necesidad se debe hacer, se deber hacer, se debe… Se han vuelto ‘comportamentales’. Son hombres de buenos modales pero de malas costumbres. Jesús los llama sepulcros blancos”, agregó, lapidario, invocando el pasaje bíblico (Mateo 23:27) en el cual el Señor dice: “Cuidado ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que se parecen a sepulcros blanqueados: por fuera se ven lindos, pero adentro están llenos de osamentas y otras podredumbres”.
“En este camino de la Cuaresma –concluyó Francisco- nos hará bien, a todos nosotros, pensar en esta invitación del Señor al amor, a esta dialéctica de la libertad donde hay amor y preguntarnos, todos: ¡estoy en este camino?, ¿o corro peligro de justificarme e ir por otro camino?, uno coyuntural, porque no lleva a ninguna promesa”.
Algunos medios italianos señalaron que no era el discurso esperado por los políticos. Sin embargo, a la salida de misa, en una mañana para colmo lluviosa, éstos buscaron mostrarse satisfechos y coincidentes con el mensaje papal.
La presidente de la Cámara, Laura Boldrini, dijo que Francisco había estado un poco severo, pero bien. Giovanni Toti, el nuevo referente de Forza Italia, interpretó las palabras del Papa en el sentido de una necesaria renovación. Angelino Alfano, ministro del Interior, se mostró coincidente diciendo que las necesidades de la gente debían estar en el centro de la política. Y Graziano Delrio, subsecretario de la presidencia del Consejo de gobierno, señaló que la invitación que les había hecho Bergoglio a permanecer cercanos al pueblo debía ser motivo de reflexión.
Maria Elena Boschi, joven diputada del Partido Democrático y ministra para la Reforma Constitucional, calificó el discurso del Papa como fuerte pero aseguró que no se sentía personalmente señalada.
Claro que los comentarios en off, según informa el sitio del canal TG7, fueron de otro tenor. Algunos se quejaron de que el Papa los hubiese metido a todos en la misma bolsa, otros dijeron que el mensaje fue una verdadera bofetada.
En un debate televisivo posterior, Massimo Franco, vaticanista y columnista del Corriere della Sera, dijo: “La homilía tuvo el mismo tono de los tedeum que daba en la Catedral de Buenos Aires y que no les gustaba escuchar al matrimonio Kirchner”. Y agregó:”En esta misa todos los políticos se sintieron Kirchner”.
Para colmo, el que esperaba fotografiarse con el Papa, quedó más decepcionado aún: la ceremonia fue muy sobria, no hubo saludo oficial, excepto con el presidente del Senado y la presidente de la Cámara, Pietro Grasso y Laura Boldrini, y con el subsecretario Graziano Del Rio.
La sobriedad del protocolo también fue motivo de comentario. Para Ernesto Preziosi, diputado del Partido Democrático, “la misma sencillez de la ceremonia fue un mensaje más fuerte aún que las palabras”.
Massimo Cacciari, ex alcalde de Venecia, se mostró entusiasta con el mensaje. En un programa de televisión dijo que el concepto de que la corrupción es imperdonable es teológicamente discutible pero políticamente demoledor, y expresó su deseo de que el nuevo gobierno italiano haga los cambios que Francisco ya está llevando a cabo en la Iglesia.
No sin ironía, Vittorio Macioce escribía en Il Giornale un breve comentario que, bajo el títuloPolíticos y ladrones, Dios perdona, Francisco no, decía: “El infierno de los políticos empezó al alba. (…) Despertador a las 5 para encontrar la corbata justa. (…) Francisco no dice ni siquiera buen día. ‘Los pecadores arrepentidos serán perdonados. Los corruptos no’. Todos se miran para ver si está hablando en general o para ese grupito del centro. Pero cuando el Papa los llama ‘sepulcros blancos’, entienden que se las está tomando con todos y cada uno. Pánico. (..) Los corruptos son lo peor de lo peor. Quizá somos nosotros los escribas y fariseos, piensan. Mucho, mucho más lejos del perdón que las magdalenas y las prostitutas”…

Carta abierta a los obispos. Joaquín SÁNCHEZ

Enviado por e-mail
Carta abierta a los obispos
¿Se atreverían a decirles públicamente que por su avaricia hay niños que cogen bocadillos de las papeleras en las escuelas o que se acuestan sin tomar nada? ¿Por qué no se atreven? ¿No será porque también son cómplices? Los que tienen las grandes fortunas no pueden condicionar nuestra fe ni hacer desparecer la dimensión profética
17.04.2014

JOAQUÍN SÁNCHEZ Queridos hermanos: En su comunicado en referencia a las elecciones al Parlamento Europeo del comité ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española (CEE) afirman en su punto 2 lo siguiente: «Es importante que los aspirantes por primera vez al Parlamento Europeo o a los que buscan renovar su escaño sean conscientes de los daños colaterales de la crisis económica y bancaria que comenzó en 2008». ¿Ustedes consideran que un desahuciado o un parado o una persona mayor a quien prácticamente le han quitado la Ley de Dependencia es un mero daño colateral?
Queridos hermanos obispos, no son daños colaterales, son personas con nombres y apellidos, con sus biografías, llenas de amor y tristezas, de esperanzas y pérdida del sentido de la vida, no como consecuencia de una crisis económica, sino de una estafa financiera, y si no, pregúnteselo a sus amigos o conocidos banqueros, financieros, ricos y políticos cómplices. Sí, esas personas de quienes ustedes están tan al lado y a cuyos actos van cuando son invitados sin ninguna dificultad, sonriendo y con sus vestimentas sin una arruga. Cuando los padres no tienen para dar de comer a sus hijos o los van a echar de sus casas. ¿pinesan usted que que quieren que les digamos son un daño colateral?
Son personas a las que se ha despojado de su dignidad y de futuro y se les ha hurtado el sentido de la vida, porque los han condenado a la pobreza y a la precariedad de por vida. Y los causantes también tienen nombre y apellidos y son conocidos por ustedes: Botín (Banco Santander), González (BBVA), Rosell, Rajoy, Merkel, Dragui (Banco Central Europeo), Montoro, De Guindos, Lagarde (FMI), Obama, Sánchez Galán (Iberdrola), Fainé (Caixa), Ron Gumil (Banco Popular), Borja Prado (Endesa), Manuel Manrique (Sacyr), el rey Juan Carlos, Zapatero, Ordoñez y Linde (Banco de España), Zoido (Bolsa Española)? Estos causantes de esta estafa financiera la han utilizado para empobrecer a la gente hasta dejarle con muy poco mientras ellos siguen enriqueciéndose más y más. ¿Se han planteado por qué ustedes acuden a los actos oficiales y de alta política o alcurnia y no van a las manifestaciones que reclaman dignidad y justicia? Esa dignidad y justicia que Jesús de Nazaret vivió y transmitió en su mensaje y con su propia vida y como consecuencia de esto fue crucificado. No me imagino a Jesús en la fiesta de Herodes o de Pilatos. Jesús estuvo con el pueblo en conflicto con ellos. Acuérdense de la escena cuando Jesús entra en el templo y arremete contra los cambistas y los usureros, en definitiva, los banqueros.
No encubran la avaricia, la codicia, la violencia, la soberbia, la arrogancia, la manipulación, la mentira de los poderosos económicos y de sus políticos-funcionarios. No encubran a los que han secuestrado la democracia y han dicho que la justicia social no existe y no va a existir. Ustedes los conocen. ¿Se atreverían a decirles públicamente que por su avaricia hay niños que cogen bocadillos de las papeleras en las escuelas o que se acuestan sin tomar nada? ¿Por qué no se atreven? ¿No será porque también son cómplices? Los que tienen las grandes fortunas no pueden condicionar nuestra fe ni hacer desparecer la dimensión profética. Muchos constructores han colaborado en arreglo de templos o en su construcción, constructores que han fomentado la especulación urbanística, que se han enriquecido y que han dejado tirados a miles de pequeños autónomos y que con el paso del tiempo se han visto obligados a ir a los mercados semanales en los pueblos a comprar las sobras que se tiran a los contenedores de basura.
Todo esto es consecuencia de quienes están consolidando ese capitalismo que, como dice el hermano Francisco, mata, un capitalismo que está llevando al planeta a su fin, lo está destruyendo y poniéndolo al borde de la tragedia con el cambio climático. Ustedes siguen insistiendo en que el mayor problema es el secularismo y creo que no; es el capitalismo que cercena la vida y que dice que hay millones de vidas desechables. Ustedes están preocupados por si se quita el crucifijo en las escuelas o no, o se quita el crucifijo que aparece cuando los ministros juran sus cargos. No se preocupen de eso, lo importante son los crucificados, esas personas que mueren de hambre, que viven los conflictos bélicos, que están siendo empobrecidos, a quienes los capitalistas dejan en la cuneta de la sociedad y los Gobiernos pasan a su lado y les dicen: «Habéis vivido por encima de vuestras posibilidades», esas mujeres que sufren violencia de género, los parados, los que tienen un trabajo precario... Es doloroso ver un crucifijo en la toma de posesión de los ministros cuando toman decisiones contrarias al evangelio, es decir, que aumenten los pobres y sean más pobres.
Ustedes dicen que el hermano Francisco en la visita Ad Limina os ha dicho que escuchéis a la gente, pero para escuchar a la gente hay que estar con la gente día a día y sobre todo con los empobrecidos y con la gente que lucha. ¿Por qué van donde se reúne la ´alta sociedad´ y no van donde se reúne la gente para luchar? No se lo tomen como una ironía, pero el evangelio es un buen sonotone para escuchar a la gente.
La gente les necesita y les espera en sus barrios, en sus casas y en sus luchas. De verdad ¿piensan que cuando llega una comisión judicial junto con el procurador del banco y la Policía Local y el desahuciado les da un beso a su mujer que tiene una depresión por culpa de los banqueros y políticos cómplices y a su hijo de pocos años y sale al balcón y se suicida es un daño colateral?

Sin discurso sobre Dios


ecleSALia 21 de abril
de 2014
"PREMIO ALANDAR 2011"
COVADONGA OREJAS, covaore@gmail.com
LIBREVILLE (GABÓN).

ECLESALIA, 21/04/14.- En uno de esos encuentros únicos, de los que se saborean tomando un café humeante, mi hermana me lanzó la pregunta del millón: “¿Y qué me dices de Dios?”
Si se tratara de una película, en ese momento ella hubiera visto en mi interior, cómo la pregunta descendía por una catarata, hasta el fondo de mi ser, golpeando con la misma fuerza que lo hace el agua, cuando llega abajo, para entrar en las profundidades y volver a salir. Ahí es donde se encuentra lo de Dios. Más allá de la cabeza y hasta del corazón, aunque todo lo salpique.
Sentí que me quedaba sin palabras, no sin oxígeno, y que todo lo que pudiera decir, se quedaría reducido a unos breves trazos incapaces de dibujar la grandeza de lo que me preguntaba. Hablar de Dios, para mí, es tan osado, como querer atrapar la nieve en un dibujo, o contar la impresión de un largo descenso al esquiar. Algo imposible.
Será por eso que el sábado santo, el día del silencio, el tiempo en que nos limitamos a rumiar lo que pasó en la vida de Jesús y en su Pasión, yo me siento como pez en el agua: sin tener nada que decir, ni en la vida ni en la liturgia. Y sólo eso, el SILENCIO, me permite bucear y pescar algunas letras que juntas, puedan decir algo sobre Dios en mi vida. (¡Ay si Gabo me ayudara, las palabras sonarían como una melodía y sería más bonito!).
Con la oportunidad de volver atrás la cámara, puedo colarme por los rincones de aquellos días en Jerusalén, para descubrir a ese Dios que se esconde y se escapa a las definiciones de los dogmas y enseñanzas intelectuales, cuyo valor se oculta si no se recrea en el corazón.
Vaya enfado que tenía el taxista ayer porque el tumulto de gente que seguía el vía crucis, había bloqueado el tráfico de la ciudad: “¡Quién les habrá dicho que Dios ha pedido que se rece en las calles. Dónde está escrito!”
Bueno, “los de Dios” estamos tan acostumbrados a que el espacio público no sea nuestro, que hasta nos resulta difícil, sí, ocupar las calles y dar visibilidad a la “marca Dios” en detrimento de la marca futbol, o marca manifestación o la marca wasap...”
Por un instante, y no el más glorioso, ¿o quizá si?, el Jesús perdedor nos lleva a la calle, donde en realidad, se jugó él y nos jugamos todos, en el día a día, la muerte y la vida.
Por aquello de que “donde abundó el pecado, sobreabundó la Gracia”, a mí me han tocado kilos y kilos de Gracia. Y kilómetros y kilómetros de calle. Así que sólo puedo contar y cantar letanías profanas, porque no me sé las de las parroquias, que hablan de las grandezas del Señor...
No estaría mal, si por un día, conseguimos mirarle a él, aunque esté desfigurado como el siervo de Isaías, y pasamos un momento descubriendo el valor de una vida entregada por todos y para siempre. !Buena noticia, gratuita por cierto, que en tiempos de crisis no va nada mal!
Qué puedo decir de Dios, si no que Él, en ese día a día que se pasa en las calles, me aprieta la mano, me hace sentir feliz si puedo estar con los suyos, y me saca siempre de los senderos del adormecimiento de quien no piensa mas que en sí misma. Dios de la Vida, pegado a los doloridos por los accidentes, colaterales o no, del terreno que pisamos. Dios del Amor. Dios de todos y cada uno.
Reímos y lloramos juntos y brindamos la mano al enemigo, que nos quita la vida, con la esperanza de que nos deje ganar alguna vez, para regocijo de la mayoría, que todos sabemos quienes son, voten o no. Hoy toca esperar. Mañana, creamos ¡y resucitaremos!
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia)