FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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jueves, 22 de febrero de 2024

Uriarte, el obispo que medió entre Aznar y ETA (y que temió haber sido seguido por la Policía)


 Religión Digital

El lehendakari Urkullu: «Fue un trabajador infatigable y discreto por la paz»
El obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, fallecido este sábado a los 90 años en Bilbao, desempeñó un papel de mediador entre el Gobierno y ETA durante la tregua que mantuvo la organización terrorista entre 1998 y 1999  Ver noticia original en …

Carta a Juan Mari Uriarte -- Jesús Martínez Gordo, teólogo

 


Atrio

No tuve tanta relación personal con el fallecido Juan Mari Uriarte como el autor, Jesús . Pero nos conocimos cuando ambos éramos rectores de seminario, en 1970, para tratar del futuro de los mismos. Ambos coincidíamos en ideas y reformas que no se llevaron a cabo entonces. Y se produjo una gran empatía que nos llevó a una verdadera amistad. AD.  Ver noticia 

Genocidio y ecocidio en Palestina -- Renán Vega Cantor

 Rebelión

Ante nuestros ojos se lleva a cabo el genocidio del pueblo palestino por parte del Estado sionista de Israel, con su cortejo de muerte, destrucción y desolación, y con la participación directa del “mundo libre y civilizado”, encabezado por Estados Unidos y seguido por la Unión Europea.Ver noticia 


«Francisco, restaura mi Iglesia»

 


Pepe Mallo

Atrévete a orar

Él encarna en la actualidad la nueva promesa de renovación para una Iglesia demasiado aquejada de tanto clericalismo, restricciones y exclusión
«Francisco es un temerario rompedor de protocolos y ha inaugurando un talante más cercano, más entrañable, más evangélico»
«Pienso que Juan Pablo II y Benito XVI inmovilizaron la Iglesia, pero no solamente la estancaron en un invierno confuso y riguroso, sino que cerraron puertas y ventanas y las cegaron con persianas para que el mundo no viera de la podredumbre de su interior» Ver noticia 

InicioPalestinaEEUU veta en la ONU una nueva resolución que pide “un alto... EEUU veta en la ONU una nueva resolución que pide “un alto el fuego inmediato” en Gaza

 


eldiario

La votación de la resolución presentada por Argelia en el Consejo de Seguridad se ha saldado con 13 votos a favor, una abstención (Reino Unido) y el voto en contra de Estados Unidos
Estados Unidos ha vetado este martes en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que pedía un “un alto el fuego humanitario inmediato que debe ser respetado por todas las partes” en Gaza. La votación del texto, presentado por Argelia, se ha saldado con 13 votos a favor, una abstención (Reino Unido) y el voto en contra de Estados Unidos. Ver noticia

InicioRevista de prensaiglesia catolica"¿Es muy estricta la moral sexual católica? La Iglesia en su moral... «¿Es muy estricta la moral sexual católica? La Iglesia en su moral sexual ha sido muy impositora y castigadora, pero muy poco motivadora» -- José I. González Faus, teólogo


 Miradas cristianas

«La sexualidad tiene algo de divino y algo de diabólico. Entre el amor y el polvo»
Buda advertía de que no se calma la sed bebiendo agua salada
Desde estos dos principios cabe hacer una reflexión sobre un mundo cegado por la pasión y una Iglesia cegada por el miedo. Y buscar después un acercamiento en lo auténticamente humano Ver noticia 

Chile acusa a Israel ante la CIJ

 Reflexión y Liberación

Chile acusó a Israel de hacer caso omiso a las resoluciones de distintos organismos planetarios y ejercer ‘violaciones sistemáticas’ al derecho internacional respecto a su relación con el pueblo palestino, en una audiencia celebrada en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya. Ver noticia

InicioRevista de prensaespiritualidadLa misericordia como lugar teológico##Jesús Martínez Gordo, teólogo La misericordia como lugar teológico -- Jesús Martínez Gordo, teólogo


 Cristianismo y Justicia

La crisis de recepción eclesial en algunas iglesias, colectivos y personas —provocada por la posibilidad de bendecir parejas en situaciones irregulares y del mismo sexo (Declaración “Fiducia supplicans”)— es una buena ocasión para volver a escribir unas líneas de apoyo al Papa Francisco que, así lo espero, me ayuden a comprender el sentido de su pontificado y del tiempo que estamos viviendo en la Iglesia católica. Ver noticia 

La Iglesia se aferra a las aulas ante la pérdida de fieles y reclama más dinero público para la concertada ( Lara Carrasco IGLESIA )

 laicismo

FUENTE: INFOLIBRE
La Conferencia Episcopal ultima la preparación de un congreso para reivindicar y “renovar” el papel de la Iglesia en la educación, su bastión de influencia ante el avance de la secularización
El 94,7% de los centros religiosos católicos son concertados, cuya financiación ha marcado un nuevo récord anual superando los 7.400 millones, un 28,5% más que hace una década  Ver noticia

LA LEY, EL DISCURSO Y EL RUIDO: UN CICLO MILENARIO SE CIERRA…


col zapatero

 

Tenía preparado para publicación este artículo el sábado anterior, día 10 de febrero. Un problema técnico, el sucesivo cambio en los contratos de hosting y una leve indisposición mía, no me han permitido publicarlo hasta hoy. Va dedicado aquí a quienes siguen buscando el sentido profundo desde su propio interior, no desde doctrinas y teorías ajenas. Con quienes me gustaría seguir dialogando en ATRIO esta última etapa de mi vida. AD.

Desde mi puesto de control de atrio, he empezado 2024, tras aquel editorial de Despedirse para renacer, con bastante calma y esperanza. Como decía, a falta de una institución que lo potencie y asegure, Atrio continuará sin mayores pretensiones, mientras se vea que es un lugar para el encuentro de personas que buscan sentido a lo real y no pretenden polemizar desde un yo hinchado. Así va siendo por ahora y a tantos y tantas agradezco su empeño en que vaya siendo así.

No me voy a prodigar escribiendo, pues dedico bastante tiempo a mis lecturas y meditaciones preferidas, esperando que de estas pueda salir algo clarificador para ir compartiéndolo aquí. Hoy, por ejemplo, en mi calmada y continuada lectura del libro de Alexander Grothendieck La llave de los sueños o diálogo con el buen Dios  (el PDF enlazado está disponible en la web https://agrothendieck.github.io/ creada por Mateo Carmona, que recomiendo vivamente. También pueden verse los textos de Grothendieck ya publicados en ATRIO: https://www.atrio.org/category/grothendieck/ ) he llegado a la página 470 (el libro tiene 950 páginas) y me he encontrado con este texto que ofrezco hoy a los lectores de Atrio, pues puede resumir el atrevimiento de la fe personal depurada que queremos sea dominante en Atrio. Mantengo el texto íntegro y exacto al original, resaltado algunas palabras con negrita para permitir un vistazo rápido, aunque este tipo de textos deben leerse detenidamente.

Espero que una cosa (entre muchas otras) que va a distinguir la espiritualidad de la nueva Era a punto de eclosionar de la “espiritualidad arcaica” de la Era que termina, es que incluso al hablar de cosas espirituales (o mejor dicho, ¡sobre todo en ese caso!) nos empeñaremos en llamar al pan, pan, y al vino, vino. Y lo poco que he podido entrever aquí y allá, un poco al azar, de la literatura llamada “piadosa” o “espiritual”, me parece que es como unos gigantescos “establos de Augías” que jamás hubieran sido limpiados, y que por eso tuvieran imperiosa necesidad de una seria limpieza. Lo profundo y lo superficial, lo auténtico y lo falso, el atrevimiento de la fe y el confort del conformismo, lo sublime y lo cursi, el desnudo rigor de la pasión por la verdad y la grasosa complacencia simulando humildad, y hasta la descarada mentira envuelta en unción y apología o la sanción de todos los abusos de las corrupciones de todos los crímenes, cuando los supuestos “intereses de la religión” (que carga con todo…) e incluso los de Dios mismo (que deja hablar…) están en juego – todo eso se codea y se mezcla tan inextricablemente, bajo la tierna mirada de las “autoridades” espirituales (desde el momento en que la pureza de la doctrina y de la fe está a salvo…), que en tal Estercolero aureolado de tradición, con el prestigio de lo inefable y de los valores eternos, raros son ¡ay! los que osan fiarse de sus propias luces para distinguir la paja del grano, o aunque sólo sea lo mejor de lo peor o lo excelente de lo mediocre.

Al que no le ha sido dado saber discernir uno de otro, o al consumidor gordo o distraído que no se preocupa de nada, incluso lo mejor, cuando así se confunde con lo peor, le produce los mismos efectos: un mismo lavado de cerebro eufórico y débil, efectos de “opio del pueblo” que a lo largo de siglos y de milenios los popes y los papas y los déspotas de todo pelaje han usado y abusado con profusión.

Por lo que he podido ver, ese lavado “espiritual” sólo se distingue, por sus efectos sobre lo mental y lo espiritual en el hombre, del lavado “ideológico” por las palabras nacionalistas o políticas reiteradas sin cesar, con el refuerzo también de toda una literatura edificante servilmente tallada a medida. Ambos testimonian un mismo espíritu, que inspira el mismo tipo de discurso: el “discurso edificante” que ignora al hombre para manejar las masas, que ignora y desprecia las facultades para tirar de los hilos de reflejos bien comprobados. Es el espíritu de rebaño dirigiéndose al rebaño, para cultivar en él la mentalidad de rebaño.

Y henos aquí que inopinadamente hemos vuelto al Moralizador: el discurso edificante es su discurso. E incluso “el mejor”, en cuanto se apodera de él para rumiarlo a su manera, se transforma como por milagro en un blablá insípido. Al principio, es verdad, ese discurso fue musculoso, y en verdad la espada no estaba lejos para apoyar lo que se dice. Pero las espadas más flamantes y pulidas se oxidan con el tiempo y terminan por deshacerse, y las palabras pierden su filo y se vuelven flácidos. ¡El desgaste de los Tiempos! Incluso el socialismo puro y duro, igual que los demás ismos, terminan por volverse flácidos – no escapan a ello igual que no escaparon las religiones, a las que suplantaron por un tiempo. Y en nuestros días son pocos a los que ese discurso, sea cual sea su color, no deja fríos, ¡de tanto que la especie humana ha sido atiborrada y sobre–atiborrada con él! El discurso fulgurante de la Ley se desgastó y se convirtió en el discurso edificante del predicador, que a su vez se desgastó…

Sin embargo, quien fue rebaño, rebaño se queda, ¡aunque sea un rebaño atiborrado! Y en su larga historia, jamás el hombre ha sido tan aprisionado y vaciado de sí mismo y rellenado y amasado, desmenuzado y dispersado a los cuatro vientos por tantos discursos tantas frases tantas palabras sonidos tachín–tachín notas fonemas que se abaten sobre él lo bombardean lo trituran lo proyectan lo dispersan bajo la incesante tromba de ruido de ruido de ruido – por la TV los periódicos los anuncios los transistores la radio las revistas los vídeos la publicidad las publicaciones los libros último grito las últimas noticias declaraciones conferencias entrevistas sensacionales confidencias con publicidad extra…

Es la delicuescencia final de la Era de la Moraldespués del tiempo de la Ley, hubo el tiempo del discurso edificante, que ahora se hunde en la apoteosis final del Ruido, consumición sin parar de día de noche de discurso–ruido y de ruido–ruido, discurso por el discurso y de ruido por el ruido…

Así el rígido orden de la Ley, antaño puesto como fundamento eterno e inmutable, se disgrega ante nuestros ojos y termina en ese Caos de Ruido. He aquí que llega el tiempo en que un ciclo milenario se completa y se cierra, y en que bajo el empuje de Dios y por un salto vital en nosotros, hombres llamados por el Hombre, un orden distinto se dispone a nacer del caos.

Escrito el 2 de septiembre de 1987 y publicado al final de la NOTA V titulada Clichés de espiritualidad (pp. 428-474) del libro citado.

Primeros comentarios de AD

1. Hay que considerar quién es escribe esta diatriba y contra quienes. Alexander es hijo de anarquistas apátridas, víctimas de la represión zarista y de la nazi después. Matemático genial, a los 44 años, tras 20 años en la cúspide mundial de la creación matemática, abandona la dirección, en 1970, de un Instituto creado por el gobierno francés para él, al enterarse que está subvencionado por el ejército francés. Se entrega unos años al activismo pacifista y ecologista, después a la espiritualidad oriental y budismo. Finalmente a la escucha de su yo interior profundo en sueños y flashes Un poco antes de empezar este libro (noviembre 1986) descubre que quien definía como El Soñador es el mismo día a quien él, como deísta, atribuía el origen de la creación, sin que pudiera establecerse una relación personal con él. Desde entonces lo sabe (más que cree por testimonio de otros) presente en su alma o psique, e invitándole a ser libre cocreador con Él. Se interesa por otros iniciadores de religiones y por místicos cristianos también. Lee obras de Teresa de Ávila, por quien siente simpatía pero mucha discrepancia. Y también las obras de otro matemático francés, Marcel Légaut,que le impresiona por la manera auténtica de ser seguidor de Jesús. Desde junio de 1987 Alexander convierte a Légaut en su hermano espiritual con el que modifica el esquema pensado para su libro, añadiendo conceptos propios de Légaut: misión personal, fe en sí mismo, pobreza radical de ser, distinción entre fe y creencias…

2. En esta su diatriba contra “popes y papas” que dirigen su rebaño de fieles, haciendo a seguidores un rebaño que sigan sus dogmas y mandamientos para fines de poder propio, incluye a otros maestros espirituales convertidos en gurús maestros de secta (Krisnamurti, iniciador de su interés por oriente) o a otras ideologías políticas o cientificistas.

3. La aceptación de la supremacía de Dios, principio trascendente de toda actividad cn el macrocosmo (dimensión 10^24) como en el microcosmo del ser humano (dimensión 10^-24), no es humillante dependencia, sino realidad pura y dura de la única manera de hacer grande al homo:el reconocimiento de que todo ser humano tiene su grandeza y poder creador no en sí mismo sino en lo que recibe de Dios. La libertad humana no se vulnera sino que se hace posible con ese reconocimiento, base y esencia de toda verdadera religión.

4. Y no me extiendo más. Me gustaría que todos vosotros continuarais estos comentarios. Me dirijo sobre todo a antiguos y nuevos -¿cómo te va, José?- atrieros.

 

Antonio Duato

Atrio

¿DESMASCULINIZAR LA IGLESIA SIN DESMISOGINIZARLA?


 

En estos días se ha reunido el llamado C9, grupo de cardenales presidido por el papa Francisco. En esta reunión ha habido una sorpresa y es que han sido invitadas tres mujeres: una obispa anglicana, una monja salesiana y una virgen consagrada. Tal vez se puede añadir que faltaba una mujer laica, pero todo llegará, hasta puede parecer acertado recordar lo que poéticamente escribió RM. Rilke en El libro de horas: “La oscuridad lo abarca todo, pero una energía inmensa se mueve junto a mí, junto a nosotros”. De todos modos el papa Francisco dijo, después de una reunión anterior del Sínodo de la Sinodalidad el pasado 30 de noviembre, que “La Iglesia es mujer”, y que “uno de los grandes pecados que hemos cometido es masculinizar a la Iglesia”. De ahí viene que la presencia de estas tres mujeres en el C9 pretenda ser una imagen de desmasculinizar la Iglesia, aunque, como bien ha dicho la obispa anglicana, Jo Bailey, “abrir las puertas no significa que automáticamente hay igualdad de género”.

Me parecen acertadas las palabras de Jo Bailey y que este camino no desemboca en la verdadera igualdad de los bautizados, de hombres y mujeres, pues hay que erradicar la ideología misógina existente en la Iglesia, una Iglesia jerarquizada y clericalizada. Tradicionalmente la mujer se ha identificado con el pecado; ella fue quien introdujo el pecado en el mundo al hacer caso a la serpiente, según el relato mitológico del libro del Génesis, y es ella la que sigue día a día provocando al varón, el Adán, sin tener en cuenta que nació de “su costilla”. No hay que olvidar que este relato genesíaco corresponde a la llamada tradición sacerdotal, muy dura con el rol de la mujer en el mundo frente a otras tradiciones de los relatos bíblicos del Pentateuco como la llamada yahvista y elohista. Este relato de la mujer que claudica ante la tentación de la serpiente y que, sobre todo, convence al varón para que también desobedezca a lo establecido por Dios en el edén, sigue en pie, y yo diría, que fortalecido por unas teologías fundamentalistas y misóginas.

Esta tradición teológica, fundamentalista y misógina casualmente ensalza el papel de la Virgen como madre de Dios, y lo hace desde la virginidad y no desde la maternidad, es decir, desde una persona que es mujer. La virgen María es la madre de Dios, la mujer María ni existe, no tiene relevancia en este acontecimiento extraordinario. Pero esta teología va más allá; se convierte en paradigma de otras concepciones filosóficas, religiosas, etc, a lo largo de la historia. La misoginia se hace palpable, a no ser que se ponga de relieve la virginidad, como el conocido axioma de Anselmo de Canterbury: “La virginidad es oro, la continencia plata, el matrimonio cobre; la virginidad es opulencia, la continencia medicina, el matrimonio pobreza; la virginidad es paz, la continencia rescate, el matrimonio cautiverio; la virginidad es sol, la continencia luna, el matrimonio tinieblas…”

Este paradigma misógino se extiende, como decimos, a otros campos como el filosófico. Ya Aristóteles, en su afán de “naturalizar” sus principios filosóficos, creando así un determinismo atroz, considera en su Política que “la naturaleza, teniendo en cuenta la necesidad de la conservación, ha creado a unos seres para mandar y a otros para obedecer. Ha querido que el ser dotado de razón y de previsión mande como dueño, así como también que el ser capaz por sus facultades corporales de ejecutar las órdenes, obedezca como esclavo… La naturaleza ha fijado, por consiguiente, la condición especial de la MUJER y la del esclavo”. No es de extrañar que “el hombre, dice F. Nietzsche, en su Zaratustra, debe ser educado para la guerra y la mujer para la recreación del guerrero: todo lo demás es tontería”. F. Nietzsche es buen lector de Pablo de Tarso, quien, sobre todo en su primera carta a Timoteo, pide previamente a las mujeres que “vistan decorosamente y se adornen con pudor y modestia”, pero esta recomendación no es suficiente y va más lejos: que “oigan la instrucción en silencio, con toda sumisión” y, como colofón y para que quede claro cuál es su postura, “no permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre” (1 Tim 2,9-12).

La Iglesia, como su jerarquía y su teología tradicional, ha actuado con una hipocresía redomada, partiendo desde una concepción maniquea del cuerpo y del sexo y desde posiciones misóginas. Tomás de Aquino en su intento de corregir a Aristóteles, en su voluminosa obra la Summa theologica, va más allá en su misoginia. Para él la mujer es un varón demediado, ya que la naturaleza tiene como finalidad la perfección y por eso la mujer siempre ha de engendrar varón, ya que ella no tiene parte activa en la generación del nuevo ser; es el terreno donde se deposita la semilla. De ahí que si nace una mujer en lugar de un varón es porque el terreno no ha sido adecuado en su capacidad fértil, y la naturaleza ha sido “traicionada” en su objetivo. Por ello para el Aquinate la mujer es un varón disminuido, que no ha podido conseguir la altura, la perfección del varón; es algo deficiente. Y esta deficiencia óntica le viene de que fue creada de la costilla del varón, de Adán. Por eso Tomás de Aquino va más allá: si Dios es el principio de todo el universo, el varón es el principio de toda la especie humana. Tal vez pueda aplicarse aquello que pretendía Elisabeth Cady Stantoncuando bajo su dirección se publicó en 1895-1898 La Biblia de la mujer: “Ha llegado la hora de que la mujer lea e interprete la Biblia por sí misma, puesto que es un Libro escrito por varones y, por lo tanto, no es neutral”.

Ingenuamente Simone de Beauvoir, recordando su infancia, creía en una igualdad abstracta de las personas humanas, hombres y mujeres, pero la mujer ha permanecido “callada”, servicial, esclava, marginada… dentro de la Iglesia, copada por una estructura jerárquica de clérigos, de hombres célibes que anhelan más la estructura monacal basada en la virginidad y obediencia que en una estructura plural de hombres y mujeres iguales, con los mismos derechos y funciones eclesiales. Sirva a título de ejemplo la decisión de un clérigo, en este caso del papa Juan Pablo II, en la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, siguiendo los pasos de Pablo VI, pero con más contundencia: “Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia”.

Iglesia masculina y misógina van de la mano. No se puede desmasculinizar sin desmisoginizar; son dos actitudes, dos cambios profundos íntimamente unidos, si es que se quiere cambiar profundamente la estructura eclesial más acorde con el evangelio y no con las ideologías de poder. No sé si aquí cabría aquello de Venus Carolina Paula, mujer extremeña que abandona su tierra para servir en París, y que con hermosa locuacidad, prestada por J. García Hortelano en Gramática Parda, sostiene con cierta rotundidad que “el mundo está muy bien hecho, lo que pasa es que no nos gusta”. No creo que en este asunto las cosas estén bien hechas; todo lo contrario y, por eso, no nos gusta. Hay que recordar lo que sabiamente decía E. Schillebeeckx: “La Iglesia es, en efecto, un aparato ideológico que acompaña de hecho al orden establecido, por así decir prestándole cobijo”. Es cierto que el varón, el clérigo en este caso, pone a su servicio la Biblia, la Tradición y la Teología, pero los bautizados en su pluralidad configuran el pueblo de Dios, que tiene como tarea diaria hacer realidad los valores evangélicos, recogidos en las bienaventuranzas. Por eso, las palabras que hemos recordado antes de RM. Rilke: “La oscuridad lo abarca todo, pero una energía inmensa se mueve junto a mí, junto a nosotros”, nos sirva de horizonte en este caminar de la Iglesia.

 

Antonio Gil de Zúñiga

Atrio

LOS CRISTIANOS DEBEMOS SENTIR COMO PROPIO EL DOLOR DE LOS HERMANOS DE TIERRA SANTA Y MOVILIZARNOS


col koldo

 

Para Eliana Geris (Lleida, 1988), cristiana de la Comunidad Palestina de Cataluña, la Cuaresma siempre ha sido un período de reflexión, preparación y crecimiento trascendente. Sin embargo, este año está siendo un tiempo marcado por la tristeza y la impotencia de ver la masacre a la que está siendo sometida la población palestina de Gaza y Cisjordania desde hace más de cuatro meses. “La oración —confiesa— me ayuda a lidiar con esta injusticia. Ahora, más que nunca, puedo ponerme en la piel y sentir el luto de la Virgen María, cuando vio a su hijo en la Cruz”. Aunque actualmente reside y trabaja en Málaga, Geris, que es de madre leridana y padre palestino, mantiene fuertes lazos con su familia en Lleida y también en Jordania.

cristianos hermanos Tierra Santa movilizarnos

¿Qué influencia tienen para usted las raíces por parte de su padre, nacido en el seno de una familia palestina que emigró a Jordania antes de la Nakba de 1948?

Mi padre nació en un pueblo al norte de Jordania llamado Ajloun y fue bautizado en el Jordán, como muchos otros miembros de mi familia. Me siento afortunada de tener raíces árabes, ya que es muy enriquecedor poder convivir con dos culturas (que no son tan distintas) y poder tomar todo positivo de cada una. En casa nunca se ha visto extraño tener familia al otro lado del Mediterráneo, oír cómo mi padre habla en árabe con su familia por teléfono. Sentir la cultura árabe como algo mío, me ha ayudado a tener una visión del mundo mucho más abierta y tolerante. En mi fe, ha sido muy importante tener raíces en Tierra Santa, puesto que he podido crecer dentro de una visión mucho más cercana, íntima e intensa.

¿Se siente una "rara avis" por ser catalana y tener orígenes palestinos y cristianos?

En Cataluña, sí. Cuando la gente sabe tus orígenes, no acaba de creérselo. En algunas ocasiones he tenido que explicar que se puede ser de origen palestino y, al mismo tiempo, cristiano. En Europa se tiene la creencia de que en los países de Oriente Próximo todo el mundo es musulmán y no es así. En países como Palestina, Jordania, Siria o Líbano la convivencia entre cristianos y musulmanes es pacífica y mucho más normal de lo que pensamos. Además, en Cataluña, aunque la comunidad palestina tiene un número importante de miembros, somos pocos los cristianos.

¿Cómo está viviendo ese tiempo marcado por la violencia en Tierra Santa?

Cada día, me llegan noticias de cómo los cristianos palestinos en los territorios ocupados están siendo maltratados, vejados y humillados nuevamente y con mayor intensidad que nunca. Siento dolor por los cristianos palestinos, pero, en realidad, por toda la población, porque todos los árabes de Oriente Próximo nos sentimos hermanos, independiente de nuestra religión. Porque la causa palestina es la causa de toda la humanidad.

Preocupación y tristeza

¿Cómo se encuentra su familia en Oriente Próximo?

Por suerte, los miembros de mi familia viven todos en Jordania, así que en casa, estamos "relativamente" tranquilos que, de momento, estén bien. Sin embargo, estamos viviendo con mucha preocupación y tristeza estos momentos. Mi padre está en contacto diario con mi familia (hermanos, primos, sobrinos) y en junio viajará a Jordania, con mi madre y hermana.

Anteriormente, ya sufríamos un sentimiento de luto, rabia y tristeza por la situación en nuestra tierra, vemos cómo el Estado y los colonos judíos de Israel se apropiaban de nuestra tierra, nuestras casas y comercios. Pero ahora directamente nos están asesinando y la comunidad internacional no sólo no hacer nada sino que incluso apoya de una u otra manera esta matanza indiscriminada que se está cometiendo en Gaza. Muchos miembros de la comunidad palestina en Cataluña han perdido a familiares o amigos durante los últimos cuatro meses. Por ejemplo, mi hermana, tiene una amiga española-palestina y desde octubre no sabe nada.

Tampoco nos olvidamos de Cisjordania, donde las detenciones en la población y los asesinatos a civiles, especialmente a niños, niñas, jóvenes y mujeres, son diarios. Desde la Comunidad Palestina de Cataluña estamos haciendo todos los esfuerzos por visibilidad esta situación e intentamos que los agentes políticos se impliquen y presionen para que el estado de Israel respete los derechos humanos.

Este domingo, el cardenal Pierbattista, patriarca latino de Jerusalén, visitó Barcelona para participar en un encuentro con jóvenes. ¿Qué cree que puede aportar en este conflicto como máximo representante a los 56.000 cristianos en la región?

Me hubiera gustado asistir a este encuentro, pero por desgracia no pude porque vivo en Málaga desde hace un tiempo. El cardenal Pizaballa es relativamente nuevo como patriarca, pero en Tierra Santa es muy respetado desde hace mucho tiempo. Pizzaballa, para nosotros, los árabes cristianos, representa un símbolo de unidad ante la situación de injusticia que siempre hemos vivido en nuestra tierra, y ahora, es un símbolo de unidad de todos los cristianos.

Él es el representante de los cristianos y es el mensajero de la situación de adversidad que estamos pasando en Palestina y en los territorios ocupados. Él conoce mejor que nadie el sentimiento de inquietud y dolor de los árabes cristianos, y desde el resto del mundo debemos escuchar su mensaje. Todos los cristianos debemos sentir como propio el dolor de los hermanos de Tierra Santa y movilizarnos.

 

Jordi Pacheco (Flama)

Religión Digital - 20.02.2024

RAFAEL LUCIANI: "HAY MIEDO A REPLANTEARSE LO QUE SIGNIFICA EL PODER Y LA AUTORIDAD EN LA IGLESIA"


col zapatero

 

Rafael Luciani, teólogo venezolano, es integrante de la Comisión teológica del Sínodo 2021-2024 en calidad de perito. Ha estado muy involucrado desde los trabajos preparatorios de la XVI Asamblea general del sínodo de obispos, cuya segunda vuelta está prevista para octubre de este año.

Además coordina y forma parte del equipo de profesores del curso global “Hacia una Iglesia constitutivamente sinodal”, organizado por varias instancias eclesiales del mundo, entre estas, el Centro de formación Cebitepal del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y del que aún siguen abiertas las inscripciones gratuitamente.

Curso que comenzará el 2 de marzo de 2024 y en el que Luciani abordará el tema Sensus fidei (sentido de los fieles) y consensus fidelium (consenso de los fieles). Explicó a ADN Celam que cuando Francisco asumió el pontificado “profundizó en el Concilio Vaticano II con un modelo específico de la Iglesia pueblo de Dios” plasmada en la constitución Lumen Gentium de san Pablo VI.

-Quienes se oponen a la sinodalidad afirman que esta no tiene fundamentos bíblicos ni teológicos, ¿qué opina?

La sinodalidad no es algo nuevo, es nuevo para nosotros hoy en día, pero pertenece a la tradición de la Iglesia católica. A nivel de la Santa Escritura, el testimonio se da en Hechos 15 con el Concilio de Jerusalén, donde las comunidades tuvieron que hacer un discernimiento y tomar decisiones. Ese modelo de ser Iglesia que se reúne, se escucha, discierne en función de una decisión es lo que da origen a una Iglesia sinodal.

A lo largo del primer milenio siempre hubo prácticas que profundizaron esa manera de ser y de proceder de la Iglesia, por ejemplo, san Cipriano obispo cuando nombraba a alguien para confiarle una comunidad, diríamos hoy en día una parroquia, o alguien que iba a ser obispo convocaba a la comunidad y él tenía un famoso axioma que decía: «primero busco el consejo de los presbíteros y, luego con ese consejo, comienzo a construir el consenso con el resto del pueblo de Dios». Entonces tenemos ahí una práctica de la tradición de la Iglesia del primer milenio.

A lo largo del segundo Milenio, aunque se fue perdiendo la práctica ordinaria de la Iglesia en esto, sí se realizaron sínodos como, por ejemplo, el Concilio de Trento, que mandó que las diócesis hicieran un sínodo por año; si eso se hubiese realizado, entonces se hubiese logrado muchos avances en las Iglesias locales.

¿Qué hace Francisco? Retoma lo que los padres conciliares de Vaticano II habían dicho que era lo normativo, lo que define a la Iglesia que era ser pueblo de Dios y pueblo de Dios supone que nos constituimos haciendo en conjunto la vida eclesial.

- ¿Entonces por qué hay tantas resistencias y miedos?

- Por una parte creo que hay un miedo a replantearse lo que significa el poder en la Iglesia y esto supone el ejercicio de la autoridad, no se trata de negar la autoridad en cualquier institución, que es necesaria. El problema es cómo se ejerce y en la Iglesia se ejerce para servir, no para tener poder sobre los demás y hacer lo que la persona quiera.

Ese es un aspecto que sale mucho en quienes tienen miedo y se preguntan si ahora van a perder el poder en la parroquia, en la diócesis. En ese aspecto, la sinodalidad ofrece cómo ejercer el poder en comunión, con la comunidad y no aislado de la comunidad, cómo el obispo ejerce el poder en comunión con la vida diocesana que él preside, no como un sujeto que actúa aislado.

El Papa ejerce el poder en estos contextos donde toma consejo de los obispos y, en este caso, de esta asamblea de otros miembros no obispos que participan. Creo que ese es un primer ámbito de miedo.

Hay otro aspecto más práctico: la falta de conocimiento de la tradición de la Iglesia católica. Esto es muy grave, porque a veces decimos cosas que en la tradición están sustentadas, pero no conocemos, creemos que son cosas que se están inventando con base en los modelos políticos actuales, por ello la formación teológica es fundamental.

Antes de hacer una crítica, siempre es bueno preguntarse: Qué dice el magisterio, qué dice la tradición, qué dice la Sagrada Escritura, qué ha dicho la reflexión teológica, luego de hacer esa revisión puedo entonces decir estoy o no estoy de acuerdo. Con argumentos se inicia un diálogo que es lo propio de la vida eclesial.

-¿Por qué el Papa decide hacer una segunda sesión del Sínodo?

- La idea de hacer una segunda asamblea y no solamente la primera es que se busca profundizar, porque son temas que afectarán a toda la vida y la misión de la Iglesia. Por eso, el segundo año busca dar un paso más para madurar, para pensar de nuevo lo que se ha venido haciendo, para poder llegar a la asamblea de octubre de 2024 cuando se tomarán las decisiones que el Papa después de recibir el documento final considere oportuno para la Iglesia.

- ¿Qué se siente ser perito de este evento tan histórico?

- La teología y, en mi caso personal, es un ministerio, es un servicio, es mi vocación, no es una profesión y la he vivido ejercida en muchos ámbitos de la vida eclesial: en el Consejo Episcopal Latinoamericano, en la Conferencia Latinoamericana de religiosas y religiosas y en muchas otras instancias, actualmente en la secretaría general del Sínodo.

Entonces para mí tiene esa dimensión de servicio eclesial y, por otra parte, digo que es un ministerio, porque mi vida vocacional se desarrolla como una entrega al servicio de la reflexión teológica para las comunidades y no solamente para la Iglesia institución.

Cuando estoy en una comunidad y puedo compartir reflexiones teológicas que nazcan de ese diálogo a la luz de la escritura, entonces estoy ejerciendo un ministerio como teólogo.

No es solamente dar clases o el ámbito académico lo que cualifica la teología, sino también es un ministerio, una manera de realizar la educación cristiana que muchos puedan optar.

-¿Qué espera de este sínodo?

- Espero que la Iglesia tome conciencia ante la crisis que ha habido en estos años sobre todo con el tema de los abusos, del clericalismo y sobre tantos temas que han afectado el testimonio.

Entonces espero que este reconocimiento de una Iglesia que necesita aprender no solo cambiar, a ser testimonio y ser fiel a Jesús, que el sínodo pueda proveer las maneras de cómo lograr eso.

Necesitamos poder superar esa falta de credibilidad de la Iglesia y espero que el sínodo siga generando más allá de la asamblea la conciencia de que todos y todas tenemos derecho de palabra, tenemos derecho de estar en la Iglesia como bautizados independientemente de que seamos laicos, religiosos, clérigos.

Y, por último, también puedo decir que espero que haya cambios estructurales, no solamente sean cambios de mentalidad, porque la mentalidad va unida a la institución y la institución tiene vida porque hay personas con mentalidades.

Por ende, si las instituciones en el siglo XXI, en el tercer Milenio no son replanteadas, quedaremos con instituciones obsoletas como dice Aparecida y cuando hay instituciones obsoletas – en la misma Aparecida los obispos dijeron – en ese momento hay que crear nuevas instituciones o renovar las existentes, diríamos en clave sinodal.

 

Ángel Morillo, ADN Celam

Religión Digital

PROPUESTAS ENGAÑOSAS Y VERDADERAS PARA LA CRISIS PLANETARIA


col koldo

 

Es ya una obviedad reconocer que estamos en una peligrosa crisis planetaria. Hasta los negacionistas más obstinados están sintiendo en su propia piel (huracanes, crecidas, nevadas inimaginables, severas sequías, desertificación, guerras y genocidios a cielo abierto y otros fenómenos) los efectos de la crisis actual. El cambio climático no exceptúa a nadie, llegando en los países nórdicos a más de 40°C bajo cero y entre nosotros, como en Río de Janeiro, a 50°C con una sensación térmica de 70°C sobre cero. Tales eventos no admiten tergiversaciones. Muchos están percibiendo que están embarcados en un navío que se está yendo a pique y buscan soluciones de todo tipo, algunas perversas.

La primera se originó entre los supermultimillonarios (0,1% de la humanidad) que se reúnen anualmente en Davos. Proyectaron el Great Reset del capitalismo, es decir, el gran reinicio del capitalismo llevado al extremo. Por medio de la Inteligencia Artificial, proponen una especie de despotismo cibernético, mediante el cual controlan a cada persona, a todo el pueblo, incluso con los móviles y computadores desconectados, hasta la pasta de dientes que estoy usando. Impondrían su tipo de producción, distribución y consumo a toda la humanidad. Ese proyecto es tan perverso que no tiene ninguna posibilidad de ser llevado a cabo. A todo poder se opondría el antipoder de toda la humanidad que inviabilizaría su intento.

La segunda propuesta es el capitalismo verde. Se propone reforestar todas las áreas devastadas y conservar todas las áreas verdes, lo que parece muy atractivo. Pero el capitalismo siempre es capitalismo. Este proyecto no cambia el sistema productor de mercancías, que busca el lucro. Lo verde no cuestiona la perversa desigualdad social. Antes mercantiliza toda la naturaleza. Ejemplo: no solo se lucra con la venta de la miel de abejas, también cobra por su capacidad de polinización. Como dice con acierto Michael Löwy, director de investigación en sociología del CNRS de París en un artículo sobre el decrecimiento (veálo en mi sitio web): «No hay solución para la crisis ecológica en el marco del capitalismo, un sistema enteramente dedicado al productivismo, al consumismo y a la lucha feroz por “franjas de mercado”. Su lógica intrínsecamente perversa conduce inevitablemente a la ruptura del equilibrio ecológico y a la destrucción de los ecosistemas».

Pero hay propuestas prometedoras, suponiendo que tengamos tiempo para eso. Indicamos solo algunas. La que proyecta más futuro es la economía que trabaja el territorio (biorregionalismo). Define el territorio no con la división convencional en municipios, sino mediante la configuración que la misma naturaleza ofrece: tipo de fauna y flora, cuencas hídricas, lagos, montañas y valles, y tipo de población. En el ámbito del terreno se puede construir una economía realmente sostenible con la utilización racional de los bienes y servicios naturales, con redes de cooperativas de producción solidaria, integración de toda la población, permitiendo una democracia representativa de hecho, valorizando los bienes culturales tales como las tradiciones y fiestas locales y celebrando a los personajes notables que vivieron en la región. Como todo es producido a nivel local, se evitan los transportes largos. Podríamos imaginar al planeta Tierra como un tapete de millones de territorios locales con una economía integrada y sostenible, con más equidad o disminución real de la pobreza.

Otro modelo es conocido con el nombre de economía solidaria y agroecológica. Como su nombre indica, se trata de cooperativas que trabajan solidariamente basándose en la agroecología, en sintonía con los ritmos de la naturaleza, diversificando la producción para permitir la regeneración de los suelos. Ellas se desarrollaron como ONGs Ciudades sin Hambre, huertas urbanas y escolares. Se aprovechan espacios no utilizados en las ciudades o las azoteas de las casas para una producción de consumo local, con la participación de todos. No se presenta como un proyecto total sino como una forma de garantizar alimentos sanos para las poblaciones. El MST (Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra) ha mostrado los efectos benéficos e integradores de este tipo de economía solidaria.

Otro modelo se presenta como economía circular. Se basa en la reducción, reutilización, recuperación y reciclaje. Se reciclan especialmente empaques, vidrios, PET, PP y papel. Se ahorran recursos naturales, se aprovecha lo ya utilizado. De esta forma se rompe el actual modelo lineal de extracción-producción-eliminación. Ese modelo ecológicamente es interesante, pero no se plantea las cuestiones de la ecología social que tiene como objetivo superar las desigualdades sociales. Así la economía circular es de alcance limitado.

Un modelo vivido desde hace siglos por los andinos es el bien vivir/convivir. Es una economía profundamente ecológica, pues se parte de que la Pachamama (Madre Tierra) produce todo. El ser humano la ayuda con su trabajo cuando no hay abundancia. Para ellos el concepto-matriz es la armonía que comienza en la familia, se extiende a la naturaleza, de la cual cada ser es portador de derechos, que en las constituciones de Bolivia y de Ecuador han sido ya consignados. La centralidad no está puesta en la economía sino en la convivencia pacífica y en una relación amigable con la naturaleza, las aguas, los bosques, las selvas y las montañas. Quien sabe, si un día despierta en la humanidad su profunda pertenencia a la Tierra y a la naturaleza, el bien-vivir y convivir será un ideal a ser vivido por todos.

Está también el movimiento de la economía de Francisco y Clara, propuesta por el Papa Francisco. Después de hacer una crítica contundente al sistema del capital y a su cultura consumista, propone una fraternidad universal. Esta se extiende a todos los seres y entre los humanos, todos hermanos y hermanas (su encíclica Fratelli tutti). La centralidad la ocupa la vida en todas sus formas, especialmente la vida humana, con particular cuidado de la vida de los más vulnerables. La economía y la política estarían en primerísimo lugar al servicio de la vida, y solo después al mercado. Es un ideal generoso, aún en gestación.

Seguramente el proyecto del ecosocialismo es el que tiene una mayor posibilidad de realización histórica. No tiene nada que ver con el socialismo vivido al estilo soviético, pero quiere realizar el ideal de dar a cada uno según su necesidades y que cada uno ofrezca sus posibilidades. Ese proyecto es el más avanzado y sólido. Supone un contrato social mundial con un centro plural de gobernanza para los problemas globales de la humanidad, como fue el caso del coronavirus y ahora el del cambio climático. Los bienes y servicios naturales son de todos y se propone un consumo decente y sobrio que incluiría también a la comunidad de vida que también necesita los nutrientes necesarios para su sostenibilidad. Ganaría más impulso si este proyecto superara su sociocentrismo ecológico e incorporara los datos más fiables de la nueva cosmología y biología, que consideran la Tierra y la vida humana como un momento del gran proceso cosmogénico, biogénico y antropogénico. El ecosocialismo ecológico sería una emergencia de este proceso global.

Finalmente, cualquier modelo que pretenda resolver la crisis planetaria deberá rescatar lo que un día tuvimos y perdimos, guardado por los pueblos originarios: nuestra profunda pertenencia y comunión con la Madre Tierra y con todas sus criaturas. Esta visión ancestral de los pueblos originarios, será, según el pensador Ailton Krenak (cf. Futuro Ancestral 2022), nuestro futuro, el que nos garantizará continuar en este planeta. Esperamos que los tiempos de la Tierra nos sean generosos para vivir ese sueño.

 

*Leonardo Boff ha escrito Habitar la Tierra, Vozes 2023.

Traducción de MªJosé Gavito Milano

Atrio

LUIS MANUEL ROMERO: "TENEMOS QUE CAMBIAR NUESTRO MODO DE SER IGLESIA ANTE EL MUNDO"


col kowalski

 

"Nos reunimos en este Encuentro no para tirar balones fuera, sino para analizar los motivos que están causando que nuestro mensaje no conecte con la gente. Se trata de que nos examinemos y seamos conscientes de que tenemos que cambiar nuestro modo de ser Iglesia ante el mundo". Sin paños calientes, Luis Manuel Romero fija a las claras el objetivo principal del Encuentro sobre el Primer Anuncio, que se está celebrando este fin de semana en Madrid, y que ha sido organizando por la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida que dirige este sacerdote.

Consciente de que "este cambio de época parece que a la Iglesia nos ha cogido con el pie cambiado", advierte de la importancia de "evitar correr el riesgo de que los laicos sigan estando considerados como cristianos de segunda categoría", y apuesta por "no seguir encerrados en nuestros muros de los templos, esperando a que la gente venga, sino que hay que salir a dialogar con el hombre de hoy y en su cotidianeidad ofrecerles la buena noticia de Jesucristo".

“Queremos buscar la receta para evangelizar a la sociedad actual”. Ese es uno de los objetivos del Encuentro sobre el Primer Anuncio. ¿Y cómo se elabora esa receta? 

El objetivo principal del Encuentro sobre el Primer Anuncio no consiste tanto en dar una receta, porque no la tenemos, sino en que entre todos descubramos cuáles son los ingredientes fundamentales que no pueden faltar para hacer Primer Anuncio. Se trata de que tomemos conciencia que la proclamación del Evangelio no es una cuestión de expertos o sólo una tarea encomendada a los pastores, sino que todos los bautizados estamos llamados a esta misión. Además, es muy importante que descubramos que, en los momentos actuales, como Iglesia nuestra prioridad pastoral es el Primer Anuncio, porque el mensaje del Evangelio no conecta con el corazón de las personas. Por eso, yo diría que no hay recetas para saber cómo anunciar a Jesucristo, pero sí que es evidente que esta es nuestra vocación y misión.

El papa Francisco ha subrayado la importancia del testimonio como vía para contagiar la fe y anima al “hagan lío”. ¿Se va a abordar esta perspectiva en este Encuentro?

En el tema del Primer Anuncio es nuclear el testimonio, el hablar de Jesucristo a la otra persona de corazón a corazón, desde la experiencia de vida. Por eso, el Primer Anuncio reclama de cada uno de nosotros una conversión personal previa, es decir, que nos hayamos dejado encontrar por Cristo y haya transformado nuestras vidas. Se dice que “nadie nada lo que no tiene” y si no tenemos a Cristo en nuestro corazón, lo que vamos a anunciar son palabras vacías y huecas, que no contagian a nadie.

El Primer Anuncio no consiste en pronunciar discursos elocuentes, sino que nuestras palabras deben ir avaladas por el testimonio.

No se sabe si provoca conversiones o no, pero la voz del papa Francisco es muy escuchada, incluso entre los que no quieren saber nada de la Iglesia. ¿Quizás la receta para que la Iglesia española se haga más presente en medio de la sociedad podía añadir algunos de los ingredientes que maneja Jorge Mario Bergoglio?

El papa Francisco, en su primer carta programática, Evangelii gaudium, nos recordaba que : “…el primer anuncio o kerigma debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial”, puesto que “…nada hay más sólido, más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio”. 

Todo el magisterio del papa Francisco, en el que insiste habitualmente en que la Iglesia tiene que estar en clave de salida, misionera, nos ofrece los elementos nucleares de lo que es el Primer Anuncio, porque, en definitiva, lo que nos estamos planteando es cómo evangelizar en la sociedad actual. Y en esta misión descubrimos que no podemos seguir encerrados en nuestros muros de los templos, esperando a que la gente venga, sino que hay que salir a dialogar con el hombre de hoy y en su cotidianeidad ofrecerles la buena noticia de Jesucristo.

Cuando el papa Francisco nos está hablando de una Iglesia sinodal, de que tenemos que caminar juntos sintiéndonos corresponsables, nos está ofreciendo también una clave fundamental para la evangelización, porque sin comunión no hay evangelización.

Y finalmente, cuando el papa Francisco subraya que la Iglesia tiene que ser un hogar, un hospital de campaña, una madre, que escucha y acompaña a todas las personas sin excluir a nadie, nos está señalando cuál es el criterio de verificación del anuncio de Jesucristo, porque no podemos proclamar el Evangelio sino es desde una pastoral de la acogida y el acompañamiento. 

"En estos últimos años se ha podido percibir que el perfil del delegado diocesano de apostolado seglar ha ido cambiando y ya no es un sacerdote, sino un laico o laica"

Hay algunas voces que lamentan que este encuentro sigue dejando un tanto orillados a los laicos, que debieran ser sus principales destinatarios. ¿Corre el riesgo de que su voz vuelva a quedarse diluida como hace ahora 20 años, en el Congreso Nacional de Apostolado Seglar?

Debemos evitar correr el riesgo de que los laicos sigan estando considerados como cristianos de segunda categoría, pero pienso que en esta cuestión se están dando pasos en nuestra Iglesia que peregrina en España. A la luz del Congreso de Laicos, de febrero 2020, se ha creado un Consejo Asesor de Laicos, con una presencia muy mayoritaria de laicos y laicas, que son quienes están pilotando esta etapa de dinamización del laicado. También, en estos últimos años se ha podido percibir que el perfil del delegado diocesano de apostolado seglar ha ido cambiando y ya no es un sacerdote, sino un laico o laica. En el proceso sinodal, los laicos han tenido un gran protagonismo. Y en este Encuentro, más del 80% de los participantes son laicos y hemos procurado que también estén presentes en el escenario, es decir, en los saludos iniciales, en las ponencias y en los diversos talleres y experiencias. Pero estoy de acuerdo que aún tenemos que seguir progresando en esta dirección, para lo que está siendo clave la experiencia sinodal.

“Los mensajes de la Iglesia llegan distorsionados, no hay conexión” con la sociedad, señaló usted en la presentación de este Encuentro. ¿A qué cree que se debe esa distorsión? ¿Al emisor, al receptor, al mensaje?

No tengo dudas de que en el mensaje no existe causa de error, porque es el Evangelio, la Palabra de Dios, que “siempre es viva y actual”. 

Es cierto que el receptor está probablemente saturado de palabras, de voces y de mensajes, muchas veces distorsionados sobre la realidad de la fe y de la Iglesia. Hoy, en la sociedad secularizada cada día hay más personas que viven de espaldas a Dios, como si no existiera.

Sin embargo, nos reunimos en este Encuentro no para tirar balones fuera, sino para analizar los motivos que están causando que nuestro mensaje no conecte con la gente. Se trata de que nos examinemos y seamos conscientes de que tenemos que cambiar nuestro modo de ser Iglesia ante el mundo, rompiendo con la autorreferencialidad, con esquemas anticuados, con el siempre se ha hecho así, porque este cambio de época parece que a la Iglesia nos ha cogido con el pie cambiado. Tenemos que atrevernos a salir de nuestra tranquilidad, de nuestras seguridades y estar dispuestos a recorrer caminos ignotos y llegar hasta las fronteras. Todo esto se traducirá también en que debemos cambiar nuestro lenguaje, porque muchas personas, especialmente los jóvenes, no nos

Este Encuentro es una invitación al “tú a tú”. No parece precisamente el mejor momento, con una Iglesia en España un tanto replegada sobre sí misma, visiblemente noqueada por el impacto de los informes sobre los abusos sexuales… ¿Hará falta una ración extra de coraje evangélico? ¿Son conscientes de este contexto al celebrar este evento? ¿Se va a abordar esta cuestión?

Valoro muy positivamente el ejercicio de transparencia que está llevando a cabo nuestra Iglesia en España en la cuestión sobre los abusos sexuales en su seno, junto a los esfuerzos de prevención, formación, reparación y sanación de las víctimas. Pero no podemos obviar que este tema es un escándalo y un antitestimonio, que lacera nuestra credibilidad para anunciar a Jesucristo.

Si el Primer Anuncio se juega sobre todo en el testimonio, cualquier falta de coherencia entre fe y vida por parte de nosotros, como bautizados, siempre va a dañar la posibilidad del éxito pastoral y nos va a exigir una actitud de mayor coraje y valentía

La pospandemia ha remarcado el individualismo que estábamos viviendo como sociedad. ¿Temen que la población siga usando ‘mascarillas’ ante el anuncio evangélico?

Creo que la pandemia, que fue un tiempo de una mayor solidaridad entre todos, nos ha dejado el virus del individualismo de un modo acentuado. Esta situación nos afecta como Iglesia, también a nivel de movimientos y asociaciones laicales, que perciben que no hay relevo generacional.

Gracias al proceso sinodal y a este tipo de Encuentros parece que se va tomando conciencia de un mayor sentido de pertenencia eclesial, de que no podemos ser cristianos por libres, sino en comunión con la Iglesia, con una parroquia, grupo, movimiento y asociación. Pero no es fácil que hoy nos sintamos corresponsables en la vida y misión de la Iglesia, porque la sociedad nos invita a ser cada día más individualistas y a aislarnos en nuestras pequeñas islas.  

El Encuentro sobre el Primer Anuncio tiene como uno de sus objetivos fundamentales fortalecer la dimensión eclesial y comunitaria de nuestra fe, que seamos un Pueblo de Dios unido en la misión. Porque la tarea de la evangelización es ardua y requiere que unamos nuestros esfuerzos y desde la comunión nos lancemos a la misión.

"Las personas que forman parte de los movimientos y asociaciones tienen un programa de formación y acción pastoral, pero como Iglesia también el Primer Anuncio es una urgencia para dichos movimientos y asociaciones"

Una parte considerable del laicado comprometido está en asociaciones y movimientos, donde ya tiene sus propias recetas para el anuncio. ¿Es compatible con lo que busca este Encuentro? 

Es cierto que las personas que forman parte de los movimientos y asociaciones tienen un programa de formación y acción pastoral, pero como Iglesia también el Primer Anuncio es una urgencia para dichos movimientos y asociaciones.

Este Encuentro pretende favorecer la comunión eclesial, que laicos de parroquias, movimientos y asociaciones nos sintamos Iglesia, hijos de una misma madre, cuya vocación y meta es la evangelización.

La receta, una vez más, es la sinodalidad, es la llamada a caminar juntos como bautizados para que el mensaje de Jesucristo llegue a toda la humanidad, especialmente a los pobres.

 

José Lorenzo

Religión Digital

LA CONVERSIÓN FUNDAMENTAL


col anso

 

Una de las invitaciones frecuentes que la Iglesia repite con más insistencia a sus fieles, durante el tiempo de Cuaresma, es, sin ningún género de duda, la invitación a la conversión. De hecho las palabras que dirige el sacerdote o el representante de la comunidad a la persona que se acerca para que le imponga la ceniza, durante el Miércoles de dicho nombre,  van claramente en esta dirección: "Conviértete y cree en el Evangelio". Si nos atenemos a lo que dice la RAE sobre "convertirse", encontramos entre otras acepciones, la de "transformarse", "hacer que alguien cambie o cambiar uno mismo", "moverse de un sitio para trasladarse a otro”, etc. Para comenzar, debo decir que mis recuerdos, siendo niño o recién estrenada la juventud, por ser el momento en que yo era más consciente, respecto a la Cuaresma, eran de que se trataba de un tiempo muy especial, un tiempo privilegiado de gracia, nos decían, que debíamos aprovechar para profundizar y ahondar en nuestra conversión. Cabe recordar, en este sentido, aquellas tandas de ejercicios espirituales, conferencias cuaresmales, etc., separadas en muchos casos por razón de edad y de sexo, durante el tiempo que duraba dicha práctica, en que se nos insistía y advertía de la necesidad de cambiar nuestras vidas. Un cambio centrado, sobre todo, en eliminar, más que estructuras y actitudes arraigadas a nivel personal, acciones concretas negativas o contrarias a la moralidad vigente en el momento (recuerdo aquellas subidas del tono de la voz, por parte de los predicadores, cuando sacaban a colación el tema de las blasfemias). A ello iban dirigidas aquellas pláticas, prédicas y sermones encaminados a mover los sentimientos de la gente allí presente, con el fin de ayudarlos a que se reconocieran pecadores por haber transgredido las leyes morales y los preceptos prescritos por la Iglesia. Se recomendaba de manera encarecida a los asistentes, una vez acabados los días que duraban los ejercicios o en cualquier momento de la Cuaresma, a hacer una "buena" confesión que, si era general, mejor que mejor. Solían centrarse los predicadores en actitudes relacionadas con posibles prácticas viciadas de la vida, relacionadas casi siempre con los "mismos" o con el "mismo" mandamiento de la ley de Dios. Una vez recibida la absolución y rezadas las oraciones pertinentes, impuestas por el confesor como penitencia, se volvía a la vida diaria procurando evitar cometer los pecados confesados o, como mínimo, retardarlos el máximo tiempo posible. Quienes contáis con algunos años, recordaréis aquel doble tipo de dolor de los pecados sobre el que nos hablaba el catecismo: el de contrición y el de atrición, necesarios en toda confesión. Al primero se le denominaba "perfecto" por el reconocimiento por parte del pecador de haber ofendido a Dios “por su bondad infinita”, según las propias palabras del catecismo.  Al de atricción, en cambio, se le llamaba "imperfecto", porque el motivo del dolor de los propios pecados no era otro que el miedo a las penas del infierno. Dejando atrás semejantes distingos del catecismo de entonces, propios de la época y del tipo de moral del momento, pienso que tiene sentido seguir hablando hoy de la "conversión", ahondando o, si se me permite, puliendo un tanto aquella idea de "contrición" de entonces. Creo que se hace necesario, por lo que a la conversión se refiere, dejar un poco de lado el punto de la conversión "desde donde", para centrarnos más en el de la conversión "hacia dónde". Porque tengo muy claro personalmente que es desde lo segundo que la persona puede llegar a conseguir la “conversión fundamental”. Necesitamos dejar de dar el protagonismo a nuestras miserias y deficiencias, sin olvidarlas, claro, sólo faltaba!, para decidirnos de una vez por todas a poner todo nuestro empeño en apostar por el Dios que Jesús nos presenta en el Evangelio (de ahí el "Conviértete y cree en el Evangelio). Que no es otro que el Dios (Abba) que ama y perdona sin condiciones y, por ello, salía cada tarde, y continúa saliendo también hoy cada día, a ver si retorna el hijo que se ha apartado de Él. Creo que sigue siendo esta la asignatura pendiente para los creyentes en general y para los cristianos, ¿católicos?, en particular. Porque, mientras no se produzca en nosotros este cambio radical y profundo (metanoia), continuaremos por los derroteros de "negar las bendiciones...", por parte de unos y de que "dichas bendiciones no duren más de quince segundos", por parte de otros (perdóneseme, por favor, la alusión a tan triste episodio). No he querido hablar una vez más de la conversión, a secas, aprovechando el tiempo litúrgico en que estamos. He pretendido, sencillamente, hacer hincapié en que sólo desde "la conversión fundamental", que no es otra que la vuelta al Dios del amor y la bondad, nuestras deficiencias y miserias dejarán de tener el protagonismo, para otorgárselo al Dios del amor y la misericordia; anticipándonos, en todo caso, a aquel "Oh feliz culpa...", de la Vigilia Pascual.

 

Juan Zapatero Ballesteros

zapatero_j@yahoo.es

JESÚS EN LOS DESIERTOS DEL MUNDO Y LA HISTORIA


col arregi

 

Cierta literatura espiritualista ha hecho de las tentaciones de Jesús en el desierto, un lugar idílico de experiencias místicas y turismo ascético. Se copia año a año como una costumbre más en la constelación de las aburridas repeticiones religiosas. Predica un tipo de "cambio claustral" para que nada cambie en la vida real. Nada de "hacer lío" como dijo Francisco. Mejor evadirse con esas liturgias y espiritualidades narcisistas de la búsqueda infinita de uno mismo.

Pero,  "el desierto era, en aquel tiempo, ruptura con el sistema de vida y de sociedad en que se vivía." (vb J.M. Castillo, La religión de Jesús. Evangelio Ciclo B (2017-18). Era la “Anachóresis”, un “no” lugar de personas desarraigadas, deudores, fugados de la justicia, leprosos, los castigados con el "ostracismo" como pena por sus delitos civiles, etc. 

Jesús ha sido decisivo en la historia de la humanidad, le dio un giro decisivo a la religión y a nuestra idea sobre Dios. Su vida pública comenzó a fraguarse en esa Anachóresis, un estado de ausencia de bienestar humano en el desierto. Su ayuno es asociarse con los que no tienen que comer, para vivir la compasión redentora con los hambrientos. Rezar es penetrar en el Silencio de Dios y darse cuenta de la realidad, que son los demás. Es la experiencia de la fe, de lo que hacemos con lo que nos pasa con los demás, y que son los puentes hacia Dios de este mundo.

Posteriormente, Jesús se puso a decir que estaba cerca el Reino de un Dios Padre. Una buena noticia de vida distinta, una felicidad para todos, una esperanza para los pobres, enfermos, que sufren, que ya han perdido toda esperanza. Él pone como centro de su mensaje no un dios abstracto y lejano, sino “el reino de Dios”, cómo es el amor de Dios y dónde podemos encontrarlo: en la solidaridad con los últimos de este mundo. (Mt 25)

Un desierto es un “no lugar” para las “no personas”, “indocumentados humanos”, excluidos sociales presos de los demonios de la desesperación. Todas las sociedades e incluso las religiones, tienen ese espacio no registrado, de descarte humano, de huida hacia donde se es empujado cuando no se colabora con el sistema... como Jesús.

El desierto era algo semejante a “la Pedriza” en el norte de Madrid. Hoy es un lugar domesticado por el consumismo turístico, pero fue una zona árida de difícil acceso, refugio de delincuentes en el s. XIX y de refugiados durante la Guerra Civil prolongada.

Jesús va al desierto para asimilarse con los desposeídos que lo habitan… y recién entonces empezar su ministerio público. Francisco también comenzó su pontificado con aquella recomendación basal: “no te olvides de los pobres”. La pobreza y la humildad reales no son el centro de la vida cristiana, pero como dice San Bernardo son la puerta hacia la totalidad de su experiencia. Dios no quiere el sufrimiento humano, pero al asumirlo y saber de qué se trata, podemos solucionarlo mejor con nuestros talentos creativos y multiplicados.

El ayuno que a mí me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia y desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y acabes, en fin, con toda tiranía; en que compartas tu pan con el hambriento y recibas en tu casa al pobre sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes. (Is.58)

También es donde comienza a tener claro que esta opción divina lo llevará a la Cruz, porque en un mundo donde gobierna el mal, no hay lugar para el Amor. Pero es en este mundo, el que hicimos nosotros -no hay otro-, en el que la Resurrección, el triunfo de la Misericordia que todo lo va transformando, ha comenzado. Jesús ha venido a nuestros desiertos para asociarnos a esta Misión. Asumir para redimir: una vez más la teología de la Encarnación, novedad de novedades que inicia la Pascua de cielos nuevos y tierra nueva (Ap 20,1).

Jesús va al desierto de las angustiosas soledades de este “mundo supercomunicado”. Va a los campos de confinación de millones refugiados de las guerras, hambre y cambio climático. Va donde se desprecia a los inmigrantes como lacras invasoras por más que se deslomen trabajando en trabajos que nadie quiere. Va a a los países, que son mayoría en el mundo, que por más que cambien de gobiernos y políticas siempre están en el pozo de la deuda externa usurera que no los deja levantar cabeza...aunque quienes los oprimen esgriman que es por "vagos y corruptos". Va donde los viejos son descartados o condenados a suicidarse "civilizadamente" y se mata "legalmente" a los que van a nacer, porque molestan para la felicidad personal, a la cual se tiene "derecho".

La lista es interminable y la tarea lo es aún más, por algo dijo Jesús “a los pobres los tendréis siempre con vosotros” (Mc 14,7). Lo dijo para que no nos aburguesemos con religiosidades tranquilizadoras y lo sigamos encontrando en ellos hasta el Juicio Final, que se anticipa cada día en nuestras decisiones de egoísmo o solidaridad con el pobre.

La domesticada cuaresma burguesa es la que pasa de largo ante los que sufren, como el sacerdote y el levita en la parábola del Samaritano…y encima se justifica. Es la que deja que esto suceda, no interese conocerlo y menos saber con qué acciones se es cómplice de estos pecados estructurales y cómo actuar para cambiarlo.

Vienen a mi memoria dos santos de diferentes desiertos. Charles de Foucauld al servicio de los tuaregs en el norte de África, de quienes nunca obtuvo una sola "conversión", ni la pretendió como pago por su samaritanismo. Madeleine trabajó incansablemente por los pauperizados obreros de barrios de París, que eran totalmente comunistas pero llegaron a respetarla y amarla profundamente por su entrega sincera a los desposeídos.

El ayuno de Jesús es que nadie pase hambre

La cuaresma de Jesús es que media humanidad deje de ayunar a la fuerza, como fruto de nuestra injusticia . Cuaresma no es perderse en discusiones eclesiásticas mientras el mundo se derrumba. Es el compromiso con la justicia alimentaria, para que nunca más haya hambre en un mundo que tiene tecnologías de sobra para dar de comer a tres veces más la población mundial, de darle salud, educación y vida digna -principalmente, aunque no solo- en la tierra en la que nacieron. También es cuidar “los pájaros y los lirios del campo” (Mt 6,25) de la destrucción sistémica de un “progreso” disfrazado de “greenwashing” para que cuele. La cuaresma es renovar el entusiasmo por la justicia social y la justicia ecológica, intrínsecamente unidas (Laudato Si).

La tentación es buscar el remedio a los problemas humanos en las mismas soluciones de siempre: las que se fundan en el poder, el prestigio y la violencia. Jesús nos propone convertirnos a la humildad y a la "Misericordia conflictiva del Reino de Dios" (J. Laguna). Así encontraremos con Él, la libertad de todas las esclavitudes y haremos un planeta de hermanos (Fratelli Tutti) anticipo del Reino definitivo de Dios.

poliedroyperiferia@gmail.com

 

Guillermo Jesús Kowalski

Religión Digital