FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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miércoles, 11 de octubre de 2017

Hijos de curas: una realidad silenciada que podría afectar a 4.000 personas en todo el mundo



CASI UN TERCIO DEL CLERO INCUMPLE EL CELIBATO, APUNTA THE BOSTON GLOBE
Los obispos irlandeses, pioneros en aplicar medidas para “asegurar el bienestar” de madres y niños
Hace unas semanas, los obispos irlandeses aprobaron una normativa, en virtud de la cual “el bienestar del niño es primordial. El sacerdote debe asumir sus responsabilidades personales, legales, morales y financieras”
Casi uno de cada tres sacerdotes no cumple con el celibato, según una reciente investigación de “The Boston Globe”, que aborda la difícil cuestión de los hijos de los clérigos. Uno de ellos, apunta un desafío impactante: “Si sólo el 1% de los 400.000 curas que hay en el mundo tuviera un hijo, habría como mínimo 4.000 personas que podrían necesitar ayuda emocional, y de todo tipo, por parte de la Iglesia”. ··· Ver noticia ···

COMPLICADOS PREPARATIVOS DE UNA MISA

col mariano

Los discípulos hicieron lo que Jesús les había  mandado,y prepararon la Pascua (Mateo 26,19)
El Papa Juan Pablo II hizo dos visitas al Perú: la primera en febrero de 1985 durante la presidencia de Fernando Belaunde Terry; y la segunda en mayo de 1988, siendo presidente Alan García Pérez. En ambas ocasiones, el arzobispo y cardenal de Lima era Juan Landázuri Ricketts. Nunca ha trascendido que en su organización y realización se produjeran roces ni conflictos. Pero no sucede lo mismo con la organización de la visita anunciada  por el Papa actual.
En su audiencia de los miércoles, el 17 de mayo de este año el papa Francisco anunció que en enero del 2018 haría una visita a Chile y Perú. Después de su llegada a Lima el día 18, se propone viajar a Puerto Maldonado el 19 y a Trujillo el 20; el 21 estará en la capital del país, donde visitará el santuario del Señor de los Milagros, rezará el Ángelus en la Plaza de Armas, se reunirá con el clero y presidirá una misa concelebrada ante los miles de fieles que puedan congregarse en algún lugar abierto y seguro.
Pero desde la última visita papal, la población de Lima ha pasado de aproximadamente 6 millones y medio a unos 10 millones de habitantes. Si cuando llegó el papa Juan Pablo había espacios abiertos para concentrar grandes multitudes, en la actualidad resulta más difícil encontrarlos debido a la acelerada construcción de viviendas en la zona urbana.
Durante el mes de junio, el Vaticano envió al país una misión encargada de preparar la visita oficial junto con las autoridades de la iglesia Católica y del Gobierno. Como coordinadores por ambas partes en el país fueron nombrados el obispo de Chosica (Lima-Este), Norberto Strotman y el ministro de Trabajo, Alfonso Grados. En la primera reunión, a propuesta de las autoridades eclesiásticas, decidieron que la misa multitudinaria del día 21 en Lima -que sería la última actividad pública de la visita- se realizaría en una franja de tierra situada entre el mar y los distritos de Magdalena y San Miguel. Las autoridades calculaban que la población que acudiría a la misa podría pasar de millón y medio de personas. Un lugar hermoso para unas imágenes espectaculares que se difundirían por todo el mundo. Otro ámbito propuesto fue la base aérea de Las Palmas, administrada por la Fuerza Aérea del Perú, pero fue provisionalmente considerada como opción alternativa. 
Mientras cada una de las partes involucradas avanzaba en la organización y los preparativos de la visita papal, el viceministro de Orden Interno del Ministerio del Interior declaró a mediados de setiembre que la zona elegida para la misa no reúne las condiciones de seguridad necesarias para una reunión multitudinaria. En efecto, la conocida como Costa Verde es una franja de unos 200 metros de ancho, lindante por un  lado con el mar abierto del Pacífico y por el otro con acantilados de más de 80 metros de altura, con solo dos vías de ingreso y salida, y con unos puentes peatonales que serpentean por los acantilados. Una especie de callejón con entrada complicada y salida peligrosa.
La observación era pertinente, tanto por el improbable riesgo de un temblor, terremoto o tsunami, como por cualquier circunstancia imprevista que pudiera provocar el pánico entre los asistentes y el consiguiente caos por encontrar las escasas y poco adecuadas vías de evacuación. Por su parte, el Instituto Nacional de Defensa Civil opinó que la zona de la Costa Verde no podría soportar el acceso y presencia segura de más de 800,000 personas.
El tema transcendió a los medios de comunicación que, en general, lo trataron principalmente desde la perspectiva de la seguridad. Se generó así la necesidad de analizar la opción alternativa de la base aérea que, según los cálculos de sus jefes, en la pista de aterrizaje pueden caber unas 830,000 personas, pero con la habilitación de las zonas contiguas el aforo podría aumentar significativamente. Una ventaja importante para la seguridad es que además de los 4 accesos existentes, se pueden habilitar otros 5, o más si técnicamente se considera necesario. Y por añadidura, dispone de un hospital que puede atender a más de 100 personas simultáneamente en 8 especialidades.
Ante el pronunciamiento por parte del Gobierno a favor de la segunda alternativa, el cardenal Juan Luis Cipriani declaró el 1 de octubre en su programa de radio de los sábados que “no es el Presidente de la República el que decide dónde va a ir el Papa”. El ministro Alfonso Grados replicó que “estamos trabajando con base en informes técnicos y no según opiniones personales”. Esa expresión del ministro probablemente hacía referencia a que el cardenal de Lima prefería la Costa Verde porque, siendo de su jurisdicción eclesiástica, sería él quien tendría el mayor protagonismo al lado del papa Francisco, mientras que si el escenario era la base aérea, le correspondería al obispo castrense, Juan Carlos Vera.
También el Presidente del Congreso, Luis Galarreta (de oposición al Gobierno) se pronunció indirectamente en apoyo al Cardenal, cuando dijo: “Me preocupa que el Gobierno…esté más preocupado en un tema que le corresponde a la Iglesia”. Y varios congresistas defendían una de las dos alternativas en función de sus posiciones políticas frente al Gobierno y a la Iglesia.
Este triste espectáculo de pugnas solapadas, de dimes y diretes ha ocupado parte del interés de los limeños -especialmente de los católicos- durante los últimos días. En vez de poner por delante la seguridad de los miles de asistentes a la misa y del Papa, daba la impresión de ser más importantes el lucimiento personal, la belleza del paisaje y la estética de las imágenes. Nada que ver con la forma en que los discípulos de Jesús cumplieron con su encargo de preparar la Pascua.
Pero ese triste espectáculo ha tenido, por ahora, un desenlace positivo. Quizás debido a una posible indicación del Vaticano, el 3 de octubre de reunieron en el palacio arzobispal el presidente Pedro Pablo Kuczynski, el ministro de Trabajo Alfonso Grados y el cardenal Cipriani y anunciaron que la tan esperada misa (que algún periodista local trasnochado quizás se atreva a llamarla “la misa del siglo”) se realizará en la base aérea de Las Palmas. El Cardenal, de 74 años,, dijo unas palabras que suenan a derrota disfrazada: “La verdad es que era necesario cortar el clima innecesario de polémica, cortarlo para que prime el sentido común”.
Una vez más, el menos común de los sentidos.

MEDITACIÓN ZEN PARA RAJOY Y PUIGDEMONT

col masia

¿Qué recomendaría a Rajoy y Puigdemont? Que hablen sin tapujos. Pero, primero un presupuesto: antes de cruzar las piernas en el sillón del diálogo para hallar la solución del pacto, siéntense en postura de Loto sobre el cojín del Zen, para hallar la solución del silencio.
Unos y otros, unas y otras, todos y todas necesitamos una cura de silencio meditativo para salir de la ilusión del yo, salir del espejismo de la identidad, desengañarse del mito soberanista, del autoengaño independentista y de la pesadilla nacionalista.
Son todas esas ficciones del “yo”. Un yo que no se ha curado de la ignorancia original que le hace creer que “piensa, luego existe”. (Unamuno habría dicho que hace falta “desconcientizarse”, Oliver Sachs aconsejaría “vivir sin cabeza”.
Ese “yo” es incapaz de salir de sí y romper la muralla que él mismo construyó alrededor de su cabeza; más aún, ni siquiera es capaz de descubrirse ante la realidad y quitarse el sombrero o la gorra nacionalistas: ya sea el sombrero del nacionalismo de estado –autoritario y centralista–, ya sea la gorra del nacionalismo de campanario aldeano –estrecho de miras y con alergia testaruda contra cualquier injerto federalista-. (Ojalá Pedro Sánchez fuera capaz de persuadir a ambos para que canten al unísono con Schiller la sinfonía de lo uno y lo múltiple... Pero, por desgracia, los excesos del “yo” son como las células de las metástasis del cáncer peleando contra las infiltradas para terapia. Operaciones drásticas no frenan la guerra y con la derrota final unas y otras pierden y perecen).
Me preguntan amistades japonesas por mi nacimiento y apellido, porque el Masiá les parece catalán. “No, respondo; nací en Murcia, de madre nacida en la región (que no nación, ni reino) de Murcia y de padre nacido en la de Alicante; mi ciudadanía es española y tengo estatuto de residente japonés. Tengo también familia en Barcelona y buenas amistades catalanas (en los momentos del atentado terrorista me sentía especialmente cercano a ellas).
Si me siento español fuera de España, es por ser murciano. Pero, precisamente por sentirme español, es por lo que puedo, estando fuera de España, sentirme gallego con los gallegos/as, vasco con los vascos/as, andaluz/con los andaluces/as o catalán con los catalanes/as, o balear o canario, etc...” Lo cierto es que me siento hasta muy portugués con los portugueses, aunque por avatares históricos sean otro estado nacional.
A pesar de esta explicación no se satisfacen mis amistades japonesas, que siguen haciendo preguntas, porque están viendo y oyendo las noticias internacionales sobre el pseudo-referendum (que, según el medio de comunicación que informe, parece a unos trágico, a otros cómico y a la mayoría tragi-cómico por su mezcla de ridiculez e ilegalidad).
Respondo que no se puede elegir entre Cataluña y España, porque eso sería como optar por el mar sin olas o por las olas sin mar. Me dicen que la comparación es un tanto oriental. Naturalmente, que lo es. Por eso he recomendado a Puigdemont y Rajoy que, antes de dialogar se sienten en postura de Loto a meditar en silencio para salir de su ego. Y todos nosotros y nosotras también, para que se nos otorgue la gracia -¡amazing grace!- de reconocer que no existe el yo absolutamente independiente, sin relación y sin evolución y transformación.
Quien fuera capaz de vivir en silencio esa espiritualidad integral e integradora, no propiamente “oriental” sino de “otro Oriente y otro Occidente” en la dimensión de profundidad de la vida, no tendría miedo a despojarse de toda intransigencia y entrar, después de ese silencio, en el mundo del diálogo cívico, el pacto democrático y la negociación política.
Con esa actitud básica, no se tendría reparo en asumir futuros desarrollos del esquema de convivencia, incluso aquellos que parecieran, a primera vista, incompatibles entre sí u opuestos como, por ejemplo, las hipótesis siguientes:
1 Si me dijeran que, después de un proceso -sereno y justo, democrático y legal- de diálogo, se ha llegado a la conclusión de una nueva república catalana independiente, no me costaría aceptarlo.
2 Si me dijeran que, después de un proceso así (y no sin esa condición), se ha llegado a elaborar una nueva estructura federal que, con una nueva Constitución, integra de un modo nuevo las diversas naciones, regiones y pueblos de este país, lo asumiría igualmente.
3 Si me dijeran que, después de un proceso así (y no sin esa condición), se ha llegado a una conclusión no independentista, pero sí modificadora de la presente estructuración y condiciones de la autonomía, también lo aceptaría del mismo modo.
4 Si me dijeran que –hipotética y utópicamente, por un giro histórico en el futuro-, después de un proceso así (y no sin esa condición), se había llegado de acuerdo con el vecino estado nacional portugués a un acuerdo para crear los Estados Unidos de Iberia (con la capital en Lisboa, el Senado en Barcelona y el Museo histórico en Madrid), tampoco me costaría aceptarlo.
Estas cuatro propuestas-ficción no han sido más que un experimento mental, como ejemplo y pretexto para recomendar la solución de los conflictos mediante el diálogo. Pero requieren como presupuesto para la “solución” de los falsos conflictos, la “disolución” del “ego” por el rodeo del silencio.
Por consiguiente, una esterilla de tatami y un cojín de meditación Zen, señores presidentes y señores diputados, y... pidan a Rajoy y Puigdemont que respiren hondo en silencio durante unas horas.

SILENCIO, POR FAVOR

col paz santos

El reloj marcaba las cinco y media de la madrugada. Asomada a la ventada de la cocina con un vaso de agua en la mano, contemplé la luna llena en todo su esplendor, al tiempo que escuchaba el sonido del silencio en la gran ciudad.
De vuelta a la cama pensé: “¡Qué bien vendría un gran espacio de silencio para serenar los ánimos y que pudieran abrirse cauces de diálogo, de palabra serena!
Necesitamos silencio. Digerir lo que se nos vino encima. Un silencio reparador del que no pueden estar exentos ni los políticos ni los medios de comunicación.
No pude volver a dormir… así que me puse a escribir. En mi ayuda vino William Shakespeare: “Aprender a descifrar lo que escribe el silencio, escuchar con los ojos, es la inteligencia del corazón”. Necesitamos este silencio que dices, William, pero no sabemos lo que es.
“Deja hablar a tu corazón, interroga los rostros, no escuches las lenguas…”, ahora era Umberto Eco el que intentaba espabilar mi ánimo. Pero resonaban dentro de mí palabras, gritos, discursos, proclamas, abucheos, sirenas, desprecios, amenazas… Gracias, Umberto, por tu consejo.
Mi corazón dijo: ¡Silencio, por favor!  Imaginé plazas y calles llenas de gentes en silencio, atentos a la escucha sanadora de las no-palabras, no-gritos, no-discursos, no-proclamas, no-abucheos, no-sirenas, no-desprecios, no amenazas…
El silencio mantenido durante un corto espacio de tiempo me provocó un hondo e  intenso bostezo reparador.
“Mantener el silencio, ¡qué extraña palabra! Es el silencio el que nos mantiene”, susurró Georges Bernanos cuando pasé al lado de un libro y ojeé al azar unas páginas.
Diste en la clave, Bernanos: es el silencio el que nos mantenía desde el origen de la humanidad, dando vigor y permanencia, conservando nuestro ser esencial. El silencio ha desaparecido de nuestras vidas y andamos encorvados y cayendo en los precipicios que vamos creando.
“Nada ha cambiado tanto la naturaleza del hombre como la pérdida del silencio”, aportó Max Picard a esta extraña conversación.
“Sólo el silencio hace posible la escucha, es decir, la recepción en sí no sólo de la Palabra sino también de Aquel que habla” nos vino a compartir Enzo Bianchi. Traducido para todos, creyentes y no creyentes, nos dice que sólo el silencio hace posible la escucha, es decir, recibir y acoger, dentro de uno mismo, la palabra y a quien la está emitiendo; esperando que el que habló, escuche después la que recibirá de quien le ha escuchado.
Recuperemos el silencio en este tiempo convulso, que sea el primer movimiento que lleve a recuperar el diálogo desde una base sana y pacificadora.
¡Tomen asiento, mírense a la cara y resuelvan la maraña que envuelve a los de siempre: la gente, todos!

Mari Paz López Santos
Citas:
Shakespeare, Eco, Bernanos y Bianchi (“ESPERANZAS”, Ed. Lunwerg)
Max Picard (“Le monde du silence”)

EL YO Y LOS SENTIMIENTOS (I)

col lozano art

Sabemos que el yo (o ego) no es otra cosa que la identificación que la mente hace con sus propios contenidos. No es, por tanto, sino la suma de pensamientos y sentimientos, más o menos armonizados o integrados.
Creer que eso constituye nuestra identidad nos sume en la ignorancia y, simultáneamente, en el sufrimiento.
Sin embargo, por otro lado, aunque no nos identifiquemos con ellos, necesitamos aprender a gestionar los sentimientos y las emociones de un modo adecuado. Es algo similar a lo que hacemos con el cuerpo: no se nos ocurre identificarnos con él, pero comprendemos que necesitamos atenderlo y responder adecuadamente a sus necesidades.
La gestión adecuada de pensamientos y de sentimientos nos permite la integración del psiquismo, con todo lo que se deriva de ello. Una integración armónica favorece el gusto de vivir, la serenidad, la apertura, el amor… Por el contrario, la carencia de integración se manifiesta como neurosis o psicosis y lleva a funcionamientos y mecanismos más o menos destructivos y siempre dolorosos.
En resumen, el yo es únicamente una ficción mental; pensamientos y sentimientos son algo que tenemos, no lo que somos. Sin embargo, es necesario cuidar nuestro psiquismo. Solo en este sentido podría hablarse del “yo”, no como identidad, sino como el centro operativo de la vida cognitiva y emocional de la persona.
¿Qué hacer, pues, con los sentimientos? La primera dificultad que encontramos consiste en el no fácil diálogo entre la “razón” y el “corazón”; dificultad que tiene una base neurológica en el “contraste” entre el cerebro límbico (emocional) y el cerebro cognitivo (neocórtex).
Debido a ello, se puede caer en una doble trampa. En un caso, las emociones pueden desbordarnos, hasta el punto de bloquear el discernimiento lúcido e incluso la libertad ante ellas: es lo que conocemos como “cortocircuito emocional” o “secuestro cerebral”, y es lo que ocurre, por ejemplo –aunque no solo-, en los diferentes casos de estrés postraumático. En el otro, la mente bloquea y reprime los sentimientos, a causa de miedos, prohibiciones o sufrimiento: se produce entonces una especie de “asfixia cognitiva”, con dos consecuencias nocivas: la persona queda “cortada” de su mundo interior y crece la probabilidad de cualquier tipo de somatización, como único medio que les queda a los sentimientos para expresarse.
Frente a esa doble trampa, es necesario el cuidado de la inteligencia emocional, por la que entendemos la capacidad para identificar, comprender, razonar y gestionar las emociones, pasando de la lejanía e ignorancia a una consciencia cada vez más lúcida de los propios estados emocionales, sus causas y su gestión adecuada.

Pueblos del Río Tapajós: “La Madre Tierra no se negocia, el derecho a la vida no se vende”


Luis Miguel Modino

AmazonasCOMUNIDADES INDÍGENAS, UNIDAS ANTE LOS ATAQUES DE TEMER CONTRA LA AMAZONÍA
“Luchar contra ese sistema que viene imponiendo formas de violencia contra los pueblos indígenas”
Aunque nuestros derechos sean reconocidos constitucionalmente, los mismos no son respetados por los órganos del Estado brasileño, entregando nuestros territorios y nuestros ríos a empresas multinacionales
(Brasil).- Los ataques del gobierno brasileño contra la Amazonia y sus pueblos originarios muestran la realidad de sufrimiento a la que uno de los pulmones del planeta se ve sometido. Frente a esa política destructora, poco a poco van surgiendo iniciativas que promueven la organización popular contra los desmanes de quienes están al servicio del capital.··· Ver noticia

Marchas por las pensiones. Mayores de todo el país se congregan en Madrid

. “El 0,25 es una mierda”: los pensionistas tienen un mensaje para Rajoy
Sara Montero

jubiladosEl pasado 30 de septiembre, varios grupos de caminantes salieron desde distintos puntos de España para marchar sobre Madrid y reivindicar “pensiones dignas”.
Los participantes piden que se revierta la modificación que hizo el PP en 2013 y que desligó la subida de las pensiones al IPC, empobreciendo a los receptores.
Según los datos de los sindicatos, en España la cuantía pensión media asciende a 918 euros, aunque la más frecuente es de tan sólo 650 euros.
La manifestación que este lunes tiñó de rojo el recorrido de Atocha a Sol tenía algunas particularidades: la edad media subía de los 50 y algunos de los asistentes llevaban bastón. Cientos de jubilados se manifestaron en Madrid para pedir “pensiones dignas” después de que el pasado 30 de septiembre salieran desde varios puntos de España para marchar sobre la capital. Recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años, volver a llenar la hucha de las pensiones o reactivar el Pacto de Toledo son algunas de las reivindicaciones de estas concentraciones convocadas por los sindicatos Comisiones Obreras y UGT.··· Ver noticia