FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA OCTUBRE DE 2024

SESIÓN DEL REPARTO DE PREMIOS

SESIÓN DEL REPARTO DE PREMIOS
PINCHAR LA FOTO PARA IR AL ÁLBUM

miércoles, 23 de octubre de 2024

Carta abierta a los magistrados de la Corte Penal Internacional -- Yanis Varoufakis- Brian Eno

 


Sin Permiso

El 7 de octubre, Brian y yo instamos a la Corte Penal Internacional a que cumpla con su deber de defender el derecho internacional, persiguiendo los evidentes crímenes de guerra en Israel-Palestina, para evitar que el genocidio se normalice en todo el mundo. Ver noticia

Los inquisidores de hoy… -- José Carlos Enríquez Díaz

 


articulosincensura

A escala universal, la Inquisición ha representado el símbolo de la intolerancia, de la coacción y del enterramiento de la libertad de pensamiento en nombre de la fe, de la que solo unos pocos tenían el monopolio interpretativo.Ver noticia

La caída de Israel -- Scott Ritter, ex oficial de inteligencia de EEUU

 


observatoriocrisis

Había escrito previamente sobre el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra Israel, calificándolo de «la incursión militar más exitosa de este siglo».
Describí la acción de Hamas como una operación militar, mientras que Israel y sus aliados la han calificado de acción terrorista de la escala de lo que ocurrió contra Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. Ver noticia 

Amnistía Internacional insta a Europa a dejar de vender armas a Israel

 


Tercera Información

Amnistía Internacional (AI) pide a los países europeos que detengan el suministro de armas al régimen israelí por su uso en las agresiones contra Gaza y el Líbano.
“Estamos siendo testigos de que a pesar del ataque de Israel contra el Líbano y Gaza, los países europeos continúan enviando armas a este régimen. Exigimos un boicot económico total a Israel debido a la violación de los derechos humanos por parte de este régimen”, denunció el organismo en un informe citado el domingo por la cadena catarí Al Jazeera. Ver noticia 

La soledad del cardenal Cobo -- Jesús Bastante


 Religión Digital

¿Dónde estaba el resto de la Conferencia Episcopal? ¿Qué tenían que hacer para no acudir ayer a La Almudena?
¿Dónde estaba la Conferencia Episcopal? Se puede disculpar a Luis Argüello, presente en el Sínodo. Y algunos podrán decir que se trataba de un acto organizado desde y para Madrid. Y que las víctimas debían ser las únicas protagonistas. Ver noticia

Ordenaciones de presbíteras en Roma: Ni clandestinas ni prohibidas -- Christina Moreira Vázquez. Presbítera ARCWP


  •  Religión Digital
  • “Quien presenciara nuestra ceremonia de ordenación se daría cuenta de que lo que allí se vivió era un acto pacífico y apacible, que se palpaba la gracia y el cariño que vienen de lo alto y se derraman y rebosan”
  • “Nadie prohibió expresamente nuestra ceremonia ni esta fue clandestina. Nuestro enfoque radicaba precisamente en mostrar, al mayor número posible, que estamos dispuestas a ponernos al servicio de nuestra Iglesia, a aportarle las cualidades y carismas que cada persona bautizada recibe para bien de la comunidad” Ver noticia 

Falleció Gustavo Gutiérrez Merino, padre de la teología de la Liberación -- Paola Calderón

 


Religión Digital

Un crítico de las estructuras que sostienen la pobreza
Una propuesta teológica centrada en la relación que debe existir entre la salvación, la liberación y el desarrollo
“La teología es una reflexión sobre la fe y la fe lo que tiene que hacer es movilizar a las personas para cambiar” Ver noticia 

Gustavo Gutiérrez, el teólogo del Dios liberador -- José Manuel Vidal

 


Religión Digital

Buena persona, ‘padre de la Teología de la liberación’ y mártir de la causa
“Gutiérrez fue un pensador extraordinario, un pionero y un profeta que supo encarnar el mensaje del Vaticano II en la realidad de los oprimidos y puso a la Iglesia ante la inevitable tesitura de la “opción preferencial por los pobres” Ver noticia

ANSELMO FABIANO, MISIONERO EN EL CAIRO: "DEBO ADMITIR QUE ES TODA UNA AVENTURA"


col martell

 

"He comenzado mis clases de árabe, y dos días a la semana, temprano por la mañana, junto con Patrick y Florindo, nos dirigimos desde nuestro barrio a la escuela de los Padres Combonianos", relata Anselmo Fabiano, misionero en El Cairo. "Debo admitir que es toda una aventura".

Compartiendo detalles sobre su nueva misión, el joven misionero de la Sociedad de Misiones Africanas describe las emociones que marcan su rutina diaria.

"El simple hecho de poder hacer la compra en el mercado, conversar con los niños o acompañar a la pequeña comunidad cristiana que asiste a misa ya se siente como un gran logro”, comenta. "Los días que no asisto a clase, el estudio del árabe ocupa buena parte de mi tiempo libre, aunque siempre parece escaso. Me apasiona, porque comprendo lo crucial que es compartir y entablar relaciones con la gente que encuentro”.

"Me maravilla el poder de los gestos sencillos y amables que trascienden las palabras. Como los miércoles, cuando paso la mañana con los niños discapacitados de nuestra escuela. No hacen falta grandes discursos, solo la presencia, una mirada y algunos gestos, y rápidamente se genera una increíble armonía. O cuando colaboro con las Hermanas de la Madre Teresa en su comunidad para los pobres, la acogida que recibimos es maravillosa, llena de sonrisas, abrazos y apretones de manos que rompen cualquier barrera lingüística, haciéndonos sentir parte de sus vidas".

"Los primeros días de clase fueron una excelente oportunidad para hacer nuevas amistades, y gracias a las excursiones organizadas, tuvimos la alegría de descubrir las raíces del cristianismo en Egipto", continúa el misionero. "Visitamos el desierto para conocer la vida de los monjes, hombres dedicados a la oración, el trabajo y la fraternidad. El desierto, ahora convertido en tierra fértil, alberga árboles de todo tipo gracias a los pacientes cuidados de los monjes, junto a los frutos espirituales de la Palabra de Dios germinando en la vida de las personas. También tuvimos la oportunidad de entrar en uno de los lugares más importantes para el Islam, la mezquita de Al Azhar, una de las universidades más antiguas del mundo y un prestigioso centro del islam suní. Al entrar, caminando descalzo sobre el suelo blanco, experimenté un momento de paz rodeado de cientos de personas en oración: una pequeña muestra de fraternidad".

Esta misión en El Cairo es un ejemplo de cómo, a través de gestos sencillos y la convivencia diaria, se puede construir fraternidad y superar barreras culturales y lingüísticas. En esta tierra llena de historia y espiritualidad, la misión sigue siendo un espacio de encuentro, servicio y esperanza.

 

Religión Digital / Agencia Fides

CLAUSURADO EL SÍNODO DIGITAL, QUE “IMPULSA PARA LLEGAR MÁS ALLÁ, MÁS LEJOS, TESTIGOS SIEMPRE DEL EVANGELIO”


col martell

 

Dentro de las actividades de la Asamblea Sinodal del Sínodo sobre la Sinodalidad, que se está realizando en el Aula Pablo VI del Vaticano de 2 a 27 de octubre, ha sido clausurado en la tarde de este domingo, 20 de octubre, Domingo Mundial de las Misiones, el Sínodo Digital.

Sobre la tumba de Pedro

En la Capilla Clementina, al lado de la tumba de Pedro, con la participación de misioneros digitales de más de 50 países, se ha llevado a cabo una celebración de la Palabra presidida por el subsecretario de la Secretaría General del Sínodo, Mons. Luis Marín de San Martín. A las 4 de la tarde de Roma, el secretario del Dicasterio para la Comunicación, Mons. Lucio Ruiz, daba la bienvenida, recordando que “hace exactamente dos años nos reuníamos en este mismo lugar, la Capilla Clementina, en las grutas de la Basílica Vaticana, exactamente sobre la Tumba del Apóstol Pedro, la piedra sobre la cual Jesús edifica su Iglesia”.

Como entonces, además del subsecretario del Sínodo, se ha hecho presente el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini. Una celebración que quiere “manifestar la universalidad católica, nuestra unidad y comunión con el Papa y con toda la Iglesia”, dijo Lucio Ruiz. Ha sido un largo camino, con encuentros de oración, asambleas sinodales digitales, encuentros presenciales y virtuales, a lo largo y a lo ancho de todo el mundo, con el festival de los influencers católicos en Lisboa, participando en las Asambleas sinodales, con mil iniciativas misioneras.

Un camino que va a continuar con la experiencia de “La Iglesia te escucha”, que “sigue su humilde camino de servicio a la unidad”, como recoge el Informe de Síntesis de la Primera Sesión. Son trabajos que se inscriben en el gran flujo misionero de la Iglesia de siempre y de todos, que tiene su origen en el envío de Jesús, pues “todos los cristianos somos misioneros, cada uno en su lugar, cada uno con su particular vocación, cada uno en la cultura y todos en los ambientes”.

Habitar como cristianos el mundo digital

Reconociendo que “la tecnología digital hace que las distancias se acorten y los espacios se reduzcan”, Luis Marín destacó que “lo que verdaderamente une es la cercanía del corazón de quienes creemos en Cristo Jesús. Que no es una idea, un mandato o un concepto y mucho menos un avatar, una identidad meramente virtual. Es una persona viva. Él es la razón de nuestra vida, quien la llena de sentido”.

En esa perspectiva resaltó que “el mundo digital debe estar habitado por cristianos. No nos encierra en burbujas de seguridad, en reductos de fantasía, sino que nos impulsa para llegar más allá, más lejos, testigos siempre del Evangelio”, agradeciendo el trabajo de aquellos a los que llamó “los pioneros de un mundo nuevo”, por “evitar el localismo y hacer posible una red, una familia, que supera las fronteras”. El subsecretario del Sínodo ve la misión digital como algo con “carta de ciudadanía en la Iglesia de hoy”, lo que se va concretando de diversos modos para construir un continente sin límites geográficos.

El obispo agustino subrayó el vayan e inviten, mostrando que eso supone abandonar y asumir diversas actitudes, compartir y dar testimonio, subrayando que “no se trata de crear grupos selectos, élites arrogantes y autosuficientes, sino de acoger a los discípulos del Resucitado”, y para ello, “mancharnos con el polvo del camino, con el barro de la historia”. Una convocatoria a “colaborar para hacer realidad el sueño de una Iglesia coherente y abierta, inclusiva y misericordiosa, cercana y solidaria, implicada y corresponsable, fraterna y alegre, la Iglesia del Evangelio, la Iglesia de Jesús, que es familia, hogar común”.

La celebración ha contado con diversos testimonios de personas que sus vidas han sido tocadas gracias a la Misión realizada en los ambientes digitales, a lo que siguió un momento de preces, en las que se han escuchado voces de 10 países, y la oportunidad de compartir los dones recibidos a través de la Misión Digital, escribiendo cada uno en su pantalla esos frutos, a partir de la pregunta: “¿Cuándo fuiste a misionar en las redes, qué has encontrado?”.

Reflexionar sobre el sentido de la misión

Paolo Ruffini destacó la importancia de encontrarse “en este lugar que nos llama a una conversión continua, a la humildad y al testimonio”, en la Jornada Mundial de las Misiones, “para reflexionar sobre el sentido de nuestra misión y la del pueblo de Dios en su totalidad”, para hacer balance sobre su ser discípulos misioneros, sobre los talentos, vocaciones y carismas recibidos, sobre la realidad del mundo y de la Iglesia, sobre las actitudes de cada uno.

Para hablar del sentido de la misión, Ruffini se refirió a San Pablo, y asumir sus actitudes “mientras construimos, reparamos y lanzamos nuestras redes digitales”. Eso para “servir, hacerse todo para todos, ser verdaderamente uno solo, construir comunidad”, y así, “hacerse todo para todos”, y así, “no caer nunca en la tentación de una misión unilateral, en el personalismo de quien habla y no escucha”, y buscar el “nosotros” y no el “yo”, “elegir siempre la comunión y no la distinción”. A los participantes les agradeció “por ser un ejemplo de una forma diferente de estar en las redes sociales, de vivir y evangelizar la cultura digital”, pidiendo “que el Señor nos ayude a ser la sal y la levadura de nuestro tiempo, con la misma humildad de la sal y la levadura”.

Seguir anunciando el Evangelio en las calles digitales

Finalmente, después de la Consagración Mariana y la Bendición, los dos miembros de la Asamblea Sinodal como representantes del Sínodo Digital, la Hna. Xiskya Valladares y José Manuel Urquidi, han dado sus testimonios. Una asamblea en la que muchos participantes han descubierto “que querían saber más”, como afirmó la religiosa. Eso ha llevado a que en la Segunda Sesión “casi todas las mesas han tratado el tema muy a fondo. Ahora se habla que, para ser una iglesia sinodal en misión, también hay que estar en la misión digital”, el Papa Francisco y los obispos conocen esta realidad, lo que ve como obra del Espíritu Santo. Para seguir el camino, pidió seguir trabajando, “sigamos anunciando el reino de Dios a través de las calles digitales, sin perder la esperanza, sin caer en el cansancio”, contando con la compañía y bendición del Señor.

Por su parte, Urquidi destacó la existencia de esta nueva frontera misionera, en la que “hay que ir a inculturizar el Evangelio”. Los obispos reconocen “que desde hace tiempo hay esfuerzos importantes para evangelizar en internet de personas en sus demarcaciones territoriales”, y han empezado a hablar de “ser una Iglesia en salida en las periferias existenciales del internet”, pues lo ven “como una respuesta muy concreta a como ser una Iglesia sinodal misionera hoy”.

Sigamos caminando juntos en esta misión digital, cada uno en su comunidad, en sus movimientos, en sus realidades, con sus carismas, pero todos unidos en la Iglesia”, destacó Mons. Lucio Ruiz en sus últimas palabras, invitando a que “sigamos soñando juntos y haciendo cosas hermosas que muestren la alegría de Dios en un mundo que necesita esperanza”.

 

Luis Miguel Modino, enviado especial al Sínodo de la Sinodalidad

Religión Digital

BABEL Y OTRAS TORRES


col koldo

 

La explicación que da la Biblia sobre la torre de Babel y el castigo correspondiente de Dios era que los hombres pretendían alcanzar el cielo que era la morada divina, una manera de creerse superiores. Pero la historia de la humanidad desmiente esta explicación ya que en nuestro pensamiento binario occidental más grande y más alto significa ser el mejor y el más poderoso. La mejor explicación de este axioma es el de las ciudades medievales italianas donde se edificaban grandes torres sin ningún sentido ya que no tenían ningún uso salvo quizás la vigilancia del entorno, como era el hecho de Roma.

Lo más curioso es que el efecto se ha seguido produciendo y la impresión es que, la medida de la altura de los rascacielos da una idea de lo poderosa que es la nación que los produce. Y eso que su construcción tiene muchos problemas como el estudio de los vientos que hay que calcular bien ya que pueden tirar un edificio tan alto. Arabia Saudita quiere edificar la Jeddah Tower con 1000 metros de altura, un proyecto que se pospuso en el 2017 cuando el propulsor el príncipe Adwaleh bin Talai fue encarcelado por corrupción.

Al día de hoy existen 236 rascacielos, la medida para este calificativo es de 300 metros de altura, de ellos desde 2014 se han edificado 160 y otros 96 se están haciendo. El oriente medio es el lugar preferido por estos edificios porque pueden presumir de los beneficios que reporta el petróleo. Sólo en Dubái hay 35 de estos monstruos entre ellos el Burj Khalifa con sus 828 metros de altura de los que solo 700 están en uso el resto es pura vanidad. Hay que pensar en los desiertos que rodean estas ciudades donde se puede construir y no haría falta hacer enormes edificios.

A los asiáticos también les gustan los rascacielos. De hecho 2/3 de los actuales se han construido en la última década. El más alto en Kuala Lumpur, se inauguró el año pasado con 679 metros altura. China que no tenía ninguno hasta 1980 ahora alberga cinco de los más altos y el 70% de los que están en construcción se edifican en su país. Hay una explicación y es la gran emigración del campo a la ciudad que exige viviendas.

En el pasado reciente los rascacielos eran sinónimo de ciudades norteamericanas ya que los primeros fueron edificados al final del siglo XIX en New York y Chicago donde el terreno es muy caro. Hoy día conseguir aprobación para un rascacielos es muy complicado. En Europa no abundan los rascacielos ya que están prohibidos por impedir las vistas de los edificios cercanos.

Los arquitectos tienen una doble misión hacer que el edificio cumpla con su destino y cuidar el aspecto externo porque se han convertido en símbolos de las ciudades. Un rascacielos proyectado en Xi’án evoca en su fachada los soldados de terracota y otro en Tel Aviv nos recuerda a los rollos bíblicos.

Los gobiernos están empezando a darse cuenta de la locura de estos rascacielos, que exigen importante cableado con su peso correspondiente, y están poniendo pegas a alturas superiores a los 250 metros. Pero siempre habrá un millonario que quiera deja su impronta en la ciudad, al fin y al cabo, un rascacielos es una presunción revestida de cristal y acero

¿Qué pensarían si vieran hoy estos edificios los que construyeron la torre de Babel? Seguramente estarían de acuerdo porque una condición que existe en la humanidad es presumir de poder para que otros te admiren o te teman.

 

Isabel Gómez Acebo

Religión Digital - 16.10.2024

FRANCISCO AL 'CORRIERE DELLO SPORT': NARRAR EL DEPORTE COMO UN CANTO A LA VIDA


col kowalski

 

Anécdotas, valores, indicaciones para escribir páginas que cuenten victorias y derrotas, pero, sobre todo, promuevan "una forma de pensar y vivir el deporte como un canto a la vida". Es el mensaje del Papa Francisco al periódico italiano Corriere dello Sport-Stadio por sus cien años de vida, "una hermosa carrera - escribe - después de todo, entre los que contribuyeron al nacimiento del periódico estaba un tal Enzo Ferrari, que entendió ¡de motores y victorias!”. El Pontífice recuerda también los dos millones de ejemplares vendidos tras la victoria de Italia en el Mundial de 2006.

La fraternidad en la cancha

El Papa Francisco recurre a sus recuerdos de infancia, volando con la mente a Argentina "cuando de niños jugábamos al fútbol con una pelota hecha de trapos" y pensando en muchos campeones que empezaron así. “Qué hermoso es – subraya el Papa – experimentar el sentido de la fraternidad: se juega, y se juega juntos, y se sabe que en el campo somos sólo adversarios, nunca enemigos”. Un campo que se convierte en un campo de experimentación con fortalezas y límites porque "todos somos preciosos y únicos, pero no somos perfectos".

Abrir espacios para practicar deportes en contextos pobres

“Alguien dice – escribe Francisco – que soy hincha del San Lorenzo, un equipo argentino: sigue siendo un secreto”, pero lo hermoso, añade, es que un sacerdote de origen italiano, don Lorenzo Massa, abrió las puertas del oratorio a muchos jóvenes que buscaban un espacio seguro. De ahí el llamamiento hoy a crear "espacios para la práctica del deporte, especialmente en los contextos más pobres y aislados", convocando a adultos "que acogen a los niños y a los jóvenes de forma auténtica", escuchando sus sueños. En Italia, muchos campeones, subraya, empezaron en el oratorio.

La cultura del deporte para ayudar a crecer a la humanidad

“El deporte – añade el Papa – es uno de los factores que nos hace sentir un solo pueblo”. Es esencial "caminar juntos, sentirnos parte de una sola familia y de una familia de naciones durante las Olimpiadas o los campeonatos mundiales o continentales".

Sin embargo, Francisco no oculta que en los últimos años los pueblos vecinos se han armado unos contra otros. “La competición deportiva es saludable porque requiere paciencia, escuchar al entrenador, respeto a los adversarios, a las reglas y a los árbitros, coordinación con los compañeros: en el mundo, sin embargo, el objetivo es a menudo destruir al adversario, tomar reglas solas, para rechazar a quienes quieren moderar el enfrentamiento entre las partes según el derecho internacional". Por tanto, la invitación del Papa Francisco es difundir "una sana cultura del deporte significa hacer crecer a la humanidad en sus valores más bellos y auténticos".

Formar equipo

Promover un clima de "humanidad auténtica y acogedora" para contrarrestar los episodios de intolerancia: esta es la exhortación del Papa a trabajar en equipo "sin que la raza, la clase o la confesión religiosa sean obstáculos o barreras". “Debemos rechazar cualquier lógica de exclusión y violencia, y por eso sabemos bien que la palabra tiene su valor, educar sobre el bien y la belleza, en lugar de destruir. Un artículo periodístico, incluso deportivo, puede hacer mucho bien, pero también puede dañar o fomentar un clima de desconfianza: ¡pero ustedes no sean así, por favor!".

Himno a la vida

Finalmente, el Papa Francisco menciona los Juegos Olímpicos y Paralímpicos donde atletas increíbles se alegraron de sus actuaciones, "a algunos de ellos la vida les había dado la medalla de oro, por cómo supieron vencer, gracias a su fuerza interior y a la ayuda de todos, los desafíos de su discapacidad". Retos y victorias que son un canto a la vida que es luego la recomendación final del Papa: "¡que vuestro periódico sea una manera de pensar y vivir el deporte como un canto a la vida!".

 

Benedetta Capelli

Religión digital / Vatican News

UN SANTO PARA LA MISIÓN: LA VISIÓN DE GIUSEPPE ALLAMANO


col kowalski

 

Este domingo, la Iglesia celebrará un acontecimiento histórico para la comunidad de los Misioneros y Misioneras de la Consolata: la canonización de nuestro fundador, el beato Giuseppe Allamano. Este momento es profundamente significativo, no solo como un reconocimiento a la vida de santidad que llevó José Allamano, sino como una inspiración renovada para todos los que seguimos su legado en las misiones.

Nacido en 1851 en Castelnuovo d'Asti, en el norte de Italia, Giuseppe Allamano fue un hombre de fe inquebrantable, forjado en el entorno de una familia profundamente religiosa. Desde joven, estuvo influenciado por grandes figuras de la espiritualidad de su tiempo, como su propio tío, san José Cafasso, y san Juan Bosco. Este último, bajo cuya tutela Allamano estudió en el Oratorio de Valdocco en Turín, dejó una huella imborrable en su formación espiritual y en su comprensión del trabajo misionero.

Aunque nunca llegó a viajar a tierras de misión debido a su delicada salud, su visión misionera fue vasta y profunda. Desde su puesto como rector del Santuario de la Consolata en Turín, que ocupó durante más de 40 años, Allamano concibió un plan ambicioso: fundar un instituto que enviara misioneros y misioneras a los lugares más remotos del mundo, con un énfasis especial en África. Así nacieron, en 1901, los Misioneros de la Consolata, y más tarde, en 1910, las Misioneras de la Consolata. Bajo su liderazgo, ambos institutos se dedicaron a la evangelización, a la promoción humana y a la construcción de comunidades basadas en los valores del Evangelio.

"Primero santos, luego misioneros"

Para Allamano, la santidad personal era la base de toda labor misionera. Su conocida frase, "Primero santos, luego misioneros", sigue resonando en nuestra congregación como un recordatorio de que la misión no se trata únicamente de hacer, sino de ser. Según él, un misionero no podía dar lo que no tenía: si no estaba lleno del amor de Dios y en comunión con Él, no podría llevar ese amor a los demás de manera efectiva. La misión, en su sentido más pleno, no era una tarea, sino una extensión de la vida interior, una expresión del amor y la compasión que el misionero había cultivado en su corazón.

Otro aspecto clave en la enseñanza de Allamano fue la importancia de la preparación tanto espiritual como intelectual. Aunque la santidad era primordial, él también subrayaba que los misioneros debían estar bien formados en las ciencias humanas y teológicas, así como en el conocimiento de las culturas a las que serían enviados. Un misionero ignorante, decía Allamano, era "un ídolo de tristeza y amargura", y a su vez el conocimiento sin santidad podía llevar al orgullo y al distanciamiento de la verdadera misión.

La canonización de Giuseppe Allamano nos invita a reflexionar sobre su legado en un momento crucial para la misión de la Iglesia. Hoy, como entonces, el mundo necesita de hombres y mujeres que, inspirados por la vida y la obra de Allamano, estén dispuestos a ir más allá de sus propias fronteras, físicas y espirituales, para llevar el mensaje de amor, paz y esperanza a aquellos que más lo necesitan.
Para los Misioneros y Misioneras de la Consolata, su canonización no solo es un motivo de alegría, sino una llamada a seguir profundizando en nuestra misión. El ejemplo de nuestro fundador sigue vivo en cada paso que damos, recordándonos que la verdadera fuerza de la misión nace de un corazón que ha sido transformado por la gracia de Dios.

Así, mientras celebramos su santidad, renovamos nuestro compromiso de seguir llevando el Evangelio a los lugares más lejanos, con la misma pasión, amor y dedicación que inspiró a Giuseppe Allamano.

Que su vida siga siendo un faro que nos guíe, y que su legado continúe animando a futuras generaciones de misioneros a ser, primero santos, y luego, con todo el corazón, misioneros.

 

Misioneros de la Consolata

Religión Digital

EL RECUERDO DEL PADRE: UNA FIGURA INACCESIBLE E INOLVIDABLE


col kowalski

 

Si en la literatura –desde los despertares del feminismo– muchas páginas han tratado de la relación, tantas veces conflictiva, de hijas y madres, también la paterno filial ha encontrado un espacio considerable que deja advertir que es éste un lazo fundamental en la experiencia humana. Así, aunque en los años sesenta oímos hablar hasta el cansancio de un “corte generacional” y alguien a quien citaremos más abajo llega a decir que “el 1900 ha excavado abismos entre padres e hijos”, son bastantes las firmas de autores conocidos que se vienen interesando por esa figura que dejó marcas en la memoria de su infancia que es algo así como una patria. A pesar de que “una generación se levantó contra los padres” –como señala ese mismo autor– la ligadura ata a padres e hijos con un lazo que el olvido no llega a difuminar.

Ya hace unos pocos años, el escritor mejicano Héctor Aguilar Camín en Adiós a los padres, un libro dedicado a la historia familiar, aunque el suyo fue un padre ausente, dejó escrito que “los padres son inaccesibles al conocimiento de los hijos pero no a su imaginación” y que se da la paradoja de que siendo “los dioses cotidianos” de nuestra infancia pasan a resultarnos rutinarios en los años siguientes para ser, al fin, “nuevamente esenciales al final de la vida”. Una constatación que encontramos en otras historias personales, incluidas las de la generación que se levantó contra los padres en el emblemático 68.

El tema se repropone una y más veces porque el de un hijo con el padre es un vínculo único y universal, tan profundo que resulta imposible de ignorar. En este espacio nos ceñiremos a su aparición en las páginas de un escritor al que no faltan frescura y originalidad: Erri de Luca.

Recuerdos y lecturas que se entrelazan

A partir de entrevistas y de anotaciones que se encuentran en las solapas de su veintena de libros, se puede saber que Erri de Luca tiene sesenta y dos años, que nació y creció en la Nápoles del bullicio y la miseria de la postguerra.

Sabíamos que su padre volvió de América lamentando no haberse unido a algún grupo de la Resistencia y que trabajó para dar a los suyos comida, educación y zapatos. Algo que el muchacho sintió como un privilegio respecto a los niños de la calle cuyas penurias le hicieron sentir vergüenza y rabia. Sentimientos que ahora, en su madurez, quiere expresar con palabras a modo de “un ramo de flores sobre la fosa común de su infancia”. Aquella pobreza callejera le empujó a una rebeldía juvenil que comportó desoír a su padre y dejar la casa “para ir a ninguna parte”. A dejar de lado otros posibles y canalizar sus energías en la adscripción a Lotta continua, un grupo que ensayó el lanzamiento de los adoquines romanos en las manifestaciones callejeras del final de los sesenta.

De Luca trabajó como obrero en oficios que encallecen las manos y como camionero en ayuda de la maltrecha Bosnia durante la guerra de los Balcanes. Con la dignidad de quien vive de la fatiga y no del éxito, ha mantenido siempre una vida sobria aprendida de su madre que daba cinco liras (de las de entonces) a las manos vacías y no como mera limosna. Empeñado en gastar su tiempo y sus energías en el lado de los vencidos, en causas casi perdidas. Un empeño que se trasluce en su mismo modo de escribir. Así, en años recientes ha alzado la voz para que no queden sin nombre los que en un viaje de “sólo ida” encuentran su tumba en el Mediterráneo, sin tiempo de arribar siquiera a la pequeña isla de Lampedusa, y se ha sumado a la protesta popular por la apertura de un túnel bajo la cadena alpina.

Como en su recorrido, en su escritura y en párrafos cortos, casi entrecortados, asoma un fondo de convicciones firmes, la ética que ha sostenido sus peripecias, y que explica su estima de los gestos mínimos, los de las gentes que pasan sin ser notadas: “si quieres ser invisible, hazte pobre”, escribió la inteligente Simone Weil, y Erri no lo discutiría. Basta releer su poema sobre lo que considera valioso: Considero valore...

En el reciente A tamaño natural (Seix Barral 2022) ha reunido varias estampas con trazos que dibujan a su modo la relación de padres e hijos en relatos que saltan el tiempo desde el lejano Israel hasta los últimos meses de la Shoà. Son relatos y menciones que se entrelazan. Y en la trama se cruza su memoria personal, textos leídos y releídos, historias oídas y mirada detenida ante un cuadro excepcional de un pintor judío exiliado en París a comienzos del siglo XX.

En distintas páginas y con alusiones siempre breves, pudorosas, a modo de confidencias, Erri de Luca nos deja entrever la silenciosa figura de su propio padre: un hombre dado al trabajo y llevando la vida honrada de tantos buenos vecinos. Y el retrato de un hijo desobediente: “No por una colisión frontal, fue una lenta deserción, me fui dando bandazos sin dirección alguna [...] a mí me alcanzó la llamada de una generación”.

Un padre nunca olvidado, aunque apenas habló con él más que del trabajo manual pero que le enseñó a encontrar agua bajo tierra con su bastón de fresno. Que no llegó a leer ninguno de sus libros aunque tampoco dejó de tenderle una mano sin preguntarle por sus andanzas y convicciones políticas cuando volvieron a darse momentos de cercanía.

Un padre al que –sin decirlo expresamente– parece dedicar la frase que el autor pone en boca de su admirado poeta Chagall y que suena como su propia confesión: “en la deuda de la gratitud se halla el remordimiento de haber dejado indefenso al padre árbol”. En más ocasiones, Erri ha repetido con acento que suena sincero que, de por vida, sigue siendo hijo.

Releyendo la akedà de Isaac

Sin considerarse creyente, aprendió el hebreo antiguo, además del yidish, para leer las Escrituras en su lengua original: tanto aprecia su “sabiduría antigua” y aquellos relatos que se pierden en el tiempo. De ahí que entre los textos aparezcan unos cuantos nombres y episodios bíblicos.

Ya en Hora prima anotó su manera de leer el Libro: "Cada mañana, con la cabeza despejada y serena, acojo las palabras sagradas. He llegado a entender que acogerlas no significa aferrarlas, sino ser alcanzado por ellas, estar tan tranquilo que me deje agitar por ellas, tan indiferente y sin planes personales previos que pueda recibirlos de ellas, tan soso que me deje salar por ellas. Así he hospedado en mi casa las palabras de la Escritura sagrada”.

De ahí también que su “exégesis” resulte tan original como la que desplegó hace unos años en En el nombre de la madre releyendo el Evangelio de Lucas. En A tamaño natural nos sorprende al traducir y detenerse en el relato tradicionalmente conocido como “El sacrificio de Isaac” –que prefiere titular akedà siguiendo el original hebreo– en el que encuentra “la más severa historia entre padre e hijo” que narra la “atadura” irrompible que liga a un hijo con su padre. El traductor y lector que es Erri advierte que la Voz que arrojó a Abraham fuera de su tierra, pide ahora que “tome” nada menos que al hijo único y habido en la vejez de Sara: “la Divinidad –escribe– quiere verificar si basta con una invitación para desencadenar la obediencia de su oyente”.

En la lectura del extraño pasaje, con ayuda del Talmud, nuestro autor compara la enemistad y ruptura de Abraham con su propio padre, Teràn, con la sumisión máxima de Isaac, que no huye ni se defiende del suyo, aunque al caminar hacia el monte donde espera su final llore lágrimas que no brotan precisamente de “los manantiales de alegría” y “los pasos pesen plomo en la cuesta del Moria”.

Con este gesto extremo, Isaac, que ni se rebela ni defiende, “da peso a su padre”, que es como decir que le honra al máximo. Así supera a sus mayores por el extremo de la obediencia. Lo hace –cuida de anotar también De Luca– antes de que la Voz dicte en el Sinaí el mandato/deber de honrar al padre. Y para nuestro exégeta, este antiquísimo relato viene a mostrar que el nudo con que el hijo está atado al padre no es desatable, por lo que le resulta mucho más conforme con el original hablar no ya de “sacrificio” sino de “ligadura” de Isaac.

Un cuadro de Chagall

En París, en el Museo de Arte e Historia del judaísmo, Erri de Luca descubrió el impresionante retrato a tamaño natural que en 1910 Marc Chagall hizo de su padre, al que había dejado en las lejanas orillas del Daugava, en Bielorrusia, donde levantaba cargas pesadas y removía arenques en salmuera con sus manos heladas.

Pocas descripciones conmueven como ésta, que se alarga saltando páginas y enlazando con otras, en la que Erri se detiene en el pincel de Marc Chagall, el hijo pintor que en la noche honra con un cerco rojo los ojos quemados del padre. Y con capas superpuestas de pintura negra sus ropas viejas oliendo a pescado y a sal: “Para Marek –nombre original de Marc– el futuro está sobre el lienzo. Para un artista el futuro es terreno ya sembrado […] Marek en París absorbe, filtra, apesta a pintura […] Es el amanecer, el cuadro está terminado. Su padre está allí, frente a él ¿Puede un retrato equilibrar la brecha entre la obra del padre y la noche de gratitud de un hijo?”.

Y De Luca no olvida recordar que, en el siglo de promesas y masacres, el hijo, ahora asentado en las orillas del Sena, como quien nada río arriba, cumple con el deber imperioso de pintar el lugar donde llegó al mundo. Y vuelve con la memoria a la ribera de otro río para retratar a una figura que reúne toda su gratitud: la de un hombre vestido de negro, dibujado a tamaño natural. Se trata de Zakhar Chagall, su lejanísimo padre, el de las manos heladas y olientes: “es la culminación que alcanza la nostalgia”.

Las manos heladas no besadas –observa Erri– no están presentes: Marek/Marc no se atrevió a representarlas porque de aquel olor había huido y representaban algo de lo que no se enorgullecía. Las capas de color responden –añade el escritor que contempla en el museo la impresionante figura del padre lejano– “a un remordimiento y a una gratitud tardía”.

No es atrevido pensar que esos sentimientos que encontramos en esta cadena de recuerdos son los de muchos más hijos que reconocen, pese a todo lo pasado o silenciado en sus historias personales, que hay ataduras que vinculan de por vida a un hijo con su padre.

 

Felisa Elizondo, teóloga

Religión Digital

USAR A JESÚS PARA TREPAR, FUNCIONALIZANDO LA RELACIÓN CON ÉL PARA TENER UN CARGO


col anso

 

Desde Roma, donde el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Oscar Ojea participa como miembro de la Segunda Sesión de la Asamblea Sinodal del Sínodo, ha compartido su reflexión sobre el evangelio del XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, donde destaca que “Jesús va camino a Jerusalén y tres veces les ha dicho a sus amigos, a los apóstoles, que va a morir y que va a ser entregado. Sin embargo, ellos parecen estar en otro camino, no van con el camino y con la lógica de Jesús, sino que van con otra”.

Fuera del camino de Jesús

Según Ojea, “en el fondo, es como usarlo a Jesús para trepar, es usarlo a Jesús, funcionalizando la relación con él para tener un cargo”. Recordando las palabras del texto evangélico en las que le dicen: “Queremos estar uno a tu derecha y otro a tu izquierda en el Reino”, el obispo argentino señaló que “están fuera del camino de Jesús. Y, por otra parte, los otros que se enojan también están fuera del camino, porque por algo se enojan, se enojan porque también ellos querían un lugar”.

Para el obispo de San Isidro, “ellos siguen esta lógica de elevarse, para tener gloria hay que elevarse, hay que estar por encima de. Y para Jesús la gloria y el poder es el servicio, y eso tiene que ver directamente con el amor”. Según Ojea, “ellos tienen que elevarse y ascender. Jesús les propone un camino de descenso, un camino de abajamiento. Ellos quieren estar por arriba, el Señor quiere sumergirse en la realidad como cuando uno se sumerge en el bautismo, ese bautismo del que habla Jesús en el Evangelio de este domingo”.

Tocar la realidad

A la luz del texto, hizo ver que “con una gran paciencia les va diciendo a los apóstoles que pretenden esos puestos: ‘No saben lo que piden’. Es como para decirles están en otro camino. Pidámosle al Señor que nos enseñe a tocar la realidad, a sumergirnos como en el bautismo y no a elevarnos. Si queremos elevarnos a estar en otro registro y nuestras relaciones van a ser funcionalizadas, vamos a pensar en hablar con uno, hablar con otro, en tener vínculos que nos hagan ubicar de alguna manera en la sociedad, usándolos como en el caso de los apóstoles”.

Frente a ello dijo que “en cambio, si nos sumergimos libremente en la realidad vamos a poder entrar en ese amor que es servicio y tocar las llagas vivas de Jesús que es en donde está la verdadera realidad”.

 

Monseñor Oscar Egea

Religión Digital

TUCHO FERNÁNDEZ: NADA IMPIDE A LAS MUJERES “OCUPAR PUESTOS MUY IMPORTANTES EN LA DIRECCIÓN DE LAS IGLESIAS”


col arregi

 

El pasado viernes los grupos de estudio creados para estudiar algunos temas con relación al Sínodo sobre la Sinodalidad se reunieron con los miembros del Sínodo. La ausencia en la reunión del Grupo del cardenal Víctor Manuel Fernández creó cierto malestar entre los presentes. Una situación que el propio prefecto del Dicasterio de la Doctrina de la Fe ha aclarado ante los participantes de la XIII Congregación General, realizada en la mañana de este lunes, 21 de octubre.

El diacono femenino no es una cuestión madura

El cardenal argentino ha iniciado su intervención, a la que la asamblea respondió con aplausos al final de sus palabras, ofreciendo una reunión el jueves a las 16:30. En sus palabras afirmó que “el Santo Padre ha expresado que en este momento la cuestión del diaconado femenino no está madura y ha pedido que no nos detengamos ahora en esta posibilidad”, un camino que sigue y en su día se darán a conocer las conclusiones.

En cambio, ha afirmado Tucho, “el Santo Padre está muy preocupado por el papel de la mujer en la Iglesia”, diciendo que el Papa pide no centrarse en el orden sagrado. El cardenal ha dicho apoyar la postura del pontífice, “porque pensar en el diaconado para unas pocas mujeres no resuelve la cuestión de los millones de mujeres en la Iglesia”.

Pasos no dados

Se ha referido a pasos no dados, como el apoyo al ministerio de catequista por algunas conferencias episcopales, sobre todo la dimensión que habla de “los catequistas que apoyan a las comunidades en ausencia de sacerdotes, mujeres que están a cargo, lideran comunidades y desempeñan diferentes funciones”, que recoge Querida Amazonía. Una propuesta que considera posible, “porque el Papa había explicado en sus documentos que el poder sacerdotal vinculado a los sacramentos, no se expresa necesariamente como poder o autoridad, y que hay formas de autoridad que no requieren las órdenes sagradas”.

Igualmente habló de la poca concesión del acolitado a mujeres, con sacerdotes “que no quieren presentar mujeres al obispo para este ministerio”. Lo mismo ha dicho en cuanto al diaconado permanente, no asumido en todas las diócesis y que muchas veces no pasan de monaguillos. Desde esos ejemplos ha querido justificar que “apresurarse a pedir la ordenación de diáconos mujeres no es hoy en día la respuesta más importante para promover a las mujeres”.

Por ello, “para alimentar la reflexión, he pedido que se envíen a mi Dicasterio testimonios de mujeres que dirigen comunidades o desempeñan importantes funciones de autoridad. No porque se hayan impuesto a las comunidades, o como resultado de un estudio, sino porque han adquirido esta autoridad bajo el impulso del Espíritu en respuesta a una necesidad del pueblo. La realidad es superior a la idea”, subrayó el prefecto.

Ayuda a las mujeres del Sínodo

A las mujeres miembros de este Sínodo, ha pedido “que ayuden a recoger, explicitar y transmitir al Dicasterio diversas propuestas, que podamos escuchar en su contexto, sobre posibles caminos para la participación de las mujeres en la dirección de la Iglesia”, diciendo esperar propuestas y reflexiones, algo dispuesto a hacer el próximo jueves, cuando explicará los pasos que se están dando.

Finalmente ha mostrado su convencimiento de “avanzar paso a paso, y llegar a cosas muy concretas, para que podamos entender que no hay nada en la naturaleza de las mujeres que les impida ocupar puestos muy importantes en la dirección de las Iglesias”. Eso porque, “lo que verdaderamente viene del Espíritu Santo no se puede detener.

 

Luis Miguel Modino, enviado especial al Sínodo de la Sinodalidad

Religión Digital - 21.10.2024

¿ESTAMOS DISPUESTOS/AS A GRITAR, A SALTAR Y ARROJAR LEJOS LO QUE NOS MANTIENE AL BORDE DEL CAMINO Y NOS IMPIDE SEGUIR A JESÚS? Marcos 10,46-52


col labrador

 


“Esta historia es tu historia” es una de las frases que en relación a los textos bíblicos suele repetir Dolores Aleixandre y que estoy convencida es una clave valiosa para ponerse delante del evangelio.  Esto, que es verdad siempre, lo es quizá más o al menos más fácil con el evangelio que hoy se nos presenta.

Estamos ante un texto vivo, conciso, esquemático, claro y sumamente simbólico en el que cada palabra, cada detalle es sugerente y con el que podemos identificarnos fácilmente. Un texto cargado de detalles que requiere poca explicación. Por eso os propongo simplemente escuchar el evangelio, la historia de Bartimeo como “mi propia historia” y plantearnos, ¿Qué dice de mí y qué me dice de mi seguimiento de Jesús?

Recordamos el texto y nos fijamos en algunos detalles

- Donde sitúa Marcos los hechos: En el camino que lleva de Jericó a Jerusalén, etapa final de esta “subida de Jesús” y por lo tanto al final de su vida, el último signo antes de su muerte narrado por Marcos. Interesante encuadre en el que nos plantea las características del seguimiento de Jesús.

- Quienes, que personas intervienen: Jesús que va culminando su camino rodeado de gente y al escuchar los gritos del ciego se detiene para escucharle. El ciego que no es una persona anónima, sino identificada con su nombre y su origen, su padre. Los que siguen a Jesús nombrados de dos formas, unos son discípulos y el resto “otra gente” o la multitud. De todos se dice sin distinción que oyen los gritos del ciego y le mandan callar, son gritos molestos, rompen el buen ambiente.

- Lo que pasa, lo que le pasa a Bartimeo.

Bartimeo, la persona ciega, pobre, marginada, que está sentado al borde del camino, alejado de los demás, oye “que pasa Jesús” e intenta llamar su atención gritando“Hijo de David, Jesús, ten compasión de mi”. Un grito claro y comprometido. Atribuye a Jesús  un título mesiánico, Hijo de David, que manifiesta su reconocimiento y su fe en Él. Y le pide que tenga compasión de él, nada concreto, algo así como “date cuenta de que estoy aquí” de que quiero encontrarme contigo.

Resiste a los que intentan hacerle callar y sigue gritando, hasta que escucha entusiasmado la gran noticia: ¡Animo, te llama! Y reacciona a lo grande: Salta, tira el manto y se acerca a Jesús.

Se encuentra cara a cara con Jesús. Bartimeo le vuelva a llamar Maestro y contesta a su pregunta de forma clara y contundente: ¡Que vea! ¡Que pueda ver!

Y al ser consciente de que se produce en él un cambio, que empieza a ver y escucha el reconocimiento de Jesús: Es tu fe la que te ha devuelto la vista… Toma una gran decisión “seguir a Jesús”, se convierte en su discípulo.

Ahora nos preguntamos, ¿quién de nosotros no es o no se parece a Bartimeo? ¿No están presentes en nuestra historia personal algunos, o muchos, de estos momentos o situaciones?

1. Estar al borde del camino. ¿Cuándo nos sentimos así? ¿De qué camino estamos al borde? ¿Por decisión propia o porque las circunstancias nos han llevado ahí? ¿No estamos a veces viendo pasar a la gente desde fuera, viendo lo que pasa, incapaces de entrar en el camino?

2. Gritar a quien intuimos o creemos que puede salvarnos, ayudarnos… ¿A quién gritamos cuando parece que no podemos más? ¿Descubrimos que Jesús pasa de muchas formas a nuestro lado? ¿Cómo aprovechamos la oportunidad de encontrarnos con Él? ¿Con la lucidez y confianza de Bartimeo que llama a Jesús, Mesías y Señor? ¿No nos hemos sentido muchas veces silenciados, por las costumbres, por la barrera de la gente, por lo que “se lleva”, se ve bien, o simplemente porque molesta lo que vivimos o decimos?

3. Saltar y tirar el manto, aquello que nos ata o esclaviza, que nos pesa y no nos deja avanzar. Saltar es más que levantarnos o dejarnos levantar, es el impulso decidido a no seguir postrados, a cambiar. ¿Cuándo ha sido la última vez que nos hemos decidido a saltar y a desprendernos de los pesos muertos? ¿Cuántas veces hemos pensado que debemos hacerlo y no nos decidimos?

4. Encontrarnos con Jesús hablar con él mirarle de cerca y dejarnos mirar, escuchar su pregunta y responderle desde lo más profundo de nuestro corazón y en verdad, qué deseamos, qué queremos ver… Y desde esta experiencia única empezar a seguirle.

¿Qué le pido yo a Jesús? ¿Estoy siguiendo a Jesús como decisión personal o soy “otra gente” que va por el camino simplemente porque lo he hecho siempre, sin mirar a los del borde, sin haberme encontrado con Él? ¿Le sigo con la decisión y alegría que despierta en mí la fe y la confianza en Él?

Este domingo el evangelio nos invita a gritar, a saltar, a arrojar lejos tantos antiguos mantos que nos aplastan. Nos invita a abrir nuestros oídos y escuchar el “murmullo” de que pasa Jesús desde el sitio en que estemos, aunque sea al borde del camino y su paso nos lleva a soñar con un nuevo sitio para nosotros siguiendo al Maestro, al Señor de nuestra vida. Y finalmente nos invita a repetir una y otra vez las mismas palabras que el ciego: “Maestro, que pueda ver”. Que podamos ver la situación del mundo y esa mirada nos reavive la compasión cada día. Que podamos ver todo aquello que nos paraliza y escuchar cada mañana: levántate, te llama a  ponerte en camino. Que podamos ver nuestras pobrezas y, en lugar de hundirnos o replegarnos, percibir ese ánimo que se nos regala como don.

 

SENTADOS JUNTO AL CAMINO José Antonio Pagola

 


En sus comienzos, al cristianismo se le conocía como «el Camino» (Hechos de los Apóstoles 18,25-26). Más que entrar en una nueva religión, «hacerse cristiano» era encontrar el camino acertado de la vida, caminando tras las huellas de Jesús. Ser cristiano significa para ellos «seguir» a Cristo. Esto es lo fundamental, lo decisivo.

Hoy las cosas han cambiado. El cristianismo ha conocido durante estos veinte siglos un desarrollo doctrinal muy importante y ha generado una liturgia y un culto muy elaborados. Hace ya mucho tiempo que el cristianismo es considerado como una religión.

Por eso no es extraño encontrarse con personas que se sienten cristianas sencillamente porque están bautizadas y cumplen sus deberes religiosos, aunque nunca se hayan planteado la vida como un seguimiento de Jesucristo. Este hecho, hoy bastante generalizado, hubiera sido inimaginable en los primeros tiempos del cristianismo.

Hemos olvidado que ser cristianos es «seguir» a Jesucristo: movernos, dar pasos, caminar, construir nuestra vida siguiendo sus huellas. Nuestro cristianismo se queda a veces en una fe teórica e inoperante o en una práctica religiosa rutinaria. No transforma nuestra vida en seguimiento a Jesús.

Después de veinte siglos, la mayor contradicción de los cristianos es pretender serlo sin seguir a Jesús. Se acepta la religión cristiana (como se podría aceptar otra), pues da seguridad y tranquilidad ante «lo desconocido», pero no se entra en la dinámica del seguimiento fiel a Cristo.

Estamos ciegos y no vemos dónde está lo esencial de la fe cristiana. El episodio de la curación del ciego de Jericó es una invitación a salir de nuestra ceguera. Al comienzo del relato, Bartimeo «está sentado al borde del camino». Es un hombre ciego y desorientado, fuera del camino, sin capacidad de seguir a Jesús. Curado de su ceguera por Jesús, el ciego no solo recobra la luz, sino que se convierte en un verdadero «seguidor» de su Maestro, pues, desde aquel día, «le seguía por el camino». Es la curación que necesitamos.

 

TÚ PUEDES VER, LO ÚNICO QUE TIENE QUE HACER ES ABRIR LOS OJOS DOMINGO 30º (B) Mc 10,46-52

fe adulta

 


Sale Jesús de Jericó, camino de Jerusalén. Hoy no hay enseñanza añadida, el mismo relato entraña la lección. Lo encontramos en los tres sinópticos. Lucas sitúa el relato antes de entrar en Jericó. Mateo habla de dos ciegos, pero el relato es el mismo. Estamos en la última escena, antes de entrar en Jerusalén. Después de este relato el evangelio da un quiebro. Lo acontecido en Jerusalén está más cerca del relato de la pasión que de lo narrado hasta aquí. No es una crónica de algo que pasó. Es teología narrativa. Todo son símbolos mesiánicos.

Este relato tiene poco que ver con los anteriores que propone Marcos. Le llama; le pregunta qué es lo que quiere; no rechaza el título de Hijo de David; no lo aparta de la gente; la curación no va acompañada de ningún gesto; no le manda guardar silencio. Una vez que Marcos ha dejado claro que el camino hacia el Reino es la entrega hasta la muerte, ya no hay lugar para los malentendidos. No tiene sentido mandar callar ni rechazar el título de Mesías. Como suele pasar en los evangelios todo son símbolos, incluida la ciudad de Jericó.       

Al borde del camino. Bartimeo es el símbolo de la marginación, está fuera del camino, tirado en la cuneta, sin poder moverse, viendo cómo los demás pasan y dependiendo de ellos. La sociedad había asignado al ciego su papel, pero no se resigna. Sigue intentando superar su situación a pesar de la oposición de la gente. “Hijo de David” era un título equivocado; suponía un Mesías que se impondría por la fuerza, pero a Jesús ya no le importa, no le manda callar, sino que se implica vitalmente para sacarle de la situación.

Le regañaban para que se callara. Los demás no quieren saber nada de los problemas del ciego. Como si le dijeran: en la situación en que te encuentras no tienes derecho a protestar. Aguanta y calla. Era el sentir del pueblo judío. “La gente” significa, la inmensa mayoría de los cristianos que siguen hoy a Jesús, pero no descubren la necesidad de emprender un nuevo camino. Una vez más aparece la sutil ironía de Marcos: los que seguían a Jesús eran un obstáculo para que el ciego se acercara a él. Los más cercanos a Jesús siguen sin ver.

¡Llamadlo! En menos de una línea se repite tres veces el verbo llamar. La llamada antecede siempre al seguimiento. Jesús valora la situación de distinta manera. Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Al menor síntoma de acogida, el ciego da un salto. Un ciego debía andar a tientas y con cuidado. Ahora confía y da el salto, aunque no ve. El manto que había sido hasta el momento su única protección, se convierte en estorbo. Todas sus esperanzas están ahora puestas en Jesús. Este es el verdadero milagro que se realiza antes del milagro.

¿Qué quieres que haga por ti? La pregunta no tiene ningún sentido, pero pretende que el ciego tome conciencia de su situación. ¿Qué va a querer un ciego? La pregunta que le hace Jesús es la misma que el domingo pasado hacía a Santiago y Juan. La pregunta es idéntica, pero la respuesta es completamente distinta. Los dos hermanos quieren “sentarse” junto a Jesús en su gloria. El ciego quiere ver para “caminar” con él. La diferencia no puede ser más abismal. ¿De verdad quiero salir de mi ceguera? ¿O me encuentro tan a gusto con ella?

¡Que pueda ver! Jesús provoca este grito. En toda la Biblia, el “ver” tiene casi siempre connotaciones cognitivas. Ver significa la plena comprensión de aquello que es importante. Este grito es el centro del relato, siempre que no nos quedemos en lo físico. Se trata de ver el camino que conduce a Jerusalén para poder seguirlo. El camino del servicio que conduce hacia el Reino. De ahí la respuesta de Jesús: ¡Anda! El objetivo final no es la visión, sino la adhesión a Jesús y el seguimiento. Una lección para los discípulos que no terminan de ver.

Tu fe te ha curado. Una vez más, la fe-confianza es la que libera. Solo él ve a Jesús. Solo él le sigue por el camino que lleva a la entrega total en la cruz. Marcos deja bien claro que una respuesta auténtica a la llamada de Jesús será siempre cosa de minorías. La multitud que seguía a Jesús sigue ciega. Todos estos domingos venimos viendo la falta total de comprensión de los discípulos. No habían ni siquiera atisbado lo que Jesús les viene proponiendo una y otra vez. Solo después de la experiencia pascual ven a Jesús y le siguen.

Y lo seguía por el camino. El ciego, una vez que descubrió a Jesús, le sigue en el camino hacia Jerusalén. Antes estaba al borde, es decir fuera del camino. El relato de una ceguera material es el soporte de un mensaje teológico: Jesús es capaz de iluminar el corazón de los hombres que están ciegos. Los discípulos demuestran, una y otra vez, su ceguera. Un ciego tirado en el camino, ve. Antes de ver, espera el falso “Mesías davídico”. Después descubre al auténtico Jesús, que va hacia la entrega total en la cruz, y le sigue sin pensarlo dos veces.

Ya en la lectura de Jeremías encontramos el mismo mensaje: Dios salva un resto de su pueblo. No salva a los poderosos, ni a los sabios, ni a los perfectos sino a los ciegos y cojos, preñadas y paridas. Es decir, a los débiles. No es el ciego el que está hundido en la miseria. La verdadera miseria está en los que mandan callar al ciego. Lo repetimos todos los días. ¡Que se callen los miserables! ¡Que eliminen los mendigos de las calles! No nos dejan vivir en paz. Ignorar la miseria que hay a nuestro alrededor es la única manera de vivir tranquilos.

La evolución ha sido posible gracias a que la vida ha sido despiadada con el débil. El evangelio establece un cambio sustancial en esa marcha. Jesús trastoca esa escala de valores, que aún prevalece hoy. Se daba por supuesto que Dios rechazaba todo lo defectuoso.  Nietzsche no pudo soportar ese cambio, porque creía que el evangelio exaltaba la mezquindad. Nunca fue capaz de descubrir el valor de un ser humano a pesar de sus limitaciones. La esencia de lo humano no está en la perfección sino en la misma persona.

La actitud de Jesús fue un escándalo para los judíos de su tiempo y sigue siéndolo para nosotros hoy. Jesús no solo se acercó a los ciegos, cojos y tullidos; también se acercó a los pecadores públicos, a las prostitutas, a las adúlteras. Lucas, después de este relato, inserta el de Zaqueo que expresa lo mismo, pero con relación a los impuros. Nosotros seguimos creyendo que los pecadores son también rechazados por Dios, pero la cruda realidad es que nos preceden en el Reino. ¡Qué difícil es para nuestra racionalidad aceptar esta verdad!

La escala de valores que nos propone el evangelio, no sólo es distinta, sino radicalmente opuesta a la que los humanos manejamos todavía hoy. Entendemos al revés el evangelio cuando pensamos: Qué grande es Jesús, que, de una persona despreciable, ha hecho una persona respetable. El evangelio dice lo contrario, esa persona ciega, coja, manca, sorda, pobre, andrajosa, marginada, pecadora; esa que consideramos un desecho humano, es preciosa para Dios. Y por lo tanto es preciosa para Jesús. ¡Nos queda aún mucho por andar!