viernes, 24 de febrero de 2017
La esperanza
Gabriel Mª Otalora
El contenido de esta palabra languidece en nuestra cultura. No es un valor que se vive, sino un deseo que no acaba de concretarse en su derivada natural: la alegría. Como afirma Chesterton en El hombre eterno, “La desesperanza no reside en el cansancio ante el sufrimiento, sino en el hastío de la alegría. Y cuando lo bueno de una sociedad deja de funcionar roída por dentro, la sociedad empieza a declinar roída hacia la decadencia o declive de la cultura, las instituciones civiles, las relaciones sociales, los valores, la Iglesia y otras características principales de una civilización, por muy floreciente que haya sido”.
Chesterton resulta original al invertir la idea preconcebida de que nadie se hastía de la alegría. Escribe con agallas que “el pesimismo llega cuando nos cansamos del bien” y permitimos secar las fuentes de la verdadera alegría. Que tanto la alegría como su antecedente, la esperanza, hay que trabajarlas; no existe atajo posible, porque no vienen solas. Tampoco el dinero sirve para comprarlas. Pretenderlas a través de los sentidos solo sirve para engañarnos con alegrías superficiales. Es otra la fuente la que permite activarlas para que broten dentro de cada persona ¿De dónde nace la esperanza? No nace, desde luego, aguardando a que el problema se solucione, a que la crisis pase o la situación cambie. Esta actitud solo produce añoranza y pasividad. La esperanza está más cerca de una respuesta activa de rebeldía positiva frente a la incertidumbre que nos desequilibra. Está emparentada con la incansable construcción del mañana desde el ahora y el presente. En la desesperación, en cambio, nos cegamos perdiendo el control y convirtiéndonos en el origen de muchas situaciones y conflictos que traerán graves consecuencias. Con la esperanza, en cambio, actuamos construyendo el futuro,,,, centrados en el trabajo del presente, el que constituirá las bases del mañana que pronto será hoy, antes de lo que imaginamos.
Para un cristiano, la esperanza es mucho más que optimismo; es la cualidad teologal que nunca defrauda. Esperar es la capacidad de ver aun cuando nuestros ojos no vean. No solo es un don del Espíritu sino una obligación el pedirlo. La fe en Cristo y la confianza subsiguiente nos invitan a madurar el “creer que” ocurrirán cosas hasta “creer en” Cristo y en su providencia por encima de toda adversidad. Ellas nos equilibran y guían con alegría al amor. No estéis tristes, exhorta el Evangelio, porque el plan de Dios insufla toneladas de esperanza para despertar el corazón hasta convertirlo en hechos de esperanza para otros. Cristo es el motivo angular de nuestra esperanza, la revolución en la historia a pesar de la limitación, el mal y la muerte, que nos impulsa a “esperar contra toda esperanza” (Romanos 4,18).
Pero nos cansamos del bien y nos volvemos pesimistas, como dice Chesterton. Decidimos que ya no merece la pena trabajarnos en la bondad y nos gusta vivir de las rentas de haber hecho el bien y haber esperado nuestra sola voluntad. Y entonces empezamos a dejar de vivir. Y nos marchitamos ¿Por qué? Porque no hacemos las cosas mirando a Cristo cuando las hacemos para los demás. No hay amor. Así pues, los demás, antes o después, también nos defraudan; somos humanos, débiles, sentimos la ingratitud creyendo que merecemos el reconocimiento de quienes deben valorar lo que hacemos. En realidad, lo exigimos en nuestro interior. Sentimos que la gente a la que ayudamos nos debe algo. Solo cuando nos cansamos de hacer el bien, descubrimos que el bien que hacíamos no lo estábamos haciendo para Dios. No era algo desinteresado, generoso, no era amor. Y descubrimos una crisis de motivos aun en los gestos en los que ponemos más generosidad cayendo en la desesperanza. Pero Dios acude a nuestra llamada, cumple sus promesas y nos renueva la fe.
Y volveremos a empezar con humildad; entonces brotará de nuevo la alegría.
Orden masiva de expulsión de inmigrantes prepara Trump
Acelerar y ampliar las expulsiones inmediatas de indocumentados, la contratación de 15.000 nuevos agentes, devolver automáticamente a los inmigrantes sorprendidos en la frontera con México o perseguir penalmente a los padres que traigan a sus hijos son parte de un agresivo plan contra los ‘sin papeles’, según el borrador de una orden ejecutiva que el presidente Donald Trump anunció que presentará en esta semana. ··· Ver noticia ···
Barcelona: la ciudadanía toma las calles por las personas refugiadas y migradas
David Companyon
Las crónicas dirán que en Barcelona se ha realizado la mayor manifestación en Europa, en favor de las personas refugiadas y migrantes, que Barcelona se ha teñido de pancartas azules (el color del mar) para defender el derecho al asilo. La plataforma Casa Nostra, Casa Vostra (Nuestra casa, vuestra casa), que agrupa más de 700 entidades de todo tipo, culmina así una campaña que ha recogido más de 90.000 adhesiones al manifiesto, llenando el Palau Sant Jordi y, sin duda, situando la manifestación en ese “top ten” de manifestaciones históricas que desde 1977 sacuden las diversas conciencias de la sociedad catalana. ··· Ver noticia ···
Las Marchas de la Dignidad llaman a la movilización el 25 de febrero en defensa de las pensiones y el trabajo estable
En la capital madrileña, la manifestación comenzará a las 18:30 en Atocha y terminará en Sol
“Por el no pago de la deuda. ¡Fuera de la UE y el FMI!”, será uno de los lemas principales de la marcha
El colectivo Marchas de la Dignidad convoca nuevas manifestaciones el próximo 25 de febrero en Madrid y en otras ciudades de España. “Para defender unas pensiones públicas dignas. ¡No al Pacto de Toledo!” y “Por trabajado estable y salarios dignos: Derogación de las reformas laborales”, son algunos de los lemas con los que reclamarán una “recuperación económica real”, ya que critican que desde que estalló la crisis en el 2007, España es el segundo país de la Unión Europea en el que más se disparó la desigualdad social.··· Ver noticia ···
Movimientos Populares EEUU: “Nos comprometemos a derrumbar los muros que dividen nuestras luchas”
Cameron Doody
“Nuestra economía debe estar al servicio de la gente”, claman los Movimientos Populares de EEUU
“Nos comprometemos a derrumbar los muros que dividen nuestras luchas”
“Una élite pequeña está haciéndose cada vez más rica a costa del sufrimiento de nuestras familias”
Francisco, a los Movimientos Populares de EEUU: “Ningún pueblo es criminal, ninguna religión es terrorista”
A menudo nuestras comunidades de fe y líderes religiosos han fracasado en denunciar la codicia y en estar al lado de los pobres y los más vulnerables
“Nuestro ser espiritual y político son inseparables. Tenemos una obligación moral de confrontar la injusticia”. Desde esta convicción los Movimientos Populares de EEUU han lanzado un mensaje conjunto tras su reunión en Modesto, California, en el que instan a “poner nuestros cuerpos, dinero y poder institucional en riesgo para proteger a nuestras familias y comunidades”. Tanto de las amenazas de Trump como las de la “tiranía invisible del dinero”. ··· Ver noticia ···
Suscribirse a:
Entradas (Atom)