FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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ATALAYA DE MAYO DE 2024

LOS TRABAJOS ENVIADOS ESTÁN SIENDO LEÍDOS Y VALORADOS POR EL JURADO

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miércoles, 3 de julio de 2024

En el mundo material búsqueda del mundo espiritual -- Leonardo Boff ESPIRITUALIDAD

 


Hay mucha gente harta de bienes materiales y del consumismo de nuestra cultura. Como contrapunto quiero situar el tema de los bienes espirituales en el contexto dramático, peligroso y esperanzador en el que se encuentra actualmente la humanidad, especialmente la humanidad humillada y ofendida que vive en el Sur Global, las víctimas de las 18 regiones en guerra, en particular en la Franja de Gaza, con visos de genocidio a cielo abierto, sin olvidar las muchas víctimas de la guerra Rusia-Ucrania.

Nuestra reflexión quiere captar la emergencia del mundo espiritual e insistir en su urgencia apremiante ante las amenazas de desaparición de la especie y de liquidación de la biosfera, ya sea por una guerra nuclear, por exceso de calor debido a cambios climáticos o por cualquier factor de desequilibrio del mismo planeta Tierra. Podrían eventualmente poner en peligro el futuro común de la Tierra y de la humanidad.

En momentos así, dramáticos, el ser humano se sumerge en lo más profundo de sí y se plantea cuestiones básicas: ¿Qué hacemos en este mundo? ¿Cuál es nuestro sitio en el conjunto de los seres? ¿Cómo actuar para garantizarnos un futuro que sea esperanzador para todos y para nuestra Casa Común? ¿Qué que podemos esperar más allá de esta vida? Estas son preguntas del mundo espiritual.

En este contexto debemos plantearnos la cuestión del mundo espiritual, en otras palabras, de la espiritualidad. El mundo espiritual es una de las fuentes principales, aunque no la única, de inspiración de lo nuevo, de esperanza de buenos resultados, de generación de un sentido plenificador y de capacidad de autotrascendencia del ser humano, pues el ser humano sólo se siente plenamente humano cuando busca autosuperarse. La razón radica en que el ser humano se vivencia como proyecto infinito, repleto de virtualidades que, en parte, se realizan en la historia, y, en su totalidad, más allá de ella.

Esa preocupación por el mundo espiritual es recurrente en nuestra cultura, no sólo en el ámbito de las religiones, que es su lugar natural, sino también en el ámbito de las búsquedas humanas tanto de los jóvenes como de los intelectuales, de famosos científicos y –para nuestra sorpresa– de grandes empresarios. En los últimos años he dado charlas aquí y fuera del país, a personas pertenecientes a esos grupos.

Que grandes empresarios se planteen cuestiones ligadas al mundo espiritual, o sea, a la espiritualidad confirma las dimensiones de la crisis que nos asola. Significa que los bienes materiales que ellos producen, las lógicas productivistas y competitivas que incentivan, el universo de valores comerciales (todo se ha vuelto mercancía) que inspira sus prácticas no abordan los interrogantes referidos. Hay un vacío profundo, un hueco inmenso dentro de su ser. Por eso, pienso, que sólo el mundo espiritual puede llenarlo.

Es importante, sin embargo, mantener siempre nuestro espíritu crítico, porque con el mundo espiritual, con la espiritualidad, también se puede hacer mucho dinero. Hay verdaderas empresas que manejan discursos de espiritualidad, que no es raro que hablen más a los bolsillos que a los corazones. Hay líderes neopentecostales que son expresión del mercado con su predicación del evangelio de la prosperidad material y, recientemente, del dominio. Conquistan para los intereses de sus pastores a los fieles, religiosos y de buena fe.

Pero los portadores permanentes del mundo espiritual son las personas consideradas comunes, que viven la rectitud de la vida, el sentido de solidaridad y cultivan el espacio de lo Sagrado, ya sea en sus religiones e iglesias, ya sea en el modo como piensan, obran, interpretan la vida y cuidan de la naturaleza.

Lo que importa es que mundialmente hay una demanda de valores no materiales, de una redefinición del ser humano como un ser que busca un sentido plenificador, que está en busca de valores que propician alegría de vivir. En todas partes encontramos seres humanos, especialmente jóvenes, indignados con el destino previamente definido en términos de economía, cuando se dice que “no hay alternativa” (TINA=There is no Alternative), con el sistema de mercado bajo el cual estamos obligados a vivir, que se niegan a aceptar los caminos que los poderosos obligan a seguir a la humanidad. Esos jóvenes dicen: “No permitiremos que nos roben el futuro. Merecemos un destino mejor, necesitamos beber de otras fuentes para encontrar una luz que ilumine nuestro camino y nos de esperanza”.

Por eso resulta importante introducir desde el principio una distinción –no para separar, sino para distinguir– entre el mundo religioso, la religión, y el mundo espiritual, la espiritualidad. Lo ha hecho el Dalai Lama de forma extremadamente brillante y esclarecedora en el libro Una Ética para el Nuevo Milenio (Sextante, Rio de Janeiro 2000). Son términos que usamos sin saber con certeza lo que significan. Me permito citar un tema del libro cuya comprensión comparto y hago mía.

«Juzgo que la religión (mundo religioso) está relacionada con la creencia en el derecho a la salvación predicada por cualquier tradición de fe, creencia que tiene como uno de sus aspectos principales la aceptación de alguna forma de realidad metafísica o sobrenatural, incluyendo posiblemente una idea de paraíso o nirvana. Asociado a esto hay enseñanzas o dogmas religiosos, rituales, oraciones, etc».

«Considero que la espiritualidad (mundo espiritual) está relacionada con aquellas cualidades del espíritu humano –tales como amor y compasión, paciencia y tolerancia, capacidad de perdonar, contentamiento, noción de responsabilidad, noción de armonía– que traen felicidad tanto a la propia persona como a los demás».

«Ritual y oración, junto con las cuestiones de nirvana y salvación, están directamente ligados a la fe religiosa, pero esas cualidades no precisan ser interiores. No existe por tanto ninguna razón por la que un individuo no pueda desarrollarlas, incluso en alto grado, sin recurrir a cualquier sistema religioso o metafísico» (p.32-33).

Como se deduce, esas reflexiones son cristalinas pues muestran la distinción necesaria entre el mundo religioso, la religión y el mundo espiritual, espiritualidad. Una vez distinguidas, pueden relacionarse y convivir, pero sin depender necesariamente una de otra. Vivir el mundo espiritual puede mostrarnos caminos que nos saquen de la crisis de los tiempos actuales.

*Leonardo Boff, teólogo y filósofo ha escrito Espiritualidad: camino de transformación, Rio 2001; Meditación de la luz: camino de la sencillez, Vozes 2010.

Traducción de MªJosé Gavito Milano

¿Hay algún cristiano por ahí? -- Lola Cabezudo

 


Atrio

Lola, catedrática jubilada de química, es una de las más veteranas en ATRIO. Así la presentábamos en 2012 cuando nos envió “Nos gustan la caenas“, artículo y comentarios que recomiendo revisitar: “Esperamos que su participación en ATRIO nos ayude a despertarnos y buscar, con lucidez crítica e impulso utópico, nuevas salidas a las crisis de humanidad que padecemos”. Lola, testigo del Vaticano II, gracias por reaparecer en estas crisis aún más agudas. AD. Ver noticia

Francisco: Una autoridad que no es servicio, es dictadura -- Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano

 Vatican News

En el rezo del Ángelus mariano, el Papa explica que el Reino de Dios no es «una caja fuerte o una cámara blindada», sino que todos -lo repite tres veces- pueden entrar en él. Se necesita paciencia, atención, constancia, humildad. «La misión que Jesús confía a Pedro no es la de atrancar las
puertas de la casa, permitiendo el acceso sólo a algunos huéspedes selectos». Ver noticia

La Iglesia y el fascismo italiano -- Lucia Ceci / Universidad de Roma Tor Vergata

 


Reflexión y Liberación

El giro procatólico de Benito Mussolini se produjo por razones políticas y coincidió con el giro a la derecha del movimiento fascista, decidido tras el fracaso de las elecciones de 1919, que empujó a Il Duce a buscar una base más amplia y socialmente diversificada. Ver noticia

El arzobispo de confianza de Benedicto XVI se va al Báltico: adiós al último enemigo de Francisco en la Curia Jesús Bastante

 


eldiario

Tras un año de exilio, Bergoglio envía al secretario personal de Ratzinger, Georg Gänswein, a Lituania, Letonia y Estonia, alejándolo de los círculos eclesiales y despejando su nuevo consistorio de cardenales
Llegó a ser uno de los hombres más poderosos en la Curia vaticana. Georg Gänswein, todopoderosa mano derecha de Benedicto XVI, ha sido la única persona en la historia de la Iglesia en ejercer, a la vez, como jefe de la Casa Pontificia de un Papa reinante, y otro emérito. Durante años, todo lo que sucedía en Roma pasaba por sus manos. Ver noticia

¿Anarcocapitalista? -- Antonio Zugasti

 


Redes Cristianas

Muchas veces se califica al presidente argentino Javier Milei como “anarcocapitalista”. Me parece un grave error, este individuo no tiene absolutamente nada de anarco, por mucho que haga el teatro de andar con una motosierra en la mano. Milei es un capitalista puro y duro, pero que muy duro y muy puro.

El anarquismo siempre ha luchado por la total libertad de las personas, de todas las personas, sea cual sea su puesto en la sociedad, mientras que Milei desprecia totalmente a la persona, lo único que vale es su dinero. Para él, la única libertad que tiene todo el mundo es la de morirse rápidamente si no tiene un seguro privado.

Pero no debemos juzgar y rechazar a la ligera a Javier Milei. Tenemos que mirar más allá de las astracanadas que dice. Nos permite ver lo que sería una sociedad puramente capitalista. Para él “la justicia social es un monstruo horrible y empobrecedor, una idea realmente aberrante”. Algo gravemente dañoso para su espíritu capitalista: “La verdad es que la justicia social es profundamente injusta y profundamente violenta, porque la justicia social lo primero que hace es violentar la igualdad ante la ley, porque a algunos les quita y a otros les da, y eso antes está precedido de un robo, porque los impuestos no se pagan voluntariamente, se pagan a punta de pistola, a cambio de que si no los paga uno, va preso”.

Según Milei la justicia social violenta la igualdad ante la Ley. ¿Ante que ley? Porque la ley no es algo que caiga de los cielos como una benéfica lluvia. Las leyes las escribimos los seres humanos. En la Unión Soviética había leyes, muchas leyes. Y los países socialdemócratas también tienen leyes en abundancia. Pero esas leyes a Milei no le valen. Sólo le valen las que sacralizan la propiedad privada y la libertad de mercado. Ante ellas sí que es imprescindible la igualdad. Guardando la igualdad ante esa ley, la igualdad en la situación económica no importa: puede haber por un lado unos cuantos milmillonarios y por otro millones de seres humanos muriéndose de hambre. Lo importante es que se respete esa sagrada ley. Y no torpedeándola a base de impuestos, que son un robo a mano armada, pues se imponen con la idea de acercarse a la nefasta justicia social.

A personas que no analizan nada lo que oyen, pueden sonarles bien las palabras de Milei sobre la libertad y el progreso de Argentina (unos pocos argentinos si han progresado mucho, otros muchos más han caído en la miseria). Y desde luego esas palabras les parecerán bien si se identifican con la mentalidad capitalista. Pero una persona con un mínimo sentido crítico se da perfectamente cuenta de que todas las fantasías del discurso propagandístico de Milei, chocan con la realidad de su país.

También están las personas, a las que no le falta inteligencia para darse cuenta de la inconsistencia de ese discurso, pero están tan de acuerdo con su línea de capitalismo neoliberal, que le aplauden y hasta le condecoran. Aquí está en primera línea la Presidenta de la Comunidad de Madrid, a la que, desde ahora, debemos calificar como gran amiga y admiradora de Milei. Y, por supuesto VOX, que le invitó a su cumbre celebrada recientemente, en la que recibió el fraternal abrazo de Abascal y participó como estrella invitada. O sea, que ya sabemos lo que nos espera si llegaran a gobernar Isabel Díaz Ayuso y VOX.

Giro a la ultraderecha: Por qué los católicos franceses se entregan a Marine Le Pen José Lorenzo


 Religión Digital

El 42% votó por las formaciones populistas de la hija y la nieta de Jean-Marie Le Pen
Entre los colectivos que han dado la espalda a Macron están los católicos, cansados de que reciba a los obispos y se fotografíe sonriente con ellos, pero luego legisle a favor del incluir como un derecho en la constitución el aborto y casi inmediatamente después abra la puerta a la eutanasia Ver noticia 

RESURRECCIÓN


col martell

 

Años atrás fui a visitar a una familia en Homestad la cual nos habían llamado porque estaban careciendo de todo, hasta de comida, por lo que nos dirigimos a la casa a conversar con aquellos hermanos necesitados. Conversamos con la familia y quedamos en ayudarlos primeramente con comida y después llevaríamos a nuestra Conferencia de San Vicente de Paul, lo que habíamos comprobado y de acuerdo con lo que teníamos, proceder a ayudarlos. Estando allí, vi a una niña, como de unos trece años que estaba llorando en un rincón, sin consuelo todo el tiempo que conversamos con sus padres, al irme me acerqué a ella y le pregunté:

¿Porque está llorando esta niña tan hermosa?

Con su cara empañada en llanto me respondió:

Es que se murió mi perrito, que era negrito, corriente y chiquitico, un bebé: pero yo lo quería mucho.

Me quedé callado y me fui con mi compañero al supermarket más cercano para comprarle comida y leche porque en ese frigorífico no había nada. Cuando salíamos, me quedé en el portal, porque allí había una señora precisamente vendiendo unos perritos.

Esto no era obra de la casualidad, obviamente. Le compré un perrito negro que tenía y me encomendé al espíritu santo para ver lo que quería Jesús de mí. Nadie, ni yo mismo, sabía que esto iba a suceder, pero la niña estaba esperándome en la puerta y lo primero que vio fue al perrito, los gritos de felicidad se pudieron escuchar muy lejos de allí, hasta el mismo perro estaba asustado. Cuando se lo entregué en sus manos le dije:

Mira, esto te lo manda Jesús:

La niña me miró asustada y miraba su perrito fijamente.

Señor, pero este perrito es igual que el mío y el mío murió.

Recuérdate, porque tú estas en el catecismo e hiciste la primera comunión, que Jesús después de muerto resucitó a los tres días y está vivo en el cielo, por esto es algo real que resucitara a tu perrito, como hizo con su amigo Lázaro y te lo mandó, para que tú lo cuidaras. Se ve saludable y lleno de vida, seguro que, si lo atiendes bien, se hará un perro más grande y podrás tenerlo, como tu compañero de juegos.

Y usted, ¿vio a Jesús?

No, cuando fui a buscar mi carro luego de salir del super, me lo encontré con una nota que decía que era para ti, para que no lloraras más. Tú eres muy joven y nunca se te olvide que Jesús siempre va a estar a tu lado y te va a ayudar. Ven, vamos todos a darle gracias a Dios nuestro padre, y al espíritu santo también porque Él siempre está cuidando nuestros pasos y alejando el mal de nosotros.

En la casa estaban sorprendidos y hasta unos vecinos se acercaron para ver quiénes éramos los que habíamos proporcionado tanta felicidad a Raquelita, recuerdo que así se llamaba, nos despedíamos y ella se prendió a mí para darme un abrazo. Cuando lo hizo, susurró unas palabras bien bajitas en mi oído.

Señor, usted sabe parece que Jesús se equivocó y resucitó a un hermano de mi perrita porque este es perrito y la mía era perrita.

No, amor. Él nunca se equivoca, lo que pasa es que deseaba tener un secreto contigo y es que tú eres una niña preferida por Él. Quizás lo hizo porque los varones viven más tiempo que las hembras. Que Dios te bendiga siempre.

PISTAS PASTORALES


col koldo

 

En nuestra diócesis hay pueblos sin sacerdote. Son muchos pueblos pequeños. (Yo pondría un interrogante y dejaría sin misa a los pueblos grandes, según la línea evangélica, con celebraciones de la Palabra).

Generalmente, a esos pueblos pequeños, en una zona de montaña, van, cuando es posible un cura algún domingo. Y los demás días acuden un grupo de seglares que hacen celebraciones de la Palabra. Y hasta el domingo que viene.

La experiencia que yo percibo es que cada vez participan menos seglares. Se van desenganchando y no se sienten parte de la parroquia. Lo consideran religión de segunda categoría. Dada mi experiencia de cura rural, pienso que habría que hacer las cosas de distinta manera. Lo importante es que los seglares se reúnan y dialoguen entre ellos. Que haya encuentro en torno a temas evangélicos. En un pueblo de seis habitantes yo he tenido la experiencia de que todos los sábados nos reuníamos 12 mujeres. (Venían de la ciudad a pasar el finde). Tomábamos el mejor café y probábamos las exquisitas rosquillas. Y eso, semana tras semana, da oportunidad de revolver los temas de evangelio y de la fe cristiana. Los fieles necesitan hablar de su fe, de sus problemas como personas y como cristianos, de los acontecimientos eclesiales que salen en los medios de comunicación.

Creo que es necesario que entre semana nos hagamos presentes en los pueblos pequeños un sacerdote o un equipo de evangelizadores, no tanto para celebrar la eucaristía, sino para mantener el fuego de la fe y de la comunidad.

Conozco curas con 12 pueblos para celebrar algún domingo en ellos, pero se conocen a todos los feligreses de las casas del pueblo porque una tarde de cada semana visita, charla, comenta con las personas en sus casas y a veces organizan reuniones periódicas en un día de la semana. Me encanta cuando me toca ir a algún entierro en el que los curas conocen a cada feligrés y saben cuál es su estado, celebran algunas meriendas y tienen oportunidad para dialogar de la realidad eclesial. Los encuentros a esos feligreses enganchados a sus curas.

Podría ser cuestión de buscar voluntarios, tanto de clérigos como de laicos para este visitar las parroquias entre semana. Si se quedan solo en ir los domingos, veo que se van apagando las relaciones de familiaridad.

Para esto necesitamos curas voluntarios que puedan realizar esta misión, por estar ya jubilados o en otras misiones y buscar laicos en equipos que recorran las zonas. Si esto requiere gastos, fenomenal invertir ahí el dinero en esos quehaceres pastorales. Podemos seguir con las celebraciones de fin de semana, pero sin dejar los encuentros en otros días.

Desde ahí sería relativamente fácil el ir creando grupos de zona. Pasemos de cumplir la misa (o el rito equivalente) a hacer creyentes unidos y mensajeros del Evangelio.

EEUU: CASI EL 70% DE LOS CATÓLICOS CREE EN LA PRESENCIA REAL DE JESUCRISTO EN LA EUCARISTÍA


col zapatero

 

¿Creen verdaderamente los católicos en la presencia real de Jesús en la Eucaristía? La respuesta mayoritaria es que sí, concretamente el 69% de los que asisten a misa creen en ello según una encuesta realizada en los Estados Unidos por Vinea Research y que viene a enmendar los datos de otra realizada hace tan sólo cinco años por otro prestigioso centro demoscópico.

El informe de siete páginas de Vinea revisó una encuesta de 2019 realizada por Pew Research, que encontró que solo el 31% de los católicos estadounidenses creía que “durante la misa católica, el pan y el vino en realidad se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesús”, según informa OSVNews.

En aquel estudio del prestigioso centro, los autores del nuevo sondeo estiman que la redacción de la pregunta de era "problemática, al igual que las opciones de respuesta", dado que el Pew había planteado dos preguntas (una basada en el conocimiento y la otra orientada a las creencias) sobre la Eucaristía. En el primero, se preguntó a los encuestados: "¿Cuál de las siguientes opciones describe mejor la enseñanza católica sobre el pan y el vino utilizados para la Comunión?" y les pidió que seleccionaran si el pan y el vino “realmente se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesucristo” o “son símbolos del cuerpo y la sangre de Jesucristo”. Un porcentaje de los encuestados indicó que no estaba seguro (10%) o no tenía respuesta (1%).

Sin embargo ahora, según la misma fuente, el Vinea Research reescribió las preguntas y presentó las opciones tanto para las preguntas basadas en el conocimiento como para las preguntas de creencias como “Jesucristo está verdaderamente presente en el pan y el vino de la Eucaristía”, “El pan y el vino son símbolos de Jesús, pero Jesús no está verdaderamente presente en el pan y el vino de la Eucaristía” o “No estoy seguro”.

El estudio de Vinea dividió su muestra de más de 2.000 católicos mayores de 18 años, que asistieron a misa "al menos una vez", en una base que iba desde "rara vez" hasta "algunas veces al año" y "más de una vez por semana”.

 

José Lorenzo

Religión Digital

PADRE PAOLO BENANTI: "LA IA ES UN INSTRUMENTO Y TIENE QUE SER REGULADO"


col koldo

 

La inteligencia artificial traduce todo en cálculo, pero ¿podemos reducir todo a una probabilidad estadística? ¿Cómo podemos proteger a los profesionales y trabajadores de los medios de comunicación de la llegada de la Inteligencia Artificial y mantener el derecho a informar y ser informados sobre la base de la verdad, la libertad y la responsabilidad? ¿Cómo se pueden hacer interoperables las grandes plataformas que invierten en IA generativa sin reducir al hombre a una reserva de datos para explotar?

Estas son las preguntas - inspiradas en los mensajes del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz y la Jornada de las Comunicaciones Sociales, así como en la reciente intervención en el G7 en Apulia - que el Prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, preguntó a los ponentes y participantes de la conferencia “El algoritmo al servicio del hombre. Comunicar en la era de la inteligencia artificial", organizado por el mismo Dicasterio con la colaboración de la Fundación San Giovanni XXIII y que tuvo lugar en la Casina Pio IV del Vaticano, sede de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales.

La Iglesia camina con el hombre y su cultura

Las intervenciones de Francisco sobre la Inteligencia Artificial, reiteró el padre Lucio A. Ruiz, Secretario del Dicasterio para la Comunicación, testimonian el "talento" de la Iglesia para caminar con el hombre en su cultura a través de los cambios de la historia. Esto es lo que ocurrió, explicó, cuando hace 500 años se creó la primera imprenta vaticana, poco después del descubrimiento de Gutenberg, con la construcción de la Radio Vaticana por el inventor de las comunicaciones inalámbricas Guglielmo Marconi en 1931 o con la creación del portal vatican.va en 1994, cuando la web acababa de aparecer en los ordenadores de la gente corriente.

Un instrumento que tiene que ser regulado

Y es precisamente desde la esencia primaria de los ordenadores, que es hacer cálculos, que el informe del padre Paolo Benanti, profesor de ética y bioética de la Pontificia Universidad Gregoriana, presidente de la Comisión AI para la información y miembro de la AI Comité de las Naciones Unidas, en la primera intervención del panel “La ética del algoritmo y los desafíos para la comunicación”.

Benanti recordó cómo la realidad cambió con la invención de los transistores, puestos a disposición de sus aliados por Estados Unidos tras los éxitos de la Segunda Guerra Mundial, cuando los primeros prototipos de ordenador contribuyeron al descubrimiento de la bomba atómica y a la decodificación de los códigos secretos utilizados por la Alemania nazi. Desde esa visión centralizada de la tecnología y a través de la revolución de los pioneros de Silicon Valley en los años 70, llegamos a la computación "personal" e íntima, primero a través de las PC y luego de los teléfonos inteligentes. Con ChatGPT y su implementación en las interfaces de los teléfonos Apple y Microsoft, subrayó el padre franciscano, todavía no sabemos cuánto de la informática será personal y cuánto estará centralizada en la nube. Por eso, añadió, se necesita una regulación como lo ha hecho la Unión Europea, para hacer con la inteligencia artificial lo que se ha hecho con el código de circulación de los automóviles.

Una revolución antropológica

La inteligencia artificial no es en sí misma un salto tecnológico impresionante, subrayó Nunzia Ciardi, directora general adjunta de la Agencia Nacional de Ciberseguridad. Lo que hace que su implementación sea algo que tendrá un impacto antropológico decisivo en la realidad es el hecho de que se basa en una enorme cantidad de datos recopilados en las últimas décadas "de forma brutal" por las empresas a través de servicios o aplicaciones gratuitas que hoy son fundamentales para nosotros.

Otros aspectos a destacar son el uso del idioma inglés para entrenar los algoritmos -con todos los valores y expresiones culturales que tiene un idioma respecto a otro- y el riesgo de tener cada vez más dificultades para decodificar mensajes complejos, que pueden ser peligrosos en democracia.

“El conocimiento se está convirtiendo en propiedad privada”, comentó el profesor Mario Rasetti, emérito de física teórica del Politécnico de Turín y presidente del consejo científico del CENTAI, al describir la experiencia de Open AI, nacida como una empresa de científicos sin fines de lucro y adquirida por Microsoft por 10 mil millones. Debemos hacer de la Inteligencia Artificial una ciencia que tenga definiciones rigurosas, añadió, porque en la actualidad se presenta como una herramienta probabilística, que difícilmente puede medir inteligencia, verdad y causa.

 

Michele Raviart

Religión digital / Vatican News

FRANCISCO: "EN LA VIDA RELIGIOSA, SIN ORACIÓN NO SE HACE NADA"


col kowalski

 

El mundo "parece haber perdido el corazón". Pero hay un modo para los cristianos y, en particular, para las personas consagradas, de reavivarlo: rezar con intensidad, casi hasta el punto de tener los latidos del propio corazón acompasados con los del corazón de Jesús, y así evangelizar a la humanidad. 

Francisco se reunió con los participantes en el capítulo general de la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón, más conocidos como dehonianos, llamados así por el sacerdote francés Léon Gustave Dehon, que los fundó en las últimas décadas del siglo XIX. 

Francisco desarrolló su discurso partiendo del título-guía del 25º capítulo general que viven estos días los dehonianos, "Llamados a ser uno en un mundo que cambia". "Para que el mundo crea". Sobre el primer punto, la unidad, el Papa recuerda con qué fuerza Cristo la pidió para sus discípulos durante la Última Cena, no tanto como "un proyecto o un fin a realizar", sino ante todo como "un don" para ellos.

"Es importante recordarlo: la unidad no es obra nuestra, no podemos conseguirla solos: podemos hacer nuestra parte -y debemos hacerla-, pero necesitamos la ayuda de Dios. Es Él quien nos reúne y nos anima, y crecemos tanto más cohesionados entre nosotros cuanto más unidos estamos a Él".

"No olviden el culto"

"Si quieren que crezca la comunión entre ustedes -es la recomendación de Francisco-, los invito a que, en sus decisiones capitulares, tengan muy en cuenta el valor de la vida sacramental, de la asiduidad en la escucha y meditación de la Palabra de Dios, de la centralidad de la oración personal y comunitaria, especialmente de la adoración -¡no olviden la adoración!".

Que la capilla sea la habitación más frecuentada de sus casas religiosas, por todos y cada uno, sobre todo como lugar de silencio humilde y receptivo y de oración escondida, para que los latidos del Corazón de Cristo marquen el ritmo de sus jornadas, modulen el tono de sus conversaciones y sostengan el celo de su caridad (...) Sin oración no hay progreso, no hay posición: ¡ni en la vida religiosa ni en el apostolado! Sin oración no se hace nada.

El secreto de un anuncio creíble

Luego, el Papa vuelve con decisión sobre la necesidad de erradicar la "plaga" de la "charlatanería", que "destruye por dentro", invitando con insistencia a "no hablar nunca mal de los demás". A continuación, subraya el segundo punto que se deriva de una vida de unidad y oración, la "capacidad de evangelizar", de ser "misioneros hoy, en un tiempo complejo, marcado por grandes y múltiples desafíos". Francisco indica al fundador de los Dehonianos, el padre León Dehon, que decía que los azotes, las espinas, los clavos habían "escrito en la carne del Salvador una sola palabra: amor".

"Este es el secreto de un anuncio creíble, de un anuncio eficaz: dejar que la palabra 'amor' se escriba, como en Jesús, en nuestra carne, es decir, en la concreción de nuestras acciones, con tenacidad, sin detenerse ante los juicios que azotan, los problemas que angustian y la maldad que hiere, sin cansarse -concluye- con un afecto inagotable por cada hermano y hermana, solidarios con Cristo Redentor en su deseo de reparar los pecados de toda la humanidad".

 

Vatican News

Religión Digital

EL MONASTERIO INTERIOR

 

 

En tradiciones y épocas muy distintas, hombres y mujeres han buscado lugares donde encontrarse a sí mismos. Desde luego que no pasamos por el mejor momento en esto de la interioridad espiritual. Aun así, junto al materialismo que nos ahoga hacia fuera, se van implantando semillas de introspección que buscan la recuperación de paradigmas éticos universales. Son esfuerzos éticos sembradores pugnando por desafiar al estruendo que mantiene la esencia humana en la superficialidad. Nosotros, los cristianos, también estamos atrapados en la vorágine de lo inmediato aunque, como decía, se vislumbran caminos de espiritualidad que nos acompañan en la ya difícil espiritualidad de mínimos (exigencia ética), y no digamos en la espiritualidad desde Cristo (como una oferta más radical), atrapados en el consumismo que se expande con demasiada facilidad.

Dicha reacción todavía débil ante semejante ahogamiento interior nos desafía a recuperar un proyecto de vida espiritual, personal, pero conectado en comunidad para que el camino se realice de manera compartida y solidaria, en crecimiento mutuo. Dándole vueltas a esto, me encuentro con la experiencia del Monasterio Wi-Fi creado por un grupo de monjas amigas en su pretensión de facilitar la oración también a través de este medio. La experiencia inicial reunió en el encuentro celebrado en Roma a mil personas. Lo llamaron ´Primer Capítulo General del Monasterio de Wi-Fi´ centrado en la vida espiritual. Año a año, dichas reuniones se han consolidado hasta congregarse 3.600 personas venidas de toda Italia.

¿Fue casualidad que sean mujeres? Las iniciadoras de este movimiento responden que, "después de todo, ¿no es María quien nos invita a seguir a Jesús?" Con el tiempo nacieron una veintena de “monasterios locales” en Italia donde todas esas personas se reúnen una vez al mes para meditar sobre el tema abordado en el Capítulo general anual y proponer iniciativas.  

El monasterio tradicional es un lugar de espiritualidad en soledad y, a la vez, unión en comunidad. Es un espacio exteriormente visible y palpable que sin embargo oculta un interior íntimo de difícil acceso. Esta experiencia on line incardinada en el día a día va más allá de la espiritualidad que transforma los espacios sociales y mentales, al incluir también los espacios simbólicos, esos que nos facilitan una relación fluida entre el espacio exterior y el interior de cada cual, pero siempre en referencia a otro. No puede ser un monólogo, sino diálogo con el Tú. El monasterio interior, pues, es un espacio de oración y al vez de de actitud práctica que despliega todo el potencial humano que atesoramos. Cada una de estas aproximaciones discurre por caminos, contextos y épocas diversas hasta el tiempo contemporáneo, donde seguimos buscando nuevos espacios en construcción desde los que realizarnos espiritualmente más allá del materialismo decadente que nos desborda.

Mientras la monumentalidad y la simbología exterior del monasterio tradicional remiten a la arquitectura interior, la iniciativa de monasterio virtual en medio de la cotidianeidad abre otra ventana a lo esencial. Ahora se nos brinda esta vía para localizarse cada uno interiormente gracias a las nuevas tecnologías que proponen pasar del interior del monasterio físico como posibilidad siempre, a otro espacio simbólico de acceso a lo esencial. Y lo esencial, en cristiano, pasa por hacernos comunidad enraizada en Cristo tejiendo un vínculo relacional con Él para, de esta manera, tejernos en amor a los demás; la necesidad existencial de comunicarnos espiritualmente alcanza a la oración como sinónimo de comunicación con Alguien que me ama porque no estoy solo, ni las leyes de la naturaleza son ajenas a mi existencia y al sentido vital.

Orar, tan infravalorado hoy, es la palanca que me facilita la reconciliación con el Otro y me impulsa al perdón amoroso a quien me aborrece. No nos bastamos a nosotros mismos; necesitamos sentirnos vulnerables en esta alteridad para no actuar con soberbia. Todo esto es algo que la comunicación virtual puede potenciar sin salirnos de lo cotidiano, como lo están proponiendo estas monjas impulsadoras del monasterio interior, desde lo virtual, como una experiencia novedosa de soledad acompañada sin dejar de ser sal del mundo. Solamente desde la razón, no es posible acceder a nuestro mejor Yo. Busquemos y encontraremos, también a través de internet. El medio facilita el fin.

EN MEMORIA AGRADECIDA DE JÜRGEN MOLTMANN (1926-2024)


col arregi

 

Rindo mi humilde homenaje de gratitud a Jürgen Moltmann, fallecido el pasado 3 de junio. Es uno de los teólogos que más han alentado mi camino y mi reflexión personal desde finales de los años 80.

Honro su teología guiada por las heridas, los peligros y los dramas del mundo, enteramente orientada por el compromiso con las víctimas de la historia, por la llamada política, por la llama liberadora. Su primado de la esperanza despierta y activa, inspirada y resistente, perseverante, transformadora.

Celebro su reflexión familiarizada con el saber científico y con la sabiduría mística universal, judía y cristiana en particular. Su escritura marcada por la hondura del pensamiento –no siempre fácil de seguir–, por una entrañable sensibilidad humana y por una sugestiva imaginación poética. Su fidelidad a la Tierra, viviente comunidad de vivientes. Su profunda espiritualidad política y ecológica, una espiritualidad de la tierra, del cuerpo, del eros.

Hago enteramente mía su visión admirativa y holística del universo –en lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño– en cuanto realidad abierta, interrelacionada, evolutiva, inacabada, en permanente proceso de creación, una realidad sin cesar creada y creadora, repleta de inagotable potencialidad.

Ya no hago mías algunas de las ideas que él ha desarrollado a lo largo de los años y que dejaron de resultarme razonables. Por ejemplo: su uso de la categoría “expiación”, o sus largas y reiteradas disquisiciones sobre el Dios sufriente, sobre las relaciones trinitarias entre Padre, Hijo y Espíritu Santo a partir de la cruz, sobre la historia del abandono y del sufrimiento en el interior de Dios. Me quedo con lo que me evoca todo ello, más allá de lo que dice en su literalidad. Lo mismo le pasó también a él con muchas de las ideas teológicas propias o ajenas, como es inevitable. Forma parte de nuestro lenguaje y pensamiento, siempre histórico, fragmentario y provisional, abierto como la realidad universal.

De su imagen del Misterio o de la Presencia fontal y fundante –una imagen fundamentalmente teísta, alejada de Bonhoeffer, Tillich y otros, a quienes no siguió–, me quedo con su metáfora de Dios como Shekina, como presencia divina que acompaña a su pueblo exiliado, figura de todos los pueblos exiliados, errantes y sufrientes. Me quedo con su confesión de Jesús como “Mesías en camino”, como Cristo cósmico y espiritual aún inacabado en la historia, una confesión que constituye una llamada a la “cristopraxis”. Me quedo con su inspirado e inspirante amor a la Ruah, al Espíritu o al Aliento vital, energía, verdor y vitalidad de todos los vivientes. Me quedo con su horizonte panenteísta (inhabitación de todos los seres en Dios), o diría más bien teoempantista (inhabitación de Dios o del Aliento en todos los seres). La “Trinidad” la entiendo como una metáfora de la interrelación dinámica y creadora de todo con todo.

Por eso, de todas sus numerosas obras, algunas voluminosas, me quedo con tres libros muy pequeños en los que está todo sin que sobre nada: Cristo para nosotros hoy (Trotta, 1997, original alemán de 1994), El Espíritu Santo y la teología de la vida (Sígueme, 2000, original alemán de 1997), Pasión por Dios (Sal Terrae, 2007, original inglés de 2003, escrito a medias entre Jürgen Moltmann y su esposa y teóloga feminista Elisabeth Moltmann-Wendel: 3 breves capítulos de él y 3 de ella, en una armonía no exenta de diferencias reveladoras).

No encuentro mejor manera de honrar a J. Moltmann que dejarle hablar a él, pero también a su esposa Elisabeth Wendel. Es un placer.

“La teología debe estar dispuesta a introducirse en las distintas y nuevas condiciones del mundo para transformarlo, por su parte, a favor de la paz, la justicia y la vida en el conjunto de la creación” (¿Qué es teología hoy?, p. 139).

“El reino de Dios es el amplio espacio en el cual ya no hay asedio. (…). El reino de Dios es el tiempo cumplido, el momento al cual se le puede decir: ‘Detente, eres tan hermoso’, pues de hecho se detiene y no tiene fin. El reino de Dios es Dios que ha llegado a su descanso, que habita en su creación y hace de ella su morada” (Cristo para nosotros hoy, pp. 24-25).

“Las leyes sociales y la organización del sistema de salud deben medirse de acuerdo al peso con el que carguen los pobres y al alivio que se les proporciona a los enfermos. Quien quiera reconocer el grado de humanidad de una sociedad, debe visitar también las cárceles. Con los ojos del Cristo crucificado, se ve la sociedad, por así decirlo, ‘desde abajo’ ” (Cristo para nosotros hoy, p. 26).

“En la respiración vivificadora y por medio de la palabra que da forma, el Creador canta a sus criaturas en los sonidos y los ritmos en los cuales tiene su gozo y su satisfacción. Por eso existe algo así como una liturgia cósmica y una música de las esferas” (Cristo para nosotros hoy, p. 81).

“La santificación tiene que ver con la salud, y la salud, con el ser feliz. (…). La vida es santa cuando llega a ser sana e íntegra” (El Espíritu Santo y la teología de la vida, p. 68).

“Es necesario un espacio vital en torno a nosotros. También esto es una experiencia del Espíritu Santo; el corazón se nos ensancha porque experimentamos un ancho espacio en torno a nosotros. (…). También los seres humanos se dan un espacio vital si se abren recíprocamente en el amor y se dejan unos a otros participar en la propia vida. Amar significa también dar el propio tiempo, reconocerle al otro su propio lugar, ejercer mutuamente la paciencia, porque uno se interesa de verdad por el otro” (El Espíritu Santo y la teología de la vida, p. 108).

“La totalidad de la creación, que yo aquí llamo ‘comunidad de la creación’, está sostenida por el aliento del Espíritu de Dios. (…). De esta visión del Espíritu de Dios en todas las cosas y de la preparación de todas las cosas para morada de Dios se deriva una veneración cósmica de Dios y una veneración de Dios en todas las cosas” (El Espíritu Santo y la teología de la vida, pp. 143-144).

“En el amor experimentamos la vitalidad de la vida y la mortalidad de la muerte” (La venida de Dios. Escatología cristiana, p. 86).

“El redescubrimiento del personaje de María de Magdala, no cargada de sueños y visiones de la maternidad, como el de María la madre de Jesús, podría convertirse en modelo de un nuevo liderazgo en el cristianismo: una mujer independiente, libre de responsabilidades familiares y matrimoniales, caracterizada menos por la edad que por la amistad y la capacidad de crear un nuevo estilo de relación. Las mujeres están hoy redescubriendo ese amor de Dios y ese amor a Dios. Ese amor, mostrado en imágenes y narraciones como el poder del eros, como poder erótico, es más que el poder del ágape, ese estático, satisfecho y controlable modo de relación por el que se decidió el cristianismo. En su lugar, eros muestra la desbordante plenitud de Dios” (Elisabeth Moltmann Wendel, Pasión por Dios, pp. 56-57).

 

José Arregi

Aizarna, 20 de junio de 2024

EN MI DEBILIDAD SIENTO TU FUERZA


col labrador

 fe adulta

Las lecturas de este domingo nos sitúan en unas categorías que nos resultan un tanto extrañas y sin embargo sus raíces bíblicas y su actualidad tienen una gran fuerza. Es el contraste Profeta-Rey.

A primera vista, tanto uno como otro, nos pueden parecer dos papeles desfasados que poco tienen que ver con nuestra realidad actual. Pero adentrémonos un poco en el concepto de Rey y comprenderemos que tiene que ver con el poder económico y político. Hoy, quizá como nunca antes, es evidente que el poder corrompe.

Profeta es quien anuncia la palabra de amor y quien denuncia la manipulación y la injusticia del poder, es decir, del Rey. No anuncia ni denuncia desde sí mismo sino desde la experiencia de miseria del pueblo y desde las exigencias de justicia de Dios.

El profeta saca a la luz aquello que oprime al pueblo pero no se calla frente a la introyección del pueblo queriendo imitar en todo a sus opresores¿Y qué es la introyección? Es un proceso psicológico por el cual una persona incorpora en su propio sistema interno y hace suyos los valores, las ideas, hábitos, creencias o patrones de otra persona o del contexto social.

Muchas veces nos situamos frente al poder opresor en actitud de protesta y desde el discurso teórico. Es fácil señalar la injusticia del otro sin mirarnos a nosotrxs mismxs. No nos resulta fácil aceptar que caemos en los mismos patrones aunque los critiquemos.

Llevo varias semanas traduciendo con Magda Bennásar, compañera de comunidad, los doce principios de la humildad de la regla de San Benito, descritos y actualizados por la benedictina Joan Chittister, autora norteamericana muy conocida.  

Son esos 12 principios de vida —el reconocimiento de mi lugar en el universo, la necesidad de sabiduría más que de poder, la auto-revelación más que el engrandecimiento propio, y las relaciones correctas— los que se necesitan urgentemente ahora. Si queremos recuperarnos alguna vez de los sistemas retorcidos y deformados que actualmente se hacen pasar por Iglesia y Estado, debemos empezar a examinar los supuestos y actitudes que estamos permitiendo que se cuelen en nuestras instituciones y, lo que es peor, en nuestras propias almas.

El evangelio nos lo presenta muy claro: “¿De dónde le vienen a éste esas cosas? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María….? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros?” (Marcos 6: 1-6)

Cuando alguien despunta a nuestro lado en seguida ponemos en tela de juicio lo que hace, lo que dice, poniéndonos en evidencia a nosotros mismos. ¿Por qué nos cuesta tanto alegrarnos de la posibilidad de que Dios se esté manifestando a través de esa persona?

Desde el principio el cristianismo estuvo lleno de conflictos, provocados tanto desde fuera como desde dentro de las mismas comunidades cristianas.

La naturaleza humana “salta” rápidamente cuando siente que se le hace de menos, que se le trata de imponer algo, y luchamos con todas nuestras fuerzas por defender nuestra visión a costa de lo que haga falta. El amor propio es el que impera por encima de todo y de todos.

En la segunda lectura de este domingo, 2 Cor 12, 7-10, dice Pablo: “Para que no me engría”… ¿De qué se habría de engreír Pablo, por qué tendría que saltar la soberbia? “Por la grandeza de estas revelaciones” dice en el versículo 7. Esa tendencia tan humana que experimentamos todos de apropiarnos de lo que Dios nos concede gratuitamente sin necesidad de que hagamos nada para merecerlo.

Esas revelaciones, esas experiencias tienen sentido cuando las ponemos al servicio de la comunidad. No se nos regalan para nuestro propio beneficio y el peligro es creer que son nuestras.

Y mucho más quienes se otorgan la enseñanza de la fe cristiana por el título que se les ha concedido, sin respetar que los criterios se disciernen en comunidad y que nadie, absolutamente nadie tiene la exclusividad de la “inspiración divina”.

Me refiero sí, a obispos que en lugar de pastores parecen jueces, a sacerdotes que creen que el sacramento les convierte en personas con el poder de decidir sobre toda la comunidad. Y a cada uno y cada una de nosotras que en nuestra parcela nos creemos dueños y señores y también podemos actuar con un absolutismo que da miedo.

“Para que no tenga  soberbia me han metido una espina en la carne: un emisario de Satanás que me apalea para que no sea soberbio”.

¿A qué o a quién se está refiriendo? No lo sabemos pero si sabemos que hay circunstancias en nuestras vidas que nos colocan en nuestro sitio. Una enfermedad, una relación difícil, mi propio carácter…se pueden convertir en dificultades grandes para lo que yo creo que es el plan de Dios. Por eso solemos pedirle que nos libre de todo ello.

“Te basta mi gracia: la fuerza se realiza en la debilidad”. Recuerdo en los principios de mi vida consagrada cómo acudía a esta Palabra intentando convencerme de ella aunque me parecía prácticamente imposible que fuera verdad. ¿Cómo es posible que algo que parece tan contradictorio sea efectivamente el camino del que Dios se sirve para nuestra transformación?

A fuerza de experiencias, duras muchas veces, de sentir no solo la debilidad sino también esa fuerza de Dios que no sabemos de dónde viene, aprendemos a retirarnos para dejar pasar al Espíritu.

Solo lo entiende quien ora; vivir desde esta dimensión solo es posible desde el corazón, no como algo opuesto a la razón sino como unificación de los dos, mente y corazón.

Nuestra Iglesia necesita un cambio radical, olvidarse del poder del “Rey” y entrar en la dimensión profética, entendida no como anuncio o denuncia desde sí mismo, sino como consecuencia de la escucha a Dios y al pueblo.

Este mensaje es para todos y todas. Abandonar el dominio y el poder opresivo a través de la conversión y la reconciliación y pasar a estar a la sombra del Espíritu.

 

Carmen Notario, SFCC

espiritualidadintegradoracristiana.es

APRENDER A VIVIR DE JESÚS José Antonio Pagola

 


La vida de un cristiano comienza a cambiar el día en que descubre que Jesús es alguien que le puede enseñar a vivir. Los relatos evangélicos no se cansan de presentarnos a Jesús como Maestro. Alguien que puede enseñar una «sabiduría única». Esa sabiduría que tanto sorprende a sus vecinos de Nazaret.

De hecho, los primeros que se encontraron con él se llamaron «discípulos», alumnos, es decir, hombres y mujeres dispuestos a aprender de su Maestro Jesús.

Los cristianos de hoy tenemos que preguntarnos si no hemos olvidado que ser cristianos es sencillamente «vivir aprendiendo» de Jesús. Ir descubriendo desde él cuál es la manera más humana, más auténtica y gozosa de enfrentarnos a la vida.

Cuántos esfuerzos no se hacen hoy para aprender a triunfar en la vida: métodos para obtener el éxito en el trabajo profesional, técnicas para conquistar amigos, artes para salir triunfantes en las relaciones sociales. Pero ¿dónde aprender a ser sencillamente humanos?

Son bastantes los cristianos para quienes Jesús no es en modo alguno el inspirador de su vida. No aciertan a ver qué relación pueda existir entre Jesús y lo que ellos viven a diario. Jesús se ha convertido en un personaje al que creen conocer desde niños, cuando en realidad sigue siendo para muchos el «gran desconocido». Un Jesús sin consistencia real, incapaz de animar su existencia diaria.

Y, sin embargo, ese Jesús mejor conocido y más fielmente seguido podría transformar nuestra vida. No como el maestro lejano que ha dejado un legado de sabiduría admirable a la humanidad, sino como alguien vivo que, desde el fondo mismo de nuestro ser, nos acompaña con paciencia, comprensión y ternura.

Él puede ser nuestro maestro de vida. Nos puede enseñar a vivir, no para manipular a otros, sino para servir. Nos puede descubrir que es mejor vivir dando que acaparando. Escuchando su mensaje y siguiendo sus pasos podemos aprender a vivir de manera más solidaria y menos egoísta, a arriesgarnos más por todo lo que es bueno y justo, a querer a las personas como las quería él, a confiar en el Padre como él confiaba.

CONOCER DEMASIADO A JESÚS PUEDE LLEVARNOS A RECHAZARLO DOMINGO 14º (B) Mc 6,1-6


 fe adulta


Las tres lecturas de hoy nos hablan de limitaciones del ser humano. Tanto Ezequiel, como Pablo, como Jesús, se dan cuenta de lo poca cosa que son, pero terminan descubriendo que esas limitaciones no anulan las posibilidades de humanidad plena. Somos humanos, tal vez ‘demasiado humanos’ como decía Nietzsche, pero la plenitud de humanidad que podemos alcanzar es algo increíblemente grandioso y más que suficiente para dar sentido a una vida. Seres humanos limitados y a la vez infinitos.

Con este texto concluye Marcos una parte de su obra. Después de este relato, que manifiesta la aceptación por el pueblo de las tesis de los dirigentes, no vuelve a poner a Jesús en relación con los representantes de la religión. Sigue enseñando y liberando al pueblo oprimido. Jesús ve que no hay nada que hacer con la institución, y se va a dedicar al pueblo marginado. Este episodio se encuentra en los tres sinópticos, aunque con notables diferencias. Relatos paralelos encontramos en Jn y en otros textos sinópticos. 

Marcos no tiene relatos de la infancia. Por eso puede narrar sin prejuicios este encuentro con los de su “pueblo”. Es un toque de alerta ante el afán de divinizar la vida humana de Jesús. Para los que mejor le conocían, era solo uno más del pueblo. Sus paisanos estaban tan seguros de que era una persona normal, que no pueden aceptar otra cosa. Eran sus compañeros de niñez, habían jugado y trabajado con él, lo conocían perfectamente. Lo encuadran en una familia, (requisito indispensable para ser alguien). Hasta ese momento no habían visto nada anormal en él. Es lógico que no esperasen nada extraordinario.

El texto griego no dice pueblo sino “patria”. Ni hace referencia al lugar geográfico, sino al ambiente social en que vivió. Llega con sus discípulos, convertido en un rabino que tiene seguidores. No sale nadie a recibirle. Tuvo que esperar al sábado e ir él a la sinagoga a hablarles. No fueron a la sinagoga a escucharle, sino a cumplir con el precepto. Jesús por su cuenta, se pone a enseñarles. Marcos ya había advertido de la relación de Jesús con su familia. En 3,21 dice que sus parientes vinieron a llevárselo, porque decían que estaba loco. Quedan impresionados como en Cafarnaúm, pero con una actitud negativa.

En griego no dice: “desconfiaban de él” sino “se escandalizaban”, que indica una postura más radical. Ni siquiera pronuncian su nombre. Dicen despectivamente que es hijo de María; no nombran a su padre, que era la manera de considerar digna a una persona. Es curioso que Mateo corrige el texto de Marcos y dice: “hijo del carpintero”. Pero Lucas va más lejos y dice: “el hijo de José”. Estos evangelistas, que copian de Marcos, intentan quitarle al texto la posible interpretación peyorativa. Para Marcos, no era hijo de José, porque había roto con la tradición de su padre; ya no era un seguidor de las tradiciones.

Ese conocimiento total de Jesús les impide creer en él. Lo conocen muy bien, pero se niegan a reconocerle como lo que es. Hay que estar atentos al texto. En aquel tiempo, cualquiera podía hacer la lectura y comentarla. Si no aceptan su enseñanza, es porque no se presentó como carpintero sino con pretensiones de maestro. Tampoco lo rechazan por enseñar como un Rabí, sino por enseñar cosas nuevas que no estaban de acuerdo con la tradición. La religión judía estaba segura de sí misma y no admitía novedad. Los jefes religiosos no permitían admitir nada distinto a lo que ellos enseñaban.

Jesús no ha estudiado con ningún rabino ni tiene títulos oficiales. Al hacer Jesús alusión al rechazo del “profeta”, está respondiendo a las cinco preguntas puramente retóricas que se habían hecho sus paisanos. Jesús no enseña nada de su cosecha, sino que habla en nombre de Dios. Esa era la característica de un profeta. El texto nos dice que, al no aceptarle, están rechazando a Dios. La extrañeza de Jesús no es por verse rechazado sino por verse rechazado por su pueblo. Rechazado por aquellos a quienes intentaba liberar. El golpe psicológico que recibió Jesús tuvo que ser realmente muy fuerte.

Un detalle más interesante es que su desconfianza impide que Jesús pueda hacer milagro alguno. El domingo pasado decía Jesús a la hemorroísa: “tu fe te ha curado”; y a Jairo: “basta que tengas fe”. La fe o la falta de fe, son determinantes a la hora de producirse un “milagro”. ¿Dónde está entonces el poder de Jesús? Tenemos que superar la idea de un Jesús que puede hace lo que quiere en cada momento. Ni Dios ni Jesús pueden hacer lo que quieren si entendemos el “hacer” como causalidad física. La idea de un Jesús con el comodín de la divinidad en la manga ha falseado el verdadero rostro de Jesús.

El relato nos habla de la humanidad de Jesús. Nos confirma que no tiene privilegios. Por eso es tan difícil aceptarle como profeta. Siempre será difícil descubrir a Dios en aquel que se muestra como humano. Rechazamos por instinto cualquier Jesús que no esté de acuerdo con el que aprendimos de pequeños. Yo he oído más de una vez esta frase: “no nos compliques la vida. ¿Por qué no nos dices lo de siempre?” Acostumbrados a oír siempre lo mismo, rechazamos lo nuevo, aunque esté más de acuerdo con el evangelio.

Todo lo que no responda a lo sabido, a lo esperado, no puede venir de Dios. Esa fue la postura de los jefes religiosos del tiempo de Jesús y esa es la postura de los jerarcas de todos los tiempos. Pero esa es también la postura de todos los que lo negaron en aquella sociedad en la que vivió. Aceptar a Jesús, como aceptar a Dios, implica el estar despegado de todas las imágenes que nos hemos hecho de él. Siempre que nos encerremos en ideas fijas sobre Jesús, estamos preparándonos para el escándalo.

Dios nunca se presenta dos veces con la misma cara. Si de verdad le buscamos, lo descubriremos siempre diferente. Si esperamos encontrar al Dios domesticado, nos engañamos a nosotros mismos aceptando al ídolo que es familiar. La consecuencia inesperada de toda religión institucionalizada será siempre el tratar de manipular y domesticar a Dios para hacer que se acomode a nuestras expectativas egoístas.

El verdadero profeta es el que habla del Dios desconcertante que puede salir en cualquier instante por peteneras. El profeta nunca estará conforme con la situación actual, ni personal ni social, porque sabe que la exigencia de Dios es la perfección a la que no podemos llegar. El auténtico profeta será siempre un inconformista, un indignado. Lo más antievangélico será siempre la persona o la institución instalada.

La trampa en que hemos caído es pensar que “todos” tenían la obligación de aceptar el mensaje de Jesús. Nada ha hecho más daño al cristianismo, que el querer imponerlo a todos. Desde Constantino hasta hoy, hemos cometido el disparate de hacer cristianos por “decreto”. La opción por el evangelio será siempre cuestión de minorías. Nos asusta un Jesús completamente normal porque hemos puesto la grandeza en lo extraordinario. Lo grande del ser humano no es lo que no tienen los demás, sino lo que todos tenemos.

EL MISTERIO DE LA INCREDULIDAD Domingo 14. Ciclo B.

 


fe adulta

El domingo pasado nos recordaba el evangelio de Marcos dos ejemplos de fe: el de la mujer con flujo de sangre y el de Jairo. Hoy nos ofrece la postura opuesta de los nazarenos, que sorprenden a Jesús con su falta de fe.

Éxito en Cafarnaúm

Resulta interesante comparar lo ocurrido en Nazaret con lo ocurrido al comienzo del evangelio: también un sábado, en Cafarnaúm, Jesús actúa en la sinagoga y la gente se pregunta, llena de estupor: «¿Qué significa esto? Es una enseñanza nueva, con autoridad. Hasta a los espíritus inmundos les da órdenes y le obedecen.» Enseñanza y milagros despiertan admiración y confianza en Jesús, que realiza esa misma tarde numerosos milagros (Mc 1,21-34).

Fracaso en Nazaret

Otro sábado, en la sinagoga de Nazaret, la gente también se asombra. Pero la enseñanza de Jesús y sus milagros no suscitan fe, sino incredulidad. La apologética cristiana ha considerado muchas veces los milagros de Jesús como prueba de su divinidad. Este episodio demuestra que los milagros no sirven de nada cuando la gente se niega a creer. Al contrario, los lleva a la incredulidad.

Los milagros de Jesús han representado un enigma para las autoridades teológicas de la época, los escribas, y ellos han concluido que: «Lleva dentro a Belcebú y expulsa los demonios por arte del jefe de los demonios» (Mc 3,22).

Los nazarenos no llegan a tanto. Adoptan una extraña postura que no sabríamos cómo calificar hoy día: no niegan la sabiduría y los milagros de Jesús, pero, dado que lo conocen desde pequeño y conocen a su familia, no les encuentran explicación y se escandalizan de él.

Jesús, motivo de escándalo

En griego, la palabra «escándalo» designa la trampa, lazo o cepo que se coloca para cazar animales. Metafóricamente, en el evangelio se refiere a veces a lo que obstaculiza el seguimiento de Jesús, algo que debe ser eliminado radicalmente («si tu mano, tu pie, tu ojo, te escandaliza… córtatelo, sácatelo»).

Lo curioso del pasaje de hoy es que quien se convierte en obstáculo para seguir a Jesús es el mismo Jesús, no por lo que hace, sino por su origen. Cuando uno pretende conocer a Jesús, saber «de dónde viene», quién es su familia; cuando lo interpreta de forma puramente humana, Jesús se convierte en un obstáculo para la fe. Desde el punto de vista de Marcos, los nazarenos son más lógicos que quienes dicen creer en Jesús, aunque lo consideran un profeta como otro cualquiera.

Asombro e impotencia de Jesús

A Marcos le gusta presentar a Jesús como Hijo de Dios, pero dejando muy clara su humanidad. Por eso no oculta su asombro ni su incapacidad de realizar en Nazaret grandes milagros a causa de la falta de fe. Adviértase la diferencia entre la formulación de Marcos: «no pudo hacer allí ningún milagro» y la de Mateo: «Por su incredulidad, no hizo allí muchos milagros».

Nazaret como símbolo

Los tres evangelios sinópticos conceden mucha importancia al episodio de Nazaret, insistiendo en el fracaso de Jesús (la versión más dura es la de Lucas, en la que los nazarenos intentan despeñarlo). Se debe a que consideran lo ocurrido allí como un símbolo de lo que ocurrirá a Jesús con la mayor parte de los israelitas: «Sólo en su tierra, entre sus parientes y en su casa desprecian al profeta».

Recorrió después las aldeas del contorno enseñando

Jesús ha fracasado en Nazaret, pero esto no le lleva al desánimo ni a interrumpir su actividad. Igual que Ezequiel (1ª lectura), le escuchen o no le escuchen, dejará claro testimonio de que en medio de Israel se encuentra un profeta.

¿Nos parecemos a los de Nazaret?

Nuestra educación cristiana ha insistido mucho en la caridad. Podríamos sintetizarla, y con razón, en las palabras: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado», o «Trata a los demás como tú quieres que te traten. Esta es la síntesis de la Ley y los Profetas».

Pero los evangelios dan también una importancia enorme a la fe en Jesús. No a la fe en Dios, común a todas las religiones monoteístas, sino a la fe en Jesús. «Esto ha sido escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo en él, tengáis la vida eterna», termina el cuarto evangelio.

El pasaje de hoy nos obliga a examinar nuestra fe en Jesús. Pensar que lo sabemos todo sobre su vida, su persona, su época, puede llevarnos a infravalorarlo, considerándolo un profeta más o un maestro religioso. Pero en un profeta o un maestro no se cree, ni él puede darnos la vida eterna. El evangelio de hoy nos anima a repetir la petición del padre del niño epiléptico: «Creo, pero ayuda a mi incredulidad».

Un remedio contra la soberbia y el narcicismo (2ª lectura: 2 Cor 12,7-10).

Aunque sin relación con el evangelio, el texto de Pablo enseña algo muy útil para todos. Él es consciente de haber recibido unas revelaciones especiales de Dios. La más importante, después de la conversión, que Jesús vino a salvarnos a todos, no solo a los judíos, y que el evangelio debe proclamarse por igual a todas las personas, sin tener en cuenta su raza, género o condición social. Una revelación totalmente revolucionaria. Esto pudo provocar en él una reacción de orgullo y soberbia. Para contrarrestarla, Dios «le clava una espina en el cuerpo», que le humilla profundamente. No sabemos a qué se refiere. Se ha pensado en su enfermedad de la vista, de la que habla en la carta a los Gálatas, que coartaba su actividad misionera. Por lo que dice a continuación, le humillaban las propias flaquezas y las persecuciones, insultos y críticas procedentes de todas partes. Sin olvidar sus arrebatos de ira, que le llevaron a pelearse con Bernabé, su mejor amigo, al que tanto debía; o que le hacían escribir cosas terribles contra los judíos, e incluso contra los cristianos que no compartían sus puntos de vista, a los que llama «falsos hermanos». En cualquier caso, avergonzado de su conducta, pide a Dios que le saque esa espina. Quiere ser bueno y sentirse bueno. Sin fallo alguno. Narcisismo puro. Y Dios le responde: «Te basta mi gracia, pues mi poder triunfa en la flaqueza».

A ninguno de nosotros nos faltan espinas en el cuerpo y en el alma que nos gustaría arrancarnos; o, mejor, que Dios las arrancara para dejarnos vivir tranquilos, satisfechos de nosotros mismos. Pero nos dice como a Pablo: «Te basta mi gracia». Y nosotros debemos repetir como él: «Me alegro de mis flaquezas, de los insultos, de las dificultades, de las persecuciones, de todo lo que sufro por Cristo».