FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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jueves, 7 de septiembre de 2017

Conclusiones Congreso Estatal de Centros Juveniles Salesianos

LOUISE L. HAY | Historia de superación | Biografía en español | Subtítul...

Atrévete a pararlo - 23º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

CÓMO PONER FIN AL TERRORISMO - Escrito por Jeff Foster

EL APRENDIZAJE DEMOCRÁTICO DE LAS RELIGIONES

col calleja

Cada vez que un atentado yihadista golpea a la vieja Europa, las religiones vuelven a estar en la picota, suscitándose un debate interminable. En absoluto creo que la solución es fácil, pero hay conceptos que, una vez asimilados, ayudan mucho a aclarar la diferencia entre lo legítimo en libertad para cada uno y lo abusivo en particularismos de grupo.
Está de más decir que en el terrorismo yihadista la religión juega un papel subordinado a una estrategia de lucha por el poder político y económico, en el inmenso mundo árabe y musulmán y en el mundo capitalista en cuanto tal. El cruce de intereses geoestratégicos y económicos en la zona es proverbial; las guerras de Afganistán, Irak, Siria, Yemen y, a su modo, Libia y Egipto lo ponen bien a las claras.
Por eso digo que el reclamo sobre la religión, y el muy complejo Islam en particular, juega un papel tan destacado en el imaginario popular como subordinado en la realidad. A mi juicio –y creo mucho en el condicionamiento de las creencias e ideales sobre las reacciones humanas–, la religión desempeña en este caso un papel instrumentalizado por factores materiales mucho más determinantes.
Dicho esto, vuelvo a la vieja y benéfica idea de que hay conceptos éticos y políticos que ayudan a encarar con garantía el lugar de las religiones en las culturas particulares y, a la vez, globalizadas. Tales son los de secularización del mundo y laicidad de la política. Son de origen occidental, es cierto, pero equivocarlos con un nuevo modo de colonialismo de la cultura grecolatina sobre todas las demás, y en particular, sobre la musulmana, es un inmenso error.
Cualquier sistema de creencias religiosas y cualquier cosmovisión no religiosa tienen que confrontarse con esta doble idea. La secularización reconoce que el mundo en todas sus expresiones es mayor de edad y goza de autonomía propia. La ciencia, la política, las artes y la ética, participan de esa mayoría de edad y tienen autonomía. No están sometidas a la tutela de autoridades ajenas que les dictan desde fuera lo que es verdad, lo que es bello, lo que es justo y bueno. No hay religiones que se encarguen por revelación divina de conocer para el mundo de los creyentes o no creyentes, de manera universal, todo eso que llamamos verdad, bondad y belleza. Nadie puede reclamar que –en su cultura–, una religión o una nación definen para todos lo que hemos de saber, lo que hemos de creer, lo que hemos de valorar. El mundo es mayor de edad y autónomo, y lo es a la medida de los humanos. No somos dioses.
Una autonomía que no es absoluta, sino relativa, pero relativa a la dignidad humana que entre todos vamos desvelando en su significado, y así la vamos haciendo ley común. Es el marco de los derechos humanos, cuya interpretación es discutida en no pocos casos, pero de esa discusión sólo se sale por la argumentación filosófica, experiencial y religiosa, por la democracia y, a veces, la objeción de conciencia. Evidentemente, una religión puede pedir de los suyos esta o aquella exigencia más precisa sobre el pensar, el votar o el obrar moral, pero eso, para los suyos, por causa de su fe. A los demás, se lo propone. Alguna vez, la contradicción reclamará la objeción de conciencia, pero nunca el terror y la violencia para imponer el bien según una concepción religiosa o nacional. Ni en la propia cultura ni en la ajena, la religión puede ignorar este proceder. Y si desde dentro de ella, esta idea es inaceptable, el problema es de la religión no de la cultura democrática. (Ahora no hablo de los lastres de ésta).
Y lo mismo viene avalado por el otro gran concepto ético en política, la laicidad. La laicidad de la política como condición formal del procedimiento democrático. Por esta condición, el Estado no tiene una religión propia, ni una cosmovisión no religiosa y alternativa a las religiones. No, el Estado tiene una ley común que se atiene a los derechos humanos y que respeta el libre juego de las concepciones culturales de sus ciudadanos, ¡religiosas o no!, exigiendo de todas argumentos, tolerancia y cumplimiento de la ley democrática.
No hace falta que las religiones o las cosmovisiones no religiosas se escondan, para evitar el conflicto. No sería justo con la libertad. Lo que se requiere es gente –religiosa o no, cristiana o musulmana, agnóstica o atea–, que respeta al mundo en su autonomía o mayoría de edad, ¡el mundo de los iguales en derechos y deberes!, convive y debate en el campo de juego de las leyes comunes, y, si es preciso oponerse al fondo moral de alguna de ellas, lo hace en cauces democráticos y con razones éticas que los demás pueden entender.
No se trata, en suma, de arrinconar las religiones en la conciencia de las personas, o en el pueblo de origen de los refugiados y migrantes, sino de reconocer lo dicho: vienes a un mundo donde la religión es particular y, su traducción a la vida pública, un derecho democrático ejercido en igualdad a los demás ciudadanos; y traducido de un modo que respete la mayoría de edad del mundo, la laicidad del Estado y los derechos humanos fundamentales de todos (y todas). La religión, la nación, la cultura propia y cualquier concepción del mundo, ¡ajena o del lugar!, no conservan derechos que puedan quebrar este doble principió que he querido presentar. Con esto, la religión, cualquier religión y concepción de la vida, está pertrechada para caminar en el laos, el pueblo de los iguales en derechos y deberes, y evitar toda tentación de terror y violencia.

ESPIRITUALIDAD Y NO-DUALIDAD (III)

col lozano art

“Hay una sola Realidad. Pero no la vivimos directamente, sino a través de la mente, y la mente la fracciona: cuando la ve dentro, la llama «yo»; cuando la ve fuera, la llama «mundo»; cuando la ve arriba, la llama «Dios»”.
Con estas palabras, Antonio Blay sintetizaba una de las claves fundamentales de la llamada filosofía perenne, en la que se reconocen tradiciones sapienciales y místicos de todos los tiempos: lo Real es Uno. (Incluso la mente, separadora por su propia naturaleza, no puede dejar de reconocer que “todo lo que es” –por mucho que sea– tiene que participar de lo que “es”).
Aquella clave, básica en las tradiciones orientales, aparece también en Occidente, a pesar del dualismo que se adueñó de la filosofía académica. Ya en el siglo VI a.C., Anaximandro intuyó que tenía que haber un “principio” común a toda la realidad, que se hallara en el núcleo de cada una de las formas que nombramos. Y lo nombró como “ápeiron”, es decir, “lo no-distinto” o lo no-diferenciado. En todo lo que podemos llegar a percibir alienta un núcleo “realmente real” que lo sostiene y del que brota. (Se trata, sin duda, de la misma intuición que llevó al teólogo y cardenal Nicolás de Cusa, en el siglo XV, a expresarse de este modo: «Dios no es "otro" de nada. Dios, en tanto que "no-otro", no es "otro" respecto a la criatura. Nada es "otro" para el "no-otro"»).
La mística cristiana –aun nacida en el marco de una religión netamente teísta, “personalista” y dualista– siempre atestiguó la existencia de un único principio de lo real, como base de la experiencia de Unidad que vivieron tantos hombres y mujeres que consideramos místicos. Entre ellos merece destacarse, por su rotundidad, el testimonio del Maestro Eckhart, para quien “el Fondo de Dios y mi Fondo son el mismo Fondo”: Todo lo real no puede “tener” sino un único “Fondo”.
Pero hay algo más, profundamente llamativo: es ahora la misma física cuántica la que llega a afirmar que la realidad está hecha de una sola “sustancia”. Desde Demócrito se había venido diciendo que la realidad estaba compuesta por vacío y átomos. En la física de Newton se habla de espacio, tiempo y partículas. Einstein nos hizo ver que tiempo y espacio son un tejido inseparable y constituyen solo otra dimensión más de la misma realidad (en realidad, el espacio-tiempo no es sino el mismo campo gravitatorio). Y la más moderna física cuántica afirma con solvencia que todo lo real está brotando continuamente de los llamados “campos cuánticos”, que apuntan a su vez –aunque esto no puede ser medido por la ciencia, constituye una intuición compartida por no pocos científicos modernos– a un “fondo” u “océano original” –vacuidad originaria– que es información, consciencia o inteligencia creativa.
Lo Real es Uno. Es solo la mente la que introduce la separación, a partir de la tríada –observador, observado, acción de observar–, que ella genera. Desenmascarado el engaño, no es difícil advertir que todo es consciencia que se observa a sí misma. Pero, gracias al mecanismo de la apropiación, la mente se constituye en un “yo” que observa y así, como expresaba Blay en el texto antes citado, fracciona lo real en compartimentos separados haciéndonos creer que se trata de “realidades” diferentes.
Con esta clave, no es difícil comprender que las religiones teístas –nacidas en un nivel mítico-mental– hayan hablado de “Dios” como de un ser separado, frente al mundo y a los seres humanos, igualmente separados. Era su modo de expresarse. Como bien dijera Ramana Maharshi, todas las religiones empiezan hablando de la existencia del individuo, del mundo y de Dios. Y mientras dure el ego, aquellos tres se percibirán como separados. Sin embargo, cuando se trasciende el ego –y la visión egoica–todo se modifica radicalmente: lo que somos es uno con lo que es.
La conclusión es clara: la sabiduría invita a silenciar la mente. Porque, dado que es solo ella la que crea la (ficticia e ilusoria) separación, únicamente cuando la acallamos, se nos regala percibir "Eso" que está ahí, sin “etiquetas” o interpretaciones mentales. Y "Eso", "Lo que es" –previo a nuestro pensamiento–, nos sostiene y nos constituye.
Las personas religiosas piensan que esta comprensión de lo real significa rechazar la fe en un Dios “personal”, con el que dicen vivir una relación fundamental. Tal actitud es comprensible y merece todo el respeto. Sin embargo –más allá de la legitimidad de ese modo “personal” de “relacionarse” con el Misterio–, la experiencia nos dice que, en ese cambio, no solo no se pierde nada sino que todo se enriquece. Hay quienes, dentro del ámbito religioso teísta, se sublevan cuando ven cuestionar el carácter “personal” de Dios, temen que lo divino se reduzca a una energía impersonal. Parecen no haber advertido que es precisamente esa caracterización “personalista” la que lo reduce y empobrece. El Misterio es plenitud de Amor y de Relación, pero de un modo que trasciende por completo lo que (mentalmente) estamos acostumbrados a percibir.

LAS FUGAS

col gerardo

Ante la sequía y el miedo a quedarnos sin agua para beber, los ayuntamientos y las comunidades autónomas van revisando las tuberías de reparto del agua.
Y están apareciendo muchas fugas por las que se va gran cantidad de agua. Las tuberías son viejas y ya tienen defectos.
Con los arreglos se ahorra cantidad de líquido. En muchos pueblos más allá del veinticinco por ciento. Buena y necesaria labor.
¿Y si aplicamos esta operación a otras energías, a otros caudales? Sin duda evitaríamos que se vaya y se pierda mucha energía en nuestra vida.
Tenemos cada uno y la comunidad entera muchas posibilidades. Pero las dejamos perder, escapar: los conocimientos y experiencias de cada uno, las posibilidades musicales, artísticas, espirituales... Hay muchas tuberías en nuestra vida y en nuestra convivencia con falta de arreglo: cuántas fincas llecas, cuántos libros sin leer, cuanta formación posible.
Vemos que cuando se enfoca y se aprovechan esas posibilidades, surge la banda de música, las jornadas culturales, el arreglo de calles, las veredas, las marchas... Muchas actividades. Y eso que aún se nos escapa bastante agua, energía por los mil agujeros de la vida.
Con el arreglo de las roturas, vamos a ir creciendo en valores y tendremos mucha agua de amistad.
Está claro: se nos van los fieles de la comunidad cristiana, los jóvenes y niños no descubren la fe como aliciente en la vida. Los grupos van disminuyendo y sobre todo, se nos escapa el gran potencial de vida que es Jesús de Nazaret: no se le conoce ypor tanto, no se le vive. Hay una gran fuga de antiguos cristianos o quizás mejor, de personas religiosas.
Hay que hacer rápidamente un diagnóstico para ver las posibles causas de fuga, de escape. Sin duda, ahí tenemos el Evangelio y los hechos de los Apóstoles para diagnosticar. Y corregir.
Ananías y Zafira desaparecen, mueren a la comunidad porque no eran sinceros, porque no entregaron todo lo que tenían.
Muchos judíos se iban al escuchar a Jesús, y luego a Pedro y Pablo, la exigencia de descubrir al Maestro como el centro y sobre todo como la Vitalidad de la comunidad.
Estamos muy enfrascados en ritos, novenas, recuperar tradiciones y se nos olvida conocer y vivir a Jesús.
Siento que es momento de leer el Evangelio. Después vendrá el conocerle, el interiorizarle, el vivirlo. Siento la necesidad de un gran trabajo en anunciar a Jesús; y estar cerca de los pobres. Me parecen los dos pasos fundamentales en la planificación pastoral.

Y en cuanto a compartir, no podemos quedarnos en dar, sino que es preciso acoger, tratar con los pobres, vivir su estilo.  
La fe se contagia, no se enseña. Cuando vayamos viviendo a Jesús y los pobres desde la interiorización, vamos no solo a detener las fugas de fe sino a enriquecer y acrecentar la comunidad cristiana.

Quizás, al purificar nuestra vivencia del evangelio, haya personas que se fuguen, pero los restantes, con su vitalidad, van a contagiar, interrogar, animar y atraer a otras personas.
Propongo que durante dos años, no hagamos otra cosa que, de mil formas, dar a conocer a tiempo y a destiempo a Jesús. Y empezar por la letra de los evangelios.  Pienso que sería bueno dar una copia de las lecturas del domingo. E incluso hacer un plan muy sencillo para leer dos veces el evangelio del domingo y si es preciso, sustituir, momentáneamente otras lecturas, para que quede el recuerdo y el mensaje de Jesús.
Y con los pobres, meternos, estar con ellos, acoger, no quedarnos en darles, sino vivir un tanto su amistad. Eso nos cambia.
Contra fugas, primero diagnosticar y luego buenas tuberías.

DEIFICACIÓN DE LA IGLESIA, UNA CRIPTO-HEREJÍA HISTÓRICA

col velasquez

"Hoy, nuevamente, urge una reforma radical de la Iglesia"
Igualmente, si Dios es todopoderoso, la Iglesia, como celosa custodia de lo divino, debe ser poderosa como el mismo Dios. Esta pretensión humana la ha llevado a recorrer los caminos más sombríos de la historia
Deificación es una palabra de origen latino (deificatio - onis), que expresa el conjunto de acciones que inducen a hacer divino aquello que no lo es. En consecuencia, la deificación es objetivamente una herejía, porque atribuye a la naturaleza humana lo que es propio de Dios.
En el mundo de las herejías, están las que son abiertamente declaradas y combatidas, así como aquellas que no llegan a expresarse ni en la palabra ni en el pensamiento explícito y consciente, sino que están ahí, escondidas y agazapadas, en el plano de la comprensión vital, arraigándose en la creencia popular.
Éstas son las que Karl Rahner denominó como cripto-herejías. Entre ellas incluyó a la papolatría, para expresar esa divinización de la que ha sido objeto el papado; una idolatría ancestral que, en parte, ha sido derribada en años recientes, gracias al testimonio de humildad del papa Francisco.
Las cripto-herejías, a diferencia de aquellas abiertas y declaradas, han logrado cruzar el umbral de la razón, instalándose en una feligresía clericalizada, desprovista de autonomía y de formación.
En su génesis, hay una lógica deductiva que extrapola aquello que es propio de la naturaleza divina, para endosarlo a ciertas realidades terrenales, particularmente a lo eclesial. Estas desviaciones han experimentado una progresiva asimilación cultural en el devenir histórico, posicionándose en el inconciente colectivo, donde quedan blindadas frente a la corrosión natural que impone la evolución del pensamiento crítico. Sin contrapeso teológico, han sido fundamentales para sostener el andamiaje de la cristiandad, consolidando el poder religioso institucional. De ahí que no sean desmentidas ni corregidas.
Una de las frases más utilizada es referida a la santa Iglesia. Es una verdadera jaculatoria que invade todo el quehacer eclesial, desde El Credo hasta la liturgia, pasando por la pastoral. En rigor, se trata de un abuso lingüístico que el Catecismo ha querido precisar, reconociendo que la santidad le viene no por sus méritos, sino por ese vínculo esponsal con su fundador, Jesucristo.
Sin embargo, omite que Jesús no fundó una estructura institucional, sino que puso a Pedro a la cabeza de la ecclesía, que es la asamblea que congrega a sus seguidores. En la práctica, la realidad ha terminado derribando cualquier intento de sacralización de una institución que lleva la impronta de la virtud y de la debilidad humana y, que en su mejor expresión, está llamada a ser anticipo del Reino, en cuanto testimonie las virtudes de la vida cristiana.
Así también, si el Hijo de Dios es la Verdad, entonces la Iglesia se atribuye esa obligación de establecer la verdad en el mundo. Nada más pretencioso que aquello, en cuanto la verdad es una búsqueda inacabada de la condición humana, donde las ciencias y las más variadas disciplinas, que actúan en el campo del saber, aspiran a perfeccionar la comprensión de esa realidad donde la verdad aparece como oculta, incluso bajo la forma de misterio. Esa vanidosa pretensión de ser portadora de la verdad, ha convertido a la Iglesia en una suerte de ghetto espiritual, porque, abandonando el carisma de la inclusión, se ha vuelto rigurosamente excluyente; condición que le ha impedido alcanzar la plenitud de su misión apostólica.
También, si Dios es justo, entonces la Iglesia se arroga la condición justiciera de la conducta humana. Es en este campo donde la Iglesia ha desviado su misión esencial de evangelizar, estrellándose frontalmente con la cultura. Ello, porque persiste en su afán de subordinar la Ley civil al mandato divino, en materia de convivencia social.
Prueba de ello es que, en el mundo occidental, la Iglesia no se ha resignado a asumir la independencia que el Estado supone de lo religioso. Esto es notorio en la era de la post-cristiandad, donde la tarea evangelizadora ya no se sostiene desde la comodidad que le garantizaba la acción coercitiva del miedo a la Ley. Ese afán eclesial de normar la conducta humana, desde la Ley civil, ha sido una poderosa causa de la desconfianza que la Iglesia despierta en el amplio espectro de la sociedad occidental.
Siguiendo la lógica tomista, si Dios es inmutable, entonces se deduce que la Iglesia también debe serlo. De ahí ese miedo intrínseco al cambio que compromete a todo lo eclesial. Así, nada es tan amenazante en la Iglesia como el cambio, terreno donde ésta despliega toda su energía vital para resistir cualquier intento de evolución y transformación. Prueba de ello, es que uno de los momentos de mayor esplendor eclesial, por su apertura a los signos de los tiempos, fuera ese aggiornamento que significó el Concilio Vaticano II, proceso que luego de una breve primavera entró en un severo invierno eclesial, involucionando todo signo de apertura y de inculturación.
Igualmente, si Dios es todopoderoso, la Iglesia, como celosa custodia de lo divino, debe ser poderosa como el mismo Dios. Esta pretensión humana la ha llevado a recorrer los caminos más sombríos de la historia. Así, se institucionalizó el fundamento de la cristiandad, en cuyo acontecer se fue concibiendo a la Iglesia como el poder de Dios presente en el mundo. Tras esa viciada concepción, la Iglesia llegó a autocomprenderse como una societas perfecta, que desde el papa hasta el último laico pecador, estableció toda una estructura jerárquica y de santidad que perdura en el inconciente colectivo de muchos creyentes. Lamentablemente, esta concepción expuso a la Iglesia al juicio de la responsabilidad histórica de muchas aberraciones.
En la raíz de cada una de estas desviaciones hay el atisbo positivo de la perfección cristiana, sin embargo, los hechos demuestran que también está presente ese afán de sustentar la supremacía de la Iglesia como institución humana. Y curiosamente, así como la institución se arroga ciertas virtudes divinas que garantizan superioridad, aquellas otras virtudes divinas que expresan la kénosis del Hijo de Dios, como la misericordia, la ternura y el servicio, entre otras, no forman parte de ese abanico de virtudes eclesiales que debiera testimoniar la Iglesia de cara a la sociedad.
En resumen, en este largo proceso de deificación, la Iglesia asimiló aquellas virtudes que resaltan la grandeza innegable de Dios, pero no asimiló aquellas virtudes divinasque precisamente expresan la dimensión del amor divino y el abajamiento de Dios.
Cuando han transcurrido 500 años de la Reforma, es posible identificar a este proceso de deificación de la Iglesia como la principal causa de la severa crisis que experimenta la institución eclesial en la era de la post cristiandad. Porque, una Iglesia que se arroga el mérito de la santidad, de la verdad, de la justicia, de la inmutabilidad y del poder, se hace acreedora de una justificada desconfianza social. En cambio, una Iglesia servidora y misericordiosa se convierte en signo anticipado de ese Reino que predica, haciéndose respetable, creíble y querida. No pocos cristianos son testigos de esta última dimensión eclesial que pone en evidencia lo más genuino del Evangelio.
Hoy, nuevamente urge una reforma radical de la Iglesia, pero no una reforma de las estructuras, que apuntan a cambios cosméticos y a fortalecer el andamiaje de poder; la gran reforma que la Iglesia necesita debe remover esas cripto-herejías que anclan a toda la institucionalidad a un pasado oscuro y sombrío, que lejos de ser reconocida como prójimo por los hijos e hijas de Dios, expresa una idea distorsionada de la dimensión más cercana de las virtudes sociales de Dios.

Rodolfo Cortés Calderón

La verdad que el fútbol o balompié, que los gringos llaman soccer, es apasionante. Creo que a millones de personas nos gusta, sobre todo porque a los niños, jóvenes y mayores, tanto mujeres como hombres, nos hace tanto bien para la salud. Lo mismo pasa con el béisbol, el básquetbol, el softbol, la natación y otros tantos deportes. “Mente sana en cuerpo sano”, se pregona desde las primeras olimpiadas en Atenas, Grecia, el año 776 a. C.

El problema del fútbol en la actualidad es que está mercantilizado y pretende elevar a una posición de divinidad a los jugadores, simples mortales, algunos de ellos ya catapultados al Olimpo como Pelé y Maradona, donde la gran responsable de este desaguisado es la Federación Internacional de Fútbol Asociado, FIFA y las altas dirigencias de las Confederaciones Internacionales o Federaciones Nacionales de Fútbol que todo lo ven negocio, dinero, al extremo que altos dirigentes de estas estructuras del deporte están presos o se les sigue juicio por corrupción–soborno, fraude y lavado–, como RAFAEL LEONARDO CALLEJAS ROMERO (ex Presidente del País) y ALFREDO HAWITT de Honduras; EUGENIO FIGUEREDO de Uruguay: JEFFREY WEBB de Islas Caymán; JACK WARNER de Trinidad y Tobago; RICARDO TEXEIRA y JOSÉ MARÍA MARÍN de Brasil; EDUARDO DELUCA de Argentina: EDUARDO LI de Costa Rica; JUAN ÁNGEL NAPOUT de Paraguay; MANUEL BURGA de Perú; JULIO ROCHA de Nicaragua; RAFAEL ESQUIVEL de Venezuela y existen más, y vendrán más, porque la enfermedad de la corrupción no termina porque es el cáncer del capitalismo.

También hay algunos de los famosos jugadores de fútbol a nivel mundial que tienen serios problemas con las leyes y el fisco de sus países por evadir o negarse a pagar impuesto y no de centavos, sino de millones de Euros: NEYMAR, LIONEL MESSI Y CRISTIANO RONALDO son los más mencionados en los últimos años. Lo mismo ha pasado con LUIS ENRIQUE el entrenador del FC Barcelona.
Otro problema de la FIFA es cuando fanatiza o idiotiza al conglomerado. Para el Diccionario de la Lengua Española IDIOTA tiene varias acepciones, dos de ellas son: Adjetivo. Tonto o corto de entendimiento. Medicina. Que padece de idiocia. La idiocia es un trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida.
Esta enfermedad ya se observa mucho en narradores, comentaristas y cronistas deportivos de la radio y televisión de Honduras que rayan en su mediocridad.


Idioteces que comentan o dicen los narradores o cronistas deportivos: Si llueve ¡°Maldita lluvia!; si hace calor ¡Maldito sol! Antes de empezar un partido sabiendo que Honduras está en desventaja o en la cola, siempre dicen: “Con el empate nos conformamos”, “el empate es bueno para Honduras”, “pero el próximo partido nos reponemos”. Ellos son completos ignorantes de lo que es la sinergia. Siempre se debe aspirar a GANAR o GANAR.
Pero el fútbol hondureño también ha sido afectado en lo ético, moral y humano, recordemos el último partido de la Copa 2016-2017 celebrado en Tegucigalpa el pasado 28 de mayo 2017, entre los equipos Motagua y Honduras Progreso, donde en una estampida provocada por la Policía dentro del estadio murieron aplastados 5 hinchas y los dirigentes de la FENAFUTH y la LIGA NACIONAL, las televisoras y empresas corporativas determinaron seguir el partido encima de dichos cadáveres. No se castigó, ni judicializó a nadie y las corporaciones noticiosas deportivas callaron.


Así que mientras estos mediocres del fútbol hondureño sigan teniendo esa actitud tan taimada y delincuencial, la gente no sólo se ausentará de los estadios, sino que mirarán otros canales del extranjero. Menos mal que ahora la oferta televisiva es enorme.
El viernes pasado intenté ver jugar la selección (mejor dicho LA DECEPCIÓN como dice el populacho) en su compromiso con Trinidad y Tobago y me harté de las idioteces de los narradores y comentaristas, además del aburrimiento y parsimonia como jugaban los convocados del Jeque del Fútbol JORGE LUIS PINTO. Para aliviar mi desilusión vi el excelente partido entre Costa Rica y Estados Unidos, ¡qué partido! Después vi otro partido de calidad: México versus Panamá. También vi dos partidos de países africanos: Nigeria contra Camerún y Cabo Verde contra Sudáfrica. ¡Qué calidad y destreza de fútbol! Y fíjense amados lectores y lectoras que en el Nigeria-Camerún el estadio no estaba ni al 60% y en el Cabo Verde-Sudáfrica de un aforo de 30,000 personas, sólo habían entre 3 y 4 mil hinchas y eso con fútbol de calidad. Aquí aprovechando la sencillez del pueblo hondureño se quiere, para el próximo martes 5 llenar– en el partido Estados Unidos/Honduras– el Olímpico con un fútbol mediocre y ganar a puro calor sofocante y gritos de la hinchada, pero no habrá espectáculo que es lo que satisface e interesa.


Hay que motivar a todos y todas los jóvenes deportistas, en cualquier actividad, a no sentirse jamás al 100% de su talento, que aspiren a más, eso es lo que la sinergia exige y en las competiciones grupales o de conjunto hay que eliminar en ellos o ellas el “complejo estrella” ya que el todo debe funcionar a la perfección como equipo.
¡Si no enmienda sus errores la FIFA seguirá en descrédito y si no mejoran los canales y radios de las grandes corporaciones mediáticas de Honduras (TVC, Canal 11 y otros) sólo los mirará FERRARI, los VILLEDA TOLEDO, sus esclavos y sus achichincles! Yo no pierdo el tiempo viéndolos u oyéndolos.

Lo importante es la Empresa(I)

Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara

Muchas veces me pregunto, tal vez ingenuamente, quienes son los que mandan en el mundo. Y observo, sobre todo, las decisiones de los políticos, y las opiniones de los medio de comunicación, de los sociólogos, periodistas, y de esa pléyade de personajes modernos, los tertulianos radiofónicos y televisivos, ocupados todos los días en ¿informarnos?, ¿ilustrarnos?, y modelar nuestro acerbo de opiniones, preferencias, de pensamientos, y de conclusiones varias sobre el vasto tema socio-económico-político-deportivo, y ¡hasta religioso! Y después de observar, meditar, pensar concienzudamente, y seleccionar escrupulosamente las posibilidades, he llegado a la conclusión de que los/las que mandan, los que cortan el bacalao, los que consiguen que la política y la opinión mundiales se rindan a su favor, y trabajen en su beneficio, son las empresas, cuanto más grandes, mejor, y cuantos más extendidas, en un mundo globalizado, mucho mejor.

Es decir, se trata de las “Empresas multinacionales”. Y por detrás de la cara fría y anónima de las multinacionales, están, obviamente, los dueños de las mismas, loas grandes accionistas, que son los verdaderamente poderosos, los auténticos magnates, los escandalosamente ricos. Hoy mismo he oído en la tele, y no sé so era una película, o un anuncio, o un grito desgarrado de un comediante, el siguiente desgarro: “Quiero que los pobres coman pan, y los ricos, mierda”, (sic, disculpen). Pero antes que ese bardo popular, el Señor Jesús exclamó: “En verdad, en verdad os digo que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”. No me extraña que a los ricos y poderosos no les haga mucha gracia el papa Francisco, que ya advirtió, a pocos meses de su entronización en al Pontificado, que “el Capitalismo no solo roba, sino mata”, cuando gritó sus desesperación por las muertes de tantos ciudadanos africanos a las puertas de Lampedusa.
Me he embarcado por estos derroteros tan sesudos porque he leído en “El País” de hoy una editorial, la principal, la que señala la orientación del periódico en el tema destacado del día, un subido alegato elogioso del presidente francés, Emmanuel Macron, referido a la anunciada desde la campaña electoral y presentada como la reforma estrella, y esperada con cierto grado de temor, la “reforma laboral francesa del nuevo presidente”. Éste necesita, como agua de mayo, que sea bien recibida, con altos índices de aceptación, par compensar las señales, todavía no muy fuerte ni significativas, pero persistentes, del declive de su popularidad. Y ya en los primeros compases de la mencionada editorial, se vislumbraba la inclinación que en el primer párrafo de este artículo yo señalaba: “Las líneas generales ahora conocidas de esta iniciativa se basan en el abaratamiento del despido y una práctica anulación de la intervención de los sindicatos en las negociaciones colectivas de las pymes, que dan trabajo a más de la mitad de los asalariados franceses. El cambio no es una revolución con respecto a la polémica reforma aprobada el año pasado, pero sí una profunda transformación que pretende fomentar el empleo aportando mayores garantías al empresario y, en consecuencia, reducir el paro estructural que sufre el país”.
Ya tenemos despejado el nudo gordiano que yo siempre me montaba en la búsqueda de los verdaderos mandamases en el mundo: los empresarios, cuya defensa enarbolan los Estados a costa de los asalariados, de los trabajadores. En este párrafo, que no hace sospechar ningún tipo de censura social o económica por parte del editorialista, se tocan dos temas especialmente sensibles en el mundo labora: el abaratamiento del despido, y la práctica retirada de los sindicatos en la pugna, ardua, reñida, muchas veces cruel e implacable, pero decisiva para el trabajador, del proceso de contratación. El Capitalismo liberal decidió dogmáticamente, a finales del siglo XIX, algo que, por los visto, solo podrían refutar los ignorantes, y los enemigos del progreso de la humanidad a finales del siglo XIX, que lo más seguro, y lo más factible, para la paz social, a nivel nacional, e internacional, era una economía de mercado, y un sistema de libertades, partiendo de la “igualdad de oportunidades”.
Pues bien, ésta es una de las mayores milongas, mentiras y escarnios que se han admitido sin otra discusión que la del Comunismo, de trazo, tan grueso, que su aplicación desvirtuó cualquier atisbo de algo positivo que podría ofrecer. Y en esas estamos, como vemos: favorecer a los que, por tener igualdad de oportunidades, han podido estudiar en los mejores centros universitarios y de investigación del mundo, porque sus padres tenían suficiente dinero para sufragar la carrera, o el joven poseía unas condiciones innatas, intelectuales, y de voluntad de estudio y trabajo, y cargar el peso del enriquecimiento, del progreso económico, y del bienestar general, en las espaldas de los asalariados, cuanto más bajos mejor, a los que no hay que pagar mucho, y, por si fuera poco, contra los que el Estado se encarga de blindar a los empresarios con sus leyes y disposiciones.
Ésta fue la línea, y la Filosofía de la reforma laboral española, que según los comentaristas, ha imitado Francia, y que propugnan los cerebros político-económicos europeos. Pero a los que no faltan nunca medios para llegar a fin de mes, ni para tener una calidad de vida por o menos apreciable y digna, cuando no, en la mayoría de los casos, envidiable. Por eso un gobernante como Mariano Rajoy puede proclamar a las cuatro vientos que la economía española va muy bien, y ya ha salido prácticamente de la crisis, dejando un 25% de los ciudadanos, unos 13 millones, en riesgo real, y, cada vez más inminente, de exclusión social. ¿Cómo es posible que tantos gobernantes europeos, y del mundo, proclamen que la economía va bien, cuando la grieta de la desigualdad social crece, no cada año, sino cada mes y a veces, cada semana, a pasos agigantados?
(En la siguiente entrega trataré de la preferencia por las empresas y los empresarios de los medios de comunicación)

La persistencia obstinada de Michel Temer


Fernando de la Cuadra

Ya se cumplió un año desde que la presidenta Dilma Rousseff fuera depuesta en un golpe político-institucional instigado por quienes habían perdido en la última elección de 2014 y articulado por su Vice-presidente Michel Temer. Ahora Temer puede celebrar su primer año en el cargo que usurpó. Contra todas las previsiones de hace un par de meses, las últimas medidas tomadas por su gobierno nos inducen a pensar que él continuará ocupando el sillón presidencial hasta el final de su mandato. Puede parecer una flagrante paradoja afirmar que alguien que viene mostrando índices tan bajos de aprobación de la ciudadanía pueda mantenerse en su puesto. Cuando muchos analistas presagiaban que la pérdida de su mandato era inminente, Temer ha conseguido articular apoyos en base a promesas de financiamiento de proyectos para parlamentarios y políticos, por medio de medidas que privilegian a poderosos grupos económicos nacionales y extranjeros o a través de diversas modalidades de chantaje puro y directo. ··· Ver noticia ···

Las pensiones presentes y futuras


Juan Guil

Portavoces del gobierno del PP manifiestan continuamente en los medios de comunicación, su compromiso en la defensa de las pensiones, que no bajarán ni se congelarán, pero se reducen por los ridículos incrementos anuales, muy por debajo de la inflación. La reforma laboral y la política de austeridad y recortes han creado un desempleo que afecta a 4 millones de personas, la precarización del trabajo y la reducción de los salarios y las pensiones lo han generalizado. El FMI, el Banco de España y la llamada autoridad fiscal, anuncian la necesidad de hacer más reformas en el sistema de pensiones para reducir los déficit de la seguridad social que ellos mismo han creado. ··· Ver noticia ···

El Papa en Colombia para salvar la frágil paz


Andrea Tornielli

Papa Francisco7El que comienza hoy es uno de los viajes más delicados y problemáticos del Papa Francisco. Claro, Colombia es un gran país católico latinoamericano, y se espera una extraordinaria participación popular en las citas con el Papa. Pero la situación es compleja y la paz, que comenzó con el histórico acuerdo entre el gobierno del presidente Manuel Santos (Premio Nobel de la Paz) y los guerrilleros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), se muestra como una pequeña semilla ya amenazada desde muchos frentes. ··· Ver noticia ···

Pueblos originarios: De víctimas a victimarios


Adolfo Pérez Esquivel


Pareciera que la Campaña del Desierto continúa con otros rostros y otra época, pero con los mismos objetivos; las crías del General Roca continúan, marginando, persiguiendo, matando y robando los territorios a los pueblos indígenas.
El gobierno viola el derecho de los pueblos: el Art. 75 de la Constitución Nacional, el Convenio con la OIT, 169- sobre los Pueblos originarios y la Declaración Universal del Derecho de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, con total impunidad ··· Ver noticia ···

Los que no quieren al Papa en Colombia


Luis Badilla

Es sabido que la inmensa mayoría del pueblo colombiano, independientemente de la orientación política o confesión religiosa, aguarda con esperanza y entusiasmo la visita que hoy comienza el Papa Francisco. El país se prepara desde hace meses y las instituciones laicas y religiosas han hecho todo lo que estaba a su alcance para garantizar el éxito de esta histórica visita pastoral. Además, todos están al corriente, dentro y fuera de Colombia, de que fue el mismo Papa Francisco quien quiso realizar este viaje, considerando que era el mejor aporte que podía hacer al proceso de pacificación y reconciliación. ··· Ver noticia ···

Domingo 10 de septiembre, 23 Tiempo ordinario – A (Mateo 18,15-20): Está entre nosotros


José Antonio Pagola

Aunque las palabras de Jesús, recogidas por Mateo, son de gran importancia para la vida de las comunidades cristianas, pocas veces atraen la atención de comentaristas y predicadores. Esta es la promesa de Jesús: «Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Jesús no está pensando en celebraciones masivas, como las de la plaza de San Pedro en Roma. Aunque solo sean dos o tres, allí está él en medio de ellos. No es necesario que esté presente la jerarquía; no hace falta que sean muchos los reunidos.
Lo importante es que «estén reunidos», no dispersos ni enfrentados: que no vivan descalificándose unos a otros. Lo decisivo es que se reúnan «en su nombre»; que escuchen su llamada, que vivan identificados con su proyecto del reino de Dios. Que Jesús sea el centro de su pequeño grupo.
Esta presencia viva y real de Jesús es la que ha de animar, guiar y sostener a las pequeñas comunidades de sus seguidores. Es Jesús quien ha de alentar su oración, sus celebraciones, proyectos y actividades. Esta presencia es el «secreto» de toda comunidad cristiana viva.
Los cristianos no podemos reunirnos hoy en nuestros grupos y comunidades de cualquier manera: por costumbre, por inercia o para cumplir unas obligaciones religiosas. Seremos muchos o, tal vez, pocos. Pero lo importante es que nos reunamos en su nombre, atraídos por su persona y por su proyecto de hacer un mundo más humano.
Hemos de reavivar la conciencia de que somos comunidades de Jesús. Nos reunimos para escuchar su Evangelio, para mantener vivo su recuerdo, para contagiarnos de su Espíritu, para acoger en nosotros su alegría y su paz, para anunciar su Buena Noticia.
El futuro de la fe cristiana entre nosotros dependerá en buena parte de lo que hagamos los cristianos en nuestras comunidades concretas las próximas décadas. No basta lo que pueda hacer el papa Francisco en el Vaticano. Tampoco podemos poner nuestra esperanza en el puñado de sacerdotes que puedan ordenarse los próximos años. Nuestra única esperanza es Jesucristo.
Somos nosotros los que hemos de centrar nuestras comunidades cristianas en la persona de Jesús como la única fuerza capaz de regenerar nuestra fe gastada y rutinaria. El único capaz de atraer a los hombres y mujeres de hoy. El único capaz de engendrar una fe nueva en estos tiempos de incredulidad. La renovación de las instancias centrales de la Iglesia es urgente. Los decretos de reformas, necesarios. Pero nada tan decisivo como volver con radicalidad a Jesucristo.

La delicada visita de Francisco a Colombia


Bernardo Barranco V.

Papa Francisco7El papa argentino Jorge Mario Bergoglio llega hoy a Colombia para una delicada visita de cinco días, que busca inspirar la paz y promover la reconciliación social en un país profundamente polarizado, pese a la reciente firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC y una tregua con el ELN, que están poniendo fin a más de 50 años de conflicto. A dos días de su arribo, desde Roma, Francisco envió un video donde perfila el sello de su visita: “Iré como peregrino de esperanza y de paz”. ··· Ver noticia ···

Domingo 10 de septiembre de 2017, 23º del tiempo Ordinario



23 del tiempo ordinarioANicolás de Tollentino (1305)
La liturgia de este domingo nos invita a reflexionar sobre nuestra corresponsabilidad comunitaria. La fe, o más ampliamente dicho, nuestra vida espiritual, es un asunto personal, una responsabilidad absolutamente intransferible, pero como humanos que somos –seres simbióticos al fin y al cabo– la vivimos en el seno de una comunidad. Por eso, también, todos somos de alguna manera responsables de la vida de cada hermano.··· Ver noticia ···