FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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ATALAYA

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miércoles, 4 de marzo de 2015

Carlos Osoro: "No es una actitud cristiana desahuciar a la gente, y tampoco evadir impuestos"

"El Papa es un testigo evidente del Evangelio, que no impone, sino propone, acoge, dialoga, escucha"

El arzobispo de Madrid, en la Ser: La cuestión de la vida es importantísima, para la vida no hay supuestos"


Jesús Bastante).- "El peregrino" acudió esta mañana a los micrófonos de la Ser. El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, fue entrevistado por Pepa Bueno en Hoy por Hoy. Durante algo más de media hora, el prelado respondió a todo tipo de cuestiones, desde la clase de Religión a los desahucios, pasando por la crisis, la inmigración, la violencia en nombre de la Religión o los Acuerdos Iglesia-Estado.
"No es una actitud cristiana desahuciar a la gente, y tampoco evadir impuestos", apuntó Osoro durante la entrevista, en la que volvió a reiterar que sentaría en su mesa a Pablo Iglesias, porque "tenemos que juntarnos con todos". En este sentido, el arzobispo recalcó que es preciso el diálogo entre creyentes y no creyentes. "En todas partes: la Iglesia está con hospitales, colegios... en lugares donde no ha entrado nadie, donde nadie quería, y no ha ido repartiendo Biblias, ha ido con obras".
Frente a la Iglesia del miedo, Osoro contrapuso la Iglesia del encuentro, la que le llevó a aparcar las concentraciones en Colón y recibir "durante diez horas, de pie, a todo tipo de familias". Porque "no podemos hacer asco absolutamente a nadie, no hacer descartes con nadie, porque todos son hermanos tuyos".
Sobre el Papa Francisco, el arzobispo de Madrid destacó que "es un hombre que lo que dice lo hace. ¿Por qué impactaba nuestro Señor? Porque sus palabras iban avaladas por hechos. El Papa impacta porque sus palabras van avaladas por su propia vida". Para Osoro, Bergoglio "es un testigo evidente del Evangelio, y un hombre que como no va imponiendo, sino propone, acoge, dialoga, escucha, da la mano para que otros vean lo que él ve, y le puedan enseñar a ver cosas que él no ve. El Papa es un hombre de cercanía".
En todo caso, el prelado evitó hablar de "oposición" entre Francisco y sus antecesores. "Todos han sido excepcionales. Son diferentes maneras. Dios habla desde las personas, en las circunstancias diversas, y hoy necesitamos gente que con su mirada, sus palabras, su cercanía, nos aproxime lo que está anhelando el ser humano".

"El ser humano tiene hambre, de pan y de otras cosas. Y es un hambre que este Papa ha hecho posible que gente que estaba mirando hacia otro sitio, se mire a la Iglesia", declaró Osoro, quien relató sus visitas a las periferias de Madrid, como El Gallinero o distintos comedores sociales. "He encontrado unas realidades humanas que a uno le impresionan tremendamente; desde fuera es fácil hablar de los que pasan hambre o tienen necesidades, pero cuando ves rostros concretos de personas y familias, que te dicen lo que está sucediendo....". 
El prelado recordó el ejemplo de una familia con tres hijos, "que se han quedado sin trabajo y sin casa, porque no la podían pagar". Por ello, incidió en que "no es cristiano" desahuciar a una familia y que conserve la hipoteca. "Hay que hacer lo posible para defender a esas familias y darles soluciones, situarse en su realidad. Para la vida siempre hay soluciones".
Osoro también denunció las "nuevas esclavitudes", que "no son sólo el mundo de la droga y la prostitución, sino también en el mundo del trabajo, donde nos aprovechamos de que la gente pobre trabaje en lo que le den, cobrando 300-400 euros por trabajar todo el día y todos los días. Eso no lo podemos defender".
El arzobispo de Madrid, que anunció que se trasladará en breve a la sede del Arzobispado, trató de minimizar las críticas sobre la nueva residencia del cardenal Rouco, aunque no supo aclarar lo que "costó exactamente" la reforma del piso.
La inmigración fue otro de los temas estrella de la entrevista. Para Osoro, "es una cuestión que nos interpela constantemente", y pidió a todas las partes "entrar en los problemas directamente". "La cuestión de la vida es importantísima, para la vida no hay supuestos. Y es importante decir que los inmigrantes mueren porque vienen de lugares donde no tienen la dignidad que deben tener."
En cuanto al papel de la mujer en la Iglesia, Osoro insistió en que "el reconocimiento de la mujer no se hace por ser sacerdote o no. Las mujeres han de tener su protagonismo y puestos de responsabilidad"
Sobre el currículo de la asignatura de Religión, Osoro apuntó que "la religión no sólo no es un obstáculo para la libertad, sino que es elemento esencial para ella. No es doctrina, es posibilitar que un ser humano, si es que lo elige él o sus padres, pueda vivirlo".
Para Osoro, "el contenido de la clase de Religión es que el alumno aprenda que hay que dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar al enfermo, que el que esté en la cárcel no esté solo. Si eso es adoctrinamiento, venga Dios y lo vea".
El arzobispo de Madrid también se adhirió al movimiento para que todas las religiones frenen el yihadismo. "La religión nunca puede ser un elemento que estorbe la convivencia, la fraternidad, sino todo lo contrario. Tiene que ser un elemento que una a todos los hombres, y no lugar de reproches, enfrentamiento... Si ese es el Dios en el que creemos, ese dios sobra. El Dios en el que creo es uno que ha dicho que todos los hombres somos hermanos".
Finalmente, Osoro defendió la vigencia de los Acuerdos Iglesia-Estado, porque "la Iglesia tiene acuerdos con casi todos los países del mundo", aunque admitió que "hay cosas que pueden revisarse". Sí quiso dejar claro que "la Iglesia no es algo extraño que estropee la existencia", sino "un grupo humano que quiere hacer llegar el calor de Dios a los hombres. Un calor de fraternidad, entrega, servicio...."

Los servicios secretos del franquismo espiaron a la Iglesia vasca

  • Visita de Franco a Begoña en 1937

Asegura un libro sobre los orígenes del CNI

 El régimen trató de promocionar a Guerra Campos para frenar la apertura


Un libro sobre los orígenes del CNI confirma que el franquismo promocionó a Guerra Campos, icono de la ultraderecha, para frenar la apertura del catolicismo, mientras los servicios secretos del régimen vigilaban a la Iglesia vasca. Lo cuenta Pedro Ontoso en El Correo.
En 1960 José María Setién era un joven sacerdote de 32 años que despuntaba por sus valores intelectuales. Recaló en la Universidad Pontificia de Salamanca donde llegó a ser profesor y más tarde decano de la Facultad de Teología.
Los servicios secretos de Franco también se fijaron en el cura de Hernani, que "ya manifestaba poco afecto por el clero castrense y el Ejército desde posiciones muy críticas con la cooperación de la Iglesia con el Régimen". Lo cuenta ahora Juan María de Peñaranda, general de división en la reserva, en el libro ‘Los servicios secretos de Carrero Blanco. Los orígenes del CNI' (Espasa), un resumen de la tesis que investigó como doctor en Ciencias de la Información. Lo cuenta Pedro Ontoso en El Correo.

El Papa clama: "Descartar a los ancianos es pecado mortal. ¿Entendido?"

"Los ancianos son la reserva sapiencial de nuestros pueblos"

 El Papa clama: "Descartar a los ancianos es pecado mortal. ¿Entendido?"

"Donde no se honra a los ancianos, no hay futuro para los jóvenes"

José Manuel Vidal,
La Iglesia no puede ni quiere conformarse a la mentalidad de indiferencia y de desprecio a la vejez
El Papa habla con una niña en la audiencia/>

El Papa habla con una niña en la audiencia

  • El Papa, en la audiencia acaricia a un bebé
  • El Papa habla con una niña en la audiencia
(José M. Vidal).- El día 13 de este mes hará dos años que el Papa Francisco llegó al solio pontificio. Desde entonces, sin fallar, la gente sigue llenando todos los miércoles y todos los domingos la Plaza de San Pedro. Con el mismo fervor y la misma ilusión. El pueblo de Dios es su coraza, en un referendum que gana dos veces por semana.
La gente le quiere y se lo dice. Y Francisco interactua con todos y con cada uno. Besa a los niños, recoge flores, saluda, bendice, intercambia el solideo, se baja del papamóvil a hablar con una anciana...Quiere y se deja querer.
Lectura Del Eclesiástico: "No te burles de los ancianos, también nosotros envejeceremos..."
Algunas frases del Papa
"La catequesis de hoy está dedicada a los ancianos, a los abuelos"
"Problemática condición actual de los ancianos. El próximo miércoles, en positivo, sobre la vocación de esta etapa de la vida"
"La vida se ha ampliado, pero la sociedad no se ha ampliado a la vida"
"El número de ancianos se ha multiplicado, pero en nuestras sociedades no se les respeta"
"La vejez como si fuese una enfermedad"
"Los ancianos, pobres, enfermos y solos, experimentamos las lagunas de una sociedad programada sobre la eficiencia y que, consiguientemente, ignora a los ancianos"
"Los ancianos son una riqueza, que no se puede ignorar"
"Palabras claras y proféticas de Benedicto XVI: 'La calidad de una sociedad se juzga por cómo son tratados los ancianos'"
"¿En una civilización hay atención al anciano? Esa civilización irá adelante, porque sabe respetar la sabiduría de los ancianos"
"Cuando son descartados, esa sociedad lleva consigo el virus de la muerte. Así de claro"
"El siglo actual es el siglo del envejecimiento: disminuyen los hijos y aumentan los ancianos"
"Este es un desafío para la cultura contemporánea"
"Se muestra al anciano como un peso y como una carga"
"Y, como resultado, son descartados"
"Es algo feo, es pecado descartar a los ancianos"
"Nos hemos acostumbrado a descartar a la gente"
"Los ancianos son abandonados, no sólo en la precariedad material y en la incapacidad de aceptar sus límites, que reflejan nuestros límites"
"La cultura actual no les permite participar, en un modelo en el que sólo los jóvenes pueden ser útiles"
"Los ancianos son la reserva sapiencial de nuestro pueblo"
"Recuerdo cuando visitaba las residencias de ancianos, hablaba con algunos...Ocho meses sin ser visitada por el hijo. Esto se llama pecado mortal, ¿entendido?"
"La abuela nos contaba la historia de un anciano, que al comer, se manchaba. El hijo había decidido de apartarlo de la mesa común y le hizo una mesita en al cocina, para que comiese solo. Pocos días después llegó a casa y encontró a su propio hijo haciendo una mesa: Para cuando tú seas anciano puedas comer allí"
"La Iglesia no puede ni quiere conformarse a la mentalidad de indiferencia y de desprecio a la vejez"
"Despertar el sentido colectivo de gratitud, de aprecio y de hospitalidad"
"El anciano somos nosotros, dentro de poco o de mucho, inevitablemente".
"Si no tratamos bien a los ancianos, así nos tratarán a nosotros"
"Todos los viejos somos frágiles. Algunos más que otros..."
"Una sociedad sin proximidad, sin afecto es una sociedad perversa"
"La Iglesia no puede tolerar esta degeneración"
"Donde no se honra a los ancianos , no hay futuro para los jóvenes"

En defensa de la austeridad

 

Austeridad
EN DEFENSA DE LA AUSTERIDAD
KOLDO ALDAI AGIRRETXE, koldo@portaldorado.com
ARTAZA (NAVARRA).

ECLESALIA, 02/03/15.- La austeridad es una palabra que ha entrado con fuerza en el debate político y económico actual. No está de más que analicemos su genuino mensaje apartidista, su vigencia universal. La oposición a ella, como bandera principal, acaba de llevar a la formación de Syriza al poder en Grecia. Austeridad poco tiene que ver con pobreza, menos aún con miseria. Hay palabras que son secuestradas, en cierta medida re-significadas y que después no es fácil devolverles su eco original. Reivindicar la austeridad no implica necesariamente arrimarse a las tesis de la poderosa canciller alemana.
La naturaleza está regida por la ley de la economía, nunca del exceso. Sólo iniciándonos en unos hábitos más sencillos podremos comenzar a sentirnos uno con el latido de la vida y la naturaleza. Reivindicamos la austeridad como un principio que no muere. De sobra sabemos que la Madre Tierra no puede soportar los caprichos de 7.000 millones de humanos. ¿Algún día pasaremos el turno a otros o decidiremos simplemente vivir con menos para vivir todos mejor?
Durante la segunda guerra mundial, en los momentos más críticos para los aliados, una ejemplar Simone Weil que trabajaba en las oficinas de la Resistencia francesa en Londres, se autoimpuso, en un alarde de extrema solidaridad, tomar la misma y exigua ración de comida que ellos hacían llegar a los miembros de la Resistencia en el interior de la Francia ocupada. Un fuerte sentimiento de solidaridad nacional llevó a esta mujer extraordinaria en todos los sentidos a asumir ese grado de autoexigencia. La merma de salud que ello conllevaba, no debió ser para nada ajena a su pronta muerte por tuberculosis. Mahatma Ghandi alimentó siempre su esquelético cuerpo con una sencilla y repetitiva comida, que era la que estaba al alcance del común de los indios. Nunca contempló excesos.
Olvidamos a los héroes y heroínas, los sacamos de la historia por que a menudo sus valiosos testimonios nos incomodan. Al borrar esas memorias, se fue volviendo el mundo al revés, comenzamos a perseguir palabras y virtudes que hoy tanto nos ayudarían y dignificarían. Van cediendo las fronteras de todo orden y felizmente nuestra verdadera nación se empieza a identificar más con la entera Humanidad. Sin embargo no se nos ocurre reducir nuestro consumo, apretarnos el cinturón para equipararnos los humanos un poco más. Austeridad es de las palabras más transformadoras, más exigentes con nosotros mismos y sin embargo hoy en Europa ningún sindicato se suicidaría enarbolando esa bandera. Defenderla equivale a conservadurismo. El problema es que la inmensa mayoría de los conservadores defienden seguramente una austeridad para el prójimo que no afecte a su privilegio.
Austeridad, simplicidad eran lemas pilares de aquel “mequetrefe en pañales” que llegó a irritar al propio Churchil. Aludimos de nuevo a uno de los mayores revolucionarios de todos los tiempos y geografías: Mahatma Ghandi. Su discípulo, Lanza de Vasto, se empleó igualmente en cuerpo y alma a sembrar esa semilla de auténtico cambio por estos lares. La austeridad genuina es la que emana de dentro, no la que nadie te impone desde fuera. La austeridad es la virtud que te invita al desapego de las cosas y que por lo tanto ensancha el marco de la libertad. Reivindicamos una austeridad que no viene de Berlín, del FMI, ni del centro de la Unión, sino del centro de nosotros mismos. En una familia no es fácil que coexistan armoniosamente grandes diferencias. Nos adherimos a una austeridad que nos reúna y refunde como gran familia humana, que sobre todo nos vincule con esa gran porción salpicada por el barro y la miseria, nos ligue a quienes padecen bien hambre, bien carencias considerables. Reivindicamos una austeridad libremente asumida que nos iguale un poco a los humanos, que equilibre las abismales e injustas diferencias económicas y sociales, que nos acerque al hermano que más necesita y padece.
La austeridad no es sólo una de las formas más exigentes de solidaridad para con quienes nada tienen, es también una virtud en cualquiera de sus formas y medidas, porque nos devuelve a nuestra condición de seres espirituales, no tan sumamente condicionados por la materia. No sé si la austeridad que impone la señora Merkel es la adecuada. No entraré en un debate difícil que desconozco al necesario detalle, pero el planeta y la humanidad agradecerían un austeridad que nos auto-impusiéramos. ¿Por ejemplo las a menudo complicadas relaciones con el Islam, no tendrán que ver, siquiera en alguna pequeña medida, con el comprensible recelo de los que tan poco tienen, con respecto a los que nadan en la abundancia?
Aprender a vivir más austeramente, con menos cosas, es aprender a llenarnos más de nosotros mismos y de lo grande que en definitiva nos habita. La auténtica conciencia planetaria se manifiesta prioritariamente en los hombres y mujeres que han aprendido a vivir sin objetos y servicios superfluos, sin una existencia en exceso acomodada. Mientras el brillo de un coche sea la luz que irradie nuestra pretendida felicidad, estaremos perdidos, ahuecados, vendidos, al albur del primer anuncio televisivo. Vivir con menos no tiene por lo tanto nada que ver con vivir peor, sino vivir más cerca de quienes sufren, más arrimados a nosotros mismos. La carrera de la felicidad no consiste en alcanzar en definitiva quienes más consumen, más al contrario, acercarnos voluntariamente a quienes de tantas cosas imprescindibles todavía carecen. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).