FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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miércoles, 31 de octubre de 2012

Yo SÍ quiero saber cuántos suicidios hay en España y sus causas Luís Ángel Aguilar

No es que uno sea morboso, que para nada. Pero creo que los signos de los tiempos nos llevan a considerar nuevas circunstancias en cada momento histórico, y éste de la crisis actual y su pésima respuesta política ya pide plantearnos algunos “porqués” y ciertos “quienes”. Como ya vamos siendo adultos, yo prefiero que no me engañen “por mi bien” y que no me oculten información “porque pueda ocasionar daños mayores”. Ya está bien esa falsa moralidad, según convenga. Nunca estuve de acuerdo con que en las estadísticas del INE, dejaran de reflejar los datos de los suicidios en España, justo desde 2010 que fue el año con menos decesos (3.145) y justo cuando empezaban a crecer muy seriamente (Ver la #15Mpedia).
Tampoco he entendido nunca porque los medios de información sí pueden publicar atrocidades, guerras y sucesos luctuosos y sin embargo tratar de ocultar estos suicidios, -ese mal entendido código ético no escrito- que lejos de querer evitar el señalamiento o estigmatización de las familias afectadas, como malamente nos hicieron creer desde el nacionalcatolicismo, a quien se está tapando es a los verdaderos responsables, que los hay. + ¿No se publican día a día los casos de violencia de género, o mejor dicho machista? + ¿Acaso ahora nos importa que su difusión pueda ser un aliento a la imitación de otros degenerados? + ¿Es que el suicidio final del sapenco de Albacete (El Salobral) y su completa radiodifusión no debía de haber sido menos retrasmitida?
Como dice mi amigo Hugo M Abarca en su blog “Quien mucho abarca”. “ El problema no es el suicidio sino la desesperación que conduce a él. Y esa desesperación es común a cientos de miles de personas aunque sólo ¿unas pocas? tomen la decisión más trágica. Cuando el suicidio se convierte, como sucede ahora, en una consecuencia de una situación sociológica es noticia, y es una noticia muy relevante. Mucho más que la prima de riesgo, que la bajada o subida del IBEX, más incluso que las fronteras previsibles que vaya a tener nuestro país de aquí a unos años. Si antes era asumible el silencio sobre suicidios, hoy es ocultar una información relevante sobre el asunto que ocupa el centro de nuestra vida política: la crisis, la respuesta que el poder le da y las extremadamente trágicas consecuencias que ello tiene en nuestras vidas”.
También la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), en su comunicado “Lo llaman Crisis, pero es una estafa. Lo llaman Suicidio, pero es #GenocidioFinanciero “ difundido tras la muerte de Jose Miguel Domingo, ponen -a mi juicio- el dedo en la llaga cuando afirman: “ Quienes participamos en las distintas PAH’s de todo el estado sabemos que esto no es una excepción. Hay cientos de suicidios silenciados, y miles que lo han intentado o lo han pensado seriamente. Lo vivimos cada semana en nuestras reuniones. Cientos de miles de vidas rotas por hipotecas abusivas y una legislación perversa que condena a la gente de por vida, con una deuda perpetua y sin vivienda. Mientras, los responsables de la estafa, especialmente bancos y Gobierno, siguen impunes atentando contra los derechos fundamentales de la población”.
Hace dos meses, mi amiga y compañera Àngels, profesora de Economía de la Universidad de Barcelona, ya publicaba en su blog “Punts de vista” una interesante reflexión a propósito de los SUICIDIOS como “primera causa de muerte violenta en España superando los accidentes de tráfico”. Y es que como publicaba el correo “La crisis provoca en España el 32% de los suicidios y se convierte en su principal causa”. Según ella, y “La crisis económica española (la gran estafa de la desigualdad que yo suscribo 100%) aumenta y agrava la incidencia de las enfermedades mentales y provoca el aumento de suicidios”.
Ah, y no solo en España. Conocido es el caso de Dimitris Christoulas, el jubilado griego de 77 años, que se suicidó ante el Parlamento, situado en la plaza Sintagma de Atenas, pero es que esto ocurre en toda Europa, tal y como señala el sociólogo catalán Sergi Raventós quien va mucho más lejos al señalar a “algunos gestores políticos de la crisis como responsables del aumento de esta tasa de suicidios”.
Los 3 últimos hombres que -en tan solo 3 días- se suicidaron (o lo intentaron) al enterarse que iban a ser desahuciados (Gran Canaria, Granada y Burjasot), nos han llevado a escribir estas reflexiones, que sin duda pueden estar equivocadas (admito el debate), pero que creo necesarias expresar porque cada día tengo más claro que hay que desenmascarar a los culpables de esta crisis y hay que denunciar la doble moral que supone ayudar ilimitadamente a los bancos y permitir la evasión a los ricos, por un lado y criminalizar la pobreza, y afrentar a los desesperados suicidas, por otro. La pobreza está más relacionada con la riqueza de lo que nos queremos plantear y la desesperación de tanta gente, con la desvergüenza política y el silencio social.
Los tres casos que se citan: • Hallado muerto un hombre que iba a ser desahuciado • Un hombre se lanza al vacío cuando iba a ser desahuciado. La víctima le dio un beso a su hijo y se arrojó de un segundo piso tras llamar al timbre un miembro de la comisión judicial. • Se suicida por desahucio un joven en Las Palmas de Gran Canaria.

Frente a las evasivas de Rouco, la Iglesia progresista sí se moja contra los desahucios S.C.

El Foro ‘Curas de Madrid’ insta paralizar la ola de embargos y proponen vías como la dación en pago y alquileres sociales
El drama de los desahucios está provocando crecientes alertas y propuestas firmes desde todo tipo de sectores: judicial, político, medios de comunicación, plataformas de damnificados… Entre estas voces crecientes no figura la Iglesia, al menos la ‘oficial’ de la jerarquía, porque curas progresistas en contacto con la realidad de la calle sí acaban de difundir un comunicado explícito para abordar el problema.
Ya sea mediante informes judiciales o propuestas parlamentarias, en las últimas semanas crecen las propuestas prácticas para buscar soluciones al drama de los desahucios. La Conferencia Episcopal Española parece sin embargo más preocupada por otras cuestiones, como demostró en su última plenaria, donde expresó su “gran inquietud” por el riesgo de “desintegración unilateral de España”. La declaración final de los obispos apenas instaba a “encontrar soluciones” a los desahucios y lanzaban lo que podría ser una críptica alusión: “igual que se ha hecho con otras instituciones sociales”. ¿Aludían como “instituciones sociales” a los bancos rescatados? También la semana pasada se celebró una decepcionante, en cuanto a lo social, Asamblea de obispos en Andalucía.
Rouco echó a desahuciados de la Almudena
Pero incluso el presidente de los obispos, Rouco Varela, tuvo un serio encontronazo con embargados, como cuando este verano instó a la policía a echar a un grupo de manifestantes de este colectivo. Entonces alzó su voz el Foro Curas de Madrid, plataforma progresista dentro de la Iglesia integrado por más de un centenar de sacerdotes de la capital. Ahora este colectivo ha difundido una declaración mostrando su apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular que promueve la regulación de la dación en pago, la paralización de los desahucios y el alquiler social.
“Aspirar a una vivienda no supone vivir por encima de nuestras posibilidades”
El Foro Curas de Madrid apunta que “aspirar a una vivienda digna no supone vivir por encima de nuestras posibilidades” y recuerda que “los datos del Banco de España revelan que sólo un 16 % de las familias más pobres han recurrido al endeudamiento; y que, cuando lo han hecho, ha sido fundamentalmente para pagar su única vivienda”. “Mientras que un 65 % de las familias más acaudaladas se ha endeudado para comprar una segunda o tercera vivienda y especular con ella”, advierten.

Los curas progresistas sí denuncian explícitamente la especulación

Y frente a la ambigüedad episcopal, el comunicado de este colectivo progresista se muestra contundente: “Son sobre todo estos sectores que, por otra parte, suelen coincidir con los accionistas de las entidades financieras, los que han vivido y siguen viviendo por encima de las posibilidades de todos. Y son los que quieren cargar, y lo están consiguiendo, ese enorme fardo de la deuda que ellos han generado sobre las espaldas de todos los ciudadanos. En la actualidad, el Estado se está endeudando, todos los ciudadanos nos estamos endeudando y perdiendo de nuestros derechos en educación, sanidad, atención a dependientes, etc. etc. para rescatar las deudas generadas por los bancos – el 83 % del deuda total del país es privada contraída sobre todo por las entidades financieras-. Mientras, ellos siguen enriqueciéndose, especulando con esa misma deuda pública y utilizando estas ayudas del Estado para acrecentar los dividendos de sus accionistas, no para facilitar el crédito a familias y empresas”.
Apoyo a la iniciativa legislativa popular por la dación en pago
Foro Curas de Madrid concluye recordando las tibias palabras del Episcopado para advertir de que “por nuestra parte consideramos que un Gobierno consciente de la cuota de responsabilidad de las entidades financieras y de las propias administraciones públicas en lo ocurrido, debería colocar el derecho a la vivienda de las personas por encima de los beneficios abusivos de la banca”. Muestran así su apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular que pide que “se reconozca la dación en pago en la ejecución hipotecaria”, “que se paralicen los desahucios cuando se trate de la vivienda habitual y el impago del préstamo sea debido a motivos ajenos a la voluntad del hipotecado” y “que se reconozca el alquiler social. De manera que el ejecutado pueda seguir residiendo en la vivienda pagando un alquiler no superior al 30 % de sus ingresos”.

Las víctimas de la crisis, víctimas del pecado José Mª Castillo, teólogo

A estas alturas, nadie pone en duda que la crisis económica ha sido causada, en gran medida, por la corrupción moral de los responsables de la política y de la economía.
Por otra parte, hablar de corrupción es hablar de maldad. Ha sido gente corrupta, gente mala, la que ha provocado – y la que sigue provocando y manteniendo – el inmenso sufrimiento que estamos padeciendo. Sobre todo, el sufrimiento que están padeciendo las víctimas más castigadas por esta enorme desgracia que se nos ha venido encima. ¿Se puede decir, por tanto, que las “víctimas de la crisis” son, por eso mismo, “víctimas del pecado”?
Sin duda alguna, habrá mucha gente que, al leer lo que estoy escribiendo, se llevará las manos a la cabeza. ¿Se puede decir mayor disparate? La crisis depende de la economía. El pecado es asunto de la religión. ¿Podemos afirmar tranquilamente que quienes han tenido – y tienen – responsabilidades en los desastres y desgracias, que nos está ocasionando la crisis, han sido (y son) personas que viven este complejo problema, no sólo como asunto de conciencia, sino además como una “ofensa que le están haciendo a Dios”? Está por demostrar que muchos de los que han provocado (y toman decisiones que prolongan) la crisis sean “delincuentes”. ¿Vamos a tener el atrevimiento (o el desvarío) de asegurar que, además de eso, son “pecadores”? ¿Se puede, ni siquiera, insinuar que el “delito” es lo mismo que el “pecado”? Las leyes humanas nos obligan a todos los ciudadanos. Las llamadas leyes divinas obligan en conciencia a quienes crean en eso: en Dios, en la religión, en la Iglesia, en los curas….
Ahora bien, por más extraño que resulte, todo lo que acabo de decir necesita ser matizado y corregido. Empezando por lo más elemental: ¿Qué es el pecado? ¿quién comete un pecado? ¿cuándo y cómo se comete un pecado? Se suele decir que un pecado es una “ofensa a Dios”, una “desobediencia a Dios”, una “ruptura de nuestra relación con Dios”. Pues bien, si esto efectivamente es así, la consecuencia lógica que de ello se sigue es que quien no cree en Dios, por eso mismo nunca peca, es más nunca puede pecar. Pero realmente ¿se puede llegar a semejante conclusión con la seguridad de estar en lo cierto?
Las religiones han enseñado, durante siglos, que así es en efecto. El cristianismo, sin embargo, introdujo (a partir de Jesús) una variante decisiva en cuanto a nuestra manera de entender a Dios y, por tanto, también en cuanto se refiere a nuestra relación con Dios, es decir, lo que rompe esa relación y lo que la restablece. Lo que en el cristianismo se llama la “encarnación de Dios” (Jn 1, 14), entraña en sí la “humanización de Dios”. Dios, en Jesús, “se despojó de su rango” y “se hizo como uno de tantos” (Fil 2, 6-7).
Lo cual quiere decir que, en Jesús, “lo divino” se fundió con “lo humano”. De manera que es, en lo humano, donde los humanos podemos encontrar a Dios. O, por el contrario, quien se desentiende del bienestar y de la felicidad de lo humano, ése es el que rompe con Dios. El que se porta así en la vida, sepa o no sepa lo que realmente le pasa, eso es lo que hace. El comportamiento humano, en el encuentro o el des-encuentro con el otro, se trasciende a sí mismo. Y lo que realmente hace es relacionarse bien con Dios o, en caso contrario, romper su relación con Dios.
El Evangelio es muy claro en este sentido. En el famoso relato del juicio final, según san Mateo (25, 31-46), lo que decide la salvación o la perdición de cada cual no es ni su fe, ni sus observancias religiosas. Ni siquiera lo que la conciencia le dice a cada uno cuando se siente cerca o lejos de Dios. No. Jesús es tan claro como tajante: “Lo que hicisteis con uno de estos a mí me lo hicisteis”.O por el contrario: “Cada vez que dejasteis de hacerlo con uno de ésos tan insignificantes dejasteis de hacerlo conmigo” (Mt 25, 40 y 45). Y para que la cosa quede patente y sin lugar a dudas, en los cuatro evangelios se insiste machaconamente en que quien “recibe”, “acoge”, “escucha” a un ser humano, aunque sea el más pequeño, a quien recibe, acoge o escucha es al mismo Jesús y, en última instancia, es a Dios (Mt 10, 40; Mc 9, 39; Mt 18, 5; Lc 9, 48; 10, 16; Jn 13, 29).
La mayor torpeza, que han cometido las religiones, ha sido explicar el pecado como una ofensa que nosotros los humanos le hacemos a Dios. Santo Tomás de Aquino tuvo la libertad y la audacia de preguntarse si nosotros los mortales podemos ofender al Trascendente. Y su respuesta fue terminante: “A Dios no le ofendemos sino en tanto en cuanto actuamos contra nuestro propio bien” (Sum. Contra Gent. III, 122). El pecado no es una mala relación con Dios, sino una mala relación consigo mismo o con los demás. Por tanto, no hay que preguntarse: ¿Cómo es mi relación con Dios?. La pregunta que todos tenemos que afrontar es mucho más simple y mucho más dura: ¿Cómo es mi relación con las personas con las que convivo?
Las víctimas de la crisis son víctimas del pecado. Son los mismos de siempre: los pobres, los trabajadores, los enfermos, los inmigrantes, los parados, los que no tienen una vivienda digna… ¿Qué dicen a esto ahora los que defienden la religión, los amigos de la Iglesia, los que siempre estuvieron alineados junto a obispos y curas porque así se defendía el bien y las buenas costumbres? Los que saben de economía y entienden a fondo de qué va la crisis están hartos de decirnos que esto se podía haber organizado de otra manera. Y, en todo caso, lo que no admite duda es que, antes que los intereses del partido y el poder de los que mandan, está el sufrimiento de las víctimas. Que no son víctimas de la crisis solamente.
Antes de eso, son víctimas de la maldad. Por más que esa maldad se sienta segura con el silencio de los obispos, con las bendiciones del papa y con las buenas relaciones que ahora se mantienen con la religión. Todo eso no es sino la más grande de las mil mentiras que nos han soltado en nuestra propia cara. Y si es que, de verdad, las cosas no se pueden hacer sino como manda el “credo” de la señora Merkel, ¿por qué no dimiten todos de unos cargos que no son sino el triunfo soñado por ellos a costa del sufrimiento de los demás?

martes, 30 de octubre de 2012

Monseñor Blázquez y el Sínodo de Nueva Evangelización

Ricardo Blázquez


Por su interés, adjuntamos laintervención completa de Mons. Ricardo Blázquez Pérez, arzobispo de Valladolid, en el Sínodo de obispos por la Nueva Evangelización, el miércoles 10 de octubre de 2012.
"Miintervención desea unir la iniciación crisitiana, el catecumenado y la nueva evangelización
Me limito a una experiencia de iniciación cristiana al Camino Neocatecumenal, nacido en el ámbito y por impulso del Concilio, ampliamente difundido y aprobado por el Papa como método adecuado de formación católica. Yo he conocido el Camino Neocatecumenal desde hace mucho tiempo, prácticamente desde el comienzo del mismo Camino Neocatecumenal, y he participado en él.
Me hago la siguiente pregunta: ¿El método del catecumenado, que practicó la Iglesia antigua, puede ser con las debidas modificaciones y variedades método para la nueva evangelización, para la transmisión de la fe cristiana en nuestras latitudes y en nuestro tiempo? Mirando a la misión actual de la Iglesia el Concilio Vaticano II mandó que fuera restaurado el catecumenado; y, en efecto, en 1972 apareció el Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos.
Subrayo algunos aspecto que he visto y que me han parecido más relevantes en orden a la nueva evangelización.
En primer lugar, los catecúmenos van uniendo, poco a poco, de manera honda y clara la dimensión personal y eclesial de la fe cristiana. Descubren el sentido de la Iglesia en la participación asidua de la comunidad. Se crea una profunda fraternidad que tiene también repercusión en las relaciones humanas y sociales. La persona se siente apoyada por los otros hermanos para vivir cristianamente en medio de una sociedad muchas veces indiferente e incluso hostil a la fe cristiana y a la Iglesia.
Segundo. A través del catecumenado descubren poco a poco los participantes las realidades fundamentales de la fe cristiana: El Credo, los Mandamientos de Dios con el espíritu del sermón del monte, la oración del Padre Nuestro y de los Salmos, los sacramentos particularmente la Eucaristía y la Penitencia, la dimensión apostólica de la vida cristiana. No se inicia en aspectos particulares, complementarios o devocionales, sino en las realidades básicas, que actualmente no podemos dar por supuestas. Es un catecumenado postbautismal para la mayor parte de los participantes, que a través del cual redescubren el sentido del bautismo ya recibido.
Tres. La celebración litúrgica es fortalecida en cada uno por el conocimiento y la lectura orante de la Sagrada Escritura. Durante mucho tiempo la extrañeza del latín ocultaba el desconocimiento de la Biblia, pero ahora aparece en la celebración Eucarística al descubierto esa insuficiencia. La evangelización requiere que se unan palabra de Dios, sacramento y vida cristiana.
Cuatro. La Iglesia es la “patria” de todas las vocaciones. El Camino Neocatecumenal a través de la profundización en la fe y en la conversión, cultivando la vocación bautismal, abre la puerta a que cada catecúmeno descubra o redescubra su vocación específica, al matrimonio cristiano, al ministerio sacerdotal, a la vida consagrada, a la itinerancia misionera. Insistir en la fe y la conversión a Dios es fundamental vocacionalmente. Sin esta base, los esfuerzos vocacionales serían superficiales y en gran parte estériles.
Cinco. Merece ser subrayado el celo apostólico que va prendiendo como un fuego en los catecúmenos y las comunidades a medida que van madurando. Renovar el bautismo lleva consigo el redescubrir que la vocación cristiana es por su misma naturaleza vocación al apostolado.
Y sexto. La manera como los padres van transmitiendo la fe a los hijos es bella y eficaz. Los niños, desde pequeños, participan en una celebración familiar el domingo en su Iglesia doméstica, en su familia
.
Esto es lo que yo he visto, algunos aspectos en el Camino Neocatecumenal."

Las comunidades de base de Logroño piden a Omella que abra el Seminario para los deshauciados

 Juan José Omella

"Esta crisis está matando la esperanza"


(Comunidades de Base de Logroño).- Hermano Juan José: Nosotros, miembros de las comunidades cristianas de base de Logroño, le escribimos esta carta para manifestarle nuestra desilusión y disgustopor su mudez ante la grave crisis que estamos atravesando.
Sabe bien que esta crisis, antes que económica es moral y, no sólo despoja de bienes materiales esenciales, sino que está matando la esperanza, al haberle inoculado el veneno de la avaricia individualista, la competitividad despiadada y el consumismo compulsivo.
Nuestros gobernantes obedecen las consignas de los grandes mercaderes, en vez de repartir las cargas de la crisis equitativamente, y han empezado a desmantelar los derechos sociales del Estado del Bienestar:
El acceso a la sanidad ya no es universal. El copago farmacéutico obliga a adelantar su abono, también a los económicamente más débiles; las limitaciones en el cobro del seguro de desempleo, las restricciones a la renta social de inserción y el grave retroceso en las ayudas a las personas dependientes;el incremento brutal de un impuesto regresivo, como el IVA, a productos básicos en nuestra sociedad, con grave quebranto para las personas en situación de desamparo, y la negativa de los legisladores a aceptar la entrega de la vivienda para extinguir la deuda hipotecaria. Y, por otra parte, la amnistía fiscal ofrecida a los grandes defraudadores.
Ante esto, los cristianos, con nuestros obispos a la cabeza, tenemos el grave deber de acercarnos a las víctimas de este inicuo sistema, reconocerles su dignidad de personas y exigir para ellos y para todos el acceso universal a todos los Derechos Humanos. Deber que se extiende, además, a compartir con ellos nuestros bienes, para aliviar sus carencias, a practicar un consumo solidario y a ejercitar con más energía la virtud de la austeridad en nuestras vidas.
Pensamos que el pueblo fiel y el resto de la sociedad riojana tiene derecho a esperar de la iglesia jerárquica una palabra de denuncia, como ha hecho ya Caritas Española, por medio de un documento oficial, y Caritas de la Rioja, a través de una carta de su Director en el periódico local. Creemos que falta una declaración decidida de nuestros Obispos.
Como obispo, es Ud. hoy el primer profeta de Jesús en La Rioja. ¿Por qué su silencio? Creemos tener derecho a esperar de Ud. y del conjunto del presbiterado que sean el samaritano que deja sus ocupaciones y su altar y se acercan al pueblo riojano; y junto a él participen en algunas de las reclamaciones de los derechos, de tipo laboral, sanitario y educativo, que nos están arrebatando las autoridades, y a animar a sus feligreses a que hagan lo mismo. ¡Cómo nos gustaría verles en manifestaciones pacíficas, sentadas de protesta, reuniones de indignados, etc. y que en ellas se viera también en forma numerosa a los seguidores de Jesús!
Opinamos que debiera organizar actos específicamente eclesiales en esta línea:jornadas de ayuno voluntario para entregar el importe de los alimentos a centros de reparto a los necesitados; actos paralitúrgicos en nuestros templos en solidaridad con las víctimas; homilías en las grandes solemnidades, cuando las autoridades ostentosamente ocupan los primeros sitios en las iglesias, para recordarles sus deberes para con el bien común, y decirles que al Señor no le agradan esas políticas que lesionan derechos básicos de los ciudadanos.
¿No debería abrir los espacios vacíos del seminario diocesano y de otros edificios eclesiásticos para alojar a familias desahuciadas por impago de sus deudas hipotecarias?
Queremos ver que defiende la vida y la familia de los que sufren porque no tienen recursos y están en paro, y son deshechos marginados del banquete de los epulones.
Cuando vamos a iniciar un curso dedicado a la catequesis de la Fe, creemos que en la vida y en gestos simbólicos es donde mejor se dan lecciones de ello y, por lo tanto, estamos convencidos de que su tarea profética y gestual, imprescindibles, debe ser el sacramento de la presencia de Jesús y el mejor testimonio de fe en El.
Es lo que con respeto y afecto fraternal queremos expresarle.

Comunidades de Base de Logroño

Menos músicas celestiales

JOSÉ ALEGRE, abad  de Poblet

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José AlegreNo es habitual asomarse a los medios de comunicación y tener una experiencia gratificante leyendo la información.Estos días han venido noticias que dejan una profunda tristeza, e incluso angustia. La noticia de la persona de 75 años operada del corazón, a punto de ser desahuciada por ser avalista de un préstamo hipotecario a su hijo que no terminó de pagar.
La noticia de la persona de 53 años que se ahorcó en el patio de su casa. Una hora después del hallazgo del cadáver, los agentes que acudieron al lugar del suceso se encontraron con compañeros que iban a ejecutar una orden de desahucio de esa persona.
Y ¡cuántas historias tristes, angustiosas, podríamos encontrar detrás de las 350.000 ejecuciones de desahucio que se han producido en España desde el inicio de la crisis!
Tan grave que hasta los mismos jueces denuncian los abusos del sistema español de desahucios. Un sistema de cobros de créditos hipotecarios, creado en 1909, hace más de un siglo.
Digna de tener en cuenta esta sensibilidad de los jueces que además afirman: Entre nuestras funciones debe estar el proporcionar soluciones a los ciudadanos, Si no, sobramos.
Noticias dramáticas que desconciertan, angustian incluso a quienes las lee, al tener la impresión de que a la humanidad se le recorta su horizonte. Y el desconcierto crece cuando vivimos otras asombrosas y dolorosas experiencias, cuando por otra parte andamos a la greña entre que si España no nos quiere, o que Cataluña va a la suya; cuando lo que nos domina es el número de votos y conservar el sillón para asegurar un sueldo más que un servicio; cuando se recortan derechos tan fundamentales en educación o sanidad; cuando buscamos paraísos fiscales y provocamos subidas de impuestos a los más débiles. Y tantos otros puntos que afectan a la dignidad de toda persona humana…
Y uno recuerda una llamada de atención que nos hizo un Papa, hace ya 50 años:
Verse libres de la miseria, hallar con más seguridad la propia subsistencia, la salud, una ocupación estable; participar todavía más en las responsabilidades, fuera de toda opresión y al abrigo de situaciones que ofenden su dignidad de hombres; ser más instruidos; en una palabra, hacer, conocer y tener más para ser más: tal es la aspiración de los hombres de hoy, mientras que un gran número de ellos se ven condenados a vivir en condiciones, que hacen ilusorio este legítimo deseo.
A esto se añade el escándalo de las disparidades hirientes, no solamente en el goce de los bienes, sino todavía más en el ejercicio del poder, mientras que en algunas regiones una oligarquía goza de una civilización refinada, el resto de la población, pobre y dispersa, está «privada de casi todas las posibilidades de iniciativas personales y de responsabilidad, y aun muchas veces incluso, viviendo en condiciones de vida y de trabajo, indignas de la persona humana»
El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico... Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera».
Por su inserción en el Cristo vivo, el hombre tiene el camino abierto hacia un progreso nuevo, hacia un humanismo trascendental, que le da su mayor plenitud; tal es la finalidad suprema del desarrollo personal.
Menos humanas: Las carencias materiales de los que están privados del mínimo vital y las carencias morales de los que están mutilados por el egoísmo. Menos humanas: las estructuras opresoras que provienen del abuso del tener o del abuso del poder, de las explotaciones de los trabajadores o de la injusticia de las transacciones. Más humanas: el remontarse de la miseria a la posesión de lo necesario, la victoria sobre las calamidades sociales, la ampliación de los conocimientos, la adquisición de la cultura. Más humanas también: el aumento en la consideración de la dignidad de los demás, la orientación hacia el espíritu de pobreza (cf. Mt 5, 3), la cooperación en el bien común, la voluntad de paz. Más humanas todavía: el reconocimiento, por parte del hombre, de los valores supremos, y de Dios, que de ellos es la fuente y el fin. Más humanas, por fin y especialmente: la fe, don de Dios acogido por la buena voluntad de los hombres, y la unidad de la caridad de Cristo, que nos llama a todos a participar, como hijos, en la vida de Dios vivo, Padre de todos los hombres.
«Si alguno tiene bienes de este mundo, y viendo a su hermano en necesidad le cierra sus entrañas, ¿cómo es posible que resida en él el amor de Dios?»(1Jn 3, 17 «No es parte de tus bienes —así dice San Ambrosio— lo que tú das al pobre; lo que le das le pertenece. Porque lo que ha sido dado para el uso de todos, tú te lo apropias. La tierra ha sido dada para todo el mundo y no solamente para los ricos».
Hay que darse prisa. Muchos hombres sufren y aumenta la distancia que separa el progreso de los unos, del estancamiento y aún retroceso de los otros.
«Si un hermano o una hermana están desnudos —dice Santiago— si les falta el alimento cotidiano, y alguno de vosotros les dice: "andad en paz, calentaos, saciaos" sin darles lo necesario para su cuerpo, ¿para qué les sirve eso?»(Sant 2, 15-16). Hoy en día, nadie puede ya ignorarlo, en continentes enteros son innumerables los niños subalimentados hasta tal punto que un buen número de ellos muere en la tierna edad, el crecimiento físico y el desarrollo mental de muchos otros se ve con ello comprometido, y enteras regiones se ven así condenadas al más triste desaliento.
Cuando tantos pueblos tienen hambre, cuando tantos hogares sufren la miseria, cuando tantos hombres viven sumergidos en la ignorancia, cuando aún quedan por construir tantas escuelas, hospitales, viviendas dignas de este nombre, todo derroche público o privado, todo gasto de ostentación nacional o personal, toda carrera de armamentos se convierte en un escándalo intolerable. Nos vemos obligados a denunciarlo.
Populorum Progressio. Una encíclica de Paulo VI, recogiendo con fuerza y fidelidad problemas sangrantes de la humanidad, que otros Papas subrayan también, antes y después de él. Estamos celebrando los 50 años de un Concilio renovador, un Año de la fe… Quizás necesitamos en nuestra vida “menos músicas celestiales” e invocar aquella autoridad con la que Paulo VI se presentó ante la Asamblea de la ONU: ser, como Iglesia, expertos en humanidad. Seamos consecuentes. Profundamente humanos.

Paz en Colombia

El 18 de Octubre se constituyó formalmente en Oslo, Noruega, la mesa de negociaciones de paz entre las FARC y el Gobierno colombiano. Las negociaciones propiamente dichas se iniciarán en La Habana, Cuba, el 15 de Noviembre.
Después de 50 años, y después de tres intentos fallidos de negociación, casi todos respiramos con alivio y una contenida esperanza de que esta vez será la buena, llegará la paz. ¡Bendito sea Dios, que es como decir la Paz sin medida ni término para todas las criaturas! ¡Bendita sea Colombia con sus escarpadas cordilleras y sus majestuosos ríos, su inmensa biodiversidad, sus numerosas etnias y lenguas! ¡Benditos sean sus pasos decididos hacia la paz, la paz tan anhelada, todavía tan insegura, y tan merecida después de 50 años, después de tanto miedo y de tanto dolor!
Para llegar hasta aquí, han salvado innumerables obstáculos que parecían insalvables. La guerrilla degeneró muy pronto y dejó de lado en buena medida aquellos ideales de justicia que en un tiempo parecieron justificar el conflicto armado. Buena parte de los representantes del pueblo y muchos gobiernos supuestamente democráticos se han dejado corromper de lleno por el dinero y han ejercido el terrorismo del Estado bajo excusa de combatir el terrorismo. Muchos declaraban que con los terroristas no se ha de negociar, pero ya sabemos que los que así hablan no tienen reparos para negociar y hacer negocios con los mayores terroristas cuando el interés económico lo recomienda o cuando la relación de fuerzas militares lo impone. Muchos preferían seguir con la guerra como medio de vida o como medida de fuerza para lograr sus objetivos. Aún en vísperas de dar inicio a las negociaciones formales de paz en Oslo, ha habido acciones violentas, con muertos y muchos heridos. Más muertos y heridos inocentes. No debe haber más. ¡Ya basta!
Para llegar hasta aquí, todos han debido convencerse primero de que no se puede llegar a la paz sino a través de la justicia y de que no se puede llegar a la justicia sino a través de la paz. De que no puede haber paz en Colombia si no se reparten mejor sus inmensas tierras tan hermosas, y si no se devuelven las que han sido arrebatadas por la codicia y las armas. Y de que nunca se erradicará el narcotráfico si no se ofrecen a los cultivadores de coca condiciones para vivir dignamente con otros cultivos. ¡Ojalá todos nos convenciéramos por fin!
¡Ojalá gane la paz! Solo así ganará Colombia, ganarán todos. Mienten quienes dicen que la paz verdadera exige que haya vencedores y vencidos. Sigue siendo un lenguaje de guerra, y la guerra ha servido para lograr la victoria o salir derrotado, nunca para hacer la paz. Es seguro que las FARC no se hubiesen sentado a la mesa de haber albergado esperanzas de vencer al ejército, y que tampoco el Gobierno se hubiese avenido a negociar de haber tenido la certeza de vencer a la guerrilla. Así vamos, y así nos va. Pero ya es hora de cambiar de registro, de creer en otro futuro y de crearlo, de dar un salto de civilización, de ponerse en el lugar del otro, de honrar la humanidad, de pasar del afán de victoria al anhelo de paz. He escuchado a Humberto de la Calle, delegado del Presidente colombiano Santos, decir en Oslo: “No se trata de que las FARC depongan las armas, sino de que las sigan defendiendo en democracia, sin necesidad de rendirse, ni plegarse a nuestras ideas”. ¡Enhorabuena, caballero! Hay que sentirse fuerte y hay que confiar en el otro para hablar así. ¿Cuándo sucederá eso en todas partes donde hay guerra o conflicto? ¿Cuándo nos convenceremos de que con la paz ganamos todos y de que nadie gana sin una paz justa?
Hoy recuerdo con pena a todos los muertos y me importa poco en qué bando luchaban. Recuerdo con dolor a los millones de desplazados por la misma violencia con distintos nombres y justificaciones diversas: guerrilla, ejército, paramilitares, terratenientes, narcotráfico. Recuerdo con emoción a Wilson, tendido en la tierra boca abajo atravesado por ocho balas junto a la puerta de la capilla en Yunguillo, arriba del Caquetá, y a su madre y a su hermano pequeño llorando por la noche en el humilde oratorio y en la humilde mesa de los franciscanos.
Te saludo, hermosa tierra de Colombia, con tus tres cordilleras, tus nevados y valles y llanos inmensos, con tu Cauca y Magdalena, con tus mares, ríos y quebradas, tus esteros y manglares, con tus ceibas, yarumas y guayacanes, con tus mangos y guanábanas, tus maracuyás y papayas, con tus colibríes, azulejos y cardenales, con tus ciudades y veredas, con tus decenas de etnias y de lenguas, con tus gentes de todos los rasgos y colores, con tu yuca y tus arepas, con tus matriales y maguarés, tus marumbas y cucunos. Hoy te saludo y me alegro contigo.
También te saludan, querida Colombia, y se alegran contigo y te desean la paz la garza gris que acaba de descender lentamente, en suaves círculos, a la represa del Narrondo junto al puente, y la elegante lavandera blanca que corretea sobre la torre de ladrillo de la antigua tejería, frente a mi ventana, y la cerraja que ya se marchita entre sus ladrillos, pues aquí estamos en otoño. Volverá la primavera. Florecerá la paz.

Caritas y Amancio Ortega Faustino Vilabrille

 Faustino Vilabrille Linares
La caridad no crea riqueza, solo pone parches a la pobreza
El Evangelio de San Marcos dice: Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo: “Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”.
En España tenemos ya unos cuantos millones de personas que viven rozando el umbral de la pobreza, y otros muchos ya son pobres de verdad, aunque aquí el nivel de la pobreza no se mide como en el Tercer Mundo. Si aquí se considera pobre al que vive con menos de 14 € al día, en el Tercer Mundo aun tenemos más de 1000 millones de personas que viven con menos de 1 € al día, y otros 700 millones con menos de 2 € diarios.
En nuestro país la pobreza está aumentado a pasos agigantados y, aunque nos digan lo contrario, aún no hemos tocado fondo, pues los parados siguen en aumento, las subsidios de paro agotándose para muchos, los desahucios crecen de día en día y más de 200 españoles intentan suicidarse a diario, desesperados por la crisis. Hay muchas familias y personas sufriendo lo indecible.
Dicho esto tenemos que decir algo de ese donativo de Amancio Ortega precisamente para Cáritas. En diferentes carteles de Caritas se lee: “trabajamos por la justicia”, y Caritas habla y escribe reiteradamente de la “denuncia profética de la injusticia”.
Precisamente la gran mayoría de los empobrecidos que tenemos en este país, está causada por las injusticias tremendas de los de arriba hacia los de abajo, por los gobiernos y parlamentarios que propusieron y aprobaron las leyes injustas que ahora caen sobre los más impotentes e indefensos, por la aprobación y consentimiento de paraísos fiscales, por las facilidades dadas a los ricos para sacar cantidades enormes de dinero del país (desde junio de 2010 a junio del 2011 más de 300.000 millones de €), por una legislación fiscal por la que pagas a Hacienda proporcionalmente tanto menos cuanto más tienes, por el manifiesto secuestro del poder político por el económico, etc. etc.
Ante la tormenta tan grande que está cayendo sobre millones de españoles que cada día tienen el paraguas más roto, o ya se quedaron solo con las varillas o ya se lo llevó todo el huracán de la crisis, comprendemos que Caritas sienta tentación, y haya caído en ella, de aceptar esos 20 millones € que Amancio Ortega le entrega, pero ese no es el camino, como tampoco es admisible que la Conferencia Espiscopal no solicite al gobierno que recorte las millones que le entrega en la misma proporción con que lo hizo con las demás partidas del presupuesto para 2013, pues la partida a la Iglesia vía Conferencia Eìscopal quedó intacta, sin recorte alguno.
El verdadero camino está en la lucha por la justicia y la denuncia de los injustos para que haya menos pobres, y no en socorrer a los empobrecidos causados por la injusticia de los injustos, aquí o donde quiera que sea.
El señor Amancio Ortega (quinto más rico del mundo, según la lista Forbes) será personalmente una excelente persona, pero su Fundación, de donde proceden esos fondos ¿también lo es? De dónde salieron esos 20 millones de € y los 11.400 millones que ganó en el ejercicio pasado?
Según se está publicando estos días reiteradamente, hay muchas dudas sobre la honestidad y limpieza en el proceso de obtención de la enorme fortuna del señor Amancio, y por consiguiente de los fondos de su Fundación.
A parte de la desgravación a Hacienda, aprobada en las leyes, que suponen esos donativos, es eticamente lícito que una persona tan rica sustraiga una sustanciosa cantidad al erario público, mediante esa desgravación?
¿Son ciertas estas noticias que ponemos a continuación, relacionadas con Inditex o Zara? En ellas figuran las fuentes de su información. Copiamos y pegamos:
“Brasil: Detectan otros 30 talleres de “esclavos” vinculados a empresa textil Zara
No se trata de un caso aislado. Según el Gobierno brasileño, los dos talleres de Sao Paulo en los que inmigrantes ilegales fabricaban ropa para la conocida empresa textil española, Zara, en condiciones que rozaban la esclavitud son sólo la punta del iceberg.
El Ministerio de Trabajo del gigante suramericano asegura que al menos en otros 33 talleres subcontratados por la firma gallega se habrían detectado las mismas irregularidades: hacinamiento, condiciones insalubres de trabajo y salarios de miseria. Pero la multinacional Inditex, propietaria de Zara, insiste en que se trata de una “situación excepcional”, según señaló ayer a El Confidencial un portavoz oficial del grupo textil fundado por Amancio Ortega.
Según reveló ayer la auditora fiscal del Ministerio de Trabajo Juliana Cassiano al diario O Globo, el de mayor tirada del país, la mayoría de los 15 inmigrantes bolivianos y peruanos liberados en los dos talleres de Sao Paulo no tenían documentos, habían sido introducidos clandestinamente en Brasil por redes de tráfico de seres humanos y trabajaban en unas condiciones “terribles”.
Su jornada laboral era de hasta 16 horas diarias, hacinados con cinco menores de edad en un espacio minúsculo que servía a la vez de taller y vivienda, con un solo cuarto de baño sucio y sin agua caliente, “y todo para ganar 200 o 300 reales [entre 90 y 130 euros] y estar endeudados con las mafias. La situación era muy, muy grave”.
Inditex volvió ayer a responsabilizar a la firma AHA, uno de sus más de 50 proveedores en Brasil, de haber subcontratado de forma “no autorizada” la fabricación de prendas de Zara en los dos talleres textiles clandestinos descubiertos por las autoridades de aquel país. Pero los inspectores del Ministerio de Trabajo rechazan los argumentos de la multinacional de Arteixo (A Coruña). “Si nosotros podemos rastrear la cadena de producción, Inditex también puede hacerlo”, sostiene Cassiano. “Y si Inditex es capaz de controlar la calidad de sus productos durante todo el proceso de producción, ¿por qué no hace lo mismo con la mano de obra que emplea?”.
Segunda operación desde mayo
El pasado mes de mayo, una operación similar a la desplegada en Sao Paulo permitió a la Superintendencia Regional de Trabajo y Empleo desmantelar varios talleres clandestinos en la ciudad de Americana, en el interior de la región paulista. En aquella ocasión fueron liberados 52 trabajadores, casi todos de nacionalidad boliviana, que estaban siendo explotados y sometidos a unas condiciones laborales degradantes.
Según fuentes de la cadena de televisión Band -la segunda de Brasil, cuyos reporteros destaparon las presuntas irregularidades cometidas por Zara en Sao Paulo-, la mayoría de los 52 trabajadores esclavos liberados también elaboraba prendas de ropa para la firma de moda española.
El portavoz de Inditex consultado por El Confidencial aseguró que “la seriedad de esta compañía es modélica”, y señaló que el grupo textil realiza anualmente más de un millar de auditorías a proveedores de sus marcas en todo el mundo para asegurarse de que cumplen su código de conducta.
“Estamos colaborando con las autoridades brasileñas para revisar los sistemas de producción de nuestros proveedores y evitar que casos como el de Sao Paulo vuelvan a producirse”. El representante de la multinacional gallega eludió comentar, sin embargo, la denuncia del Ministerio de Trabajo sobre la existencia de al menos otros 30 talleres clandestinos ligados a Zara”.
“Adquirir una prenda de ropa de las marcas del grupo Inditex que se haya confeccionado en Marruecos supone refrendar un sistema de producción en el que las trabajadoras acumulan hasta 65 horas a la semana detrás de una máquina para cobrar un salario de 178,72 euros mensuales.
Estas condiciones laborales las mantienen “viviendo en situación de pobreza” mientras el fundador del imperio textil, Amancio Ortega, se consolida como la mayor fortuna de España y la tercera en el mundo.
La situación se atestigua en la investigación ‘La moda española en Tánger: trabajo y superviviencia de las obreras de la confección’, elaborada para la ‘Campaña Ropa Limpia’ de las ONG española Setem y gallega Amarante Setem y que analiza las condiciones de vida y trabajo precarias que sufren las trabajadoras en talleres textiles de la ciudad de Tánger.
Inditex no es la única que se beneficia de esta situación. Las empresas españolas de moda más importantes tienen factorías propias o proveedores en Marruecos. El Corte Inglés e Induyco, Cortefiel, Mango y muchas otras firmas europeas “operan en el mercado marroquí aprovechando unos costes de producción claramente inferiores a los de la Unión Europea y la cercanía geográfica”.
“El País, 20 de diciembre de 2011: Zara llega a un acuerdo con el Gobierno de Brasil por una acusación de practicar trabajo esclavo.
La disputa comenzó en agosto cuando el Ministerio Público de Trabajo abrió 52 procesos de infracción a Zara al haber hallado evidencias de que la firma AHA, uno de los proveedores de la española en Brasil, compraba ropa elaborada en dos talleres donde los trabajadores, procedentes sobre todo de Bolivia y Perú, eran sometidos a condiciones equivalentes a la esclavitud. Entre ellas, el trabajar en lugares totalmente insalubres, con horarios excesivos, mal remunerados y sin respeto a los derechos más elementales del trabajador.
El director global de Asuntos Corporativos de Inditex, Jesús Echevarría compareció en septiembre en audiencia pública en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Brasil. Allí manifestó la intención de la empresa de colaborar con las investigaciones y resolver la situación”.
“Zara solo factura en España las ventas ‘online’ nacionales
www.elpais.com/articulo/economia/Zara/solo/factura/Espana…
por colomer el 07-01-2012 08:33 UTC publicado el 07-01-2012 12:45 UTC
Inditex cumple lo prometido… a medias. Tras la polémica suscitada al conocer que la empresa propietaria de Zara facturaba todas sus ventas por Internet a través de una empresa con sede en Irlanda, la compañía que preside Pablo Isla anunció que a partir de 2012 canalizaría sus ventas electrónicas desde España”.
Hasta aquí las citas textuales.
Pensamos que aceptar donaciones por parte de Caritas, sin tener meridiana claridad sobre la procedencia de las mismas, no es procedente ni ético en quien debe ser modelo acabado de trasparencia y honestidad en coherencia con el Evangelio.
Conste que soy voluntario de Caritas precisamente porque valoro la importancia de su trabajo, y más en la actual coyuntura, aunque creo que debería poner mucho más el acento en la colaboración con el Tercer Mundo, no solo Caritas sino todas las organizaciones sociales, porque allí la situación (y lo sé por experiencia personal) es infinitamente más grave que aquí.
Para terminar solo dos reflexiones bien sencillas:
-La caridad no crea riqueza, solo pone parches a la pobreza. Poner parches a la pobreza con dinero de quienes la causan es totalmente inadmisible.
-Donde hay justicia, no hace falta caridad. Hoy hay de sobre para todos, pero falta justicia.
Un cordial saludo.-Faustino