FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
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ATALAYA

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jueves, 2 de marzo de 2023

FERNANDO GARCÍA CADIÑANOS, UN OBISPO QUE ESTÁ DEL LADO DE LOS QUE SUFREN.

 ARTÍCULOS SIN CENSURA

Tiene razón Ramón Loureriro cuando afirma en un diario local lo siguiente: “García Cadiñanos, uno de los prelados más jóvenes de nuestro país (y no solo de nuestro país), un obispo que está, insobornablemente, del lado de los que sufren, ha asumido, desde el primer momento, la necesidad de que la Iglesia sea un lugar de encuentro. Un lugar de acogida para cuantos, creyentes o no, deseen acercarse a ella. Un cristiano, y él lo demuestra cada día, debe escuchar, y permanecer en permanente diálogo con la sociedad entera. IR A LA PÁGINA

Amnistía Internacional: La población palestina víctima del apartheid israelí. Damos respuesta a 8 preguntas claves

 

palestinalibre

El pasado 1 de febrero de 2022, Amnistía Internacional publicó un informe de 182 páginas en inglés titulado en español "El apartheid israelí contra la población palestina: Cruel sistema de dominación y crimen de lesa humanidad". En este informe se documentan las confiscaciones masivas de tierras y... IR A LA PÁGINA

Kasper admite que el Papa coincide en las «preocupaciones» del Camino Sinodal alemán, aunque teme que «pongan en peligro la unidad» en la Iglesia

 Religión Digital

 Jesús Bastante

El episcopado publica la carta de Bätzing a Parolin, Ladaria y Ouellet
«Naturalmente, el Papa Francisco quiere reformas, y puede estar de acuerdo con muchas preocupaciones del Camino Sinodal alemán. Con otras, tiene la impresión de que pondrían en peligro la unidad de la fe en la Iglesia universal», sostiene el cardenal  Ver noticia

Los que atacan con impunidad

 palestinalibre

Para los gobiernos y la prensa occidentales el único villano de nuestros días es Rusia. El invasor serial EEUU y su par Israel parecen tener permiso especial para atacar otras naciones cuando les viene en gana sin rendir cuentas a nadie, ni siquiera a la ONU. Eso sí, siempre en nombre de la democracia.  Ver noticia 

EL HALLAZGO QUE AMENAZA CON REVOLUCIONAR LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD: ¿Y SI EL 'HOMO' NO FUE LA PRIMERA ESPECIE EN USAR HERRAMIENTAS?


20minutos

 

Los Homo fueron la primera especie en usar herramientas. Eso creíamos hasta ahora. Con los datos y materiales de los que disponían, los palentólogos consideraban que el Homo -el género al que pertenecen los humanos- fue el primer antepasado en inventar y utilizar herramientas. Ahora resulta que podría ser que no.

Los científicos conocen como el conjunto de herramientas Oldowan a la Edad de Piedra, refiriéndose a los utensilios en propiedad de homínidos más antiguas y extendidas. Son piedras a las que se les han sacado lascas para poder cortar y raspar con ellas. Las más antiguas se hallaron en el triángulo de Afar, en Etiopía, y tenían unos 2,6 millones de años.

El yacimientos en Nyayanga está datado entre hace 3.032 y 2.581 millones de años

Pero ahora han encontrado herramientas aún más antiguas. Ha sido en un yacimiento fósil en el suroeste de Kenia, de hace entre 3 y 2,6 millones de años, a orillas del lago Victoria. Allí han identificado herramientas Oldowan de piedra que se utilizaban para descuartizar hipopótamos y machacar vegetales (todo lo comían crudo porque faltaban unos 2 millones de años para que descubrieran el fuego). Son las herramientas de su clase más antiguas jamás encontradas.

El descubrimiento ha sido fruto del trabajo de un equipo del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, del Queens College de la CUNY y de los Museos Nacionales de Kenia, la Universidad John Moores de Liverpool y el Museo de Historia Natural de Cleveland. El equipo de investigación, dirigido por Thomas Plummer, lleva diez años trabajando en ese yacimiento keniata y ha hallado más de 300 herramientas Oldowan.

"Hemos descrito yacimientos en Nyayanga (Kenia) datados entre hace 3,032 y 2,581 millones de años, y ampliamos esta distribución en más de 1.300 kilómetros. Además, hemos encontrado dos yacimientos de carnicería de hipopótamos asociados a una vegetación en mosaico y a una fauna dominada por los herbívoros", describe Plummer en el estudio donde recogen su descubrimiento y que publica la revista Science.

Hemos supuesto que sólo el género Homo, al que pertenecen los humanos, era capaz de fabricar herramientas de piedra"

Las excavaciones también han permitido hallar un par de enormes molares pertenecientes al Paranthropus, pariente evolutivo cercano de la especie humana. Los dientes son los restos fósiles de Paranthropus más antiguos encontrados hasta ahora. Su presencia en un yacimiento repleto de herramientas de piedra plantea preguntas intrigantes sobre qué antepasado humano fabricó esas herramientas, ha explicado Rick Potts, autor principal del estudio, a la American Association for the Advancement of Science.

¿Usaron herramientas antes los 'Paranthropus'?

El descubrimiento de dientes del Paranthropus de mandíbula musculosa junto a estas herramientas de piedra plantea la cuestión de si pudo haber sido ese linaje, en lugar del género Homo, el artífice de las primeras herramientas de piedra de Oldowan, o tal vez incluso que varios linajes fabricaran estas herramientas aproximadamente al mismo tiempo.

"Los investigadores han supuesto durante mucho tiempo que sólo el género Homo, al que pertenecen los humanos, era capaz de fabricar herramientas de piedra... pero el hallazgo de Paranthropus junto a estas herramientas de piedra abre una fascinante incógnita", asegura Potts.

El hallazgo de Paranthropus junto a estas herramientas de piedra abre una fascinante incógnita".

Las herramientas Oldowan son de tres tipos: martillos, núcleos y lascas. Las piedras de martillo pueden utilizarse para golpear otras rocas y crear herramientas o para machacar otros materiales. Los núcleos suelen tener forma angular u ovalada y, cuando se golpean en ángulo con una piedra de martillo, el núcleo desprende una pieza, o lasca, que puede utilizarse como filo para cortar o raspar, o refinarse aún más con una piedra de martillo.

"La tecnología oldowan fue como desarrollar de repente un nuevo juego de dientes fuera de tu cuerpo, y abrió a nuestros antepasados una nueva variedad de alimentos en la sabana africana", detalla Potts. Las herramientas de piedra oldowanas podrían haber ayudado a los primeros fabricantes de herramientas a adaptarse a nuevos lugares y nuevas oportunidades, ya fuera un hipopótamo muerto o una raíz feculenta, explica.

"Esto demuestra que el conjunto de herramientas estaba más ampliamente distribuido en una fecha más temprana de lo que la gente creía, y que se utilizaba para procesar una amplia variedad de tejidos vegetales y animales. No sabemos con seguridad cuál era su significado adaptativo, pero la variedad de usos sugiere que era importante para estos homínidos", concluye Plummer.

 

20minutos

VARIOS OBISPOS SE SUMAN AL NUNCIO Y COMPARAN MATAR UNA RATA CON EL ABORTO


religion digital

 

Varios obispos españoles se han hecho eco durante esta semana de las palabras pronunciadas por el nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza, que el pasado martes, criticó las leyes de bienestar animal y del aborto, recientemente aprobadas por el Gobierno.

Así, el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha agradecido las palabras "valientes" del nuncio en España. "Es muy de agradecer que el nuncio de Su Santidad en España diga palabras de orientación, que se moje en esta gran crisis que vivimos, porque a veces tenemos la impresión de que un nuncio, una persona diplomática, como si ser diplomático estuviese contraindicado con poner el dedo en la llaga de los problemas y no es así", ha señalado Munilla, este viernes, en su programa radiofónico 'Sexto Continente', en Radio María.

En concreto, Munilla se hace eco en su programa de las declaraciones que hizo Bernardito Auza el pasado martes en la Universidad Francisco de Vitoria, para presentar el VI Congreso Razón Abierta. "Dieciocho meses de prisión por matar una rata mientras se facilita todo para hacer un aborto", dijo el nuncio, en una conferencia recogida por Europa Press.

"Ministerio exclusivo para Agenda 2030"

El nuncio explicó que la Santa Sede está en contra de que se pongan "más recursos para la protección de especies amenazadas por extinción" que "para la protección de un nasciturus". También criticó que en España existiera un ministerio exclusivo para Agenda 2030 y expuso las "reservas" de la Santa Sede ante algunos objetivos de esta agenda, en concreto, los referidos a la salud y a la igualdad de género.

También ha aludido a estas palabras del nuncio el obispo de Córdoba Demetrio Fernández, quien ha alertado de que "crecen los derechos de los animales y sus crías, mientras el nascituro es despojado de todo derecho" y, "más aún, se proclama que el aborto es un derecho", de forma que ahora se imponen "18 meses de prisión por matar una rata, y se puede matar al niño en el seno materno con todas las facilidades".

"Pero, cómo pueden los humanos llegar a tal desprecio de la vida, que haga cada vez más fácil el aborto y no ofrezcan más medios para las personas que están en peligro de matar al hijo de sus entrañas. Se suprime el tiempo de reflexión, se rebaja la edad para cometer este 'crimen abominable', como dice el Vaticano II, y se niega la información previa al consentimiento informado", ha lamentado el obispo.

Otros obispos también se han referido a lo largo de esta semana a la recientemente aprobada reforma de la ley del aborto y a la ley de bienestar animal. Así, el obispo de Astorga, Jesús Fernández, manifestó en un vídeo publicado el pasado lunes 20 de febrero que "sorprende el contraste: tanto interés en cuidar un animal y tanta desprotección del ser humano de menos 14 semanas, alguna más si presenta ciertas discapacidades".

También le "sorprende" al prelado "que se exija formación para cuidar un animal y se niegue información a la mujer gestante" y critica la "hipocresía de argumentar que así se protege a la mujer cuando se le cierran las demás puertas". "El aborto es un acto violento especialmente grave, eso sí, de guante blanco, contra la criatura y la madre", zanja.

Por su parte, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, publicó el pasado miércoles una carta titulada 'Cuestionar la vida es un atentado contra la paz' en la que asegura que "la vida está amenazada hoy por distintos conflictos armados y por la violencia en tantos lugares del mundo, pero también por el hambre o por la idea de ser dueños de ella, con prácticas como el aborto o la eutanasia". "¿No son, todas estas situaciones que tenemos ante nosotros y otras más, atentados contra la paz?", se pregunta.

Además, invita a los hombres y mujeres de la Iglesia a tener la "valentía" de "ser promotores y defensores de la vida desde su concepción hasta su término natural, allí donde se vea la vida amenazada, ofendida o ultrajada". "¡Qué fuerza tiene la Iglesia cuando, en nombre de Jesucristo, asume la tarea de defender el deber de respetar la dignidad del ser humano!", exclama.

 

EL BAMBÚ JAPONÉS NOS INSPIRA


col bennasar

 

Estamos en conexión con bastantes personas que además de leer o escuchar van haciendo una opción por salir de lo superficial y rápido en los caminos de crecimiento personal y espiritualidad.

Es nuestra hermana Tierra quien, como siempre, contiene esa sutil sabiduría callada pero visible, palpable y contagiosa. La enseñanza del Bambú Japonés, es una entre millones de ellas, hoy me llamó especialmente la atención: Durante el séptimo año, en solo seis semanas, la planta del bambú crece más de 30 metros.

Siete años de abonar, cultivar, regar, nutrir a diario. Sensación de semilla mala, sensación de que se pierde el tiempo, sensación de impaciencia que a la inmensa mayoría, por lo que veo, les impulsa a ir a lo eficaz, a lo que sí se ve y palpa más rapidito. Y así, con esas prisas por ayudar… perdemos en el camino las semillas de profetisas, de místicas, de maestras de la interioridad y de la vida.

Les metieron a fuego que tenían que servir, y no les enseñaron el lento trabajo oculto de lo que cuesta la vida. Sin embargo la mayoría gestaron nueve meses a cada uno de sus hijas, de sus hijos, les cuidaron noche y día durante años, las 24 h hasta el más absoluto agotamiento, muchas veces solas, o con sus madres, para que las criaturas crecieran sanas. Esta sabiduría de la espera, de la gestación profunda, respetuosa, está en el ADN de la vida y sobre todo de las mujeres.

Hoy necesitamos revivirlo para cultivar nuestra espiritualidad para que nos podamos convertir en maestras y hermanas de la no superficialidad de nuestras hermanas. Esta no es como la moda, que un año pantalón ancho para el siguiente hay que comprar el estrecho… La caña de bambú, como la espiritualidad, pasa siete años -sabemos que siete en el simbolismo bíblico significa plenitud, cumplimiento conseguido- en la tierra oscura para tejer una red inmensa de conexiones que la mantendrá firme y erguida en medio de las más grandes tormentas.

Cuando la red interior está firme, el séptimo año, en sólo seis semanas crece más de 30 metros. Este es un guiño a las impacientes y a las que aprendieron muchas cosas interesantes pero no se les indicó el camino de la interioridad. La clave de todo está en la fidelidad al proceso lento. Está en permanecer conectadas a la fuente.

No aceptaríamos que un médico, un maestro, un constructor, un ingeniero… no estuviera muy bien preparado antes de tomar decisiones que afectan a la vida de las personas. En el terreno de la preparación profunda es una lucha que se comprenda que no es saber mucho sino dejarnos crecer por dentro, dejarnos hacer, dando por nuestra parte el tiempo mejor del día para que la Ruah creadora pueda trabajar. Las personas se entusiasman rápido y con la misma rapidez pueden cansarse para probar en otro sitio, en otro libro, en otro…

Está dentro. Siete años -tiempo largo de paciencia y cariño, de silencio y palabra- que como susurro, como nutriente, va permeando el alma, mientras yo escucho, acojo, permanezco sin prisas. En Jesús fueron 30 años de vida oculta y apenas 3 de ministerio que ha cambiado la historia. Y de pronto, un día, cuando menos lo esperes, cuando ya deseabas irte a algo más eficaz y más gratificante, descubres una caña de bambú enorme, de 30 metros, irrompible, en tu jardín interior.

¡Enhorabuena! Aguantaste el tiempo de la Ruah y no del ego. Y hoy palpas el fruto. Y ese fruto es que puedes desarrollar tu semilla de profetisa, o de maestra-compañera de otras, siempre, como nuestras hermanas mayores, cultivando tu semilla de mujer mística, profunda, sin complejos, en un mundo muy muy superficial que sólo acoge lo fácil, lo rápido…también en las recetas rápidas de crecimiento expres. Este no es el sentir y el buen hacer de nuestra Ruah.

Siete años, tiempo largo diario, hacia dentro. Después, si te envían, cuando te envíen desde dentro, irás a decirles… Buen abono, buena agua, buena espera, con calma, con ganitas, sin envíos exprés, con la sabiduría de la Tierra interiorizada. Ahí nos encontraremos, las que no nos cansemos de esperar.

 

Magdalena Bennasar, SFCC

ECLESALIA

UNA MUY MALA LECTURA

col ferret

 

La primera lectura del domingo primero de la llamada cuaresma (Gn 2: 7-9 y 3: 1-7) forma parte del Génesis, libro integrante del Pentateuco, que es un conjunto de textos redactados en el siglo VII aC, en Jerusalén, por un grupo de intelectuales convocados por el rey Josías.

Pero el grupo redactor, si bien redactó este  libro, no lo redactó todo, sino que, para los primeros capítulos, usó unos textos preexistentes, posiblemente bastante antiguos.

Sobre el comienzo del mundo y de la humanidad existieron varias narraciones, muchos pueblos tenían la suya, y entre ellas había muchas similitudes y diferencias.

Así, las narraciones que nuestros redactores situaron al comienzo del Génesis ni eran originales, ni netamente israelitas ni, por lo tanto, netamente bíblicas. No eran, de ninguna forma, idóneas para encabezar la Biblia israelita y, después, cristiana.

Esta mala elección que tomaron los redactores bíblicos fue, en mi opinión, muy errada y, sobre todo, ha sido muy y muy perjudicial para el devenir de la religión y de las personas israelitas y cristianas.

Veamos una serie de valores, en realidad antivalores, que nos ofrece el mal texto leído:

1) Dios crea un hombre; la mujer queda para más tarde. Esto origina, indebidamente, unas maneras de valorar y de actuar socialmente muy injustas, que todavía duran.

2) Este supuesto Dios no expresa a los nuevos creados unas normas claras y justas de comportamiento, sino que su concepto del bien y del mal, que las nuevas creaturas tendrían que observar, se centra tan solo en el hecho de comer o no comer las frutas de un árbol determinado.

3) Tanto las palabras del supuesto Creador, como las de la serpiente, dan a entender que, quizás, la prohibición de comer las frutas del árbol “del conocimiento del bien y del mal” tenía el objetivo de evitar que las personas supieran y pensaran más por su cuenta. Es bien verdad que, a lo largo de los tiempos, se ha procurado a menudo que las personas no supieran, sino que creyeran.

4) Se presenta a la mujer como la principal inductora del “pecado”. Es decir: primero marginada y, después, encima, considerada culpable.

5) Finalmente, y para redondearlo, el mal texto condena el hecho de ir desnudos, como si fuera una cosa mala. Y, cual más inri, con la ridiculez de decirlo a un hombre y una mujer que formaban pareja y, además, estaban bien solos.

Pero es que, desgraciadamente, estos antivalores:

-marginación de la mujer

-relativización de los deberes y de las culpas (¡cuántas veces se han valorado los “pecados” según la categoría de quien los cometía!!)

-no facilitar el conocimiento crítico, sino querer tener “creyentes dóciles”

-la monomanía contra la libre expresión del cuerpo

no tienen nada, ni de bíblicos ni de cristianos ni de divinos, pero sí que han sido a menudo normas de conducta muy rígidas y constantes de la Iglesia.

Y ¿por qué este texto tan malo todavía se nos continúa proponiendo como la lectura de una misa?  ¿En qué manos está la programación de las lecturas dominicales?

YO CREO QUE JESÚS NO VINO A CAMBIAR EL CURSO DE LA EVOLUCIÓN


col boff

 

Un entrañable amigo, reconocido sociólogo, Pedro Ribeiro de Oliveira de Juiz de Fora, MG, tal vez el único que lee todo lo que escribo, me critica y mejora mis ideas, se dejó impactar (helás!) con mi reciente artículo “Lo nuevo normal climático es amenazador” que trata del cambio irreversible del régimen climático de la Tierra que podrá poner en peligro el futuro de la vida humana. Como es un cristiano crítico y serio me escribió esta provocación que supongo será la de muchos lectores y lectoras. Me permito transcribir su email en su forma coloquial y después mi respuesta.

Pregunta de Pedro Ribeiro de Oliveira:

Leonardo, mi hermano,

Acabo de leer tu texto “Lo nuevo normal es amenazador” soltando los perros sobre la inevitable catástrofe climático-ambiental que se está abatiendo sobre la Tierra y quiero sugerirte/pedirte una reflexión teológica sobre la Salvación. ¿Es que ni Jesús puede salvar a la humanidad? ¿Es que su Evangelio del Reino se quedó en nada? ¿Que Él sólo consigue salvar almas? ¿Será que el Hijo del Hombre, después de resucitado por el Espíritu, acabó muriendo por nada?

No sé… Si toda la especie humana, y un montón de otras que van con ella, está condenada a desaparecer, la promesa del Reinado de Dios fue solo una Esperanza que ayudó a una parte (pequeña) de la humanidad a vivir momentos felices anticipándolo en la historia. ¿Dónde está la salvación que Jesús prometió y las Iglesias cristianas han anunciado durante siglos? 

Sólo nos queda el consuelo de que, no habiendo Reinado de Dios en la historia y estando nuestros cuerpos condenados a morir, tendremos una vida eterna y etérea para nuestras almas. Pero si es así, mucha gente hizo el tonto, incluso el mismo Jesús de Nazaret: podía haber enseñado la salvación de las almas sin enfrentarse al Imperio, el Templo y la Cruz.

Como teólogo, te propongo escribir una reflexión sobre la Salvación teniendo como tema de fondo la catástrofe de la vida humana en la Tierra.

Un afectuoso abrazo 

Pedro

Pedro Ribeiro de Oliveira, sociólogo y articulador del Movimiento Fe y Política.

Respuesta de Leonardo Boff

Pedro, amigo-hermano,

Yo creo que Jesús no vino a cambiar el curso de la evolución

Si te cuento la historia de la vida te darás cuenta de que al formarse los continentes (a partir del único gran continente Pangea) hace 230 millones de años, entre el 75-95% de todas las especies de seres vivos desaparecieron. Pero la Tierra guardó semillas (los quintillones y quintillones de micoroorganismo escondidos en el suelo y a salvo de cualquier amenaza). La Tierra se demoró 10 millones de años para rehacer la biodiversidad. La rehizo y enfrentó otras grandes extinciones posteriores, como aquella de hace 67 millones de años que hizo desaparecer todos los dinosaurios después de haber vivido más de 130 millones de años sobre la Tierra, y tantas otras. Pero la vida, como una especie de plaga siempre sobrevivió. 

Nada impide que nuestra especie, que apareció la última en el proceso de la evolución, violenta y asesina desde el principio del mundo, llegue a su clímax y desaparezca. Pero no desaparece el Principio creador de Dios-Trinidad, de comunión y de amor. De las ruinas hará un nuevo cielo y una nueva tierra, como lo promete el Apocalipsis.

Recuerda el Viernes Santo. Todos los apóstoles huyeron o le abandonaron. Sólo las mujeres, las generadoras de vida, no le abandonaron y se quedaron al pie de la cruz. El Viviente murió entre gritos de desesperación hasta entregarse, confiado, diciendo: “en tus manos entrego mi espíritu” (Lc 23,46: mi principio de vida). La resurrección, testimoniada primero por una mujer, María Magdalena, fue una insurrección contra aquella justicia y aquel mundo de muerte que lo condenó. Pero es mucho más: la resurrección anticipó el fin bueno de la historia humana y del universo. Surgió el “novísimus Adán” (1Cor 15,45).

Yo creo que el misterio pascual (vida-muerte-resurrección), especialmente el viernes santo, no sólo inspiró a Hegel para para la creación de la dialéctica (que él llama “viernes santo teórico”) sino que también nos puede inspirar a nosotros.

Podemos pasar por el viernes general y terrenal con todas sus agonías como las de Jesús. Pero no es el fin. Irrumpirá, pronto después, lo nuevo que es la resurrección. No como reanimación de un cadáver como el de Lázaro, sino como realización de todas las potencialidades escondidas en nosotros y como la irrupción realmente de aquello que el Apocalipsis atestigua: un nuevo cielo y una nueva tierra. Ellas vendrán de lo alto, es decir, de otra fuente de vida y de otra naturaleza. 

Bien dice Ernst Bloch: el verdadero génesis no está al comienzo, sino al final. Solo entonces Dios, “mirando todo lo que había hecho, halló que todo era muy bueno” (Gn 1,31). Ahora no todo es bueno, pues hay tanta maldad y desastres incomprensibles, como el de São Sebastião-SP y bajada del nivel de agua de los canales de Venecia que están prácticamente secos. Pero el fin será bueno.

Como dice el poeta portugués, Fernando Pessoa: “soñamos con un mundo que aún no experimentamos”. Ahora al final del nuevo régimen climático, el terrible piroceno (del fuego), vamos a explosionar e implosionar hacia dentro de Dios como le gustaba imaginar a Teilhard de Chardin. Experimentaremos un mundo nunca vivido antes.

Nuestra esperanza vale para la situación calamitosa actual. Reside en la resurrección de Jesús que solo comenzó pero no acabó todavía porque sus hermanos y hermanas que somos todos nosotros, no hemos llegado a la situación de él. La resurrección de Jesús es un proceso no terminado porque sus hermanos y hermanas aún no han resucitado como él.  Como lo dice san Pablo “es en la esperanza que somos salvos” (Rom 8,24).

Me gusta el evangelio original de San Marcos. Termina diciendo Jesús: “id a Galilea, allí me veréis”(16,7). Así acaba el texto. Los milagros agregados, es consenso entre los exegetas que son un añadido posterior. 

Por lo tanto, estamos todos en el camino a Galilea cuando entonces veremos al Resucitado, el Nuevo Ser se manifestará y hará de nosotros también nuevos seres, hombres y mujeres resucitados.

Esta es mi esperanza frente a las turbulencias mortales de la historia, sobre todo de la historia reciente. Lo nuevo, Cristo resucitado, acabará de resucitar y entonces se mostrará como el Cristo cósmico que llena todos los espacios de la Tierra y del universo. Y nosotros participaremos de esta novedad.

Un grande y fraterno abrazo 

Leonardo

Escribí un libro La resurrección de Cristo: nuestra resurrección en la muerte, Sal Terrae, 26ª edición, 2005.

LA IGLESIA MISIONERA NECESARIA


col otalora

 

Si hubiese que sintetizar qué comunidad -iglesia- necesitamos, la respuesta sería la misma que en los albores del siglo I: una Iglesia que tome el amor por bandera y con un marcado acento misionero entendido como vivencia, sin diferenciar lugares con mayor o menor presencia católica, es decir, universal, comenzando por nuestras actitudes.

La crisis religiosa que vivimos aquí, nos está obligando a una revisión del modelo de vida cristiano; aquél espíritu pensado para el Tercer Mundo que pervive en nuestras misiones diocesanas, debe ampliarse a un Primer Mundo necesitado de urgente re-evangelización misionera ante la realidad de que nuestra sociedad está dejando de ser referencia evangélica, convertida en el ejemplo de paraíso opulento que da la espalda al mensaje del Resucitado.

Una Iglesia de Cristo que quiere ser reconocida por sus hechos de amor y cuida de ser la primera en aplicarse su propia medicina, necesita trabajar la imagen borrosa que está quedando de sí misma. Las ideas se malean y hay que reafirmarlas; las actitudes y las prácticas se desvalorizan y hay que transformarlas. Estamos enfermos de materialismo consumista y apenas somos reconocidos como portadores de buenas noticias que cautivan el corazón humano; hemos perdido buena parte de la radicalidad del amor evangélico lo que nos convierte en un objetivo misional preferente ¿Qué hacer? Aunque nuestra teología es excelente, sin obras no sirve. Todo pasa, pues, por la recuperación de prácticas que nos hagan revivir el espíritu misionero siendo luz para otros:

* Una práctica religiosa adulta. Vivir para amar es lo primero, lo esencial. Amor como entrega y denuncia de situaciones que tanto hacen sufrir a una mayoría. Nos tiene paralizados con el mantra de que esto no es religión sino hacer política.

* Una práctica mejor vivida de la Eucaristía: acción de gracias siempre y mejor actitud comunitaria. ¿Celebramos algo con la actitud individualista y gregaria que sigue recordando el cumplimiento dominical del “cumplo y miento”?

* Una mayor y mejor participación del laico y de la mujer. Es preciso desarrollar el Concilio Vaticano II, sin integrismos clericalistas que tanto condicionan la vida eclesial ¿Por qué en la jerarquía no pueden entrar mujeres, ni teólogos o teólogas laicos? Esperemos que el desarrollo de la Sinodalidad abra puertas y ventanas…

* Una práctica evangélica centrada en el ejemplo de las actitudes más que en las ideas o, peor aún, frente a otras ideas. Necesitamos una jerarquía que escuche y que acoja con humildad y misericordia, alejada del dogmatismo, la cerrazón y las imposiciones. Iglesia de pastores, no de jefes.

* Si queremos comunicar mejor el atractivo del seguimiento evangélico, su poder liberador y sanador de transformación a nuestro alrededor por medio del amor, es preciso un cambio de rumbo en la institución eclesial… El budismo está de moda porque ha calado su poder liberador.

* Apostar por ser luz del mundo implica que todo lo malo no está fuera de la Iglesia. Menos juzgar la paja ajena y más autocrítica. Menos condenas y más actitud evangélica en temas como la pederastia, con resistencias a colaborar con la justicia alejadas del Evangelio y del Código Penal: llevemos a la práctica los mensajes de la oveja descarriada, el buen pastor, el hijo pródigo, el publicano, la adúltera, la cananea, el centurión romano… No el de las autoridades religiosas que condenaron a Jesús

* Seamos consecuentes: a las Iglesias nos une mucho más que lo que nos divide. Incluso entre los católicos tenemos zanjas por falta de diálogo sincero y autocrítica.

* Practicar mucho más la esperanza y la confianza en Dios: el “sólo Dios basta” de Santa Teresa. Sería un gran paso para que abandonemos lo ostentoso y palaciego que sintetiza el Estado vaticano, y recomenzar una vida cristiana apoyados en la fuerza del Espíritu Santo.

Creo que, en demasiadas ocasiones, lo esencial no es lo que ocupa los mejores esfuerzos. Estamos cómodos así, no viviendo creíblemente el Evangelio. Pero la realidad nos ha puesto en el siguiente dilema: o la Iglesia toda nos ponemos manos a la obra sin clericalismos ni pasividades en clave de verdadero espíritu misionero, o seguiremos perdiendo credibilidad evangélica encerrados en nosotros mismos, a la espera soberbia de que los demás sean quienes cambien primero, que es exactamente lo contrario de la misión que nos encomendó Cristo.

TRES VERBOS PARA ESTA CUARESMA


col omella

 

En esta Cuaresma quisiera invitaros a reflexionar sobre tres verbos que nos pueden acompañar durante este camino que lleva a la Pascua. Estos verbos son: volver, mirar y amar.

El miércoles pasado, con el rito de la imposición de la ceniza, iniciábamos el tiempo de Cuaresma. Este tiempo litúrgico es un itinerario de cuarenta días en el que podemos experimentar, de una manera especial, que Dios nos ama. Él siempre nos está buscando y no deja de hacerlo hasta que nos encuentra. Ojalá que estos días escuchemos la voz de Dios que nos pide: «Convertíos a mí de todo corazón.» (Jl 2,12).

En esta Cuaresma quisiera invitaros a reflexionar sobre tres verbos que nos pueden acompañar durante este camino que lleva a la Pascua. Estos verbos son: volver, mirar y amar.

Volver: en el Antiguo Testamento, cuando se habla de la conversión se suele utilizar una palabra hebrea que significa «volver». Este verbo lo encontramos en un precioso texto del segundo capítulo del libro del profeta Oseas. Oseas explica que Dios ama a su pueblo apasionadamente. Sin embargo, este amor no es correspondido. Pese a esto, Dios jamás pierde la esperanza de que algún día su pueblo regresará a Él. Para ello lo invita a volver a la fe que vivió en el desierto durante el tiempo del éxodo de Egipto. También a nosotros nos puede pasar lo mismo con Dios. Él nos ama de todo corazón, pero no siempre le correspondemos. Dios nos invita a volver a Él para ofrecernos su amor y compartir con nosotros su alegría. Dios no se cansa nunca de perdonarnos.

Mirar: Dios nos invita a mirar como Jesús miraba. Solo así vemos a cada ser humano, especialmente a aquel que es más vulnerable, como un regalo para nuestra vida. Dice el profeta Samuel que el hombre ve solo lo que está delante de sus ojos y que, en cambio, el Señor mira el corazón (cf. 1Sam16,6). Así nos contempla Jesús. Su mirada siempre va más allá de las apariencias. Él nos ve como frágiles vasijas de barro que, a través de sus grietas, dejan ver el amor de Dios. 

Amar: estos días de Cuaresma podemos orar y pedir a Dios que purifique nuestro corazón para que podamos amar a los demás como lo hacía Jesús. El apóstol Pablo nos lo dice con estas bellas palabras: «Tened entre vosotros los mismos sentimientos de Cristo» (Flp 2,5). Los evangelistas recogen en muchas ocasiones el amor incondicional de Jesús por sus discípulos. Él les ama fielmente a pesar de sus caracteres, sus errores, sus impaciencias, sus dudas, su abandono e incluso su traición.

Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma es un tiempo privilegiado para orar con más intensidad, para estar más atentos a la Palabra de Dios, para «ayunar» de todo aquello que nos separa de Dios y para dedicar tiempo y dinero a nuestros hermanos más necesitados. Salgamos de nosotros mismos para ir en busca de aquel que nos necesite. Roguemos a María que nos guíe en este camino cuaresmal, que ella nos anime a conocer y amar cada día más a Jesucristo, muerto y resucitado.

Domingo 5 de marzo de 2023 2º de Cuaresma José Oriol (1702)

 KONONIA

Según la leyenda bíblica, Abraham y Sara pertenecían a un clan de pastores seminómadas, de los muchos que buscaban pastos para sus rebaños lejos de las ciudades-estado que, por los años 1800 a.C. se estaban organizando en Mesopotamia y a lo largo de las costas del Mediterráneo. Abraham tal vez fue uno de los muchos grupos que emigraban, lo mismo que hoy, «buscándose la vida». En ese andar luchando por la vida descubrieron el llamado de Dios a dejarlo todo y fiarse de su promesa de vida. IR A LA PÁGINA

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FE ADULTA

col bennasar com

 

A un matrimonio mayorcísimo y sin descendencia se le dice “Sal de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré. Yo haré de ti un gran pueblo…por ti será toda la tierra bendecida.” (Gn.12, 1-4)

A los discípulos se los lleva Jesús a un monte alto y allí les manifiesta quien es él y quienes son ellos. Hubo una confirmación de identidades: Este es mi hijo…tú eres mi hija, mi hijo y si lo vives así la gente te escuchará.

Sugiero que la clave de interpretación o una de ellas, de estos potentes textos está en la experiencia interior de ser invitadas a SALIR DE… PARA SUBIR A…”.

Salir de lo conocido, de tu tierra, de lo que posees, también en contactos, amistades, familia y apellido si ello te impide ser cristianamente libre.

Desde los orígenes se nos invita a abandonar lo patriarcal que sigue dominando abierta o sutilmente la sociedad y sobretodo la religión.

Pero todo toma sentido cuando se mira la promesa: un hijo, una descendencia, un pueblo-comunidad, nueva.

Hemos dejado un fleco suelto, una pregunta existencial, y ¿por qué iba a hacerlo?, ¿por qué iba a dejar lo que soy y tengo?

Si obviamos quien hace la invitación, todo se convierte en una carga, una exigencia, un miedo…

Es Dios quien le llama por su nombre a Abrán y en él a su esposa y a su comunidad.

Estamos ante el texto de vocación de Abrán. Empieza con una llamada a salir de, para dirigirse a… a un lugar que es una promesa que no entiende, pero la experiencia de la Presencia de Yawe (Dios en hebreo, lo pronuncias inhalando y exhalando, Dios aliento de vida) es tan potente que le motiva a levantar sus tiendas, sus ganados, sus obreros con sus familias…y lanzarse a los caminos inseguros, guiados por una luz interior, esa luz, ese aliento de la Ruah, que en el evangelio nos convoca a subir.

Subir supone alejarnos de lo de abajo, también de lo familiar, lo del día a día. Jesús nos hace partícipes de su experiencia, que el autor del evangelio de Mateo nos describe en lenguaje metafórico, como todo lo relacionado con el Amor, y que tal vez por no comprenderlo lo descartamos.

Sal, deja, sube, mira. ¿Qué sientes? ¿Qué ves?

Si miramos hacia atrás vemos lo que tenemos que dejar… sin poder sentir la PROMESA DE UNA TIERRA NUEVA: de un planeta y una comunidad humana en armonía, en diálogo constructivo de vida.

Si miramos hacia abajo cuando se nos invita al monte alto, vemos la vida sin la experiencia que es LUZ, y que al inicio de acogerla, a nuestro interior adormilado le apetece instalarse en ella, porque crear tienditas iluminadas con esa Luz, sería hermoso y cómodo.

Pero no es así, la vocación-llamada es a dar vida, a ser fecundas, a crear nuevos espacios sin la seguridad de las tiendas y los muros.

¿Dónde? En el monte alto, en plena naturaleza que es el templo diario de Jesús, donde ora, donde experimenta el Bautismo en el que se sumerge en el agua, agua en la que navega para contagiar el Reino, siguiendo las estrellas, como los navegantes, estrellas que son la promesa, como las arenas de las playas, incontables, presentes, preciosas…

Dejar lo seguro por lo posible. Los que lo intentamos vivir sabemos de riesgo, de inseguridad exterior, pero la alegría interior contagiosa, la seguridad de la promesa del que llama, su presencia, hace que naveguemos siguiendo las estrellas y que recemos en las playas donde llevamos a familias y a jóvenes a “escuchar” y a “ver”.

A Escuchar las olas y el viento donde, desde los orígenes, Dios habla, como Ruah poniendo orden en el caos. Ahí habla más que en los templos de cemento y religiosidad, y Jesús así lo vive.

A Escuchar el lamento por inanición de Silencio y Palabra; reconocer que este hambre produce agresividad contra los pueblos declarando guerras; contra las mujeres manteniéndolas en posesión; contra madre Tierra violándola…reconocer en estos hechos el hambre de Amor que corroe el corazón humano, Amor y que, los invitados al monte alto, tenemos en despensa, incluso en el congelador.

Y, por todo ello, como Sara y Abrán, salimos hacia donde la brújula del amor nos guía.

A Ver, la belleza del monte, la luz, la perspectiva y también el dolor por tanta desgracia. ¿Evitable? ¡Por supuesto! ¿Cómo?

Se buscan navegantes. Se necesitan corazones no esclerotizados por propiedades, miedos…capaces de SALIR y SUBIR NAVEGAR, sin tiendas, sin motores de gasoil, sin más brújula que las estrellas en las que Abrán y Sara y Jesús creyeron, como promesa abundante a su fidelidad.

El resto, lo compartimos a la vuelta, presencial y online, cuando llegamos a la otra orilla, donde en la playa nos reciben otros y otras buscadoras, y formamos nuevas comunidades.

 

Magda Bennásar Oliver, sfcc

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EL RIESGO DE INSTALARSE 2 Cuaresma – A (Mateo 17,1-9)

 


JOSÉ ANTONIO PAGOLA

Tarde o temprano, todos corremos el riesgo de instalarnos en la vida, buscando el refugio cómodo que nos permita vivir tranquilos, sin sobresaltos ni preocupaciones excesivas, renunciando a cualquier otra aspiración.

Logrado ya un cierto éxito profesional, encauzada la familia y asegurado, de alguna manera, el porvenir, es fácil dejarse atrapar por un conformismo cómodo que nos permita seguir caminando en la vida de la manera más confortable.

Es el momento de buscar una atmósfera agradable y acogedora. Vivir relajado en un ambiente feliz. Hacer del hogar un refugio entrañable, un rincón para leer y escuchar buena música. Saborear unas buenas vacaciones. Asegurar unos fines de semana agradables…

Pero, con frecuencia, es entonces cuando la persona descubre con más claridad que nunca que la felicidad no coincide con el bienestar. Falta en esa vida algo que nos deja vacíos e insatisfechos. Algo que no se puede comprar con dinero ni asegurar con una vida confortable. Falta sencillamente la alegría propia de quien sabe vibrar con los problemas y necesidades de los demás, sentirse solidario con los necesitados y vivir, de alguna manera, más cerca de los maltratados por la sociedad.

Pero hay además un modo de «instalarse» que puede ser falsamente reforzado con «tonos cristianos». Es la eterna tentación de Pedro que nos acecha siempre a los creyentes: «plantar tiendas en lo alto de la montaña». Es decir, buscar en la religión nuestro bienestar interior, eludiendo nuestra responsabilidad individual y colectiva en el logro de una convivencia más humana.

Y, sin embargo, el mensaje de Jesús es claro. Una experiencia religiosa no es verdaderamente cristiana si nos aísla de los hermanos, nos instala cómodamente en la vida y nos aleja del servicio a los más necesitados.

Si escuchamos a Jesús, nos sentiremos invitados a salir de nuestro conformismo, romper con un estilo de vida egoísta en el que estamos tal vez confortablemente instalados y empezar a vivir más atentos a la interpelación que nos llega desde los más desvalidos de nuestra sociedad.

LO DIVINO EN JESÚS Y EN NOSOTROS ES NUESTRA ESENCIA DOMINGO 2º DE CUARESMA (A) Mt 17,1-9

fe adulta

col fraymarcos

 El domingo pasado, íbamos al desierto para encontrar a Dios. Hoy nos vamos a lo alto de la montaña para descubrir lo divino. Tirarse del alero del templo para ser recogido por los ángeles y manifestar ante la muchedumbre quién era, se nos presentó como una tentación. Pero hoy, una espectacular puesta en escena de luz y sonido se nos presenta como la cosa más divina del mundo. Desde la razón, es una contradicción, pero en el orden trascendente, una formulación puede ser verdad y la contraria también.

Aunque no sabemos cómo se fraguó este relato, debe ser muy antiguo, porque Marcos ya lo narra completamente elaborado. Una vez que descubrieron en la experiencia Pascual lo que Jesús era, trataron de encontrar la manera de comunicar esa vivencia que les había dado Vida. Para hacerlo creíble, lo adornaron con imágenes tomadas de la Escritura. Así disimulaban la ceguera que les había impedido descubrir quién era Jesús.

No podemos pensar en una puesta en escena por parte de Jesús; no es su estilo ni encaja con la manera de presentarse ante sus discípulos. Por lo tanto, debemos entender que no es la crónica de un suceso. Se trata de una teofanía, construida con los elementos y la estructura de las muchas manifestaciones de Dios relatadas en el AT. Con los conocimientos que hoy tengo, me inclino a pensar que se trata de un relato pascual, retrotraído a la época de su vida, después de haberse elaborado para darle mayor fuerza.

El relato está tejido con los elementos simbólicos, aportados por las numerosas teofanías que se narran en el AT. Nada en él es original; ni siquiera la voz de Dios es capaz de aportar algo nuevo, pues repite exactamente lo que dijo en el bautismo. Se trata de expresar la presencia divina en Jesús con un lenguaje que todo judío podía reconocer. Lo importante es lo que quiere comunicar, no los elementos que utiliza para la comunicación.

No es verosímil que esta escena se diera durante la vida de Jesús. Si los apóstoles hubieran tenido esta experiencia de lo que era Jesús, no le hubieran negado poco después. Tampoco fue un intento de preparar a los apóstoles para el escándalo de la cruz. Si fue ese el objetivo, el fracaso fue absoluto: “Todos le abandonaron y huyeron”. Hasta la experiencia pascual nadie descubrió lo que era Jesús. Todo lo que descubrieron después de su muerte estaba ya presente en él cuando andaban por los caminos de Palestina. Si se retrotrae a la vida terrena es con el fin de hacer ver que Jesús fue siempre un ser divino.

No podemos seguir pensando en un Jesús que lleva escondido el comodín de la divinidad, para sacarlo en los momentos de dificultad. En la oración del huerto quedó muy claro. Lo que hay de Dios en él está en su humanidad. Lo divino nunca podrá ser percibido por los sentidos. Es hora de que tomemos en serio la encarnación y dejemos de ridiculizar a Dios.

La única gloria de Dios está en su ser. Nada que venga del exterior puede afectarle ni para bien ni para mal. El aplicar a Dios nuestro modelo de grandeza es sencillamente empequeñecerle. La única gloria del hombre es manifestar que en él está ya ese mismo amor. Manifestar amor hasta la muerte, por amor, es la mayor gloria de Jesús y del hombre.

Jesús vivió constantemente trasfigurado, pero no se manifestaba externamente con espectaculares síntomas. Su humanidad y su divinidad se expresaban cada vez que se acercaba a un hombre para ayudarle a ser él. La única luz que transforma a Jesús es la del amor y solo cuando manifiesta ese amor ilumina. En lo humano se transparenta Dios.

Los relatos de teofanía que encontramos en el AT son intentos de transmitir experiencias personales de seres humanos concretos. Esa vivencia es siempre interior e indecible. La presencia de Dios es el punto de partida. Esa presencia es nuestro verdadero ser. La gloria no es una meta a la que hay que llegar, sino el punto de partida para llegar al don total.

Tomó consigo a tres: La experiencia interior es siempre personal no colectiva, por eso los presenta con sus nombres propios. Moisés también subió al Sinaí acompañado por Aron. El monte: Es el ámbito de lo divino. Si Dios está en el cielo, la montaña será el mejor lugar para que se manifieste. En la Biblia, el monte alto es el lugar donde siempre está Dios.

Rostro resplandeciente: la gloria de Dios se comunica a aquellos que están cerca de Él. A Moisés al bajar del monte, después de haber hablado con Dios, tuvieron que taparle el rostro porque su luminosidad hería los ojos) La luz: ha sido siempre símbolo de la presencia de la Gloria de Dios. La nube: Símbolo de la presencia protectora de Dios. A los israelitas los acompañaba por el desierto una nube que les protegía del calor del sol.

Moisés y Elías: Jesús conectado con el AT, la Ley y los Profetas en diálogo con Jesús. El evangelio es continuación del AT, pero superándolo. La voz: la palabra ha sido siempre la expresión de la voluntad de Dios. ¡Escuchadlo! Es la clave del relato. Solo a él, ni siquiera a Moisés y a Elías. El miedo aparece en todas las teofanías. Ante la presencia de lo divino, el hombre se siente empequeñecido. Sentían pánico incluso de morir por ver a Dios.

El relato propone a Jesús como la presencia de Dios entre los hombres de manera definitiva. Por eso hay que escucharlo. Su humanidad llevada a plenitud es reflejo de Dios. Escuchar al Hijo no es aceptar una doctrina que transmite por su palabra sino transformarse en él y vivir como él vivió, ser capaces de manifestar el amor a través del don total de sí.

Ni la plenitud de Jesús ni la de ningún ser humano están en un futuro propiciado por la acción externa de Dios. La plenitud está ya en él y se manifiesta en la entrega total. No está en la resurrección después de la muerte, ni en la gloria después del sufrimiento. La Vida y la gloria están allí donde hay amor. La vida de Jesús se presenta como un éxodo, pero el punto de llegada será el Padre, que era el punto de partida al empezar el camino.

A los cristianos nos queda aún un paso por dar. No se trata de aceptar el sufrimiento y la prueba como un medio para llegar a “la gloria”. Se trata de ver en la entrega, aunque sea con esfuerzo, la meta de todo ser humano. El amor es lo único que demuestra que somos hijos de Dios. Darse a los demás por una recompensa no tiene nada de cristiano.

Jesús nos descubre un Dios que se da totalmente. No es la esperanza en un premio sino la confianza lo que me debe animar. La transfiguración nos dice qué era Jesús realmente y lo que somos nosotros. ¡Sal de tu tierra! Abandona tu ego y adéntrate por los caminos del Espíritu. Vives exiliado en tierra extraña. Entra dentro de ti y encontrarás tu centro. No tienes que buscar nada distinto de ti mismo. Pide a Dios que te libre de todo dios.

POR LA RENUNCIA AL TRIUNFO Domingo 2º de Cuaresma

 col sicre art

fe adulta

Advertencia sobre las primeras lecturas de los domingos de Cuaresma

No han sido elegidas por su relación estricta con el evangelio, sino para recordar algunos momentos capitales de la historia de la salvación. En este ciclo A se trata de los siguientes: 1) pecado de Adán y Eva (domingo pasado); 2) vocación de Abrahán; 3) milagro de Moisés en el desierto; 4) unción de David como rey; 5) promesa de restauración del pueblo desterrado en Babilonia.

Durante la Semana Santa, nuestras calles verán pasar diversas imágenes de Jesucristo crucificado. La gente las mirará con mayor o menor respeto, pero nadie dirá: “Era un terrorista y un blasfemo. Hicieron bien en matarlo”.  Si nuestra imagen de Jesús es positiva, a pesar de su destino tan trágico, se debe, en gran parte, al evangelio de hoy.

El tema común a las tres lecturas de este domingo es “por la renuncia al triunfo”. En la primera, Abrahán debe renunciar a su patria y a su familia, experiencia muy dura que sólo conocen bien los que han tenido que emigrar. Pero obtendrá una nueva tierra y una familia numerosa como las estrellas del cielo. Incluso todas las familias del mundo se sentirán unidas a él y utilizarán su nombre para bendecirse.

En la segunda lectura, Timoteo deberá renunciar a una vida cómoda y tomar parte en el duro trabajo de proclamar el evangelio. Pero obtendrá la vida inmortal que nos consiguió Jesús a través de su muerte.

En el evangelio, si recordamos el episodio inmediatamente anterior (el primer anuncio de la pasión y resurrección) también queda claro el tema: Jesús, que renuncia a asegurarse la vida, obtiene la victoria simbolizada en la transfiguración. Así lo anuncia a los discípulos: «Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar a este Hombre como rey».

Esta manifestación gloriosa de Jesús tendrá lugar seis días más tarde. El relato podemos dividirlo en tres partes: la subida a la montaña (v.1), la visión (vv.2-8), el descenso de la montaña (9-13). Desde un punto de vista litera­rio es una teofanía, una manifestación de Dios, y los evangelistas utilizan los mismos elementos que empleaban los autores del Antiguo Testamento para describirlas. Por eso, antes de analizar cada una de las partes, conviene recordar algunos datos de la famosa teofanía del Sinaí, cuando Dios se revela a Moisés.

La teofanía del Sinaí

Dios no se manifiesta en un espacio cualquiera, sino en un sitio especial, la montaña, a la que no tiene acceso todo el pueblo, sino sólo Moisés, al que a veces acompaña su hermano Aarón (Ex 19,24), o Aarón, Nadab y Abihú junto con los setenta dirigentes de Israel (Ex 24,1). La presen­cia de Dios se expresa mediante la imagen de una nube espesa, desde la que habla (Ex 19,9). Es también frecuente que se mencione en este contexto el fuego, el humo y el temblor de la montaña, como símbolo de la gloria y el poder de Dios que se acerca a la tierra. Estos elementos demuestran que los evangelistas no pretenden ofrecer un informe objetivo, “histórico”, de lo ocurrido, sino crear un clima semejante al de las teofanías del Antiguo Testa­mento.

La subida a la montaña

Jesús sólo elige a tres discípu­los, Pedro, Santiago y Juan. La exclusión de los otros nueve pretende indicar que va a ocurrir algo tan importante que no puede ser presen­ciado por todos. Se dice que subieron «a una montaña alta y apartada». La tradición cristiana, que no se contenta con estas indicaciones generales, la ha identificado con el monte Tabor, que tiene poco de alto (575 m) y nada de aparta­do. Lo evangelistas quieren indicar otra cosa: usan el frecuente simbolismo de la montaña como morada o lugar de revelación de Dios. Entre los antiguos cananeos, el monte Safón era la morada del panteón divino. Para los griegos se trataba del Olimpo. Para los israelitas, el monte sagrado era el Sinaí (u Horeb). También el Carmelo tuvo un prestigio especial entre ellos, igual que el monte Sión en Jerusalén. Una montaña «alta y apartada» aleja horizontalmente de los hombres y acerca verticalmente a Dios. En ese contexto va a tener lugar la mani­festación gloriosa de Jesús.

La visión

En ella hay cuatro elementos que la hacen avanzar hasta su plenitud: 1) la transformación del rostro y las vestiduras de Jesús; 2) la aparición de Moisés y Elías; 3) la aparición de una nube luminosa que cubre a los presentes; 4) la voz que se escucha desde el cielo.

1. La transformación de Jesús la expresaba Marcos con estas pala­bras: «sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no es capaz de blanquearlos ningún batanero del mundo» (Mc 9,3). Mateo omite esta comparación final y añade un dato nuevo: «su rostro brillaba como el sol». La luz simboliza la gloria de Jesús, que los discípulos no habían percibido hasta ahora de forma tan sorprendente.

2. «De pronto, se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él». Moisés es el gran mediador entre Dios y su pueblo, el profeta con el que Dios hablaba cara a cara. Sin Moisés, humana­mente hablando, no habría existido el pueblo de Israel ni su religión. Elías es el profeta que salva a esa religión en su mayor momento de crisis, hacia el siglo IX a.C., cuando está a punto de sucumbir por el influjo de la religión cananea. Sin Elías habría caído por tierra toda la obra de Moisés. El hecho de que se aparezcan ahora a los discípu­los (no a Jesús) es una manera de garantizarles la importancia del personaje al que están siguiendo. No es un hereje ni un loco, no está destruyendo la labor religiosa de siglos, se encuentra en la línea de los antiguos profetas, llevando su obra a plenitud.

En este contexto, las palabras de Pedro proponiendo hacer tres chozas suenan a despropósito. Pero son simple conse­cuencia de lo que dice antes: «qué bien se está aquí». Cuando el primer anuncio de la pasión, Pedro rechazó el sufrimiento y la muerte como forma de salvar. Ahora, en la misma línea, considera preferible quedarse en lo alto del monte con Jesús, Moisés y Elías que seguir a Jesús con la cruz.

3. Como en el Sinaí, Dios se manifiesta en la nube y habla desde ella.

4. Sus primeras palabras reproducen exactamente las que se escucharon en el momento del bautismo de Jesús, cuando Dios presentaba a Jesús como su siervo. Pero aquí se añade un imperativo: “¡Escuchadlo!”. La orden se relaciona directamente con las anteriores palabras de Jesús, que han provocado tanto escán­dalo en Pedro, y con la dura alternativa entre vida y muerte que ha planteado a sus discípulos. Ese mensaje no puede ser eludido ni trivializado. “¡Escuchadlo!”.

El descenso de la montaña

Dos hechos cuenta Mateo en este momento: la orden de Jesús de que no hablen de la visión hasta que él resucite, y la pregunta de los discípulos sobre la vuelta de Elías.

Lo primero coincide con la prohibición de decir que él es el Mesías (Mt 16,20). No es momento ahora de hablar del poder y la gloria, suscitando falsas ideas y esperanzas. Después de la resurrección, cuando para creer en Cristo sea preciso aceptar el escándalo de su pasión y cruz, se podrá hablar con toda libertad también de su gloria.

El segundo tema, sobre la vuelta de Elías, lo omite la liturgia.

Resumen

Este episodio está contado como anticipación de la gloria de Jesús y como experiencia positiva para los apóstoles y para todos nosotros. Después de haber escuchado a Jesús hablar de su pasión y muerte, de las duras condiciones que impone a sus seguidores, tenemos tres experiencias complementarias: 1) Jesús transfigurado de forma gloriosa; 2) acompañado de Moisés y Elías; 3) escuchamos la voz del cielo.

Esto supone una enseñanza creciente: 1) al ver transformados su rostro y sus vesti­dos tenemos la expe­riencia de que su destino final no es el fracaso, sino la gloria; 2) la aparición de Moisés y Elías confirma que Jesús es el culmen de la historia religiosa de Israel y de la revela­ción de Dios; 3) la voz del cielo nos dice que seguir a Jesús no es una locura, sino lo más conforme al plan de Dios.

Tres ideas que ayudan a superar el escándalo de Jesucristo crucificado.

SERES TRANSFIGURADOS II Domingo de Cuaresma 5 de marzo Mt 17, 1-9

col lozano art

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“Quien tuviere experiencia lo entenderá, y verá que he atinado a decir algo; quien no la tenga, no me extrañaría que le parezca todo un desatino”
(Teresa de Jesús, El Libro de la vida 26,6).

Las cosas no son lo que parecen, nos recuerda la ciencia moderna -física cuántica y neurociencia- a cada paso. Y eso vale también para nosotros: no somos lo que parecemos ser.

Parecemos ser -nuestra mente lo ve así- un yo particular que tiene consciencia, autonomía, libre albedrío… Y solemos estar tan identificados con esa forma de vernos que, en general, resulta extremadamente difícil abrirnos a otra.

Es un estado de hipnosis. La persona hipnotizada no alcanza a ver más allá de lo que le permite ese propio estado. Identifica su mundo hipnótico con la verdad y calificaría de “desatino” -por utilizar la expresión de Teresa de Jesús- o de alucinación las palabras de quien le hablara de otra realidad, más allá de la que percibe en sus estrechos límites.

Se repite, una y otra vez, la alegoría de la caverna, de Platón. Como aquellos personajes, encerrados en la oscuridad de una mente enclaustrada a su vez en sí misma, no somos conscientes de que únicamente vemos “sombras” y tachamos de “locura” cualquier otra realidad que trascienda los límites mentales.

“Sombras” son todos los objetos que podemos percibir. Y objeto es también el yo, ya que podemos observarlo. La pregunta que puede cuestionar nuestra hipnosis es esta: ¿Qué es Eso que es consciente de los objetos y del yo? Porque solo Eso será el único sujeto, lo único realmente real, lo único que no es una mera sombra pasajera.

Eso que es consciente -la realidad primera- es la consciencia (la vida, la totalidad…). Y puedo descubrirlo por mí mismo gracias a un trabajo de indagación, experimentación y silencio de la mente.

Y lo que vengo a descubrir es que, hablando con propiedad y sin negar el nivel de la “personalidad”, no soy una persona que tiene consciencia, sino consciencia “enfundada” en una persona.

¿Cómo me percibo? ¿Puedo “tomar distancia” del yo?