FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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jueves, 5 de enero de 2017

“Yo les pido a los Reyes Magos, oro, incienso y mirra”




Esto es lo que pide el Rector Mayor, Ángel Fernández Artime, X Sucesor de Don Bosco, a los Reyes Magos.                     

 







Oro: convertido en un trabajo y salario digno del día a día.
Incienso: para sentirnos amados por Dios, Dios del Amor.
Mirra: para vivir una profunda humanidad entre nosotros,
ponernos en lugar del otro, del que menos tiene.

Pidámosle al niño Dios de Belén que no dé algo de sus regalos.

Francisco, en el banquillo de los acusados

ATRIO

GordoPuede parecer un titular cruel, al tratarse de una persona que acaba de cumplir 80 años, pero, guste o no, es lo que hay.
Es bien conocida la reforma eclesial en la que está empeñado Francisco: con los pobres y con los crucificados de nuestros días en su reclamación de tierra, techo y trabajo; a favor de una nueva unidad entre los cristianos entendida como comunión en la diversidad; impulsando una transformación de la curia vaticana que la acabe recolocando en relación de dependencia con un gobierno cada día más colegial y corresponsable y, finalmente, revisando la moral sexual, hasta ahora vigente, desde el primado de la misericordia como la verdad primera y fundamental del Evangelio.

Y también es de sobra conocido cómo, a partir de ese momento, las aguas no han parado de bajar revueltas hasta acabar emplazando públicamente al papa, el pasado mes de noviembre, por una supuesta negligencia en su responsabilidad de defender la fe. El encargado de ello ha sido el cardenal estadounidense R. L. Burke en nombre de otros tres colegas: los alemanes W. Brandmüller y J. Meisner y el italiano C. Caffarra. Finalizadas las fiestas de Navidad, ha declarado, podrían pedir públicamente al papa que se corrigiera de las “confusas” directrices impartidas en la carta postsinodal “Amoris laetitia” ya que perciben una ruptura “con lo que ha sido la constante enseñanza y práctica de la Iglesia”. Vamos, que la verdad primera y fundamental del catolicismo no es la misericordia de Dios, sino la ley de la indisolubilidad del matrimonio.
Lo preocupante no es que estos cardenales, representantes de la minoría rigorista, pretendan sentar a Francisco en el banquillo de los acusados
–una sobreactuación que roza lo histriónico–, sino la sintonía que se percibe con ellos en algunos sectores de la Iglesia. Y también, en nuestras respectivas diócesis.
Hay católicos que comparten, concretamente, tres consideraciones sobre este papa “venido del fin del mundo”. Según la primera, no hay que esperar mucho a que las aguas vuelvan a su cauce tradicional y seguro, habida cuenta la avanzada edad de este papa “salido de madre”. Solo se necesita tener un poco de paciencia y aguante, a la espera de que la naturaleza haga su trabajo y aparezca, como agua de mayo, el deseado y añorado Pio XIII o un Juan Pablo III que ponga las cosas en su sitio. Pero, se recuerda, seguidamente, no está de más insistir en que la Iglesia se encuentra asfixiada por el tsunami de la “dictadura relativista” que Juan Pablo II y Benedicto XVI denunciaron hasta quedarse afónicos y al que Francisco le hace la ola sin miramientos de ninguna clase. Hay, finalmente, otra valoración, más técnica y que ha vuelto a saltar a la palestra muy recientemente: la Exhortación postsinodal “Amoris laetitia”, por ser rupturista, no mantiene la imprescindible continuidad con el magisterio que le ha precedido. Al incumplir tal criterio, queda invalidada como doctrina auténtica.
Me permito intervenir en este debate aportando también tres consideraciones.
  • La primera, para recordar que las reformas fundadas, como es el caso, en la sencillez y radicalidad evangélicas y no en la autoridad (aunque sea la del papa), han sido, y siguen siendo, determinantes en la Iglesia. La de Francisco, por asentarse en la misericordia, tiene todos los visos de perdurar en el tiempo. Por lo menos, tanto como pueda subsistir el Evangelio que la sostiene y más allá de que al actual papa le queden cuatro días u otros ochenta años.
  • La segunda, es para invitar a repasar el magisterio de Juan Pablo II cuando animaba a “discernir bien las situaciones” de los divorciados vueltos a casar civilmente, dada su creciente complejidad, así como a valorar el diverso grado de pertenencia eclesial de dichas personas. El papa Wojtyla era consciente del problema. Pero, una vez reconocido, lo aparcaba y se limitaba a aplicar la llamada –y cada día más cuestionada– “ley moral natural” sin contemplaciones porque en ella se transparenta la voluntad de Dios. Y con él, Benedicto XVI. A diferencia de ellos, Francisco prefiere mirar el comportamiento incuestionable de Jesús en la parábola del hijo pródigo o con la mujer sorprendida en adulterio. Y, a su luz, entiende, cargado de razones, que el amor de Dios está por encima de cualquier ley, incluido el catecismo y el código de derecho canónico. Me da que este criterio también está llamado a tener más futuro que la aplicación inmisericorde de la ley, aunque se intente presentarla como “definitiva” e “irreformable”. Todo un exceso, éste último, dogmático, además de jurídico, que ignora la precedencia del Evangelio.
  • En tercer lugar, creo que no conviene confundir “relativismo” con “jerarquía de verdades”. Nadie discute, al menos entre los católicos, la indisolubilidad como uno de los principios del matrimonio, sin olvidar que cada día somos más quienes entendemos que no se pueden seguir aparcando las excepciones a dicho principio que el mismo evangelista Mateo (19,9) también pone en boca de Jesús: “excepto en caso de adulterio” (“porneia”). Pero todos deberíamos estar de acuerdo en que el corazón del Evangelio no son dichas verdades ni sus excepciones, sino la misericordia de Dios con nosotros. A su luz, se han de leer y aplicar las restantes. Esto tampoco es flor de un día.
Evidentemente, está en juego no perder el tren de la historia, pero, sobre todo, recuperar el corazón mismo del Evangelio que, con frecuencia, sobrepasa a la historia. Y con ella, a nosotros.

MARÍA MUJER FUERTE

MARÍA, MUJER FUERTE


col salome
Esperando siempre
con la sonrisa iluminando sus quehaceres
con la esperanza empapando sus quereres
con una plegaria entre sus labios sin que cese
la confianza en un Dios Padre que nos quiere

MUJER FUERTE, CON O SIN MIEDO
MUJER QUE HACE CRECER SUS TALENTOS
MUJER ATENTA, MUJER QUE ENTIENDE
MUJER QUE ELIGE MIRAR DE FRENTE
MUJER QUE ESPERA, MUJER QUE ANHELA
MUJER QUE NO HACE PEQUEÑA NINGUNA ENTREGA
MUJER QUE CALLA, MUJER QUE HABLA
CON LAS PALABRAS QUE GUARDA EN SU ALMA
QUE GUARDA EN SU ALMA

Esperando siempre
manos activas que acarician y convierten
en vida nueva sus cuidados y deberes
con la palabra precisa cual simiente
que aguarda el día de crecer y hacerse fuerte

MUJER EN VELA, MUJER QUE SIENTE
EL MIEDO HIRIENTE Y EL AMOR QUE ENVUELVE
MUJER QUE MIRA AGRADECIDA
LAS HUELLAS QUE DIOS DEJA EN SU VIDA
MUJER QUE ESPERA, MUJER QUE ANHELA
MUJER QUE NO HACE PEQUEÑA NINGUNA ENTREGA
MUJER QUE CALLA, MUJER QUE HABLA
CON LAS PALABRAS QUE GUARDA EN SU ALMA

MUJER FUERTE, CON O SIN MIEDO
MUJER QUE HACE CRECER SUS TALENTOS
MUJER ATENTA, MUJER QUE ENTIENDE
MUJER QUE ELIGE MIRAR DE FRENTE
MUJER QUE ESPERA, MUJER QUE ANHELA
MUJER QUE NO HACE PEQUEÑA NINGUNA ENTREGA
MUJER QUE CALLA, MUJER QUE HABLA
CON LAS PALABRAS QUE GUARDA EN SU ALMA
QUE GUARDA EN SU ALMA
QUE GUARDA EN SU ALMA


Salomé Arricibita


Para descargar la canción pinche el siguiente enlace: María, mujer fuerte.mp3 y dele al botón derecho del ratón y guardar como...

VIVIR EL TIEMPO ORDINARIO CON SENTIDO


  • col inma eibe

Mt 3,13-17
El evangelio de hoy nos sitúa de esta manera en nuestra cotidianidad. La escena que nos muestra podría ser la de un día cualquiera en la vida de Juan el Bautista, el profeta que predicaba en el desierto y bautizaba en el Jordán. Probablemente cada día habría un buen grupo de personas escuchándole y dejándose bautizar por él, atraídos por sus palabras y sus gestos. Así que a nadie le llamaría la atención aquel hombre que esperaba su turno tranquilamente, como uno más, junto a tantos otros; un hombre que no se había distinguido hasta ahora en nada; un hombre que llevaba una vida sencilla en Nazaret.
Pero cuando ese hombre, llamado Jesús, llega a Juan, el profeta es capaz de reconocerlo como aquel de quien ha estado diciendo que “os bautizará con Espíritu Santo y fuego” (cf. Mt 3,12) y se sobrecoge ante su petición: “Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?”. Jesús acude a Juan para hacerse bautizar y, con este gesto, desciende a lo más bajo, aún más bajo que el pesebre en el que había nacido; aún más bajo que la vida sencilla que había llevado. Jesús toma sobre sí la condición de pecador: “Al que no conoció el pecado, por nosotros lo cargó con el pecado, para que, por su medio, obtuviéramos la justificación de Dios” (2Cor 5,21).
Contemplemos el encuentro entre estos dos hombres y prestemos oído a su diálogo. Ambos escuchan al otro en su verdad más plena. Ambos se dejan acompañar. Ambos buscan la voluntad de Dios: “Déjalo ahora”, dice Jesús. “Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere”. Y ambos, gracias al otro, toman consciencia de su identidad. Como lo habían hecho años atrás sus madres en el encuentro en Ain Karem (cf. Lc 1,39-56), tanto Juan como Jesús son ahora reafirmados y fortalecidos en su vocación personal y en su misión. Sobrecoge caer en la cuenta de que las primeras palabras que Mateo pone en boca de Jesús en todo su evangelio sean éstas, referidas a cumplir todo lo que Dios quiere, manifestando lo que sería una clave fundamental en su vida: hacer la voluntad del Padre.
El evangelista ha narrado el encuentro con unas imágenes que muestran la fuerza de la teofanía que se describe: el cielo se abre, el Espíritu baja y se oye una voz del cielo. Esta descripción de la apertura de los cielos nos remite a Isaías: “¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!” (Is 63,19). El autor pide a Dios que vuelva a abrir el cielo, que se manifieste y descienda en medio del pueblo.
En Jesús se cumple esta Palabra. Dios se ha manifestado y ha descendido hasta ponerse en la cola con los pecadores. Mateo modifica la voz celestial con respecto a los otros dos sinópticos. La manifestación no está en segunda persona, sino en tercera: “Este es mi hijo, el amado, mi predilecto”. No es una revelación dirigida a Jesús, aunque con ello Jesús se reconozca como el Hijo. Es una revelación dirigida a nosotros, que la escuchamos. Es una invitación a acoger a Jesús como el Hijo y a aceptar que nosotros somos también “hijos en el Hijo” (cf. Jn 1,12).
Hoy, recordando el Bautismo de Jesús, somos invitados a ratificar nuestro propio bautismo, a confirmar nuestra fe desde la experiencia de encuentro personal con Jesús, el que se hizo uno de nosotros para recordarnos que somos hijos amados del Padre. Renovar nuestro propio bautismo hoy nos debe llevar a renovar nuestro compromiso a vivir como hermanos de todos, buscando la voluntad de nuestro Dios Padre-Madre y dejándonos mover por el aliento impetuoso de la Ruah Santa. Preciosa invitación, después de haber vivido en profundidad la Navidad, para comenzar nuestro tiempo “ordinario” con verdadero sentido.

SUEÑA…, DIOS AMANECE SOBRE TI


     

col Carme Soto

   



En tiempos tan recios como los que vivimos, estamos falt@s de esperanza y sobre todo necesitamos poder volver a creer en la bondad del ser humano. Las guerras, la injusticia, el egoísmo… no son tópicos, son realidades que golpean con fuerza y muchas veces destruyen las vidas de los más débiles. Realidades, que con frecuencia nos hacen sentir impotentes, erosionan nuestra fe en el futuro y nos llevan a pensar que es imposible mejorar el mundo que nos rodea. Sin embargo, las lecturas de hoy nos recuerdan que Dios sigue ahí apostando por el ser humano, que amanece sobre nosotr@s y nos invita junto a él a seguir soñando caminos nuevos de paz, inclusión y vida en nuestro amenazado mundo…
En los textos de este día de la de epifanía aparecen varias ideas que nos pueden ayudar a que nuestra fe se renueve encarnada en la confianza y la esperanza. La primera comienza recordándonosla el II Isaías, a través de un bello poema cargado de esperanza. El profeta recuerda al pueblo, todavía en el exilio en Babilonia, que Dios está amaneciendo sobre él, visualizando así, una bella imagen del alba en la que, casi sin darnos cuenta, poco a poco la luz va rompiendo la oscuridad, dejando que la claridad llene de colores la tierra y se disipen los miedos, la incertidumbre y nos despertemos a la vida.  
Dios es ese amanecer nos invita a ponernos en camino con la certeza honda de que El actúa en nosotr@s como un amanecer, que la niebla de la precariedad humana nunca podrá ocultar.  Dios amanece y la esperanza se hace luz en nuestra historia.
Para el autor de la carta a los efesios, ese amanecer, se hace realidad en la historia de su comunidad. La Buena Noticia de Jesús es que Dios ofrece su salvación a todos los seres humanos, porque El amanece para tod@s, rompiendo las fronteras étnicas, religiosas, de género o de estatus… hermanando así nuestras vidas.
Dios cumple sus promesas de liberación y nos invita a construir espacios nuevos de encuentro y fiesta, de cercanía y hospitalidad.
La buena noticia de Jesús llena de calidez nuestro corazón y de solidaridad nuestras vidas.
El relato de Mateo, más allá de su historicidad, narra una experiencia personal y comunitaria de cómo está configurado sus vidas el seguimiento de Jesús. A través de un género literario, el midrash, típicamente judío, construye un episodio de la infancia de Jesús en el que busca transmitir los fundamentos de su fe y su horizonte de esperanza.
La comunidad de Mateo, a la que pertenecen judíos y no judíos, se siente continuamente confrontada por el rechazo que experimenta por parte de la comunidad judía vecina. Su fe en Jesús les ha hecho entender las Escrituras judías de una forma diferente, una forma que para muchos miembros de la sinagoga es escandalosa. El autor el evangelio intenta ofrecerles un relato de la vida de Jesús que les ayude a dialogar con sus hermanos judíos, de modo que puedan presentarles su fe en Jesús como mesías a partir de los textos que sostienen también la esperanza de Israel.
El midrash, es un recurso de la literatura judía para profundizar en los significados de la Escritura a través de la recreación narrativa. Mateo escoge diversos relatos del Antiguo Testamento desde los que puede explicar quién es Jesús y a partir de ellos construir un midrash sobre su nacimiento.
Los recuerdos sobre la infancia de Jesús que circulaban por las primeras comunidades eran muy pocos porque, en la trasmisión de la memoria de Jesús, se habían priorizado los recuerdos de sus años de misión y de la Pascua, que era lo que tenía fuerza para el kerigma. En su relato de la infancia Mateo combina esos pocos recuerdos con los relatos del Antiguo Testamento posibilitando una nueva narración que fortalezca el anuncio de la fe de sus destinatarios y destinatarias.
En la narración de la adoración de los magos, Belén se configura como el lugar en que Jesús se presenta como el Mesías enviado a Israel (Miq 5, 1-3; 2 Sam 5,2), pero también es el destino de unos paganos, presentado como sabios de Oriente, que han visto una estrella (Nm 24,17), que anuncia el nacimiento del rey de Israel y quieren adorarlo. Todos los personajes que están o llegan a Belén muestra actitudes de confianza y acogida hacia el recién nacido. Las referencias a la Escritura judía muestran como este niño cumple lo que se había dicho sobre el Mesías en ella. Jerusalén, el otro lugar que aparece en la historia, representa la oscuridad y la desconfianza. En ella está Herodes, que se asusta al conocer la información de los sabios y utiliza todos sus recursos para deshacerse de Jesús y evitar que se propague la noticia de su nacimiento.
Los sabios de Oriente, que ven la estrella, se ponen en camino atentos a las señales que los han de guiar. Los representantes del pueblo judío, sin embargo, conociendo las Escrituras, no son capaces de descubrir en ellas a Jesús y no solo no se ponen en camino, sino que el miedo a perder su estatus les hace actuar con engaño y maldad.
Mateo jugando con esos contrastes, invita a su comunidad a mirarse en aquellos sabios que se dejaron guiar por la estrella, acogiendo los pequeños signos de la historia. Como ellos, l@s seguidor@s de Jesús, a los que escribe Mateo, están llamados a dejarse guiar por la luz que su fe en Jesús irradia en sus vidas, como ellos han de seguir profundizando en las Escrituras para afianzar e iluminar su fe.
Amanece en Belén y Dios se encarna en la debilidad humana para que nadie quede fuera de su mirada amorosa. Amanece en Belén y Dios nos invita a dejar soñar nuestro corazón para que él nos guíe, como a los sabios, por caminos alternativos capaces de construir un mundo nuevo, sin llanto ni dolor. Un mundo que ha de ser la utopía que guie nuestro caminar diario, de pequeños pasos y gestos sencillos… porque como decía Eduardo Galeano:
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”
Hoy día de la Epifanía estamos invitadas e invitados a soñar, a intuir nuevos caminos, nuevas sendas de inclusión, de hospitalidad, de acogida de ternura y solidaridad…a soñar porque Dios amanece en nuestras vidas.

BAUTISMO DE JESÚS

col sicreLa elocuencia del silencio

Acabamos de celebrar la fiesta de la Epifanía, con Jesús niño de menos de dos años; de repente lo vemos ya adulto, en el momento del bautismo. De los años intermedios, si prescindimos de la visita al templo que cuenta Lucas, no se dice nada.
Este silencio resulta muy llamativo. Los evangelistas podían haber contado cosas interesantes de aquellos años: de Nazaret, con sus peculiares casas excavadas en la tierra; de la capital de la región, Séforis, a sólo 5 km de distancia, atacada por los romanos cuando Jesús era niño, y cuya población terminó vendida como esclavos; de la construcción de la nueva capital de la región, Tiberias, en la orilla del lago de Galilea, empresa que se terminó cuando Jesús tenía poco más de veinte años. Nada de esto se cuenta; a los evange­listas no les interesa escribir la biografía de su protagonista. 
Para explicar este silencio se aduce habitualmente la humildad de Dios, capaz de pasar desapercibido tanto tiempo, sin llamar la atención, sin prisas por cambiar al mundo, a pesar de todo lo que tiene que decir. Esta interpretación es válida, y deberíamos sacar de ellas consecuencias personales que frenasen nuestras prisas y deseos de notoriedad. Pero quien viene del Antiguo Testamento percibe también otro motivo. Los grandes personajes que en él aparecen nunca son importantes en sí mismos, sino por lo que contribuyen al progreso de la historia de la salvación. De Abrahán, Moisés, Josué, Isaías, Jeremías, Ezequiel... nos faltan infinidad de datos biográficos. A veces conocemos detalles pequeños sobre su familia o infancia. Pero, en general, su biografía comienza con el momento de la vocación, cuando el personaje queda al servicio de los planes de Dios. 
En el caso de Jesús se aplica el mismo principio, para subrayar la importancia capital del bautismo como experiencia personal que transforma totalmente su vida. Todo lo anterior, aunque nos sorprenda, carece de interés. Es ahora, en el bautismo, cuando comienza la «buena noticia». 
El bautismo de Jesús (Mateo 3,13-17)
Es uno de los momentos en que más duro se hace el silencio. ¿Por qué Jesús decide ir al Jordán? ¿Cómo se enteró de lo que hacía y decía Juan Bautista? ¿Por qué le interesa tanto? Ningún evangelista lo dice.
En el relato de Mateo podemos distinguir tres momentos: el diálogo con Juan, la venida del Espíritu y la voz del cielo.
El diálogo con Juan es exclusivo del evangelio de Mateo. Cuando Mc escribió su evangelio, el hecho de que Jesús fuese bautizado por Juan no planteaba problemas. Sin embargo, Mt entrevé en esta escena un auténtico escándalo para los cristianos: ¿cómo es posible que Jesús se ponga por debajo de Juan y se someta a un bautismo para el perdón de los pecados? Para evitar ese posible escándalo, Mt introduce un diálogo entre los dos protagonistas, poniendo de relieve el motivo que aduce Jesús: "está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere". Así deja claro lo que para él será más importante a lo largo de su vida: cumplir la voluntad de Dios. Al mismo tiempo, aprendemos que su actuación será en ocasiones sorprendente, un misterio que nunca podemos penetrar del todo y que incluso puede provocar escándalo en las personas mejor intencionadas. Desde la primera escena, Jesús nos está desconcertando. 
Precisamente en el momento de la mayor humillación tiene lugar su mayor exaltación. Mc cuenta el episodio como una experiencia personal de Jesús: "Mientras salía del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo: Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto" (Mc 1,10-11). Sólo Jesús ve rasgarse el cielo, y la voz se le dirige sólo a él: "Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto".  Mateo, en cambio, presenta la escena como un gran acontecimiento público. El cielo se abre para todos, y la voz proclama: "Este es mi Hijo amado, mi predilecto". No se trata de que Jesús tenga una vivencia nueva, especial; son los presentes los que caen en la cuenta de la importancia de Jesús. 
La venida del Espíritu sobre Jesús tiene especial importancia, porque entre algunos rabinos existía la idea de que el Espíritu había dejado de comunicarse después de Esdras (siglo V a.C.). Ahora, al venir sobre Jesús, se inaugura una etapa nueva en la historia de las relaciones de Dios con la humanidad. Porque ese Espíritu que viene sobre Jesús es el mismo con el que él nos bautizará, según las palabras de Juan Bautista.
La voz del cielo. En cualquier hipótesis, como experiencia personal o como proclamación pública, es importantísimo conocer el sentido de las palabras: "Tú/éste es mi Hijo amado, mi predilecto". A un oyente judío estas palabras le recuerdan dos textos con sentido muy distinto. El Sal 2,7: "tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy", y el comienzo del primer canto del Siervo de Yahvé (Is 42,1). El salmo habla del rey, hijo de Dios, en el momento de su entronización. Isaías se refiere a un personaje que salva a su pueblo con enorme paciencia y sufrimiento. Parece que Mateo quiere evocarnos las dos ideas: dignidad de Jesús y salvación a través del sufrimiento. Todo esto, que ahora sólo queda insinuado, se irá confirmando a lo largo del Evangelio. En algún momento, el lector podrá sentirse escandalizado por las cosas que hace y dice Jesús, que terminarán costándole la muerte, pero debe recordar que no es un blasfemo ni un hereje, sino el hijo de Dios guiado por el Espíritu.
El programa futuro de Jesús (Isaías 42,1-4.6-7)
Las palabras del cielo no sólo hablan de la dignidad de Jesús, le trazan también un programa. Es lo que indica la primera lectura de este domingo, tomada del libro de Isaías (42,1-4.6-7).
El programa indica, ante todo, lo que no hará: gritar, clamar, vocear, que equivale a amenazar y condenar; quebrar la caña cascada y apagar el pabilo vacilante, símbolos de seres peligrosos o débiles, que es preferible eliminar (basta pensar en Leví, el recaudador de impuestos, la mujer sorprendida en adulterio, la prostituta…).
Dice luego lo que hará: promover e implantar el derecho, o, dicho de otra forma, abrir los ojos de los ciegos, sacar a los cautivos de la prisión; estas imágenes se refieren probablemente a la actividad del rey persa Ciro, del que espera el profeta la liberación de los pueblos sometidos por Babilonia; aplicadas a Jesús tienen un sentido distinto, más global y profundo, que incluye la liberación espiritual y personal.
El programa incluye también cómo se comportará: «no vacilará ni se quebrará». Su misión no será sencilla ni bien acogida por todos. Abundarán las críticas y las condenas, sobre todo por parte de las autoridades religiosas judías (escribas, fariseos, sumos sacerdotes). Pero en todo momento se mantendrá firme, hasta la muerte.
Misión cumplida: pasó haciendo el bien (Hechos 10,34-38)
La segunda lectura, de los Hechos de los Apóstoles, Pedro, dirigiéndose al centurión Cornelio y a su familia, resumen en estas pocas palabras la actividad de Jesús: “Pasó haciendo el bien”. Un buen ejemplo para vivir nuestro bautismo.

UNA NUEVA ETAPA

col pagola

       

Antes de narrar su actividad profética, los evangelistas nos hablan de una experiencia que va a transformar radicalmente la vida de Jesús. Después de ser bautizado por Juan, Jesús se siente el Hijo querido de Dios, habitado plenamente por su Espíritu. Alentado por ese Espíritu, Jesús se pone en marcha para anunciar a todos con su vida y su mensaje la Buena Noticia de un Dios amigo y salvador del ser humano.
No es extraño que, al invitarnos a vivir en los próximos años «una nueva etapa evangelizadora», el papa nos recuerde que la Iglesia necesita más que nunca «evangelizadores de Espíritu». Sabe muy bien que solo el Espíritu de Jesús nos puede infundir fuerza para poner en marcha la conversión radical que necesita la Iglesia. ¿Por qué caminos?
Esta renovación de la Iglesia solo puede nacer de la novedad del Evangelio. El papa nos invita a escuchar también hoy el mismo mensaje que Jesús proclamaba por los caminos de Galilea, no otro diferente. Hemos de «volver a la fuente para recuperar la frescura original del Evangelio». Solo de esta manera «podremos romper esquemas aburridos en los que pretendemos encerrar a Jesucristo».
El papa está pensando en una renovación radical «que no puede dejar las cosas como están; ya no sirve una simple administración». Por eso nos pide abandonar el cómodo criterio pastoral del «siempre se ha hecho así» e insiste una y otra vez: «Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades».
Francisco busca una Iglesia en la que solo nos preocupe comunicar la Buena Noticia de Jesús al mundo actual. «Más que el temor a no equivocarnos espero que nos mueva el temor a encerrarnos en estructuras que nos dan una falsa contención, en normas que nos vuelven jueces implacables, en costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: Dadles vosotros de comer».
El papa nos llama a construir «una Iglesia con las puertas abiertas», pues la alegría del Evangelio es para todos y no se debe excluir a nadie. ¡Qué alegría poder escuchar de sus labios una visión de Iglesia que recupera el Espíritu más genuino de Jesús rompiendo actitudes muy arraigadas durante siglos! «A menudo nos comportamos como controladores de la gracia y no como facilitadores. Pero la Iglesia no es una aduana, es la casa del Padre, donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas».

Brasil podría tener pronto los sacerdotes casados, dice Leonardo Boff


Christa Pongratz-Lippitt


Publicado por Mary Anne Hackett
Francisco pronto puede cumplir el pedido especial de los Obispos de Brasil para permitir que los sacerdotes casados para reanudar su ministerio sacerdotal, dijo teólogo de la liberación Leonardo Boff en una entrevista de diciembre 25 en el diario alemán Kölner Stadt-Anzeiger.
“Los obispos brasileños, especialmente amigo cercano del Papa el cardenal Claudio Hummes, han solicitado expresamente Francisco para permitir a los sacerdotes casados en Brasil para volver a su ministerio pastoral”, dijo Boff. “Recientemente he oído que el Papa quiere cumplir esta petición – como una fase experimental, preliminarmente por el momento se limita a Brasil.” ··· Ver noticia ···

El arzobispo de Tánger denuncia dos muertos y un herido grave tras el último salto a la valla de Ceuta


Jesús Bastante


“Te lo decía, que nos engañaban, que tus hijos no tienen barras de hierro para amenazar a nadie”
“En esta guerra de la iniquidad contra los pobres, las armas más poderosas son la censura y la mentira”
“Te lo decía, que nos estaban hurtando la verdad; aunque no podía imaginar qué verdad intentaban ocultar: dos muertos y uno para quien el mundo ya nunca será como era”. El arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, denunció ayer que el salto de la valla de Ceuta que llevaron a cabo doscientos inmigrantes en Nochevieja se saldó con dos víctimas mortales. ··· Ver noticia ···

La Santa Sede reconoce a Lutero como “un testigo del Evangelio”


Jesús Bastante


LuteroEl Vaticano y el Consejo Mundial de Iglesias elaboran un texto común para el V Centenario de la Reforma
Los obispos españoles piden “dejar atrás la mutua desconfianza y las lecturas parciales y tendenciosas de la historia”
“Separando lo que es polémico de las cosas buenas de la Reforma, los católicos ahora son capaces de prestar sus oídos a los desafíos de Lutero para la Iglesia de hoy, reconociéndole como un ‘testigo del Evangelio’. Y así, después de siglos de mutuas condenas y vilipendios, los católicos y los luteranos en 2017 conmemorarán por primera vez juntos el comienzo de la Reforma”. ··· Ver noticia ···