FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA DE MAYO DE 2024

LOS TRABAJOS ENVIADOS ESTÁN SIENDO LEÍDOS Y VALORADOS POR EL JURADO

LOS TRABAJOS ENVIADOS ESTÁN SIENDO LEÍDOS Y VALORADOS POR EL JURADO
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miércoles, 14 de agosto de 2024

El silencio de EE.UU. ante la tortura de prisioneros en cárceles israelíes -- Amy Goodman – Denis Moynihan

 


Rebelión

«Bienvenidos al infierno»
Fuentes: Democracy Now!
El devastador informe elaborado por la organización israelí para los derechos humanos B’Tselem revela cómo Israel transformó rápidamente el centro penitenciario de Megiddo y otras once prisiones en una red de “centros de tortura”.
“Cuando bajamos del autobús, un soldado nos dijo: ‘Bienvenidos al infierno’”. Así se expresaba Fouad Hassan, un hombre originario de Naplusa, una ciudad situada en el norte de los territorios ocupados de Cisjordania, que estuvo recientemente detenido en la prisión israelí de Megiddo.Ver noticia

Venezuela. Entrevista a Claudio Katz: “Con o sin actas, Estados Unidos quiere el petróleo de Venezuela”

 


Resumen Latinoamericano

Estados Unidos siempre intentó repetir en Venezuela lo que hizo en Irak o Libia, señala en esta entrevista el economista e investigador del CONICET Claudio Katz. “Las elecciones en territorios con petróleo ambicionado por el imperio nunca son normales, porque incluyen un componente geopolítico de enorme gravitación”.Ver noticia 

Carta abierta al papa Francisco: «Traslada temporalmente la Curia a Palestina» Juan Ignacio Ruiz-Huerta y Pedro José Larraia Legarra

 


Religión Digital

«Estamos contigo. Siéntete arropado por muchos hermanos en la fe que confirman la tuya»
«Desde esta fe común nos dirigimos a ti para compartir contigo el dolor y la impotencia que sentimos ante el horror que está viviendo el pueblo palestino, víctima de un cruel patrón de intención genocida por parte del Estado de Israel»
«Considera seriamente la opción de trasladar temporalmente algunos de los departamentos más significativos de la Curia Romana a Palestina con el fin de que actúen como escudo protector de la población» Ver noticia

Momento de cinismo en Medio Oriente Dr. Víctor de Currea-Lugo

 


Reflexión y Liberación

Canal Satelital Pan-Arabe
Luego de otra masacre de más de 100 civiles que se habían juntado este viernes a rezar, en una escuela que hace las veces de campo de refugiados, Medio Oriente está hundido en un momento de cinismo.
Bueno, siempre lo ha estado; el cinismo es una constante: basta ver los acuerdos de Oslo o el Plan de Partición de 1947; todo está lleno de un doble rasero y de una doble moral. El mundo se preocupa por un potencial ataque de Irán, pero no dice mucho sobre un real genocidio en curso.Ver noticia 

Las certeras palabras de Noam Chomsky, que resumen el genocidio palestino en diez segundos

 


Público

La Franja de Gaza sufre desde octubre de 2023 una escalada de violencia que Israel perpetra contra el pueblo palestino. Se trata de una contienda histórica en la que los sionistas aglomeran la mayoría de los apoyos internacionales, mientras que los aliados de Palestina son menos numerosos y cuentan con una menor potencia militar.Ver noticia 

Chomsky y sus reflexiones sobre la crisis ambiental: poder popular, transición justa y equitativa, y conciencia de clase Guillermo Martínez

 


BAF

Fuente: Climática
La editorial Altamarea publica en español ‘Autoridad ilegítima’, un compendio de entrevistas en las que el pensador y lingüista norteamericano critica la poca ambición de la política institucional y defiende el internacionalismo, la solidaridad y el activismo.Ver noticia 

EL CONFLICTO EN SUDÁN EMPEORA, Y OBLIGA A HUIR A LOS MISIONEROS: "LA SITUACIÓN ES ATERRADORA"


 

La noticia de que el gobierno sudanés estaba dispuesto a participar en las negociaciones en Ginebra, organizadas por Estados Unidos, parecía ofrecer una esperanza de diálogo entre el Ejército de Sudán (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Sin embargo, el 31 de julio, varias agencias anunciaron un supuesto intento de asesinato del jefe del ejército y del ejecutivo, Abdel Fattah al-Burhan. Como era de esperar, fue seguido inmediatamente por un comunicado que explicaba la dinámica del ataque (realizado por dos "drones enemigos" durante una ceremonia de graduación en la base militar de Gibeit, que dejó cinco muertos), y sacaba a relucir segundas intenciones sobre las negociaciones.

Según los informes de Africa Intelligence, los intentos de conversaciones siguen adelante y Estados Unidos - que abrió una mesa de negociaciones junto con Arabia Saudí en Jeddah en el verano de 2023, pocos meses después del estallido de la guerra, que hasta ahora ha fracasado - sigue intentando impulsar las conversaciones, creyendo que esta vez podrían tener éxito.

Este enésimo intento de reanudar las conversaciones, según Tom Perriello, enviado estadounidense, puede tener más éxito porque se está tratando de "aprender de los anteriores fracasos". Sin embargo, ya han surgido críticas, como la del Movimiento para la Liberación de Sudán, dirigido por Mini Minnawi, que se opone a que solo se haya invitado a las RSF y SAF, excluyendo a otros grupos de la sociedad civil

La comunidad católica en Sudán, al igual que todos en el país, está profundamente afectada por la crisis. A finales de junio, la Conferencia Episcopal de Sudán y Sudán del Sur organizó una reunión para abordar los temas más urgentes. El padre Biong Kwol Deng, de la diócesis de El Obeid, comenta a la Agencia Fides que tuvo que trasladarse a Juba, en Sudán del Sur, debido a la peligrosidad en Sudán. Él, como muchos otros miembros de la Iglesia, ha tenido que abandonar sus lugares debido a la inseguridad.

"En ese momento he tenido que trasladarme a Juba (capital de Sudán del Sur, ed.). Como muchos miembros de la Iglesia, hemos tenido que dejar los lugares donde estábamos en Sudán porque se han vuelto demasiado peligrosos, pero recibo noticias constantemente. La última hace unos días de un familiar mío que lleva en Jartum desde el comienzo de la guerra y me cuenta que a estas alturas no hay rincón del país que no esté afectado por el conflicto. Hay combates continuamente, en todas partes. De momento, soy sincero, no hay mucha esperanza” señala destacando que el conflicto sigue extendiéndose y el gobierno no muestra intenciones de detenerlo.

El padre Biong continúa diciendo: "La Conferencia Episcopal ha enviado una carta pastoral que subraya la urgencia de abrir un diálogo en Sudán y aborda también los numerosos problemas que enfrenta Sudán del Sur, incluyendo la llegada de muchos refugiados desde Sudán. Entre ellos hay muchos 'retornados', antiguos ciudadanos de Sudán del Sur que habían dejado el país debido a la pobreza extrema, inundaciones o conflictos, y que ahora se ven obligados a regresar. Como Iglesia, intentamos ayudarles tanto en Sudán como en Sudán del Sur. La situación de los desplazados es aterradora, especialmente en la zona de Kordofán, donde hay muchos refugiados a quienes tratamos de asistir. Todo se complica con la temporada de lluvias, ya que la gente carece de todo: agua, comida, medicinas. Hay una falta total de recursos, y mientras Sudán sufre, parece que la comunidad internacional lo ha olvidado, en parte debido a la atención que se da a los conflictos en Gaza y Ucrania".
La comunidad católica en Sudán se ha visto gravemente reducida debido a los éxodos forzosos, lo que ha generado una de las mayores crisis de desplazados en la actualidad. "Lamentablemente - comenta el padre Biong - nuestra presencia es ahora mucho menor. Las Misioneras de la Caridad, las hermanas de la Madre Teresa, que estaban en la diócesis de El Obeid, se fueron el mes pasado, al igual que las hermanas del Sagrado Corazón y los padres combonianos. Todos se han trasladado a Kosti, al sur de Jartum, y ahora están en camino hacia Juba".

En Sudán, explica el sacerdote, “hay dos grupos principales de cristianos: los del norte, de origen nubio, y los de Sudán del Sur, que se quedaron en Sudán incluso después de la independencia de Sudán del Sur en 2011. Ambos grupos se enfrentan a grandes dificultades, especialmente por la falta de ayuda externa. A pesar de todo, es posible rezar y celebrar la misa en lugares seguros donde haya sacerdotes. Sin embargo, los sacerdotes a menudo están solos, y cuando hay dos juntos, deben trabajar en zonas muy extensas”.

 

Fides

Religión Digital

ENTRE PRESIONES Y PRISIONES MENTALES


col martell

 

Los acontecimientos sociopolíticos reinantes obligan preguntarnos ¿hasta cuándo violamos la vida por nuestras ideologías, por nuestras obsesiones, por las obcecaciones de tener “la” razón, ¿criminalizar la vida por concepciones filosóficas, religiosas? Los fanatismos aniquilan… Tener ideas, ideologías, creencias, es una cosa; encerrarse en ellas es ya no pertenecerse a sí mismo. Semejante a toda adicción.

Cada ser humano tiene su propio tango, vive sus locuras que considera verdades. Lo inaceptable es imponerlas a los demás, y se enjaulen con él. Los ejemplos abundan en la historia como hoy, desquiciados se toman el poder y martirizan a sus ciudadanos. Ciertamente “no hay peor ciego que quien no quiere ver”

Invaden, destruyen todo aquello les sea una amenaza a su constructo mental. Recordar las guerras religiosas, guerras por tierras seductoras, excluir por color de piel, por las diferencias sexuales, y lo más aberrante, por ser mujer, que hasta ayer se rechazaban pues podrían ser embarazadas.

La Administración actual debió promulgar la “Ley laboral Karin”, que sanciona todo tipo de acoso laboral. Esta Ley debería ser extensiva hacia los cuatro vientos, siguiendo a los establecimientos escolares, universitarios. O sea, donde se den relaciones humanas. Sin embargo, esta Ley con normativas tan detalladas por una buena broma pudiese ser denunciada y sancionada.

Un pueblo, gobernado por amenazas, no es una sociedad humana. Un pueblo que abdique su conciencia solo aparenta ser sociedad humana.

No podemos vivir de leyes, de protocolos, la vida como el agua se filtran por algún lado. El Antiguo Testamento bíblico Dios para ordenar su pueblo les ordenó 10 mandamientos… El Código Hammurabi (1792- 1750 A.C) tuvo 282 artículos, famoso por su Ley del Talión: “ojo por ojo, diente por diente”, la causa del mal se ataca con el mismo mal. Los Derechos Humanos corren el mismo destino: se incumplen. Religiosizar la vida como el mundo islámico tampoco parece coherente con la existencia humana, también esclaviza a la sumisión de las mujeres y sus guerras intestinas.

Asumamos que siempre nos será un misterio “La Venida del Hijo de Dios encarnado para dar Vida y Vida en abundancia a nuestra humanidad. Se puede creer o no en Él. “He venido a liberar a los oprimidos” Jesús, más allá de todo, centró en el Amor la Vida, amarse a sí mismo para amar a los demás, fundamento para la amistad cívica. La audacia de San Agustín: “ama y haz lo que quieras”. Sólo el amor puede salvar a nuestra humanidad. No es utopía. Se supone que Ud. ama a sus padres, se supone que por amor se casó, se supone que por amor tiene hijos. Se supone que por amor ha seguido su vocación. La política, si busca el Bien Común, también debe ser para amar y servir… La Democracia como el cuerpo humano tiene su unidad interna y sus extremidades relacionadas entre sí. De la presión y prisión a la libertad de la comunidad, com-unidad.

 

Pedro Aranda Astudillo, Fundador de la Corporación Gen

Agosto 2024

IN MEMORIAM DE FEDERICO CARRASQUILLA: EL PADRE, EL CURA, EL TEÓLOGO, EL AMIGO, EL SABIO


col koldo

 

El 29 de julio a las 5:50 am fallece Fede, como le gustaba que lo llamaran, noticia inesperada porque, a pesar de sus 89 años de edad, era un hombre lúcido, con gallardía, jovial… siempre que le preguntaban sobre su estado: ¿cómo está? ¿Cómo se siente? Sus respuestas contundentes y sinceras - estoy muy bien, no me duele nada y estoy contento y medio. Me ha tocado una vida de maravilla y añadía:  A mí me ha tratado muy bien la vida, me han colocado a hacer lo que me gusta, creyendo que lo que me colocan es un castigo. Vivo de maravilla, no me falta nada. 

Cuando coloqué entre fotos en mis redes haciendo alusión a su Pascua, muchos me postearon: ¿murió? Mi respuesta: falleció, más no murió. La muerte no lo ha derrotado, le ha dado la victoria – recordaba la frase de Juan Martín Descalzo: “morir es solo morir, morir se acaba, morir es un fuego fugitivo, morir es pasar la puerta a la deriva y, encontrar lo que tanto se buscaba”. Federico no murió, se nos adelantó a esa orilla donde algún día dejaremos las redes, para seguir a Dios en Espíritu y verdad.

Federico un hombre que paso por este mundo haciendo el bien, viviendo el programa de Jesús, siendo agente de misericordia y encarnando en su vida y en la de los demás las bienaventuranzas. Un hombre que susurraba el Reino, no desde la azotea. 

Federico nació en 1935 en Itagüí, en su tiempo fue ambiente campesino y pueblerino, era el cuarto entre ocho hermanos, entre ellos otro hermano que también fue sacerdote, Horacio, quien falleció en Pandemia, pertenecía a la diócesis de Caldas. Su padre era un farmaceuta con mucho sentido social, y supremamente religioso, diario hacia su hora santa ante el santísimo y su madre Ester, una mujer caritativa; estos valores fueros forjando la vida de Fede, crecer en medio de una familia religiosa, practicante en el sentido cultual y en el compromiso evangélico, desde pequeño Federico escuchaba de sus padres querían que un hijo fuese sacerdote, a cambio de uno, fueron dos. 

Federico ingresó al seminario en 1947, no propiamente porque sentía el llamado, sino por darle gusto a su padre. En el seminario encontró tres actividades que le encantaban: estudiar, rezar y jugar. El seminario era un ambiente muy clerical, los seminaristas quedaban apartados del mundo, cosa que aún sigue igual; imposible estar allí en las estructuras siendo de libre pensamiento, me contaba Federico que un compañero que se llama Jorge Eliecer; le hicieron cambiar el nombre porque les asemejaba a Gaitán. La Iglesia tenía repudio al liberalismo. En el seminario había una concepción de que ser liberal es malo. 

Más adelante Federico por sus capacidades intelectuales que eran asombrosas, lo envían a Europa a estudiar, iba para el seminario de América Latina, pero por confusión llegó al seminario francés, allí encontró unas tendencias teológicas y la espiritualidad de Carlos de Foucauld quien le ayudó a descubrir lo central del mensaje de Jesús: verlo en el plano humano y pobre como categoría universal. Estando en Roma, pudo escuchar la primera audiencia de Giuseppe Roncalli y evidenciar los nuevos gestos que inquietaban a algunos sectores de la Iglesia, ‘semper reformanda’ silogismo que se había olvidado, pero que no sabían el revolcón que venía con el Concilio Vaticano II.

Una Revolución que todavía no se ha logrado plenamente, que va muy despacio, porque no es fácil ni sencillo tumbar tantos años de historia y tradicionalismo. En Roma culminó su licenciatura de teología en la universidad Gregoriana. Y luego, hizo un doctorado en filosofía con énfasis en la antropología existencial, fundamentado en Marx y Sartre. Recrimina Federico que, si la Iglesia hubiera entendido las tesis de Marx sobre Feuerbach que son lecturas sobre la realidad, habría comprendido que es la misma perspectiva de Jesús. 

Fede manejó un bajo perfil, por eso hablaba abiertamente y justificaba su forma de ser. Cuando uno está abajo, puede decir lo que le dé la gana. Los que están arriba son los que tienen que cuidarse. Sus estudios lo llevaron a apasionarse por Jesús y ser reflejo de él, convergiendo sus actitudes. Llegó a ser rector del seminario de Medellín en la etapa de filosofía, profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana; Fede chocaba con las estructuras institucionales, porque siempre entendió que el ministerio era para servir y no para ser servido (Cfr. Mt 20, 28). 

Fede es considerado un héroe en el barrio Popular de Medellín, pues estando vivo construyeron un colegio en honor a él. Llegar al popular fue experimentar el Reino. Siendo un profesor admirado por sus capacidades y conocimientos, todo su bagaje académico, era una estrella. Se va para un lugar de invasión, a cumplir el ideal de vivir con los pobres y como los pobres; allí se convirtió en el Jesús de Nazaret, que iba aprendiendo de las experiencias y aventuras en medio de las gentes. Entre ellas hago acotación de algunas que me había contado y que recuerdo. 

Un almuerzo que lo invita una feligresa y le pregunta, Padre, ¿cómo se siente? – Llegué a un paraíso, llegué donde buscaba. Contesta la señora: —Eso hemos visto. Cuando comentaron que usted venía de la universidad en la comunidad, pensábamos que no iba a durar mucho, por el contrario, a usted se le ve muy contento, y eso que usted no es de los nuestros.

Una vez que se enfermó Fede, y dos señoras en medio del desespero dicen llamamos un médico. Fede interviene – usted cuando se enferma, ¿Les traen médico? Ellas responden – que no. ¿Usted qué hace? Pregunta Fede. Tomamos bebidas. Fede pide bebidas; al ver que está empeorando, ellas insisten en llamar a un médico. Fede pregunta: ustedes, en estos casos, ¿a dónde van? – Policlínica. Pues lleven allí, vamos en taxi – cómo que, en taxi, si ustedes tienen que pagar un taxi, se les va el salario de dos días. Tomemos bus. Llegan a policlínica en medio de un gentío, las dos señoras llegan pidiendo socorro – llegó el padre del barrio Popular – Fede llegó a la conclusión de que está haciendo una comedia.

Ocurrió todo esto y luego una señora le pide que vaya a ver a una feligresa que estaba agonizando, y le dice que le rece. ¿Recele… qué? A lo salió con ganas de quemar todos los libros y se cuestionaba - ¿De qué me sirve toda la sabiduría que tengo, sino sé que decirle a la gente? “tanto saber me sobrepasa, es sublime y no lo abarco” (Sal 138, 6). Volvió a recordar que era una comedia lo que estaba haciendo y va a realizar unos retiros espirituales donde redescubre que, la pobreza de uno como cristiano es por Jesús, no por el pobre. Y que tenía que partir de su propia vivencia, de su pobreza, partir de la realidad del pobre.

El barrio Popular, un barrio de invasión donde había tugurios, ranchos de tabla y latas, recuerdo con el sabio humor de Fede, contaba que un día llegaron unos carabineros a desalojar una casa, la gente preocupada porque sabían que se terminaba la ceremonia litúrgica, y de inmediato tumbarían la casa. Federico se entera – él solo iba a realizar la misa, aprovecha y le dice a la gente: "iniciemos con el rosario". Los carabineros por el respeto que había hacia un sacerdote no hacían nada, Fede encabeza el rosario… en este primer misterio pedimos por los hijos de los carabineros para que no le vaya a pasar nada malo: no se accidente en la bicicletica; segundo misterio, pidamos para que las esposas de los carabineros no se enfermen… porque Dios castiga muy fuerte al que les haga daño a los pobres… la astucia de Fede incomparable.

Un hombre que luchó incansable para que el pobre fuese sujeto y recuperara su espacio, se viene al pobre no como alguien que hay que erradicarlo, eliminarlo; sino como alguien que es persona, ya desde varios documentos de teólogos y magisteriales se hablaba del pobre como objeto – lugar teológico; la originalidad de Federico fue decir que el pobre es sujeto y que a nadie se le agacha la cabeza, ni al mismo Dios, porque a Él se mira con amor, se agacha la cabeza cuando se siente menos, entonces no hay que agachar la cabeza, pero tampoco contestar con violencia. En varias ocasiones iba la policía a desalojar y tumbarle los ranchos.

Federico, con la serenidad de un hombre que hablaba con autoridad (Cfr. Mc 1, 22; Mt 7, 29) se involucraba en las realidades de la porción de Reino que se le había encomendado. Cuando tumbaban los ranchos, la gente reviraba contra la policía violentamente y contra el padre para que diera alguna justificación; él les contestaba: ¿quién vive aquí, ellos o nosotros? Vamos a ver quién se cansa ellos de tumbar o nosotros de volver a armar. En otras ocasiones, la policía llegaba pidiendo factura de algunas cosas como electrodomésticos y se las quitaban justificando que habían sido robadas, Fede pedía que siempre que llegará los carabineros – policías lo llamaran para el saludarlos y explicarles que eso eran unas donaciones y él lo repartía a la gente; cosa que la policía no le funcionó. Recalcaba Fede con todo esto que hay una educación que hay que hacer contra la violencia, no tanto en el aspecto religioso y moral, sino por el aspecto humano.

La forma de ser de Federico le trajo varios problemas a nivel eclesiástico, de tres grandes castigos que la Iglesia le puede dar a un sacerdote a Fede le imputan dos: la suspensión a divinis y la expulsión del oficio eclesiástico, es decir, ser párroco; jocosamente decía que le faltaba era la excomunión antes de morir. Finalmente, Federico fue absuelto de todos ellos. Pero aun en algunos sectores de la Iglesia quedaron secuelas, el lastre de una historia malinterpretada, malentendida. De Fede que para los que lo conocemos de cerca es un santo incomprendido en su época, y quedó tildado de hereje, cismático, anti-eclesial… 

Digo esto, porque cuando estudié en el Seminario Mayor de Medellín, en el año 2015 estábamos prontos a darle apertura en la primera semana del mes de octubre, la denominada ‘semana misionera’; donde un grupo de seminaristas voluntarios de las diferentes etapas de la formación, del que siempre me gustó e hice parte, porque mi vocación la descubrí en gran parte gracias a la misión. Nos dio por hacer un foro misionero, en el que teníamos pensado invitar al Fede, y otras personas para que nos iluminaran dicho encuentro, pero la información se filtró y llegó hasta los oídos de los formadores, y no dudaron llamarnos a cuenta el rector en ese entonces el Padre Martín Alonso Arias Hernández, Darío Gonzalo Martínez Machado formador y psicólogo, quien nos tildaba de marxistas, herejes, cismáticos, apóstatas, que no nos damos cuenta el daño que le hacíamos a la Iglesia, añadía - que el marxismo fue condenado por la Iglesia, que ya la teología de la liberación había muerto, que la estábamos resucitando con este grupo misionero. Nos llamaron para decirnos que: “para invitar a ese padre Federico Carrasquilla, teníamos que hablar con el obispo – monseñor Ricardo Tobón Restrepo”.

Yo sentí impotencia, me decía: ¿cómo es posible que un hermano sacerdote de la misma arquidiócesis, no pudiera ir al seminario? Mientras que se veía transeúntes que iban a hacer deporte caminando o en bicicleta, y hasta consumir sustancias psicoactivas, nadie les decía nada ni impedían el paso. ¡El tigre sabe a quién le sale! 

Cuando me dicen, defina a Federico, digo: es un hombre lleno de humanidad, tan humano que allí tenía que estar Dios en él, sus historias son de salvación, su personalidad es serena como la de un sabio que cuida de sus palabras e inteligente porque es prudente (Cfr. Prv 17, 27). Llamaba la atención que Fede tenía el sagrario en una olla de barro, encarnando el misterio de Dios que está en todas partes, que se involucra en la realidades humanas, y compagino esto con un adagio popular “estamos en la olla” – “Jesús está donde está la gente; la gente está en la olla, pues, Jesús también está allí”. 

Federico es digno de colocarlo en el santoral como doctor por su capacidad y conocimiento compartido, como mártir, porque fue incomprendido moralmente y a raíz de ello sufre la persecución. Es pastor, porque dio, desgastó su vida por tantas personas. Fede es encumbrado como uno de los padres de la Iglesia de amerindia junto con otros tantos: San Óscar Arnulfo Romero, Hélder Câmara, Leónidas Proaño, Pedro Casaldáliga, Ignacio Ellacuría, Enrique Angelelli, Raúl Zambrano Camader, Arturo Lona Reyes, Enrique Alvear Urrutia, Carlos Múgica, Carlos Alberto Calderón, Alberto Ramírez Zuluaga, entre tantos que han entregado, gastado y desgastado la vida para que los pobres sean amados en ellos, como Dios los ama. Hoy decimos: Fede, intercede por nosotros.

 

Julián Bedoya Cardona

Religión Digital, 07.08.2024

NOMBRAMIENTO DE LA HERMANA REGINA DA COSTA PEDRO PARA EL COMITÉ SUPREMO DE LAS OMP: "UN PASO MÁS PARA QUE LA SINODALIDAD SEA UNA REALIDAD”


col zapatero

 

La Hna. Regina da Costa Pedro, directora de las Obras Misionales Pontificias en Brasil (OMP Brasil) acaba de ser nombrada miembro del Comité Supremo de las OMP para un mandato de cinco años, del 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2010. El Comité es responsable de asegurar el desarrollo efectivo de cada una de las de las Obras Misionales Pontificias, resolviendo las cuestiones que puedan surgir entre ellas.

Una responsabilidad y un reconocimiento

Está compuesto por el Pro-Prefecto del Dicasterio, Cardenal Luis Antonio Tagle, el secretario presidente de las OMP, cinco obispos representantes de cada continente, los secretarios generales de las cuatro Obras Pontificias, la administración y cinco directores nacionales de la OMP. Este grupo se reúne una vez al año para debatir las disposiciones necesarias para el buen funcionamiento de las Obras Misionales Pontificias.

La directora de la OMP de Brasil considera que su nombramiento "significa una responsabilidad, sin duda, pero también un reconocimiento, que creo que no es sólo para mí como persona, sino para las Obras Pontificias de Brasil, para toda la Iglesia de Brasil". Insiste en que "represento no sólo a la Iglesia en Brasil sino a la Iglesia de las Américas", destacando el hecho de que Brasil fue elegido para formar parte de la parte del Comité Supremo.

Un efecto cascada

En el mundo hay 130 directores nacionales de las Obras Misionales Pontificias, de los que 6 son mujeres. Que una de ellas esté en el Comité Supremo "es muy significativo, porque me parece que esas decisiones que el Papa Francisco está tomando para abrir la participación de las mujeres en todas las instancias, particularmente en los órganos de decisión, es como si esto estuviera teniendo un efecto en cascada sobre otras decisiones".

La religiosa del PIME dijo que "esta decisión fue tomada por el Pro-Prefecto, el cardenal Tagle, pero creo que fue ya en diálogo y como respuesta a esta apertura que el Papa Francisco está proporcionando". Por eso subraya que "cada vez que una mujer es elegida en la Iglesia para algún servicio de mayor responsabilidad, creo que se abren las puertas a una mayor participación de los cristianos laicos y laicas en todas las instancias".

Todos al servicio de la Iglesia

"Al final, siempre es un paso más para que esta sinodalidad se haga realidad, sinodalidad entendida como la posibilidad de que todos los bautizados, puedan ponerse al servicio de la Iglesia, de una Iglesia que es toda ministerial, como tantas veces dice el Papa Francisco", según la Hna. Regina. En este sentido, afirma que "el hecho de representar a las mujeres es casi como si las dos cosas fueran la misma. Mi nombramiento es como una confirmación de lo que ya está ocurriendo, y espero que se esta apertura se realice de manera cada vez más profunda".

Para la Iglesia de Brasil, aun reconociendo que está llamada a representar a las iglesias de todos los países de América, este nombramiento puede ayudar a compartir la experiencia misionera a un nivel más amplio, "la experiencia y las vivencias que tenemos en la Iglesia en Brasil como proyectos de animación misionera, de apertura ad gentes, todo lo que hemos hecho aquí, definitivamente lo llevaré allá, porque es una experiencia". La religiosa subrayó que "lo que vivimos es lo que compartimos".

Para esta misión más amplia de representar a la Iglesia en América, cree que puede ayudar a la organización del VI Congreso Misionero Americano en Puerto Rico, donde participarán la mayoría de los directores de América. Cree que "será un momento muy importante también para poder hablar con ellos y ver qué expectativas todos ellos como directores tienen de mi representación en el Comité Supremo".

 

Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica

Religión Digital, 09.08.2024

¿«LA LETRA CON SANGRE ENTRA»?


col kowalski

 

1. Quiero pensar que todos responderíamos negativamente a la segunda de las cuestiones que encabeza este texto. ¿Quién justificaría hacer daño a alguien con el objetivo de educarlo o de ayudarlo a cambiar? Y, sin embargo, en la práctica es un comportamiento muy habitual en la relación padres-hijos, de pareja, así como en diferentes relaciones interpersonales…

¿Qué es lo que ocurre? Cuando el otro -sea hijo, pareja, amigo, conocido…-, a nuestros ojos, actúa “mal”, ¿qué hacemos? Generalmente, nos enfadamos, lo juzgamos, lo criticamos, lo condenamos… y hacemos que se sienta mal, es decir, le estamos haciendo daño.

¿Cómo lo justificamos? Rápidamente nos decimos que lo hacemos por su bien, porque queremos que cambie “a mejor”. Y nos decimos también que, al hacerle sentir mal, estamos favoreciendo que cambie su manera de comportarse.

¿Es así realmente o hay algo que se nos puede colar de manera inadvertida? Me parece que lo que sucede en esos casos tiene una explicación más simple… y menos “noble”. En realidad, nuestra reacción suele nacer de la frustración. Es justamente de la frustración de donde nacen reacciones como el enfado, el juicio, la condena…, así como el deseo de que el otro se sienta mal. Es decir, si somos honestos, habremos de reconocer que generamos reacciones que hacen daño a la otra persona…, y con frecuencia ni siquiera somos conscientes de ello.

Desde esa misma honestidad, tal vez no nos resulte difícil reconocer que, en ocasiones, hemos buscado que la otra persona se sintiera mal -es decir, objetivamente, más allá de “intenciones”, le hemos hecho daño-. Y lo hemos hecho como reacción que nacía de nuestro propio malestar.

2. Para una mayor comprensión de lo que se halla en juego, tal vez sea oportuno entender que, ante el fenómeno del dolor, suelen darse dos posturas extremas.

Por una parte, el dolorismo afirma que el dolor es bueno y valioso por sí mismo. Tal actitud suele estar vinculada con algún sentimiento de culpa y sostenida por alguna creencia religiosa. En esas bases se asienta la creencia de que el dolor repararía la culpa y nos haría merecedores de perdón.

Por otra, el hedonismo ve el dolor como algo malo en sí mismo, que hay que evitar a cualquier precio. En este caso, no es difícil detectar el vínculo de esta actitud con un narcisismo infantil.

La actitud adecuada se encuentra entre ambos extremos, reconociendo que el dolor forma parte inevitable de la existencia: dado que toda forma es impermanente, donde hay forma, habrá dolor. Ahora bien, lo decisivo es lo que se hace con el dolor.

Y la acogida constructiva del dolor se basa en dos actitudes que solo son ajustadas cuando se dan simultáneamente: la no-evitación y la no-reducción. El dolor no se supera evitándolo o negándolo -considerándolo tabú, como hace nuestra cultura-, sino aceptándolo. Pero, junto a la no-evitación, se requiere comprender que somos más que el dolor, por lo que no nos reducimos a él.

Son precisamente estas dos actitudes las que hacen posible que el dolor se convierta en oportunidad de crecimiento. Porque, al poner de manifiesto nuestra vulnerabilidad, desarbola la inflación del ego y facilita que pueda ser trascendido. La vulnerabilidad aceptada es la puerta de la compasión. Así vivido, el dolor nos hace más humanos. Pero no por el dolor mismo -como creía el dolorismo-, sino porque en él encontramos la oportunidad de conectar más en profundidad con lo que somos.

El dolor no pide ser evitado -como proclama el hedonismo-, tampoco ser glorificado -como predica el dolorismo-, sino sencillamente abrazado sin reducirnos a él.

3. A partir de aquí, podemos volver a nuestra pregunta anterior: ¿Se puede ayudar a la persona haciéndole daño o provocándole dolor? La respuesta es tajante: no. El dolor provocado no puede ser fuente de transformación. Porque, tal como he señalado antes, lo que transforma no es el dolor, sino la actitud con la que se vive.

Ese movimiento que nos lleva a hacer daño al otro -o hacer que se sienta mal- como medio para que cambie en algún comportamiento que nos parece inadecuado suele nacer de una creencia profundamente arraigada desde nuestra infancia. Probablemente, fue lo que hicieron con nosotros y, por tanto, lo que aprendimos. Es claro que el modo como fuimos tratados ha condicionado de manera efectiva nuestro modo de tratar a los demás. Lo cual no impide ver que, en sí mismo, ese modo de funcionar, mirado objetivamente, contiene un componente sádico.

Si deseamos vivir las diferentes relaciones con limpieza, sugiero indagar por este lado: ¿cómo respondo a lo que me parece un error o un comportamiento inadecuado de la otra persona (hijos, pareja, amigos…)? ¿Busco, aunque en ese momento no sea consciente, que se sienta mal? ¿O vivo esa situación desde la comprensión y, sobre todo, desde la no-reacción?

La reacción -la reactividad- siempre es egocéntrica: mi ego salta de una forma determinada ante un estímulo concreto. De ahí que únicamente es posible superar esa trampa y ese engaño cuando renunciamos a reaccionar.

Ahora bien, pasar de la reacción a la respuesta -de la reactividad a la responsabilidad-, requiere indefectiblemente tomar distancia de lo que se produce en nosotros ante un estímulo que nos “toca” sensiblemente. Sin distancia, será inevitable la reacción. La distancia –“contar hasta diez”, decían nuestras abuelas- permite acoger el estímulo, acoger igualmente el sentimiento que se ha despertado en nosotros…, pero sin dejarnos llevar por él.

Desde la comprensión, sencillamente respondemos, o mejor aún, permitimos que la vida responda a través de nosotros.

 

Enrique Martínez Lozano

Web enriqueartinezlozano.com, 4 agosto 2024, materiales

¡LEVÁNTATE Y AMA!


col kowalski

 

Vivid en el amor”. Lo que se nos propone parece una dirección: _ ¿Dónde vives? _Vivo en el amor.

En realidad, el que nos dijo: “vivid en el amor”, sin dejar de indicar dónde nos encontramos, indicó el destino al que hemos de llegar y el camino por dónde hemos de ir.

Necesitamos recuperar lo esencial de nuestra fe, eso que nada puede substituir, aunque en nuestra debilidad lo hayamos intentado substituir con casi todo: con ritos, devociones, tradiciones, postraciones, esclavitudes, miedos… Nada puede substituir la comunión con Cristo Jesús: “permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí… Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor… Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado”.

Jesús lo había dicho así. Ahora el apóstol lo propone así: “Vivid en el amor como Cristo nos amó”.

El que de ese modo nos invita, da por supuesto que los bautizados en Cristo hemos conocido el amor con que Dios nos perdonó en Cristo Jesús, hemos conocido el amor con que Cristo Jesús se entregó por nosotros a Dios, hemos conocido el amor más grande que se puede conocer, que es el de aquel que da la vida por sus amigos. Y porque en nosotros se supone ese conocimiento, se da por supuesto también que hemos de imitar ese amor: “Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo”.

No nos salvará ninguna esclavitud por muy religiosa que pueda parecer: Se trata sólo de que seamos “imitadores de Dios”, y de que lo seamos “como hijos queridos”. Se trata de que “vivamos en el amor, como Cristo nos amó”, como nos amó el Hijo más querido, como nos amó el que “se entregó por nosotros a Dios”.

Y no digas que el ejemplo que has de seguir se ha quedado muy lejos de ti en el tiempo, porque la eucaristía que celebras es el sacramento del amor con que Cristo te ama, con que Cristo se te entrega, con que Cristo se hace tuyo, con que Cristo te lleva consigo al Padre…

El apóstol lo dijo así: Cristo “se entregó a Dios como oblación y víctima de suave olor”; y tú lo entiendes así: Cristo se nos entrega como “pan vivo que ha bajado del cielo”, para que comamos de él y vivamos para siempre.

Nada se nos pide, que antes no se nos haya dado. A quienes se dice: “sed buenos, comprensivos”, son los mismos a quienes se acaba de decir: “gustad y ved qué bueno es el Señor”. A quienes se nos pide que perdonemos, se nos recuerda que hemos sido perdonados.

Escucha, Iglesia echada bajo la retama y dormida, Iglesia cansada, escucha la palabra del mensajero de Dios: “¡Levántate, come! Recuerda, escucha, comulga, aviva la memoria del amor con que eres amada, imita lo que recuerdas, vive lo que comulgas, cumple lo que escuchas… Levántate y ama…

El camino es superior a tus fuerzas”: te espera un mundo enfermo de amargura, de violencia, de crueldad, de arrogancia, de maldad… Te espera un mundo desanclado de tierra, a la deriva y abandonado en un mar infinito. “¡Levántate, come! Levántate, aprende de tu Dios, que te dio a su único Hijo; aprende de ese Hijo, que te amó hasta el extremo; aprende de la eucaristía que celebras, sacramento de aquel amor divino, de aquella entrega humana… No eres la depositaria orgullosa de verdades eternas, sino la aprendiza humilde de un amor eterno… Levántate, Iglesia cuerpo de Cristo, ¡levántate y ama!

 

Santiago Agrelo

Vida Religiosa, 6 agosto 2024

SPENGLER: "¿CÓMO CAMINAR JUNTOS EN UN MOMENTO EN EL QUE EL INDIVIDUALISMO, EL CLERICALISMO Y LA AUTORREFERENCIALIDAD EMERGEN DE MANERA PREOCUPANTE?"


col anso

 

Desde el 9 de agosto y hasta el domingo 11 se está llevando a cabo el Congreso Latinoamericano y Caribeño “Teología en clave sinodal para una Iglesia sinodal” en la sede del Celam en Bogotá, Colombia.

Esta última jornada se inició con la misa celebrada en la capilla del Celam, encabezada por su presidente y arzobispo de Porto Alegre, Dom Jaime Spengler, acompañado de sus hermanos obispos y sacerdotes llegados de muchos puntos del continente americano, y decenas de laicas y laicos, religiosas y religiosos que participan de esta instancia de pensamiento teologal tan en sintonía con los tiempos de la Iglesia global en marcha sinodal.

¿Qué dijo Dom Jaime en su homilía?

Comenzó tomando las palabras que el profeta Elías eleva a Dios y las colocó en nuestro contexto actual: “Elías tiene una dramática experiencia de desánimo y soledad. Cansado, se marcha: ‘iBasta, Señor!’. Esta puede ser también la situación en algunos sectores eclesiásticos… Ante las diversas transformaciones que atraviesa la sociedad, ino faltan quienes no pueden mirar hacia arriba!”

“¡Tampoco faltan aquellos que no quieren involucrarse, que se sienten cómodos porque se bastan a sí mismos! El Señor sigue diciendo a todos: ‘Levántate… come… te queda un largo camino por recorrer’.”

Y planteó cuestiones de urgente actualidad: “Sin duda a nosotros también nos queda un largo camino por recorrer. Si la época de Elías estuvo marcada por desafíos de todo tipo, la nuestra no es diferente. ¿Cómo rescatar la identidad del Pueblo de Dios en el camino? ¿Cómo podemos proponer a todos la dimensión comunitaria de la salvación? ¿Cómo transmitir la fe a las nuevas generaciones? ¿Cómo puede la Iglesia ser una comunidad de comunidades y, por tanto, descentralizada? ¿Cómo caminar juntos en un momento en el que el individualismo, el clericalismo y la autorreferencialidad emergen de manera preocupante?”.

La clave: el testimonio

“‘¡Levántate…aún te queda un largo camino por recorrer!’ Es motivo de esperanza y alegría ver a tantos bautizados buscando cooperar para que podamos avanzar en el camino que debemos recorrer. Estamos llamados a dar testimonio de la fe que nos une para afrontar las demandas actuales”, afirmó Spengler.

Y continuó: “Para ello, necesitamos descubrir —iquitar el velo!— las tramas de los acontecimientos, es decir, tomar conciencia de lo que se está creando en este tiempo histórico. Escuchándonos, reflexionando, dialogando, orando, promoviendo espacios y tiempos de escucha, construiremos caminos para una Iglesia que pueda cumplir el mandato de su Señor, de ser sal de la tierra, luz en el mundo, levadura de transformación.

” ‘¡Caminar!’ La dinámica de este itinerario que el Pueblo de Dios está invitado a realizar —y que llamamos sinodal— requiere una sincera apertura del corazón para escuchar, para descender a lo más íntimo de nosotros mismos, para acoger la voz que ordena: ‘Levántate y come… aún te queda un largo camino por recorrer’”.

Apropiarnos de Jesús en nuestras vidas

“En Jesús encontramos el alimento necesario ofrecido por Dios para completar el camino. ¡Jesús es la Palabra de Dios (Juan 1:1) que nos hace vivir la vida que está en las manos de Dios! Dejarnos encontrar, tocar, amar por Jesús… Hacer nuestros sus sentimientos… Asumir lo que Él nos dice, alimentar, sostener, vigorizar, rejuvenecer…»

Abrirnos al soplo de Espíritu

«Su Espíritu hace nuevas todas las cosas. Es esta confianza la que nos da la gracia necesaria para comprometernos, como comunidad de fe, en la gran tarea de promover la comunión, la participación y la misión. En Jesús podemos respirar, alimentarnos del soplo vital que proviene del misterio mismo de Dios. Es este soplo vital el que impulsa a la Iglesia; Es este soplo vital el que debe guiarnos en el camino que estamos tomando”, animó el presidente del Celam.

Ya en el tramo final, Dom Jaime trajo en dulce letanía el pedido del Señor: “‘Levántate y come… ¡Aún te queda mucho camino por recorrer!’. Abramos nuestra mente y nuestro corazón para que el Espíritu Santo de Dios —soplo vital— nos ilumine, inspire, sostenga y guíe para que lo nuevo que deseamos nos permita vivir eternamente”.

Este Congreso está organizado por el Equipo de reflexión teológica del Celam, liderado por el sacerdote argentino y doctor en Teología Carlos María Galli, con el objetivo de impulsar una mayor comunión en el camino de la reflexión teológica católica latinoamericana y caribeña al servicio de una Iglesia sinodal y de un modo creativo y sinodal de hacer teología. Las ponencias centrales podrán seguirse por las redes sociales del Celam.

 

Virginia Bonard/ ADN Celam

Religión Digital, 11.08.2024

ACTIVEMOS EL PARÓN VERANIEGO


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No hace tanto que el verano era sinónimo de recogida de la cosecha, más que tiempo de descanso. Siguiendo el curso escolar (de septiembre a agosto), la estación veraniega resulta propicia para un sano parón y para hacer recuento de nuestra propia cosecha.

Lo mejor de todo es que mientras nosotros descansamos, Dios no descansa en su amor. Dormimos mientras Dios vela por nosotros. Qué paz interior cuando siento estas realidades. El Espíritu no descansa y vela siempre, no solo por mí; lo hace por todos y por todas, grandes y pequeños, buenos y no tan buenos. En vacaciones, Dios sigue de guardia sin desmayar en su amor incondicional. Esta es nuestra fe que azuza al compromiso para ser instrumentos de paz y descanso para otros.

Estamos en un tiempo propicio para la introspección, acostumbrados como estamos a vivir “hacia fuera”, hiper estimulados más que nunca desde que la tecnología nos acerca a casi todo con un sencillo clic en el móvil. En este sentido, tiempos de descanso como el verano, pueden actuar como un cuchillo: que sirve para cortar el pan o para cortarnos un dedo. Depende de cada cual estimularse todavía más de fuera hacia dentro, o respirar espiritualmente desde un ejercicio de interioridad.

Nuestra cultura propicia la intrafobia o incapacidad -¿miedo?- para dialogar con las capas menos superficiales de nuestro interior, algo necesario para encontrarse con la esencia íntima personal; tememos a nuestras propias reacciones, aunque puedan ser sorprendentemente liberadoras. Miedo a las emociones por no haber practicado la introspección; o pereza por recuperar actitudes de oración, en el caso cristiano. Las causas pueden ser numerosas, lo importante no es detenerse ahí sino repensar la vida desde adentro, día a día, no desde fuera. A pesar de la cultura líquida, se constata una sed cada vez mayor de interioridad ante tanta insatisfacción. Y se vuelve la mirada a la atracción de los valores espirituales, sobre todo el potencial que el amor tiene como fundamento humano esencial.

Está de moda la meditación, bastante más que la oración. Hemos dejado de creer en su valor de relación amorosa, transformadora. Esa sed de autenticidad, desde el corazón humano, ha propiciado muchas experiencias que buscan llegar al interior, como ocurre con la oración, donde la vulnerabilidad aceptada se convierta en creatividad; porqué no, si nos aceptamos en el amor que Dios nos tiene para impulsarnos hacia la mística del compromiso.

Leo en el último número de la revista franciscana Arantzazu una reflexión de Orla Hasson, experta en liderazgo, sobre la meditación. Ella nos dice que “una oracioncita de mañana y noche no es suficiente para centrarme en tiempos inciertos”. Y de seguido, recuerda el consejo del neurocientífico Andrew Newberg sobre los beneficios de sentarte a observar y conectar con una imagen de Dios amorosa y generosa. Según él, esta introspección puede reducir los niveles de ansiedad y depresión, así como aumentar niveles de seguridad y amor en las personas.

Más adelante, Hasson confiesa que la contemplación ignaciana “siempre es mi preferida” y propone 12 minutos al día de introspección. Lo importante es escribir, apuntar y “digerir descubrimientos y avances” en nuestras actitudes y conductas.

El problema pues, no es solo que la ciencia no piensa, como dijo Martin Heidegger. Tan peligroso como esa tecnocracia bien visible, es la superficialidad engañosa que nos convierte en adolescentes perpetuos.  

Feliz agosto a todos y todas.

PAN DE VIDA Jn 6,51-58

col inma eibe

 

fe adulta

“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”, “el pan es mi carne para la vida del mundo”. El evangelio de hoy, continuación del que escuchamos el domingo pasado, hace hincapié en la presentación de Jesús como el pan de vida y nos remite a la experiencia de la Eucaristía que, en la comunidad a la que se dirige, se celebra y comparte.

Comer el pan y beber el vino son dos acciones llenas de sentido para el pueblo creyente. Reaviva experiencias como la de ser alimentados por Dios en el desierto (cf. Ex 16) o la de compartir el banquete esperado y prometido por los profetas (cf. Is 25,6). Este simbolismo, tras la experiencia pascual, adquiere para los seguidores de Jesús su máximo sentido. Comer el pan y beber el vino aluden ahora a la entrega de Jesús, a la entrega absoluta de su vida por amor y “para la vida del mundo”.

Entrega absoluta, porque el término semítico “carne” (hasta seis veces nombrado) hace alusión al ser humano al completo. Jesús, al entregar su carne, se entrega a sí mismo en su totalidad. Su persona, su vida, su historia… Nos lo entrega todo. Y al dárnoslo nos promete una vida “para siempre” que es una vida “en Él”, habitándole y siendo habitados por Él.

Con estas palabras somos invitados a vivir la Eucaristía hoy de un modo nuevo. Este sacramento, donde la acción de gracias y el ejercicio de la memoria son esenciales, nos impele a preguntarnos: ¿me doy cuenta de lo que significa comer este pan? ¿soy consciente de que, al tomarlo, estoy acogiendo no solo el recuerdo de Jesús, sino a Él mismo, sus palabras, sus acciones, sus sentimientos, sus decisiones…? ¿hago todo esto verdaderamente mío? ¿me identifico de este modo con Él?

Porque comulgar no es otra cosa que reafirmar la comunión con Él, con su vida y su entrega por todos. Y esa común-unión nos remite no solo a la unión entre todos los que formamos parte de la comunidad creyente, sino a la unión con toda la humanidad y con toda la Creación y, aún más, con Cristo mismo. Una común-unión con Él en la que quedamos comprometidos a vivir “por Él, con Él y en Él”, como repetimos en la doxología con la que culmina plegaria eucarística.

Cuando hoy vayamos a comulgar –y, ojalá, todos los días– tengamos todo esto presente. La primera lectura, del libro de los Proverbios, nos alienta: “vengan aquí los inexpertos”… No es un banquete para los sabios de este mundo ni para los más poderosos… sino para quienes, con temor y temblor, se abran a desear ser uno en Él contando no con sus propias fuerzas sino con la entrega primera de quien nos amó hasta el extremo.

Al ir a tomar este pan de vida recordemos lo que los Padres señalaban: “Tomad aquello que sois: Cuerpo de Cristo. Sed aquello que tomáis: Cuerpo de Cristo”.

 

MARÍA Y LA ASUNCIÓN: ¿DESDE DÓNDE LAS CONTEMPLAMOS? / PAN DE VIDA

fe adulta

col labrador

MARÍA Y LA ASUNCIÓN: ¿DESDE DÓNDE LAS CONTEMPLAMOS?

ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA. (Lc 1, 39-56)

¿Desde las Visiones proféticas del Apocalipsis de la primera lectura y salmo de hoy? ¿Desde el Evangelio de la Visitación? ¿Desde el Dogma de la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos? ¿Desde la Historia del Arte? ¿Desde el imaginario y creencias de la piedad popular? ¿Desde el Nuevo catecismo de la Iglesia Católica? ¿Desde la teología feminista?

Hagamos un breve recorrido. Desde la visión apocalíptica y salmo que leemos hoy y que ha ejercido una seducción irresistible en el arte y el imaginario popular: ¡Una mujer vestida del sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas!   Salmo: La reina enjoyada con oro de Ofil.  Por contraste, en el Evangelio de hoy, Lucas nos presenta la escena del encuentro gozoso de dos mujeres que han creído lo que se les ha dicho: La Visitación. En el Dogma de la “Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos” la Iglesia confiesa que María fue “subida” al cielo en cuerpo mortal. (Como dogma la Asunción es una verdad de fe revelada por Dios en la sagrada Escritura o contenida en la Tradición.) De la Asunción no hay nada en la Sagrada Escritura, pero sí tiene una larga tradición en el imaginario y creencias populares. En el Nuevo catecismo de la Iglesia Católica: “La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la de los demás cristianos” Así celebra la Iglesia hoy, como fruto primero de la muerte y resurrección de Jesús, la Asunción de María. Y de este modo, se abre un camino de esperanza para la misma Iglesia y para toda la humanidad.

Pero demos un paso más y veamos la Asunción y Ascensión más allá de la mitología de los relatos evangélico, el imaginario popular, el dogma y el catecismo.  Lo que cuentan los evangelios, todos en lenguaje mítico, son narraciones ejemplarizantes y simbólicas que no se pueden leer al pie de la letra. Literalismo. Necesitamos interpretarlas con ayuda de las ciencias exegéticas y hermenéuticas hoy disponibles. De María, históricamente, no sabemos nada. Los narradores bíblicos usan a María para presentar su mensaje, para decir lo que de verdad quieren decir. La idealización de María está al servicio de la intención del autor. Nosotros tenemos que descubrir y descifrar el significado que, para nuestro crecimiento en la fe, aporta el texto.

¿Y qué interpretación hacemos hoy de la Asunción de la Virgen María en cuerpo mortal y alma a los cielos? En esa metáfora de la Asunción nosotros hoy contemplamos a María que ha alcanzado la plenitud de su verdadero ser. Que ha llegado a ser lo que verdaderamente era. Que a lo largo de su vida María iba evolucionando en la identificación con la divinidad y decimos que lo consumó en la Asunción-glorificación, siguiendo el mismo recorrido que Jesús realizó. Hoy no podemos entender “físicamente” ni la ascensión del Señor ni la asunción de la Virgen.  Subir, ¿a dónde? Dios no está arriba. No está separado de su creación. Está transcendentemente inmanente a ella. Nadie tiene que subir ni bajar, entrar o salir para encontrarle donde está. ¿En qué Cosmología actual cabe ni la Ascensión ni la Asunción? La Ascensión y la Asunción obedecen a la cosmología de los Tres Pisos que actualmente resulta insostenible.

Desde la interpretación de la Asunción como logro de la plenitud humana, María es ejemplar, un modelo, un ideal para el creyente del siglo XXI. Hoy celebramos su participación en la Vida divina durante toda su vida, desde la cuna a la sepultura. Y sabemos que nuestra participación en la Vida es igual que fue en María. Por eso su contemplación y celebración (celebrar es recordar y vivir) nos ayuda en nuestra asunción constante hacia la plenitud, hasta llegar a ser lo que somos realmente.

A mí me ayudó a cambiar desde dónde contemplar a María y su asunción, escuchar, en 2017, una conferencia que dio Marifé Ramos con el título “María, vecina de Nazaret”. En esa conferencia se nos pedía ver a María como si fuéramos vecinas con ella en Nazaret, en el contexto histórico, político, económico, social y religioso de Palestina en el siglo I.  En una sociedad machista y patriarcal. María era una mujer sencilla, pobre y obediente a la cultura en la que vivía. Como todos los judíos, esperaba al mesías que liberaría al país de la tiranía del Imperio romano.

La María de Marifé me resultó más cercana y ejemplar que la imagen infantil prolongada que todavía mantenía. Fue grande el contraste entre la mi imagen de María, alimentada por la mariología popular (apariciones, romerías, santuarios y ermitas, novenas y peregrinaciones) y la María desmitificada que nos presentó tan razonablemente. Esta María, con la que puedo compartir vecindad, me resultó más verosímil e imitable en su fidelidad al proyecto divino para ella diseñado. Esta María sí es un referente para la humanidad hoy.

Mi proceso de “desmitificación y desidealización” de María se enriqueció con los abundantes ensayos, estudios e investigaciones realizados por mujeres, en el campo de la Teología Feminista, sobre María, la madre de Jesús de Nazaret. Mi gratitud especial para Mercedes Navarro, Carmen Bernabé y Consuelo Vélez entre otras muchas. Todas ellas me han ayudado a descubrir en María a una mujer de fe, libre, activa, fuerte.  Muy distinta a la María domesticada por el patriarcado desde el que se escriben los Evangelios y la literatura del Nuevo Testamento.  

Y para cerrar como debe ser en nuestro hoy eclesial: En una Iglesia sinodal y “en salida” María nos convoca a ser, como ella, protagonistas en la misión liberadora del Reino, a dar testimonio del evangelio de Jesús de Nazaret y ser sacramento de salvación (liberación) de la humanidad sufriente. En verdad, es tiempo propicio para renovar nuestra espiritualidad mariana, para seguir sus pasos como discípula y misionera fiel y audaz.

Para profundizar.  1. Ver el video o leer el texto de la conferencia de Marifé Ramos “María, vecina de Nazaret” que podéis encontrar en la web de Feadulta. 2. Mercedes Navarro “Los rostros bíblicos de María.” Exégesis y hermenéutica bíblica feminista. Verbo Divino (2020). 3. El blog de Consuelo Vélez en Religión Digital.

 

COMULGAR CON JESÚS José Antonio Pagola

 


«Dichosos los llamados a la cena del Señor». Así dice el sacerdote mientras muestra a todo el pueblo el pan eucarístico antes de comenzar su distribución. ¿Qué eco tienen hoy estas palabras en quienes las escuchan?

Muchos, sin duda, se sienten dichosos de poder acercarse a comulgar para encontrarse con Cristo y alimentar en él su vida y su fe. Bastantes se levantan automáticamente para realizar una vez más un gesto rutinario y vacío de vida. Un número importante de personas no se sienten llamadas a participar y tampoco experimentan por ello insatisfacción alguna.

Y, sin embargo, comulgar puede ser para el cristiano el gesto más importante y central de toda la semana, si se vive con toda su expresividad y dinamismo.

La preparación comienza con el canto o recitación del padrenuestro. No nos preparamos cada uno por nuestra cuenta para comulgar individualmente. Comulgamos formando todos una familia que, por encima de tensiones y diferencias, quiere vivir fraternalmente invocando al mismo Padre y encontrándonos todos en el mismo Cristo.

No se trata de rezar un «padrenuestro» dentro de la misa. Esta oración adquiere una profundidad especial en este momento. El gesto del sacerdote, con las manos abiertas y alzadas, es una invitación a adoptar una actitud confiada de invocación. Las peticiones resuenan de manera diferente al ir a comulgar: «danos el pan» y alimenta nuestra vida en esta comunión; «venga tu reino» y venga Cristo a esta comunidad; «perdona nuestras ofensas» y prepáranos para recibir a tu Hijo...

La preparación continúa con el abrazo de paz, gesto sugestivo y lleno de fuerza, que nos invita a romper los aislamientos, las distancias y la insolidaridad egoísta. El rito, precedido por una doble oración en que se pide la paz, no es simplemente un gesto de amistad. Expresa el compromiso de vivir contagiando «la paz del Señor», curando heridas, eliminando odios, reavivando el sentido de fraternidad, despertando la solidaridad.

La invocación «Señor, yo no soy digno...», dicha con fe humilde y con el deseo de vivir de manera más fiel a Jesús, es el último gesto antes de acercarnos cantando a recibir al Señor. La mano extendida y abierta expresa la actitud de quien, pobre e indigente, se abre a recibir el pan de la vida.

El silencio agradecido y confiado que nos hace conscientes de la cercanía de Cristo y de su presencia viva en nosotros, la oración de toda la comunidad cristiana y la última bendición ponen fin a la comunión. ¿No se reafirmaría nuestra fe si acertáramos a comulgar con más hondura?

LA MISMA “VIDA” DE DIOS NOS ATRAVIESA Y VIVIFICA DOMINGO 20º (B) Jn 6,51-59 El evangelio

 

El Evangelio de hoy, no solo es continuación del domingo pasado, sino que se repite el último versículo, para que no perdamos el hilo. Ya dijimos que todo el capítulo está concebido como un proceso de iniciación. Partiendo del pan compartido, ha ido progresando hasta la oferta definitiva de hoy. Después de esa oferta, ya no queda más alternativa: o seguir a Jesús o abandonar la empresa y seguir cada uno el camino de su ego.

¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Para los judíos del tiempo de Jesús, el ser humano era un bloque monolítico, ni siquiera tenían un término para designar lo que nosotros llamamos alma sin el cuerpo o cuerpo sin el alma. Hablar de carne, era hablar de la persona entera. Esa carne es su misma realidad humana, no carne física separada. Para un judío, la idea de comer la carne de otro, era sencillamente repugnante, porque significaba que se tenía que aniquilar al otro para hacer suya su sustancia vital.

Si no coméis la carne de este Hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. Jesús no suaviza su propuesta, la hace aún más dura. Si era inaceptable el comer la carne, peor aún para un judío la sola idea de beber la sangre, que para ellos era la vida, propiedad exclusiva de Dios, con prohibición absoluta de comerla. Jesús les pone como condición indispensable para seguirle que coman su carne y beban su sangre. Juan insiste en que, eso que les repugna, es lo que deben hacer con Jesús. Apropiarse de su energía y de su misma vida.

En este capítulo se habla de  sarx  “carne”, pero en todas las referencias a la eucaristía de los sinópticos y de Pablo se habla de swma “cuerpo”. Nosotros confundimos los dos términos, pero para los judíos eran cosas muy diferentes. Carne es el aspecto más bajo del hombre, la causa de todas sus limitaciones. Cuerpo significa el aspecto humano que le permite establecer relaciones; sería el sujeto de todos los verbos: yo, tú, él… Es la persona, el yo como posibilidad de enriquecerse o empobrecerse en sus relaciones con los demás.

Al entender “cuerpo” como la parte física, hemos tergiversado la comprensión de la eucaristía. Para ser fieles al relato evangélico, tendríamos que traducir: “esto es mi persona, esto soy yo”. Sin olvidar, que lo esencial, no es lo que dijo, sino lo que hizo. Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. En esto coinciden los tres sinópticos. No se trata de un pan cualquiera, sino de un pan, tomado, eucaristizado, partido y repartido. Después de eso, Jesús queda identificado con ese pan, que se parte y reparte. 

Al hablar de “carne”, Juan entra en una nueva dinámica. Trata de decirnos que lo que tenemos que hacer nuestro de Jesús es su parte más terrena, la realidad más humilde y baja de su ser. No se trata de olvidarnos de lo que somos, sino asumirlo. Tenemos que imitar lo que él es en la carne, pero gracias al Espíritu. Está pensando en el significado más profundo de la encarnación, al que Juan da más importancia que a la misma eucaristía.

Cuerpo y sangre son dos signos muy diferentes. El primero hace referencia a la persona en su vida normal de cada día. El segundo, sangre, hace referencia a la vida. Cuando la sangre se escapa, la vida también desaparece. Cuando Jesús dice que tenemos que comer su cuerpo y beber su sangre, está diciendo que tenemos que apropiarnos de su persona y de su vida. La prueba de que está hablando de símbolos, y no de una realidad concreta, está unas líneas más abajo: “El Espíritu es el que da vida, la carne no vale nada”. Hemos devaluado la eucaristía al entenderla de manera física y material.

El comer y el beber son símbolos increíblemente profundos de lo que tenemos que hacer con la persona de Jesús. Tenemos que identificarnos con él, tenemos que hacer nuestra su propia Vida, tenemos que masticarlo, digerirlo, asimilarlo, apropiarnos de su sustancia. Esta es la raíz del mensaje. Su Vida tiene que pasar a ser nuestra propia Vida. Solo así haremos nuestra la Vida de Dios. Lo que Jesús les dice es precisamente lo que hiere su sensibilidad. No se trata de la biología, ni en Jesús ni en nosotros. Se está hablando de la VIDA de Dios.

Por activa y por pasiva, insiste Jesús en la necesidad de comer su carne y beber su sangre. El que come mi carne... tiene vida definitiva. Si no coméis la carne... no tendréis vida en vosotros. Si hemos comprendido de qué Vida está hablando, descubriremos lo que significa: Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. Es comida y es bebida porque alimentan la Vida que no es la biológica. Esto fue difícil de aceptar para ellos y sigue siendo inaceptable para nosotros. A continuación, lo explica un poco mejor.

El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Cuando nos referimos a la eucaristía, nos fijamos en la segunda parte de la proposición, “yo recibo a Jesús y Jesús está en mí”, pero olvidamos la primera. Pero resulta que lo primero y más importante es que “yo esté en él”. Otra vez se ve claro que se trata de un símbolo que se tiene que hacer realidad en mí. De nosotros depende hacernos, como Jesús, pan partido para dejar que nos coman. Acostumbramos a considerar la “gracia” como consecuencia automática de unos ritos, sin darnos cuenta que en la vida espiritua­l no hay automatismo.     

Como a mí me envió el Padre que vive y así yo vivo por el Padre, también aquel que me come vivirá por mí. Una vez más hace referencia al Padre. El designio de Dios es comunicar Vida a Jesús y nosotros. La actitud del que se adhiere a Jesús debe ser la misma que él tiene hacia su Padre: recibir la Vida y comunicarla a los demás. Al hacer nuestra su Vida, hacemos nuestra la misma Vida de Dios. Cuando Jesús dice “Yo y el Padre somos uno”, está diciendo cual es la meta de todo ser humano. Esa identificación con Dios es el punto de partida de toda vida humana. Se trata de descubrirla y vivirla.

Este es el pan bajado del cielo, no como el que comieron vuestros padres y murieron; quien come pan de este vivirá para siempre. Una y otra vez se repite la idea, señal de la importancia que el evangelista quiere darle. Seguramente la polémica seguía con los judíos que se habían hecho cristianos. No acababan de aceptar el nuevo significado de Jesús, más allá de reconocerlo como Mesías o profeta. Al evangelista, lo que le interesa es dejar claro el sentido de la adhesión a Jesús. Existen dos panes bajados del cielo (venidos de Dios), uno espiritual, su persona; otro material, el maná.

La eucaristía, el discurso del pan de vida y el lavatorio de los pies, están conectados, pero cada uno tiene un matiz diferente que ayuda a entender la realidad a la que hacen referencia cada uno de los tres símbolos. La eucaristía resalta el aspecto de entregarse a los demás, dejarse comer para desplegar la vida de Dios. El discurso del pan de vida acentúa la necesidad de descubrir ese alimento en la carne, en lo perceptible de Jesús. En el lavatorio de los pies, se resalta el aspecto de servicio a los demás. Lavar los pies era una tarea de esclavos. La diaconía es la clave para entender la nueva comunidad.