FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
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ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA DE MAYO DE 2024

LOS TRABAJOS ENVIADOS ESTÁN SIENDO LEÍDOS Y VALORADOS POR EL JURADO

LOS TRABAJOS ENVIADOS ESTÁN SIENDO LEÍDOS Y VALORADOS POR EL JURADO
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miércoles, 4 de septiembre de 2024

Lo que los medios de comunicación ocultan sobre las elecciones en Venezuela -- Marc Vandepitte


 Rebelión

Traducido del neerlandés para Rebelión por Sven Magnus
Las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela fueron una inteligente pieza de guerra electoral en la que los medios de comunicación desempeñaron un papel fundamental. En este artículo enumeramos algunas cosas sorprendentes que los principales medios de comunicación han callado.Ver noticia

¿Publicará Doctrina de la Fe un documento sobre el liderazgo de las mujeres en la Iglesia? -- José Lorenzo


 Religión Digital

Así lo sugiere el profesor Massimo Faggioli en un artículo publicado en ‘Commonweal’
“El modo en que se aborda el papel de la mujer en la Iglesia es crucial para todo el proceso sinodal”, pero también reconoce que “el IL también es claro en que la segunda asamblea no discutirá sobre el diaconado femenino (párrafo 17), reconociendo solo que el trabajo teológico continuará”, pero que “la oposición de Francisco se ha impuesto a la libertad del Sínodo al tiempo que compromete su credibilidad en el tema” Ver noticia 

Superación de la versión ‘sacerdotalizada’ del cristianismo Jorge Costadoat

 


Cristianismo en construcción

Dicho en breve: el ‘hombre sagrado’ sigue siendo el problema
«La nuestra es una versión ‘sacerdotalizada’ de la Iglesia católica. Esta no ha sido ni tiene por qué seguir siendo la expresión de la Iglesia de Cristo, pues parece agotada en su capacidad de transmitir el cristianismo»

Inmigración: mentiras que alimentan el odio -- Waldo Gerardo Fernández

 


ALANDAR

Se cumplen 25 años de la primera tragedia migratoria documentada en la ruta hacia las islas Canarias, cuando nueve jóvenes marroquíes morían ahogados a sólo unos metros de la isla española de Fuerteventura. Desde entonces, otras 21.000 víctimas han perecido en esa ruta.

Nada detiene el constante flujo de pateras que siguen llegando día a día, minuto a minuto. En lo que va de año, ya son 27.000 las personas llegadas a España en forma irregular, un 160,8% más que en el mismo periodo de 2023. Huyen de países azotados por guerras civiles y conflictos armados, de la pobreza extrema y del hambre, de la persecución a las personas LGTBI, de (en el caso de las mujeres) la mutilación genital y los matrimonios forzosos. ¿Es preciso decir que buena parte de las guerras de las que huyen son provocadas por las potencias occidentales?

Las estadísticas indican que desde 2014 unas 4.000 personas mueren cada año en las rutas migratorias, aunque en 2023 fueron unas 8.000.  El número real, sin embargo, es sin duda mucho mayor.

Pero nunca como hoy habían sido víctimas de tanto odio. Grupos o partidos políticos vinculados a la extrema derecha los presentan como amenazas para la ciudadanía, afirmando que vulneran nuestra seguridad y nuestros derechos, que nos quitan el trabajo, que se benefician de ayudas gubernamentales infinitas, que colapsan el sistema sanitario…

La mayoría de los inmigrantes sin documentos que llegan a España lo hacen por los aeropuertos. Y los países de donde vienen son sobre todo Venezuela, Colombia, Honduras… En España viven muchos más ucranianos que subsaharianos, y tenemos medio millón de ingleses e italianos y 300.000 alemanes viviendo permanentemente en nuestro país. Pero ellos no tienen problemas.

El odio se ceba en musulmanes y personas de piel negra, que no llegan al 10% de inmigrantes indocumentados. Por cada ocho latinos que reside sin papeles en España, hay sólo un africano o magrebí. A ellos se les acusa de violar a nuestras mujeres y de cometer todo tipo de delitos, aunque los datos dicen que el porcentaje de delitos cometidos por ellos no es mayor que los perpetrados por españoles.

Desde diversos sectores y actores sociales se nos bombardea con mensajes de odio y xenofobia para justificar lo injustificable.

Es oportuno recordar que el 58% de la mano de obra mundial (unos 2.000 millones de personas), trabaja en el sector informal, con protección social mínima y sin derechos laborales; que la tasa de desempleo entre los jóvenes entre 15 y 24 años se sitúa en el 45,4%. Cada vez más personas se enfrentan a los efectos adversos de la catástrofe climática. Según el Banco Mundial, en 2050 habrá en el mundo al menos 216 millones de refugiados climáticos.

Cada vez más personas abandonan sus países de origen y deben realizar las peligrosas travesías del Sahara, el Mediterráneo o el Atlántico por las inhumanas políticas de la Unión Europea que, impregnadas de racismo, xenofobia y aporofobia, les impiden optar por vías seguras y les obligan a elegir itinerarios de muerte. Unas políticas que normalizan la externalización de fronteras y la deportación.

La reelegida presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado una mayor eficacia en las devoluciones de los inmigrantes y ha prometido multiplicar por tres el presupuesto y el personal de Frontex (que pasará de 10.000 efectivos a 30.000), el mecanismo represivo que se ha visto envuelto en vergonzosos episodios de violaciones a los derechos humanos y de corrupción. Ni una palabra sobre vías legales y seguras o para proteger a las personas.

Según la Organización Internacional de Migraciones, sólo el 2% de las personas que sale de su país llega a Europa; las demás desaparecen, mueren o se rinden. Quienes llegan, muy pronto son devueltos. España rara vez acepta como refugiados a los solicitantes africanos; es el país europeo que tiene el nivel más alto de denegaciones de asilo; solo concede el 12% de las solicitudes.

La población inmigrante envía cantidades importantes de dinero para sostener a sus familias. En el año 2000 mandaron 128.000 millones de dólares; en 2022, fueron 831.000 millones. Pero la irregularidad se convierte en el caldo de cultivo perfecto en el que se alimentan demasiados empresarios para explotar a un sector debilitado, a sabiendas de que nadie va a denunciar.

Por otra parte, el torpe modelo migratorio europeo amenaza ya los intereses de nuestras propias economías. Necesitamos a los inmigrantes para sostener su desempeño económico y financiar pensiones, sanidad y otros servicios. El cálculo más reciente del Banco de España estima que necesitaremos 24 millones de migrantes más a lo largo de los próximos 30 años.

Como en Alemania, la extrema derecha crecerá en todo el mundo mientras la izquierda haga lo que hace Juan Torres López

 



Fuentes: Ganas de escribir

Decía Franklin D. Roosevelt, presidente de Estados Unidos de 1933 a 1945: «en política, nada sucede por accidente. Si sucede, puede apostar a que fue planeado de esa manera».

Con el ascenso de la extrema derecha ocurre igual. No podría darse si no tuviese el apoyo, como lo tiene, de los grandes capitales que la sostienen y financian.

La significativa victoria que acaba de obtener en Turingia (Alemania) no es casualidad, como tampoco es un accidente que, en conjunto, sea la segunda fuerza del Parlamento Europeo y su influencia aumente en todo el planeta.

Como he explicado con detalle en mi último libro, Para que haya futuro (Deusto Ediciones), la razón de su ascenso tiene que ver con dos factores principales. En primer lugar, con el proceso de creciente desposesión que vienen sufriendo las clases trabajadoras, las llamadas «clases medias», los pequeños y medianos empresarios, los trabajadores autónomos y microempresarios, e incluso una buena parte de los profesionales y pequeños directivos, en favor de una parte muy reducida de la población que acumula cada día más riqueza y poder.

Durante años, ese proceso se disimuló y legitimó convenciendo a quien se desposeía. Se la hacía creer que, si vivía peor, con menos ingreso y más inseguridad, era por su responsabilidad. Margaret Thatcher decía que «si hay familias pobres es porque no administran bien sus recursos». Lo mismo que se decía que si alguien estaba en paro no era por culpa de las políticas que se llevaban a cabo, sino porque no tenía suficiente «empleabilidad». O que, si carecía de vivienda, sería porque no habría ahorrado.

En los últimos años, sin embargo, la desposesión se ha hecho indisimulable y esos discursos ya no sirven. Ha sido preciso recurrir a otra estrategia más directa: se reconoce la desposesión pero, a base de mentiras y demagogia, se hace creer que quienes desposeen a la mayoría no son los grupos más poderosos que dictan las políticas sino «los otros», los diferentes: los inmigrantes nos quitan el empleo y la seguridad, los okupas las viviendas, los rojos la soberanía y los valores tradicionales que nos protegen…

El trabajo de la extrema derecha (Vox, en España) y de la derecha que se hace cada vez más extrema (PP entre nosotros) es justamente ese: difundir tales bulos a base de datos falsos y populismo simplista para que la gente cada día más desposeída y descontenta, insegura, frustrada y temerosa, caiga en las manos de quien se hace creer que va a protegerla, puesto que efectivamente denuncia constantemente los problemas reales que le afectan.

Sin embargo, todo esto es una parte del problema. Esa estrategia es viable y está resultando exitosa porque las izquierdas han perdido el norte y carecen de proyecto, cuando no han asumido directamente el neoliberal, como en buena parte le ha sucedido a los partidos socialistas que hicieron la misma política económica que la derecha y defienden sus mismas estrategias militaristas.

La extrema derecha crece porque las izquierdas están cada día más alejadas de los problemas que verdaderamente preocupan a la gente corriente y no han sabido plantear ni resolver el problema de los bajos salarios, de la vivienda, de la seguridad, de la pobreza y la precariedad extremas, de la inmigración descontrolada y de la falta de integración que lleva consigo, de la pérdida de soberanía y del amparo que representa la identidad colectiva. Y porque se han dejado llevar por identarismos particularistas y nacionalismos siempre excluyentes y desintegradores.

La carencia generalizada y progresiva produce miedo que se agudiza con la polarización y el clima de conflicto que la extrema derecha cultiva para aprovecharse de ello. Y la izquierda, como mucho, se dedican a denunciarlo y difundirlo, pero no a resolver sus causas.

Para evitar que la extrema derecha siga creciendo, la izquierda no puede seguir haciendo lo que hace. Como he propuesto en Para que haya futuro, quien de verdad quiera enfrentarse al crecimiento de la extrema derecha y a la destrucción de la democracia que eso lleva consigo debe actuar de otro modo. Es imprescindible actuar con luces largas, diseñar un proyecto de amplísimas mayorías y contribuir a conformar un sujeto social congraciado con la dimensión moral, solidaria, amorosa y pacífica del ser humano, la única que puede cambiar el mundo a mejor, como demuestran los cambios positivos que se han dado a lo largo de nuestra historia y que, a pesar de todo, se siguen registrando hoy día, aunque sea silenciosamente, en muchos sitios de nuestro alrededor.

Sé que me repito al escribir de nuevo lo mismo sobre lo que nos está pasando, ahora a propósito de lo que acaba de suceder en Alemania. Pero creo que hay que hacerlo hasta la saciedad, pues me parece que quienes tendrían que entenderlo no están entendiendo nada.

Fuente: https://juantorreslopez.com/como-en-alemania-la-extrema-derecha-crecera-en-todo-el-mundo-mientras-la-izquierda-haga-lo-que-hace/

Indonesia. Primera cita del Papa dedicada a los huérfanos y refugiados

 

Indonesia. Primera cita del Papa dedicada a los huérfanos y refugiados

Apenas llegó el Papa a la Nunciatura Apostólica, tuvo un encuentro con un grupo de 40 hombres, mujeres, ancianos y niños asistidos y acompañados por las hermanas dominicas, el Servicio Jesuita a Refugiados y la Comunidad de Sant'Egidio. Escuchó sus testimonios, entre ellos el de una familia de refugiados de Sri Lanka y un refugiado rohingya.

Yakarta-Indonesia

El vuelo papal aterrizó esta mañana en el aeropuerto Soekarno-Hatta de la capital, Yakarta, primera escala de un largo viaje apostólico que le llevará también a peregrinar a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur hasta el 13 de septiembre.  Francisco se dirigió a la Nunciatura Apostólica, en la zona central de la capital.  Desde las calles, hombres, mujeres y niños con camisetas blancas ondeaban banderas con los colores de Indonesia y gritaban «Selamat datang», «bienvenido», al paso del coche papal.

Carteles de bienvenida al Papa en las calles de Yakarta
Carteles de bienvenida al Papa en las calles de Yakarta

Su encuentro con un grupo de pobres

Apenas llegó el Santo Padre a la Nunciatura, fue recibido por un grupo de 40 personas: huérfanos, ancianos, pobres y refugiados, con ellos el Nuncio Piero Pioppo y acompañados por quienes les asisten a diario y tratan de satisfacer sus necesidades: las monjas dominicas, el Servicio Jesuita a Refugiados y la Comunidad de Sant'Egidio.

El Papa rodeado de niños huérfanos atendidos por monjas dominicas
El Papa rodeado de niños huérfanos atendidos por monjas dominicas

La comunidad de Sant' Egidio está activa en el país asiático desde 1991, gracias a la iniciativa de algunos jóvenes laicos de la diócesis de Padang, y hoy día se encuentra en once ciudades. En esta ocasión, acompaña a 20 personas pobres. Los representantes de Sant' Egidio explicaron a Radio Vaticano-Vatican News, que los presentes son “pobres que viven en las calles, recogen la basura y la reciclan. Son familias enteras sin casa y viven en los basureros.

Aquí en Yakarta los llaman «los carreteros» en el idioma local, porque en carretas de madera cargan la basura recogida en los vertederos y a menudo la misma carreta es la única «casa» que tienen, donde viven, comen y duermen. Sant'Egidio les lleva comida y ropa, como hace en todas las ciudades del mundo. Hoy este grupo ha podido estrechar la mano del Papa,  quien además escuchó brevemente su historia.

Refugiados y supervivientes de naufragios

Entre ellos, acompañados también por Sant'Egidio había refugiados de Somalia y una familia de refugiados de Sri Lanka, que habían huido de la persecución contra los tamiles. Habían zarpado hacía meses en un barco con destino a Australia, pero la embarcación zozobró en alta mar.  Vivos por milagro, lograron regresar a Indonesia y, como muchos, esperan reunirse con familiares en Australia o incluso Canadá. «Viven en el limbo, en un país que no los rechaza pero que no tiene la legislación ni los medios adecuados para darles asistencia», dicen los representantes de la Comunidad.

Algunos de los niños presentes en la reunión en la Nunciatura
Algunos de los niños presentes en la reunión en la Nunciatura

Una caricia para los huérfanos

Francisco dedicó un momento lleno de ternura para los numerosos niños presentes: tanto los huérfanos recogidos en pueblos y suburbios urbanos, alimentados y educados por las Hermanas Dominicas, como los niños de las Escuelas de la Paz (18 en todo el archipiélago, que reúnen a más de 3.000 niños. Estos últimos donaron el dibujo del «mundo que me gustaría», la imagen del globo terráqueo sostenido por dos brazos formados por todas las banderas, unidas y juntas en señal de fraternidad.

Por último, el papa se detuvo a hablar en privado con una mujer de Afganistán, por último impartió su bendición a todos los presentes, expresando su felicidad por haber comenzado el viaje más largo de su pontificado con este encuentro.

Una mujer afgana saluda al Papa
Una mujer afgana saluda al Papa

 

El Papa Francisco llegó a Yakarta para promover “la fe, la fraternidad y la compasión”

 

El Papa Francisco llegó a Yakarta para promover “la fe, la fraternidad y la compasión”

A las 11.19 hora de Indonesia, el Airbus A330 de la compañía ItaAirways, aterrizó en el aeropuerto internacional “Soekamo-Hatta” de Yakarta, llevando consigo al Papa Francisco, a su séquito y a más de 70 periodistas que lo acompañan en el 45 Viaje Apostólico de su pontificado. Después de la bienvenida al pie del avión, el Pontífice se dirigió a la Nunciatura para encontrar a un grupo de enfermos, migrantes y refugiados. Las primeras actividades oficiales las desarrollará mañana 4 de septiembre.

Vatican News

Después de casi 13 horas de vuelo y tras haber recorrido treinta y tres mil kilómetros sobre los cielos del Extremo Oriente, las 11.19 hora de Indonesia, de este martes 3 de septiembre, el Airbus A330 de la compañía ItaAirways, aterrizó en el aeropuerto internacional “Soekamo-Hatta” de Yakarta, llevando consigo al Papa Francisco, a su séquito y a más de 70 periodistas que lo acompañan en el 45 Viaje Apostólico de su pontificado.

Dos niños con trajes tradicionales ofrecieron flores al Papa
Dos niños con trajes tradicionales ofrecieron flores al Papa

Recepción Oficial

Tras su llegada al aeropuerto internacional “Soekamo-Hatta” de Yakarta, el Santo Padre fue recibido por el Ministro de Asuntos Religiosos y por dos niños con trajes tradicionales que le ofrecieron flores. Después de saludar a las Delegaciones presentes y a la Guardia de Honor el Papa Francisco se trasladó en coche hasta la Nunciatura Apostólica en Indonesia.

Saludo del Papa a las delegaciones presentes en el aeropuerto de Yakarta
Saludo del Papa a las delegaciones presentes en el aeropuerto de Yakarta

Las actividades del Papa en Indonesia

Las actividades oficiales del Obispo de Roma en Indonesia iniciarán el miércoles 4 de septiembre a las 9:30 (hora local) con la ceremonia de bienvenida en el exterior del Palacio Presidencial “Istana Merdeka”. A continuación, a las 10:00, el Papa realizará una visita de cortesía al Presidente de la República, Joko Widodo, y luego, a las 10:35, se encontrará con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en la Sala del Palacio Presidencial “Istana Negara”, en el que pronunciará su primer discurso. Enseguida, se reunirá de manera privada con los miembros de la Compañía de Jesús en la Nunciatura Apostólica, a las 11:30.

Por la tarde, a las 16:30, el Pontífice encontrará a los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y catequistas en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Allí dirigirá su segundo discurso. La segunda jornada del Pontífice en Indonesia concluirá con un encuentro con los jóvenes de Scholas Occurrentes en la Casa de la Juventud “Grha Pemuda”.

En su tercer día en Indonesia, el jueves 5 de septiembre, habrá un encuentro interreligioso en la mezquita “Istiqlal” a las 9:00 y el Papa pronunciará un discurso. También se reunirá con las personas asistidas por las organizaciones caritativas, en la sede de la Conferencia Episcopal de Indonesia, a las 10:15. Asimismo, el Santo Padre presidirá la Santa Misa en el estadio “Gelora Bung Karno”.

El Papa deja el aeropuerto de Yakarta y se dirige a la Nunciatura Apostólica
El Papa deja el aeropuerto de Yakarta y se dirige a la Nunciatura Apostólica

Telegramas a los países sobrevolados

Además del telegrama al jefe de Estado italiano, Mattarella - en el que Francisco indica la importancia de los encuentros que le esperan "en aquellas naciones ricas en valores humanos y espirituales", que serán compartidos en un espíritu de "comunión, solidaridad y el diálogo incluso en tiempos y situaciones marcadas por las pruebas” – el Papa envió mensajes a los presidentes y autoridades de los otros países sobrevolados durante el viaje a Indonesia: Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia o Montenegro, Bulgaria, Turquía, Irán, Pakistán , India, Malasia. Francisco, al dirigir su saludo a los diferentes pueblos, les asegura su oración para que puedan vivir en fraterna armonía y prosperidad, e invoca las bendiciones divinas de la paz, el bienestar y la unidad sobre estas naciones.

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ELENA VELASCO: "MIENTRAS HAYA COFRADÍAS Y HERMANDADES, SE PODRÁ MANTENER VIVO EL PATRIMONIO QUE NOS HA LEGADO LA HISTORIA"


col martell

 

El 20 al 22 de septiembre próximos, Medina del Campo se convertirá en la 'capital' de la Semana Santa española, con la celebración del XXXV Encuentro Nacional de Cofradías. Elena Velasco, presidenta del mismo, habla con RD de los preparativos, a falta de menos de un mes para el evento. "Ya vamos notando los nervios, pero con mucha ilusión y ganas de que llegue ya la fecha", confiesa.

 ¿Qué queda por hacer?

Con la programación ya cerrada, únicamente queda ultimar los detalles de logística, transporte de tallas y enseres a las sedes de las exposiciones, adecuación de espacios, organización del voluntariado… En definitiva, queda el trabajo más práctico y físico.

Nos hace especial ilusión la reapertura del Centro San Vicente Ferrer. A falta de algunas reparaciones, trabajamos a contrarreloj para poder reabrir parte de este centro que se cerró durante la pandemia.

Para todo el trabajo previo y el que queda por hacer, hemos tenido la suerte de contar con patrocinadores, colaboradores y miembros del Club de Empresas al que desde aquí queremos agradecer todo su apoyo para que este Encuentro salga adelante.

¿Cómo van los preparativos?

A menos de un mes, ya vamos notando los nervios, pero con mucha ilusión y ganas de que llegue ya la fecha. Tenemos la suerte de contar con un gran grupo de voluntarios que han trabajado junto con el equipo de coordinación todo el año, así que el trabajo compartido se hace más liviano.

Es verdad que ahora ya todo es más intenso, las últimas reuniones, la organización de cada actividad al detalle para que todo salga perfecto…

Pero sin perder de vista cuál es el objetivo de este Encuentro. Queremos que esta edición suponga un punto de inflexión y que las conclusiones de trabajo nos ayuden a mejorar, a adaptarnos a la situación y sociedad actuales y sobre todo, a recargarnos de energía para seguir trabajando por nuestra fe y nuestras Semanas Santas.

¿Qué se van a encontrar los asistentes al Encuentro?

Un programa repleto de actividades, amplio y variado. Desde un concierto de órgano barroco hasta pasacalles de bandas de cofradías de altísima calidad enmarcados en el Certamen Nacional de Bandas “San Vicente Ferrer”. Desde exposiciones hasta visitas al patrimonio histórico artístico de Medina del Campo. Y como no puede ser de otra manera, procesiones. Hemos querido optar por otro formato, el de mostrar tres actos penitenciales que, si bien en algún caso se ha modificado sustancialmente, creemos que podrían acercar la esencia austera y de recogimiento de nuestra Semana Santa a los participantes.

Pero lo más importante que se van a encontrar va a ser la hospitalidad de la gente de Medina y su comarca. Nuestra intención es que durante los días que estén en nuestra tierra, se sientan como en casa.

¿Cuáles son los ejes del Encuentro?

El objetivo de esta edición es el de trabajar en la línea que deben seguir estos Encuentros para permanecer en el tiempo y sobre todo, para encarar el futuro con esperanza e ilusión. Así que uno de los principales ejes es precisamente el de hacer una reflexión interna que nos permita renovarnos para seguir aportando a la sociedad como cristianos.

Otro de los ejes es el de la participación y el diálogo. Creemos que es fundamental para mantener vivo este foro y sobre todo para enriquecernos a nivel individual e importar ideas y nuevas formas de trabajo a cada una de nuestras localidades.

Y como no, la Semana Santa de Medina del Campo y su comarca. Medina cuenta con un impresionante conjunto escultórico procesional renacentista que podrá contemplarse en los propios lugares de culto de estas tallas, los templos e iglesias, durante los días de celebración del Encuentro.

¿Cuál es la fuerza de la Semana Santa en España, de sus hermandades y cofradías?

Su autenticidad. La Semana Santa de cada localidad es un fiel reflejo de sus costumbres, del tesoro de su historia. Mientras haya cofradías y hermandades, se podrá mantener vivo parte de ese patrimonio material e inmaterial que nos han legado.

Personalmente pienso que la principal fuerza viene de Cristo. Actualmente también encontramos muchas dificultades, y aun así, la Semana Santa sigue siendo una de las fechas más importantes en el calendario y con una importancia destacable sobre otras muchas celebraciones. Cómo podría ser así, en los tiempos que corren, si no es a través de la fuerza de la fe y el amor de Dios.

¿Todavía es posible apuntarse?

Así es, el plazo de inscripciones sigue abierto. En la web https://encuentrocofradiasmedina.es/ se puede encontrar toda la información con los pasos a seguir para la inscripción, así como el programa de actividades completo y actualizado al minuto, tanto del Encuentro como de la IX Feria Mundo Cofrade.

Animamos a todos los cofrades de España a participar, queremos escuchar todas las voces para encontrar solución a aquello que nos preocupa, que suele coincidir en las cofradías y hermandades de todos los rincones del país.

PEDRO TRIGO, SJ.: "TODOS SOMOS PUEBLO DE DIOS"


col martell

 

El sacerdote jesuita de origen español y radicado en Venezuela, Pedro Trigo, estuvo presente en el Panel 1: Panorama de la teología latinoamericana actual, correspondiente al primer día del Congreso de teología sinodal, que inició este 9 de agosto en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).

En su disertación, el padre Trigo ha compartido tres retos que todo teólogo debe considerar a la luz de “los signos de los tiempos de hoy”. Entre estos: recepcionar el Concilio Vaticano II, vivir con autenticidad la fe y comprender la época actual para fomentar “lo humanizador”.

Actualmente el jesuita es profesor ordinario de Teología y director del Departamento de Investigaciones en el ITER (Instituto de Teología para Religiosos), asociado a la Universidad Pontificia Salesiana de Roma y a la Facultad de Teología de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas.

Una misma vocación y esperanza

Sobre la recepción del Concilio Vaticano II, ha comentado que es urgente reconfigurar la Iglesia para responder a “con fidelidad creativa” a las apuestas de este hito eclesiástico significó desde Medellín (1968) hasta la actualidad: “Todos somos pueblo de Dios”.

Sobre todo entender que la Iglesia “no únicamente la institución eclesiástica, como sostenía el esquema sobre la Iglesia que preparó la curia y fue desechado”.

Por eso, – apuntó el sacerdote – en la constitución sobre “la Iglesia (Lumen Gentium), después de haberse referido en el capítulo primero al misterio de salvación que es la Iglesia, en el segundo se refiere al portador de ese misterio que es el pueblo de Dios y los tres siguientes a las tres vocaciones que lo integran”, entiéndase, laicado, clero y vida religiosa.

Claro está, solo en el entendido de que “la única función de ellas es que el pueblo de Dios dé de sí al máximo y por eso no son escatológicas”, es decir, “en el seno de Dios sólo habrá hijas e hijos de Dios y hermanas y hermanos en Cristo”.

“Todos compartimos la misma vocación y esperanza y a todos nos une la caridad, el amor fraterno. Así pues, el lazo de unión es Jesús de Nazaret y su Espíritu”, sostuvo.

Actuar cristocéntrico

Para seguir recepcionando el Concilio, explica Trigo, otro de los retos es vivir con autenticidad nuestra fe, porque “a diferencia de esa época, ya no se transmite ambientalmente el cristianismo, enfoquemos nuestra misión en que se viva lo más personalizada y comunitariamente posible y que este cristianismo vivo irradie en nuestros ambientes”.

Trigo aseguró que “debemos ser coherentes con los evangelios, con el Jesús de los evangelios y con su misión”, porque lo que “se anuncia es la encarnación del Hijo de Dios para que los que reciben esa historia concreta y viva puedan ver, oír y palpar y proseguir así su historia desde dentro, con su mismo Espíritu”.

Es en la Cena del Señor donde está presente Jesús de Nazaret, quien debe ser “el alma de la teología, de la predicación, singularmente de las homilías, y de toda la espiritualidad y pastoral”.

Sobre todo, ha recordado que “si comulgamos o adoramos al Santísimo y desconocemos los evangelios, no sabemos conscientemente con quien nos relacionamos. Podemos relacionarnos realmente con él si seguimos la moción de su Espíritu, pero no será tan fácil discernirlo, si no conocemos lo que dijo e hizo Jesús de Nazaret”.

Encarnarse en la realidad

El tercer reto para el padre Trigo trata sobre “hacernos cargo de los contenidos fundamentales y de la dinámica de la época actual” para “discernirla desde dentro, asumiendo y transmitiendo lo humanizador”.

Ha invitado a desechar todo aquello que atenta contra la dignidad humana. Esto es posible mediante el aggiornamento (ponerse al día) como encarnación.

Comentó que antes del Concilio Vaticano II el punto de partida era “la condenación del mundo moderno y la pastoral concebida como apartar de él a los más posibles y llevarlos al ámbito de la salvación que era la Iglesia”.

Esto llevó, a partir del propio Concilio, a la comunidad divina a que “uno de la Trinidad se hiciera uno de la humanidad”. Citando al teólogo Victor Codina explicó que la Trinidad “nos ofrece la última inspiración y clave de lectura de la acción social y de la presencia cristiana en la historia”.

El mismo Juan XXIII lo expuso en su testamento: “No es el Evangelio el que cambia: somos nosotros los que comenzamos a entenderlo mejor… Ha llegado el momento de reconocer los signos de los tiempos, de captar su oportunidad y de mirar lejos” .

Para Trigo “la encarnación era también la fuente de una constante exigencia: La de comprender, de hacer justicia a la realidad, de ser verdadero, de ser honrado con las personas y situaciones y con uno mismo”.

Esta exigencia invita a todos los creyentes a “desechar lo que no construye, lo que no humaniza, y apegarse a lo que lleva adelante la vida, a lo que es más justo, a lo que lleva a la participación y la comunión y a que uno y otros podamos ser más”.

 

Ángel Morillo, ADN Celam

¿PODEMOS OFRECER LA FE EN JESÚS?


col koldo

 

Muy difícil conocer la fe personal. Lo que sí podemos conocer son las manifestaciones de la fe.

La Rioja. Estos son los datos de NUESTRA VIVENCIA EN LA FE.

No practicantes: 78,4% Agnósticos: 14,5% católicos no practicantes: 39,3%

No creyentes: 11,2% Practicantes: 21,6% católicos practicantes: 19,9% Creyentes de otra religión: 1,7%

Al reflexionar sobre estos datos de mi comunidad me pregunto: ¿qué podemos hacer para compartir la fe con los demás y para que otras personas vivan con Jesús? No podemos imponer la fe, ni pegársela a los demás. Pero sí podemos contagiarla, vivirla con tanto entusiasmo que interrogue y contagie a los demás.

1. Que mi fe sea profunda, personal, intensa y vivida. Valiente como la de Jesús y comprometida en la defensa y ayuda de los pobres.

2. Que me manifieste como seguidor de Jesús y que los hechos reflejen que estoy enamorado de Jesús. Y que lo viva en comunidad.

3. Conocer el Mensaje de Jesús, con profundidad y actualidad. No seguir en las formas de un cristianismo a la antigua.

4. Procurar que las celebraciones sean vivas, con participación, eficaces. Sobre todo en esas celebraciones donde hay multitud de personas semi creyentes: funerales, fiestas de los santos patronos, bodas…

5. Cuidar y mimar las catequesis de los niños y adolescentes. Con contenido nuevo y actividades.

6. Crear grupos a todas las edades de catecumenado, que nos dan el Mensaje de Jesús con garra y atractivo. Hay hoy multitud de material en YouTube.

7. Tratar de temas humanos y sociales que puedan interesar a los no creyentes y que puedan ayudar a crear interrogantes desde la fe.

8. Fomentar encuentros- charlas, películas, temas de actualidad que transmitan una cercanía a la fe.

9. Diálogo personal, bien sea ante bodas, bautizos, enfermedad…

10. Escribir en la prensa y en hojas domésticas con un lenguaje cercano e incisivo, a la vez que atractivo.

11. Aprovechar libros, novelas y vídeos que ayuden a presentar a Jesús hoy y aquí.

12. Estar en medio de las personas y de los acontecimientos, manifestando con sencillez y valentía nuestra fe cuando se pueda.

13. Vivir una vida comprometida en servicio a los más pobres y por un mundo nuevo.

No podemos obligar a creer en Jesús. Sí podemos ofrecer nuestra fe, contagiarla…

JORNADA POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN. UN CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA DONDE HABITE LA JUSTICIA


col zapatero

 

“Sed vigilantes, salvad el planeta” 
(Benedicto XVI a los jóvenes en Loreto en 2007)

El próximo día, 1 de septiembre, la Iglesia celebra la Jornada por el cuidado de la creación.
Por suerte nuestro tiempo se besa cada día más con toda naturalidad con la ecología. Ha crecido de manera admirable una conciencia ecológica entre nosotros que se traduce en una honda preocupación por la naturaleza. No sabemos si en el fondo es un cierto miedo a un futuro contaminado en todos los sentidos, a la amenaza real del cáncer o si en realidad es un deseo ardiente de hermanarnos con la naturaleza y descubrir así la huella de Dios en ella. Lo cierto es que en esto nos va la vida. Cada día lo sabemos más. La gente manifiesta una importante preocupación y precaución ante la energía nuclear, las radiaciones, las antenas de telefonía móvil, las torres solares, los abonos químicos, los productos transgénicos e incluso los teléfonos móviles por miedo a posibles radiaciones dañinas o contaminaciones posibles para la salud. Necesitamos muchos más árboles y menos desiertos. Todos buscamos la sombra de los árboles en pleno verano pero muy pocos se preocupan -nos preocupamos- de plantar más árboles.
Necesitamos reconciliarnos con la madre naturaleza, encontrarnos en ella, disfrutar de ella y para eso es imprescindible conocerla, respetarla y amarla.
Yo he crecido a la fe en plena naturaleza. Antes de tener conciencia de Iglesia y mucho más de normas, ritos y estructuras, he rezado en lo alto de los montes, mientras acompañaba a mis cabras, entre almendros y olivos, a la sombra de la ladera de la montaña y en lo alto de los picos más rocosos donde la vista se perdía en el horizonte. Puedo decir, con toda propiedad, que mi fe es primero y esencialmente ecológica.
Desde muy niño he disfrutado contemplando el sol que nace de lo alto y en mi interior he cultivado una preciosa intuición: que tanta belleza no era casual sino regalo de un amor inmenso de Alguien que nos amaba sin medida y al que más tarde pude identificar por la fe de mi madre y la fe de la Iglesia, la otra madre, con el nombre de Dios. 
El primer templo donde yo he rezado siendo niño ha sido la montaña y el valle. Admirado la mayoría de las veces por la luz radiante de la mañana, con tonos rosados y dorados, y asustado en otras ocasiones por la fuerza amenazante de la tormenta cuando los cielos se enlutecían y descargaban inmisericordes sus rayos y truenos, su viento y la furia del agua sobre nuestros trigales ya maduros. Y en esas circunstancias mi madre me enseñó a agradecer y a suplicar.
Me enseñó a agradecer la belleza de las peonías que crecen en la solana de los cerros, el agua que escasea tanto en nuestras tierras manchegas, la vida recién estrenada de los polluelos y perdigones que me encontraba cada día en los nidos y en los surcos por donde caminaba acompañando mi pequeño rebaño. Cuando llegaba la primavera y nuestras sierras, agostadas y maltratadas por los hielos del invierno, se cubrían de verde y de flores, todo exigía una oración y una admiración sin remedio. Cuando las sierras, abarrotadas de jaras, se vestían de flores blancas bellísimas, la oración brotaba de mis labios niños con la misma serenidad con que el agua brota del manantial. Y más de una vez me arrodillé sobre la tierra alfombrada de hierba en lo alto del monte o en el valle para rezar con sencillas oraciones que me había enseñado mi madre u otras que yo mismo me inventaba. Nadie me forzaba, nadie me veía, pero yo sabía muy bien que Dios me miraba con cariño y escuchaba atentamente lo que yo le decía en el secreto del silencio. Era nuestro secreto.
Me enseñaron a agradecer y a suplicar. 
Cada vez que la tormenta amenazaba y oscuros nubarrones, en pleno mes de julio se cernían sobre los trigales y centenos y sobre las vides cuajadas de racimos tiernos todavía, mi madre nos llevaba, a mis hermanos y a mí, a una habitación oscura, a rezar para pedir a Dios que la tormenta no hiciera daño a las cosechas a punto de ser recogidas. Aún puedo ver, si hago memoria en el corazón, la pequeña vela encendida que mi madre guardaba para aquellas ocasiones.
En efecto el primer templo donde he rezado ha sido la naturaleza; y el primer templo material donde he rezado ha sido el que yo mismo he construido con piedras y pizarras para albergar una pequeña piedra, que a mí me parecía una imagen de la virgen, o una pequeña cruz que yo mismo había tallado con mi machete monte arriba y monte abajo. 
Nadie podrá negarme que la naturaleza ha sido para mí ámbito de fe y de encuentro con el Dios escondido que tenía prisa por dárseme a conocer. Aún hoy, después de tantos años, cuando recorro los viejos montes de mi infancia pastoril puedo encontrar, si me lo propongo, pizarras marcadas por mí con una cruz o pequeños garabatos donde puede leerse María. Son las marcas de una fe infantil pero firme que quería abrirse paso con decisión, como la vida.
Yo descubrí muy pronto la huella de Dios en la naturaleza y esta fe infantil se hizo tan intensa que hasta hoy vivo de las rentas de entonces.
Yo quisiera encontrar palabras –y no lo he conseguido- para explicaros la emoción intensa y la experiencia mística que he sentido cuando caminaba de madrugada con mis cabras hacia la cumbre de la montaña mientras los senderos se iluminaban por la luz de la luna llena. Como si una caricia blanca de luz de Dios se hubiera depositado en las piedras y en los senderos, en las encinas y en los tomillos.
Supe después que aquella fe era infantil porque estaba unida solamente a la belleza y no contemplaba el sufrimiento y la injusticia. 
La primera duda o inquietud que surgió en mí vino acompañada del pan. Mi madre nos enseñó a besar el pan cada vez que un trozo se nos caía al suelo. Y recuerdo que siempre nos decía: el pan es un regalo de Dios y no se puede tirar porque hay muchos niños en el mundo que no tienen pan para comer. Y mi fe empezó a llenarse de interrogantes, muy simples, pero muy necesarios para crecer. En la misma naturaleza descubrí la crueldad y la violencia de manera evidente. ¿Cómo olvidar que la culebra devoró en muchas ocasiones los polluelos que yo cada día veía crecer en su nido? ¿Cómo olvidar la picadura cruel de la víbora a mis cabras y su sufrimiento porque no podían comer con la boca hinchada por el efecto del veneno? ¿Cómo olvidar la crueldad del águila que criaba en los riscos del monte llamado Madroñal, que yo tantas veces exploré, cuando se lanzaba sobre los cabritos recién nacidos para convertirlos en su presa?
Descubrí entonces que la vida era compleja y misteriosa. Exactamente igual que sucede con la ecología. 
En ciertos ámbitos sociales se vincula la ecología con una moda más, como si fuera un tatuaje estético que necesita la modernidad. En otros ámbitos la ecología es patrimonio y propuesta exclusiva de la izquierda, de los grupos radicales alternativos y acaba reducida a pura propuesta política y hasta desestabilizadora.
Con frecuencia reducimos la conciencia ecológica a una cuestión puramente vanal y bucólica, pero el ecologismo bien entendido es una auténtica propuesta renovadora y revolucionaria que quiere poner en cuestión grandes dimensiones de la vida social, la instituciones, la economía global, las políticas neoliberales, la tecnología, la ética, para terminar replanteando la situación actual de los derechos humanos y los derechos de la tierra. Se trata de proponer un nuevo paradigma de la vida que promueva una relación entre los humanos más en función de la vida y de su futuro, que del presente y su economía.
La Iglesia ha cometido el pecado de la dejadez y del olvido a la hora de vivir en primera persona la propuesta ecológica. Y ahora parece que tenemos prisa por recuperar el espacio y el tiempo perdido para que nadie nos arrebate lo que ha sido siempre patrimonio eclesial, desde la vida asociada a la madre tierra de Francisco de Asís. Nunca es tarde si la dicha es buena. Pero nos queda mucho camino que recorrer. Aún son escasas las propuestas ecológicas desde el ámbito eclesial y extrañas las homilías que abordan la propuesta ecológica como voluntad de Dios y ámbito de crecimiento humano y espiritual. Aún son escasos los movimientos de apoyo, desde el espacio eclesial, a los grupos humanos, religiosos o no, que tienen entre sus prioridades la ecología. Preferimos ir por libre en vez de sumarnos a lo que ya actúa.
En el último viaje del Papa a Loreto, donde absurdamente se afirma que fueron trasladados milagrosamente los restos de la casa de la Virgen, el Papa nos sorprendía vestido de verde haciendo propuestas ecológicas y concienciando a la comunidad internacional de la urgencia de tomar actitudes positivas hacia el medio ambiente como exigencias de nuestra fe: “Antes de que sea demasiado tarde, es necesario tomar decisiones valientes, que sepan volver a crear una fuerte alianza entre Dios y la tierra”
En su primera encíclica “Deus caritas est” el Papa ya había afirmado sin paliativos: “La fundada preocupación por las condiciones ecológicas en que se encuentra la creación en muchas partes del mundo encuentra motivos de tranquilidad en la perspectiva de la esperanza cristiana, que nos compromete a actuar responsablemente en defensa de la creación”
Y el Papa Juan Pablo II en el número 90 de Vita Consecrata nos animaba “a respetar y defender la naturaleza mediante la reducción del consumo, la sobriedad y una obligada moderación de los propios apetitos” En el ámbito de la vida consagrada se ven cada día más publicaciones y encuentros que abordan la preocupación ecológica, felizmente.
El Encuentro Nacional de Vida Religiosa de Madrid noviembre de 2005, dedicó uno de los catorce talleres de estudio a la justicia, la paz y la integridad de la creación, que arrojó unas conclusiones sorprendentes y esperanzadoras. Algo se empieza a mover con fuerza en la Vida Consagrada en el ámbito de la ecología. Entre las conclusiones aparecen:
Hay una espantosa organización del sistema establecido.
Proponemos:
-Una espiritualidad evangélica, compasiva y samaritana
-Que aliente un estilo de vida sencillo, acogedor y solidario.
-Una práctica social transformadora y liberadora
-En red entre diversas congregaciones e instancias de la Iglesia y otros movimientos sociales.
-A través de la formación inicial y permanente
-Siendo voz profética pública en las situaciones difíciles
En enero del año 2007 CONFER organizó unas jornadas bajo el eslogan: “Ecología: cuestión de justicia y de paz”. En aquellas jornadas, José Eizaguirre, marianista, partía de dos premisas muy elementales, pero de gran calado para entender la situación que estamos viviendo:
“ La situación ecológica del planeta está llegando a un deterioro irreversible debido a un modelo de desarrollo devastador”
“ La solución pasa, por tanto, por un cambio en el estilo de vida consumista de las sociedades desarrolladas, hacia un menor consumo y más respetuoso con el medio ambiente” ( CONFER, volumen 46, número 178, pág 331 ss. Madrid. Abril-junio 2007)
Tenemos planteadas ya dos premisas que nos señalan la situación actual, el problema, y, a la vez, pistas o caminos abiertos por donde tenemos que caminar.
Entre los compromisos de futuro de la Asamblea de la UISG, celebrada en Roma en mayo del 2007, aparece una novedosa propuesta directamente relacionada con el tema que nos ocupa. Dicen las superioras generales: “Tenemos que favorecer el despertar de una conciencia ecológica que se exprese mediante opciones concretas y coherentes”. (Vida Religiosa, número 7/vol. 103. Julio de 2007)
Algo se está moviendo, por suerte, en la conciencia ecológica de la Iglesia y de la Vida Consagrada de hoy.

 

Alejandro Fernández Barrajón

Religión Digital