FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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lunes, 14 de septiembre de 2015

Carta del Rector Mayor por la emergencia de refugiados

 
- Por: ANS-Roma
09/09/2015 


Dirigida a los Provinciales de las Inspectorías de Europa: “estén disponibles para acoger en nuestras obras las familias de migrantes; en particular prestemos atención a los menores no acompañados y a los jóvenes”.

 
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“Me dirijo a ustedes Inspectores, para pediros con carácter de urgencia que veáis, quizá con vuestros consejos, qué es lo que puede hacer cada Inspectoría y qué se le puede pedir a cada comunidad y parroquia, para que estén disponibles para acoger en nuestras obras las familias de migrantes; en particular prestemos atención a los menores no acompañados y a los jóvenes. Alojemos al menos una sola familia, cuatro o cinco personas; con un poco de todos, haremos mucho, también en colaboración con las iglesias locales y el territorio”. A continuación la carta enviada por el Rector Mayor Don Ángel Fernández Artime, a los Inspectores de Europa, por la emergencia de refugiados.

A continuación reproducimos la Carta Completa dirigida a los inspectores:

Mis queridos hermanos Inspectores:

Reciban mi cordial y afectuoso saludo desde Argentina, donde hemos tenido una maravillosa celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, con más de siete mil jóvenes durante tres días.

El domingo, mi Vicario, Don Francesco Cereda, me informó en la noche acerca de lo que había dicho el Papa Francisco, en relación a los inmigrantes, y su llamada a la fraternidad, solidaridad y acogida. Hemos dialogado y creo que es momento oportuno para ofrecer, por parte nuestra, aquello que se pueda.

Ciertamente estamos viviendo desde hace tiempo, y en estos días de forma más dramática, la enorme tragedia de los refugiados y de los inmigrantes que a miles huyen de sus países debido a la guerra, las destrucciones, el hambre, las persecuciones y desembarcan en Europa, exponiéndose a graves peligros al atravesar el y por el chantaje de los contrabandistas.

Vienen con la esperanza de poder encontrar paz y serenidad, de comenzar una nueva vida, de encontrar vivienda y empleo; y muchas veces no encuentran condiciones de acogida, sino incluso de rechazo. De frente a tanta tragedia no podemos permanecer indiferentes a tantas necesidades.

El Papa Francesco en el Ángelus ha lanzado un fuerte llamado, dirigiéndose a Europa: " Ante la tragedia de decenas de miles de refugiados que huyen de la muerte por la guerra y el hambre, y están en camino a una esperanza de vida, el Evangelio nos llama a ser "cercanos" a los más pequeños y abandonados. A darles una esperanza concreta. No es simplemente decir: '¡Coraje, paciencia...!'. La esperanza - dijo el Papa - es combativa, con la tenacidad de los que van hacia un destino seguro. Por lo tanto, en la proximidad del Jubileo de la Misericordia, hago un llamado a las parroquias, las comunidades religiosas, los monasterios y los santuarios en toda Europa para expresar lo concreto del Evangelio y acoger a una familia de refugiados. Un gesto concreto en preparación del Año Santo de la Misericordia. Cada parroquia - reiteró el Papa - cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospede una familia, comenzando por mi diócesis de Roma. Me dirijo a mis hermanos obispos de Europa, verdaderos pastores, para que sus diócesis apoyen este llamado que hago, recordando que Misericordia es el segundo nombre del amor: 'Todo lo que han hecho por uno de estos mis hermanos más pequeños, lo han hecho por mí' (Mt 25,40)".

También yo me dirijo a ustedes Inspectores, para pediros con carácter de urgencia que veáis, quizá con vuestros consejos, qué es lo que puede hacer cada Inspectoría y qué se le puede pedir a cada comunidad y parroquia, para que estén disponibles para acoger en nuestras obras las familias de migrantes; en particular prestemos atención a los menores no acompañados y a ls jóvenes. Alojemos al menos una sola familia, cuatro o cinco personas; con un poco de todos, haremos mucho, también en colaboración con las iglesias locales y el territorio.

Don Bosco, de quien hemos apenas terminado el Bicentenario de su nacimiento, nos enseña lo concreto de las respuestas. Esto nos lo ha recordado el Papa Francisco en la visita a Valdocco del pasado 21 de junio: "Les agradezco por su respuesta concreta a las cosas… El salesiano es concreto, ve el problema, lo piensa y lo toma en sus mano".

En nombre de la caridad y fraternidad evangélica, como llamada del Señor y grito que ha hecho el Papa Francisco, os agradezco que con generosidad movilicen todos los recursos posibles en favor de quienes con urgencia nos necesitan. También les agradeceré que me hagan saber qué es lo que se ha ido determinando en cada Inspectoría, cuando se llegue a realizaciones concretas y rápidas.


Un fraterno abrazo con afecto,
 
P. Ángel Fernández A.,SDB

¿Estos no son seres humanos, hermanos y hermanas nuestros? Leonardo Boff



Leonardo Boff2El grado de civilización y de espíritu humanitario de una sociedad se mide por la forma como ella acoge y convive con los diferentes. Bajo este este aspecto Europa nos ofrece un ejemplo lastimoso que bordea la barbarie. Ella se muestra tan centrada en sí misma y en sus laureles que le cuesta enormemente acoger y convivir con los diferentes.
Generalmente la estrategia era y sigue siendo esta: o marginaliza al otro, o lo destruye. Así ocurrió en el proceso de expansión colonial en África, en Asia y principalmente en América Latina. Llegó a destruir etnias enteras como en Haití y en México.


El mayor límite de la cultura europea occidental es su arrogancia, que se revela en la pretensión de ser la más elevada del mundo, tener la mejor forma de gobierno (la democracia), la mejor conciencia de los derechos, la creadora de la filosofía y de la tecnociencia y, como si eso no bastase, la portadora de la única religión verdadera: el cristianismo. Resquicios de esta soberbia pueden verse todavía en el Preámbulo de la Constitución de la Unión Europea. En él se afirma sencillamente:
«El continente europeo es portador de civilización, sus habitantes lo habitaron desde el inicio de la humanidad en etapas sucesivas y a lo largo de los siglos desarrollaron valores, base para el humanismo: igualdad de los seres humanos, libertad y el valor de la razón… »
Esta visión es verdadera solo en parte. Olvida las frecuentes violaciones de esos derechos, las catástrofes que creó con ideologías totalitarias, guerras devastadoras, colonialismo sin piedad e imperialismo feroz que subyugaron e inviabilizaron culturas enteras en África y en América Latina en contraste frontal con los valores que proclama. La situación dramática del mundo actual y las levas de refugiados venidos de los países mediterráneos se debe, en gran parte, al tipo de globalización que ella apoya, pues, en términos concretos configura una especie de occidentalización tardía del mundo, mucho más que una verdadera planetización.
Este es el telón de fondo que nos permite entender las ambiguëdades y las resistencias de la mayoría de los países europeos para acoger a los refugiados y emigrantes que vienen de los países del norte de África y del Medio Oriente, huyendo del terror de la guerra, provocada en gran parte por las intervenciones de los occidentales (NATO) y especialmente por la política imperial norteamericana.
Según datos el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) solamente este año 60 millones de personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares. Solamente el conflicto sirio ha provocado 4 millones de desplazados. Los países que más acogen a estas víctimas son el Líbano con más de un millón de personas (1,1 millón) y Turquía (1,8 millones).
Ahora esos miles de personas buscan un poco de paz en Europa. Solo en este año cruzaron el Mediterráneo cerca de 300.000 personas entre emigrantes y refugiados. Y el número crece día a día. La recepción está cargada de mala voluntad, despertando en la población de ideologías fascistoides y xenófobas manifestaciones que revelan gran insensibilidad y hasta inhumanidad. Solamente después de la tragedia de la isla de Lampedusa, al sur de Italia, en la que se ahogaron 700 personas en abril de 2014, se puso en marcha una operación Mare Nostrum con la misión de rastrear posibles naufragios.
La acogida está llena de incidentes, especialmente por parte de España y de Inglaterra. La más abierta y hospitalaria, a pesar de los ataques que se hacen a los campamentos de refugiados, ha sido Alemania. El gobierno filo-fascista de Viktor Orbán de Hungría ha declarado la guerra a los refugiados. Tomó una medida de gran barbarie: mandó construir una cerca de alambre de púas de cuatro metros de altura a lo largo de toda la frontera con Serbia, para impedir la llegada de los que vienen del Medio Oriente. Los gobiernos de Eslovaquia y de Polonia declararon que solamente aceptarían a refugiados cristianos.
Estas son medidas criminales. ¿Todos estos sufrientes no son humanos, no son hermanos y hermanas nuestros? Kant fue uno de los primeros en proponer una República Mundial (Welterepublik) en su último libro La paz perpetua. Decía que la primera virtud de esta república debería ser la hospitalidad como derecho de todos y deber para todos, pues todos somos hijos de la Tierra.
Ahora bien, esto está siendo negado vergonzosamente por los miembros de la Comunidad Europea. La tradición judeocristiana siempre afirmó: quien acoge al extranjero está hospedando anónimamente a Dios. Valgan las palabras de la física cuántica que mejor escribió sobre la inteligencia espiritual, Danah Zohar: «La verdad es que nosotros y los otros somos uno solo, que no hay separatividad, que nosotros y el ‘extraño’ somos aspectos de la única y misma vida» (QS: conciencia espiritual, Record 2002, p. 219). Como sería diferente el trágico destino de los refugiados si estas palabras fuesen vividas con pasión y compasión.
Leonardo Boff escribió Hospitalidad: derecho y deber de todos, Sal Terrae 2005.
Traducción de Mª José Gavito Milano

Rajoy intenta bloquear la ‘tasa Tobin’ sobre la especulación financiera Alejandro López de Miguel

 


El Gobierno busca además que el Impuesto sobre Transacciones Financieras no afecte a varios productos derivados. Luis De Guindos participa este sábado en una reunión con los ministros de Economía del resto de países que negocian el gravamen, y su voto permitiría retrasar su entrada en vigor hasta mucho después de las elecciones.
MADRID.- El Gobierno de Mariano Rajoy intenta retrasar la entrada en vigor del Impuesto sobre Transacciones Financieras (ITF), el sucedáneo de tasa Tobin que 11 países europeos estudian aplicar para gravar mínimamente todas las transacciones financieras. Luis De Guindos y los otros 10 ministros de Economía que participan en las negociaciones se comprometieron públicamente a que entrara en vigor al inicio de 2016, y hoy distintas ONGs y fuentes conocedoras de las conversaciones denuncian que España intentan bloquear temporalmente su aplicación, con la vista puesta en las elecciones generales de finales de año. ··· Ver noticia 

Decálogo para la solidaridad con las personas refugiadas CEAR

1.- El derecho de asilo es un derecho humano regulado en la normativa internacional. España y los países de la Unión Europea han firmado las convenciones y tratados que les obligan a acoger y brindar protección a las personas necesitadas de protección internacional. La atención y la acogida de las mismas es una obligación de los Estados en cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de asilo, no un acto de voluntad altruista. Las iniciativas solidarias y la voluntad de actuar desde el impulso de la ciudadanía ante esta situación no debe ser una excusa de los Estados para incumplir sus compromisos y obligaciones ni de detraer los recursos que deben aportar.

2.- Que la lógica humanitaria del sufrimiento y la emoción no sustituya a la lógica de la justicia y los derechos. Las personas refugiadas huyen de la violencia y la persecución y tienen derecho a recibir una adecuada protección y una acogida digna. La protección de las personas refugiadas es un derecho y una obligación contemplada en los tratados internacionales y europeos de derechos humanos, no una dádiva voluntaria o altruista, sino una forma de que todas y todos tengamos derechos. El derecho de asilo es un derecho humano universal que todos tenemos y que es inseparable de otros derechos como el derecho a una vivienda digna, a un trabajo, a una educación, a la salud, a la integridad física y psíquica.
3- Es momento de que cuestionemos el enfoque de las políticas de migración y asilo, así como la fortificación de una Europa que parece haber olvidado la base de la solidaridad y del respeto a los derechos humanos sobre el que fue construida. Es momento de que actuemos exigiendo a los responsables políticos que cumplan con sus obligaciones de acogida y protección de las personas refugiadas así como la creación de espacios de diálogo entre las administraciones públicas competentes y las organizaciones sociales especializadas para buscar soluciones conjuntas a esta situación.
4.- Partamos de lo existente y no construyamos desde cero. Ante una situación de emergencia como la actual, es imprescindible que el trabajo con las personas refugiadas se sustente sobre el principio de acción sin daño, desde un trabajo coordinado, basado en la experiencia, lecciones aprendidas y conocimiento técnico de la red de acogida que funciona en España desde hace más de 30 años y sin que la urgencia del momento se caracterice por intervenciones que contrariamente a lo que se espera, ahonden en la situación de vulnerabilidad de las personas. Es importante reforzar la red de acogida existente y posibilitar que la sociedad civil se implique uniendo esfuerzos y evitando que se generen acciones paralelas.
5.-Debemos huir del asistencialismo y articular respuestas conjuntas desde las administraciones, las organizaciones sociales y la ciudadanía comprometida. La respuesta estará orientada a favorecer una atención integral y fomentar la autonomía de las personas refugiadas y se buscarán modelos de acción social inclusivos que permitan coordinar la respuesta.
El objetivo de la acogida no es solo dotar de solución habitacional a las personas, sino atender de forma integral y especializada: existen necesidades de atención psicológica derivadas de la persecución, la violencia y dificultades vividas en el lugar de origen y/o en el trayecto de huida. Concurren necesidades de asistencia jurídica para el acceso al procedimiento de solicitud de asilo y el seguimiento del proceso hasta el reconocimiento del derecho. La elaboración de itinerarios integrales de inserción para poner a disposición las herramientas necesarias para el aprendizaje del idioma, formación, acompañamiento en el acceso a formas de consecución de medios de vida, etc. Es necesario que las personas acogidas dispongan de una red de atención social especializada y con conocimiento en esta materia que generen un proceso de trabajo conjunto orientado a la consecución de soluciones duraderas a la situación de desplazamiento forzado.
6.- Este proceso debe ir acompañado por un trabajo de monitoreo y seguimiento del cumplimiento de las obligaciones que tiene España y la Unión Europea con las personas refugiadas, de modo que permita avanzar en la defensa del Derecho de Asilo denunciando los incumplimientos de la normativa internacional, europea y nacional.
7- No podemos olvidar la necesidad de entender y tomar conciencia sobre qué es el desplazamiento forzado en el mundo, su origen y causas, dimensión y herramientas para abordar la atención a personas que se encuentran en búsqueda de protección internacional, sin ahondar en la victimización ni el dolor generado por la huida y la persecución. Un sistema de acogida integral debe incorporar un eje de trabajo en materia de sensibilización sobre la cuestión dirigido, no solo a la ciudadanía en general, sino al resto de agentes clave que trabajan con las personas refugiadas: funcionarios y trabajadores públicos de servicios sociales, sanitarios, educativos, judiciales, laborales, etc.
8.- Es necesario articular vías para la participación de la ciudadanía de modo organizado y coordinado asegurando una metodología de trabajo que asegure la dignidad, el bienestar y la autonomía de las personas refugiadas. Han de incorporarse mecanismos de participación, retroalimentación y acompañamiento que eviten, al mismo tiempo, que se genere desánimo o decepción de los ciudadanos y ciudadanas por no poder encauzar su deseo de dar una respuesta solidaria a la situación de estas personas.

9.- Las muestras de solidaridad deben orientarse hacia el acompañamiento a las personas refugiadas y la cooperación en sus procesos de incorporación a la vida
social cotidiana, una solidaridad de proximidad: acompañar a los recursos para que se conozcan y se sepa cómo actuar en ellos, redes de encuentro interpersonal, espacios de ocio y convivencia, acogida entre pares en la escuela, etc. siempre partiendo de la premisa de que la solidaridad no es un acto de caridad, sino de transformación social. La cobertura puntual de necesidades materiales básicas (vivienda, comida…) ha de ir acompañada por procesos que impulsen la autonomía de las personas refugiadas haciéndolas participes y protagonistas de su propio proceso.

10.- Existen asociaciones y redes de personas refugiadas y migrantes que han servido para fortalecer y empoderar a las personas en búsqueda de protección internacional. La cooperación con estas asociaciones, las redes de apoyo mutuo, el fomento del asociacionismo y el empoderamiento de las personas acogidas debe ser una de las líneas de trabajo para superar también los modelos de carácter más asistencialista y trabajar desde un enfoque de restitución de derechos.

Evolución, civilidad, Cataluña Jaime Richart

No creo que haya alguien que niegue que el fin del ser humano al llegar a este mundo es ser feliz; que a la sociedad en que ha nacido o habita le corresponde contribuir a lograrlo; y que, en fin, el estado que articula a la sociedad es el instrumento principal para que ese fin se haga realidad en lo posible…

Tampoco creo que haya alguien que no afirme que el papel principal del estado en tiempos de paz consiste en distribuir lo más equitativamente posible la riqueza producida; y que por riqueza entendemos un conjunto de bienes materiales y servicios que, en tiempos de progreso global, van desde lo básico para la vida (alimento, salud, habitación y energía) hasta lo deseable (educación). Y que si el estado no se fija como meta que el individuo que ha venido al mundo para ser feliz y se encuentra bajo su amparo no lo consigue, fracasa y es un estado fallido.
Por eso y por muchos esfuerzos que uno haga para entender el hecho consumado de “el sistema”, no se comprende que ni la sociedad ni el estado sean capaces de vertebrarse para procurar al individuo esa felicidad más allá de lo que el infortunio y el azar biológicos le deparen. La sociedad propiamente dicha, como organismo viviente, carece de los registros y recursos necesarios para lograr por sí misma la armonía deseable en su seno. Por lo que es el estado el encargado de proporcionarla públicamente. Pero resulta que la sociedad española es rehén de un gobierno y unos políticos que tienden a favorecer a pequeños grupos de población a costa de otros de grandes porciones, y a cortar opresivamente las alas a los que no encajan en su “ortodoxia” que no legalidad. Así es que si el egoísmo individual y de clan son un obstáculo para el reparto en la práctica insuperable, y siguiendo la línea de tratamiento dada por el actual ministro de Defensa al asunto catalán, parece que sólo la rebelión, la revolución o la guerra serían capaces de removerlo…
La civilidad progresiva depende de una progresiva aminoración de la fuerza centrípeta ejercida por religiones, ideologías y medios afines orientados a favorecer exclusivamente a grupos sociales y económicos concretos, pero últimamente también sobre el territorio catalán para evitar no ya la secesión sino tan siquiera sondear su voluntad. Jellineck se pronuncia a este respecto: un pueblo se convierte en nación cuando la conciencia de vivir juntos se convierte en voluntad política. La conciencia de vivir juntos está archiprobada. Queda conocer la voluntad política. Y si un estado a cuyo frente se encuentran individuos de catadura sospechosa no desean conocerla y se aprestan a abortar el intento con los tanques es un estado y un gobierno incivilizados. La piedra de toque está en cómo ha tratado el británico las inquietudes escocesas…
Todas las sociedades pasan más o menos por similares o distintas fases de incivilidad/civilidad. Desde el descabezamiento, la crucifixión, la decapitación y la guillotina para castigar al transgresor hasta la prisión confortable, hay un recorrido larguísimo; desde la esclavitud y la servidumbre hasta la abolición y el respeto a la propiedad privada y a la propiedad común, otro. Por eso, aparte de que la evolución hacia más civilidad suele ser irreversible, precisa tiempo. Cierto que se fuerza con el castigo, pero difícilmente formará parte del ADN colectivo (que es de lo que se trata) quemando etapas.
España, después de cien años de retraso en civilidad por motivos varios y viendo lo que han ido dando de sí el grueso de sus dirigentes, ha de apresurarse para recuperar el tiempo perdido en el proceso civilizatorio global. Las leyes no bastan. En demasiados casos sobran, pues hay demasiadas, y en demasiados otros colisionan y se entorpecen entre sí. Por cierto, que si en el gobierno español hubiera tres o cuatro catalanes de pura cepa, y un grupo nutrido catalán en los escaños del Congreso estemos seguros de que las maniobras que ahora está haciendo el partido del gobierno para anatematizar las aspiraciones masivas de Cataluña ca el tratamiento legalista se volvería como un calcetín a favor de la “causa” catalana. Ahí se ve la inconsistencia de la juridicidad en manos de gobernantes miserables…
Viene habiendo desde hace mucho tiempo sospechas a este respecto. Por eso, si ahora el gobierno español sofoca cualquier intento de conocer la voluntad política de Cataluña y no respeta sus propósitos so pretexto de ilegalidad, no hará más que confirmar que España no es una democracia si no una dictadura más, franquista, encubierta.

El clero, ¿debería ser tan importante, influyente y poderoso en la Iglesia? Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara

Quiero recordar que estas líneas están escritas en el siguiente contexto: la comunidad cristiana ¿puede o no considerarse una “religión”? Para entender mi punto de vista, lo expondré brevemente: considero la Religión como una de las mayores creaciones del género humano, respondiendo a sus necesidades de seguridad, de tranquilidad y sosiego psicológicos, y de defensa contra las fuerzas hostiles, primero de la propia naturaleza, y depués de otros grupos humanos potencialmente peligrosos en su agresividad. No hay más que leer las innumerables súplicas que el pueblo de Israel presenta a su Dios para que lo defienda y proteja contra las fuerzas de la naturaleza, o de las embestidas de los enemigos. Quedémonos, pues, con la idea fundamental: la religión surge del hombre, y su dirección es de abajo-arriba.

La sagrada Escritura es, desde las primeras páginas, un intento indiscutible y claro de dejar bien sentado que la iniciativa la tomó Dios-Yavé, que creó al hombre, le puso una norma-prueba con lo del fruto del árbol de la ciencia, y del bien y del mal, fue guiando a los patriarcas, y, cuando en vedad comienza la verdadera y auténtica historicidad de Israel, con el Éxodo, Él elige un líder, lo alecciona, a él y a su ayudante Aarón, y los envía a una misión que jamás podría ni siquiera haber pasado previamente por la cabeza de ambos. Todo esto dejando de lado, en esta ocasión, el estilo y función del lenguaje bíblico, con su simbolismo, y sus géneros literarios. Pero lo que la Biblia nos cuenta no comienza desde abajo, sino que viene de arriba. A esto lo llamamos, con mucho más sentido y precisión, Revelación. La experiencia judeo cristiana es pues, no una Religión, sino una Revelación.
Y así lo vivieron los primeros cristianos, con altibajos, como es de imaginar. No fue tan idílica, como nos hicieron sentir en algún momento nuestros formadores, la Iglesia primitiva. Peo runa cosa quedó siempre salvaguardada: la fidelidad al evangelio, en sus línea maestras. Y la evidente falta de los tres elementos necesarios para poder hablar de religión: A), el espacio sagrado, (no tenían templos, celebraban sus reuniones en las casas, o en lugares escondidos, en Roma en las catacumbas); B), carecían del verdadero alcance de lo que consideramos tiempo sagrado (sólo reconocían la Pascua anual, y sus pequeñas sucursales de cada “dies dominica”, de los domingos, que les hacía ir, como decía San Justino, de Pascua en Pascua hasta la pascua anual de primavera, y, más tarde, hasta la Pascua definitiva en la Vida eterna), y, sobre todo, no había nada parecido a lo que hoy llamamos clero.
A los que objeten que sí que tenían cuadros ministeriales, como presbíteros, epíscopos, diáconos, lectores, encargados de la seguridad de los centros de celebración, -ostiarios-, catequistas, viudas, etc., hay que decirles que esta misma existencia de ministerios nos reafirma en la idea de que los ministerios ni eran “profesionales”, y, lo que tal vez es más importante, no era necesario formar parte, primero, para llegar a ellos, de un clan o una casta, como hoy apreciamos en la Iglesia, en lo que podemos denominar, sin ningún atisbo de ofensa ni impropiedad, casta clerical. (Es emblemático el caso de San Ambrosio, (Tréveris, c. 340 – Milán, 4 de abril de 397, siglo IV, por tanto), un poco más tarde de lo que podemos llamar Iglesia primitiva, fue aclamado como obispo por la asamblea cristiana de Milán, cuando todavía no era ni siquiera bautizado.
El problema es que no se trata, ahora, de una simple división administrativa, sino de una seria separación, verdadera brecha y muro jurídicos, llamados eclesialmente, canónicos. Y lo peor es que esa división, y ese tajo que se produce en la Iglesia, poco a poco, partir del siglo V, es presentado en el actual Derecho Canónico como de “institución divina”. Así leemos en en el último Código de este derecho de la Iglesia la siguiente proclamación aterradora: C. 207, § 1. Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia ministros sagrados, que en el derecho se denominan también clérigos; los demás se denominan laicos”. Que la Iglesia se divida en dos cuerpos tan diferentes, y que uno de ellos, el de los clérigos, ostente todos los poderes, tanto ministeriales-litúrgicos, como organizativos y jurisdiccionales, no solo es ya asustador, sino que alcanza tintes definitivos cuando se declara que esta situación es así “por institución divina”. (Sería mucho mejor, y mas esclarecedor, hablar de “institución cristológica”, o, todavía mejor, jesuana, algo que resultaría igualmente falso y falaz). ¿Alguien que haya leído atentamente el Evangelio podría imaginar a Jesús estableciendo esa enorme y gigantesca diferencia entre sus seguidores, en el Reino de Dios que Él anunciaba?
Mi respuesta es que no. Y también lo es de un buen número, cada vez mayor, de teólogos, y, sobre todo, de biblistas, que, por prudencia, no se pronuncian con la meridiana claridad con que lo hago en estas líneas. Es mucho más sincero, verdadero, y, claro está, mucho más frágil, reconocer que esta triste y extraña vuelta a lo más característico de la “religión natural” no viene de Dios, ni de Jesús, ni de Jesucristo, sino de la propia, y siempre temerosa debilidad humana, que pretende blindarse, para asegurar su poder, ante la incerteza que provocaría vivir la radical igualdad fraterna que Jesús predicó en su Evangelio.

Papa Francisco: ‘Dios no teme a las cosas nuevas’ Roberto Torres Collazo

 

Papa Francisco7
“¡Dios no teme a las cosas nuevas! Por eso continuamente nos sorprende, abriendo nuestros corazones y guiándonos por caminos inesperados”. Palabras del papa Francisco durante la beatificación del papa Paulo VI el 19 de Octubre de 2014.
Sus gestos, su sensillez, su humildad y calidez humana, son bastante conocidos. Por esto en este escrito nos concentraremos en otras novedades concretas que ha traido a la Iglesia Católica y al mundo. ··· Ver noticia

Muerte de inmigrantes, vergüenza para la humanidad Pablo A. Jofre Leal

 


HispanTv/Rebelión
Hombres y mujeres, generalmente jóvenes, muchos menores de edad, con rostros que demuestran el drama y el sufrimiento soportado tras semanas de periplo tratando de llegar, ya sea al sueño europeo, estadounidense o cualquier otro que brinde esperanzas de un mejor vivir.
Los vemos atiborrando los pasos fronterizos, durmiendo a la intemperie, encaramados en las rejas y vallas que impiden su paso, los visualizamos tendidos en las arenas de un Mediterráneo que termina convertido en su tumba, los hemos divisado tratando de dejar la miseria o el horror de las persecuciones o la guerra que devasta sus países, ahorrando durante largos años para pagar pasajes, sobornos y pases en sus recorridos. ··· Ver noticia