FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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miércoles, 29 de marzo de 2017

A los obispos vascos: Joseba Azkarraga

arratiaeliza.blogspot.com

Si. Es a ustedes, Sres. Iceta, Munilla y Elizalde, a los que quiero dirigirme. Lo hago desde mi posición ajena a cualquier Iglesia, y por tanto, también, a la que Vds. representan. Pero soy consciente de la importancia de su Iglesia en una gran parte de nuestro Pueblo. Y es por ello que no puedo permanecer ajeno, ni a sus silencios cómplices, ni a sus declaraciones contemporizadoras con el poder político.


Una vez más, y van muchas, están representando con sus declaraciones a una parte de su Iglesia, de sus fieles.
Unen sus voces, también una vez más, a los que exigen a ETA, que dé más pasos. Que tiene que disolverse, ya que según ustedes, ni la declaración de hace cinco años anunciando el fin de su actividad violenta, ni la que va a producirse el próximo día 8 de abril, con el desarme, son suficientes. Quieren más y más. ¿Hasta cuando, Sres.obispos? ¿Que será lo último que ustedes, les pidan? ¿La delación? ¿El arrepentimiento?
Pero dicen más, dicen que «reconocer el daño causado puede encubrir una estrategia política si no hay arrepentimiento».

Veo lógico que ustedes hablen de «arrepentimiento», es la clave en el funcionamiento de su iglesia.
Olvidan que víctimas de la violencia de ETA han repetido, en diferentes ocasiones, que el arrepentimiento es un planteamiento cuasi religioso, y que lo que ellas quieren es justicia y reparación. Que no necesitan el arrepentimiento, para nada.

Pero ustedes, sí, ustedes, se han embarcado en esa dinámica cruel de buscar un escenario de vencedores y vencidos, y en esa actitud, creo que habrá muchos fieles de su iglesia que no se sentirán representados.

Ustedes han renunciado conscientemente a jugar un papel necesario en favor de la consolidación de la paz en nuestro Pueblo. Se han posicionado de parte.

¿Por qué su silencio ante la práctica de otras violencias que se han venido ejerciendo en nuestro Pueblo? ¿Por qué nunca han levantado su voz y han denunciado a ese Poder político y judicial que continuamente está vulnerando los derechos de los presos y presas vascos y sus familias?

No es su Iglesia, y ustedes como máximos representantes, quienes tendrían algo que decir, cuando decenas de niños vascos cogen un autobús un viernes a la tarde, nada más salir de la ikastola, y recorren, entre ida y vuelta, más de 2.000 kilómetros para poder visitar a su aita o a su ama o a ambos, presos en cárceles tan alejadas de sus domicilios? Regresan el domingo a la noche, exhaustos, y al día siguiente nuevamente a la ikastola, hasta el siguiente viernes que vuelven a montar en ese autobús.

¿No deberían ustedes preocuparse de esos aitas y amas, y ancianos que debido a su edad no han podido, desde hace años, visitar a sus hijos presos y a distancias tan largas de su domicilio?

¿O estas personas no merecen su amparo y solidaridad, y también su denuncia ante ese poder político al que ustedes tanto respetan?

Tienen en sus respectivas diócesis familias que acuden angustiosas a cualquier llamada de teléfono, donde temen el día que les anuncien que su hijo o hija, preso, gravemente enfermo, ha muerto fruto de la venganza de ese Gobierno y de esa Justicia a la que ustedes tanto respetan.

Confieso que me asombra su silencio y me duele.

Hasta que ustedes llegaron a sus diócesis, hubo obispos que les precedieron que se pronunciaron en distintos documentos y cartas pastorales sobre temas referidos a la violencia, a la paz, a la reconciliación o a la justicia.

Quiero recordarles, aunque dudo mucho, que les interese, la Carta Pastoral de los Obispos de San Sebastian y Bilbao en la Navidad de 1976, decían:

«Hemos de liberarnos de la dialéctica inhumana entre vencedores y vencidos, para restañar unas heridas que dividen al Pueblo y son causa de deseos de venganza y represiones».

Aquella Pastoral, de hace 40 años, cobra hoy actualidad, porque hay quienes quieren introducirnos en esa espiral inhumana de vencedores y vencidos, de venganza y de represión. Pero eso a ustedes parece importarles muy poco.
Lo importante para su Iglesia es mirar a otro lado cuando la vulneración de derechos lo comente el Poder.
Considero que hoy, más que nunca, a la silente cúpula de la Iglesia vasca, al menos silente en esta cuestión, debemos exigirle una nueva actitud pacificadora.

Debemos de exigirles que defiendan que no se puede vivir mirando siempre hacia el pasado y que la voluntad de construir un futuro juntos debe de sobreponerse a cualquier revancha o ajuste de cuentas.

Desde que ustedes llegaron a la Iglesia vasca no se escucha ofrecimiento alguno de colaboración.

Da la impresión de que su Iglesia ha considerado que con el fin de la actividad violenta de ETA se ha terminado el problema.

Y no es así. Las consecuencias del conflicto, son las victimas, por supuesto. Pero también lo son la existencia de 350 presos y presas vascos, a los cuales se les vulnera diariamente sus derechos. A ellos y a sus familiares, muchos de ellos pertenecientes a su Iglesia silente.

Sres. Munilla, Iceta y Elizalde, de verdad, ¿es necesario recordarles que deben de posicionarse sobre la aplicación excepcional de leyes a este colectivo de presos y presas que posibilitan que vean anulados sus derechos?

¿Es necesario recordarles a ustedes que estaría muy bien si alguna vez dijeran que existen presos con enfermedades, en algunos casos terminales, que tienen derecho a cumplir los años de prisión que les queden, en sus casas, al lado de los suyos?

Son estas algunas de las preguntas, que estoy seguro, una parte de la Sociedad vasca hace a su Iglesia. A esa Iglesia que supo posicionarse con valentía hace unos años, y que hoy mira hacia otro lado ante tantas vulneraciones de derechos.

Sin embargo, he de decirles que atiendo con especial interés la actitud y los mensajes del Papa Francisco.
La verdad es que Jorge Mario Bergoglio hace que algunos como yo, que no pertenecemos a su Iglesia, nos anime a la esperanza.

Hasta Raul Castro, con ocasión del viaje del Papa a Cuba, dijo: «Iré a todas las misas, que celebre en Cuba». Dudo mucho que estuviera tan animado a ir a ninguna misa celebrada por ustedes.

En resumen, mientras ustedes se posicionan con el Poder y desprecian a una parte de este Pueblo, que también sufre las consecuencias de décadas de violencia, de muchas violencias, el Papa Francisco no elude abordar los problemas más candentes, porque en todos ellos hay cuestiones humanitarias que resolver; cuestiones que tienen que ver con los DDHH, o para recordarnos que los presos y presas son también ciudadanos que tienen derechos.

No olviden, Sres. Obispos, que cerca de 350 presos y presas vascos de sus diócesis están alejados de su entorno social y de sus familias y ven limitados sus derechos.

Por ello, defender el fin de la política penitenciaria de alejamiento supone apostar por la humanización del conflicto y ustedes no pueden continuar dando la espalda a esta demanda.

Hay muchos, muchas vascos y vascas que, por encima de sus ideas políticas, comparten esa apuesta que quiere dar valor a la persona presa, más allá de las responsabilidades penales que puedan haber contraído.

Ustedes se han conformado con la NO violencia. Se han acomodado. Se han olvidado de esa otra violencia estructural que continua cometiendo atropellos y vulnerando derechos.

No olviden que para conseguir la paz, una verdadera paz, se necesita más valor, mucho más, que para hacer la guerra.

Por eso creo, y termino con ello, que huyendo de cualquier estrategia oportunista, quienes, como ustedes, representan a la Iglesia vasca, deberían dar ejemplo de la lucha por la justicia.

Tienen que asumir, que el asentamiento de la paz es hoy un problema que afecta a toda la comunidad vasca, y por eso, también, ustedes deben de participar en la búsqueda de soluciones y no quedarse solo en la critica a una de las partes de este conflicto.

Joseba Azkarraga
Exconsejero de Justicia del Gobierno Vasco

El hambre en África: ¡otra vez!



29/03/2017 - Llama poderosamente la atención que haya cinco países subsaharianos (Sudán del Sur, ya declarada, Nigeria, en la región noreste, Etiopía, Kenia y Somalia), más Yemen (que aunque no esté exactamente en la región, está muy próximo y sufre el mismo problema) en riesgo de hambruna y que no sea noticia de primera línea en el mundo. Naciones Unidas considera que aproximadamente 20 millones de personas pueden verse afectadas. Uno se da cuenta, con indignación, que África no existe, es invisible, no importa. (...)

¿ES EL PAPA CATÓLICO?

col acebo

Este título escandaloso es el que lleva un artículo en el último Economist. Su autor señala que la autoridad papal nunca se ha visto más mermada que cuando monseñor Lefebvre se negó a cerrar la tradicionalista sociedad de San Pío X.
El autor abunda en las razones que todos conocemos: malestar dentro de la Ciudad del Vaticano por unos monseñores que ven su nivel de vida amenazado y malestar fuera, entre los católicos conservadores, que no están de acuerdo en que la misericordia pase antes que la ley. No quieren que los divorciados puedan recibir la eucaristía, están en contra de las relaciones prematrimoniales, de los métodos anticonceptivos y de la homosexualidad que el Papa se ha prestado a modificar.
Para mí resulta novedosa una noticia y es que el mes pasado todo el personal que trabaja en el Vaticano recibió una falsa copia del L'Osservatore Romano ridiculizando a Francisco bajo el epígrafe "Ha contestado", haciendo referencia a la negativa del Papa a responder a los cuatro cardenales disidentes con la encíclica Amoris Laetitia. En el panfleto contesta de una forma sibilina por la que parece estar de acuerdo con el sí y con el no. Esta táctica de agresividad contra el pontífice va en la misma línea que los anuncios que llenaron Roma criticando al Papa, al que llamaban, Frankie, con una indignante falta de respeto.
En general el autor es respetuoso con Bergoglio aunque le echa en cara más contundencia con la pedofilia eclesial. Se queja, como Marie Collins, de la actitud que ha tomado la Congregación para la Doctrina de la Fe, especialmente el cardenal Müller, con la Comisión que fue nombrada para la protección de menores a la que presuntamente bloquearon. No conozco quién tiene razón pero soy consciente de que la pedofilia eclesial ha alejado a muchos de la Iglesia Católica, a los mismos que tienen relaciones prematrimoniales, que usan métodos anticonceptivos y que intentan abrir su pensamiento a los divorciados y vueltos a casar como a los homosexuales.
No es el materialismo la principal causa del abandono eclesial sino que hay muchas otras, a las que el Papa intenta ponerles freno con una actitud menos legalista y más compasiva y misericordiosa. Pero como le sucedió a Cristo, determinada casta eclesiástica, quiere acabar con él. Pienso que son menos, aunque con frecuencia peco de optimismo, lo que me llena de esperanza.

Isabel Gómez Acebo
Religión Digital

'ROMA VEDUTA. MONSEÑOR SE DESNUDA': UNA VENTANA A LOS SECRETOS DEL VATICANO

col aradillas

Presiento que determinados apartados y temas expuestos en el libro de Celso tendrán que ser leídos, releídos y meditados de rodillas y con propósitos de enmienda.
El aforismo que con cierta pudicicia se asoma en el título del libro de Celso Alcaina -"Roma Veduta"-, se completa con el "Fede Perduta", es decir, "que quien visitó o vivió en Roma, perdió la fe", que con tanta ascendencia y "malignidad" está recogido en los diccionarios de no pocos idiomas y sobre todo, como patrimonio, y de uso común.
Celso Alcaina se integró en Roma durante un condensado puñado de años y, como testigo y excepcional protagonista de cuanto acontecía en el Vaticano y en sus aledaños, con cargos de relevancia en la administración de la Iglesia en sus más altas esferas, escribe este libro de memorias, con participación activa y siempre religiosa, pese a los condicionamientos burocráticos que les eran exigidos.
Esas experiencias, responsabilidad y vivencia cristianas, al dictado de su fe y servicio a la Iglesia, instigado por el noble sentido de responsabilidad como persona y la imposición del bien de la colectividad al que se consagró y comprometió por vocación son irrefutables razones que explican su redacción y publicación, con el subtítulo de "Monseñor se desnuda" editado por "Liber Factory", con sus 338 páginas.
El Papado, la Curia, el Cónclave, el Colegio Cardenalicio, el celibato eclesiástico, el ecumenismo, los seminarios, las canonizaciones, el matrimonio... son temas-ejes y vectores que sugieren los pasos a seguir por los vericuetos misteriosos y arcanos, de los diversos dicasterios, órganos, organismos, burocracias, Congregaciones, Secretarías, Subsecretarías, prelaturas, Comisiones, Oficios Santos -y no tan santos- , denuncias y delaciones, leyes procesales, diplomacias y maquinaciones... que configuran parte importante -principal, para algunos- de lo que fue y es la Iglesia - institución, de la que es justo y elemental asegurar que cualquier semejanza con el esquema esbozado por Jesús en su vida y en su evangelio, no pasaría de ser "pura coincidencia".
Adelanto que el libro de Celso marca un "antes" y un "después" en relación con el conocimiento de realidades eclesiásticas fundamentales en su concepción burocrática, propia también de su condición de Estados Pontificios, uno más de los 206 países libres e independientes que configuran el mapa político en la actualidad.
Desvelar secretos y abrir de par en par las puertas para que todo el conjunto se ventile y la luz de la transparencia se abra paso en las tenebrosidades con reduplicativas semejanzas a las "cuevas de ladrones", a tenor del lenguaje franciscano, es un atrevimiento que con bíblica seguridad provocará insomnios y hasta dolores de cabeza, pero que reavivará la condición de vigilancia, atención y cuidado -"vigías", es decir, "epíscopos"- en los responsables jerárquicos y en todos los miembros del pueblo de Dios.
Sin paliativos "misericordiosos", y con la verdad por delante, avalada por testimonios de vida, orales y escritos, es obligado advertir que el libro de Celso Alcaina constituirá para muchos un monumental escándalo. A otros, -muchos también-, su lectura les aportará las razones que precisan para que su fe verdadera se sustente y reafirme, al margen de ritualismos paganos y arcaicos, así como de misterios difusos y enredados entre los sutiles argumentos, a veces, hasta apodados "dogmáticos", que ocultaban y santificaban leyes, decisiones y comportamientos, no solo anticristianos, sino hasta deshonestos y antihumanos.
Para los obispos y para todos los que de alguna manera viven "en" la Iglesia, y más los que lo hacen "de" la Iglesia, "Roma Veduta" es manual de inexcusable lectura. También lo es para quienes estén a punto de exiliarse, o de que sean exiliados, de la Iglesia.
Con este libro de Alcaina no se pierde la fe. Esta se profundiza y se hace consciente. Sobre todo, se desvelan razones suficientes para convencerse de que la elección del Papa Francisco fue y es una gracia de Dios, cuya valoración contribuirán a ponderar con certera y salvadora aproximación, que quienes, pese a todo y a casi a todos, siguen confiando en esta Iglesia -Vaticano, por más señas- de cuyas informaciones y "misiones" dan fe certera y lastimosa capítulos de "Monseñor se desnuda", prescindiendo de capisayos y protocolos, pero con firmeza aferrado a convicciones cabalmente religiosas.
Presiento que determinados apartados y temas expuestos en el libro de Celso tendrán que ser leídos, releídos y meditados de rodillas y con propósitos de enmienda. Con lágrimas y arrepentimientos. Devotos y eficaces. Todos somos, o hemos sido, culpables, aunque unos más que otros.
El tema de las canonizaciones es bochornoso. Hay santos, cuyas beatificaciones-canonizaciones claman al cielo. Menos mal, por citar un ejemplo, que, por fin, no tenemos que invocar en las letanías a la "Beata Evita de Perón, ora pro nobis". El del "carrerismo eclesiástico, sus protagonistas y medios y métodos para progresar en la institución", es lastimoso. De cuanto se relaciona con el celibato, por activa o por pasiva, es preferible "no meneallo". Ya lo harán -lo hacen- los tribunales y los psiquiatras. Del dinero es mejor no hablar. Ni del Opus Dei. Tampoco de cuanto es y significa la mujer en la Iglesia y fuera de ella.
¿Qué tal van las gestiones ya iniciadas para que los Estados Pontificios se integren en el Estado de Italia? ¿Cómo fue posible, y explicable, la "educastración" teológico-pastoral -"teólogos en pelotas o amordazados"-, a la que fueron sometidos tantos, tan santos y tan buenos pensadores, con sus cátedras y emolumentos?
¿A quién o a quiénes, se les debe la idea y la redacción de importantes y discutidas encíclicas pontificias? ¿Cómo se explican las beatificaciones-canonizaciones de los Papas, sin que no se piense a la vez en una especie de "nepotismo" ilustrado e interesado? ¿Milagros imposibles o pueriles? ¿Revelaciones divinas imposibles a niños y a niñas? ¿Cómo, quién y quiénes suplieron el déficit de dinero que le supuso al Vaticano la muerte del norteamericano cardenal Speelman? ¿Se tuvo, y se tiene, conocimiento de las verdaderas dimensiones de cuanto se relaciona con la pederastia, con capisayos o sin ellos? ¿Cómo encajar, por ejemplo, el juicio "oficial" que el Cardenal Seper, entonces Prefecto de la Congregación respectiva, efectuó sobre el venerable don Álvaro del Portillo aseverando que "huele a polilla, algo así como un armario que se abre después de muchos años de estar cerrado"?
¡Por favor, Celso, esperamos otros libros tuyos, con el fin de que nuestra fe se enraíce en la verdad y resulte ser más -mucho más- religiosa! Gracias.

Antonio Aradillas
Religión Digital

¡YO SOY LÁZARO, MARTA Y MARÍA!

col marife

Jn 11, 1-45
Lázaro… ¿Está dormido? ¿Está inconsciente? El evangelista nos dice que lleva cuatro días enterrado. Es una expresión judía para decirnos que está muerto y bien muerto. Los rabinos enseñaban que durante tres días el alma podía andar dando vueltas alrededor del difunto, como si le rondara; pasados estos días, el alma se separaba definitivamente del cuerpo y no había posibilidad de retorno a la vida.
El texto nos sitúa en un contexto de muerte, en el que resuenan las palabras de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”.
¡Yo soy Lázaro! ¡Tod@s somos Lázaro! Salgamos de nuestras tumbas. Unas veces tienen forma de biblioteca que huele a rancio, con aislamiento acústico, para no captar las voces de la humanidad. ¡Es tan cómodo investigar, buscando respuestas a preguntas que no se hace nadie! Salgamos de los lugares de muerte en los que hay abuso infantil y malos tratos, en cualquiera de sus formas. Salgamos de todos los castillos feudales en los que aparentemente estamos a salvo, pero dentro de sus paredes también está presente la muerte, de múltiples formas.
Cuando han ido muriendo “el amor primero” y la pasión por el evangelio, los miedos se extienden como una niebla por todas las estancias y ya no se percibe la Buena Noticia.
“Lázaro, sal fuera…” es un mandato y una invitación. Conecta con el deseo del papa Francisco y con las necesidades de la humanidad.
Marta… está en el sitio que le ha asignado la sociedad de su tiempo; representa el sentir de esa sociedad y responde con lo que se espera de ella. Es trabajadora, se afana, pero de vez en cuando se pasa de rosca, se estresa y pierde valores fundamentales.
En otro encuentro con Jesús, trabajó tanto para que todo estuviera a punto, que al final le brotó el reproche: “Dile a mi hermana que…”. Ahora ella sale al encuentro de Jesús, como mandaban los cánones de acogida a los huéspedes y vuelve a reprocharle: ¡Llegas tarde, Jesús! Y eso que te avisamos con tiempo suficiente…
Cuando Jesús invita a quitar la losa, ella replica que ya huele mal. El caso es puntualizar, protestar, intentar colocar a Jesús en su sitio y que haga lo que se espera de él.
Ella se había nutrido con lo que había oído en la sinagoga, y creía que la resurrección no llegaría hasta el último día; así lo proclamó abiertamente, en presencia de Jesús y de los demás. Pero Jesús, como a la samaritana, a Zaqueo, a Pedro y a cada persona que se encontró con él, le interroga para invitarle a ir más allá de lo que se sabe de memoria.
Jesús le invita a creer, a fiarse, sólo así puede entrar en otra dimensión, expresada con la frase “verás la gloria de Dios”. Ella responde con una de las confesiones más completas del Nuevo Testamento: “Creo que tú eres el Mesías (el Salvador), el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”. Efectivamente, ha visto la gloria de Dios.
¡Yo soy Marta! ¡Tod@s somos Marta! ¡Cuánta hondura hemos perdido en aras del activismo! ¡Cuánta gente valiosa de las comunidades y grupos cristianos se ha quemado! ¡Cuántas parcelas valiosas de nuestra vida se han chamuscado!
Porque tod@s somos Marta… ¡rompamos los esquemas! Escuchemos nuestro interior, para tomar conciencia de nuestras carencias y necesidades. Aprendamos a distinguir con claridad el servicio del servilismo.
María… parece que esta fuera de su lugar, porque se lo dicen los demás, pero ella ha encontrado su sitio. Lo encontró un día a los pies del Maestro, como mujer-discípula que se situaba en un lugar que no le correspondía, según la ley judía, en lugar de trabajar afanosamente en las tareas caseras.
Ungió a Jesús. Había sido transgresora y no recibió reproches, sino la promesa de que su atrevimiento se perpetuaría en la memoria de todos.
El evangelista nos dice: “Habían ido a casa de María”. Ella, la mujer llena de vida, que ha comprendido lo que es el discipulado, es la referencia de una casa quese convierte en “tienda del encuentro”, en lugar donde muchas personas se encuentran con Jesús, el dador de Vida. Quienes habían ido por motivos convencionales, para acompañar un duelo, salen transformados, llenos de vida.
¡Yo soy María! ¡Tod@s somos María! ¡Sigamos apostando por el discipulado sin límites, hasta encontrar nuestro lugar en las comunidades y en la Iglesia! Sigamos rompiendo barreras de todo tipo para que las comunidades recuperen el sueño de Jesús y el discipulado salga de las estructuras que lo ahogan.
Quienes acuden a las celebraciones y exequias cristianas ¿qué encuentran? ¿Cómo intentamos que sean una ocasión para que cada persona se encuentre con el Viviente? ¿Cuidamos cada palabra y cada gesto de modo que reaviven el rescoldo de la fe? ¿O nos unimos al coro de plañideras que canturreamos canciones pidiendo cansinamente a Dios que tenga piedad y acoja a la persona difunta? ¿No deberían ser siempre manifestaciones de fe viva y de esperanza sin fisuras? ¿Por qué contaminamos las celebraciones, hasta el punto de que muchas veces dejan de ser Buena Noticia y se convierten en funerales? ¿Cómo podemos recuperar esas celebraciones para que sean “tienda del encuentro”?
Tomás… tenía un apodo, le llamaban “el mellizo”. Tan pronto se come el mundo y se ofrece para acompañar a Jesús a Judea y morir con él como se refugia en la increencia, buscando unos signos palpables y evidentes en el cuerpo de Jesús. Sólo cuando se encontró con Él, en el seno de la comunidad, pudo dar su testimonio de fe y confesar: “Señor mío y Dios mío”.
¡Yo soy Tomás! ¡Todo@s somos Tomás! Hoy, con cariño, vamos a llamarle “el bipolar”. Así somos cada uno de nosotros, a menudo. Nos comemos el mundo, dudamos, volvemos a comérnoslo… nos movemos en un ejercicio continuo de fe e incoherencia. Hasta que un día nos rindamos y nos pongamos al servicio del Reino, con más coherencia.
Jesús… es un hombre que ama, llora y se conmueve. Pedro le negó tres veces. Él llora tres veces ante su amigo; este número indica la totalidad, siempre. Él expresa el amor hacia Lázaro con tal claridad que los presentes exclaman: “¡Cómo lo quería!”.
El evangelista podía haber sido pudoroso y evitar esta descripción de Jesús, que lo ponía en ridículo, por ser varón judío y maestro, pero nos muestra a Jesús con transparencia.
Ir a Betania, situada a unos tres kilómetros de Jerusalén, significaba poner su propia vida en peligro; acercarse a Jerusalén significaba aproximarse al lugar donde estaban los poderosos que querían matarle. Ya intentaron apedrearle allí y logró salir ileso ¿para qué correr de nuevo un riesgo, volviendo a una aldea que distaba solo 3 kilómetros de Jerusalén?
Pero Jesús, en su momento, rechazó convertir las piedras en panes y no quiso que los ángeles le allanaran el camino. Si huía de la confrontación y vivía escondido en Galilea, por miedo a los judíos, era como si viviera en la noche, en las tinieblas. Y Jesús, que se había manifestado como luz, quiere que sus obras sean expresión de esa luz.
Vuelve junto a los amigos porque quiere ayudarles; los tres hermanos están fuera de su sitio, los tres están descolocados vitalmente y les ayuda a resituarse ante la vida y ante la muerte.
Jesús conecta vitalmente con su Abbá y le da las gracias porque le ha escuchado. Este es uno de los núcleos más importantes de esta catequesis. Juan no nos presenta un espectáculo de magia, de resurrección, que deja atónitos a los presentes. Los otros tres evangelistas ni siquiera nos ofrecen una catequesis similar. A través de la conexión de Jesús con su Abbá la vida fluye y se reavivan todos los presentes. Se despierta la fe y muchos creyeron de nuevo. De esta conexión brotan la vida y la liberación: hay que quitar vendas y desatar ataduras.
Jesús es el amigo que hoy conversa conmigo, invitándome a vivir en mi centro, a tomar conciencia de lo que me ha desquiciado y de lo que está muriendo en mi vida y genera mal olor.
Jesús nos invita a toda la Iglesia a salir de las tumbas: de la comodidad (con sus poltronas y sillones), de las cañadas oscuras, de la injusticia, del silencio cómplice, del miedo… El papa Francisco también nos invita a salir de esas tumbas y romper las vendas que inmovilizan a personas y colectivos.
Hoy soy Lázaro, Marta y María. Hoy Betania es mi vida, los lugares en los que habito, la comunidad y la Iglesia. Y Jesús, el AMIGO que nos ama, ha venido a visitarnos. Sabe que estamos dormidos, y viene a despertarnos.
Nos pregunta ¿en qué crees? ¿En qué creéis? Quiere arrancarnos una confesión de fe que sea respuesta personal, que atraviesen todo nuestro ser. No le interesan las respuestas del catecismo que nos hemos aprendido de memoria.

“Carta de Dios a un humano”

Baruch Spinoza, teólogo y filósofo


*No puedo decirte si existo o no, pero si puedo regalarte unas palabras…*
*Deja de rezar, deja de darte golpes en el pecho, lo único que quiero es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida; que goces, que cantes, que hagas arte, que llores, que rías…*
*He dejado las estrellas en el firmamento, las flores del campo, el amanecer y el atardecer para que me veas; las aves cantoras, el murmullo de la brisa para que me oigas; he dejado los frutos y nada he querido negarte para que siempre me recuerdes y sepas que te amo.*


*Olvida los templos, las iglesias… mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti, mi casa está en ti , en todo los hombres y mujeres, animales y plantas, en todas las cosas que existen; esa es mi casa.*
*Yo no tengo sacerdotes, pastores, gurús, rabinos; no busques tu camino con ellos… la vida se trata de encontrar tu camino mirando hacia tu interior, descubriéndolo por ti mismo.*
*No podrás encontrarme en ninguna Biblia, en ningún Corán, Canon pali, Torá, Araniaka o en algún otro libro… Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus padres, en los ojos de tus hijos o los del ser amado… No me encontrarás en ningún libro.*
*Deja de culparme de tu vida; eres tú mismo que te has encadenado a ti mismo, a tus vibraciones negativas; te has encadenado a la envidia, al egoísmo, al odio, a la vanidad, a los celos, a todo eso te has atado; eres sólo tú quien ha querido sufrir. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.*
*No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de vivir…*
*Yo puedo existir para ti si tu eliges que exista, puedes darme la imagen que tú desees; puedes creer en mi si tú lo deseas, pero… no es lo que yo deseo… no quiero que creas en mí, quiero adores a la vida, que adores a tu propio cuerpo, quiero que creas en el respeto, en la naturaleza. Quiero que sientas toda la vibración del universo cuando besas a tu ser amado, cuando logras ver los ojos de tus hijos, cuando me ves en la sonrisa de tus padres.*
*Y si en realidad deseas buscarme, comienza por buscar dentro de ti, descubrirás que soy parte de ti y tú eres parte de mi… y sobretodo, descubrirás que ambos formamos este hermoso, perfecto y poético ente llamado universo.*
(No hemos podido saber el autor de esta carta preciosa)

Los principales bancos europeos registran el 26% de sus beneficios en paraísos fiscales


María F. Sánchez


INFORME DE OXFAM INTERMON / ENTRE ELLOS, LOS ESPAÑOLES SANTANDER Y BBVA
Gráfico que ilustra la clara diferencia entre los paraísos fiscales, donde los bancos declaran y acumulan sus beneficios, y los países donde llevan a cabo su actividad económica real. / Oxfam
Los 20 bancos europeos más importantes registraron en 2015 el 26% de sus beneficios, unos 25.000 millones de euros, en paraísos fiscales. Los españoles Santander y BBVA se encuentran en el grupo de entidades financieras que aprovecharían dichas jurisdicciones para “evitar el pago de impuestos que les corresponden”. Una normativa de transparencia obliga desde hace dos años a los bancos de la UE a informar sobre las operaciones que llevan a cabo y, en base a ello, Oxfam –Oxfam Intermón en España– analiza por primera vez estos datos en un exhausto informe que pinta un panorama “desagradable” y ofrece “conclusiones dramáticas”, según sus los responsables. ··· Ver noticia ···

La nula transparencia de la CEE (Conferencia Episcopal Española) (II)

Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara

obisposNo me dio tiempo ayer de desarrollar el último texto que presenté, de la carta a los Gálatas, 2, 11-14. Pablo estaba bastante molesto, por ser correctos, con Pedro, por el doble comportamiento de éste en la comunidad de Antioquía, en dos situaciones diferentes: según la presencia, o no, de hermanos de la comunidad de Jerusalén, que habían ido a “visitar” a la que todos percibían como la iglesia local más activa, creativa y avanzada. Lo era tanto que sus miembros sospechaban que la visita de los hermanos de la comunidad madre de Jerusalén era mucho más que una visita de cortesía, y temían que fuera, al mismo tiempo, de inspección y control.

Pues bien, mientras estaban solo los antioqueños, Pedro se sentía libre para visitar y comer en las casas de los cristianos-paganos, para entendernos cuando nos referimos a los que no procedían del judaísmo, sino que antes del Bautismo eran paganos. Todavía no se había realizado el “Concilio de Jerusalén”, que cité en el artículo de ayer, y que resolvió el problema, “después de una violenta discusión”. (Hech 15, 6-7) Y por eso mismo, porque no se había discutido ni solucionado el tema de la obligatoriedad de la circuncisión y de la Ley en general, para los no judíos, algunos de Jerusalén pensaban, equivocadamente, claro, que aún después del Bautismo seguían siendo impuros, y, por tanto, Pedro incurría en impureza con sus visitas y el trato normal con ellos. Ese fue el motivo por el que, ante la presencia de los hermanos de Jerusalén, se retrajo, y dejó de comportarse con esa “normalidad”. Y eso fue lo que Pablo le reprochó, “cara a cara, en la asamblea, en presencia de todos”.
Voy a ir al grano. Lo que quiero decir es que nuestros obispos tienen que aprender de los comportamientos de la (no)jerarquía, pero el grupo de apóstoles, itinerantes, presbíteros, epíscopos, diáconos, catequistas, etc., era lo más parecido a los que hoy llamamos y consideramos como los miembros de la estructura jerárquica. No solo ellos tienen que imitar el modo de vida y el estilo de los servicios ministeriales, sino todos los fieles de la comunidad cristiana debemos hacerlo por igual. Al estudiar Teología se nos enseña que la Iglesia primitiva es “paradigma perpetuo” para los cristianos de todos los tiempos. No veo por qué los obispos no deban imitar la claridad, la sinceridad, la valentía, y la confianza en ola fuerza del amor fraterno por encima de las rencillas personales, y de las ideas y puntos de vista diferentes. Hoy éstos existen y pueden llegar a ser notables, pero de ninguna manera mayores y de más largo alcance, o de consecuencias más decisivas que las diferencias en el siglos primero entre los judaizantes, amantes y exigentes en el cumplimiento de la Ley, y los procedentes del paganismo, o los mismos judíos, como Pablo, verdaderamente convertido, con la metanoya más eficaz y decisiva que conocemos en la Historia de la Iglesia. Y como quiero aunar claridad y síntesis, apelaré a mi método neo-escolástico aplicado.
Transparencia, ¿para qué? A todos los fieles nos gustaría que nuestros pastores, en sus reuniones, que no tienen por qué ser secretas, ni deben de serlo, dejaran que sus intervenciones y sus posturas diferentes, se conocieran, sin cábalas, como he dicho antes, y sin recurrir a la conjetura, a la intuición, o a la sospecha. No veo por qué no podían ser transmitidas por alguno de los medios radio- televisivos, Antena3, o 13TV, de que dispone la Iglesia. Estarían muy bien empleados en este tipo de cosas, más que en entretenimiento, en deportes, o en hacer políticas nada críticas con las decisiones y normas del poder político y económico. La comunidad cristiana sabría de primera mano las tormentas, las calmas chichas, o los alisios, y otras alteraciones importantes, o normales o insignificantes, en el seno de la Conferencia Episcopal. Y el que tenga ganas de reírse de esta idea, y al estilo reciente de Ciudadanos la llame “ocurrencia”, sepa que no es mía, sino de aquellos que iniciaron la experiencia cristiana con tanta fidelidad al Evangelio, y tanta fuerza, que en 280 años, los que van desde del año 33 (+ -), al 313, se merendaron al Imperio Romano, y le dieron la sentencia de muerte, por lo menos en su lado occidental. ¿O es que nuestros pastores tienen miedo de exponerse en toda su crudeza al conocimiento de los fieles? ¿No dijo el Señor que si no nos “hacemos pequeños como niños no entraremos en el Reino de Dios” ? No van a ser nuestros obispos menos que nuestros diputados y senadores, que exponen sus ideas, discuten, y hasta se insultan ante las cámaras y los micrófonos. ¡Aunque esperamos que nuestros jerarcas no llegaran al insulto!
Pero tampoco pasaría nada del otro mundo. Los evangelistas no escondieron las terribles diatribas que Jesús lanzó contra “los Sumos Sacerdotes”, grupo que equivalía a nuestro Papa y su curia vaticana, a los “escribas”, que eran los canonistas de entonces, a los jefes de los fariseos, a los senadores, etc. Además, este modo de exposición prestaría un gran favor en el proceso de conocimiento de los obispos, y hasta ayudaría en el discernimiento para facilitar la implicación de los fieles en la elección de los obispos para los diversas diócesis. ¿Qué esto es un Utopía? Lo niego. Ésta lo es cunado se trata de algo inalcanzable. La Iglesia primitiva demostró que no lo fue, y las cosas no son ahora especialmente más favorables que en la época que por no poner incienso en el pebetero en honor del Emperador, ¡por esa minucia!, los fieles cristianos podían acabar en los dientes de las fieras, o en la cruz.
Transparencia ¿por qué? Sé que lo que voy a proponer, rompiendo moldes, puede extrañar, y hasta, a algunos pusilánimes, escandalizar. La auténtica razón por la que el resto de la Iglesia de Dios, los que no somos obispos, es decir, sucesores de los apóstoles, sino solo somos presbíteros, diáconos, religiosos y pueblo fiel, lo diré mejor, el resto del Pueblo de Dios, ya que éste no está compuesto sólo por la jerarquía, somos todos bautizados, “sacerdotes, profetas y reyes”, por participación en el Sacerdocio de Cristo, en el Cristo profeta, y en la Realeza de Cristo. Esto no se olvidó en los cuatro primeros siglos de la Iglesia, y así de bien y de positivo les resultó.
Después, en un inmenso error, y una penosa infidelidad al Evangelio, por parte de la Iglesia jerárquica, ésta se fue identificando con la Iglesia, apartando al Pueblo de Dios de toda real implicación y participación en la marcha de la Comunidad eclesial. Y desde el Concilio de Trento, como dijo un pensador cristiano, cuyo nombre no recuerdo, la Iglesia se convirtió “en un monstruo, con cabeza grandísima, y cuerpo enano”. Esto lo quiso arreglar el Vaticano II, y promovió la definición “Iglesia es el Pueblo de Dios”. En los primeros tiempos pos-conciliares el clero pareció entender el alcance de esa definición, y se aprestó a ir, poco a poco, eliminando las señales de diferencia y separación entre lo que llamamos clero y laicado. Pero eso se acabó con la silenciosa, pero terrible oposición de los grupos más tradicionales de la Iglesia, encaramados en las curias más poderosas, comenzando por la de Roma, y por las curias diocesanas más temerosas de los tremendos cambios que esa dirección eclesial presagiaba. Y, sobre todo, con la inapreciable e inestimable ayuda del Sumo pontífice romano, el polaco Juan Pablo II, que hizo, en su interminable pontificado, ir volviendo el clericalismo a sus mejores días.
Y esa es la respuesta fundamental al ¿Por qué es necesaria la transparencia de las actividades episcopales?: por la esencial igualdad de todos los miembros del Pueblo de Dios, y porque no solo no tienen que temer los pastores de la Iglesia que el resto del rebaño conozca sus debilidades, flaquezas o ineptitudes, sino que deben alegrarse por ello, porque el que no se siente perdonado y disculpado nunca va a gozar de la alegría de una relación fraterna basada no en la ceremonia, el protocolo y la superioridad jerárquica, sino en el cariño y la profunda y gozosa participación de las cualidades, defectos y fallos de todos, unos de otros. Solo así los obispos dejarán de ser unos seres extraterrestres, misteriosos y sublimados, y pasar a ser hermanos queridos y apreciados, con el respeto y el reconocimiento de la comunidad.

Carta personal y pública a D. Antonio Ceballos Atienza

Comisión dicocesana de la HOAC de Cádiz


Querido D. Antonio:
En estos momentos en que se ve en la necesidad de afrontar una triste situación ante la Justicia, queremos manifestarle personal y públicamente nuestra cercanía y afecto.
La HOAC, como Iglesia en el mundo obrero y del trabajo, sabemos de sus sufrimientos en su periodo como pastor de la diócesis de Cádiz y Ceuta ante las graves situaciones de desesperanza de muchas personas: familias enteras en situación de desempleo, jóvenes que han de emigrar a otras tierras, la múltiple variedad de formas de precariedad y pobreza (laboral, cultural, la que conlleva ser inmigrante, o vivir en la indigencia…). Con todos ellos usted siempre ha tenido palabras para reconfortar sus sufrimientos y para tratar de alentar en ellos la esperanza.


Siempre le hemos mostrado y seguiremos mostrando nuestro agradecimiento en su labor pastoral en nuestra diócesis por su bondad, humildad, actitud de escucha y cercanía hacia las personas pobres, transeúntes, emigrantes, por las situaciones de injusticia que vivían y viven los más pobres del mundo obrero y del trabajo. Se preocupó por los trabajadores en paro que revindicaban un puesto de trabajo, por los injustos despidos en empresas que registraban beneficios (como el caso de Delphi), por la dignidad de los obreros, de las personas de la mar, por la siniestralidad laboral, por los muertos en el Estrecho,… Frecuentemente lo manifestaba en sus cartas pastorales.
D. Antonio, somos conscientes del sufrimiento que estará viviendo con esta situación. Nosotros estamos rezando por usted, para que nuestro Señor le de fuerzas y ánimos. Sabemos por experiencia y damos testimonio de que usted es un hombre bueno y sensible al sufrimiento y la dignidad de las personas. Le reiteramos nuestro apoyo y seguimos estando a su disposición en lo que necesite de nosotros y podamos servirle.
Un abrazo en Cristo Obrero y, como decían Rovirosa y Malagón, “hasta mañana en el Altar”
COMISIÓN DIOCESANA DE LA HOAC

Solidaridad con la presbítera de La Coruña


Asociación Mulleres Cristiás Galegas Exeria

Mujer sacerdote christina-moreira
“Sin nosotras, mujeres, la Iglesia no tiene futuro”
“Necesitamos una Iglesia en la que no exista discriminación”
El arzobispado de Santiago, contra las mujeres sacerdotes
Ni siquiera el mismo Papa puede conocer de antemano los caminos misteriosos e imprevisibles del Espíritu
– Al Sr. Arzobispo de Santiago Julián Barrio: Bienquerido hermano en el Señor.
A raíz de las declaraciones realizadas por Christina Moreira en distintos medios de comunicación, en los que declara con valentía y mucho amor apostólico su condición de presbítera, y del posterior Comunicado emitido por el Arzobispado de Santiago de Compostela el pasado 12 de marzo de 2017, se reabre con fuerza el debate sobre la ordenación sacerdotal de las mujeres. ··· Ver noticia ··

Golpe jurídico-parlamentario: farsa y tragedia

Leonardo Boff

Leonardo Boff2La euforia de los golpistas que quitaron del poder a una presidenta legítimamente electa retorciendo argumentos jurídicos, terminó en pocas semanas. Ahora que se conoce la trama, se nota la farsa, que se ha transformado en tragedia nacional. Ocupan la escena un presidente ilegítimo, débil y de pocas luces, gran número de ministros y parlamentarios denunciados por la operación Lava-Jato, que intentan proponer con la mayor celeridad posible proyectos claramente anti-pueblo y anti-nación. Pretenden llevar hasta el fin su proyecto de adhesión irrestricta, y ahora con Trump vergonzosa, a la lógica del Imperio que busca alinearnos con sus intereses geopolíticos.

La tragedia de nuestra historia, que se repite cada cierto tiempo, es la negación de sus derechos al pueblo, a los pobres, la difamación de sus movimientos y de sus líderes carismáticos. Las viejas élites, herederas de la Casa Grande, irrumpen siempre en el escenario político para conspirar contra ellos, criminalizar sus movimientos, empujar a los pobres hacia las periferias de donde nunca deberían haber salido.

Frente a todos ellos, las oligarquías y en general los conservadores y hasta los reaccionarios, se muestran perversos, apoyados por una prensa malvada y sin vínculo con la verdad, pues deforma y miente.
La clase dominante se irrita sobremanera por haber permitido llegar a presidente a un trabajador, Luiz Inácio Lula da Silva, extremadamente inteligente, mucho más que la mayoría de ellos, con un liderazgo carismático que impresionó a todo el mundo. Su gobierno hizo más transformaciones que ellos, aunque detentaron el poder mucho más tiempo.
El pueblo con él ganó centralidad y lo considera el mayor presidente que ha tenido este país. Con frecuencia se les oye decir: «fue un presidente que pensó siempre en nosotros, los pobres, que hizo políticas sociales que mejoraron nuestras vidas y nos devolvieron la dignidad».

Nuestra desigualdad es una de las mayores del mundo. Jessé Souza, expresidente del IPEA, reveló recientemente que la punta de la pirámide social brasilera está compuesta por cerca de 71 mil multimillonarios, beneficiados con exenciones de impuestos sobre ganancias y dividendos, mientras que los trabajadores son penalizados. Por eso hay crisis en la Seguridad Social cuya solución propuesta es tan inhumana que muchos jamas podrán jubilarse. Según el Sindicato Nacional de los Procuradores de Hacienda, en 2016 han sido evadidos 500 mil millones de reales, especialmente por las grandes empresas. ¿Por qué los gobernantes no corren tras ese dinero para cuadrar las cuentas de la Seguridad Social? ¿Por qué se acobardan ante la presión de los poderosos y de los dueños de los grandes medios de comunicación, corrompidos también ellos?

Estos adinerados no niegan la democracia, sería demasiado vergonzoso hacerlo. Pero quieren una democracia de baja intensidad, un Brasil para pocos y un Estado no de derecho sino de privilegio. Ocupan los aparatos del Estado para enriquecerse con más facilidad. Casi todos los políticos, con raras excepciones, están implicados en corrupciones.
Por el contrario, hay grupos progresistas que se consolidaron en el PT y sus aliados, no obstante la contaminación de muchos también por la corrupción, que postulan un Brasil para todos, autónomo, con un proyecto nacional propio que rescata a la multitud de desheredados con políticas sociales consistentes, buscando su completa emancipación.


Todos los que corrían a las calles contra Dilma y hacían caceroladas, andan como zombis, perplejos y avergonzados por la política anti-pueblo y entreguista que está siendo implantada.
Hay sectores de la justicia, geralmente de espaldas al pueblo, que respaldaron el golpe, cerrando los ojos ante los corruptos que prepararon y realizaron el golpe, única forma de arrebatar el poder central que no conseguirían conquistar por el voto. Pienso en el PSDB, partido pretencioso, cuya base social es la clase media conservadora e intelectuales afines al sistema-mundo, con mentalidad neocolonialista.


Estos renovaron la tragedia política brasilera tal como fue con Vargas y con Jango, culminando con la dictadura militar. Ahora en lugar de los tanques y de las bayonetas funcionaron las intrigas parlamentarias, con una jurisprudencia desequilibrada, a veces histérica, para alejar a la presidenta Dilma Rousseff. El gran analista de las políticas internacionales, Moniz Bandeira, nos advirtió de la presencia de los órganos de seguridad de Estados Unidos en el montaje y en la realización del golpe de Brasil, como hicieron antes en Honduras, después en Paraguay y ahora en Brasil. Se trata de controlar a la séptima economía del mundo y debilitar los BRICS, donde está Brasil.
Pero no triunfarán. El pueblo ha despertado y mantiene viva la esperanza que forjará la reconstrucción de Brasil.

*Leonardo Boff es columnista del JB online y escritor.

Traducción de Mª José Gavito Milano