FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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viernes, 27 de noviembre de 2020

EDUCACIÓN, ‘DIVINO TESORO… ¿que te vas para no volver?’

 ATRIO


 Solo de vez en cuando ATRIO supera el número de 1 ó 2 entradas por día. Hoy nos han llegado casi simultáneamente tres, aparte del post programado. Dos corresponden a autores que desde hace tiempo siguen enviando sus columnas que acogemos siempre con gratitud. Y esta es una colaboración de un buen teólogo que se atreve a entrar siempre con rapidez en los temas más debatidos. No siempre estamos de acuerdo. Esta vez, me atrevo a señalar que la religión podría ser parte integral del curriculo escolar si se aceptara un proceso de acceso de los enseñantes que no fuera el nombramiento del jerarca de turno. AD.

   La sesión del Congreso del pasado 19 de noviembre, debería pasar a nuestros futuros libros de historia, para que nuestros nietos aprendan al menos dos cosas: a) cómo no deben comportarse y b) que no somos “un gran país”, como suelen proclamar los que tan mal se comportaron.

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Moncloa para jubilatas

 ATRIO

Honorio Cadarso

  Esto va de emigrantes extremeños de los años 50 en el siglo pasado, vecinos de un pueblo medio rural medio industrial del cinturón de Bilbao. Día a día se reúnen en la plaza del pueblo de doce a una, y se han constituido en Moncloa por sus c..

A uno de ellos, nacido en 1942, se le murió la madre escardando trigales desangrada, ella y su bebé no nacido. Y su tío fusilado en un campo de refugiados de la guerra civil, por balas de Hitler o de Petain… Y luego a los diez años el padre lo llevó de peón de un carpintero, para que aprendiese algo. Y luego de mayor a Alemania a trabajar, y volvió y se vino a Euskadi. Comunista, claro, y ateo. Y en su pueblo de origen, vecino de Fernández Vara, el rico del pueblo que siendo pepero de corazón se disfrazó de socialista para alcanzar la presidencia de la Comunidad extremeña… Y se hablan cuando él vuelve al pueblo, de aquella manera… Como el de la milana bonita y su patrón de la película aquella de los Santos Inocentes. Leer artículo completo »

A propósito del 25 de noviembre: Un “pueblo de hermanas” que erradique tanta violencia

 


Consuelo Vélez

Fe y vida

Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la mujer
El feminismo hace mucho ha denunciado que el patriarcado se sostiene fácilmente porque lleva en sí la división entre las mujeres. Por eso, la mejor arma contra el patriarcado es la sororidad
El 25 de noviembre es el “Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la mujer”. Desde 1981 comenzó esta iniciativa en conmemoración del asesinato de las hermanas Mirabal en República Dominicana.
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Los obispos españoles, una vez más con las derechas, ante la nueva ley de educación aprobada en el Congreso


Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

El Blog de Juan Cejudo

Arguello

Ya estamos acostumbrados. Siempre que hay un gobierno de izquierdas y saca una ley de educación, los obispos se posicionan con las derechas, a las que, en esta ocasión, han dicho que “comprenden y apoyan sus movilizaciones”, aunque, a diferencia del año 2005 con el Gobierno Zapatero, los obispos no acuden a las manifestaciones.
Ellos han dicho que son los laicos los que deben movilizarse y que el papel de los obispos es “acompañar desde la iluminación y el aliento”. En aquella ocasión numerosos obispos asistieron a las manifestaciones, aunque no asistiera el presidente de la Conferencia Episcopal Ricardo Blázquez.
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La Guerra vuelve al Sáhara Occidental


Kaos en la red

En las últimas semanas nos han llegado una gran cantidad de noticias provenientes del Sáhara Occidental. Marruecos rompió el alto al fuego que se firmó en 1991 a mediados de noviembre y miles de saharauis se han desplazado a la frontera de la zona ocupada para hacer frente al ejército. Está claro que existe un conflicto en la región y que éste está recrudeciéndose.
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Papa Francisco: El cristianismo transforma el mundo si se hace evangelio

 Reflexión y Liberación

Papa Francisco28

Texto inédito del Papa Francisco: “El Cielo en la Tierra”. Amar y servir para transformar el mundo”. Prefacio de Martin Junge, Secretario General de la Federación Luterana Mundial: “Juntos damos testimonio de la misericordia de Dios, tanto a través de la confesión de fe como a través del servicio común al mundo”.
“Es cuando el cristianismo se arraiga en el Evangelio que da lo mejor de sí mismo a la civilización”, mientras que “pierde lo mejor de sí mismo cuando termina corrompiéndose e identificándose con la lógica y las estructuras mundanas”. Así escribe el Papa en un texto inédito que aparece en el libro titulado “El Cielo en la Tierra”. Amar y servir para transformar el mundo”.
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La UE debe asumir su responsabilidad con el Sáhara Occidental 45 años después de los Acuerdos de Madrid

 Firma invitada

Cuarto Poder

sahara1

“Creemos que la Unión Europea no puede seguir ignorando uno de los conflictos más prolongados y dolorosos ubicado frente a sus puertas”
“La UE debe ajustar su trato con el Sáhara Occidental a los compromisos y obligaciones en virtud del derecho internacional”
“La UE debe advertir a las empresas europeas como Siemens o Enel de los grandes riesgos legales y morales que conlleva hacer negocios con un ocupante ilegal”
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Frei Betto: “¿Quién se arriesga a predecir la muerte del neoliberalismo?”

 Religión Digital

Frei Beto

“Parece tan sólido como el socialismo soviético”
Una parte considerable de mi generación se formó en la concepción de que el determinismo histórico era inexorable y se correspondía con las leyes objetivas del mundo natural
Con toda esa catedral dogmática implantado en la mente, algunos entramos en contacto con la física. La teoría general de la relatividad modificó nuestro concepto del tiempo y el espacio
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Ahora - 1º Domingo de Adviento, Ciclo B

TIEMPO DE ESPERANZA

 

 

Esperad, no os canséis de buscar
velad, porque por fin vendrá
¿no notáis que crece ya
la luz, la vida, la humanidad?

Derribad cada muro y alzad
vuestros brazos para abrazar
allanad los caminos
dejad al corazón hablar

DESPERTAD, ES TIEMPO DE ESPERANZA
YA AMANECE Y LA LUZ NOS ALCANZA
YA ESTÁ AQUÍ, CON SU PAZ
YA ESTÁ AQUÍ EL AMOR QUE NOS SALVA (bis)

Alejad el miedo a cambiar
levantad los ojos más allá
atreveos a desear
la luz, la vida, la humanidad

Hay que alzarse para caminar
hay que vivir para aprender a amar
hay que empezar a gritar
que en nosotros, Dios, habita ya

DESPERTAD, ES TIEMPO DE ESPERANZA
YA AMANECE Y LA LUZ NOS ALCANZA
YA ESTÁ AQUÍ, LA VERDAD
YA ESTÁ AQUÍ EL AMOR QUE NOS SALVA (bis)

YA ESTÁ AQUÍ, CON SU PAZ
YA ESTÁ AQUÍ, EL AMOR QUE NOS SALVA

 

Salomé Arricibita

 

 

Para descargar la canción pinche el siguiente enlace: Tiempo de esperanza.mp3 y dele al botón derecho del ratón y guardar como...

LO QUE NOS HACE SUFRIR NO ES LO QUE NOS OCURRE, SINO CÓMO INTERPRETAMOS LO QUE NOS OCURRE

Entrevista realizada por Trini Díaz, publicada en Diario de Noticias de Navarra

col lozano art

En estos tiempos en que estamos “amenazados” de encierro, distancia social, aislamiento e individualismo, Enrique Martínez Lozano, psicoterapeuta, sociólogo y teólogo, ofrece semanalmente un espacio de encuentro virtual gratuito y abierto sobre meditación y vida cotidiana en YouTube, que logra reunir a más de 5.000 personas.

Martínez Lozano propone crecer en comprensión y saborear lo que somos todos los miércoles mediante una práctica meditativa y una aportación teórica, siguiendo su libro Psicología transpersonal para la vida cotidiana.

─ Meditar, según la RAE, es “pensar atenta y detenidamente sobre algo”. ¿A qué se refiere cuando habla de meditación?

En Occidente se ha solido entender “meditación” como sinónimo de “reflexión”. En su sentido genuino, sin embargo, meditar significa acallar la mente para poder ver más allá de los filtros mentales.

─ ¿Acallar la mente?

Eso es: quitar pensamiento y poner atención. La mente es una herramienta preciosa cuando la utilizamos a nuestro servicio, pero se convierte en un tirano cuando nos reducimos a ella. No puede haber libertad interior, ni liberación del sufrimiento, ni comprensión de lo que somos, si no aprendemos a silenciar la mente pensante.

─ ¿Liberar del sufrimiento?

Así es. No digo del dolor, que forma parte del lote de la existencia, sino del sufrimiento mental. Basta pensar que lo que nos hace sufrir no es lo que nos ocurre, sino el modo como interpretamos lo que nos ocurre.

─ Meditar, por tanto, es entrenar la atención.

Así es. Pero hay más…

─ ¿Qué más?

Tal como la entiendo, la práctica ha de incluir un triple cuidado: el amor a uno mismo, la atención y el silencio consciente, que es silencio del pensamiento y del ego. Ese triple cuidado se plasma en tres tipos de prácticas: psico-afectivas, atencionales y propiamente meditativas.

─ ¿Qué vive la persona en cada una de esas prácticas?

De manera sintética podría decirse lo siguiente: desarrolla el amor humilde e incondicional hacia sí misma –que le abre a desplegar el amor hacia los otros–, crece en libertad interior porque es capaz de tomar distancia de la mente, se abre a la comprensión experiencial de lo que realmente somos y saborea en el silencio esa identidad profunda.

─ Muchas ventajas…

Son los frutos que trae el hecho de vivirse “en casa”, es decir, en la comprensión de lo que realmente somos. Al comprenderlo, salimos de la ignorancia y del sufrimiento mental.

─ Meditación y contemplación: ¿tienen algo en común o son cosas diferentes?

Si se entienden bien, podría decirse que son términos, no solo equivalentes, sino idénticos. Siempre que la “contemplación” no se reduzca a un ejercicio mental, sino que se entienda como “contemplación sin objeto”. Lo cual recuerda los versos de Jorge Guillén: “Solo ser. Nada más. Y basta. Es la absoluta dicha”.

─ ¿Meditar para qué? ¿No es mejor pensar y reflexionar para solucionar los problemas de la vida cotidiana?

Ambas cosas son necesarias. Necesitamos pensar con lucidez, analizar, reflexionar… Pero necesitamos hacerlo desde el “lugar” adecuado. Sin silencio, el pensamiento fácilmente se pierde en sus propias elucubraciones. Meditar nos lleva al “centro”, de donde brota el pensamiento ajustado.

─  ¿Y no hay peligro de que la meditación promueva el aislamiento, la evasión e incluso el individualismo en una sociedad ya demasiado individualista?

Esos riesgos nos acechan siempre: individualismo, escapismo, narcisismo, egocentrismo… Y pueden colarse también en la práctica meditativa. Sin embargo, si la persona persevera, la misma práctica posee potencial para liberar de esas trampas y favorecer el ajuste y el despliegue cada vez más armonioso de la persona.

─ ¿Cómo puede favorecer la meditación ese despliegue?

Porque la práctica meditativa conduce a la persona a su centro. Y ese centro es plenitud de vida y de amor. Es ecuanimidad, libertad interior, gozo y compromiso.

─ ¿También compromiso?

Indudablemente. Se descubre que ese “centro” se halla habitado por todos los seres; que, en lo profundo, somos uno; que, siendo distintos, somos lo mismo. Lo que brota de la comprensión es compasión y compromiso, que en cada persona se concretará de un modo específico.

─ ¿Y cómo repercute todo eso en la convivencia?

La espiritualidad así entendida –en su sentido genuino, como “profundidad humana”– es fuente y alimento de una convivencia caracterizada por el respeto profundo, la acogida, la cooperación y el servicio. Desenmascarando prejuicios y relativizando creencias, construye espacios de libertad y de fraternidad.

─ Eso significa que la meditación no aleja de la vida…

Al contrario, si es auténtica, la práctica meditativa nos libera de la tiranía de lo inmediato para conducirnos a aquello que es realmente importante. ¿De qué sirven las prisas y el activismo si estamos desconectados del centro de lo real? La práctica meditativa nos sitúa en ese centro, de donde todo fluye.

─ ¿Fluye?

Sin duda. Cuando estamos alineados con la vida, cuando vivimos diciendo “sí” a la vida, apreciamos la sabiduría del despliegue de todo lo que es.

─ Recientemente ha escrito el libro Psicología transpersonal para la vida cotidiana. ¿En qué consiste la psicología transpersonal?

En comprender y atender a la persona de manera integral. La psicología y psicoterapia transpersonal, nacida hace apenas cincuenta años, aporta una comprensión integral del ser humano y ofrece medios que ayuden a la persona a descubrir y vivir su identidad profunda.

─ ¿Y su novedad con respecto a otras corrientes psicológicas anteriores?

La psicología transpersonal es considerada la “cuarta ola” de la psicología, tras el psicoanálisis, el conductismo y la psicología humanista. Su novedad radica justamente en el prefijo “trans” (más allá de, más que). Lo que somos –nos recuerda– transciende todo aquello que podemos pensar. Somos más que nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestros sentimientos, nuestro psiquismo, nuestras circunstancias…

─ ¿Qué somos?

Somos Eso que es consciente de todo ello. Puedo detectar sensaciones, sentimientos, pensamientos, percepciones… Todo ello son objetos que aparecen en mi campo de consciencia. Pero, ¿qué es eso que se da cuenta de esos objetos? Solo “Eso” puede ser mi identidad.

─ En sus encuentros siempre habla de psicología y espiritualidad. ¿Por qué?

Me parecen inseparables si queremos comprender al ser humano de manera integral y responder adecuadamente a sus necesidades. Me gusta decir que la espiritualidad sin la psicología está coja, y la psicología sin la espiritualidad, ciega.

─ Pero, ¿qué entiende por espiritualidad?

Tal como la entiendo, espiritualidad es sinónimo de profundidad humana. No es algo añadido a la persona, tampoco tiene que ver con creencias, doctrinas, ritos o normas. La espiritualidad genuina es una “espiritualidad sin adjetivos”, hace referencia a nuestra dimensión más profunda, es decir, a nuestra identidad.

─ ¿Y su relación con la psicología?

La psicología busca comprender y “ajustar” nuestro psiquismo. Su objetivo es la integración o unificación psicológica de la persona. La espiritualidad, por su parte, conduce a la comprensión de lo que somos en profundidad. Por decirlo brevemente, la psicología tiene que ver con nuestra “personalidad”; la espiritualidad con nuestra “identidad”. La sabiduría cosiste en integrarlas de manera adecuada: vivir nuestra personalidad desde nuestra identidad.

─ Y en esta situación de incertidumbre en que estamos viviendo como consecuencia de la Covid-19, ¿qué aporta la práctica meditativa?

Algo que considero fundamental: una actitud adecuada, hecha de comprensión, aceptación profunda, ecuanimidad y compasión, junto con herramientas prácticas para gestionar las dificultades y los miedos de modo constructivo.

─ En esta sociedad donde todo se valora con dinero llama la atención que sus encuentros sean gratuitos. Su tiempo, su dedicación, su esfuerzo… ¿Cuál es su recompensa?

Indudablemente, necesitamos del dinero para vivir. Pero me parece importante vivir también la gratuidad. Por lo que se refiere a este proyecto, lo vivo con gozo, como un servicio a las personas, consciente de la ayuda que en este campo se puede aportar. Regalando algo de lo que a mí mismo se me ha regalado. Y con gratitud hacia quienes me han animado y ayudado a llevarlo a cabo.

─ Yendo a lo práctico: ¿cuándo son estos encuentros y cómo se puede acceder a ellos?

Los encuentros tienen una periodicidad semanal: todos los miércoles, de 19:30 a 20:30 hs. Meditamos y abordamos los contenidos de la psicología transpersonal. Lo hacemos a través de un canal de YouTube –que hemos denominado “Meditación y vida cotidiana”–, para facilitar el acceso a toda persona que lo desee. Puede encontrarse poniendo en el buscador: “Meditación y vida cotidiana – Enrique Martínez Lozano”.

ENCUENTROS

ACOGERSE, ATENDER Y ESTAR (SER)

Meditación. Desde hace cuatro años, Martínez Lozano ofrece en Pamplona encuentros quincenales de meditación, que reunían a unas 150 personas. La pandemia le ha obligado a abrir nuevas alternativas online para seguir fomentando el crecimiento integral de la persona. Enrique Martínez Lozano es autor de varios libros y se halla comprometido en la tarea de articular psicología y espiritualidad. Su trabajo asume y desarrolla la teoría transpersonal y el modelo no-dual de cognición. Su último libro Psicología transpersonal para la vida cotidiana se ha convertido, en tiempos de pandemia, en una herramienta de ayuda, particularmente para quienes se ven más atrapados por el dolor, la incertidumbre y el desconcierto porque, según explica, “lo que realmente somos se halla siempre a salvo: podemos perder lo que tenemos, nunca lo que somos”. Propone prácticas de meditación para favorecer una vivencia integrada y armoniosa, que resume en tres palabras: acogerse, atender y estar (ser).

“Meditar significa acallar la mente para poder ver más allá de los filtros mentales: quitar pensamiento y poner atención”.

“No puede haber libertad interior ni comprensión de lo que somos si no aprendemos a silenciar la mente pensante”.

“Hay riesgos que nos acechan siempre: como el narcicismo o el individualismo  también en la práctica meditativa”.

 

Enrique Martínez lozano

Entrevista realizada por Trini Díaz, publicada en Diario de Noticias de Navarra

LOS “HECHOS” DE LOS APÓSTOLES


col otalora

Como su propio nombre indica, este texto resalta hechos, no doctrinas ni teorías. Siguiendo la estela de Jesús, sus seguidores hacen y crean comunidad según las enseñanzas del Maestro. Se trata de la continuación del Evangelio de Lucas para poner en valor las enseñanzas de la Buena Noticia. Hechos son amores y no buenas razones.

No es una historia de la Iglesia primitiva, ya que se centra en las andanzas de Pedro y Pablo y, sobre todo, porque el protagonista principal es el Espíritu Santo, que es quien hace posible el surgimiento de la Iglesia, la mantiene viva e ilumina frente a las desviaciones humanas que tan bien conocemos, incluso cuando sacralizamos la estructura eclesial por encima de la Iglesia Pueblo de Dios en detrimento, claro, de la misión encomendada de vivir como una comunidad al amparo del Paráclito que Jesús prometió a sus seguidores (Hch 1,8).

La actualización de los Hechos a nuestra vida presente la resume el Papa en cuatro actitudes o hechos: acogerprotegerintegrarpromover. Con tanto sufrimiento a nuestro alrededor, ¿dónde estamos, qué hacemos?, ¿acogemos al emigrante, a tantos vecinos de ciudad o pueblo que están en la exclusión social? ¿Intentamos integrarles y promover su desarrollo personal en la línea de dignidad humana que propugna el evangelio?

Ser cristiano no es convencer a otros, ni siquiera se trata de salvar a los demás con un sentido proselitista. De lo que se trata es de ser testigos de una experiencia buscando el contagio a través del ejemplo. El testigo comunica lo que vive ¿Es este nuestro caso? Sin misión con hechos no hay Iglesia. Los discípulos se muestran siempre unidos, las decisiones importantes se toman en comunidad (Hch 1, 12-26; Hch 13, 1-3…) y los conflictos surgen porque la comunidad falla (Hch 6, 1ss). Ahora estamos asistiendo al final de un cierto cristianismo, lo cual supone una nueva forma en ciernes de asumir y vivir la fe en Jesucristo. El axioma es este: quien se sacrifica a favor de sus semejantes, desmonta el mal.

No sirve, pues, solo la oración aunque es un componente esencial junto a la celebración ya que ambas apuntalan la relación con Él. En todos los momentos importantes de Jesús y de los Apóstoles está presente la oración. Y “la fracción del pan” (Hch 2, 42). Una Iglesia que no reza y no celebra no es iglesia, es otra cosa. No estamos tratando de una empresa cualquiera, sino de una empresa de Dios.

Cuentan la anécdota de Clara y Francisco, cuando el desánimo cundía en él, le confesó a su amiga sus dudas sobre si continuar el proyecto que luego acabaría siendo la fraternidad franciscana. Después de escucharle atentamente, Clara, que sería la fundadora de las clarisas, le preguntó: Francisco, esa obra de la que me hablas, ¿es una obra tuya o es cosa de Dios? A lo que Francisco respondió sin titubear: es de Dios, por supuesto. Clara le respondió: Entonces, ¿por qué te preocupas?

Todo comenzó con doce granos de mostaza -Matías sustituyó a Judas Iscariote- que apenas salió de los confines de Israel. Pero nos dijo a sus seguidores: “la tarea es vuestra” para llegar a todos los confines de la tierra en medio de un montón de dificultades internas y externas, pero avanzando como Iglesia viva gracias al Espíritu y a pesar de las deformaciones de la institución eclesial. Resulta muy tentador guiarnos a nosotros mismos. En el fondo, en eso consiste el pecado original, en realidad todo pecado: en ser como Dios, en no admitir ningún Espíritu Santo.

Somos comunidad. Dios llamó a un pueblo, Jesús buscó unos discípulos, no todos con el currículum limpio ni con el pedigrí de gran maestro de la religión. No obstante, hicieron comunidad para que la Buena Noticia llegue a todos. Jesús impulsó la comunidad, pero una comunidad que exige solidaridad desde el amor verdadero.

Al final llegamos hasta los confines de la tierra... desde los confines más íntimos de cada uno, paso a paso, abriéndonos en oración hacia adentro, hasta los confines de mi propia existencia. Desde esta encomienda invito a releer los Hechos de los Apóstoles con una sensibilidad solidaria y no como una hagiografía de que todo aquello funcionaba a la perfección. Solo evangelizaremos cuando nuestros hechos muestren el verdadero rostro del Padre.

¿QUÉ LE PASA AL HOMO SAPIENS?

 (josearregi.com)

col arregi

Me asombra el progreso de la ciencia y de la tecnología derivada de ella, increíble éxito colectivo de nuestra especie Sapiens para hacer la vida menos sufriente y más confortable. De ningún modo quisiera volver a las condiciones de vida de hace solo 200 años: sin vacunas, antibióticos ni anestesia, sin bicis, coches ni trenes; sin cerillas ni luz eléctrica, ni frigorífico ni ascensor, ni teléfono ni radio. Ni siquiera quisiera volver al año 1995, año en que aún no disponía de internet ni lo conocía.

Pero aquí me asaltan las dudas. No echaría en falta internet si no lo conociera –así nos pasa hasta con lo más “necesario”–. Creo incluso que prescindiría de él sin mayor problema si la gente con la que vivo y colaboro tampoco lo tuviera –lo que se podría aplicar a buena parte de las innovaciones que nos hacen la vida más fácil y… más complicada–. Conclusión: necesito internet porque otros lo tienen. ¿Es porque quiero ser más útil a los otros o es porque no quiero quedarme atrás? ¿Es porque quiero que ganen ellos o porque no quiero perder yo? No sé muy bien, o no me atrevo a saber, qué es lo que más me mueve. Las razones más nobles no logran ocultar las motivaciones más turbias: afán de ser más, tener más, hacer más. Son mis sombras y cadenas, las de cualquiera más o menos.

¿Quién me librará de esta condición?, me pregunto como Pablo de Tarso y como todos los “otros” por quienes soy lo que soy, todos los “otros” que también por mí son lo que son, en sus luces y sombras. Somos interser, seres en red, para lo mejor y lo peor. Y así todos en todo y cada vez más. Cada avance de la ciencia y de la tecnología es una maraña de intereses, los más altos y los más bajos. Cada logro se vuelve amenaza de pérdida, cada avance es un retroceso. ¿Cuál será el balance final? Terrible pregunta.

Por ejemplo. Ya es posible fabricar carne a partir de células madre, hasta 20.000 toneladas con una sola célula. Con 150 vacas a todo lujo que nunca serán sacrificadas bastaría para que toda la humanidad consuma cuanta carne le apetezca. Y el foie-gras, el jamón y todas nuestras crueles Delicatessen. Con la carne in vitro se acabó la matanza de animales. Me entusiasma la noticia. Pero ésta no llega sola: decenas y decenas de empresas emergentes se están lanzando ya a la fabricación de carne en una carrera loca. ¿Fabricantes y consumidores no seguiremos volviéndonos cada vez más unos pobres animales vegetarianos de granja, sacrificados en serie por la cadena del capital?

Otro ejemplo de plena actualidad. La farmacéutica Pfizer anunció su vacuna contra la Covid-19, este ínfimo virus que tiene en vilo a la humanidad entera. Suspiramos de alivio. Pero luego nos enteramos de que, al día siguiente del anuncio, el consejero delegado de Pfizer vendió casi todas las acciones que poseía en la empresa y que habían subido como la espuma, embolsándose de golpe millones de euros. La vacuna de Pfizer será segura, creo en los científicos, pero su consejero delegado no me parece fiable, y me temo que pase lo mismo en muchas del centenar largo de compañías que compiten en esta carrera por la vacuna y el lucro, que no pocas de las vacunas dejen de ser seguras a pesar de los científicos, que entre la salud y el dinero gane el dinero. En este mundo regido por la codicia personal y el sistema capitalista, la especulación es peor que la peor pandemia. ¡Malditas bolsas y acciones, mucho más nocivas que la Covid-19 para nuestra salud y bienestar, nuestra felicidad individual y colectiva, que es una!

Y arrecian las preguntas: ¿qué nos pasa a los humanos, presa tan fácil de nuestras emociones e ideas más perturbadas y engañosas? ¿Por qué nos empeñamos tanto en saber, poder, poseer más que los otros, si somos uno en el origen y el destino? ¿Por qué, siendo uno como somos, somos incapaces de disfrutar y gozar con el bien ajeno como con el propio? ¿Por qué este vertiginoso ritmo de progreso que acaba por asfixiarnos, pues cuantas más cosas inventamos para vivir mejor más nos obligamos a correr más rápido y ganar, hasta perder el respiro? ¿Por qué esta absurda competición que funda nuestra civilización desde el principio y que cava nuestra tumba como especie?

No es consecuencia de ningún pecado o caída original. Es porque somos una creación aún incompleta, un fruto inacabado de la evolución de la vida, de la Tierra, del cosmos. A veces pienso que somos un error de la evolución, pero en realidad toda la evolución, como la propia ciencia, es un proceso permanente de ensayo y error. En una subtribu de primates homínidos, hace 2,5 millones de años, nacieron unos individuos con un cerebro más desarrollado, los primeros Homo, y mucho después, hace 300.000 años, nuestra especie Sapiens, con un cerebro más capaz aun de imaginación y de miedos, de colaboración y de guerra, de comunión y de odio, de dicha y de desdicha, de paz y de angustia, de conciencia del Ser y de ofuscación del ego. Lo uno va con lo otro, y así seguimos, sin poder hacer el bien que quisiéramos y haciendo el mal que no queremos. Somos seres en desequilibrio, escindidos, carentes de armonía interior estable. Somos seres inacabados.

¿Qué podemos esperar? Esperar es promover con aliento vital profundo lo mejor que soñamos. Yo sueño que un día demos un nuevo salto como individuos y como especie. Sueño que las ciencias, sin ser manejadas por gerentes, intereses y sistemas inhumanos, identifiquen las neuronas y los genes responsables de nuestra fractura congénita. Sueño que las diversas ciencias, la educación y la política, inspiradas por las tradiciones espirituales, religiosas o no religiosas, encuentren la manera de corregir las graves disfunciones que padecemos y de potenciar las maravillosas capacidades de que estamos dotadas, y lleguemos a ser más humanos, transhumanos o posthumanos.

¿Lograremos convertir el sueño en esperanza, de modo que emerja por fin y tome forma en nosotros el aliento vital que late en lo más profundo de nosotros y de todo cuanto es?

VIOLENCIA RELIGIOSA INSTITUCIONAL CONTRA LA MUJER

Casa Cultural Tejiendo Sororidades

Noviembre, mes de la no violencia contra la mujer 2020

col carminna navia

 

Conmemoramos en el mes de Noviembre y especialmente el día 25, la lucha de las mujeres contra las violencias ejercidas sobre ellas en la sociedad patriarcal, y la denuncia de estas prácticas que se mantienen y aumentan. Me quiero detener en una de las múltiples violencias que en las iglesias se desarrollan contra las mujeres: La violencia simbólica, especialmente la violencia contra el legítimo derecho de construir una memoria justa y digna. Aunque soy consciente de que esta forma de violencia atraviesa todas las instituciones eclesiales, detengo mi mirada en la iglesia católica por ser la tradición en la que me he formado y de la que tengo más datos.

El término violencia simbólica ha sido introducido y trabajado por Pierre Bourdieu y se refiere a:

…lo que llamo la violencia simbólica, violencia amortiguada, insensible e invisible para sus propias víctimas, que se ejerce esencialmente a través de los caminos puramente simbólicos de la comunicación y del conocimiento o, más exactamente, del desconocimiento, del reconocimiento o, en último término, del sentimiento.

(Pierre Bourdieu: LA DOMINACIÓN MASCULINA, Ed. Anagrama, Barcelona 2000, pág. 12)

Esta violencia muchas veces es desapercibida e invisible para sus mismas víctimas, porque es sutil y deformada. En las iglesias se han ejercido múltiples tipos de violencia contra las mujeres, baste pensar en los horrores de la inquisición y de la quema de brujas, masacre inverosímil e inaceptable por la cual ningún Papa ha pedido aún perdón. De estas violencias, no ha sido la menor, la ejercida en el universo de lo simbólico, por ejemplo toda la realizada en los siglos XVII a mediados del XX, a través de la confesión. Ahora sólo me detendré en el atropello a la memoria femenina, llevada a cabo en la tradición eclesial.

Hay que tomar conciencia de la importancia de esta memoria manipulada, para el conjunto de las comunidades cristianas femeninas a lo largo de la historia:

Las memorias se pueden borrar, modificar o ampliar, y son susceptibles de tergiversar aquello que ocurrió. Al mismo tiempo, representan una herramienta de reconstrucción de los hechos del pasado a través de una mirada del presente.

De esta forma la memoria es un elemento cargado de subjetividad pero con gran capacidad simbólica: recupera aquello que no está presente de manera tangible en la historia pero que tiene un papel esencial en la configuración de identidades e ideologías.

(https://theconversation.com/por-que-es-necesaria-la-memoria-historica-105670)

EN LOS MISMOS ORÍGENES

Los ataques a la memoria femenina y los intentos de borrarla de las conciencias, se iniciaron muy pronto en el movimiento de Jesús de Nazaret. Pablo, que escribe sobre la década del 30 de esta era, dice en su primera carta a los Corintios:

Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras;  fue sepultado y  resucitó al tercer día, según las Escrituras; se apareció a Cefas y luego a los Doce;  después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron. Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles. Y en último término se me apareció también a mí, como a un abortivo. (1 Corintios, 15, 3-8)

Esta transmisión de la experiencia de la resurrección, ignora completamente los relatos llamados de la tumba vacía y las experiencias que hay detrás de ellos. Hay que esperar hasta finales del siglo I, para que la literatura canónica (los Evangelios) recoja esta experiencia y palabra femenina que alcanza su momento cumbre en el relato de Juan 20, aparición a María Magdalena.

El caso de las mujeres testigos de la resurrección, es sólo uno entre el conjunto de los escritos canónicos, en los cuales es claro que las huellas femeninas tienden a ser minimizadas y ocultadas. En los relatos de “la tumba vacía” las mujeres tienen un sitio privilegiado y es claro que la tradición femenina logro mantenerlos e insertarlos en los evangelios. Pero no siempre fue así, el seguimiento femenino y el protagonismo de las mujeres está, en general oscurecido.

Después del intento paulino de minimizar la importancia de la relación femenina con el Resucitado… el caso más grave lo tenemos en la figura de María de Magdala. Esta mujer, pasa de ser: una apóstol, una compañera y benefactora de Jesús y su movimiento, a ser una prostituta arrepentida una lacrimosa penitente. Sin que una sólo línea de los escritos canónicos o extra-canónicos del segundo testamento lo puedan acreditar.

Ya tenemos suficientes estudios en varios idiomas sobre la figura de esta mujer, sobre sus orígenes, su práctica sus representaciones a lo largo de la historia del cristianismo. Yo recomiendo sobre todo, el reciente trabajo de Carmen Bernabé: Qué se sabe de… María Magdalena, trabajo serio y exhaustivo, muy bien documentado. (Editorial Verbo Divino - Navarra 2020). Sabemos que fue una líder de las primeras comunidades cristianas y que acompañó a Jesús, su maestro, en sus recorridos por Galilea y en su pasión y muerte. No hay el menor indicio en la literatura neo testamentaria que permita relacionarla con una prostituta. A pesar de ello, la iglesia hizo pasar a la historia a María Magdalena como una mujer arrepentida de su pasado y penitente.

Para  los varones eclesiales fue necesario borrar las huellas de liderazgo en las  mujeres y a cambio de ello, construir paso a paso un “modelo de penitente, lacrimosa¸ que inspirara siempre la posibilidad de arrodillarse para hacerse perdonar. Pocas veces en la historia de la humanidad, si es que ha habido alguna, una memoria ha sido deformada y robada de tal manera.

Nos dice de nuevo Bourdieu:

La fuerza simbólica es una forma de poder que se ejerce directamente sobre los cuerpos y como por arte de magia, al margen de cualquier coacción física; pero esta magia sólo opera apoyándose en unas disposiciones registradas, a la manera de unos resortes, en lo más profundo de los cuerpos. Si es capaz de actuar como un disparador, es decir con un gasto extremadamente bajo de energía, es porque se limita a desencadenar las disposiciones que el trabajo de inculcación y de asimilación ha realizado en aquellos o aquellas que, gracias a ese hecho, le dan pábulo.

(Pierre Bourdieu, obra citada, página 54)  

Está claro que al convertir una líder en una penitente se estaba propiciando un falso espejo que facilitaba la dominación de las mujeres cristianas por medio de una especie de “mala conciencia” o de vergüenza colectiva generalizada.

Avanzamos un poco en el tiempo y nos encontramos con otra mujer ocultada: Marcela de Roma quien organiza en la iglesia la primera escuela de estudios bíblicos.  Nace en Roma, en el 329 de esta era, pertenece a la nobleza y queda viuda muy joven. A partir de su viudez, convoca a unas cuántas jóvenes para llevar una vida en común y dedicarse al estudio y a la oración, entrega a esta tarea toda su fortuna, estableciendo una “casa de vida en común”, en su palacio del Monte Aventino. En el año 382 funda la primera escuela bíblica y llama a Jerónimo de Stridon, traductor de la Vulgata para que sea el maestro que dirija estos estudios.

Jerónimo en su carta a Principia atestigua de ella:

Únicamente diré que todo lo que yo había cosechado tras largos años de estudio, lo que yo había convertido como en una especie de segunda naturaleza tras prolongada meditación, ella lo absorbió con avidez, lo aprendió y lo hizo suyo de tal forma que, después de mi partida, cuando surgía una discusión sobre algún texto de las escrituras, se acudía a ella como árbitro.

(Jerónimo de Stridon: EPISTOLARIO, Volumen II, BAC - Madrid 1995, Pág. 612)

Modernamente ya sabemos que la historia no la hacen hombres o mujeres solos, que los movimientos históricos se generan y desarrollan en colectivo. En la iglesia se adjudica a San Jerónimo en soledad la totalidad de la fundación de los estudios bíblicos ignorando por completo el papel desempeñado en ellos por Marcela de Roma. Papel que le es reconocido por Jerónimo en varias de sus cartas. Una de las integrantes de su círculo fue Fabiola de Roma, fundadora del primer hospital de Occidente y a quien hoy, por fuera de la iglesia, se honra como la iniciadora de los cuidados paliativos. Marcela muere en Roma en el 410, a causa de las heridas y torturas que le ocasionaros los bárbaros en una de sus incursiones a la ciudad.

EN LA LARGA EDAD MEDIA

La historia sigue, nombres de abadesas que predicaban y administraban la eucaristía, mujeres que influyeron en la sociedad y en la iglesia de su tiempo,  nombres y figuras ignorados. Repetimos siempre nombres de hombres ilustres o santos, en tanto que no mencionamos nombres de mujeres. Clara de Asís en los principios del siglo XIII actualiza una nueva palabra: SORORIDAD,  para esclarecer la parte femenina de la fraternidad. El pacto entre hermanos muchas veces ignora a las  hermanas, de ahí la necesidad de explicitar las potencialidades y sentidos de la relación y el pacto entre las sores. La iglesia, ámbito privilegiado para acunar esta palabra la ignoró, la desechó y tuvimos que esperar al siglo XX para que feministas ateas la recuperaran. Y uno de los silencios más fuertes es el que ha habido en torno a Hildegarda de Bingen: Teóloga, científica, música, pintora… fundadora y predicadora. A lo largo del siglo XIII su teología iluminó a Europa. En la iglesia sólo se le ha hecho un reconocimiento tímido y tardío.

Un crimen simbólico inconmensurable lo constituye el intento de borrar de la historia la memoria de LAS BEGUINAS. No hay hechos para comparar esta realidad, porque de los herejes tenemos constancia en la lucha contra sus ideas, pero de estas agrupaciones femeninas no hay rastros. Ninguna historia de la iglesia las menciona, ninguna evocación espiritual. Y sin embargo…

Las beguinas configuraron un movimiento de mujeres original, libertario y fecundo como pocos, que albergó en su seno a miles de mujeres de las cuales algunas cobraron significación especial. Nace en Flandes y los países bajos y se extiende por Europa a todo lo largo de los siglos XII y XIII. En los beguinatos se agruparon mujeres que no querían someterse a la autoridad de un varón en el matrimonio y tampoco querían encerrarse en un convento, bajo la dirección espiritual de otro varón. Se agruparon para convivir, estudiar, orar y hacer el bien.

Las beguinas inauguran en la iglesia una forma de vida que combina la contemplación y la acción, tres siglos antes de que Ignacio de Loyola la popularizara. En sus casas responden a múltiples necesidades sociales: crean hospitales para enfermos, escuelas para niños, ancianatos… todo ello para responder a las nuevas demandas de las urbes nacientes. Sus casas se ubican a las entradas de las ciudades y acogen peregrinos:

Se encargaron de la defensa de los desamparados y del cuidado de los enfermos, de los niños, de los ancianos, e incluso de los enfermos de lepra, lo cual cabe destacar por su estrecha relación con el tema que estamos dando. En muchos casos también se dedicaban a la enseñanza de niñas sin recursos, e incluso fueron responsables de numerosas ceremonias litúrgicas. Además, llevaban una vida dedicada a la oración y al trabajo manual, mayoritariamente con materiales textiles, gracias a los cuales podían financiarse. No tenían ningún tipo de apoyo económico, por lo que su acción es aún más destacada, pues se dedicaban a ello por voluntad propia.

(Alicia Rodríguez Fernández: LAS BEGUINAS, SU HISTORIA Y SU FORMA DE VIDA

En: https://www.fundacionindex.com/gomeres/?p=1098, consultado 19 de Noviembre 2020)

Entre ellas encontramos mujeres cuyo nombre y experiencia mística alcanzaron cumbres muy especiales: Hadewych de Amberes, excelente poeta; Matilde de Magdeburgo, Beatriz de Nazaret y la extraordinaria Margarita Porete, con su conocida obra Espejo de las almas simples y quien fuera quemada en la hoguera por la inquisición. El hecho de que sus vidas fueran autónomas y al margen de los controles eclesiales establecidos para mujeres determinó que la iglesia condenara su forma de vida. El Concilio de Viena, en 1312 la condenó y aunque algunos beguinatos sobrevivieron aún mucho tiempo, un gran número de ellas terminó por acogerse a las congregaciones convencionales. Su invaluable herencia apenas empieza a ser recuperada por las feministas creyentes.

VIOLENCIA QUE NO LLEGÓ A SU FIN EN LA MODERNIDAD

Podríamos pensar que esta violencia simbólica contra las mujeres es cosa del pasado y que ya los presbíteros o pastores no manejan las conciencias femeninas. Desafortunadamente estas violencias llegan al siglo XX y algunas subsisten en el siglo XXI.

Hasta 1996 no se cerró en Irlanda “el último asilo de las Magdalenas”. Conocidas como “las lavanderías de las Magdalenas”, en estas instituciones de la iglesia católica, se ejerció por más de 150 años una violencia atroz tanto simbólica como física contra las mujeres. En varios países del norte de Europa se encerraba bajo régimen carcelario, en el que las monjas eran las guardianas, a muchachas jóvenes, generalmente madres solteras o algunas que supuestamente no habían mantenido su virginidad.

En  primer lugar se les estigmatizaba y condenaba a la condición de penitentes… actualizando así el robo de memoria ejercido sobre María de Magdala. En segundo lugar se les robaba a sus hijos que eran dados en adopción a parejas fieles a la iglesia. Finalmente se les vejaba en el trato y se les condenaba a largas jornadas de trabajos forzados que minaban su salud y su energía síquica y espiritual. Se trata de  una historia de horrores que está todavía por escribirse.

Y si nos situamos en América Latina y en tradiciones liberacionistas, también encontramos ataques a la  memoria femenina. La historiadora Ana María BIdegain, en su artículo: UNA HISTORIA SILENCIADA, NO RECONOCIDA, IGNORADA, OCULTADA, INVISIBILIZADA: LA VIDA RELIGIOSA FEMENINA EN LA HISTORIA BRASILEÑA E HISPANOAMERICANA, denuncia un silenciamiento más en esta larga cadena de  memorias dañadas.

(REVER Revista de estudios de la religión:

https://revistas.pucsp.br/rever/article/view/21743, 2014)

Bidegain plantea, entre otras cosas, que el clima que hizo posible el nacimiento y desarrollo de la teología de la liberación, fue el que generaron las religiosas latinoamericanas que en casi todos los países, se desplazaron en las décadas del 50 y 60 del siglo XX especialmente, a vivir en los barrios populares y marginados. Gustavo Gutiérrez es claro al afirmar que “la teología de la liberación es un segundo momento, que el primero es la praxis misma liberadora”. Pues bien, estas religiosas se insertaron en medios populares y acompañaron a las comunidades en sus alegrías y sufrimientos, en sus dolores, en sus luchas y reivindicaciones, en sus festividades religiosas… En este acompañamiento y en su reflexión, se pusieron las bases de una comprensión liberadora de la Biblia y de una comprensión liberadora de la experiencia cristiana.

Este papel de pioneras, no les ha sido reconocido por nadie, ni se ha recogido en la memoria de la teología liberadora, ni del caminar de las Comunidades Eclesiales. Fueron estas religiosas las que dieron los primeros pasos en la comprensión de Jesucristo el Liberador y en la relectura latinoamericana de la Biblia y sus diferentes hermenéuticas.

Llego al final del recorrido. Violencias hay más… Es violencia simbólica que se interprete que la masculinidad de Jesús de Nazaret coloca a las mujeres en situación de desigualdad ante Dios. Es violencia simbólica que se predique un Dios varón… pero de momento termino, otras voces vendrán.

LA BELLEZA DEL POLIEDRO. (EL ADVIENTO COMO TIEMPO PROPICIO PARA LA CULTURA DEL ENCUENTRO)

FE ADULTA

col Fidel Aizpurua

¡Cómo estamos echando en falta en este tiempo de pandemia los encuentros con la familia, las amistades, los mismos hermanos! Nada los suple: ni el móvil, ni los emails, ni los guasaps, ni las videollamadas. Nada es como verse la cara, estrechar las manos, sentir el calor del abrazo y la caricia reconfortante. Nada suple al placer enorme de estar con otro en alegría y comunicación. Por eso, se nos hace angustiante no saber hasta cuándo va a durar esto, cuándo va a llegar el tiempo de los encuentros normales, aquellos sin los que el corazón no sabe vivir.

Lo sabemos: los encuentros son la mejor medicina contra la tristeza, el autodesprecio, los sentimientos de culpa, la falta de fuerza de voluntad. El encuentro despeja la mente, borra de los ojos la niebla que se pega con la soledad, devuelve el gozo de sentirse vivo palpando la vida de los otros. El aislamiento y el desencuentro son enfermedades graves porque roen el alma hasta dejarla vacía.

Podríamos entender y vivir el tiempo de Adviento como un tiempo propicio para incentivar y cultivar el encuentro. Adviento es tiempo de anhelos, de sueños compartidos, de otear el horizonte, de suspirar por lo que se busca, de preguntar con calidez por la presencia de quien se ama. Así se prepara la Navidad que es el tiempo del gran encuentro de un Dios que hambrea encontrarse con quien ama y que ha puesto carne a ese encuentro en la persona del Hermano Jesús, el que nació de María. Una vivencia explícita de la espiritualidad del Adviento como tiempo para el encuentro puede entreabrirnos las puertas de ese misterioso volcarse de Dios al camino humano.

Como luego diremos, el Papa Francisco desarrolla ampliamente en su encíclica Fratelli tutti la espiritualidad del encuentro. Y dice que la cultura del encuentro es como un poliedro de muchos lados: «El poliedro representa una sociedad donde las diferencias conviven complementándose, enriqueciéndose e iluminándose recíprocamente, aunque esto implique discusiones y prevenciones. Porque de todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible» (215).

Descubrir una vez más la belleza de este poliedro que es la vida en encuentro, en comunidad, en sociedad, puede ser una hermosa manera de vivir el Adviento 2020 y una forma explícita de apuntar bien al misterio de la Navidad. Que no pase en vano el kairós de este momento.

La razón poética

«La amistad herida por la decepción

es una arquitectura rota para siempre.

Podemos reconstruir catedrales,

podemos reconstruir palacios,

pero no hay andamios suficientes

para elevar de nuevo el edificio invisible

que dos amigos construyeron con lo mejor de sí mismos».

(R. Argullol, Poema, 1020)

Llama la atención este breve poema por su verdad: quien ha experimentado la decepción respecto a una persona amiga se le ha hecho trizas el edificio de su amistad y ha comprobado muchas veces que no tenía sentido reconstruirlo con los materiales del derribo. Es, quizá, una de las más amargas experiencias de la vida. Y no fácil de sobrellevar porque, a la vez que se comprueba esta destrucción, no puede dejarse de amar a aquella persona que fue un día su amor, aunque ahora no lo sea.

Pero, a la vez, hay resortes en las personas que las hacen capaces de imaginar la posibilidad de un nuevo encuentro tras el ineludible desencuentro. Si esto fuera posible, el nuevo encuentro no podrá basarse en el modo del anterior (el deslumbre del amor), sino que tendrá que tener un nuevo cimiento: la verdad compartida, la pobreza común, la pena acompañada, la tristeza ofrecida. Es otro cimiento, más humilde, pero no menos sólido. Otro edificio, el del encuentro verdadero, se pondrá en pie.

1. La luz de la Palabra: Lc 19,1-10

«Entró en Jericó y empezó a atravesar la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores y además rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Entonces se adelantó corriendo y, para verlo, se subió a una higuera, porque iba a pasar por allí. Al llegar a aquel sitio, levantó Jesús la vista y le dijo: - Zaqueo, baja en seguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa. Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver aquello, se pusieron todos a criticarlo diciendo: -¡Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador! Zaqueo se puso en pie y dirigiéndose al Señor le dijo: - La mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si a alguien he extorsionado dinero, se lo restituiré cuatro veces. Jesús le contestó: - Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.».

· Leyendo los evangelios, uno cae inmediatamente en la cuenta de que Jesús fue un hombre de encuentros, no un solitario eremita que rehúye el trato con los otros. Necesitaba estos encuentros para hacer visible que el encuentro con el Dios de la compasión era posible. Los necesitaba también para dejar claro que la persona está destinada al encuentro como mayor fuente de dicha, objetivo final del reino Por eso, las páginas evangélicas están plagadas de encuentros, uno de ellos el que tuvo con Zaqueo.

· La problemática del encuentro con Zaqueo pivota sobre el problema del “alojarse”, ya que entrar a casa de un pecador es tener parte en su condición, hacerse cómplice de sus mismos delitos, contraer la misma impureza en la que se mueve tal sujeto. Por eso, uno que entra en casa de un pecador o es uno como él y por eso no tiene inconveniente en entrar o es un ingenuo, con lo que su reputación quedaría igualmente dañada. Jesús entra sabiendo que es un pecador pero pasando por alto su condición de recaudador. Él sabe saltar el muro de lo inmoral para dar con el núcleo de la dignidad.

· El verbo empleado para alojarse es katalyô (eisêlthe katalysai), algo impropio para este caso pero muy plástico. Viene a significar descansar, o hacer un alto en el camino. Propiamente es “desenganchar las bestias de tiro”. Es decir, cuando el viajero llega a un albergue (katalyma) avía las bestias en la cuadra y, una vez arregladas, sube al cuarto de huéspedes para cenar con tranquilidad. Es decir, Jesús se sienta ante Zaqueo como quien ya tiene todo arreglado, como quien tiene todo el tiempo del mundo para el encuentro, como quien se apresta a un diálogo largo y tranquilo. Jesús refleja así una realidad profunda: Dios se encuentra con la persona (aunque sea pecadora) con tranquilidad, sin prisas, con deleite incluso, como quien encuentra placer en la conversación. Un Dios de encuentros reconfortantes, ese es el Dios de Jesús.

· Puede haber aún otro matiz: katalyô puede significar soltar (lyô). El huésped que sube a cenar se “suelta” el ceñidor para estar más cómodo y hablar con mayor tranquilidad y disfrute. “se ha soltado el ceñidor en casa de un pecador…se ha puesto cómodo en casa de un pecador”, algo de eso, del mismo modo que muchas personas, en el intimidad, a la hora de la noche, se ponen cómodas vistiendo ya el pijama con el que van a ir a dormir. Jesús quiere reflejar el tipo de encuentro que la persona puede tener con Dios: un encuentro en la intimidad donde uno se siente cómodo, gozoso, dispuesto al diálogo, abierto a la novedad de la conversación.

· Son muchas las posibilidades de lectura de un relato. Este de Zaqueo ha sido leído tradicionalmente desde la perspectiva de la conversión, pero podría ser leído también desde la perspectiva del encuentro desvelando así la honda espiritualidad del encuentro de la persona con Dios. Desde ahí podría hacer parte del ánimo para el cultivo de la espiritualidad y la cultura del encuentro.

2. La cultura del encuentro en Fratelli tutti

Convencido el Papa a la altura de su existencia de que la vida es un tiempo de encuentro (66.215) y de que uno se realiza transcendiéndose en el encuentro con los otros (87.111) acuña el documento la expresión “cultura del encuentro” que se opone a la “cultura del enfrentamiento”, único camino para devolver la esperanza a la sociedad (32) superando el miedo que bloquea tal encuentro (41) y abriéndose a la escucha (48). Porque la cultura del encuentro «exige colocar en el centro de toda acción política, social y económica, a la persona humana, su altísima dignidad, y el respeto por el bien común» (232), el Papa está convencido de que «un camino de fraternidad, local y universal, sólo puede ser recorrido por espíritus libres y dispuestos a encuentros reales» (59). La misma política, dirá luego, es cuestión de encuentros (165.190). Por todo esto llega a decir que «hablar de “cultura del encuentro” significa que como pueblo nos apasiona intentar encontrarnos, buscar puntos de contacto, tender puentes, proyectar algo que incluya a todos» con sus diferencias (216-217). De ahí que el documento se anime a proponer «un encuentro social real pone en verdadero diálogo las grandes formas culturales que representan a la mayoría de la población» (219). 

Como herramientas necesarias para el logro de esta cultura del encuentro, propone el Papa, en primer lugar, los trabajos por un gran pacto social que ponga «en verdadero diálogo las grandes formas culturales que representan a la mayoría de la población» (219). Ese pacto social ha de incluir, a su vez, un pacto cultural «que respete y asuma las diversas cosmovisiones, culturas o estilos de vida que coexisten en la sociedad» (219). En segundo lugar se necesita emplear exhaustivamente la herramienta del diálogo, paciente y confiado (134). Se necesita una educación para el diálogo (103) para que pueda ser una realidad el diálogo con los diferentes (148). La certeza del valor imprescindible del diálogo se asienta en la certeza de que «un verdadero espíritu de diálogo se alimenta la capacidad de comprender el sentido de lo que el otro dice y hace, aunque uno no pueda asumirlo como una convicción propia» (203). Por eso el diálogo es imprescindible en la tarea política (196). El documento dedica casi un capítulo, el sexto, al diálogo que construye el amor social porque «el auténtico diálogo social supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro aceptando la posibilidad de que encierre algunas convicciones o intereses legítimos» (203.219.262).

Otro elemento necesario para una saludable arquitectura social de encuentro es el de generar procesos de inclusión que tengan a raya la amenaza de la cultura del descarte (188). El Papa tiene una perspectiva clara: «La inclusión o la exclusión de la persona que sufre al costado del camino define todos los proyectos económicos, políticos, sociales y religiosos» (69). De ahí que el documento recuerda a la cultura moderna, tan orgullosa de sus logros, que «al crecimiento de las innovaciones científicas y tecnológicas tendría que corresponder también una equidad y una inclusión social cada vez mayores» (31).

Más que en el apartado de la política, quizá haya que situar aquí un tema al que el documento dedica varios números: la memoria que aleja a la venganza. El olvido es inaceptable por lo que se precisa mantener viva la memoria (246). Nunca se avanza sin memoria (249). Pero ni la venganza ni la impunidad resuelven nada (251-252). El perdón resulta así elemento insustituible de la arquitectura de la paz para no caer en una paz aparente (236). Para el Papa la clave es tener controlada la sed de venganza (241-242.251) a la que opondría el arma de la bondad (243) manteniendo la fe de que en los procesos sociales la unidad es superior al conflicto (245).

3. Claves para el encuentro

- Acercarse: no ver al otro o al problema del otro como desde lejos. Intentar acercarse, informarse, preguntar, hacer una idea antes de emitir un juicio. Se trata de mirar con humanidad lo que nos rodea.

- Acoger: lo que significa intentar dejar de lado prejuicios, estereotipos, ideas preconcebidas. Poner en cuarentena experiencias negativas y apoyarse en las que hayan salido mejor.

- Escuchar: antes de hablar, dejar que el otro hable. Escuchar implicativamente, como quien tiene interés en lo que escucha, no como quien oye llover. Tratar de escuchar sin que lo que escucha levante oleadas de indignación interior. Intentar mantener la calma ante lo que se oye y no se está de acuerdo.

- Ofrecer: hacer ofrenda de algo de uno mismo hacia el otro. Creer que sin ofrenda no es fácil encontrar vías comunes de convivencia. Ofrendar no quiere decir renunciar a lo que uno vive y siente; es poner un poco de lo tuyo en la “cesta” del otro.

- Creer: no quizá en el otro, porque eso cuesta mucho aunque esa “fe” es la verdadera esencia del encuentro. Pensar, al menos, que, aun estando en posiciones distintas, se puede tener una parte, siquiera pequeña, en común. Que se pueden encontrar lugares comunes de participación y tramos de camino compartidos.

- Salvarse: nos salvamos todos o no se salva nadie, dice el papa Francisco (FT 137). No ceder al “sálvese quien pueda” del individualismo y de quien se cree más fuerte. Desear el encuentro común que “salve” a todos, sobre todo a quien tiene menos posibilidad de participar en una salvación humanizadora.

4. Itinerario para el tiempo de Adviento:

· Semana 1ª (29 nov.6 dic.): fomentar los encuentros cercanos (comunidad, grupo de fe, parroquia, etc.). Tratar de ser mediación explícita de encuentro.

· Semana 2ª: (7-13 dic.): pensar cómo vamos a ser personas de encuentro con los cristianos que no piensan como nosotros, que no tienen la misma sensibilidad. Qué es lo importante y qué es lo relativo.

· Semana 3ª (14-20 dic.): pensar si puedo participar en algún encuentro ciudadano que me hable de mi ser pueblo con otros.

· Semana 4ª: (21-24 dic.): ver si puedo encontrarme con los lejanos, quienes cruzan el Mediterráneo. Mirar la página de Open Arms y sentirse interpelado.

 

Que el Adviento 2020 pueda ser un tiempo hermoso para vivir en el poliedro de la realidad y abrir caminos más anchos al encuentro de corazones, de caminos y de proyectos. Que la humanidad sea, por Jesús encarnado, un hogar para toda persona y la creación un casa común para toda creatura. Que nos encontremos con el Dios del encentro y con toda creatura en el encontradizo Jesús que anda por los caminos.