FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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miércoles, 15 de febrero de 2017

Ha fallecido Francisco Javier Sanz Ramírez

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Fallecía en Madrid el 14 de febrero de 2017 a los 56 años de edad. El funeral tendrá lugar el miércoles 15 de febrero a las 19:00 h. en la Parroquia Santuario de María Auxiliadora de Salesianos Atocha.


 






 La comunidad salesiana y su familia sentimos su muerte y creemos en lo que Jesús proclama en el  Evangelio: “Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque haya muerto vivirá” (Jn 11,25)

La capilla ardiente está instalada en la Capilla de los Mártires de la Parroquia Santuario de María Auxiliadora de Salesianos Atocha de 10:00 a 13:30 h. Y de 16:30 a 20:30 h. del mismo día. El jueves 16 a las 10:30 h. Será el entierro en el panteón salesiano de Carabanchel, del Cementerio Sur..

Damos gracias a Dios por la vida y vocación salesiana de nuestro hermano Javier, y le pedimos que lo acoge en su Reino
.


Signos de amor

CREO EN JESÚS DE NAZARET


col maurino

Mi afirmación es clara y nace de una convicción profunda, es el grito de mi fe. Algo que es difícil de expresar con palabras. Pero, es lo que intento en este escrito. No digo en qué Jesús creo, porque el descubrimiento que he hecho de El ha supuesto un lento y doloroso proceso de desmitificación a través de los años. He leído mucho y estudiado varias cristologías, por el enorme interés que tengo por su persona. Sin embargo, creo que una cosa es saber sobre Jesús y otra muy distinta creer en él. No quiero meterme en los estudios que se han hecho sobre el Jesús de la historia, el Jesús histórico y el Cristo de la fe. Estudios documentados los hay a montones. Jamás se me ocurriría meterme por esos caminos. También hay magníficas Cristologías, algunas muy modernas con enfoques sugestivos y con gran amplitud de miras. Otro campo en el que sería una ridícula osadía pretender entrar. De modo que descarto con toda claridad todo lo que pueda sonar a estudio o exposición científica de estos temas. Porque estoy convencido de que la fe no se basa en los conocimientos. Se puede conocer algo de Jesús de Nazaret, pero no creer en él, o creer muy poco, o no confiar plenamente en su persona. En mi vida lo importante es la convicción, mi creencia, mi fe. Y esta convicción no es ni será nunca demostrable por la evidencia de sus argumentos. Es algo que se escapa a las pruebas de la razón, es de otra dimensión. Las convicciones son la prueba de la autenticidad de mi fe en Jesús. He descubierto que lo importante no es estar seguro de una serie de conocimientos o de verdades, sino tener unas convicciones que se van traduciendo poco a poco en una forma de vivir, en comportamientos lo más coherentes posible con esta fe.
Proceso desmitificador:
Como toda persona creyente, para superar la fe del carbonero, me he hecho una serie de preguntas aunque no haya encontrado las respuestas, y me he dejado interpelar por la realidad en la que vivo. No quería que me engañaran más y cuando leía algún texto del Evangelio, me iba directo al griego a descubrir su verdadero significado. He soportado la perplejidad y el desconcierto, he convivido con la duda y hasta he experimentado el vértigo del agnosticismo o de la increencia. Me ha hecho polvo el silencio de Dios. Bonhoeffer, el teólogo protestante, lo formuló magníficamente: “Ante Dios y con Dios, vivimos sin Dios”. En el compromiso sociopolítico no interviene Dios para nada. La lucha por la liberación de los pobres, por su causa, como la de Jesús, tiene un componente ético de justicia y nada religioso. Y camino por esa senda con total desnudez. En una palabra, he tratado de seguir los pasos hacia la adultez cristiana, lo mismo que caminamos con mayor o menor éxito hacia la adultez humana.
1º) Jesús, ¿es Dios?
Y la primera pregunta sería ésta: ¿Jesús era Dios? Si Jesús era Dios y lo sabía todo, en realidad no llevaba una vida humana como el común de los mortales. Jugaba con doble baraja. Sabía lo que iba a pasar, cómo iba a reaccionar cada persona, a cada uno de los acontecimientos desde los más inmediatos hasta los más lejano en una palabra sabía el final de la película. ¿Es posible admitir que la vida de Jesús fue una inmensa comedia de cara a la galería? su asombro, su admiración, su extrañeza, su indignación o sus lágrimas, ¡eran puro teatro! Todo aquello estaba ya previsto en el guión. Me resisto rotundamente a esa farsa porque la considero totalmente irrespetuosa para con Dios y para con los seres humanos. ¿Qué idea tenemos de Dios? Creo que no tiene sentido esa pregunta, porque si desconocemos el predicado, no lo podemos afirmar del sujeto. No sabemos, ni podemos saber nada de Dios, quien es Dios, cómo es Dios. Diríamos al revés, no preguntarnos si Jesús es Dios, sino afirmar que Dios es Jesús. Es el único Dios que hemos conocido.
2º) Jesús, ¿es hijo de Dios?
Desde luego, no me creo que Jesús sea Hijo de Dios, es decir, que sea la “segunda persona” de la Santísima Trinidad. Creo que la Trinidad no existe, me parece que es un constructo humano, algo así como un mito o leyenda que también tienen otras religiones. No es lo mismo Hijo de Dios, que “Dios Hijo”. Se trata de la influencia griega que juega con conceptos filosóficos: Hijo de Dios es entendido en términos de naturaleza y esencia y no de fe. Decían que en Jesús había dos naturalezas, divina y humana, (perfectus Deus, perfectus homo, propio del siglo IV del concilio de Calcedonia) pero una sola persona, porque “como Dios todo lo tiene presente”. Desde siempre hemos considerado los términos Dios e Hijo de Dios como sinónimos. Pero, está claro que no era ése el sentido corriente en las culturas de la época. Hijo de Dios era el faraón desde el momento en que llegaba al poder. Hijo de Dios era el emperador romano, revestido del poder divino. Hijo de Dios era el rey de Israel y, de forma colectiva, todo el pueblo elegido. Está claro que, en estos contextos, “Hijo de Dios” no tiene el sentido fuerte que después ha ido adquiriendo en la teología. Por otra parte, conviene recordar que la expresión Hijo de Dios aparece 38 veces en los Evangelios frente a las 98 veces que usa la fórmula: Hijo del hombre. Parece bastante seguro, desde el punto de vista histórico, que Jesús nunca reivindicó para sí el título de Hijo de Dios. En cambio, se apropia el título de Hijo del hombre. No es casualidad. Se trata de un planteamiento muy madurado. Es decir, el centro del mensaje de Jesús no es Dios sino el hombre, todo ser humano.
La afirmación es mucho más osada y más desconcertante. Lo que se deduce del prólogo de Juan es que Dios se refleja en Jesús. Efectivamente, avanzamos desde lo conocido (Jesús) hacia lo desconocido (Dios). El término cercano e inmediato es Jesús, su forma de vivir y su forma de morir. Su manera de apostar por la felicidad y por la vida. A partir de su vida tomada en su totalidad podemos barruntar lo que es Dios. Porque a Dios nadie la ha visto nunca; es el Hijo único, que es Dios, y está al lado del Padre, quien lo ha explicado (Jn 1,18).
3º) La filosofía griega:
Desde la perspectiva de Jesús, necesita una severa revisión el Dios de la filosofía griega. No tiene nada que ver con el Dios de Jesús la imagen de un dios lejano e inaccesible, impasible e inmutable, ajeno y ausente de los avatares humanos. El Dios, motor inmóvil de Aristóteles, resulta difícilmente conciliable con el Dios de Jesús. La tendencia intelectualista griega ha puesto la teoría por encima de la práctica, el dogma por delante de la ética, la doctrina por encima de la vida, la ortodoxia en vez de ortopraxis. Dios no es persona, porque la palabra persona es propia de la filosofía griega. Nos han presentado un dios que todo lo tiene en un puño: el presente, el pasado y el futuro; para quien no hay sorpresas ni imprevistos, que lo tiene todo bajo control. Es el dios todopoderoso que permite el mal y los desastres naturales. Así han presentado los artistas a Jesús, como el “pantocrator”, el dios todopoderoso sustituto del dios Júpiter de los romanos. Yo creo en un dios débil que se identifica con los débiles, descarto que Dios sea todopoderoso.
4º) Jesús es la Vida.
Nunca comprendí la introducción al evangelio de Juan en el que se dice que en el principio existía el Verbo. Luego, el Verbo fue traducido por “logos” y en otra parte traducido por Palabra. Se van aclarando las cosas: Verbo, Palabra, Proyecto. Me gusta la interpretación de Juan Mateos. Textualmente: La traducción del v. 1 puede hacerse así: Al principio ya existía el Proyecto, y el Proyecto se dirigía / interpelaba a Dios, y un ser divino era el Proyecto. El Proyecto de Dios es la vida, una Vida con mayúscula, en su sentido más pleno y totalizador. Desde el nivel biológico (¡pan para todo el mundo!) hasta las calidades de vida que podemos ir añadiendo a medida que nuestro desarrollo va ganando en sensibilidad: la paz, la alegría, la felicidad, la comunicación humana, el bienestar, la ternura, la armonía con la naturaleza, etc. La vida personal, la colectiva y la planetaria. La Vida es la luz de los hombres. El criterio ético por antonomasia, el punto de referencia para calibrar las actitudes y las decisiones es justamente aquello que crea vida. Quienes aceptan el Proyecto se van haciendo hijos de Dios. Una visión dinámica de la maduración humana y de la filiación divina al alcance de cualquier bolsillo. Hacerse hijos de Dios significa imitar a Dios en su capacidad de crear vida, de suscitar esperanza y confianza entre las personas. Porque quienes mantienen la adhesión al Proyecto, esos han nacido de Dios. Y el Proyecto se hizo hombre. Se traducía “el Verbo de Dios se hizo carne”. “Carne” (sarx) dice el texto del prólogo. Con el doble sentido de realidad visible, palpable, verificable y también de fragilidad/debilidad humana. No es puro sueño el Proyecto de Dios. Ni es tampoco una realidad para el mundo futuro. La apuesta por la vida se hace aquí, en esta tierra, con estas personas que nos rodean o que viven a miles de kilómetros. Aquel hombre, Jesús, se fue haciendo hijo de Dios a lo largo de su vida. Su comportamiento se fue pareciendo cada día más a la forma de comportarse Dios.
Está claro que Jesús no hace teorías, no especula ni construye edificios filosóficos o teológicos. Jesús vive. Entra en contacto con la realidad y se deja interpelar por ella. A partir de los hechos, reacciona a favor de la vida, defiende la vida allí donde ésta se encuentra más amenazada. Ese es el sentido profundo de su cercanía a los excluidos y marginados, a las prostitutas y a los publicanos… No sienten necesidad de médico los sanos sino los que se encuentran mal (Lc 5,31).
5º) Jesús no lo sabe todo.
Al dudar de que Jesús sea Dios, no se puede decir que su vida esté de antemano prevista y programada. Una vida que se sustrae a los avatares propios de la vida humana: la incertidumbre ante el futuro, el desconcierto o la perplejidad, el error y la metedura de pata, el no saber muchas veces qué hacer. Si fuera un Dios que todo lo sabe y todo lo puede, quedarían eliminadas todas las angustias y todas las dudas. ¡Menudo chollo! Durante siglos hemos estado repitiendo un Credo, donde el hombre Jesús queda literalmente anulado por el Verbo de Dios. La vida de Jesús se reduce a su nacimiento de María, la virgen, y a su muerte en cruz. El resto de su vida no interesa. ¿Cómo vivió? ¿Qué hizo y qué dijo? ¿Qué sentía ante los acontecimientos, las relaciones humanas, la vida? Jesús crecía, se desarrollaba como todo ser humano, y tuvo el proceso de maduración propio de todo ser humano. No tenía nada previsto, ni programado. Era un ser que se despojó de todos los “privilegios” de la divinidad, y en un total vaciamiento (kenosis) de todo lo divino, se humanizó de tal manera que se fundió y se confundió con todo lo humano. Con el sufrimiento de los que nada tienen, los que mueren de hambre cada día, con la angustia de los parados de larga duración, con el dolor de las muertes causadas en las terribles guerras entre pueblos, con la exclusión de tantos inmigrantes, con el sufrimiento de los enfermos, con la pobreza y la miseria de todos los pobres de la tierra. Era un ser tan asombrosamente humano que llegó a ser un modelo de vida para toda la humanidad, aunque no sea Dios, porque no podemos saber qué es Dios.
6º) La muerte de Jesús
Otro interrogante crucial ¿Y la muerte de Jesús?: ¿por qué murió crucificado? Su muerte en cruz, ¿fue pura casualidad, estaba ya prevista o tiene que ver algo con su forma de vivir? El Credo ya se encarga de decir que fue crucificado “por nuestra causa”, por nuestros pecados, pero nos deja, como quien dice, con los mismos interrogantes. La muerte de Jesús fue horrenda, injusta y despiadada. Fue crucificado precisamente en medio de dos subversivos políticos. El término “lestai” en griego significa eso, subversivos políticos, no que fue crucificado entre dos ladrones vulgares. Fue un asesinato político y religioso. Se lo cargaron los poderes del Imperio romano y los poderes de la religión judaica. Su muerte en cruz es la prueba más descorazonadora de que Dios lo ha abandonado. El propio Jesús clamó dando una gran voz: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mc 15,34). Esta es la única “palabra” que pronunció Jesús en la cruz, según Marcos y Mateo. Aquel hombre, Jesús, se vio sometido al desconcierto total, a la oscuridad y a la duda más aterradora: ¿de verdad lo había abandonado Dios? Porque hasta su experiencia de la paternidad divina queda aquí en entredicho.
Para tratar de solucionar el problema ante aquel desastre se dice que “todo estaba ya escrito”. Fórmula que desde nuestra perspectiva resulta ambigua y hasta escandalosa, porque nos suena a fatalismo. Como si toda la vida de Jesús y su trágico desenlace estuvieran ya diseñados y programados desde toda la eternidad. Según algunos, Jesús no podía sufrir porque gozaba siempre de la visión beatífica divina, pero en la cruz hizo un milagro: ocultó misteriosamente su visión beatífica de Dios… ¡para poder sufrir! Resulta realmente asombrosa y espeluznante esta visión de Jesús y del sufrimiento. La muerte de Jesús no estaba prevista, ni programada. Podemos decir, eso sí, que una posible muerte violenta era incluso altamente previsible. No se desafía impunemente a los poderes establecidos. Sobre todo cuando ese desafío se realiza desde la desnudez de la palabra y desde la solidaridad con los excluidos religiosos y sociales. Jesús fue víctima de su propia manera de vivir, de su enfrentamiento con una religión ritualista y alienante, de su cercanía hacia las personas marginadas. En una palabra, fue víctima de su propia ingenuidad al proponer una sociedad alternativa basada en cosas tan sencillas como el servicio fraternal frente a toda forma de poder y la mesa compartida frente a la riqueza acumuladora.
7º) Jesús resucitó:
No tengo ni idea de lo que esto significa. No es un hecho que se pueda probar ni comprobar no es un milagro. Solo puedo entender algo de manera confusa que Jesús sigue viviendo, es el Gran Viviente, que supera las formas de existencia humana, el tiempo y el espacio, propios de la historia humana. No todo terminó en la cruz. Él tiene razón para seguir viviendo, y creo que sigue vivo, aunque no entiendo sus razones. También admito la posibilidad de que voy a resucitar, es decir, a seguir viviendo de forma misteriosa, enigmática. No entiendo nada de esto, pero tengo la creencia, la sospecha, no la certeza, de que pueda resucitar junto con todos los pobres de la tierra que no gozaron de la vida a la que tenían derecho. Si alguien tiene “derecho” a resucitar son ellos los que principalmente han de resucitar. Me parece que no se puede decir que la injusticia triunfará al final. Tengo muchas dudas de que haya otra vida definitiva que va más allá de esta; a pesar de que él lo ha dicho. Yo me fío de El, confío de tal manera en él y en su mensaje que se con una certeza absoluta que Él no me va a fallar, no que vaya a resucitar. Vivo tranquilo y con mucha paz, aunque tenga muchas dudas. No tengo otros apoyos, vivo en una dura soledad, en una clara pobreza económica, “no tengo donde caerme muerto”, en casi completa desnudez psicológica, tampoco tengo otras seguridades sobre un futuro incierto, ese “más allá”, que traspasa las fronteras de mi existencia terrena. Sólo le tengo a Él, del que me fío y confío plenamente.

¿PERFECTOS?


col depalma

Jesús siempre sorprende con frases inesperadas, excéntricas y hasta contradictorias. Así, por ejemplo, cuando nos invita: “Sean perfectos como el Padre es perfecto”.
¿Perfectos? La perfección no es una virtud deseable en nuestros días. Evidentemente el mundo postmoderno en el que vivimos huye de los perfeccionismos. Y ello resulta muy útil para contrarrestar utopías inalcanzables y deseos impertinentes que no tienen mucho que ver con una concepción ajustada de nosotros mismos. En este sentido, podríamos intentar traducir la perfección desde senderos más equilibrados, en términos de plenitud, de sinceridad, de honestidad y hasta de búsqueda de la verdad. Pero la frase de Jesús continúa curiosamente: “como el Padre es perfecto”.
Si ser perfectos parecía improcedente, ser perfectos como el Padre no parece ser posible para nadie. ¿Cómo es perfecto el Padre? La palabra “como” que vincula la perfección del Padre a la nuestra me ofrece una clave de interpretación comparativa. ¿Cómo y en qué circunstancias podemos ser como el Padre? Las palabras de Jesús tienen mucho de incomprensibles y habría que dejarlas abiertas. Pero ofrezco aquí una posible interpretación que vincula la práctica de acciones de misericordia con una mirada contemplativa.
En clave de bienaventuranzas, el texto que reflexionamos este domingo nos invita a realizar varias acciones concretas que son la parte práctica de esta felicidad: dar a quien nos lo pida, mantenernos firmes, íntegros y con fortaleza cuando nos golpean, acompañar a alguien en su camino…
Pero, tal vez, para que ello no se convierta en mero activismo, Jesús nos ofrece un universo de sentido: nosotros como el Padre. Es decir, nos invita a redescubrir la vinculación profunda con Dios. Hoy, con la fuerza que recobra la espiritualidad y el influjo de la meditación, hablaríamos de abrir nuestra conciencia para vernos a nosotros mismos tal como somos, y entendernos en relación profunda con todos y con Dios. Esto mismo ya lo decía, por ejemplo, santa Clara de Asís cuando invitaba a sus compañeras a mirarse en el “espejo de eternidad”. Esta conciencia transformada puede ser la guía que nos impulsa a las acciones de empatía, de no violencia y de compañía, más allá de arrinconamientos, de victimismos o de desempoderamientos. La perfección, como este entendernos a nosotros mismos desde Dios, se presenta entonces como posibilidad de transitar este mundo de las bienaventuranzas.

Fraternidad y política cuántica

Atrio

ZUGASTIp
Leí el largo e interesante artículo de Vicent Navarro con el que fundamentalmente estoy de acuerdo, aunque en otro momento señalaré algo que creo le falta. Ahora quiero fijarme en un párrafo con el que me siento plenamente identificado y que me parece de una importancia decisiva. Decía:

“Hay que desarrollar culturas de fraternidad entre militantes de opciones políticas distintas. Ya hace años, a petición de los partidos de izquierdas y de los sindicatos en Catalunya, fundé y establecí (junto con otros compañeros y compañeras) la Universidad Progresista de Verano de Catalunya (UPEC por sus siglas en catalán), donde las distintas fuerzas políticas se reunían y discutían, con fines comunes, contribuyendo a crear una cultura de izquierdas. Se necesitan miles y miles de estas instituciones. Hay que erradicar el sectarismo en las izquierdas, la peor patología que han tenido siempre las izquierdas en este país”.

El terrorismo de Occidente


Marco A. Gandásegui h.

La toma de posesión del nuevo presidente norteamericano, Donald Trump, nos enfrenta directamente al nuevo mundo creado por la propaganda de los gobiernos ‘occidentales’ sobre el ‘terrorismo islámico’. Recientemente, el filósofo norteamericano Andre Vltchek respondió a varias preguntas sobre el fenómeno. Es autor del libro Terrorismo occidental. El discurso de Trump sobre el terrorismo es la continuidad de una realidad impuesta por las potencias del occidente europeo, comenzando en España y culminando en Inglaterra y su hija transatlántica, EEUU. ··· Ver noticia ··

Crisis en la Iglesia chilena


Jorge Costadoat, SJ


La Iglesia Católica en Chile pasa por un momento de gran complejidad. Sus dificultades tal vez son mayores a las de los demás Iglesias de América Latina.
Los católicos chilenos disminuyen abruptamente. En veinte años la Iglesia católica chilena ha perdido prácticamente un 1 % de fieles por año. En Chile la identidad católica tiende a disiparse, aun cuando los mejores sentimientos de los chilenos continúan siendo nutridos por el cristianismo. La gente cree en Dios, reza, pero su pertenencia eclesial se licúa, la práctica religiosa siempre ha sido baja y no se ven señales de recuperación. ··· Ver noticia ·

Susan George: “Si impones el neoliberalismo 40 años, el resultado es Donald Trump”


Yago Álvarez


– El Salmón Contracorriente
Con más de 80 años, la presidenta de honor de ATTAC, Susan George, sigue siendo el referente mundial del activismo alterglobalización. Esta estadounidense, afincada en París desde hace décadas, ha sido la abanderada en la lucha contra el TTIP y otros tratados comerciales. No le gusta hablar de conspiraciones ni intentar adivinar el futuro, prefiere trabajar sin descanso por un mundo mejor, ya que, como ella dice, “nuestros enemigos son muy poderosos y no vamos a derrotarlos en un par de meses”. ··· Ver noticia ··

El Gobierno de Daniel Ortega emprende un nuevo acoso contra el padre Ernesto Cardenal


Israel González Espinoza


El poeta y teólogo de la liberación es uno de los críticos más fuertes del régimen de Managua
En 2008 fue víctima junto a otros disidentes sandinistas de una campaña difamatoria del FSLN
Israel González Espinoza, corresponsal de RD en Mangaua, 13 de febrero de 2017 a las 19:53
Los obispos de Nicaragua advierten del “régimen de partido único” tras el paso dado por Ortega
El sandinista Daniel Ortega da un ‘golpe de estado’ y se hace con todo el poder en Nicaragua
Acosta denunció que la millonaria cifra que la justicia nicaragüense exige pagar a Cardenal es una represalia política contra el sacerdote trapense, por sus críticas severas a los desmanes del gobierno de Nicaragua
(corresponsal de RD en Mangaua).- El gobierno de Nicaragua presidido por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo Zambrana reanudó la persecución política contra el poeta y sacerdote Ernesto Cardenal, mediante un edicto judicial publicado el viernes pasado en el diario oficial de la República de Nicaragua, La Gaceta; en la que se le exige al bardo pagar una suma de 17,22 millones de córdobas (medio millón de dólares) en concepto de indemnización por daños, prejuicios e incumplimiento de contrato en favor de Nubia del Socorro Arcia Mayorga. ··· Ver noticia ···

Trump viola la primera virtud de la sociedad mundial

Leonardo Boff


Leonardo Boff2Estados Unidos se ha distinguido siempre por ser un país extremamente hospitalario, pues, con excepción de los pueblos originarios, los indígenas, prácticamente toda la población está compuesta por inmigrantes. Es lo mismo que Brasil adonde vinieron representantes de 60 pueblos diferentes.
El espíritu democrático y el respeto a las diferencias religiosas están consignados en la constitución. Ahora surge un presidente, Donald Trump, que rompe una larga tradición norteamericana: el respeto a las diferencias religiosas, rechazando a la población musulmana, especialmente a la venida de Siria, y la tradicional hospitalidad a todo o tipo de gente que acudía y acude a ese país.


El filósofo Immanuel Kant (+1804) en su último escrito “La paz perpetua” proponía la república mundial (Weltrepublik) basada fundamentalmente en dos principios: la hospitalidad y el respeto a los derechos humanos.
Para él la hospitalidad (usa la expresión latina “die Hospitalität”) es la primera virtud de esta república mundial, porque «todos los humanos están sobre la Tierra y todos, sin excepción, tienen derecho a estar en ella y visitar sus lugares y pueblos; la Tierra pertenece comunitariamente a todos». La hospitalidad es un derecho y un deber de todos.
El segundo principio lo constituyen los derechos humanos que Kant considera «la niña de los ojos de Dios» o «lo más sagrado que Dios puso en la Tierra». Respetarlos hace nacer una comunidad de paz y de seguridad que pone un fin definitivo «a la infame beligerancia».
Pues bien, esta hospitalidad está siendo negada en Europa a miles de refugiados, que escapan de las guerras apoyadas por los occidentales. Esta misma hospitalidad es explicita y conscientemente rechazada por Donald Trump para miles e incluso millones de extranjeros y trabajadores ilegales.
En este contexto vale recordar uno de los mitos más bellos de la cultura griega, la hospitalidad ofrecida por un matrimonio anciano – Filemón y Baucis – a dos divinidades: Júpiter, el dios supremo y su acompañante el dios Hermes.
Cuenta el mito que Júpiter y Hermes se disfrazaron de andariegos miserables para probar cuánta hospitalidad quedaba en la Tierra. En los lugares por los que pasaban eran rechazados por todos.
Pero un atardecer, muertos de hambre y de cansancio, fueron calurosamente acogidos por esta pareja de viejitos que les lavaron los pies, les ofrecieron comida y su cama para dormir. Tales gestos de hospitalidad conmovieron a los dioses.
Cuando se estaban preparando para reposar, quitándose sus harapos, decidieron revelar su verdadera naturaleza divina. En un abrir y cerrar de ojos transformaron la mísera choza en un espléndido templo. Espantados, los buenos viejitos se postraron hasta el suelo en reverencia.
Las divinidades les dijeron que hiciesen una petición que sería prontamente atendida. Como si lo hubiesen acordado previamente, Filemón y Baucis dijeron que querían continuar en el templo recibiendo a los peregrinos y que al final de la vida, los dos, después de tan largo amor, pudiesen morir juntos.
Y fueron atendidos. Un día, cuando estaban sentados en el atrio, esperando a los peregrinos, de repente Filemon vió que el cuerpo de Baucis se revestía de follaje florecido y que el cuerpo de Filemón también se cubría de hojas verdes.
Apenas pudieron decirse adiós uno a otro. Filemón fue transformado en un enorme carbayo y Baucis en un frondoso tilo. Las copas y las ramas se entrelazaron en lo alto. Y así abrazados quedaron unidos para siempre. Los viejos de aquella región, hoy en el norte de Turquía, repiten siempre la lección: quien hospeda a forasteros, hospeda a Dios.
La hospitalidad es un test para ver cuánto humanismo, compasión y solidaridad existen en una sociedad. Detrás de cada refugiado para Europa y de cada inmigrante para USA hay un océano de sufrimiento y de angustia y también de esperanza de días mejores. El rechazo es particularmente humillante, pues les da la impresión de que no valen nada, de que ni siquiera son considerados humanos.
Los refugiados van a Europa porque los europeos estuvieron antes durante dos siglos en sus países, asumiendo el poder, imponiéndoles costumbres diferentes y explotando sus riquezas. Ahora que están tan necesitados, son simplemente rechazados.
Vale la pena rescatar el valor y la urgencia de la hospitalidad, presente como algo sagrado en todas las culturas humanas. Tenemos que reinventarnos como seres hospitalarios para estar a la altura de los millones de refugiados e inmigrantes en el mundo entero.
*Leonardo Boff es articulista del JB online y escribió: La hospitalidad: derecho y deber de todos, Sal Terrae 2005.

Traducción de Mª José Gavito Milano