FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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martes, 18 de septiembre de 2018

Reflexiones. Barcos sin honra

Rosa Sánchez de Medina Contreras
Redes Cristianas
Tengo los pensamientos enmarañados; he pasado una mala noche. El informativo de ayer en la televisión local y la contestación de un hombre a la pregunta sobre el tema de las corbetas me quitaron el sueño.
Esta mañana he escuchado al bombero bilbaíno que se negó a trabajar en el transporte de armas para Arabia Saudí y también la canción “Solo le pido a Dios”. Porque estoy triste y necesito alimentar la esperanza.
Al igual que Javier, voy a intentar escribir estos pensamientos, intuiciones, deseo, dudas, preocupaciones…para aclararme un poco y, a lo mejor, para compartir con algunas personas. Ojalá todo entre en esta búsqueda de la paz “por la que no callaré”.
– Una de las cosas que pienso en estos momentos – como en otros de cierta similitud – es que nos llevan a un pretendido dilema entre “comer” aquí o “enviar armas” allí. Así, simplemente. Pienso que es un planteamiento absolutamente plano.
Parece como si la única manera de seguir comiendo sea la de aceptar tragar con todo, aunque sea criminal su fin.
¿Por qué nos llevan al final? ¿Por qué no hay otros trabajos? ¿Es que Navantia no puede fabricar otras cosas? ¿Por qué la clase política no trabaja para ello incansablemente? ¿Por qué no se oye a quienes ofrecen otras alternativas?
– Las cosas vienen de muy arriba. Yo no acepto que el fin de estos trabajos sea “el dar trabajo” en Cádiz. Hay unos intereses muy superiores, muy a altísimo nivel. Que no nos engañen. ¿No nos
horripilan las fotos de reyes y ministros y ministras dándose la mano con los jeques? ¿No es suficiente comprobar cómo los grandes partidos (de mayorías, no de grandeza de ética) niegan investigar las cuentas y relaciones comerciales de Juan Carlos? ¿Qué intentan tapar de las declaraciones de una tal Corina? ¿Por qué no nos preguntamos por qué se eligió a un ministro relacionado directamente con el armamentismo? ¿Por qué son opacas las cuentas del Ministerio de Defensa? ¿Por qué aumentan y aumentan sus gastos cuando hay tantas necesidades sociales?
El hombre de anoche decía en un tono – para mí – horripilante que si no se hacían aquí las corbetas se harían en otro lado y que ¡primero nosotros! Pues resulta que en parte sí pero en otra parte no, como en Alemania o en Suecia. Allí no los van a hacer. Hay un mandato expreso en le Unión Europea de no vender armas a Arabia Saudí.
Temo al “nosotros” excluyente.
– En las leyes españolas hay una cláusula para no vender de armas si se sospecha que puedan emplearse contra la población civil. Pero ¿quién controla ese comercio o ese uso? ¿Es que son militares losniños y niñas a los que les explotó una bomba cuando venían de excursión escolar y murieron? ¿Y los que celebraban su boda? ¿Y quienes acompañaban en un entierro? ¿Y……? Solo hay que buscar las noticias, ahondar, investigar por otros medios y no quedarnos en la superficie y la manipulación de las grandes cadenas. Todas al servicio del poder, no nos engañemos.
– Como de pasada, en algunos medios se habla de que ONG s alertan sobre estos crímenes. Me suena como si se tratara de algo marginal
“Las ONGs…”, “Algunas oNGs”… Pues resulta que las oNGs están formadas por muchas personas (muchas muy formadas en los temas que tratan) que son trabajadores y trabajadoras, gente normal que no se limita a sus propios y caseros problemas sino que también les preocupa el mundo y sienten que “La indiferencia nos hace cómplices”.
– Tampoco los medios nos hablan del Yemen. ¿Por dónde queda?
¿Qué ocurre allí? ¿Qué tiene que ver Arabia Saudí en esa masacre de civiles? No son ni siquiera – como decía el gobierno norteamericano en la guerra del Golfo – “daños colaterales”. No,
Arabia Saudí, quienes mandan allí, reconocen que era necesario, que está justificado, vaya.
– Marc Gasol, lleno de estupor al vivir en directo el rescate de personas migrantes que pudieron salvar y otras ya fallecidas decía cómo cada una de ellas era muy importante, única, para otras
personas. ¿Acaso nos parece que no sufren como nosotros sus familiares, sus amigos?
Cuando se tiene cerca la muerte de un hermano, de un sobrino, de una amiga podemos entenderlo mejor.
– En mis clases, al tratar sobre el lenguaje de los medios de comunicación, siguiendo lo que yo había aprendido, les decía a mis alumnos, a mis alumnas, que uno de los rasgos que una noticia debe tener para ser ¡eso! noticia, era la proximidad. El hecho de que algo nos sea próximo le da más interés a la noticia.
Cuando fueron pasando los años y los cursos, iba reflexionando en las clases cómo este rasgo de la proximidad ahora era distinto. Ya todo nos es próximo gracias a los medios de comunicación tan rápidos y potentes. Asistimos en directo a hechos que suceden en Santiago de Chile o en El Líbano.
Pero ¿Es cierto esto?
Ya no puedo dialogarlo en las clases. Ahora me lo pregunto
Reflexiono: ¿Acaso no elegimos – o nos eligen – lo próximo, lo que nos afecta?
¿Por qué el pequeño Ayllan parecía sobrecoger al mundo cuando hay millones de niños y niñas que continuamente mueren en medio del mar de agua salada y del mar de las guerras?
¿Por qué nos importan tanto los que creemos “nuestros”? ¿No nos son próximos los de Yemen? (Próximo/ Prójimo). ¿No los vemos?
¿No nos lo acercan los medios? ¿No queremos verlos?
Aquello de “ojos que no ven, corazón que no siente” ya no vale.
Porque somos testigos de la masacre.
– ¿Se fabricarían armas que pudieran destruir a “nuestros niños y niñas” o a “niños y niñas de Europa”?
Me resulta doloroso comprobar la hipocresía, los funerales de estado que se hacen ante acontecimientos “nuestros” y el olvido ante las vulneraciones de los Derechos Humanos en otros puntos de la tierra.
Pero es que, pienso como Greenpeace, la guerra empieza aquí. Es que mientras no luchemos por otro mundo posible somos cómplices del mundo actual.
– He visto muchas veces – seguro que con la mejor intención – cómo en el Día Escolar de la paz y la No violencia, o en la Semana por el mismo tema se cambia lo de “la paz” por la “solidaridad”.
Aunque creo que la auténtica solidaridad se besa con la paz, siempre he querido en mis años de enseñante que quedara clara la intención de esa celebración.
La paz, el desarme, otro tipo de industrias, de comercio… que son la raíz del problema.
– Empecé mi trayectoria de profesora en un colegio concertado del centro de Sevilla en el que creamos “El grupo social permanente”.
Fue muy interesante el trabajo conjunto con otro centro de la Barriada Murillo (Las llamadas Tres mil viviendas”). Hubo también algo puntual de colaboración cuando salió aquel “Barco del arroz” para Etiopía gracias a la solidaridad de la ciudad. Creo que el trabajo estaba bien orientado y lo vivíamos – profes y alumnado – con verdadera pasión.
Pero una gran amiga, con inmenso respeto, al comentar estas acciones me dijo algo así como que la causa de la injusticia era la violencia. Ahí había que ir. Ella pertenecía a un grupo de pacifistas de reflexión y acción.
No se me ha olvidado. La paz. La paz.
– Hace muy poco, otro gran amigo de la asociación “Acoge”, al comentar sobre las personas migrantes, me decía que mientras no cambie el sistema en el que estamos metidos de armamentismo, de guerras y de comercio injusto, las personas seguirán llegando y solicitando el primer derecho humano, el de la vida.
Son tan bonitos los críos pequeños…
Veo el deleite de mis amigas-abuelas, las fotos, las mil fotos de bebés que me enseñan. Me resuena “Lo que hagáis con estos niños conmigo lo hacéis”.
Y me quedo en silencio.
Me sigue resonando el “Solo le pido a Dios”.
Y me siento unida a las voces que claman por la paz.
Septiembre 2018

Obispo Juan Luis Ysern: “Labores urgentes para una Iglesia encallada: Opción por los pobres, desclericalización y laicado”


“HAY FACILIDAD PARA MANTENER ACTITUDES DE PODER EN EL CLERICALISMO, ESTO PUEDE ATRAER ABUSADORES”
“En Chile el primer paso ya fue dado por el Papa; ahora lo que tenemos que hacer es recoger el testigo”
La voz siempre lúcida y profética del obispo emérito de Ancud, Juan Luis Ysern, señala las “labores urgentes para una Iglesia encallada: “Opción por los pobres, desclaricalización y presencia activa del laicado”. Otra condición urgente para acabar con la plaga de la pederastia es, a su juicio, un cambio de institucionalidad, para poner fin al clericalismo.
··· Ver noticia

Los sacerdotes australianos piden al Papa que el celibato sea opcional


Cameron Doody

CelibatoPara que la Iglesia se haga “nueva, más humilde, y más compasiva”
“Es una petición que no viene solo de los curas, sino también del pueblo”
Si la Conferencia Episcopal australiana dijera al Papa Francisco que tenemos muchas comunidades remotas a las que se les deniega la eucaristía, [y que] nos gustaría tener la oportunidad de ordenar a hombres casados aptos, creemos que diría que sí
“Esperamos que los obispos escuchen a los curas y al pueblo, porque ya no hay vuelta atrás”. Los sacerdotes australianos han pedido a los prelados del país poner sobre la mesa el celibato sacerdotal opcional.··· Ver noticia

Un problema nunca resuelto: el sufrimiento de los inocentes

Leonardo Boff

Leonardo Boff2Siguiendo de cerca la creciente violencia en Brasil y las verdaderas masacres de indígenas y de pobres en las periferias y más aún, viajando recientemente por América Central, quedé impresionado en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y otros países de la región por los relatos de masacres ocurridas en el tiempo de las dictaduras militares, masacres de pueblos enteros, de catequistas o de campesinos que tenían la Biblia en casa. Lo que hubo entre nosotros, en Argentina y en Chile durante el tiempo asesino bajo la égida de las fuerzas militares es también para aterrorizarse.
En la actualidad, dada la crisis económico-financiera hay millones de personas que pasan hambre, niños hambrientos muriendo y gente en la calle pidiendo centavos para comer cualquier cosa. Pero lo que más duele es el sufrimiento de los inocentes. También el de los millones de pobres y miserables que sufren las consecuencias de políticas económicas y financieras sobre las que no tienen ninguna influencia. Son víctimas inocentes, cuyo grito de dolor sube al cielo. Dicen las Escrituras del Primer y del Segundo Testamento que Dios escucha sus gritos. Uno de los profetas llega a decir que las blasfemias que profieren por causa del dolor, Dios las escucha como súplicas.
En este momento hay un manto de dolor que cubre todo nuestro país, con alguna esperanza de que las elecciones nos traigan líderes cuyas políticas sociales hagan al pueblo sufrir menos o no sufrir más y hasta volver a sonreír. ¡Cuánto se agradecería!
Pero el sufrimiento de los inocentes es un eterno problema para la filosofía y sobre todo para la teología. Seremos sinceros: hasta hoy no hemos identificado ninguna respuesta satisfactoria por más que grandes nombres, desde Agustín, Tomás de Aquino, Leibniz hasta Gustavo Gutiérrez entre nosotros, intentaran elaborar una teodicea, es decir un esfuerzo para no ligar a Dios al sufrimiento humano. La culpa estaría sólo de nuestra parte. Pero en vano, pues el sufrimiento continúa y la pregunta sigue sin tener respuesta.
Tal vez la cuestión, siempre replanteada después por los grandes pensadores como Russel, Toynbee y otros, fue formulada en primer lugar por Epicuro (341-270 aC) y recogida por Lactancio, cristiano y consejero de Constantino (240-320 aC), en su tratado sobre La ira de Dios. La cuestión se plantea así: O Dios quiere eliminar el mal pero no puede, deja de ser omnipotente y ya no es Dios. O Dios puede suprimir el mal y no quiere, entonces no es bueno, deja de ser Dios y se transforma en un demonio. En ambos casos permanece la pregunta: ¿de dónde viene el mal?
El judeo-cristianismo responde que viene del pecado humano (original o no) y nosotros somos los causantes de Auschwizt y de Ayachucho y de las grandes masacres de los colonizadores ibéricos en el nuevo Continente. Pero la respuesta no convence. Si Dios predijo el pecado y no creó condiciones para evitarlo es señal de que no es bueno. Pero si hizo todo lo posible para evitar el pecado y no lo consiguió, entonces es prueba de que no es omnipotente. En ambos casos no sería Dios.
Y así caemos en la misma cuestión de Epicuro. Las teólogas eco-feministas critican esa formulación entre impotencia y falta de bondad como patriarcal y machista, pues tales atributos de omnipotencia y bondad serían atributos masculinos. Lo femenino siente y piensa diferente, más en la línea de los profetas y de Jesús. Estos criticaban una religión sacrificial en nombre de la misericordia: “quiero misericordia y no sacrificios” suena en su boca. La mujer está ligada a la vida, a la misericordia con quien sufre y sabe mejor identificarse con las víctimas.
Se argumenta entonces: Dios es tan bueno y omnipotente que puede renunciar a tales prerrogativas (deja de ser el “Dios” de las religiones convencionales) y se hace él mismo un sufriente, va al exilio con el pueblo, es perseguido y por fin es crucificado en su Hijo Jesús. Comentaba D. Bonhöffer, el teólogo que participó en el atentado contra Hitler y fue ahorcado: “Sólo un Dios sufriente nos puede ayudar”.
Si no tenemos respuesta al mal, sólo sabemos ahora que nunca estamos solos en el sufrimiento. Dios sufre con nosotros. Lo terrible del sufrimiento es la soledad, la mano que se niega a ponerse en el hombro, la palabra consoladora que falta. Ahí el sufrimiento es total.
No hay respuesta para el sufrimiento de los inocentes ni para el mal. Si la hubiera, el sufrimiento y el mal desaparecerían. Pero siguen ahí haciendo su obra perversa. ¿Quién nos salvará? San Pablo, confiado, responde: “sólo por la esperanza seremos salvados”. ¡Pero como tarda en realizarse esta esperanza!
*Leonardo Boff es teólogo y ha escrito Pasión de Cristo-pasión del mundo, Vozes, 7ª edición, 2012.

Traducción de Mª José Gavito Milano