FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

miércoles, 26 de octubre de 2022

Francisco: la paz es un grito que merece ser escuchado

 


Adriana Masotti – Ciudad del Vaticano

Vatican News

papa47

El Papa participó por la tarde en el Coliseo en el encuentro de religiones promovido por la Comunidad de San Egidio, firmando un llamamiento común: no nos resignemos a la guerra, que los gobernantes se inclinen a escuchar con seriedad y respeto las aspiraciones de reconciliación de sus pueblos. La guerra es la madre de todas las pobrezas
… Ver noticia …

Castillo: “Para ser apóstoles del Evangelio hay que pasar por el despojo de los bienes y de uno mismo”

 


Teología sin censura

Castillo2

“El Evangelio no es solamente una ‘teoría’, sino además de eso – y sobre todo – es una ‘forma de vida'”
“Los que lo abandonaron todo (casa, familia, trabajo, dinero… todo lo que tenía cada cual) y se fueron con Jesús, a vivir con él y como él vivía, ésos fueron los que aprendieron la Cristología que enseña el Evangelio”
… Ver noticia …

José Mª Castillo: «Declive de la religión y futuro del Evangelio»

 

 
Grupo Cristiano de Reflexión- Acción de la Bahía de Cádiz

Eclesalia

Castillo2

El próximo día 27 de octubre, a las 18:30 h, el teólogo José María Castillo impartirá una videoconferencia con el título «Declive de la religión y futuro del Evangelio«, en la que podrá participar todo el que lo desee. Solo hay que llamar al número de teléfono 642889953 o escribir al correo ateneosocioculturalandalu@gmail.com, solicitando el enlace para la asistencia.
… Ver noticia …

El Gobierno ordena a la Macarena el traslado “a la mayor brevedad” de los restos del golpista Queipo de Llano

 



La Secretaría de Estado de Memoria Democrática, que también urge al traslado del general Bohórquez, envía una carta al hermano mayor de la Hermandad a la que ha tenido acceso elDiario.es para que proceda a la exhumación en cumplimiento de la nueva ley, que prohíbe la permanencia en lugares públicos de los dirigentes del golpe militar de 1936
… Ver noticia …

Tamayo: “La jerarquía católica ha usurpado espacios comunes”


Religión Digital

Tamayo4

No hay iglesia sin pueblo’ abre el simposio organizado por Redes Cristianas
“La Iglesia va en dirección contraria y traiciona al cristianismo y se ha convertido en voraz usurpadora de bienes del pueblo”, subrayó en relación con el escándalo de las inmatriculaciones, que ha permitido a los prelados inscribir a su nombre más de 100.000 fincas, cementerios, plazas, templos y monumentos del patrimonio histórico
… Ver noticia …

Francisco se reúne con Macron: 55 minutos con la paz como protagonista

 


Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano

Vatican News

Papa56

El presidente francés, que se encuentra en Roma para participar en el evento de la Comunidad de Sant’Egidio “El grito de la paz”, fue recibido por tercera vez por el Pontífice en el Palacio Apostólico junto a su esposa Brigitte. Reuniones con el Cardenal Parolin y Monseñor Gallagher. Mañana el jefe del Elíseo estará en el Coliseo para rezar con los líderes de las religiones del mundo
… Ver noticia …

Humanización del trabajo en la era de la “esclavitud digital”

 

Raúl Allain

Redes Cristianas

Uno de los temas que como sociólogo vengo investigando es el trabajo en la era posmoderna actual y las tecnologías de información. El trabajo “remoto” impone también sus propios condicionamientos, y asistimos a una especie de nueva revolución industrial, donde la opresión –a trabajadores despersonalizados y consumidores compulsivos– ya no se ejerce en las fábricas sino desde la Internet, apelando incluso a sofisticadas técnicas psicológicas y neuromarketing.

Se aprecia modalidades de esclavitud laboral digital, frente a la ausencia o precariedad de un nuevo “Derecho laboral digital”. Las empresas digitales, incluso los Estados cada día están más centrados en buscar la digitalización de todos sus procesos y estamentos.
Al respecto, el peruano Dr. Mirko Maldonado-Meléndez –doctor en derecho por la Universidad del País Vasco y experto en derecho digital– reflexiona sobre la necesidad de la “digitalización de la administración pública”, advirtiendo que esta requiere “una dosis de reserva de humanidad en favor del ciudadano y la necesidad de que los poderes públicos pongan en debate la eventual creación de una carta de derechos digitales que asegure incluso el derecho a no ser digital” (https://tinyurl.com/y2tdcra8).

Pero el tema viene desde hace décadas. El escritor y filósofo Aldous Huxley (1894-1963) propuso hace medio siglo: “La esencia de la coerción psicológica consiste en que aquellos que actúan bajo su efecto tienen la impresión de que están actuando por iniciativa propia. La víctima de la manipulación mental no sabe que es víctima. Las rejas de su prisión le son invisibles, y cree que es libre. El hecho de que no es libre, solo es aparente para los demás. Su esclavitud es estrictamente objetiva”.

Así como propongo, actualmente con la llegada de la denominada “era de las frecuencias”, se está desarrollando la manipulación directa de los procesos cerebrales por intermedio de la tecnología electromagnética y el uso del espectro de las frecuencias con un fin determinado.

La perversa aplicación de las nuevas tecnologías está engendrando nuevas formas de esclavitud digital, que son parte del engranaje económico y generan nuevos modos de producción y mecanismos de adaptación social cada vez más virtuales.
El factor decisivo para la perpetuación de un sistema basado en el sometimiento objetivo, ha sido y sigue siendo el acondicionamiento subjetivo, es decir el control mental. Nada más eficaz para el sistema de trabajo que su autorreproducción en la psiquis y la mente de quienes lo sustentan con su fuerza de trabajo y “el sudor de sus frentes”, es decir, con la energía de sus propias vidas.

En este sentido, los trabajadores consumidores modernos, bajo los dictámenes del mercado laboral y del consumismo digital, son conducidos en la totalidad de sus vidas por una especie de “control remoto” y lejos de reconocer y romper su determinación ajena, constituyen sin duda y “ocultos a plena vista”, la nueva esclavitud del siglo XXI.

Parece que la esclavización de la mente y por ende del comportamiento del ser humano alcanza niveles irreversibles, a causa de la doblegación mental y corporal que actúa sin misericordia sobre sus víctimas para evitar que estas se rebelen contra un orden social intrínsecamente inhumano y explotador.

Quienes cuestionamos estos modos de esclavitud, seguiremos luchando en pos de la formación de una conciencia global que contrarreste y acabe con todas formas de explotación económica, opresión política, discriminación social y alienación humana.

Desde la “revolución industrial” en el siglo XIX, tenemos ahora un panorama de un nuevo “maquinismo” mediante la digitalización de los procesos productivos y virtualización del trabajo. Desde un enfoque sociológico, observamos que la mayoría de empresas e instituciones públicas y privadas no están utilizando adecuadamente los sistemas de gestión de personas, tradicionalmente denominados “recursos humanos”. Desde que se concibió la administración científica, se han hecho esfuerzos por optimizar los medios (tecnología, recursos económicos, materias primas, información y personas) en aras de alcanzar unos fines económicos.

Las empresas que desean consolidarse a través del tiempo no solamente necesitan contar con capital económico, sistemas de producción, comercialización y tecnología. La base para el éxito de una empresa es la persona humana, es decir: trabajadores (en primer lugar), colaboradores, socios, así como también el entorno social inmediato y todas las personas vinculadas con el gobierno local, proveedores y clientes.

Se requiere un estudio integral de lo que significa realmente “Dirección de personas” y su aplicación concreta en el desarrollo de sistemas de recursos humanos, detallando cómo se aplica, cómo se evalúan los resultados y que aspectos son más significativos: ¿el salario?, ¿el cumplimiento de contratos y leyes estatales?, ¿la capacitación?, ¿el clima laboral?, ¿la interacción con las familias?
Es necesario que las empresas en el Perú asimilen y desarrollen parámetros de modernidad, estableciendo líneas de gerencia de personal acordes con los tiempos actuales para enfocarse en desarrollar al máximo las capacidades humanas de los trabajadores, de motivarlos a mejorar sus talentos.

De acuerdo a los enfoques modernos (Romero, 1998; Caicedo, 2000), “se asume como gestión empresarial la forma de regulación del comportamiento de una colectividad social, que cuenta con recursos limitados, los cuales deben ser utilizados para el logro de unos objetivos que deben ser compartidos en su finalidad última”.

El trabajo directivo debe tener una finalidad. La gestión no existe por sí misma, ya que es el resultado de la interacción de múltiples factores, los cuales van construyendo un sistema de relaciones humanas, de manejo, de proyección y de visión de su vida cotidiana y de su futuro. De la gestión empresarial se obtienen objetivos y decisiones; los primeros orientan y guían la acción colectiva y las segundas seleccionan las combinaciones e interacciones que son necesarias para cumplir dichas metas (Caicedo, 2000).

No solamente se requiere que los trabajadores tengan una motivación externa (sueldo, salario, incentivos monetarios) sino que deben tener la oportunidad de desarrollar sus capacidades y talentos, deben ser capacitados permanentemente, deben identificarse con los objetivos institucionales de las empresas donde laboran, porque son la base de la organización. Y esto tendrá un impacto en la calidad del desempeño de la empresa.

(*) Escritor, sociólogo y analista político. Consultor Internacional en Derechos Humanos para la Asociación de Víctimas de Acoso Organizado y Tortura Electrónica (VIACTEC).

Javier Elzo: “Como decía Christian Duquoc, ‘una fe que no duda es una fe dudosa'”

 


Religión Digital

La religión desde las ciencias humanas. Tras una lectura de Hans Joas, pensando en la sociedad actual
“Uno de los objetivos de este libro es el de analizar la posibilidad de una ciencia de las religiones”
“Hans Joas es un eminente sociólogo de las religiones y cristiano comprometido, nacido en Baviera, quien ofrece en sus trabajos una sólida reflexión sobre la secularización y las posibilidades futuras del cristianismo en el siglo XXI”
… Ver noticia …

Al pan, pan y al vino, vino

 


Manu Andueza

Cristianismo y Justicia

Dicen que el refranero popular está lleno de sabiduría. Y en efecto, así es. Nos ayuda a recordar la historia y lo aprendido en ella. Nos permite educar ese sentido común tan poco común en muchas ocasiones.
Es por eso que recupero el refrán que da título a este artículo. En él se nos invita a llamar a las cosas por su nombre y a recordarlas tal como son. Esto tan evidente y tan difícil en nuestro tiempo.
… Ver noticia …

La relatora especial de la ONU denuncia ‘prácticas de apartheid’ y pidió ‘desmantelar la ocupación colonial de Israel’

 


palestinalibre

Palestina

La Relatora Especial Francesca Albanese también denuncia que niños de tan solo 12 años han sido víctimas de arrestos y detenciones arbitrarias; estimando que entre 500 y 700 menores son arrestados por el régimen israelí cada año. Albanese señaló además el cierre de oenegés palestinas de derechos humanos por parte de las fuerzas israelíes en la ocupada Cisjordania en agosto pasado, y calificó la medida de abuso de la legislación antiterrorista.
… Ver noticia …

LA LIBERTAD “RELIGIOSA”

fe adulta

col patuel

 

El título es ambivalente, por eso pongo religiosa entre comillas. No es el objetivo del artículo la religiosidad, pero sí tenerla en consideración por el evento que tuvo lugar hace sesenta años. El 11 de octubre de 1962 fue el inicio del Concilio Vaticano II (CV.II). Fue un acontecimiento, en ese momento, de gran empuje y envergadura en la cultura de cristiandad, a pesar de la crisis que ya existía e iba emergiendo con fuerza. Un evento mundial y con gran eco en aquel momento. Concluyó en diciembre de 1965. Ciertamente, sobre todo a nivel del mundo occidental, las generaciones a partir de los 60 años pueden recordarlo. El concilio se reunió en la basílica de San Pedro de Roma durante cuatro períodos (o sesiones). Y un tiempo muy importante era el de entre sesiones, que daba a la curia y a los grupos minoritarios, la posibilidad de deshacer lo que hacía el Concilio. No pudieron hacerlo del todo, pero se notó en algunos textos y durante el pontificado posterior del jefe de la minoría opuesta: El cardenal polaco Woytila, hoy San Juan Pablo II.

Y por eso hoy ha sido necesario un documento para continuar la labor de cambio o transformación iniciada por el Concilio: Praedicate Evangelium. O reflexionar sobre las últimas frases del mes de junio del Papa Francisco: “El Concilio que más recuerdan algunos pastores es el de Trento. Y no lo digo en broma” y añade: "La restauración ha llegado a tal punto que ha querido amordazar el concilio". "Hay ideas, comportamientos que provienen de una restauración que no aceptó el Concilio". En este encuentro decía también: “Es muy difícil ver una renovación espiritual utilizando esquemas muy anticuados. El problema es precisamente que, en algunos contextos, el Concilio todavía no ha sido aceptado. También es cierto que un concilio tarda un siglo en echar raíces. Por tanto, todavía nos quedan cuarenta años para hacerlo”.

Y este reto se notó y se remarcó en la tensión de la segunda sesión del CV.II (Septiembre-Diciembre de 1963) al presentar el documento “Dignitatis humanae” (La dignidad del ser humano) donde se pide de forma clara y contundente la libertad religiosa. Es decir que se tenía en cuenta todas las demás religiones, como portadoras de libertad o salvación.

Esto, que entonces se veía tan claro, en aquel momento una minoría importante se opuso. Uno de los protagonistas fue el episcopado español con otros obispos. Ponía en juego el “nacional.catolicismo”, un aspecto que todavía sigue predominando, tanto implícita como explícitamente, en la actualidad.

 Y esa libertad religiosa no existe actualmente en pleno S.XXI: Los cristianos son perseguidos. Como botón de muestra, cito sólo Nicaragua, Corea del Sur y la indiferencia en la cultura emergente en el mundo occidental y extendida por todo el globo: El paradigma económico.cientifico.tecnócrata.

Pero la cuestión ya no es esa, en mi opinión. El nuevo paradigma utiliza la información o la infocracia para quitar implícitamente la libertad no “religiosa”, sino humana. Ni el derecho a expresarse ni el deber de exponer la verdad se tienen en cuenta. El mundo de los algoritmos o la Inteligencia Artificial o el datismo se imponen como medios de expresión, que tiene como punto de partida los enjambres o núcleos colectivos, no la individualidad, quedándose en las formas superficiales donde los fake news, los puros eventos o la fotografía son la “verdad”. Y la mentira cuanto mayor y más repetitiva es, se convierte en “una” verdad en creer que los poderes visibles políticos la creen o los poderes fácticos profundos la manejan. Cito del diario “Monde Diplomatique”, de septiembre de 2022. Título del artículo: “Un voluptuoso lavado de cerebro”. Y comienza así. “El presidente ucraniano Volodomir Zelenski es el redactor jefe de la mayoría de medios de comunicación occidentales. Sus vídeos diarios marcan la pauta, sobre temas y anatemas los reproducen en las horas siguientes”. Y otros medios que crean opinión y no dan información.

Y más aún, cualquier pensamiento que no esté de acuerdo con el poder de cualquier tipo, se considera no sólo disidente, sino que va contra la ley de prensa... dicho de otra forma: El poder no tiene ética. O como dice el fiscal del film “La conspiración” (2010) al joven abogado: “En tiempos de guerra no hay leyes”. Y fabricar “guerras” (hay de muchos tipos) en la mente de los poderes no es nada difícil. Es necesario mirar a nuestros entornos críticamente.

Si en el CV.II hubo una minoría, que no llegó a imponerse, (en contra del documento 70 votos en contra y 2308 en pro), una realidad posterior histórica va negando la libertad. Y hoy, con el nuevo paradigma, presentándolo como humanizante una minoría está prohibiendo, manipulando y gestionando que la verdad no emerja. Y quienes defienden la verdad se convierten en “disidentes”: muertos, prisioneros, o condenados al silencio. Para poder profundizar, indico el libro último de Byung-Chul, Han: La infocracia (2022). Una grave consecuencia de la digitalización es no sólo la crisis de la democracia, sino la restauración de poderes totalitarios y el retorno a nuevas esclavitudes, fruto de “la libertad en los usos de los dispositivos electrónicos y digitales”.

 Nos queda mucho para informarnos, a reflexionar y decidir desde nuestro m2 si queremos ser libres, con la capacidad crítica personal. Una situación delicada y compleja a nivel global.

PAGOLA POR PAGOLA: UNA INTERESANTE CONVERSACIÓN, UNA SOBRIA Y CONTENIDA NARRACIÓN

religión digital

col jesus mart

A finales del pasado mes de junio se presentó en Madrid el libro-entrevista que, firmado por su sobrino, Juan Ignacio Pagola, narra algunos de los pasajes de la vida del teólogo donostiarra más leído y traducido estas últimas décadas: “José Antonio Pagola. Un creyente apasionado por Jesús”.

Quien se adentre en su lectura se va a encontrar con una interesante conversación, escrita con la empatía que, aún hoy, se le sigue negando en no pocos sectores de la Iglesia y de la sociedad civil. Entiendo, a diferencia de estas personas, que dicha empatía es exigible a quien busque comprender cualquier aporte, sea el del teólogo nacido en el barrio donostiarra de Añorga o el de otro autor. Y, de manera particular, a quien pretenda criticar -con la intención de prolongar y, si fuera el caso, superar- la contribución que funda y explica la vida a la que se refiere el texto al que me refiero en estas líneas.

Adentrado en su lectura, me encuentro, después de la presentación del entrevistador, con una sobria y contenida narración de multitud de encuentros y desencuentros. Son cinco los que, sobre todo, me llaman la atención.

El primero, la experiencia de acercamiento a la persona del Nazareno que vivió junto al lago de Galilea, entre el 15 de mayo y el 15 de junio de 1966: “nada, confiesa a su sobrino, habría sido igual sin aquella experiencia de Jesús”. Lo allí experimentado marcó para bien y para siempre mi vida. Pero este encuentro fue posible gracias a que conté con una magnífica iniciadora a la fe: mi madre. Tu abuela, le confiesa, “sin haber leído nunca directamente el Evangelio, me enseñó a vivir con espíritu evangélico”. He aquí el segundo de los encuentros.

Durante su tiempo de formación en Roma asistió a la celebración del concilio Vaticano II (1962-1965). Fue entonces cuando, identificándose con su espíritu evangelizador, se percató de la necesidad de renovar la Iglesia, una tarea a la que dedicará una parte muy importante de su existencia: si, alguna vez, la institución eclesial no llevara a Jesús, confiesa en diferentes ocasiones, “sería una Iglesia muerta”.

Este articulado convencimiento de pasión por Jesús y renovación de la Iglesia ha presidido mi vida como profesor de teología, rector del seminario mayor de S. Sebastián y vicario general de la diócesis. Y explica que no me haya “preocupado tanto de conservar las tradiciones cuanto de abrir camino a todo lo que podía contribuir a su renovación”.

Fui invitado a embarcarme en esta aventura -llena de muchos encuentros y de no menos desencuentros, tanto eclesiales como sociales- por D. José María Setién, una persona a la que, a pesar de su aparente frialdad, nunca sentí distante y en la que admiré su honestidad, su fe, su humildad, su responsabilidad y su entrega total. Con él también compartí su pasión por pacificar el País Vasco denunciando tanto la violencia terrorista de ETA como la que ejercía el Estado y sin dejar de atender, por ello, a las legítimas reclamaciones de los derechos que se demandaban.

La publicación de “Jesús. Aproximación histórica” es el cuarto capítulo de encuentros y desencuentros. Quien se adentre en este pasaje de su vida descubrirá unas interesantes páginas, narradas sin acritud, con un enorme amor a la Iglesia y hasta con una inusitada comprensión para con sus denunciantes y detractores. Y, además, tendrá la oportunidad de conocer los entresijos de un estúpido hostigamiento, que duró casi cinco años, y contar con un magnífico hilo conductor de todo el “affaire”.

Merecen ser traídas a colación, entre otras, las líneas escritas al respecto por José Ignacio González Faus en las que el teólogo valenciano fija lo que denomina “el intríngulis de la cuestión” que sigue provocando, todavía en nuestros días, la continuada reimpresión y lectura de este magnífico texto: los críticos de Pagola, “sin darse cuenta, proyectan en Jesús la idea prefabricada que ellos ya tienen de Dios... La manera de proceder tendría que ser al revés: Jesús es así; Jesús es Dios, luego Dios es de esta y de esta manera. Que es como ha procedido Pagola. Una investigación histórica nos acerca al hombre Jesús. Nada más. A partir de aquí, si creemos que Jesús es la revelación de Dios, pues se nos revela algo sobre Dios en esa humanidad de Jesús”.

"Si con los primeros textos y la promoción de tantos grupos busco facilitar una conversión individual y grupal a Jesús, con la segunda tanda de siete libros pretendo reavivar su espiritualidad revolucionaria"

Los “grupos de Jesús”, los siete volúmenes de “Jesús, Maestro interior. Lectura orante del Evangelio” y los miles de grupos que existen a lo largo y ancho de todo el mundo son, según declara José Antonio Pagola, la culminación de su aproximación al Nazareno. Si con los primeros textos y la promoción de tantos grupos busco facilitar una conversión individual y grupal a Jesús, con la segunda tanda de siete libros pretendo reavivar su espiritualidad revolucionaria.

Solo queda que, al menos, la Iglesia de S. Sebastián, le tribute, una vez nombrado el nuevo obispo, el homenaje que -negado hasta ahora- tiene más que bien merecido, tanto por su entrega a la diócesis y a la sociedad guipuzcoana como por su magnífico trabajo de investigación histórico-crítica y de difusión teológico-pastoral.

¿SOLO UN GOLPE DE EFECTO O ALGO MÁS PROFUNDO?


col zapatero

 

El pasado lunes, 10 de octubre, el Papa Francisco aceptaba la renuncia del hasta ahora arzobispo de Valencia, cardenal Cañizares, cuando aún faltaban cinco días para cumplir los dos años de prórroga, desde que solicitara ser relevado el 15 de octubre de 2020, día en que cumplió los setenta y cinco años, la edad preceptiva para presentarla. Resulta más que sospechosa tal celeridad, sobre todo si nos retrotraemos al caso del arzobispo de Valladolid, cardenal Blázquez, que lo mantuvo cinco años más en dicha sede desde que presentó la renuncia, o al arzobispo de Madrid, cardenal Osoro, que lo sigue manteniendo como titular de la archidiócesis matritense, a pesar de haberse cumplido ya dos años y cinco meses desde que la presentó.

Por otra parte, el 16 de julio de este mismo año la Santa Sede hacía público el nombramiento de José María Gil Tamayo como arzobispo coadjutor de Granada, tomando posesión de su cargo el día 1 de octubre. Con ello el Vaticano quería mostrar quién era el obispo de su confianza para poner solución a los “desmanes”, de manera especial en su relación con el clero, que se han venido sucediendo en dicha diócesis de manos de su pastor actual, Francisco Javier Martínez Fernández.

El caso más llamativo, sin embargo, ha sido la aceptación de la renuncia del obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, el 21 de setiembre, nombrando al obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal Chamorro, administrador apostólico de dicha diócesis. El día 7 de julio había presentado su renuncia, al cumplir la edad preceptiva de 75 años, tal y como prevé el Código de Derecho Canónico. Nada que objetar si este fuera el habitual proceder en todos los casos por parte del Vaticano. Pero cabe decir que no acostumbra a ser así, ni siquiera en circunstancias de enfermedad o de limitaciones físicas, como fue el caso de Juan José Asenjo Pelegrina, arzobispo emérito de Sevilla en la actualidad, cuya renuncia le fue aceptada seis meses después de haberla solicitado, a pesar de que su limitación física más que extrema, debido a una enfermedad grave de la vista, le impidiera, según había manifestado él mismo, ejercer debidamente sus labores pastorales, razón por la cual solicitó de manera insistente su relevo. Es habitual que la Santa Sede prorrogue por algún tiempo la continuidad del obispo que presenta la renuncia, llegando a alargársela un año o algo más en algunos casos.

Refiriéndome al caso más llamativo, es evidente que no ha sido así en la persona de Juan Antonio Reig Pla, que fue relevado justamente a los dos meses y medio; y no precisamente nombrando otro obispo titular, que hubiera sido lo normal, sino haciéndolo mediante la fórmula de un administrador apostólico, en la persona de Jesús Vidal Chamorro, obispo auxiliar de Madrid, en este caso.   

No quiero decir con ello, me gustaría que quedase claro, que, según mi manera de entender las cualidades que debiera tener un obispo y su quehacer pastoral, ninguno de los tres sustitutos sea la alegría de la huerta, ni mucho menos; ahora bien, debo reconocer que, si los comparamos con sus respectivos, no hay color, que decimos vulgarmente.

Claro que si nos retrotraemos poco tiempo atrás, nos encontramos con la resolución del caso de otro obispo digno de mención, pero no precisamente por su ejemplar proceder pastoral al frente de otra diócesis; me refiero al obispo Munilla. Dicen que, si por aquello de los protocolos, las diplomacias vaticanas o vete tú a saber, el caso es que, a pesar de su más que pésimo hacer en la diócesis de San Sebastián, pastoralmente hablando, no podían trasladarlo a otra diócesis más pequeña, porque hubiera sido interpretado como degradación, y menos aún a otra que tuviera el rango de arzobispado, aunque fuera también bastante inferior a la suya de origen, en cuanto a fieles se refiere, porque se hubiera interpretado, en este caso, como un ascenso. Para ello se buscó la solución que nadie en “su sano juicio pastoral” podrá llegar a entender nunca: traslado a la diócesis de Orihuela-Alicante que, si nos atenemos a las cifras del Anuario Pontificio, duplica a la de San Sebastián a nivel de fieles. Después de dar muchas vueltas, uno llega a la conclusión que puede ser debido a que lo administrativo es mucho más importante que lo pastoral; o a que a lo mejor es verdad, una vez más, que los designios de Dios son inescrutables; aunque posiblemente, para ser más exactos, tendríamos que decir que los “intríngulis” de los hombres son, cuando menos, paradójicos y no hay “dios” que los entienda.

Vistas así las cosas, me temo que habrá que esperar a la edad de jubilación, si es que Dios no se los lleva antes junto a sí, para solucionar los casos de los Demetrio Fernandez, Córdoba, y Jesus Sanz Montes, Oviedo, por mencionar los más flagrantes.

Pues bien, me gustaría decir que, volviendo a los casos anteriores, pero de manera especial al del obispo dimisionario de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, la actuación del Vaticano ha sido eficaz, tanto que a nadie le ha dejado indiferente; tampoco al mundo político y social, a quien en varias ocasiones había vapuleado fuertemente el ínclito obispo por medio de sus sermones y homilías.

A nadie se le escapa que, dado que el Vaticano queda bastante lejos, debajo de todo esto están los informes de la Nunciatura y la mano de los cardenales Omella y Osoro, presidente y vicepresidente respectivamente de la Conferencia Episcopal Española y eclesiásticos de la total confianza del papa Francisco. Como tampoco a nadie le cabe la menor duda que la asignación de la diócesis de Alcalá al obispo Reig Pla fue debida en su momento a la enorme influencia del otrora poderoso cardenal Rouco Varela, también de la máxima confianza del entonces papa Benedicto XVI.

Todo esto me lleva a pensar, fríamente mirado, que la cosa no tiene solución, porque todo dependerá de cómo sople el Espíritu Santo, o cómo le hagan soplar, todo hay que decirlo, con el consiguiente resultado de un papa de esta tendencia o de la otra; que, a su vez, comportará nombrar unos hombres de confianza de su cuerda en vez de la otra en los puestos claves de la Iglesia.

En fin, que como se siga nombrando desde el silencio y el ostracismo de unos, muy pocos, y la aquiescencia del resto, que son la mayoría de la Iglesia y de las comunidades, vamos a continuar “como era en un principio, ahora y siempre”.

Por eso me pregunto si esto ha sido un golpe de efecto sin más, o es un aviso para navegantes de que hay algo más profundo detrás de ello que va a perdurar.

 

Juan Zapatero Ballesteros

13048035C  - Tf 659339249

R M Castellbell, 48ª, 3,1 – Sant Feliu de Llobregat (BCN)

EL CO2 EN LA VIDA CONSAGRADA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

religión digital

col alej fer

 

Me acaba de llegar la información, por gentileza de CONFER, sobre la próxima convocatoria de las Jornadas de Pastoral Juvenil y Vocacional, que este año celebran su 50 aniversario. Durante algún tiempo viví y colaboré en primera persona con estas jornadas y pude disfrutar de la buena convocatoria que siempre han tenido en todo el ámbito nacional. Gracias siempre a la brillante gestión de los responsables del área de Pastoral Juvenil y Vocacional de CONFER que siempre estuvieron a la última.

Quiero sumarme a esta celebración gozosa con mi pequeña aportación sobre un tema que nos preocupa: La situación vocacional en la vida Consagrada.

La Vida Consagrada es uno de los grandes dones del Espíritu Santo a la iglesia. Sin ninguna duda. Los mismos documentos oficiales de la iglesia y todos los Papas, así lo resaltan. Especialmente el papa Francisco que es, además, consagrado. Han dicho de ella que es “la belleza de la iglesia” como afirmó Juan Pablo II en “Vita Consecrata”

El papa Francisco ha dicho cosas muy hermosas de la Vida Consagrada. Nos ha pedido confianza y esperanza sin “lamentelas”, sin proselitismos y sin marketing para lograr un número mayor de vocaciones. En cuanto al número –nos ha dicho- que el Señor decida. Nos ha pedido que volvamos a nuestras raíces y seamos soñadores. Y también: “Divertíos y no perdáis el sentido del humor”

En la actualidad estanos muy preocupados, tal vez obsesionados, con el cambio climático y el exceso de ozono en la atmósfera. Y no es cuestión baladí. Los cambios climáticos que estamos sufriendo nos llevan a pensar que algo no estamos haciendo bien en nuestra aldea global. Nos falta el agua, nos sobran ciclones y vendavales, el aire que respiramos está contaminado, abundan las alergias y asmas. Y parece que esto tiene que ver, en gran manera, con nuestras actitudes incívicas y descuidadas. Algo no estamos haciendo bien. Hay demasiada basura en nuestros mares y ríos y el plástico como “La nada” en la novela del alemán Michael Ende, “La Historia interminable” (1979), traducida a más de 36 idiomas, avanza imparable hasta querer conquistar a la emperatriz, símbolo de la pureza original de nuestra tierra.

Hay una realidad contaminada que nos asquea y tenemos que buscar la manera de atajarla. Producimos excesiva basura y poca concienciación. Como un hermoso Mar Menor condenado a ser estercolero.

Lo curioso es que, anafóricamente, algo muy parecido está sucediendo en la iglesia y, por tanto, en Vida Consagrada. Hay excesivo CO2 y eso nos está debilitando espiritual y vocacionalmente. Los rayos ultravioleta, no divinos, nos están dañando la piel que normalmente tenemos muy delicada.

¿Qué es el CO2 en la iglesia y en la vida consagrada?

A mi juicio podría ser éste:

C: Comunidades débiles, como acaba de decir el cardenal Prefecto de la Congregación de Vida Consagrada de Roma, el franciscano Carballo, con el que compartí momentos de reflexión en el Monasterio de Poio, hace ya años, “donde hay –dice– hermanos de primera y hermanos de tercera.”

La clave del éxito de la primera comunidad era “Mirad cómo se aman”. La clave del éxito vocacional de hoy tiene que ser la misma.

Ese excesivo “CO2” nos está debilitando en nuestras defensas espirituales y puede provocarnos sequías vocacionales como la que ya estamos experimentando. Confiemos en que no sea una sequía pertinaz.

O: Oración escasa. Una comunidad de consagrados no puede sostenerse sin oración, porque la oración es como el agua para el pez y el viento para las gaviotas. Cuando la oración se suprime en una comunidad porque hay fútbol, puede ser un indicio preocupante.

Todo esto puede estar diciéndonos que tenemos que optar por una Vida Consagrada más renovable, sostenida y limpia.

El exceso de CO2 produce un cambio climático irreversible si no se toman medidas a tiempo. Y en eso estamos o tenemos que estar. No es pura casualidad lo que nos sucede. Las casualidades no existen. Decía Einstein que “la casualidad es lo que Dios permite para hacer lo que Él desea.”

El CO2 en la iglesia se llama clericalismo, excesos de puntillas, inmatriculaciones discutibles, palacios en uso y disfrute y en la Vida Consagrada, además de eso, individualismo, falta de disponibilidad, amiguismos y poco discernimiento.

Esto trae ciclones y algunas víctimas ante las que parecemos estar impasibles.

Desde luego no creo que la solución al ciclón de la Vida Consagrada o de la iglesia esté en volver a los hábitos y a las sotanas, como han sugerido algunos. De nuevo volvemos a preocuparnos más de las fachadas que del clima familiar interior del hogar, que es donde arde el fuego de la mejor felicidad.

La Vida consagrada nació para llamar la atención por su radicalidad evangélica -que se lo pregunten si no a los dendritas- por poner un ejemplo. Y mientras no logremos ser de nuevo propuesta radical no seremos interesantes para esta sociedad que ya no se asombra de nada externo sino que solo se conmueve con la autenticidad y la gratuidad porque es lo que menos se encuentra y no se puede comprar en los escaparates de la modernidad.

Que hay jóvenes generosos, sin exagerar, no cabe ninguna duda. Conozco a muchos entregados a causas benéficas y altruistas. Tengo, por ejemplo, a dos jóvenes amigos, que son matrimonio, Ton y Montse, que cada año dedican un mes de sus vacaciones a trabajar en proyectos misioneros en África para promocionar la cultura de los niños a través de su ONG “Mans Mercedaries” . Y como estos hay muchos. No es cuestión de que falte generosidad en los jóvenes, como se ha dicho, sino que nos falta audacia a nosotros.

Por todo esto me ha parecido muy acertado el lema escogido para estas Jornadas de Pastoral Juvenil Vocacional que organiza CONFER: “Lanzándome hacia lo que está por delante” (Filipenses 3, 13)

Felicidades a CONFER por seguir ofreciéndonos estas exitosas jornadas. Que todo sea para lograr que nuestro CO2 sea cada vez menor y el oxígeno impregne más nuestro estilo de vida evangélico. Y si ladran es que cabalgamos.

DESATANIZAR A SATÁN O DIABLO


col boff

 

En estos tiempos de campaña política y presidencial no es raro que un candidato satanice a su adversario. Se hace inclusive una división esdrújula entre quién está de parte de Dios y quién de parte del Diablo o de Satán.

Ese término Satán (en hebraico) o Diablo (en latín) ha ido adquiriendo muchos significados, positivos y negativos, a lo largo de la historia. Esto ocurre en muchas religiones especialmente en las abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islamismo).

No obstante, debemos decir que nadie ha sufrido tantas injusticias y ha sido tan “satanizado” como el mismo Satán. Al principio no fue así. Por esta razón es importante recordar brevemente la historia de Satán o del Diablo.

Él se cuenta entre los “hijos de Dios” al igual que los demás ángeles, como se dice en el libro de Job (1,6). Está en la corte celestial; por lo tanto, es un ser de bondad. No es la figura mala que adquirirá más tarde. Pero recibió de Dios una tarea inusitada e ingrata: debe poner a prueba a las personas buenas como Job que es “un hombre íntegro, recto, temeroso de Dios y alejado del mal” (Job 1,8). Debe someterlo a todo tipo de pruebas para ver si, en realidad, es aquello que todos dicen de él: “no hay otro igual en la tierra” (Job 1,8). Como prueba promovida por Satán, Job pierde todo, la familia, los bienes y los amigos. Pero no pierde la fe.

A partir de siglo VI aC se produjo una gran mutación, cuando los judíos vivieron el cautiverio babilónico (587a.C.) en Persia. Allí se confrontaron con la doctrina de Zoroastro que establecía un combate entre el “príncipe de la luz” y el “príncipe de las tinieblas”. Ellos incorporaron esta doctrina dualista y maniquea que dio origen a Satán como parte del reino de las tinieblas, el “gran acusador” o el “adversario” que induce a los seres humanos a actos de maldad. Después se produce un enfrentamiento entre Dios y Satán. En los textos judaicos tardíos, a partir del siglo II, especialmente en el libro de Henoc se elabora la saga de la revuelta de los ángeles dirigida por Satán, ahora llamado Lucifer, contra Dios. Se narra la caída de Lucifer y cerca de un tercio de los ángeles que le siguieron y acabaron siendo expulsados del cielo.

Surge entonces la pregunta: si fueron expulsados, ¿dónde los ponemos? Ahí se hizo uso de la categoría del infierno: del fuego ardiente y de todos los horrores, bien descritos por Dante Alighieri en la segunda parte de su Divina Comedia dedicada al infierno. 

En el Primer Testamento (el Antiguo) casi no se habla del diablo (cf.Cron 21,1;Samuel 24,1). En el Segundo Testamento (Nuevo), aparece en algunos relatos “… serán lanzados en el horno de fuego; ahí será el llanto y el crujir de dientes” (Mt 8,12;13,42-50;Lc 13,27) o en la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro (Lc 16,23-24) o en el Apocalipsis (16,10-11).

Esta comprensión fue asumida por los teólogos antiguos, de modo especial por san Agustín. Él influenció toda la tradición de las Iglesias, la doctrina de los papas y ha llegado hasta hoy.

La categoría del infierno y de la condenación eterna fue determinante en la conversión de los pueblos originarios de América Latina y de otros lugares de misión, produciendo miedo y pánico. Sus antepasados, se les decía, por el hecho de no haber sido cristianos, están en el infierno. Y se argumentaba que si ellos no se convertían y no se dejaban bautizar conocerían el mismo destino. Esto se puede ver en todos los catecismos que se elaboraron poco después de la conquista, con los que se pretendía convertir a aztecas, incas, mayas y otros.

"El significado de los demonios y del infierno de los horrores representa una pedagogía del miedo para, por medio del miedo, hacer que las personas busquen el camino del bien. Demonio e infierno son por lo tanto creaciones humanas, una especie de pedagogía siniestra"

Fue el miedo lo que condujo y sigue conduciendo a la conversión de multitudes, como ha demostrado el gran historiador francés Jean Delumeau. Es apelando al Diablo, a Satanás, como hoy en día, en tiempos de ira y de odio social, se busca descalificar al adversario, a menudo convertido en un enemigo al que hay que desmoralizar y eventualmente liquidar.

Aquí debemos superar todo el fundamentalismo del texto bíblico. No basta citar textos sobre el infierno, incluso en boca de Jesús. Debemos saber interpretarlos para no caer en contradicción con el concepto de Dios y destruir incluso la buena nueva de Jesús, del Padre lleno de misericordia, como el padre del hijo pródigo que acoge al hijo perdido (Lc 15,11-23).

En primer lugar el ser humano busca una razón para el mal en el mundo. Tiene gran dificultad para asumir su propia responsabilidad. Entonces la trasfiere al Demonio o a los demonios.

En segundo lugar, el significado de los demonios y del infierno de los horrores representa una pedagogía del miedo para, por medio del miedo, hacer que las personas busquen el camino del bien. Demonio e infierno son por lo tanto creaciones humanas, una especie de pedagogía siniestra, como todavía hay madres que dicen a los niños: “Si no te portas bien, por la noche viene el lobo malo a morderte el pie”. El ser humano puede ser el Satán de la tierra y de la sociedad. Él puede crear el “infierno” para los otros por medio del odio, la opresión y los mecanismos de muerte, como infelizmente está ocurriendo en nuestra sociedad.

"Debemos superar todo el fundamentalismo del texto bíblico. No basta citar textos sobre el infierno, incluso en boca de Jesús. Debemos saber interpretarlos para no caer en contradicción con el concepto de Dios y destruir incluso la buena nueva de Jesús"

En tercer lugar, Satán o el Diablo es una criatura de Dios. Decir que es una criatura de Dios, significa que, en cada momento, Dios está creando y recreando esta criatura, incluso en el fuego del infierno. ¿Puede Dios que es amor y bondad infinita proponerse hacer eso? Bien dice el libro de la Sabiduría: “Sí, tu amas a todos los seres y no detestas nada de lo que hiciste; si odiases alguna cosa no la habrías creado; y cómo podría subsistir alguna cosa si no la quisieses… salvas a todos porque te pertenecen, oh Soberano amante de la vida” (Sab 11,24-26). El Papa Francisco lo dijo claramente: “no existe condenación eterna; ella es sólo para este mundo”.

En cuarto lugar, el gran mensaje de Jesús es la infinita misericordia de Dios-Abba (papá) que ama a todos, también a los “ingratos y malos” (Lc 6,35). La afirmación del castigo eterno en el infierno destruye directamente la buena-nueva de Jesús. Un Dios castigador es incompatible con el Jesús histórico que anunció la infinita amorosidad de Dios para con todos, también para con los pecadores. El salmo 103 ya había intuido eso: “El Señor es compasivo y clemente, lento para la cólera y rico en misericordia. No está siempre acusando ni guarda rencor para siempre. No nos trata según nuestros pecados… como un padre siente compasión por sus hijos e hijas, así el Señor se compadecerá de los que le aman, porque conoce nuestra naturaleza y se acuerda de que somos polvo… la misericordia del Señor es desde siempre para siempre”(103,8-17). Dios no puede perder nunca a ninguna criatura, por más perversa que sea. Si la perdiese, aunque fuera una sola, habría fracasado en su amor. Y eso no puede suceder.

Bien dijo el Papa Francisco que predica incansablemente la misericordia: La misericordia siempre será mayor que cualquier pecado y nadie puede poner límites al amor de Dios que perdona” (Misericordiae vultus, 2).

Esto no significa que se entrará en el cielo de cualquier manera. Todos pasaremos por el juicio y por la clínica de Dios, para purificarnos, reconocer nuestros pecados, aprender a amar y finalmente entrar en el Reino de la Trinidad. El purgatorio no es la antesala del infierno, sino la antesala del cielo. Quien está en él purificándose participa ya del mundo de los redimidos.

El infierno y los demonios y el principal de ellos, Satán, son proyeccionesnuestras de la maldad que existe en la historia o que nosotros mismos producimos y de la cual no queremos responsabilizarnos y la proyectamos en estas figuras siniestras.

Tenemos que liberarnos, finalmente, de tales proyecciones, para vivir la alegría del mensaje de salvación universal de Jesucristo. Eso deslegitima toda satanización en cualquier situación, especialmente en política y en las iglesias pentecostales que usan de forma totalmente exorbitante la figura del demonio y del infierno. Esto asusta a los fieles en lugar de consolarlos con el amor y la infinita misericordia de Dios.

"Fue el miedo lo que condujo y sigue conduciendo a la conversión de multitudes, como ha demostrado el gran historiador francés Jean Delumeau. Es apelando al Diablo, a Satanás, como hoy en día, en tiempos de ira y de odio social, se busca descalificar al adversario, a menudo convertido en un enemigo al que hay que desmoralizar y eventualmente liquidar".

 

Leonardo Boff

Religión Digital

*Leonardo Boff es teólogo, filósofo y ha escrito: Vida para além da morte, Vozes, 2021, muchas ediciones. En español, Hablemos de la otra Vida, publicado por Sal Terrae.

CREATURAS Y CREADORES EN CREACIÓN


col arregi

 

La sobrecogedora destrucción que se extiende en la Tierra me mueve a mirar el profundo misterio de creatividad que la habita. Somos hijos e hijas de la creatividad, y responsables de ella.

Soy criatura del aire que respiro, de la sangre que circula en todo mi cuerpo, de las sustancias que me nutren, de los átomos y moléculas, células y tejidos de que estoy hecho, de los órganos que ejercen mis funciones vitales, de los cerca de 100 mil millones de neuronas y más de 100 billones de conexiones neuronales que me hacen ser y sentirme “yo”, ser consciente de mi ser con una consciencia aún incipiente que los seres humanos Sapiens compartimos al menos con numerosas especies animales.

Y de los vegetales ¿qué diremos? Sabemos al menos que, aun sin neuronas ni cerebro, muchas plantas –o todas, cada una a su manera–, son inteligentes. Saben crear –como ningún biólogo ni ingeniero ni creador humano lo sabe hacer todavía– flores que engendran semillas de las que brotan nuevas plantas. Y todas saben nacer y crecer sin codicia, vivir sin inquietud, darse en comunión, dejarse comer, morir sin angustia y dejarse renacer en innumerables otras formas. Suprema sabiduría.

Soy criatura del óvulo materno y del espermatozoide paterno que me engendraron, de los genes que me transmitieron. Soy criatura de las relaciones y condiciones familiares, sociales, culturales, económicas o políticas que me han forjado y me siguen forjando tanto como los genes. Soy criatura de todo lo que veo, oigo, gusto, huelo, toco, de todos los sentidos que me comunican con todos los seres, próximos o lejanos, con lo otro, con todo. Soy criatura de la luz del sol que mantiene encendida la llama de la vida en todos los vivientes. Soy criatura del universo o multiverso autocreador y de sus condiciones creadoras. Y puesto que todos los seres forman parte de las condiciones creadoras del universo y todas están interrelacionadas entre sí, a la vez que criatura soy también creador, co-creador, de dichas condiciones. Cada criatura es, a su manera y en su medida, creador del universo.

También soy, sin duda, criatura de mis propias decisiones. Ahora bien, mis decisiones solo son posibles gracias a un sinfín de circunstancias y condicionamientos. Todas mis decisiones y elecciones –creadoras o destructoras– están enteramente condicionadas por infinidad de condiciones externas e internas. Pero soy yo quien las adopto, y mi decisión es única e intransferible. Y cada una de las decisiones o elecciones que adopto se convierten a su vez en factor –insignificante o decisivo ¿quién lo sabe?– de la decisión de todos los seres.

¿Todos los seres deciden acaso? Creo que se puede decir que, efectivamente, todos los seres deciden, que todos los organismos eligen, cada uno a su manera. Todo organismo obedece a la santa ley de la vida, a la maravillosa ley creadora que le guía. No puede hacer otra cosa. Pero no por ello es una obediencia ciega, sino iluminada. El girasol es capaz de orientarse al sol, de elegir el misterioso impulso vital que lo anima y lo mueve. En esa capacidad de elegir la vida consiste su libertad, que en el fondo consiste en secundar la poderosa creatividad que lo mueve todo, que nos mueve. Y ninguna elección es automática, tampoco la del girasol. Su elección concreta –su decisión, se podría decir análogamente– es fruto de tantas y tan complejas condiciones, ligadas a las partículas de sus átomos a las galaxias más lejanas, que nunca es automáticamente previsible ni predecible de antemano. En un extenso campo de girasoles recién brotados en primavera, ¿quién podrá predecir con seguridad si una cualquiera de esa plantita realizará, y en qué grado, la libertad de vivir, fructificar y darse, si llegará a podrá crecer y florecer, si podrán germinar y si, llegado el final del verano o el comienzo del otoño, podrán madurar sus sabrosas semillas llenas de aceite?

Nosotros, los humanos de hoy, seres tan complejos y frágiles, a medio camino todavía de nuestra realización, somos especialmente criaturas de nuestras propias decisiones ineludibles. Decidimos gracias y de acuerdo a innumerables condiciones, pero decidimos. Un impulso irresistible, una maravillosa creatividad, nos empuja a elegir, a ser libre, es decir: a realizar nuestra vocación creadora, a crearnos y a crear en lugar de destruirnos y destruir. Cada uno de nosotros es el agente, único e irremplazable, de su elección. Cada uno, desde el fondo de nuestro ser, de la Tierra que nos engendra, del Universo en el que somos, una voz eterna como el universo: “Ante ti están la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida y viviréis tú y tu descendencia” (libro bíblico del Deuteronomio 30,19).

Toda elección es, insisto, enteramente condicionada y, a la vez, personalmente adoptada. Y las condiciones externas e internas son tantas y tan infinitamente complejas, que nuestras opciones, aun siendo enteramente condicionadas, nunca son enteramente predecibles. La libertad no consiste en elegir sin condiciones –“libre albedrío”–, sino en hacerme sujeto responsable de las condiciones que me constituyen y de las decisiones que tomo. La libertad es la sabiduría de actuar sabiendo que dependo de todo, que me debo a todos, y es la sabiduría de decidir como si todo dependiera de mí. Humildemente, responsablemente, solidariamente.

Yo soy el agente de mi elección, el agente insustituible de mi decisión, de mi opción de abrirme o de cerrarme, de darme o de reservarme, de cuidar o de descuidar, de crear o de destruir. Yo soy agente y responsable de mis decisiones condicionadas, en relación con todo lo que me ha creado y estoy llamado a crear. Debo a la vez cuidar las condiciones que me hacen y las decisiones de las que soy agente, debo responder tanto de aquellas como de éstas, para crearme mejor. Y este deber es gracia y poder,

No estoy aún creado del todo. Tampoco lo está la especie humana Sapiens, que no es la primera ni será la última de las especies humanas. Ninguna especie, nada está creado del todo. Empujado por esa fuerza imparable de la creatividad, en un universo absolutamente dinámico, interrelacionado y evolutivo, soy criatura inacabada, criatura creándose, criatura en proceso de creación. Todo cuanto existe podría decir lo mismo de sí: “Soy creado, creador y creándose”. Creado y creando, estoy aún por crear y por crearme del todo. Justamente, el término creatura, en latín, no solo significa algo creado, sino que también es nominativo femenino del participio activo futuro del verbo creare: “la que va a crear”; al igual que natura no designa únicamente “naturaleza”, sino que es a la vez el nominativo femenino del participio activo futuro del verbo nascere, nacer, y significa: “la que va a nacer”. Estamos naciendo, en una tierra que gime en dolores de parto.

El eterno Silencio que resuena, la Voz de la creatividad o de Dios que se pronuncia en el fondo de cuanto vibra, suena, habla, actúa, es: “Sois criaturas, creadoras, creándoos. Creaos”.

Oh sagrada creatividad, ábrenos a tu inspiración y guárdanos fieles a tu aliento creador.

 

José Arregi

Aizarna, 19 de octubre de 2022

www.josearregi.com

¿UNA IGLESIA EN CONVERSIÓN SINODAL?

religión digital

col velez

El pasado 16 de octubre el papa Francisco anunció que el Sínodo de la sinodalidad se prolongará hasta el año 2024. El objetivo es tener más tiempo de discernimiento para vivir la sinodalidad como dimensión constitutiva de la Iglesia. Para los que estamos atentos a estas noticias eclesiales y los que están directamente implicados en la celebración de este acontecimiento, este anuncio moviliza a seguir pensando cómo aprovechar esa decisión. Pero realmente, ¿el pueblo de Dios está implicado en este proceso? Pasado un año de “algunas” (porque no fueron masivas ni acogiendo a la mayoría del pueblo de Dios) reuniones en las iglesias locales ¿ha habido algún cambio fuera de introducir la palabra sinodalidad en algunos círculos reducidos? Me temo que hay mucha distancia entre el ideal y la realidad.

Desde mi punto de vista, pensar en una iglesia sinodal supone partir de reconocer que nuestra iglesia no ha sido sinodal y por eso necesita una conversión. Debería haber sido siempre así porque desde los orígenes las primeras comunidades cristianas se reunían en torno a la fe que compartían -expresada en la enseñanza de los apóstoles-, la fracción del pan, las oraciones y el compartir de bienes para que nadie pasara necesidad entre ellos (Hc 2, 42-47). Poco a poco esas comunidades igualitarias e inclusivas fueron estructurándose para una mejor organización, a partir de la diversidad de carismas y ministerios que tenían los miembros de la comunidad. Pero el paso del tiempo fue llevando al anquilosamiento de esas estructuras -que siempre deberían ser ágiles porque han de estar al servicio de la misión- y, sobre todo a buscar equipararse a la organización de la sociedad civil, llegando a la iglesia que teníamos antes de Vaticano II: una iglesia estructurada en dos clases de miembros -clero y laicado- donde los primeros han tenido la primacía y los segundos solo el protagonismo que los primeros le conceden.

Con Vaticano II cuyo inicio, hace 60 años, celebramos el pasado 11 de octubre, se buscó “convertir” ese modelo piramidal por el modelo Pueblo de Dios que, en otras palabras, es un modelo sinodal. Pero pasados esos 60 años aún vemos que no acabamos de realizar ese cambio y seguimos en la tensión -que no llega a ser conversión- entre una iglesia que sabemos debería ser mucho más comunión y participación y una iglesia que no renuncia a su estructura de siglos porque sabe que se pierden demasiados privilegios -por parte del clero- y supone mucha más responsabilidad por parte del laicado.

En muchas de las experiencias de escucha y diálogo que se vivieron en esta primera fase sinodal en las iglesias locales se oró, se celebró y se estudió sobre la sinodalidad. Pero, ¿se hicieron algunos cambios? Escuché de más de una realidad decir que allí ya se vivía la sinodalidad porque tal laico participaba de tal espacio o que tal actividad la llevaban los laicos o que el presbítero escuchaba a sus feligreses. No escuché que se hubiera empezado un proceso de conversión sinodal, a fondo, que cambiara el rostro de la iglesia para responder a eso que el papa Francisco ha llamado “deseo de Dios para la Iglesia del tercer milenio”. También se invoca que el papa ha nombrado a más laicos en los órganos eclesiales, pero ¿esto es suficiente para que nuestra Iglesia sea sinodal? Personalmente creo que no.

Por todo esto creo que esta prolongación del Sínodo de la sinodalidad por un año más, tal vez sería la ocasión de volver a plantearnos cómo podría ser esta iglesia del tercer milenio que se aproxime más a la iglesia de los orígenes. Una iglesia que hoy convoque y atraiga a otros. Que se le note en consonancia con los “signos de los tiempos” (Gaudium et Spes n.4), respondiendo a ellos. Que no se quede en darle “un barniz superficial” a la iglesia, usando la palabra sínodo, nombrando a algún laico en un puesto eclesial, por ejemplo, sino que reconozca, de una vez por todas, que la iglesia no ha sido sinodal y es mucha la estructura que tiene que cambiar para conseguir serlo.

Creo que con el papa Francisco se ha avanzado en otro lenguaje mucho más fresco y actual -que molesta a los que quieren un lenguaje solemne y que marque las diferencias-; en un estilo sencillo y austero como debería ser toda instancia eclesial; en unos documentos que pueden ser entendidos por más personas; en la propuesta de los diferentes sínodos que han tenido lugar en su pontificado sobre temas tan urgentes como los jóvenes, la familia, la Amazonía. Pero, a nivel estructural, se ha movido demasiado poco: documentos sobre la curia romana, sobre los estudios teológicos, alguna modificación al Derecho Canónico y, como ya dijimos, unos cuantos nombramientos de laicos en los organismos curiales. Pero esto no es suficiente. Se necesita convertirse al dinamismo del Espíritu que anima esos cambios y dejarse conducir por él, sin resistencias, sin justificaciones, sin disculpas. ¿Lo haremos en estos dos años que ahora se proponen para asumir la sinodalidad como dimensión constitutiva de la Iglesia? Esperemos que sí pero no olvidemos que si el punto de partida no es el reconocimiento de que nuestra iglesia no ha sido sinodal, todo lo que digamos será como esa casa construida sobre arena que al primer viento que la golpea, la derrumba (Mt 7, 26-27). Y los vientos recios no cesan: fundamentalistas, tradicionalistas, opositores al Papa y tantas instancias eclesiales que se sienten tan seguras y cómodas en lo que realizan. Por eso es tan necesario abrirnos al insistente llamado a la conversión que la iglesia siempre necesita si quiere mantener su fidelidad al Reino. 

¿BUSCAMOS SER FELICES O VIVIR SACIADOS? Mt 5, 1-12

col labrador

 

fe adulta

Podemos ponernos ante el evangelio de esta fiesta diciendo “¡Bah! Las bienaventuranzas otra vez” o leerlo como si no lo conociéramos, como si fuera la primera vez que llega a nuestras manos. Os invito a hacer esto y, posiblemente nos asombre su temática, su alegría y desenfado. Su lenguaje es directo, concreto y positivo.

Nuestro asombro crecerá aún más si somos capaces de recordar el contexto en el que se escribió. Recordemos a esas primeras comunidades cristianas que son excluidas, silenciadas, que no tienen ninguna relevancia social ni religiosa e incluso son perseguidas.

¿Cómo es posible que estos hermanos y hermanas logren transmitirnos su testimonio de alegría, de sentirse afortunados, dichosos? Es más, ¿cómo nos explicamos que esta sea su experiencia más profunda? Posiblemente es difícil para nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI, que ponemos tantas condiciones y necesitamos tantas seguridades para sentirnos felices.

Nos asombrará si miramos un momento sus palabras, cargadas de intención en Mateo. Jesús “sube” al monte como un nuevo Moisés a proclamar la nueva Ley, con autoridad “se sienta”, viene algo serio no cualquier recado, se le “acercan” los que le siguen y Él “viendo a esa muchedumbre” lo que se le ocurre es llamarlos DICHOSOS, BIENAVENTURADOS.

No les dice lo que deben hacer para serlo, que hubiera “enganchado” con los oyentes. Proclama, grita, que “son dichosos”. Y para que no quede duda, añade dos cosas que nos pueden desconcertar aún más: son dichosos AHORA, en presente. Es distinto a “llegarán a serlo”; tampoco les dice eso de “aguanten que luego…”

Y lo son porque son pobres, hambrientos, tienen lágrimas en los ojos…  esta es su situación y, en esta situación Jesús manifiesta que son felices. ¿Cómo mira Jesús la realidad de los que le rodean? ¿En qué descubre que suyo es el Reino de Dios? ¿Con qué fuerza lo dice para que los que le escuchan sientan que está expresando su experiencia más honda? 

¡La dicha es estar con Él! Sentirse de los suyos, confiar en su amor, sentir su cercanía…  ¿No hemos tenido cada uno de nosotros experiencias similares? ¿No nos hemos sentido dichosos y dichosas en medio de dificultades, críticas, incomprensiones, enfermedades propias o sufrimientos por personas muy queridas? ¿No hemos sentido que más allá de todo eso hay una persona, un amor, una confianza sin medida?

Esta es la fe que nuestros primeros hermanos quieren transmitirnos. Creer en Jesús, confiar en su salvación y su amor, es  fuente de dicha y felicidad, es experimentar ya otro tipo de amor, de relaciones con Dios y con los hermanos. 

Y, por si aún nos quedan dudas, Mateo, muy didáctico, añade lo que en ningún caso son signos de estar en el camino de la felicidad que da el Reino, de la dicha que da el seguir a Jesús: sentirse saciados, pasarlo siempre bien, que todos hablen bien de nosotros… Al contrario es ser perseguidos, que hablen mal de nosotros…

Es como si nos dijera: ¡Cuidado con buscar el camino que os prometían ayer los entendidos de la Ley, o la publicidad barata y facilona hoy! Si os sentís saciados, si reís, si no aspiráis a nada más que lo logrado, si todos hablan bien de vosotros… ¡Lloraréis y lo pasaréis mal!

La dicha del Reino no consiste en estar saciados, sino en buscar más: más paz, más justicia, más alegría para todos… ¡porque sabemos que es posible! No consiste en que “lo pasemos bien”, al contrario, lloramos y sufrimos por muchos y por muchas personas y situaciones… La dicha del Reino no se expresa en que todos hablen bien de nosotros, al contrario, apenas nos entenderán, nos pasarán por delante, se burlarán de nosotros, nos excluirán porque con nuestra forma de pensar –la de Jesús– somos una amenaza…

Pero, sin saber muy bien cómo, sin que sea una empresa a conquistar o unas virtudes a conseguir, ahí, en la realidad que vivimos AHORA somos dichosos, y nada ni nadie nos quitará esta alegría, porque sus claves no están en lo que pasa, ni en lo que nos pasa.

La clave es la persona de Jesús, nuestra fe en él, nuestra vinculación con él. Todo lo demás, se nos dará por añadidura. Y se nos dará hoy, ahora… ¿nos lo creemos? ¿Desbordamos y contagiamos alegría?  

El evangelio de hoy no nos trae un programa moral, ni una explicación teórica sobre la felicidad, nos acerca la experiencia de los primeros cristianos que han encontrado en Jesús su alegría y nos recuerdan que estamos invitados a vivir su misma experiencia. Experiencia a la que también llamamos santidad. La santidad que hoy celebramos. Los santos, los que tienen nombre y los que no. “Los santos de la puerta de al lado”, como dice el Papa Francisco, tantos hombres y mujeres que nos rodean, puede que no los percibamos como perfectos, no lo son. Pero son felices, porque han encontrado en Jesús la alegría, la felicidad. Ese es el camino. ¿Nos atrevemos?