FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

miércoles, 1 de marzo de 2017

Nosotros...

CRECER EN LA AMISTAD


Pregón de Cuaresma
Con la celebración del Miércoles de Ceniza, comenzamos una nueva Cuaresma. Tiempo de gracia, de conversión y de misericordia, por parte del Padre bueno que constantemente invita a sus hijos al banquete de la Pascua. Pues, Cuaresma es un caminar con alegría y jubilo hacia Pascua, la resurrección de Cristo y nuestra propia resurrección.
Pero, ¿cómo conducirse por este camino que durante cuarenta días nos lleva a la Pascua? Y, ¿qué provisiones tomar para llegar a resucitar con Cristo y vivir en plenitud la vivencia pascual?
Debemos conducirnos con dignidad, esa dignidad que nos viene de ser lo que somos: hijos e hijas de Dios, amados del Padre desde toda la eternidad, salvados en su Hijo. Desde esta convicción y certeza caminaremos con gozo y los obstáculos y dificultades del camino podrán ser superados; porque no caminos solos, sino con Aquel que es nuestro Camino: Jesús. En él pongo toda mi esperanza, él es mi fortaleza, mi energía y dinamismo que me lleva a caminar con paso firme y ligero a su lado; siempre mirando hacia adelante, sin volver la vista atrás, apoyando mis pasos sobre sus pasos.
¿Qué provisiones poner en mi mochila para este camino de cuarenta días?
La primera condición es que mi mochila tiene que estar muy ligera de peso para que no sea un obstáculo al caminar. Entonces mi primera disposición es la sobriedad.
De qué sobriedad se trata: sobriedad en tus deseos, pensamientos, sueños y fantasías. La sobriedad te lleva a revenir a tu propia realidad concreta, y esto pasa por la conversión. ¡Déjate convertir! Evangelizar las zonas más profundas de tu corazón; es decir, deja que la gracia de la cuaresma entre en ti y te reconstruya desde el interior. Seguro que, si logras hacer esta experiencia, tu caminar será más ligero y rápido, tu alegría mayor y tu esperanza infinita.
La sobriedad te lleva a la verdad. Vivir en verdad, hacer la verdad en tu vida. “la verdad os harás libres” (Jn 8, 32). Y, ¿qué es la verdad? La verdad es Cristo, conocer a Cristo nos lleva a hacer la verdad en nuestra vida, pues no podemos conocer a Cristo y vivir en la mentira, en el pecado, el desorden, la esclavitud de tantos ídolos como nos acechan. La cuaresma, ante todo, tiene que llevarte a un mayor conocimiento de Jesucristo, a rechazar con energía todo ídolo que se te presente y se anteponga al amor a Jesús y a vivir en verdad y libertad.
El conocimiento de Jesús te lleva al amor y el amor a la identificación. La cuaresma tienen que ayudarnos, a nosotros los cristianos, a identificarnos cada vez más con Cristo, y a partir de esta identificación podremos vivir esta muerte y resurrección que nos conduce a la Pascua.
Desde este conocimiento, amor e identificación con Jesús; las cuatro características propias de cuaresma serán la necesidad del: desierto, la oración, el ayuno y la limosna; en nuestro lenguaje actual, el compartir, el ayudar a nuestros hermanos necesitados, manifestada de mil maneras….
Desierto: Vivir el desierto no como una ascesis sin alma, sino como una necesidad para estar asolas con Aquel que se me ama y quiere entablar una relación de amor conmigo: “La llevaré al desierto y le hablaré al corazón” (Oseas 2,4). Retirarse al desierto como necesidad de escucha amorosa y de estar a solas con Dios. Descubrir la mística del desierto, no quedarse solamente en la austeridad que implica el desierto, ésta es real, pero la mística es superior.
Oración: La oración es el fruto del desierto, “acostumbrarse a soledad es gran cosa para la oración” dirá Teresa de Jesús. El desierto nos conduce a la escucha, la escucha al amor y el fruto del amor es la oración que transforma y une con el ser Amado. La oración que le agrada al Señor, es la oración de un corazón sosegado, acallado, unificado; abierto a acoger su Presencia y a vivir en su intimidad. No todos podemos retirarnos al desierto como lugar geográfico para orar; pero si podemos retirarnos, y debemos retirarnos, al desierto de nuestro propio interior. Pues el desierto no es la ausencia de las personas, sino la presencia de Dios. Y orar es vivir en su presencia.
Ayuno: El ayuno es esencial en el seguimiento de Jesús, y también para vivir una relación, justa y armoniosa entre mi yo y las cosas. No dejándome poseer por ellas ni tampoco quererlas poseer. La justa relación con las cosas, y los alimentos, consiste en reconocer con gratitud su valor, su necesidad, y como dice san Ignacio de Loyola. “Las cosas se usan tanto en cuanto me ayudan al fin perseguido”. El saber privarse, sentir la necesidad y hasta el hambre material, nos lleva a la libertad y a valorar las cosas que Dios ha creado para nuestra necesidades; y a pensar en tantos hermanos nuestros como carecen de lo más esencial, en parte por el mal uso que hacemos de los recursos de la naturaleza; del acaparamiento y la posesión desmesurada. Ahí tendría que ir orientado nuestro ayuno.
Y siendo muy importante esta orientación del ayuno material, él debe de conducirnos mucho más lejos, a ese otro ayuno del yo que es el que realmente nos quita la libertad, nos esclaviza y nos impide ver al hermano con amor. Como le pasó al rico de la parábola de Lázaro (Lc 16, 19-31). Su pecado no está en que fuese rico, sino en que ignoró a su hermano en necesidad. Vivía al margen de Dios y como consecuencia no reconoció a su hermano. El papa Francisco en su mensaje de Cuaresma dice: “toda persona es un don”. El ayuno de mi yo me lleva a reconocer el tú de mi hermano, y juntos caminar hacia la Pascua.
Compartir: el compartir nos lleva al despojo, a la generosidad, a la pobreza evangélica; y, sobre todo, a tener en cuenta al hermano más necesitado. Quien sabe compartir nunca se empobrece, antes bien, se enriquece con creces. La sagrada Escritura nos lo certifica; pero también la vida misma. “El que siembra escasamente, escasamente cosechará; y el que siembra abundantemente, abundantemente cosechará. Cada uno dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, porque Dios ama al  que da con alegría” (2 Cor 9,6-7).
Quiero terminar con las palabras del papa Francisco en su mensaje de Cuaresmas: “El cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor”. Y si crezco en la amistad con el Señor, creceré también en el amor a mi hermano, y unidos celebraremos la Pascua, la plenitud de la vida cristiana.

Carmen Herrero Martínez
Fraternidad Monástica de Jerusalén
Eclesalia

NECESIDADES, MIEDO Y AMBICIÓN


El primer domingo de Cuaresma se dedica siempre a recordar el episodio de las tentaciones de Jesús. El relato más antiguo, el de Marcos, es muy breve y misterioso. Mateo y Lucas lo completaron con las tres famosas tentaciones que todos conocemos, y que empalman con el episodio del bautismo, en el que la voz del cielo proclama: «Tú eres mi hijo amado, en quien me complazco». ¿Cómo entiende Jesús su filiación divina? ¿Cómo un salvoconducto para pasarlo bien y triunfar? Todo lo contrario. Inmediatamente después marcha al desierto, y allí va a quedar claro cómo entiende su filiación. 
Primera tentación
Partiendo del hecho normal del hambre después de cuarenta días de ayuno, la primera tentación es la de utilizar el poder en benefi­cio propio. Es la tentación de las necesidades imperiosas, la que sufrió el pueblo de Israel repetidas veces durante los cuarenta años por el desierto. Al final, cuando Moisés recuerda al pueblo todas las penalidades sufridas, le explica por qué tomó el Señor esa actitud: «(Dios) te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, para enseñarte que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Dios» (Dt 8,3).
En la experiencia del pueblo se han dado situacio­nes contrarias de necesidad (hambre) y superación de la necesidad (maná). De ello debería haber aprendido dos cosas. La primera, a confiar en la providencia. La segunda, que vivir es algo mucho más amplio y profundo que el simple hecho de satisfacer las necesidades primarias. En este concepto más rico de la vida es donde cumple un papel la palabra de Dios como alimento vivifica­dor. En realidad, el pueblo no aprendió la lección. Su concepto de la vida siguió siendo estrecho y limitado. Mientras no estu­viesen satisfechas las necesidades primarias, carecía de sentido la palabra de Dios. 
En el caso de Jesús, el tentador se deja de sutilezas y va a lo concreto: «Si eres Hijo de Dios, di que las piedras éstas se conviertan en panes». Jesús no necesita quejar­se de pasar hambre, ni murmurar como el pueblo, ni acudir a Moisés. Es el Hijo de Dios. Puede resolver el problema fácilmente, por sí mismo. Pero Jesús tiene aprendida desde el comienzo esa lección que el pueblo no asimiló durante años: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de todo lo que diga Dios por su boca». 
La enseñanza de Jesús en esta primera tentación es tan rica que resulta imposible reducirla a una sola idea. Está el aspecto evidente de no utilizar su poder en beneficio propio. Está la idea de la confianza en Dios. Pero quizá la idea más importante, expresada de forma casi subliminar, es la visión amplia y profunda de la vida como algo que va mucho más allá de la necesidad primaria y se alimenta de la palabra de Dios. 
Segunda tentación
La segunda tentación (tirarse desde el alero del templo) también se presta a interpretaciones muy distintas. Podríamos considerar­la la tentación del sensacionalismo, de recurrir a procedi­mientos extravagantes para tener éxito en la actividad apostóli­ca. La multitud congregada en el templo contempla el milagro y acepta a Jesús como Hijo de Dios. Pero esta interpretación olvida un detalle importante. El tentador nunca hace referencia a esa hipotética muchedumbre. Lo que propone ocurre a solas entre Jesús y los ángeles de Dios. Por eso parece más exacto decir que la tentación consiste en pedir a Dios pruebas que corroboren la misión encomendada. Nosotros no estamos acostumbrados a esto, pero es algo típico del Antiguo Testamento, como recuerdan los ejemplos de Moisés (Ex 4,1-7), Gedeón (Jue 6,36-40), Saúl (1 Sam 10,2-5) y Acaz (Is 7,10-14). Como respuesta al miedo y a la incertidumbre espontá­neos ante una tarea difícil, Dios concede al elegido un signo milagroso que corrobore su misión. Da lo mismo que se trate de un bastón mágico (Moisés), de dos portentos con el rocío nocturno (Gedeón), de una serie de señales diversas (Saúl), o de un gran milagro en lo alto del cielo o en lo profundo de la tierra (Acaz). Lo importante es el derecho a pedir una señal que tran­quilice y anime a cumplir la tarea. 
Jesús, a punto de comenzar su misión, tiene derecho a un signo parecido. Basándose en la promesa del Salmo 91,11-12 («a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos; te llevarán en volandas para que tu pie no tropiece en la piedra»), el tentador le propone una prueba espectacular y concreta: tirarse del alero del templo. Así quedará claro si es o no el Hijo de Dios. Sin embargo, Jesús no acepta esta postura, y la rechaza citando de nuevo un texto del Deuteronomio: «No tentarás al Señor tu Dios» (Dt 6,16). La frase del Dt es más explícita: «No tentaréis al Señor, vuestro Dios, poniéndolo a prueba, como lo tentasteis en Masá (Tentación)». Contiene una referencia al episodio de Números 17,1-7.  Aparentemente, el problema que allí se debate es el de la sed; pero al final queda claro que la auténtica tentación consiste en dudar de la presencia y la protección de Dios: «¿Está o no está con nosotros el Señor?» (v.7). En el fondo, cualquier petición de signos y prodigios encubre una duda en la protección divina. Jesús no es así. Su postura supera con mucho incluso a la de Moisés. 
Tercera tentación
La tercera tentación, a tumba abierta por parte del tentador, consiste en la búsqueda del poder y la gloria, aunque suponga un acto de idolatría. No es la tentación provocada por la necesidad urgente o el miedo, sino por el deseo de triunfar. Jesús rechaza la condición que le impone Satanás citando Dt 6,13. 
Para Mt, Jesús en el desierto es lo contrario de Israel en el desierto. En la época del desierto, el pueblo sucumbió fácilmente a las pruebas inevitables de la marcha: hambre, sed, ataques enemigos. Dudaba de la ayuda de Dios, se quejaba de las dificultades. Jesús, nuevo Israel, sometido a tentaciones más fuertes, las supera. Y las supera, no remontándo­se a teorías nuevas ni experiencias personales, sino a las afirmaciones básicas de la fe de Israel, tal como fueron propues­tas por Moisés en el Deuteronomio. Los judíos contemporáneos de Mateo y de su comunidad no tienen derecho a acusar a su fundador de no atenerse al espíritu más auténtico. Jesús es el verdadero hijo de Dios, el único que se mantiene fiel a Él en todo momento. 
El problema de la historicidad
El relato de Mt nos obliga a preguntarnos si se trata de hechos históricos o ficticios. Porque el diálogo con el tentador, el viaje a la ciudad santa y el otro a una montaña altísima no parecen tener nada de histórico.
Es interesante recordar que el cuarto evangelio no contiene un episodio de las tentaciones, pero habla de ellas a lo largo de la vida de Jesús. La más fuerte es la del poder, en el momento en que los galileos quieren nombrar a Jesús rey. Y tentaciones muy parecidas en su contenido, no en la forma, se repiten al final de la vida de Jesús, en la cruz: «Si eres Hijo de Dios, sálvate y baja de la cruz» (Mt 27,40). Estas tentaciones reflejan otro dato de gran interés: los tentadores son los hombres, no Satanás. 
Resumen
La tentación es un hecho real en la vida de Jesús, a la que se vio sometida por ser verdadero hombre. 
Mt ha recogido este tema para dejarnos claro desde el princi­pio cómo entiende Jesús su filiación divina: no como un privile­gio, sino como un servicio. 
En el fondo, las tres tentaciones se reducen a una sola: colocarse por delante de Dios, poner las propias necesidades, temores y gustos por encima del servicio incondicional al Señor, desconfiando de su ayuda o queriendo suplantarlo. 
Las tentaciones tienen también un valor para cada uno de nosotros y para toda la comunidad cristiana. Sirven para analizar nuestra actitud ante las necesidades, miedos y apetencias y nuestro grado de interés por Dios.

Atrapados entre los hechos y las ofensivas palabras de Donald Trump

J. Jaime Hernández

images2Poco antes de que el canciller, Luis Videgaray asegurara que, en el inicio de la era Trump, importarán más los hechos que las palabras, el presidente Donald Trump se despachaba desde la Casa Blanca con la cuchara grande de su retórica anti mexicana para presumir ante un grupo de líderes empresariales de la “operación militar” que ha puesto en marcha para deshacerse “de los líderes de las pandillas y los líderes de los carteles de las drogas” que están ilegalmente en EU.

“Estos son los tipos malos que han llegado a este país y que hemos deportado a un ritmo que nadie ha visto antes. Esta es una operación militar … Y lo hemos hecho porque gran parte de esta gente está aquí ilegalmente. Sí, todos ellos son duros. Pero no tan duros como nuestra gente. Así es que tenemos que sacarlos”, aseguró Trump.
Las palabras de Trump, cargadas de desdén y beligerancia hacia México —“Si hay un acuerdo con México, bien. Y si no, pues también”—, iban en sentido contrario al cuidadoso discurso que casi a esa misma hora dirigía John Kelly, el Secretario de Seguridad Interna, desde la Ciudad de México:
“Quiero ser muy claro; no habrá deportaciones masivas y no habrá ninguna intervención de la fuerza militar durante estos operativos”, aseguró Kelly.
¿A quien creerle?. ¿Al presidente Donald Trump quien, poco antes, había presumido de la operación militar que ha puesto en marcha para deshacerse de los “bad hombres”?.
¿O a su Secretario de Seguridad Interna, John Kelly, quien ha prometido deportaciones muy cuidadosas, muy humanitarias y sin la intervención de las fuerzas armadas?.
El contradictorio mensaje de Donald Trump y sus Secretarios de Estado, Rex Tulleron; y de Seguridad Interna; John Kelly, ha dejado en evidencia lo que ayer resumió el canciller mexicano, Luis Videgaray:
“En este proceso importarán más los hechos que las palabras”.
Traducción: no haremos mucho caso a los exabruptos o dislates de Donald Trump, un presidente que se ha atascado en el modo de campaña electoral, mientras aprende a ser presidente de la nación más poderosa del mundo.
Al mensaje de Videgaray (que seguramente deslizó para no emponzoñar el dialogo y las negociaciones entre ambas naciones con las groseras ocurrencias de Trump), se sumó hoy mismo la urgente aclaración desde el Pentágono:
“Las fuerzas armadas no están implicadas en redadas y deportaciones de inmigrantes ilegales”, aseguraron.
A su vez, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, trataba de quitarle hierro al asunto, pero sin reconocer del todo, la metida de pata del presidente:
“El Presidente estaba describiendo claramente la manera ordenada y profesional en que sus órdenes ejecutivas se están implementando, y el énfasis de la administración en la eliminación de criminales peligrosos que están aquí en los EU ilegalmente”, dijo el portavoz al asegurar que el término militar lo usó sólo como un “adjetivo”.
La confusión creada por Trump —quien una vez más dejó en evidencia su ignorancia supina y su propensión a mentir o exagerar—, sumada al mensaje contradictorio de sus enviados a México, dejó en evidencia que Rex Tillerson y John Kelly tienen ante sí una difícil tarea a la hora de recuperar la credibilidad y la buena voluntad política del gobierno mexicano que, al parecer, intentará hacer oídos sordos ante las palabras necias de Donald Trump.
Pero, además, resaltó la enorme dificultad que tendrá el gobierno de Enrique Peña Nieto a la hora de conciliar los mensajes que prometen, por un lado, “redadas humanitarias y apegadas al derecho”, con el discurso ofensivo de Donald Trump y el drama de madres de familias, como Guadalupe García de Rayos, quien fue deportada el pasado 8 de febrero; o de jóvenes Dreamers como Daniel Ramírez Medina, quien permanece detenido tras ser capturado el 10 de febrero en la ciudad de Seattle por su supuesta vinculación a una pandilla.

Por cierto. Ninguno de los dos figuraba en la lista prioritaria de “criminales, líderes de pandillas o de los carteles de las drogas”, como ha asegurado el presidente, Donald Trump, al presumir de la “operación militar” que ha puesto en marcha para deshacerse de “los tipos malos

Ante la Cuaresma

Gabriel Mª Otalora


CenizaLa palabra es una abreviatura del latinajo quadragesimam diem. Cuaresmal, por tanto, es sinónimo de cuadragesimal por el número de días elegidos para la maduración en la fe hecha vida ante el acontecimiento venidero más tarde de la Pascua. Es un tiempo de conversión, de cambio, de revisión de vida que significa orientarnos a producir efectos en nuestra tolerancia y misericordia. 
La liturgia de este tiempo ha cambiado poco desde el Concilio Vaticano II, pero la sociología que nos envuelve a los fieles y la teología actualizada, han convertido a estas semanas en otra historia. Los carnavales han tomado la calle y los cristianos constatamos que ya no tenemos el viento de popa que tan cómodamente nos llevaba entre penitencias y ritos. La conversión es ahora una tarea que nos descoloca ante la indiferencia generalizada frente al fenómeno religioso. La cuaresma actual parece un anacronismo ante la desconexión social con la fe y con el propio carnaval, que en algunos sitios ya se alarga hasta penetrar en la primera semana de Cuaresma.


Recuerdo la anécdota de unos cristianos de Namibia cuando fueron invitados por la iglesia Evangélica a visitar Alemania. No podían dar crédito a lo que veían: la enorme diferencia entre el nivel de vida alemán comparado con la raquítica expresión religiosa de la asamblea dominical luterana. No entendían que, a más bienes recibidos, hubiese menos actitud generosa y agradecida a Dios, origen de todo lo bueno. Cuando el ser humano cree que tiene todo el mérito de lo logrado, entonces sobra la conversión y la cuaresma. “¿Por qué rezáis tan poco con lo bien que os va?” fue la interpelación de estos africanos ante la paupérrima expresión de fe que vieron en sus hermanos en la fe alemanes.
La Cuaresma de hoy es más que nunca tiempo de cambio esperanzado así como una oportunidad para aflorar las contradicciones y repensarlas a la luz del evangelio. Convertirse es vivir lo que decimos creer. Por tanto, el signo de no comer carne los viernes ha perdido fuerza y puede ser incluso poco religioso si a la hora de comer pescado lo convertimos en una hipocresía insoportable; pensemos en las salchichas y el rodaballo. Los signos que nos transforman pasan por otros caminos que hagan de la cruz diaria (miserias personales, orgullos, envidias, egoísmos varios, dolores sobrevenidos…) un lugar de transformación personal en amor luminoso para nosotros y para quienes nos rodean, ansiosos como están de ver y de que alguien les muestre el Camino y el sentido de esta vida.
He dicho bien: convertirnos en amor que nos ilumine a nosotros primero, claro que sí, para iluminar después a los demás. Si no nos queremos y nos aceptamos como nos quiere y acepta el Padre, ¿cómo vamos a dar a los demás de lo que nos falta? Eso hizo Jesús de Nazaret y por eso se retiraba a orar para nutrirse de luz y de fortaleza. Por eso creo que la alegría tiene sitio en la Cuaresma pues todo intento de transformación a mejor lleva aparejado la esperanza, y esta es una virtud teologal que se fundirá en el día del Resucitado.
Que todo siga igual no tiene sentido. Por tanto, es la madurez cuaresmal la que se impone trabajar para ser la mejor posibilidad de uno mismo y con los demás. Esta es la batalla silenciosa y difícil que debemos afrontar durante estas semanas en medio de nuestras dificultades personales y de un escenario materialista asfixiante. Pero si pensamos en el Maestro, no lo tuvo mejor en aquella sociedad teocrática más asfixiante todavía. Y además, tenemos a su ejemplo.

¡¡Feliz singladura cuaresmal de la mano del Espíritu!!

Es pésima la corrupción de “los mejores”

José Carlos García Fajardo, Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Director del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS)


Traten de imaginar la cantidad de internos en las cárceles que he podido tratar en las visitas semanales en los últimos treinta años… el número de presos preventivos por no poder pagar fianza con los que se violó una y mil veces el artículo 25 de nuestra Constitución.
A todos nos suena Delenda es Monarchia  (Acabemos con la monarquía), por el titulo de un artículo de Ortega y Gasset, publicado en noviembre de 1930. Se trataba de una crítica a la descomposición del Estado del gobierno del General Berenguer que había seguido a la Dictadura de Primo de Rivera que hoy nos parece tedioso pero que, en la memoria colectiva, flotó durante años porque la dictadura de Franco se ocupó de ir rememorándola de vez en cuando. Aún después de la impuesta “re-instauración”, vaya palabro, de la forma de Estado español como  Monarquía sin Rey ni Regente ni Príncipe heredero como sería lo suyo, ya que el Caudillo, ególatra y artero, quería perpetuarse en el poder. Y su mujer, “La Señora”, no digamos.


La historia es bien conocida, no quiso reconocer al heredero designado por el destronado rey Alfonso XIII, Don Juan, y maniobró para distinguir al hijo mayor del pretendiente en el exilio, Juan Carlos, pero encargándose el déspota de su educación en los inamovibles principios del Movimiento Nacional. No sin la servil pero poderosa ayuda de la oligarquía de terratenientes, bánksters y los máximos dignatarios de la Iglesia católica que hasta le “reconocieron” el inefable derecho a entrar en los templos bajo palio.
Hay documentos gráficos de Obispos con el brazo extendido entonando el Cara al sol  y respondiendo hasta desgañitarse a los gritos de rigor. No hay más que decir, recordemos que, a cambio de todo lo que pidieron en tierras, derechos, privilegios e intervención directa en los supremos órganos de aquel régimen fascista, desde el Consejo de Regencia a las poltronas-escaños en las “renacidas” Cortes Generales, calificaron la Rebelión militar/Guerra civil como “Cruzada nacional por la cristiandad”. Pero todas estas prebendas de pachás eunucos no es comparable al poder totalitario que asumieron en la educación en todas sus formas, desde la infancia a las universidades, fuerzas armadas, sindicatos, alcaldías, diputaciones etc. amén de la censura más ominosa en toda forma de expresión y la libre circulación de sus bienes y prebendas para blanquearlos en el Vaticano y otras marrullerías que conocemos y que padecimos.
Pues bien, si Catón arengó con su Delenda est Carthago, en este país mastuerzo se coqueteaba con el Reich, con Il Duce, Pétain y con todos los movimientos de extrema derecha que imperaban… el Caudillo impuso la consigna de que éramos “la reserva espiritual de Occidente” y otras lindezas mientras no cesaban de recitar como un mantra que “España va bien”… a pesar de masones, comunistas, judíos, sodomitas, socialistas, separatistas, anarquistas etc. ¿No les recuerda a alguien, también gallego pero que a fuer de no hacer, flota como el corcho y otros materiales?

Ahora, después de la vergonzosa abdicación del Rey Juan Carlos en el actual Rey que padecemos, con todo su entramado de relaciones con dictadores latinos, reyes y emires musulmanes absolutistas pero que tuvieran “de donde sacar”. Como decía aquél truhán “a mí no me importa el cargo, pónganme donde haya de donde sacar”. La ignominiosa dictadura fue “sucedida” por los dos reyes que había preparado para su sucesión. Hablaban lenguas y se entendían bien con sus “cousins” árabes sauditas y con los infumables príncipes del golfo.
Pues bien, aquí tenemos a una atrabiliaria Familia Real, a cargo de los Presupuestos del Estado, con cuentas nunca declaradas en Suiza, Luxemburgo, EEUU y otros puertos de amarre que pareció distanciarse de las tropelías del matrimonio Urdangarín, no, ella nunca supo nada de negocios y ni de cuentas, ni de firmas.

El actual Rey aparentó un distanciamiento “sanitario” en el que colaboró a fondo su ultra “monárquica” esposa, Leticia, republicana, de izquierdas, divorciada y atea profesa, que repetían que “la Ley es igual para todos”, pero las sentencias ni el trato, no. Así se contrataron bufetes espléndidos y sensibles a promesas, encargos e intermediarios para, al final, llevarnos, los ciudadanos españoles y una buena parte de otra países las condenas recurridas, la libertad sin fianza, el poder mantener su residencia en Suiza, ¿dónde si no?, poder viajar por todos los países de la Unión Europea y, a nada que les borbonée… el cuerpo, seguirán en la estratosfera. Ha sido un escándalo el juicio a Cristina y a Urdangarín, al que, sin fianza alguna, se le permite residir “como turista”, sin trabajo ni actividad conocida, en Suiza que no pertenece a UE.

He querido dejar para el final algo personal y doloroso: aparte de letrado y profesor de universidad fundé y presidí la ONG Solidarios para el Desarrollo con sede en la UCM. Sólo les pido que traten de imaginar la cantidad de internos en las cárceles que he podido tratar en las visitas semanales en los últimos treinta años… el número de presos preventivos por no poder pagar fianza con los que se violó una y mil veces el artículo 25 de nuestra Constitución. Por favor, entren en Internet y léanlo aunque les brillen los ojos y se les arrugue el corazón.
“No hay un rey que, teniendo fuerza suficiente, no esté siempre dispuesto a convertirse en absoluto”, Thomas Jefferson.

Twitter: @GarciaFajardoJC

Claves para vivir la espiritualidad cuaresmal


Juan Pablo Espinosa Arce

Ceniza
La Cuaresma nos invita a prepararnos como Iglesia para la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, acontecimiento fundamental de nuestra fe. En este artículo queremos ofrecer algunas pistas o claves para vivir una adecuada espiritualidad cuaresmal. De esta manera podremos ir viviendo este tiempo de gracia en el que se nos anuncia que la Salvación está muy próxima.
El miércoles 1 de Marzo comenzamos a vivir el tiempo litúrgico de Cuaresma, el cual corresponde al periodo comprendido entre el Miércoles de Ceniza y la mañana del Jueves Santo. Es la preparación a la celebración del corazón de nuestra fe, el Misterio Pascual de Jesucristo, su Pasión, Muerte y Resurrección. En este artículo queremos proponer algunas claves para vivir la espiritualidad de este tiempo litúrgico. Lo ideal es que puedan ser trabajadas en comunidad, en momentos de oración o en liturgias penitenciales que tengan como centro de Palabra de Dios y el Sacramento de la Confesión. También pueden ser leídas y reflexionadas en oración personal. ··· Ver noticia ··

Chamanes con corbata

Carlos Miguélez Monroy, periodista


La proliferación de gurús del mindfulness, del “desarrollo personal”, del “liderazgo” se antoja como un sutil instrumento de dominación que se sirve del marketing y de los miedos de las personas en tiempos de crisis.
El coaching legitima prácticas empresariales que se aprovechan de la indefensión de los trabajadores en épocas de crisis. Así lo sostiene el escritor y periodista Daniel Ruiz García, ganador del premio Tusquets de novela por La Gran Ola, con un estilo narrativo que mantiene al lector con un pie en el terreno del llanto y con el otro en el de la risa.



Una de las secuencias más esperpénticas muestra a uno de los comerciales de la empresa que acude con su hijo a uno de esos family day utilizados para mejorar el ambiente empresarial, para “confraternizar” y para desarrollar el “sentido de equipo”. La experiencia se convierte en una pesadilla porque todo el mundo va con su esposa y la suya está en casa con una quimioterapia, y su hijo lo deja en ridículo por sus pataletas y sus conductas antisociales.
“Uno de sus mantras es la consabida huida de la zona de confort, algo absolutamente neoliberal e individualista”, dice el escritor sevillano cuando se refiere a los gurús del coaching, lo que le ha granjeado enemistades y críticas a diferencia de los aplausos por la novela anterior, donde se metía con los políticos.


Puede resultar contradictorio hablarles de zona de confort a trabajadores que apenas llegan a fin de mes con lo que ganan y con jornadas laborales extenuantes que no dejan ni tiempo ni energía para nada más. Sólo faltaría decirles que tienen que convertirse en emprendedores o en sus propios jefes y decirles que se paguen un máster en una escuela de negocios.
El escritor sevillano se remonta a los años 70 para identificar los comienzos del coaching en Estados Unidos y a los que les atribuye un potente trasfondo religioso. Dice que sus dinámicas se asemejan a “ejercicios de comunión” que provienen de las practicadas por los predicadores anglicanos, con sus métodos para librar al pecador de sus pecados, aunque aquí no haya pecado.
Se refiere a sus gurús como “chamanes de corbata” que han convertido en best sellers su “pseudo ciencia de pensamiento mágico”. Las empresas dedican presupuestos y cursos para empaparse de conceptos como “emprender”, “innovar” y “motivar”.



El mundo empresarial empieza a adueñarse también del mindfulness, otra práctica convertida en moda. Incluso se ha acuñado incluso el término mindfulleadership. Los gurús del marketing encontraron en el mundo empresarial un terreno fértil para vender una práctica que consistía en aprender a respirar y a meditar para estar más en el aquí y en el ahora.
Nadie puede criticar prácticas que sirvan de base para buscar la felicidad en cada cosa que hacemos, pero produce cierta desconfianza cuando se convierte en instrumento para perpetuar las desigualdades en el mundo laboral. Porque cabe preguntar lo que hay detrás del palabro liderazgo, tan común en los países de América por su cercanía al mundo empresarial anglosajón al que pertenece pero ya importado en Europa.Se repite hasta la saciedad la frase de que “hacen falta líderes” y a las escuelas de negocios donde proliferan todo tipo de cursos de coaching y ahora de mindfulleadership les da lo mismo utilizar como ejemplo a Nelson Mandela que a Sun Tzú o que a Napoleón.
Gastan frases del tipo de “el jefe manda y el líder convence”, como si sólo existiera un problema de formas en el mundo de la empresa y no en el fondo: precariedad e incertidumbre que llenan de miedo los ambientes de trabajo, donde se dicen por lo bajo frases como “en estos tiempos hay que dar gracias por tener trabajo” o “cuida bien tu trabajo porque hace mucho frío allá afuera”.
Coincide con el postcapitalismo del que habla Ruiz García, y que ejerce una coerción “invisible” sobre trabajadores que asimilan ciertos métodos de forma pasiva cuando se han autoconvencido de que “es algo bueno para ellos”.
Estos gurús animan a sus feligreses a huir de las personas tóxicas, pero éstas no siempre están en la oficina o en casa. A veces llevan corbata y una sonrisa que disfraza el humo que venden con obviedades y con frases huecas para perpetuar el sistema neoliberal.

ONU alerta: Más de 17 millones de yemeníes no pueden alimentarse

kaossenlared

hambre
Por Hispan TV
“Somos testigos de una escasez alimentaria, así como de una subida de los precios de los alimentos, del combustible y de la inestabilidad en la producción agrícola”, ha aseverado este miércoles el coordinador para Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Yemen, Jamie McGoldrick.
La ONU estima en más de 17 millones el número de yemeníes que no pueden alimentarse por la ‘grave situación humanitaria’ causada por el conflicto que vive este país.
“Somos testigos de una escasez alimentaria, así como de una subida de los precios de los alimentos, del combustible y de la inestabilidad en la producción agrícola”, ha aseverado este miércoles el coordinador para Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Yemen, Jamie McGoldrick. ··· Ver noticia ··

Miércoles 1 de marzo de 2017: Miércoles de Ceniza

koinonía

CenizaEn Cuaresma, todos los bautizados reiniciamos un camino de conversión hasta la fuente bautismal, unidos a los que quieren ser regenerados en la Vigilia Pascual. Caminamos en silencio para retomar nuestra identidad más profunda, que nos viene de la Palabra, del agua y de la luz. Hoy, el evangelio nos llama ir a lo interior y la Iglesia a tomar ceniza. La ceniza queda en el suelo tras la quemazón; es el saldo de la pérdida. Nos la imponemos para abajarnos, reconociendo que no nos sostenemos por nosotros mismos; nos despojamos de nuestra propia fuerza, para caminar rendidos al poderío de Cristo y su cruz, lo único que nos hace cristianos. Jesús nos lleva a distinguir lo que vale a los ojos de Dios. Nos pide quemar el vanidoso oropel del que nos envuelve la preciada opinión de los demás y pasarla por el evangelio de la cruz hasta hacerla ceniza que nos haga caminar bajo la mirada amorosa de nuestro Padre Dios; lo único que transforma el corazón humano y nos regenera. ··· Ver noticia ··

Rechazo unánime al bus de HazteOir contra los niños transexuales


Religión Digital
Carmena ordena su retirada; Colau impedirá que circule por Barcelona
Una campaña “violenta y ofensiva” que incita al odio
El vehículo tiene previsto circular por Madrid hasta el miércoles, cuando ya lo hará también en Valencia, para trasladarse el viernes a Barcelona y de ahí a Hospitalet-Sant Cugat, Zaragoza, Pamplona, San Sebastián, Bilbao y Vitoria
Todos los grupos políticos y diversos colectivos sociales han criticado al unísono la campaña iniciada por la organización de orientación ultracatólica Hazteoir.org, que ha puesto a circular por Madrid un autobús con mensajes contra “las leyes de adoctrinamiento sexual”. ··· Ver noticia ··