FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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domingo, 20 de agosto de 2017

Ojalá tu sueño de hacer felices a los demás, sea más grande que tus miedos


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- Por: Elena Martínez Ramos


Elena Martínez cuenta su experiencia de Voluntariado en Colima (México): "La experiencia de voluntariado que he realizado este año en México me ha dejado una huella imborrable en el corazón".

 
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No en todos los lugares del mundo cuando abres un grifo puedes beber agua potable, eso que a nosotros nos parece tan normal.  Cuando dejas las comodidades y te centras en lo esencial, en la persona, vives más intensamente. Solamente aprecias la bendición del agua fría cuando has estado corriendo y saltando con los niños en el patio durante horas.

En otras circunstancias en nuestras casas, nos quejaríamos si el agua para ducharnos nos saliese fría. Pero reconozco que bendita ducha de agua fría, después de haber estado al sol, jugando al baloncesto, cantando canciones de animación, etc.

La experiencia de voluntariado que he realizado este año en México me ha dejado una huella imborrable en el corazón, pues como bien dijo el padre Francisco, director de  los Salesianos en Colima  en una de las eucaristías, los voluntarios podíamos haber elegido otro destino para pasar nuestros días de vacaciones como por ejemplo Puerto Vallarta, Cancún, etc y sin embargo hemos preferido invertir nuestros ahorros en un billete de avión para viajar a una región mucho más humilde y poco conocida como Colima y regalar lo más valioso que podemos ofrecer los seres humanos y eso es el TIEMPO y el AMOR.  Ah y no está de más que no se nos olvide las palabras GRACIAS y POR FAVOR. Pues son la base del SERVICIO.
El 13 de julio partimos hacia México, con una maleta llena de miedos y dudas pero con muchas ganas y hoy 13 de agosto regresamos a España con el corazón lleno de rostros de niños y niñas a los cuales les hemos regalado miles de abrazos, sonrisas, correcciones, palabras de cariño y que sin duda, nos han robado en estos días nuestro tiempo y nos lo han multiplicado, pues han sido días muy intensos.

Por las mañanas amanecíamos bien temprano, desayunábamos, realizábamos las tareas de limpieza propias de una casa, .Por las mañanas acudía al VAFEJE del DOSA (Vacaciones Felices con Jesús) Allí enseñaba baloncesto, juegos, canciones y lo más bonito de todo, eran las conversaciones en el patio: ¿Maestra cómo es España? ¿Se va a quedar aquí en Colima? ¿Va a regresar el año que viene? Era la primera vez que en aquel lugar se realizaba los cursos de verano y desde luego fue un éxito, pues el número de niños y niñas fue incrementando de 30 del primer día a 100.  Algo maravilloso sucedió, y es que todos los voluntarios dimos lo mejor de nosotros mismos, y los niños se sintieron felices, eso fue lo que les hizo regresar día tras día y no sólo eso, sino que decidieron compartir su felicidad con otros amigos, primos, de tal forma que el patio se iba llenando de más niños.

Y por las tardes y las noches estaba en la Casa Hogar del Niño Colimense. Un lugar seguro y confiable donde viven de lunes a viernes 60 niños/as, ya que en sus casas viven situaciones de riesgo.

¿Quién se ha levantado  y ha dado las gracias por otro día más de vida, por poder estudiar, por tener una familia? No olvidemos que vida sólo tenemos una. Seamos agradecidos con todo lo que Dios nos ha dado. ¿Por qué no solemos preguntar a los de nuestro alrededor si son felices? Pues yo digo que es bueno plantearse si lo que estamos haciendo en nuestro día a día, nos hacer ser felices y hacer felices a los demás. Y algo básico también: ¿expresamos nuestros sentimientos de amor hacia nuestras familias, amigos?

¡México y España unidos por Don Bosco! No importa en qué continente estés, cuando te mueven y te impulsan los mimos valores, y te sientes como en CASA, en FAMILIA, disfrutando en el PATIO y enseñando en la  ESCUELA los valores que te ayudan a crecer para la vida.  Aprovecho para nombrar una cita de Benito Juárez “El respeto al derecho ajeno es la  paz” y respeto es precisamente cuidar que nuestras actitudes no ofendan o disgusten a los demás. Así que mi pequeño consejo es siempre actuar con humildad y respeto especialmente cuando nos encontramos en un país  que no es el nuestro, y en una cultura diferente. 

A lo único que no me acostumbré fue al chile, incluso aprendimos palabras que utilizaban los niños: Qué chido! Está padrísimo! Mi mayor satisfacción ha sido durante este tiempo, a pesar del calor, sudor y cansancio haber visto a los niños/as alegres, felices y sintiéndose queridos. Y como decía Don Bosco:

“He prometido a Dios que hasta mi último aliento sería para mis queridos jóvenes”

Gracias a Dios por darme la oportunidad de seguir creciendo y madurando como persona, a los Salesianos por brindarme la maravillosa ocasión de ofrecer un servicio de voluntariado que me ha transformado y renovado como cristiana y a mi familia por preocuparse y ocuparse siempre de mí.

"La Vida es Actitud"


 

Merece la pena darse a -des- tiempo y complicarse la vida por ellos


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- Por: Ana Martín García


Viajaba a Villamuriel de Cerrato en compañía del miedo a lo desconocido. Una sensación que se disminuyó un poco cuando vi a los chicos en la estación de Palencia que, junto con una de las educadoras, venían a recogerme. Suspiré y sonreí. Estaba donde tenía que estar: por y para ellos.
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He estado dos semanas como voluntaria en la Residencia de Acogida Casa Don Bosco de Villamuriel de Cerrato, en Palencia. Una casa donde viven menores de edad −desde los ocho a diecisiete años− en situación de riesgo, abandono o desamparo. El equipo educativo y psicológico trabaja para que, más allá de considerar la infraestructura como un centro de protección de menores, sea una verdadera casa. Un hogar. Porque el trabajo que se lleva a cabo tiene la finalidad de ser una alternativa al medio familiar, mientras se busca el potencial y el desarrollo integral de los muchachos que allí conviven.

He dedicado mucho tiempo en mi vida a estar con niños y adolescentes en el ámbito lúdico y educativo en diferentes contextos y entornos, pero era la primera vez que me acercaba a una casa de acogida. Estoy acostumbrada a estar y a relacionarme con los chavales de la única manera que sé: siendo yo misma. Para bien y para mal. Sabiendo que, a veces llegaré y otras no. Pero la primera impresión producto de la inseguridad fue que, quizá, no debería de estar allí. Justo por eso, porque nunca antes había estado en un entorno similar. Esa falta de seguridad me hacía pensar que no estaba preparada para enfrentarme a las situaciones que tienen detrás los chicos −esos ambientes hostiles en los que han crecido y no han elegido−.

Pero… ¿Quería más Vida en mi vida? ¿Salir del confort que supone mi casa de referencia salesiana? ¿Ir más allá? ¿Otros corazones, sueños, historias y vidas? Era el momento. Y las inseguridades y ese miedo a lo desconocido desaparecieron poco a poco. Porque no camino sola. Él está en mis motivaciones y hace de mí, lo que soy –fuerte en la debilidad−. Pero igualmente, ¿en Villamuriel? Incluso los muchachos eran los primeros que no entendían qué hacía allí “de manera voluntaria”. Varias veces me he visto a mí misma explicar −o en algunos casos, re-explicar a los mismos− por qué estaba allí. El “vengo a conoceros” decidí que era la mejor respuesta para empezar. Tenían que entender que iba por y para ellos, que simplemente me sentía llamada y era una respuesta a esa necesidad que nace dentro de mí de ayudar, de dar y entregar lo único que tengo: mi tiempo −mi vida−.

La comunidad salesiana y el equipo de educadores me acogieron desde el primer momento como una más. Los días sucedían entre el estudio por las mañanas y las actividades de la tarde, que podían ser desde ir a la piscina, talleres, dar un paseo o ver una película hasta ir a ver el anochecer a uno de los pueblos cercanos. La idea era saber estar juntos, convivir. Pero también aprender a mirar y ser, conversar, jugar, compartir, crecer y… descubrir cómo se pueden crear momentos mágicos de lo más sencillo: ver juntos una puesta de sol, nadar en un lago o perdernos en un campo de girasoles.

Todos los muchachos están en la casa por algo. Las situaciones y las circunstancias que los llevan a vivir bajo el mismo techo son cada una más sorprendente y dolorosa que la anterior. Pero son únicos. Todos son necesarios −para el mundo−. El equipo de educadores –los voluntarios aquí intentamos echar una mano− trabaja diariamente para que descubran que sí pueden, que son capaces de gestionar poco a poco sus situaciones, de superar sus circunstancias y salir de ese entorno que no han elegido.

Su historia y vida son bastante difíciles. Su pasado y presente, complicado. Cuando te abren su corazón, su trasfondo te toca. Todos tienen en común que sus familias han sido superadas por su situación y circunstancias, lo que crea en ellos desilusión, frustración e impotencia que se transforma y sale al exterior en dolorosas palabras −gritos− o acciones. Cuando no hay conflictos, los crean. Pero porque están a la defensiva y viven en un estado de alerta constante. En el fondo, lo único que intentan es no volver a salir heridos. Por eso utilizan el lenguaje y la actitud que ya conocen para intentar protegerse, incluso cuando no hay ataques. Necesitan saber que existen los límites y que el odio, la ofensa y la violencia nunca son justificables. Yo acababa los días agotada psicológicamente. Pero esos niños y adolescentes tan difíciles son los nuestros. Son los de Don Bosco −que ya sabía que no hay jóvenes malos, hay jóvenes que no saben que pueden ser buenos y alguien tiene que decírselo−. Y ellos solo necesitan que estés. Porque la realidad que se oculta bajo esas capas de dolor y supuesta fortaleza es una necesidad inmensa de Amor: de sentirse amados y amar. Aunque a veces duela, siempre merece la pena. Así como merece la pena darse a (des)tiempo y complicarse la vida por ellos.

En mi caso, regreso a Madrid sintiéndome muy afortunada por cada palabra y gesto sincero, con el regalo de haberlos conocido. Mentiría si dijese que no me han cambiado. Después de esta experiencia regreso a casa llena de amor y sabiendo que sirve entregar la vida, que es importante la coherencia y el compromiso. Regreso haciendo mías las palabras de J.M.R. Olaizola cuando dice que hay que «exponer el corazón, aunque se te rompa un poco a veces». Y me voy con más Vida en mi vida por ellos y los que se cruzaron estos días en el camino. Gracias al increíble equipo de educadores: Laura, Eva, Alicia, Lucía, Álvaro, Javi, María, Gustavo, entre otros. A todos los educadores con los que coincidí y conocí, pero también a los que no y trabajan en la importante tarea educativa de acompañar a cada uno de los chicos en desarrollar su potencial. También a Felipe, por sus palabras. A la comunidad salesiana de Villamuriel por todos los momentos compartidos: las anécdotas, paseos y conversaciones. Gracias Basilio, Kike y Nicolás por su tiempo y disposición. Gracias a Chema, por preocuparse y estar. Y mil gracias a Rafa, por también complicarse la vida, compartir locura y creer en el sueño de Don Bosco. En definitiva, gracias a todos los que hacen que la familia salesiana, sea una verdadera familia.

Otra vez el caso Taltavull, (obispo auxiliar de Barcelona y administrador apostólico de Mallorca)


Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara

Sebastià Taltavull Anglada es el administrador apostólicos de Mallorca. Eso quiere decir, en cristiano, que hace las veces del obispo, que sustituye al obispo residencial, hasta que sea nombrado, él u otro, para ese ministerio. Todo indica que será ese menorquín activo y trabajador el que será promovido en poco tiempo. Tiene todas las bendiciones de su arzobispo y cardenal Omella, de Barcelona. Y es pura coincidencia que escriba dos artículos seguidos de mi blog sobre obispos de Baleares, -hace unos días fue sobre Vicente Juan Segura, obispo de Ibiza, y su desencuentro con el alcalde de la localidad, por no haber asistido éste a la misa de la fiesta de la patrona. El desencuentro se convirtió en una bronca pública en la homilía del prelado, y en la negación del saludo del Pastor (¿?) a un vecino señalado. El que ha leído mi artículo habrá comprobado que fui duro con el obispo, y que exponía mis motivos para serlo. Pues bien, esta entrada sobre el actual prelado de Mallorca tampoco va a ser un lluvia de rosas, específicamente en el tema de su relación con las monjas jerónimas de Palma.
El que se trate de dos obispos insulares es pura coincidencia. El que sea crítico, un tanto rudo, y para algunos, algo feroz, con jerarcas de la Iglesia, esto es harina de otro costal, no tiene nada de coincidencia, y para mí es un asunto de extrema gravedad la obligación de los miembros de la comunidad eclesial católica la de no guardar silencio, para no ser ni conniventes ni cómplices, con las actitudes de la Jerarquía que se distancian mucho del estilo evangélico que debería caracterizarlas. Muchos se preguntarán por qué parece me gusta poco la Jerarquía. Muy sencillo: porque no es cosa de Jesús. Durante siglos nos han vendido la idea de que la Jerarquía eclesiástica no es otra cosa, con palabra diferente, que el grupo de apóstoles, y discípulos más allegados, que rodearon al Señor, y siguieron sus huellas. Pero nada más distante de la realidad. Eso pudo ser verdad durante los tres primeros siglos, pero después, cualquier parecido no es que sea coincidencia, es que no existe por ningún lado. Jesús, hablando de cómo los que gobernaban las naciones usaban el poder, y de sus abusos y tiranías, acabó con la frase que debería ser para los discípulos del Maestro, un verdadero talismán: “Entre vosotros, que no sea así”. ¡Bueno!, pues ha sido así, o peor, por haberse realizado en multitud de ocasiones con mucha más inteligencia. Pero ni las diócesis como funcionaron desde el siglo IV hasta el XX, y siguen, ni las mitras, ni los palacios episcopales, ni el poder feudal, ni el escalafón administrativo y burocrático, ni las luchas cardenalicias entre las grandes familias italianas en el Edad Media y Moderna, ni la entronización de los papas como señores de media Italia, ni la dedicación casi exclusiva de los papas a otras funciones, como la milicia o el mecenazgo, tienen nada que ver con las enseñanzas del Maestro.-( el papa Julio II vestía cotidianamente la coraza militar, y decía misa dos o tres veces al año, etc., etc.,), en fin, un cuento de nunca acabar.
Así que, en mi opinión, hay dos cosas, sobre todo, pero hay más, que me echan para atrás en la jerarquía eclesiástica: 1ª), que Jesús no la previó, ni la quiso, ni la anunció como modo de seguimiento de su Palabra, y 2ª), que su Historia ha sido una secuencia de deslealtades al Evangelio de Jesús. Dicen que una de las principales misiones de los obispos es administrar bien, y diligentemente, los bienes materiales de la Iglesia. Y, por lo que estamos viendo en los últimos años, incrementar estos bienes, no importando demasiado ni los medios, ni los métodos, ni la moralidad, muchas veces dudosa, de los mismos. Es el caso del obispado de Mallorca con el convento de las monjas jerónimas de Palma de Mallorca. Fue el predecesor de Taltavull, monseñor Javier Salinas, controvertido prelado de la diócesis balear, quien, en contra de la más elemental prudencia y respeto por el Derecho Canónico, inmatriculó un inmueble de indudable titularidad administrativa: jamás ni pudo, ni fue, atribuido a la diócesis de Palma, sino de propiedad indiscutible, sin el más mínimo rasguño en el derecho propietario, de las Hermanas jerónimas de Palma. (Aquí hay que recordar, para los desavisados, o directamente ignorantes de la cuestión, que no todos los bienes, muebles o inmuebles, que poseen , usan o administran instituciones católicas, pertenecen, ipso facto, a la Iglesia jerárquica, ya sea en la cúspide, la Sede romana, o en las diversas diócesis. En la Iglesia hay variedad de personas jurídicas capaces de poseer y de administrar los bienes, según la normativa del CIC (Código de Derecho Canónico). Las monjas jerónimas mallorquinas son de derecho pontificio, así que la única autoridad eclesiástica capaz de interferir en esa administración, en caso de litigio, o de quebranto del derecho, es la autoridad de Roma.
El obispado de Palma de Mallorca intervino, y sigue haciéndolo, hostigando y obstaculizando a las monjas el traslado, por ejemplo, de las obras de arte, igualmente, propiedad del convento, y, por eso mismo, de sus propietarias, saltándose a la torera no solo las directrices del Derecho de la Iglesia, sino algo que es mucho más serio, decisivo, y escandaloso, no respetando el más mínimo sentido evangélicos de la fraternidad, de la moderación, y del espíritu de servicio. (….”Entre vosotros que no sea así”).
Este tema lo sabemos por el padre Alejandro Fernández Barrajón, fraile mercedario, que ocupó la presidencia de la CONFER hace unos años, y que no es ningún chisgarabís. Su presidencia de los religiosos españoles estuvo presidida por el equilibrio, la valentía, y el sentido evangélico. Hace ya unos meses trató el tema de la intromisión del administrador apostólico de Mallorca, y obispo auxiliar de Barcelona, con las monjas jerónimas, y, al notar su enfado, indignación, y su sentido de la justica, me interesé por el tema. Hoy ha vuelto a aparecer el espinoso asunto en RD, lo que me indica que sigue su sentido evangélico de la corrección fraterna, pues entró en contacto con monseñor Taltavull, quien dio largas al asunto, y acabó mareando la perdiz. Yo creo por entero al padre Barrajón, y si la diócesis de Mallorca tiene argumentos para pensar que el padre mercedario miente en sus informaciones, salga a la palestra, y lo desmienta. Esperamos que lo haga. Mientras tanto, que monseñor Omella, y en la Congregación de Obispos de la curia vaticana, que apunten su comportamiento con unas pobres monjas, ingenuas, pero no tontas, ante los rumores de que parece va a ser premiado con la titularidad de la diócesis de Palma. Hasta hace poco el sistema era otro: más bien el “promoveatur ut removeatur”.

“Los musulmanes no queremos ver más sangre derramada”


José M. Vidal/Agencias

Protestantes: “Siempre hay esperanza en medio de cualquier oscuridad”
Los musulmanes reiteran su compromiso en la lucha contra “cualquier tipo de terrorismo”
Los musulmanes españoles condenan enérgicamente el “hecho criminal” de Barcelona y reiteran su compromiso en la lucha “contra cualquier tipo de terrorismo”. Por su parte, los protestantes, tras la condena de los atentados, recuerdan que “siempre hay esperanza en medio de cualquier oscuridad”.··· Ver noticia