FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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viernes, 24 de mayo de 2013

Zara produce en condiciones de esclavitud

Periódico Diagonal
La marca de ropa Zara, de capital español, subcontrata en Argentina su producción a talleres textiles clandestinos donde se esclaviza a costureros inmigrantes. Zara sostiene la misma metodología de explotación ilegal e inhumana en Sao Paulo, Brasil, hasta el punto de que tuvo que pagar una multa millonaria por estos mismos delitos que se le imputan también en otros once países.
En Argentina, los talleres ilegales están ubicados en locales a las afueras de la ciudad de Buenos Aires o en barrios turísticos y con mucha población de inmigrantes atraídos desde la República de Bolivia con engaños, ya que se les promete vivienda, comida, trabajo, una jornada laboral de ocho horas y cobrar en dólares.
La ONG Alameda ha dado a conocer que existen, al menos, cuatro talleres ilegales que fabrican ropa para Zara. La denuncia se ha hecho conjuntamente con la Secretaría de Derechos Humanos de la Confederación General de Trabajo (CGT) de Argentina, la mayor central obrera del país, y demostró que las jornadas de trabajo son inhumanas. Las denuncias penales presentadas el 26 de marzo y el 11 de abril de este año, que además fueron ratificadas tiempo después por los inspectores del Gobierno de Buenos Aires, evidencian mediante grabaciones con cámaras ocultas que los costureros duermen en literas pegados a las máquinas donde son explotados. De momento, se ha impuesto la clausura administrativa sobre dos talleres, de los cuatro que fueron denunciados por la ONG Alameda.
Una jornada de trece horas
Además, las jornadas de los trabajadores que elaboran la ropa para Zara alcanzan las 13 horas, de lunes a viernes de siete de la mañana y hasta las diez u once de la noche. Además, el sistema eléctrico de estos lugares es precario, lo que genera peligro de incendio como ya ocurrió en 2006, cuando fallecieron seis personas de nacionalidad boliviana, cinco menores de edad, encerrados en la entreplanta de un taller clandestino.
Este sistema no es la excepción de la industria textil en Argentina y el resto del mundo. La ONG Alameda ha denunciado también que 110 primeras marcas de ropa, entre ellas algunas firmas internacionales como Puma y Topper, llevan a cabo las mismas prácticas que Zara. Incluso los propios empresarios admiten que la ilegalidad alcanza al 78% de la confección de ropa. Este sistema de trata y esclavitud ha sido denunciado en México por las maquilas, en Italia por los talleres de la Camorra y ahora por la fábrica que se ha derrumbado en Bangladesh recientemente.
En la actualidad, la causa judicial contra Zara que se tramita en el juzgado federal 7 de Buenos Aires con el número de expediente 3161/2013 y es el magistrado Sebastián Casanello quien está a cargo de la misma. La investigación sobre los talleres de Zara está a cargo del fiscal Guillermo Marijuan. Aunque ya han visitado estos centros de trabajo clandestinos, los tribunales argentinos retrasan la investigación, lo que beneficia a la empresa. El fiscal que investiga a Zara aún no ha llamado al fabricante a declarar. La trasnacional Inditex, propietaria de Zara es la segunda empresa textil en importancia del mundo y su dueño, Amancio Ortega, la quinta fortuna del planeta y la primera de Europa.

Ilegalidad de Zara
En Argentina, Zara está acusada de violar la Ley de Trabajo a domicilio. Al fabricante se le responsabiliza laboral y penalmente, también a los dueños de los talleres donde se subcontrata su producción, por incumplir la Ley de Migrantes, que prohíbe beneficiarse de un indocumentado. Aunque Zara puede registrar su cadena de producción a través del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, que depende del Estado, nunca lo ha hecho. Este programa es casi gratuito aunque no es obligatorio. En su defensa, desde el Estado español, Zara respondió a los medios de comunicación que se han realizado auditorías internas, sin embargo, no se han comprobado las denuncias existentes. Las grabaciones sobre las condiciones laborales de los trabajadores han sido entregadas como prueba en la denuncia penal. La ONG Alameda ha llevado a cabo varios escraches en las tiendas argentinas de Zara y ya ha popularizado un lema sobre Inditex: “EsclaviZará”.

Trabajadores que pagan con su vida
El edificio Rana Plaza, que se vino abajo el pasado 24 de abril en Bangladesh y en el que hasta la fecha han muerto 1.126 personas, pone al descubierto de nuevo cómo se fabrica la ropa. Las multinacionales, entre ellas las españolas Mango, El Corte Inglés, Benetton y Primark, han tenido que reconocer que sus prendas eran fabricadas en ese centro y han admitido las condiciones de esclavitud que sufren las trabajadoras y trabajadores de esos talleres. El propietario del inmueble ha sido detenido, pero no se han abierto diligencias contra las transnacionales.

La Brigada de Información de la Policía de Madrid traspasa una nueva línea roja Miguel Arróniz

Última hora. Los periodistas Raúl Capín y Adolfo Luján serán puestos en libertad esta tarde tras mas de 24 horas detenidos
Los periodistas Raúl Capín y Adolfo Luján serán puestos en libertad esta tarde tras prestar declaración en los Juzgados de la Plaza de Castilla, según indicaba a Rebelión su abogado Rafael Mayoral, ya que todavía no está admitido el auto de procesamiento.
En conversación con Rebelión, y a las puertas del Juzgado, Rafael Mayoral nos aclaró que ambos compañeros periodistas se encuentran bien tras llevar mas de 24 horas detenidos porque, según ellos, no han hecho nada, tan solo han realizado su trabajo como fotorreporteros. De hecho, en las declaraciones en su contra se hace una continua referencia a la ‘parcialidad’ y a la habitualidad de su trabajo y a que están vinculados a los movimientos sociales.
Según Mayoral, los hechos que se les imputa no se sostienen de ninguna manera ya que se les acusa de desórdenes públicos en la manifestación del 25 de abril diferenciando su trabajo del de otros periodistas que también cubrían los hechos para medios de comunicación convencionales. Aún mas, se trata de un procedimiento iniciado a partir de la publicación en medios de comunicación de investigaciones a periodistas que habitualmente estaban cubriendo las movilizaciones en Madrid.
Hay circunstancias que, según el abogado de Raúl y Adolfo, son totalmente excepcionales como el de que no fueran citados a declarar en una Comisaría o los hechos se hubieran puesto en conocimiento de la autoridad judicial. Ambos fueron detenidos en su domicilio por policías encapuchados que los trasladaron a la Comisaría de Policía del distrito de Moratalaz. Según Mayoral también se tiene que tener en cuenta que el 21 de mayo el Partido Popular votó en contra una ley sobre la libertad de prensa en el Parlamento Europeo y al día siguiente se produjera este atentado contra la libertad de prensa.
La Delegación del gobierno de Madrid lleva utilizando métodos represivos contra los movimientos sociales indiscriminadamente en los últimos meses por medio de detenciones arbitrarias, identificaciones a manifestantes y multas por participar en movilizaciones. Preguntado el abogado por si es la Delegación del gobierno quien está tras estas detenciones contestó que no podía asegurarlo, que lo único que sabía era que la Brigada de Información de la Policía presentaba los cargos y, mas concretamente, que tanto a Raúl como a Adolfo, les acusaban de entorpecer la labor policial en la detención de una joven por parte de policías de paisano. Pero que de lo que estaba seguro era de que se trataba de una verdadera persecución y caza de brujas contra profesionales de la información que publicaban fotos incómodas para las fuerzas de seguridad.

Políticamente huérfanos Pedro Serrano Martínez

Enviado a la página web de Redes Cristianas
Los ciudadanos de este decadente y afligido país nos hemos quedado huérfanos. En términos políticos, es como si nuestros representantes democráticos ya no existieran, como si hubieran desaparecido, como si hubieran muerto.
Cuando los políticos son el tercer problema nacional por detrás del paro y de los problemas económicos; cuando casi nueve de cada diez ciudadanos no confían en el presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, ni en el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba; cuando la oposición al Gobierno la tenemos que hacer los ciudadanos a golpe de manifestación; cuando las instituciones se tambalean y el país está abocado a una crisis social imprevisible; cuando todo esto ocurre, tenemos sobradas razones para vestirnos de luto.
Pero, a pesar de los pesares, no todo está perdido. Los incipientes y cada vez más numerosos movimientos sociales presagian un cambio esperanzador de la realidad. Unos movimientos sociales que ponen en tela de juicio a nuestros políticos e instituciones y que entienden que la política debe estar al servicio de los ciudadanos y no al de intereses espurios.
Como ciudadanos, este desamparo democrático y político debe servirnos de acicate para implicarnos y comprometernos de verdad, para entender que la política degenera cuando la confiamos solo a los políticos. En definitiva, esta orfandad debe servir para hacernos mayores democráticamente y buscar entre todos alternativas a la ofuscación política actual.

Arcadi Oliveres: “Nuestra obligación moral es perder el miedo y rebelarnos contra el sistema” Eduardo Azumendi

“Se ha deteriorado tanto la situación que no hay otra alternativa que la desobediencia civil”.
“No se puede decir que hay que cambiar las cosas y no intentarlo”.
“Si el capitalismo no ayuda a las personas a cubrir sus necesidades tendremos que hacerlo desaparecer porque está en juego la supervivencia de la humanidad”.
Arcadi Oliveres (Barcelona, 1945) no puede reprimir la indignación cuando habla del actual sistema político y económico, de cómo se “dilapida” el dinero en ayudar a salvar bancos mientras se permite que miles de familias se hundan. Este profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y presidente de la ONG Justicia y Pau ha participado en las jornadas sobre energía organizadas por la Plataforma Fracking Ez, en Vitoria. Además de hablar sobre la situación y las desigualdades energéticas Norte-Sur, Oliveres concedió una entrevista a El Diario Norte en la que aboga por “perder el miedo y rebelarse” contra el sistema político actual, al que considera enfermo y caldo de cultivo para la corrupción.
Pregunta: Parece que eliminar las disfunciones de la crisis pasa por basar la economía en una menor rentabilidad y en un reparto más justo de la pobreza. ¿Estos preceptos son compatibles con el capitalismo?
Respuesta: No sé si son compatibles, pero sí sé que es absolutamente necesario para la humanidad. Si no es compatible, será el capitalismo el que tenga que desaparecer porque está en juego la supervivencia de la humanidad. Si el capitalismo no permite esta supervivencia, hagámosle desaparecer y dotémonos de un sistema que facilite la cobertura de necesidades básicas de la ciudadanía y el sostenimiento del planeta.

P. ¿Y cuál es la alternativa al sistema capitalista?
R. Nunca en la historia ha habido alternativas preparadas. Cuando desapareció el feudalismo y llegó el capitalismo no avisaron que a las doce terminaba uno y a las doce y un minuto comenzaba el otro. Se fueron cambiando las estructuras económicas, los señores feudales fueron perdiendo su poder, los burgueses de las ciudades lo fueron ganando. Nació el capitalismo comercial, después otro financiero e industrial. Y estamos en ese proceso hacia un capitalismo más humano que permita que la gente pueda cubrir sus necesidades.
P. Con más de seis millones de parados, ¿cómo es posible que no se produzca un estallido social?
R. Los medios de comunicación han metido el miedo a los ciudadanos y la gente todavía tiene el temor a perder las pequeñas cosas que le quedan. Si la historia de la humanidad hubiera funcionado así, nunca se hubiera progresado. Si los primeros objetores de conciencia al servicio militar no hubieran asumido la voluntad de ir tres años a la cárcel, el servicio militar seguiría vigente en la actualidad. Si las personas de color en Estados Unidos no se hubieran rebelado contra la discriminación racial, los negros todavía irían de pie en los autobuses. Nuestra obligación moral es perder el miedo y rebelarnos contra este sistema enfermo, caldo de cultivo para la corrupción y con políticos y bancos que tanto daño están haciendo.
P. ¿La desobediencia civil puede ser una forma de rebelión?
R. Sí, siempre que sea pacífica y no violenta.
Hemos montado una plataforma con movimientos sociales y de izquierda para participar en las elecciones catalanas. Así, nos habremos quitado la mala conciencia de decir que hay que cambiar las cosas y no intentarlo
P. ¿Está preparada la sociedad para ese movimiento?
R. Sí. Creo que ahora las circunstancias son muy favorables para que esto se emprenda. Se ha deteriorado tanto la situación que no hay otra alternativa. Le voy a contar un caso que ocurrió en Barcelona hace unos años. Cuando concluyó la guerra de Irak se formó un consorcio de 24 bancos a nivel mundial para captar fondos para su reconstrucción. ¿Curioso no? Que los que más han ayudado a destruir Irak ahora también se quieren lucrar con su reconstrucción. La Caixa formaba parte del consorcio y en Barcelona no gustó nada esa idea. Así que organizamos una campaña en tres fases. En la primera, repartimos pegatinas con el lema ‘La Caixa gana dinero con la sangre de los iraquíes’.
En un segundo momento, un grupo de 80 voluntarios visitaron oficinas de la Caixa para entrevistarse con sus directores y preguntarles por Irak. Y la tercera fase consistió en que un grupo de 25 personas se acercaban en horas punta a las oficinas de la Caixa y se ponían a gritar que rompían sus cuentas con la entidad por su actitud en Irak. Al cabo de unas semanas, nos llamaron los responsables y nos pidieron que dejáramos la campaña. ¿A cambio de qué?, les preguntamos. Unos días más tarde abandonaron el consorcio. Siempre se puede conseguir que la sociedad secunde iniciativas organizadas de desobediencia civil, de respuesta al poder establecido.
P. Usted ya ha buscado una fórmula para Cataluña, una plataforma que reúne a ciudadanos indignados y movimientos de izquierda con el que pretende participar en las próximas elecciones al Parlamento catalán.
R. Yo he creído en eso, pero puedo equivocarme. Hay tanta gente que protesta que sería positivo que se uniese. A la crítica le falta dimensión política para tirar hacia adelante. La izquierda debería aprender y preparar más este tipo de actuaciones, porque con la derecha es imposible ya que solo mira la cartera. Yo no pertenezco a ningún partido, por eso en Cataluña he planteado una fórmula de coalición electoral: movimientos sociales, personas individuales y corrientes de izquierda. Todos se han subsumido en una candidatura de protesta con vistas a las elecciones en Cataluña. Ya se han adherido más de 30.000 personas y hemos empezado por reuniones en pequeños grupos locales. Dentro de dos años celebraremos unas primarias para formalizar una candidatura. Así, nos habremos quitado la mala conciencia de decir que hay que cambiar las cosas y no intentarlo.

Sólo un Dios puede salvarnos Leonardo Boff, teólogo

nviado a la página web de Redes Cristianas
La crisis de nuestra civilización científico-técnica exige más que explicaciones históricas y sociológicas. Reclama una reflexión filosófica que desemboca en una pregunta teológica. Quién lo vio claramente fue Martín Heidegger (1889-1976), incluso antes de que hubiese surgido la alarma ecológica. En una famosa conferencia en Munich en 1955 “Sobre la cuestión de la técnica” en la que estuvieron presentes Werner Heisenberg y Ortega y Gasset, dejó claro el riesgo que corren el mundo natural y la humanidad cuando se dejan absorber totalmente por la lógica intrínseca de este modo de pensar y actuar que interviene y manipula el mundo natural hasta sus últimas capas, para sacar beneficios individuales o sociales.
La cultura científico-técnica ha penetrado tan profundamente en la comprensión de nosotros mismos que ya no podemos entendernos ni vivir sin esta muleta introyectada en nuestro propio ser y estar en el mundo.
Representa la convergencia de dos tradiciones de la filosofía occidental: la platónica de cariz idealista transfigurada por la orientación cristiana, y la aristotélica, más empírica, que es la base de la ciencia. Se fusionaron en el siglo XVII desde Descartes y fundaron la tecno-ciencia moderna, el paradigma dominante. Este modo de ser pone su interés en cómo son las cosas, cómo funcionan y cómo nos pueden ser útiles, no el milagro de que las cosas sean, confrontadas con la nada. Nos separamos del mundo natural para entrar profundamente en el mundo artificial. Hemos perdido la relación orgánica con las cosas, las plantas, los animales, las montañas y los propios seres humanos.
Todo se convierte en instrumento para una finalidad. No vemos al ser como una persona portadora de un propósito, sino su fuerza de trabajo, ya sea física o intelectual, que puede ser explotada. Si se puede hacer algo se hará sin ninguna justificación ética. Si podemos desintegrar el átomo no hay por qué no hacerlo y construir la bomba atómica. Si podemos tirarla sobre Hiroshima y Nagasaki, ¿quién lo impedirá? Si puedo manipular el código genético, no hay límite moral o ético que lo pueda restringir. Y hacemos las experiencias que nos parecen interesantes y útiles para el mercado y para una cierta calidad de vida.
Heidegger nos advierte que la tecnociencia ha creado en nosotros un dispositivo (Gestell), una forma de ver que considera todo como cosa a nuestra disposición. Ha colonizado todos los espacios y sometido todos los saberes. Se ha convertido en un motor que se acelera de tal manera que ya no sabemos cómo detenerlo. Nos hemos convertido en sus rehenes. Nos dicta qué hacer o dejar de hacer. En este punto, Heidegger señala el altísimo riesgo que corremos como naturaleza y como especie. La tecnociencia afecta a los fundamentos que sustentan la vida y ha generado tal fuerza destructiva que puede exterminarnos a todos. Los medios ya están construidos y están ahí a nuestra disposición. ¿Quién sujetará la mano para no desencadenar el Armagedón natural y humano? Esa es la gran pregunta que nos debería ocupar como personas y como humanidad, y menos el crecimiento y las tasas de interés.
La respuesta intentada por Heidegger es una Kehre, una “vuelta” que significa una transformación. Este es el propósito final de todo su pensamiento, tal como se revela en una carta a Karl Jaspers: ser el celador de un museo que quita el polvo de los objetos de manera que se puedan ver. Como filósofo se proponía (es una pena que use un lenguaje tan terriblemente complicado) remover lo que cubre lo habitual y lo cotidiano de la vida. Al hacer eso ¿qué revela? Nada, sino lo que nos rodea y que constituye nuestro ser-en-el-mundo-con los demás y con el paisaje, con el cielo azul, con la lluvia y con el sol. Y dejar que las cosas se vean tal como son; no nos oprimen, sino que están, tranquilas, con nosotros en casa.
Fue a buscar inspiración para este modo de ser en los presocráticos, especialmente en Heráclito, que vivían el pensamiento originario antes de que se transformase con Platón y Aristóteles en metafísica, base de la tecnociencia. Pero teme que sea demasiado tarde. Estamos tan cerca del abismo que no podemos volver atrás. En su última entrevista a Der Spiegel en 1976 publicada post-mortem dice: “Sólo un Dios puede salvarnos.” La pregunta filosófica por el destino de nuestra cultura se ha convertido en una cuestión teológica. ¿Va Dios a intervenir? ¿Permitirá la autodestrucción de la especie?
Como teólogo cristiano diré con San Pablo: “la esperanza no defrauda” (Rm 5,5), porque “Dios es el soberano amante de la vida” (Sb 11,26). No sé cómo. Sólo espero.
Leonardo Boff es autor: Proteger la Tierra, cuidar la vida: cómo escapar del fin del mundo, Sal Terrae 2011.

JOSÉ ANTONIO PAGOLA 26 MAYO 2013



Son bastantes los que, llamándose cristianos, tienen una idea absolutamente triste y aburrida de Dios. Para ellos, Dios sería un ser nebuloso, gris, «sin rostro». Algo impersonal, frío e indiferente.
Y si se les dice que Dios es Trinidad, esto, lejos de dar un color nuevo a su fe, lo complica todo aún más, situando a Dios en el terreno de lo enrevesado, embrollado e ininteligible.
No pueden sospechar todo lo que la teología cristiana ha querido sugerir acerca de Dios, al balbucir desde Jesús una imagen trinitaria de la divinidad.
Según la fe cristiana, Dios no es un ser solitario, condenado a estar cerrado sobre sí mismo, sin alguien con quien comunicarse. Un ser inerte, que se pertenece sólo a sí mismo, autosatisfaciéndose aburridamente por toda la eternidad.(leer evagelio)
Dios es comunión interpersonal, comunicación gozosa de vida. Dinamismo de amor que circula entre un Padre y un Hijo que se entregan sin agotarse, en plenitud de infinita ternura.
Pero este amor no es la relación que existe entre dos que se exprimen y absorben estérilmente el uno al otro, perdiendo su vida y su gozo en una posesión exclusiva y un egoísmo compartido.
Es un amor que requiere la presencia del Tercero. Amor fecundo que tiene su fruto gozoso en el Espíritu en quien el Padre y el Hijo se encuentran, se reconocen y gozan el uno para el otro.
Es fácil que más de un cristiano se «escandalice» un poco ante la descripción de la vida trinitaria que hace el Maestro Eckart: «Hablando en hipérbole, cuando el Padre le ríe al Hijo, y el Hijo le responde riendo al Padre, esa risa causa placer, ese placer causa gozo, ese gozo engendra amor, y ese amor da origen a las personas de la Trinidad, una de las cuales es el Espíritu Santo».
Y sin embargo, este lenguaje «hiperbólico» apunta, sin duda, a la realidad más profunda de Dios, único ser capaz de gozar y reír en plenitud, pues la risa y el gozo verdadero brotan de la plenitud del amor y de la comunicación.
Este Dios no es alguien lejano de nosotros. Está en las raíces mismas de la vida y de nuestro ser. «En él vivimos, nos movemos y existimos» (Hechos 17, 28).
En el corazón mismo de la creación entera está el amor, el gozo, la sonrisa acogedora de Dios. En medio de nuestro vivir diario, a veces tan apagado y aburrido, otras tan agitado e inquieto, tenemos que aprender a escuchar con más fe el latido profundo de la vida y de nuestro corazón.
Quizás descubramos que en lo más hondo de las tristezas puede haber un gozo sereno, en lo más profundo de nuestros miedos una paz desconocida, en lo más oculto de nuestra soledad, la acogida de Alguien que nos acompaña con sonrisa silenciosa.