FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

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ATALAYA

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jueves, 29 de noviembre de 2018

El Servicio Jesuita a Migrantes denuncia la "práctica constante de devoluciones sumarias" en Melilla

RELIGIÓN DIGITAL

(C.D./EFE).- Las garantías que ofrece España a los inmigrantes que llegan a Melilla son "insuficientes", con lo que los derechos de estas personas son "vulnerados" de forma sistemática. Es una de las conclusiones que hace el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) en su Informe Frontera Sur, presentado hoy y titulado "Sacar del Laberinto", en el que también advierte del "sufrimiento físico y psicológico" que sufren estos inmigrantes por culpa de la "realpolitik entre la Unión Europea y Marruecos".LEER NOTICIA

Estad despiertos - 1º Domingo Adviento, Ciclo C

Reorganizar la esperanza


Marcelo Barros

En todo el mundo, las Iglesias cristianas empiezan la preparación à la fiesta de Navidad, buscando renovar en las comunidades la fuente de la esperanza. De hecho, la Navidad no es solo para celebrar el aniversario de nacimiento de Jesús, sino para, inspirados por él, renovar en el mundo la esperanza de un mundo nuevo más justo y con una humanidad más humana.
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Redes Cristianas busca alternativas liberadoras a las crisis actuales


Redes Cristianas
CONVOCA A SU VI ENCUENTRO GENERAL, 30 DE NOVIEMBRE AL 2 DE DICIEMBRE EN GIJÓN

La articulación del Estado, la discriminación, el machismo, la laicidad, las migraciones, entre los temas a debate
Se va a centrar en aquellos escenarios que actualmente están reclamando una urgente Acción liberadora como la articulación del Estado, la desigualdad y discriminación de la ciudadanía, la violencia machista…
Redes cristianas en la que se coordinan más de cien organizaciones católicas (entre otras, Comunidades Cristianas Populares, Asociación de Teólog@s Juan XXIII, Somos Iglesia, Católicas por el Derecho a Decidir, Coordinadora de Crentes Galegos, Cristianisme i Segle XXI, Cristianos y Cristianas de Base de Madrid, Grupos Cristianos de Tenerife, Cristianos por el Socialismo, Movimiento pro-Celibato Opcional) y medios de comunicación como Éxodo, Alandar, Utopía, Religión Digital, etc.) en colaboración con el Foro Gaspar García Laviana se dispone a celebrar en Gijón durante los días 30 de noviembre al 2 de diciembre su VI Encuentro general.
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Un franquismo sin Franco

Jaime Richart, Antropólogo y jurista

La espiral que se inició en 1978 ha llegado a su fin. La semilla depo­sitada en la sociedad española por los ganadores de la gue­rra civil, es decir, sus hijos y nietos, se ha constituido en fuerzas fran­quistas decididas a implantar un engendro político. Es decir, la dicta­dura blanda, la del último tercio del franquismo tardío; un simu­lacro de democracia, un esperpento de franquismo sin Franco pero con el mismo espíritu megalómano, esquizofrénico y psicó­pata que borboteaba el palacio de El Pardo desde donde dome­ñó el dictador durante cuatro décadas a la sociedad española…
Envalentonados ahora los facinerosos metidos en política, des­pués de haber medrado durante otros cuarenta años sus congéne­res, ladro­nes de la democracia y de las arcas públicas, con la com­plici­dad parcial de una Justicia parcial y con el clero total, se comportan de tal modo que parecen dispuestos a llevar al país a una nueva gue­rra civil con la certeza de volver a ga­narla. Les da lo mismo que Europa, que los países de la Europa Vieja y que la Co­munidad Euro­pea desaprueben semejante dispa­rate. Cada día que pasa se hace más evidente que no tienen intención alguna de poner freno a sus desvaríos y sí intensificarlos.
Así, el pueblo español parece condenado a un nuevo tipo de so­meti­miento edulcorado por la pertenencia de España a la UE. La vo­luntad férrea de los franquistas sin Franco no va a permitir de nin­guna manera que gobierne en esta parodia de demo­cracia par­tido alguno que no sea el que da vida a su frenopá­tica ralea…

Lo que no sé es cómo habiendo sido el Brexit una decisión libre del pueblo británico que no se encontraba cómodo en la UE, la UE permita en cambio a España seguir formando parte de esa Unión de Esta­dos. Y no lo comprendo, porque España tiene muy poco en común con el resto de la Europa Vieja. Es más, su nivel de demo­cra­cia es tan bajo que parece en muchos aspectos una re­pública bana­nera coronada, pese al esfuerzo que hacen muchos políti­cos por mantener el decoro imposible en el par­lamento, en las institu­cio­nes, en la convivencia y en la vida ci­vil…

Cuarenta mil personas siguen viviendo en la calle en España hoy



“¿Y TÚ QUÉ DICES? DI BASTA. NADIE SIN HOGAR”, LEMA DEL DÍA DE LAS PERSONAS SIN HOGAR
“Que el año que viene no haya nadie durmiendo en la calle en ninguno de nuestros pueblos y ciudades”
Un modelo de sociedad diferente, cuyo objetivo es el bien común y no el de unos pocos, que no se basa en el consumismo sino en el compartir, que escucha a todo el mundo, que protege y promociona
(Cáritas).- Un buen número de las 40.000 personas sin hogar que viven en España participaron en un flashmob simultáneo que ocupó las calles y plazas de unas 40 ciudades de todo el país para decir “basta” a la vulneración de sus derechos y reclamar voluntad política y compromiso social para erradicar el sinhogarismo.
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1968 Y THOMAS MERTON


col paz santos

Hay años que quedan especialmente grabados en la memoria colectiva. ¿Qué aconteció en el año 1968 que quedó plasmado en el recuerdo? Muchas cosas ocurrieron ese año y muchas más han quedado olvidadas para la historia.
He “recolectado” algunas para ubicarnos en el tiempo de hace cincuenta años, son pocas, pero seguro que muchos recordamos y otros podrán investigar.
1968 fue declarado Año Internacional de los Derechos Humanos por la ONU. La  Declaración de la Carta de Derechos Humanos cumplía veinte años. El próximo 10 de diciembre del año en curso el cumpleaños de este importante documento cumplirá setenta. Me queda una extraña sensación, un no sé qué de tristeza. Habría que revisar qué se está haciendo en el mundo si avanzar o retroceder.
El 5 de enero comienza la Primavera de Praga, que llegó hasta el 20 de agosto cuando los tanques soviéticos entraron en Checoslovaquia y acabaron con las ansías de liberación política.
La Guerra de Vietnam seguía su sangriento curso. En marzo, la matanza de MyLai, masacre de civiles a cargo del ejército de los Estados Unidos. Las fotos hablaban y siguen hablando por sí mismas.
El 4 de abril murió asesinado Martin Luther King, se llevó su sueño de ver a blancos y negros vivir en paz y concordia. ¿Qué diría hoy?
El 6 de abril, España ganó Eurovisión con Massiel y el “La,la,la”. También fue el año de los primeros atentados de ETA. De un pequeño logro femenino: las mujeres casadas podían ser elegidas concejales.
En el mes de mayo, manifestaciones, protestas y una huelga general, en Francia. Se conoce como el “Mayo Francés”.
El 25 de julio, el Pablo VI publica la “Humanae Vitae”, en la que no se aprueban los anticonceptivos.
El 26 de agosto, Los Beatles lanzan “Hey Jude”.
Ese mismo día en Medellín (Colombia) se inicia la 2ª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano bajo el lema “La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio Vaticano II”.
El 2 de octubre, matanza de Tlalcoco, en la Plaza de las Tres Culturas, de la Ciudad de México, contra un grupo de manifestantes la mayoría estudiantes.
Diez días después, el 12 de octubre, se inauguran en esa misma ciudad, los XIX Juegos Olímpicos.
Durante todo el año, mes sí… mes también, siguen las pruebas atómicas de Estados Unidos en el territorio de Las Vegas.
El Premio Nobel de la Paz de 1968 fue para René Cassin, jurista y juez francés, “por toda una vida consagrada a la paz, la justicia y los derechos humanos y por sus trabajos como redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.
El 10 de diciembre de 1968, fallecimiento de  Thomas Merton. A esta fecha es a la que quería llegar para ubicarme en este mítico año, cuando se cumple el 50º aniversario de su muerte. Aprovechemos para recordarle y seguir contando quien fue y quien sigue siendo.
¡Ardua tarea e inabarcable tarea “contar” a Merton! Con lo que dejó escrito y lo que se ha escrito sobre él, no sé qué cantidad de metros cuadrados de biblioteca se llenarían. Con las posibilidades que tenemos ahora y “buceando” por Internet (que no ocupa metros cuadrados) quien quiera se podrá  adentrar en la persona, historia, publicaciones, etc.
Por tanto lo más sensato y coherente será compartir quién es Thomas Merton para mí.
“¿Conoces a Thomas Merton?”, me preguntó un amigo irlandés en Taizé en 1994. Le contesté que no. “Es un escritor de espiritualidad y, según lo que hemos hablado estos días, creo que te puede interesar lo que escribe. Mira a ver, cuando vuelvas  a España, si hay publicados libros en español”. Dos palabras: Thomas y Merton, regalo del amigo irlandés que no cayeron en saco roto. En mi país en la librería religiosa donde era y soy habitual, me dijeron que tuvieron en otros momentos, pero que habían dejado de reeditarse. Durante dos años, cada vez que volvía a por algún libro, preguntaba si ya tenían algo de Merton. Nada.
¡Qué tiempos aquellos, no podía brujulear como ahora por Google, las Redes…! Pero tampoco olvidé la recomendación. Hasta que, por fín, un día tuve en mis manos un libro del tan esperado Thomas Merton: “La oración contemplativa” (1).
Entusiasmada por ver satisfecho mi deseo, llegué a casa y me adentré con ansia en su lectura. No era mi momento. Lo dejé en la estantería y, como el libro no tenía datos concretos tipo curriculum, seguí sin saber quién era Merton.
Pero sí me interesó el texto de la contraportada: “El curioso estado de alienación y confusión del hombre en la sociedad moderna es quizá más ‘soportable’ porque no se vive en común, con una multitud de distracciones y evasiones, y también con oportunidades para una acción fructífera y un genuino olvido cristiano de sí mismo. Pero oculto en toda vida se encuentra el fundamento de la duda y de la pregunta personal que más tarde o más temprano debe enfrentarnos cada a cara con el último significado de nuestra vida. Esta pregunta a uno mismo nunca puede darse sin un cierto ‘pavor’ existencial, un sentido de inseguridad, de pérdida, de exilio, de pecado. Un sentido de que uno de alguna manera ha sido infiel no tanto a las normas morales o sociales, sino a su propia verdad interior”.
Lo volví a intentar en el 1998… una ojeada. Leí otra vez la contraportada y vuelta a la estantería. Allí “durmió” algunos años más. Seguía sin ser mi momento. Así son las cosas en la vida espiritual... pasito a pasito. ¡Ah… y seguía sin saber quién era Thomas Merton más allá de uno de los maestros espirituales del siglo XX, como decía la contraportada del libro.
En 1999 aparecí, con aires de despistada y sin ninguna pretensión de hacer amigos, en el monasterio cisterciense de Santa Mª de Huerta. Desde el primer momento algo dentro de mí me estaba haciendo comprender que lo que vivía en el monasterio tenía un mensaje para mi persona, y para los que vivimos fuera de los claustros.
En otra estancia en el monasterio, en el 2001, vi un tríptico informativo en la sala de la hospedería que decía: “I Retiro Mertoniano en España, 14 al 17 de septiembre 2000”, Viaceli, The Thomas Merton Center Foundation… ¡Thomas Merton es un monje!
Sí, monje cisterciense, como los que tenía preparados en la capilla del monasterio cuando tocó la campana para la oración de la tarde.
Fue el pistoletazo de salida. Poco a poco me adentré en sus libros, artículos, cartas, etc., Pedí información en el monasterio y ellos me ayudaron a “encontrar” a Merton. Me facilitaron libro (de ediciones antiguas) me fotocopiaron artículos, oraciones, etc. Hice inmersión en el “océano Merton”, tan inmenso que no se puede abarcar, se necesitaría otra vida.
Sé que hay muchos a los que no les va Merton, pero también sé cuántos se acercaron a él para pedirle una palabra y mucha escucha. Sé que tiene detractores pero también verdaderos enamorados de su obra para su vida espiritual. Sé que no era perfecto ni como monje, ni como ser humano, pero qué levante la mano quien crea que ya alcanzó la perfección como persona o en la vocación a la que haya sido llamado.
¿Quién eres para mí, Thomas Merton?
El desconocido que se convirtió en hermano y, con la herencia me dejó, pude beber de una espiritualidad que con palabras que entiendo, me traduce la búsqueda de Dios en el día a día y el encuentro con los demás. Me sigue sorprendiendo ver que como monje contemplativo se adentró en la vida de los laicos, en los problemas del mundo, en la denuncia de la injusticia, las guerras (Guerra Fría, guerra nuclear…), diálogo interreligioso, en ese tiempo –recién acabado el Vaticano II- tema complicado y conflictivo; en la defensa de los derechos humanos, etc.
 Me acercó a los valores de la vida monástica como el silencio, la oración, la soledad, la acogida al otro, la escucha y el permanente discernimiento en la vida espiritual para avanzar en el camino de la propia vocación.
Murió en Bangkok el 10 de diciembre del mítico año 1968, después de impartir su última conferencia en el Encuentro Ecuménico de Monjes de Asía, al que había sido invitado. Al final de la conferencia dijo: “Creo que todas las preguntas sobre las conferencias de esta mañana están previstas para la reunión de la tarde… So I go disappear from you. Thank you very much! (2).  “Desaparezco. Me retiro. Muchas gracias”. Fueron sus últimas palabras. A las pocas horas murió electrocutado en su habitación.
Quiero también traer aquí las palabras del Papa Francisco en su visita al Congreso de los Estados Unidos de América el 25 de septiembre de 2015, año en que se celebraba el centenario del nacimiento de Merton:
“Al inicio de la Gran Guerra (…) nace el monje cisterciense Thomas Merton (3enero 1915). Él sigue siendo fuente de inspiración espiritual y guía para muchos. En su autobiografía escribió: «Aunque libre por naturaleza y a imagen de Dios, con todo, y a imagen del mundo al cual había venido, también fui prisionero de mi propia violencia y egoísmo. El mundo era trasunto del infierno, abarrotado de hombres como yo, que le amaban y también le aborrecían. Habían nacido para amarle y, sin embargo, vivían con temor y ansias desesperadas y enfrentadas». Merton fue sobre todo un hombre de oración, un pensador que desafió las certezas de su tiempo y abrió horizontes nuevos para las almas y para la Iglesia; fue también un hombre de diálogo, un promotor de la paz entre pueblos y religiones. Resalta también el Papa en la personalidad de Merton “la capacidad de diálogo y la apertura a Dios” (3).
Sea cual sea el año de nuestro nacimiento o de nuestra muerte, hermano Thomas Merton me demuestras con su vida, compleja, contradictoria y tantas veces incomprendida, que caminamos en el anhelo de encuentro con Dios, mientras nos vamos encontrando con los hermanos en quienes, si me mantengo abierta, expectante, pacífica, confiada y libre, veo el reflejo de Dios en sus corazones, y me adhiero a lo que decías en tu momento de iluminación:  “En Louisville, en la esquina de la calle Cuarta (Fourth) con Walnut (…) no hay manera de hacer ver a los humanos que todos ellos deambulan por el mundo brillando como el sol” (4).

Mari Paz López Santos

MISERICORDIA Y JUSTICIA ANTE LA DESIGUALDAD GLOBAL


seante

La producción de “residuos humanos” -es decir, las poblaciones “superfluas” de migrantes, refugiados y demás parias empobrecidos- es una consecuencia del proceso globalizador a nivel mundial y su ensalzado progreso económico. Dicha globalización provoca un número cada vez más elevado de personas privadas de medios adecuados de subsistencia, al mismo tiempo que el planeta se está quedando sin lugares habitables para ellas y tal vez algún día también para todos los humanos en un desastre ecológico global.
La Unión Europea carece de respuestas ante los desafíos que plantea nuestro entorno geoeconómico y geopolítico. No tiene visión estratégica ni a largo ni a medio plazo. Deja al Mercado gestionar “automáticamente” la demanda migratoria y no quiere asumir su responsabilidad política y moral para con refugiados y migrantes. Su falta de visión y decisión, de previsión y de gestión de las migraciones beneficia directamente a los movimientos y partidos políticos xenófobos y a los traficantes de personas. Podemos decir que la crisis de las migraciones es la crisis de la propia Europa como proyecto humanizador y civilizatorio que pretendía ser un verdadero espacio de libertad, justicia y seguridad al servicio del reconocimiento e igual garantía de los derechos humanos.
Las migraciones interpelan: o apostamos por ser humanos en una sola humanidad, o se agudizarán las diferencias practicando la cultura del “descarte” que dice el Papa Francisco. Leyes de extranjería cada vez más severas y criminalizadoras, crueles medidas de control de fronteras, políticas de extrema dureza contra los “fugitivos” (migrantes o refugiados), miles de ahogados en el mar, gobiernos que no quieren ver ni hacer justicia, trabajadores extranjeros a explotar y sin derechos, auge de la xenofobia y de populismos que propagan el odio étnico, el temor y el rechazo a quienes llegan hasta aquí: personas con la muerte a su espalda y un muro ante su rostro. Vivimos enredados en una dinámica de rechazo de “los otros”, víctimas silenciadas, olvidando que en ellas nos jugamos nuestro propio ser, personal y colectivo.  
Discriminar, invisibilizar, ignorar, minusvalorar, marginar, explotar son prácticas cada vez más extendidas en nuestras sociedades y forman parte de la experiencia cotidiana de las personas y colectivos que las sufren: mendigos, los sin techo, migrantes y refugiados, desempleados y parados, mujeres víctimas de trata, pensionistas empobrecidos, desahuciados, barrios marginales y marginados, minorías de todo tipo, etc.
La discriminación femenina es un hecho evidente en toda sociedad y en todo el mundo. Aunque es verdad que la desigualdad no se presenta con la misma intensidad en todas partes y culturas, lo cierto es que dicha desigualdad está presente en todas ellas y siempre obedece a la misma causa: el patriarcado como sistema simbólico y social creado y organizado por los varones. Un sistema que vive en los discursos ideológicos y se concreta en las estructuras sociales que priorizan el ejercicio del poder masculino con instituciones y normas opresoras para las mujeres.
El duro recorrido histórico del feminismo por lograr la igualdad de género tiene aún muchos retos hasta alcanzar la autonomía personal y el reconocimiento social de las mujeres. Frente al patriarcado dominador y dominante ya no hay marcha atrás en lo conseguido por las mujeres, que apuestan por rozar lo increíble y tener su lugar en un mundo no pensado para ni por ellas. Vivir como diferentes y a la vez como iguales y construir una sociedad igualitaria es un largo camino siempre por hacer.
Ante la irracionalidad, silenciamiento e indiferencia de cuanto sucede en el mundo y en nuestros entornos más próximos, no podemos olvidar nuestra misión como ciudadanos/as y como cristianos/as: ACOGER. La acogida debe prevalecer sobre leyes, normas y protocolos. Hemos de cuidarnos mutuamente. Porque la acogida no es algo unidireccional. Acojo si me dejo acoger. Me acogen si soy capaz de disponerme a la acogida. Esos cuidados recíprocos son los que nos constituyen como personas y como comunidad cristiana. Acogida, cuidados, comunidad, solidaridad, gratuidad, etc. son obligación de justicia y son adjetivos necesarios que pueden hacer de la vida colectiva y personal algo completamente diferente y más feliz. He aquí la tarea que nos queda: salvar lo que nos salva y contar con los que no cuentan.        
Sabemos que el compromiso del seguimiento evangélico conlleva un decidido combate contra la idolatría del dinero, del poder, del consumo, de la violencia. En otras palabras, un combate a favor de la justicia que se desborda en la solidaridad como plenitud de aquella. Misericordia y justicia son los criterios para discernir, probar y comprobar que nuestra adhesión a Jesús de Nazaret es creíble y nos aproxima a la propuesta de que otro mundo es posible y necesario.

23, 24, 25 noviembre 2018.Torrox (Málaga)
Comunicado de la XIX Semana Andaluza de Teología.

Isidoro Moreno: “Andalucía ha sufrido 40 años de franquismo y 40 años de cloroformo”


Andalucía
Isidoro Moreno es catedrático emérito de Antropología de la Universidad de Sevilla y autor de numerosas obras e investigaciones sobre identidades, con especial interés en el estudio de lo andaluz. Referente intelectual del andalucismo social, político y cultural, el antropólogo habla con lavozdelsur.es sobre la actualidad de Andalucía cien años después de una cita clave para el andalucismo histórico
Isidoro Moreno Navarro (Sevilla, 1944) es catedrático emérito de Antropología de la Universidad de Sevilla. Fundador de esta disciplina en la universidad hispalense, lleva dando clases desde los años 60, creando la primera cátedra de Antropología en Andalucía en 1986. Su tesis, presentada en 1970 y publicada en 1972, con el título Propiedad, clases sociales y hermandades en la Baja Andalucía, fue la primera tesis de antropología social realizada por un andaluz sobre Andalucía.
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Suicidio eclesial

Jorge Costadoat, S.J.

El uso de la palabra Iglesia está llevando a los católicos al suicidio.
La institución eclesiástica, principalmente los obispos, pero también los curas, cuando hablamos de la Iglesia lo hacemos para referirnos a nosotros mismos. Los laicos, por su parte, embisten contra “la Iglesia” cuando critican a la jerarquía eclesiástica. Pero la Iglesia son los bautizados y bautizadas, los cristianos en general, incluidos quienes pertenecen a otras iglesias. No puede decirse que el cristianismo esté en crisis de la misma manera que lo está la institución eclesiástica.
Parte importante del problema que vive hoy la Iglesia católica es haber olvidado la jerarquía católica su misión de servicio a la humanidad. Lo recordó el Papa a los obispos chilenos.
 

Dejaron de ser profetas, les dijo, se pusieron al centro cuando el centro siempre ha debido ser el Cristo que ama a los que nadie ama. Pero lo que no se ve -precisamente porque suele ser callado y humilde como el cristianismo auténtico- son las innumerables organizaciones e iniciativas de tantísimos católicos en favor de los ancianos, los niños sin hogar, los adictos, las embarazadas adolescentes, los presos hombres y mujeres, la educación gratuita de los más pobres, los enfermos de todo tipo, los migrantes, la gente cuyo hogar es la calle y otras personas que sufren; son las comunidades cristianas en las que personas sencillas comparten sus vidas, comienzan a celebrar eucaristías de otras maneras y crean nuevos apostolados. ¿Quién pudiera decir que, a este respecto, la Iglesia es innecesaria? Si usáramos la ficción para imaginar un país sin cristianismo, nos quedaría un Chile ciertamente con muchos logros de generosidad, pero más triste.
El Papa Francisco sopla en esta dirección. Su opción preferencial por los pobres confirma la intuición mística de la Iglesia latinoamericana que, desde la conferencia episcopal de Medellín (1968), no cesa de proclamarla. “Cuanto querría una Iglesia pobre y para los pobres”, proclamó años atrás Francisco, dejando claro por dónde iría. Por lo mismo algunos quieren defenestrarlo. Pero el Papa solamente inspira cambios. No los realiza. Ha debido reformar la curia romana que tiene asfixiadas a las iglesias de los diferentes continentes, pero a estas alturas parece que ya no lo hizo. Los esperados cambios estructurales no llegan. Ejemplo: se acaba de aprobar un documento titulado Veritatis gaudium que le da todavía más poder a la Congregación para la Educación Católica en la gestión de las facultades de teología. Mala noticia para la catolicidad de la teología: más miedo, menos creatividad.

¿Qué alternativa queda a los católicos, cristianos que vagan como zombis en busca de reconocimiento? ¿Cuánto más resistirán sin autoridades que representen la unidad de la Iglesia a la que pertenecen? Una institución eclesiástica a la altura de los tiempos puede tomar décadas en reconstituirse, ¿o siglos? Por de pronto, los católicos debieran usar con más cuidado la palabra Iglesia. Reservarla para aquella comunidad de comunidades con que Cristo quiso acoger a los desamparados. Y, sobre todo, usar menos tiros contra una institución anacrónica que se derrumbará sola y más tiros en combatir los abusos de poder, los crímenes sexuales se den donde se den, la discriminación de la mujer, la humillación de la dignidad humana y la catástrofe ecológica en curso.

DIOS LLEGARÁ POR OTROS CAMINOS


col zapatero

Una voz grita en el desierto: Abrid una ruta al Señor, aplanadle el camino”.
Esta frase del evangelista Lucas (3,1-6), trayendo a la memoria lo que dijo en su momento el profeta Isaías, continúa teniendo plena vigencia en nuestros días: Dios no puede venir a nuestro mundo de hoy mientras no construyamos unos caminos más llanos y en dirección opuesta a la que están enfocados los nuestros en estos momentos.   
No puede venir mientras los caminos actuales marquen unas diferencias tan grandes entre ricos y pobres. Mientras unos pocos posean casi la misma riqueza que la mayoría. Porque Dios es fraternidad frente a una humanidad que en vez de comportarse como una familia se comporta como un mercado, ya que mientras unos hermanos derrochan y malgastan, los otros carecen de lo elemental.
No puede llegar por caminos que llevan a que la mayor industria en el mundo sea precisamente la armamentista. Porque Dios es paz por encima de todo “Paz a los hombres de Buena voluntad”. Y únicamente seremos hombres y mujeres de Buena Voluntad en la medida que antepongamos la sanidad, la cultura, la comida, el vestido, etc., a todos los medios que solamente provocan violencia.
No puede venir por caminos que conducen a religiones, la mayoría de las cuales, acaban convertidas la mayor parte de veces en una costumbre, cuyos creyentes en las mismas cumplen con demasiada frecuencia lo que en ellas se dice o está escrito como una rutina más y sin apenas sentido. Todo ello precisamente, cuando Dios es novedad y vida por encima de todo. ¿De qué sirven tantos metales preciosos como rodean gran parte de nuestra religión católica, tales como templos cargados de oro y plata, anillos, pectorales, báculos de obispos, coronas de vírgenes, custodias para el Santísimo, etc.?
No puede entrar a través de caminos que desembocan en corazones cargados de odio o de indiferencia en el mejor de los casos hacia tantas personas que no podemos ver o que no nos importan absolutamente nada. No puede entrar, porque Dios, según dijeron ya los profetas del Antiguo Testamento, es rico en misericordia y grande en amor.
No puede venir por caminos que llevan a que el egoísmo y la avaricia se vean insaciables a pesar de que la persona de cerca o de lejos no tenga nada. Mientras tanto, Dios nos recuerda que lo que hagamos a los demás es como si se lo hiciéramos a Él mismo en persona. ¿Acaso creemos que, porque corramos mucho para tenerlo todo nosotros, vamos a conseguir llegar a ser personas verdaderamente felices? 
No puede venir ni entrar por caminos delante de los cuales se han construido muros físicos insalvables y fronteras infranqueables porque se necesitan todos los requisitos habidos y por haber para poder entrar a un país que acoja a personas que vienen huyendo del hambre, de la guerra y de la persecución por motivos tan diversos. ¿Qué habría sido de aquella familia de Nazaret, con un recién nacido, si el Egipto de hace veinte siglos hubiera actuado de la misma manera que actúan nuestras potencias políticas y económicas del siglo XXI?
No puede llegar mientras no evitemos que otros caminos, no de tierra, de cemento o de alquitrán, sino de agua, como es el caso de los mares, se engullan a hombres, mujeres y niños que intentan llegar a la costa de este país o del otro donde esperan y confían encontrar condiciones de vida mínimamente dignas y humanas. Al fin y al cabo, tal y como recita el salmista, “Todo lo que existe, el cosmos, el firmamento, los océanos y los mares, etc. cantan la gloria de Dios”.  
Dios no puede llegar por medio o través de dogmas y creencias religiosas que casi siempre o muchas veces nos llevan a situarnos en unos espiritualismos, que no en una espiritualidad, alejados del mundo en que vivimos los hombres y mujeres de todos los lugares y tiempos. Dios solamente llegará por los caminos por los que Él se mueve y que no son otros que los del amor, precisamente porque esa es su esencia (“Dios es amor”, tal y como nos recuerda san Juan).
Dios tampoco llegará por el camino del culto, cuando éste no es consecuencia de la vida ni tiene como objetivo la misma. Nos lo recuerda Isaías, 29, y Jesús lo volvió a decir recordó en más de una ocasión (Mt 15): “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”.    
En fin: podríamos ir añadiendo más y más. Pero creo que debemos ser cada una y cada uno de nosotros quienes lo hagamos, teniendo muy claro que, seguramente, por los caminos que vamos es imposible que venga Dios, que es lo mismo que decir que venga el amor, la ilusión, la esperanza, la alegría, la felicidad a nuestras vidas y a las vidas de todos los hombres y mujeres, de manera especial de la de los débiles y pobres.

Nuestras imágenes de dios (1)


Rosa Ramos

Las imágenes de Dios, no son Dios
Las ideas acerca de Dios, no son Dios
Sin embargo…
“…quién me ha visto –dice Jesús a Felipe-
ha visto al Padre” (Jn. 14, 9)
Muchas ideas acerca de Dios que aún sostenemos vienen de la filosofía griega, de varios siglos anteriores al cristianismo, que fueron adoptadas y petrificadas. A su vez muchas imágenes de Dios, que no pocos cristianos aún tenemos, corresponden al Antiguo Testamento y no al Dios revelado por Jesús.
El Concilio Vaticano II llama la atención sobre nuestra responsabilidad en relación al ateísmo; tras señalar varias formas de increencia dice “en esta génesis del ateísmo pueden tener parte no pequeña los propios creyentes” (GS 19). Esto fue planteado hace ya más de 50 años.
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Cristianos de base alertan de que “la crisis de las migraciones es la de Europa como proyecto humanizador



Denuncian “leyes de extranjería cada vez más severas” en la XIX Semana Andaluza de Teología”
“O apostamos por ser humanos en una sola humanidad o se agudizarán las diferencias de la cultura del descarte”
Vivimos enredados en una dinámica de rechazo de “los otros”, víctimas silenciadas, olvidando que en ellas nos jugamos nuestro propio ser, personal y colectivo
(Semana Andaluza de Teología).- La producción de “residuos humanos” -es decir, las poblaciones “superfluas” de migrantes, refugiados y demás parias empobrecidos- es una consecuencia del proceso globalizador a nivel mundial y su ensalzado progreso económico. Dicha globalización provoca un número cada vez más elevado de personas privadas de medios adecuados de subsistencia, al mismo tiempo que el planeta se está quedando sin lugares habitables para ellas y tal vez algún día también para todos los humanos en un desastre ecológico global.
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El exilio de Dios


Victor Codina

El exilio de Dios (Fragmenta, 2017) es una de las últimas publicaciones de Lluís Duch, monje benedictino de Montserrat que murió el 10 de noviembre a los 82 años. Se trata de una obra de madurez, fruto de largos años de trabajo y reflexión intelectual en el mundo antropológico y teológico. Por ello, como un pequeño homenaje a su memoria, presentamos los rasgos fundamentales de este libro, a pesar del riesgo posible de traicionar y empobrecer su rico y denso pensamiento.
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