FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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jueves, 1 de febrero de 2018

Bartella resurge después del Estado Islámico: los primeros cristianos vuelven a casa

RELIGIÓN DIGITAL

(Ayuda a la Iglesia Necesitada).

- En los pueblos de la Llanura de Nínive, que fueron ocupados y saqueados entre 2014 y 2016 por el autodenominado Estado Islámico (EI), el olor a pintura fresca sustituye por fin el hedor a quemado. En Bartella, el primer pueblo iraquí de la Llanura de Nínive liberado de las manos del EI, han regresado a sus casas recién reconstruidas las heroicas seis primeras familias ortodoxas, tras un exilio de tres años en el Kurdistán iraquí. LEER MÁS

¿Cómo aconseja el Papa afrontar la muerte?

RELIGIÓN DIGITAL

En su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta el primer día de febrero, el Santo Padre afrontó el pensamiento de la muerte que nos salva - dijo - de la ilusión de ser dueños del tiempo. "La muerte es un hecho, la muerte es una herencia y la muerte es una memoria", subrayó Francisco. LEER MÁS

Tres Consejos de Don Bosco para la Acción y la Contemplación

- Por: Antonio R. Rubio Plo



Al escribir sobre los santos lo más habitual es narrar algún episodio de su vida y recrearse en los detalles, pero eso representa el riesgo de quedarnos en lo externo, en una referencia histórica y no en una dimensión interior aplicable a nuestra vida.



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Me acuerdo que he oído en la iglesia una expresión en el prefacio de la misa de los santos que me da mucho que pensar. Se emplean estas palabras: “Porque nos concedes la alegría de celebrar la fiesta de san…, fortaleciendo a tu Iglesia con el ejemplo de su vida, instruyéndola con su palabra, y protegiéndola con su intercesión”. En efecto, los santos nos instruyen con su palabra. Esto es mucho más que una recopilación de frases útiles o ingeniosas, propias para ilustrar una agenda o un calendario. En el caso de don Bosco, como en el de los demás santos, su palabra es una invitación a alimentar nuestra vida cristiana con la Palabra que tenemos que escuchar y poner en práctica.
En un viaje a Francia compré un ejemplar de Magnificat, esa excelente publicación que ayuda a tantos cristianos a seguir la misa diaria, y allí encontré una serie de frases seleccionadas de don Bosco. Entre ellas he escogido tres para meditarlas en su fiesta. Dos son para la acción y una tercera para la contemplación, aunque para un auténtico cristiano no cabe separar una de la otra. 

“Sin afecto, no hay confianza, y sin confianza, no hay educación… ¿Quieres ser amado? ¡Ama! Pero eso no basta: es preciso que tus alumnos no solo sean amados por ti, sino que se sientan amados”.
Para un profesor, como es mi caso, este es un consejo de oro. A mí me recuerda lo que dicen de Jesús en el evangelio: que enseñaba con autoridad y no como los escribas (Mc 1, 22). El papa Francisco señala que autoridad es sinónimo de cercanía. Es la cercanía la que da ascendiente a un profesor sobre sus alumnos, le infunde autoridad. No todo el mundo lo entiende así. Dicen que hay que guardar las distancias porque el profesor no es un compañero más. Nunca podrá serlo aunque se lo propusiera, aunque su actitud no ha de ser la del sabio que guarda secretamente sus saberes y los esgrime como arma arrojadiza de su autoridad. Es triste que se nos diga, y no solo en la educación, que es preferible ser temido que amado.  Es un consejo de los que figuran en El Príncipe de Maquiavelo, modelo de aquellos que en el Renacimiento querían clausurar los tiempos cristianos con el retorno a la época de los emperadores romanos, aunque en las formas externas se considerara adecuado mantener un barniz de cristianismo. La revolución de la ternura, que muy probablemente tenga en el papa Francisco influencias de sus contactos con los salesianos, está todavía por desarrollar. Algunos se empeñan en la revolución del odio como supuesto requisito para un mundo más justo. En cambio, Don Bosco, de la mano de Jesús, nos propone la revolución del amor, empezando por los más pequeños. Pero debemos también manifestarles con nuestros gestos, nuestras actitudes que les queremos. 

“Trabajad siempre con la dulzura de san Francisco de Sales y la paciencia de Job. Haz todo lo que puedas. Dios hará todo lo que no puedas hacer”.
Vivimos en un mundo que repite como un mantra: eficacia, eficacia, resultados, resultados, triunfos, triunfos… Todo lo que no sea así es desperdiciar la vida, que además se escapa día a día y hay que aprovecharla porque no debe de haber otra cosa. La consecuencia es que cada uno vive para sí y la sociedad se reduce a un agregado de individuos de vínculos débiles y pensamientos en continua mudanza. Don Bosco no piensa así. Tiene un buen maestro, san Francisco de Sales, el santo de la dulzura y de la inteligencia del corazón, el hombre que no concibe la defensa del catolicismo como una lucha política en la que hay que descabezar a los enemigos. Según san Francisco, la miel es más eficaz que la hiel, aunque no lo crean algunos autores de manuales de autoayuda, apóstoles de la propia autoafirmación. Además estos planteamientos parten de una idea equivocada: todo lo que somos lo debemos a nuestras propias fuerzas. Este es el camino que lleva a la desmoralización. Por el contrario, un cristiano se considera hijo de Dios, de un Padre que nunca le abandona, pese a las apariencias. El cristiano debería meditar a menudo estas palabras bíblicas, dirigidas a Josué: “No tengas miedo ni te acobardes, porque el Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas” (Jos 1, 9).
“¿De dónde viene el que sintamos tan poco gusto por las cosas espirituales? Es porque nuestro corazón ama poco a Jesús crucificado…”.
Hay quien dice que la religión es algo aburrido, no entiende las ceremonias y es insensible a las imágenes porque no ha recibido una educación cristiana. Piensa que lo espiritual es una evasión de la realidad. Pero la fe también apela a nuestra sensibilidad. Don Bosco recomienda mirar al Crucificado, mirar a Alguien que por amor nos lo ha dado todo. Tenemos que mirarlo para caer un poco en la cuenta de que Él ha hecho por nosotros. Tenemos que mirarlo también en el sagrario donde nos espera siempre. Crecer en amor a Jesús es crecer en amor a los demás. La vida de Don Bosco es una demostración de que no se puede separar el amor de Dios del amor por los hombres.

Aunque me veas dudar (Álvaro Fraile)

El lado activo del infinito. Dr. Wayne Dyer

UN JESUITA ALERTA SOBRE LA SITUACIÓN EN EL CONGO: "DA LA IMPRESIÓN DE QUE LA DEMOCRACIA ESTÁ CONGELADA"


religion digital

La situación es muy caótica; la Iglesia ha estado en la primera línea para tratar de abogar por la democracia.
El sacerdote jesuita de República Democrática del Congo, Rigobert Minani, ha advertido de la situación de "caos" y "violencia" que se vive en el país donde la población ha salido a la calle para pedir al presidente Joseph Kabila, que lleva 17 años en el poder, que respete los Acuerdos de San Silvestre de 31 de diciembre de 2016 y que no vuelva a presentarse candidato a las próximas elecciones. Durante la última protesta, hubo al menos seis muertos y más de un centenar de heridos.
Estos acuerdos, alcanzados con la mediación de los obispos congoleses, pretendían superar la parálisis política después de que no se celebrasen las elecciones al concluir el segundo y último mandato del presidente Kabila, en diciembre de 2016. Los acuerdos preveían la creación de un gobierno de transición encargado de preparar las elecciones presidenciales antes de 2017 mientras Kabila continuaba en la presidencia de forma interina.
Si bien, el ejecutivo de transición, nacido en mayo de 2017, no incluyó a una parte importante de la oposición. Además, el 5 de noviembre, la Comisión Nacional Electoral Independiente (CENI) anunció que las elecciones tendrían lugar el 23 de diciembre de 2018, lo que supone que Kabila permanezca un año más en el poder.
"La situación es muy caótica; la Iglesia ha estado en la primera línea para tratar de abogar por la democracia", ha subrayado el jesuita, que también ha destacado el hecho de que muchos cristianos hayan salido a las calles para pedir el cumplimiento de los acuerdos. No obstante, ha alertado de que están sufriendo una "represión muy dura".
El pasado 31 de diciembre, según explica, tuvo lugar una primera protesta en Kinshasa, justo un año después de la firma de los Acuerdos de San Silvestre. "Nunca había visto algo igual", recuerda Minani. La segunda tuvo lugar el pasado domingo 21 de enero, esta vez, no solo en la capital sino en casi todas las ciudades del país.
En esta última protesta, según precisa el jesuita, en la que participaron católicos que acababan de salir de misa, se han contabilizado al menos seis muertos -aunque los organizadores aumentan la cifra a doce-, más de 150 heridos y más de 500 personas arrestadas, unos datos que demuestran, a su juicio, la represión "realmente grande" que hubo frente a una manifestación que era "pacífica".
En cualquier caso, Minani asegura que los organizadores de las anteriores protestas están planeando nuevas manifestaciones porque, según indica el jesuita congoleño, recordando una entrevista a uno de los manifestantes, parar ahora sería igual a no reconocer el valor de aquellos que han muerto por esta causa.
Además de exigir que Kabila no vuelva a presentarse candidato en las próximas elecciones de diciembre de 2018, el pueblo congoleño reclama la liberación de algunos prisioneros políticos y que se permita el regreso al país de algunos líderes "amenazados con ser arrestados si vuelven", como Moïse Katumbi, al que ven como probable sucesor de Kabila.
A día de hoy, sin embargo, el principal problema de la población es que no está segura de si habrá elecciones. "Tenemos la impresión de que la democracia está congelada", apunta. A esto se suma un panorama de "violencia por todos lados, falta de comida y un brote de cólera en Kinsasa por primera vez en más de diez años". "La situación es muy mala", lamenta Minani.
El pasado domingo, el Papa Francisco hizo un llamamiento desde Perú para acabar con la violencia desatada en la República Democrática del Congo, un apoyo que la Iglesia del Congo considera "muy importante". También agradecen el apoyo que está llegando a los obispos congoleses desde muchas iglesias católicas de todo el mundo.
Ante esta situación, Minani ha viajado a España para reunirse con algunos colaboradores jesuitas con el fin de explicarles "lo que está pasando realmente" en el país del centro de África, para que ellos también puedan ayudar a defender los derechos de los congoleses ante sus gobiernos y a nivel de la Unión Europea y así puedan salir de la difícil situación que están viviendo.

POLÍTICAMENTE INCORRECTO


col haya

Hace unos días recibí esta viñeta
papa dios hambre
Un niño esquelético, como en los mensajes de Médicos del mundo, le dice al Papa:
- ¿Por qué no vendes los cuadros del Vaticano para darnos de comer?
- je,je,je. Esos cuadros no se pueden vender porque son de Dios
- ¿Dios tiene hambre también?

Y la reenvié a mis contactos porque me sentía de acuerdo con su mensaje, aunque su expresión me parecía políticamente incorrecta.
Expresión políticamente incorrecta
Consideramos como políticamente incorrectas aquellas expresiones que resaltan intencionadamente aspectos desagradables que un determinado grupo social prefiere disimular. Estas expresiones no son necesariamente reprobables ni encomiables, depende del criterio de quien las analiza. La crítica social que hacen estas expresiones puede referirse -justa o injustamente- a rasgos externos o a cuestiones más importantes; y suele expresarse mediante enfoques parciales, exageraciones, o caricaturas. Este desafío a lo políticamente correcto suele acarrear problemas, como nos muestra la Historia, y como estamos leyendo cada día en la prensa.  
Casualmente estaba leyendo la Introducción al Antiguo Testamento del profesor José Luis Sicre en el que trata del lenguaje de los profetas. Para percibir la fuerza que ese lenguaje tenía en sus circunstancias sociopolíticas, elabora unos ejemplos de transposición al lenguaje actual, como el texto de Amós 5,4-5:
Así dice el Señor a los católicos:Interesaos por mí y viviréis.Pero no os intereséis por el Pilar,no vayáis a Santiagono acudáis al Rocío.Que el Pilar caerá por tierray el Rocío se volverá tormenta.Buscad al Señor y viviréis.
Este lenguaje nos resultaría hoy políticamente incorrecto; sin embargo la intención del profeta era advertir al pueblo de que esas devociones estaban camuflando su desvío respecto a la verdadera llamada de Dios hacia la justicia social.
El profeta no es un sabio que explica las complejidades de la vida, ni un jurista o doctor de la Ley (que también son necesarios); el profeta le habla al pueblo con lenguaje emocional; por eso exagera y presenta un solo aspecto de la realidad, en este ejemplo la de el Pilar o del Rocío.
Estos extremismos unilaterales, como los del profeta, pueden ser justos, y necesarios, si luego se equilibran de alguna manera con otros aspectos del mismo asunto, pero son engañosos si se los toma literalmente como textos jurídicos o se los hace pasar como realidad total y objetiva.  
Sabemos que expresar la devoción es bueno, y recomendable, sin embargo es necesario sacudir nuestro adormecimiento en un cómodo e injusto status quo actual. Sin ser conscientes de ello, nuestra práctica religiosa está desviando la atención de un deber fundamental hacia una tranquilizante devoción. Pagola, muy comprometido con el evangelio, nos confirma que éste es el peligro de la religión, desviar la atención hacia cómodos deberes o devociones.
El lenguaje de Jesús frecuentemente era políticamente incorrecto, exagerado o unilateral. A la llamada de su madre y de sus hermanos contestó que su madre y sus hermanos eran aquellos discípulos que estaban escuchándole. Y no digamos nada de la exageración de aquello de la rueda de molino, o de castrarse por el Reino de Dios (que Orígenes se lo tomó al pie de la letra). También las expresiones unilaterales de Pablo sobre la salvación por la fe le han planteado serios problemas a la teología cristiana.
Personalmente prefiero una exposición equilibrada, con sus pros y sus contras, y confieso que a veces desearía poner los puntos sobre las íes a los escritos de algunos compañeros porque, a mi parecer, resaltan desproporcionadamente un solo aspecto de los problemas que se nos plantean. Sin embargo reconozco que necesitamos una sacudida profética para superar dogmatismos anteriores o nuestra deriva egoísta.
La viñeta que estamos comentando simplifica, con la ingenuidad de un niño, un problema complejo; y parece atribuir al Papa Francisco una grave inconsecuencia con el mensaje de Jesús y con un elemental sentido humano de justicia. Por eso digo que me parece políticamente incorrecta, y un poco injusta con el papa, porque él está haciendo lo que puede. No obstante creo que este mensaje es acertado, y que es necesario expresarlo en formas políticamente incorrectas.
De acuerdo con su contenido
El mensaje de esta viñeta es el escándalo -cómodamente asumido- de que miles de niños están muriendo de desnutrición mientras que algunos magnates tienen grifos de oro en sus yates privados. El 1 por ciento de la población mundial tiene tanta riqueza como el 50 por ciento más pobre.
La viñeta concreta este escándalo en las riquezas que conserva la iglesia católica, ya sean los museos vaticanos o los tesoros de las catedrales. Estos tesoros contrastan -contradicen- el mensaje de Jesús, que consideraba el dinero y el poder como los mayores obstáculos para una sociedad justa y fraterna, que él denominaba el Reino de Dios.
Ya sé que Jesús alabó el amor expresado por aquella mujer que derramó en sus pies un caro perfume, que “podría haber sido vendido y dado a los pobres”.  Aquel gesto era una expresión espontánea de amor, y eso es lo que alabó Jesús; en cambio Judas sólo vio su valor económico. Este argumento se viene presentando al menos desde el siglo IV, y san Juan Crisóstomo tuvo que intervenir y determinó que se respetara lo que alguien había donado para el templo, pero que se aconsejara donar la riqueza a los pobres antes que al templo. Al rico que quería seguirle, Jesús no le dijo que entregara su riqueza a la bolsa del grupo sino a los necesitados.
Los tesoros de la iglesia actual -muchos de ellos improductivos- son un escándalo que está desacreditando lo que presentamos como seguimiento de Jesús; pero creo que el Papa ni puede ni debe decretar dictatorialmente su entrega, ya sea a la UNESCO o a la FAO. En cambio las iglesias locales sí deberíamos renunciar a esas posesiones, pero no el párroco ni el obispo sino la comunidad cristiana. ¿Estamos dispuestos? ¿Qué dirían las cofradías de semana santa o de las fiestas locales?  ¿Sería mejor abandonar la comunidad que se resiste a desprenderse de ellas, o tratar de persuadirla? Jesús no impuso nada; propuso un proyecto y murió por difundirlo.
Escuchemos a profetas como Casaldáliga y monseñor Romero. Vivamos realmente y difundamos el Pacto de las Catacumbas, que no hace mucho establecieron algunos obispos:
Renunciamos para siempre a la apariencia y la realidad de la riqueza, especialmente en el vestir (ricas vestimentas, colores llamativos) y en símbolos de metales preciosos (esos signos deben ser, ciertamente, evangélicos). Mc 6, 9; Mt 10, 9s; Hech 3, 6. Ni oro ni plata. (Número 2 del Pacto).

PAPA FRANCISCO: ¿POTESTAD O EJEMPLARIDAD?


col castillo

Es cosa bien sabida que el papa Francisco es un hombre discutido. Tiene admiradores y detractores. Gente que le admira y le quiere. Como hay gente que le desprecia y hasta le odia. Además, la impresión más generalizada es que la mayoría de los admiradores se encuentran en las clases populares, mientras que los detractores son, más bien, clérigos de todos los niveles, personas de mentalidad integrista y tradicional, destacando no pocos dirigentes políticos, por más que en los actos públicos tengan que representar el papel que le corresponde.
La pregunta lógica, que se plantea ante estas reacciones contrapuestas, en el caso de este papa, es inevitable y lógica: ¿por qué esta admiración y este rechazo?
Por lo general, ocurre que las personas que destacan, sobre todo si esto ocurre en ámbitos de la vida en los que la gente se apasiona y se juega el éxito o el fracaso en problemas de notable interés, inevitablemente se produce (o se provoca) el entusiasmo de grandes muchedumbres o, por el contrario, el rechazo de quienes (por el motivo que sea) se sienten amenazados.
¿Es esto lo que ocurre con el papa Francisco? ¿Por qué las masas populares lo aclaman, al tiempo que los sectores, que manejan el poder y el dinero, lo miran con recelo, no se fían de cómo hace las cosas o abiertamente lo rechazan o desprecian? En definitiva, ¿qué está ocurriendo en la Iglesia con este papa?
Lo más patente, que advierte todo el mundo, es que este papa prescinde de todos los protocolos, solemnidades y distinciones que le alejan de la gente. Le encanta la sencillez, la espontaneidad y todo cuando pueda acercarle a la gente, sobre todo si se trata de personas marginales o marginadas, por el motivo que sea. No se recuerda un papa tan cercano al pueblo sencillo como es el caso de Jorge Mario Bergoglio. Esto nadie lo pone en duda. Aunque también es verdad que este tipo de conductas pontificias no les gustan a no pocos altos cargos de la Curia Romana y, en general, a muchos (quizá demasiados) monseñores del episcopado. Hay, en esos altos puestos de mando clerical, dignísimos señores que quieren mantener distancias en sus relaciones con la gente corriente y vulgar. Y es claro, a quien le gustan los pedestales no le agrada que le vean en zapatillas de andar por casa.
Pero no es esto lo determinante en los sentimientos de afecto o rechazo del papa Francisco. A mi manera de ver, el problema que este papa le ha planteado a la Iglesia (y al mundo) no se reduce a protocolos, tradiciones o simples formas de presencia pública. Ni siquiera la cosa se reduce a que este papa no haya utilizado su “potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia, y que puede siempre ejercer libremente” (CIC, can. 331). Por más cierto que sea, que, en virtud de esta potestad, el papa podría haber cambiado los cargos de la Curia Romana como le hubiera parecido, podría haber modificado la liturgia, como podía haber suprimido el celibato de los sacerdotes o haber decretado que en cada diócesis sea designado el obispo por votación popular, como se hizo en la Iglesia antigua durante siglos, o tantas otras cosas que habrían hecho, de la Iglesia que tenemos, una institución muy distinta.
Sin embargo, el papa Francisco no ha hecho –hasta este momento– nada de esto. La Iglesia sigue estando gestionada como lo estaba en los papados anteriores. Entonces, ¿qué motivos ha dado este papa que haya tantos clérigos indignados con Bergoglio o tantos católicos deseando que su pontificado se acabe cuanto ates?
Lo más claro que yo veo, como respuesta a esta pregunta y a tantas otras preguntas semejantes, es esto: este papa, y cualquier otro papa, si es que quiere influir a fondo para modificar y mejorar esta Iglesia tan desprestigiada en tantos ambientes de este mundo, tiene a su alcance dos medios: 1) echar mano de su “potestad” plena, suprema y universal; 2) anteponer a todo su propia “ejemplaridad” personal, viviendo lo más cercano posible a los que más sufren y se ven peor tratados en este mundo.
¿Cuál de estos dos medios es el que vemos más claramente destacado en el Evangelio? Según los relatos de los cuatro evangelios canónicos (los cuatro que la Iglesia aceptó como auténticos), Jesús no recurrió al poder para imponerse al mal y remediar el sufrimiento del mundo. El argumento al que se refirió siempre fue el ejemplo de vida: que la gente vea “vuestras buenas obras”, que “vean los frutos que produce vuestra vida”, “si no creéis en mí, creed en mis obras”, que “os queráis tanto, que en esto se sepa que sois mis discípulos”. Y así sucesivamente. Nunca invocó Jesús la potestad, sino siempre el amor mutuo, la transparencia, el bien que hacéis…
Es más, Jesús nunca anunció su triunfo, su éxito, su dominación. Lo que Jesús les anunció a los apóstoles, que discutían sobre cuál de ellos era el primero, el más importante, es que su vida terminaría en el fracaso, la condena y la muerte. Sencillamente, porque la Religión lo persiguió y no paró hasta que lo mató. Sin embargo, lo que asusta (y da verdadero miedo) es que la Iglesia se ha alejado cada vez más del Evangelio. Y ha terminado convirtiéndose en una Religión, con sus poderes y sus privilegios. Sencillamente, le hemos corregido la página suprema a Jesús.
Max Horkheimer, en las Notas que dejó escritas, en los últimos decenios de su vida (entre 1949 y 1969), dijo esto: “Jesús murió por los hombres, no pudo reservarse avaramente para sí y se hizo de todos los que sufren. Los padres de la Iglesia hicieron de ello una religión, es decir, una doctrina, que incluso para el malo era un consuelo. Desde entonces, el cristianismo tuvo tanto éxito en el mundo que el pensamiento de Jesús ya no tuvo nada que ver con la praxis, y menos aún con los que sufren. Quien lee el evangelio y no ve que Jesús murió “en contra” de sus actuales representantes, ése no sabe leer. Esa teología es el sarcasmo más increíble que jamás le haya sucedido a un pensamiento” (M. Horkheimer, Anhelo de justicia. Teoría crítica y religión, Ed. De Juan José Sánchez, Madrid, Trotta, 2000, 227).
Es evidente que el papa Francisco no ha optado por invocar y hacer uso de su “potestad”. Al menos, hasta ahora, no va por ahí su pontificado. El papa Francisco cree en la “ejemplaridad” de su propia vida, en su cercanía a lo más senillo, pobre y marginal de este mundo. Con razón, nos recuerda Horkheimer la lapidaria frase de Kant: “La praxis ha de ser tal que no se pueda pensar que no existe un más allá” (citado o.c., pg. 19, nota 45)

LA SOLEDAD NO QUERIDA


col otalora

Leo que Theresa May se toma en serio la soledad de los suyos. Y no es para menos, ante las escalofriantes cifras de personas que están solas y se sienten solas; las dos cosas a la vez, que no solo las sufren en Gran Bretaña sino en todos los países llamados “civilizados”, incluido el nuestro. Son muchos los millones de personas que se sienten mortalmente solos sin tener a nadie con quien compartir si no es robando conversación a jirones mientras compran el pan o mendigando palabras al vecino coincidente en el ascensor. Y lo peor no es la soledad sino el no saber qué hacer para salir de esa situación ominosa que preside cada minuto de cada día.
Es un agujero negro de nuestro tiempo que corroe y destruye por dentro y que no gusta de ser aireado: depresión, una pena muy grande, una mala temporada... solo los viejos que se han quedado solos no temen las palabras y proclaman su dolor sin ambages en cuanto se les presenta la ocasión. Son muchos los miedos que nos acechan y el de la soledad no querida es uno de los más grandes. Quien pasa por ello sabe bien el mordisco que deja en el alma. A veces es coyuntural, otras  veces son razones de temperamento o predisposición al decaimiento; en ocasiones viene dado por acontecimientos desdichados de la vida que fabrican enfermos crónicos sociales. El estilo de vida que llevamos en el primer mundo contribuye a que el ser humano se sienta solo, esté solo, entre desasosiegos e incertidumbres.
El gran silencio universal es el miedo, acertadas palabras del poeta Luis Rosales. Lo verdaderamente temible, por lo peligroso, es el miedo a la soledad no querida. El desvalimiento y la incomunicación producen temor y resistencia que al final desemboca en angustia. Ignacio Larrañaga repetía a menudo: “el mal del fracaso no es el fracaso en sí, sino el miedo al fracaso. El mal de la muerte no es la muerte, sino el miedo a la muerte”.
El daño que hace esta soledad llega a producir marginados; es la enfermedad del momento capaz de romper el espíritu a cualquiera ante el debilitamiento del consuelo y la fortaleza de la fe en Dios. La caridad (ahora la llaman solidaridad) necesita más que nunca de nuestro tiempo para perder las horas con aquellos que claman compartir con un igual que pide sentirse entre sus semejantes, no sólo estar entre ellos. Qué soledades tuvo que pasar Sartre para decir que “el infierno son los otros”; o Kafka, al escribir que los humanos somos extranjeros sin pasaporte en un mundo glacial.
Sé muy bien de lo que estoy escribiendo pues me tocó experimentar el agujero negro de la soledad como el mayor zarpazo que he recibido de la vida, hasta ahora. Me suenan cercanos los versos de José Luis Martín Descalzo: “Estamos solos, flores, frutas, cosas /  Estamos solos en el infinito / Yo sé muy bien que si en esta noche grito / Continuarán impávidas las rosas”. No son tiempos para huir de uno mismo ni para vivir esperando que otros arreglen mi felicidad derrochando grandes energías. Sentir la soledad no querida es una forma de dolor que obliga a afrontar los hechos con capacidad de espera; y mientras no podamos cambiar el aislamiento que nos machaca, adaptemos los ojos a la oscuridad para seguir viendo, aunque se haya hecho de noche...
El tiempo pasa y solo quedan las cicatrices que duelen como la rotura lejana de un hueso, “cuando hay cambio de tiempo”. También quedan los recuerdos de la pelea por salir adelante y lo que has conseguido crear durante ese tiempo negro con la ayuda de Dios y de algunas personas estratégicamente diseminadas por Él en ese período doloroso de la vida. Martín Descalzo hizo de faro cuando sentenció: “En la manera de sufrir es donde verdaderamente se retrata un ser humano”.

¿QUIÉN ES ELLA?


col bennasar com

Palabras habitadas. Así suenan y resuenan en el alma las palabras de Jesús: él se acercó, la cogió de la mano y la levantó.
Palabras habitadas de cariño, de justicia, de autoridad interior. Todo lo que le faltaba a la religión oficial lo aporta este judío diferente, retador, que no funciona por las leyes canónicas memorizadas sino por un corazón y una mente integrados, a lo Dios.
¿Quién es ella? Como de costumbre para la inmensa mayoría de las mujeres de todos los tiempos, es “la suegra de”, podría ser la mujer de, la cuñada de, la hija de, la pareja de… anonimato de la mujer todavía hoy.
En nuestra “suegra de” ese anonimato con sus múltiples y severas implicaciones, se somatiza, y su “fiebre” nos indica un cierto fuego interior que le sale por los poros, una fuerza no canalizada, una energía desaprovechada, una vida anonimizada por los de antes y los de ahora, tanta injusticia, tanto dolor y frustración hace que su cuerpo arda. Ya que no puede hablar porque su palabra no está autorizada, lo comunica con su cuerpo, cuerpo de mujer, anónima e identificada con un varón: en este caso es la “suegra de Pedro” como siempre en el patriarcado.
Hace unos días en una asamblea de varias parroquias, al proponer una iniciativa, un varón laico, de los históricos, me pregunta en público, ante todo el mundo: “y tú ¿eres religiosa o “vas de por libre”? La educación y el amor incluso a los hijos de Dios que menos me gustan me hizo responder con serenidad, pero el “vas de por libre” tenía un tono habitado de rabia, dominio, necesidad de someter: demonios que se pasean por nuestra sociedad y por supuesto por nuestras iglesias, disfrazados de “servicios”.
Estos demonios bloquean iniciativas, impiden el crecimiento porque siembran la sospecha, desautorizan, ningunean… no me extraña que Jesús, que también iba “de por libre”, se acercara a aquella mujer. Tal vez le movió la empatía, porque en su yo profundo también se sentía no aceptado por “los oficiales, los correctos”.
Es ahora el cuerpo de Jesús el que habla a través de varios gestos potentes y evocadores: no le suelta una perorata desde arriba y ella abajo, yaciendo sin fuerza, no, se acerca: acorta la distancia histórica que separa a las personas por su género, religión, raza, orientación sexual... ¡qué poco nos acercamos unos a otros para interesarnos por la persona! y es que acercarse significa tener resueltos temas como el de la igualdad, el del respeto por encima de la explotación, el de la humildad por encima del dominio y autoritarismo. Acercarse significa también quitarte la máscara, dejar que te vean como eres, sin maquillajes. No siempre es fácil.
La cogió de la mano, hoy nos parece normal, pero no lo era. ¿Cuántas manos has cogido para acariciarlas, besarlas, empoderarlas, desde la semana pasada, por decir algo? Coger a alguien de la mano supone estar muy cerca: es una conexión directa con el corazón. La mano alarga la presencia, coger la mano significa aceptar y aprobar lo que la persona es y hace. En el texto, queda reflejada la osadía de Jesús, ya que no se podía tocar a una mujer que no fuera la propia. Jesús rompe de nuevo la distancia y además todo ocurre en Sábado. No podía hacer esas cosas.
La levantó, porque cogerle la mano para dejarla en el lecho tirada no es propio del amor, como no lo es una pastoral mediocre… Jesús la levanta de una situación mortífera y le ayuda a ponerse de pie, de nuevo firme en la vida y sin fiebre porque la causa de la fiebre había desaparecido; ¿cómo? ahora es tratada con respeto, con igualdad, mirada a los ojos, no de arriba abajo, como a alguien a quien hay que ayudar, sino tratada de tú a tú. Suena a resurrección, a una vida profunda y digna desde otras claves.
Y se pone a servirles, de nuevo, depende de la tendencia del exégeta significa una cosa u otra. Yo me decanto por los y las que nos dicen que este servicio era el servicio de la Palabra en la casa-comunidad que “ella” ofreció al Maestro. Ella fue la primera discípula que sepamos, también en lenguaje posterior la primera diaconisa.
También nos cuentan que posiblemente era la dueña de la casa por estudios realizados sobre las costumbres de la época. Y si era la dueña de la casa y servía a los varones significa que posiblemente bendecía la mesa, lo que luego en las casas-comunidad seguirá haciéndose y que se llamará Eucaristía o acción de gracias de la comunidad de discípulos y discípulas.
Servir la palabra habitada del Maestro a todos los hambrientos y hambrientas de dignidad. Ella supera el sábado judío, rompe con ese rito y comienza a realizar la obra de Jesús. La ha experimentado en su propio cuerpo, en su propia vida. Ella se convierte en una extensión de sus manos, de su palabra habitada de presencia y vida.
¡Cómo me gustaría conocerla! Como dicen los jóvenes debía ser un “crac de señora”. Me encantan esas, y hacen mucha falta en nuestras asambleas y comunidades. Pero todavía hoy muchas mujeres están tumbadas por la fiebre. Me imagino que nuestra amiga, “la suegra de”, de nuestro texto debió dedicarse a “levantar” a vecinas y amigas. “Hagamos lo mismo” pero no vayamos sin haber sido “cogidas de la mano y levantadas nosotras primero, por el amor”.
Tal vez personas de Latino América que lean esto piensen que en sus países sí lo hacen, y tienen razón. Pero aquí hermanas, lo hacemos poquito. Una pena. Es cuestión de “cercanía” con el que quita fiebres y miedos, parálisis y mudeces.
El texto pasa de la sinagoga a la casa. ¿Y nosotros? Desde la casa-comunidad la Palabra está más habitada de hogar, de apoyo, de compromiso, de todo lo que le falta muchas veces a los espacios más oficialmente religiosos. Maravilloso reto.

Magdalena Bennásar Oliver
www.espiritualidadintegradoracristiana.es

Desigualdad, la trastienda de la recuperación económica

15 M de la Serranía de Ronda
15M-4 años
Con la recuperación económica (desde 2013 al año 2016), 29 de cada 100 euros provenientes del crecimiento han ido a parar al 10% de los ciudadanos con las rentas más altas. Sólo ocho de cada 100 euros han quedado en manos del 10% más pobre. La recuperación económica ha favorecido cuatro veces más a los más ricos que a los más pobres. Así, en España la riqueza generada el año pasado fue a parar a manos del 1% más rico que acaparó el 40%, mientras que el 50% más pobre apenas consiguió repartirse un 7%. Los beneficios empresariales crecieron en 2016 más de un 200% respecto del año 2015, mientras que el coste laboral por trabajador se mantiene estancado desde el año 2012.

En el marco del Foro Económico Mundial en Davos, que reúne de nuevo en Suiza a las élites políticas y empresariales, Oxfam Intermón ha publicado un informe demoledor “Premiar el trabajo, no la riqueza”, y denuncia que hoy España es una sociedad más desigual y más injusta que antes de la crisis. Los beneficios de la recuperación económica se están distribuyendo injusta-mente, pese a ser una de las economías de la Unión Europea con mayor crecimiento, la mayor parte de los incrementos de renta se están quedando en manos de unos pocos, en detrimento de la mayoría de la población.
Durante el segundo semestre de 2017, la economía española recuperó el nivel de Producto Interior Bruto previo a la crisis, dando por superados diez años de recesión con un enorme coste social. Y lo que llaman recuperación económica no está ayudando a cambiar esta situación. Bien al contrario, la está perpetuando.
Así, más de 10 millones de personas en España, esto es, el 22,3% de la población total, tienen rentas que se sitúan por debajo del umbral de la pobreza, o lo que es lo mismo, por debajo de 684 €/mes/persona, en el año 2016.
Desde el primer trimestre del año 2012 la productividad por hora trabajada ha crecido 10 veces más que el salario por hora trabajada. Las mejoras de la productividad se han destinado en buena medida a privilegiar el crecimiento de las rentas de capital, mientras que la masa salarial se ha estancado desde el año 2008.
Por lo que el 14% de la población ocupada son personas que a pesar de tener un empleo no logran salir de la pobreza. El 58% de ellas son mujeres. Prácticamente, 6 de cada 10 personas en situación de vulnerabilidad laboral son mujeres. Una persona que gana el salario mínimo, 707,60 €/mes/año en el 2017, necesita 71 años para ganar el salario anual de quienes se encuentran en el tramo más alto de ingreso en España.
Sin embargo, el 1% más rico de España concentra una cuarta parte de la riqueza, casi lo mismo que el 70% de la población.
Por algo, España es el tercer país más desigual de la Unión Europea, sólo está por detrás Rumanía y Bulgaria, y empatado con Lituania. Es el país en el que más ha crecido la desigualdad durante la década perdida (2007-2016).
Para colmo, el sistema fiscal español es uno de los que menos capacidad redistributiva tiene de toda Europa. Las personas asalariadas son las que fundamentalmente sostienen las arcas públicas frente a empresas y grandes fortunas. Además, los impuestos inciden de forma desproporcionada en las rentas bajas y, por si fuera poco, el cómo se gasta el dinero recaudado también es inequitativo: 2 de cada 10 euros de transferencias públicas se dirigen al 10% más rico de la población.
Lo que deja patente el Informe de Oxfam Intermón es que el simple hecho de que exista una recuperación económica y una mayor riqueza no va a garantizar ni propiciar un mejor y más equitativo reparto de la misma. Para que esto ocurra es preciso garantizar trabajo y salarios dignos, asegurar la puesta en marcha de un sistema fiscal que recaude suficiente, esto es, que paguen los que más tienen y que se redistribuya los ingresos, así como poner en marcha medidas que luchen contra la evasión y la elusión fiscal. Mientras esto sucede, Oxfam exige que exista un incremento del gasto público, especialmente en los servicios que beneficien a la población más perjudicada por este desarrollo económico.
Esta es la trastienda de la España que tenemos, de la que muchas personas se sienten orgullosas envueltas en sus banderas, con la que quieren tapar las desigualdades que están originando el crecimiento económico que nos han impuesto.
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15-M SERRANÍA DE RONDA Enero 2018

La CNMC confirma los abusos de las eléctricas


Enviado a la página web de Redes Cristianas
David Bollero
(publico)
Hace años que nos vemos obligad@s a encajar con más resignación que convencimiento el hecho de que las eléctricas abusan de nuestros bolsillos. Ahora, la Comisión Nacional de los Mercados y las Competencia (CNMC)lo ratifica. ¿Qué sucede? Que tendremos que asumir, de nuevo con más resignación que convencimiento, que los abusos no tengan consecuencias para los caladeros de polític@s retirad@s.

España cuenta con la luz más cara de toda Europa. Nada tiene que ver la sequía, como ahora las partes interesadas quieren hacer ver. Tampoco los impuestos, puesto que para afirmar que nuestro país se encuentra a la cabeza de los países que tienen la electricidad más cara nos fijamos en el precio del kilovatio/hora antes de impuestos.
Buena parte del quid de la cuestión se encuentra en que, como acredita el informe de la CNMC, las eléctricas obtienen de media un 10 por ciento de rentabilidad en su negocio de distribución de luz -en algunos caso salta al 15 por ciento-. Analizadas las compañías Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, Hidrocantábrico y Viesgo los datos demuestran cómo en los últimos años han disparado sus beneficios a costa de sangrarnos –los precios suben a un ritmo interanual superior al 10 por ciento-, así como a destruir empleo. Sólo entre 2013 y 2016, las empresas de distribución eléctrica redujeron sus plantillas en un 9 por ciento, mandando a la calle a casi 900 personas.

Así las cosas, la CNMC reclama al ministerio que se tomen medidas para que lograr un abaratamiento de un recibo de la luz que, además, nunca ha sido auditado. El coste de la generación de luz, que estiman las eléctricas, es un puro acto de fe, pues el Gobierno se cree a pies juntillas la cifra proporcionada por las compañías eléctricas sin auditar en modo alguno si es precisa o no esta cantidad.
¿Creen que se tomará alguna medida? Estoy convencido de que la mayoría de ustedes coincidirán conmigo en un clamoroso NO, porque el lobby de las energéticas tiene mucho peso en esto que llaman ‘democracia’, porque el solapamiento de intereses económicos entre la clase política y el sector privado resulta vomitivo, porque, en el fondo, no les importan que unos 4,5 millones de personas en España se ‘muera de frío’ en sus casas sin tener recursos para calentarse.

Dios: Padre maternal y Madre paternal

Leonardo Boff
Leonardo Boff2
Existencialmente hablando. Dios es el nombre que simboliza aquella tiernísima Realidad y aquel Sentido amoroso capaz de llenar la incompletitud del ser humano. Dios sólo tiene sentido si emerge de nuestro radical deseo que para Aristóteles y Freud es infinito.
Esa Suprema Realidad (el Reale realissimum de los pensadores medievales) fue expresada en el contexto de la cultura del patriarcado: Dios se presenta como masculino. Como consecuencia, todas las grandes religiones históricas se estructuraron en el código patriarcal. Por eso, tales lenguajes necesitan ser hoy despatriarcalizados si queremos tener una experiencia totalizadora de lo Sagrado. En eso las mujeres pueden ser nuestras maestras y doctoras.

Todos hemos sido ayudados por el descubrimiento de la existencia, antes puesta en duda, de una fase matriarcal de la humanidad, ocurrida hace unos 20 mil años. Las divinidades eran todas femeninas. Esto significó un giro en la reflexión teológica. Hoy sólo hacemos justicia a nuestra experiencia de lo Divino si la traducimos en términos masculinos y femeninos simultáneamente. En un lenguaje inclusivo Dios emerge como Padre maternal y como Madre paternal. Como Dios-Él y Dios-Ella, en el decir de muchas feministas.
Obviamente “Dios” sobrepasa las determinaciones sexuales; sin embargo, hay valores positivos presentes en esta forma de nombrar a Dios. Masculino (animus) y femenino (anima) son principios estructuradores de nuestra identidad.
Todas las palabras del diccionario no pueden definir a Dios, pues Él sobrepasa a todas. Vive en la dimensión de lo inefable. Ante él más vale callar que hablar y vivir una actitud de respeto y de devoción.
Estimo, sin embargo, que no podemos renunciar a la palabra “Dios” en razón del rico significado semántico de su origen sánscrito (di) y griego (theós): la luminosidad que se irradia en nuestra vida (el significado de di en sánscrito) o la solicitud para con todos los seres, quemando con su bondad toda malicia cual fuego purificador (el sentido originario del theós griego).
Las mujeres se impusieron a sí mismas la tarea: como pensar lo divino, la revelación, la salvación, la gracia, el pecado, a partir de la experiencia de las mujeres mismas, es decir, a partir de lo femenino. En el contexto de la teología de la liberación, la pregunta es: ¿cómo pensar a Dios a partir de la mujer pobre, negra y oprimida?
En este campo ha habido contribuciones notables. En primer lugar, las mujeres mostraron cuán patriarcal y machista es el discurso considerado normal y oficial que penetró en la catequesis, en los discursos oficiales e incluso en la teología erudita. Rara vez los teólogos-hombres han tomado conciencia de su lugar social-sexual-patriarcal.
La teología todavía dominante constituye una elaboración que los hombres, como hombres, hacen de lo Divino. Es una teología poco espiritual, a diferencia de la teología femenina que es más narrativa, marcada por la inteligencia cordial y la espiritualidad.
A partir de la experiencia de lo femenino, el discurso teológico se volvió más existencial, inclusivo e integrador de lo cotidiano. Una cosa es decir Dios-Padre. En esta palabra resuenan arquetipos ancestrales ligados al orden, al poder, a la justicia y a un plan divino. Y otra cosa es decir Dios-Madre. Esta palabra evoca experiencias originarias y deseos arcaicos de protección, de útero acogedor, de misericordia y de amor incondicional.
Mientras la religión del Padre introduce el infierno, la religión de la Madre hace prevalecer la misericordia y el perdón.
Finalmente, cabe preguntar: ¿en qué medida lo femenino/masculino son caminos de la humanidad hacia Dios y en qué medida lo femenino/masculino son caminos de Dios hacia la humanidad? Sólo tenemos acceso integral a Dios mediante lo femenino y lo masculino, pues “son a su imagen y semejanza”.
Ya C. G. Jung y Paul Ricoeur observaron que lo masculino y lo femenino sobrepasan el ámbito de la razón. Entran en la dimensión de lo Profundo incognoscible, es decir, del misterio. Hay, por lo tanto, cierta afinidad entre la realidad Dios y la realidad femenino/masculino, porque ambas son misterio, aunque Dios es siempre mayor (semper maior).
Si lo femenino/masculino son perfecciones, entonces se anclan en Dios. Si es así, lo femenino/masculino adquieren dimensiones divinas.
La teología plantea todavía una pregunta radical: ¿a qué están llamados, en el plan último de Dios, lo femenino y lo masculino? Es una cuestión irrenunciable.
En una formulación extremadamente abstracta y generalista, pero verdadera, podemos decir: todas las religiones, por los caminos más diversos, prometen una plenitud y una eternización de la existencia humana, masculino/femenina. Serán Dios por participación, al decir del místico san Juan de la Cruz. Será una fusión con la Suprema Realidad que es amor y juego de relaciones recíprocas. El Cristianismo se suma a esta comprensión bienaventurada llamándola el Reino de la Trinidad.
Leonardo Boff escribió El rostro materno de Dios, Paulinas, Vozes 2012.

Traducción de Mª José Gavito Milano