FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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jueves, 10 de febrero de 2022

La solución de Venezuela pasa por la democracia y el respeto del derecho internacional

 


Óscar Fortin

Humanismo en Jesús

venezuela

Hay que ver con buen ojo las iniciativas que se toman para resolver los problemas que vive el Pueblo y el gobierno de Venezuela.
La ultima es la coordinacion de parte del Vaticano y ONU de un dialogo entre Maduro y Guaido
El probléma es que Maduro es el elegido del Pueblo y Guaido el eligido de Trump y aliados.
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La hora de la verdad

 


Miguel Ángel Mesa

Eclesalia

Alejandro Palomas ganó el premio Nadal de 2018 por el libro Un amor. En una declaración tras conseguir el premio dijo: “Siempre busco el impacto de la emoción”.
Ayer por la noche vi una entrevista que le hizo Risto Mejide en la Cuatro, en la que fue relatando el calvario que sufrió a los 8 o 9 años, cuando un religioso del colegio de la Salle de Premià del Mar estuvo abusando de él durante un curso entero, llegando a la violación, hace unos 45 años, hasta que pudo decírselo a sus padres y terminó aquel sufrimiento.
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Obispos descorazonadores

 


Antonio Aradillas

Religión Digital

“Con mujeres ‘obispas’ no pocos casos que lamentamos no hubieran tenido cabida ni dentro ni fuera de la Iglesia” Obispos descorazonadores
“Lo raro, rarísimo e inexplicable, es que no se haya afrontado ya el problema. Culpables- culpables por acción u omisión, fueron y siguen siendo prioritariamente, los obispos”
“Lo que de verdad, e improrrogablemente importa a cristianos y no cristianos es no tener que seguir engullendo día a día, y episodios a episodios, noticias tan documentadas como las aludidas”
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Diversidad y sinodalidad

 


  • Eclesalia

    Encontrarnos, orar y cantar de la mano de Ain Karem en un espacio de acogida y cariño: Parroquia de San Ignacio de Loyola (calle Pinos Alta 79, de Madrid). Será el próximo 11 de febrero a las 20:00 hs. El acto lo abrirá una voz de Crismhom e integrantes del grupo de jóvenes de la parroquia de Guadalupe para compartir brevemente su experiencia de pastoral LGTBI con nosotros. El tema de este encuentro oracional es sinodalidad y diversidad.
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  • Actuemos solidariamente y en serio

     


    Diana León, psicóloga clínica

    Reflexión y LIberación

    Nuevamente hemos conocido del suicidio de una pareja de personas mayores en nuestro país, de 59 y 60 años, respectivamente.
    Esta noticia que conmociona y es muy lamentable, nos tiene que impulsar como personas y sociedad a visibilizar el tema, a tomarle la importancia que merece. Ello, porque alrededor de 700 mil personas se suicidan al año en el mundo y de este número aquellas con 70 años y más va en aumento.
    En Chile, por su parte, se suicidan cerca de mil 800 personas anualmente y los dos grupos que más se suicidan son los jóvenes adolescentes y las personas mayores. Las cifras son alarmantes y representan vidas y familias que quedan fragmentadas en el dolor y la culpa. Se trata de un problema urgente y prevenible, donde todos y todas jugamos un rol desde los profesionales de la salud, las familias, las comunidades, la ciudadanía hasta el Estado.
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    Bruselas pide a Pablo Casado que cese sus intenciones de ir a los tribunales por el reparto de los fondos europeos

     



    Casado
    Ha enviado mensajes a líder del Partido Popular reprochándole que con sus críticas ponga en cuestión los controles de la UE en la gestión de las ayudas.
    El PP sigue empeñado en hacer del reparto de los fondos de recuperación procedentes de la UE su principal estrategia contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Pero Bruselas ha enviado mensajes al equipo de Pablo Casado reprochándole esa actitud porque considera que deja en evidencia los controles de la Comisión Europea.
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    Jeremy Corbyn: “Ya es hora de que los más ricos tengan que pagar más impuestos”

     


    Sato Díaz

    Público

    El que fuera líder del británico Labour Party desde el 2015 hasta el 2019, cuando fue derrotado por Boris Johnson en las elecciones, participaba este lunes en un acto organizado por Unidas Podemos para presentar su propuesta de reforma fiscal en el Museo Reina Sofía de Madrid: Tax the rich: equilibrar la balanza fiscal. Jeremy Corbyn (Chippenham, Inglaterra, 1949) atiende, antes del evento, a Público.
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    La crisis en Ucrania desde una perspectiva de construcción de paz feminista

     


    Ana Villlellas


    La escalada de la crisis militarizada en torno a Ucrania, ante el despliegue masivo del Ejército ruso junto a la frontera ucraniana y el pulso geoestratégico entre Rusia, Estados Unidos y la OTAN sobre Ucrania y la arquitectura de seguridad continental, plantea enormes riesgos a la seguridad de la población de la zona en conflicto y dilemas sobre el abordaje de la crisis. ¿Qué podemos aportar al debate público y político sobre la crisis en Ucrania desde una aproximación de construcción de seguridad feminista? Algunas reflexiones no exhaustivas.
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    Curas navarros reclaman a Roma “que se consulte a la comunidad” antes de nombrar al sucesor de Francisco Pérez

     


    Foro de sacerdotes de Navarra ‘Curso de Teología’

    Religión Digital

    Piden un arzobispo “en sincera y completa sintonía con el Papa Francisco y sus reformas”
    Piden al nuevo obispos “espíritu abierto y colegial”, que sea “testigo de esperanza”, que esté “apasionado por la justicia y cercano a los pobres”, “sensible a la realidad pluricultural de Navarra, y a poder ser bilingüe (euskaldún y castellano)” y “atento a los signos de los tiempos”
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    ¿Quién y cómo se fabrica una guerra?


    Sergio Rodríguez Gelfenstein

    Alainet

    La situación generada en Ucrania ha ido profundizando las contradicciones intereuropeas. Los dirigentes del “viejo continente” tendrán que explicar a sus ciudadanos por qué, cumpliendo órdenes de Washington, les obligan a pagar el gas que consumen a un precio varias veces superior al ofrecido por Rusia.
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    ¿Qué le pasa a este país con la Iglesia Católica?

     


    José María Agüera Lorente


    Arguello
    «Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. (…) ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. (…) Por sus frutos los conoceréis.» (Evangelio Mateo 7, 15 – 20)
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    Amnistía Internacional: El apartheid israelí contra la población palestina: Cruel sistema de dominación y crimen de lesa humanidad


    Palestina libre

    Palestina4

    “Las autoridades israelíes deben rendir cuentas por cometer el crimen de apartheid contra la población palestina”, ha afirmado Amnistía Internacional hoy en un abrumador nuevo informe. La investigación detalla cómo Israel impone un sistema de opresión y dominación a la población palestina en los lugares donde tiene el control de los derechos de ésta. Esto abarca a los palestinos y palestinas que viven en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados (TPO), y también a la población refugiada desplazada en otros países.
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    Cura de pueblo

     


  • Antonio López Villar

    Alandar

    Desde hace siete años, Antonio López Villar es el cura de cuatro pueblos del sur de la Serranía de Cuenca, en el sureste de la provincia. Son Cardenete, Engídanos, Villar del Humo y Yémeda, cuatro hermosos nombres para cuatro pueblos de la hoy España vacía. Sus habitantes tienen tanto derecho – o más, según Antonio – a tener la mejor atención pastoral y no ser siempre los últimos. Ejercer de cura allí es desde luego algo especial.
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  • Banco malo, nos mintieron y nos estafaron

     

    15M Ronda

    Redes Cristianas

    Nos dijeron no iba a costar “ni un euro” a los ciudadanos, aseguraba la exvicepresidenta del Gobierno del PP, Soraya Sáez de Santamaría, y el responsable económico, Luís de Guindos, mantenía que “no hubo rescate” sino “una línea financiera preferente de Europa” que iba a ser devuelta “sin coste alguno” para el contribuyente. Sin embargo, Eurostat obligó en marzo al Estado español a sumar 35.000 millones de deuda pública y más de 10.000 millones de déficit por el patrimonio negativo del banco malo.

    Mientras, banqueros, políticos y técnicos que han ido pasando por su consejo de administración se han repartido 37 millones de euros en remuneraciones, según datos de la propia compañía.
    A esta cantidad hay que añadir los 42.561 millones que ya tiene calculado el Banco de España que ha costado el rescate financiero, lo que supone un total de 87.561 millones de €.

    El coste económico y social del banco malo ha supuesto 35.000 millones de euros, que se ha incrementado a la deuda española. Para ver la dimensión de lo que supone
    esta cantidad, basta decir que ese dinero sería suficiente para alcanzar el pleno empleo durante un año.

    Esa cantidad permitiría pagar el salario mínimo de 2,6 millones de personas durante doce meses, lo que equivale al 83% de los parados que hay en España.
    Sareb, esto es, el banco malo, fue creado en el marco del rescate de las entidades financieras españolas. Luís de Guindo presentó, en el año 2012, un plan de negocio
    que recogía beneficios anuales del 13%. Este plan de negocio era absolutamente ficticio, pero contó con el beneplácito de la Unión Europea, que estaba igualmente
    interesada en la creación del banco malo.

    La finalidad del banco malo era comprar los activos inmobiliarios de las cajas de ahorro y de los bancos privados que habían quebrado tras el estallido de la
    burbuja inmobiliaria. En el fondo, el banco malo, no es más que una gran inmobiliaria pública que se está privatizando a pedazos.
    El banco malo fue constituido con un capital de 4.800 millones de euros. De estos, el 45% fueron aportados por el Estado a través del Fondo de Reestructuración
    Ordenada Bancaria. El 55% restante fue aportado por las entidades financieras Santander, CaixaBank y Banco de Sabadell.

    Hasta 2018, el banco malo había pagado a estas entidades 1.111 millones de euros en concepto de comisiones por la gestión y por la comercialización de sus activos.
    El banco malo compró una serie de bienes inmobiliarios cuyo valor contable era de 107.000 millones de euros, que incluían solares, viviendas y, sobre todo, créditos a promotores inmobiliarios. El 80% de los bienes que compró el banco malo eran créditos a promotores que habían quebrado y, por este motivo, no podían pagar
    sus deudas.

    Los créditos estaban respaldados por garantías que eran pisos o solares.
    El banco malo manifestó que había adquirido 500.000 viviendas en el año 2012. Esta cifra incluye las viviendas que eran garantías de préstamos. Estos bienes estaban
    formados por 100.000 inmuebles, 400.000 inmuebles en garantía y unos 70.000 préstamos, según manifestaba la propia Sareb en el año 2015.

    El banco malo pagó 50.781 millones de euros, de los 107.000 millones de euros del total del montante de la operación. Sin embargo, parte de estos bienes estaban
    muy devaluados. Este era el caso de los créditos sin garantía a promotores o los terrenos en suelos no urbanizados. Pero, ¿cómo con un capital de solamente
    4.800 millones de euros, el banco malo pudo pagar 50.781 millones de euros a las entidades financieras?

    Porque recibió un préstamo de la Unión Europea de 51.000 millones de euros.
    El patrimonio del banco malo, era enorme. Estaba formado por unas 500.000 viviendas según declaró la propia entidad. Sin embargo, el Estado no iba a utilizarlas con fines públicos, a pesar de las grandes carencias de vivienda que hay en España. La Unión Europea, el Estado y el sector financiero crearon alrededor del banco malo un entramado legal que les permitiese privatizar los bienes adquiridos en el rescate bancario sin interferencias sociales, periodísticas o judiciales. (Toda esta información son extractos del libro Tocar fondo. La mano invisible detrás de la subida del alquiler de Gabarre).

    Qué razón llevaba Bertolt Brecht, dramaturgo y poeta alemán, cuando dijo que “Robar un banco es un delito, pero más delito es fundarlo
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    En Pocas Palabras
    DESMONTANDO
    MENTIRAS Nº 42
    15-M SERRANÍA DE RONDA Febrero 2022

    La vida religiosa: ¿del caos al «kairós»?

     


    Víctor Codina

    Amerindia

    La Civilità Cattolica
    Una crisis inédita en la Iglesia occidental
    Los historiadores de la vida religiosa conocen muy bien que a lo largo de la historia de la Iglesia han desaparecido algunos institutos religiosos, tanto femeninos como masculinos, tras unos años de vida fecunda. También constatan que cada ciclo nuevo de vida religiosa (el paso del monacato a los mendicantes, el paso de los mendicantes a las congregaciones apostólicas modernas…), supone una cierta crisis para el ciclo anterior que lentamente se recupera y adapta. La vida religiosa se ha ido enriqueciendo de la experiencia del desierto, de la periferia y de la frontera.
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    La pederastia rebasa al clero

     


    José María Castillo, teólogo

    Teología sin censura

    Castillo2

    “Necesitamos que el problema se tome en serio”
    Pero, ¿y los que no son curas? Los laicos, ¿son un modelo y un ejemplo de conducta en todo cuanto se refiere o roza el respeto y la delicadeza que merecen los niños y los adolescentes en esta materia, tan íntima y tan espinosa como vergonzosa?
    El delito de pederastia viene siendo noticia desde hace ya bastantes meses. Y es noticia, sobre todo, porque hay mucha gente que se entera ahora de que este delito es asunto de sacerdotes y frailes (o religiosos) sobre todo porque el papa Francisco ha permitido que esto se sepa
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    “No es la jerarquía quien tiene la autoridad, sino las víctimas”

     


    Jesús Bastante

    Religión Digital

    Teólogos, religiosos, laicos, familias… ¿qué piden los católicos a los obispos?
    Tamayo: “En el caso de la pederastia, no es la jerarquía quien tiene la autoridad, sino las víctimas, que están sufriendo las consecuencias destructivas sobre su personalidad, sobre su dignidad”
    Mari Pepa Raba y José María Concepción: “A la Iglesia, desde la Iglesia, sólo le pedimos que se baje del poder, que como decía Jesús seamos sus seguidores, y ¡qué lejos estamos del testimonio profético que debemos ser!”
    Javier Baeza: “Es curioso cómo el miedo, lo contrario a la fe –advierte el Jesús de los Evangelios–, parece volver a revolotear nuestra iglesia institucional española”
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    Dios, derechas e izquierdas

     


    Marcelo Barros

    Amerindia

    Marcelo Barros2

    Más ahora que antes, uno de los temas en las campañas electorales en nuestros países es sobre si Dios apoya a la derecha o a la izquierda. La historia revela que las Iglesias siempre han condenado toda y cualquiera revolución y eso en nombre de Dios. Ahora, en tiempos de elecciones, algunos obispos y pastores pentecostales y evangélicos, así como también uno u otro sacerdote y obispo católico, hacen todo lo posible para demostrar que Dios ha aceptado ser cable electoral de los candidatos que ellos, pastores, defienden.
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    LUCIÉRNAGAS

    FE ADULTA

    col gerardo

     

    Vamos, que las cosas no marchan nada bien, que los problemas son muchísimos, que la humanidad estamos bastante desorientados. Lo vemos en el terreno político, en lo económico, en lo social: guerras, hambre, refugiados, Covid, enfermedades en el tercer mundo, inmigrantes muertos en el mar y en las fronteras. Muchísimas personas se manifiestan y piden “otro mundo”. Esta situación y estas realidades me escuecen fuertemente y trato de encontrar motivos para la esperanza, para la utopía. ¿Queda algún resquicio posible y real en medio de este panorama?

    Parece todo una noche oscura. Y en medio de la oscuridad aparecen las luciérnagas. Pequeñas criaturas que emiten una luz tenue, pero que nos dicen que están ahí. Me encanta verlas en verano. Hay más de 2000 especies de luciérnagas en el mundo y todas ellas están en peligro de extinción. No acabemos con los testigos que lucen en medio de la oscuridad.

    Ha llegado el momento de preguntar a todas las personas, a los países, al mundo global: ¿qué esperanza me ofreces? ¿En qué puedo confiar? Veo que hay varios caminos que me hacen caminar para adelante con luz.

    1. Un primer camino es la información serena, profunda, íntegra, equilibrada, capaz de aportar datos, pero también de conocer causas, motivos, intereses. Acabo de leer un artículo de González Faus sobre la situación en Europa en este momento. Hay varios medios, pero uno muy sencillo y a manos de todos: los cuadernos de Cristianismo y Justicia.

    2. Otro camino es mirar a esas personas sencillas, auténticas luciérnagas, que están ofreciendo al mundo su servicio, su entrega, su testimonio. En medio de un mundo convulso contamos con lucecitas que nos ayudan a descubrir por dónde está el buen camino, a la luz de esas personas. Son millones las que viven el amor, la entrega, el servicio. Hay muchas personas sencillas, generosas, que viven la vida desde el cariño a los suyos y que están sirviendo a los demás.

    3. Mirar con gafas limpias y fijarnos en todo lo positivo, en todo lo bueno, en todo lo real, que funciona en el mundo. Y procurar conocerlo y darlo a conocer. Contra la oscuridad política y social, ver las luces, lo fenomenal de tantas personas e instituciones, anima un montón.

    4. Vivir estas realidades actuales no huyendo o negándolas sino poniendo algún hecho positivo, de otro estilo. Eso pequeño gesto que realizamos engendra esperanza en nosotros y en los demás.

    Las acciones que yo realice, serán pequeñas, pero tengo que dejar mi comodidad, salir, meterme en las realidades que pueda, comprometerme por ese mundo que a la vez se va construyendo desde la justicia y el amor.

    Y si tenemos fuerza, vamos a hablar de eso constructivo, saliendo de pensar y hablar solo de lo oscuro de la vida. Esto nos va ayudar a cambiar nuestra experiencia.

    5. Soy cristiano y quiero leer esa situación con fe, sabiendo que el mal, la muerte, lo negativo, no tienen la última palabra. Que Jesús murió, pero resucitó y que Él nos acompaña al intentar crear ese mundo nuevo.

    Es cuestión de salir al campo para ver las luciérnagas.

    FIN DE LAS CONGREGACIONES RELIGIOSAS Y FUTURO DE SUS PROPIEDADES

    col arregi

    Franciscanos/as y clarisas, benedictinos/as, mercedarios/as, compañeros y compañeras de Jesús inspiradas por Ignacio de Loyola, hombres y mujeres carmelitas, pasionistas, maristas… una lista sin fin. Nacieron para socorrer, acompañar, educar, sanar, cuidar a los sin nadie y sin nada. O para dedicarse a la “vida contemplativa”, “trabajando y orando”, viviendo a fondo, siendo en comunión profunda con todo. Esas mujeres y hombres, a lo largo de los siglos, han dado al pueblo lo mejor de sí con admirable entrega y desinterés, y el pueblo los ha sostenido material y espiritualmente con inmensa generosidad. Nuestros pueblos y ciudades llevan su impronta.

    Pero la “vida religiosa” –al igual que la época de las “religiones” tradicionales– toca a su fin. No quiero decir que aquello para lo que las congregaciones y órdenes nacieron –compasión samaritana, esperanza subversiva, fraterno-sororidad universal– haya perdido valor. Nunca lo perderá, esperemos. Pero en los últimos 60 años se ha desmoronado el marco cultural (teológico y antropológico) sobre el que, desde el s. XIII, se ha sustentado esa forma de vida, y su mismo nombre.

    Nuestra visión del mundo y del ser humano, de la “materia” y del “espíritu”, del cuerpo, de la sexualidad y del género… y, en consecuencia, nuestra imagen de Dios, han cambiado profundamente. Ya no se sostiene que el celibato sea más humano o acerque más a Dios o a la Vida que la práctica de la sexualidad, ni que la obediencia a un superior sea valiosa por sí, ni que porque la propiedad de los bienes recaiga sobre la congregación y no sobre el individuo religioso, éste vaya a ser más responsable y solidario. Tampoco se sostiene que los tres votos sean “consejos” dados por Jesús de Nazaret a quienes quisieran seguirle más de cerca, más entregada y proféticamente. Y aunque Jesús los hubiera aconsejado, no por eso nos valdrían hoy, al igual que ya no nos valen sus ideas sobre el origen y el fin del mundo, la creación del ser humano, ángeles y demonios, o sobre el Dios creador.

    Se han derrumbado los pilares sobre el que se ha apoyado y justificado la vida religiosa desde sus orígenes hasta hoy. Y por eso, simplemente por eso, están desapareciendo en la Europa occidental las vocaciones a esa forma de vida, en un proceso que se veía venir, pero no se supo ver. No están desapareciendo las vocaciones a la vida en su hondura, sino al modelo teológico y canónico de la “vida consagrada”. La metamorfosis cultural-religiosa, los datos sociológicos y la trayectoria de fondo indican que, dentro de dos o tres décadas, la inmensa mayoría de los monasterios, conventos y casas religiosas de los países europeos quedarán vacías. Y todo apunta que lo que sucede aquí sucederá más pronto que tarde en todos los continentes, al igual que, por ejemplo, en Castilla y Andalucía ya pasa lo que pasó antes en el País Vasco o Cataluña, o en Italia y en España o incluso en Polonia pasa hoy lo que antes pasó en Francia, Dinamarca o Suecia.

    ¿Tendrán las congregaciones religiosas la lucidez necesaria para comprender el signo de estos tiempos y para convertir su proceso de muerte en camino de vida, su disolución institucional en transformación espiritual? ¿U optarán por cerrar los ojos, huir adelante y condenarse a la decadencia, buscando vocaciones como sea o importándolas de donde sea? Saber vivir culmina en saber morir, en dejarse transformar enteramente.

    No puedo aquí dejar de referirme a otro reto mayor, ligado al anterior o derivado de él: ¿qué destino procurarán las congregaciones a sus templos, santuarios y conventos, casas y propiedades, que no son pocas, para cuando sus comunidades se cierren, y justamente para que su carisma originario y su historia más auténtica no se extingan? Es justo que aseguren para todos sus miembros, mientras vivan, las condiciones necesarias para una vida digna. El resto no les pertenece, por muchos y muy legales títulos de propiedad de que dispongan. Lo que no necesitan pertenece al pueblo. Fue el pueblo quien, directa o indirectamente, edificó sus templos y conventos. De ningún modo debieran parar en manos del mejor postor.

    Que vuelvan, pues, al pueblo, a las instituciones públicas, pero no mediante venta a precio de mercado, pues esto equivaldría a hacer pagar por segunda vez a los contribuyentes el convento o la iglesia o la propiedad que los contribuyentes o sus antepasados (o los reyes y señores que los explotaron) regalaron a las congregaciones. Que éstas desacralicen sus templos y santuarios, para reconvertirlos en lugares de ”espíritu y de vida” donde el pueblo pueda respirar en paz, gozar de silencio, reunirse y fomentar la convivencia, soñar otro mundo mejor, disfrutar la belleza de la música y de la palabra, celebrar el amor y el nacimiento, despedir a los muertos y aliviar el duelo. Lo demás, incluidos los traspasos a las curias generales y a las instituciones diocesanas, sería una traición de las congregaciones al carisma que las alentó, un fraude al pueblo que las sostuvo y al que se consagraron, una afrenta a la memoria de nuestros padres, abuelos y antepasados.

    Escribo estas líneas en vísperas del 2 de febrero, fecha en que se celebra en la liturgia católica “el día de la vida religiosa”. En la misa se volverá a leer el bello pasaje imaginario de Lucas sobre dos ancianos profetas, Simeón y Ana, que reciben al niño Jesús en su presentación en el templo de Jerusalén. Simeón, “hombre justo y piadoso”, “esperaba el consuelo de Israel”, de todos los pueblos. Abre los ojos, ve a Jesús y reconoce la luz de un mundo nuevo, y dice a la Vida: “Puedes dejar a tu siervo irse en paz”. Ana es viuda desde muy joven, tiene 84 años, y ahí está, presente. Abre la boca, toma la palabra y “habla del niño a todos los que esperan la liberación”. No os encerréis en el templo, dice, abrid sus puertas, no hay más claustro que el mundo. No miréis al pasado, otro futuro es posible.

     

    José Arregi

    Aizarna, 30 de enero de 2022

    www.josearregi.com

    ¿ES FRANCISCO UN INGENUO UTÓPICO O UNA VOZ LLENA DE SABIDURÍA Y HUMANIDAD?

    col codina

     

    Suenan tambores de guerra, las grandes potencias mundiales se acusan mutuamente, el culpable siempre es “el otro”, todos se arman y están dispuestos al combate, Europa está perpleja y dividida. Se envían fragatas y armas. Cunde el pánico ante el peligro de una nueva guerra mundial de consecuencias imprevisibles y trágicas. Bajan las bolsas. Sube la OTAN.

    No importa la pandemia que todavía causa muertos. No importan los gastos militares que podrían ayudar a países pobres. Se han olvidado los horrores y los millones de muertos de la última guerra mundial, Auschwitz, el archipiélago Gulag soviético, las bombas de Hiroshima y Nagasaki.

    "Solo importa el honor, el interés nacional, la prepotencia, el poder económico y la expansión"

    ¿Dónde quedan las raíces y tradiciones cristianas que están en los orígenes de estos pueblos ahora enfrentados? ¿Qué se ha hecho del sueño bíblico de convertir las lanzas en podaderas?

    En este contexto bélico, recordemos algunas afirmaciones que Francisco en la encíclica Fratelli tutti, ha dirigido no solo a los cristianos, sino a toda la humanidad.

    La guerra es la negación de todos los derechos y una dramática agresión al medio ambiente; hay que asegurar el imperio del derecho y el infatigable recurso a la negociación, al arbitraje como propone la Carta de las Naciones unidas (FT 257). No podemos pensar en la guerra como solución: “¡Nunca más la guerra!” (FT 258).

    Toda guerra deja al mundo peor que lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad. Preguntemos a las víctimas, miremos la realidad desde sus ojos, escuchemos sus relatos con el corazón abierto, así podremos reconocer el abismo del mal en el corazón de la guerra, aunque nos traten de ingenuos por elegir la paz (FT 261).

    Las religiones están al servicio de la fraternidad universal (FT 271-276) y la identidad cristiana nos abre al Padre de todos y a la fraternidad universal; la música del evangelio ha de resonar en nuestras casas y plazas, en la política y la economía para luchar por la dignidad de las personas (FT 277).

    "Toda guerra deja al mundo peor que lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad"

    En nombre de Dios que ha creado a todos los seres humanos iguales en dignidad y ha prohibido matar; en nombre de los pobres, de los huérfanos, de los pueblos que han perdido la seguridad y la paz; en nombre de la fraternidad humana, de la libertad, de la justicia y de la misericordia; en nombre de todas las personas de buena voluntad, anunciemos la cultura del diálogo y la colaboración (FT 285).

    Francisco de Asís, Luther King, Desmond Tutu, Mahatma Gandhi, el hermano Carlos de Foucauld, entre otros muchos, nos pueden inspirar en esta búsqueda de la fraternidad universal y de la no violencia bélica (FT 286-287). Hemos de replantear nuestros estilos de vidas, nuestras relaciones, la organización de nuestras sociedades y sobre todo el sentido de nuestra existencia. (FT 33).

    "En nombre de Dios que ha creado a todos los seres humanos iguales en dignidad y ha prohibido matar, anunciemos la cultura del diálogo y la colaboración (FT 285)"

    ¿Es Francisco un ingenuo utópico, o una voz llena de sabiduría y humanidad que clama proféticamente y pide oraciones por la paz, en un mundo insensato, enloquecido por la violencia?

    VIVIR EN AGRADECIMIENTO

    FE ADULTA

    col koldo

    Vivir en agradecimiento es "modus vivendi” que puede tener principio, pero preferentemente no fin. No se trata tanto de un propósito a renovar con la salida de cada sol brillante, sino de un anclaje profundo, de un estar permanente, sobre todo cuando el cielo oscuro y la tierra empapada. No es tanto un anhelo matutino con la oración en tus labios, no es lanzarte en cada amanecer un exigente reto de agradecimiento; es una permanencia que no expira, un abono ilimitado, un enraizamiento inamovible. Es una forma de estar en el mundo, de relacionarte con tus hermanos en la Tierra, por supuesto con la entera Creación. Hablamos una forma de vivir con el corazón henchido, no arrugado.

    Nuestro corazón arrugado puede hacerse con muchas teorías y catecismos, ya de nueva o antigua era, ya ante los santos habituales, ya ante los gurús de más reciente desembarco. La doctrina sola no colma corazones. Vivir en agradecimiento y no en la queja o en la reivindicación constante es lo que marca la mayor y definitiva diferencia entre vida profana y vida espiritual. Sobre todo reivindicarnos a nosotros mismos como constructores de nuestro mañana, como hacedores de nuestro propio futuro.

    A veces reivindicar ante otros cuando la causa es a todas luces justa, pero sobre todo reivindicarnos a nosotros mismos como hijos e hijas de Dios; sobre todo sentirnos imbuidos de desconocidas facultades, de desmesurado poder para sobreponernos a las dificultades, para triunfar en los diferentes campos de experimentación y probación; sobre todo reencontrarnos facultados para salir victoriosos de la verdadera batalla, del reto de vencer a quien en nuestro interior se resiste a tornar sólo una alma rendida, clavada siempre de rodillas, infinitamente agradecida.

    Apuntar estas cosas no sale gratis, reclaman el compromiso constante, exigen la prueba al término de la palabra. No es posible teclear en las nubes, para después pisar entre el barro, jugar a ras de tierra. Redactar máximas elevadas impone techos de permanente cristal, pero ya no hay vuelta atrás. Combatir la queja exigirá desterrar el lamento a presentes y a futuros. Ya no podemos garabatear sino lo que reclama esa alma tantas veces tirana, tantas ocasiones feliz, incomprensible, permanentemente severa.

    Domingo 13 de Febrero 6º Ordinario Jordán de Sajonia, religioso (1237)

    KOINONIA

     El texto de Jeremías pertenece a un pequeño bloque compuesto por tres oráculos de estilo sapiencial (Jr 17,5-8; 17,9-10 y 17,11). Jr 17,5-8 parafrasea el Sal 1. Presenta el contraste entre el que confía y busca apoyo en «un hombre» o «en la carne», y el que confía o tiene su corazón en el Señor. Entonces, ¿la invitación es a no confiar en el otro? No. Aquí se entiende hombre como carne, que significa debilidad y caducidad humana manifestada en el egoísmo, la corrupción, etc.

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    DOMINGO 6 Tiempo ordinario – C (Lucas 6,17.20-26)

     


    José Antonio Pagola

    FELICIDAD AMENAZADA

    Occidente no ha querido creer en el amor como fuente de vida y felicidad para el hombre y la sociedad. Las bienaventuranzas de Jesús siguen siendo un lenguaje ininteligible e increíble, incluso para los que nos llamamos cristianos.

    Nosotros hemos puesto la felicidad en otras cosas. Hemos llegado incluso a confundir la felicidad con el bienestar. Y, aunque son pocos los que se atreven a confesarlo abiertamente, para muchos lo decisivo para ser feliz es «tener dinero».

    Apenas tienen otro proyecto de vida. Trabajar para tener dinero. Tener dinero para comprar cosas. Poseer cosas para adquirir una posición y ser algo en la sociedad. Esta es la felicidad en la que creemos. El camino que tratamos de recorrer para buscar felicidad.

    Vivimos en una sociedad que, en el fondo, sabe que algo absurdo se encierra en todo esto, pero no es capaz de buscar una felicidad más verdadera. Nos gusta nuestra manera de vivir, aunque sintamos que no nos hace felices.

    Los creyentes deberíamos recordar que Jesús no ha hablado solo de bienaventuranzas. Ha lanzado también amenazadoras maldiciones para cuantos, olvidando la llamada del amor, disfrutan satisfechos en su propio bienestar. Esta es la amenaza de Jesús: quienes poseen y disfrutan de todo cuanto su corazón egoísta ha anhelado, un día descubrirán que no hay para ellos más felicidad que la que ya han saboreado.

    Quizá estamos viviendo unos tiempos en los que empezamos a intuir mejor la verdad última que se encierra en las amenazas de Jesús: «¡Ay de vosotros, los ricos, porque ya tenéis vuestro consuelo! ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque lloraréis!».

    Empezamos a experimentar que la felicidad no está en el puro bienestar. La civilización de la abundancia nos ofrece medios de vida, pero no razones para vivir. La insatisfacción actual de muchos no se debe solo ni principalmente a la crisis económica, sino ante todo a la crisis de auténticos motivos para vivir, luchar, gozar, sufrir y esperar.

    Hay poca gente feliz. Hemos aprendido muchas cosas, pero no sabemos ser felices. Necesitamos de tantas cosas que somos unos pobres necesitados. Para lograr nuestro bienestar somos capaces de mentir, defraudar, traicionarnos a nosotros mismos y destruirnos unos a otros. Y así no se puede ser feliz.

    ¿Y si Jesús tuviera razón? ¿No está nuestra «felicidad» demasiado amenazada? ¿No tenemos que buscar una sociedad diferente cuyo ideal no sea el desarrollo material sin fin, sino la satisfacción de las necesidades vitales de todos? ¿No seremos más felices cuando aprendamos a necesitar menos y compartir más?


    UNA FELICIDAD SUBVERSIVA Y PARADÓJICA Lucas 6, 17. 20-26

    col pepa torres com

     

    FE ADULTA

    La Buena noticia de Jesús es siempre contracultural y subversiva. Subvertir significa literalmente: dar la vueltaalterar el orden de valores establecido transformándolo desde abajo. Así es la propuesta de felicidad que nos hace Jesús. Frente la seducción del mercado y su lógica: consumo luego existotanto tienes tantos vales, la propuesta del Evangelio da un giro radical a la comprensión de lo que significa una vida felicitante. En definitiva, que es aquello que nos hace plenamente dichosos y dichosas frente a lo que nos conduce a la insatisfacción y al vacío existencial.

    La felicidad propuesta por el Evangelio no nace de fuera a adentro, sino que su dinamismo es justo al revés; de dentro a afuera. Esta inversión se nos hace difícil de entender porque la lógica neoliberal y la sociedad de consumo manipulan nuestros deseos más íntimos y nos van inoculando un veneno: el de una felicidad descafeinada y light. Como si esta se pudiera adquirir al comprar el coche de moda, un perfume, una crema antiarrugas, la marca de unas deportivas o ejerciendo el poder sobre otras personas o la naturaleza como si fuésemos sus propietarios. Esta felicidad tramposa y sucedánea termina teniendo como frutos la insatisfacción profunda y el vacío desesperante y existencial.

    La felicidad propuesta de Jesús es de otro tipo. Las Bienaventuranzas nacen de un corazón reconciliado, de la pacificación interior, de la armonía en la relación con nosotros mismo, con los demás y con el cosmos porque somos un todo interrelacionado que al quebrarlo nos rompe también a nosotras y nosotros mismos. Somos felices cuando vivimos sencillamente siendo fieles a lo que en conciencia creemos, aunque ello conlleve contradicciones y más preguntas que certezas. Cuando descubrimos que la vida tiene un sentido y canalizamos la nuestra en ello. Cuando vivimos a la altura de la realidad, no por debajo ni por encima de ella. Porque cuando vivimos por debajo de la realidad los acontecimientos nos hacen sus esclavos, nos encogen, se convierten en nosotros como en una losa que tenemos encima, nos frustran y nos ahogan haciéndonos sus víctimas. Pero también cuando nos situamos por encima de la realidad, lo hacemos como si pudiéramos con todo, como si fuéramos super hombres o super mujeres, por encima del bien y del mal, del éxito y de los fracasos. Sin embargo, estar a la altura de la realidad significa situarnos en ella desde la humildad de lo real, la sabiduría del realismo de lo posible, sin idealizarla, pero también sin vejarla, sin dramatizarla, sin exagerar sus aspectos dolorosos, y desagradables, viviendo en clave de agradecimiento encarando en común las dificultades. Porque la felicidad no depende de lo que nos pasa, sino de lo que hacemos con lo que nos pasa y en solidaridad con quienes lo vivimos.

    El proyecto de felicidad que nos propone el Evangelio son las Bienaventuranzas, que son a la vez anuncio y denuncia. Anuncian la predilección de Dios por los últimos y últimas de la historia, por los pacíficos, por los que ponen su seguridad en la misericordia y la solidaridad y no en el dinero o en el poder, por quienes tienen hambre y sed de un mundo nuevo donde la fraternidad y la sororidad humana sean posibles. A ellos y ellas Jesús les reconoce dichosos y dichosas porque han entrado en la lógica del Reino y su felicidad paradójica. Pero las Bienaventuranzas son también denuncia de quienes viven instalados e instaladas en su propia autocomplacencia, blindándose al grito de sus hermanos y hermanas más empobrecidas y sus anhelos de justicia e inclusión. Su felicidad es vana e ilusoria porque está construida sobre la indiferencia y el sufrimiento de aquellos a quienes dan la espalda. Por eso su falsa alegría se tornará en llanto y vacío.

    ¿Y nosotras por donde van nuestros proyectos y aspiraciones de búsqueda de felicidad en esta etapa de nuestra vida y de la de nuestras comunidades? ¿Como son de paradójicos y subversivos?

     

    ABATIDOS DE VIENTO

    col aleixandre art

      FE ADULTA

     Si yo fuera epíscopa, haría leer hoy el texto que sigue en todas las parroquias en lugar de la homilía. Lo ha escrito Erri de Luca, uno de mis autores favoritos, y traduce así la primera bienaventuranza.

    “Se hizo un silencio denso y sin viento una vez que todos se sentaron para escucharlo. Para que pudieran oírlo y verlo, subió a un altozano. Se puso sobre la última piedra, allí donde la tierra culmina su ascensión y comienza el cielo. El viento amainó cuando él se puso en pie. La acústica, perfecta; el sol, tibio: Galilea era un surco abierto para acoger la semilla del discurso. Ningún escriba tomaba apuntes. Era un tiempo en el que las palabras se grababan a fuego en la membrana del recuerdo, en el fondo de los oídos.

    «Bienaventurados» fue su primera palabra, según la tradición. Correspondía a la hora y a los sentimientos de la multitud, a la que le gusta verse reunida, apretujada y completamente segura. «Feliz, dichoso»: así traducimos la palabra ashré con la que comienza el libro Tehillim, los Salmos, como los llamamos nosotros. Comenzó con la primera palabra de los Salmos, muchos de los cuales llevan la firma del antepasado David. Él, su descendiente, continuaba la obra siempre agradable a la divinidad, que con frecuencia solicitaba de David un cántico nuevo.

    Más que «bienaventurados, dichosos, felices», la palabra ashré significa «alegrías, albricias». La alegría es un gozo más físico y concreto que la bienaventuranza espiritual. Alegre como el recién curado que saborea el retomo de sus fuerzas. Alegre el «pobre de espíritu». También aquí hay diferencia con el hebreo shefal ruaj, «abatido de viento». Una expresión de Isaías. Alude a alguien que está completamente postrado, tendido en la tierra, y al que comienza a faltarle el aliento. «Abatido de viento», boqueando con el esternón pegado al suelo, los labios a la altura de las sandalias de los otros. “Alto y santo habitaré y estoy con el oprimido y abatido de viento para hacer vivir viento de abatidos y hacer vivir corazón de oprimidos “(Is 57, 15).

    Un escalofrío repentino penetró en los oyentes. Aquel hombre estaba de pie en el punto más alto del horizonte, tal y como el «alto y santo habitaré» del versículo de Isaías, en el que quien habla es la divinidad. El hombre rozaba la usurpación, se había colocado en el nivel de aquellas palabras. Un escalofrío cruzó veloz por entre quienes estaban en condiciones de entender, pero enseguida fue superado por el anuncio: Estoy con el oprimido y abatido de viento. Alegre el abatido de viento, lo mismo que el oprimido de corazón: ¿cómo podían estar alegres? Alegres porque el versículo de Isaías les asegura que la divinidad está con ellos. Nombraba viento y corazón, es decir, aliento y sangre, aquello que él venía a sanar. Rescataba de las llamas los cuerpos y las almas de los más afligidos del mundo.

    Había ganado crédito entre la multitud de los curados, pero aquello era solo una prenda de la enfermedad que había venido a curar. El hombre de pie en lo alto había tomado partido, estaba con el abatido de viento, con el shefal ruah. La traducción habitual «pobres en el espíritu» pierde por el camino la carga preciosa de Isaías, profeta especialmente querido por el hombre que estaba en lo alto. Los que se apretaban a su alrededor, sentados en las piedras de aquel grandioso teatro al aire libre, agarraron al vuelo el sentido que encerraba aquel anuncio.

    Era la subversión más novedosa, daba la precedencia a los oprimidos, los elevaba al rango de los elegidos. Proclamaba quiénes eran los vencedores, relegaba a los otros. El reino pertenecía a los vencidos, a los desposeídos. Nada más insidioso había llegado nunca a oídos de quien tenía poco o nada que perder. Abatía el orgullo de la supremacía terrena que se consideraba favor divino. Ninguna revuelta había llegado a este grado de anulación de los rangos. Así se ponía patas arriba eso que se suele dar por descontado en la tierra, el poder de unos pocos sobre multitudes inmensas. Quedaban abolidas las prerrogativas de autoridad y de honor. Cuando los «abatidos de viento» se convierten en los primeros, se esfuman el poder y sus prerrogativas.

    Era un anuncio que enardecía el corazón sin incitarlo a la ira o a la revuelta. No valía ya la pena, no tenía ya sentido oponerse al poder que se pavonea, sin fundamento en el cielo, parásito en la tierra. Dad al césar todos sus símbolos de grandeza, son solo chucherías para niños. La multitud abrió los ojos al escucharlo: un mundo distinto se superponía al existente. Los miserables sonrieron, los grupos de clase media suspiraron, temblaron los pocos señores ante el alivio de los siervos. El mundo divisado por aquel hombre subido en la cima del monte estaba al alcance de los sentidos. No era un más allá, sino un aquí y ahora ya presente, diseñado por palabras antiguas, sagradas, que se apresuraban a cumplirse. (…) Desde la cima de un monte se está solo distante de la tierra, subido en su último escalón. Desde ese lugar distante del barullo y de la confusión de la llanura era posible escrutar la lejanía y acoger el anuncio de las alegrías nuevas. Pero después había que bajar, incorporarse otra vez al orden existente; la hora de aire puro había terminado. Allá abajo, en el fondo del valle, el poder continuaría imponiéndose. Entonces ¿iba a seguir todo igual?

    No, en absoluto; desde aquel momento cualquier multitud y cualquier persona sabían que habían escuchado el discurso del monte y podían volverse hacia aquella cima con la respiración abatida de viento, el corazón oprimido. En mayor o menor medida, pero podrán curarse o reponerse al amor de aquellas palabras que no darán tregua al mundo hasta que se cumplan”.

    (Erri de Luca, Penúltimas noticias acerca de Yeshua/Jesús, Salamanca 2016 p 15-25)

     

    DICHOSO EL POBRE, NO POR SERLO SINO POR NO CAUSAR POBREZA DOMINGO 6º (C) Lc 6,17-26

    FE ADULTA

    col fraymarcos

     


    Siempre que tengo que hablar de las bienaventuranzas me viene a la mente: “pase de mí este cáliz”. La verdad es que ni me entienden los pobres ni los ricos. Lo grave es que esta actitud tiene la más férrea lógica, porque trato de explicarlas racionalmente y las bienaventuranzas sobrepasan toda lógica. Cualquier intento de aclararlas racionalmente está abocado al fracaso. Sin experiencia profunda de lo humano las bienaventuranzas son un sarcasmo. Ni el sentido común ni el instinto pueden aceptarlas.

    Es el texto más comentado de todo el evangelio, pero es también el más difícil. Intentaré llevarte lo más lejos posible en su comprensión, sabiendo que no tienen explicación posible. El primer problema lo encontramos en los mismos evangelios. Lucas propone solo tres o cuatro y de la manera más breve posible: bienaventurados los pobres, los que lloran, los que pasan hambre. Mateo narra ocho o nueve pero además, añade un matiz que trata de explicar ya la dificultad para entenderlas. Dice: pobre de espíritu, hambre y sed de justicia. Es también muy significativo que Marcos y Juan ni siquiera las mencionan.

    No tenemos ni idea de cómo las formuló Jesús, con toda seguridad en arameo. Tampoco podemos saber el sentido que le dieron al traducirlas al griego. Hoy estamos en condiciones de afirmar que la interpretación literal no tiene ni pies ni cabeza. El colmo del cinismo llegó cuando se intentó convencer al pobre de que aguantara estoicamente su pobreza, incluso diera gracias a Dios por ella, porque se lo iba a pagar con creces en el más allá. Si para mantener la esperanza tenemos que echar mano de un más allá, malo.

    No se puede separar el primer término de cada propuesta del segundo. A nadie se le ocurriría decir al que lleva dos días sin comer: ¡Qué suerte tienes! Debías estar feliz y contento. Sería dar a entender que Dios está encantado de que la gente sufra. Pero tampoco se pueden unir automáticamente. El hecho de ser pobre no garantiza por sí mismo otra riqueza. Ni el hecho de ser rico determina una condenación automática. Lo que determina un mayor o menor plenitud humana es la actitud vital de cada uno.

    Pero es que el nexo de unión entre las dos partes de cada propuesta también es problemático. El “porque” no tiene ninguna connotación causal. El pobre es dichoso, no por ser pobre, sino porque él no es causa de que otro sufra. Dichoso porque, a pesar de todo, él puede desplegar su humanidad. Este es el profundo mensaje de las bienaventuranzas. De la misma manera el rico no es maldecido por ser rico sino por poner su confianza en la riqueza y desentenderse de lo humano que hay en él.

    Descubiertas todas estas dificultades, yo haría una formulación distinta: Bienaventurado el pobre, si no permite que su “pobreza” le atenace. Bienaventurado el rico, si no se deja dominar por su “riqueza”. No sabría decir qué es más difícil. En ningún momento debemos olvidar los dos aspectos. Ser dichoso es ser libre de toda atadura que te impida desplegar tu humanidad. Se proclama dichoso al pobre, no la pobreza. Se declara nefasta la riqueza, no al rico. Tanto la pobreza como la riqueza son malas si nos impiden ser.

    Tampoco quiere decir el evangelio que tengamos que renunciar a la riqueza para asegurarnos un puesto en el cielo. Debemos renunciar a ser la causa del sufrimiento de los demás. Las bienaventuranzas no son un sí de Dios a la pobreza ni al sufrimiento, sino un rotundo no de Dios a las situaciones de injusticia. Siempre que actuamos desde el egoísmo hay injusticia. Siempre que impedimos que el otro crezca hay injusticia.

    Las bienaventuranzas invierten radicalmente nuestra escala de valores. ¿Puede ser feliz el pobre, el que llora, el que pasa hambre, el oprimido? La misma formulación nos despista porque está hecha desde la perspectiva mítica. Solo desde la perspectiva de un Dios que actúa desde fuera se puede entender “Dichosos los que ahora pasáis hambre porque quedaréis saciados”. Si para mantener la esperanza tenemos que acudir a un más allá, podemos caer en la trampa de dar por buena la injusticia que está sucediendo hoy aquí, esperando que un día Dios cambie las tornas.

    Las bienaventuranzas quieren decir, que, aún en las peores circunstancias que podamos imaginar, las posibilidades de ser humanos en plenitud, no nos las puede arrebatar nadie. Recordad lo que decíamos el domingo pasado: “Rema mar adentro”, busca en lo hondo de ti lo que vale de veras. Si creemos que la felicidad nos llega del consumir, no hemos descubierto la alegría de ser. Al poner la confianza en las seguridades externas, en el hedonismo absoluto, estamos equivocándonos y en vez de felicidad encontramos desdicha. Nunca se ha consumido más y sin embargo nunca ha habido tanta infelicidad.

    Al añadir Lucas ¡Ay de vosotros los ricos!, deja claro que no habría pobres si no hubiera ricos. Si todos pudiéramos comer lo suficiente, nadie nos consideraría ricos. Si todos pasáramos la misma necesidad, nadie nos consideraría pobres. La parábola del rico Epulón lo deja claro. No se le acusa de ningún crimen; No se dice que haya conseguido las riquezas injustamen­te. El problema era no haberse enterado de que Lázaro estaba a la puerta. Sin Lázaro a la puerta, su riqueza no tendría nada de malo. El evangelio no da valor a la pobreza en sí, sino a no ser causa de la pobreza de otro.

    Llevamos dos mil años intentando armonizar cristianismo y riqueza; salvación y poder. Nadie se siente responsable de los muertos de hambre. Vivimos en el hedonismo más absoluto y no nos preocupa la suerte de los que no tienen un pedazo de pan para evitar la muerte. Jesús nos dice que, si tal injusticia acarrea muerte, alguien tiene la culpa. Buscar en primer lugar mis seguridades y si me sobra, dar a los demás, no es suficiente.

    Decimos: Yo no puedo hacer nada por evitar el hambre. Tú no puedes hacerlo todo; no se te pide que elimines la injusticia en el mundo sino de que tú salgas de toda injusticia. No se trata de hacer un favor a otro, aunque sea salvarles la vida, se trata de que tú salgas de toda inhumanidad. Los “ricos” somos los que tenemos que cambiar buscando esa humanidad que nos falta. Tu salvación está en no ser causa de opresión para nadie. Si damos de comer al pobre le salvamos la vida. Si salgo de mi egoísmo, salvo la vida al pobre y me libero de mi inhumanidad, que es más importante.

    Las bienaventuranzas ni hacen referencia a un estado material, ni preconizan una revancha futura de los oprimidos, ni pueden usarse como tranquilizante, con la promesa de una vida mejor para el más allá. Las bienaven­turanzas presuponen una actitud vital escatológica, es decir, una experiencia del Reino de Dios, que es Dios mismo como fundamento de mi ser. El primer paso hacia esa actitud es el superar el egoísmo que nos lleva al individualismo, dejar de creer que somos lo que no somos y vivir de ese engaño.