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miércoles, 12 de febrero de 2014
¿Carta blanca a los genocidas?
El Pleno del Congreso debate este martes una proposición de ley del
Partido Popular para restringir las condiciones en las que un juez
español puede investigar delitos cometidos fuera del territorio
nacional, como la supuesta represión en el Tíbet, lo que se conoce como
la justicia universal.
Por qué es importante
En apenas 24 horas, el Partido Popular podría darle un portazo
definitivo a las víctimas de crímenes contra la humanidad, tortura e
incluso genocidio, privándoles de la posibilidad de reclamar justicia
ante los tribunales españoles. Solo la presión pública puede evitar este
tremendo varapalo a la lucha internacional contra la impunidad.
En 1998, el caso Pinochet situó a nuestro país en la vanguardia
internacional de la defensa de los derechos humanos. El New York Times
afirmó que la detención del dictador chileno podía abrir “una nueva era
en la práctica del derecho internacional”. Se empezaba a hacer realidad
el principio de jurisdicción universal, por el que cualquier tribunal
del mundo podía investigar y perseguir a los responsables de atroces
crímenes, como el genocidio en Ruanda, o las escalofríantes
desapariciones y asesinatos de regímenes dictatoriales.
En los últimos años, nuestros tribunales han impulsado acciones en
relación al citado genocidio ruandés, al ocurrido en Guatemala, pero
también en el contexto de los abusos del gobierno china en el Tíbet o la
práctica sistemática de tortura en Guantanamo.
Sin embargo, el PP busca ahora tramitar de manera urgente una reforma
que introduce nuevos obstáculos y una lista de estrictos requisitos que
de hecho atarán las manos de los jueces españoles. De aprobarse, los
tribunales españoles no serán competentes en casos de genocidio,
crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, aunque haya víctimas
españolas. Así, el caso Couso, u otros que abordan abusos en El Salvador
o Guatemala, quedarán cerrados.
Destacadas organizaciones de derechos humanos han puesto el grito en
el cielo, pero necesitamos generar un enorme clamor ciudadano para
lograr que gobierno y oposición se lo piensen dos veces antes de aprobar
esta funesta ley.
Con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina, los grandes
partidos saben que no pueden permitirse mayores tropiezos ante la
opinión pública. Reunamos 50.000 voces en las próximas horas y enviemos
un mensaje atronador al Parlamento pidiendo que suspendan la reforma y
cumplan con sus obligaciones internacionales en defensa de las víctimas
de los crímenes más horrendos que asolan a la humanidad. Firma ahora y
compártelo con todo el mundo.
** Comunicación conjunta presentada en el Congreso por 17 ONGs
para exigir que se rechace la reforma de la jurisdicción universal
(copia este enlace en tu navegador):
https://docs.google.com/file/d/0Bycq2q12Q5BEWUxOSGkyV19BRHc/edit
Ciudadanía europea en venta José Carlos García Fajardo Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Director del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS)
Enviado a la página web de Redes Cristianas
Resulta paradójico que mientras se alzan fronteras y encarcelan a
inmigrantes se monten tinglados legales para acoger a personas ricas.
Es lo que algunos Estados ofrecen como “programas de residencia por
inversión”.
“Asistimos a una competición entre países de la Unión Europea (UE) para
ver quién se lo pone más fácil a los ricos y quién vende más permisos de
residencia”, estima Kinga Göncz, europarlamentaria socialista húngara.
“Es un fenómeno que mueve mucho dinero y que es muy peligroso porque
atenta contra los valores europeos que establecen la no discriminación
entre las personas. Por un lado ponemos todo tipo de barreras a los
refugiados para que no entren, y por otro abrimos las puertas a los
extremadamente ricos. Esto es algo que choca con el espíritu del
proyecto”.
En la capital de la Unión europea se
alarman al constatar cómo países de la UE venden pasaportes europeos a
fortunas extranjeras con la nacionalidad y el derecho de residencia.
En un espléndido reportaje, Ana Carbajosa denuncia cómo con un millón de
euros se puede comprar un pasaporte legal en Malta. También en España,
Portugal, Chipre o Grecia se puede residir o nacionalizarse mediante el
dinero. Las crisis financieras y el ansia recaudatoria de algunos
socios de la UE son los responsables de que valores y consensos hasta
ahora intocables empiecen a agrietarse. La Comisión y el Parlamento
Europeo luchan ahora por preservar el espíritu de la Unión, mientras que
los grandes capitalistas aprovechan la crisis para agenciarse
nacionalidad y pasaportes. Es lo que algunos Estados ofrecen como
“programas de residencia por inversión”.
Hay países como Malta o Chipre, en los que el pasaporte se puede
conseguir a cambio de inversiones o dinero en metálico. Luego hay una
larga lista de Estados como Portugal, España, Letonia, Austria o Reino
Unido en los que, por medio de la adquisición de una vivienda o
invirtiendo en deuda pública o en un negocio, se obtiene la residencia. Y
la residencia abre la puerta a la nacionalidad. También existen sin
crítica alguna ni alarma social los casos considerados de interés
nacional, supuesto bajo el que en 22 países de la UE conceden la
nacionalidad a deportistas, artistas o inversores que consideran
beneficiosos para el país.
Los visados de oro se han disparado en el último año, denuncia Carbajosa
y cita a Christian H. Kälin, al frente del departamento de residencia y
ciudadanía de una empresa con sede en las islas Jersey y el referente
para las grandes fortunas en busca de pasaporte: “Observamos un
incremento constante de solicitudes, porque cada vez son más países los
que ofrecen esta posibilidad”. Kälin explica que sus clientes proceden
de países de África, Europa del Este y Oriente Próximo que “buscan
flexibilidad, seguridad y tener opciones para invertir, hacer negocios y
vivir en Europa”.
Un gestor de grandes fortunas de la antigua URSS explica el proceso:
“Para las grandes fortunas es más cómodo tener el permiso de residencia
porque cuando vienen a hacer negocios no tienen que pedir un visado.
Además, para los rusos, es una cuestión de prestigio social”. Se calcula
que de 10.000 o 15.000 euros es lo que sus clientes pagan a los
abogados que tramitan la residencia y se sabe que esas operaciones
sirven para los negocios turbios que rodean todo el proceso. Cuando lo
que el país europeo exige es invertir en un negocio, muchos montan
empresas falsas como sucede en los paraísos fiscales.
El Parlamento Europeo aprobó una resolución no vinculante en la que
indica que “se espera que todos los Estados miembros actúen de manera
responsable para preservar los valores y logros comunes de la Unión, y
dichos valores y logros son inestimables y no pueden llevar pegada una
etiqueta con el precio”. Pero compete a los países miembros decidir
quién obtiene la nacionalidad en su país, aunque también alerta del
peligro de socavar los principios del proyecto europeo. Obtener un
pasaporte de algunos de esos países complacientes permite la libre
circulación por el resto de los Estados de la UE
Resulta dramático y paradójico que mientras se alzan fronteras y
encarcelan a inmigrantes se monten tinglados legales para acoger a
personas ricas aunque se sepa que sus objetivos son delictivos, tal como
sucede con los casinos financieros. Una vez más no son las
instituciones democráticas sino las oligarquías financieras dominadas
por bánksters quienes ejercen los poderes oligárquicos en esta enorme
ilusión que aún es la Unión Europea.
fajardoccs@solidarios.org.es
Twitter: @CCS_Solidarios
El actual sistema económico mundial favorece las desigualdades sanitarias
Una comisión de la Universidad de Oslo compuesta por 18 líderes en
investigación y formulación de políticas de distintos campos recogió
pruebas durante dos años para analizar la forma en que la salud se ve
afectada por el sistema de gobernanza global
Las asimetrías de poder, así como la forma poco sistemática de tomar
decisiones a nivel mundial desarrollada desde la Segunda Guerra Mundial,
están teniendo un efecto desastroso sobre la salud humana. Según los
resultados de un informe publicados en ‘The Lancet’, se suman el
creciente descontento de la población con un sistema económico mundial
injusto que favorece a una muy pequeña élite con una gran riqueza a
costa de la degradación ambiental y social que afecta negativamente a la
equidad en salud.
Una comisión de la Universidad de Oslo,
en Noruega, compuesta por 18 líderes en investigación y formulación de
políticas de distintos campos, como la salud, las finanzas, el
desarrollo, el medio ambiente, los derechos humanos y la política
exterior, recogió pruebas durante dos años para examinar la forma en que
la salud humana se ve afectada por el actual sistema de toma de
decisiones a nivel mundial (gobernanza global). Estos especialistas
recomiendan que la equidad en salud sea un objetivo de todos los
sectores políticos, económicos y sociales. Tras señalar que la
biomedicina ha aportado enormes beneficios a las personas, por ejemplo,
un flujo continuo de nuevas vacunas eficaces, medicamentos y
diagnósticos, este enfoque tecnológico por sí solo no puede hacer frente
a las causas fundamentales de la inequidad en salud.
A su juicio, un sistema económico mundial fundamentalmente injusto
que favorece a una pequeña élite con gran riqueza requiere que los
responsables de la salud de la población adopten una agenda mucho más
amplia para cambiar esta tendencia. Esta comisión identifica siete áreas
en las injusticias políticas y económicas que afectan especialmente a
la salud de la población: la crisis financiera global y las políticas
resultantes de la austeridad, el conocimiento y la propiedad
intelectual; tratados de inversión, seguridad alimentaria y las empresas
transnacionales; la migración y la violencia armada.
Por ejemplo, la producción mundial de alimentos es suficiente para
cubrir el 120% de las necesidades dietéticas globales, pero la
disponibilidad de alimentos no se distribuye uniformemente. Según estos
expertos, la seguridad alimentaria es una opción política y los
intereses políticos corporativos están impidiendo la distribución
equitativa de las fuentes de alimentos en todo el mundo, dando prioridad
a la riqueza sobre la salud. Esta desigualdad no sólo afecta a los
millones de personas que sufren desnutrición y escasez de alimentos,
sino también el número cada vez mayor de individuos en países de todos
los ingresos que sufren mala salud y muerte prematura por la
sobrealimentación y la obesidad.
“Se necesita mucha más voluntad política para una reforma sustancial”
Según esta comisión, importantes disfunciones relevantes en la
gobernanza mundial están obstaculizando gravemente las mejoras en los
resultados de salud: déficits democráticos (la exclusión de la sociedad
civil y las poblaciones marginadas de la toma de decisiones a nivel
nacional y mundial); débil rendición de cuentas (medios adecuados para
limitar el poder); procesos de toma de decisiones que no pueden
adaptarse a las necesidades cambiantes de las personas, políticas
inadecuadas para la salud (los problemas de salud son demasiado a menudo
subordinados a otros objetivos, como el crecimiento económico y la
seguridad nacional), y la ausencia de instituciones internacionales (por
ejemplo, tratados y tribunales) para proteger y promover la salud.
A medida que la comunidad internacional negocia un programa mundial
de desarrollo posterior a 2015, esta comisión sostiene que el actual
sistema de gobernanza global para la salud debe reformarse. En concreto,
lanza cuatro propuestas: la creación de una plataforma de múltiples
partes interesadas sobre la gobernanza de la salud; la formación de un
comité de seguimiento científico independiente para medir y monitorear
el progreso en la superación de los determinantes políticos, económicos y
sociales de los resultados adversos de salud; las evaluaciones de
impacto de la equidad sanitaria de todas las políticas y las prácticas, y
el fortalecimiento de los mecanismos existentes para proteger la salud y
construir un compromiso a la solidaridad global y de responsabilidad
compartida.
Según el jefe de la comisión, el profesor Ole Petter Ottersen, de la
Universidad de Oslo, se necesita mucha más voluntad política para una
reforma sustancial. “Ha habido grandes avances en la detección de
enfermedades y el tratamiento de enfermos en el ámbito de la atención de
salud en las últimas dos décadas. Pero sólo una pequeña proporción de
la población mundial se ha beneficiado”, lamenta.
A su juicio, estas “inaceptables desigualdades” para la salud dentro y
entre los países no pueden abordarse desde el sector de la salud a
través de medidas técnicas o en el ámbito nacional por sí solo.
“Necesitamos urgentemente todas las políticas analizadas por su
potencial impacto en la salud humana. Y eso requiere un acuerdo global
en el que el crecimiento económico se dé en colaboración con la equidad
en salud”, afirma.
“Soñamos con un mundo sin fronteras para los empobrecidos, como ya lo está siendo para los ricos y sus capitales” APDHA
La simbología ha sido clara y explícita:
“las políticas de represión criminal en las fronteras de Ceuta y
Melilla están provocando sufrimiento, heridos y muertos. No podemos
seguir impasibles ante estas gravísimas violaciones de derechos
humanos”, remarcan desde esta organización humanitaria.
En el transcurso del mismo, se ha entregado en la Subdelegación una
carta de la Asociación Europea de Derechos Humanos (AEDH) dirigida al
presidente del Gobierno Mariano Rajoy “en la que muestra su condena y la
exigencia de investigación por los hechos ocurridos”.
La Apdha es miembro de la AEDH y aunque la misiva se ha enviado por
los procedimientos habituales en relaciones exteriores, también se
entrega en Cádiz en la medida en que la delegación de Cádiz de esta ONG
coordina la acción exterior de la asociación
En dicha carta, a la que ha tenido acceso DIARIO Bahía de Cádiz, se
evidencia que “la continuidad estos días de numerosos intentos de saltar
las vallas de Ceuta y Melilla dan cuenta de la desesperación de
personas que han recorrido media África para intentar llegar a Europa en
la búsqueda de una vida más digna. Pero también dan cuenta de la
crueldad e inhumanidad de gobernantes que ponen en marcha concertinas en
esas vallas para herir intencionadamente a quienes traten de
atravesarlas o que disparan pelotas de goma o utilizan gases
lacrimógenos contra los inmigrantes que lo intentan”. Distintas fuentes
denuncian el disparo de estas pelotas de goma cuando los inmigrantes
intentaban cruzar la frontera a nado, y que este acto pudo provocar la
rotura de los flotadores y el ahogamiento de varias personas.
Además “se ha demostrado de forma fehaciente la expulsión en caliente
de inmigrantes, tanto en Ceuta como en Melilla, un acto ilegal que
vulnera no sólo la legislación de extranjería española sino también la
Directiva Europea 2008/115/CE, porque se ha llevado a cabo sin estudiar
previamente el estatus de los inmigrantes, cuando por otro lado es de
sobra conocido que muchos de estos subsaharianos pueden ser refugiados,
solicitantes de asilo y/o victimas de trata”, se añade.
La AEDH reitera, “con vehemencia”, su rechazo de una política
migratoria europea “basada únicamente en la lucha contra la delincuencia
organizada y el terrorismo. Es con urgencia que se debe romper con esta
obsesión de cerrar las fronteras y de rechazo de los inmigrantes, sin
ninguna consideración de tipo humanitario o de respeto del derecho de
asilo. Este derecho de asilo, que debe servir a preservar los derechos
de las personas en búsqueda de una protección internacional, está siendo
vulnerado por el desarrollo de medios de control y represión criminal,
tan queridos por la UE, y de los que las cuchillas de Ceuta y Melilla
son sólo el último avatar”.
“ESTA CRISIS NOS ESTÁ VOLVIENDO INHUMANOS E INSENSIBLES”
Por su lado, el Foro Social Portuense también ha mostrado su dolor
ante estar nuevas muertes en la frontera hispano-marroquí. “Desde esta
orilla se recorta y se vuelve a recortar la ayuda a sus propios países
hasta convertir en imposible la vida entre sus gentes y sus raíces; de
forma indirecta, se les empuja a buscar la dignidad para sus vidas lejos
de su tierra y, cuando superando toda clase de pruebas a la
supervivencia, llegan a la frontera tantas veces deseada, se les recibe
con cuchillas asesinas adornando las alambradas, con gases lacrimógenos y
con balas de goma que ‘rompen los neumáticos’ donde se sujetan, quizás
para comprobar si saben nadar”.
Y producida la tragedia, lamentan desde el Foro Social, “salen en
tromba irresponsables, insensibles y cínicas autoridades declarando que
‘eran muy violentos’, que ‘la carga fue proporcionada’, que ‘estaban en
aguas de Marruecos’. Esta crisis está llevándose por delante muchos
derechos personales y sociales, pero quizás lo más terrible sea que nos
está volviendo inhumanos e insensibles ante el sufrimiento humano de los
empobrecidos. Envueltos en cifras de porcentajes, primas de riesgo,
déficit y balanza comercial, poco a poco, y sin apenas darnos cuenta,
nuestro corazón se va endureciendo, hasta que un día nos damos cuenta de
que en nuestro pecho anida un trozo de piedra en lugar de un corazón
que siente y late al ritmo de la vida”.
“Porque nos resistimos a considerar como normal lo injusto
–sentencian desde este colectivo portuense-, soñamos con un Ministro de
Interior que, ante tragedias como esta, se le conmueva el corazón, se le
salten las lágrimas y se mueva a hacer lo imposible para que nunca más
se repita algo parecido. Soñamos con unas Fuerzas de Seguridad que, ante
tanta pobreza y sufrimiento, dejen a un lado las armas y se nieguen a
acorralar a otros seres humanos. Soñamos con que las personas que, con
tanta fuerza defienden la vida de los embriones, hagan lo mismo con la
de las personas ya nacidas. Soñamos con una Europa menos egoísta y más
solidaria. Soñamos, por último, con un mundo sin fronteras para los
empobrecidos, como ya lo está siendo para los ricos y sus capitales. Y
mientras continuamos trabajando para que estos sueños se conviertan en
realidad, seguiremos levantando nuestra voz en señal de protesta y
llorando a los injustamente muertos”.
Domingo 16 de Febrero, 6º del tiempo ordinario: No a la guerra entre nosotros José Antonio Pagola
También para Jesús la Ley es importante, pero ya no ocupa el lugar
central. Él vive y comunica otra experiencia: está llegando el reino de
Dios; el Padre está buscando abrirse camino entre nosotros para hacer un
mundo más humano. No basta quedarnos con cumplir la Ley de Moisés. Es
necesario abrirnos al Padre y colaborar con él en hacer una vida más
justa y fraterna.
Por eso, según Jesús, no basta cumplir
la ley que ordena “No matarás”. Es necesario, además, arrancar de
nuestra vida la agresividad, el desprecio al otro, los insultos o las
venganzas. Aquel que no mata, cumple la ley, pero si no se libera de la
violencia, en su corazón no reina todavía ese Dios que busca construir
con nosotros una vida más humana.
Según algunos observadores, se está extendiendo en la sociedad
actual un lenguaje que refleja el crecimiento de la agresividad. Cada
vez son más frecuentes los insultos ofensivos proferidos solo para
humillar, despreciar y herir. Palabras nacidas del rechazo, el
resentimiento, el odio o la venganza.
Por otra parte, las conversaciones están a menudo tejidas de palabras
injustas que reparten condenas y siembran sospechas. Palabras dichas sin
amor y sin respeto, que envenenan la convivencia y hacen daño. Palabras
nacidas casi siempre de la irritación, la mezquindad o la bajeza.
No es este un hecho que se da solo en la convivencia social. Es
también un grave problema en la Iglesia actual. El Papa Francisco sufre
al ver divisiones, conflictos y enfrentamientos de “cristianos en guerra
contra otros cristianos”. Es un estado de cosas tan contrario al
Evangelio que ha sentido la necesidad de dirigirnos una llamada urgente:
“No a la guerra entre nosotros”.
Así habla el Papa: “Me duele comprobar cómo en algunas comunidades
cristianas, y aún entre personas consagradas, consentimos diversas
formas de odios, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de
imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta
persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a
evangelizar con esos comportamientos?”. El Papa quiere trabajar por una
Iglesia en la que “todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros,
cómo os dais aliento mutuamente y cómo os acompañáis”.
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