FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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miércoles, 10 de mayo de 2023

Ministro israelí Ben Gvir llama a asesinar prisioneros palestinos

 palestina libre

redes cristianas

Hoy domingo, el ministro de Seguridad Nacional del gobierno de la ocupación israelí, Itamar Ben Gvir, llamó a matar a los detenidos palestinos y a no entregar sus cuerpos a los familiares, revelando el motivo de su boicot a la sesión del gobierno israelí de hoy. Ver noticia original en …

Carta de Julian Assange al Rey de Inglaterra, Carlos III

 kaosenlared

redes cristianas

Desde 2019, el fundador de Wikileaks está detenido en una cárcel de máxima seguridad, la prisión de Belmarsh, cerca de Londres, en condiciones de aislamiento que fueron asimiladas a la tortura. En esta carta abierta, denuncia su situación ante el nuevo monarca británico.Ver noticia original en …

Israel destruye por segunda vez una escuela palestina y la ONU teme que demuela otras 58

 palestinalibre

redes cristianas

Efectivos militares israelíes demolieron el domingo empleando excavadoras un colegio palestino financiado con fondos de la Unión Europea en Bayt Tamar, a las afueras de Belén. El edificio ya fue demolido en 2017. Hasta 58 escuelas palestinas corren el riesgo de ser demolidas, ha advertido la ONU después de que las fuerzas israelíes destruyeran en Belén, y por segunda vez, un centro financiado con fondos de la UE. Las licencias y permisos son casi imposibles de conseguir para los palestinos. Ver noticia original en …

LLAMAR A LA VIDA

 fe adulta

col koldo

 

La madre de una buena amiga agotó los últimos días de su vida pegada al teléfono de la esperanza. Ya anciana, seguía haciendo cuanto podía por acoger y transmutar el dolor del mundo. La feroz represión política, que anteriormente había vivido en su entorno, nunca le quitó la sonrisa de los labios, la esperanza del alma.

Cuando salía de las oficinas del "Teléfono" que estaban en la Avenida de la Libertad de Donosti, se tomaba un café con leche y pastel y se volvía al barrio del Antiguo, paseando a pie por la Kontxa. Quiero imaginar esos pasos felices. ¿Puede haber caminar más dichoso? ¿Puedes vivir una mejor vejez que la de volcar esperanza sobre las almas vacías? No la concibo.

El teléfono de atención a la conducta suicida (024) ha atendido 118.885 llamadas desde que se puso en marcha, hace ahora un año. Son 335 al día, según el Ministerio de Sanidad, que ha facilitado datos hasta el pasado 30 de abril. La iniciativa gubernamental trata de responder a los récords de suicidios que España ha batido en los últimos años.

Quisiera vivir pegado al 024, responder al instante y mantenerme sin tiempo a la escucha. Quisiera guardia de noche y día junto a ese teléfono, responder en nombre de la Vida, cuando la gente llama desesperada a la Vida. El fin precipitado seduce demasiada adolescencia, también madurez, sigue ganando titulares en los medios. Escribí “¿Por qué te quieres ir?” (Isthar Luna Sol 2021), un contundente alegato contra el suicidio, pero los fugados no han cesado, han seguido yéndose innumerables a voluntad. Quisiera regalarle a la Vida algo más que un teclear militante, otorgarle la voz enamorada a todas horas, honrarla con cuidadas palabras, sobre todo silenciosa escucha, ofrendarla al oído de lo tremendo, lo insufrible.

La dureza de la Vida es sólo la que hemos creado. Resta comprender que la cosecha es sin excepción acorde a la siembra. El amanecer siempre, siempre será a nada que pongamos de nuestra parte, a nada que lo ensayemos de otra forma más amable, compasiva y amorosa. No deberíamos nunca dudarlo.

CATEDRALES ¿SOLO OBRAS DE ARTE?

fe adulta

col gerardo

 

Estos días nos van dando las cuentas de las posesiones de la Iglesia.

Es muy difícil juzgar y opinar de su dimensión, su destino, sus fines, sus fuentes de ingresos.

Hay un aspecto que me preocupa: ¿cómo intentar que esas riquezas sean evangélicas?

Sobre todo, tenemos la realidad inmensa de que muchos templos, catedrales, centros… son fuentes de ingresos. Y a su vez causan enormes gastos para su arreglo y continuación. Y aquí surge una provocación ¿se puede intentar conseguir que en adelante esos edificios se hagan con el menor gasto posible? Que sean edificios serviciales y que cuesten el menor dinero. Que vayan juntos los nuevos proyectos y como planos necesarios, los evangelios. Las obras a realizar, los arreglos, las nuevas construcciones cuestan enormemente. ¿No se puede seguir un criterio de hacer edificios sencillos, útiles, propios de una asamblea cristiana?

2. Que sean lugares sencillos. Que sean lugares de la comunidad más que lugar de culto a la Eucaristía. Con los servicios que necesita la comunidad para su vida y sus actividades: PALABRA, servicio a los pobres, catecumenado… Con disposición de servicio: circulares, sin lugares preminentes. Con lugar para la Eucaristía y la oración-contemplación. En sitio apropiado. Muy importante que tenga un buen servicio de audición, de forma que se oiga en todas las partes.

Muchas veces el dinero necesario para las obras viene de los fieles, otras de la administración…. Creo que es necesario tener siempre presente el sentido más profundo de pobreza. Que no sean lugar de exposición de arte ni de grandezas. Que estén siempre abiertos al pueblo para que pueda usarlo en cualquier momento la comunidad Que realice la sinodalidad por su reparto y distribución.

Hay muchos templos muy elegantes y de muchísimo valor: catedrales…. Yo pongo en un gran interrogante el hecho de si debe gastarse dinero en arreglarla. En todo caso, queda ahí la pregunta ¿no es un momento para que esos edificios, obras de arte, pasen a propiedad de la sociedad a través de los ayuntamientos? Nosotros solo necesitamos lugares de oración, celebración y encuentro de la comunidad.

LA IGLESIA DEBE ASUMIR EL DAÑO CAUSADO POR LOS ABUSOS A MENORES

fe adulta

col jicortes

Pregunta.- La sexualidad es un tema que nunca nos deja indiferentes. ¿Por qué?

Respuesta.- Hay temas que despiertan en nosotros unas actitudes y unas disposiciones muy marcadas, debido a nuestra implicación personal en el tema. En el caso de la sexualidad, no podemos dejar de referirnos a la tradición judeo-cristiana que ve el deseo como algo malo per se y que proclama que el ser humano perfecto es aquel que renuncia al placer.

La izquierda freudiana asegura que la regulación de la conducta sexual es un elemento de control político y social. Desde luego, en el caso del pueblo hebreo hay que tener en cuenta que el enfoque del comportamiento sexual tenía mucho que ver más con cuestiones de supervivencia. Hablamos de un pueblo nómada, enfrentado a numerosos enemigos y que tenía muy presente la posibilidad de la extinción. Por eso enfoca toda la sexualidad hacia la reproducción. Las restricciones perdieron su razón de ser después, pero se mantuvieron en el tiempo.

P.- Una de sus principales líneas de investigación es la relación entre apego y sexualidad. ¿Confundimos amor y sexo? ¿Con qué consecuencias?

R.- Son cosas que responden a dos objetivos distintos. Todo tiene que ver con la evolución. La naturaleza se da cuenta de que la reproducción sexual es mejor que la asexual, porque no es tan mecánica y da lugar a individuos diferenciados. Así, tiene que inventar un mecanismo para que esa reproducción sexual funcione: el instinto sexual. La evolución continúa y da lugar a crías muy sofisticadas, con una evolución muy lenta y que necesitan protección. Para crear ese sistema de protección, surgen los mecanismos afectivos, a los que podemos llamar amor o apego. Sexo y amor son cosas muy distintas, pero muy próximas, y de ahí nace la confusión. Siendo cosas tan distintas pero tan próximas, es necesario separarlas para entenderlas bien.

P.- Asegura que las necesidades afectivas y sexuales no son las mismas y que pueden potenciarse o interferirse. ¿Hay alguna receta para que suceda lo primero y no lo segundo?

R.- Es un arte nada fácil armonizar dos cosas tan distintas y cercanas. Depende mucho de la calidad de la vida socio-afectiva que se haya tenido. En los primeros años de vida de las personas se crean unos modelos internos que regulan las relaciones interpersonales en el futuro. Son el equivalente al sistema operativo del ordenador. Si ese sistema operativo está dañado, altera todas las relaciones de la persona. Especialmente, si hablamos de experiencias traumáticas.

El psicoanálisis distingue entre el instinto, que guía a los animales, y la pulsión, que incita a los humanos a actuar. El instinto no se puede regular, pero el ser humano sí puede regular su pulsión y darle significado a lo que hace. Ahí es posible hacer del sexo una forma de expresión del amor. Sin duda, no hay mayor afrodisiaco que estar enamorado. Por otra parte, si el modelo interno está dañado, el deseo sexual se va a poner al servicio de otras necesidades no resueltas, como la afirmación de la propia personalidad. En este caso, estamos a un paso de la agresión o el abuso sexual.

P.- A comienzos de los noventa, la única gran encuesta sobre abusos sexuales a menores que se ha hecho en nuestro país demostró la extensión del fenómeno: cerca del 20% de la población española había sufrido abusos y, de ese 20%, un 4% había sufrido abusos a manos de religiosos. No sé si hay datos que confirmen si la incidencia ha aumentado o disminuido.

R.- Hay algunos estudios interesantes sobre el tema de los abusos a menores, pero muy parciales. Parecería que sí, porque se presta más atención al fenómeno y hay más denuncias. Pero también puede deberse tan solo a que ahora hay más transparencia y es más fácil hablar del tema.

P.- Desde el punto de vista psicológico, ¿tienen los abusos a manos de religiosos un componente diferencial? ¿Son más graves que los que suceden en otros ámbitos?

R.- Si alguien es abusado por un religioso, una persona en principio vinculada a la idea de paz y de protección, se va a sentir especialmente traicionado, y puede que el efecto del abuso sea más agudo que en caso de ser abusado por alguien desconocido. Pero no hay datos concluyentes. Sería necesaria mucha más investigación.

P.- Las víctimas de abusos a menores en la Iglesia piden verdad, justicia y reparación y aseguran que la negación o disminución de la importancia del fenómeno, por parte de la Iglesia, provoca una revictimización que les hace difícil superar el trauma.

R.- La sanación y el posible perdón al agresor son procesos individuales, pero ese proceso individual puede ser potenciado o dificultado por el contexto. Ahí la Iglesia debería ser valiente y reconocer la gravedad del asunto. Es algo totalmente necesario y se le debe exigir a la Iglesia: que cuide del contexto y se haga responsable del daño causado. La negación hace mucho daño a las víctimas.

P.- Muchos expertos aseguran que, en los casos de abusos sexuales a menores en la Iglesia, lo sexual es tan solo un componente y, tal vez, no el más importante del fenómeno.

R.- Volvemos al tema de los modelos internos, del deseo sexual puesto al servicio de otras necesidades. Muchos abusadores buscan más la intimidad o la autoafirmación personal, la sensación de poder, que el orgasmo. Por otra parte, hay que tener en cuenta que el deseo sexual debe satisfacerse en condiciones de seguridad. Si el individuo se siente amenazado, el deseo se inhibe. Para algunas personas cuyos modelos de relación son defectuosos, tener relaciones sexuales con adultos supone una amenaza. En cambio, con un menor es algo seguro, ya que la asimetría de poder es muy grande.

P.- Se ha especulado mucho con la importancia que tiene el celibato en el fenómeno…

R.- Es claro que no hay una relación causa-efecto entre celibato y abuso, pero sí que parece que la castidad obligatoria es un factor de riesgo. Muchos religiosos no respetan ese voto de castidad y su actividad sexual es relativamente alta, sobre todo si tenemos en cuenta el autoerotismo, la masturbación y la pornografía. Algunos religiosos viven esta disonancia con cierta naturalidad y otros con angustia. Creo que hay que tener en cuenta un problema que, en el caso de los religiosos, es mucho más importante que la no satisfacción de su deseo sexual: la soledad. Volvemos al tema de la necesidad de gestionar bien estas dos dimensiones del ser humano: el sexo y la afectividad.

P.- ¿Una formación diferente de las personas consagradas en lo que se refiere a esas dimensiones hubiera disminuido o podría disminuir el tema de los abusos?

R.- Sin duda, pero es una utopía en este momento. La Iglesia debería considerar el deseo sexual como una riqueza, como algo que dignifica al ser humano y contribuye a su bienestar. Desde ahí, debería considerar la renuncia al sexo como una opción personal, no una regla universal para todo el personal religioso. El celibato opcional mejoraría la salud sexual dentro de la Iglesia y disminuiría los niveles de soledad de los religiosos. Es un desastre psicológico esa formación que insta a los sacerdotes a no vincularse demasiado porque su celibato estaría en peligro.

P.- Ha puesto en marcha una investigación sobre la vivencia de la sexualidad en las personas consagradas cuyo punto de partida es que es necesario hablar de lo que nunca se habla.

R.- Sería bueno que la Iglesia abriese cauces para hablar de estos temas. Yo me acerco a la Iglesia todo lo que puedo. No solo por estar cerca de un objeto de estudio, sino porque forma parte de mi historia y formación. Cuando la conversación es informal, se habla del tema, pero es muy difícil formalizar ese diálogo. La investigación es un cuestionario muy sencillo y abierto, que no busca atacar, sino entender. Sin embargo, se está percibiendo como algo peligrosísimo.

P.- Se pregunta hasta qué punto la moral católica es compatible con la integración armoniosa del deseo sexual en la personalidad y creo que su respuesta es negativa.

R.-Tal como está formulada actualmente la moral católica es imposible integrar el deseo sexual de manera normal. El ascetismo sexual está muy incrustado en los cimientos de la Iglesia. Los católicos han buscado sus propias formas de resolver las contradicciones entre su moral y su vida sexual ignorando algunos preceptos de la Iglesia. Es natural, porque la concepción más rígida de la moral sexual de la Iglesia es inasumible. El sexo no puede estar solo al servicio de la reproducción y limitarse al marco del matrimonio. De hecho, el placer sexual puede ser una experiencia trascendente. La unión profunda con una persona que se puede producir en el sexo es, sin duda, una experiencia espiritual. Y la Iglesia debería valorar eso como parte del proceso de crecimiento personal.

P.- ¿Cuál es el sentido de la investigación que está llevando a cabo?

R.– El proceso de descubrimiento de los abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia ha sido muy traumático y ha creado alarma social. Se ha puesto el foco en las víctimas, los agresores y en por qué se produce el abuso. Yo soy más partidario de una psicología positiva, que no ponga el foco en lo patológico, sino en las personas que alcanzan un buen nivel de bienestar. La idea es levantar la mirada y explorar cómo multitud de personas consagradas han logrado integrar sus necesidades afectivo-sexuales en su vida y llegar a un equilibrio personal. Prestemos atención a eso. Veamos cuáles son las dificultades y qué se puede hacer para que sea más fácil superarlas.

 

Juan Ignacio Cortés

14 de abril de 2023

 

Javier Gómez Zapiain es doctor en psicología y especialista en psicología de la sexualidad. Jubilado como profesor titular de la Universidad del País Vasco, sigue impartiendo cursos de posgrado e investigando sobre la sexualidad humana. Es autor de numerosos artículos científicos sobre el tema y de los libros Apego y sexualidad y Psicología de la Sexualidad. Su trabajo en la Sociedad Vasca de Victimología le ha acercado últimamente al tema de los abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia Católica y a investigar cómo las personas de vida consagrada viven su dimensión afectiva y sexual en España. Gran conversador, lo que sigue es tan solo un resumen de un extenso y rico diálogo.

¿EXPERIMENTAR A DIOS? AMAR ES LA EXPERIENCIA


col notario

 

A medida que va pasando el tiempo se nos hace cada vez más palpable; el amor no es un sentimiento, tampoco es sólo pasión, el amor es ante todo una decisión. A partir de ahí lo que cuenta es cómo expresar el deseo más profundo: la comunicación, el darme a fondo perdido, el buscar lo mejor para esa persona, su crecimiento aunque a veces no lo entienda, se enfade conmigo, se rebele… buscar su auténtica felicidad, aprendiendo a callar tanto como a hablar, a escuchar a fondo, a estar ahí de forma permanente todos los días, tanto si se reconoce mi presencia como si no.

¿A qué estás pensado en tu pareja en tu hijo/a, amigxs?

Yo sí; lo acabo de vivir de cerca estos días con mi hermana y mi cuñado ante un hijo con problemas serios. El amor es mucho más que un simple sentimiento, es una decisión de seguir luchando por esa persona a pesar de que él no se cuide y se enfade con quienes quieren lo mejor para él, de que las instituciones pasen de largo y se laven las manos y les dejen solos con su impotencia.

Cuando hablamos del amor de Dios y de su deseo de entablar una relación de amor con nosotrxs estamos hablando de todo lo que mencionábamos antes. No es un sentimiento, quizá lo fue en un primer momento a raíz de un encuentro, pero si ha pasado un poco de tiempo probablemente los sentimientos ya no están a flor de piel.

Es sobre todo una decisión, una decisión por mi parte que pasa por un sin fin de etapas, que me van haciendo crecer y madurar, sobre todo me enseñan a escuchar con el corazón y experimentar esa transformación que no es de carácter, de forma de ser, sino de descubrir ese auténtico “yo” escondido.

Es una búsqueda que se da en la meditación y en la escucha orante de la Palabra y también sufriendo junto al que sufre y alzando la voz contra la injusticia. Se da en la soledad de mi cuarto y en medio de la comunidad, en la naturaleza y en el barrio más bajo de mi ciudad. Mientras no haga de ningún espacio un absoluto porque entonces estaré buscando mi “ego” y no a Dios.

“Busqué tu rostro, oh Señor. Tu rostro, oh Señor busqué. Por mucho tiempo he meditado en mi corazón y en mi meditación creció un fuego, con el deseo de conocerte cada vez más. Mientras Tú partías el pan de las Sagradas Escrituras para mí, te me has dado a conocer en el partir del pan. Cuanto más te conozco, más anhelo conocerte, ya no en la hojarasca de las letras, sino en el significado de la experiencia.

Guigo el Cartujo, siglo XII

Ya no en la hojarasca de las letras… sino en el significado de la experiencia.

Hay muchas personas “estancadas” en ese conocimiento de Dios porque piensan que es un saber intelectual en lugar de una experiencia vivencial. Por eso, como nos decía Magda, leen y leen y nunca se sacian porque nunca se paran a escuchar con el corazón. El conocimiento no está ahí fuera como algo que me tengo que esforzar en alcanzar. El auténtico conocimiento es un diálogo cara a cara, que crece como un fuego si esa palabra es una persona a quien escucho y amo profundamente.

Por eso Jesús al enseñarnos a orar nos dice:

“Cuando quieras rezar, métete en tu cuarto, echa la llave a tu puerta y rézale a tu Padre que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará” Mt 6:6

Y ¿cuál será esa recompensa? La experiencia de que estás hechx de la misma esencia de Dios y por tanto con una capacidad de amar infinita. Una capacidad que va más allá de la lógica humana y que llenará tu vida de gozo y de sentido. Y esa experiencia será siempre nueva y te dejará siempre con ganas de más.

 

Carmen Notario, SFCC

espiritualidadcym@gmai.com

¿ES JESÚS UNA FIGURA ÚNICA EN LA HISTORIA? ¿ES LA PLENITUD ÚNICA, DEFINITIVA, INIGUALABLE E INSUPERABLE DE LA REVELACIÓN DE DIOS?


col haya

 

Los cristianos así lo hemos creído, y hemos considerado al cristianismo como única religión verdadera; y esto nos ha alejado de otras religiones (y nos ha enfrentado a ellas), impidiendo el diálogo y la cooperación, que la caridad, el sentido común y la conciencia nos están reclamando.

Dios es sólo Uno, es el mismo para todas las religiones, ¿Son falsas esas religiones porque presentan a Dios de una manera distinta a la nuestra (un Dios no personal). Dios es inexpresable, inabarcable para el ser humano, incluso es Concordantia oppositorum; ¿y podemos rechazar a otras religiones porque ofrecen aspectos distintos de Dios?

¿Es posible que Dios no se haya manifestado verdaderamente a los miles de millones de seres que vivieron antes que Cristo, ni a los que han vivido después pero no lo han conocido, o a los que han rechazado la presentación cultural (y colonialista) que les ha ofrecido la Iglesia. Dios se ha manifestado a todo hombre en su conciencia, y a todos los pueblos mediante profetas más sensibles que han organizado, con mayor o menor acierto, la práctica social de esa experiencia.

Esas religiones se diferencian más en sus creencias y explicaciones que en el comportamiento individual y social de sus miembros; y por su parte el cristianismo es vida, acción, seguimiento de Jesús más que creencias; ortopraxis más que ortodoxia.

Nuestra experiencia actual tiene que reconocer que esas religiones han sido instrumento de salvación, y de humanización ética, para miles de millones de personas, y que en ellas se encuentran héroes, santos y místicos como en nuestra religión.

Cómo entender los textos del Nuevo Testamento

Entonces ¿cómo entender los textos del Nuevo Testamento que parecen indicar la exclusividad de Cristo como revelación de Dios.

· “Nadie conoce al Padre sino el Hijo, y a quien el Hijo quiera revelárselo” (Mt 11,27).

· “Sólo hay un Señor, Jesucristo, mediante el cual han sido creadas todas las cosas y por quien vivimos también nosotros” (1 cor 8,6).

· “A Dios nadie lo ha visto jamás; El Hijo único, que es dios y vive en íntima unión con el Padre, nos lo ha dado a conocer” (Jn 1,18).

· “Porque uno solo es Dios y uno solo es el mediador ente Dios y la humanidad: el hombre Cristo Jesús” (1Tim 2,5)

· “Cristo entró una vez por todas en el lugar santísimo, no con sangre de machos cabríos o de toros, sino con la suya propia, rescatándonos así para siempre” (Heb 9,11-12)

· “Ningún otro puede salvarnos, pues en la tierra no existe ninguna otra persona a quien Dios haya constituido autor de nuestra salvación” (Hech 4,12)

Knitter se ha planteado este problema y ofrece algunas explicaciones. Los primeros cristianos estaban impresionados por una profunda experiencia de Cristo, y expresaban estos sentimientos con el lenguaje de los enamorados (“eres único”, “la más guapa del mundo”); posteriormente este lenguaje emocional se fue interpretando en términos conceptuales y filosóficos para presentar un gran cuadro doctrinal ante la filosofía griega. Lamentablemente las creencias (la ortodoxia) han superado (y casi desplazado) a la práctica del seguimiento de Jesús (ortopraxia). Por eso desconfiamos de otras religiones que tienen otras creencias, aunque mantienen un proceder semejante al nuestro.

Los primeros cristianos estaban imbuidos del tono nacionalista del Antiguo Testamento, que le imprimió la reforma de Esdras y Nehemías (hasta el punto de expulsar a las mujeres extranjeras de los judíos para evitar la contaminación religiosa). Las religiones de los pueblos vecinos eran tradicionalmente corruptoras de la fe de Israel. Además el laxismo moral y las de injusticias de la sociedad romana, potencia invasora dominante, eran contrarias e incompatibles con el Reino de Dios proclamado por Jesús; Los cristianos instintivamente excluyeron esas religiones principalmente por sus prácticas no por sus razonamientos. No conocían otras religiones de gran altura espiritual como el budismo, el hinduismo, el confucianismo, cuyo proceder concordaba con el del Reino de Dios.

La Biblia nos muestra que la revelación de Dios es progresiva, no podemos quedarnos estancados en un texto de la Biblia. Jahvé era inicialmente un dios tribal, compatible con los dioses de otras tribus, Con a evolución cultural, la conciencia va actualizando y reinterpretando los textos sagrados. Rahner recomendaba que el cristiano deber rezar con la Biblia en una mano y el periódico en la otra.

Por su parte, Jesús no mostró ni rechazo ni exclusión de la religión de los pueblos vecinos cuando acogió a la muchedumbre que se le acercaba y multiplicó los panes (anticipo de la eucaristía); cuando envió al geraseno a proclamar las maravillas que Dios había hecho en su vida (Mc 5,1), o cuando ponderó la fe de la mujer cananea (Mt 7,24-30) y del centurión romano (Lc 7,2-9).

Knitter concluye que los títulos que los primeros cristianos fueron atribuyendo a Jesús le corresponden verdaderamente pero no únicamente; uno se siente salvado por Jesús, pero no experimenta que sea el único salvador posible para todo el mundo. Jesús no es la manifestación de Dios completa, definitiva e insuperable; pero sí es una manifestación de validez universal, decisiva, e indispensable.

 

Gonzalo Haya

gonzalohaya@telefonica.net

LA COMPAÑÍA ES MI FAMILIA, DONDE ESTÁ EL BAÚL DE MIS MEJORES RECUERDOS


col yarto

 

A sus 88 años, Luis López-Yarto, madrileño de nacimiento, no para. Traduce y corrige artículos, colabora en la Revista Manresa, en el Centro de Espiritualidad San Ignacio o en la Parroquia del Milagro de Salamanca, donde vive actualmente después de haber pasado años trabajando en la Curia de Roma y antes como profesor de Psicología en la Universidad Pontificia Comillas. Hombre de gran cultura y abundante conversación, es especialista en dinámicas de grupo.

Especialista en dinámica de grupos, ¿los jesuitas son un “buen grupo” o más bien un grupo necesitado de una buena terapia? 

Son un buen grupo, con sus objetivos claros y con un horizonte capaz de ilusionar, la gente tiene abundante relación entre sí, hay una estructura funcional, un sistema de autoridad eficaz, cada uno sabe bastante bien qué se espera de él, se puede bajar a niveles decentemente profundos de comunicación y cuajan amistades para toda la vida. En casi todos estos ítems los jesuitas puntuarían de notable para arriba. Ser un grupo bueno no es fácil en este mundo. Y nosotros, en algunos de estos apartados, no todos, andamos incluso sobrados. ¿Que si necesitamos terapia? La que necesita todo el mundo, la terapia de estar siempre en contacto con la realidad.

En el espacio de un tuit, ¿cómo se definiría? 

Como alguien que se ha ido definiendo con los años. ¿Cuántos caminos ha de recorrer el hombre hasta poder llamarse hombre?, cantaba Bob Dylan. Un chaval que se tomó en serio la relación con Dios, al que la renuncia personal para que otros caminen con más garbo por la vida llevó a un compromiso definitivo. Que luego fue aprendiendo a hacerlo todo con compañeros y a vivir como propios los logros de otros.

Que descubrió el gusto por sentirse pieza de un cuerpo mucho más grande que él. Y que ahora intenta desentrañar cada día qué es eso de llegar al fin y toparse con el Misterio, cuando los recuerdos intentan llamar la atención haciendo creer que con ellos basta.

¿Quién es Jesucristo para Luis López-Yarto? 

Es Alguien siempre por descubrir, a veces difícil de comprender, extraordinariamente respetuoso con las nimiedades que le presentamos como problemas, y al fin el que me dice, calma, no tengas prisa, ya llego.

Su fe cristiana, ¿qué sentido le da? 

Le da ser una barca que no va a la deriva, aunque eso no suprima la inseguridad, el miedo, ni la sensación de que las olas amenazan. Mi fe reviste casi todas mis actitudes y opiniones de ese sano humor trascendental del que sabe el verdadero, hondo y relativo valor de lo que pasa. Sé que el mundo está en buenas manos.

Los desafíos del mundo actual: pobreza, injusticia, ecología, abusos. ¿Cómo influyen en su vida? 

Intentan hacerme sentir impotente y a merced de decisiones lejanas que se toman en unos Silicon Valley y unos despachos fuera de mi alcance. Pero yo puedo –a mi edad– sonreír pensando que Dios sabrá lo que hace y los hombres también, y que ya veremos el resultado. Entre tanto para mí pasaron los días de la militancia beligerante, de la búsqueda de una ideología eficaz, y pido a Dios que ilumine a quien deba dar los pasos que conviene dar para que todo vaya mejor.

¿Qué es la Compañía de Jesús para Luis López Yarto? 

Es mi gente, el grupo que ayudo a formar y a funcionar con mi propia vida. En el que deposité mi confianza a ciegas hace mucho tiempo y no me ha defraudado. Es mi familia, donde está el baúl de mis mejores recuerdos, donde se custodia lo que para mí es simbólico y significativo. Son modos de hacer, de sentir y de pensar que he hecho míos y con los que me siento muy a gusto. Una madre acogedora y con sus achaques, de la que guardo también secretos, buenos y malos, que no pienso compartir.

¿Cómo ora? 

He vuelto una y otra vez a la Biblia. Ayudado de voces que me ayudan a desentrañar y a hacer más sencillas y hondas sus palabras (gracias mil veces al P. Silvano Fausti y a sus cinco tomos de comentarios al Nuevo Testamento). Viviendo el silencio con gusto, ya sin urgencias de tiempo. Y procurando hablar, como dice Ignacio, como un amigo habla a su amigo.

 

Luis López-Yarto sj

Religión Digital

IVÁN ILLICH, EL PROFETA DE UNA IGLESIA SIN PODER


col tamayo

Desde mi juventud vengo leyendo con verdadera fruición y en plena sintonía a Ivan Illich (1926-2002), un pensador radical y uno de los intelectuales críticos más brillantes y creativos de la segunda mitad del siglo XX. Para quienes no hayan seguido el itinerario intelectual de Ivan Illich, recuerdo algunas de las actividades y facetas de su personalidad a cuál más interesantes y provocativas. 

Nació en Viena en el seno de una familia de orígenes judíos y católicos. Estudió filosofía y teología en la Universidad Gregoriana de Roma entre 1942 y 1946. Tras su ordenación sacerdotal trabajó en una parroquia de Nueva York. En 1956 fungió como vicerrector de la Universidad Católica de Ponce en Puerto Rico.

En 1961 creó en Cuernavaca (México) el Centro de Investigaciones Culturales (CIC) y cinco años después el Centro Internacional de Documentación (CIDOC), espacio de reflexión y crítica de referencia a nivel internacional. En él participaron figuras relevantes como Erich Fromm, Paulo Freire, Peter Berger, Susan Sontag, André Gorz, Everett Reimer, autor de La escuela ha muerto. Alternativas en materia de educación escolar.  A partir de 1980 ejerció como profesor invitado de filosofía y ciencia, tecnología y sociedad en la Universidad Estatal de Pensilvania e impartió seminarios en la Universidad de Bremen (Alemania). Sus ideas y actividades generaron un profundo conflicto con la Santa Sede y el gobierno de México.

Illich se mostró crítico con la ineficacia de la educación escolar institucionalizada que, a su juicio, conduce derechamente al consumismo, y defendió una sociedad desescolarizada con una educación autodirigida y un aprendizaje en libertad, como demuestra en su libro La sociedad desescolarizada (1971).

La convivencialidad

Illich es autor de otra obra fundamental, La convivencialidad (1973; Editorial Virus, 1978), donde analiza las estructuras de dominación presentes en nuestro mundo, siendo una de las más importantes el capitalismo, que coloniza cada vez más espacios y extiende sus tentáculos a todas las instituciones: escuela, medicina, hospitales, transportes, construcción de viviendas, alimentación, etc. Una de sus ideas más originales en este libro es la idea de que estamos instalados en un “fascismo tecnoburocrático”, que mantiene el control sobre toda la población. 

Como alternativa propone un sistema político basado en la convivencialidad, que se caracteriza por la producción de bienes y servicios para los seres humanos y por la crítica de la idea de crecimiento y la defensa de una sociedad austera y libre.  

Los textos de Iván Illich generaron una lúcida e intensa polémica ideológicamente muy enriquecedora. Polémica que se aprecia también en los escritos de 1955 a 1985 reunidos en el libro La Iglesia sin poder (edición de Valentina Borremans y Sajay Samuel, Trotta, Madrid, 2022),  que cuenta con un clarividente prólogo de Giorgio Agamben, quien califica a Illich de “arquitecto de la convivialidad” y sitúa el libro en el horizonte del Reino en la dialéctica entre el “ya sí” y el “todavía no”.

Los textos abordan temas plurales de carácter preferentemente religioso, como, la parroquia estadounidense, el significado de la virginidad, la pobreza de espíritu y el carácter misionero, el sentido de la muerte en el cristianismo, la experiencia religiosa y la experiencia estética, y, quizá el más relevante, “El clérigo evanescente”, por el que el Vaticano le impuso cuatro años de silencio. 

Son textos analizados desde una profunda cultura teológica, con sentido crítico y de denuncia de la institución eclesiástica romana, con una fuerte carga política y social liberadora y teniendo como guía “la pobreza, el desvalimiento y la no violencia elegidos por uno mismo”, que “está en el corazón del mensaje cristiano” (p. 217). Para Illich, el mensaje cristiano es “la política más racional en un mundo cada vez más consagrado a ensanchar el hueco entre ricos y pobres” (p. 217).  

En el más emblemático y crítico de los artículos sobre “El clérigo evanescente”, de 1967, define a la Iglesia romana como “la burocracia no gubernamental más grande del mundo”, que “emplea a un millón ochocientos mil trabajadores a tiempo completo: sacerdotes, religiosos, religiosas, y laicos” y cuyo funcionamiento está “al nivel de General Motors y el Chase Manhattan” (p. 147). A su vez, considera “altamente irresponsable continuar preparando hombres para una profesión [el clero] que se extingue” (p. 167). Crítica que el ministerio sacerdotal esté asociado al poder y al privilegio clericales. 

Crítico con la idolatría del progreso

Se muestra crítico también de la idolatría del progreso, de la escalada contaminante de la producción, de una tecnocracia desatada y de la pseudoteología de la educación como preparación para una vida de consumo frustrante, y propone como alternativa “un consenso antitecnócrata”, que debe traducirse en una pobreza voluntaria como la predicada por Jesús de Nazaret (p. 217-218). 

Reconoce la importante y crucial responsabilidad del entonces llamado Tercer Mundo en la liberación del progreso, del desarrollo y de la eficacia, ya que sus ciudadanos todavía no son adictos y dependientes del consumo. En las sociedades de hoy, recuerda, “los discípulos están llamados a predicar el Evangelio a los pobres mostrándoles que incluso a los no escolarizados se les puede educar” (205). 

En el último artículo de los seleccionados, dedicado al recuerdo del padre Robert J. Fox, se refiere a “su capacidad de res-pectar [con el significado de “mirar una y otra vez”] la basura, el despojo, el desecho” (242). En las páginas finales escritas por Fox se insiste “en el derecho a pertenecer al inasequible Dios a pesar de las pretensiones de la Iglesia sobre el clero, en el derecho a ver a Dios encarnado en la escoria a pesar de las pulcras y límpidas imágenes de nuestros legítimos vecinos que la Iglesia difunde y en el derecho a oír el nombre de Dios revelado por boca de aquellos que nos apabullan con amor” (243). 

Otro Dios es posible

¡Dios inasequible, encarnado en la escoria, en la basura! Illich lo deja claro: Otro Dios es posible ¡Y necesario! También tiene clara la imagen del ser humano, no como solidario, solipsista, sino como “persona con los otros”. El final está en plena sintonía con la teología de la liberación y las comunidades de base, de quienes siempre estuvo cerca Illich, con la antropología comunitaria de Martin Buber y con el principio de la filosofía Ubuntu: “yo solo soy si tú también eres”.

Solo un Dios encarnado en los basureros de la historia puede contribuir a liberar a los pueblos oprimidos y a las personas empobrecidas enfangados en la basura generada por la gente satisfecha. Solo una Iglesia sin poder puede ayudar a liberar a quienes el poder niega su dignidad y su derecho a vivir. Solo un cristianismo en defensa de la vida de quienes la tienen más amenazada puede luchar contra la necropolítica. De lo contrario, Dios, la Iglesia y el cristianismo seguirán legitimando los diferentes sistemas de dominación: capitalismo, patriarcado, colonialismo, racismo, xenofobia, supremacismo, imperialismo, fundamentalismos, dictaduras, aporofobia, depredación de la naturaleza, etc. y generando mayor sufrimiento a las mayorías populares y a los condenados de la tierra por mor de esos sistemas.

 

Juan José Tamayo

Religión Digital

MI HERMANO SE ORDENÓ SACERDOTE


col quintero

 

Escuchando la inquietud de algunos y la mía propia de lo extraño que será llamar a nuestro hermano, que se ordenó sacerdote, padre, me puse a investigar y a reflexionar. Encontré lo siguiente: "Se hace referencia a los sacerdotes como padre por múltiples razones: como muestra de respeto y porque actúan como líderes espirituales en nuestras vidas. El sacerdote se asegura de que cada miembro de su congregación pueda confiar en él para recibir instrucción, perdón, un oído atento y alimento espiritual – al igual que otras figuras paternas en nuestras vidas" (Católico.net).

Tomando está definición, profundicemos un poco:

Respeto. Sí, mucho respeto pero, ¿acaso no todos merecemos el mismo respeto?, ¿no somos todos servidores y líderes? ¿Tengo entonces que llamar a mis hermanos diáconos, diácono? ¿Y así a cualquier servidor? ¿Es alguno más que otro? Es posible que caigamos en el clericalismo, algo que, como nos dice el papa Francisco, le está haciendo mucho daño a la iglesia.

Por otro lado, el Señor nos llama a renovar la iglesia y a vivirla como una familia. Los títulos rompen la familiaridad y la fraternidad. Somos hermanos de Jesús, hijos todos del padre celestial.

Figura paterna. ¿En verdad se da paternidad espiritual? "Cuando recibes instrucciones y alimento espiritual" ¿Qué significa? ¿Es eso paternidad o se trata de un ministerio, don y servicio más dentro de la iglesia?

Por otro lado, estamos en una relación de adultos, de misioneros todos (hablando de los que caminamos juntos en corresponsabilidad). Si estamos en el papel de hijos, es una imagen psicológicamente determinante en la relación puesto que implica que él (padre), es el que sabe, el que decide y lleva las pautas, el adulto. En una iglesia-familia, donde tú y yo asumimos las responsabilidades, quedarnos cómo hijos no nos deja avanzar.

Quizás sea una costumbre difícil de modificar pero es el llamado, si quieres mantenerla, es decisión de cada quien, pero tomemos conciencia (más aun los que queremos una renovación en la iglesia) de lo que significan o del poder de las palabras.

Esto supone una conversión de fondo, un reconocimiento de la manera en la que se organizó la Iglesia a lo largo de los siglos y cómo se fue alejando de la igualdad fundamental que comparten todos los hijos e hijas de Dios hasta generarse dos clases de miembros desiguales y la mayoría sin protagonismo: clérigos y laicado, donde las mujeres han tenido la peor parte. Quizás ha llegado el momento de “dar un giro” -conversión- para recuperar la novedad de los orígenes donde ya no hay “ni judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni varón y mujer, porque todos somos uno en Cristo Jesús” (Gal 3,28). Demos el giro. Sé que tenemos una larga y pesada historia sobre todos nosotros pero demos pasos en la renovación de la iglesia. Hermanos somos, familia, todos hermanos.

En esta familia, quizás para algunos, hermano sacerdote (y en ti todos los que ejercen ese ministerio sacerdotal) serás hijo, para otros compadre, amigo o simplemente hermano. Simplemente llamarte por tu nombre. El señor llama a cada uno por su nombre (Sal. 147,4)

Hermano es la palabra que te ofrece mi mayor respeto, la que mejor representa lo que eres, con la que caminamos juntos en corresponsabilidad en una iglesia-familia, pueblo de Dios.

Solo sueño con una iglesia verdaderamente fraterna y de hermanos dónde caminamos juntos acompañándonos mutuamente respetando cada uno su ministerio. Sin reglas injustas y todos incluidos en la diversidad de dones.

 

Mónica Isabel Quintero, CMMEM

ECLESALIA

NO OS DEJARÉ HUÉRFANOS DOMINGO VI DE PASCUA. 14/5/2023 Jn 14, 23-29

fe adulta

col cruz tome


La comunidad de Juan siente que Jesús, al irse, no les ha dejado solos. Él sigue con ellos en otra dimensión. Y con Él, sienten la presencia del Espíritu de Dios en ellos. Para transmitirnos esa experiencia, elaboran este relato que trasluce su vivencia. Ponen en boca de Jesús lo que ellos están viven: “Yo estoy en mi Padre, vosotros en mí y yo en vosotros”. “Yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté siempre con vosotros”. El Evangelio de Juan une la marcha de Jesús a la casa del Padre (Resurrección) y Pentecostés (yo pediré al Padre que os envíe un nuevo Defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad).

El texto evangélico de hoy pertenece al discurso de despedida del Evangelio de Juan. En el momento que este Evangelio se escribe las primitivas comunidades cristianas están sufriendo las persecuciones y el martirio. Por eso necesitan un Defensor que hable por ellos, que salga en su defensa ante los tribunales. Este Espíritu de la verdad es nuestro defensor, fortaleza, consuelo y fuerza. Es la “impronta” de Dios en el ser humano. Su Presencia. Estará siempre con ellos y con nosotros para aconsejarnos, guiarnos y fortalecernos en la realización de la misión encomendada: implantar el Reinado de Dios en la tierra.

El Espíritu es el gran “don” de Dios al ser humano. El proceso evolutivo de la creatura humana avanza hacia la plenitud humana, plenitud espiritual. Hacia la plenitud humano-divina. Había sido anunciado por los profetas (Isaías, Ezequiel y Joel) que cuando se realizase definitivamente el proyecto salvador de Dios, el Espíritu sería derramado sobre "toda carne", es decir, sobre todos los humanos. Por tanto, el don, que es el Espíritu que Jesús Resucitado-Glorificado ruega al Padre que envíe a la comunidad, certifica y testimonia que Dios es fiel a su Palabra, a su Proyecto. Jesús de Nazaret es el modelo. El prototipo de la plenitud humano-divina.

Mi reflexión hoy ante el texto leído sobre la presencia del Espíritu en cada uno de los creyentes y en la comunidad es: No estamos solos. El Espíritu de Dios está siempre con nosotros. Estamos habitados por Él. ¿De verdad lo creemos? A mí me ayuda, para fortalecer mi fe, pensar: Que el Espíritu de Dios está en nosotros lo sabemos porque somos capaces de cumplir el mandamiento del amor a Dios en los hermanos. Somos capaces de vivir la fraternidad. El ser humano no es un lobo para otro ser humano, sino un hermano. Todos hijos de Dios y hechos a su imagen y semejanza. Todos iguales en la dignidad de ser hijos de Dios. Iguales pero diferentes. Unidad y diversidad juntas. Y esto no lo da la “carne”. Si cumplimos es que amamos, si amamos cumplimos. Somos semejantes a Dios si amamos como Él nos ama y porque Él nos amó primero. Nuestra bondad, buenas obras, ser capaces de hacer el bien, es el testigo, la transparencia de que Dios está con nosotros, que obra a través de nosotros. Que somos con Él y como Él. Que estamos ungidos como Jesús (Fr, Marcos). Dios está en nosotros y su Espíritu nos guía y fortalece. El abogado defensor al lado del acusado. No estás solo ante el peligro y dificultad.

Quiero acabar deseando que todos podamos decir como Jesús: “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”. Que así sea.

 

DOMINGO https 6º DE PASCUA TENEMOS UN DEFENSOR

 


JOSÉ ANTONIO PAGOLA

La verdad es que los seres humanos somos bastante complejos. Cada individuo es un mundo de deseos y frustraciones, ambiciones y miedos, dudas e interrogantes. Con frecuencia no sabemos quiénes somos ni qué queremos. Desconocemos hacia dónde se está moviendo nuestra vida. ¿Quién nos puede enseñar a vivir de manera acertada?

Aquí no sirven los planteamientos abstractos ni las teorías. No basta aclarar las cosas de manera racional. Es insuficiente tener ante nuestros ojos normas y directrices correctas. Lo decisivo es el arte de actuar día a día de manera positiva, sana y creadora.

Para un cristiano, Jesús es siempre su gran maestro de vida, pero ya no le tenemos a nuestro lado. Por eso cobran tanta importancia estas palabras del evangelio: «Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad».

Necesitamos que alguien nos recuerde la verdad de Jesús. Si la olvidamos, no sabremos quiénes somos ni qué estamos llamados a ser. Nos desviaremos del evangelio una y otra vez. Defenderemos en su nombre causas e intereses que tienen poco que ver con él. Nos creeremos en posesión de la verdad al mismo tiempo que la vamos desfigurando.

Necesitamos que el Espíritu Santo active en nosotros la memoria de Jesús, su presencia viva, su imaginación creadora. No se trata de despertar un recuerdo del pasado: sublime, conmovedor, entrañable, pero recuerdo. Lo que el Espíritu del Resucitado hace con nosotros es abrir nuestro corazón al encuentro personal con Jesús como alguien vivo. Solo esta relación afectiva y cordial con Jesucristo es capaz de transformarnos y generar en nosotros una manera nueva de ser y de vivir.

Al Espíritu se le llama en el cuarto evangelio «defensor» o «paráclito», porque nos defiende de lo que nos puede destruir. Hay muchas cosas en la vida de las que no sabemos defendernos por nosotros mismos. Necesitamos luz, fortaleza, aliento sostenido. Por eso invocamos al Espíritu. Es la mejor manera de ponernos en contacto con Jesús y vivir defendidos de cuanto nos puede desviar de él.

DOMINGO 6º DE PASCUA (A) Jn 14,15-21 YO ESTOY CON MI PADRE, VOSOTROS CONMIGO Y YO CON VOSOTROS

fe adulta

col fraymarcos

 


En este párrafo, se habla de la presencia de Dios de Jesús y del Espíritu en los miembros de la primera comunidad. Se trata de hacer ver a los cristianos de finales del s. I, que no estaban en inferioridad de condiciones con relación a los que habían conocido a Jesús; por eso es tan importante el tema para nosotros hoy. Nos pone ante la realidad de Jesús vivo que nos hace vivir a nosotros con la misma Vida que él tenía antes y después de su muerte; y que ahora se manifiesta de una manera nueva. Se trata de la misma Vida de Dios (Zoe). Esto explica que entre en juego un nuevo protagonista: el Espíritu.

No debemos dejarnos confundir por la manera de formular estas ideas sobre la relación de Jesús, Dios y el Espíritu por aquellos cristianos de finales del s. I. No se trata de una relación con alguna entidad exterior al ser humano. Tampoco se está hablando de tres realidades separadas, Dios, Jesús, Espíritu. Si uno se fija bien en el lenguaje, descubrirá que se habla de la misma realidad con nombres distintos. Una y otra vez insisten los textos en la identidad de los tres. Después de morir, el Jesús que vivió en Galilea, se identificó absolutamente con Dios que es Espíritu. Ahora los tres son indistinguibles.

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Mandamientos que en el capítulo anterior quedaron reducidos a uno solo: amar. Quien no ama a los demás no puede amar a Jesús, ni a Dios, porque ahora están en el otro. Los mandamientos son exigencia del amor. Las “exigencias” no son obligaciones impuestas desde fuera sino la exigencia que viene del interior y que se debe manifestar en hechos. Para Juan, “el pecado del mundo” era la opresión, que se manifiesta en toda clase de injusticias. El “amor” es también único, que se despliega en toda clase de solidaridad y entrega a los demás.

Yo pediré al Padre que os mande otro defensor que esté con vosotros siempre. Cuando Jesús dice que el Padre mandará otro defensor, no está hablando de una realidad distinta de lo que él es o de lo que es Dios. Está hablando de una nueva manera de experimentar el amor divino, que será mucho más cercana y efectiva que la presencia física de Jesús durante su vida terrena. Todo simbólico. Primero dice que mandará al Espíritu, después que él volverá para estar con ellos, y por fin que el Padre y él vendrán y se quedarán. Esto significa que se trata de una realidad múltiple y a la vez única, Dios.

“Defensor” (paraklêtos) = el que ayuda en cualquier circunstancia; abogado, defensor cuando se trata de un juicio. Se trata de una expresión metafórica. La defensa a la que se refiere no va a venir de otra entidad, sino que será la fuerza de Dios-Espíritu que actuará desde dentro de cada uno. Tiene un doble papel: interpretar el mensaje de Jesús y dar seguridad y guiar a los discípulos. El Espíritu será otro valedor. Mientras estaba con ellos, era el mismo Jesús quien les defendía. Cuando él se vaya, será el Espíritu el único defensor, pero será mucho más eficaz, porque defenderá desde dentro.

“El Espíritu de la verdad”. La ambivalencia del término griego (alêtheia) = verdad y lealtad, pone la verdad en conexión con la fidelidad, es decir con el amor. “De la verdad” es genitivo epexegético; quiere decir, el Espíritu que es la verdad. Jesús acaba de decir que él era la verdad. “El mundo” es aquí el orden injusto que profesa la mentira, la falsedad. El mundo propone como valor lo que merma o suprime la Vida del hombre. Lo contrario de Dios. Los discípulos tienen ya experiencia del Espíritu, pero será mucho mayor cuando esté en ellos como único principio dinámico interno.

No os voy a dejar desamparados. En griego órfanoús=huérfanos se usa muchas veces en sentido figurado. En 13,33 había dicho Jesús: hijitos míos. En el AT el huérfano era prototipo de aquel con quien se pueden cometer impunemente toda clase de injusticias. Jesús no va a dejar a los suyos indefensos ante el poder del mal. Pero esa fuerza no se manifestará eliminando al enemigo sino fortaleciendo al que sufre la agresión, de tal forma que la supere sin que le afecte lo más mínimo.

El mundo dejará de verme; vosotros, en cambio, me veréis, porque yo tengo Vida y también vosotros también la tendréis. La profundidad del mensaje puede dejarnos en lo superficial de la letra. “Dejará de verme” y “me veréis”, no hace referencia a la visión física. No se trata de verlo resucitado, sino de descubrir que sigue dándoles Vida. Esta idea es clave para entender bien la resurrección. El mundo dejará de verlo, porque solo es capaz de verlo corporalmente. Ellos, que durante la vida terrena lo habían visto como el mundo, externamente, ahora serán capaces de verlo de una manera nueva.

Aquel día experimentaréis que yo estoy identificado con mi Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros. Al participar de la misma Vida de Dios, de la que el mismo Jesús participa, experimentarán la unidad con Jesús y con Dios. Es el sentido más profundo del amor (ágape). Ya no hay sujeto que ama ni objeto amado. Es una experiencia de unidad e identificación tan viva que nadie podrá arrancársela. Es una comunión de ser absoluta entre Dios y el hombre. Por eso, al amar ellos, es el mismo Dios quien ama. El amor-Dios se manifiesta en ellos como se manifestó en Jesús.

“El que acepta mis mandamientos y los guarda ese me ama”. Su mensaje es el del amor al hombre y no el del sometimiento. La presencia de Jesús y Dios se experimenta como una cercanía interior, no externa. En (14,2) Jesús iba a preparar sitio a los suyos en el “hogar”, familia del Padre. Aquí son el Padre y Jesús los que vienen a vivir con el discípulo. En el AT la presencia de Dios se localizaba en un lugar, la tienda del encuentro o el templo, ahora cada miembro de la comunidad será morada de Dios. No será solo una experiencia interior; el amor manifestado hará visible esa presencia.

Un versículo después de lo que hemos leído dice: el que me ama cumplirá mi mensaje y mi Padre le demostrará su amor: vendremos a él y permaneceremos con él. Los discípulos tienen garantizada la presencia del Padre y la de Jesús. Esa presencia no será puntual, sino continuada. Dios no tiene que venir de ninguna parte porque está en nosotros antes de empezar a ser. Una vez más se utiliza el verbo “permanecer” que expresa una actitud decidida de Dios. También queda una vez más confirmada la identidad del Jesús con Dios, una vez que ha terminado su trayectoria terrena.

Jesús vivió una identificación con Dios que no podemos expresar con palabras. “Yo y el Padre somos uno.” A esa misma identificación estamos llamados nosotros. Hacernos una cosa con Dios, que es espíritu y que no está en nosotros como parte alícuota de un todo que soy yo, sino como fundamento de mi ser, sin el cual nada puede haber de mí. Se deja de ser dos, pero no se pierde la identidad de cada uno. Esa presencia de Dios en mí no altera para nada mi individualidad. Yo soy totalmente humano y totalmente divino.

 

ALEGRÍA, ESPERANZA, AMOR Domingo 6º de Pascua

 col sicre art


fe adulta

Las lecturas continúan las tres situaciones de la iglesia que comenté el domingo pasado.

Iglesia naciente: modelo de una nueva comunidad

Tras la institución de los diáconos, Lucas cuenta la actividad de uno de ellos, Felipe, que culmina en la fundación de la comunidad de Samaria. Esto le sirve para indicar las características que debería tener cualquier nueva comunidad.

1) No debe excluir a nadie. Felipe se dirige a Samaria, la región más despreciada y odiada por un judío.

2) Felipe predica a Cristo. Los misioneros no proponen una filosofía moral ni una ética; su intención primordial no es reformar las costumbres sino dar a conocer a Jesús.

3) La palabra va acompañada de la acción. Lucas la concreta en signos y prodigios semejantes a los que realizaron Jesús y los apóstoles: curación de todo tipo de enfermos.

4) El fruto de esta actividad es que «la ciudad se llenó de alegría». El evangelio no es un mensaje triste.

5) Sólo falta algo que el diácono Felipe no puede dar: el Espíritu Santo. Eso lo concede la oración de los apóstoles Pedro y Juan, que simbolizan al mismo tiempo con su presencia la unión entre la nueva comunidad y la iglesia madre de Jerusalén.

Iglesia sufriente: calumnias y esperanza

La carta de Pedro menciona el tema de las calumnias que sufrían los primeros cristianos. Recuerdo dos de ellas, tomadas de textos de Tertuliano y Minucio Félix.

Se decía que cuando uno iba a incorporarse a la comunidad e iniciarse en los misterios, se tomaba a un niño muy pequeño, se lo recubría por completo de harina y se lo colocaba sobre una mesa. Cuando el neófito entraba en la sala, le ordenaban golpear con fuerza aquella masa. Él lo hacía, pensando que no se trataba de nada grave. Y golpeaba una y otra vez hasta matar al niño. Entonces, todos se lanzaban sobre el niño muerto para lamer su sangre y repartirse sus miembros, sellando de ese modo la alianza con Dios.

Otra acusación era la del incesto. Según ella, los cristianos se reúnen en sus días de fiesta para celebrar un gran banquete. Acuden con sus hijos, hermanas, madres, personas de todo sexo y edad. La sala está iluminada sólo por un candelabro, al que se encuentra atado un perro. Cuando han comido y bebido abundantemente, ya medio borrachos, excitan al perro tirándole trozos de carne a un sitio al que no puede llegar, hasta que el perro tira el candelabro, se apaga la luz, y todos se abrazan al azar y se entregan a la mayor orgía entre hermanos y hermanas.

En este contexto, la carta de Pedro recomienda:

1) Saber dar razón de nuestra esperanza con mansedumbre y respeto. Es decir, saber explicar qué creemos y esperamos, pero sin usar condenas y descalificaciones.

2) Es mejor padecer haciendo el bien que padecer haciendo el mal.

Esta conducta, humanamente tan difícil, sólo se puede conseguir recordando el ejemplo de Jesús que, siendo inocente, murió por los culpables. E igual que él resucitó, también nosotros recibiremos el premio de nuestra paciencia. 

Iglesia creyente: «obras son amores»

El evangelio, en pocas palabras, reúne temas tan distintos que resulta difícil encontrar un elemento común. No se puede pedir un discurso lógico y ordenado a una persona que se despide de sus seres más queridos poco antes de morir. Destaco tres temas.

1) Este breve fragmento comienza y termina con palabras muy parecidas: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.» «El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama». Como dice el refrán: «Obras son amores, y no buenas razones».

La relación entre el amor y la observancia de los mandamientos es muy antigua en Israel: se remonta al Deuteronomio, donde amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser, se concreta en la observancia de sus leyes, mandatos y decretos. En el caso de Jesús hay una gran diferencia, sus mandamientos se resumen en uno solo: «Esto os mando: que os améis los unos a los otros como yo os he amado».

2) Teniendo en cuenta la proximidad de la fiesta de Pentecostés, son importantes las palabras: «Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros.» Parece una contradicción manifiesta pedir al Padre que nos dé algo que ya vive en nosotros. Son los dos tiempos en los que se mueven a menudo estos discursos: el de Jesús, que mira al futuro y pide al Padre que nos dé un defensor; y el nuestro, que ya hemos recibido el Espíritu y vive en nosotros.

3) La unión plena del cristiano con el Padre y con Jesús. «No os dejaré huérfanos, volveré.» «Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, y vosotros conmigo y yo con vosotros.»

NUNCA ESTAMOS SOLOS Domingo VI de Pascua 14 de mayo Jn 14, 15-21

col lozano art

 

fe adulta

La comprensión de lo que somos aleja definitivamente la soledad, porque lo que somos es uno con todo lo que es. Es cierto que pueden seguir existiendo sentimientos-recuerdos de la soledad vivida, con su mayor o menor carga psicológica. Podrán seguir igualmente activos nuestros condicionamientos psicológicos. Sin embargo, la comprensión nos permitirá resituarnos y conectar con la unidad de fondo.

No se trata de un ser divino que nos acompañaría en todo momento, y en quien podríamos depositar nuestra necesidad de seguridad y de confianza, tal como tiende a pensarse desde un nivel mítico de consciencia.

Los textos evangélicos siguen expresándose en esa dualidad, que percibe el Fondo de lo real como un Dios separado o un Espíritu que nos guía desde fuera. Porque es así como tiende a leerlo la mente y es así como se ha transmitido.

Sin embargo, Dios o el Espíritu no es algo (alguien) separado. Esos términos aluden a nuestra mismidad más profunda, a nuestra identidad más íntima.

No hay soledad posible, porque todo es uno: “Entonces sabréis que yo estoy con el Padre, vosotros conmigo y yo con vosotros”.

La práctica meditativa o el cultivo del silencio mental es un camino privilegiado para, más allá del pensamiento, conectar esa realidad profunda, saborearla y vivirnos desde ella.

¿Frecuento la profundidad en la que me reconozco uno con todo lo que es?

 

LAS COMUNIDADES JOANEAS Jn 14, 15-21

FE ADULTA

comentario editorial fa7

col munarriz

 


«Entonces sabréis que yo estoy con mi Padre, vosotros conmigo, y yo con vosotros»

Sus discípulos, incluido Juan Zebedeo, habían creído en Jesús como el Mesías que había de venir; el ungido, el restaurador de la estirpe de David en todo su esplendor y todo su poder. Por supuesto, sin romanos y con gentes de todo el mundo viniendo a adorar a Yahvé en el Templo de Jerusalén. No olvidemos que tanto Juan como su hermano Santiago, llegaron a pedirle dos carteras ministeriales cuando instaurase su reino…

Pero subieron a Jerusalén y los sacerdotes lo crucificaron por medio de hombres sin Ley (los romanos) y aquella fe que se había mantenido en toda la etapa galilea murió en la cruz. Tras la cruz, sus discípulos tuvieron que dar un salto fundamental en su fe, y, de hecho, las primeras comunidades cristianas surgieron de la firme convicción en la relación estrecha de Dios con el crucificado. Y comenzaron a llamarle “El Señor”; título que lleva implícita esa relación, aunque evita llamarle directamente Dios.

Fue Pedro quien formuló la primera cristología explícita: «Dios estaba con él» (sencilla y asumible por todos), pero las comunidades del “discípulo amado” (tradicionalmente identificado con Juan) fueron más allá, y vieron en Jesús al Logos; la Palabra: «En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios» … Esta fórmula de Juan ponía en escena a dos dioses, el Padre y el Hijo, y tal como era de esperar, su enunciado les enfrentó de forma radical a los judíos —monoteístas netos—, y planteó un grave problema teológico al resto de cristianos; problema que no fueron capaces de afrontar de manera colegiada hasta el concilio de Nicea (325).

Su respuesta fue el dogma de la “Santísima Trinidad”; un dogma fundamental de la Iglesia que recurre a conceptos aristotélicos para tratar de explicar lo inexplicable. Quizá hubiese sido más sencillo admitir nuestra ignorancia; aceptar que la divinidad es inasequible a nuestra razón y que solo mirando a Jesús podemos conocer algo de Dios… pero eran otros tiempos, otra mentalidad y otras circunstancias.

En todo caso, enfrentadas a los judíos y de espaldas al resto de iglesias cristianas, las comunidades joaneas se convirtieron en comunidades herméticas directamente enganchadas a Jesús. Eran carismáticas y muy poco jerárquicas, vivían en unión mística con Jesús, y esto se manifestaba en la comunión en el amor de cada uno con el resto de los miembros de la comunidad. Mantenían una visión tan espiritualizada del cristianismo, que el resto de cristianos no terminaban de entenderles.

Pero murió el discípulo amado y las disputas internas se generalizaron. Una parte de sus miembros cayó en el docetismo, que solo admite la naturaleza divina de Jesús y afirma que su humanidad es mera apariencia. Otra fue presa del gnosticismo (que ya anidaba en su seno hábilmente mimetizado con la fe cristiana) y acabó absorbida por comunidades de ese signo. El resto se integró en alguna de las comunidades paulinas ya interconectadas en una gran red de creyentes extendida a lo largo y ancho del Mediterráneo… y dieron fruto abundante.

 

Miguel Ángel Munárriz Casajús

Para leer el comentario que José E. Galarreta hizo en su momento, pinche aquí