FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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miércoles, 22 de septiembre de 2021

Ha fallecido Andrés Avelino, cura obrero, ex párroco de la parroquia de Pescadores de Algeciras. Ha muerto un testigo vivo de Jesús de Nazaret

 


Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

El Blog de Juan Cejudo

andres avellino5

Falleció anoche a las 12 de la noche en Algeciras.
Andrés y yo hemos convivido muchos años en San Bartolomé, nuestro lugar de estudio. Los dos pertenecíamos al colectivo de curas obreros que, en número de 21 llegamos a estar en la diócesis de Cádiz y Ceuta.
Vivimos el proceso conciliar del Vaticano II y recuerdo que, en aquellos años de ebullición por los cambios que trajo el Concilio, muchos nos afanábamos por leer a los teólogos de más renombre: Hans Küng, Ernesto Cardenal, Leonardo Boff….Nos pasábamos sus libros y sus artículos. Recuerdo que se los pasaba a Andrés y siempre me decía: “Yo sólo leo el Evangelio que tengo en la mesita de noche”, no leo otra cosa. ¡Y bien que se dejó Andrés contagiar por el mensaje de Jesús!
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¿A qué Cristo queremos seguir?

 


Marcelo Barros

Encuentro(s) para el buen vivir

Marcelo Barros2

¿Crees que si estuvieras cuidando a alguien así, te angustiarían los problemas que me has contado?
La perspectiva era la de un profeta que sabía lo que le esperaba y no tenía forma de escapar de ello.
Recibir a un niño pequeño es responsabilizarse de él. Es cuidar de él en todos los aspectos. Cualquiera que sea padre sabe lo que eso significa.
El evangelio concluye diciendo que los discípulos aún no entendían nada, pero tenían miedo de preguntar o cuestionar a Jesús.
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Canadá: el “genocidio cultural” de los aborígenes

 


Jesús Martínez Gordo

Atrio

El sábado invitábamos a oír a la superviviente Geraldine en un estremecedor Tiempo de Fuga. Hoy recogemos esta información y opinión publicada por Jesús en El Diario Vasco del domingo. AD.
Durante los pasados meses de junio y julio Canadá se ha tenido que confrontar, de nuevo, con la política asimilacionista de los pueblos indígenas que implementó a lo largo del siglo XX. La espoleta ha sido el descubrimiento de restos, no identificados, de casi mil niños indígenas en internados gestionados por instituciones católicas: 215 en el de Kamloops (Columbia Británica) y 751 en el de Marieval (Saskatchewan). La ola de indignación ha sido inmediata: ocho iglesias incendiadas; otras diez sometidas a actos vandálicos y derribo de las estatuas de las reinas Victoria de Inglaterra e Isabel II.
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En el Mes de la Biblia, fallece uno de los más insignes biblistas chilenos, el teólogo Pablo Richard

 


Religión Digital

Fue uno de los teólogos que más aportó para que las comunidades cristianas del mundo pobre
Familiares en Chile confirmaron el fallecimiento del sacerdote Pablo Richard Guzmán, quien ejercía su ministerio desde hace cerca de 40 años
El sacerdote Sergio Torres, uno de sus cercanos amigos y con quien Pablo Richard compartió diferentes pr oyectos, declaró a Kairós News sentirse muy dolido por la partida de su amigo
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Mi caldera de gas y el Reino de Dios

 


Juan Carlos Prieto Torres

Alandar

El Reino de los cielos se parece a un hombre o a una mujer que tenía una caldera de gas. Bien podría empezar así una de las parábolas actuales de Jesús de Nazaret.
Se preguntarán a qué viene esta comparación con elementos de la vida cotidiana. El motivo es que un día, hace unos meses al fijarme en la pantalla de la caldera había un número y una letra parpadeando. No indicaban la temperatura sino un error. Después de consultar el manual, con la intención de poder solucionarlo, un asterisco me advertía de que debía llamar a un profesional pues había una obstrucción. Mi gozo en un pozo por no poder resolverlo de inmediato y porque cuando puedo arreglar algo evito que alguien tenga que invertir tiempo y energías en ello.
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Quién es Carlos Lesmes y por qué no ha dimitido como presidente del Poder Judicial

 


Ignacio Escolar

eldiario

Lesmes lleva casi cuatro décadas de carrera profesional. Pero más de dos tercios de ese tiempo ha ejercido en puestos a los que ha llegado con el apoyo del PP. Ha sido un largo ascenso hasta la cumbre de la Justicia, de un cargo a otro, siempre apoyado por una red de favores cruzados: hoy por ti, mañana por mí
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial cobra 142.000 euros al año, más chófer, más secretarias, más dietas. Es uno de los sueldos más altos de la Administración: un 40% más que el presidente del Gobierno, por comparar. Pero la razón por la que Carlos Lesmes lleva casi tres años con el mandato caducado y no ha dimitido todavía, aunque fuera por dignidad, no solo tiene que ver con las condiciones materiales objetivas. Es algo más.
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Cardenal Paulo Evaristo Arns, en la senda de la teología de la liberación

 


Juan José Tamayo

Amerindia

Tamayo4

El 14 de diciembre de 2016 fallecía, colmado de años -95- y de virtudes –la más importante, la opción por las mayorías empobrecidas-, el cardenal franciscano brasileño Dom Paulo Evaristo Arns, obispo auxiliar y arzobispo de Sâo Paulo durante más de treinta años (1966-1998). El 14 de septiembre pasado hemos celebrado el centenario de su nacimiento, efemérides que me permite hacer memoria de una de las grandes figuras de la Iglesia católica durante la segunda mitad del siglo XX y los comienzos del siglo XXI, que brilló con luz propia en los diferentes campos del saber y de la vida religiosa y política de su país y de América Latina.
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Víctimas de inundaciones en México y personas detenidas injustamente

 


  • Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano

    Vatican News

    Papa Francisco 12

    Tras rezar el Ángelus Francisco se refirió a las víctimas de las inundaciones en el Estado mexicano de Hidalgo, a las personas privadas de libertad en el extranjero y al 175º aniversario de la aparición de la Virgen en La Salette
    Después de la oración mariana, el pensamiento del Papa Francisco se dirigió a las víctimas de las inundaciones en el Estado de Hidalgo, en México. El Santo Padre recordó de manera especial a los enfermos, fallecidos hace quince días en un hospital. La tragedia se produjo tras el desbordamiento del río Tula debido a las lluvias torrenciales. La inundación del hospital y la interrupción de la electricidad provocaron la desconexión de los equipos que salvan vidas.
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  • ¿Apostasía o nulidad bautismal?

     PEPE MALLO

    Redes Cristianas

    No hay que solicitar la apostasía. Hay que exigir la nulidad del bautismo
    A raíz de la reciente aparición de unos artículos sobre la “Apostasía”, quiero aportar mi pizca de paja a la común reflexión, reeditando una sugerencia que publiqué en marzo de 2008, en el blog “Humanismo sin Credos”. Espero que esta “segunda edición” llegue a lectores que no “enredaban” por aquellas fechas. Ahí queda eso.

    Recientemente han aparecido dos noticias que se me antojan muy relacionadas entre sí. Una, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que ha reconocido el derecho de unos padres a objetar de conciencia la asignatura de Educación para la Ciudadanía. La otra, la iniciativa del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid que pone en marcha un servicio municipal que tramitará gratuitamente solicitudes de apostasía “a los vecinos que vean vulnerados sus derechos fundamentales”. Me apoyo en la primera para comentar la segunda.

    No cabe duda de que la sentencia del Tribunal de Justicia ha sido bien recibida por ciertos sectores de la sociedad, llamémosles “filoeclesiales”, que desde el principio han rechazado la EpC. No entro en la polémica de si la sentencia de marras contradice o no la doctrina del Tribunal Constitucional. Doctores tienen la santa madre Judicatura. Sí constato que, según fuentes, los padres del niño en cuestión, que forman parte de las Comunidades de los Kikos, contactaron con el “Foro de la Familia” que sirvió de intermediario y les facilitó un abogado gratuito. Dos datos, pues. Uno, el reconocimiento del derecho a la objeción de conciencia. Dos, un organismo representativo que les apoya.

    Paralelamente se produce el mismo contexto en el caso de las solicitudes de apostasía. Una institución, en este caso “municipal”, favorece y agiliza los trámites para hacer valer el mismo derecho a la objeción de conciencia con respecto al bautismo. Ocurre que, en el primer caso, los “valores” para la objeción son “morales” (“mi religión no me lo permite”); en el segundo caso son “constitucionales” (derecho inexcusable a la libertad religiosa).

    Apostatar de la religión es un derecho personal, inalienable y libre. El bautismo, en la inmensa mayoría de los sacramentados, ha supuesto una obligación para la persona sin haber contado con su consentimiento y adhesión. Sin embargo, la Iglesia viene prolongando cuando no entorpeciendo los trámites para llevar a cabo esta opción libre y responsable de renuncia. A decir verdad, el conflicto no es tanto de actitudes como burocrático. Quien no quiera ser cristiano, con dejar de practicar y desentenderse de la religión ya ha “apostatado” de hecho. Otra cosa es desear que no quede constancia de su bautismo, por derecho.

    Yo estoy bautizado, y espero estarlo por toda mi eternidad. “Oficialmente” no he renegado (aunque en varias ocasiones sí me han “bautizado” con ese apodo), ni pienso hacerlo. Al fin y a la postre me considero acechado, controlado y fichado informáticamente por todos los intersticios de la sociedad, con toda clase de sistemas “microsof-isticados”; y hasta me noto espiado en mis correrías por invisibles “gepeeses”. Y ciertamente la que menos me “fiscaliza” es la Iglesia. Por tanto, mi proceder, como mucho, supondría un gesto testimonial.

    Pero mi gran problema no es burocrático. Es ontológico, existencial. Porque, vamos a ver. Nací con el “estigma satánico” del pecado original (infundido, según algunos escolásticos, en el momento de la fecundación. (¡Qué paradoja: un acto de amor se convierte en diabólico! Mira que somos los humanos: por un momento de placer, entregamos al demonio el alma de nuestros hijos…). A los pocos días, me “lavaron” con el agua sagrada del bautismo, y esa “huella diabólica originaria” desapareció ipso facto. Pero, como contrapartida, en el mismo rito, me “signaron” con otra marca, ésta “indeleble”, como un sacrosanto tatuaje espiritual. ¿En razón de qué, si yo no solicité tal etiqueta?

    Según la teología paulina, el bautismo viene a ser el sello, la rúbrica de “propiedad particular” de Dios. Algo así como la “marca” que Yahvé estampó en la frente de Caín para que nadie más que El pudiera vengar la muerte de Abel; y si alguien lo hiciera, Yahvé lo vengaría “siete veces”. O como la identificación de los esclavos marcados a fuego con el “hierro” de su señor. Y aquí radica mi ontológica duda. ¿Ese estigma no se puede “eliminar”? Porque ¿y si yo, en la actualidad ya adulto, consciente, libre y responsable de mis opciones, quiero “des-marcarme” de Dios y de la Iglesia? ¿Quién y cómo hará desaparecer de mí esta “marca bautismal” ya suturada y cicatrizada? No se trata de una retractación o arrepentimiento, no; sino de actualizar por derecho una “elección personal” no ejercida anteriormente.

    De nada me aprovecharía ir a la parroquia a que me “tachen” y tiren mi partida de bautismo a la papelera de reciclaje, porque, aunque lo hicieran, el estigma, el sello, la marca de Dios, como la de Caín, no quedaría erradicada en mí. (Y digo yo, si Dios eximió de esta “original marca satánica” a María, madre de Jesús, ¿no podría haberlo hecho con todos los humanos? Es de entender, era su hijo; y nosotros éramos esclavos.)

    Produce extrañeza, cuando no desconcierto, que la Iglesia reconozca y ratifique con tanta facilidad las “anulaciones matrimoniales” y no considere la legitimación de las “anulaciones bautismales”. Los dos son sacramentos. Excepto “rato y no consumado”, todas las demás alegaciones que se aducen para la invalidez del sacramento del matrimonio son adecuadas para la anulación del sacramento del bautismo: Inconsciencia, inmadurez e irresponsabilidad, incapacidad para tomar decisiones de por vida, carencia de autonomía, imposición, coacción, presión religiosa y social…

    ¿Por qué no reivindicar y promover esta moción?

    Conclusión: No hay que solicitar la apostasía. Hay que exigir la nulidad del bautismo.

    ¿Apartheid en el siglo XXI?

     


    María Landi Montevideo

    NºÉxodo 158

    Palestina2

    Introducción
    En mayo pasado el mundo asistió a una nueva escalada violenta en el territorio de Palestina-Israel.La desigual confrontación entre los cohetes de fabricación artesanal de la resistencia palestina y los bombardeos masivos con aviones F16 israelíes dejó un saldo de 11 israelíes y 250 personas palestinas muertas (67 de ellas, niñas y niños), además de inmensa destrucción de viviendas, edificios e infraestructura civil en Gaza.
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    ¿Y si Dios fuera Ateo?

     


    Juan Zapatero Balleteros

    Eclesalia

    Alguien dijo en su día “Si las vacas pudieran imaginar a Dios, lo imaginarían en forma de vaca”. Y es que parece ser que existe una tendencia innata a que la persona imagine con forma humana todo ser espiritual o materialmente invisible. De hecho, ya en el siglo V antes de Cristo, el filósofo griego Jenófanes de Colofón criticaba la concepción antropomórfica que se tenía de los dioses, representados siempre con formas humanas diversas.
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    La confesión del Cardenal Jorge Urosa

     


    Óscar Fortin

    Humanismo en Jesús

    Victima del virus covid-19, el cardenal encuentra suficiente energía para dirigirse al pueblo venezolano para expresarle el amor que le tiene y el deseo que un día le llegue la libertad y la paz.
    Se trata de un cardenal que se ha comprometido bastante en el conflicto interno entre el Episcopado y el Gobierno. Es normal que los puntos de vista al respecto se expresen.
    A base de su propia ideologia política neo-liberal se hizo aliado de las oligarquías nacionales y de EE.UU. que no aguantaba un gobierno socialista en Venezuela.
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    Domingo 26 de Septiembre 26º Ordinario Cosme y Damián (303)

     KOINONIA

    Una clave de comprensión para las lecturas de este domingo: «Nadie puede ser excluido de un servicio que se realiza en nombre de Dios».

    En medio de las tradiciones del pueblo israelita por el desierto, el libro de los Números nos presenta el relato del «reparto» del espíritu de Moisés, entre setenta miembros del pueblo. La intención es que Moisés no tenga que llevar la carga solo. Con esta decisión de Yavé, la responsabilidad queda repartida: cada uno de quienes han recibido «parte» del espíritu que estaba en Moisés debería ser profeta en el pueblo. Ahora bien, tendríamos que atenernos al contexto para intuir qué características implicaba la tarea de estos personajes. IR A LA PÁGINA

    26 Tiempo ordinario – B (Marcos 9,38-43.45.47-48) LUCHAMOS POR LA MISMA CAUSA

     JOSÉ Antonio PAGOLA

    Con frecuencia, los cristianos no terminamos de superar una mentalidad de religión privilegiada que nos impide apreciar todo el bien que se promueve en ámbitos alejados de la fe. Casi inconscientemente tendemos a pensar que somos nosotros los únicos portadores de la verdad, y que el Espíritu de Dios solo actúa a través de nosotros.

    Una falsa interpretación del mensaje de Jesús nos ha conducido a veces a identificar el reino de Dios con la Iglesia. Según esta concepción, el reino de Dios solo se realizaría dentro de la Iglesia, y crecería y se extendería en la medida en que crece y se extiende la Iglesia.

    Y sin embargo no es así. El reino de Dios se extiende más allá de la institución eclesial. No crece solo entre los cristianos, sino entre todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que hacen crecer en el mundo la fraternidad. Según Jesús, todo aquel que «echa demonios en su nombre» está evangelizando. Todo hombre, grupo o partido capaz de «echar demonios» de nuestra sociedad y de colaborar en la construcción de un mundo mejor está, de alguna manera, abriendo camino al reino de Dios.

    Es fácil que también a nosotros, como a los discípulos, nos parezca que no son de los nuestros, porque no entran en nuestras iglesias ni asisten a nuestros cultos. Sin embargo, según Jesús, «el que no está contra nosotros está a favor nuestro».

    Todos los que, de alguna manera, luchan por la causa del hombre están con nosotros. «Secretamente, quizá, pero realmente, no hay un solo combate por la justicia –por equívoco que sea su trasfondo político– que no esté silenciosamente en relación con el reino de Dios, aunque los cristianos no lo quieran saber. Donde se lucha por los humillados, los aplastados, los débiles, los abandonados, allí se combate en realidad con Dios por su reino, se sepa o no, él lo sabe» (Georges Crespy).

    Los cristianos hemos de valorar con gozo todos los logros humanos, grandes o pequeños, y todos los triunfos de la justicia que se alcanzan en el campo político, económico o social, por modestos que nos puedan parecer. Los políticos que luchan por una sociedad más justa, los periodistas que se arriesgan por defender la verdad y la libertad, los obreros que logran una mayor solidaridad, los educadores que se desviven por educar para la responsabilidad, aunque no parezcan siempre ser de los nuestros, «están a favor nuestro», pues están trabajando por un mundo más humano.

    Lejos de creernos portadores únicos de salvación, los cristianos hemos de acoger con gozo esa corriente de salvación que se abre camino en la historia de los hombres, no solo en la Iglesia, sino también junto a ella y más allá de sus instituciones. Dios está actuando en el mundo.


    LA VERACIDAD A TRAVÉS DE LOS HECHOS DOMINGO 26º T.O. (B) (Mc 9,37-42)


    col paret

     FE ADULTA


    “El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te hace caer, córtatela”.

    A nivel profundo nos comunicamos cuando expresamos vivencias o sentimientos; sólo entonces somos veraces. No basta afirmar verdades, sino ser veraces. La verdad está ligada a la conciencia, a la persona. Somos veraces en la medida que nos revelamos o nos entregamos, en tanto nos expresamos libremente.

    Sin embargo, según el pensamiento occidental, el conocimiento consiste en extraer, separar de las cosas su esencia inmutable. Así, la verdad es lo que capta la mente en actitud distanciada, separada. 

    Ese tipo de conocimiento se ha alejado del modo de entender la verdad y de expresar la veracidad. Verdad equivale en la Biblia a fidelidad y se comprueba a través de los hechos. Es decir, la verdad no sólo se piensa sino que se hace, se practica. Se logra con fidelidad, en actitud comprometida.

    Jesús fue veraz porque hizo/practicó la verdad. Incluso afirmó de sí mismo: "Yo soy la verdad". Amó hasta el extremo a su Abbá y se entregó por la justicia del Reino. A nivel humano le costó muy caro.

    ¿Quién de nosotros hoy, está dispuesto a practicar así la verdad? ¿Quiénes de los que ejercen el poder y poseen los recursos y los métodos para decir y practicar la verdad en este mundo desgarrado y dividido se dejan la vida construyendo verdad?: personas importantes, influyentes, políticos y gobiernos incapaces de llegar a consensos y ponerse de acuerdo con los opositores en temas esenciales para la normal convivencia de un país (educación, justicia, eutanasia, inmigración, mercantilización de los cuerpos de las mujeres, el paro, el desempleo...), clérigos que han ocultado el sufrimiento vivido por menores a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un número notable de éstos y personas consagradas, cristianos anónimos que decimos seguir a Jesús y no practicamos la justicia que Dios quiere.

    En la primera lectura Moisés se lo recuerda a su ayudante Josué. “¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!”. El espíritu de Dios es luz y fuerza. El que lo recibe, sea quien sea, es su testigo en este mundo opaco y atormentado. Es don gratuito no para propio provecho sino para el servicio a los demás.

    Sin embargo, no parecen abundar los Moisés (o las Miriam) que son testigos del espíritu. Seguimos, por poner un ejemplo, en la confrontación, en las discrepancias irreconciliables, en las mezquinas separaciones, en los nacionalismos excluyentes y manipuladores de la historia, en las medias verdades... mientras la humanidad está al borde del abismo en desigualdad económica y social, en violencia de todo tipo, en la degradación de la tierra y de los mares, en la droga que arruina y deshumaniza a los jóvenes o en el ínfimo esfuerzo pedagógico para superar los períodos negros de la historia que han provocado tanto desencuentro y tanta discordia.

    Deberíamos evitar escandalizar o servir de tropiezo a aquellos que, aun sin saberlo, "no están contra nosotros". El espíritu de Dios penetra hondamente en el ser humano y conlleva la disponibilidad para la lucha concreta y determinada. Eso significa comprometerse en las causas urgentes y cotidianas que afectan a millares de personas.

    "Si tu ojo, tu mano o tu pie te hace caer... córtatelo!", porque también nosotros contribuimos a esa porción que obstaculiza el Reino, aquí y ahora.

    Más allá de esa brecha que se empeñan en agrandar y profundizar, estamos llamados unos y otros a hacer emerger esos pequeños milagros de cada día. Si se me permite, en el documento preparatorio del Sínodo, bajo el lema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, se destacan, entre otros[1]:

    - reconocer y apreciar la riqueza y la variedad de los dones y de los carismas que el Espíritu distribuye libremente, para el bien de la comunidad y en favor de toda la familia humana;

    - examinar cómo se viven en la Iglesia la responsabilidad y el poder, y las estructuras con las que se gestionan, haciendo emerger y tratando de convertir los prejuicios y las prácticas desordenadas que no están enraizadas en el Evangelio;

    - sostener la comunidad cristiana como sujeto creíble y fiable en caminos de diálogo social, sanación, reconciliación, inclusión y participación, reconstrucción de la democracia, promoción de la fraternidad social;

    - la “tragedia global” de la pandemia del coronavirus, ha hecho detonar las desigualdades y las injusticias ya existentes: la humanidad aparece cada vez más sacudida por procesos de masificación y de fragmentación; la trágica condición que viven los migrantes en todas las regiones del mundo patentizan cuán fuertes son aún las barreras que dividen la única familia humana”, como ya se encargó de señalar Francisco en Laudato Si y Fratelli Tutti.

    El texto trata de articular una respuesta que sirva para todos los rincones del mundo, el caminar “junto a la entera familia humana”, con otras religiones, los alejados o el mundo de la política, la cultura, la economía o la sociedad civil.

    La finalidad del Sínodo, no es producir documentos, sino «hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza, vendar heridas, entretejer relaciones, resucitar la esperanza, aprender unos de otros, y crear un imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las manos».

    Hacer realidad ese anhelo: Que sepamos vivir, amar y respetar en tu nombre.

    Shalom!

    [1] RD, 07.09.2021, Jesús Bastante

     

    TODO GUETO ES UN EGOÍSMO AMPLIFICADO Mc 9,38-48

    FE ADULTA

    col fraymarcos

     


    El texto de hoy es continuación inmediata del que leímos el domingo pasado. Es Juan el que, sin hacer mucho caso a lo que acaba de decir Jesús, salta con una cuestión al margen de lo que se viene tratando en el evangelio. Este texto tiene un significado aún más profundo si recordamos que, en este mismo capítulo (Mc 9,14-29), justo antes del episodio que hemos leído el domingo pasado, se cuenta que los discípulos no pudieron expulsar un demonio.

    Una vez más, Jesús tiene que corregir su afán de superioridad. Siguen empeñados en ser ellos los que controlen el naciente movimiento en torno a Jesús. Con el pretexto de celo, buscan afianzar privilegios. Seguramente se trata de un problema, planteado ya en la primitiva comunidad donde se escribe el evangelio. El resto de lo que hemos leído no es un discurso, sino una colección de dichos que pueden remontarse a Jesús.

    No es de los nuestros. El texto griego dice: “porque no nos sigue a nosotros”. Este pequeño matiz podría abrirnos una perspectiva nueva en la interpretación. Solo pronunciar esta frase, supone alguna clase de exclusión y una falta de compresión del evangelio. Todo lo que nos hace diferentes como individuos es accidental y anecdótico. Unirnos a un grupo con la intención de ser superiores y más fuertes es un egoísmo amplificado.

    Muchas veces me habéis oído hablar de las contradicciones del evangelio; pues hoy lo vemos con toda claridad. (Mt 12,30) dice exactamente lo contrario de lo que acabamos de oír a Mc: “El que no está con nosotros está en contra nuestra, y el que con nosotros no recoge, desparrama.” En Lucas encontramos las dos fórmulas, (10,50) y (11,23); así que no hay manera de desempatar. No hay contradicción, solo son contextos distintos.

    La contradicción es aparente. El mensaje del Jesús no se puede meter en conceptos. La razón necesita crear opuestos para poder explicar la realidad. Solo se puede entender lo que es el frío en contraposición con lo que es el calor. Se entenderá lo que es el color blanco, solo cuando se tenga la idea de negro. La luz solo se puede comprender si tenemos en cuenta la oscuridad. Para poder afirmar algo como verdadero, tenemos que considerar lo opuesto como falso. En el orden espiritual las contradicciones quedan superadas en la unidad.

    El que no está conmigo está contra mí, se refiere a que la pertenencia al Reino. Es una opción personal, no es lo natural, no viene dada por el ADN. Hay que hacer un verdadero esfuerzo por descubrirlo y entrar en él. Recordad las frases del evangelio: “El reino de los cielos padece violencia y solo los esforzados lo arrebatan”; y “estrecha y angosta es la senda que lleva a la vida y pocos dan con ella”. Para entrar en el reino hay que nacer de nuevo.

    El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Quiere decir que del Reino no se excluye a nadie. Todo el que busca el bien del hombre, está a favor del Reino, que predica Jesús. Solo queda fuera el egoísta que rechaza al otro. La posesión diabólica era el paradigma de toda opresión. Expulsar demonios era el paradigma de toda liberación. Jesús anuncia un Dios que es amor y que no excluye a nadie, ni siquiera a los pecadores.

    La pretensión de exclusividad ha hecho polvo las mejores iniciativas religiosas de todos los tiempos. Considerar absoluta cualquier idea de Dios como si fuera verdad definiti­va es la mejor manera de entrar en el integrismo, fanatismo e intransigen­cia. Monopolizar a Dios es negarlo. Poner límites a su amor es ridiculizarlo. Nuestra religión ha ido más lejos que ninguna otra en esa pretensión de verdades absolutas y excluyentes. Recordad: fuera de la Iglesia no hay salvación. Fuera de la Iglesia hay salvación. A veces, más que dentro de ella.

    En una ocasión en que no los recibieron en Samaría, Santiago y Juan dicen a Jesús: ¿Quieres que mandemos bajar fuego del cielo para que les destruya? Jesús les dice: no sabéis de qué espíritu sois. Seguimos sin enterarnos del espíritu de Jesús. Seguimos pretendiendo defender a Dios, sin darnos cuenta de que estamos defendiendo nuestros intereses. No se trata de tolerar lo malo que hay en los otros. Se trata de apreciar en ellos lo que hay de bueno.

    Entre el episodio de la primera lectura y el que nos narra el evangelio hay doce siglos de distancia, pero la actitud es idéntica. Desde que se escribió el evangelio hasta hoy han pasado veinte siglos, y aún no nos hemos movido ni un milímetro. Seguimos esgrimiendo el “no es de los nuestros”. Todo aquel que se atreve a disentir, todo el que piense o actúe de modo diferente sigue excluido. Incluso arremetemos contra todo el que se atreve a pensar.

    El espíritu de Jesús va mucho más allá de lo que abarca el cristianismo oficial. Se ha acuñado una frase, “patrimonio de la humanidad”, que se podía aplicar a Jesús. Jesús no es propiedad de la Iglesia. El mensaje de Jesús no se puede encerrar en ninguna iglesia. Jesús intentó que todas las religiones descubriesen que el único objetivo de todas ellas es hacer seres cada vez más humanos. Cualquier religión que no tenga esa meta es simplemente falsa.

    De la misma manera que la mente racional potenció el yo para garantizar la subsistencia biológica, el ser humano ha ido creando guetos que potencian ese objetivo de seguridad. Desde la familia a la nación, todas las instituciones tienen como objetivo que nos sintamos más seguros. La socialización ha sido un medio para el progreso humano y debe seguir siéndolo, pero se convierte en el mayor enemigo del hombre si se utiliza para ir contra los demás.

    Para los seres humanos ha sido mucho más nefasta la idolatría teísta que el ateísmo. Las mayores barbaridades de la historia se han cometido en nombre de dios. Es un ídolo el dios que hace diferencia entre buenos y malos; el dios que depende de lo nosotros hagamos para estar de nuestra parte o en contra nuestra. Ese dios nos tranquiliza, porque si él hace eso, está justificado que nosotros estemos a favor de los nuestros y en contra de los que no lo son.

    Que en el evangelio de Marcos, la causa de Jesús no coincida con la causa del grupo, es un toque de atención para nosotros. Jesús no es monopolio de nadie. Todo el que está a favor del hombre está con Jesús. Todo el que trabaja por la justicia, por la paz, por la libertad, es cristiano. Nada de lo que hace a los hombres más humanos es ajeno a Jesús. Es inquietante que todas las religiones hayan sido causa de las mayores divisiones y guerras.

     

    Meditación

    Aunque alguien se empeñe en estar en contra nuestra,
    nosotros nunca debemos estar contra nadie.
    Mi actitud no debe depender de la actitud el otro.
    Si aún me cuesta aceptar al otro tal cual es,
    es señal de que aún no he comprendido el evangelio.
    Estoy esperando que cambie él para sentirme yo bien.

     

    DE AMIGOS Y ENEMIGOS Domingo XXVI

     col sicre artFE ADULTA


    Jesús enseñaba a menudo a base de frases breves, que se pueden memorizar fácilmente; por ejemplo: «El Hijo del Hombre no ha venido a llamar a los justos sino a los pecadores». Los evangelistas reunieron más tarde esas frases, agrupándolas por el contenido o por alguna palabra clave que se repetía. Para comprender la primera enseñanza de hoy («el que no está contra nosotros está a favor nuestro», conviene comenzar recordando lo que cuenta la lectura del Antiguo Testamento.

    Los celos de Josué y la amplitud de miras de Moisés (Números 11,25-29)

    Este episodio se ha elegido porque recuerda bastante a lo que cuenta el evangelio. Durante la etapa por el desierto, Moisés se queja a Dios de que el pueblo es muy numeroso para que pueda él encargarse de todos los problemas. El Señor le responde que elija a setenta ancianos; hará bajar sobre ellos el espíritu y le ayudarán a cumplir su tarea. Así ocurre. Dos de los elegidos, Edad y Medad, no se presentan (siempre hay gente despistada y que llega tarde o no llega), pero más tarde empiezan a profetizar en el campamento. Josué, indignado, pretende que Moisés se lo prohíba. Pero la reacción de este es muy distinta de la que imaginaba.

    El deseo de Moisés no se cumplirá de inmediato. Lo recogerá el profeta Joel, que anunciará la venida del Espíritu sobre hijos e hijas, ancianos y jóvenes, siervos y siervas (Joel 3,1-2), Y se hará realidad el día de Pentecostés.

    Los celos de Juan y la corrección de Jesús (Marcos 9,38-43)

    Josué, aunque indignado, no se atreve a prohibir a Eldad y Medad que profeticen. Juan es distinto, más radical e impulsivo. Con razón les puso Jesús, a él y a su hermano, el sobrenombre de «los hijos del trueno»). Por eso, le impide actuar al que expulsa demonios en nombre de Jesús, y se lo comenta lleno de orgullo.

    Jesús, en vez de elogiar esa conducta, les hace caer en la cuenta de que han actuado de forma poco lógica: quien hace un milagro en nombre de Jesús no hablará mal de él. Luego añade una enseñanza general. Frente a la postura de ver enemigos por todas partes, enseña a ver amigos: «Quien no está contra nosotros, está a favor nuestro.»

    ¿Por qué han actuado los discípulos de ese modo? Si relacionamos el evangelio con la primera lectura de hoy, el motivo serían los celos; con el agravante de que Josué le dice a Moisés que se lo prohíba, mientras que los discípulos se atribuyen el poder de prohibir, sin contar primero con Jesús. El fallo de los discípulos radicaría en ese celo injustificado y algo mezquino.

    Sin embargo, conviene tener en cuenta otra posible interpretación. Los discípulos justifican su conducta aduciendo que ese individuo «no viene con nosotros». Según ellos, hay que excluir a todo el que no los acompañe.

    Debemos recordar que Jesús era un predicador itinerante, acompañado de los doce, de un grupo de mujeres y de otros discípulos más. Este grupo, muy radical, había renunciado al domicilio estable, a la familia y a las posesiones. En el contexto de esta vida tan dura, de tanta renuncia para seguir a Jesús, se entiende la insistencia de Juan y los discípulos en que ese «no viene con nosotros». No ha renunciado al domicilio estable, a la familia, a las posesiones, pero se permite echar demonios en nombre de Jesús.

    Otras enseñanzas de Jesús (Mc 9,45.47-48).

    Como ocurre a menudo, el evangelista aprovecha un episodio para introducir otras enseñanzas breves de Jesús. En este caso encontramos una que completa lo anterior, sobre los amigos, y otras que desvelan quién es el auténtico enemigo.

    El valor de un vaso de agua (9,41)

    El episodio anterior terminaba con la enseñanza: “Quién no está contra nosotros está a nuestro favor”. Esta frase da un paso adelante. Habla del que toma una postura positiva ante los seguidores del Mesías, simbolizada en el gesto de dar un vaso de agua.

    El peligro de poner trampas a otros y a mí mismo (9,42-48)

    En griego, el sentido básico de «escándalo» es el de «trampa», la tendida en el suelo, que hace caer a una persona o a un animal. Si recordamos que la vida cristia­na es un seguimiento de Jesús, un caminar detrás de él, se comprenden los dos peligros de los que habla el evangelio:

    a) Poner trampas a los pequeños (9,42)

    Estas palabras resultan enigmáticas, porque no queda claro a quién se dirigen. ¿Quién puede escandalizar? ¿Un cristiano, o una persona ajena a la comunidad (escriba, fariseo, saduceo, pagano)? ¿Quiénes son los pequeños que creen: un grupo dentro de la comunidad o todos los cristianos? La historia de la iglesia y la vida corriente demuestran que todos los casos son posibles. El tropiezo puede ponerlo una persona no cristiana, con sus críticas y ataques a Jesús y su mensaje. Pero también cualquier actitud nuestra, cualquier palabra, que aparta a otros del seguimiento de Jesús, de la forma de vida que él propone, cae bajo su condena.

    El gran peligro del escándalo no son solo las revistas porno­gráficas, las películas violentas, la droga, sino tantas cosas que se aceptan con naturalidad dentro de la Iglesia (lujo, vanidad, ambición, prestigio), incluso a los más altos niveles. Los casos de pederastia, que tanto angustian ahora a la iglesia, son un ejemplo actual de ese escándalo de los pequeños que, por ese motivo, como ha recordado recientemente el Papa Francisco, han dejado de creer en Jesús.

    Jesús deja muy clara la gravedad del pecado al hablar de la condena que merece: ser arrojado al mar con una enorme piedra atada al cuello. Se refiere a la piedra superior del molino grecorromano, que giraba tirada por un asno, un caballo o un esclavo. Tirar al mar o al río era un castigo especialmente cruel, ya que el cadáver quedaba insepulto, algo terrible en la mentalidad judía y griega.

    Estas palabras tan duras plantean un serio problema: ¿carece de perdón el escándalo? ¿No basta el arrepentimiento y la penitencia, ni siquiera de por vida? Negar la posibilidad de perdón iría en contra del evangelio. Pablo, que fue motivo de escándalo para tantos cristianos, no fue arrojado al mar con una piedra al cuello. Entregó su vida a propagar la fe en Jesús.

    b) Ponerme trampas a mí mismo (9,43-48)

    Las diversas posibilidades las enumera Mc hablando de la mano, el pie y el ojo. Jesús ha dicho en otra ocasión que el peligro viene del interior del hombre. Ahora, esas tendencias negativas se ponen en marcha a través de lo que hacemos (la mano), del sitio al que nos dirigimos (pie), de lo que miramos (ojo). Sugerencias para hacer un examen de conciencia.

    Para dejar clara la gravedad de lo que puede ocurrir, Jesús exhorta a cortar la mano o el pie, o sacarse el ojo. Estas palabras no hay que interpretarlas al pie de la letra, porque después de habernos cortado una mano y un pie, y habernos sacado un ojo, surgirían nuevas tentaciones y necesitaríamos seguir con la otra mano, el otro pie y el otro ojo. Y no entraríamos en la vida mancos, cojos y tuertos, sino ciegos y sin ningún miembro.

    En el caso anterior, el castigo era sumergir en el mar; aquí, ir a parar a la gehenna, «al fuego inextinguible», «donde el gusano no muere y el fuego no se apaga». La gehenna como lugar de castigo se basa en la tradición apocalíptica judía; el gusano y el fuego, en unas palabras del libro de Isaías. A los pintores y a los predicadores les han dado materia abundante de inspiración, a menudo desbocada.

    Reflexión final

    En pocas palabras da Marcos abundante materia de reflexión y de examen sobre nuestra actitud ante los demás y ante nosotros mismos: ¿excluimos a quienes nos van con nosotros, a quienes consideramos que no viven un cristianismo tan exigente como el nuestro? ¿Valoramos el gesto pequeño de dar un vaso de agua, o nos escudamos en la necesidad de grandes gestos para terminar no haciendo nada? ¿Pongo obstáculos a la fe de la gente sencilla o de los menos importantes dentro de la iglesia? ¿Me voy tendiendo trampas que me impiden caminar junto a Jesús?

     

    ETNOCENTRISMO Y PLURALISMO Domingo XXVI del Tiempo Ordinario 26 de septiembre Mc 9, 38-48

    col lozano art

     

    FE ADULTA

    Podría decirse que un signo claro de avance de nuestra especie es el paso de una consciencia etnocéntrica a otra mundicéntrica. La primera, que ha imperado durante siglos y todavía perdura en gran medida, se caracteriza por una visión que gira alrededor del propio grupo (tribu, etnia, raza, pueblo, partido, ideología…), que es absolutizado, como referencia única de verdad y de bondad. Es verdadero lo que el grupo cree y es bueno lo que lo beneficia.

    Mientras las personas se hallan en este nivel de consciencia, el diálogo es prácticamente imposible. Tanto la cerrazón al diálogo como el juicio y la descalificación del otro no nacen de la “maldad” de las personas, sino que son consecuencia del nivel de consciencia en que se encuentran. Por lo que, desde este punto de vista, podría decirse que son inevitables…, mientras perdure ese nivel de consciencia.

    Desde él, quienes piensan diferente no pueden ser comprendidos; al contrario, es necesario obligarlos a cambiar. Por lo que cualquier propuesta o intento de comprensión será tachada, como mínimo, de “buenismo” condescendiente y radicalmente equivocado.

    El fanatismo y la intolerancia nacen de una consciencia etnocéntrica, centrada en el propio grupo (o el propio ego) y se pone de manifiesto en las palabras que aparecen en el texto evangélico de hoy: “No es de los nuestros”. Porque no importa lo que el otro dice o hace sino, simplemente, que no pertenece a nuestro grupo.

    La disputa política suele ser un campo donde es fácil advertir ese tipo de funcionamiento: no se valora –mucho menos se apoya– ninguna propuesta de otro partido…, porque no es de los nuestros. Con lo cual se hace evidente lo que mucha gente constata a diario: los partidos políticos no buscan el bien de la sociedad, sino sus propios intereses, entre los que destaca “quedar por encima” del rival (y ganar las próximas elecciones). Este modo de funcionar, que aparece también en otros ámbitos sociales, pone de relieve la extensión y la fuerza que todavía posee entre nosotros la consciencia mítica.

    Por el contrario, el proceso de expansión de la consciencia permite asumir una perspectiva pluralista, que se caracteriza por la capacidad de comprender otras perspectivas, distinguir el “mapa” del “territorio”, reconocer la relatividad de todo modo de conocer….

    Este nivel de consciencia más amplio (mundicéntrico, pluralista, integral) abre nuestro horizonte, nos libera de la necesidad de tener razón y constituye el fundamento profundo del respeto y la cooperación.

    Globalmente, me parece que la humanidad camina desde una consciencia etnocéntrica a otra pluralista o integral. Sin embargo, esto no niega que en cualquier momento y en cualquiera de nosotros puedan activarse viejos registros tribales que nos coloquen en actitudes rígidas e intolerantes.

    ¿Qué hay en mí de intolerancia y de respeto?

    EL ESCÁNDALO Mc 9, 38-43

    FE ADULTA

    comentario editorial fa7

    col munarriz

     

     


    «El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar».

    Antes de orar, ve a reconciliarte con tu hermano ... Cuando te abofeteen una mejilla, pon también la otra ... Perdonad setenta veces siete ... Devolved bien por mal ... No alleguéis tesoros en la Tierra ... No podéis servir a Dios y al dinero ... Amaros los unos a los otros ... Amad también a vuestros enemigos ... Convertíos en servidores de todos ... Dad de comer al hambriento y de beber al sediento ... Que vuestras buenas obras sean reflejo del amor del Padre ... ¡Cuánto más dichosos seríais si aprendieseis a vivir con poco, si aprendieseis a sufrir, si fueseis pacíficos y misericordiosos, si trabajaseis por la paz y la justicia! ... y si os persiguiesen por ello, todavía seríais más dichosos...

    El evangelio nos propone un estilo de vida radicalmente distinto al que nos propone el mundo, porque los criterios de Jesús son los opuestos a los criterios del mundo. Las primeras comunidades eran consecuentes con estos criterios, eran respetadas por sus vecinos y se distinguían por su estilo fraterno de encarar la vida. Vivían a lo cristiano, y en “Hechos” se afirma que estas comunidades eran fértiles y no dejaban de crecer. Eran contagiosas. Respondían a la misión que Jesús encomendó a sus seguidores: «Id por el mundo y proclamad el evangelio a todas las gentes», y lo proclamaban con su simple actitud, con su forma de vida convincente.

    A partir de entonces, el movimiento cristiano de ha visto sometido a mil perversiones y manipulaciones —de dentro y de fuera—, pero, a pesar de ello, siempre han existido personas y comunidades que han mantenido su auténtico espíritu, y su testimonio ha sido sin duda la causa de que, a día de hoy, perviva el seguimiento de Jesús. Sin ellos, ni siquiera le habríamos conocido. Como decía Ruiz de Galarreta: «Nuestro seguimiento de Jesús está llamado a ser testimonio: nuestra vida cristiana es "para que el mundo crea". Pero la otra cara de la moneda es que el mundo dejará de creer en Jesús si nuestro testimonio no es válido».

    Y esto tiene su aplicación al evangelio de hoy, pues el escándelo al que se refiere Jesús consiste en impedir el acceso a Dios a aquellos cuya fe es más vulnerable —«estos pequeñuelos que creen»—. Y esto, claro está, se puede producir de muchas formas distintas. Hay personas que “pierden la fe”, o no se deciden abrazarla, como consecuencia de los escándalos mediáticos en los que se ve envuelta la Iglesia, pero también los hay que la pierden porque nuestro testimonio no invita a creer en quien nosotros decimos creer.

    Y dicho esto, podemos dar carpetazo el evangelio de hoy señalando con el dedo a la jerarquía: «Estos son los que escandalizan», o podemos tomárnoslo en serio, mirarnos en primer lugar a nosotros mismos, y preguntarnos si nuestra vida invita a creer en Jesús o todo lo contrario.

     

    Miguel Ángel Munárriz Casajús

    Para leer el comentario que José E. Galarreta hizo en su momento, pinche aquí