FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

jueves, 4 de julio de 2019

LA MISA DEL DOMINGO Domingo Tiempo Ordinario XIV (C) 7 de julio de 2019


 Koldo Gutiérrez, sdb 


Yo soy una misión Es muy conocida la expresión del papa Francisco: “Yo soy una misión y para esto he nacido”. Esta conciencia la podemos tener todos. El Señor nos quiere a cada uno de manera particular y para cada uno tiene el Señor una misión particular. ¿Ya sabes que quiere de ti el Señor? Todos, tengamos la vocación que tengamos, somos discípulos misioneros de Jesús. Somos discípulos porque queremos estar muy cerca de Él y somos misioneros porque estamos dispuestos a hacer lo que Él nos pida. 

Este es nuestro plan de vida: estar cerca de Jesús con la mirada puesta en él; y escuchar qué pide que haga yo en concreto para hacer un mundo mejor, para anunciar el evangelio con mirada misericordiosa. 


Ser una misión es un regalo Ser cristiano es una suerte no es ninguna carga. Quien puede decir que la vida cristiana es una suerte siente la necesidad de comunicarlo. Lo hará de manera sencilla, con las mejores palabras que sepa y con sus mejores acciones. Quien sienta dentro el regalo que es Dios estará dispuesto a hacer un mundo mejor donde haya menos sufrimiento y más de esperanza. 


Pero, ¿qué podemos hacer? Quizás no tengamos que hacer grandes cosas. Bastará con transmitir alegría y esperanza; ofrecer una buena palabra y un gesto solidario; comprometerme en llevar para delante mi familia con amor y valentía; educar a los hijos y educarlos también en la fe; ser testigos del misterio de amor y donación que regala Dios. 


Las marcas de Jesús “Que nadie me venga con historias (dice San Pablo), llevo en mi cuerpo las marcas de Cristo”. Seguro que ya has notado las huellas que va dejando Jesús en ti. Las marcas de Jesús se dejan ver en aquellos cristianos que saben amar, que son misericordiosos, que tienen un corazón compasivo y que aguantan con valentía rechazos y desprecios por la fe. Cristo ha dejado su huella en ti, que nadie te venga con historias, lo importante es la obra que Jesús está haciendo en ti. ¿No las notas? 
IR A LA PÁGINA


¿Serás tú uno de ellos? - 14º Domingo Tiempo Ordinario, Ciclo C

Acéptate !.wmv

UN MANTO, UNA CARICIA


col bennasar
Hoy casi todos los términos del seguimiento están devaluados… ¡una pena! Somos muchas personas las que en estas fechas revivimos y renovamos años de entrega. En mi caso, estos días celebro mi entrada en una comunidad, como concreción de un seguimiento radical a Jesús y su misión, hace muchos años. Las sensaciones, los recuerdos, los sentimientos siguen vivos y muy presentes.
Mejor compartirlo desde su Palabra: Las lecturas de estos días nos hablan de un manto, el de Elías sobre Eliseo, y de “dejarlo todo por el Reino” en el NT. Todo habla de… para un@s de radicalidad difícil, para otr@s de Amor incondicional, de fidelidad, no fácil, pero gozosa porque lo que celebramos es que Dios es fiel y esta es la buena noticia.
Ese manto (1Reyes 19,19) lleva días acompañándome. En el contexto bíblico es un gesto simbólico de elección, de unción para la misión, de propiedad personal, no en un sentido posesivo sino de amor. Esa prenda es como una caricia. Simboliza una pertenencia abierta, rica, sagrada para una misión universal.
El manto capacita, empodera para ir a la otra orilla a aprender. Porque cuando sientes ese manto sobre tus hombros lo primero que comprendes es que se te invita a una tarea profética, y esa comunidad profética que te echa el manto, te invita a aprender a canalizar la llamada de Dios a que seas profeta en tu momento histórico, en tu contexto cultural y cultual.
El manto se convierte en ese abrazo de Dios que te empodera para cruzar el desierto, tantas ausencias, y siempre saberte y sentirte amada, elegida, enviada.
Muchos quieren quitarte el manto, pero no lo consiguen, porque por mucho que tiren de él no desaparece, ya que se va convirtiendo en tu propia piel. Alguien muy querido, una religiosa norteamericana con quien trabajé en pastoral universitaria, y que falleció el año pasado- mi homenaje a ella- me dijo una vez “tienes la vocación hasta en la médula de tus huesos”, gracias Kathleen; era un momento difícil, querían arrebatarme el manto: la fuerza y seguridad que me daba la llamada, sus palabras disiparon miedos, dudas sembradas por personas mediocres, ella tenía su manto muy dentro, y su vida marcaba, su manto era hermoso.
Otros quieren darte otro manto, más tal o cual… pero ¡no! el manto es tu propia vida, y no puedes sino mantenerte pegada a ella; lo otro sería morir en vida. Perder tu manto sería perder tu ser, tu tiempo de amar y vivir desde una experiencia única, en un momento histórico único, y sin saber con cuánto tiempo cuentas. Otro homenaje aquí a alguien, un querido amigo sacerdote que también ha fallecido hace dos meses, demasiado joven. John siempre defendió mi manto, defendió y canalizó la energía que el manto me daba. John protegía mi manto porque entendía el suyo, y lo amaba. Difícil creer que ambos, bastante jóvenes, se hayan ido. Pero dejaron una impronta increíble porque llevaban sus mantos con elegancia y sencillez. ¡Gracias!
El manto te cubre, te protege, te envuelve. Está en forma de presencia que acompaña siempre. Está en la noche y en el día. Está dentro y fuera. Es como el aire sin el que no puedes vivir porque impulsa el latido de todo.
Y ¿Cuál es la tarea para la que te capacita esa presencia, ese aliento y caricia? No quiero ser ni ingenua ni optimista. Sí sincera, desde mi perspectiva y con sencillez, abierta al diálogo y al cambio, creo que la respuesta está en colaborar con el nuevo paradigma al que somos abocados.
¿Sus bases? No luchar contra lo que tenemos sino invertir toda la sabiduría y fuerza en crear un nuevo estilo de vida, basado en una nueva historia: la historia de un Dios que echa el manto sobre las personas y sobre el planeta y nos dice “amaos” “convivid”, tenéis la misma vocación, la vocación a la vida, a ser vida, a dar vida.
El tiempo de verano puede ser también tiempo de reflexión en diálogo con la naturaleza. Escucharla para entender sus heridas causadas en gran parte por nuestra generación. Nuestro estilo de vida ha herido la Vida en todo. Las consecuencias las estamos palpando todos, pero sobre todo las sufren los que menos las causaron. Ante esta injusticia el “manto profético” nos suplica que busquemos soluciones reales porque Dios está en la Vida y en los, las y lo que sufre.
Ojalá el manto nos permita danzar con los pies descalzos sobre la hierba de la creación, fresca, recién estrenada, y todos veamos que “es muy bueno”. Su caricia está en todo.
Gracias por echar tu manto sobre mis hombros. ¡Es un honor!

AUDACES PARA CONTINUAR LA MISIÓN DE JESÚS


col soto varela
Nos encontramos ante un texto dirigido a presentar la misión que los discípulos y discípulas, en continuidad con la misión de Jesús, están llamados y llamadas a realizar.
El texto se articula a partir de diversas sentencias recogidas de la fuente Q que en Mateo está señaladas como parte de la misión de los Doce, mientras que Lucas las presenta dirigidas a un grupo más amplio de discípulos/as. La opción lucana de diferenciar la misión de los doce de la de este grupo más amplio se sustenta en su interés literario por presentar ya en vida de Jesús la tarea evangelizadora a la que están llamados los seguidores y seguidoras de Jesús tras la Pascua.
A diferencia de la misión de los doce, que está centrada en Israel (Lc 9,1-6), la de los setenta y dos señala ya a la misión futura de los creyentes en Cristo que han de anunciar el Reino a lo largo y ancho del Impero romano, a personas que no solo ya no son judías, sino que no han conocido a Jesús. Lucas es consciente de que en la vida de las comunidades de creyentes tras la Pascua las cosas ya no son iguales que cuando estaba Jesús y conoce los desafíos que implica vivir la misión en esos nuevos momentos, por ello intenta iluminar la nueva praxis con un argumento de autoridad, como es la palabra de Jesús, introduciendo ya en la narrativa evangélica la nueva experiencia de envío a la misión.
Esta inclusión del evangelista no es una mera ficción, sino que se hace eco de aquellos seguidores y seguidoras del Jesús histórico que no formaban parte de los doce pero que se implicaron activamente en el proyecto de Jesús y fueron orientando su vida al estilo de la propuesta del Maestro. Por tanto, estos setenta y dos discípulos que recuerda Lucas señalan una realidad histórica, pero busca a través de ella sostener la misión de todos aquellos y aquellas que la viven en su tiempo.
Vivir la misión
El texto comienza con el envío, un envío que llevará a los/as discípulos/a pueblos y lugares que Jesús no ha visitado aún. (Lc 10,1). De este modo la audiencia del evangelio de Lucas puede sentirse incorporada a la narración, pues ellas y ellos se han sentido enviados también a lugares donde Jesús todavía no es conocido.
Todas las instrucciones que Jesús les da remiten a la misión itinerante que fue central en la vida de Jesús pero que también fue determinante para la expansión del cristianismo por toda la cuenca mediterránea en el siglo I. En ellas se destacan tanto las dificultades que han de afrontar los misioneros y misioneras como el estilo con que han de afrontar el envío.
La conciencia de la inmensa tarea que tenían por delante podía asustar. Eran pocos y sabían que el mensaje del Reino no siempre era bien acogido (Lc 10,8-12). Por eso Jesús les recuerda que Dios está impulsando la misión junto a ellos (Lc 10,2) pero que no sean ingenuos, pues tendrán mucha oposición (Jesús fue el primero que la tuvo) y querrán arrebatarles su mensaje liberador (Lc 1,3).
Les recuerda también que el éxito de su misión no depende del poder que tengan, ni de los recursos que utilicen, sino que por el contrario depende del testimonio de su vida y de la pasión con que ellas y ellos mismos vivan el mensaje del Reino (Lc 10, 4). Y esto no es sólo una cuestión de austeridad, sino de un modo de ser y de estar que deje fluir la bondad, el perdón y el amor del Abba en quien Jesús les ha enseñado a creer (Lc 10, 17-20).
Quizá el modo de narrar y los ejemplos que se proponen en el texto responden al contexto de una cultura muy diferente a la contemporánea, pero lo importante es buscar hoy como caminar como discípulas y discípulos enviados a anunciar el Reino de Dios. Un anuncio que implica un estilo contracultural pero no anticuado. Un envío que nos lleva a sanar, reconciliar y dar esperanza, pero sin caer en la tentación de pactar con los poderes que nos pueden dar seguridad, pero nos quitan la libertad.
En el horizonte de nuestra misión está el Reino de Dios tal como Jesús lo entendió y lo vivió y no una religión o una doctrina. El mensaje por tanto de nuestra misión ha de ser siempre liberador y capaz de incluir y nunca excluir, capaz de denunciar la injustica y los poderes manipuladores y opresores. Y ante quien quiera domesticarlo o recortarlo “sacudamos el polvo de nuestras sandalias en la plaza” (Lc 10, 10-12) y continuemos nuestro camino.

EL REINO ES VIDA, QUE SOLO PUEDE SURGIR DE LA VIDA


col fraymarcos
Lc 10,1-12; 17-20
Solo Lc narra este episodio. En el c. 9, ya había narrado el envío de los 12. No es verosímil que este relato sea histórico. Quiere acentuar el carácter universal de la predicación, pero Mt dice expresamente que no entren en tierra de paganos ni vayan a ciudades de Samaria. 70 era el número de las naciones gentiles, según Génesis. Para los demás evangelistas, el límite de la gentilidad estaba en la frontera de Galilea; para Lc se encuentra en la misma Samaria.
El domingo pasado se hablaba del fracaso de los discípulos en su intento de preparar el camino a Jesús en su subida a Jerusalén. Probablemente, Lc quiere poner este envío de “otros setenta y dos” para dejar un buen sabor de boca. Estos vuelven “muy contentos” de sus correrías y tienen mejor acogida que los discípulos. “De dos en dos”, porque para los judíos la opinión de uno solo no tenía ningún valor en un juicio, y los misioneros son, sobre todo, testigos. También, porque el mensaje debe ser proclamado siempre por la comunidad.
No penséis que se trata de enviar a un número de especialistas en comunicación. No se trata de enviar a unos cuantos escogidos. Ni siquiera dice que fueran discípulos. Presupone que todo cristiano por el hecho de serlo, tiene la misión de proclamar la buena noticia que él vive. El modo de esa predicación puede ser diferente, pero la base, el fundamento de toda predicación, es la vida misma del cada cristiano. Vivir como cristianos es la mejor predicación y la que convence. En cada instante estamos predicando, para bien o para mal.
No es fácil delimitar lo estrictamente histórico de este relato. Además de que solo Lc lo narra, exigiría un grado de organización que no se percibe en el grupo de los que han seguido a Jesús. El simbolismo del número 12 y 70 nos invita a pensar que son relatos elaborados por la comunidad, más tarde. Por otra parte, para predicar El Reino, se necesita haberlo comprendido y experimentado. Los evangelios se encargan de manifestar que antes de la experiencia pascual ni los doce se habían enterado de nada.
Las recomendaciones de Jesús son la clave de todo anuncio del mensaje cristiano. Están puestas en boca de Jesús, pero son las condiciones mínimas que debía tener todo cristiano para llevar la Buena Noticia a los demás. En ningún caso se habla de doctrina que tienen que enseñar o de normas morales que deben exigir. Se trata de comunicar lo que Dios es, para todos, sin condiciones ni excepciones. Esa tarea la cumplió la primera comunidad en todas partes. Es la tarea que tiene que llevar a cabo todo cristiano en cualquier tiempo y lugar.
“Poneos en camino”. La itinerancia es la clase de vida que eligió Jesús cuando se decidió a proclamar su buena noticia. El domingo pasado nos decía que no tenía donde reclinar la cabeza. Este desapego de toda clase de seguridades es la actitud básica y fundamental que debe adoptar todo enviado. El anuncio no se puede hacer sentado. Seguir a Jesús exige una dinámica continuada. Nada se puede comunicar desde una cómoda instalación personal. La disponibilidad y la movilidad son exigencias básicas del mensaje de Jesús.
“Os mando como ovejas en medio de lobos”. Cuando se escribieron los evangelios, las primeras comunidades cristianas estaban viviendo la oposición, tanto del mundo judío como del pagano. Denunciar la opresión, o poder despótico, no puede agradar a los que viven desde esa perspectiva, y sacan provecho de ella a costa de los demás. Por desgracia, cuando el cristianismo adquirió poder, se comportó como lobo en medio de corderos. El provecho personal, o el de la institución, no es buena noticia para nadie.
“Ni talega ni alforja ni sandalias”. La pobreza material es solo signo del abandono de toda seguridad. Significa no confiar en los medios externos para llevar a cabo la misión. No debemos hacer de la predicación un logro humano. Se trata de confiar solo en Dios y el mensaje. No buscar seguridades de ningún tipo, ni en el dinero, ni en el poder, ni en el prestigio, ni en los medios. Tenemos la obligación de utilizar al máximo los medios que la técnica nos proporciona, pero no debemos poner nuestra confianza en ellos.
“No os detengáis a saludar a nadie por el camino”. No se trata de negar el saludo a los que se encuentren en el camino. “Saludar” tenía para ellos, un significado muy distinto al que tiene para nosotros. El saludo llevaba consigo un largo ceremonial que podía durar horas o días. Esta recomendación quiere destacar la urgencia de la tarea a realizar. Seguramente está haciendo referencia a la inmediata llegada del fin de los tiempos, en que las primeras comunidades cristianas creyeron a pies juntillas.
“Decid primero: ¡Paz! Para entender esta recomendación hay que tener en cuenta el sentido de la “paz” para los judíos de aquel tiempo. “Shalom” no significaba solo ausencia de problemas y conflictos, sino la abundancia de medios para que un ser humano pudiera conseguir su plenitud humana. Llevar la paz es proporcionar esos medios que hacen al hombre sentirse a gusto e invitado a humanizar su entorno. Significa no ser causa de tensiones ni externas ni internas. Sería ayudar a los hombres a ser más humanos.
“Comed y bebed de lo que tengan”. Esta es de las más difíciles. Ponerse al nivel del otro. Aceptar sus costumbres, su cultura, su idiosincrasia... Se trata de estar disponible para todos, sin esperar nada a cambio, pero aceptando con humildad lo que den; siempre que sea lo indispensable. ¡Qué difícil es no imponer lo nuestro! Muchos intentos de evangelizar han fracasado por no tener esto en cuenta. Lo más difícil es aceptar la dependencia de los demás en las necesidades básicas: no poder elegir ni lo que comes ni con quien comes.
Curad. No se refiere solo a las enfermedades físicas. De hecho los 70 solo hacen alusión a que los demonios se les sometían. Seguimos dando demasiada importancia a la salud corporal, sin enterarnos de que con una grave enfermedad puede un ser humano alcanzar su plenitud. Curar significa alejar de un ser humano todo aquello que le impide ser él. Hoy las enfermedades físicas están cubiertas por la medicina. Pero ¿qué pasa con las enfermedades psíquicas y mentales, que arruinan la existencia de tantas personas?
“El reino, que es Dios, está cerca”. Nada de peroratas teológicas, ni discursitos apologéticos, ni propagandas ideológicas. Lo único que un ser humano debe saber es que Dios le ama. Predicar el reino, que es Dios, es hacer ver a cada ser humano que Dios es algo cercano, que es lo más hondo de su propio ser, que no tiene que ir a buscarlo a ningún sitio raro, ni al templo ni a las religiones ni a las doctrinas ni a los ritos ni al cumplimien­to de la norma. Dios es (está) en ti. Descúbrelo y lo tendrás todo...
Sin estas condiciones, la predicación se hace inútil. No es nada fácil salir de la dinámica de la propaganda, del proselitismo a toda costa, buscando más el potenciar la institución que el servicio de las personas. El que va a proclamar el Reino de Dios tiene que manifestar que pertenece a ese Reino. Tiene que responder a las necesidades del otro. Tiene que estar dispuesto al servicio en todo momento. No debe exigir absolutamente nada, ni siquiera la adhesión. Tiene que limitarse a hacer una oferta.

Meditación
¿Cuál es tu preocupación primera?
¿Es la comida, el vestido, la salud, la casa, el prestigio?
De esas necesidades básicas tienes obligación de ocuparte,
siempre que la prioridad sea el desplegar tu humanidad.
Escucha, sobre todo, tu ser profundo;
lo que él te pida, te llevará a plenitud y felicidad.


HOMENAJE A LOS APÓSTOLES ANÓNIMOS


col sicre
Domingo 14 Tiempo Ordinario. Ciclo C
Las instrucciones de Jesús a los discípulos cuando los envía de misión, en el evangelio de Mateo se dirigen a los Doce, pero en el de Lucas a setenta y dos. En la perspectiva de Lucas, la misión no es obra de un pequeño grupo de selectos; si el mensaje del evangelio se difundió por el imperio romano fue gracias a gran número de personas anónimas, igual que ocurre en nuestros días.
Tres advertencias previas sobre el evangelio
1) Entre el envío de los setenta y dos y su vuelta introduce Lucas otras palabras de Jesús (sobre Corozaín y Betsaida, etc.), que la liturgia ha suprimido.
2) El discurso de Jesús tiene unas palabras muy duras contra los pueblos que no acojan a los discípulos; en nuestra época tan políticamente correcta pueden escandalizar a algunas personas.
3) En consecuencia, la liturgia ofrece la posibilidad de dos lecturas: una larga y otra breve (en ningún caso el texto completo de Lucas 10,1-20). Me limito a la segunda.
Lectura breve políticamente correcta (Lucas 10, 1-12)
Curiosamente, lo primero que deben hacer los setenta y dos es rezar para que el Señor envíe operarios a su mies. El tema empalma con el del domingo pasado, a propósito de los tres casos de vocación. Jesús hablaba con tanta dureza que parecía no querer seguidores. Aquí queda claro que son absolutamente necesarios y hay que pedir al dueño de la mies que los envíe. El dueño de la mies no es Dios Padre, sino el mismo Jesús, que les ordena ponerse en camino. Con una advertencia y unas órdenes.
La advertencia: la tarea no será fácil ni agradable. Van como corderos en medio de lobos. Mateo, cuando copia esta frase, añade otras palabras de Jesús: “sed prudentes como serpientes y sencillos como palomas”. Haced lo posible para que el lobo no os coma. Lucas ve otro tipo de peligro en los lobos y otra forma de afrontarlo. El peligro no es la dentellada que provoca la muerte sino la que desprestigia y tira por tierra el mensaje del evangelio. El imperio romano estaba repleto de grupos y predicadores religiosos parecidos a muchos de los actuales que utilizan la religión como forma de ganarse la vida. Por eso, la mejor forma de evitar las dentelladas de los lobos es llevar una forma de vida pobre y austera: No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias. La talega hace referencia al dinero, la alforja al alimento, las sandalias al vestido.
Luego añade unas palabras que sólo se encuentran en su evangelio: y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Eso mismo le dijo el profeta Eliseo a su criado Guejazí, un día que lo envió a una misión urgente (curar al hijo de la sunamita). Lucas, que conocía el Antiguo Testamento de memoria, pensó que este momento era el adecuado para poner en boca de Jesús las mismas palabras. La misión de los discípulos es urgente, no se puede perder el tiempo charlando a mitad de camino.
¿Qué hacer cuando llegan a un pueblo o aldea? Jesús concede una importancia capital al alojamiento, insistiendo en no cambiar de casa. Probablemente refleja su experiencia personal; y Lucas, la de los primeros misioneros. El cambiar de casa puede provocar muchos celos y tensiones.
Las palabras siguientes resultan extrañas en este sitio: Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el Reino de Dios". Los discípulos ya habían llegado a un pueblo y habían sido bien acogidos por una familia, que les da de comer. Si Lucas hubiera escrito con ordenador, quizá habría marcado bloque, cortado y pegado, cambiando el orden de las frases. O quizá no, porque este orden ilógico deja para el final, dándole mayor importancia, la misión de los discípulos: curar a los enfermos y anunciar la cercanía del Reino de Dios.
Lectura del libro de Isaías 66, 10-14c
El texto, muy poético, puede desconcertar al lector moderno. Por eso comienzo con dos aclaraciones:
1) Para un judío, Jerusalén representa infinitamente más que para un católico Roma o el Vaticano. Desde el siglo VI a.C. hasta el tiempo de Jesús, que fueron los siglos más duros en la historia de Judá (dominio sucesivo de babilonios, persas, griegos y romanos), la mayor esperanza se centraba en la gloria y esplendor de Jerusalén. El tema aparece en numerosos textos proféticos y Salmos.
2) Jerusalén es representada como ciudad y como madre. Como ciudad, quedó destruida después de la conquista de los babilonios en el año 586 a.C. Como madre, se vio desprovista de hijos, porque fueron deportados. Y los hijos, a su vez, están desprovistos del alimento y el cariño de su madre.
En este contexto, el profeta proclama su mensaje utópico, centrado en la vuelta de los hijos a su madre: la mayor alegría para Jerusalén y el mayor consuelo para los desterrados. También habla, en el centro, de la paz y la riqueza que inundarán la ciudad. Un mundo maravilloso de alegría, consuelo, paz y esplendor.
¿Cómo se consigue? ¿Qué deben hacer los judíos? Según este poema, nada. Todo lo hace Dios. Es él quien hace derivar hacia Jerusalén la paz y la riqueza de las naciones; es él quien consuela. Es él quien manifiesta a sus siervos su poder (su mano), como dice la última frase del poema.
Dos formas de utopía: el contraste entre Isaías y el evangelio
El mundo utópico de Isaías se realiza sin esfuerzo alguno, por pura obra de Dios. En cambio, el mundo utópico que predican Jesús y los discípulos conlleva mucho sacrificio y esfuerzo. Además, es un mensaje que puede ser rechazado, como le ocurrió al mismo Jesús en Corozaín y Betsaida. Pero la última palabra es de victoria y esperanza: Satanás, símbolo de la oposición al evangelio, cae del cielo como un rayo, mientras que los discípulos triunfan sobre los espíritus inmundos y, sobre todo, sus nombres están escritos en el cielo [en la versión larga del evangelio].
Además, y esta es la gran aportación de Lucas, esos discípulos enviados a la misión no son un grupo de superselectos. Todos hemos conocido gente que nos ha hecho gran bien desde el punto de vista humana y cristiano, que nos han anunciado el Reino de Dios. Y también nosotros hemos llevado y debemos llevar adelante esa tarea, a veces dura, y a menudo con sensación de fracaso. Pero esto no es motivo para dejar de esperar en el triunfo de la utopía.

SIN ALFORJA NI SANDALIAS


comentario editorial
Caminante no hay camino, se hace camino al andar (Antonio Machado)
7 de julio. DOMINGO XIV DEL TO
Lc 10, 1-12. 17-20
No llevéis bolsa, ni alforja ni sandalias (v 14)
El evangelista nos aconseja no llevar nada con nosotros cuando vamos a un poblado, quizás sea para que nuestra mochila no nos canse, porque en mi opinión debiéramos llevarla bien cargada de regalos. Dar, enriquece más al que da que al que recibe, aunque nos pueda parecer una antinomia.
También puede ser que los peregrinos de Santiago, que saben mucho de caminos, lleven su mochila bien cargada, que habitualmente comparten generosamente suelen compartir con otros.
Yo llevo la mía repleta de ideas, pensamientos, ideas y emociones, que me agrada intercomunicar con otros. Y no solo con personas, sino también con el sol y la lluvia -San Francisco de Asís decía hermano sol, hermano lobo-, y a mi me gusta añadir hermana lluvia de las nubes y hermano viento del oeste.
Entretanto, el agua tocará el laúd, y mis sentidas notas sonarán bulliciosas, como mensajes mentales que llenen las alforjas y señales los caminos que orientan, alimentan y guían a viajeros.
Cleopatra se bañaba en leche de burra para mantener su piel joven. La última gran reina de Egipto, se ha convertido prácticamente en una figura mitológica, cuyas costumbres más íntimas son completamente del dominio público Una belleza mitológica y radiante debida a su famoso baño de leche de burra: era su secreto para cuidar su piel.
Qué tendrá este precioso elixir, como el de mores que, en la ópera L'elisir d'amore de Gaetano Donizetti, vendía Dulcámara a las hermosas damas que asistían al espectáculo.
¿Y qué puede tener este precioso elixir, que bellas de todos los tiempos, de Cleopatra a Paulina Bonaparte, no dudaron en incorporarlo a sus recetas secretas de belleza? Una beldad que puede y debe hacer felices a cuantos la poseen.
Yo, que también asistí a la feria, me alejé luego sembrando el camino de lágrimas que me llevó a mi casa, después de ver llorar a Nemorino el payaso, mientras cantaba el aria:
“Una furtiva lacrimanegli occhi suoi spuntó.
Son sin duda las exclamaciones líricas mas famosas, conocidas y cantadas de Antonio Machado. Forma parte del Proverbios y Cantares del libro Campos de Castilla y refleja una reflexión filosófica de la vida.
caminar montana
Cuando dice Caminante, son tus huellas el camino, y nada más... es probablemente una convicción de que solo importa lo que se vive, y se vive si se decide a andar el camino; lo imaginado o deseado poco importa.

CAMINANTE NO HAY CAMINO
Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino:
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

¿Políticos ladrones?


José Ignacio González Faus

González Faus
Historias para dormir menos
Una de las grandes injusticias a cambiar en nuestra Constitución es que los políticos se asignan ellos mimos el sueldo
Cualquier independentista catalán, con mediano sentido de la ética, debería negarse a luchar por la independencia al lado de un President que gana 147.000 euros anuales por no hacer prácticamente nada
¿Se han ocupado nuestros políticos de saber cuánta gente trabajadora (no simplemente en paro) acude a los comedores de Cáritas, porque son eso que solo nos atrevemos a decir en inglés (working poors) como si se tratara de algo que no existe entre nosotros?
··· Ver noticia ··

El sector ultra de los obispos españoles desafía al Gobierno e intenta obstruir sus medidas


Jesús Bastante / Raquel Ejerique

Nuncio Renzo Fratini
Rouco Varela
Las críticas del embajador del Vaticano por la exhumación de Franco son el último desaire del núcleo duro de la Conferencia Episcopal
Los obispos –capitaneados por los de Oviedo, Burgos o Alcalá y contrarios al papa Francisco– se niegan a dar expedientes de pederastia, la lista de bienes inmatriculados o a revisar los Acuerdos Iglesia-Estado
El sector pro Francisco, partidario de no interferir en asuntos políticos, se mantiene en silencio y a la espera de las elecciones a la cúpula episcopal el próximo marzo
··· Ver noticia ··

La capitana del Sea Watch, Carola Rackete, queda en libertad


La jueza de instrucción no ha validado el arresto y ha rechazado el delito de “resistencia y violencia a una nave de guerra”
Sostiene que la activista actuó cumpliendo “un deber”, el de salvar vidas en el mar
La activista fue detenida por atracar un barco en Lampedusa para desembarcar a cuarenta inmigrantes rescatados el 12 de junio en el Mediterráneo central
La ONG Sea Watch defiende la decisión de su capitana: “El barco era como un barril de pólvora”
El caso de Carola Rackete no es una excepción: 158 personas han sido procesadas en la UE por ayudar a migrantes desde 2015
La capitana del barco de la ONG Sea Watch, Carola Rackete, ha sido puesta en libertad este martes después de ser arrestada en Italia por llevar sin permiso a 40 inmigrantes que había salvado en el Mediterráneo central al puerto italiano de Lampedusa (sur).
··· Ver noticia ··

Por una religiosidad laica

José M. Castillo, teólogo
Castillo1
Las declaraciones, que ha hecho el Nuncio de la Santa Sede, al despedirse de la Nunciatura de Madrid, están dando que hablar por un motivo comprensible. El representante oficial del Papa en España se ha despedido haciendo alusiones o dando su opinión sobre un problema, el enterramiento del dictador Franco, ante el que muchos españoles no son indiferentes.
Al hablar de este asunto, mi intención no es pronunciarme a favor o en contra del Nuncio cesante. Lo que pretendo es indicar el problema de fondo que se oculta en todo este asunto. Un problema que mucha gente no se imagina, pero que tiene más actualidad y envergadura de lo que normalmente se suele pensar o decir en estos casos.

¿A qué me refiero? El centro y eje del cristianismo, como bien sabemos, es el Evangelio. Y en el Evangelio, todo se centra en torno al personaje capital, que es Jesús. Pues bien, si la Iglesia tiene su origen en el Evangelio y su razón de ser es hacer presente ese mismo Evangelio, resulta evidente que los representantes oficiales de la Iglesia no pueden ir por el mundo haciendo y diciendo exactamente lo contrario de lo que, según los evangelios, Jesús hizo y dijo mientras estuvo en la tierra.
Esto supuesto, si algo hay claro en los evangelios es que Jesús fue un hombre profundamente religioso, que hablaba constantemente de su relación (y de nuestra relación) con el Padre del cielo. Y se pasaba las noches enteras en oración a Dios. Pero siempre hizo esas cosas de tal forma, que la vida de Jesús transcurrió, no sólo al margen de la “religión oficial”, la religión del templo y de los sacerdotes, sino que – sobre todo y como bien sabemos – Jesús “se enfrentó directamente” al templo y sus funcionarios, a muchos de sus rituales y ceremonias y al “yugo” (Mt 11, 29) de normas que los clérigos aquéllos le imponían a la gente.
De tal forma que Jesús entendió y practicó la religión de tal manera, que aquello terminó en un conflicto mortal. Porque, como es bien sabido, fue el Sanedrín (el Consejo Supremo de la Religión) el que condenó a muerte a Jesús (Jn 11, 47-53). Y el que forzó a las autoridades civiles y militares para que ejecutaran la sentencia de la forma más cruel que había entonces.
Esto es lo que ocurrió. Pero ¿por qué se produjo aquel crimen? No fue por defender la religión, que estaba bien defendida. Ni fue por proteger a los Sacerdotes y sus ganancias. El templo y sus hombres eran la gran fuente de riqueza que tenía Jerusalén en aquel tiempo, como bien han demostrado los mejores estudiosos de esta historia (cf. J. Jeremias, Jerusalén en tiempos de Jesús, Madrid, Cristiandad, 1977).
Entonces, ¿por qué persiguieron y mataron a Jesús? Sencillamente porque Jesús vio, con claridad meridiana, que lo más urgente y apremiante, en este mundo, no es el sometimiento a los que tienen el poder, aunque sea el poder sagrado de la religión. Lo más importante, que no admite espera, es remediar el sufrimiento de los que no pueden seguir, hundidos como están en sus carencias y miserias. Por eso Jesús curaba a los enfermos, acogía a pecadores y extranjeros, defendía a las mujeres, se ponía de parte de niños, mendigos y gente desamparada.
Sin duda alguna, todo esto es lo que irritaba a los hombres de la religión. Sobre todo, cuando Jesús les dijo en su cara que habían hecho del templo “una cueva de bandidos”. ¿No se daban cuenta los “profesionales de lo sagrado” – los de entonces y los de ahora – que la religión o es “laica” (del pueblo, de todos por igual) o no es religión, es decir, no nos lleva a Dios, porque a donde nos lleva derechos es a la tranquilidad de la conciencia y al “señorío del disparate”, como ha dejado patente el Nuncio que se va?

Y es que, cuando un colectivo de hombres se cree que es superior a los demás, porque sabe más y puede más que los demás, ¿no se puede sospechar con fundamento que la experiencia religiosa que nos predica ese colectivo ya no es de fiar, porque nos remite a una falsa religión?
Cada día veo más claro que la religión del futuro es la “religión laica”. Que no es la religión que niega a Dios. Eso es una burda contradicción. La “religión laica” es la religión que nos iguala a todos. Y a todos nos concentra en la firme convicción que se centra en este criterio: una conducta ética tan honesta y tan transparente que no tenga más explicación que la existencia de un más allá y la experiencia de un Padre que es la clave que explica lo que nunca llegaremos a explicar. 

Migración y crisis humana


Cristóbal León Campos

La propia humanidad es la única que pueda salvarse, pugnar por un mundo en donde la migración sea un derecho real y respetado y no una necesidad de vida es justo
La migración refleja las carencias de los regímenes políticos y económicos, el desprecio a la vida marca la agenda imperial, las imágenes impactan a cualquier ser sensible y mínimamente consciente, el mundo se convulsiona, las diferentes rutas del éxodo humano tienen entre sus particularidades el común denominador el peligro y la muerte, el hambre, el racismo, las guerras, la violencia estructural, la marginación histórica, los proyectos neocoloniales y el neoliberalismo marcan las causas principales de una tragedia que en realidad es provocada y vuelta negocio, los responsables son los poderes del orbe, esos que ajenos a la necesidad social se encumbran con la soberbia del pedante ignorante para dividirse el mundo o para competir por poseerlo todo, el silencio se vuelve cómplice, ya sea de los gobiernos dependientes o ya sea de las sociedades y pueblos que observan sin emitir ninguna valoración, la crisis se agudiza entre la inhumana política del fetiche y la manipulación y la inoperante respuesta social que ponga fin a la destrucción de pueblos y culturas enteras. 
··· Ver noticia 

Francisco: “El mundo actual cada día es más elitista y más cruel con los excluidos”


papa Francisco24Vídeomensaje profético del Papa para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado
“Los países en vías de desarrollo siguen agotando sus mejores recursos naturales y humanos en beneficio de unos pocos mercados privilegiados”, denuncia Bergoglio
“Muchas veces se habla de paz pero se venden armas. ¿Podemos hablar de una hipocresía en este lenguaje?”
“El desarrollo exclusivista hace que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. El auténtico desarrollo es inclusivo, porque pretende incluir a todos los hombres y mujeres del mundo”
“La Iglesia en salida sabe tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos” ··· Ver noticia ···

Antonio Aradillas: “Un sacerdote ‘cansado’ es mucho menos efectivo que pudiera serlo un sacerdote ‘casado'”


curas-casados-libroSería ilógico, y poco o nada cristiano que la condición sacerdotal prevaleciera sobre cualquier otra y dificultara que los curas dispusieran de un puñado de días para su descanso personal
La celebración de la misa sigue reducida al celibato y a la fulminante exclusión de la mujer del altar
Adelanto que lo de vacaciones con “a” es ortográficamente correcto en este caso, sin tener referencias directas con “vocaciones” o “llamadas de Dios”, ni con el barbarismo “bocaciones”, propio de una carrera que pudiera ser y ejercitarse también como eclesiástica. Las “vacaciones” de mi reflexión parten y se asientan en el “periodo de tiempo en el que una persona interrumpe su actividad habitual, generalmente el trabajo o los estudios”, siendo sus protagonistas aquí y ahora, los sacerdotes.··· Ver noticia ··

El obispo de Cádiz y los despidos


Pedro Castilla Madriñán-Comité Óscar Romero de Cádiz-Grupo cristiano de Reflexión-Acción de Cádiz

Zornoza2Desgraciadamente nos encontramos ante una Jerarquía eclesiástica más preocupada por el mantenimiento de la Institución que por defender una vida digna para todas las personas, más preocupada por salvaguardar la financiación por parte del Estado que por implantar una ética universal basada en los Derechos Humanos y por imponer su rancia doctrina y moral que por impulsar el Evangelio de Jesús. Ante esta triste y preocupante realidad no nos debe extrañar que el señor Zornoza, obispo de la capital europea del paro, como es la Bahía de Cádiz, haya despedido en los últimos cuatro años a más 20 empleados de la Diócesis. Superándose, recientemente, con el despido y desahucio de un matrimonio cercano a los 70 años, que cuidaban de un convento, desde hacía más de cuarenta.··· Ver noticia ·

14 Tiempo ordinario – C (Lc 10,1-12.17-20)

José Antonio Pagola

LA PAZ DE DIOS

De pocas palabras se ha abusado tanto como de la palabra «paz». Todos hablamos de «paz», pero el significado de este término ha ido cambiando profundamente alejándose cada vez más de su sentido bíblico. Su uso interesado ha hecho de la paz un término ambiguo y problemático. Hoy, por lo general, los mensajes de paz resultan bastante sospechosos y no logran mucha credibilidad.
Cuando en las primeras comunidades cristianas se habla de paz, no piensan en primer término en una vida más tranquila y menos problemática, que discurra con cierto orden por caminos de un mayor progreso y bienestar. Antes que esto y en el origen de toda paz individual o social está la convicción de que todos somos aceptados por Dios a pesar de nuestros errores y contradicciones, todos podemos vivir reconciliados y en amistad con él. Esto es lo primero y decisivo: «Estamos en paz con Dios» (Romanos 5,1).
Esta paz no es solo ausencia de conflictos, sino vida más plena que nace de la confianza total en Dios y afecta al centro mismo de la persona. Esta paz no depende solo de circunstancias externas. Es una paz que brota en el corazón, va conquistando gradualmente a toda persona y desde ella se extiende a los demás.
Esa paz es regalo de Dios, pero es también fruto de un trabajo no pequeño que puede prolongarse durante toda una vida. Acoger la paz de Dios, guardarla fielmente en el corazón, mantenerla en medio de los conflictos y contagiarla a los demás exige el esfuerzo apasionante pero no fácil de unificar y enraizar la vida en Dios.
Esta paz no es una compensación psicológica ante la falta de paz en la sociedad; no es una evasión pragmática que aleja de los problemas y conflictos; no se trata de un refugio cómodo para personas desengañadas o escépticas ante una paz social casi «imposible». Si es verdadera paz de Dios se convierte en el mejor estímulo para vivir trabajando por una convivencia pacífica hecha entre todos y para el bien de todos.

Jesús pide a sus discípulos que, al anunciar el reino de Dios, su primer mensaje sea para ofrecer paz a todos: «Decid primero: paz a esta casa». Si la paz es acogida, se irá extendiendo por las aldeas de Galilea. De lo contrario, «volverá» de nuevo a ellos, pero nunca ha de quedar destruida en su corazón, pues la paz es un regalo de Dios.

Domingo 7 de Julio, 14º del tiempo Ordinario


14 tiempo ordinarioCFermín, obispo y mártir (s. IV)
Primera lectura. La alegría del pueblo de Israel cuando contempla su renacer después de todas las amarguras del destierro la muestra el tercer Isaías con la figura del parto y los hijos recién nacidos que necesitan de la madre para mamar de sus pechos y recibir sus consuelos, los llevarán en sus brazos y sobre las rodillas los acariciarán. Están en la mano del Señor y como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo.
La figura de Dios Madre es muy querida para los profetas. Sin duda la experiencia familiar del padre, de la madre y de los hijos, es quizás la más admirable y comprensible para todos, cuando se quiere hablar del amor de Dios. ··· Ver noticia ···