FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
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ATALAYA

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miércoles, 28 de noviembre de 2018

LA MISA DEL DOMINGO PRIMERO DE ADVIENTO

XABIER CAMINO  SDB

CLAVES PARA LA HOMILÍA  • El Adviento inaugura un “año nuevo” y un “tiempo nuevo”: comenzamos un nuevo año litúrgico, el del ciclo C, con un tiempo nuevo que llena nuestra vida de esperanza y de confianza.  • Esperar es confiar, en actitud de alerta: la espera evangélica nos debe poner en marcha, superando una actitud pasiva y favoreciendo una actitud de alerta confiada.   • Celebraremos una Navidad cristiana si antes vivimos un Adviento auténtico: las grandes fiestas se conocen por sus vísperas –dice la sabiduría popular–, de ahí la oportunidad que un año más se nos brinda con el Adviento para preparar y, entonces sí, celebrar una Navidad cristiana, una Navidad llena de Dios.
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MISA CON NIÑOS DOMINGO I de ADVIENTO (C)

IÑAKI LETE  SDB

 “Es  Adviento,  ¡ánimo!” 2  de  diciembre  de  2018 (Con  el  inicio  del  Adviento  se  abre  una  preciosa  oportunidad  de  catequesis  y  de celebración  en  preparación  a  la  navidad.  Se  trata,  en  el  fondo,  de  revivir  los mismos  sentimientos  que  tuvo  el  pueblo  de  Israel  mientras  esperaba  al  Mesías.   En  cuanto  a  los  detalles  ambientales procuraremos a la vez sobriedad y claridad de  los  signos:  un  paño  morado  para  el  ambón,  la  corona  de  adviento  u  otro adorno con ramas y cuatro velas de colores, algún cartel o  proyección  con frases de  adviento,  de  espera,  de  esperanza,  algún  símbolo  o  dibujo  de  un  “camino”  a recorrer  hasta  el  portal  de  Belén,  quizás  una  Biblia  abierta  durante  todo  el adviento  en  un  lugar  destacado…
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SIN DEFENSAS SALOMÉ ARRICIBITA

SIN DEFENSAS


col salome 2
Tal cual soy, te quiero y te espero, aumenta mi fe, barre mis miedos.

Con el corazón a la intemperie
temeroso pero abierto,
tembloroso pero expuesto
así te quiero, así te espero
Con el alma sin defensas
recelosa, pero fuera
deseando estar dispuesta
así te vivo, así te siento

Tal cual soy, te quiero y te espero
como estoy, te vivo y te siento
aumenta mi Fe, barre mis miedos
lléname el corazón de tus sentimientos (bis)

Con mi espíritu latiendo
buscando siempre alimento
tímido, pero sediento
así te quiero así te espero
con mi mente tan cargada
tan ruidosa y complicada
sabiéndose necesitada
así te vivo así te siento

Tal cual soy, te quiero y te espero
como estoy, te vivo y te siento
aumenta mi Fe, barre mis miedos
lléname el corazón de tus sentimientos (bis)

Sin defensas, tal cual soy,
aquí estoy..... queriéndote

Salomé Arricibita


Para descargar la canción pinche el siguiente enlace: Sin defensas.mp3 y dele al botón derecho del ratón y guardar como...

REFLEXIONES Y LAMENTOS DE UN CRISTIANO DE A PIÉ

col munarriz

Fue una suerte para mí conocer a un jesuita que creía en el poder de la eucaristía; que pensaba que era la asamblea de fieles la que la celebraba, no la que la oía; que predicaba la palabra desde su fascinación por Jesús; que hablaba siempre de Abbá, del Reino y la Buena Noticia; que nos invitaba a comulgar con Jesús –con sus criterios y valores–, que nos daba la bendición final para recordarnos que fuera nos esperaba la misión...
Pero murió, y entonces caí en la cuenta de lo difícil que resulta encontrar una eucaristía donde se hable de ese Jesús contagioso, siempre rodeado de “gente maldita y empecatada”, siempre en compañía de mendigos y tullidos, que no dudaba en tocar a los leprosos para sanarles, o en jugarse la vida para librar de la muerte a una adúltera. Que no se arrugó ante los poderosos sabiendo que eso le iba a costar la vida, y que murió en la cruz. Por el contrario, son muchas las homilías centradas en supuestas sabidurías ajenas al evangelio en las que se omite cualquier alusión a Jesús. Muchas también con un marcado carácter veterotestamentario donde no queda ni rastro de la Buena Noticia. Otras, en fin, compuestas en base a ocurrencias personales del oficiante que hacen sospechar una falta sustancial de formación en materia evangélica...
Y el tema no es banal. Ruiz de Galarreta describía el camino de la fe por analogía con la experiencia que vivieron los discípulos de Jesús: “Le conocieron, quedaron fascinados por Él, le siguieron y mucho después creyeron”. Es decir, lo primero es conocerle, y sin ese conocimiento es imposible una fe adulta. El problema, el gravísimo problema que padecemos la Iglesia de hoy –y quizás la de siempre– es que hasta  nuestros pastores parecen desconocer a Jesús. Y al no conocerle, llenan sus homilías de contenidos no evangélicos y condenan a los fieles a creer en un personaje mitificado y desconocido.
Quizás haya llegado el momento de que la jerarquía de la Iglesia se replantee muy seriamente la formación de sus pastores. Quizás sobre tanta filosofía docta y tanta teología dogmática ajena al estilo de Jesús, y falte el estudio profundo del evangelio; de Abbá, de la Buena Noticia, del Reino. Se da la circunstancia de que quienes predican el evangelio sin ambages escandalizan a la jerarquía y se ven acosados por ello; y ése es un síntoma muy malo...
Pero hay una segunda parte no menos preocupante, y es el desacierto de los textos litúrgicos que acompañan al evangelio. Habitualmente, la primera lectura versa sobre hechos e ideas que no están en concordancia con los criterios de Jesús; o que los contradicen explícitamente; o que narran salvajadas fruto del arcaísmo religioso de sus autores (como la matanza de los primogénitos de Egipto, o la aniquilación del ejército del Faraón). En la segunda lectura son habituales las interpretaciones parenéticas que no aportan nada al evangelio y casi siempre le restan esa frescura que fascina e interpela. Jesús hizo la mejor teología de todos los tiempos contando cuentos sencillos a gente sencilla, y todo lo que se salga de ahí, resulta al menos temerario.
Y es que el Antiguo Testamento es la prehistoria de Jesús. Probablemente sea muy valioso para los exegetas a la hora de interpretar adecuadamente el evangelio, pero tratar de iluminar a los fieles con él, es como sustituir la luz del día por una vela vacilante. Las Cartas contienen las interpretaciones teológicas de Pablo y de los apóstoles –y ofrecen pasajes preciosos–, pero no pasan de ser comentarios a pié de página más o menos afortunados. Los Hechos nos ayudan a conocer el funcionamiento de las primeras comunidades cristianas, y de ahí su valor para nosotros. El Evangelio –según la exégesis más actual– recoge de manera fidedigna la fe de aquellas primeras comunidades, y a través de los testigos nos lleva hasta el mismo Jesús.
Poner en la eucaristía las tres lecturas en el mismo plano no tiene ningún sentido porque es evidente que no tienen el mismo valor. Seleccionar lecturas que poco o nada tienen que ver con la Buena Noticia es un disparate notable, porque no solo nos alejan del mensaje de Jesús, sino que lo escamotean...
Evidentemente todo esto no pasa de ser una opinión personal cuyo único valor es el que cada uno le quiera dar. El concilio Vaticano II supuso un salto importante en la recuperación de la eucaristía, pero queda mucho trecho por recorrer. Estaremos en el buen camino cuando al despertarnos cada domingo no pensemos que tenemos que ir a cumplir con Dios, sino que pensemos: “¡Qué bien; hoy toca eucaristía!”.

LA TRANSICIÓN DEL CRISTIANISMO

col villamayor

El pasado 30 de octubre Aragón TV tuvo el acierto de iniciar una serie sobre “la transición en Aragón” con un primer capítulo dedicado a la transición en la Iglesia.  Han pasado más de 40 años y aquella transición de la Iglesia no ha acabado, solamente se ha interrumpido durante dos papados poco renovadores. Pero actualmente parece reiniciarse. En algunos sectores del cristianismo se habla ya de la necesidad de un tercer concilio Vaticano II y una puesta al día de dimensiones muy sustanciales. No es solo el papa Francisco el que está recuperando este espíritu renovador con muchas resistencias y vacilaciones. También más allá de las grandes orientaciones del magisterio eclesial, las perplejidades y las intuiciones de muchas personas que todavía conservan una referencia a Jesús de Nazaret van por otro lado. Y no menos cristiano.
Las Iglesias se van quedando vacías y el cristianismo, no solo la Iglesia católica, va perdiendo presencia en la sociedad y en la cultura actual. Y no hay que buscar las razones tanto en la pérdida de valores, en el ateísmo, o en la competencia de una educación cívica que relega la religión al ámbito de lo privado. Se trata más bien, en la opinión de muchos de estos cristianos en la frontera, de que las tradicionales interpretaciones y formulaciones del evangelio se han quedado desfasadas en la cultura actual. El cristianismo tal como se explica hoy no acaba de responder a los retos de siempre: la necesidad de sentido ante el mal, la muerte y el sacrifico de las víctimas; el anhelo por recuperar el daño infligido o por trascender una existencia limitada; la búsqueda de un fundamento y de una certeza del bien.
Ante el reto de las migraciones, de la desigualdad, del nacionalismo, de la secularización creciente, del pluralismo ético y religioso, de la grandiosa y beneficiosa divulgación científica y ante la exigencia de una conciencia y actuación realmente democráticas, especialmente en la consideración de los derechos y del estatus de la mujer, se hace precisa una segunda y más profunda transición en la Iglesia. Una mutación que tiene que sumar la perspectiva liberadora y el clima posmoderno, secular, laico, de nuestra cultura. Ya no somos gente religiosa o revolucionaria. Ya no hay dioses realistas en los cielos o en la política.  
Es verdad que muchos cristianos están respondiendo a estos retos a través de las organizaciones sociales, las instituciones, los partidos políticos o incluso de las mismas estructuras de la Iglesia: parroquias, Cáritas, colegios, etc. Sin embargo, sus presupuestos creyentes no han cambiado y atraen cada vez menos, envueltos en una sacralidad ostentosa que hoy podría ser más bien hondura de vida y “cualidad humana profunda” (M. Corbi).  Y así, de la misma manera que en la transición democrática evolucionamos desde el nacional catolicismo al compromiso de liberación sociopolítica, a una mayor valoración de la vida y de este mundo y a una mejor interpretación del significado de Jesús de Nazaret, también ahora se pide al cristianismo una renovación o metamorfosis que contribuya más ajustadamente a la encrucijada de nuestro tiempo.
Se nos pide una vuelta a los valores evangélicos no tanto porque constituyan una identidad religiosa superior sino porque esa identidad no es sino la radicalidad en los valores universales que la comunidad humana va dialogando y concertando (J. Habermas). Valores tales como la solicitud recíproca, la custodia del planeta, la convicción democrática profunda, el ánimo para la vida y la apertura de significados en la cotidianidad.
La originalidad del cristianismo no es ser una religión de salvación centrada en el mito o Misterio de la muerte y Resurrección del Hijo de Dios sino la llamada a desbordar las actitudes de proximidad y compasión activa que constituyeron el proyecto original de Jesús antes de ser absorbido por las culturas judaizante y grecoromana de los primeros siglos. Actitudes que animaron la vida completa del Jesús que anduvo en el mar (M. Machado) hasta su muerte violenta. Animo que también se dio y se da en la entrega de tantos otros profetas y personas anónimas. El cristianismo es el movimiento del amor desbordante (P.Ricoeur, J.D. Causse) que se transforma en esperanza, aunque sea incierta. Nada pues de particularismo o exclusivismos, de superioridad, de posesión de la verdad última o de desdoblamientos sobrenaturales.
Estas son algunas de las líneas que señalan y fundamentan este cambio anunciado:
Una lectura no literal sino metafórica, de los textos llamados sagrados, tanto la Biblia como otros escritos y tradiciones religiosas, espirituales o humanísticas. Solo así es posible una conciliación con la ciencia, el pluralismo religioso y cultural y la cooperación con las instituciones y movimientos de carácter sociopolítico y liberador. Un lectura que orilla definitivamente el dogmatismo y se vuelca más que en la verdad, concepto hoy muy manipulado, en el significado de la vida y en la elevación de la moralidad o libertad. La Biblia más que razón o verdad tiene alma, impulso de vida y fraternidad. (“minimalismo bíblico”, véase J. M. Vigil y servicios Koinonía)
La complementariedad entre fe y ciencia basada principalmente en una nueva concepción del conocimiento humano. Una nueva epistemología que no deja de ser empírica pero se muestra más humilde; no habla tanto de verdad cuanto de modelos que poseen poder explicativo; que no da pie a una metafísica dogmática sino incierta (J. Montserrat), alejada de las afirmaciones fuertes y que encuentra su correlato conciliador en el abandono del concepto ingenuo de Revelación religiosa como verdad absoluta dictada por un Ser superior. La nueva epistemología se presenta ahora como un fundamento para el diálogo entre ciencia y fe (L. Sequeiros).
La construcción de una praxis supraética que no se centra tanto en el moralismo cuanto en la trascendencia del amor cívico y personal fundado en la autonomía de la buena y bella voluntad. El potencial simbólico de las creencias mueve hacia el compromiso, la curiosidad científica y la honestidad intelectual.  Darlo todo a cambio de nada, por la ciencia, por los desfavorecidos, por el planeta, requiere una motivación muy especial; no es una propuesta de la prudencia moral, ni para la actuación ordinaria, mucho menos es una exigencia, o deber coactivo, propia de una religión que se tiene por verdadera o con derecho a obligar, sino una inclinación transcendente de la bella y buena razón que es el mejor regalo que hemos podido recibir no sabemos de quien o incluso de Dios. Somos hijos del amor, don.
La confluencia de las religiones y los humanismos (por ej “Islas encendidas”) que, en la acción liberadora, en la contribución a la justicia y al bienestar humano (P. Knitter), es una tarea a caballo de la política institucional, de la crítica antisistema y del cuidado de las personas. Se extiende desde el pequeño óvolo de la viuda hasta las más altas esferas de los organismos internacionales.
Los protagonistas del capítulo de TVA citado, ya mayores, y los que no salieron y son muchos más, no han perdido su referencia cristiana pero no pisan la iglesia, del mismo modo que en el origen del cristianismo la sinagoga cayo en desuso para ellos. Estas personas se desenvuelven en el lugar común de la responsabilidad democrática y de la ecología profunda. Los templos son las personas dolientes, los sacramentos los gestos naturales del cuidado y de la acción comunitaria, sus celebraciones no tienen nada de sacrificio pascual o consagración. La mujer es igual al hombre y no hay sacerdotes; la divinidad de Jesús, la Resurrección y otras grandes verdades de la fe son más bien símbolos del horizonte inmenso de dignidad que nutre a todo ser humano. No son hechos históricos o milagrosos (J. S. Spong, R. Lenaers, J. Hick, etc).
Estas personas participan de la misma incertidumbre e inseguridad que sus compañeros de viaje liberador. Viven de la confianza que les proporciona ese mar de buen querer, el de siete veces siete, que les llega de la memoria de tantos Jesús de Nazaret. Una perspectiva que los sitúa abiertos al diálogo, sin miedo a la pérdida de identidad y dispuestos a la autocrítica y la escucha permanente.
Algunos llaman a este cristianismo la “Internacional de la esperanza” o “de la justicia”,(Jon Sobrino) como nueva metáfora del Reino de Dios, símbolo prioritario del mensaje evangélico junto a la experiencia personal de un “no sé qué” místico, la figura de Padre o el océano inefable del amor.
Muy probablemente muchos digan que esto no es el cristianismo y vean aquí una reducción de los valores sobrenaturales. Pero hoy el cristianismo es plural y la sociedad no entiende la alquimia religiosa y el dominio de un etéreo mundo sobrenatural. Las imágenes y cultos sobrenaturales son una expresión superada de los componentes o existenciales de la condición humana. Lo sobrenatural es un existencial o cualidad universal inserta en la naturaleza humana, (K. Rahner, Luc Ferry, R. Kearney y otros) y no necesita añadidos. Su dios no está afuera, muerto por el ateísmo contemporáneo sino enterrado en el buen amor pujando por dar vida.

ADVIENTO: ESPERANZA, ORACIÓN Y COMPROMISO

col cruz tome
COMENTARIO 2-Dic-18. I de Adviento. Lc 21, 25-28. 34-36.
Pregón de Adviento: Cobrad ánimo, levantad vuestras cabezas porque se acerca la liberación que trae la venida del Hijo del Hombre. Adviento y Navidad es un tiempo propicio para revisar nuestra espiritualidad, nuestra fe y nuestra vida cristiana.
Estrenamos un nuevo año litúrgico. Es Adviento. Cuando empezamos algo nuevo, lo emprendemos con ilusión y ponemos en activo nuestra mejor disposición. El Adviento nos invita a empezar de nuevo. A renovarnos. Se nos ofrece una nueva oportunidad de romper inercias, de dejar atrás lo viejo y explorar algo nuevo en nuestras existencias.
Adviento habla de esperanza-confianza en algo mejor que está por llegar y que nosotros podemos acelerar su llegada. Esta esperanza es como la impronta, la huella, el anhelo que Dios ha puesto en nuestro corazón. Dios ha soñado al hombre, y el hombre anhela a Dios. Nuestra historia cobra un nuevo sentido desde esta fe-esperanza-confianza. La fe confía en Dios. La esperanza confía a Dios. La Liturgia de hoy nos presenta a Dios como nuestra justicia. Dios levanta al oprimido, hace valer al que no vale, porque a Él todos los seres humanos le importan como hijos.
Los cristianos, en estas fechas de Adviento y Navidad, celebramos que Dios está en y con nosotros. Que es la Presencia liberadora de nuestras esclavitudes. Celebramos la fe en el Dios encarnado y en la humanidad que nos hace presente a Dios. Celebramos el valor divino de lo humano y el valor humano de lo divino. Celebramos que Jesús, Enmanuel, es nuestro salvador, nuestro modelo de vida. Que ha venido a enseñarnos a ser y vivir como Él.
La esperanza se alimenta con la oración. El Evangelio de hoy nos llama a estar alerta, a tener el corazón libre de los vicios, del libertinaje y de las preocupaciones de la vida, orando en todo tiempo, “para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está por venir y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre”, para hacernos dóciles al Espíritu del Señor. Nos llama a “estar despiertos y orando”, porque este Espíritu se descubre por la fe y con una esperanza viva: punto de encuentro entre las promesas de la fe y los signos de los tiempos presentes y venideros.
La oración no es para cambiar a Dios; es para cambiar nuestras actitudes y comportamientos. Para cambiarnos a nosotros. La oración da como fruto la conversión hacia la honradez, la bondad y el servicio a los demás. La Liturgia de hoy nos presenta un camino, un itinerario: fe-esperanza-confianza-oración-amor-servicio. En síntesis, espera vigilante en oración y compromiso con el Reinado de Dios. “Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir, y manteneos en pie ante el Hijo del Hombre”. Vigilad y orad. Estad despiertos. Abrid los ojos. Se acerca vuestra liberación. La conversión del corazón. La conversión es un cambio de mentalidad, un cambio de rumbo en nuestra existencia, un cambio de valores. Porque cuando se cambian los valores de nuestra vida, transformamos nuestra forma de ser, de vivir y de actuar.
Se acerca nuestra liberación, la de los otros y la de la naturaleza. Liberarnos de nuestra inhumanidad, indignidad e injusticia. La actitud de vigilancia a que nos lleva el adviento es estar alerta a descubrir el “Cristo que viene en las circunstancias actuales y a afrontarlas como proceso necesario de una liberación total, de la humanidad y su hábitat. Tenemos que descubrir en nuestras “higueras” los signos de los tiempos que nos toca cuidar y liberar. Tenemos que trabajar la liberación de tanto sufrimiento humano y de tanta devastación de la naturaleza. En nosotros existe la angustia, el miedo y el espanto, no causados por “las señales en el sol, la luna y las estrellas”. Nuestras angustias e inseguridades están causadas más bien por las crisis económicas, por los conflictos sociales, por el abuso del poder, por la falta de pan y trabajo, por la frustración... de tantas estructuras injustas, que sólo podrán ser removidas por la llegada del amor de Dios y su justicia al corazón de los seres humanos. (Servicios Koinonía). Este es nuestro compromiso con el Reinado de Dios aquí y ahora.
Para finalizar y como resumen: Dios se ha encarnado en Jesús de Nazaret y esto cambia la historia. También, Dios se encarna en cada uno de nosotros y eso cambia, para bien, nuestra vida: Dios nos libera de nuestro mal y nos capacita para el bien: De nuestra inhumanidad, indignidad e injusticia a la humanidad: honradez, bondad y servicio. Yo tengo que hacer presente a Dios con mi vida y mi palabra. Soy Belén para los demás. Soy adviento para ellos ¿Cómo? Con oración, fe, amor, servicio. (Teresa de Calcuta)

JUSTICIA, PAZ Y LIBERACIÓN

col sicre
Comenzamos un nuevo año litúrgico, preparándonos, como siempre, para celebrar la Navidad. La primera lectura promete la venida de un descendiente de David que reinará practicando el derecho y la justicia y traerá para Judá una época de paz y seguridad. El evangelio anuncia la vuelta de Jesús con pleno poder y gloria, el momento de nuestra liberación. ¿Cómo se explica la unión de estas dos venidas tan distintas? Lo intentaré con la siguiente historia.
La esposa del astronauta y la Iglesia
Un día la NASA decidió una misión espacial fuera de los límites de nuestro sistema solar. Una empresa arriesgada y larga que encomendaron al comandante más experimentado que poseía. Cuando se despidió de su mujer y sus hijos, la familia pasó horas ante el televisor viendo como la nave se alejaba de la tierra.
Los niños, pequeños todos ellos, preguntaban continuamente: “¿Cuándo vuelve papá?” Y la madre les respondía: “Vuelve pronto, no os preocupéis”. Al cabo de unos meses, cansada de escuchar siempre la misma pregunta, decidió organizar una fiesta para celebrar la vuelta de papá. Fue la fiesta más grande que los niños recordaban. Tanto que la repitieron con frecuencia. La llamaban “la fiesta de la vuelta de papá”. Pero la inconsciencia de los niños creaba una sensación de angustia en la madre. ¿Cuándo volvería su marido? ¿El mes próximo? ¿Dentro de un año? “La fiesta de papá”, que podía celebrarse en cualquier día del mes y en cualquier mes del año, se le convirtió en una tortura. Hasta que se le ocurrió una idea: “En vez de celebrar la vuelta de papá ‒dijo a los niños‒ vamos a celebrar su cumpleaños. Sabéis qué día nació, así que no me preguntéis más cuándo vamos a celebrar su fiesta.
A la iglesia le ocurrió algo parecido. Al principio hablaba de la pronta vuelta de Jesús, la que menciona el evangelio de este domingo. Pero esa esperanza no se cumplía, y la iglesia pasó de celebrar su última venida a celebrar la primera, el nacimiento. Sin embargo, no ha querido olvidar la estrecha relación entre ambas venidas, y así se explica que encontremos textos tan distintos.
De reyes inútiles y canallas a un rey justo (Jeremías 33, 14-16)
Para comprender esta lectura hay que recordar la trágica historia de los últimos reyes judíos. Josías, del que tanto se esperaba a nivel religioso y político, murió en la batalla de Meguido luchando contra los egipcios (609). Su hijo, Joacaz, fue deportado a Egipto al cabo de tres meses de reinado. Le sucede Yoyaquim/Joaquin (608-598), al que el profeta Jeremías condena por sus terribles injusticias. Mientras tanto, el dominio internacional ha pasado de Egipto a Babilonia. Nabucodonosor deporta a Joaquín/Jeconías (598-597) y nombra rey a Matanías, cambiándole el nombre por el de Sedecías, que significa “Yahvé es mi justicia”. Este nombre parece una broma, un insulto. ¿De qué justicia habla Nabucodonosor? ¿Qué se puede esperar de un fantoche impuesto por el babilonio? Y la gente se preguntaría: ¿de qué sirve la promesa hecha por Dios a David de una dinastía eterna? ¿Para qué queremos un descendiente de David, si todos los reyes son inútiles o sinvergüenzas?
En este contexto se entiende la promesa hecha por Dios a Jeremías de un rey que se llamará “Yahvé es nuestra justicia”. Un monarca cuyo mismo nombre expresa la estrecha relación de Dios con todo el pueblo, y que salvará a Judá y Jerusalén mediante un gobierno justo. Frente a la angustia y la incertidumbre, implantará la tranquilidad.
Lo fundamental es la idea de un monarca que procura el bienestar del pueblo. En el contexto del Adviento, esta lectura nos recuerda que Dios no se desentiende de los graves problemas políticos y sociales de la humanidad.
El amor como preparación a la Navidad (1 Tesalonicenses 3, 12- 4,2)
Lectura brevísima, pero muy importante: indica con qué espíritu debemos vivir siempre la vida cristiana, en especial estas semanas del Adviento: amor mutuo entre los cristianos y amor a todo el mundo.
Esperar y preparar nuestra liberación (Lucas 21, 25-28. 34-36)
El evangelio comienza con las señales típicas de la literatura apocalíptica a propósito del fin del mundo (portentos en el sol, la luna y las estrellas) que provocan en las gentes angustia, terror y ansiedad. Pero el evangelio sustituye el fin del mundo con algo muy distinto: la venida de Jesús con gran poder y gloria; y esto no debe suscitar en nosotros una reacción de miedo, sino todo lo contrario: “cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación”.
A continuación, nos dice el evangelio cómo debemos esperar esta venida de Jesús. Negativamente, no permitiendo que nos dominen el libertinaje, la embriaguez y las preocupaciones de la vida. Positivamente, con una actitud de vigilancia y oración.

EL QUE MANDA, COMO EL QUE SIRVE

comentario editorial

“La ambición es un vicio, pero puede ser madre de la virtud” (Marco Aurelio)
2 de diciembre. Domingo I de Adviento
Lc 21, 25-28. 34-36
Vosotros no seáis así; antes bien, el más importante entre vosotros sea como el más joven y el que manda como el que sirve
La ambición es deseo ardiente de poseer riquezas, fama, poder u honores. Puede tratarse también como ambición, el deseo de obtener algo en grande; de tal manera que, como seres humanos, podemos fijarnos metas ambiciosas, refiriéndonos con esto al hecho de querer lograr superar las expectativas, sobresalir del resto de las personas. La ambición es lo que nos mueve y motiva día a día, el deseo por superarse y llegar mucho más lejos y lograr nuestros objetivos, que para algunos pueden resultar imposible, sin embargo, para la persona ambiciosa todo es posible con determinación, esfuerzo y dedicación. Provee la motivación y determinación necesaria para lograr objetivos, metas en la vida o el deseo de ser mejor.
A lo largo de la historia se pueden señalar numerosos ejemplos de ambiciosos, como por ejemplo, Napoleón Bonaparte, que quería extender su poder desde Francia  hacia el resto de Europa, o el griego Eróstrato, que tenía la ambición de volverse célebre por medio de la destrucción del Templo de Artemisa. 
La iconología, no ha estado ausente a ella. Los romanos, por ejemplo, levantaron un templo a la ambición, representándola con alas a las espaldas, para expresar la extensión de sus designios y la prontitud con que quiere ejecutarlos o para expresar las fatigas y las humillaciones que sufre el ambicioso para llenar sus fines.
En el evangelio de este domingo, el relato no es ajeno al tema. Lucas dice en 22, 24, que “Surgió una disputa entre los discípulos sobre quién de ellos era el más importante”. Referente a lo cual, La Biblia de Nuestro Pueblo insiste sobre la inversión de valores que caracteriza el modelo de comunidad y de sociedad nueva que tiene que surgir con la instauración del reino. La respuesta de Jesús a sus discípulos es contundenteVosotros no seáis así; antes bien, el más importante entre vosotros sea como el más joven y el que manda como el que sirve (Lc 21, 25).
La palabra ambición tiene una connotación negativa en nuestra cultura. Sobre todo en el ámbito de la eclesial, lo que no es del todo cierto.  Ya el emperador romano Marco Aurelio decía ya en el siglo I que “La ambición es un vicio, pero puede ser madre de la virtud”El Evangelio nos muestra también esta connotación positiva.
Se supone que los cristianos no debemos ser ambiciosos, sino compartir nuestras posesiones con los demás. No perseguir en nuestra vida las cosas de este mundo, sino enfocarnos en las cosas de arriba (Col 3:2-3). ¿Podrías, evangelista Mateo, repetirnos aquello que tan ilustrativamente dices en la Parábola del tesoro escondido?
Pues claro que sí. Escuchad atentos: “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo”. Lo escribí en el capítulo 13 de mi libro.
También en este sentido positivo, el salmo 67 resume en gran medida, la pasión con la que debemos anhelar la extensión del evangelio:
Dios nos tenga compasión y nos bendiga;
Dios haga resplandecer su rostro sobre nosotros,
para que se conozcan en la tierra sus caminos,
y entre todas las naciones su salvación.
Que te alaben, oh Dios, los pueblos;
que todos los pueblos te alaben.
Alégrense y canten con júbilo las naciones,
porque tú las gobiernas con rectitud;
¡tú guías a las naciones de la tierra!
Que te alaben, oh Dios, los pueblos;
que todos los pueblos te alaben.
La tierra dará entonces su fruto,
y Dios, nuestro Dios, nos bendecirá.

El Parlamento Europeo, alarmado por la ley española del spam electoral: “No encaja en el Reglamento de Protección de Datos”


Juan Luis Sánchez

kaosenlared
En todo caso, no corresponde al Parlamento sino a la Comisión Europea vigilar el cumplimiento del reglamento. La Comisión ha declinado hacer valoraciones sobre la nueva ley española pero nos remite a las orientaciones “para garantizar elecciones libres y justas” publicadas tras el escándalo de Facebook y Cambridge Analytica.
El PSOE defiende la ley del spam electoral personalizado como “una transposición directa” de normas europeas; desde Bruselas lo niegan: “afecta a derechos fundamentales”··· Ver noticia ··

Colaboración. El juez Llarena: Una interpretación franquista del delito de rebelión


Javier Domínguez

Os proponemos esta reflexión de nuestro colaborador Javier Domínguez, sobre el delito de rebelión
En tiempo de la Monarquía, de la dictadura de Primo de Rivera y de la República, el delito de Rebelión era un delito estrictamente militar que consistía en un levantamiento armado de militares contra los mandos legítimos Al dominarse el levantamiento, el mando militar constituía un tribunal que podía condenar, por procedimiento sumarísimo, a penas que iban de seis meses y un día a pena de muerte, según la graduación y el grado de implicación en la Rebelión…··· Ver noticia 

KLa gran hipocresía

Pedro Pierre
Redes Cristianas
Esto ocurrió por la celebración en París del centenar del final de la llamada Primera Guerra Mundial el 11 de noviembre pasado. ¿Qué se celebraba? 20 millones de muertos en 4 años, el fin de los imperios europeos anteriores y la preparación de la llamada Segunda Guerra mundial. ¿Quiénes celebran? Los mismos que guerrearon y volverán a guerrear 20 años más tarde. Setenta jefes de estado en París en dicha celebración. Y entre ellos Natanyahu, el sanguinario primer ministro de Israel que lleva una guerra de 70 años contra los Palestinos, comiéndose sin descanso ni vacilaciones sus vidas y su territorio.
¿Y los desaires de Trump contra Macron, el presidente francés? Los dos están involucrados en 7 actuales conflictos bélicos en varias partes del planeta contra países que luchan por su independencia y siguen planificando nuevos. Se trata más bien de ver quién es capaz de conservar la hegemonía mundial por las armas: ¿o Estados Unidos o la Unión Europea? ¿o Moscú o Pekín?¿Qué clase de celebración es ésta en París el 11 de noviembre de 2018? La gran hipocresía. ¿De qué guerra estamos hablando: la de hace 100 años o la de hoy?
La ‘Primera Guerra Mundial’ fue principalmente europea. Fue el enfrentamiento bélico de la “Triple Alianza” contra la “Triple Coalición” por el dominio industrial mundial. La Triple Alianza era conformada por Alemania, Austria-Hungría e Italia y la Triple Coalición” por Francia, Inglaterra y Rusia, teniendo como aliados Bélgica, Portugal, Japón, Estados Unidos y China. El detonante del conflicto en junio de 1914 fue el asesinato por un joven nacionalista serbio del gobernante de Austria. El imperio austrohúngaro declaró la guerra a Serbia desencadenando la activación de todas las demás alianzas. Al final de dicha guerra, las graves sanciones económicas impuestas a instancias de Francia e Inglaterra a Alemania provocaron un proceso de revancha que desembocó en la “Segunda Guerra Mundial”, más mortífera que la ‘Primera’. Y hoy los poderosos de siempre, en una celebración grandiosa, nos quieren imponer su agenda, sus puntos de vista y su dominación.
Hace tiempo que en América del Sur hemos dejado de ser el supuesto ‘continente de la paz’, porque siempre fuimos agredidos y saqueados. Después de 10 años de tomarse un rumbo de independencia e integración, el imperio del norte con la complicidad de las oligarquías locales está desarrollando un nuevo período de dominación para seguir manteniendo sus privilegios y aumentando sus riquezas financieras. Las agresiones norteamericanas contra Venezuela ahora están dirigidas desde Colombia y Brasil, con sus presidentes de extrema derecha recientemente elegidos. Ellos representan la vanguardia de la agresión imperialista a América Latina con el respaldo del secretario general de la OEA (Organización de los Estados Americanos), el uruguayo Luis Almagro.
La gran hipocresía se ha derramado por las Américas… ¿Dónde nos ubicamos? ¿Con las oligarquías que nos gobiernan mintiéndonos sin respetar ni Constitución ni ética o con los pueblos y organizaciones populares en lucha por una Patria grande, libre y fraterna? De nuestra opción depende de cómo se nos califique: de hipócritas o de dignos latinoamericanos.

¿Está más cerca la República en España?

Germán Gorráiz López, analista
 Redes Cristianas
El establishment del Estado español estaría formado por las élites financiera-empresarial,política, militar, jerarquía católica,universitaria y mass media del Estado español,herederos naturales del legado del General Franco que habrían fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la lectura del libro “Oligarquía financiera y poder político en España” escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet), e iniciado asimismo una deriva totalitaria que habría ya convertido a la seudodemocracia española en rehén del establishment y que tendría como objetivo último la implementación del “Estado Tardofranquista”, anacronismo político que bebería de las fuentes del centralismo jacobino francés y del paternalismo de las dictaduras blandas y que alcanzó el paroxismo con la prohibición del referéndum soberanista en Cataluña y la posterior implementación de un Golpe blando en Cataluña tras la suspensión de facto de la Autonomía catalana mediante la aplicación del 155.
¿Por qué triunfó la Moción de censura contra Rajoy?
El actual sistema dominante o establishment de las sociedades occidentales utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas. Así, la estrategia electoral de Rajoy se basaba en el mantra de la recuperación económica edulcorada con sibilinas promesas de aumento del techo de gasto autonómico, subidas salariales a funcionarios y jubilados así como reducciones fiscales al estar la sociedad española integrada por individuos unidimensionales que no dudarán en primar el “panem et circenses” ( frente al vértigo que suscitaba la utopía de un Nuevo Régimen propugnada por Podemos), con el objetivo confeso de formar un Gobierno PP-Ciudadanos tras las elecciones del 2.020 que se encargaría de implementar un Estado monárquico, jacobino y eurocéntrico, siguiendo la máxima del gatopardismo (“Cambiar todo para que nada cambie”).
Sin embargo, la desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción del PP (cuyo paradigma sería la sentencia del Caso Gürtel), generó un tsunami popular de denuncia del actual déficit democrático, social y de valores originando un “caos constructivo” que facilitó la presentación de una moción de censura por parte de Pedro Sánchez, quien tras lograr el apoyo del resto de partidos de la oposición (excepto Ciudadanos, la marca blanca del PP), ha conseguido finiquitar el Gobierno de Rajoy y abrir un horizonte limitado en el tiempo (1 año), en el que primará la implementación de una nueva cartografía socio-política del Estado español.
El puzzle inconexo del caos
El puzzle inconexo del caos ordenado puede esbozarse mediante la llamada “Teoría de las Catástrofes” del científico francés René Thom y se basaría en dos conceptos antinómicos para intentar “comprender el orden jerárquico de la complejidad biológica”. Así, el concepto de estabilidad o equilibrio se refiere a un sistema que permanece estable aunque registre un cambio, principio que trasladado a la esfera política se traduciría en la Reforma del Régimen del 78 sin alterar sus principios esenciales (Monárquico, jacobino y neoliberal), tesis que defenderían los partidos del establishment dominante del Estado español (PP, PSOE y Ciudadanos). En la orilla antónima, encontramos el concepto de cambio cualitativo o discontinuidad que se produce cuando simples cambios cuantitativos pasan a ser otra cosa diferente y el sistema se transforma internamente de modo radical en una nueva realidad que modifica su situación de equilibro interno y se crea una situación nueva (Nuevo Régimen), tesis defendida tan sólo por los grupos independentistas periféricos (EH Bildu, JpCat, ERC y CUP) y que es asociada por el aparato mediático del sistema dominante (mass media) con el advenimiento del caos. Así, el encefalograma plano de la conciencia crítica de la sociedad española actual vendría favorecida por una práctica periodística peligrosamente mediatizada por la ausencia de la exégesis u objetividad en los artículos de opinión y el finiquito del código deontológico periodístico que tendría su plasmación en la implementación de la autocensura y en la sumisión “nolis volis” a la línea editorial de su medio de comunicación (fruto del endemismo atávico de la servidumbre a los poderes fácticos del status quo) habrían convertido al periodista en mera correa de transmisión de los postulados del establishment o sistema dominante.
El endemismo de la Cataluña invertebrada
El biólogo Lyan Watson en su obra “Lifetide” publicada en 1979 afirma que “ si un número suficientemente grande de personas (Masa Crítica) adquieren un nuevo conocimiento o forma de ver las cosas, esto se propagará por toda la humanidad”, para lo que es necesario que un determinado número de personas (Masa Crítica), alcance una conciencia más elevada, momento en que el individuo es capaz ya de realizar un salto evolutivo y lograr un cambio de mentalidad, tesis conocida como “Teoría del Centésimo Mono”. Estamos asistiendo en Cataluña a la aparición de un nuevo individuo (Individuo Multidimensional) reafirmado en una sólida conciencia crítica y sustentado en valores caídos en desuso como el sentimiento de Nación, la solidaridad y la indignación colectiva ante la corrupción e injusticia imperantes y dispuesto a quebrantar las normas y las leyes impuestas por la “monarquía de las tinieblas” del Estado español y que logrará finalmente la utopía de una República Catalana tras una época traumática en la que agonizará lo viejo sin que amanezca lo nuevo.
Así, la agudización de la crisis económica, la desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes casos de corrupción de la élite político-económica y el endemismo de una Cataluña invertebrada, harán revisar la vigencia de la Constitución del 78 en la que se sustenta el actual status quo y tras un proceso que se antoja inevitable de catarsis y posterior metanoia colectiva en el conjunto del Estado español, no sería descartable la instauración de la III República en el horizonte del 2021, escenario en el que se procederá al diseño de una nueva cartografía del Estado español con la implementación de un Estado Confederal