FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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ATALAYA

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miércoles, 18 de octubre de 2017

Nuevo portal de Innovación

- Por: Begoña Rodríguez (Escuelas)



Se trata de una herramienta virtual, diseñada y planificada por el Equipo de Innovación, en la que se proponen diferentes espacios que explican y desarrollan propuestas de innovación educativa.








El coordinador de Escuelas, Fernando García, presentaba el pasado 9 de octubre a los directores de todos los colegios de la Inspectoría el nuevo Portal de Innovación que se pone en funcionamiento este curso. Se trata de una herramienta virtual, diseñada y planificada por el Equipo de Innovación, en la que se proponen diferentes espacios que explican y desarrollan propuestas de innovación educativa.

Está pensado para que todos los colegios que lo deseen puedan aportar sus experiencias innovadoras y también se vayan presentando a los numerosos docentes que están aplicando esas experiencias en sus centros. Además cuenta con una sección de recursos metodológicos, herramientas TIC, blog de noticias y diferentes materiales que se pueden consultar y descargar para su utilización en el aula.

El objetivo de este Portal es formar parte de la cultura de innovación pedagógica y pastoral que se está impulsando desde la coordinación de Escuelas y que apuesta por utilizar metodologías innovadoras y activas en el aula que pongan como centro al alumno, protagonista de su propio aprendizaje.

Es inmensa la riqueza de experiencias y profesionales de la educación que están trabajando ya en esta línea y el Portal quiere dar a conocer esta labor para que todos los colegios se puedan beneficiar de ella.

Con periodicidad regular se irán dando a conocer experiencias y docentes de todos los colegios; se presentarán los recursos metodológicos y se darán a conocer herramientas TIC. Los centros podrán enviar también noticias propias, premios ganados o cursos formativos realizados que alimentarán el Blog de noticias. Se pueden enviar al correo bego.rodriguez@salesianos.es

La dirección donde se puede encontrar toda la información es:
http://innovacion.salesianos.es/

Resiliencia: 9 Hábitos para Ser Fuerte Emocionalmente

10 Frases de Carl Jung IMPRESCINDIBLES en tu Crecimiento Personal

¿MIRAS HACIA OTRO LADO CUANDO ALGUIEN NECESITA AYUDA?

religion digital

Aquí se manifiesta el misterio de Jesucristo, puesto que siendo pecadores, ha venido por nosotros, para curarnos y dar la vida por nosotros
Hacerse cargo de las personas heridas como hizo el Buen Samaritano. En su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta el segundo lunes de octubre, el Papa Francisco exhortó a ayudar a levantarse a quien tiene necesidad, tal como lo hizo Cristo, quien "sigue rezando" por nosotros. El Pontífice comenzó su reflexión a partir del Evangelio propuesto por la liturgia del día que relata la parábola del Buen Samaritano quien, a diferencia del sacerdote y del levita, se detiene y socorre al hombre herido a muerte por los bandidos.
La parábola del Buen Samaritano es la respuesta que Jesús da al Doctor de la Ley, que quiere ponerlo a prueba preguntándole qué hay que hacer para heredar la vida eterna. Jesús le hace decir el mandamiento del amor hacia Dios y hacia el prójimo, pero el Doctor de la Ley, que no sabía salir de la "pequeña trampa que Jesús le había tendido", le pregunta quién era su prójimo. Y entonces Jesús responde con esta historia.
En la parábola hay seis "actores": los bandidos, el hombre herido a muerte, el sacerdote, el levita, el posadero y el samaritano, un pagano que no era del pueblo judío. El Papa evidenció que Cristo siempre responde de modo "más elevado". Y en este caso con una historia que, precisamente, quiere explicar su mismo misterio, "el misterio de Jesús".
De manera que Francisco describió una actitud frecuente. Los bandidos se habían ido felices porque le habían robado "tantas cosas buenas" y no les importaba de su vida. El sacerdote, "que debería ser un hombre de Dios", y el levita, que estaba cerca de la Ley, pasan más allá frente a un hombre herido, casi en fin de vida: "Una actitud muy habitual entre nosotros: mirar una calamidad, mirar una cosa fea y pasar más allá. Y después leerla en los periódicos, un poco pintadas por el escándalo o el sensacionalismo. En cambio, este pagano, pecador, que estaba de viaje, ‘vio y no pasó más allá: tuvo compasión'. Lucas lo describe bien: "Vio, tuvo compasión de él, estuvo cerca y no se alejó: se acercó. Le vendó las heridas - ¡él! - derramándole aceite y vino". Y no lo dejó allí: hice lo mío y me voy. No".
Después lo cargó sobre su cabalgadura, lo llevó a la posada y se ocupó de él, pero al día siguiente, teniendo que irse por sus cuestiones, pagó al posadero para que se ocupara de él diciéndole también que lo que hubiera gastado además "de esos dos denarios", se los habría pagado a su regreso. Éste es el "el misterio de Cristo" que "se hizo siervo, se abajó, se anonadó y murió por nosotros". Con este misterio Jesús responde al Doctor de la Ley, que quería ponerlo a prueba. Jesús es el Buen Samaritano e invita a aquel hombre a hacer lo mismo. "No es un relato para niños sino el misterio de Jesucristo", dijo el Papa: "Y viendo esta parábola, comprenderemos con mayor profundidad la amplitud del misterio de Jesucristo. El Doctor de la Ley se fue silencioso, lleno de vergüenza, no comprendió. No comprendió el misterio de Cristo. Quizá haya entendido ese principio humano que nos acerca a entender el misterio de Cristo: que cada hombre vea a otros hombre desde arriba hacia abajo, sólo cuando debe ayudarlo a levantarse. Y si alguien hace esto, está en el buen camino, está en el buen camino hacia Jesús".
El Papa Francisco aludió también al posadero que "no entendió nada" pero experimentó "el estupor de un encuentro con alguien que hacía cosas que jamás había oído que se pudieran hacer". Es decir -dijo el Santo Padre- el estupor del posadero es precisamente su "encuentro con Jesús". Por esta razón exhortó a leer este pasaje del capítulo décimo del Evangelio de Lucas y plantearse una serie de preguntas: "¿Qué hago yo? ¿Soy un bandido, un estafador, corrupto? ¿Soy un bandido allí? Soy un sacerdote, ¿echa un vistazo, ve y mira para otro lado y va más allá? ¿O un dirigente católico, que hace lo mismo? ¿O soy un pecador? ¿Uno que debe ser condenado por sus propios pecados? ¿Y me acerco, me hago prójimo, me ocupo de aquel que tiene necesidad? ¿Cómo hago yo ante tantas heridas, ante tantas personas heridas con las cuales me encuentro todos los días? ¿Hago como Jesús? ¿Tomo forma de siervo? Nos hará bien esta reflexión, leyendo y releyendo este pasaje.
Aquí se manifiesta el misterio de Jesucristo, puesto que siendo pecadores, ha venido por nosotros, para curarnos y dar la vida por nosotros".

EL AMOR QUE DIOS NOS TIENE

col otalora

Confieso que de tantas ganas de acertar con la esencia del evangelio, me pierdo a veces en buscar aquí o allá, dentro de los textos bíblicos o en las reflexiones de personas que saben y han experimentado más y mejor a Dios que yo. Muchas escriben en este mismo foro y de ellas aprendo a reflexionar con más sustancia.
Pero esta semana, escuchando la homilía de Félix Larrondo en un funeral, me ha vuelto a recordar que lo esencial para un cristiano es el amor que Dios nos tiene. Mucho más importante que los deberes cristianos para nuestro prójimo, los mandamientos y las bienaventuranzas, las leyes canónicas y litúrgicas, las reflexiones papales el rezo del rosario o incluso que la santa misa. Porque lo mejor de todo lo anterior son solo medios o consecuencias -algunas maravillosas- para responder alimentados de ese amor y vivir como Él nos ama.
No le vemos a Dios pero nos envuelve como el agua al pez en el océano. Dios increado, inmenso, inabarcable, nos crea de su amor y con él nos envuelve acompañando nuestra fragilidad como uno de nosotros para compartir radicalmente la vida entera. Dios en su infinito amor preparó un mundo idóneo para la existencia y el disfrute del ser humano; no es casualidad que el hombre y la mujer fuesen lo último en ser creados para recibir la herencia del ecosistema y el universo, siendo dotados de la capacidad para completar su obra creadora. Nos preparó el planeta, creó el cielo y las estrellas, y todo lo que nos rodea y resulta necesario para la vida en pleno disfrute de ella.
Dios en su inmenso amor nos hizo de tal modo que pudiéramos disfrutar de muchísimas cosas: el sabor del alimento, el goce intelectual, el calor de la luz solar, el sonido de la música, la frescura de un día de primavera, la ternura del amor.  Miles de necesidades humanas que vienen envueltas en el placer al satisfacerlas. Nadie, en el peor ejercicio de arrancarnos la libertad, puede entrar en el yo más profundo y acceder a nuestros más preciados sentimientos.
Dicen que no se puede definir a Dios. Pero también se dice que no nos equivocamos en absoluto definiendo a Dios como Amor: cuanto más amamos, más parecidos somos a Dios. Pero lo mejor de todo es que no hay nada que pueda hacer para que Dios deje de amarte. Puedes intentarlo, pero simplemente no sucederá porque su amor por mi se basa en su esencia y no en lo que haga, diga o sienta ¡Es imposible lograr el desamor de Dios! Nuestra libertad no llega a coartar la libertad esencial de Dios volcado en cada una de sus criaturas.
Desde el Antiguo Testamento a las cartas de Juan, el recorrido sobre las categorías que los profetas y apóstoles le van dando a Dios, pasan precisamente por la comparación más entregada que tenemos los seres humanos: el amor de una madre, la ternura hacia sus pequeños, y las comparaciones de Pablo sobre el comportamiento amoroso en 1Corintios 13, 4, verdadero himno para el cristiano: cuando dice que el amor es sufrido, es benigno, no busca su interés, no se irrita, no apunta las ofensas; no se goza de la injusticia, se goza de la verdad; todo lo espera, todo lo soporta... nos indica el camino desde su experiencia misionera de ser rechazado por los “elegidos” judíos en Corinto, pero también nos recuerda cómo es Dios. Al final, escribe Pablo, solo el amor permanecerá para siempre.
Relativicemos todo hasta que no estemos centrados en este meollo-mensaje. Es la manera de que todo lo demás tenga el sentido y la vivencia adecuada. Creo que de tanto pontificar a propios y extraños, en lo esencial se nos ha ido el oremus. Lo bueno es que sabemos la manera de encontrarlo: amando y rezando para no caer en la tentación.

LA "INADMISIBLE" PENA DE MUERTE. ¿TAMBIÉN LA ETERNA?

col aradillas

La herencia que entre unos y otros le han dejado al papa Francisco, es como para echarse a temblar. Lo del "semper" -siempre- de "Ecclessia reformanda", alcanza máximos grados de profundidad y urgencia en la mayoría de las instancias de los "profesionales vocacionados", con que cuentan sus dicasterios curiales -romanos y diocesanos-, y en no pocas doctrinas y enseñanzas que se presentaron y presentan, como inherentes y constitutivas de dogmas de fe, o de algo parecido o cercano.
Como todo concepto que se relaciona con la Iglesia se ha de diversificar de por sí y con concordatos y pactos internacionales, en Iglesia-religión cristiana y en Estado Vaticano libre e independiente, reconocido como tal, y al mismo nivel que los que rigen los países del resto del mundo, la problemática que ha de afrontar el papa Francisco es ciertamente espectacular y asombrosa. Gracias a su gracia y a la gracia de Dios, de la que es reconocido merecedor, así como a su fe y a su audacia, los pasos que da en dirección a la reforma se constatan con facilidad y admiración.
Disquisiciones como estas se plantean muchos, estos días, al haber tenido noticias de que Francisco ha decidido cambiar el texto del punto 2267 del Catecismo Oficial de la Doctrina Cristiana, publicado con los "Nihil Obstat", "Imprimatur" y las "debidas licencias e indulgencias", en el que la pena de muerte se podría mantener y tendría cabida en la Iglesia con toda legitimidad, en circunstancias concretas. Mientras que en los países civilizados, o en vías de serlo en un futuro próximo, y en sus religiones y respectivas creencias, la pena de muerte, como castigo, se consideraba extinta en sus códigos, la reliquia de esta inclemente e inhumana decisión campeaba en el Catecismo Oficial de la Doctrina Cristiana, sin haber sido cuestionada, hasta la llegada de este papa "venido de allende los mares".
Comprobar que el personal de los dicasterios romanos se hayan entretenido empleando tantas horas, por ejemplo, en discernir sobre la ortodoxia de las doctrinas, y adoctrinadores, de la llamada Teología de la Liberación, o determinar cualidades y circunstancias de los milagros que habrían de acelerar las "causas de los beatos o santos", con inclusión del análisis de las reliquias para la declaración jubilar de ciertos "Años Santos", conociendo positivamente la monstruosidad que comporta la permanencia del citado punto 2267 del Catecismo, aporta razones sobradas para la descalificación y exilio de sus responsables, con el acompañamiento piadoso de algún "mónitum" impiadoso.
¿Cómo seguir confiriéndole todavía vigencia a la pena de muerte en el Catecismo de una religión, y más en el de la Iglesia católica, de la que se dogmatiza que fue fundada por Cristo Jesús, enemigo de toda violencia, y dramáticamente opuesto a la pena de muerte? ¿Cómo es posible vivir con la conciencia tranquila, siendo "vigilante" -"episcopus"- de tanta extorsión y malversación de las enseñanzas de los evangelios y del comportamiento y ejemplos vividos -y testificados- por Jesús?
¿Con qué autoridad nacional e internacional puede el Estado Vaticano aspirar a adscribir su firma, a protocolos a favor de la desaparición de la pena de muerte de todos los códigos? ¿No era de esperar que el papa pronunciara ya con rotundidad que "la pena de muerte es inadmisible"? ¿No es también de esperar, por poner otro ejemplo, que dicte otro "no" rotundo a la feroz e inculta discriminación radical que padece la mujer en la Iglesia, en la Constitución de su propio Código de Derecho Canónico?
Otro tema anexo substantiva y radicalmente al de la pena de muerte aludido en el punto 2267 del citado Catecismo, suscita interrogantes similares, y aún más apremiantes, como, por ejemplo, este : ¿Podrían interpretarse las palabras del papa también en relación con la "muerte eterna", contenida en tantos adoctrinamientos religiosos, lo que equivaldría a hacerles pensar a algunos -a muchos-, que tal pena de muerte -además "eterna", debiera, o no, permanecer en el organigrama adoctrinador de la catequesis cristiana?
¿En cuantas religiones, civilizadas o "civilizables", se mantienen con veracidad los castigos eternos, con la consabida "pena de muerte"? ¿Cuántos adoctrinadores se creen de verdad lo que predican, antes o después de haber estudiado en profundidad, y con lógica humana y divina, que Dios es Padre-Madre, por definición bíblica y por elementales sentimientos de humanidad y de convivencia? ¿Acaso se sabe algo fiable de lo que es, y significa, la eternidad y, por tanto, sus premios y castigos? ¿No se estará abusando de término tan misterioso e insondable, tal vez con el fin de administrarlo en beneficio, y a favor, de la "causa", aunque esta sea y se predique como "religiosa"?
Tal y como catequéticamente se nos presenta la eternidad para los "malos" dentro y fuera de la Iglesia ¿podrá haber otra religión -y otros "religiosos"- dispuestos a idear, y a suministrar, castigos más terroríficos que los "dogmatizados" por "Nuestra Santa Madre la Iglesia"? ¿Falla Dios o fallan quienes creen representarlo en la tierra? ¿No se reservará el papa Francisco alguna solución misericordiosa, que sorprenda algún día a creyentes e increyentes?
Nuestros teólogos -los de RD- tienen la palabra. Confiamos en ellos.

A PROPÓSITO DEL DOMUND. ¿Y QUÉ ES ESO DE SER VALIENTE?

col modino

¿Qué es eso de ser valiente? Los lemas, eslóganes, frases hechas, nos llevan a preguntarnos lo que encierran y, en la medida en que nos afectan, a confrontarlos con nuestra propia vida y preguntarnos, siempre preguntarnos, pues creer en Dios es algo que nos conduce a formularnos más preguntas que las respuestas que podamos encontrar.
Este año las Obras Misionales Pontificias, los grandes hacedores de la Misión en España, a pesar de las continuas trabas con que se deparan, inclusive dentro de la propia Iglesia, han propuesto como lema del DOMUND, "Se Valiente, la misión te espera". Junto con este lema, creo que han encontrado en el Pregón un gran acierto, pues el hecho de encomendárselo a alguien del panorama social hispánico, eso nos muestra la imagen que la Misión y los misioneros tenemos en la sociedad española.
Este año la pregonera, ante la tumba del Apóstol Santiago, ha sido la cantante gallega Luz Casal, "una católica poco practicante, pero con unas raíces tan profundas, y una memoria tan ligada a la historia y a las celebraciones de la Iglesia católica, que muchas veces tengo la sensación de ser una buena cristiana", fiel reflejo del catolicismo patrio.
Leer sus palabras me lleva a echar la vista atrás y agradecer a Dios por todo lo que la misión me ha enseñado en estos más de once años, por aprender a reaccionar contra la injusticia y la desigualdad, por no dejar tomar cuenta de mis sentimientos a la indiferencia y el despotismo, por no permitir que se inmunicen mis sentidos.
Me preocupa cada vez más el desigual reparto de la riqueza, todavía más viviendo en uno de los países con mayor desequilibrio social del mundo, situación que se agrava cada día como consecuencia de las políticas injustas de un gobierno brasileño que no cesa en su empeño de robar los derechos de los más pobres para llenar el bolsillo de los más ricos.
Visitar las comunidades indígenas a las que acompaño me lleva a ver la situación de abandono en el que muchos se encuentran, niños estudiando en condiciones precarias, falta de un sistema sanitario que ayude a vencer enfermedades cotidianas, pocas expectativas de vida para una juventud en cuyo pensamiento fue introducida una forma de vida de la que el propio sistema les excluye, la constante amenaza de aquellos que quieren invadir sus tierras y destruir su casa, nuestra Casa Común.
Luchar contra ese sistema social me ha llevado no pocas veces a conocer la derrota y el desengaño, pero con la ayuda de Dios he sabido sobreponerme, en un ejercicio de fe que me hace no desistir de luchar por un mundo mejor para todos y todas, no perdiendo la esperanza en que un día llegará la victoria de los excluidos.
"La belleza que provocan los pequeños gestos humanitarios regenera el mundo, y el amor lo salva", señala Luz Casal, entendiendo que en la misión el anuncio del Amor de Dios no se puede separar de su expresión en pequeños gestos humanitarios, una de las formas más puras de regenerar el mundo, de ayudar a las personas a crecer, a vivir con más esperanza, a confiar en el otro, que deja de ser un extraño, un posible enemigo, para convertirse en un hermano. Nadie puede olvidar que "la compasión activa está en las entrañas de la misión y va más allá de la solidaridad".
Cuántos viajes, que se convirtieron en un infierno, me han llevado al cielo. Los interminables caminos polvorientos del interior de Bahia, a veces convertidos en barrizales donde uno se quedaba atollado, la lancha que surca las aguas amazónicas durante horas, a veces días, en la que uno va sentado eternamente para llegar a las comunidades más distantes y "escuchar el latido del dolor de los perseguidos"...
Todo eso se olvida al encontrarse con el agradecimiento sincero de unas gentes que no recibían a un sacerdote desde hacía meses o años y que dialogan abiertamente sobre su vida y aflicciones, con la sonrisa y la mirada penetrante de unos niños que extrañados no saben cómo reaccionar ante aquel recién llegado de aspecto tan diferente... Son momentos en los que uno se siente en el cielo, en el paraíso, dándose cuenta que la labor misionera ha valido y continúa valiendo la pena, en los que uno experimenta la alegría de una misión, que nace de ese Dios que un día llama y a cada momento nos sostiene y da fuerzas para seguir.
Pero por encima de todo somos llamados a ser testigos de "la misericordia que llega a través de la fe", pues quien cree en Dios, lo hace en un Ser que por encima de todo es compasivo y misericordioso, lleno de ternura para con sus hijos más frágiles, tantas veces compañeros de camino de muchos misioneros y misioneras. Una fe que se hace vida entregada como expresión del mejor testimonio cristiano que uno puede encontrar y que ha llevado a muchos a implicarse en la solución de los problemas ajenos, a través de "acciones calladas y generosas".
Mucha gente, cuando lee lo que escribo o ve las fotos de los lugares por donde ando y los peligros que enfrento, me dice que soy un valiente, a lo que respondo que esa es una sensación que va creciendo en la medida en que uno confía en ese Dios que siempre nos cuida y nos lleva de la mano.
Pero no puedo negar que a veces uno tiene que agarrarse a esa valentía, sobre todo cuando experimenta la falta de ayuda de la Iglesia particular que nos envía y de la que nos recibe, que muchas veces nos dejan en manos de personas de buena voluntad, que hacen posible continuar realizando aquello que nos apasiona y nos lleva a recordar en los momentos de duda que la misión nos espera, así como esas gentes que poco a poco han ido cautivando nuestros corazones.

¿Hay que educar en diversidad religiosa?


Alícia Guidonet

El pasado día 16 de septiembre, la Fundación Migra Studium participó en la Noche de las Religiones de Barcelona. Esta iniciativa, llevada a cabo por el Grupo Interreligioso e Interconfesional de Jóvenes de la Asociación UNESCO para el Diálogo Interreligioso (AUDIR), está inspirada en una acción similar que funciona en la ciudad de Berlín desde el año 2012. Tiene por objetivo dar a conocer algunas de las diferentes tradiciones religiosas que conviven en la ciudad, y lo hace mediante la apertura de puertas de los lugares de culto, donde se organizan actividades diversas. ··· Ver noticia ···

Una mujer, nueva obispa de Oslo


Montserrat Escribano

Conocí a Kari Veiteberg durante el anterior Congreso Internacional de la ESWTR, en Creta. Hablamos varias veces, entre comidas, risas y conferencias de los proyectos en los que estábamos metidas, de nuestra situación como teólogas y también de nuestros futuros. Kari comentó que al volver a su ciudad podría ser elegida obispa de Oslo. Me llenó de alegría la noticia. Pensé en lo feliz que me sentiría si lo mismo pudiera suceder en mi iglesia. Durante aquellas semanas estuve pendiente de recibir noticias suyas. ··· Ver noticia ···

Triunfo contundente del civismo y de la política en Venezuela


Aram Aharonian

venezuela
El gobierno venezolano se anotó este domingo dos triunfos: uno, la adjudicación de la gobernación en 17 de los 23 estados, y dos, la comprobación de que la política es la única salida posible para la crisis venezolana, en unos comicios regionales que tuvo la participación de más del 61% de la ciudadanía, superando escenarios previos de elecciones similares en el país.
Las elecciones se realizaron en un clima de total paz, sin incidentes, con una participación masiva de ciudadanos. Al cierre de la jornada dominguera, restaba aún la definición en el importante e industrial estado Bolívar.
Existe preocupación en el gobierno porque la oposición ganó las gobernaciones de los estados Táchira, Zulia y Mérida (además de Anzoátegui y la insular Nueva Esparta), en zonas estratégicas de fronteras de vital importancia, en momentos en que el presidente estadounidense Donald Trump tiene esa línea obsesiva contra Venezuela. ··· Ver noticia ···

El pueblo de México dio ejemplo al mundo

Leonardo Boff

Leonardo Boff2Los días 19 y 23 de septiembre, México fue sacudido por dos terremotos, uno de magnitud 7,1 y otro de 6,1 en la escala Richter, que alcanzaron a 5 Estados, decenas de municipios, incluida la capital, Ciudad de México, colapsando centenares de casas y produciendo grietas en otros cientos de edificios. Iglesias bellísimas, como la de san Francisco de Asís en Puebla, vieron sus torres derribadas. Todavía se acuerdan todos del terrible terremoto de 1985 que produjo más de diez mil víctimas. Este, aunque ha sido muy fuerte, mató a 360 personas.


He estado posteriormente en México y en Puebla, invitado para dar conferencias, y he podido verificar in situ los estragos y el trauma ocasionado en la gente.
Pero lo que ha llamado la atención general ha sido el espíritu de solidaridad y de cooperación del pueblo mexicano. Sin que nadie las convocase, miles de personas, especialmente los jóvenes, se pusieron a remover escombros para salvar a las víctimas enterradas. Se organizaban grupos espontáneamente y este espíritu de solidaridad pudo salvar muchas vidas.
Inmediatamente se crearon centros de recogida de ayuda a las víctimas, ya fuera con mucha agua, víveres, ropa, mantas y todo tipo de utensilios importantes para una casa. En el momento en que escribo este artículo (13/10/17) todavía se ven muchos lugares de acopio. La cooperación no conoce límites.


Narro solamente dos hechos que son conmovedores. El primero: el edificio de una escuela se derrumbó lentamente con muchos niños dentro. Un joven, viendo que en medio de las ruinas se había formado una especie de canal, penetró rápidamente por el agujero y sacó a varios niños de 5-7 años. Apenas había sacado al último cuando detrás de él cayó otra parte de la escuela, salvándose por segundos.
Segundo hecho: una joven señora, de unos 30 años de edad, estuvo 34 horas debajo de los escombros. Concedió una conmovedora entrevista por la televisión, narrando las distintas fases de su tragedia. Aprisionada entre los escombros, una plancha de concreto quedó fijada a un palmo de su rostro. Durante 30 horas no oía ninguna voz, ni pasos, ni ningún ruido que significara la aproximación de alguien que pudiese rescatarla.


Entonces narró los distintos estadios psicológicos, semejantes a los que conocemos cuando un enfermo recibe la noticia del carácter incurable de su enfermedad y de la proximidad de la muerte.
En un primer momento, esta señora se preguntaba: ¿por qué precisamente yo debo pasar por esta desgracia? Después, casi desesperada, se puso a llorar hasta quedarse sin lágrimas. En el momento siguiente, se puso a rezar y a suplicar a Dios y a todos los santos y santas, especialmente a la Virgen de Guadalupe, la de mayor devoción de los mexicanos. Finalmente, se resignó y confiadamente se entregó a la voluntad misteriosa de Dios. Pero no perdió la esperanza.


Por fin, oyó pasos y después voces. La esperanza se fortaleció. Después de 34 horas, literalmente sepultada bajo una montaña de escombros, pudo ser rescatada. Y he aquí que, alegre y entera, acompañada por una psicoanalista especializada en tratar traumas psicológicos como los causados por un repentino terremoto, allí estaba ella dando testimonio de su terrible experiencia.
México es una región marcada geológicamente por terremotos, dada la configuración de las placas tectónicas de su subsuelo. El ser humano no tiene poder sobre estas fuerzas telúricas. Lo que puede hacer es precaverse, aprender a construir sus edificaciones, resistentes a terremotos al modo de los japoneses y, sobre todo, acostumbrarse a convivir con esta realidad indomable. De manera semejante lo hace la población de nuestro semiárido nordestino, que debe adaptarse y aprender a convivir con la sequía que puede durar largos años, como ocurre actualmente.
En el debate tras una conferencia en la Universidad Iberoamericana, en la ciudad de México, una señora declaró: “si nuestro país y si la humanidad entera viviesen ese espíritu de solidaridad y de cooperación, no habría pobres en el mundo y habríamos rescatado una parte del paraíso perdido”.

Yo reforcé esta desiderata suya y le dije que fue la cooperación y la solidaridad de nuestros antepasados antropoides, que comenzaron a comer juntos, lo que les permitió dar el salto de la animalidad a la humanidad. Lo que fue verdad ayer, debe ser verdad todavía hoy. Sí, la solidaridad y en general la cooperación de todos con todos podrá rescatar la esencia hacernos plenamente humanos. En estos días recientes el pueblo mexicano nos ha dado un espléndido ejemplo de esta verdad fundamental.

*Leonardo Boff es articulista del JB online, conferencista y escritor.
Traducción de Mª José Gavito Milano