FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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jueves, 5 de diciembre de 2019

MISA CON NIÑOS SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA “Inmaculada” II Domingo de Adviento 8 de diciembre de 2019



(En la liturgia de este domingo, en las diócesis de España, prevalece la Solemnidad de la Inmaculada sobre la del domingo de Adviento. Una lectura se toma de Adviento, pero el evangelio es el de la fiesta de la Inmaculada. Oraciones de la Inmaculada. Preces con referencia al Adviento. 

Un signo para la celebración: Una imagen de la Inmaculada, pequeña imagen o cuadro. O un poster de la Inmaculada.  

Una canción para la celebración: Canciones de tono mariano. En la Acción de Gracias: “La Virgen sueña caminos” (motivando en el sentido de que también la Virgen María recorrió el camino de Adviento).  IR A LA PÁGINA

¿EVENTOS?


col gerardo

Cuando las personas participan menos en la vida cristiana, cuando los templos se vacían de feligreses tenemos un remedio: nos dedicamos a realizar obras: en catedrales, iglesias, ermitas, altares… Porque eso a la gente le gusta y, más o menos colabora, porque eso se ve y permanece Estamos en la Iglesia viviendo una pastoral de eventos. Así visualizamos que somos muchos los cristianos.
Me choca el que estemos en épocas de edificios y de grandes visitas del papa, concentraciones, acontecimientos,… que se quedan ahí. Nos cuesta mucho más un trabajo serio, continuado, profundo de grupos, de ir descubriendo la fe e irla viviendo en comunidad, sin algarada ni cohetes.
Me gustaría saber qué fruto queda de los grandes acontecimientos.
Es curioso: cuando se incendia Notre Dame, esa misma noche llueven donativos, que luego parece hay dificultades para llegar a fin de mes. Sin embargo ante una oleada de refugiados o de manteros, no hay respuesta humana para su situación.
Siempre ha sido una tentación el intentar darle a Dios un lugar -un templo.- Porque ese Dios, ahí encerrado, nos deja tranquilos. Mientras que unas casas construidas para emigrantes, refugiados, marginados, nos crean muchos problemas. Es un Dios que nos exige mucho más, que crea goteras en los templos de las personas.
Cuántos mantos tienen muchas imágenes. Y no es porque tenga frío el santo, la virgen, sino porque nos tranquiliza nuestra conciencia el saber que hemos dado nuestras ropas elegantes para eso.
Los grandes movimientos de Acción Católica nos han ido educando paso a paso: viendo, juzgando y actuando y creando cristianos profundos y bien formados y activos en la sociedad, de una fe recia.
Se nos olvida la expresión de Jesús: “El culto a Dios no se da ni en el templo de Jerusalén ni en el Garizim, sino a Dios se le encuentra en espíritu y verdad” y “donde hay dos o tres personas reunidas en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos”.
Nos cuesta muchísimo cerrar un convento o suprimir una templo. No nos damos cuenta de que lo pequeño que queda, hace germinar y crea la auténtica semilla.
Jesús derribó los puestos de los negociantes en el templo. Nos indicó, no que estuviesen haciendo algo malo. Su misión era vender animales para los sacrificios. Nos quiere indicar algo mucho más profundo: hay que abrirnos a una nueva celebración de la fe: con el corazón, la fraternidad y el servicio en el nuevo templo de las personas, donde habita Dios.

LOS DOS ADVIENTOS


col zapatero
Estamos ante dos maneras diferentes, en cierta manera contrarias, de prepararse para el acontecimiento que da sentido a ambos: la Navidad. Por un lado, a nivel litúrgico y religioso, la Iglesia recuerda a sus fieles que estaría bien mantener una actitud fuerte de vigilancia durante las cuatro semanas previas a dicho acontecimiento. De vigilancia no respecto a posibles intrusiones externas, sino a todo lo que pueda suponer desde el interior una distracción que impida descubrir donde se encuentra hoy para todo hombre y mujer la Buena Noticia. Para ello, las iglesias y lugares de culto se adornan de manera especial, dentro de la austeridad requerida. El color morado es el que predomina, acompañado de un signo propio y exclusivo de este tiempo litúrgico como es la corona de Adviento. Yendo más al fondo, en cuanto al mensaje y al testimonio, son los profetas los encargados de recordar que el momento está muy cerca y que, por ello, se hace necesario mantener una actitud activa y expectante de vigilia y de espera. Principalmente Isaías, por lo que al Antiguo Testamento se refiere, es el que recuerda que el “tiempo ya se ha cumplido” y que, por tanto, es hora de despertar y mantenerse alerta. Juan Bautista, en el Nuevo, será quien con su palabra y también su testimonio urgirá a abrir caminos que hagan posible la entrada de Aquel, el único, que trae la paz. Finalmente, María, también José, encarnarán de manera muy especial el mejor ejemplo de que no hacen falta ruidos ni aspavientos; el silencio es el instrumento más idóneo a la hora de oír ese susurro de “Aquel que viene sin romper la caña cascada”.
Lo que me temo es que quizás toda esta preparación no sirva más que para dar pábulo a un cierto sentimiento y sensiblería personal que la imaginación popular ha ido tejiendo a lo largo de veinte siglos a partir de algunos datos, poco precisos ciertamente, del nacimiento de un niño allá, por las tierras de Judea. Todo ello, en vez de asumir en forma de compromiso lo que un día más tarde este recién nacido espetará sin más a los discípulos que el Bautista le envió para preguntarle “si era Él realmente el Mesías”.  Id y decid a Juan -les respondió- lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los mudos hablan, los cojos caminan, etc.” (Lc. 7, 22-23).      
Junto a esta manera de prepararse para la Navidad, la sociedad en general, “cristiana” precisamente, lo vive y lo espera de manera muy diferente. En este sentido, cabe reconocer que acostumbra a madrugar un poco más. Hace algunos días que la mayoría de las calles y plazas de nuestras ciudades comenzaron a iluminarse de manera muy especial. No de la manera que se hace cada año, sino con mayor intensidad, cuando esto es posible; pues, no en vano, los unos y los otros se retan y compiten para a ver quién logra superar mejor el espectáculo conseguido el año anterior. La luz, con todo lo que supone y significa, en este caso deja de tener finalidad en sí misma, para convertirse en instrumento y medio que conduce a otras realidades. Así, pues, la luz queda convertida, por un lado, en signo y señal; mientras por otro, se la intenta imbuir de algo mucho más incisivo; es el mejor de los reclamos que llama a los unos y los otros, no solo para que compren lo que en muchos casos podría ser necesario; sino para que lo hagan hasta llegar al paroxismo, si hace falta.
A la calle salen también unos cantos que otrora solamente se cantaban en los templos. Unos cantos preñados de una ternura y de un sentimiento profundo que obligan casi a la fuerza a hacerse portador/a de valores muy especiales. Valores tales como la bondad hacia todo y para con todas las personas; la solidaridad con el pobre, el perdón para con el ofensor, el deseo de paz para quienes, en un sentido o en otro, son víctimas de violencia o de abuso. Hablo de obligar, no porque alguien, desde fuera, imponga deberes más o menos onerosos que haya que esforzarse por llevar a cabo para convertir en realidad los valores antes aludidos. Se trataría de un esfuerzo en la línea, más bien, de una especie de auto obligación interior que nadie va a fiscalizar, sino que va a ser cada una y cada uno quienes lo ponga en práctica con la mayor generosidad del mundo y, curiosamente también, con una inmensa alegría. Vaya; que sí o sí, hay que ser buenos y buenas, porque toca; sin pretender ir más allá. Y eso mal que les pudiera pesar a no sé quién, o, incluso, a nosotras y a nosotros mismos.
Claro que, vistos así estos “Advientos”, muy poco o nada se puede esperar de los mismos a corto y, mucho menos, a largo plazo; pues tengo la impresión de que no son fruto de convicciones sólidas y profundas, sino, más bien, de sentimientos bastante superficiales en general y, por lo visto hasta el momento, muy, pero que muy pasajeros.    
A pesar de todo, no estoy abogando, por si alguien lo pudiera llegar a pensar, por un año, en este caso por un diciembre 2019, sin Navidad; ¡Dios me libre! Mis deseos son totalmente otros: ¡Quiero la Navidad; solo faltaba! Pero, eso sí: una Navidad menos mezquina, menos superflua, menos sensible religiosamente, menos… Una Navidad de sentimientos profundos que, a su vez, esté libre de experiencias baladís. Una Navidad que sea fruto de una religión que predica y es testimonio de un compromiso con todas las consecuencias. Y, puestos a pedir, mi deseo es que fuera una Navidad más “evangélica”.
Y, como los deseos son gratis, vayan todos los más posibles por delante, en cuanto a mi se refiere. De manera especial un SINCERO ADVIENTO y una FELIZ NAVIDAD para todos los hombres y mujeres sin ningún tipo de distinción ni diferencia.

ANTE LA SITUACIÓN DE QUIENES MIGRAN. CONTRA EL MIEDO QUE EXCLUYE Y MATA


col dissabte
El naufragio de personas migrantes en el Mediterráneo y en el río Bravo al intentar entrar en Europa y EE.UU. ha evidenciado que mares y ríos se han convertido en fosas comunes de vidas perdidas y cuerpos dañados. En lugar de unir pueblos, comunicar personas e intercambiar bienes, se han poblado de muertes anónimas. La solución no vendrá de negarles el auxilio y cerrar los puertos, ni de las expulsiones a países fronterizos y zonas desérticas, ni de convertir los pueblos vecinos en policías sino de respuestas cívicas, éticas, solidarias, políticas, culturales y religiosas.
1.- Es urgente liberar los sentimientos de miedo interesado y discursos irracionales que vinculan la inmigración con la delincuencia, lo forastero con la peligrosidad y que siembran el odio y el rechazo de seres humanos empobrecidos que sólo buscan oportunidades para ellos y sus familias. Necesitamos una pedagogía social en las parroquias, en las catequesis, en los medios de comunicación, en las calles, en los bares... que favorezca respuestas afectivas y efectivas, la convivencia cívica y el encuentro humano. Denegarles protección, cobijo y reconocimiento de sus derechos conduce a la barbarie y es prueba de inhumanidad.
2.- La ética no puede aceptar que unas vidas sean protegidas y otras abandonadas, ya que toda vida humana es valiosa y merece ser defendida. Ninguna de ellas puede perderse sin que eso nos afecte a todos los seres humanos. Está en juego nuestra humanidad, la identidad humana y cristiana, la justicia y la decencia de nuestra sociedad.
Con esas muertes entramos en un grave proceso de decadencia moral y de degradación de todo el mundo: pierde la gente que queda sin raíces y arraigos, pierden sus familias al privarse de la presencia de algunos de sus miembros, pierden sus pueblos y sus comunidades de origen que quedan sin personas con coraje e inteligencia colectiva para trasformar sus condiciones. La hermandad nos compromete en su defensa. Nos unimos a quienes procuran por sus vidas, las ayudan y defienden, las acogen y acompañan arriesgando la propia integridad personal y se exponen a persecuciones desde la legalidad vigente.
3.- Especial responsabilidad política tienen los Estados a la hora de rescatar y auxiliar, sin condiciones, a las personas que han naufragado, de ofrecerles el estatuto jurídico necesario para poder vivir con dignidad y de promover condiciones de vida justas y dignas en sus países de origen. Tienen también la obligación de oponerse a la industria migratoria en manos de mercaderes que anteponen sus beneficios a la seguridad de los seres humanos. Hay que superar las políticas incendiarias y xenófobas que atribuyen a los inmigrantes acciones violentas, olvidando que son ellos quienes sufren violencias y muertes que una política solidaria podría evitar. Sólo la movilización ciudadana logrará políticas justas que defiendan a la gente necesitada y no promuevan la inmigración. Estas políticas son fundamentales en sus países empobrecidos o en guerra para transformarlos en lugares donde se pueda vivir. Al fin y al cabo, el fenómeno de la emigración actual no es otra cosa que la otra cara de la moneda de un bienestar y de un consumismo excluyente y privativo.
4.- Denunciamos los discursos y las ideologías que presentan la inmigración como un peligro para la seguridad, la identidad nacional o el nivel de ocupación en el país de destino. En realidad son hombres, mujeres y menores que vienen en busca de pan, refugio, trabajo y paz. Es importante potenciar una visión de la persona inmigrante como sujeto con unos valores y una capacidad para ayudarnos a transformar nuestro mundo y construir una sociedad más integradora desde la pluralidad cultural. Es engañoso considerar a las personas migrantes simples víctimas necesitadas de atención e incapaces de emprender procesos autónomos de transformación. Con sus naufragios, muere la dignidad de todo el mundo y desaparecen sueños y capacidades que nos hacen falta para construir una sociedad más humana y cambiar el orden mundial.
5.- La comunidad cristiana tiene que llorar esos seres humanos muertos como propios, acompañar sus duelos, recordarlos y nombrarlos por su nombre propio en la liturgia. En efecto, tenemos motivos para hacer duelo mientras se muera un ser humano por alcanzar unas condiciones de vida que nadie tiene derecho a poseer en exclusiva. ¿Acaso no sería razonable que sus nombres resonaran de algún modo en las liturgias hasta golpear nuestras conciencias reconociendo así su derecho a ser llorados?
6.- Queremos también mencionar a los muertos civiles, es decir, de los seres humanos que vagan por nuestras calles durante años sin que se les reconozca su existencia por no disponer de una documentación en regla. Después de haber sobrevivido a la muerte, que acaso sí hayan sufrido familiares o amistades en el recorrido migratorio, se encuentran con el peligro de ser encerrados en los CIEs durante sesenta días y privados de la posibilidad de rehacer sus vidas y contribuir al mismo tiempo al bienestar de la sociedad en la que malviven. Resuena con especial intensidad la sugerencia del papa Francisco: hace falta abrir parroquias, conventos, instituciones eclesiásticas a la gente migrante que solicita asilo y refugio.

Noviembre de 2019

Marx presenta al Papa y al C-6 los retos del ‘camino sinodal’ de la iglesia alemana


Jesús Bastante

El Consejo de cardenales concluirá en febrero la redacción de la nueva Constitución Apostólica
Los miembros del Consejo de cardenales han recibido un gran número de comentarios tanto de las conferencias episcopales como sobre todo de los distintos dicasterios vaticanos al borrador de la constitución apostólica
Arranca el Sínodo de la Iglesia alemana, que abordará el poder en la Iglesia y el papel ministerial de la mujer ··· Ver noticia ···

Adviento nuevo para toda la humanidad


Enviado a la página web de Redes Cristianas
Marcelo Barros
Marcelo Barros2
Vivimos en un mundo dominado por fuertes desigualdades sociales y aumento de la violencia e intolerancia. Queda cada vez más difícil creer en posibilidad de justicia, paz y buena relación del ser humano con la Tierra. Por eso, se hace más urgente reforzar la esperanza, tanto en la vida
personal, como en el nivel social y político.

Las religiones abrahámicas y otras tradiciones espirituales llaman esa esperanza de salvación. En el Cristianismo, esto se expresa en la confianza de la venida del proyecto divino al mundo. Para fortalecer esa esperanza, cada año, las Iglesias antiguas dedican las semanas antes de las fiestas
de Navidad a celebrar el tiempo que la tradición cristiana llama de Adviento. Es un modo de afirmar que es posible cambiar el mundo y renovar la vida.

Para vivir eso, tenemos que ser capaces de presentir la primera luz de la aurora, aun si vivimos en la más oscura noche.
Las y los creyentes deben ser testigos y profetas de ese mundo nuevo. Algunos ven la esperanza como actitud acomodada de quien pasivamente espera que las cosas ocurran por sí mismas. No es esa la perspectiva de la fe. No es el modo bíblico de esperar el proyecto de Dios.

Los textos bíblicos piden para que esperemos el reino de Dios como el vigilante nocturno espera la madrugada. Jesús nos invitaba a vivir como servidores que, por la noche, esperan que su patrón llegue de viaje.
Hay cristianos que aun reducen la Navidad a la memoria sentimental del nacimiento de Jesús. Jamás fue esa la perspectiva por la cual las Iglesias celebran ese hecho. La mejor forma de celebrar la
Navidad es acoger hoy no solo a Jesús, sino al proyecto por el cual él nació y vivió. Para eso, es necesario leer la fe como revelación de ese proyecto divino.

Las Iglesias celebran la Navidad en el mismo tiempo en el cual las comunidades judías hacen la fiesta de Hannuká, aniversario de la dedicación del tiemplo de Jerusalén y de la retoma de la independencia del pueblo de Dios, en la época de los Macabeos. Fue en el contexto de esa
fiesta que, un día, Jesús fue al tiemplo y chocó a los sacerdotes y personas religiosas. Expulsó de allí los vendedores de animales para los sacrificios para recordar que Dios no necesita de templos y sacrificios, sino que quiere vivir en todo ser vivo y en el universo.

La celebración de ese tiempo de Adviento debe ir más allá del culto cristiano.
Independientemente de la pertenencia religiosa, toda la humanidad necesita celebrar un Adviento cósmico y humano, marcado por la esperanza del Amor vivido como base de una nueva organización
del mundo.

José María Castillo teólogo: “Me dan miedo los ricos, lo que más contamina es lo que da más dinero”


Castillo1
Los líderes asistentes al COP25 de Madrid
Los países más contaminantes son los países más ricos. Por eso se explica que los presidentes de las grandes potencias contaminadoras (EE.UU. y China) “no han podido venir a la Cumbre del Clima”
“Lo más miserable, que estamos viviendo, es que, por más que el mundo termine contaminado y envenenado, si no cambia nuestra mentalidad sobre el dinero y la buena vida, ese mismo capital, disfrazado de mil engaños, nos llevará a la ruina sin retorno”

Las noticias que nos llegan de la “Cumbre del Clima” son como para echarse a temblar. Los científicos que ahora nos explican los peligros irremediables, que nos acechan, y los gobernantes que anuncian la gravedad de lo que se nos viene encima, ¿no podían haber evitado, a su debido tiempo, que las cosas llegaran a ponerse como “de facto” se han puesto? 
Yo tengo ya bastantes años y estoy convencido de que no veré las desgracias que vaticinan los entendidos. Por eso, lo que más me preocupa es el futuro de los que ahora son niños. ¿Qué vejez les espera a estos críos que ahora veo “enganchados” a esas maquinillas incipientes, que dentro de cincuenta años van a destrozar a la humanidad que viva en el futuro?

Cuando pienso en estas cosas, que me ponen nervioso, me acuerdo del dicho antiguo que, sin duda alguna, dio en el clavo: “En asuntos de verdadera importancia, lo más práctico es tener una buena teoría”. ¿Y qué teoría es la que hay detrás del problema enorme que acabo de apuntar? Pues muy sencillo: la responsabilidad de lo que está pasando y, sobre todo, de lo que se nos viene encima, no la tienen ni los científicos, ni los políticos, en cuanto tales. Son los capitalistas los responsables de lo que ha pasado y, sobre todo, de lo que se nos viene encima. Y advierto, al decir esto, que no hablo como “profeta de desgracias”. Y, menos aún, como “predicador barato”, que intenta asustar al auditorio. Nada de eso. Porque esto “lo entiende cualquiera”.
Vamos a ver: ¿Quién costea a los científicos, les paga sus proyectos de investigación y les señala lo que se debe o no se debe programar para el futuro? La respuesta salta a la vista. Lo que más contamina es lo que da más dinero. Los países más contaminantes son los países más ricos. Por eso se explica que los presidentes de las grandes potencias contaminadoras (EE.UU. y China) “no han podido venir a la Cumbre del Clima”. Tenían que estar en la “Cumbre de la OTAN”, quizá para preparar, “como dios manda”, armamentos de guerra y muerte, por si alguien sale vivo de la crisis del clima.
Con razón dijo Jesús, en el Evangelio, que el gran enemigo de Dios es el dinero (Mt 6, 24-34; Mc 10, 17-22; Lc 12, 22-34; 18, 45-45…). Y confieso que, en este asunto capital, soy pesimista. Desde que, en el s. V, a los ricachones y terratenientes los nombraban obispos aunque no estuvieran ni bautizados, como ha demostrado ampliamente el excelente estudio del profesor Peter Brown (Por el ojo de una aguja, Acandilado, 2016), nada tiene de extraño que el clero recibiera con gozo privilegios y favores que, en no pocos países del mundo, duran hasta el día de hoy. Es evidente que una Iglesia así, “no pasa por el ojo de una aguja”. Es la Iglesia que ni entra el Reino de Dios, ni deja entrar a los que se identifican con ella.
Todo esto es bien sabido. ¿Y nos va a sorprender que muchos obispos estén de parte de parte los más adinerados, sintonicen con los partidos políticos que les aseguran privilegios y están en contra del papa Francisco, que abraza a los mendigos y enfermos, besa a los niños y visita sobre todo a los países más pobres?

Pero no es esto lo peor. Lo más miserable, que estamos viviendo, es que, por más que el mundo termine contaminado y envenenado, si no cambia nuestra mentalidad sobre el dinero y la buena vida, ese mismo capital, disfrazado de mil engaños, nos llevará a la ruina sin retorno.

Los obispos lanzan la oposición a un gobierno PSOE-Unidas Podemos y denuncian una “campaña ideológica” para implantar la eutanasia


Jesús Bastante

Ricardo BlazquezLa Conferencia Episcopal presenta un documento en el que muestra su oposición rotunda al punto del preacuerdo PSOE-Unidas Podemos: “La eutanasia constituye una derrota social y un exponente de la cultura del descarte”
“La eutanasia y el suicidio asistido dañan a toda la sociedad. No es una cuestión meramente privada que atañe solo al enfermo y a su familia”, afirman
Define acabar con la vida del paciente terminal como “un modo de homicidio” que “es una ilicitud ética” y “desnaturaliza la medicina” ··· Ver noticia ··

HÁGASE EN NUESTRA HUMANIDAD


col rosario ramos

Lc 1, 26-38
8 de diciembre de 2019
La liturgia de este domingo nos sitúa la fiesta de la Inmaculada en el marco del Adviento. Nos propone una honda reflexión sobre el texto de la Anunciación del nacimiento de Jesús adquiriendo la figura de María un protagonismo indiscutible. Para una comprensión más ajustada hemos de inscribir este relato en el contexto del pueblo de Israel y su esperanza mesiánica. Éste sería su aspecto de continuidad, pero es importante notar también sus puntos discontinuos y que son fuerza de arranque del cristianismo. Hay mucho silencio en torno a María y su historia, existen más antecedentes de reflexión teológica que históricos pero los datos de su vocación la sitúan en un primer plano en la historia cristiana.
Todos los líderes de Israel llevan asociados un relato de vocación, pero en este caso es la vocación de María la que es narrada por Lucas con una explícita intencionalidad. Se trata de un texto muy profundo que alterna la vocación de María con el anuncio del nacimiento de Jesús. Esta narración discurre en paralelo con el anuncio del nacimiento de Juan anunciado a Zacarías. La anunciación del nacimiento de Juan se realiza a un sacerdote en el Templo, en María, Dios se hace presente en el pueblo, en la realidad del mundo; el mensaje salvador ahora se inscribe en la historia. En este anuncio hay una doble particularidad que rompe con los esquemas de la tradición judía: es a una mujer con nombre propio (ni varón, ni sacerdote) y el impacto de este encuentro no es una misión para cumplir, sino la misma entrada de Dios en la historia como humano. La revelación ya no es a través de un rol religioso sino en la cotidianidad del ser humano que ahora es susceptible de la acción de Dios. Es la persona el lugar sagrado, el nuevo escenario de Dios.
Comienza el texto con un saludo del personaje del ángel que representa a Dios, un saludo que incluye un desglose de la identidad de María. Antes de revelar la misión, revela su identidad: “llena de Dios”. No la convierte en un instrumento del “Altísimo” sino que reconoce su condición de persona usando la misma expresión que con otros líderes israelitas: “el Señor está contigo”. María reacciona como persona; primero desde la emoción “se turbó…” y posteriormente racionaliza lo que vive: se preguntaba por el significado de aquel saludo. Ya hay una elaboración importante de lo que está viviendo. El ángel continúa con su mensaje y ahora presenta la misión de María con expresiones indicadas en futuro. La maternidad de María, como misión explícita, no es una imposición de nadie, pero sí tiene un sentido que trasciende lo biológico porque su Hijo será un nuevo referente de humanidad a través del cual Dios se hace liberación. La evolución del conocimiento humano hace consciente a un Dios que habita y actúa en su misma entraña.
Continúa el texto aludiendo a que María pide datos para avanzar en la comprensión de lo que se le está proponiendo para una aceptación responsable.  Es un diálogo que va revelando la identidad humana y divina en unidad y distinción. Dios no anula a María, espera su respuesta porque el amor más auténtico es aquel que respeta la libertad, el que no invade, sino el que espera a ser aceptado.
Termina María con unas palabras que vuelven a recordarnos a los grandes líderes de Israel: “he aquí la sierva del Señor”, palabras que la liberan de toda dependencia de otro semejante y la vinculan a la Historia de Israel con voz propia y como potencia mesiánica. Sus últimas palabras “Hágase en mi” renueva el hágase pronunciado por Dios en la Creación para dar paso a una nueva humanidad; ahora Dios ya no es un Otro que llega sino sustrato que construye desde dentro lo humano en una dinámica de “encarnación”.
Desde estas claves la Inmaculada Concepción de María adquiere todo su sentido: Dios ha suscitado un nuevo modo de existencia y María se convierte en la primera persona de la cadena humana que es consciente del origen divino de su Ser. Se establece un nuevo orden en la trama humana: el pecado y la ruptura con Dios queda en un plano inferior porque existe un espacio de gracia y de conexión con Dios indestructible. Creer que es destructible es darle poder al pecado y minimizar el amor liberador de Dios.  María es un referente de persona liberada de todo aquello que mutila la dignidad y la inviolabilidad de nuestra existencia. Hay una nueva revelación de la Creación, una confirmación de que la realidad divina forma parte de nuestra humanidad. María, mujer que coopera en la liberación del género humano, nos invita este domingo a recuperar nuestra capacidad de encarnar la VIDA en nuestra historia personal y eclesial. Una Iglesia consciente de que vive “llena de Dios” es capaz de avanzar hacia lo esencial.
FELIZ DOMINGO

DIOS ESTÁ CON MARÍA Y CON CADA UNO / EL PROFETA VE MÁS ALLÁ DE LAS APARIENCIAS


col fraymarcos

Inmaculada (A). Si descubrimos lo divino en Jesús y en María, ¿por qué no lo descubrimos en nosotros?

Adviento 2º (A). Profecita con palabras y gestos, pero la profecía es él mismo.

BENDITO SEA DIOS… BENDITA ERES TÚ


col sicre

Adviento e Inmaculada
Si el próximo domingo se leyeran las lecturas normales del Ciclo A, aparecería Juan Bautista predicando la conversión y el perdón de los pecados. Y, al terminar los cuatro domingos de Adviento, el ciclo A no habría dedicado ni un solo pasaje a María (salvo la mención del ángel a José en el cuarto domingo). Cosa rara, porque, cuando va a nacer un niño, la gran protagonista es la madre. Afortunadamente, este año 2019, el segundo domingo cae el 8 de diciembre, día de la Inmaculada, y cede el puesto a esta fiesta (al menos en algunos países).
María inmaculada no significa que sea virgen
El dogma católico no está pensado para gente sencilla, y es fácil que la gente termine confundiendo los términos. Muchos relacionan “inmaculada” con “virgen antes del parto, en el parto y después del parto”. No tiene nada que ver. Inmaculada significa “sin mancha del pecado original”. Como dice la oración después de la comunión: María fue preservada, en el momento de su concepción, de los efectos del primer pecado (el de Adán y Eva), con los que nacemos todos los demás.
Este Hijo se merece la mejor madre
La idea que impulsó este dogma se encuentra en la oración inicial: “Oh Dios, que preparaste a tu Hijo una digna morada”. Idea que se desarrolla ampliamente en el Prefacio: “Libraste a la Virgen María de toda mancha de pecado original, para que en la plenitud de la gracia fuese digna madre de tu Hijo… Purísima había de ser, Señor, la Virgen que nos diera el Cordero inocente que quita el pecado del mundo…”.
El problema
Aunque lo anterior parezca lógico, a los teólogos les planteaba un gran problema: ¿cómo podía alguien estar libre de pecado antes de que Cristo muriese, si es él quien nos redime del pecado con su muerte? Así se explica que, en la Edad Media, grandes teólogos como San Buenaventura y Santo Tomás de Aquino, estuviesen en contra de la idea de que María nació sin la mancha del pecado original. En siglos posteriores hubo grandes debates y enfrentamiento sobre el tema, aunque cada vez fue mayor el número de sus partidarios, especialmente en España.
La solución
Curiosamente, en la declaración del dogma influirá, al menos indirectamente, la rebelión de los romanos en 1849, deseosos de instaurar la República. Pío IX se vio obligado a huir de los Estados Pontificios, refugiándose en Gaeta. Según el historiador Louis Baunard, fue el cardenal Luigi Lambruschini quien lo animó a proclamar el dogma: “Beatísimo Padre, Usted no podrá curar el mundo sino con la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. Sólo esta definición dogmática podrá restablecer el sentido de las verdades cristianas y retraer las inteligencias de las sendas del naturalismo en las que se pierden”. Pío IX estuvo de acuerdo, pero antes quiso recabar la opinión del episcopado universal, que me manifestó de acuerdo. El dogma fue proclamado en 1854.
Buscando una base bíblica
Un dogma debe fundamentarse en la Escritura. Y los dos textos que se adujeron son los que tenemos en la primera lectura y el evangelio. En el texto del Génesis, después de maldecir a la serpiente, Dios dice: “Establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón”. El texto hebreo original no habla de ella, sino del él, que se refiere a la enemistad atávica entre el campesino y la serpiente (y que podría aplicarse a Jesús). Pero la traducción latina de la Vulgata cambió él por ella, facilitando la identificación de la mujer con María, la nueva Eva que aplasta la cabeza de la serpiente. El argumento no es muy fuerte, como reconoció Juan Pablo II, porque tergiversa el texto original.
El segundo argumento se encontró en el saludo de Gabriel a María cuando la llama “llena de gracia” (kejaritomene). Esa plenitud excluiría cualquier tipo de pecado, incluido el original.
Solucionando el problema teológico
Suponiendo que los textos anteriores probasen suficientemente, ¿cómo pudo estar libre de pecado María cuando la concibió su madre, si Jesús todavía no había muerto? Los teólogos encontraron la respuesta: Dios la libró “en previsión de la muerte de su Hijo”.
Pensando en el pobre cristiano que va a misa
Lo anterior le resultará a muchos un galimatías teológico y no creo que le aumente su devoción a María. Por eso añado unas reflexiones sencillas.
En el 2º domingo de adviento del ciclo A, Juan Bautista exhorta a la conversión, que consiste en volver a Dios y cambiar de vida. María es el mejor ejemplo de esta conversión. En realidad, no es ella quien vuelve a Dios, es Dios quien se dirige a ella a través de Gabriel. Pero la relación que se establecerá entre Dios y María será la más fuerte que se puede imaginar, mediante la acción del Espíritu Santo y el nacimiento de Jesús. Y si Juan Bautista exige abandonar los proyectos propios y cambiar de forma de actuar, María renuncia a todos sus planes y se pone en manos de Dios: “Aquí está la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”.
¿Se imaginaba María lo que estaba aceptando? Gabriel la engañó, al menos de entrada, al decirle que su hijo iba a ser grande, heredaría el trono de Dios y reinaría en la casa de Jacob para siempre. No le dijo que su hijo iba a ser criticado, que lo iban a considerar endemoniado y blasfemo, mucho menos que terminarían condenándolo a muerte. Pero, aunque se lo hubiera dicho, María habría respondido del mismo modo: “He aquí la esclava del Señor”.
María libre de todo pecado no significa que fuera impasible, que asistiera como una estatua a la pasión de su hijo. Significa que el odio, el espíritu de venganza, el rencor, el desánimo, nunca la dominaron. Gabriel le dijo: “has encontrado gracia ante Dios”. Gracia y mucho sufrimiento. Pero, a pesar de sus mentiras piadosas, Gabriel lleva razón. María encontró gracia ante Dios y ante nosotros, que la proclamamos bienaventurada.
En estos momentos en que el odio y el rencor se difunden por tantos ambientes y países con fuerte tradición cristiana, es bueno pedirle que su intercesión “repare en nosotros los efectos de aquel primer pecado”.
Bendita ella, bendito Dios, benditos nosotros
La segunda lectura no menciona a María, subraya el protagonismo de Dios Padre y de Jesús. No solo ella es la gran beneficiada en esta fiesta. También nosotros hemos recibido “toda clase de bienes espirituales y celestiales”. Hemos sido elegidos; hemos sido destinados a ser sus hijos; y, con ello, también a ser sus herederos.
Que María nos ayude a vencer las más diversas inclinaciones al mal y a agradecer a Dios por tanto bien recibido.

YO NO SOY VIRGEN


comentario editorial
En el jardín de la Iglesia se cultivan: Las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas (San Agustín).
8 de diciembre. Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María
Lc 1, 26-38
El estupor se apoderó de todos y daban gracias a Dios sobrecogidos; decían: Hoy hemos visto cosas increíbles v.26
Los críticos están de acuerdo en que este pasaje no es estrictamente una narración de milagro, sino más bien una enseñanza del evangelista sobre el poder y los alcances de la fe.
La virginidad no es apreciada en el Antiguo Testamento: “No es bueno que el hombre esté solo” (Gén 2,18).
El matrimonio era el único modo de vida que coincidía con el espíritu de la Ley, ya que la sexualidad era considerada como parte del orden de la Creación, y la virginidad equivalía a la esterilidad y significaba no tener participación en la bendición que es tener el hijo (Sal 128,3-6); por ello, la hija de Jefté llora su virginidad (Jue 11,37). Era apreciada sin embargo la virginidad anterior al matrimonio (Gén 24,16; Jue 19,24; Lev 21,23).
El celibato no era corriente y era desaprobado por los rabinos, pues pensaban que el hombre debía casarse a los dieciocho años y que si pasaba de los veinte sin tomar mujer, transgredía el mandato divino e incurría en el disgusto de Dios, pero ninguna ley obligaba taxativamente a hacerlo; se entendía que el matrimonio no era sólo para tener compañía y procrear, sino para realizarse como persona: “Quien no tiene mujer no es hombre completo”, era un dicho rabínico.
En el Nuevo Testamento notamos un gran cambio. La madre de Jesús es la única mujer a quien se aplica, casi como un título, el nombre de virgen (Lc 1,27; Mt 1,23). María va a ser madre y virgen a la vez.
virgen maria
Jesús permaneció virgen y fue quien reveló el verdadero sentido, la total disponibilidad, y el carácter sobrenatural de la virginidad. Cristo no la impone, pero se refiere a ella como un don de Dios, pues sólo está al alcance de “aquéllos a quienes Dios se lo concede” (Mt 19,11) y alaba a los “eunucos que a sí mismos se hicieron tales por razón del reino de los cielos” (Mt 19,12).
San Pablo afirma en 1 Cor 7,7 que el celibato como estado de vida es un don de Dios, si bien el matrimonio también lo es, y aunque en 1 Cor 7,25-40 recomienda el matrimonio, enseña que la virginidad ha de ser preferida. Ve la opción por la virginidad como una vocación específica que no duda en aconsejar. La motivación profunda, verdaderamente paulina, es que el no casado se preocupa más de las cosas del Señor: “ser santo en cuerpo y en espíritu” (v. 34).
Pablo tiene el sentido de caminar sin divisiones al encuentro del Señor. Este mismo motivo es presentado por el Apóstol a todos los corintios: deben ser hallados irreprensibles en el día de N. S. Jesucristo (1 Cor 1,8). 2 Cor 11,2 también supone la eminencia de la virginidad. Ap 14,4: “Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Éstos siguen al Cordero adonde quiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero”. En este paso la palabra “vírgenes” está empleada en sentido figurado y designa a los que se han negado a la prostitución de la idolatría pagana, siendo fieles a la fe y enteramente dados a Cristo.
San Agustín dijo, y él era en estas cosas maestro: “En el jardín de la Iglesia se cultivan: Las rosas de los mártires, los lirios de las vírgenes, las yedras de los casados, las violetas de las viudas” (San Agustín)
Hoy hemos visto cosas increíbles, dijo Lucas, y a fe que esto es cierto, como también lo es que yo no soy virgen: la virginidad del alma me la arrebató un dominico, en una de las reuniones de los viernes con él en Parquelagos, y la del cuerpo la perdí yo de mi propia cuenta en cuanto tuve la oportunidad de hacerlo.
Luis de Góngora y Argote nos ofrece estos versos:
Si ociosa no, asistió Naturaleza
incapaz a la tuya oh gran Señora,
concepción limpia donde ciega ignora
lo que muda admiró de tu pureza.
Díganlo, oh Virgen, la mayor belleza
del día cuya luz tu mano dora,
la que calzas nocturna brilladora,
los que ciñen carbunclos tu cabeza.
Pura la Iglesia ya, pura te llama la Escuela,
y todo afecto pío sabio,
cultas en tu favor da plumas bellas.
¿Qué mucho, pues, si aún hoy sellado el labio,
si la naturaleza aún te aclama
Virgen pura, si el Sol, Luna y estrellas?

Homilía del Santo Padre: “Hoy la Iglesia elogia la pequeñez”


Papa Francisco4Sólo en un corazón humilde puede brotar el Espíritu de Dios. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa de la mañana en la Casa de Santa Marta. Y añadió que la revelación de Dios siempre comienza en la pequeñez, lo que no significa cerrazón en sí mismos, sino más bien confianza en Dios y, por lo tanto, capacidad de correr riesgos ··· Ver noticia ··

La transición que no se hizo

Jaime Richart, Antropólogo y jurista
Redes Cristianas
En 1978 se cometió en España una obscenidad, una auténtica aberración política y social, una afrenta al pueblo español después de haber estado agraviado durante cuarenta años por una férrea dictadura, tras una horrenda guerra civil que duró la friolera de tres años en pleno siglo XX…
“¿Aprueba usted el proyecto de Constitución? Ésta fue la pregunta que se hizo a los españoles el 6 de diciembre de 1978 para el referéndum constitucional. Pues bien, aquello que se ofrecía a los españoles como “proyecto”, es decir, algo sujeto a posibles enmiendas de presente o de futuro, se cerró como texto definitivo el 6 de diciembre y sancionado por el rey el día 27. Un rey que llegó de la fría dictadura, preparado al efecto por el plan del dictador. Un tipo éste que no se contentó con mantener sojuzgado a todo un pueblo casi medio siglo, sino que se propuso gobernar después de muerto, y hasta hoy lo ha conseguido. El texto constitucional se convirtió en definitivo y, por lo que se está viendo, sellado como una tumba, hasta el presente. Aprobó la Constitución un 87,78% de votantes, y de ese modo se despachó la Transición… Ese fue el punto de partida “oficial”. No se atendió a ninguna otra consideración, y nada se pudo hacer para evitarlo. El dictador cerró las puertas al Estado Federal y los que le secundaron desde un principio, y los que perteneciendo a otro orden de pensamiento, cambiaron de parecer uniéndose a estos, parecen haberse conjurado para que dicho texto sólo pueda ser interpretado en su versión franquista. ¿Para qué, pues, perder el tiempo si todo estaba escrito, como piensa el musulmán, por el poseedor de una única verdad?
Pero ¿cuáles eran entonces las condiciones mentales, psicológicas y emocionales de aquel 87,78% de votantes? El altísimo porcentaje es en sí mismo una prueba inequívoca de lo afectada que estaba la voluntad del pueblo español ansiosa de superar cuanto antes quizá la etapa más trágica de su historia. Sin embargo, una conciencia política aletargada o dormida a lo largo de cuarenta años, era imposible que tuviese criterio, y mucho menos que fuera despejado. En aquel trance el pueblo era un menor de edad; un aprendiz de ciudadano que debía asimilar antes que nada la idea del tránsito de una dictadura a otra cosa, cuyo más importante componente habría de ser la plena libertad política. Durante los tres años siguientes a la desaparición del tirano, el pueblo español estuvo respirando hondo. Pero no las tenía todas consigo. El peligro de un nuevo golpe de lo que fuese acechaba; razón por la cual en conjunto permaneció casi paralizado o catatónico. Pues en el referéndum había una elipsis, una invisible nota a pie de página en la pregunta “¿aprueba usted el proyecto de Constitución? Esa nota invisible pero real era: “si usted no la aprueba, seguro es que el ejército (entonces más franquista que el propio Franco) dé un golpe de Estado”. Y el pueblo, el 87,78% por ciento de los votantes, se abalanzó a las urnas para firmar lo que le propusieran… Y firmó, de la misma manera que firmamos un contrato “de adhesión” con una compañía eléctrica, si queremos tener luz, o de aguas si queremos tener agua. No se negocia, ni se discute. Se toma o se deja. En aquel momento, 1978, el referéndum fue en realidad una prolongación de otros habidos de adhesión a aquel “caudillo “ que durante su satrapía estuvo siempre bajo palio. En este caso conforme al futuro decidido por él para el pueblo y cumplido a rajatabla por su albacea testamentario político, Fraga Iribarne, ministro justiciero de Franco capaz de ordenar ametrallar en Vitoria a decenas de trabajadores encerrados poco antes de la muerte del dictador. Él fue quien dirigió la redacción del texto, y él debió ser quien eligió a quienes oficialmente lo elaboraron: siete “padres” del establishment, y por ello ninguno de ellos representó al pueblo llano.
En todo caso, en la inteligencia despejada de millones que votaron, estaba la idea de que, más adelante, ya habría tiempo para corregir el texto constitucional. Pues era lógico desde el punto de vista político, desde el punto de vista de la lógica formal y desde el sentido común que al estar viciada la voluntad de los votantes por las circunstancias dichas, pasado el tiempo el pueblo reconsideraría, ya con libertad plena de conciencia y de voluntad, en un nuevo referéndum, cuál habría de ser su destino eligiendo libremente la forma del Estado y en cascada las demás normas, principalmente la organización administrativa y territorial.
Sin embargo, desde entonces nadie se ha atrevido a tocar aquel pastel trufado. Lo que el 6 de diciembre hubiera debido preguntarse al pueblo español, a ese 87,78% de votantes es, “¿Qué forma de Estado desea usted para España? ¿la Monarquía o la República?, no se preguntó entonces, ninguno de los dos partidos del bipartidismo lo ha vuelto a plantear, y si lo ha hecho el partido comunista deberíamos examinar el Diario de Sesiones del Congreso porque ningún medio de comunicación se hizo eco de esa posibilidad. Así, mediante una trampa, se zanjó la Transición.
Y desde entonces, 43 años después, incluso el partido que se sigue llamando socialista considera a la Constitución como un texto sagrado. Estimación que ha provocado sentencias que contienen gravísimas penas de cárcel para siete gobernantes catalanes de su Autonomía, el más que probable prolongado bloqueo de la gobernabilidad en España, y una serie de consecuencias desastrosas para los trabajadores y los ciudadanos y ciudadanas españoles de las clases medias para abajo.

Por todo lo dicho, pese a quien pese, en España las espadas siguen en alto. Pero, como todo está sujeto a la ley física del equilibrio universal y todo tiende a la estabilidad aunque a veces se precise mucho tiempo, es indudable que hasta que las aguas de 1978 no vuelvan a su cauce natural y el pueblo español no decida sin intermediarios usurpadores de su destino la forma de Estado que desea, España no alcanzará en modo alguno la estabilidad similar a la que disfrutan las demás naciones europeas, ni reinará entre nosotros la verdadera paz…

Los medios fundamentalistas católicos que inspiró Roger Ailes


Fernando Vidal

¿Están ustedes indignados con las noticias falsas contra el papa Francisco que se fabrican desde dentro de la propia Iglesia? ¿Han sentido miedo, desazón, impotencia, vergüenza al leer sus noticias? ¿Esos medios fundamentalistas les coaccionan para tomar sus decisiones?
Sus noticias nos llegan a través de las redes, los mensajes telefónicos, correos electrónicos, nos los destaca Google en su selección de noticias. Parece que es grande y que mueve a un sector importante de la Iglesia, pero en realidad es una operación mediática muy localizada en una serie limitada de puntos. Son una minoría proyectando una gran sombra sobre la Iglesia. Es un virus que nos ha infectado a gran parte de la Iglesia, una enfermedad de la que debemos curarnos, el virus de la Postverdad, que usa el fundamentalismo conservador para poner a la Iglesia al servicio de sus intereses. ··· Ver noticia ···

Más de 100 expertos internacionales en economía y estadística niegan la “narrativa del fraude” electoral en Bolivia


evo moralesEl manifiesto está firmado por economistas y académicos de universidades como Harvard, Massachusetts, UNAM, Cambridge, Toronto y la Complutense, entre otros
Piden a la Organización de Estados Americanos (OEA) que “retire sus declaraciones engañosas sobre las elecciones”
Según estos expertos, la explicación del aumento de margen es “bastante simple” y “se basa en que las áreas que contaron sus votos más tarde fueron más pro-Morales que las áreas que contaron sus votos más temprano” Más de 100 expertos internacionales en economía y estadística niegan la “narrativa del fraude” electoral en Bolivia ··· Ver noticia ··