FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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jueves, 1 de noviembre de 2018

Como la arcilla en manos del alfarero

PARA QUE PUEDAN VIVIR

col gerardo
  
Empezamos a ver a personas durmiendo o pasando la noche en los portales, cajeros, puentes…
Todos los cristianos queremos ofrecer signos para que las personas puedan sentirse llamadas a seguir a Jesús de Nazaret.
Y hay un signo –significativo- que hoy veo sencillo y expresivo.
En casi todas las diócesis hay locales, pisos, habitaciones, que no estamos usando como comunidad cristiana y que se están envejeciendo en la soledad y el silencio. Pensemos la cantidad de habitaciones que tenemos en los seminarios, casas de monjas, antiguos colegios, casas parroquiales…
Vería un gesto muy positivo el compartir esos pisos con las personas sin techo, por lo menos hasta que puedan ser personas empadronadas y cobrar la renta ciudadana. En el proceso de acompañar a los refugiados o a los inmigrantes a ser ciudadanos con todos los derechos y obligaciones, hay que empezar porque tengan empadronamiento. Y para ello, necesitan un piso donde vivir. Qué buena operación por parte de los cristianos.
Es cierto que son los gobiernos los principales responsables de dar esa vivienda. Pero en la iglesia no podemos seguir teniendo pisos vacíos. Si queremos vivir el espíritu de Jesús, podemos ceder los pisos.
Sé por propia experiencia lo que cuesta encontrar una vivienda para una familia así. Y mientras, los pisos diocesanos, vacíos.
Buscamos signos evangelizadores. Ahí tenemos uno muy importante. Obras son amores. Alabamos cuando alguna parroquia deja sus locales para que puedan comer y dormir los empobrecidos. Mucho más cuando se trata de locales que están vacíos, abandonados, sin usar.
Incluso todos los cristianos, todas las personas que lo deseemos, podemos unirnos y poner cada uno al mes una cantidad pequeña y entre todos pagar durante seis meses la cuota de alquiler. Luego ya cobrarán como ciudadanos empadronados los 430 euros.
Nuestra misión es crear vida digna para todos. Y quien más lo necesita es quien peor lo pasa.
No se encuentran pisos baratos. Es una necesidad urgente. Podemos prestar nuestras huertas y locales para edificarlos. Y podemos prestarlos a las rentas bajas. El Reino exige la entrega total hacia una sociedad nueva. Y este es un signo urgente.
La principal responsabilidad es del gobierno, pero, en caso de no hacerlo y mientras lo seguimos exigiendo, hay personas que tienen que vivir en la calle. Sería un buen gesto por nuestra parte. Hasta me atrevería a decir: ni un euro más gastado en arreglo de templos, mientras todos los hijos de Dios no tengan casa.
Las personas que piden a la puerta de nuestras iglesias, nos lanzan un SOS. ¿Cómo entrar nosotros en el templo y dejar fuera sin morada a tantas personas?
Entramos en el templo y rezamos alegremente “por los que no tienen vivienda, roguemos al Señor” Y siento que Dios me dice: “pues haz algo, pon siquiera un ladrillo para que encuentren dónde vivir “
No faltan viviendas, falta reparto y uso de las viviendas. Hay para todos.

EL DALAI LAMA Y LA RELIGIÓN VERDADERA

col haya

Circula por las redes sociales esta viñeta sobre el Dalai Lama, que ha tenido aceptación.
dalai lama
¿Puede estar de acuerdo un cristiano con esta afirmación del Dalai Lama? Desde luego que sí. ¿Significa que debemos renunciar a nuestra propia religión? El Dalai Lama no renuncia al budismo.
Todo el que muestra tener un buen corazón ya vive la verdadera realidad de cualquier religión. Por el contrario, un cristiano que no manifieste un buen corazón, no es cristiano. Lo expresamos así, en bloque, pero la realidad no es un “todo o nada”, un “blanco o negro”. La realidad tiene muchos matices de grises. Todos tenemos algo, más o menos, de buen corazón; todos somos un poco religiosos y un poco paganos.
La religión es un método de aprendizaje, una prótesis, para facilitar el desarrollo de ese buen corazón. Si las gafas no te dejan ver a tu hermano, no es esa la prótesis que necesitas.
Un cristiano sabe que “al principio no fue así” (Mt 19,8). Solamente cuando se sintieron desnudos, cuando surgió la envidia entre hermanos, entonces fue necesario establecer normas. Y esas normas fueron expresando lo mejor de la conciencia colectiva de cada pueblo. ¿Un relato mítico? Sí, pero que sintetiza en forma narrativa un largo proceso social.
Carl Rogers basaba su terapia en la bondad inherente a todo ser humano. No hay que introyectarnos unas normas externas, sino descubrir lo que todos llevamos en nuestra conciencia.
En el desarrollo de la Historia, el ser humano ha ido evolucionando desde la reacción instintiva hacia el autocontrol de su libertad. La sociedad civil ha ido asumiendo la tarea que habían realizado las religiones. Las normas higiénicas ya no son impuestas como mandatos divinos, sino como eficaces recomendaciones sanitarias (aunque todavía algunos se resisten a vacunas bien comprobadas); los hospitales no son de caridad, sino responsabilidad del Estado. Las leyes tribales se han ampliado hasta la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Las religiones deben ser conscientes de que los creyentes van alcanzando la mayoría de edad y tienen que asumir sus propias decisiones. Podemos encontrar en nosotros mismos los sentimientos de justicia, compasión, y amor.
Así mismo todos somos conscientes de que la realidad es más compleja. La sociedad tiene que defender a los más débiles con unas leyes que penalicen a quienes no respetan los derechos de los otros. Incluso estas leyes no bastan para garantizar esos derechos. La sociedad tiene que desarrollar la cultura para poner de relieve esa bondad consubstancial al ser humano; y a ello contribuyen las leyendas, la filosofía, la poesía, el arte… Es así mismo necesario que se formen agrupaciones, ONGs, religiones... que desinteresadamente desarrollen y fomenten esta cultura y este fondo ético.
Esta manera de entender la religión como un buen corazón no es una novedad, ni un repliegue de última hora; estaba ya en los orígenes del cristianismo. La carta (epístola) de Santiago afirmaba expresamente: “Una religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre consiste en cuidar de huérfanos y viudas en su necesidad y en no dejarse contaminar por el mundo” (Santiago 1,27)Y Jesús, como los Profetas de Israel, centró la verdadera religión en el corazón: “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”. 

NO-DUALIDAD, MEDITACIÓN Y COMPROMISO (I)

col lozano art

I. Meditación y compromiso
Deseo abordar brevemente algunas cuestiones que me parecen básicas, de cara a seguir creciendo en comprensión para vivir cada vez más lo que somos.
Me ha surgido el movimiento interior a hacerlo cuando he leído una crítica sobre el modo en que hablo de la no-dualidad.
No busco polemizar, tampoco discutir afirmaciones que malinterpretan radicalmente lo que digo, ni siquiera detenerme en las descalificaciones, algunas de ellas graves (se me acusa de “miopía”, “enfermedad zen o quietismo”, “narcisismo espiritual”, “errónea comprensión de la nodualidad”; incluso de negar la transcendencia (¡!), cuando todo lo que expreso se basa en la certeza de que toda forma está transida por el Misterio que, siendo la dimensión profunda de lo real, nos transciende…), sino solo ofrecer algún elemento para clarificar aquellas cuestiones a las que me refería. (Con todo, no dejo de preguntarme por qué resulta tan difícil ofrecer el propio planteamiento sin descalificar a quien propone otro diferente. Me entristece la superficialidad con que se deforma y desfigura el planteamiento ajeno, ignorando matices decisivos y, finalmente, no deja de sorprenderme la prontitud con la que alguien se arroga el derecho a otorgar credenciales de “no-dualidad” o de “pseudonodualidad” a tenor de su propio mapa mental).
1. Meditación.La meditación no es un medio para alcanzar la iluminación. En realidad, hablando con rigor, “meditación” es un estado de consciencia caracterizado por la no-dualidad. Y la práctica meditativa no es un fin en sí misma, tampoco un medio para iluminarse, ni mucho menos para alcanzar un bienestar sensible o alguna paz cómoda en un refugio hecho a medida. No. La práctica meditativa es un entrenamiento para vivir lo que somos, en todas las dimensiones de nuestra existencia. Pero lo realmente importante no es la práctica, sino la vida. Como le gusta decir al monje vietnamita Thich Nhat Hanh, “no practicamos por el futuro, ni para renacer en un paraíso, sino para ser paz, para ser compasión, para ser gozo en este instante”.
2. Compromiso.“La justicia y la compasión–se afirma en esa crítica– no son valores relativizables”. Totalmente de acuerdo. Pero, a no ser que caigamos en la arrogancia de identificar la justicia y la compasión con nuestro modoparticular de entenderlas, habremos de admitir que nuestras ideas acerca del compromiso son inexorablemente relativas. De lo contrario, nos veríamos abocados a un absolutismo –ahora en nombre de algo tan sagrado como el “compromiso”, la justicia o la compasión– siempre indigesto y al final peligroso. Es necesario relativizar el modo como lo entendemos y el “lugar” desde donde lo vivimos. Porque el compromiso –nuestro modo de plantearlo– también puede ser profundamente tramposo. Lo es cuando, consciente o inconscientemente, nace del ego y lo alimenta. En ese caso no hará sino perpetuar la ignorancia y aumentar la locura del mundo. El compromiso genuino nace de la comprensión y se vive en la desapropiación. Por eso, el simple hecho de pensar que “yo tengo razón” o de arrogarme el poder de dictaminar qué es y qué no es compromiso, tendría que hacerme ver dónde estoy y desde dónde hablo.
Aparte de constituir un rasgo claro de narcisismo, la necesidad de “tener razón”, aunque se disfrace de “preocupación por la defensa de la verdad o del bien”, como suele hacer el poder religioso, oculta un doloroso sentimiento de inseguridad afectiva.
Por lo demás, el compromiso que tiene al “yo” como sujeto puede caer en equívocos peligrosos. Porque, como decía no sin humor Antonio Blay, “líbrete Dios de mi idea de bien para ti”.
II. Compromiso y desapropiación
El compromiso fluye del amor desapropiado. Y este solo es posible en la comprensión experiencial de que somos uno.
Tal como los sabios nos han enseñado –recuerda Marià Corbí–, “la ley suprema del amor es el olvido del ego”[1]. Si no quiere caer en mistificaciones –trampas diversas y sutiles con las que el ego busca, de manera consciente o inconsciente, autoafirmarse–, el compromiso reclama la meditación para comprender que no somos el yo que nuestra mente piensa. Porque mientras perviva la creencia en el yo no será posible la desapropiación, ni el amor ni el compromiso gratuito. Como sigue desarrollando el propio Corbí en la obra citada, el compromiso no nace del yo, sino que “pasa” a través de él, porque está brotando del Amor que somos.
Al final, todo se ventila en la comprensión: desde el estado mental todo parece nacer del yo; por el contrario, en el estado de presencia se descubre que todo surge de la misma Presencia que somos y que el yo –que era considerado como la instancia central en el estado anterior– es únicamente un pensamiento o, dicho con más rigor, el resultado que se obtiene cuando la mente se apropia de la consciencia.
La sabiduría ha insistido siempre en la desapropiación o gratuidad como el signo de identidad del auténtico compromiso, como modo de prevenir la apropiación egoica con todas las trampas y engaños en los que introduce.
Vuelvo a recoger lo que escribía en una entrega anterior, hace apenas unas semanas: Tanto el taoísmo (“Nadie hace nada y, sin embargo, nada queda sin hacer”; “es el Tao quien actúa en los diez mil seres”) como el budismo zen (“En todo lo que hagas, no hagas nada”) lo han expresado de manera contundente. Se está diciendo ahí que si eres “tú” el que (cree que) lo hace, la acción nacerá contaminada por la apropiación y, lo que es más grave, por la ignorancia que sostiene la creencia errónea de que hay un “yo” hacedor.
Y es aquella misma sabiduría la que trasluce en las palabras de Jesús de Nazaret: “Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu derecha”. Palabras que no inducen a ningún tipo de falsa humildad –que suele esconder un orgullo soterrado–, sino que invitan a la comprensión de que “tú” no haces nada, que no hay “nadie” que haga nada; todo, sencillamente, se hace y, cuando no caemos en la trampa primera de identificarnos con el ego, fluye a través de nosotros.
Pero la mente no puede captar la verdad de la paradoja, puesto que la ve como mera contradicción. Es en el silencio de la mente –en el estado de presencia que nos regala la meditación o contemplación–, en el que germina la comprensión, donde se ve que la paradoja era solo una “contradicción aparente” y que aquellos que parecían polos opuestos son en realidad complementarios. Con lo cual, somos remitidos a una cuestión decisiva: ¿qué experiencia tengo de Silencio mental? Otra paradoja: silencio y palabra van unidos; el silencio sin palabras (sin mente) deriva fácilmente en mutismo inane, pero la palabra (mente) sin Silencio se reduce a mero blablablá

Iglesia de España y las denuncias por abusos sexuales


José Manuel Vidal

La Iglesia católica española se prepara para la ‘tormenta perfecta’ que se le avecina.
Todos los expertos, tanto en Roma como en España, dan por segura una explosión de denuncias de casos de abusos de clérigos en nuestro país. Para hacerles frente y, de paso, adecuarse a las directrices del Vaticano, la Conferencia episcopal española acaba de anunciar la creación de una Comisión Antipederastia, que nace lastrada por no contar con las víctimas y por poner al frente a un obispo considerado demasiado ‘blando’ con los abusadores.··· Ver noticia

El Padre Solalinde y nuestros migrantes


Rodolfo Cortés Calderón
Redes Cristianas
Los pueblos hondureño y centroamericano no podemos menos que agradecer con todo nuestro profundo amor al sacerdote JOSÉ ALEJANDRO SOLALINDE GUERRA, Coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana y defensor de los derechos humanos de los migrantes que cruzan o se estacionan en MÉXICO.
Desde que comenzó el ÉXODO CENTROAMERICANO en la segunda semana de este triste octubre—aunque esto ha sido recurrente desde hace décadas, pero acentuado hoy día–millares de personas principalmente de HONDURAS, pero también de EL SALVADOR y GUATEMALA, han pasado vicisitudes y rechazos por GUATEMALA y MÉXICO de parte de los gobiernos, pero protegidos, alimentados y vestidos por sus pueblos que les han entregado alma, vida y corazón a estas familias marginadas porel neoliberalismo.
QUIÉN ES EL PADRE SOLALINDE
Hijo de doña Berta Guerra y don Juan Manuel Solalinde nació el 19 de marzo de 1945 en Texcoco, Edo. de México, México. Desde joven por su espíritu humanitario y progresista tuvo la decisión de estudiar sacerdocio. Durante su formación pretendió ingresar a la Compañía de Jesús, pero sus “superiores” lo persuadieron de ser una congregación demasiada progresista. Se enrola, entonces, en la Congregación Carmelita de Guadalajara, de la cual fue expulsado por sus ideas izquierdistas pero continua estudiando en el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos de donde se retira junto a un fuerte grupo de seminaristas. Al final fue ordenado sacerdote por el obispo de Toluca, Arturo Vélez.
En su libro “Revelaciones de un misionero: mi vida itinerante” narra los principales aspectos de su lucha: 1.-La lucha que ha tenido con la estructura de la mayor parte de la Iglesia que le cuesta trabajo cambiar, lo hace lentamente o que reprime los cambios, que no acepta su modo de vida. 2.-La Iglesia de hoy no es la que quiere Cristo, opinó—Porque Él quiso un movimiento con mujeres, pero ellas no están dentro de la Iglesia; de jóvenes pero “solo tienen puros viejitos” y, 3.- Los Obispos y altos mandos de la Iglesia no deben ser príncipes, subrayó, sino pobres, empáticos, solidarios con la gente de abajo, deben dejar su personaje privilegiado de estatus social número uno para convertirse en peregrinos que acompañan a la gente.
RESPONSABILIDAD DE PRESIDENTES DÉSPOTAS
Nadie dudará en responsabilizar de esta migración, represión y asesinatos al gobierno imperialista de ESTADOS UNIDOS dirigido por DONALD TRUMP y ejecutado por los vasallos y serviles gobiernos de ENRIQUE PEÑA NIETO de MÉXICO; JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ, JOH, de HONDURAS; SALVADOR SÁNCHEZ CERÉN de EL SALVADOR y JIMMY MORALES de GUATEMALA .
ASESINADOS CON “BALAS DE GOMA”
El director de la televisora hondureña HCH, EDUARDO MALDONADO, imitando a su compinche golpista RAMÓN CUSTODIO LÓPEZ del CONADEH, aseveró en su canal el día de hoy que el joven HENRY ADALID DÍAZ REYES (26) asesinado por el ejército guatemalteco el día de ayer en el puente de Tecún Umán frontera entre Guatemala y México, murió a causa de una “BALA DE GOMA”, lo mismo que dijo CUSTODIO LÓPEZ cuando fue asesinado por el Ejército hondureño el joven ISIS OBED MURILLO MENCÍAS (19) el 5 de julio de 2009, año del golpe de Estado en HONDURAS. Con la muerte de este joven ya suman tres los muertos de la Caravana.
La población mexicana rindió homenaje a todos los migrantes muertos que han caído en su paso por MÉXICO. Hoy celebran la fiesta conmemorativa a los SANTOS DIFUNTOS, por eso apoyan incondicionalmente la Caravana de Migrantes, señalaron.
EL RECIBIMIENTO EN TEPEYAC
La Pastoral de Movilidad Humana, coordinada por el padre SOLALINDE tiene prevista una gran acogida y recibimiento a los miles de migrantes hondureños y centroamericanos que en los próximos días estarán llegando a Ciudad México y serán recibidos según los organizadores en la Plaza de la Basílica de Guadalupe en las faldas del Monte Tepeyac. Se presagia que será una gran fiesta de aliento, bienvenida y solidaridad.
En estos momentos la Caravana se encuentra en varias etapas: el grupo mayor está en este momento atravesando el estado de Oaxaca; otro gran grupo se encuentra presionando su pasada y recibiendo represión del ejército y policía guatemaltecas y mexicanas en Tecún Umán y, otro grupo, de varios centenares de nuevas caravanas van saliendo desde El SALVADOR y HONDURAS.
Muchas gracias hermanos mexicanos y guatemaltecos por sus enormes muestras de amor y desprendimiento cristianos.
LA CÓMPLICE ACTITUD DE LOS OBISPOS DE HONDURAS
El 20 de octubre del presente año la Conferencia Episcopal de Honduras, CEH, emitió e hizo público un triste y poco convincente comunicado sobre la situación de los migrantes que se desplazan por millares hacia el falso “sueño americano”. Los católicos progresistas hondureños lamentamos tener “guías” espirituales tan paniaguados, timoratos y cómplices como son los obispos y el cardenal ÓSCAR ANDRÉS RODRÍGUEZ MARADIAGA de la CEH. No se debe olvidar que las iglesias Católica y Evangélica a nivel de sus estructuras superiores se coludieron con los militares y golpistas durante el golpe de Estado 2009; callaron además ante el fraude electoral de 2013 y apañaron la reelección del fraudulento régimen dictatorial de JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ en las elecciones de 2017, conformándose con las migajas y canonjías que les “regala” el poder capitalista.
Cuánto soñamos los cristianos hondureños tener un guía espiritual de la catadura moral y cristiana del obispo ÓSCAR ARNULFO ROMERO y GALDÁMEZ que hasta ofrendó su vida por su pueblo llamando al pan, pan y al vino, vino y jamás tuvo miedo para enfrentar al poder capitalista imperial.
CONCLUSIONES
· Con obispos y sacerdotes poco comprometidos e insensibilizados con las luchas de sus pueblos es difícil que el cristianismo pueda lograr avances que nos lleven a la construcción del verdadero Reino de Dios aquí en nuestra Tierra. Sin embargo, esperamos se sientan interpelados por la práctica y espiritualidad del padre SOLALINDE y monseñor ROMERO.
· Los hondureños debemos cerrar filas para enfrentar y denunciar al gobierno dictatorial, corrupto e ilegal de JUAN ORLANDO HERNÁNDEZ.
¡GRACIAS INFINITAS, PADRE SOLALINDE, POR TODO LO QUE HACE POR LOS MIGRANTES EMPOBRECIDOS POR EL CAPITALISMO SALVAJE!
29 de octubre de 2018

Noviembre, cuando los “muertos” celebran la Vida

Ollantay Itzamná
Redes Cristianas
Todas las civilizaciones y culturas buscaron respuestas a las grandes preguntas existenciales que inquietan al ser humano. Así como la inquietud sobre el origen del mundo y de la humanidad, también la pregunta sobre la muerte, fue y es una constante en la vida.
En el caso de las civilizaciones Quechua, Aymara, Maya, Azteca, entre otras, explicaron la “muerte”, como parte de un ciclo de la Vida en constante regeneración. Mas no como un fatal final, o fracaso existencial. Por eso, incluso en nuestras comunidades bautizadas la “muerte” de un ser querido no se llora, se celebra con fiesta. Abundante comida, bebidas y música.
Quienes fallecen y se reincorporan al vientre húmedo y fresco de nuestra Madre Tierra no desaparecen de nuestra convivencia cotidiana. Ellas y ellos, renacidos a una nueva dimensión existencial, diferente a la nuestra actual, continúan siendo “sujetos” en y para la comunidad cósmica, con sus derechos y obligaciones. Continúan siendo sujetos históricos colectivos, acuerpando e impulsando las inconclusas historias familiares y/o nacionales.
En nuestras filosofías, las y los “difuntos”, no desaparecen, ni se van. Existen y coexisten con y entre nosotros/as hilvanando una infinidad de interrelaciones en la comunidad cósmica y humana. Esta es nuestra mayor certeza que difumina en nosotros el tenebroso miedo a la muerte.
Casi siempre veía a mis padres, en su cotidianidad ritual, invocando o clamando a sus parientes y amistades difuntos, junto a sus apus. Unas veces para agradecer por las bondades de la vida, otras veces para afrontar las dificultades. Y, cuando llegaba el mal llamado Aya marq’ay killa (mes de la procesión de difuntos, en quechua), la comensalía con familiares difuntos alcanzaba su máxima algarabía entre el 1 y 2 de noviembre. Era cuando los herq’es (niños, en quechua) comíamos en abundancia, panes dulces, golosinas…
Guamán Poma cuenta que en Aya marq’ay killa (noviembre) las panacas (clanes) y familias subían a los chullpares (lugares donde se depositaban los cuerpos difuntos para su biodegradación orgánica) llevando regalos, comidas y bebidas en abundancia, música.
Dichos festejos se hacían los tres primeros años del difunto. Luego, en el mismo mes, los esqueletos eran bajados en procesión, para hacerlos partícipes de las fiestas comunitarias y/o familiares, e incorporarlos a la vida comunitaria. Terminada la fiesta, se los colocaba en algún espacio importante de la vivienda, y desde allí, ejercían su rol protector.
En la actualidad, en buena parte de Los Andes, como en el Sur de México, se celebra con algarabía la fiesta de los “difuntos” entre finales de octubre e inicios de noviembre. Pero, no es una fiesta de los muertos. Sino, es toda una fiesta familiar y comunitaria que evidencia la vivencia y convivencia con los Otros seres vivos (quienes partieron de la faz de la tierra).
Es una conmemoración del nacimiento hacia esa otra dimensión existencial, que Occidente llama muerte. En esa celebración de cumpleaños comunitario, esos Otros seres vivos visitan en grupos a sus familias para festejar la Vida. Y luego de las fiestas, las y los visitantes se van en grupos, compartiendo vivencias y regalos recibidos, para continuar haciendo historia con los suyos desde sus lugares.
Con este raciocinio ritual, los pueblos indígenas, encontramos la manera de aceptar y convivir con la “muerte” sin mayores sobresaltos, ni desesperos. El o la indígena, no muere, ni desaparece. Quien fallece, renace y construye las historias inconclusas de sus pueblos desde dimensiones cósmicas, en interacción permanente con los “vivos”. Nadie nace para morir. Nacemos para renacer. Esta es y debería ser nuestra mística y certeza existencial para hacer más llevadera las incertidumbres más lacerantes que ni la promesa de la resurrección cristiana ha podido sosegar en el ser humano.

¿DIFUNTOS?

Redes Cristianas
Faustino Vilabrille 
“te doy mi cuerpo por un euro”
No creo en las oraciones, ni en las misas, ni en el purgatorio ni en ese Dios que espera que le llegue una oración o una Misa para sacar a alguien de ese lugar de sufrimiento que no puede
existir, porque es contrario al Dios Verdadero. Por eso rezar por los difuntos es una ofensa a Dios. Porque ni ellos ni Dios nos piden oraciones, ni misas por los “difuntos”, pues están en sus
manos. Eso es un “negocio” que hemos inventado nosotros, pues Jesús dice: “deja a los muertos enterrar a sus muertos: tu vete a anunciar el Reino de Dios” (Evangelio de Lucas 9,60).
Por el contrario, sí que nos piden a gritos que: pongamospan en la boca del hambriento, agua en la lengua del sediento, ropa en el cuerpo del que tiene frío, cuidado en el que está enfermo, acogida en el inmigrante, compañía en el encarcelado; que pongamos justicia donde hay injusticia, igualdad donde hay desigualdad, amor donde hay odio, aprecio donde hay desprecio, vida donde hay muerte, paz donde hay odio, aprecio donde hay desprecio, vida donde hay muerte, paz donde hay guerra, cercanía donde hay lejanía, perdón donde hay odio, vida donde hay muerte, pan donde hay hambre, agua donde hay sed, salud donde hay enfermedad, abrigo donde hay frío, alegría donde hay tristeza, compañía donde hay soledad, rescate donde hay esclavitud, como los miles y miles de niñas que salen a venderse a las playas de Kenia y dicen a los turistas: “te doy mi cuerpo por un euro”, o las
mujeres de los barrios de Kigali, Ruanda, por 0,30 euros. Causa: la pobreza, hambre eterna para ellas. ¿Quiénes son los del euro?
¿Difuntos?
NO, VIVOS PARA SIEMPRE
La vida se nos da y la merecemos dándola: Rabindranath Tagore
Nos hacemos la vida más agradable haciéndola agradable a los demás:
Albert Ginon
“Nada perece en el Universo: cuanto en él acontece no pasa de meras transformaciones; la vida empieza, pero no termina nunca, tan solo cambia”: Pitágoras.
Tu lucha por el bien, tu compromiso con la vida, el amor y la felicidad, repercuten en el universo entero.
El valor de lo que hagamos bien, irá para siempre con nosotros.
La idea de inmortalidad y el ansia de vivir para siempre, atraviesan toda la historia de la humanidad y la naturaleza. Una sed tan grande no puede quedar sin agua.
El día de todos los santos multitud de personas se acercan a loscementerios a llevar flores, lo que puede significar que seguimos recordando y queriendo a quienes han partido de este mundo, o
que tenemos fe en la vida más allá de esta vida, o las dos cosas.
Personalmente pienso que solo tiene verdadero valor creer que hay vida más allá de la vida. Si no es así, lo demás no pasa de ser un rito para consuelo de ingenuos.
Por experiencia y los conocimientos más elementales de la física, sabemos que todo se transforma, pero nada desaparece. Todo está, de la forma que sea, en algún sitio. También tenemos muy claro
que todo lo que vive quiere vivir, y mientras tiene capacidad para hacerlo así lo hace.
Hay un hecho evidente: millones de seres vivos, incluido el hombre, murieron a lo largo de la historia de la humanidad y mueren hoy a diario de forma terriblemente injusta a causa de las
injusticias, del hambre, las guerras, el odio, la emigración, la violencia, la opresión, el mal trato, las torturas, la insolidaridad de unos seres humanos contra otros, los incendios, la violación de toda clase de derechos. Quemando un pequeño bosque destruimos más información genética que cabe en el ordenador o la biblioteca más grandes del mundo. ¿Es justo que todos esos seres humanos y toda esa vida queden muertos para siempre? ¿Es justo que quede tanta injusticia sin reparar? ¿No hace falta algo o alguien capaz de resarcir de tanto dolor y sufrimiento? Todo esto pide a gritos una respuesta.
Supongamos que lleguemos a construir un mundo feliz, incluso hasta erradicar la muerte. Muy bien. Pero, ¿qué hacer con los que quedaron muertos para siempre? Ante esto nos vemos totalmente
impotentes, incapaces, sin respuesta que ofrecerles. A este dramático problema, solo se enfrentó Jesucristo, con una respuesta, no solo inmanente proponiendo un proyecto de vida y salvación para este mundo (cosa que hicieron también en gran medida otros grandes hombres), sino también trascendente (esto es lo más original de Jesús), vinculando la lucha por la vida en este mundo con la vida para siempre, o vida eterna: “vine para que todos tengan vida, y vida en abundancia”, “quien cree en mi no morirá para siempre”.
Pero, ¿qué es creer en Jesús? No es solo aceptar que es verdadero lo que El nos dijo, sino vivir lo que El practicó y enseñó. Por tanto, creer es ser justos, es amarnos, es hacernos felices, es
ayudarnos, es apoyarnos, es respetarnos, es ser fieles, es ser nobles, es ser honrados, es ser solidarios, es luchar por ser iguales, es vivir y dar vida a todos y a todo, luchando
apasionada y éticamente por la vida. Quien lo practica está creyendo. Quien está creyendo de esta manera vivirá para siempre, pues dice Jesús: “en verdad, en verdad os digo: el que
cree tiene vida eterna” .
Los difuntos ya no están en nuestras manos. Están todos en las manos de Dios, las mejores manos, seguro que sí. Pero, ¿y los que fueron unos criminales, perversos, genocidas, crueles hasta el
mayor sadismo, como en el infierno de Mauthausen? Pues también están en las manos de Dios. ¿Están en la vida eterna? Tienen que acabar estando en ella, pues no vinieron a este mundo por su
propia voluntad. ¿Cómo se las arregla Dios para darles la vida eterna? Eso es cosa de El, El sabrá cómo hacerlo, pues para eso es Dios. Juzgar ahí ya no es competencia nuestra. Competencia
nuestra es juzgar en este mundo. ¿Cómo? Practicando la justicia, el amor, la fraternidad, la unidad, la solidaridad, la vida, la esperanza, la colaboración, la igualdad, la comprensión, el perdón y la a paz. Eso es lo que nos piden los hermanos que están en la otra orilla de la vida que hagamos los que aun estamos en esta orilla de vida. Al final tiene que haber plenitud para todos y para todo.
Por tanto, aunque tengamos pena por los que marchan, no vayamos a funerales y velatorios a llorar la muerte, sino a celebrar la vida, el triunfo, la felicidad. No vayamos a la iglesia o al
cementerio a llorar aunque lloremos. Vayamos a dar gracias, por la vida del hermano vivo para siempre. Vayamos a perdonarle y pedirle perdón si nos quedó algún resentimiento porque no lo
hemos tratado bien. Vayamos a rectificar lo que sabemos que estamos haciendo mal. Vayamos a comprometernos a sermejores, amando más, siendo más justos, más hermanos, más amigos, más conciliadores y reconciliadores, más solidarios con los empobrecidos, más amables, más serviciales, más honrados, más generosos, más austeros en nuestras vidas para que haya lo suficiente para todos. Este es el mejor camino para una vida feliz para este mundo y para la vida eterna.
No hagamos oración ni demos misas por los difuntos: si Dios está esperando a que recemos o encarguemos un a misa por ellos paradarles le plenitud de la vida, ese Dios es cruel, no es
misericordioso, no es ni humano. Eso del purgatorio es completamente absurdo: si Dios está esperando a recibir una oración a una misa para sacar a alguien del purgatorio, ese Dios es un sádico, despiadado, feroz, duro, salvaje. Ese Dios así, no puede existir. Ni existe tal purgatorio.
Es completamente contrario al Dios de Jesucristo que El nos enseñó con sus hechos y sus palabras: Un Dios lleno de Misericordia, de Amor, Bondad, Ternura, Comprensión y Compasión, preocupado
por el bien y la felicidad de todos y de todo. Dios solo es feliz con nuestra felicidad: aquí depende de nosotros, allí depende de El, y por eso la tiene preparada para todos los seres humanos y para toda la creación.
Así pues, la muerte no parte la vida en dos mitades, sino que es el paso de esta orilla de la vida a la otra orilla de la vida. Es toda una misma y única vida. Jesús quiere vida para todos y para siempre, para aquí, y desde aquí para siempre, una vida y vida en abundancia, que si no la hay para
muchos millones de personas como para las niñas de Kenia que tienen que venderse por un euro para comer algo, o las mujeres de los barrios de Kigale por 0,30 para dar algo de comer a sus hijos diciéndoles: “me marcho a trabajar”, eso es porque no somos justos y solidarios unos con otros.
CONCLUSIONES:
-Luchar porque todo ser humano tenga vida en abundancia: fuera injusticias, abusos, explotaciones, desigualdades, muertes injustas yprematuras. Al contrario: vida digna y gratificante para todos y toda lacreación.
-Cuidar y cultivar la vida de toda la creación: los animales, las aves, lospeces, los árboles, las plantas, las flores a las que Dios viste de gran bellezacomo nos enseña Jesús (Ver Lucas 12,27).
-No traficar con los seres humanos, ni con sus órganos, ni con sus cuerpos muertos o asesinados: Que nadie tenga que vender sus propios órganos como en la India, para poder comer, o en China asesinar a lospresos para traficar con sus órganos: Una cornea 25.000 €, un riñón 150.000 (El Español 24/08/17).
-Abolir la prostitución y el turismo sexual. Comerciar con el cuerpo de los demás es hacerlo con lo más sagrado de la persona. El abuso de los niños/as es el más abyecto de todos.
-Seguir amando desde la otra orilla dando vida desde la nueva vida a esta orilla, haciendo donación de todos nuestros órganos para trasplantes y de nuestro cuerpo para la investigación médica. En España somos un gran ejemplo en este sentido, pues durante 2017, hubo 2183 donantes que hicieron posibles 5259 trasplantes. Hagámonos, pues, donantes de órganos.
-Admirar y agradecer a Dios la gran maravilla de la vida, incluso en nuestro propio cuerpo, pues permaneciendo siempre como persona única e irrepetible, adquirimos un esqueleto nuevo cada 3 meses, la piel se renueva cada mes, las células que recubren el estómago cada 4 días y las que están
en contacto con la comida cada 5 minutos. Los 250 gramos de médula ósea que tenemos cada uno, son capaces de fabricar cada día 200.000 millones de células nuevas de glóbulos rojos, cada uno de los cuales contiene 280 millones de moléculas de hemoglobina. Realmente somos algo maravilloso. ¿Por qué estando tan bien hechos nos tratamos a veces tan mal a nosotros mismos con drogodependencias e incluso inducimos a los demás a hacerlo?
Hagamos nuestra la recomendación de Tagore: merecer la vida dándola a los demás como Jesús la dio por nosotros hasta el compromiso total,
Los hermanos, a los que no deberíamos llamar difuntos, sino vivos para siempre porque ya están en las manos de Dios y no necesitan nada de nosotros, lo único que nos piden es que pongamos pan en la boca del hambriento, agua en la lengua del sediento, ropa en el cuerpo del que tiene frío, cuidado en el que está enfermo, acogida en el inmigrante, compañía en el encarcelado; que pongamos justicia donde hay injusticia, igualdad donde hay desigualdad, amor donde hay odio, aprecio donde hay desprecio, vida donde hay muerte, paz donde hay guerra, cercanía donde hay lejanía, perdón donde hay odio, vida donde hay muerte, pan donde hay hambre, agua donde hay sed, salud donde hay enfermedad, abrigo donde hay frío, alegría donde hay tristeza, compañía donde hay soledad, esperanza donde hay desesperación, rescate y libertad donde hay esclavitud.
Con los próximos proyectos de cooperación con Ruanda y Guatemala, tendremos oportunidad de practicar este mensaje, que es el mismo que el de Jesús de Nazaret, para dar un poco de vida y esperanza a los más necesitados de ellas.
Un cordial abrazo a tod@s.-Fausti

José Manuel Vidal: “Si el Gobierno decide no enterrar a Franco en La Almudena por razón de orden público, Osoro no se va a oponer”


Franco3El director de RD reflgexiona sobre la inhumación de Franco en ‘El Intermedio’
“Lo que la Iglesia no quiere es cargar dos veces con el muerto de oponerse a la familia”
La vicepresidenta ha sido un tanto imprudente al hablar a su vuelta a España de que había llegado a un acuerdo total con el Vaticano, cuando eso no es posible: el muerto es español y lo tienen que cargar la Iglesia española y el Gobierno español
¿Cuáles son las claves reales de la reunión entre Carmen Calvo y Pietro Parolin? ¿Qué pasará con los restos de Franco? A estas y a otras preguntas respondió nuestro director, José Manuel Vidal, en una intervención en ‘El Intermedio’, donde se mostró optimista de cara a una resolución del conflicto.··· Ver noticia ··

Domingo 4 noviembre 2018 xxxI

KOINONIA

En las estepas de Moab, Moisés da sus últimas instrucciones al pueblo que se prepara para entrar a la tierra de Canaán. Atrás quedó Egipto, debió quedar. Y atrás quedó también el desierto donde supuestamente el pueblo tuvo que haber aprendido muchas cosas que tendrán que ser muy útiles para su proyecto como pueblo en la tierra de la libertad. Egipto será un lugar para nunca volver, al desierto será necesario volver cuando el pueblo olvide o pierda su horizonte ya que ése es el espacio ideal para el reencuentro con su Dios, para dejarse reconquistar por él (cf. Os 2,14). Aquí, pues, en su despedida, Moisés insiste en lo más importante para que el pueblo tenga vida: cumplir las instrucciones y normas que el Señor ha dado. IR A LA PÁGINA 

La Religión y la derecha política

 José María Castillo 
Castillo1Fuente: Teología sin censura
¿Por qué ocurre, con tanta frecuencia, que la gente de derechas suele ser más religiosa que quienes militan o tienen ideas de izquierdas? Es verdad que esta doble sintonía – de la derecha con la religión y de la izquierda con la irreligión – no se puede generalizar.
Pero el hecho global de la frecuente coincidencia de la derecha con la religión; lo mismo que el rechazo de la izquierda hacia lo religioso, nadie (que vea la vida con objetividad) lo pondrá en duda, supongo. En España, además, me parece indudable.
¿Por qué ocurre esto? Para responder a esta pregunta, no viene al caso contraponer lo que ocurrió con Hitler y Mussolini, en Alemania e Italia, y lo que sucedió con Franco en España. Hitler y Mussolini perdieron sus guerras. Franco ganó la suya y mantuvo su dictadura durante 40 años. Y conste que, aun así, el profesor Thomas Ruster (Universidad de Dortmund) se lamentaba recientemente de que los campos de concentración estaban ubicados cerca de museos y bibliotecas; y se avergonzaba de que no solo la mayoría de aquellos facinerosos, los ejecutores del holocausto, habían recibido clases de religión y habían escuchado sermones e instrucciones morales. Sin embargo, existió Auschwitz, que los educados religiosamente no lo impidieron.
Pues bien, siendo todo esto muy verdad, vamos al fondo del asunto. Lo he dicho y no me cansaré de repetirlo. Jesús fue un hombre profundamente religioso, pero no fundó una religión. Jesús anunció el Evangelio. ¿Cómo iba a fundar una religión un hombre que fue asesinado por los dirigentes y entendidos en lo que es una religión?
No debemos confundir a Dios con la religión. Dios es “trascendente” (no tenemos acceso a Él, ni podemos conocerlo), mientras que la religión en “inmanente”, es decir, siempre es un hecho cultural. De ahí que, cuando hablamos de Dios, deberíamos distinguirlo de las “representaciones de lo divino”, que se hacen en cada cultura.
Otra cuestión es que, en la prehistoria de la humanidad, la religión es mucho más antigua que Dios. La religión tiene unos cien mil años (tantos como el “Homo Sapiens”), mientras que de Dios se viene hablando hace unos diez mil años. O sea, durante noventa mil años, se ha vivido la religión sin Dios.
La religión suaviza el miedo a la muerte, libera de los sentimientos de culpa y es un componente de nuestra propia identidad. Pero la religión consiste en un sistema de rangos que exige sometimiento a superiores invisibles. De ahí, la carga de obligaciones y prohibiciones mediante las que los jerarcas religiosos se imponen a sus fieles. Por eso, el poder religioso suele andar aliado con el poder político. Y ambos se sustentan y necesitan mutuamente. Los poderosos se suelen aliar a los “hombres de la religión”. Como éstos se alían a los poderosos.
Así las cosas, se comprende que la izquierda social y política suele sentirse incómoda ante el poder político-religioso. Es verdad que todo esto se explica y se justifica utilizando argumentos y motivos religiosos y sociales. Pero el fondo del asunto, ya hemos visto dónde está.
Cuando Jesús aparece en la historia, el Imperio romano había montado un sistema religioso en el que no importaba el dios en el que cada cual creía. Era una religión doméstica (cada familia la vivía en su casa) que se centraba en mantener la sumisión al poder imperial. En el caso de Israel, todo se centraba en el Templo, fuente de poder y de dinero para sus sacerdotes, que imponían rituales, obediencia a la ley y sumisión al sistema, interpretado por los maestros de aquella ley. La consecuencia era que el Templo y sus sumos sacerdotes mantenían al pueblo sumiso al Imperio y a los dirigentes de la religión judía.
En estas circunstancias, ¿qué hizo Jesús? No protestó contra el Imperio. ¿Qué ofreció como alternativa? El Evangelio: enseñó que Dios es Padre bueno con todos, curó a los enfermos, dio de comer a los indigentes, acogió a los pecadores, mujeres, niños, extranjeros…, exigió perdón, respeto y cariño entre todos. Y no se calló ante la hipocresía de los protagonistas y observantes de la religión.
El problema, que tenemos hoy, es que la Iglesia ha dado más importancia a la religión que al Evangelio. La religión da dinero y poder. El Evangelio exige identificarse con los que más sufren y con los últimos de la sociedad. ¿Se comprende ahora por qué la derecha política suele ser más religiosa que la izquierda? El Evangelio, marginado. Y en su lugar intentamos mantener una religión anticuada, que puede ayudar para tranquilizar conciencias, pero sirve cada día menos para mejorar conductas

Domingo 31 Tiempo ordinario – B (Marcos 12,28-34)

José Antonio Pagola 


ATEÍSMO SUPERFICIAL

Son bastantes los que, durante estos años, han ido pasando de una fe ligera y superficial en Dios a un ateísmo igualmente frívolo e irresponsable. Hay quienes han eliminado de sus vidas toda práctica religiosa y han liquidado cualquier relación con una comunidad creyente. Pero ¿basta con eso para resolver con seriedad la postura personal de uno ante el misterio último de la vida?
Hay quienes dicen que no creen en la Iglesia ni en «los inventos de los curas», pero creen en Dios. Sin embargo, ¿qué significa creer en un Dios al que nunca se le recuerda, con quien jamás se dialoga, a quien no se le escucha, de quien no se espera nada con gozo?
Otros proclaman que ya es hora de aprender a vivir sin Dios, enfrentándose a la vida con mayor dignidad y personalidad. Pero, cuando se observa de cerca su vida, no es fácil ver cómo les ha ayudado concretamente el abandono de Dios a vivir una vida más digna y responsable.
Bastantes se han fabricado su propia religión y se han construido una moral propia a su medida. Nunca han buscado otra cosa que situarse con cierta comodidad en la vida, evitando todo interrogante que cuestionara seriamente su existencia.
Algunos no sabrían decir si creen en Dios o no. En realidad, no entienden para qué puede servir tal cosa. Ellos viven tan ocupados en trabajar y disfrutar, tan distraídos por los problemas de cada día, los programas de televisión y las revistas del fin de semana que Dios no tiene sitio en sus vidas.
Pero nos equivocaríamos los creyentes si pensáramos que este ateísmo frívolo se encuentra solamente en esas personas que se atreven a decir en voz alta que no creen en Dios. Este ateísmo puede estar penetrando también en los corazones de los que nos llamamos creyentes: a veces nosotros mismos sabemos que Dios no es el único Señor de nuestra vida, ni siquiera el más importante.
Hagamos solo una prueba. ¿Qué sentimos en lo más íntimo de nuestra conciencia cuando escuchamos despacio, repetidas veces y con sinceridad estas palabras?: «Escucha: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas». ¿Qué espacio ocupa Dios en mi corazón, en mi alma, en mi mente, en todo mi ser?