FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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miércoles, 29 de octubre de 2014

I Encuentro Mundial de los Movimientos Populares

Prohibido comulgar en Compostela Xavier Pikaza, teólogo



  • Pensé que era fácil y quise comulgar en Compostela, hace cinco días, tras acabar un cursillo protestante en A Coruña.
    Llegamos a la ciudad del Apóstol una radiante mañana de sol y sentimos el bullir de cien naciones peregrinas en la Rúa de los Francos; pensé que el centro y meta de su camino era la Catedral, y en la Catedral Jesús, el Señor del Apóstol Santiago (mensajero de paz en los confines de la tierra), el Cristo de la comunión universal o Eucaristía.
    Llegamos a la Puerta de las Platerías y allí empezó la triste aventura de comulgar como católico cristiano en Compostela, en la Misa del Peregrino, a las doce de la mañana.
    Ésta es la historia de los tres obstáculos y del gran escándalo de la Comunión en Compostela. Buen día a todos, buen deseo de que corrijan algunas cosas en la Catedral de Santiago.··· Ver noticia ···
  • Pronunciamiento de las CEBS de México ante los hechos de Ayotzinapa




    “¿Dónde está tu hermano? ¿Qué has hecho?… La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.”
    Gen 4, 9-10
    A LOS FAMILIARES DE LOS ESTUDIANTES ASESINADOS, TORTURADOS Y DESAPARECIDOS
    A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL
    A LA SOCIEDAD CIVIL
    A LAS HERMANAS Y HERMANOS EN LA FE
    Las Comunidades Eclesiales de Base hemos procurado caminar, caminamos junto al pueblo, en medio de sus dolores, gozos, luchas y esperanzas de transformación, ya que nos empeñamos en procurar una tierra nueva donde reinen la justicia y la paz. Como Iglesia sentimos una profunda tristeza y gran indignación frente a lo que está pasando en todo el país, especialmente HOY en Guerrero y no podemos, ni debemos callarnos.

    Como mujeres y hombres de fe reprobamos, por ser contraria a la dignidad humana y a la voluntad de Dios, la desaparición de los 43 jóvenes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Gro. y los asesinatos cometidos el 26 de septiembre. Por lo que exigimos:

    1. La aparición con vida de los 43 estudiantes.
    2. La garantía de seguridad para todos los ciudadanos de nuestro país para que no se repitan hechos tan denigrantes como el acontecido, en ningún otro lugar de la República.
    3.- La reparación del daño a los familiares de los jóvenes asesinados y desaparecidos.
    4. Castigo a los responsables intelectuales y materiales del asesinato y desaparición de los 43 estudiantes y de las víctimas colaterales.
    5. Protección a familiares y testigos de los hechos.
    6. Investigación e identificación de los cadáveres encontrados en fosas clandestinas, que también merecen justicia.

    Estas demandas legítimas deben estar acompañadas de todos los procedimientos legales fundamentados en los Derechos Humanos que garanticen a la ciudadanía un Estado que se haga responsable de sus funciones y garantice mejores condiciones de dignidad y justicia al pueblo.
    Estamos frente a un crimen de Estado y no podemos permanecer indiferentes, pasivos ante todos los hechos de violencia, como: El incendio de la Guardería ABC, la Masacre en San Fernando, Atenco, Acteal, los feminicidios, Tlatlaya, Ayotzinapa y tantos otros, la vida de todas y todos le merece al Estado la atención e importancia debidos.
    El Papa Francisco afirma en la Exhortación Apostólica “El gozo del Evangelio”: La dignidad de la persona humana y el bien común están por encima de la tranquilidad de algunos que no quieren renunciar a sus privilegios. (EG218). Y de muchos privilegios gozan nuestros gobernantes.
    Las Comunidades Eclesiales de Base de México nos comprometemos a seguir con acciones de apoyo desde nuestras posibilidades para que cambie este estado de corrupción de la clase política, empresarial, de los cuerpos de seguridad, de impunidad, violencia institucional, violencia de crimen organizado, al mismo tiempo de apatía, desorganización Y FALTA DE UN DEBIDO EJERCICIO DE CIUDADANÍA nuestra como pueblo de México.
    Sabemos, que si nos callamos nos convertimos en cómplices de los proyectos de muerte que bajo formas de reformas constitucionales, depredación ecológica y violencia se ciernen sobre nuestro país.

    Recordemos las palabras que el profeta Isaías dirigía a los gobernantes de Israel y a todo el pueblo:
    “Dejen de hacer el mal y aprendan a hacer el bien. Busquen la justicia, den sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano y defiendan a la viuda. (Is 1, 17).


    COMUNIDADES ECLESIALES DE MÉXICO
    CIUDAD DE MÉXICO A 26 DE OCTUBRE DEL 2014

    Francisco: “Reclamar tierra, techo y trabajo no es comunista, es la doctrina social de la Iglesia”

    Religión Digital


    Vibrante discurso del Papa a los participantes del Encuentro Mundial de Movimientos Populares
    “¡Ninguna familia sin vivienda! ¡Ningún campesino sin tierra! ¡Ningún trabajador sin derechos!”
    El Papa Francisco pidió hoy tierra para los campesinos, casas para las familias y derechos para los trabajadores durante el Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, en el que participa el presidente de Bolivia, Evo Morales.··· Ver noticia ···  y DISCURSO ÍNTEGRO DEL PAPA

    Lo que nos ha enseñado el Sínodo José M. Castillo, teólogo



    Fuente: Teología sin censura

    1. El papado es necesario en la Iglesia. Ahora vemos, más claro que nunca, que la Iglesia necesita una autoridad suprema, que esté por encima de grupos, tendencias, divisiones y enfrentamientos. De no existir el papado, es posible (incluso probable) que en la Iglesia, después de lo ocurrido, se hubiera producido un cisma. Se sabe que cinco cardenales fueron a pedirle al dimitido Benedicto XVI que apoyara a los defensores de una Iglesia conservadora y tradicional, con una teología y una moral igualmente integrista. Pero el ex-papa Ratzinger les contestó a los cinco cardenales que en la Iglesia no hay más que un papa, que es Francisco. Es más, inmediatamente informó a Francisco de lo que estaba ocurriendo. El papado ha salvado la unidad de la Iglesia. Si un solo arzobispo, Lefebvre, pudo crear un cisma, ¿no habrían podido cinco cardenales ser origen de una fractura mayor?

    2. Francisco está cambiando el papado. Lo está transformando más de lo que muchos se imaginan. Y con el papado, está transformado también a la Iglesia. Lo sagrado y lo ritual pierden fuerza. Y crece en importancia lo humano, la cercanía a la gente, la sencillez, la normalidad de la vida. Nace así un estilo nuevo de ejercer la autoridad en la Iglesia. Pierde importancia en ella la religión. Y gana presencia el Evangelio. Además, estamos viendo que este hombre es más fuerte y tiene más personalidad de lo que muchos decían. Una personalidad original, que no le ha llevado a subir, sino a bajar. No para alejarse de los últimos, sino para acercarse a ellos. El nuevo camino de la Iglesia está trazado.
    3. El conservadurismo de la Curia pierde fuerza. En este Sínodo no ha ocurrido lo que pasó en el Concilio Vaticano II. Allí también los curiales integristas eran minoría. Pero eran una minoría más fuerte y determinante que la que ha participado en el Sínodo. De hecho, la minoría curial, en el Concilio, supo llevar las cosas a su terreno. Y fue determinante en las cuestiones determinantes para el futuro inmediato. Por eso el capítulo 3º de la Constitución sobre la Iglesia quedó redactado de forma que el papado y la curia han tenido incluso más poder después del Concilio que antes del Concilio. Por otra parte, los escándalos en asuntos de dinero y en abusos de menores han hundido la credibilidad del sistema curial de gobierno en la Iglesia.
    4. Ya no son intocables determinados problemas morales que lo eran. ¿Se apela ahora, con la misma seguridad que antes del Sínodo, a la llamada “Ley Natural”? ¿Sigue siendo un tabú lo de la homosexualidad? ¿Alguien se atreve a decir que la Iglesia nunca podrá permitir que los sacerdotes se casen? ¿Es tan impensable, como antes, la posibilidad de que las mujeres lleguen a recibir el sacramento del Orden? ¿No es verdad que la familia tiene hoy problemas mucho más graves y apremiantes que los que se plantean en los confesionarios y en las sacristías? Si ahora nos hacemos estas preguntas – y otras similares -, esto nos viene a decir que en la Iglesia, sin que nos hayamos dado cuenta, el Sínodo nos ha cambiado (algo, por lo menos, o quizás mucho) en temas mucho más serios de lo que imaginamos.
    5. La forma de ejercer el poder se está desplazando. El integrismo conservador pierde fuerza porque se empeña en seguir ejerciendo el poder de una forma que cada día tiene menos poder. Cada día tiene menos fuerza el poder que prohíbe, impone, amenaza y castiga. El “poder represivo” es cada día menos poder. Mientras que el “poder seductor” no se enfrenta al sujeto, le da facilidades, es amable y responde a lo que necesita la gente. Es verdad que este poder, cuando “se universaliza”, como ocurre con la informática y su incesante oferta universal de satisfacción inmediata, entonces se convierte en un poder que somete a los sujetos de forma que cada sujeto sometido no es ni siquiera consciente de su sometimiento. Pero cuando el “poder seductor” no “se universaliza, sino que “se humaniza”, entonces lo que hace es que responde a los anhelos más profundos de las personas. Y esto justamente es lo que el mundo está percibiendo en el papa Francisco. Lo que las multitudes de Galilea percibían en Jesús de Nazaret, cuando Jesús anda por el mundo. 

    La urgencia de refundar la ética y la moral Leonardo Boff, teólogo ex-profesor de Ética




    Actualmente una de las mayores demandas en los grupos, en las escuelas, en las universidades, en las empresas, en los seminarios de distinto orden es la cuestión de la ética. Las peticiones que más recibo son justamente para abordar este tema.
    Hoy es especialmente difícil, pues no podemos imponer a toda la humanidad la ética elaborada por Occidente siguiendo a los grandes maestros como Aristóteles, Tomás de Aquino, Kant y Habermas. En el encuentro de las culturas por la globalización nos vemos confrontados con otros paradigmas de ética. ¿Cómo encontrar más allá de las diversidades un consenso ético mínimo, válido para todos? La salida es buscar en la propia esencia humana, de la cual todos somos portadores, su fundamento: cómo nos debemos relacionar entre nosotros, seres personales y sociales, con la naturaleza y con la Madre Tierra. La ética es de orden práctico, aunque se base en una visión teórica. Si no actuamos en los límites de un consenso mínimo en cuestiones éticas, podemos producir catástrofes socioambientales de magnitud nunca antes vista.

    Es valiosa la observación del apreciado psicoanalista norteamericano Rollo May, que escribió: «En la actual confusión de episodios racionalistas y técnicos perdemos de vista y nos despreocupamos del ser humano; ahora necesitamos volver humildemente al simple cuidado; muchas veces creo que solamente el cuidado nos permite resistir al cinismo y a la apatía que son las enfermedades psicológicas de nuestro tiempo» (Eros e Repressão, Vozes 1973 p. 318-340).
    Me he dedicado intensamente al tema del cuidado (Saber Cuidar, 1999; El cuidado necesario, 2013). Según el famoso mito del esclavo romano Higinio sobre el cuidado, el dios Cuidado tuvo la feliz idea de hacer un muñeco con forma de ser humano. Llamó a Júpiter para que le infundiera el espíritu, y éste lo hizo. Pero cuando quiso ponerle un nombre, se levantó la diosa Tierra diciendo que tal figura estaba hecha de materia suya y por lo tanto ella tenía más derecho a darle un nombre. No llegaron a ningún acuerdo y llamaron a Saturno, padre de los dioses, quien decidió la cuestión llamándole hombre, que viene de humus, tierra fértil. Y ordenó al dios Cuidado: «tú que tuviste la idea cuidarás del ser humano todos los días de su vida». Por lo que se ve, la concepción del ser humano como compuesto de espíritu y cuerpo no es originaria. El mito dice: «El cuidado fue lo primero que modeló al ser humano».
    El cuidado, por tanto, es un a priori ontológico, está en el origen de la existencia del ser humano. Ese origen no debe entenderse temporalmente, sino filosóficamente, como la fuente de donde brota permanentemente la existencia del ser humano. Estamos hablando de una energía amorosa que brota ininterrumpidamente en cada momento y en cada circunstancia. Sin el cuidado el ser humano seguiría siendo una porción de arcilla como cualquier otra a la orilla del río, o un espíritu angelical desencarnado y fuera del tiempo histórico.
    Cuando se dice que el dios Cuidado moldeó, el primero, al ser humano, se pretende enfatizar que empeñó en ello dedicación, amor, ternura, sentimiento y corazón. Con eso asumió la responsabilidad de hacer que estas virtudes constituyesen la naturaleza del ser humano, sin las cuales perdería su estatura humana. El cuidado debe transformarse en carne y sangre de nuestra existencia.
    El propio universo se rige por el cuidado. Si en los primeros momentos después del big bang no hubiese habido un sutilísimo cuidado para que las energías fundamentales se equilibrasen adecuadamente, no habrían surgido la materia, las galaxias, el Sol, la Tierra y nosotros mismos. Todos nosotros somos hijos e hijas del cuidado. Si nuestras madres no hubiesen tenido infinito cuidado al recibirnos y alimentarnos, no habríamos sabido cómo salir de la cuna a buscar nuestro alimento. Habríamos muerto en poco tiempo.
    Todo lo que cuidamos también lo amamos y todo lo que amamos también lo cuidamos.
    Junto con el cuidado nace naturalmente la responsabilidad, otro principio fundador de la ética universal. Ser responsable es cuidar de que nuestras accionen no hagan daño ni a nosotros ni a los demás, sino al contrario, que sean benéficas y promuevan la vida.
    Todo necesita ser cuidado. En caso contrario se deteriora y lentamente desaparece. El cuidado es la mayor fuerza que se opone a la entropía universal: hace que las cosas duren mucho más tiempo.
    Como somos seres sociales, no vivimos sino que convivimos, necesitamos la colaboración de todos para que el cuidado y la responsabilidad se conviertan en fuerzas plasmadoras del ser humano.
    Cuando nuestros antepasados antropoides iban en busca de alimento, no lo comían al momento como hacen, en general, los animales. Lo recogían y lo llevaban a su grupo y cooperativa y solidariamente comían juntos, empezando por los más jóvenes y los mayores, y después todos los demás. Fue esta cooperación la que nos permitió dar el salto de la animalidad a la humanidad. Lo que fue verdadero ayer, también sigue siendo verdadero hoy. Es lo que más falta hace en este mundo que se rige más por la competición que por la cooperación. Por eso somos insensibles ante el sufrimiento de millones y millones de personas y dejamos de cuidar y de responsabilizarnos del futuro común, el de nuestra especie y el de la vida en el planeta Tierra.
    Es importante reinventar ese consenso mínimo alrededor de estos principios y valores si queremos garantizar nuestra supervivencia y la de nuestra de civilización.
    Traducción de Mª José Gavito Milano