FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA
SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA
ESTAMOS EN LARREA,4 - 48901 BARAKALDO

BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

ATALAYA
ATALAYA

viernes, 17 de marzo de 2017

Mujeres en la Iglesia


Engracia Vidal


Mujer sacerdote christina-moreira“Jesús no ordenó a mujeres, pero es que tampoco ordenó a hombres”
“Por favor, señores masculinos, abran los ojos y miren”
No se dan cuenta los señores obispos que en el siglo XXI, la mujer, en cuanto a su función en la sociedad, tiene las mismas posibilidades que el hombre
Quiero contestar al escrito del Sr. Arzobispo de Santiago y a Don Segundo Pérez en su comentario a la ordenación de Cristina Moreira. Es verdad que Jesús no ordenó a mujeres… pero también lo es que tampoco ordenó a hombres, por lo menos en el sentido, forma y condiciones que tienen hoy. Todo ha sido obra de la Iglesia que en la historia ha tenido el poder de estructurar los elementos que permitieron y permiten llevar a cabo la obra de Jesús. ··· Ver noticia ···

Entrevista a Juan José Tamayo: “La democracia española es rehén de la jerarquía católica”


Carlos del Castillo


Tamayo3“La reforma del papa Francisco no ha pasado los Pirineos”, denuncia Juan José Tamayo sobre el alto clero español: “No estamos en una democracia laica, sino en un Estado que tiene una confesionalidad que no disimula”
“Puedes ponerlo, fui condiscípulo riguroso del cardenal Cañizares, nuestras tesis doctorales fueron dirigidas por el mismo profesor de Teología. Él nos decía que no había dirigido dos tesis con posiciones más contrarias”.
La tesis de Juan José Tamayo (Palencia,1946) versó sobre la Juventud Obrera Cristiana, mientras que la del cardenal Antonio Cañizares, sobre la vida, obra y milagros de un santo valenciano. Tamayo continuó sus estudios hasta convertirse en uno de los más reconocidos teólogos de la liberación. Ideología que, cuentan, inspiró el giro que el papa Francisco quiso dar a la Iglesia católica. ··· Ver noticia ···

Una batería de ‘obispos de hierro’ lucha para que la Iglesia española no se modernice


Jesús Bastante


Rouco VarelaUna docena de prelados forma la “línea dura” de oposición a las reformas del Papa en la Iglesia española
Dirigidos en la sombra por el cardenal Rouco, se encuentran los arzobispos de Burgos, Oviedo, Toledo, Sevilla o Valencia y centran sus ataques en los franciscanos
Durante décadas fue “martillo de herejes y luz de Trento”. La Iglesia española es, junto con la italiana, la más importante a los ojos del Vaticano. Históricamente, sus obispos han seguido a pies juntillas las indicaciones de Roma sin rechistar, especialmente en los momentos en los que la doctrina eclesiástica se tornaba más dura y reaccionaria. ··· Ver noticia ···

El Congreso exige al Gobierno que revoque la declaración de “utilidad pública” a HazteOir


Jesús Bastante


Sostiene que promueve “el odio, la intolerancia y la discriminación de LGTBI”
El grupo ultracatólico vuelve a cambiar el logo de su autobús: “Lo dice la Biología”
El Congreso de los Diputados ha aprobado una moción presentada por PSOE, Unidos Podemos, Ciudadanos y ERC, en virtud de la cual se exige al Consejo de Ministros que revoque la declaración de “utilidad pública” para la organización ultracatólica HazteOir. ··· Ver noticia ···

Intachables

Pedro Serrano

Así reza la noticia de hace unos días que no puedo quitarme de la cabeza: “La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha rechazado imponer a los expresidentes de Caja Madrid Miguel Blesa y Rodrigo Rato una fianza y no ingresarán en prisión hasta que el Tribunal Supremo decida sobre los recursos presentados por los condenados. Los magistrados consideran que no hay riesgo de que los dos expresidentes de Caja Madrid se fuguen, ya que su comportamiento procesal durante la instrucción y el juicio ha sido cabal e intachable”.

No cuestiono la decisión de los magistrados. Lo que de verdad cuestiono, por ofensivo a la sociedad y, especialmente, a los ciudadanos directamente estafados por estos pájaros, son los argumentos esgrimidos por estos jueces para librarles de la fianza y de la cárcel. Señores magistrados, las palabras, como las armas, también las carga el diablo y, ustedes, han disparado a la opinión pública con dos palabras, nada cabales e intachables, que han hecho daño a nuestra sensibilidad e inteligencia. El idioma español dispone de recursos lingüísticos casi ilimitados para redactar la misma sentencia sin ofender al respetable. Ya estamos suficientemente ofendidos con esta reata de corruptos que cada día desfilan ante nuestras narices, como para que luego vengan ustedes a agraviarnos con la literatura de sus sentencias. 

La Iglesia admite que parte de lo que recauda por IRPF financia 13TV


Jesús Bastante


Ricardo BlazquezNunca antes un representante de la Iglesia había admitido que, además de destinarse a actividad asistencial o sueldos de los obispos, el dinero de los contribuyentes financia la comunicación
Las arcas de la Iglesia han incrementado el dinero recibido a través de la polémica casilla de la Declaración de la Renta, que les ha otorgado 250 millones de euros en 2014
“No hay limitaciones por parte del Estado. Hubo un tiempo en que la Iglesia tuvo que hacer catedrales, y ahora publicamos libros o damos mensajes de radio”, afirma el responsable de las finanzas, Barriocanal··· Ver noticia ···

La Cruz de Francisco


Marco Antonio Velásquez


Papa Francisco6Cualquier evaluación de los cuatro años de Francisco a la cabeza de la Iglesia, ha de comenzar por recordar la crisis profunda que ésta vivía en los últimos días del Papado de Benedicto XVI.
En esos días era público el desprestigio de una curia vaticana asediada por graves escándalos, que incluían la violación de la correspondencia personal del Papa; camarillas de poder enquistadas en torno a las oscuras finanzas del Instituto de Obras para la Religión y eficientes redes de protección a pederastas y cómplices. La imagen pública de la Iglesia aparecía llena de contradicciones a su naturaleza y misión esencial. ··· Ver noticia ···

Homenaje al obispo Iniesta


PROCONCIL

Estimado/a  amigo/a:

Con gozo y agradecimiento, recibimos el número 3027 de la revista Vida Nueva (edición española).

En él  se hace un adelanto editorial del libro "Alberto Iniesta, la caricia de Dios en las periferias",  (Emilia Robles  Ed. Herder) que se podrá encontrar en librerías en España  a partir del día 27.

En ese adelanto, además de anunciar el acto que se celebrará en Vallecas, (Madrid) el día 25 de marzo, abierto a todas las personas que quieran asistir y del que ya les hemos informado en anteriores mensajes, se publican 6 de los testimonios breves que pueden encontrar en el libro , entre otros textos y también escritos del propio Iniesta.

Los no suscriptores de la revista, solo podrán acceder (como es lógico) al extracto (ya que la publicación del pliego es de 8 páginas), pero servirá para abrir boca. En cualquier caso, si tienen ocasión de conocer más a fondo esta revista, sin duda, les merecerá la pena.


¡¡¡ Gracias al director y a todo el equipo de la revista por este cariño hacia Alberto, de esa que siempre consideró su casa y por el compromiso  de seguir caminando hacia una Iglesia como la que Alberto nos mostraba con su testimonio!!!

¡Estaremos juntos en la celebración del 25 de marzo!

También el suplemento Alfa y Omega (Boletín de la Conferencia Episcopal Española) que sale publicado los jueves, con el periódico ABC, en su edición del jueves 9 de marzo, dedicaba una página a este homenaje al obispo Alberto Iniesta, que ante la dificultad de que lo puedan conseguir, les ofrecemos a continuación.

Alfa y omega
jueves, 9 de marzo de 2017

Homenaje al obispo Iniesta 

Ternura de Dios, comprometido con su pueblo

Con él llegó el Concilio Vaticano II sin tácticas ni estrategias, así, a la buena de Dios, con normalidad y audacia, con cabeza y corazón

El 3 de enero de 2016 falleció el obispo Alberto Iniesta, auxiliar emérito de Madrid. Hacía ya más de 30 años que, debido a su enfermedad, se había apartado del día a día de la diócesis madrileña y de su entrañable Vallecas. Y somos muchos los que, tras tantos años, queremos rendirle un sincero homenaje, no solo para recordarle, sino para hacer presente su memoria y refrescarnos con su espíritu, el mismo espíritu siempre joven del Evangelio de Jesús que supo transmitir día a día. Este acto se realizará el próximo 25 de marzo en el Colegio Ciudad de los Muchachos.

Asamblea de Vallecas

El lugar donde se realizará este acto no es casual; es el mismo local donde estaba prevista la realización de la I Asamblea Cristiana de Vallecas en marzo de 1974. Un acontecimiento que no pudo realizarse porque la autoridad gubernativa franquista lo prohibió. Pero nadie impidió que más de 200 grupos de toda la Vicaría IV de Madrid, a lo largo de año y medio de preparación, degustaran en la práctica la puesta en marcha de toda una experiencia de sinodalidad animada, coordinada y lanzada por su obispo Alberto. Con él llegó el Concilio Vaticano II sin tácticas ni estrategias, así, a la buena de Dios, con normalidad y audacia, con cabeza y corazón. La Iglesia como comunidad de comunidades, el protagonismo de los laicos, la preferencia evangélica por los más desfavorecidos, la espiritualidad que bebe de Dios y nos lanza hacia los asuntos del Reino fueron algunas de las notas que caracterizaron una etapa compleja de la vida de la Iglesia de Madrid, y en especial de Vallecas, en aq
uellos años. 
De Alberto cabe destacar su empuje y tesón en el cuerpo de un hombre frágil; las tensiones propiciadas por unos y otros terminaron por sacar a este obispo de su querida Vicaría IV. Y acaso este momento de homenaje y reconocimiento también lo es para pedirle perdón. Perdón por todo lo que le hemos exigido, a veces sin medida, o sin pensar en las consecuencias de lo que le planteábamos. Perdón por no acertar a acompañarle en los momentos más difíciles, ahí donde la sensación de fracaso se aposentó en su alma y nos encontramos desarmados para darle palabras de consuelo y aliento. Perdón porque con todo lo que le hemos admirado, la admiración acaso no basta. De las piedras en el camino que igualmente colocaron otros sectores de la Iglesia española y del Vaticano quizá sean otros los que deban hablar.

Anticipo del pontificado de Francisco

Paradójicamente, y pasados los años, Alberto Iniesta personifica muchas de las referencias que ahora encontramos virtuosas en el pontificado de Francisco: la alegría del Evangelio, hacer morada en las periferias, la configuración de la Iglesia en salida o el callejear son atributos fácilmente identificables en el obispo de Vallecas. Precisamente, en ese calle-jear él nos enseñó a contemplar los acontecimientos con la mirada amorosa de Dios para ser destellos de su amor en el mundo. Al callejear con Alberto aprendimos a degustar la vida sufriente sin que esta se nos apodere, sin que caigamos en el derrotismo o en el activismo estéril. Sus zapatones negros y gastados han abierto camino para muchos de nosotros. No es que la fe sin obras sea una fe muerta; es que la fe que no trajina los caminos de la vida, que no se airea ni toma cuerpo en la calle, corre el riesgo de fosilizarse por falta de uso. De él aprendimos las primeras consideraciones contra el alzheimer espiritual y la 
tentación de encerramiento en la sacristía que hoy denuncia Francisco.

Homenaje inclusivo

El próximo 25 de marzo estamos convocados a un sencillo homenaje. No es un acto protagonizado por un sector de Iglesia en especial. Está organizado por un grupo reducido y entusiasta de cristianos y nuestra intención es que la convocatoria sea abierta e inclusiva. Porque en el fondo quien nos convoca a todos es Alberto Iniesta. ¿Y a qué nos convoca? A encontrarnos, trabajar y celebrar. Y eso es lo que pretendemos hacer en ese día: a la luz de la vida, la fe y el compromiso eclesial y social de Alberto Iniesta, queremos profundizar en los valores y actitudes que siguen vigentes hoy para construir la Iglesia y la sociedad que Dios quiere en las circunstancias actuales. Para ello debemos afrontar los desafíos de nuestro presente y no quedarnos anclados en lo que se hizo mejor o peor en el pasado.
Por eso y para eso nos dirigimos a todas las personas que han conocido a Alberto Iniesta, pero también a los que no lo han conocido y no tienen una idea clara de lo que representa; nos dirigimos a los grupos, comunidades de base y redes; a las comunidades religiosas, a las gentes de nuestras parroquias, incluso aquellas que estén en otra onda pero tienen curiosidad; nos dirigimos a los medios de comunicación de Iglesia o civiles. Invitamos a toda la diócesis de Madrid en su conjunto, sin hacer acepción de personas, cargos o situación. En la puerta de la Ciudad de los Muchachos Alberto nos espera uno a uno con los brazos abiertos.

Luis Aranguren Gonzalo
Autor del prólogo del libro Alberto Iniesta, la caricia de Dios en las periferias (ed. Herder) 


Seguimos en el compromiso de seguirles informando de los ecos en medios de comunicación de este homenaje en el que queremos converger diferentes sectores de Iglesia, porque, desde nuestra modesta iniciativa conciliar,  pensamos que la memoria de Alberto Iniesta nos une, trasciende los límites geográficos y es un ejemplo que debe ser conocido y estimado en toda la Iglesia.

Un abrazo fraterno
Emilia Robles

NO SÉ CÓMO AMARTE

col lamet

Cartas de María Magdalena a Jesús de Nazaret, Mensajero
Mi primera respuesta fue de emoción apasionada, que iba creciendo a medida que P. M. Lamet recreaba la historia de María de Magdala, maltratada por su padre y por su entorno, sin más salida que dejar su casa y mantener la vida (su vida) con la moneda de opresión y compra-venta de su cuerpo, por simple y supremo afán de supervivencia, cumpliendo el primer mandamiento de Gen 1-2: vivid… (ella no pudo cumplir el segundo, y multiplicaos, porque mujeres de su condición no tienen hijos, pues no encuentran hombre ni amor para tenerlos).
Pero no encontré un "momento interior" para escribir una reseña de esta “novela”, porque me considero amigo de P. M. Lamet (y es difícil escribir de los amigos), y porque he vivido y vivo inmerso, desde hace muchos años, en la trama religiosa y literaria de María Magdalena, la mujer que el evangelio presenta como “amiga” de Jesús, en la línea del “discípulo amigo” (varón o mujer), a quien la tradición de Juan y después el conjunto de la Iglesia ha identificado al menos veladamente con uno de los “doce” apóstoles, varones enviados a predicar el evangelio.
No tenía distancia ante Pedro Miguel ni ante su tema... y he dejado que pasaran los meses antes de ponerme a comentarla, pero ahora, de pronto (8.2,17), día internacional de la mujer trabajadora, he sentido el impulso de volver a leerla, entrando en su trama interior de mujer amante. Ciertamente, el buen trabajo define a la mujer, pero más le define el buen amor, su capacidad de ser amada.
Así he dedicado a María de Magdala, con P. M. Lamet (y en el fondo con Jesús de Nazaret) las mejores horas de esta repentina primavera de Castilla, con los prunos en flor, con los jacintos amorosos y las yemas abiertas del lilar del patio.
Una de las promesas de esa primavera 2017 ha sido de nuevo el libro de P. M. Lamet sobre María Magdalena, y quiero presentarlo, como lectura gozosa del tiempo de Pascua que llega, tiempo propicio para iniciar el camino del amor.
Esta María Magdalena de P. M. Lamet empieza diciendo no sé cómo amarte.... pero a medida que vamos leyendo descubrimos que ella sabe y que nos enseña a amar, si es que así queremos, y nos enseña a descubrir y revivir la primavera, preparando, con las flores tempranas de la imagen, la Gran Flor de Pascua, que el Cristo del Amor, a quien amamos, sin saber nunca amarle del todo, desde este lado del río de la vida.
Gracias, Pedro Miguel, por el libro... gracias contigo a la editorial Mensajero, por haberlo publicado así, de forma profesional y amorosa, para que podamos descubrir una de las caras más brillantes de ese poliedro del Amor que es el Cristo de María Magdalena, el Cristo de millones y millones de personas que decimos con ella "no sé cómo amarte", y al decir, seguimos caminando, pues el mismo amor nos hace capaces no sólo de trabajar, sino también de vivir buscando en esperanza, atraídos por el mismo Amor.
María Magdalena, una mujer de la primera tradición de la Iglesia
Esa misma tradición de la Iglesia, a partir de Jn 19, 19, 25-27 (que recrea los datos de Mc 15, 40-41 par.) ha situado ante la cruz a las dos marías (la madre de Jesús y la Magdalena, dejando en la penumbra a la de Cleofás), y al Discípulo al que Jesús amaba (es decir, a su amigo/a). Toda la historia del mundo está resumida en esa imagen del Dios moribundo con su madre y el discípulo amigo, con Magdalena “amiga” como testigo.
Resultaría difícil, y quizá arriesgado en unos tiempos de sospecha como los nuestros, escribir una novela sobre el discípulo amigo varón, pues los datos que tenemos y el contexto judeo-helenista en el que se han transmitido, pueden abrirse a interpretaciones histórica y simbólicas, de tipo afectivo y/o religioso que hoy no comprenderíamos. Quizá no ha llegado todavía el momento de escribir una novela histórica sobre ese “discípulo amigo”, a pesar de que existen ya estudios exegéticos que ofrecen claves para trazar su posible argumento, entre ellos el espléndido trabajo de S. Vidal, Los escritos originales de la comunidad del discípulo amigo de Jesús El evangelio y las cartas de Juan, Sígueme, Salamanca 1997, reelaborado en Evangelio y cartas de Juan. Génesis de los textos joánicos, Mensajero, Bilbao 2013.
Pero ha llegado hace algún tiempo el momento de escribir la historia de María Magdalena, sea de forma novelada, como ha hecho entre nosotros D. Lamarre (=T. León), La comunidad de Magdala, Arcíbel, Sevilla 2007, sea de forma histórico-exegética, como han intentado, por ejemplo, C. Bernabé, María Magdalena. Tradiciones en el cristianismo primitivo, Verbo Divino, Estella 1994 y J. Shaberg, La resurrección de María Magdalena, Verbo Divino, Estella 2008. A diferencia de la falsa reconstrucción (estéril y plana) de D. Brown y de la mala película de Ron Howard (El código de Vinci, cf. juicio crítico incluso en elpais.com/diario/2006/06/06/opinion/1149544813_850215.html), la “historia” de María Magdalena nos sitúa ante una de las claves de la vida humana, desde la perspectiva de Jesús y de su entorno.
A pesar de lo dicho, esa “historia” de María Magdalena no ha sido escrita plenamente todavía, ni en plano de narración, ni de historia crítica, a pesar de los estudios que he citado, y a pesar de más de una docena de novelas que he leído, o al menos ojeado sobre ella, en los últimos cuarenta años, a partir del famoso “musical” Jesucristo Superstar, que tuve el honor de presentar, ante un público desbordado y expectante, en el auditorio de la Caja de Ahorros de Salamanca, el año 1975, con el entonces colega y amigo el prof. Antonio Rouco Varela.
No puedo reseñar todas las narraciones que he leído (o, más bien, empezado a leer) desde entonces sobre Jesús y María Magdalena, de la que he escrito varias veces en este blog (cf. 22.07.16; 15.07.16; 12.06.16; 11.06.16; 08.06.16 etc.), e incluso en mi Historia de Jesús (Estella 2014). Pero quiero y debo destacar esta novela de P. M. Lamet, de quien he tratado ya también en este blog (cf. 09.06.16; 12.04.15)... sabiendo que sin ella, sin el amor de María Magdalena, no habría existido la iglesia, pues ella enseñó a querer a Pedro y al resto de los apóstoles, abriendo su corazón para que vieran al Señor/amigo resucitado.
Aprender a querer
Como he señalado ya he dejado pasar varios meses desde que recibí el libro y lo leí, apasionadamente al principio, con más distancia después. Por eso, siguiendo una buena costumbre académica, dejé que pasara el tiempo, para que se fueran serenando las aguas y pudiera escribir así sobre esta nueva obra de P. M. Lamet, desde la distancia despejada, cribadas las primeras emociones, un día sereno de esta pre-primavera de la Vieja Castilla.
Como he dicho, mi primera impresión fue de emoción apasionada, que iba creciendo a medida que P. M. Lamet recreaba la historia de María de Magdala, maltratada por su padre y por su entorno, sin más salida que salir de casa y buscar la vida (su vida) con lo único que tenía, es decir, con su cuerpo, por simple y supremo afán de supervivencia, cumpliendo así el primer mandamiento de Dios en Gen 1-2: vivid… (ella no pudo cumplir el segundo, y multiplicaos, porque mujeres de su condición no pueden multiplicarse en sus hijos, pues no encuentran hombres ni amor para tenerlos).
No puedo (ni quiero) rehacer las etapas del calvario previsible de María Magdalena, de mujer usada y mal-querida, desde Cesarea, en la corte del Gobernador romano, pasando por Palmira (centro del comercio del oriente) y Petra (capital de los reyes nabateos), hasta volver de nuevo a Magdala, donde encontrará a Jesús. P. M. Lamet no se atreve a hacer que ella pase por Jerusalén, ni por Alejandría o Antioquía, las grandes plazas del imperio en oriente. El itinerario de Cesarea, Palmira y Petra le resulta suficiente.
Un camino previsible y sorprendente
Digo que se trata de un “calvario previsible”, que nos permite entrar en el camino y en la piel de una mujer con arrojo intenso, con suerte, que fue capaz de sobrevivir y madurar en los prostíbulos de la raya oriental del imperio romano, en la linde los reinos nabateos. María fue una mujer con suerte, porque pudo resistir con salud física y mental, conservando lo mejor de su humanidad en aquel estercolero ral donde la mayor parte de las mujeres como ella morían de enfermedad, de pena o de asesinato directo.
Ésta es, a mi juicio, la mejor parte de la novela, que he leído con pasión y con envidia, pues hace algo más de diez años quise escribir y escribí una historia paralela, escogiendo como protagonista, quizá por menos conocida, a Salomé, que fue también discípula de Jesús (cf. Mc 15, 40 y 16, 1). Guardo esa “historia” ya escrita en mi ordenador y en un cajón de la mesa, en espera de posible (y deseada) revisión y publicación, una historia que empieza también en Galilea y sigue por el prostíbulo “imperial” (romano) de Cesarea, donde pudo encontrarse con María de Magdala. Pero después, en vez de conducirla a Petra, quise que ella pasara por las islas de Grecia para asentarse al fin en Joppe, gran puerto judiío, encontrarse al fin con Juan Bautista en Alejandría y con Jesús de Nazaret el Galilea.
Hasta aquí, es decir, hasta el encuentro de María de Magdala (o en mi caso de Salomé) con Jesús, la historia de P. M. Lamet se me hace apasionante, por su realismo (su verosimilitud y su frescura), por los escenarios que ofrece y por los datos que aporta, aunque en alguna ocasión, como en el tema de la distancia entre Palmira y Petra se me vuelva menos aceptable.
Todo se me hizo espléndido en esta primera mitad de la novela, hasta el encuentro apasionado de la Magdalena con Jesús, como mujer redimida por amor, enamorada del Mesías (pág. 153). Después, la historia se me vuelve menos clara y transparente. Sigue siendo ejemplar (y emocionada) desde la perspectiva del amor de Magdalena, y pocas veces he sentido más cercanos los latidos de amor de una mujer que se enamora de un hombre posible (el único real que ha encontrado en una larga hilera de machos irreales y opresores), un hombre que es al mismo tiempo imposible pues no puede (ni quiere) hacerle suyo en la línea de las familias ordinarias de este mundo. A pesar de ello, como digo, la historia se me vuelve menos clara, pues no responde a mis “prejuicios” sobre el itinerario histórico de Jesús en Galilea y en Jerusalén.
El claro y misterioso camino de Jesús. Amor por carta
De aquí nace el título no sé cómo amarte, que P. M. Lamet ha dado al fajo de Cartas de María Magdalena a Jesús de Nazaret, diciéndole su amor, mientras ella va recorriendo con él su camino, unas cartas que nunca le ha mandado, por exceso de pasión y por rubor de mujer utilizada, y porque ella ha ido descubriendo que el camino de amor de Jesús no había culminado, ni culminaría hasta su muerte. Sólo después, y por amor más alto, María de Magdala entregará esas cartas de amor a Jesús a María de Nazaret, su madre, en gesto de complicidad femenina.
Éste es el argumento de la narración (novela) de P. M. Lamet, una historia admirable por su argumento, y admirablemente contada, con palabras e imágenes que logran cortar el aliento del lector (a mí, al menos, me lo han cortado varias veces). A pesar de todo ello, esta segunda parte me ha interesado e impactado menos, y ello se debe probablemente a mi prejuicio de biblista profesional, autor de una Historia de Jesús (Verbo Divino, Estella 2014), en la que creo haber dispuesto de un modo exegético (histórico) los pasos de la historia de Jesús, de manera que los que supone y cuenta P. M. Lamet me parecen menos coherentes.
Evidentemente, esa reserva no se debe a un defecto de Lamet, sino más bien a un prejuicio mío, pues parto del supuesto de que las cosas fueron como yo las cuento (o como yo las he investigado), en la línea de mi “historia” o de la que quiere escribir, por ejemplo, J. P. Meier, Un judío campesino. Nueva visión del Jesús histórico (I-IV, Verbo Divino, Estella 1997 ss). Sin duda, P. M. Lamet tiene el derecho de contar las cosas desde su propia perspectiva, como lector directo de los evangelios, sin someterse al corsé siempre hipotético que queremos imponer aquellos que nos creemos “investigadores más críticos”. Pero, precisamente por eso, nos cuesta algo más leer su historia, tal como él la cuenta en esta segunda parte de la novela.
Pero, dicho eso, he de seguir indicando que estas cartas de María Magdalena a Jesús, escritas al filo de su historia, en los caminos que llevan de Galilea a Jerusalén, me siguen pareciendo impresionantes. Ciertamente no toman como base el itinerario de E. P. Sanders o el de J. P. Meier, o el que yo quise fijar hace unos años en la otra “novela” que escribí, como he dicho, desde la perspectiva de Salomé y su historia de mujer prostituida, liberada primero por Juan Bautista, y luego por Jesús de Nazaret… Estas cartas no siguen ese itinerario, pero anchos son los caminos de las mujeres del entorno de Juan Bautista y de Jesús, y varias las historias que pueden contarse sobre ellas.
Nadie se había atrevido a escribir un evangelio de María Magdalena como éste
Entre esos caminos e historias, uno de los mejores que conozco es éste que ha descrito Pedro Miguel Lamet, a quien debo dar gracias por lo que nos ha enseñado, pidiéndole que disculpe mi tardanza en contestarte, una tardanza que se debe también al hecho de que yo mismo tengo pendiente en el cajón de la mesa y en el PC de estudio la Vida de Salomé, la otra amiga de Jesús (cf. Mc 15, 40; 16, 1, con el dicho inquietante y poderoso de Ev.Tomás 61)...
Sabes, Medro Miguel, que he estado muy pendiente de mis comentarios eruditos, de los evangelios de Marcos (Verbo Divino, Estella 2012) y ahora, tras cinco años, al de Mateo, que estoy corrigiendo esta mañana (10.3.17) precisamente por el tema de M. Magdalena ante la Cruz del amor de Jesús (Verbo Divino, Estella 2017).
Por todo eso te digo, amigo Pedro Miguel, que me disculpes, pues he necesitado tiempo físico, pero sobre todo psicológico, para situarme ante una narración tan fuerte como la tuya, de gran aliento, de hondo calado, de precioso lenguaje de amor. Me mandaste también hace unos meses tu Cancionero de Adviento y Navidad (Mensajero, Bilbao 2016).
Lo he tenido semanas y semanas sobre la mesa, leyendo unas canciones cada día, hasta dejar que vibraran en mi vida, para escribirte después un comentario. Pero alguien vino por casa, y se tomó la libertad de meterlo en el bolsillo de su abrigo, en el duro invierno de San Morales, y de llevarlo, sin decir nada (ya sabes, muchos piensan que los libros brotan por generación espontánea), y así no he podido mandarte un comentario. Perdona, antes del próximo adviento compraré yo mismo el libro y cuando sienta el temblor de sus versos te mandaré unas letras.
Un abrazo, Pedro Miguel. Sabes que Mabel, mi mujer, te quiere y te lee. Yo te admiro, como colega escritor, como hombre de horizonte siempre abierto, y también como amigo. Xabier Pikaza

Pedro Miguel Lamet
Religión digital