FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

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ATALAYA

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miércoles, 31 de octubre de 2018

LA MISA DEL DOMINGO Domingo 31º del Tiempo Ordinario - Ciclo B - Domingo, 4 de noviembre de 2018


Agustín Fernández  SDB

 No  sé  si  recordáis  el  evangelio  del  domingo  pasado,  donde  un  ciego  le  llamó  a  gritos  a  Jesús  y  le pidió:  “Maestro,  que  pueda  ver”,  y  tras  su  recuperación  de  la  vista  siguió  a  Jesús.  Eso  sucedió  en  el camino de Jericó a Jerusalén. Hoy  vemos  a  Jesús,  que  ya  ha  llegado  a  Jerusalén.  Y  vemos  que  también  se  le  acerca  un  hombre, pero  no  para  pedirle  nada,  sino  con  una  pregunta.  Se  trata  de  un  escriba;  acaso  un  hombre  con dudas,  con  interrogantes    acerca  de  su  vida.  Y  se  le  acerca  para  preguntarle  algo  que  se  ve  que  le preocupa. Y  aquí  tenemos  ya  una  primera  reflexión  que  hacernos:  ¿Qué  o  a  quién  busco  yo  en  mi  vida?  ¿Me interrogo  por  cuestiones  que  me  preocupan  o  me  dejo  llevar  por  la  vida  sin  más?  ¿Dónde  y  a  quién me  dirijo  para  resolver  mis  dudas?  ¿Busco  respuestas?  Ante  un  mundo  con  tantos  intereses,  con tantas ofertas, con tantos estímulos,  ¿hacia dónde focalizo mis inquietudes? IR A LA PAGINA

MISA CON NIÑOS DOMINGO XXXI ORDINARIO (B)

IÑAKI LETE SDB

 “Los  primeros  en  la  carrera” 4  de  noviembre  de  2018 (El  evangelio  de  hoy nos habla sobre  “cuál  es  el  primer  mandamiento de  la  Ley”.  Podemos  imaginar  una  carrera.  Una  carrera  en  la  que  los dos  primeros  corredores  van  a  llevar  una  camiseta  especial. Un  signo  para  la  celebración:  dos  camisetas  de  deporte  con  colores vivos,  o  de  los  equipos  del  colegio.  En  el  dorso  de  una  camiseta  viene el  anuncio:  “Amor  a  Dios”.  En  la  otra  camiseta  viene  el  anuncio: “Amor  al  prójimo”.  Mucho  mejor  si  se  pudieran  grabar  con  letras apropiadas.  Se  las  pueden  poner  dos  niños  en  el  momento  de  la homilía.  Y  después  pueden  quedarse  como  monaguillos.  O  se  puede rifar  las  camisetas,  si  son  nuevas,  al  finalizar  la  eucaristía.
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España como anomalía internacional


Jaime Richart, Antropólogo y jurista

Redes Cristianas
Prescindiendo de la fenomenología del desvalijamiento por los políticos, de las arcas públi­cas desde que se instauró una pretendida democracia, y dejando a un lado también la especifidad de que España debe ser, aunque no hay estadísti­cas al respecto, el país del mundo y de Europa donde más leyes se promulgan, más se cambian y más se in­cumplen, España es, sin duda, una anomalía sociológica de Occidente. En realidad siempre lo ha sido…
Lo de que Europa termina en los Pirineos y otras perlas acerca del papel de España en el concierto de las naciones eu­ropeas tiene su fundamento. Aunque más o menos cons­ciente o subconsciente­mente España ha mirado y admirado a algunos países europeos y sus dirigen­tes más civilizados han deseado ponerse a la altura de los países de la Europa Vieja, hay demasiada distancia en sensibilidad y en inteligen­cia colectiva frenadas por el protago­nismo reli­gioso y por su influencia en la política desde siempre como para compa­rarse con cualquiera de aquellos…
Es cierto que quizá como en ningún otro, brillan en Es­paña las inteligencias individuales. Pero la suma de inteli­gencias resultante de su historia es ordinariamente corta, pa­cata, ab­surda y lamentable. La envidia, el pecado capital del español, complementa las causas del cuadro que marca la enorme diferencia en tolerancia y en capacidad organiza­tiva de la sociedad española comparadas con las demás so­ciedades europeas, aparte la problemática más o menos lar­vada en los recovecos de este país considerado como un conjunto de territo­rios adosados más o menos a la fuerza.
Por otra parte, hay un hecho constante que se hace ley. Los individuos no contaminados por la religión han de ce­der por lo general ante los amigables de la religión que, por cierto, en la mayoría de casos ni practican. El caso es que Es­paña nunca deja de vivir una suce­sión de luchas intesti­nas; unas abiertas y armadas y otras más o menos soterra­das por la causa religiosa y la territorial.
En España todo es cuanto menos curioso. Por ejemplo, la prudencia, la paciencia, la discre­ción y la moderación de las clases media y trabajadora, viviendo siempre con la precarie­dad que no viven las clases altas, la realeza, etc, no son consideradas por las clases dominantes, por el empresa­riado, por la banca, por el poder financiero y por el poder reli­gioso como un deseo y una oferta de convivencia en armonía sino como debilidades propicias para engrosar sus beneficios. Es más, esas clases, que muchos ya identifi­can con la ideología franquista y fascista revividas, actúan de ordinario como el depredador que no devora de una vez la presa, sino que la esconde para ir consumiéndola poco a poco…
Entiendo que todos los pueblos y todos los países tienen sus características, sus rasgos, su carácter y su idiosincrasia, que es el conjunto de ideas, comportamientos, actitudes, etc., propios de un individuo, de un grupo o de un colec­tivo humano, generalmente para con otro grupo humano. Entiendo también que todas las naciones tienen su talón de Aquiles, sus rarezas, sus particularidades derivadas de cos­tumbres, cultura, orografía y clima. Y entiendo también, que si hay mucha similitud de un territorio con otro y am­bos son fronteri­zos, la tendencia es fusionarse, pero que si no sólo no hay similitud suficiente sino además media envi­dia y hostilidad, la tendencia es separarse: lo que su­cede con territorios del norte de España cuya población tiene rasgos más en común con los países de la Europa Vieja que afinidades con el resto de los pueblos de España.
En todo caso, desde que España es lo que es, es decir, un conjunto de territorios colindan­tes unidos en general por la fuerza del poder político respaldado por las armas de polic­ías y ejército, los pensadores de habla castellana que empeza­ron a despertar al pensamiento libre detectaron ense­guida a España como una anomalía… Los ilustrados, salvo cuando evolucionaron hacia el liberalismo a finales del siglo XVIII, no aspiraban a modificar sustan­cialmente el orden político y social. Lo que pretendían era introducir re­formas que fomentasen lo que denominaron pública felici­dad, y para ello deseaban involucrar a los grupos privilegia­dos en su materialización. Pero los ilustrados de más adelante cambia­ron. Jovellanos, Pio Baroja, Unamuno, Valle Inclán, Ortega y Gasset, etc “empezaron” a localizar el foco de los problemas internos en una excesiva y tensa di­versidad de sensibilida­des que el poder político, como en los Balcanes de Tito, se ha empeñado siem­pre en ensamblar o aglutinar manu militari…
Hasta 1978 todo podría explicarse, aunque haya otros facto­res, por el peso específico de la Iglesia católica llevada a los cuarteles prácticamente hasta hoy. Pero sus cadenas, converti­das ahora en un invisible y sutil hilo de acero, si­guen atenazando en este país idiodin­crasias y sensibilida­des heterogéneas tan inmixtificables como el agua y el aceite. Pues las ideas, las nacionalcatolicistas, que siguen en el mismo epicentro, no sólo no se han ido debilitando en el decurso de esto que algunos llaman democracia, es que sus valedores tanto políticos como religiosos, que las vinieron salvaguardando desde el comienzo de la farsa, al verlas peli­grar redoblan escandalosamente ahora sus esfuerzos, las exaltan y las refuerzan frente a los nacionalismos de la pe­riferia, hartos de sus abusos.
Así ocurre que desde el Se­nado, delegaciones de gobierno y diputaciones, hasta la Justi­cia nuclear situada en el Tribunal Constitucional, Au­diencia Nacional y Tribunales Superiores de las Autonom­ías, pese al desmarcado o enemiga de numerosos jueces dis­conformes, se despa­rrama la virulencia del nacionalcatoli­cismo y de la unidad patria sin concesiones a nin­guna otra fórmula política, y es remachada por los ideólo­gos ultraconservadores con la amenaza de las pala­bras, de la bandera y de los hechos consumados. Así es cómo mantie­nen tanta fuerza viva aunque no esté toda re­presentada en el Parlamento. Por eso es práctica­mente impo­sible pensar por ahora en una España sana y resurgida de tanta podredum­bre, de tantos delitos expoliadores y de atentados a los principios democráti­cos…
Hay otra anomalía en España, en fin, que debemos desta­car porque tampoco es frecuente en los países avanzados eu­ropeos: el modo de tratar e interpretar el patriotismo. La prueba de fuego concluyente del patriotismo es la fiscali­dad. Pues bien, en España, precisamente los que más alar­dean de patriotismo y lo emplean como arma arrojadiza en todas partes, son los que se enriquecen burlando al Fisco y evadiendo capitales. Y por su parte los magistra­dos que les juzgan suelen ser malos patriotas que lo hacen ordinaria­mente con benevolencia vergonzosa y manifiesta…

Carta abierta al Cardenal Arzobispo de Madrid



Gabriel Mª Otalora

Redes Cristianas
Franco3Estimado cardenal, hermano en el Señor,
Tan solo unas breves líneas para suplicarle que no permita recibir en la Iglesia de la Almudena a los restos de Francisco Franco, una vez se logre desalojarlos de la cripta del Valle de los Caídos.
La razón que pongo a su consideración es muy sencilla de explicar: bastante escándalo está levantando el que Gonzalo Queipo de Llano lleve enterrado más de sesenta años en un lugar preferente de la basílica de La Almudena, siendo como fue un general expulsado (ex general) aunque, no obstante, participó muy activamente en el golpe de Estado de 1936 y se distinguió por un sadismo y una crueldad, sobre todo en Sevilla, con detalles probados propios de un genocida, al margen de lo que se entiende como contienda militar.
Nuestra Iglesia institución se adhirió en una gran mayoría al Régimen de Franco justificando grandes injusticias e ilegalidades durante demasiados años, por los que todavía no ha revisado su más que necesaria petición de perdón amparando moralmente a la dictadura de Franco. Sería doloroso que ahora que Franco puede salir de un recinto sagrado, y Queipo de Llano también, el templo de La Almudena acogiera a Franco en sus paredes cuando ni siquiera hemos revisado la Memoria Histórica como desagravio a las víctimas. Una cosa es el juicio histórico, que se cerró en la Transición democráticamente, y otra el reconocimiento a las víctimas de que “aquello” estuvo mal.
Sería, como digo, un nuevo motivo de escándalo ver como la Iglesia sigue dignificando a un dictador que tanto daño hizo, de la mano de la Iglesia católica.
Usted, don Carlos, es un hombre bueno, de la estirpe del papa Francisco, a quien me atrevo a enviar estas líneas en la confianza de que reconsidere esta decisión en el caso de que sea cierto que ya la tiene tomada. Un saludo cordial.
Hasta aquí la carta que le envié a su Eminencia Reverendísima, confiado en que al menos recibiera de su parte unas líneas de cortesía, aunque lo fuera de manos de su secretaría cardenalicia. La realidad es que el silencio ha sido su respuesta. Aun así, la callada por respuesta no ha sido el motivo de esta reflexión, teniendo en cuenta que es posible de que ni le entregasen la carta en mano, enviada por correo ordinario.
Lo que me ha llevado a convertir esa carta en otra reflexión más larga y pública, es la explicación que días después Carlos Osoro dio a los medios de comunicación sobre este tema afirmando que la Iglesia no tiene capacidad para actuar en el caso de que los restos de Francisco Franco acabasen en uno de sus nichos. El problema principal es que la explicación que dio públicamente no se ajusta a la verdad al decir que “La Iglesia no tiene inconveniente en que Franco repose en la Almudena. No es un problema del arzobispo ni de la Iglesia. En la cripta hay una propiedad de la familia Franco y como cualquier cristiano tiene derecho a poder enterrarse donde crea conveniente”.
El Código de Derecho Canónico, en su artículo (canon) 1242, afirma: “no deben enterrarse cadáveres en las iglesias, a no ser que se trate del Romano Pontífice o de sepultar en su propia iglesia a los cardenales o a los obispos diocesanos, incluso eméritos”. Pues bien, no solo en gran parte de las diócesis españolas, sigue habiendo familias con privilegio de enterramiento en sagrado, sino que los enterramientos en las criptas, que Osoro afirma que nada tienen que ver con la Iglesia, es un negocio que lo gestionan las parroquias. Y el caso concreto de la catedral de Madrid, el condominio se ha convertido en el colmo de esta especulación mercantil precisamente en su cripta, donde ya se han vendido decenas de tumbas y columbarios. Y el encargado del negocio es el deán de la catedral.
Pero también es grave la equidistancia que demuestra poniéndose de perfil como los mejores príncipes de la Iglesia si recordamos que nuestra Iglesia, don Carlos, apoyó anticristianamente a Franco dándole cobijo a base de esgrimir excomuniones por doquier a quienes no secundasen el Régimen dictatorial y represivo, siendo recompensada con parabienes a costa de vivir el Evangelio contrariamente a la manera en la que Jesús de Nazaret lo entendió y vivió. El arzobispo cardenal tampoco se siente involucrado con la posibilidad de que un templo cristiano se convierta en un nuevo lugar de peregrinación fascista.
Algunos pensarán que estas líneas mías hacen daño a la Iglesia. El cardenal Suenens ya afirmó, en 1969, que criticar a la Curia como sistema (pecado estructural) no es criticar a la Iglesia ni al papado. Algo parecido denunció Jesús al advertir la subversión de su Mensaje por aplicar por aquella sociedad teocrática judía que se había transformado en un instrumento de poder e injusticia social ¡en nombre de Dios!, acompañada por los notables, es decir, por los seglares poderosos de entonces. Sí: la Iglesia institución es claramente pecadora, don Carlos, como se afirmó extra oficialmente, una vez pasado el Vaticano II por falta de humildad conciliar, como lamentó Karl Rahner, considerado el mejor teólogo del siglo XX.

¿Es Bolsonaro un autócrata paranoico?

Germán Gorráiz López, analista

Redes Cristianas
El posible triunfo de Bolsonaro en el balotaje del próximo domingo podría convertir a Brasil en el paradigma del nuevo orden geopolítico y económico que planea instaurar el establishment neocon de EE.UU en América Latina y el Caribe. Dicho plan se basaría en lo económico en la absorción por la Alianza del Pacífico de las actuales estructuras económicas supranacionales (ALBA y MERCOSUR) y en lo político, en sustituir a los regímenes insensibles a los dictados de Washington (Brasil, Venezuela y Bolivia) por regímenes autocráticos.
¿Riesgo de autocracia en Brasil?
La autocracia, del griego autos (por sí mismo) y kratos (poder o gobierno), sería la forma de Gobierno ejercida por una sola persona con un poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluida la llamada democracia formal), que partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida mediante elecciones libres llegado al poder se metamorfosea en líder Presidencialista con claros tintes autocráticos (inflexible, centralista y autoritario), lo que corrobora la tesis de Lord Acton “El Poder tiende a corromper y el Poder absoluto, corrompe absolutamente”. Los sistemas autocráticos (gobiernos de facto), serían pues una especie de dictaduras invisibles sustentados en sólidas estrategias de cohesión (manipulación de masas) y represión social (promulgación de Decretos-Leyes que rozarían la constitucionalidad pero que quedarán revestidos por el barniz democratizador del Tribunal Constitucional de turno, síntomas evidentes de una deriva totalitaria a la que está abocado Brasil si triunfa Bolsonaro.
¿Es Bolsonaro un autócrata paranoico?
El psiquiatra español Enrique González Duro en su libro La paranoia (1991*), afirma que “ los factores desencadenantes de esta enfermedad se encuentran muy activos en individuos que presentan un acusado narcisismo y que se han visto expuestos a serias frustraciones, hallándose consecuentemente dotados de una baja autoestima. Esto provoca que se dispare en los mismos el mecanismo natural de Proyección, en virtud del cual tendemos a atribuir a otros aquellos impulsos, fantasías, frustraciones y tensiones que nos resultan inexplicables, inaceptables e insoportables en nosotros mismos”. La personalidad de Bolsonaro encajaría plenamente en la descripción médica del trastorno conocido como “psicosis paranoica”, pues su pensamiento es rígido e incorregible: no tiene en cuenta las razones contrarias, sólo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio para convertirlo en convicción y aunque esté aquejado de dicho trastorno delirante sería bastante funcional. En el caso concreto de Bolsonaro, estaríamos ante un caso típico de paranoia megalómana, delirio de grandeza que provoca que el individuo se crea dotado de un talento y un poder extraordinarios debido a que las deidades le han elegido para una alta misión. Otro rasgo de su personalidad sería el histrionismo que le impele a “llamar la atención pública y ser temerario en sus afirmaciones sin importarle la opinión de los demás debido a su evidente falta de moralidad”,
¿Abandonará Brasil los BRICS?
Brasil forma parte de los llamados países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y aunque se descarta que dichos países forman una alianza política como la UE o la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), dichos países tienen el potencial de formar un bloque económico con un estatus mayor que del actual G-8 (se estima que en el horizonte del 2050 tendrán más del 40% de la población mundial y un PIB combinado de 34.951 Billones de $). Sin embargo, Dilma Rousseff exigió a Estados Unidos explicaciones convincentes de las razones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para presuntamente violar las redes de computadoras de la petrolera estatal Petrobras con lo que se habría granjeado la enemistad de EEUU que procedió a la implementación del “caos constructivo” en Brasil para desestabilizar su mandato presidencial (impeachement).
Tras el khaos surgido en una sociedad brasileña corroída por la corrupción y que afectaría al actual Presidente Temer no es descartable el triunfo en en el balotaje del próximo domingo del ultraderechista Jair Bolsonaro que formará un Gobierno tutelado por las Fuerzas Armadas y que implementará una severa represión contra los partidos izquierdistas que se ensañará de manera especial con el Partido Comunista (PCdoB) y el Partido Socialista (PSB), no siendo descartable la salida de Brasil de los BRICS y empezar a gravitar en los anillos orbitales de la estructura económica y comercial diseñada por EE.UU. (Alianza del Pacífico), quedando de paso China condenada al ostracismo comercial.
¿Ingreso de Brasil en la Alianza del Pacífico?
La Alianza del Pacífico nació en el 2011 teniendo a México, Perú, Chile y Colombia como Estados fundadores, EEUU y China como observadores y Australia y Canadá como futuros Estados asociados y en la actualidad representa el 38 % del PIB de América Latina y el 57% de su comercio exterior con un mercado potencial de cerca de 220 millones de personas. La celebración en Puerto Vallarta (México) de la XIII Cumbre de las Alianza del Pacífico representará la siguiente fase de su objetivo fagocitador al sentar las bases de la absorción de los países que integran el Mercosur. Así, tras su fachada neoliberal se escondería un refinado proyecto de ingeniería geopolítica diseñado por EEUU para dinamitar el proyecto político-integracionista representado por la UNASUR e intensificar la política de aislamiento de los Gobiernos progresista-populista de la región, (en especial de Venezuela tras quedar huérfana del alma mater de la Revolución Bolivariana (Chávez).
Asimismo, otro objetivo sería finiquitar el proyecto integrador económico del MERCOSUR, proceso de integración económico creado en en 1991 tras la firma del Tratado de Asunción entre Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay al que posteriormente se habría incorporado Venezuela como Estado parte, quedando Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador,Chile, Surinam y Guyana, como “Estados asociados”. Dicha estrategia fagocitadora tendría como objetivos a medio plazo aglutinar el Arco del Pacífico para integrar además a Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá e incorporar por último al Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay), por lo que la entrada de Brasil en dicha Alianza si se produce el previsible triunfo de Bolsonaro sería el hito definitivo para completar la absorción del MERCOSUR.
Brasil, ¿nuevo gendarme neocon de EE.UU.?
Brasil juega un rol fundamental en el nuevo tablero geopolítico diseñado por EEUU para América Latina ya que le considera como un potencial aliado en la escena global al que podría apoyar para su ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU como miembro permanente con el consiguiente aumento del peso específico de Brasil en la Geopolítica Mundial tras la asunción por Brasil del papel de “nuevo gendarme neocon” en Sudamérica. Así, con Bolsonaro podríamos asistir a la entrada de Brasil en la OTAN como “socio global” como ya hiciera en su día Colombia, con lo que se estaría tejiendo la telaraña que intentará la invasión de Venezuela en el horizonte del 2.020, de lo que sería paradigma la apertura conjunta con EEUU, Perú y Colombia de una base militar en pleno corazón del Amazonas, proyecto conocido con el nombre de Amazonlog 17.
GERMÁN GORRAIZ LOPEZ-Analista

MADRES Y PADRES DEL PLANETA

col bennasar

Estamos viviendo un momento de mucha trascendencia para el futuro del planeta, nuestro hogar, y como consecuencia para el presente-futuro de millones de personas ya ahora y sobre todo para las generaciones futuras.
¿Qué planeta encontramos los que tenemos más de 40 años?Recuerdo como mi padre, recién jubilado, se dedicaba en Pto Colom, Mallorca -donde teníamos casa de verano que se convirtió en su residencia habitual hasta que murió- se dedicaba en su barquita a pescar auténticas delicias y a coger cangrejos, otra delicia que cuidadosamente guardaban para el sábado y domingo donde habitualmente íbamos apareciendo.
El mar estaba limpio, los plásticos se doblaban cuidadosamente y guardaban para reusar. No se tiraba comida, no se salía a comer fuera más que para grandes celebraciones, y algo que me parece precioso, se recogía el agua de lluvia en un sistema de tejado preparado para ello, el agua, iba a una cisterna de uso exclusivamente potable.
Echo de menos aquellos cangrejos ¡pobres! y también aquella fruta del árbol de los tíos que también en su jubilación cuidaban y compartían.
Y el mar tenía algas, en cantidad, y las rocas tenían hierba y erizos y… y los niños y las niñas disfrutábamos de aquella naturaleza viva y hermosa. Y sí, a la playa los jóvenes no íbamos en coche o en yate, íbamos en bici o remando, y no hacía falta ir al gimnasio porque todo el día te movías, me refiero en vacaciones o fines de semana.
Estoy segura que cada una recuerda su infancia y juventud, la de excursiones por parajes indescriptibles con vegetación y animales maravillosos. Ya veis por donde voy, no paréis vuestra mente… dejadla recordar lo bello. Y lo sencillo. Eso queremos para nuestros hijos y nietos y biznietos.
Pero nuestros hijos y sus hijos tendrán que luchar con una realidad distinta, prácticamente varias ya generaciones desde la universidad dedican un montón de energía y creatividad para investigar como limpiar lo que nuestra generación ha destruido en unos pocos años. Miles de años para formarse un fondo marino con unos grados de acidez, temperatura y salubridad concreta, maravillosamente lograda a través de procesos imperceptibles, milagros continuos del Planeta, cuna, casa de todos.
Esa precisa temperatura del agua para que todo el sistema ecológico delicadísimo acoja y nutra la multiplicidad de vida. Hoy las mentes más brillantes, en lugar de investigar para erradicar enfermedades, tienen que descubrir como liberar esa maravilla de la manta de plásticos y polución que los cubre ahogando la vida, cambiando así el hábitat.
Estas mentes están hoy completamente involucradas en limpiar nuestra inconsciencia y egoísmo.
Recibía ayer unas fotos desoladoras del Yosemite Park en California. Hace 17 años estuve ahí cuando trabajaba cerca, y aquello era indescriptiblemente maravilloso, hoy sigue siendo precioso, pero resulta que se ha secado el río y por supuesto las cataratas cuyas cascadas eran las más altas de América del Norte y las quintas más altas del mundo. Hoy están secas. (????)
“Padre-Madre, que te conozcan” ¡Cómo entiendo la oración de Jesús, su deseo, su necesidad, sus ganas de compartir la experiencia de amor que él vive, que él siente y que le posibilita vivir distinto!
Jesús consigue un cambio en unos pocos, que aún pervive y es la historia más cautivadora que conocemos. No es un dios de la mitología, con poderes. Es un joven, un hombre, que ante lo que no le gusta, porque le duele en el alma la injusticia, la falsa religiosidad, se pone a dialogar con su padre-madre. Así de normal, humano es nuestro Dios, tanto que le llamamos Hijo de Dios.
En plena naturaleza, en contacto con el monte y el mar, Jesús desarrolla su alma contemplativa y de esa oración unificada: su Padre-Dios, sus montes, los campos y sobre todo su querido mar, brotan sus metáforas para explicar a los que tienen sed de un mundo más justo y de Amor, lo que él ya está viviendo. Ese mar hoy tumba de tantos.
 “Padre, que te conozcan”. Y a partir de él, algo ocurre entre Dios y nosotros. A partir de esa relación cordial (de corazón a corazón) con el Abba nace en nosotras la capacidad de crecer y madurar y “ser” hijas e hijos, de la familia, de la comunidad. Es la comunidad cristiana porque por nuestras venas corre la sangre de Cristo. Si viéramos la oración como la circulación veríamos como el corazón (que es él) bombea, con cada latido, Vida y se expande por todo el cuerpo, en cada célula…y da vida y tú y yo vivimos con amor, con mimo, cuando acogemos su latido.
¡Padre, que te conozcan! Porque si te conocen tendrán vida y la recrearán continuamente. ¿Cómo? ¿Qué es lo que se recreará? La Tierra, la Vida, la Comunidad.
Los científicos afirman que con meditación se produce un cambio incluso físico del cerebro humano. Imaginemos que a esta meditación silenciosa la seguimos con un espacio de “diálogo, personal, íntimo con el Abba que me conoce, que me confía la Vida y lo sé por su Palabra, pronunciada sobre mí en el mismo momento que la acojo en mi silencio y en mi pobreza.
El Dios bíblico, el Dios de Jesús, no es silencioso, es el Dios de la Palabra. Por eso el mandamiento judío por antonomasia es “Shemá Israel” “Escucha hijo mío-pueblo mío”.
El silencio es un regalo de Dios a la persona para que consiga escuchar, porque ahí radica la posibilidad de conocer y con el roce, de amar, y así, actuar desde ese conocimiento mutuo.
El silencio es difícil cuando no se quiere oír, cuando lo que se quiere es ser escuchado, ser importante, ser el centro…Cuando el centro va siendo Dios, el Planeta, las hermanas…se hace silencio en el corazón porque necesitamos oír.
Si le conociéramos no destruiríamos nada. Pisaríamos el planeta con pisada mínima, sin aplastar nada ni a nadie. La pisada es también la palabra bien o mal intencionada.
Y cuando un grupo de mujeres y hombres “Escuchan” empezamos a “conocer” y me atrevo a decir a “recrear”. Todo nace de nuevo porque le damos otra oportunidad. Todo se unifica y surge en nosotros ese deseo enorme de ser Uno con todo y con todos.
¿Por qué? Porque cuando “conoces” se produce el milagro. La bondad, el respeto, la alegría, la justicia brota y da vida.
Y mientras el templo viejo y falso se está desmoronando, un grupo de itinerantes alrededor de Jesús forman algo nuevo.
Me emociona ver que algo de esto estoy viviendo hoy con un grupo de unas 15 personas, todas españolas todavía, que ante un carisma de “conocerle y crear la paz y la unidad con el todo” nos hemos reunido en red para formar esa comunidad de hombres y mujeres de “Shemá”. Con los pies en el suelo y el corazón abierto iniciamos un proceso, un itinerario de compartir vida y susurro de Dios, e ir viendo, tal vez no es llegar a ningún sitio, sino disfrutar del camino juntos.
Creo que como el grupo original de Jesús somos gente de bien, normal y estamos en la tarea de recuperar el planeta, de recuperar las relaciones humanas igualitarias, de reconstruir la iglesia desde nuestra “Escucha” porque hacemos nuestra la palabra del Dios de Jesús, del Abba sobre nuestra vida “Shemá, Israel”.
Y sueño una tierra nueva, y un mar nuevo. Sueño que cuando vuelva al Puerto de mi infancia, que es como los brazos de mi madre, lo encuentre vivo, con sus aguas tranquilas limpias, con sus peces y cangrejos que huyeron, con su belleza infinita a los pies del monte donde la “Dona, la Mare de Déu de Sant Salvador” lo contempla y protege.
“Padre, que te conozcan”.
“Shemá, hermanas y hermanos”. Y así iremos siendo padres y madres del Planeta, rostro de Dios y cuna-casa de todas.

Magdalena Bennásar Oliver
www.espiritualidadintegradoracrisitiana.es

¿REZAR POR LOS DIFUNTOS? - (¡MEJOR OCÚPATE DE LOS VIVOS!)

col agua

¿Podemos hacer algo por los difuntos? ¿Ellos pueden hacer algo por nosotros? He ahí otro tema de urgente profundización y purificación.
Deberíamos empezar por convencernos de que la muerte, para los cristianos, es una liberación, una meta, una pascua: el paso a la tierra prometida. NO un motivo de tristeza y, menos aún, de penitencia reparadora.
Puede que haya tristeza y llanto por la separación humana, por el dolor sensible, por la tragedia a veces. Pero todo eso debería estar arropado y consolado por la fe (segura confianza) en la felicidad eterna.
Los que mueren, mueren para vivir. No sabemos el camino que aún tendrán que recorrer, pero estamos ciertos de que pasaron definitivamente a la orilla de la Vida.
Por tanto, los signos y oraciones deberían ser de esperanza y alegría por la etapa superada (en la forma posible a cada cual), por el desembarco en los brazos del Padre. En los símbolos litúrgicos debería dominar el blanco y no el morado penitencial que ya no tiene sentido.
Descansar en paz
Lo primero que podemos hacer por nosotros y por nuestros difuntos es "aceptar" su descanso en la paz. Ya entraron en la, para nosotros, inalcanzable eternidad. No puedes hacer nada más por ellos, como no puedes operarte de apendicitis por el que entró en el quirófano o como no puedes examinarte por tus hijos.
Esas "ánimas" por las que te preocupas tendrán que hacer, ellas solitas, su propia rehabilitación y su vuelta al Padre para poder ver su rostro. Nada puedes hacer y nada hay que temer porque están caminando bajo el impulso de la Misericordia infinita.
El único y universal remedio, lo que realmente puedes hacer "aquí y ahora" es: "Vencer el mal con abundancia de bien" (Rom 12,21) con el impulso y experiencia de los que partieron. Únicamente puedes ensanchar el bien que pugna por inundar tu vida. Te propongo estos tres avances bajo la sonrisa de tus difuntos:
1. Rectificar los malos funcionamientos que heredaste (parte del pecado original), muy sutiles a veces, porque suelen ser subconscientes y no nos hemos parado a concientizarlos.
2. Perdonar, perdonar de corazón las posibles heridas que te causaron, hasta que no quede ni rastro de resentimiento. No porque necesiten tu perdón, sino porque ese perdón es la medicina que necesitan tus heridas. Y recuerda: perdonar NO es apretar los dientes y olvidar el dolor de tus heridas. Perdonar es comprender. Comprendiendo tu propia fragilidad (conociéndote a ti mismo) entrarás en la comprensión de la limitación de los que te hirieron.
3. Seguir el buen ejemplo que te dejaron. Es la mejor forma de amar y honrar su memoria. Tiene sentido nombrarles en la santa Misa para sentirnos orando "CON ellos", pero NO "POR ellos", para seguir sintiendo su aliento y ejemplo de vida, para concientizar que pertenecen a tu misma Iglesia y siguen viviendo en ella.
Admirar
Amar es admirar y admirar nos lleva a imitar lo que admiramos. Si admiramos (amamos), es que esa persona nos atrae. Si nos atrae, es porque ya tenemos en nosotros algo de eso que admiramos.
La "presencia interior" de tus difuntos (más que su recuerdo cerebral) estimulará eso que pugna por crecer en ti. Esa sería la gran finalidad de honrar a los muertos. ¿Qué admiraste y qué sigues amando en tus difuntos? Si no hay amor, solo queda sensiblería u obligación mental o rutina externa. Nada de su "vida" te ha quedado, solo recuerdos muertos.
Si lo que te queda es amor, es un disparate hacer cambalaches con el Cura o con Dios. Tus difuntos no necesitan estipendios. Ya han desembarcado en las manos del Padre. Dedica tus dineros a los pobres vivos o a las necesidades de la Iglesia caminante. Los que ya pasaron no lo necesitan.
Lo que ellos desean -con toda seguridad- es que aproveches bien su buen ejemplo y rectifiques sus errores, que sigas tu camino y despliegues todos tus dones. ¡Eso será para ellos aire fresco! ¡Eso es lo urgente, realista y espiritualmente eficaz! Lo otro, los negocios espirituales y el "dios negociador", son pura idolatría.
HIJO PRODIGO
Otra cosa es que necesites apoyar el dolor de la ausencia en la ternura del Padre. Hazlo sin reservas. Puede, incluso, que sea un consuelo para ti poner a tus difuntos en la mesa del altar y oír sus nombres. Puede que eso te recuerde su buen ejemplo. Hazlo si es positivo para ti, pero sin pagar contraprestación alguna.
No olvides que la Eucaristía (acción de gracias) es totalmente gratuita, es puro don del Señor, invitación a imitarle: "Haced esto en memoria mía" (Lc 22,19).
No hay culpas que pagar, ni sacrificios purificadores, ni méritos que aplicar para sacar a los muertos del "fuego".
Lo que intentamos vivir, bajo el signo de una "comida fraterna", es la vivificante presencia y ejemplo del Señor: amor, unión, paz, alegría… y motivación mutua para caminar hacia los brazos del Padre. Y el ejemplo de los que le siguieron antes que nosotros (nuestros santos y difuntos) nos puede ayudar sobremanera.
¿Todavía crees en el "avaro ídolo" que se queda con tu hambre o tu dinero para "compensar" las culpas de tus muertos? ¿Acaso no descubriste al Dios de los cristianos, todo perdón, todo misericordia, todo atracción, todo gratuidad? Repítelo muchas veces en tu interior: ¡El Dios verdadero es infinita gratuidad! Solo tu cerrazón y alejamiento podrán privarte de su abundancia derramada.
Desmemoriado
Procura saltar sobre las esperpénticas fórmulas canónicas: "óyenos", "acuérdate…" o "recuerda…". ¿Pero a qué "desmemoriado ídolo" rezamos? ¿Acaso has olvidado tú a tus difuntos? ¿Cómo puede haberlos olvidado su Padre? ¿No se sentiría ofendida una madre terrícola a la que suplicases: acuérdate de tu hijo fallecido? ¿Cómo podemos pronunciar esas necedades? "Guías ciegos…" (Mt 23,16).
Si alguien, desde fuera, observase nuestros rezos oficiales, tendría que concluir que oramos a un "dios con alzhéimer", al que hay que repetir y repetir que no olvide.
No hemos leído la Escritura y NO creemos en el Dios verdadero que jamás olvida a sus hijos:
"Estoy a la puerta y llamo..." (Ap 3,20).
"¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Aunque ella se olvide, yo no te olvidaré!" (Is 49,15).
"En la palma de mis manos te llevo tatuado" (Is 49,16).
No sigo para no cansarte. Pero sigue tú leyendo, por ejemplo, "El Cantar de los Cantares"...
Tortuguitas
Me gusta imaginar a nuestros muertos eclosionando bajo la arena como tortuguitas marinas. Unos llegarán más crecidos y otros menos. Unos saldrán muy cerca del agua y otros muy lejos. Pero todos, absolutamente todos, tras la carrera de la última purificación por la arena, se sumergirán en la Inmensidad y encontrarán, por fin, su destino.
Unos lo habrán intuido y gozado ya en esta vida. Para otros será una sorpresa verse liberados de inconsciencias, errores, oscuridades y rebeldías. Se encontrarán con el Padre que negaron o ignoraron y empezarán a comprender… Tal vez todo eso requiera el esfuerzo que no hicieron en vida, la rehabilitación necesaria para ser capaces de "ver" lo que no quisieron o pudieron ver en esta tierra.
¿Cómo será esa rehabilitación? Eso pertenece al misterio y no se nos ha revelado. Lo que sabemos con certeza es que "Dios lo será todo en todos" (1Cor 15,28). Esa es nuestra fe, esa nuestra esperanza, esa la alegría de recordar a nuestros muertos. Por eso, cuando pongas a tus seres queridos sobre el altar, piensa que ya caminan o han llegado a la Luz, sin posible retorno.
Nada cambiará con tus rezos, ni el difunto, ni el Dios de la Misericordia que se derrama permanentemente sobre todos: sobre nosotros y sobre ellos.
Lo único que puede cambiar es tu corazón. Todavía estás en camino y puedes elegir. Todavía puedes cambiar e inundar tu vida de bien y paz, para desembarcar más cerca de la Felicidad cuando eclosiones en la ribera del Mar.
Tu cambio, tu elección del bien, repercute en la Iglesia universal. Eso te están gritando desde el otro lado -estoy seguro- los que te quieren. Tu propio progreso no te costará un céntimo, solo algún esfuerzo. Pero merece la pena, ya lo verás.
¡Y cómo alegrarás a los que te esperan!

¿FIN DE LA IGLESIA O DE ESTA IGLESIA?

col alemany
Me apena ver, como esta Iglesia se va hundiendo en el pantano, en busca de soluciones simples que solo provocan su aceleración.
Año de la Fe, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, Iglesia en salida, Congreso para la Evangelización, Primer anuncio… ¿Qué ha quedado de eso? Nada, un Iglesia acobardada en sus trincheras, tratando de defender el poco poder que le queda.
La Iglesia de hoy es una institución política, económica, administrativa, social y también religiosa. Es un Estado, trata de influir en la política; maneja capitales; administra un patrimonio; realiza funciones sociales, hospitales, colegios, Cáritas, misiones, y trata de ser mediadora entre las personas y la Divinidad.
En el caso del cristianismo, la figura de Jesús no proclama ni funda una religión o iglesia. Lo que hace es proclamar un kerigma o mensaje de amor y salvación, que abarca desde su percepción de filiación divina y la de todos los seres humanos, de su descubrimiento del rostro amoroso de Dios, de una propuesta de conducta basada en la ética y el amor al prójimo, hasta la garantía de salvación.
La Iglesia, fundada por San Pablo, que 20 años antes de que se escribiese el primer Evangelio fundaba pequeñas eklesias o comunidades, al aliarse con el poder, convierte el kerigma de Jesús en una religión, estructurándolo y codificándolo de acuerdo con la mentalidad de su tiempo, que pertenece a un paradigma greco-romano que no es el nuestro.
Nuestra conciencia es evolutiva, nadie piensa como cuando era niño, joven o adulto La visión del universo, del mundo, del hombre, del sentido de la vida… es muy diferente de la que se expresa en ese paradigma antiguo y por ello, si cambia el nivel de conciencia y también el paradigma o conjunto de valores, ideas, costumbres, con el que vemos la realidad ..., es lógico que se necesite una nueva interpretación del kerigma, que sin negar la anterior, la integre , la transcienda y la haga inteligible al mundo de hoy.
Benedicto XVI en una de sus alocuciones dijo: “La palabra de Dios no está en la literalidad de los textos, sino en el seno de una interpretación y por eso la lectura de las Escrituras es un reto para cada generación. Y cada generación tiene el derecho y la obligación de interpretarla a la luz de su tiempo y así la fe puede regar y fecundar distintas épocas y culturas”.
La Iglesia tiene que tomar conciencia de que no es un fin en sí misma, que su función mediadora es la de estimular la búsqueda de Dios y que esta función parece que hace agua en estos momentos.
En la sociedad actual, la Iglesia no es más que la forma de una expresión religiosa, pero esta expresión no tiene la calidad y fuerza que contiene el mensaje que pretende transmitir. Y no tiene esa calidad y fuerza porque hay una crisis de pedagogía, pobreza de léxico e inadecuación de la palabra. Se observa un agotamiento de recursos verbales y un deterioro de la comunicación. Hay una dilución de los símbolos, una vaciedad en las frases convencionales y una necesidad de cambiar el lenguaje.
Agrade o no, el cambio acaba imponiéndose. Es, pues, necesario anticiparse al mismo o sumarse a él. Hay que controlar el cambio y disfrutar con la aventura del cambio y no cesar de cambiar.
A la crisis explicativa y a la de su presencia social, hay que añadirle su falta de liderazgo moral no sólo por su retraso en aceptar los avances del mundo, ya sean científicos o sociales, como la democracia, derechos humanos, feminismo…, sino por la conducta escandalosa de muchos de sus representantes oficiales, alejados del mensaje que pretenden comunicar.
La propuesta del Obispo de Mallorca de cerrar iglesias, con la excusa de que acude poca gente a las Eucaristías y concentrarlas en una sola para que haya más participantes, es de una simpleza enorme. Si acuden 12 personas a 10 iglesias y se cierran 9, de las 120 personas que acudían, sólo irán 60 a la que permanezca abierta.
La estructura actual de las misas, está muy lejos de ser una reunión de comunidad familiar en la que los fieles participen activamente. Y la petición de que canten, es una forma de adormecimiento colectivo.
A finales del año pasado, el Papa Francisco invitó a la Asociación de Teólogos Italianos a “repensar la Iglesia para que sea conforme al Evangelio que debe anunciar y a repensar los grandes temas de la fe cristiana, dentro de una cultura en profunda mutación”.
Entiendo que esta invitación se extiende a toda la Iglesia, incluidos los laicos, que deben sentirse aludidos por este mensaje. Es un valiente paso para actualizar y modernizar la estructura y el papel de la Iglesia en este cambio de época. Es tarea difícil, porque hay un sector del clericalismo reticente y temeroso que esclerotiza a la Institución y presenta resistencia a las reformas, que se quiera o no, acaban imponiéndose. Esta es mi esperanza.

EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS QUE NO SABEN QUE LO SON / NO ESTÁS LEJOS DEL REINO DE DIOS

col cruz santos
Mari Paz López Santos: El día de todos los santos que no saben que lo sonPersonas anónimas que están por ahí como la levadura en el bizcocho, suministrando esperanza en tiempos duros.
África de la Cruz Tomé: No estás lejos del Reino de Dios. Amar es más importante que cumplir. Esta respuesta sí que merece una Matrícula de Honor.

DIOS NO ES UN SER QUE AMA, SINO ‘ÁGAPE’ QUE NOS UNIFICA EN ÉL

col fraymarcos

Mc 12, 28-34
Hoy cambiamos de escenario. Jesús lleva ya unos días en Jerusalén. Ha realizado la purificación del templo; ha discutido con los jefes de los sacerdotes, maestros de la ley y ancianos sobre su autoridad para hacer tales cosas; con los fariseos y herodianos sobre el pago del tributo al cesar; con los saduceos sobre la resurrección. Las discusiones que los rabinos sostienen con Jesús no presuponen hostilidad especial contra él; más bien podrían indicar una valoración muy importante de la persona. El letrado que se acerca hoy a Jesús, no demuestra ninguna agresividad, sino interés por la opinión del Rabí.
La pregunta tiene sentido porque en la Torá se contabilizaban 613 preceptos. Para muchos rabinos todos los mandamientos tenían la misma importancia, porque eran mandatos de Dios y había que cumplirlos solo por estar mandados. Para algunos el mandamiento más importante era el cumplimiento del sábado. Para otros el amor a Dios era lo primero. Aunque Jesús responde recitando la “shemá” (Dt 6,4-5), Jesús da un salto muy importante en la interpretación, porque une ese texto, que hablaba sólo del amor a Dios, con otro que se encuentra en (Lv 19,18), que habla del amor al prójimo. No solo los pone al mismo nivel, sino que termina haciendo de los dos mandamientos uno sólo.
El amor a Dios fue un salto de gigante sobre el temor a Dios, amo poderoso y dueño de todo. En el AT el amor a Dios era absoluto, “sobre todas las cosas”. El amor al prójimo era relativo, “como a ti mismo”. Según la Tora, era perfectamente compatible un amor a Dios y un desprecio absoluto, no solo a los extranjeros sino también a amplios sectores de la propia sociedad judía a quienes creían rechazado por el mismo Dios. En Lc preguntaron a Jesús ¿quién es mi prójimo? y contestó con la parábola del buen Samaritano.
Según Jesús, la palabra mandamiento tiene que dar un cambio radical y significar algo distinto cuando la aplicamos a Dios. Dios no manda nada. Dios no hace leyes sino que pone en la esencia de cada criatura el plano, la hoja de ruta para llegar a su plenitud. Dios no “quiere” nada de nosotros ni para nosotros. Su “voluntad” es la más alta posibilidad de la criatura, no algo añadido desde fuera después de haberla creado.
En Jn los dos mandamientos se convierten en uno solo: “que os améis unos a otros como yo os he amado”. Jesús no dice que le amemos a él ni que amemos a Dios, ni que ames al prójimo como a ti mismo, sino que ames a los demás como él te ha amado a ti. El cambio es radical. Aún no nos hemos dado cuenta de esta novedad. Dios no es un ser separado de mí, al que debo amar, sino “el amor” que me permite sentirme uno con el otro y con el universo. Debemos cambiar nuestra idea de Dios para descubrir qué es amarle.
Dios es “ágape”, don absoluto, infinito y total que unifica en esencia todo lo creado. Es puro don, pura gracia que se nos da y nos capacita para darnos. En nosotros el amor es una cualidad que puedo tener o no tener. En Dios el amor es su misma esencia. Si dejara de amar se destruiría. Juan dice: "El amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó". Esa realidad es el fundamento de toda vida espiritual. Es la misma esencia de Dios en la base de nuestra propia existencia. En Dios todo es UNO.
El amor cristiano sería “caritas”, la síntesis del eros humano y el “ágape” divino que nos permite una singular relación con los demás. Se trata de una posibilidad específicamente humana. El amor-Dios y nuestro amor no son grados distintos de la misma realidad, sino realidades sustancialmente distintas. Dios no se puede relacionar con las criaturas como lo hacemos nosotros, porque no está fuera de ninguna de ellas. Nosotros podemos relacionarnos con las demás criaturas pero no con Dios porque es nuestro ser. Vivir el ser de Dios en nosotros nos permite identificarnos con los demás, es decir, amarlos.
Una vez más el lenguaje nos juega una mala pasada. La palabra “amor” es una de las más manoseadas del lenguaje. Al más refinado de los egoísmos, que es aprovecharse de otro en lo que tiene de más íntimo, también le llamamos amor. Hablar con propiedad de Dios-Amor-Unidad, es imposible. Nuestro lenguaje es para andar por casa. Al emplearlo para hablar de lo divino se convierte en trampa que pretende ir más allá de lo que puede expresar. Intentar llegar a Dios con nuestros conceptos es inútil. La manera de trascender el lenguaje, es la vivencia. Solo la intuición puede llevarnos más allá del discurso.
El AMOR es la punta de lanza de la evolu­ción. En realidad, el camino hacia el amor empezó en las primeras millonési­mas de segundo después del Big-Bang; cuando las partículas primigenias se unieron para formar unidades superiores. Esta tendencia de la materia a integrarse en entidades más complejas, lleva en sí la posibilidad de perfección casi infinita. La aparición de la vida fue un gran salto hacia esa capacidad de unidad. La vida consigue unificar billones de células. No sabemos que es la vida biológica, pero sabemos que tiene unos efectos sorprendentes. Dios es la Vida que unifica todo.
Llegada la inteligencia y superada la pura racionalidad, el ser humano está capacitado para alcanzar una unidad que no es la del egoísmo individual. Un conocimiento más profundo y una voluntad que se adhiere a lo mejor, hacen posible una nueva forma de acercamien­to entre seres que pueden llegar a un grado increíble de unidad, aunque no sea física. Descubierta esa unidad, surge lo específicamente humano. Esta capacidad de salir de la individualidad e identificarme con Dios y con el otro, es lo que llamamos amor.
Este amor es consecuencia de un conocimiento, pero no racional. Es inútil que nos empeñemos en explicar por qué debemos amar a los demás. Este amor solo llegará después de haber experimentado la presencia en nosotros del Amor que es Dios. Lo mismo que llamamos vida a la fuerza que mantiene unidas a todas las células de un viviente, podemos llamar AMOR a la energía que mantiene unidos a todos los seres de la creación. Si descubro que la base de todo ser es lo divino, descubriré la “razón” del verdadero amor.
Todos los místicos de todas las religiones, de todos los tiempos, han llegado a la misma vivencia y nos hablan de la indecible felicidad de sentirse uno con el Todo y fuera del tiempo. Esa sensación de integración total es la máxima experiencia que puede tener un ser humano. Una vez llegado a ese estado, el ser humano no tiene nada que esperar. Fijaros hasta qué punto demostramos nuestro despiste, cuando seguimos llamando “buen cristiano” al que va a misa, confiesa y comulga, solo porque tiene asegurada la otra vida. Ser cristiano no es el objetivo último del hombre, solo un medio para llegar a amar.
No debo comerme el coco tratando de averiguar si amo a Dios. Lo que tengo que examinar es hasta qué punto estoy dispuesto a darme a los demás. Solo eso cuenta a la hora de la verdad. El amor teórico, el amor que no se manifiesta en obras y actitudes concretas, es una falacia. Ya lo decía Jn en su primera carta: Si alguno dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama a su prójimo, a quien ve, es un embustero y la verdad no está en él. Pero es imprescindible que nos examinemos bien. No debemos confundir amor con instinto. Si apartamos de nuestro amor a una sola persona todo lo demás es egoísmo.

Meditación
El amor planteado desde la razón no tiene sentido;
tampoco entendido como mandamiento y precepto.
Aprender a amar es la tarea más importante para el ser humano.
Ser más humano es ser capaz de amar más.
Lo que no te lleve a esa meta, será tarea inútil.

Todos los Santos porque lo divino nos atraviesa


col fraymarcos
Mt 5, 1-12
Esta fiesta puede tener un profundo sentido si la entendemos como invitación a la unidad de todos en Dios. No recordamos a cada uno de los humanos como individuos. Celebramos la Santidad (Dios), que se da en cada uno. No se trata de distinguir mejores y peores, sino de tomar conciencia de lo que hay de Dios en todos. El hombre perfecto no solo no existe, sino que no puede existir. El concepto de santo, que arrastramos desde hace muchos siglos, tiene que ser superado. No refleja el mensaje de Jesús sobre lo que Dios espera de nosotros.
Trataré de explicar cómo hemos llegado a ese concepto. Cuando el cristianismo se tropezó con la cultura griega, los ‘Santos Padres’ emprendieron una tarea de inculturación que trastocó el mensaje de Jesús. La razón griega trituró el mensaje que era vitalista. El Logos griego engulló al mito judío. Hoy conocemos el ideal de perfección que manejaban los filósofos griegos. Los cristianos incorporaron ese ideal. La ‘arete’ griega pasó al latín como ‘virtus’; en ambos casos significa fortaleza, valor, perfección. El hombre perfecto era el ‘vir’ que se guiaba siempre por la razón y no se dejaba llevar nunca por la pasión.
La propuesta del evangelio se convirtió en perfección griega y se vendió como propuesta evangélica. Pero la perfección griega es fruto de la razón y el evangelio no tiene nada que ver con la racionalidad. Desde entonces el santo era aquel ser humano que obraba siempre desde una fuerza de voluntad (vir-tuoso). Este sutil cambio tuvo consecuencias nefastas para la religiosidad posterior. El santo será para siempre el que actúa desde la racionalidad, que quiere decir desde el falso yo. Todo lo que haga o deje de hacer estará encaminado a potenciar su individualidad. Será una pura programación para conseguir un fin personal.
Digo todo esto porque la idea que hemos manejado de santo corresponde a esta influencia griega. Queda así explicada, no justificada, la racionalización del concepto de santo. Las dos consecuencias nefastas de esa postura las seguimos padeciendo hoy. Por un lado el sentirse superior y en la medida que alcanzo ese ideal de perfección, mirar a los demás por encima del hombro, creyéndoles inferiores. No hay nada más alejado del mensaje evangélico. Por otro lado, en la medida que no consigo ese objetivo que me he propuesto, la necesidad de simular para que los demás me crean perfecto, cayendo en un fariseísmo deshumanizador.
Esta distorsión se culminó con la incorporación al cristianismo de la juridicidad romana. Durante muchos siglos quien canonizaba a los santos era la comunidad (pueblo de Dios), con criterios de humanidad. Después canonizó la Iglesia con criterios racionales: un proceso con abogados que defienden la perfección del candidato y la aportación de los preceptivos milagros bien justificados y el veredicto final de unos jueces. Así se explica que haya en los altares tantas personas que han llevado una vida programada perfecta: muy cumplidores de todas las normas externas, pero con ninguna empatía con los demás seres humanos.
Es verdad que los evangelios ponen en boca de Jesús: Sed perfectos como vuestro Padre es perfecto. Pero ¿cómo es perfecto Dios? Cuando Dios dice: “sed santos porque yo soy santo”, no hace alusión a la condición moral. La perfección de Dios no se debe a sus cualidades. Dios es todo esencia, no hay nada que pueda tener o no tener. Cada uno de nosotros es perfecto en nuestro verdadero ser, en lo que hay de Dios en nosotros. No estamos hablando de nuestras cualidades sino de Dios nuestra esencia, tesoro que llevamos en vasija de barro.
“Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Es un error garrafal el creer que podemos alcanzar la perfección evangélica con el esfuerzo personal. “Las prostitutas y los pecadores os llevan la delantera en el Reino de Dios”. Jesús decía eso precisamente a los ‘perfectos’, a los que cumplían la Ley hasta la última tilde. Esta frase de Jesús es un aldabonazo contra la idea de perfección que acabamos de explicar. Dios no valora el cumplimiento de una programación sino un corazón sincero, humilde y agradecido. Todo lo que somos lo hemos recibido de Dios.
Después de estas sencillas explicaciones, ¿qué sentido tiene hablar de “comunión de los santos”? Si pensamos que se trata de unas gracias que ellos han ‘merecido’ y que nos ceden a nosotros que andamos escasos o carentes de ellas, estamos ridiculizando a Dios y a cada ser humano. Los dones de Dios ni se pueden cuantificar ni se almacenan. Todo lo que nos viene de Dios es siempre gratuito y por lo tanto, nunca se puede merecer. Ahora bien, si tomamos conciencia de que en Dios todos somos uno, comprenderemos que lo que cada uno puede vivir de Dios, de alguna manera, lo viven todos y beneficia a todos.
Por la misma razón tenemos que aquilatar la expresión “intercesores”, aplicada a los santos. Si lo entendemos pensando en un Dios que solo atiende las peticiones de sus amigos o de aquellos que son “recomendados”, una vez más, estamos ridiculizando a Dios. En (Jn 16,26-27) dice Jesús: “no será necesario que yo interceda ante el Padre por vosotros, porque el Padre mismo os ama”. Lo hemos dicho hasta la saciedad: Dios no nos ama porque somos buenos, menos aún por recomendación, sino porque Él es amor y está en cada uno de nosotros.
Claro que se puede entender la intercesión de una manera aceptable. Si descubrimos que esas personas que han tomando conciencia de su verdadero ser, son capaces de hacer presente a Dios en todo lo que hacen, pueden facilitarnos ese mismo descubrimiento, y por lo tanto, el acercamiento a Dios. Descubrir que ellos confiaron en Dios a pesar de sus miserias, nos tiene que animar a confiar más nosotros mismos. Y no solo valdría para los que convivieron con ellos, sino para todos los que después de haber muerto, tuvieran noticia de su “vida y milagros”. Allanarían el camino para que creciera el número de los conscientes.
No os dejéis llamar maestro. No llaméis a nadie padre. Jesús dijo al joven rico: ¿por qué me llamas bueno? ¿Cómo habría respondido si le hubiera llamado santo? Pues nosotros no solo santo sino que nos atrevemos a llamar a un ser humano, santísimo. ¡Cuándo tomaremos en serio el evangelio! No somos santos cuando somos perfectos, sino cuando vivimos lo más valioso que hay en nosotros como don absoluto. La perfección moral es consecuencia de la santidad, no su causa. Todos somos santos aunque muy pocos lo descubren.
Las bienaventuranzas quieren decir que es preferible ser pobre, que ser rico opresor; es preferible llorar que hacer llorar al otro. Es preferible pasar hambre a ser la causa de que otros mueran de hambre porque les hemos negado el sustento. Dichosos, no por ser pobres, sino por no ser egoístas. Dichosos, no por ser oprimidos, sino por no oprimir. La clave sería: las riquezas no son el valor supremo. El valor supremo es el hombre. Hay que elegir el reino del poder o el Reino de Dios. Si estamos en el ámbito de lo divino, habrá amor y humanidad.
Para mí, tiene un profundo significado teológico que la fiesta de los difuntos esté ligada a la de todos los santos. Litúrgicamente ‘los difuntos’ se celebra el día 2, pero para el pueblo sencillo, el día de todos los santos es el día de los difuntos, sin más. Con lo que hemos dicho tenemos datos para una interpretación en profundidad de esta fiesta. Si todo ser humano tiene un fondo impoluto, Dios tiene que amarnos precisamente por eso que ve en nosotros de sí mismo. No puede haber miedo a equivocarse. Todos son santos en su esencia.

Meditación-contemplación
La esencia divina nos toca a todos.
Verdad que no pudieron soportar los fariseos,
ni terminamos de aceptarla nosotros.
No tengo que conseguir ninguna meta inalcanzable.
Solo tengo que centrarme en lo que ya soy.

El mandamiento más importante

col sicre

La curación del ciego Bartimeo nos dejó camino de Jerusalén. En la cronología de Marcos, el domingo tiene lugar la entrada triunfal; el lunes la purificación del templo; y el martes, en la explanada del templo, las autoridades interrogan a Jesús sobre su poder; los fariseos y herodianos sobre el tributo al César; los saduceos sobre la resurrección. Son enfrentamientos con mala idea, que desembocan en una escena inesperada, en la que un escriba reconoce la sabiduría de Jesús.
1. El protagonista es un escriba. Los escribas son los especialistas en la Ley de Moisés, parecidos a los actuales profesores de teología, pero con una formación mucho más intensa, porque tenían que aprender de memoria el Pentateuco y las interpretaciones de los rabinos; además, no podían ejercer su profesión hasta cumplir los cuarenta años. Gozaban de gran prestigio entre el pueblo, aunque su peligro era el legalismo: la norma por la norma, con todas las triquiñuelas posibles para evadirla cuando les interesaba. Por eso Jesús tuvo tantos enfrentamientos con ellos. En los evangelios aparecen generalmente como enemigos, pero en este caso las relaciones entre el escriba y Jesús son muy buenas y los dos se alaban mutuamente.
2. La pregunta por el mandamiento principal. La antigua sinagoga contaba 613 mandamientos (248 preceptos y 365 prohibiciones), que dividía en fáciles y difíciles. Fáciles, los que exigían poco esfuer­zo o poco dinero; difíciles, los que exigían mucho dinero o ponían en peligro la vida. P.ej., eran difíciles el honrar padre y madre, y la circuncisión. Generalmente se consideraba que los difíciles eran importantes; entre los temas importantes aparecen la idolatría, la lascivia, el asesinato, la profanación del nombre divino, la santificación del sábado, la calumnia, el estudio de la Torá (el Pentateuco). Ante este cúmulo de mandamientos, es lógico que surgiese el deseo de sintetizar, o de saber qué era lo más importante.
3. La respuesta de los contemporáneos de Jesús. Citaré dos casos. El primero se encuentra en una anécdota a propósito de los famosos rabinos Shammay y Hillel, que vivie­ron pocos años antes de Jesús. Una vez llegó un pagano a Shammay (hacia 30 a.C.) y le dijo: “Me haré prosélito [es decir, estoy dispuesto a convertirme al judaísmo] con la condición de que me enseñes toda la Torá mien­tras aguanto a pata coja”. Shammay lo echó amenazándolo con una vara de medir que tenía en la mano. Entonces el pagano fue a Hillel (hacia el 20 a.C.), que éste le dijo: "Lo que no te guste, no se lo hagas a tu prójimo. En esto consiste toda la Ley, lo demás es interpreta­ción". Y lo tomó como prosélito.
También del Rabí Aquiba (+ hacia 135 d.C.) se recuerda un esfuer­zo parecido de sintetizar toda la Ley en una sola frase: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Lv 19,18); este es un gran princi­pio general en la Torá".
4. La respuesta de Jesús. El esfuerzo por sintetizar en una sola frase lo esencial se encuentra al final del Sermón del Monte en el evangelio de Mateo: “Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas” (Mt 7,12).
En el evangelio de hoy, Jesús responde con una cita de la Escritura: “Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es uno solo.Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6,5), aunque añade también “con toda tu mente”. Estas palabras forman parte de las oraciones que cualquier judío piadoso recita todos los días al levantarse y al ponerse el sol. En este sentido, la respuesta de Jesús es irreprochable. No peca de originalidad, sino que aduce lo que la fe está confesando continuamente.
La novedad de la respuesta de Jesús radica en que le han preguntado por el manda­miento principal, y añade un segundo, tan importante como el primero: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19,18). Ambos preceptos están al mismo nivel, deben ir siempre unidos. Jesús no acepta que se pueda llegar a Dios por un camino individual e intimista, olvidando al prójimo. Dios y el prójimo no son magnitudes separables. Por eso, tampoco se puede decir que el amor a Dios es más importante que el amor al prójimo. A la pregunta del escriba por el mandamiento más importante (en singular) responde diciendo que son estos dos (en plural). Y no hay precepto más grande que ellos.
5. La reacción del escriba. El protagonista, que no ha venido a poner a prueba a Jesús (como ocurre a los escribas y fariseos en otros casos), sino a conocer lo que piensa, se muestra plenamente satisfecho de la respuesta. Y añade un comentario importantísimo: amar a Dios y al prójimo “vale más que todos los holocaustos y sacrificios”. Con estas palabras, el escriba abandona el plano teórico y saca las consecuencias prácticas. Durante siglos, muchos israelitas, igual que hoy muchos cristianos, pensaron que a Dios se llegaba a través de actos de culto, peregrinaciones, ofrendas para el templo, sacrificios costosos de animales... Sin embargo, los profetas les enseñaban que, para llegar a Dios, hay que dar necesariamente el rodeo del prójimo, preocuparse por los pobres y oprimidos, buscar una sociedad justa. En esta línea se orienta el escriba.
Aunque su punto de vista es muy fácil de entender, cuento una anécdota interesante. En la basílica de la Virgen de Luján, en Argentina, un sitio de peregrinación nacional muy frecuentado, era costumbre llevar ramos de flores para la Virgen. La última vez que estuve allí, me llamó la atención un letrero colocado de manera oficial y muy clara advirtiendo a los fieles que a la Virgen le agrada mucho más que se dé de comer al hambriento que el que le regalen a ella un ramo de flores.

Del interior al exterior del alma

comentario editorial

“No importa que los sueños sean mentira, / ya que al cabo es verdad, / que es feliz el que soñando muere, / infeliz el que vive sin soñar” (Rosalía de Castro)
4 de noviembre. Domingo XXXI del TO
Mc 12, 28-34
Amarás al prójimo como a ti mismo
escult bronce
Escultura en bronce de Jean Louis Corby (París 1951), El vacío del alma. El vacío, como ya demostraron otros grandes escultores, por ejemplo, el Bruno Catalano (Marruecos 1960) tiene forma y cuenta historias. En el caso de Corby además, ese vacío trasciende porque trasciende e invita a emprender el camino de la búsqueda interior del ser. Una de las más apasionantes aventuras del ser humano: encontrase a sí mismo. El hombre busca en su interior y contempla el vacío que se pierde hacia el infinito.

Dice el Salmista en el Libro de los Salmos 14, 7: “Señor, ¿quién puede hospedarme en tu tienda? Un natural deseo de encontrar a Dios, pero con ansias de descubrir en Él el mundo de todo -y todos- los demás seres. Razón por la cual, a mi entender, el amarás al prójimo como a ti mismo del versículo 31 del Evangelio de Marcos, presupone el conocimiento de sí mismo. “Este es el primer principio de la psicología budista: Ve la nobleza y la belleza interior de todos los seres humanos”, escribe en La sabiduría del corazón, Jack Kornfield.
En su obra Semillas de esperanza, mensaje contemplativo de monje cisterciense Thomas Merton (1915-1968), se encuentra en esta misma dimensión: “Entonces fue como si de repente viese la belleza secreta de sus corazones que no puede ser alcanzada por el pecado, el deseo o el conocimiento de uno mismo, la esencia de nuestra realidad, la persona que cada uno es a los ojos de lo Divino. Ojalá pudieran todos verse como son en realidad. Ojalá pudiéramos vernos todos así todo el tiempo”.
Personalmente lo que más me importa es verme con los ojos del cuerpo, mirar a mi interior y descubrir mi camino, que lo defino en este mi poema titulado Las Tablas de Moisés:
“Vestí mi felicidad de largo, / blanca como el alba su túnica / y llena de verdades. / Lo des cubrí en Las Tablas de la Ley, / que Moisés rompió con ira / cuando bajó del Monte, / donde la zarza ardía. / ¿Por qué no se quedó Yahvéh / quemándose en la zarza? / ¡Demasiado divino, para mí!
En la primera Tabla, los de Dios, / -había sólo tres- / y en la segunda Tabla había siete, / los mandamientos del quehacer humano. Yo me pregunto: / ¿Por qué no fue aquella, la que rompió Moisés con tanta ira?
Entonces me sentí benevolente / y me volqué de amor en mis hermanos, siguiendo el sabio consejo del evangelista: / Amarás al prójimo como a ti mismo”
Rosalía de Castro dijo: “No importa que los sueños sean mentira, / ya que al cabo es verdad, / que es feliz el que soñando muere, / infeliz el que vive sin soñar”.

17. LA CATEDRAL TRANSFIGURADA
Alfarero del alma,
que bates las alas de tus manos en la pila
hasta tornar el barro
en figuras divinas.
Deseo en oración que a Dios se eleva,
sin fe de petición… ¡sólo deseo!
Anclada airosa sobre el suelo
-en plenitud de humanidad-
desmelenada al cielo.
(EN HIERRO Y EN PALABRAS. Ediciones Feadulta)