FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

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ATALAYA

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viernes, 28 de agosto de 2020

Programa de animación inspectorial

 

Este lunes 31, a las 12’00, y en el canal de Youtube SalesianosES:  https://youtu.be/RxhzPcrs7pc  podrá seguirse en directo.

 

Volvemos a ponernos en marcha y, como suele ser habitual en la Inspectoría, el pistoletazo de salida lo marca la presentación del Programa de Animación Inspectorial (PAI) para el nuevo curso.

En años anteriores esta presentación se realizaba de manera presencial, en diferentes zonas de la Inspectoría, y acudían salesianos, equipos directivos y responsables de los diferentes ambientes de las casas, miembros de la Familia Salesiana, educadores, etc. Este año, dadas las circunstancias, este año será online y cada casa salesiana se organizará según la situación particular.

Un marco común para todos

El PAI es el marco común para todas las casas y actividades de la Inspectoría, que señala las líneas fundamentales para el curso 2020-21. Cada colegio, centro juvenil, parroquia, plataforma social o comunidad salesiana tienen su propia programación, sus objetivos y dinámica de funcionamiento, pero el PAI señala aquellos aspectos que, como Inspectoría y en sintonía con la Congregación, se pretenden trabajar.

Por eso se ha marcado un objetivo que recorre objetivos y líneas de acción de las diversas delegaciones Inspectoriales: “Cuidamos nuestra identidad salesiana siendo fieles a nuestra misión educativo-pastoral entre los jóvenes”. Objetivo que después se concreta en algunas líneas de acción para cada salesiano, cada comunidad y cada comunidad educativo-pastoral y grupos de la Familia Salesiana.

Campaña pastoral

Junto al objetivo general de toda la Inspectoría, también se presentará la campaña de pastoral para el curso. Campaña pensada para todos los ambientes y que este curso y, tras la experiencia de lo vivido durante los meses más duros de la pandemia, tiene como lema “algo nuevo está brotando”.

Una campaña que pone el acento en cuatro ejes: priorizar el cuidado de las personas, descubriendo el valor de la vida y de las relaciones que humanizan; vivir en “actitud de salida”, al servicio de los otros, especialmente de quienes más lo necesitan; educar la mirada y el corazón en este tiempo de cambio, comprometiéndonos a construir un mundo nuevo en el que la persona esté siempre en el centro y potenciar la experiencia diaria de la fe, redescubriendo la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana a través de la oración personal y comunitaria.
Para ello, se han preparado recursos y materiales para todo el curso y para los diferentes ambientes y que ya están disponibles en la web de la inspectoría.

En la presentación del PAI participarán Fernando García, el Inspector, Samuel Segura, Vicario Inspectorial y Xabier Camino, Delegado de Pastoral Juvenil. Podrá seguirse el lunes 31 de agosto, a las 12’00 horas desde este enlace de Youtube https://youtu.be/RxhzPcrs7pc

PREGUNTAS QUE NO PASAN DE MODA


col otalora

 

Han pasado muchos siglos desde que Jesús dejó los mimbres de la primera Iglesia o comunidad de seguidores, pero dejando que se organizasen sin definir normas más allá del mandamiento del amor y de la evangelización. Después de dos mil años, nuestra época no es mejor ni peor que otras, sino distinta; pero es la nuestra, en la que somos los actores de la Iglesia de hoy con el mismo objetivo de hace dos mil años a través del ejemplo de vida, como el Maestro nos enseñó. De aquella Iglesia primitiva, la más cercana en el tiempo a la vida de Jesús, destacan varias características:

· Tenía atractivo, su estilo de vida era una Buena Noticia.

· Era una Iglesia con una vivencia comunitaria.

· Las dificultades existieron desde el principio y no sólo fueron internas (grandes diversidades culturales y con visiones teológicas diferentes) sino también externas: el Mensaje no podía estar anclado en la ley sino en la vivencia religiosa por la entrega a los demás. No es tanto una confesión como un comportamiento.

Si Dios es amor y estamos hechos a su imagen y semejanza, todos somos reflejo de Dios. ¿Somos los buenos porque nos han regalado la fe? ¿Por qué ese empeño en cambiar al otro? Evangelizar no es adoctrinar, lo recuerda constantemente el Papa. Dios creó las culturas y la diversidad, dentro de una igualdad en dignidad humana ¿Hay algún Dios que nos pide que transformemos a nuestro gusto lo que Él ha hecho al suyo? ¿Quién nos ha revelado que hay que cambiar los corazones violentando voluntades?

Jesús acogió, perdonó, denunció pero no impuso nada como lo atestigua su muerte en la cruz. A veces, en lugar de instrumentos de Dios somos los que borramos la mejor cara de Dios. La fe es un regalo, hemos sido los elegidos, no para la salvación, que puede alcanzarla todo ser humano, sino para dar testimonio de la presencia de Dios entre muchos que esperan conocer la verdadera Buena Noticia.

Todavía necesitamos hacernos este tipo de preguntas, con humildad: ¿Estamos saturados de institucionalización? ¿Aceptamos que Dios se manifiesta también en lo profano? ¿Cómo olvidarnos que el Evangelio transpira pura fuerza amorosa? ¿No es lo específicamente católico ilusionarse pensando en una humanidad vibrando a ritmo de amor? ¿Aceptemos el enriquecimiento que viene del que no es de nuestra Iglesia?

Los cristianos debiéramos preocuparnos menos por la increencia y más por la indiferencia. Pasan muchas cosas que exigen tomar postura. No nos olvidemos que los profetas anunciaron ¡denunciando! Jesús también denunció muchas situaciones injustas frente al judaísmo de entonces que vivía en el conformismo centrado en la dictadura de los preceptos. Es muy grave que muchos católicos de la Iglesia en países ricos no deseemos cambios de verdad sino la prolongación de lo que tenemos. El Concilio reforzó y actualizó el Anuncio pero el problema está en la sociedad del bienestar que no siente la misericordia bíblica ni experimenta indignación ante tanta desigualdad, sino satisfacción por lo que posee. Los cristianos del bienestar no paramos de hablar de los pobres y actuar a favor de los ricos. Los demás sólo cambiarán si primero cambiamos nosotros. El sentido liberador de la cruz se nos escapa.

La vida del cristiano es el único Evangelio que mucha gente leerá en toda su vida, en palabras que solía repetir Hélder Cámara.

¿En qué nos diferenciamos de los que no son de la Iglesia? La vida nos mezcla en el trabajo y en la diversión, en la pandemia y en las dificultades y a veces, hasta destacamos por nuestra falta de amor. Nuestras inconsecuencias llevan a muchos al placebo de las sectas. La Iglesia no es la jerarquía, es toda la comunidad: fieles de a pie en su mayoría... ¿Se parece al estilo, aunque adaptado a los tiempos, de las primeras comunidades? ¿Nos sentimos interpelados con aquellos que sufren, aquí y ahora? ¿Cuál es el estilo de Iglesia que tenemos, en la propia relación comunitaria entre nosotros?

¿POR QUÉ ES DIFÍCIL CAMBIAR DE OPINIÓN?

Fe Adulta 

col clear

El economista J.K. Galbraith escribió una vez: “Ante la disyuntiva de cambiar de opinión y demostrar que no hay necesidad de hacerlo, casi todo el mundo se ocupa de la prueba”.

León Tolstoi fue aún más audaz: “Los temas más difíciles pueden explicarse al hombre más torpe si no se ha formado ya una idea de ellos; pero la cosa más sencilla no puede aclararse al hombre más inteligente si está firmemente persuadido de que ya sabe, sin ninguna sombra de duda, lo que se le presenta”.

¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué los hechos no nos hacen cambiar de opinión? ¿Y por qué alguien seguiría creyendo una idea falsa o inexacta de todos modos? ¿Cómo nos sirven tales comportamientos?

La lógica de las falsas creencias

Los seres humanos necesitan una visión razonablemente precisa del mundo para poder sobrevivir. Si tu modelo de realidad es muy diferente del mundo real, entonces luchas para tomar acciones efectivas cada día. [1]

Sin embargo, la verdad y la exactitud no son las únicas cosas que importan a la mente humana. Los humanos también parecen tener un profundo deseo de pertenencia.

En Atomic Habits, escribí: “Los humanos son animales de rebaño. Queremos encajar, vincularnos con los demás y ganarnos el respeto y la aprobación de nuestros semejantes. Tales inclinaciones son esenciales para nuestra supervivencia. Durante la mayor parte de nuestra historia evolutiva, nuestros antepasados vivieron en tribus. Separarse de la tribu, o peor aún, ser expulsado, era una sentencia de muerte”.

Entender la verdad de una situación es importante, pero también lo es permanecer como parte de una tribu. Mientras que estos dos deseos a menudo funcionan bien juntos, ocasionalmente entran en conflicto.

En muchas circunstancias, la conexión social es realmente más útil para su vida diaria que la comprensión de la verdad de un hecho o idea en particular. El psicólogo de Harvard Steven Pinker lo expresó de esta manera: “Las personas son abrazadas o condenadas de acuerdo con sus creencias, así que una función de la mente puede ser la de mantener creencias que traigan al poseedor de la creencia el mayor número de aliados, protectores o discípulos, en lugar de creencias que es más probable que sean verdaderas”. [2]

No siempre creemos las cosas porque sean correctas. A veces creemos las cosas porque nos hacen quedar bien con la gente que nos importa.

Kevin Simler lo expresó bien cuando escribió: “Si un cerebro anticipa que será recompensado por adoptar una creencia en particular, está perfectamente feliz de hacerlo, y no le importa mucho de dónde viene la recompensa: ya sea pragmática (mejores resultados como resultado de mejores decisiones), social (mejor tratamiento por parte de los compañeros), o alguna mezcla de las dos”. [3]

Las falsas creencias pueden ser útiles en un sentido social aunque no sean útiles en un sentido fáctico. A falta de una mejor expresión, podríamos llamar a este enfoque “factualmente falso, pero socialmente exacto”. [4] Cuando tenemos que elegir entre los dos, la gente a menudo selecciona a los amigos y a la familia por encima de los hechos.

Esta perspicacia no solo explica por qué podríamos callarnos en una cena o mirar hacia otro lado cuando nuestros padres dicen algo ofensivo, sino que también revela una mejor manera de cambiar las opiniones de los demás.

Los hechos no cambian nuestras opiniones. La amistad sí.

Convencer a alguien de que cambie de opinión es realmente el proceso de convencerlo de que cambie su tribu. Si abandonan sus creencias, corren el riesgo de perder los lazos sociales. No puedes esperar que alguien cambie de opinión si le quitas también su comunidad. Tienes que darles un lugar adonde ir. Nadie quiere que su visión del mundo se rompa si el resultado es la soledad.

La forma de cambiar la mente de la gente es hacerse amigo de ellos, integrarlos en su tribu, traerlos a su círculo. Ahora, pueden cambiar sus creencias sin el riesgo de ser abandonados socialmente.

El filósofo británico Alain de Botton sugiere que simplemente compartamos comidas con aquellos que no están de acuerdo con nosotros: “Sentarse en una mesa con un grupo de desconocidos tiene el incomparable y extraño beneficio de hacer un poco más difícil odiarlos con impunidad. Los prejuicios y las luchas étnicas se alimentan de la abstracción. Sin embargo, la proximidad que requiere una comida —algo como repartir platos, desplegar servilletas al mismo tiempo, incluso pedirle a un extraño que le pase la sal— trastorna nuestra capacidad de aferrarnos a la creencia de que los forasteros que llevan ropa inusual y hablan con acentos distintos merecen ser enviados a casa o asaltados. A pesar de todas las soluciones políticas a gran escala que se han propuesto para saldar el conflicto étnico, hay pocas maneras más eficaces de promover la tolerancia entre vecinos sospechosos que obligarlos a cenar juntos”.

Tal vez no sea la diferencia, sino la distancia lo que genera tribalismo y hostilidad. A medida que la proximidad aumenta, también lo hace la comprensión. Me recuerda la cita de Abraham Lincoln: “No me gusta ese hombre. Debo conocerlo mejor”.

Los hechos no nos hacen cambiar de opinión. La amistad sí.

El espectro de creencias

Hace años, Ben Casnocha me mencionó una idea que no he podido desechar: Las personas que tienen más probabilidades de cambiar de opinión son aquellas con las que estamos de acuerdo en el 98 por ciento de los temas.

Si alguien que conoces, te gusta y confía en una idea radical, es más probable que le reconozcas cierto mérito, peso o consideración. Ya estás de acuerdo con ese alguien en la mayoría de las áreas de la vida. Tal vez también deberías cambiar de opinión en este caso. Pero si alguien muy diferente a ti propone la misma idea radical, bueno, es fácil descartarlo como un chiflado.

Una forma de visualizar esta distinción es mediante el mapeo de las creencias en un espectro. Si divides este espectro en 10 unidades y te encuentras en la Posición 7, entonces no tiene mucho sentido tratar de convencer a alguien en la Posición 1. La brecha es demasiado amplia. Cuando estás en la Posición 7, es mejor que gastes tu tiempo conectando con las personas que están en las Posiciones 6 y 8, llevándolas gradualmente en tu dirección.

Las discusiones más acaloradas a menudo ocurren entre personas que se encuentran en extremos opuestos del espectro, pero el aprendizaje más frecuente ocurre de personas que están cerca. Cuanto más cerca estés de alguien, más probable es que la o las creencias que no compartes se desangren en tu propia mente y moldeen tu pensamiento. Cuanto más lejos esté una idea de tu posición actual, más probable es que la rechaces de plano.

Cuando se trata de cambiar la opinión de la gente, es muy difícil saltar de un lado a otro. No se puede saltar por el espectro. Tienes que deslizarte por él.

Cualquier idea que sea lo suficientemente diferente de tu visión actual del mundo la percibirás como amenazadora. Y el mejor lugar para reflexionar sobre una idea amenazante es en un ambiente no amenazante. Como resultado, los libros son a menudo un mejor vehículo para transformar las creencias que las conversaciones o los debates.

En la conversación, la gente tiene que considerar cuidadosamente su estatus y apariencia. Quieren guardar las apariencias y evitar parecer estúpidos. Cuando se enfrentan a un conjunto de hechos incómodos, la tendencia es a menudo a doblar su apuesta por su posición actual en lugar de admitir públicamente que están equivocados.

Los libros resuelven esta tensión. Con un libro, la conversación tiene lugar dentro de la cabeza de alguien y sin el riesgo de ser juzgado por los demás. Es más fácil tener una mente abierta cuando no te sientes a la defensiva.

Los argumentos son como un ataque frontal completo a la identidad de una persona. Leer un libro es como deslizar la semilla de una idea en el cerebro de una persona y dejarla crecer en sus propios términos. Ya hay suficiente lucha en la cabeza de una persona cuando está superando una creencia preexistente. Tampoco necesitan luchar contigo.

Por qué persisten las ideas falsas

Hay otra razón por la que las malas ideas siguen viviendo: porque la gente sigue hablando de ellas.

El silencio es la muerte para cualquier idea. Una idea que nunca es comentada o escrita muere con la persona que la concibió. Las ideas solo pueden ser recordadas cuando se repiten. Solo pueden creídas cuando se repiten.

Ya he señalado que las personas repiten ideas para señalar que son parte del mismo grupo social. Pero aquí hay un punto crucial que la mayoría de la gente no considera.

La gente también repite las malas ideas cuando se quejan de ellas. Antes de poder criticar una idea, hay que hacer referencia a esa idea. Terminas repitiendo las ideas que esperas que la gente olvide, pero, por supuesto, la gente no puede olvidarlas porque sigues hablando de ellas. Cuanto más repitas una mala idea, más probable es que la gente la crea.[6]

Llamemos a este fenómeno la Ley de Recurrencia de Clear: El número de personas que creen una idea es directamente proporcional al número de veces que se ha repetido durante el último año, incluso si la idea es falsa.[7]

Cada vez que atacas una mala idea, estás alimentando al mismo monstruo que intentas destruir. Como escribió un empleado de Twitter: “Cada vez que retuiteas o citas un tuit de alguien con el que estás enfadado, lo ayudarás. Diseminas sus tonterías. El infierno para las ideas que deploras es el silencio. Ten la disciplina para dárselo”.[8]

Tu tiempo está mejor empleado en defender las buenas ideas que en derribar las malas. No pierdas tiempo explicando por qué las malas ideas son malas. Simplemente estás avivando la llama de la ignorancia y la estupidez.

Lo mejor que le puede pasar a una mala idea es que se la olvide. Lo mejor que le puede pasar a una buena idea es que se comparta. Esto me hace pensar en la cita de Tyler Cowen: “Pasa el menor tiempo posible hablando de cómo otras personas están equivocadas”.

Alimenta las buenas ideas y deja que las malas se mueran de hambre.

El soldado intelectual

Sé lo que podrías estar pensando: “James, ¿hablas en serio ahora mismo? ¿Se supone que debo dejar que estos idiotas se salgan con la suya?”.

Déjame ser claro. No digo que nunca sea útil señalar un error o criticar una mala idea. Pero tienes que preguntarte: “¿Cuál es el objetivo?”.

En primer lugar, ¿por qué quieres criticar las malas ideas?

Presumiblemente, quieres criticar las malas ideas porque piensas que el mundo estaría mejor si menos gente las creyera. En otras palabras, crees que el mundo mejoraría si la gente cambiara de opinión sobre algunos temas importantes.

Si el objetivo es realmente cambiar de opinión, entonces no creo que criticar al otro lado sea el mejor enfoque.

La mayoría de la gente discute para ganar, no para aprender. Como dice Julia Galef de manera tan acertada: la gente a menudo actúa como soldados en vez de como exploradores. Los soldados están en el ataque intelectual, buscando derrotar a las personas que difieren de ellos. La victoria es la emoción operativa. Los exploradores, por su parte, lentamente, tratan de trazar el mapa del terreno con otros. La curiosidad es la fuerza motriz.

Si quieres que la gente adopte tus creencias, tienes que actuar más como un explorador y menos como un soldado. En el centro de este enfoque hay una pregunta que Tiago Forte plantea maravillosamente: “¿Estás dispuesto a no ganar para mantener la conversación?”.

Sé amable primero, sé correcto después

El brillante escritor japonés Haruki Murakami escribió una vez: “Recuerda siempre que argumentar y ganar es romper la realidad de la persona contra la que estás argumentando. Es doloroso perder tu realidad, así que sé amable, incluso si tienes razón”.[10]

Cuando estamos en el momento, podemos olvidar fácilmente que el objetivo es conectar con el otro lado, colaborar con ellos, hacerles amigos e integrarlos en nuestra tribu. Estamos tan atrapados en la victoria que nos olvidamos de conectar. Es fácil gastar su energía etiquetando a las personas en lugar de trabajar con ellas.

La palabra “kind” (“amable”) se originó de la palabra “kin” (“pariente”). Cuando eres amable con alguien significa que lo tratas como a alguien de la familia. Esto, creo, es un buen método para cambiar la opinión de alguien. Desarrollar una amistad. Compartir una comida. Regalar un libro.

Primero, sé amable, después sé justo.[11]

 

James Clear

Boletín Semanal (Enrique Martínez Lozano)

 

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Notas

[1] Técnicamente, tu percepción del mundo es una alucinación. Cada ser vivo percibe el mundo de manera diferente y crea su propia “alucinación” de la realidad. Pero diría que la mayoría de nosotros tenemos un modelo “razonablemente exacto” de la realidad física real del universo. Por ejemplo, cuando conduce por la carretera, no tienes acceso completo a todos los aspectos de la realidad, pero su percepción es lo suficientemente precisa como para evitar otros automóviles y conducir de manera segura.

[2] Language, Cognition, and Human Nature: Selected Articles by Steven Pinker

[3] Crony Beliefs de Kevin Simler

[4] Recuerdo un tuit que vi recientemente, que decía: “La gente dice muchas cosas que son realmente falsas pero están socialmente asentadas. Dicen cosas estúpidas, pero no son estúpidas. Es inteligente (aunque a menudo inmoral) asentar tu posición en una tribu y su deferencia a sus tabúes. Esto es conformidad, no estupidez”.

[5] Religion for Atheists por Alain de Botton

[6] El lingüista y filósofo George Lakoff se refiere a esto como activar el marco. “Si niegas un marco, tienes que activar el marco, porque tienes que saber lo que estás negando”, dice. “Si usas la lógica contra algo, lo estás fortaleciendo”.

[7] La Ley de Recurrencia de Clear es realmente solo una versión especializada del efecto de mera exposición. Pero bueno, estoy escribiendo este artículo y ahora tengo una ley que lleva mi nombre, así que es genial. Además, puedes contarle a tu familia sobre la Ley de Recurrencia de Clear durante la cena y todos pensarán que eres brillante.

[8] Tuit de Nathan Hubbard.

[9] “Why you think you’re right — even if you’re wrong” por Julia Galef.

[10] Encontré esta cita de Kazuki Yamada, pero se cree que fue originalmente de la versión japonesa de Colorless Tsukuru Tazaki de Haruki Murakami.

[11] He estado trabajando en este artículo durante más de un año. Hace muchos meses, me estaba preparando para publicarlo y ¿qué sucede? The New Yorker publica un artículo con el mismo título exactamente una semana antes y se convierte en su artículo más popular de la semana. ¿Cuáles son las posibilidades de eso? Mientras tanto, me puse a escribir Atomic Habits, terminé esperando un año y le di a The New Yorker su tiempo para brillar (como si lo necesitaran). Pensé en cambiar el título, pero a nadie se le permiten títulos de copyright y ha pasado suficiente tiempo, así que me quedo con él. Ahora ambos artículos pueden vivir felices en el mundo, como un par perspicaz de gemelos fraternos.

CESEN DE INSTRUMENTALIZAR LAS RELIGIONES PARA INCITAR AL ODIO, A LA VIOLENCIA, AL EXTREMISMO Y AL FANATISMO CIEGO

 

religion digital

 

Llamamiento papal por el Día Internacional para la conmemoración de las víctimas de la violencia basada en la religión o las creencias.

Francisco apeló hoy a que no se instrumentalicen las religiones para crear odio, pues "Dios no necesita ser defendido por nadie".

"Pido a todos que cesen de instrumentalizar las religiones para incitar al odio, a la violencia, al extremismo y al fanatismo ciego", escribió Francisco en su cuenta oficial de Twitter.

Señaló que "Dios no necesita ser defendido por nadie y no quiere que su nombre sea utilizado para aterrorizar a la gente".

El papa hace este llamamiento cuando se celebra hoy, por segundo año, el Día Internacional para la conmemoración de las víctimas de la violencia basada en la religión o las creencias.

La jornada fue establecida en 2019 por la Asamblea General de Naciones Unidas.

En febrero de ese año, Francisco y el gran imán de Al Azhar, Al Tayeb, líder del islam suní, firmaron en Abu Dabhi el "Documento de fraternidad humana" al término de la visita del papa a Emiratos Árabes Unidos, la primera de un jefe de la iglesia católica a la Península Arábiga.

En él, los dos líderes religiosos rechazaron la violencia "en nombre de Dios" y la utilización de las religiones para crear odio

LA PARROQUIA Y LOS POBRES

Fe Adulta 

col gerardo

La parroquia, como “santuario” abierto a todos y llamada a llegar a todos sin excepción, recuerda que los pobres y los excluidos siempre deben tener un lugar privilegiado en el corazón de la Iglesia.

En el documento que ha salido de Roma sobre la parroquia se insiste en que haya una profunda relación entre la comunidad parroquial y los pobres.

Y aquí viene la pregunta y la búsqueda: ¿Cómo encontrar esa relación?

Algunos pobres están en las parroquias principalmente en las puertas pidiendo limosna.

Pero ¿cómo podemos trabajar para que su presencia no sea meramente de limosneo sino de auténtica inserción y sean uno más en la comunidad?

No cabe duda de que entre los fieles hay personas con muchas necesidades y rozando lo que llamamos pobreza económica y sobre todo, social, humana y personal.

Pienso que es fundamental que las personas que piden a la puerta, si lo quieren, entren a formar parte efectiva de la comunidad. Podemos invitarles y en lugar de que pidan, que haya un cepillo, como existe en muchos lugares, del “pan de los pobres”. Las personas que lo deseen, pueden echar ahí su colaboración y ese dinero, entregarlo luego a los pobres.

Mejor sería aún que nos anotásemos con una cuota mensual para ello.

Es preciso que, en la predicación, los pobres estén presentes: que algún día hablen ellos. Que Caritas sea prioritaria en la vida de la comunidad.

Y podemos salir de las paredes de nuestro templo para ver quiénes sufren necesidades en el barrio y con los servicios sociales existentes trabajar para que se puedan promocionar e ir encontrando alternativas.

Hay una posibilidad muy fácil: entre un grupo de personas, anotarnos con una cuota mensual y ver hasta dónde llegamos para pagar un alquiler…

Sin duda que este estilo cristiano puede llevarnos a una austeridad grave en la comunidad. Colaboración con Caritas y otras ONGS, pero lo importante es que la comunidad parroquial transmitamos amor y justicia con los pobres. Y que en la medida de lo posible haya una promoción de sus personas. Será más fácil si alguno de ellos está y participa en los organismos parroquiales.

Y no olvidemos que pobres y desvalidos son también los que viven alguna enfermedad, alguna discapacidad. Que nuestros edificios estén bien dispuestos para facilitar la entrada a las personas con sillas de ruedas, etc.

Será bueno si en ciertas ocasiones tenemos una comida con ellos y si hay personas de otros países, que degustemos también sus productos.

Como comunidad, participaremos en las manifestaciones o gestos que, de una u otra forma, haya en favor de los marginados. Que seamos una comunidad con los pobres y con sus intereses.

Y mucha austeridad a la hora de arreglos en el templo, comprar cálices, ropas, material… No ofendamos a Jesús pobre.

 

Francisco: “Vivimos en una economía enferma, donde millones niños siguen muriendo de hambre y sin educación”

 


Religión Digital

Papa Francisco7El dominio sobre la Creación “no es una carta blanca para hacer de la tierra lo que uno quiere”
“Algunos pueden trabajar desde casa, mientras que para muchos otros esto es imposible. Ciertos niños, a pesar de las dificultades, pueden seguir recibiendo una educación escolar, mientras que para muchísimos otros esta se ha interrumpido bruscamente. Algunas naciones poderosas pueden emitir moneda para afrontar la emergencia, mientras que para otras esto significaría hipotecar el futuro”
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