Miradas cristianas
jueves, 9 de marzo de 2023
Faus: "Lo mismo que dicen de ti lo dijeron de San Ignacio algunos cardenales y teólogos de la época"
Miradas cristianas
La rebelión de las mujeres en la Iglesia
Juan José Tamayo
InfoLibre
El 8 de mazo me parece una efeméride adecuada y muy oportuna para reflexionar sobre uno de los cambios más importantes que se están produciendo en el seno de las religiones en las últimas décadas: la rebelión de las mujeres. Cada vez es mayor el número de mujeres creyentes que se rebelan contra las religiones de las que son miembros y ¡contra sus dirigentes religiosos, y se muestran críticas de su moral misógina, su doctrina androcéntrica, su organización patriarcal y su imagen masculina de dios. Y lo hacen sin renunciar a su afiliación religiosa.
La rebelión tiene lugar a nivel personal y colectivo, en el interior de las religiones y en la sociedad. A nivel personal, viven la experiencia religiosa desde su propia subjetividad, sin tener que recurrir a la mediación de los varones, y desafían y transgreden conscientemente las normas y orientaciones en materia de sexualidad, relaciones de pareja, modelos de familia, planificación familiar, interrupción voluntaria del embarazo, derechos sexuales y reproductivos, LGTBIQ, opciones políticas, etc., que les impone el patriarcado religioso. Y lo hacen sin conciencia de culpa.
Francisco: "Hay que facilitar el cambio de la cultura patriarcal aún imperante"
Religión Digital
CHATGPT: ÉTICA E INTELIGENCIA (SIN CONCIENCIA)
fe adulta
theconversation.es - 8 febrero 2023
Javier Morales Mediano y Diana Loyola Chávez
Una participación del 49 % en la compañía OpenAI, propietaria de ChatGPT, ha sido recientemente adquirida por Microsoft por 10 000 millones de dólares.
ChatGPT es una plataforma de inteligencia artificial con un modelo de procesamiento del lenguaje natural (NLP, por sus siglas en inglés) que genera texto coherente y natural en respuesta a una variedad de consultas. Para ello, el modelo ha sido entrenado con un gran corpus de texto. Esto permite su utilización para tareas como la generación de texto, la respuesta a preguntas y el procesamiento del lenguaje natural en general.
Uso académico: problemas de integridad y originalidad
El uso de modelos de lenguaje como ChatGPT para trabajos académicos plantea una serie de preocupaciones éticas. Aunque pueden hacer que las tareas de investigación y escritura sean más eficientes, permitiendo a los académicos enfocarse en aspectos de su trabajo más complejos y de mayor valor añadido, surgen dudas sobre la integridad y originalidad del trabajo que se está produciendo.
Una de las principales preocupaciones éticas con el uso de modelos de lenguaje para el trabajo académico es el problema del plagio. Al utilizar un modelo para generar texto, se vuelve mucho más fácil para las personas presentar el trabajo de otros como propio. Simplemente parafraseando de manera automática, es decir, diciendo lo mismo con otras palabras y otro orden sintáctico, el mismo trabajo puede hacerse pasar por otro.
Esto puede llevar a una devaluación del arduo trabajo y dedicación que se requiere para producir trabajos de investigación. Lo que a su vez también puede socavar la credibilidad de la comunidad académica en su conjunto.
La propia detección del plagio es mucho más difícil. Esta dificultad se produce porque el texto generado por el modelo probablemente será diferente de la fuente original. Como mencionaba el investigador Daniel González Padilla, los modelos de lenguaje generativo como ChatGPT pueden ser utilizados para generar textos plagiados cuyos contenidos son siempre distintos a los originales y, por tanto, difíciles de detectar.
Falta de originalidad
Otra preocupación ética es que el uso de modelos de lenguaje para el trabajo académico podría conducir a una homogeneización de las ideas y los puntos de vista.
Si las personas se basan en estos modelos, es posible que el texto generado sea menos diverso que el producido únicamente mediante esfuerzo humano. Esto podría conducir a un estancamiento de las ideas y una falta de pensamiento crítico. Un tipo de pensamiento especialmente necesario dentro de la comunidad académica.
Falta de contexto e implicaciones
Además, los modelos de lenguaje no están diseñados para proporcionar un contexto completo para la información que genera, como el propio ChatGPT reconoce. El modelo genera texto basado en la entrada y sus datos de entrenamiento, pero no tiene la capacidad de entender las implicaciones éticas, culturales o políticas de la información proporcionada.
Esta falta de reflexión podría conducir a la propagación de información falsa, sesgos o incluso discriminación. Todas estas preocupaciones éticas deben ser tenidas en cuenta antes de utilizar estos modelos para el trabajo académico.
También sería conveniente desarrollar directrices y mejores prácticas para garantizar la integridad y originalidad del trabajo que se está produciendo.
Inteligencia con conciencia
El filósofo Juan Arana afirma que la conciencia es y seguirá siendo un misterio inabordable para la ciencia. La conciencia moral nos hace libres para la acción moral y trasciende la experiencia meramente cognitiva.
Si los nuevos y sofisticados avances llegarán a generar conciencia es algo tan incierto como resolver el enigma de por qué los humanos la tenemos, continúa Arana. Así, advierte de la necesidad de detenernos a pensar sobre los avances científicos y sus consecuencias. Para ello, apela precisamente a la conciencia, afirmando que es una facultad irreductible a los sistemas de información técnicos. Los seres humanos tendremos que pensar sobre nosotros mismos y nuestras producciones en nuestro quehacer profesional y personal.
¿Una ayuda?
Como quizá todavía no se haya notado, este artículo ha sido escrito con la ayuda de ChatGPT. La finalidad ha sido doble: probar el modelo e invitar al lector a plantearse algunas cuestiones.
Inicialmente, utilizamos ChatGPT lanzándole la pregunta sobre cuáles serían los dilemas éticos que su propia utilización podría acarrear. Enseguida nos dio la idea de los tres problemas presentados.
Luego quisimos profundizar en uno de ellos y nos llevó a uno de los autores citados. Por último, tomamos sus propias respuestas como referencias en algunas partes del artículo.
Podemos decir que la prueba fue un éxito, pero no pudimos dejar de hacernos las siguientes cuestiones que creemos trascienden el mundo académico: ¿debemos acudir al uso de estas aplicaciones para lograr satisfacer una cada vez mayor exigencia de nuestro trabajo? ¿Cuáles serían los límites de este uso en caso de ser aceptado?
Inteligencia con o sin conciencia
En palabras del filósofo François Vallaeys, debemos preguntarnos cuál es la combinación idónea entre inteligencia sin conciencia (como sería ChatGPT) y la inteligencia con conciencia (la nuestra). Sin querer posicionarnos respecto a las cuestiones planteadas, sí es necesaria la reflexión sobre su uso, utilidad y consecuencias.
Según Vallaeys, no podemos ignorar las herramientas que nos ayudan en la simplificación de algunas tareas. Pero su uso se debe completar con la experiencia personal y empática del autor del trabajo. Es esta aportación la que permitirá profundizar en el diálogo y la reflexión crítica.
Se trata de buscar equilibrios y posibles soluciones entre todos. Respuestas que vayan más allá de salidas simplistas. Sólo así salvaremos lo diferente, lo asombroso, lo no trivial y verdadero de la condición humana.
Autoría
Codirector del DBA in Management and Technology y Profesor del Departamento de Marketing, Universidad Pontificia Comillas
Profesora de Filosofía. Ética aplicada y Filosofía práctica, Universidad Pontificia Comillas
Universidad Pontificia Comillas aporta financiación como institución colaboradora de The Conversation ES.
LA SALUD DIGITAL
El título me viene dado por unas jornadas en febrero, celebradas en Roma desde el centro de actividad pastoral de la Universidad Salesiana. Una entidad dedicada y especializada en el mundo de la adolescencia y juventud.
La etimología de la palabra salud es del latín: salus que significa "totalidad, entero". Se busca una estabilidad, una integridad. Y si llegamos a la raíz indoeuropea: solidez. Y si seguimos la definición de la OMS (Organización Mundial de la Salud): "Un estado de completo bienestar físico, mental y social no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades". Y es necesario saber que esta definición es del año 1948. Los tiempos cambian. Y habría que modificarla para pasar de un bienestar a un bienser en nuestra lengua. Aun así, a la palabra salud se le añade un adjetivo para concretar el aspecto: físico, mental, espiritual y otros. Ahora “digital”, pero con la palabra “salud humana o integral”, se recogen todos los añadidos que sea necesario poner. Sin embargo, no va mal remarcar algún aspecto para intensificar la investigación no únicamente científica, que es imprescindible, pero no abarca la totalidad o la integridad del Ser Humano. Y por otra parte, querer ser la única que tiene las respuestas ciertas y acertadas está superado. Y con la aportación de la física cuántica, maravillosa aportación, debemos aceptar que tampoco tiene la última palabra... Nos resuelve enigmas, pero no el Misterio.
Tenemos la robótica, la inteligencia artificial y la digital. La digital se refiere a las relaciones humanas en uso de la técnica. Por eso se habla de “la mentalidad tecnológica” que empezamos a ser más consciente de ello. Buscamos la rapidez, la comodidad, la eficiencia en hacer las cosas. No sólo de forma consciente, sino que aprendemos el hábito de forma inconsciente y eso siempre que existe una nueva técnica o nuevos instrumentos. En pocos años ha habido un salto muy significativo en el mundo global o si desea en “la maquinaria global”. Algunos con el golpe de estado mundial financiero van consiguiendo construir una gran máquina que integre a toda la humanidad y manipularla. En parte se ha llegado, pero no en su totalidad. Por eso el gran grito: “Salud o liberación digital”
Por eso es necesaria una fuerte salud digital o de relaciones humanas. O bien la palabra que se utiliza: Humanizar las relaciones digitales. Es necesario educar a los entornos para no caer en disfunciones o disonancias o en desequilibrios. Cultivar sanamente las redes sociales para que nuestra identidad, nuestro simpático e imprescindible “ego” no quede diluido, pillado, atrapado, despreciado en las redes sociales. Es necesaria una salud liberadora. Los poderes fácticos inhumanos o reducidos a sus propios intereses individualistas esclavizan con engaños, mentiras, sofismas y otros medios a las masas. Es necesaria una capacidad crítica para poder cambiar sistemas.
El “ego” necesita saber autorregularse ante la técnica para responsabilizarse de sus capacidades y no ser tragado. Una labor de aprendizaje y educativa de valores. Ésta se transmite por ósmosis. Eso sí, comienza en la familia, tenga el formato que tenga. Y sino es necesario aceptar las consecuencias de falta de autocontrol en palabras y hechos de la hijada. Y se prolonga al ir al sistema de enseñanza. Y aquí es necesario un magisterio o maestría como un profesorado preparado, formado para cuestionar el mismo sistema de enseñanza donde el alumnado es el centro de atención, pero no el que dirige este centro. La autoridad en el sentir de ayudar a crecer es totalmente necesaria. Que el niño o niña en párvulos o primaria o en la enseñanza secundaria obligatoria o postobligatoria debe orientarse, no la autodirección porque no tiene la capacidad. Además, la pedagogía comprensiva, desgraciadamente mal interpretada, ha llevado a un desprestigio del sistema como de la autoridad de los docentes.
Es cierto que esta "maquinaria global" quiere "cerebros tecnificados, no críticos". O como dice Hanna Arendt (1906-1975), por citar a una autora muy conocida: “La digitalización conduce a la alteración de las capacidades humanas que no pueden modificarse sin cambiar la condición humana”.
Por tanto, es necesaria “una salud digital” que incluye aprender técnicas, pero al mismo tiempo transmitir valores, que respondan a la realidad actual en las coordenadas correspondientes de espacio y tiempo.
Y miento tres personas críticas: Slavoj Zizet con su libro: Hipocresía (diciembre de 2022) y Byung-Chul, Han: La vida contemplativa (2023). Y Esquirol, Josep Maria: Humano, más humano. Una antropología de la herida infinita (2021). Autores para fortalecer la "salud integral", que contiene la "digital a humanizar". Sin embargo, como hay muchas conexiones en las redes sociales, me pregunto: ¿Es comunicación? Otro ámbito a debate.
Como no podremos sacar esta maquinaria global, que en parte nos hace la vida mejor, y es necesario que toda la Humanidad pueda disfrutarla, pero no solo para un mundo privilegiado. Un mundo a controlar sanamente y vigilar las psicopatologías que se pueden inferir: adicción, acrítico, psicopatía, solipsista y tanto otros que irán manifestándose.
Autorregulación, responsabilidad, crítico y sobre todo “humanos”. Un tema en primera línea, afortunadamente. Y no en vano el responsable de las jornadas del mes de febrero, cerraba las jornadas diciendo: "Debemos seguir profundizando en el estudio del universo digital siempre con diálogo con la ciencia moderna y con una visión educativa íntegramente humana".
Jaume PATUEL (1935)
Pedapsicogogo
JOSÉ MARÍA DE LLANOS: EL CREDO QUE HA DADO SENTIDO A MI VIDA
A los 31 años de su muerte (1906-10 de febrero de 1992). El jesuita José Mª Llanos y el barrio del Pozo del Tío Raimundo a donde él llegó como vecino y párroco en pleno nacionalcatolicismo de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, fue un referente en el cristianismo progresista de antes y después del Concilio. Él publicó su Credo en el segundo de la famosa serie de Desclée (sobre la que escribía hace diez años un artículo en su Blog el viejo amigo de Atrio Miguel Ángel Velasco). Hoy nos recuerda ese aniversario otro amigo, Juan Antonio Delgado de la Rosa, doctor en Historia, que ha dedicado mucho trabajo a recoger la memoria de tantas figuras importantes de aquella época: Diez Alegría, Mariano Gamo, García Salve, Eugenio Rollo… AD.
Con solo siete años, el pequeño Llanos quedaría huérfano de madre. Esa orfandad, más que un mero dato histórico, se hizo en Llanos “espacio y misterio” que le marcará íntimamente de forma indeleble. Es como un virus, el de la soledad más honda. Un sentimiento que horadaba el alma (cuando golpea la circunstancia vital de un niño privado de la ternura de su madre). La orfandad fue el origen de sus depresiones, que se incrementaron con la muerte de su hermano Nicomedes. Por tanto, para Llanos la orfandad se pagaría de por vida como sentida carencia, que le hiere las entrañas. Esta orfandad tan hondamente vivida, sería para Llanos clave para reconocer sus taras y su carácter difícil. De sus humores casi crónicamente bajos, de sus irascibilidades y sus repliegues.
La esperanza pone al hombre a la tarea de este mundo, citándonos hoy para mañana y mañana para pasado, sin saltos ni evasiones, pero sin puntos finales ni autoderrotas, porque esta esperanza cristiana incluye el Maranatá. Esperanza absoluta ante la cual la muerte no es sino un mañana más original y serio. Y así escribió su Credo, que hoy 31 años después, de la usencia sentida de Llanitos, nos ilumina en el camino de la vida:
“Creo que la vida es buena,
la que experimenté, la que experimento, la del “a pesar de todo”,
la que besa por sorpresa, la que guarda las espaldas,
la que cita desde las cosas tan sencillas y en las horas más calladas.
Creo en los hombres como son,
en aquellos que fueron amigos entrañables, y en los que me moldearon diestramente,
en aquellos a los que me atreví a moldear también un poco,
y en todos con los que marché y marcho por la vida,
confesando al amor como artículo de fe. Creo en la acción,
la que me fue despertando e irguiendo, según tomaba parte en la aventura humana, la que me salvó del naufragio
al par que me quemaba, en dialéctica feroz, la acción que es pensamiento, saber, curiosidad, palabra y pluma,
tareas, mando…y la poesía.
Creo en las “causas” humanas,
las que fui descubriendo una tras otra, a las que serví,
y al fin de ellas, en esta,
la de la justicia y libertad para todos,
según estructura socialista compartiendo entonces el llanto, la rabia y la lucha
con los hombres del pueblo.
Creo en el sentido de los fracasos,
en el de las perplejidades, la impotencia y el mal,
en el de la vulgaridad, el egoísmo, el cansancio, en la depresión, el absurdo y la náusea,
en mis “retiradas” mil, y en la muerte tan callando.
Creo en el misterio,
como telón de fondo, interrogante,
el que asoma detrás de cada triunfo y de cada derrota,
de cada flor, de cada latido y de cada hermano, tras la luz tan abierta y el silencio profundo.
Creo con otra fe, que ya no es mía del todo, creo en Jesús de Nazaret, Señor y hermano,
su muerte y su victoria, su vida aquí y ahora, su mensaje liberador, su llama exigente,
su profecía cifrada…y en Él.
Creo en Dios Padre, y en su don, el Espíritu, por Jesús y según su palabra,
creo en la alianza jurada y la promesa,
creo en una su presencia inexperimentable y en una su acción incomprensible,
creo por ello en la paz, y en la plegaria.
Creo en la Iglesia y en la humanidad,
creo en la Iglesia como levadura humilde, sacramento y llamada,
creo en mi ministerio entonces, en mi puesto, aquí desde hace 47 años,
creo en la humanidad entera, como pueblo que marcha trabajando por Dios,
en libertad y progreso, estructurado y ya púber, con sus vivos y sus muertos, hacia el Reino.
Creo al fin y por fin en la esperanza,
en el “ya sí pero todavía no”,
en el “a pesar de los pesares”,
en el “mañana, pues, y pasando mañana”…,
en el “todo es posible porque Dios es y más…”
Redacción de Atrio
¡PAZ POR TERRITORIOS YA!
fe adulta
No más uñas de colores incrustadas en la caja del dolor. No más vidas físicas sacrificadas en el altar de la patria. No más viudas a destiempo, desgarro sobre los ataúdes de madera. No más derroche de heroísmo, futuros sellados bajo la enseña azul y amarilla… ¡Paz por territorios yaı
Su dolor es nuestro dolor, incluso cuando la caja está cubierta con la otra y hoy triste bandera del invasor. Todas las lágrimas son nuestras, por más que hayan brotado de otros ojos sólo aparentemente más ajenos. El 15 % del territorio ucraniano aún hoy en manos rusas no merece esta sangría humana, esos paisajes desolados, esa geografía de escombros e infierno.
Finlandia ya cedió tras la Guerra Mundial un 10% de su territorio a Rusia y ha podido mantener desde entonces una paz estable con su expansionista vecino.
A un año del inicio de la invasión de Ucrania, se hace preciso explorar vías de negociación que pongan fin a esta cruel guerra que tantas víctimas se ha cobrado ya. El cese de las hostilidades y la búsqueda de la paz se hace cada día más imperativo.
Ucrania ya ha triunfado en los más importantes terrenos de la ética y de la opinión pública internacional. "Paz por territorios", puede ser una muy digna salida para Ucrania ante una situación tan comprometida, grave y lacerante. Ni uno ni otro lado tiene fuerzas suficientes para alcanzar la victoria y ello implica una guerra larga con resultado incierto y un coste muy alto de vidas.
Cada vez más analistas coinciden que es muy difícil acabar con el conflicto en el campo de batalla. De momento Rusia va a seguir echando mano del armamento convencional, ¿pero de qué no puede ser capaz Putin cuando éste se le acabe...? ¿Quién puede asegurar, que este dirigente de tan escasa ética, no esté dispuesto a inmolar a propios y ajenos con tal de no ceder…?
Quizás debamos elevar la mirada por encima del terreno físico y la bandera que clavamos en él. La conciencia ganará el terreno que hoy es preciso ceder en el ámbito de la negociación.
Ucrania ya ha vencido, ahora es preciso avanzar hacia la paz. Rusia está despertando poco a poco. Más en ello, más en el millón y medio de “traidores" que han dejado plantado a Putin y huido, más en la necesaria mesa de negociaciones nuestra esperanza que en el rearme artillero del ejército ucraniano. ¡El dolor inmenso de la guerra traiga su debida recompensa de amor y de luz! ¡La paz prevalezca para siempre en la tierra!
TAJANTE, QUE DIVORCIADOS Y MIEMBROS DEL COLECTIVO LGTB “NO DEBEN SER EXCLUIDOS CATEGÓRICAMENTE DE LA COMUNIÓN”
religión digital
Sabido es que la comunión entre los obispos de Estados Unidos está siendo una labor que requiere trabajos extra desde la elección del papa Francisco, hace ahora diez años. De hecho, es uno de los episcopados más refractarios a las reformas que está tratando de implementar el Pontífice argentino. Uno de los obispos que más han entrado en la esfera reformista de Bergoglio es el de San Diego, Robert W. McElroy, al que creó cardenal hace tan solo unos meses. Y que ahora, tras un artículo escrito en America, la revista de los jesuitas estadounidenses, uno de sus hermanos, el obispo de Springfield, Thomas J. Paprocki, le viene a acusar de mantener planteamientos heréticos sobre su postura con respecto a la comunión de los divorciados y personas LGTB.
Y ahora, en otro artículo en la misma publicación, el cardenal McElroy sale al paso de las reacciones, entre las que ha cosechado, según señala, "un apoyo sustancial y una oposición significativa", dado que "la mayoría de los que criticaron mi artículo se centraron en su tratamiento de la exclusión de la eucaristía a los divorciados vueltos a casar y miembros de la comunidad LGTB".
Desafíos a la tradición
"Las críticas incluyeron la afirmación de que mi artículo desafiaba una antigua enseñanza de la Iglesia, no prestaba la debida atención al llamado a la santidad, abandonaba cualquier sentido de pecado en el ámbito sexual y no resaltaba la naturaleza esencial de la conversión. Quizás de manera más consistente, la crítica afirmó que la exclusión de la Eucaristía es esencialmente una cuestión doctrinal más que pastoral", señala.
Y en este sentido, el obispo de San Diego señala ahora que "si bien la enseñanza católica tiene un papel esencial en la toma de decisiones morales, es la conciencia la que tiene el lugar privilegiado. Como ha dicho el papa Francisco, el papel de la iglesia es formar conciencias, no reemplazarlas".
"Exclusiones categóricas de divorciados vueltos a casar y LGTB de la eucaristía no dan el debido respeto a las reflexiones internas de conciencia que las personas tienen con su Dios al discernir la elección moral en circunstancias complejas", señala el cardenal, quien recuerda su proposición de "que la Eucaristía nos sea dada como una gracia profunda en nuestra conversión al discipulado".
No privar de la medicina de la eucaristía
"Como nos recuerda el Papa Francisco -prosigue el artículo del purpurado-, la Eucaristía 'no es un premio para los perfectos, sino una poderosa medicina y alimento para los débiles'. Privar a los discípulos de esa gracia bloquea uno de los principales caminos que Cristo les ha dado para reformar sus vidas y aceptar el Evangelio cada vez más plenamente. Por todas estas razones, propuse que las personas divorciadas y vueltas a casar o LGTB que buscan ardientemente la gracia de Dios en sus vidas no deben ser excluidos categóricamente de la Eucaristía".
"Es importante señalar que las críticas a mi artículo no buscaban demostrar que la tradición que clasifica todos los pecados sexuales como pecados mortales objetivos sea correcta, o que produzca una enseñanza moral que esté en consonancia con el universo más amplio de la enseñanza moral católica. En cambio, los críticos se centraron en la afirmación repetida de que la exclusión de personas divorciadas/nuevamente casadas y LGTB de la Eucaristía es una cuestión doctrinal, no pastoral", razona.
"Yo respondería que el Papa Francisco precisamente nos está llamando a apreciar la interacción vital entre los aspectos pastorales y doctrinales de la enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones como estas", afirma el cardenal, quien añade que el Papa "ha enmarcado una teología pastoral sustantiva en el corazón de la vida de la iglesia", una mirada pastoral "que exige que todas las ramas de la teología atiendan de manera mucho más sustancial la realidad concreta de la vida humana y del sufrimiento humano en la formación de la doctrina".
McElroy, citando a Francisco, señala que estas situaciones "exigen que la teología moral proceda de la acción pastoral concreta de Jesucristo, que no exige primero un cambio de vida, sino que comienza con un abrazo del amor divino". Y, en concordancia por el Papa, asegura que sus teología pastoral, por la que él claramente apuesta, "rechaza una noción de ley que puede ser ciega a la singularidad de las situaciones humanas concretas, el sufrimiento humano y la limitación humana".
LAS MUJERES TIENEN UNA CAPACIDAD DE GESTIÓN SUPERIOR A LA NUESTRA
"Las mujeres tienen una capacidad de gestión y de pensamiento totalmente diferente a la nuestra y también, yo diría, superior a la nuestra, de otra manera. Lo vemos también en el Vaticano: donde ponemos mujeres, inmediatamente la cosa cambia, sigue adelante", señaló el papa Francisco durante la audiencia que concedió el sábado al equipo de la revista Donne Chiesa Mondo, que edita L'Osservatore Romano.
"La mujer tiene la capacidad de tener juntos tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos. Y piensa lo que siente, siente lo que piensa y hace, hace lo que siente y piensa. No digo que todas las mujeres lo hagan, pero tienen esa capacidad, la tienen. Eso es estupendo", les dijo Francisco.
"Otra categoría de pensamiento"
Francisco, que se declaró lector de la publicación ponderó, en vísperas del 8M el genio femenino, también, como añadió, "en la vida cotidiana". "Muchas veces lo vi cuando pasaba en el autobús, haciendo cola para visitar a sus hijos en la cárcel y las mujeres allí: la mujer que nunca deja a su hijo, ¡nunca!".
En un ambiente relajado e intimista, Francisco siguió desgranando su pensamiento sobre las mujeres: "Mujeres, mujeres: usamos lo femenino como cosa de descarte, de juego, de broma", para reivindicar que el de las féminas es "otra categoría de pensamiento, pero no sólo pensamiento: pensamiento, sentimiento y obras", les dijo.
DIEZ AÑOS EN LA CUERDA FLOJA: FRANCISCO, EL REFORMADOR DE LA CUARTA VÍA
religión digital
Francisco, Reformador por la Cuarta Vía. Ni restauración, ni ruptura, ni solo renovación, sino reforma
De Benedicto a Bendecido
Hace diez años titulé De Benedicto a Bendecido el primer gesto del nuevo obispo de Roma: jesuita argentino con nombre franciscano invita a rezar en silencio. Esperábamos bendición papal, pero él pide primero que el Espíritu nos bendiga. El gesto clave de hermandad universal auguraba bendiciones, cumplidas año tras año con gestos, palabras y silencios, retratos de un estilo pastoral de misericordia evangélica, discernimiento espiritual y comunión de caminantes en el Espíritu. Así promueve la “conversión del Papado” y la “conversión pastoral” de una iglesia que deje de hablar “más de la ley que de la gracia, más de ella misma que de Jesucristo, más del Papa que de la Palabra de Dios (“Evangelii Gaudium”, EG, 32-38). El poliédrico Francisco (EG 236): discierne como san Ignacio, para reformar, compadece, como san Francisco, para sanar ; escucha y acompaña, como san Alfonso Ligorio, para reconciliar.
No caben aquí recopilaciones. Me limito a un tema: la audacia de Francisco para ir por el “Camino de en medio” (que no el “punto medio”, sino “la cuarta Vía” de conversión continua y reforma evangélica por camino sinodal (EG. 217-237). Lectores/as de este blog disculparán lo repetitivo de la cantilena sobre la “la cuarta vía” (Cf. numerosos posts de estos diez años en RD sobre Papa Francisco y moral).
Ni restauración, ni ruptura, ni renovación cosmética, sino reforma por el Espíritu
Más allá de la restauración conservadora y del reformismo progresista; también más allá del “punto medio” de compromiso diplomático “a la vaticana”, el “camino de en medio” de Francisco no es postura intermedia de “pseudo-centro”, sino cuarta opción para que caminen juntas las divergencias hacia una convergencia que requiere tiempo y sufrimiento, manteniendo equilibrios inestables con la ayuda del Espíritu Santo.
Lo ilustraría con un cable extendido sobre la plaza de san Pedro: Francisco se balancea, báculo-pértiga en la izquierda y mano derecha bendiciendo hacia las periferias. El pueblo reza y aplaude mientras él entona coplas de utopía, aunque no estén de moda, ni siquiera entre fieles seguidores.
Para la reforma eclesial, el Papa Francisco camina por la vía media o camino de en medio; pero prefiero llamarle cuarta vía, para evitar la confusión con el simple “punto medio inmovilista entre dos extremos”.
No basta la renovación cosmética
Al revisar la tradición y recrearla con fidelidad, se dan tres actitudes estáticas y un cuarto estilo dinámico de creer, pensar y actuar para reformar.
Tres actitudes estáticas:
1) tradicionalismo a ultranza 2) ruptura radical 3) renovación cosmética moderada mediante “documentos de compromiso en el punto medio”, sin acabar de salir del inmovilismo.
Ejemplos de la “tercera postura”: la Declaración sobre el Cuidado Pastoral de Personas Homosexuales (CDF, 1986) o el Responsum sobre la bendición del enlace de personas del mismo sexo (CDF, 2021). Estos intentos timoratos aparentan ser mediación, pero no asumen la necesidad de que evolucionen las doctrinas. Tampoco bastan para superar la triple crisis que confronta la Iglesia hoy: 1) crisis de las formas de transmisión de la fe que pueden y deben evolucionar y cambiar; 2) crisis de fe y alejamiento de creyentes en situaciones de marginación dentro de la comunidad; 3) crisis sistémica en la cumbre y estratos dirigentes de la iglesia institucional.
Contrastando con estas tres actitudes, la “cuarta vía” propone el camino de en medio: conversión perenne, diálogo crítico y creativo, camino sinodal de posturas divergentes que se escuchan mutuamente a la vez que escuchan al Espíritu y siguen caminando hacia una futura convergencia, viviendo con esperanza y compasión mutua los dolores de parto de la evolución de las doctrinas.
¿Bendecir el enlace de parejas del mismo sexo?
Un ejemplo concreto. Cuando Francisco se opone a las legislaciones que tratan la homosexualidad como delito o cuando admite el enlace civil de parejas del mismo sexo surgen diferentes reacciones por parte de las tres posturas mencionadas.
Ejemplos: a) a un obispo de la “primera vía” tradicionalista le parece que el Papa está pensando y actuando en contra de la doctrina de la iglesia. Este obispo sufre porque no asume la necesidad de evolución en la interpretación de las doctrinas;
b) a un obispo de la “segunda vía”, más liberal, que acompaña a minorías marginadas en la sociedad y en la iglesia, le parecen insuficientes los gestos papales de acogida, respeto y discernimiento, porque percibe en carne viva la necesidad de romper con siglos de inmovilismo. Este obispo sufre impotente al ver dentro de la iglesia la causa sistémica de muchos alejamientos y pérdidas de fe;
c) un tercer obispo, de escuela "ratzingeriana", le sugiere al Papa un “punto medio” (que en realidad es “una ultraderecha disfrazada de centro”). “Publiquemos, dice, un documento que insista en no discriminar, en acoger a las personas y respetar sus derechos; admitamos incluso ciertos actos discretos de acogida comunitaria, pero dejando claro que no se cambia nada de lo que dice el Catecismo sobre castidad y pecado, que no hay cambio en la interpretación tradicional del “procread y multiplicaos”, de la Moral sexual tradicional o de la ley natural etc.
Al primero de estos tres obispos le dice Francisco que tiene que convertirse.
Al segundo le dice que está de acuerdo, pero que a esa reforma no se debe llegar por decreto, sino por camino sinodal.
Ante el tercero... Francisco lo pasa mal y se queda perplejo, siente que le meterán el gol de tener que firmar (por el momento) con su visto bueno una declaración de CDF, a sabiendas de que esa tercera vía no soluciona nada. Pero al mismo tiempo prosigue repitiendo los gestos que anuncian la cuarta vía y animando a proseguir por el camino sinodal,...
Luz verde a agentes de pastoral y docentes de moral teológica
En la década del Papa Francisco, tanto en la práctica pastoral como en la enseñanza de la teología, se puede practicar la cuarta vía evangélica para acoger, en vez de condenar; bendecir, en vez de demonizar; ayudar a discernir en conciencia soluciones pastorales a situaciones canónicamente calificadas como irregulares y doctrinalmente pendientes de evolución y reforma. Se puede hacer esto, no solo con la conciencia tranquila, sino también sin temer que algún inquisidor ponga en el punto de mira al presunto disidente.
Clave de “la cuarta vía”: misericordia evangélica, discernimiento responsable y comunión itinerante (sinodal). (EG 20-39, 217-237)
¿Qué ocurre cuando se afrontan con esta actitud algunos temas controvertidos, por ejemplo, situaciones matrimoniales llamadas eufemísticamente “irregulares”, o el criterio de evaluación moral del comportamiento sexual humano, o no confundir delito penal con injusticia o pecado, etc... ?
En tiempos de Juan Pablo y Benedicto, un sacerdote o agente pastoral o un profesor de moral que creyera, pensase y actuase según esa cuarta vía tenía que admitir que su postura es incompatible con lo que oficialmente dicen documentos eclesiásticos como, p.e., Homosexualitatis problema (1986) o el Nuevo Catecismo (1992) y el Nuevo derecho canónico (1983) , - por cierto, ninguno de los dos “nuevo”, sino repetidor de lo que tenía que reformarse, pero solamente se había renovado tímida y vaticanamente, según la “tercera alternativa”: más de lo mismo...
Tarea pendiente en la era post-Ratzinger
Al conmemorarse el cincuentenario del Concilio Vaticano II, Ratzinger recomendó releer el Catecismo y el Derecho canónico, poniéndolos al mismo nivel que los documentos del Concilio, aunque ambos contienen muchos puntos de retroceso y desacuerdo con la reforma conciliar. El famoso discurso de Ratzinger sobre la interpretación del Concilio en términos de renovación y no de reforma explica las reticencias que él abrigaba contra Gaudium et spes (1965).
Hoy, en cambio, a quien se le presenta ese problema es al mismo Francisco, porque le achacarán sus objetores que su reforma es incompatible con la doctrina tradicional de la iglesia.
Cuando preguntan hoy sobre la bendición eclesial del enlace civil de parejas del mismo sexo, la cuestión no es si concuerda con la doctrina tradicional de la iglesia, sino cómo ha evolucionado y tiene que seguir evolucionando esta doctrina. Y esta es la gran tarea pendiente para la que no le da tiempo a Francisco, aunque llegue a centenario (¿le dará tiempo a su sucesor?).
(Continuará en próximos posts sobre evolución de las doctrinas)
Juan Masiá, teólogo jesuita
LA SAMARITANA Y JESÚS. UN ENCUENTRO MÁS ALLÁ DE LO ESPERADO Juan 4, 5-42
fe adulta
El evangelio de Juan, antes de narrar el encuentro de Jesús con la mujer samaritana, informa de que Jesús había abandonado el territorio de Judea y se volvía a Galilea debido a la incomprensión que había experimentado por parte de quienes se aferraban a las cosas tal como habían sido siempre y no querían abrirse a la novedad que él proclamaba (Jn 3, 22-4, 3). Por eso, para seguir posibilitando que su mensaje siga siendo Buena Noticia para todas y todos, se pone de nuevo en camino.
Al atravesar la región de Samaria, hizo una parada en Sicar junto al pozo de Jacob donde una mujer de la zona llegó a coger agua (Jn 4, 7). Como judío, Jesús se encuentra en un lugar poco seguro, pues judíos y samaritanos estaban enfrentados por su diversa manera de entender la común religión (Jn 4, 9). El diálogo comienza a partir de una sencilla petición de Jesús: dame de beber, presentándose así ante la mujer sin prejuicios y expresando con sencillez su necesidad (Jn 4,7).
A la mujer le sorprende la osadía de Jesús y se lo hace saber: “¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?” (Jn 4, 9). Estas palabras traducen con nitidez los obstáculos que las formas estáticas de pensar y de actuar generan en el encuentro entre los seres humanos y la prevención instintiva que nos produce lo diferente, lo que no responde a lo que consideramos adecuado o válido. Jesús, por su parte, con su sencilla petición le propone “cambiar las reglas del juego” e iniciar un diálogo desde otra perspectiva, con nuevas preguntas y respuestas insospechadas.
Jesús no justifica su atrevimiento, sino que la desafía de nuevo, cuestionándole su modo condicionado de ver a Dios y su incapacidad para ver la novedad que podía surgir en el encuentro: “¡Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice ‘dame de beber’, tú le habrías pedido y te habría dado agua viva!” (Jn 4, 10).
La samaritana tiene dificultad para comprender las palabras de Jesús porque no es capaz de ubicarlas en ningún lugar conocido. Ella solo puede interpretarlas desde su tradición y su cotidianeidad: “Señor, no tienes cubo y el pozo es profundo, ¿de dónde sacas agua viva? ¿Eres, acaso, más poderoso que nuestro padre Jacob, que nos legó este pozo, del que bebían él, sus hijos y sus rebaños?” (Jn 4, 11-12). Pero el Dios que se revela en Jesús es don, gratuidad, derroche… vida que no se deja atrapar en “los pozos” donde siempre hemos ido a beber, en los que saciamos nuestras preguntas, refrescamos nuestras ideas y conceptos y abrevamos nuestras costumbres y rituales cada día. Jesús cuestiona ese modo de proceder y nos invita a dirigirnos al manantial donde todo fluye y nada se estanca, a ese manantial que “brota para producir vida eterna” (Jn 4, 13-14), porque lo propio de Dios no es la eterna estabilidad sino el continuo dinamismo que nos acoge en nuestras circunstancias, en el crecimiento y el límite, en los avances y retrocesos.
La mujer por fin descubre el valor de la propuesta de Jesús y la desea, pero busca recibirla desde fuera, que sea otro el que se la proporcione: “Señor, dame de esa agua, para que no tenga sed y no tenga que venir acá a sacarla” (Jn 4, 15). Pero Jesús la invita a hacer un camino interior, personal acogiéndola sin prejuicios, sin culpabilidades (Jn 4, 16-18). El dialogo con él la va llevando a encontrarse consigo misma, con sus heridas, con sus miedos, pero también con sus posibilidades y riqueza. Poco a poco va descubriendo en Jesús un horizonte más amplio para su existencia y se atreve a hacerle la pregunta, que le permitirá abrirse a una nueva conciencia no sólo de sí misma sino del Dios que la sustenta: “Señor, veo que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron a Dios en este monte, pero vosotros decís que el sitio donde hay que adorar está en Jerusalén” (Jn 4, 19-20).
En su respuesta Jesús le ofrece algo más de lo que ella esperaba, invitándola a buscar a Dios más allá de los espacios acostumbrados, de las fronteras que separan lo sagrado de lo profano. Ella le interroga sobre el lugar adecuado para Dios en la historia y él le propone encontrarlo en “espíritu y verdad” (Jn 4, 21-24), es decir, en el camino de la vida, a través de los procesos de discernimiento, desde una nueva conciencia más holística del mundo y del cosmos.
Las palabras de Jesús, leídas desde nuestro hoy, no solo denuncian la falsedad de una religión centrada en sus propias seguridades, sino que está proponiendo una nueva experiencia religiosa que, sustentada en el dinamismo creador de la Ruah de Dios, nos impulsa a salir de lo conocido para abrirnos a acoger las semillas del Reino que preñan nuestro mundo y nos sostiene para vivir en él como agentes transformadores y corresponsables de su presente y de su futuro.
La samaritana, a través del encuentro con Jesús, descubre lo más auténtico de sí misma y es capaz de conocer a Jesús de forma diferente, creer en él con una fe renovada. Su descubrimiento la dinamiza y le hace abandonar el pozo y su cántaro y regresar a su ciudad, con una mirada nueva y una palabra de anuncio (Jn 4, 28-29).
3 Cuaresma – A (Juan 4,5-42)
JOSÉ ANTONIO PAGOLA
Cansado del camino, Jesús se sienta junto al manantial de Jacob, en las cercanías de la aldea de Sicar. Pronto llega una mujer samaritana a apagar su sed. Espontáneamente, Jesús comienza a hablar con ella de lo que lleva en su corazón.
En un momento de la conversación, la mujer le plantea los conflictos que enfrentan a judíos y samaritanos. Los judíos peregrinan a Jerusalén para adorar a Dios. Los samaritanos suben al monte Garizín, cuya cumbre se divisa desde el pozo de Jacob. ¿Dónde hay que adorar a Dios? ¿Cuál es la verdadera religión? ¿Qué piensa el profeta de Galilea?
Jesús comienza por aclarar que el verdadero culto no depende de un lugar determinado, por muy venerable que pueda ser. El Padre del cielo no está atado a ningún lugar, no es propiedad de ninguna religión. No pertenece a ningún pueblo concreto.
No lo hemos de olvidar. Para encontrarnos con Dios no es necesario ir a Roma o peregrinar a Jerusalén. No hace falta entrar en una capilla o visitar una catedral. Desde la cárcel más secreta, desde la sala de cuidados intensivos de un hospital, desde cualquier cocina o lugar de trabajo podemos elevar nuestro corazón hacia Dios.
Jesús no habla a la samaritana de «adorar a Dios». Su lenguaje es nuevo. Hasta por tres veces le habla de «adorar al Padre». Por eso no es necesario subir a una montaña para acercarnos un poco a un Dios lejano, desentendido de nuestros problemas, indiferente a nuestros sufrimientos. El verdadero culto empieza por reconocer a Dios como Padre querido que nos acompaña de cerca a lo largo de nuestra vida.
Jesús le dice algo más. El Padre está buscando «verdaderos adoradores». No está esperando de sus hijos grandes ceremonias, celebraciones solemnes, inciensos y procesiones. Lo que desea es corazones sencillos que le adoren «en espíritu y en verdad».
«Adorar al Padre en espíritu» es seguir los pasos de Jesús y dejarnos conducir como él por el Espíritu del Padre, que lo envía siempre hacia los últimos. Aprender a ser compasivos como es el Padre. Lo dice Jesús de manera clara: «Dios es Espíritu, y quienes le adoran deben hacerlo en espíritu». Dios es amor, perdón, ternura, aliento vivificador… y quienes lo adoran deben parecerse a él.
«Adorar al Padre en verdad» es vivir en la verdad. Volver una y otra vez a la verdad del evangelio. Ser fieles a la verdad de Jesús sin encerrarnos en nuestras propias mentiras. Después de veinte siglos de cristianismo, ¿hemos aprendido a dar culto verdadero a Dios? ¿Somos los verdaderos adoradores que busca el Padre?
NI EN ESTE MONTE, NI EN JERUSALÉN, NI EN NINGÚN OTRO TEMPLO DOMINGO 3º DE CUARESMA (A) Jn 4,5-42
fe adulta
Hoy y los dos próximos domingos vamos a leer evangelios de Juan: La Samaritana, el ciego de nacimiento y Lázaro. El “yo soy” de Juan, se repite en los tres: yo soy agua viva, soy luz, soy vida. Todo son símbolos que quiere trasmitirnos la teología, más avanzada del NT. El relato de hoy es una catequesis que invita al seguimiento de Jesús como dador de Vida. Ni en este templo, ni en Jerusalén, ni en ningún otro templo se puede dar el verdadero culto a Dios. Nuestro culto es idolatría.
Jesús se encuentra de paso por Samaria. Samaria y Galilea eran una misma nación antes de su división. Aunque tenían los mismos antecedentes religiosos, su trayectoria había sido muy distinta. Por eso, los samaritanos eran despreciados por los judíos como herejes. El peor insulto para un judío era llamarle samaritano.
Jesús va ocupar el lugar del pozo. Él es el agua viva, que va a sustituir la Ley y el Templo. La sustitución de Templo y Ley por Jesús es la clave de todo el relato. La mujer no tiene nombre, representa la región de Samaría que va a apagar su sed en la tradición. Jesús está solo. Se trata del encuentro del Mesías con Samaría, la infiel. El profeta Oseas de Samaría había denunciado la prostitución de esta tierra.
Jesús toma la iniciativa y pide de beber a la Samaritana. Se acerca a la mujer implorando ayuda. Ella tiene lo que a él le falta y necesita, el agua. Es lógica la extrañeza de la mujer. Jesús acaba de derribar una doble barrera: la que separaba a judíos y samaritanos y la que separaba a hombres de mujeres. Se presenta como un ser humano sin pretensiones. Reconoce que una mujer puede aportarle algo.
Jesús le ha pedido un favor, pero es para corresponder con otro mucho mayor. Jesús se muestra por encima de las circunstancias que separan a judíos y samaritanos; se niega a reconocer la división, causada por las ideologías religiosas. La mujer no conoce más agua que la del pozo (la ley) que solo se puede conseguir con el esfuerzo humano. No ha descubierto que existe un don de Dios gratuito.
El agua-Espíritu que da Jesús se convierte en manantial que continuamente da Vida. Esa Vida contiene la energía suficiente para desarrollar a cada ser humano desde su dimensión personal más profunda. No se trata de añadidos externos (Ley). El Hombre recibe Vida en lo profundo de su ser. Como el agua hay que extraerla del pozo, el agua del Espíritu hay que sacarla de lo hondo de uno mismo.
La dificultad de comprender el mensaje está muy bien expresada con el equívoco que se mantiene durante la conversación. Juan es un experto en la utilización de la falsa comprensión de un aserto para insistir en la explicación. Jesús habla de la Vida y la Samaritana habla del agua para beber. La mejor demostración de que mantenemos la ambivalencia es que la primera lectura es el pasaje del Éxodo donde la prueba de que Dios está con el pueblo es que les dé agua para beber.
El sentido de los versículos, que se refieren a los maridos, hay que buscarlo en el trasfondo profético, que nos lleva a la infiel relación de Samaría con Dios. En Os 1,2 la prostituta y en Os 3,1 la adúltera, son la imagen del reino de Israel que tenía a Samaría como capital. Su prostitución consistía en haber abandonado a Dios, con el que había hecho una ‘alianza’ y haberse ido detrás de cinco ídolos.
Los samaritanos eran descendientes de dos grupos: a) resto de los israelitas que no fueron deportados cuando cayó el reino del norte en el 722 a, C.: b) Colonos extranjeros traídos de Babilonia y Media por los conquistadores. Estos trajeron sus dioses que, con el tiempo, fueron aceptados por todos de los habitantes.
El número 5 es simbólico: Los samaritanos admitían solo los 5 libros del Pentateuco. Los colonos traídos por los asirios eran de 5 ciudades y de cada una habían traído su propio dios. En 2 Re 17,24 se mencionan 5 ermitas en Samaría. Se usaba el término "Ba´al" (señor) para designar al esposo. Samaría ha tenido cinco dioses, y el que tiene ahora (Yahvé) al compartirlo, tampoco es su dios.
Samaría se ha entregado a otros maridos-señores-dioses. Está alejada de Yahvé. Debe recuperar su verdadero esposo (Dios). Os 2,18: “Aquel día... me llamarás esposo mío, ya no me llamarás baal mío. Le apartaré de la boca los nombres de los baales”. Jesús le dice que su culto está prostituido. Ella pasa al tema del templo.
En Jesús se personifica la actitud de Dios que no ha roto con Samaria, sino que la busca. El agua tradicional (Ley) no había conseguido apagar la sed del pueblo que seguía buscando. La búsqueda le había llevado a la multiplicidad de maridos-señores-dioses. El agua que da Jesús es el encuentro definitivo con Yahvé.
La Samaritana descubre que Jesús es un profeta. La imagen de profeta que tiene la mujer es la de (Dt 18,15) profeta semejante a Moisés (Taheb) que restauraría el verdadero culto. La mujer sigue aferrada a la tradición "nuestros padres". Piensa que hay que encontrar la solución sin salir de lo antiguo, que es la única realidad que conoce. No ha descubierto aún la novedad de la oferta de Jesús.
Jesús parte de una perspectiva muy distinta. También el templo de Jerusalén está prostituido. Las dos alternativas son equivocadas. Su oferta es algo nuevo. Se trata de un cambio radical. Jesús mismo será el lugar de encuentro con Dios. Dios adquiere un nombre nuevo: "Padre". Esta paternidad excluye privilegios. Esta relación con Dios directa, sin intermediarios, hará posible la unidad.
"Dios es Espíritu". Debemos tener en cuenta que ‘Espíritu’, desde la mentalidad griega, significa simplemente un ser no material. Desde la mentalidad judía, tiene una gama de significados mucho más rica. Significa que Dios es fuerza, dinamismo de amor, Vida. El agua viva es la experiencia constante de la presencia y el amor del Padre. Padre, porque comunica su Vida, trasformando al hombre en Espíritu.
El culto antiguo exigía del hombre una renuncia de sí. Era una humillación ante un Dios soberano. El nuevo culto no humilla, sino que eleva al hombre, haciéndole al Padre. El culto antiguo subrayaba la distancia; el nuevo la suprime. Dios no necesita ni espera dones. Los samaritanos aceptan a Jesús y le piden que se quede un tiempo con ellos. Los herejes están más cerca de Dios que los ortodoxos judíos.
MOISÉS, LA SAMARITANA Y EL BORRACHO Domingo 3º de Cuaresma. Ciclo A.
fe adulta
Los evangelios de los domingos 3º, 4º y 5º de Cuaresma del ciclo A, tomados de san Juan, presentan a Jesús como fuente de agua viva (Samaritana), luz del mundo (ciego de nacimiento) y vida (resurrección de Lázaro). Tres símbolos de nuestras necesidades más fuertes (agua, luz, vida) y de cómo Jesús puede llenarlas.
Tres aguadores, tres tipos de agua, y un borracho
Las lecturas del próximo domingo hablan de tres personajes famosos (Jacob, Moisés, Jesús) relacionándolos con el don del agua. En gran parte del mundo, beber un vaso de agua no plantea problemas: basta abrir el grifo o servirse de una jarra. Pero quedan todavía millones de personas que viven la tragedia de la sed y saben el don maravilloso que supone una fuente de agua.
En el evangelio, la samaritana recuerda que el patriarca Jacob les regaló un pozo espléndido, del que se puede seguir sacando agua después de tantos siglos. En la primera lectura, Moisés sacia la sed del pueblo golpeando la roca. De vuelta al evangelio, Jesús promete un manantial que dura eternamente.
Aparentemente, el mismo problema y la misma solución. Pero son tres aguas muy distintas: la de Jacob dura siglos, pero no calma la sed; la de Moisés sacia la sed por poco tiempo, en un momento concreto; la de Jesús sacia una sed muy distinta, brota de él y se transforma en fuente dentro de la samaritana. Este milagro es infinitamente superior al de Moisés: por eso la samaritana, cuando termina de hablar con Jesús, deja el cántaro en el pozo y marcha al pueblo. Ya no necesita esa agua que es preciso recoger cada día, Jesús le ha regalado un manantial interior.
¿Y el borracho? No lo menciona ningún texto. Pero podemos intuirlo en la lectura de Pablo a los romanos.
Interpretación histórica y comunitaria
Quizá la intención primaria del relato era explicar cómo se formó la primera comunidad cristiana en Samaria. Aquella región era despreciada por los judíos, que la consideraban corrompida por multitud de cultos paganos. De hecho, en el siglo VIII a.C. los asirios deportaron a numerosos samaritanos y los sustituyeron por cinco pueblos que introdujeron allí a sus dioses (2 Reyes 17,30-31); serían los cinco maridos que tuvo anteriormente la samaritana, y el sexto («el que tienes ahora no es tu marido») sería Zeus, introducido más tarde por los griegos.
Sin embargo, mientras los judíos odian y desprecian a los samaritanos, Jesús se presenta en su región y él mismo funda allí la primera comunidad. Los samaritanos terminan aceptándolo y le dan un título típico de ellos, que sólo se usa aquí en el Nuevo Testamento: «el Salvador del mundo». En esa primera comunidad samaritana se cumple lo que dice Jesús a los discípulos: «uno es el que siembra, otro el que siega». Él mismo fue el sembrador, y los misioneros posteriores recogieron el fruto de su actividad. Pero el relato destaca el importante papel desempeñado por una mujer que puso en contacto a sus paisanos con la persona de Jesús.
Interpretación individual
Hay dos detalles que obligan a completar la lectura comunitaria con una lectura más personal. El primero es la curiosa referencia al cántaro de la samaritana. Lo ha traído para buscar agua; al final, después de hablar con Jesús, lo deja en el pozo. No necesita esa agua, Jesús le ha dado una distinta, que se ha convertido dentro de ella en un manantial.
El segundo detalle es la relación estrecha entre la promesa de Jesús de dar agua, su invitación posterior, durante la fiesta en Jerusalén: «el que tenga sed, que venga a mí y beba» (Juan 7,37-38), y lo que ocurre en el calvario, cuando lo atraviesan con la lanza, y de su costado brota sangre y agua (Juan 19,34). El tema central no es ahora la fundación de una comunidad, sino la relación estrecha de cualquier creyente con él, de esa persona que tiene su sed material cubierta, aunque sea con el esfuerzo diario de buscarse el agua, pero que siente una sed distinta, una insatisfacción que sólo se llena mediante el contacto directo con Jesús y la fe en él.
Otra agua y otro pan
Un último detalle sobre la enorme riqueza simbólica de este episodio. La samaritana se olvida de beber. Jesús se olvida de comer. Aunque los discípulos le animen a hacerlo, él tiene otro alimento, igual que la mujer tiene otra agua.
¿Cuál es esa agua que Jesús ha dado a la samaritana? Releyendo el relato, se advierte que la mujer va cambiando su imagen de Jesús. Al principio lo considera un simple judío, que no le merece gran respeto. Luego lo descubre como profeta, conocedor de cosas ocultas. Más tarde se pregunta si no será el Mesías, alguien que merece toda su consideración, aunque destruya sus convicciones religiosas precedentes; alguien que le revela la recta relación con Dios.
En el Antiguo Testamento se usa a veces la metáfora de la sed y del agua para expresar el deseo de Dios: «Como suspira la cierva por las corrientes de agua, así suspira mi alma por ti, Dios mío» (Sal 42). Ese nuevo conocimiento de Dios y de Jesús es el agua que se ha llevado la samaritana, la que no necesita el viejo cántaro, que puede quedar olvidado junto al pozo de Jacob.
Tres policías mueren por salvar a un borracho (Romanos 5,1-2.5-8)
Ocurrió en La Coruña en la madrugada del 27 de enero de 2012, cuando un universitario eslovaco, con más cubatas de la cuenta, se empeñó en bañarse por la noche en la playa a pesar de que las condiciones del mar lo desaconsejaban. Cuando se estaba ahogando, tres policías se lanzaron al agua para salvarlo. Los tres murieron ahogados, igual que el muchacho. Me indignan estas personas irresponsables que ocasionan la muerte de gente inocente, mejores que ellos.
Pero este hecho me trae a la memoria las palabras de Pablo: «Por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros». Nosotros nos parecemos al universitario borracho; si arriesgamos estúpidamente nuestra vida, nadie debe perder la suya por salvarnos. Sin embargo, eso es precisamente lo que hizo Jesús y lo que celebraremos en la próxima fiesta de Pascua. Algo que nunca podremos agradecer debidamente.