FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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lunes, 31 de julio de 2017

Derechos y política del sufrimiento: sobre expulsiones y huelgas de hambre


Josetxo Ordóñez Echeverría

A poco más de un mes de la presentación del informe anual 2016 sobre Centros de Internamiento de Extranjeros del SJM-España, el 15 de junio de 2017, la actualidad de lo que ocurre dentro y alrededor de los CIE desborda ya los hechos fijados en el informe. Sin embargo, hay una constatación en el modo en que el informe CIE presenta sus conclusiones: la política y el derecho de extranjería provocan una exposición de las personas a un sufrimiento y a la vulneración de su dignidad que es directamente proporcional a sus escasos recursos económicos, jurídicos o sociales: cuánto más pobre, desinformado e indefenso sea alguien más posibilidades tiene de que el derecho y la política de extranjería lo entreguen a una dolorosa intemperie sin derechos.··· Ver noticia

Gana la democracia en Venezuela


Alfredo Serrano Mancilla-Director CELAG

venezuelaYo no comparto las reglas de la representación electoral en España y, sin embargo, ejerzo mi derecho a votar. De ninguna manera se me habría ocurrido hablar de fraude ni de dictadura a pesar de que la proporcionalidad electoral no exista. Cada voto en España, según el lugar donde votes, vale diferente. Pero esto no quiere decir que España tenga un régimen totalitario. La democracia está vigente desde hace décadas, aunque podamos cuestionar la matemática electoral.··· Ver noticia ··

Ignacio de Loyola y Lutero: quinientos años más para la Iglesia


Xabier Pikaza, teólogo

Lutero“Pasar del Ignacio soldado de una Iglesia militante, al Ignacio pobre peregrino”
“Ha llegado el tiempo de iniciar otros quinientos años volviendo a Jesús”
Los últimos quinientos años de la Iglesia (1517-2017) han estado marcados por Lutero e Ignacio de Loyola, muy distintos, pero complementarios.
Lutero clavó sus tesis el año 1517, iniciando una Reforma Protestante (de protesta contra lo anterior) que no ha culminado plenamente todavía. Insistió en la fe y la libertad cristiana, en la libre interpretación de la Escritura, en el valor radical de la conciencia creyente, quizá a costa de la comunión de la Iglesia, pero siempre al servicio de Jesús.··· Ver noticia

COMPRENDER Y HABLAR DE DIOS DESDE EL BUDISMO (II)

col sequeiros

Tres capítulos dedica Knitter al problema de Dios. Repasemos sus ideas más sobresalientes. Parte de su situación: “Hace mucho tiempo, en 1975, di mi primer curso de posgrado en teología (en la Unión Católica Teológica en Chicago), titulado “El problema de Dios”. Para mí, como para muchos, este problema sigue vigente. En mi intento de sortear e identificar las diferentes facetas de mi problema con Dios –o las razones por las que a menudo me incomodo cuando escucho o leo cómo nosotros mismos, los cristianos, hablamos de Dios– encuentro tres desconcertantes imágenes: el Dios Otro trascendente, el Dios Otro personal y el Dios Otro desconocido” (pág 26-27).
I. Nirvana y el Dios Otro trascendente
Este es el primer capítulo de su ensayo. Y parte de sus problemas, hace un viaje de ida hacia el budismo y desde allí regresa al cristianismo, reelaborando el lenguaje sobre Dios.
a) Mis conflictos: el Otro trascendente (pág 28)
Para Knitter, el problema de fondo es la dificultad para superar una mentalidad occidental dualista. “Aunque puede que muchos de mis profesores de la Pontificia Universidad Gregoriana en los años sesenta fueran demasiado escrupulosos en su determinación de salvaguardar la intocabilidad trascendente de Dios, aunque la alteridad de Dios pueda pesar más para mi generación que para la de mis hijos, de todos modos, sé que para muchos cristianos contemporáneos hay un problema fundamental y de profundo alcance en la forma en cómo los cristianos imaginan y hablan sobre el Dios Otro. Voy a darle un nombre filosófico a este problema […]. Durante la mayor parte de su historia […], el cristianismo ha estado asediado por el problema del dualismo” (pág. 34).
“Este es el problema del dualismo: hace tanto hincapié en la diferencia entre dos realidades que las acaba separando, y después no las podemos volver a juntar y mostrar que en verdad van mano a mano, que se complementan, se necesitan y tienen una relación genuina la una con la otra. ¡Así es! Es el quid de la cuestión: el dualismo cristiano ha exagerado tanto la diferencia entre Dios y el mundo que ya no puede mostrar que realmente los dos forman una unidad” (pág. 35) El budismo puede ayudarnos.
b) Viaje de ida hacia el budismo: No Dios, solo conexiones.
“De todos modos, se dice que bajo el árbol de Bodhi, los ojos de Buda se abrieron (este es el significado del título de “Buda”). Vio las cosas tal como realmente son. Experimentó la iluminación, el despertar. Y el contenido u objeto de ese despertar más adelante se llamó nirvana. Así, esto es lo más importante para los budistas, alcanzar la iluminación y llegar a la realización del nirvana” (pág. 37)
“Esta es la experiencia que tuvo Buda y que los budistas buscan: quieren volverse iluminados hacia la verdad real de las cuatro nobles verdades, hacia la realidad de la transitoriedad y de la interconexión de todo, y hacia la libertad y la paz que resultan del despertar a esta realidad de impermanencia. Así como los cristianos buscan a Dios, los budistas buscan el despertar. Se podría decir que el despertar es lo “Absoluto” de los budistas. Pero ¿significa esto que para los budistas lo Absoluto es una experiencia personal? Pues bien, sí y no. Sí, porque la iluminación es, ante todo, una experiencia propia de cada uno. Pero hay un “algo”, es decir, la iluminación es una experiencia de algo. Y ese algo es cómo son las cosas, la forma en que funcionan. No es una “cosa” tal como solemos utilizar esta palabra; no se puede localizar aquí o allá, como todo lo demás en el mundo; pero aún más, no tiene su propia existencia” (pág. 40).
“Sin embargo, sí utilizan palabras para llegar al contenido o a la realidad de la iluminación. Después de nirvana, uno de los términos más comunes de budismo es sunyata. Apareció dentro de la tradición mahayana del budismo (el movimiento de reforma que surgió unos cuantos siglos tras la muerte de Buda) y literalmente significa “vacío”, pero no vacío en el sentido puramente negativo de ausencia […], sino vacío en el sentido de ser capaz de recibir algo (un cuarto que se puede llenar). La raíz su significa vacío/lleno, “hinchado”, no solo la vacuidad de un globo, sino también la potencialidad de una mujer embarazada” (pág. 41)
“Thich Nhat Hanh, un moderno estudioso y practicante del budismo zen que ha hecho mucho por popularizarlo, ofrece una traducción de sunyata más libre pero también más sugerente: “inter-Ser”Se trata del estado interconectado de las cosas que constantemente produce nuevas conexiones, nuevas posibilidades, nuevos problemas, vida nueva” (pág. 42). No tiene existencia. Es solo el estado de interconexión.
“Otra imagen que se puede utilizar para describir sunyata es la de un campo energético. Es el campo en el cual y por el cual todo lo demás se activa para interactuar e inter-convertirse. Tal campo energético “existe” a través de y con todas las actividades dentro de sí y no podría existir sin estas actividades. Sin embargo, no se puede reducir a estas actividades. Como dice el tópico: sunyata o “inter-Ser” es la suma de sus partes y a la vez mayor que todas ellas juntas” (pág. 44)
“Hay una expresión mahayana que dice: “El vacío es la forma, y la forma es el vacío”; es decir, la trascendencia, la realidad abstracta del vacío, se encuentra en cada forma concreta de este mundo y le da expresión: la gente, los animales, las plantas, los acontecimientos. No se pueden tener todas estas formas individuales sin el vacío; pero tampoco se puede tener vacío sin estar formas individuales” (pág. 44-45).
c) El viaje de vuelta al cristianismo: el Dios espíritu de conexión.
“Si existe alguna palabra para referirse a Dios en el léxico cristiano que guarda estrecha relación con el lenguaje que los budistas usan para aquello que están buscando, esta es Espíritu. […] Mi diálogo con el budismo me ha permitido no solo recuperar, sino también ser recuperado por la imagen del Espíritu como un símbolo de Dios. Volver al Espíritu tras haberme acercado a sunyata me permite entender y sentir “de nuevo por primera vez” que el Espíritu se refiere más significativamente a una energía penetrante que a un ser particular; que el Espíritu anima muchas cosas sin ser contenido en ninguna de ellas, y que el Espíritu se funde con lo que anima de una manera que es mucho más que una materia de interpenetración que de asimilación” (pág 55).
Siguiendo a Rahner, “Dios tiene que ser una experiencia antes de que “Dios” pueda ser una palabra. Si Dios no es una experiencia, cualquier palabra que usemos para designar lo Divino estará falta de contenido, como una señal de la carretera que no indique nada o una bombilla sin electricidad” (pág. 47).
“A menudo este tipo de experiencias suceden antes de que haya consciencia explícita o de que se hable de “Dios”. Suceden, y algunas palabras, como Dios, Misterio, Presencia, o incluso Silencio, parecen apropiadas para describirlas” (pág. 47).
“He usado mucho la palabra experiencia en la sección anterior, principalmente para insistir en que, sin ningún tipo de vivencia mística, la religión es una mera farsa o cáscara vacía. Tengo que decir algo más respecto a lo que me refiero con “experiencia, vivencia mística”. Y para ello, con la ayuda del budismo, hablaré más sobre lo que mis compañeros cristianos y yo queremos decir con “Dios” (pág. 48).
“Quizá el adjetivo dominante o el primero que los eruditos del misticismo comparativo usan para describir la experiencia mística sea unitivo […] Los místicos cristianos son muy claros con respecto a aquello a lo que están conectados. En la literatura mística cristiana proliferan expresiones como “uno con Cristo”, las “esposas de Cristo”, la “morada divina”, los “participantes en la naturaleza divina” […]. Me preguntaba si la proclamación del budismo nos puede ayudar a entender la descripción filosófica de Rahner sobre “lo existencial sobrenatural” […] En otras palabras, ¡lo “natural” es realmente lo “sobrenatural”! ¿O pueden las enseñanzas budistas del “inter-Ser” ayudarnos a entender la elegante propuesta de Paul Tillich […] de que Dios se puede entender más coherentemente como fundamento del ser?”. (pág. 49-50).
“El Dios con quien tanto mi cabeza como mi corazón se identifican, ese Dios o mi Dios mantiene un mayor parecido con sunyata y el “inter-Ser” que con la prevalente imagen cristiana de Dios como el Otro trascendente” (pág. 50)
“El autor de la primera carta de Juan anuncia que “Dios es amor” (1Juan 4,8). El autor no dice que Dios es un padre que ama, sino que Dios es amor. […]. Amar es salir de uno mismo, vaciar el ser y conectarse con los demás. El amor es esa energía de vacío, de conexión, que en su poderío origina nuevas conexiones y nueva vida. El Dios que, como dice Dante, es “el amor que mueve el Sol y las otras estrellas”, es el “inter-Ser” de las estrellas y el universo” (pág 52).
Es más, “creer en un Dios trinitario es creer en un Dios relacional. La verdadera naturaleza de lo Divino no es otra cosa que existir dentro y fuera de las relaciones; para Dios, ser no es otra cosa que relacionarse. Eso, junto con otras cosas, es lo que la doctrina de la Trinidad les dice a los cristianos” (pág. 52).
“Aquí es donde el budismo me ayudó a sentir o a captar lo que todo esto significa. Experimentar y creer en un Dios trinitario es experimentar y creer en un Dios que no es, como Tillich diría, el fundamento del ser, sino ¡el fundamento del “inter-Ser”! Dios es el acto de dar y recibir, de saber y amar, de perder y encontrar, de morir y vivir, que nos abarca y nos infunde a todos nosotros, a toda la creación” (pág 53-54)
“Desde la perspectiva divina, existe “un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, entre todos, en todos” (Efesios 4,6). Esta presencia “arriba, a través y por dentro” se puede fácilmente imaginar como un campo de energía que nos impregna y nos influye a todos, llamándonos a tener relaciones de conocimiento y de amor, dándonos ánimos cuando estas relaciones se vuelven difíciles, llenándonos de felicidad profunda cuando nos vaciamos y nos encontramos con los demás” (pág. 54)
Y concluye: “Es evidente, creo, que pensar o imaginar a Dios como “inter-Ser” y relacionarse con Dios como Espíritu de conexión es el mayor antídoto para el dualismo que ha empobrecido la teología y la espiritualidad cristianas […] Con Dios como Espíritu de conexión, el Creador no puede ser “lo totalmente otro” respecto a la creación […] Lo que Dios crea, agregó Rahner, Dios lo incluye. Por esto una mejor imagen de la creación podría ser una efusión de Dios, una extensión de Dios, en la cual lo Divino continúa la tarea divina de interrelación en y con y a través de la creación” (pág 56-57).

Leandro Sequeiros
Tendencias 21 de las Religiones

LA CIENCIA ES SABIDURÍA; LOS CIENTÍFICOS A VECES SON DOGMÁTICOS (III)

col enrique art

El equilibrio, decía, siempre es delicado. Porque el reconocimiento de la apertura ilimitada de lo real no puede servir de pretexto para la irracionalidad ni de soporte para charlatanes que se aprovechan de la credulidad ajena.
Entre ambos extremos –el dogmatismo científico y la propaganda pseudocientífica e irracional– parece que tendría que moverse la búsqueda desapropiada de la verdad. De hecho, si nos escuchamos con limpieza, tal vez podamos advertir que tanto un extremo como el otro nos chirrían interiormente.
Es lo que me ocurre al leer artículos como el de Javier Sampedro, titulado Ofensiva contra la ciencia ­–en una versión digital del mismo, se hablaba de “un ataque sin precedentes contra la ciencia” (cómo recuerda a los “ataques contra la religión”, de los que se queja periódicamente la jerarquía eclesiástica–, en el diario El País, del 16 de junio pasado[i].
Rescato todas sus valiosas aportaciones, así como su espíritu crítico frente a cualquier tipo de charlatanería pseudocientífica, pero me apena comprobar el reduccionismo estrecho en el que se mueve.
Algo parecido puede decirse sobre la anteriormente citada lista de “terapias pseudocientíficas”, elaborada por la APETP[ii]. También en este caso es de valorar la aproximación crítica a cada una de esas terapias o supuestas terapias. Bienvenido sea todo esfuerzo por someter a crítica cualquier teoría o método que aparezca en el mercado, sobre todo cuando se presentan de manera igualmente “dogmática”. Sin embargo, el error parece estar de nuevo en el dogmatismo de base según el cual no puede ser verdadero sino aquello que previamente –y desde un reductor paradigma cientificista– se ha decidido.
¿Acaso no hay nada verdadero y valioso en cada de las terapias mencionadas? ¿Puede descartarse la ancestral sabiduría china o india con el pretexto de que no se acomoda a los estándares occidentales? ¿Quién negaría hoy que los bloqueos emocionales repercuten en la salud o que las experiencias afectivas de la infancia repercuten decisivamente en el futuro de la persona…?
Sin duda, es preciso estar atentos a todo lo que se nos quiera “vender”, particularmente cuando se presente como remedio mágico o panacea definitiva para resolver nuestros problemas. Pero tal lucidez crítica no tiene nada que ver con el rechazo dogmático, cuando no pueril, de lo que previamente se ha descartado como “no científico”.
El error de base parece fácil de detectar: debido al proceso cultural de Occidente, se llegó a identificar la “ciencia” con el “materialismo (o positivismo) científico”. Pero, mientras la primera es camino de sabiduría, el segundo no pasa de ser una creencia acientífica que, en no pocos casos, se ha llegado a asumir como verdadera y, por tanto, incuestionable. Con ello, se ha caído en una trampa cargada de ironía: se otorga carácter científico a lo que solo es una creencia acientífica (indemostrable).
Para terminar, quiero señalar un detalle que me parece significativo y que viene a confirmar el dicho de que “los extremos se tocan”: tanto este perfil de científicos como los obispos –a los que aquellos acusan de “dogmáticos” y enfrentados a la ciencia– muestran su rechazo a las mismas expresiones. Así, en un documento reciente, los obispos vascos exigían a los colegios católicos que “huyan de las nuevas formas de espiritualidad como el yoga, el reiki o el zen”[iii]. También aquí se hace manifiesta, no solo la descalificación gratuita, sino la ignorancia de quienes llaman “nuevas” a tradiciones milenarias.
¿De dónde puede nacer esa actitud ultradefensiva en unos y otros? Tal vez –aun hallándose en paradigmas completamente diferentes– todos ellos tienen algo en común: la defensa dogmática de sus creencias o posiciones mentales, que consideran como la “única verdad”. Lo curioso es que, mientras se está en esa actitud, no se la reconoce. Es necesario tomar distancia –a veces por el simple paso del tiempo– para comprobar la cerrazón y los peligros que encierra.
Y para contribuir al debate en torno a una cuestión concreta -la homeopatía, que tantas diatribas está provocando–, dejo un resumen escrito sobre lo que fue la I Jornada sobre Evidencias Científicas en Homeopatía, celebrada en San Sebastián, el pasado mes de junio: “Homeopatía: la evidencia científica que necesitan los escépticos”, en:

Enrique Martínez Lozano
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CREO EN JESÚS

col valls

Creo en Jesús por lo que Jesús significa: “Yeshua: DIOS AYUDA”
En su nombre se contiene toda mi fe. Un Dios que se acerca y ayuda, que se inclina y nos socorre, que nos ama y acompaña.
“Dios ayuda” ¿hace falta algo más?
Creo en Jesús sensible y atento a la situación límite de su pueblo, de su gente y a la vez impotente para solucionar todos los problemas. Hizo lo que estuvo a su alcance.
Creo en Jesús que se puso al lado de los que sufren, de los excluidos por la sociedad y por la religión: pecadores y prostitutas, enfermos y pobres, mujeres y niños y les infundió amor y la certeza que Dios los ama, no están solos.
Creo en Jesús porque Él se sintió Hijo amado y porque esa filiación es don universal; filiación que todos hemos recibido desde nuestra concepción y que nos invita a decirle a Dios ABBA, Papá-Mamá como niño que descubre la maravilla de la paternidad-maternidad divina sin comprenderla
Creo que Jesús no es un Señor que nos somete sino el que nos hace libres como El y nos libera de todos los señores que se creen poderosos oprimiendo y sometiendo.
Creo en Jesús que nos devuelve la confianza en nosotros mismos y nos dice: “Tu fe te ha salvado”
Creo en Jesús que le inspira el Espíritu de Dios, que es el Hombre del Espíritu por excelencia. Y que fue concebido por el Espíritu Santo, que es Dios, no en el sentido biológico de que el Espíritu realiza en María la acción de José sino q experimenta q el Espíritu es  la esencia de su ser, de su vida.
Creo en Jesús que el Espíritu, desde que apareció la especie Homo en el Universo, fue encarnándose en cada uno y en todos sin distinción alguna y nos enseñó así q la Paternidad-Maternidad Divina nunca fue ni es enemiga de la paternidad-Maternidad hna. Y a la vez que no es enemigo del cuerpo.
Creo en Jesús porque me regaló una madre q es santa no porque sea inmaculada, angélica, irreal sino porque en su seno aceptó el don de Dios: su Hijo. Su santidad no consiste en ser perfecta, dejaría de ser humana sino porque vivió en la fe el misterio de la encarnación, como lo viven todas las madres, sin saberlo.
Toda mujer, todo hombre está llamado a encarnar a Dios.
El ser carne no es obstáculo sino camino para la realización plena de la filiación divina en lo humano.
Creo en Jesús porque es el perfeccionador de nuestra fe.
No necesito más dogmas ni miedos ni castigos. Tengo quien me anima en mis flaquezas y debilidades, en mis sufrimientos y en mis dudas.
Creo en Jesús porque en Jesús Dios me acompaña y habita en mí.
Creo en Jesús porque mi deseo es creer en Dios como Jesús creía en Dios

TODAVÍA HAY CRISTIANOS QUE AÑORAN UNA IGLESIA PODEROSA, QUE IMPONGA SU RELIGIÓN

col pagola art

Al cristianismo le ha hecho mucho daño a lo largo de los siglos el triunfalismo, la sed de poder y el afán de imponerse a sus adversarios. Todavía hay cristianos que añoran una Iglesia poderosa que llene los templos, conquiste las calles e imponga su religión a la sociedad entera.
Hemos de volver a leer dos pequeñas parábolas en las que Jesús deja claro que la tarea de sus seguidores no es construir una religión poderosa, sino ponerse al servicio del proyecto humanizador del Padre -el reino de Dios- sembrando pequeñas «semillas» de Evangelio e introduciéndolo en la sociedad como pequeño «fermento» de una vida humana.
La primera parábola habla de un grano de mostaza que se siembra en la huerta. ¿Qué tiene de especial esta semilla? Que es la más pequeña de todas, pero, cuando crece, se convierte en un arbusto mayor que las hortalizas. El proyecto del Padre tiene unos comienzos muy humildes, pero su fuerza transformadora no la podemos ahora ni imaginar.
La actividad de Jesús en Galilea sembrando gestos de bondad y de justicia no es nada grandioso ni espectacular: ni en Roma ni en el Templo de Jerusalén son conscientes de lo que está sucediendo. El trabajo que realizamos hoy sus seguidores parece insignificante: los centros de poder lo ignoran.
Incluso los mismos cristianos podemos pensar que es inútil trabajar por un mundo mejor: el ser humano vuelve una y otra vez a cometer los mismos horrores de siempre. No somos capaces de captar el lento crecimiento del reino de Dios.
La segunda parábola habla de una mujer que introduce un poco de levadura en una masa grande de harina. Sin que nadie sepa cómo, la levadura va trabajando silenciosamente la masa hasta fermentarla por completo.
Así sucede con el proyecto humanizador de Dios. Una vez que es introducido en el mundo va transformando calladamente la historia humana. Dios no actúa imponiéndose desde fuera. Humaniza el mundo atrayendo las conciencias de sus hijos hacia una vida más digna, justa y fraterna.
Hemos de confiar en Jesús. El reino de Dios siempre es algo humilde y pequeño en sus comienzos, pero Dios está ya trabajando entre nosotros promoviendo la solidaridad, el deseo de verdad y de justicia, el anhelo de un mundo más dichoso. Hemos de colaborar con él siguiendo a Jesús.
Una Iglesia menos poderosa, más desprovista de privilegios, más pobre y más cercana a los pobres siempre será una Iglesia más libre para sembrar semillas de Evangelio y más humilde para vivir en medio de la gente como fermento de una vida más digna y fraterna.

José Antonio Pagola
Religión Digita

domingo, 30 de julio de 2017

La sonrisa

JESÚS RESUCITÓ EN EL AMOR DE MARÍA MAGDALENA

col pikaza

Ciertamente, Jesús ha resucitado en Dios; pero, al mismo tiempo, de un modo inseparable, él ha resucitado en el amor de María Magdalena, cuyo recuerdo hace que él (Jesús) siga viviendo en la historia de los hombres y mujeres, de un modo real. En otras palabras:
Jesús resucitado se mantiene y despliega en el recuerdo de María y de todos los cristianos, a lo largo de la historia, manteniéndose en el Memoria (Zikkaron) que es Dios. Así lo exige el dogma:
-- Jesús es verdadero Dios, siendo hombre verdadero (que vive y actúa en el amor de las mujeres y los hombres que le acogen, y que viven en él, con él y por él, tras su muerte).
En ese sentido, Jesús sólo ha podido resucitar como "hombre" (ser humano), allí donde otros hombres (varones y mujeres) le han acogido y viven por él (con él), de un modo más alto, en amor permanente, superando de esa forma el olvido sin fin de la muerte.
Icono 1: Magdalena con el pomo del perfume de la unción... (Mc 14, 3-9) Ese perfume de mujer que ama mantiene la memoria de Jesús (Y Jesús resucitado hace posible el amor permanente de María Magdalena).
Icono 2: Magdalena testigo de Jesús resucitado. Le busca en la tumba, pero la tumba está abierta, y Jesús se muestre como jardinero de amor en el huerto.
-- Pero, al mismo tiempo, decimos que estos hombres y mujeres pascuales, empezando por María, viven en amor (en mutación mesiánica) porque el mismo Jesús-Mesías está presente en ellos, como Recuerdo de Dios. ¿Por qué buscar al Vivo entre los muertos? Hay que buscarle y encontrarle en sus amigos, en aquellos que viven de su Vida y por su Vida.
-- Esta resurrección total responde a la más honda realidad de la historia humana (que ha buscado a Dios en la Vida que vence a la muerte).
-- Pero, según los cristianos, ella se ha expresado plenamente, de una vez y para siempre, empezando por María de Magdala, la amiga de Jesús Nazareno, en quien comienza la mutación pascual de la historia humana.
Por eso digo que él ha resucitado en el amor de María Magdalena.
Icono 3 (final): Magdalena apóstol de los apóstoles
Una historia de fe
Ésta es una resurrección real, en plano de fe. Ésta es una resurrección "real", pero no en el nivel de la historia anterior, como un hecho que puede demostrarse de un modo "neutral", por observación objetiva. No hay resurrección fuera de la fe...
Pero la fe no "inventa" la resurrección, sino que la descubre y acepta, con alborozo, gozoso, descubriendo a Jesús que está vivo y que descubriendo que los creyentes (aquellos que le aceptan y le aman) viven en él. Los que quieren demostrar la resurrección de Jesús fuera de la fe es que, en el fondo, no creen, en ella, sino que quieren "asegurar un tipo de religión", asegurarse a sí mismos, sin creer (es decir, sin acoger y desplegar la vida en amor, como Jesús, con Jesús, a quien han matado porque amaba y que, por eso, precisamente por eso, está vivo en la historia de Dios y de los hombres).
La historia cristiana es la historia del Jesús resucitado, siendo la historia del Dios que es (se ha hecho) resurrección en Jesús. Pues bien, el testigo primero de esa fe-amor que "descubre" a un muerto como vivo y que cree en él (y vive desde él) ha sido María. Por eso, volver a María es una de las tareas básicas de la iglesia actual.
Esta fe amorosa (ese amor creyente de María) no es menos realidad, sino "más realidad" y más historia. Sólo la fe tiene ojos para descubrir al resucitado. La fe tiene ojos, y los tiene el corazón de María, y el de aquellos que creemos aceptando su testimonio y aprendiendo a ver como ella (a dejar que la realidad de Jesús se nos revele, como a ella). Si la fe se probara como "dicen" que se prueban las cosas en física no sería fe, ni sería resurrección.
Si la resurrección se pudiera "probar" sin fe, sería un engaño. La única "prueba de la resurrección" es el amor creyente de aquellos que, como María Magdalena, asumen el camino de Jesús y se comprometen a caminar gozosamente con él (como él), porque creen en Dios (en la presencia de Reino). Pues bien, en la raíz y centro de ese Reino descubren los creyentes a Jesús, vencedor sobre la muerte.
1. María Magdalena y Jesús se amaban.
Algunos críticos modernos han pensado que la figura y amor de Magdalena ha desparecido de la tradición posterior de la iglesia. Pero eso no es cierto. Quien sepa leer los evangelios descubre que la figura y función de Magdalena resulta esencial, aunque los evangelios no responden sin más a nuestros problemas sobre Magdalena.
Celso, el más lúcido de los críticos anticristianos del siglo II, entiende bien los evangelios cuando dice que Magdalena (¡a quien él presenta como una mujer histérica!) fue la fundadora del cristianismo. Ciertamente, fue fundadora del cristianismo, pero no por ser histérica, sino por ser una mujer clarividente, capaz de interpretar desde el amor la historia de la vida y el misterio de la persona de Jesús. Esto es mucho más "escandaloso" y profundo que lo que algunos críticos afirman cuando dicen que ella fue amante e incluso esposa de Jesús.
Es claro que María amó a Jesús, pero también le amaron otros, como afirma con gran lucidez el primero de los historiadores judíos que cuentan su vida: «Aquellos que le amaron le siguieron amando tras la muerte" (F. JOSEFO Ant XVI, 3, 63). María amó sin duda a Jesús y le siguió amando tras la muerte, viéndole así vivo, desde su mismo amor, como supone Mc 16, 9 y Jn 20, 1-18. Pero hacerla novia o esposa de Jesús es fantasía.
Ciertamente, un evangelio apócrifo afirma que «el Señor amaba a María más que a todos los discípulos y que la besaba en la boca repetidas veces» (Ev. Felipe 55). Pero ese m mismo texto interpreta a María como Sofía, es decir, como expresión del aspecto femenino de Dios.
Ni el Señor que besa a María en la boca es el Jesús histórico; ni María es la persona real de la que hablan los evangelios canónicos. Ambos son figuras del amor eterno, expresión y signo de la → hierogamia original. Por eso, los que apelan a ese pasaje para poner de relieve los "amores carnales" de Jesús no saben entender los textos.
Las relaciones entre Jesús y María Magdalena fueron, sin duda, mucho más "carnales" que lo que supone este pasaje, pero nada nos lleva a suponer que han de entenderse en sentido matrimonial. El compromiso de amor de Jesús nos sitúa en otra línea.
Sea como fuere, la figura de María Magdalena fue muy importante en la iglesia, de manera que podemos verla como iniciadora "real" del movimiento cristiano, como mujer capaz de amar y de entender las implicaciones del amor de Jesús, y no como una simple figura de lo "femenino" que debe perder su feminidad y convertirse en varón para ser discípula de Jesús, como supone el otro pasaje básico de los evangelios de línea gnóstica que tratan de ella: «Simón Cefas les dice: Que María salga de entre nosotros, pues las hembras no son dignas de la vida. Jesús dice: He aquí, le inspiraré a ella para que se convierta en varón, para que ella misma se haga un espíritu viviente semejante a vosotros varones. Pues cada hembra que se convierte en varón, entrará en reino de los cielos» (Ev. Tomás 114; cf. Gen 3, 16).
Por otra parte, todo nos permite suponer que la presencia e influjo de Magdalena fue muy grande en la tradición que ha desembocado en el Cuarto Evangelio (Ev. de Juan). En su forma actual, el evangelio de Juan valora muchísimo a María y por eso ha trasmitido la más bella historia de amor del Nuevo Testamento: el encuentro de Jesús resucitado y Magdalena en el huerto de la vida (cf. Jn 20, 11-18). Pero, en el fondo, Juan ha querido reducir el influjo de la Magdalena, a favor de Pedro, del Discípulo Amado y de la misma Madre de Jesús.
2. Jn 20, 11-18. Un texto de amor pascual.
Sabemos, por la tradición sinóptica, que María Magdalena no ha escapado como el resto de los discípulos varones, sino que permanece ante la cruz, con otras mujeres (cf. Mc 14, 27; 15, 40. 47). Su amor a Jesús es mayor que la muerte y por eso queda, llorando y deseando ante un sepulcro vacío. Interpretada así, la pascua será una respuesta de Dios a la búsqueda de amor de María que así aparece como signo de una humanidad que busca a su amado.
Ésta es la paradoja. Conforme a tradiciones espirituales que elaboran más tarde los gnósticos, María (la mujer caída) debería encontrarse anhelando solo una fuente espiritual de sabiduría, para recibir así la gran revelación de Dios. Sólo entonces podrían celebrarse las bodas finales del varón celeste (Palabra superior) y la mujer caída (humanidad que sufre condenada sobre el mundo). Pues bien, en contra de eso, ella busca sabiduría de amor, pero un amor concreto, inseparable del cadáver (de la historia) de su amigo muerto.
«María estaba fuera del sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se inclinó para mirar el monumento y vio a dos ángeles, vestidos de blanco, uno junto a la cabeza y otro junto a los pies, en el lugar donde había yacido el cuerpo de Jesús. Ellos le dijeron: Mujer ¿por qué lloras? Ella les dijo: han llevado a mi señor y no sé dónde le han puesto. Mientras decía esto se volvió hacia atrás y vio a Jesús de pie, y no supo que era Jesús. Le dijo Jesús: Mujer ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?. Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo tomaré» (Jn 20, 10-15).
Esta mujer no necesita una teoría de iluminación interior: quiere un cadáver, busca el cuerpo de su amigo asesinado. De esa forma rompe los esquemas de la gnosis espiritualizante. No quiere un mundo edificado sobre cadáveres que se ocultan No se responde con teorías al misterio del amigo muerto. Sobre el jardín de este mundo, que en el principio pudo haberse presentado como paraíso (cf Gen 2), parece que sólo puede florecer el árbol de la muerte. El nuevo Adán hortelano sería en el fondo un custodio de cadáveres un sepulturero. Ella, María, parece aceptar ese destino, pero quiere el cadáver de su amigo muerto. No quiere que lo manipulen, no quiere que lo escondan.
Estamos en un mundo que quiere ocultar sus cadáveres... Enterrarlos, apartarlos, negarlos: que nadie se acuerde de ellos, que nadie sepa que nosotros (los ricos, los favorecidos) vivimos sobre los cadáveres de miles y millones de "crucificados", muertos y enterrados (sin que nadie recuerde su cadáver). Necesitamos tapar los cadáveres, echar sobre ellos más tierra, una piedra más grande, para así "lavar" nuestras manos y quedar tranquilos. Pues bien, en contra de eso, Magdalena necesita llorar por el amigo muerto, mantener el recuerdo de su cadáver. Éste es un amor que dura, un amor que mantiene el recuerdo, que no quiere olvidar a los amigos muertos.
Humanamente hablando, el gesto de Magdalena parece una locura: no está permitido tomar un cadáver del sepulcro y llevarlo a la casa o ponerlo en la plaza, para que todos vean al que han matado; no es posible mantener de esa manera el recuerdo de un muerto... La historia de los vencedores avanza sobre el olvido de los asesinados (a los que se puede elevar un hermoso sepulcro para olvidarlos mejor). María, en cambio, necesita la presencia del amigo muerto, a quien reconoce cuando le llama por su nombre (María). «Ella se volvió y dijo en hebreo ¡Rabboní! (¡mi maestro!) - Jesús le dijo: No me toques más (¡noli me tangere!), que todavía no he subido al Padre. Jesús dijo: ¡Vete a mis hermanos y diles: subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios! María Magdalena vino y anunció a los discípulos: ¡He visto al Señor y me ha dicho estas cosas!» (Jn 20, 16-20).
3. Noli me tangere. No me toques así, yo estoy contigo.
Esto es la pascua: encuentro con Jesús, encuentro para la vida. Eso significa que no estamos condenados a seguir amando a un muerto, buscando en el jardín nuestro cadáver (como buscaba antes María). El verdadero amor suscita vida, transformando el jardín del cadáver en huerto de gracia que dura por siempre. No se trata de negar el cadáver, sino todo lo contrario: de convertir el cadáver en principio de vida. No se trata de ocultar al muerto, para que sigan triunfando los que matan, sino de vivir desde aquel que ha muerto de amor, para vencer en amor a los asesinos de la historia.
En la línea de algunas formulaciones posteriores de la gnosis, pudiéramos afirmar que, María ha empezado a vincularse con Jesús resucitado en desposorio místico, intimista. Ellos representan al ser humano entero: son la díada (o pareja) inicial que simboliza ya la salvación de los humanos, en el nuevo paraíso de este mundo, sobre el huerto de la muerte convertido en manantial de vida. Esa perspectiva es buena, pero debe completarse, como indica la palabra de Jesús: ¡No me toques! (Noli me tangere).
Esta palabra significa: no me toques más, no me sigas agarrando. De esa manera señala que hay una unión de amor que no puede cerrarse en sí misma. La experiencia pascual es un principio, una promesa que no puede separarse del camino de vida y de misión, es decir, de la tarea al servicio de los demás. La palabra anterior (¡no me toques!) recuerda la fragilidad del tiempo, nos sitúa dentro del misterio de una pascua que nos lleva a expandir el amor de forma universal. No existe en este mundo amor perfecto, para siempre; todo lo que aquí vamos viviendo sigue abierto.
Por eso, el encuentro con Jesús ha sido un signo de esperanza en el camino, no es aún la realidad cumplida. María ha descubierto por un breve momento el gran misterio: ha encontrado a Jesús, se ha llenado de su vida pascual y de su gloria. De ahora en adelante no estará ya aislada, no será una mujer caída, estéril, fracasada. La experiencia pascual le ha convertido en portadora del misterio de Dios (Jesús) para los hombres. Al decirle no me toques, Jesús le está diciendo que ella debe ocuparse de tareas importantes, de misiones nuevas sobre el mundo.
María es, según eso, la primera teóloga de pascua: ha descubierto en su vida el camino de Jesús; sabe que ha triunfado y sube al Padre y así debe decirlo. Desde esta perspectiva se comprende ya mejor el ¡no me toques! Ella es un signo viviente de la ausencia presente de Jesús; por eso puede decir que vive (ha resucitado) y que ha subido al misterio de Dios Padre. Entre el Jesús que en un sentido le ha dejado (¡no me toques!) y los discípulos a los que debe buscar y evangelizar, en clave de pascua, se encuentra ahora María. Buscaba un cadáver en el huerto; Jesús le ha ofrecido una misión y camino apasionante de vida.
María nos enseña a comprender que la pascua es el ascenso final de Jesús que ha recorrido su camino sobre el mundo y viene a culminarlo en el seno de Dios Padre. Pero, al mismo tiempo, culminando su camino de subida y plenitud recreadora, Jesús abre un camino de amor y seguimiento para sus discípulos, partiendo del mensaje de María.
María ha sido la primera cristiana: ha tocado a Jesús por un momento sobre el mundo como, en algún sentido, pueden tocarle o descubrirle todos los creyentes. Pero luego, María y los discípulos deben saber que Jesús ha subido ya al Padre. No se encuentra a la mano, de manera externa, sobre el mundo. Por eso no pueden agarrarle para siempre, no pueden detenerle en nuestra historia. También aquí encontramos una perspectiva pascual que es contraria a la gnosis espiritualista. El gnóstico es un hombre que piensa que ha encontrado plenamente a Jesús sobre la tierra; por eso puede afirmar que ha culminado su camino y ya no tiene que andar más. Por el contrario, María Magdalena ha descubierto que la pascua es experiencia de ascenso a lo más alto y de misión liberadora: es como una luz, un toque de presencia que nos hace capaces de entender buscar y caminar luego en amor sobre el mundo.

Reflexiones sobre la vida y la muerte

Marià Corbí


La guía interior
Toda acción humana o es egoísta, o es ambigua. ¿Por qué?
Porque son actuaciones regidas por el ego, que opera siempre en beneficio propio; ese es el papel que debe ejercer como función del cerebro al servicio de la sobrevivencia del animal necesitado que somos los humanos.
Incluso cuando se actúa a favor de otros, como es el caso de la familia o el propio colectivo, su actuación será egoísta –el bien de la familia o del propio grupo redunda también en bien propio- o será ambigua.
Para que el ego haga la función que debe ejercer tiene que considerarse como alguien venido a este mundo lleno de amenazas; como alguien sujeto de necesidades y lleno de fragilidad. Sin embargo, se considera ser alguien y no es nadie; se cree actor autónomo y no es ni actor.



Ese es su error necesario, ese es su supuesto inevitable si quiere sobrevivir.
Los sabios enseñan que esa no es nuestra realidad; que no somos nadie venido a este mundo. Enseñan que, como ego, no somos actores libres; que no somos el actor que tenemos que suponer que somos; que el único actor es la DA, esa inmensidad.
Enseñan también que cuando el ego sale de su error de creerse una entidad y un actor libre y reconoce su naturaleza real como forma de la DA, cumple su función como gestor de la supervivencia del organismo a la perfección.
La raíz del malfuncionamiento del ego es la misma raíz que es el motor de la vida: el deseo y su contracara el temor. El deseo inseparable del temor es el fundamento de su egoísmo insaciable y es la raíz de las malas interpretaciones de lo real y de las situaciones que se presentan.


El deseo/temor selecciona los recuerdos de acciones que juzga que fueron positivas,  y  mantiene  en  la  memoria  los  recuerdos de las acciones que considera negativas. Sobre esas bases diseña sus expectativas de futuro. La realidad no suele responder a las expectativas construidas sobre el deseo/temor de los individuos, porque las ansias del deseo y los miedos del temor deforman la realidad que se espera conseguir, y la realidad no obedece a las deformaciones.
Es sabio reconocer la ambigüedad de todas nuestras actuaciones y se reconcilia con ella. La ambigüedad funciona incluso cuando se actúa buscando decididamente la sabiduría.
¿Cómo no va a ser ambigua nuestra marcha y nuestra búsqueda de la DA si necesariamente hemos de partir del falso supuesto de que somos alguien, un actor libre? Hemos de partir y actuar desde un ego erróneo y lleno de temores, que inevitablemente actúa ambiguo incluso para salir de su supuesta entidad y de su egocentración.
Hay que aprender a reconocer la guía que viene de la realidad misma de nuestro ser, a pesar de la ambigüedad en la que nos movemos y a pesar de los errores explícitos.


Desde ahí hay que hacerse capaz de reconocer el paquete de deseos/temores que recibimos  de nuestros  padres y  mayores, y las expectativas que desde esa fuente nos vinieron ya diseñadas. Si no reconocemos esa herencia, no podremos contrapesarla, ni podremos liberarnos de ese legado, aunque tengamos que llevarla inevitablemente a la espalda como una mochila.
Lo que no  se  reconoce,  nos  domina,  aunque  sea  revestido de justificaciones.  Cuando  se  reviste  de  justificaciones,  impide la reconciliación con esa nuestra condición y genera actuaciones contra sí mismo y contra lo que le rodea.
Cuando se reconocen los factores determinantes del pasado, se puede uno reconciliar con ellos y desidentificarse de ellos. La no identificación les quita su fuerza.


Hemos dicho que hay que reconocer la guía que viene desde la realidad de nuestro ser. Hay que ir más allá de esta afirmación. Decir que hay una guía es hablar todavía dualmente suponiendo que hay alguien que es guiado y que existe también la guía de la DA.
En realidad, en nosotros no hay nadie diferente de la DA. Por consiguiente, la DA no sólo guía, sino que es el único actor. En mí mismo no hay un actor fuera de Él. Reconocer y vivir eso es sabiduría.
La DA es la que es y la que actúa. Es el único actor sin segundo.
Sin embargo, cuando decimos que la DA es la única que es y que es el único actor, debemos ser conscientes de la debilidad, inadecuación y pequeñez de nuestras afirmaciones. De la DA no podemos decir que es o que no es, tampoco podemos decir que sea un actor o no lo sea. Esas son categorías de un pobre viviente de la tierra, hablando de lo que no se puede hablar.
Por ello, el misterio innombrable de la realidad de nuestra realidad es también nuestro propio misterio innombrable.
Reflexiones sobre la muerte en las sociedades de conocimiento


Todas las tradiciones de la humanidad han dado a la muerte una interpretación que la mitigue, que la haga asumible sin gran angustia, que no haga de la muerte un final abrupto en el abismo negro de la no existencia.
En el pasado se ha hablado de la vida del espíritu después de la muerte del cuerpo, del paso al reino de los espíritus, del paso al reino de los antepasados, se ha hablado de la resurrección de los muertos, de una muerte que sabiamente asumida es en realidad una no muerte, de la reencarnación, de la vida eterna, de la vida en Dios.
Los judíos y los griegos de la Grecia clásica hablaban del reino de los muertos como un reino oscuro de sombras. Pero los griegos terminaron por adoptar los mitos y ritos de muerte y resurrección de los misterios helenos, y muchos judíos aceptaron la resurrección de los muertos.


Esas referencias a mundos de ultratumba no era un autoengaño colectivo, era una interpretación de la vida que veía en la muerte no a una enemiga sino su contracara necesaria. La muerte teñía toda la vida y haciéndolo mostraba que la vida era tan perecedera como las hierbas del campo; y la vida teñía a la muerte como un traspaso a otro nivel, no como un final trágico en la nada.
La vida y la muerte no son dos asuntos simplemente contrapuestos, son una unidad, son una sola realidad con dos caras. La vida necesita de la muerte para sentirse siempre fresca y nueva; la muerte sirve así a la vitalidad perpetua de la vida.
Esto  intuyeron  y  vivieron   nuestros   antepasados   y así interpretaron la  muerte  como  no  separada  de  la  vida. La contraposición de vida y muerte no la vivieron como la contraposición del ser y la nada. Las SC deben proporcionar una lectura de la muerte que sea fiel a esa unidad de vida/muerte y que haga a la muerte asimilable para los humanos. No se trata sólo de intentar mitigar a la muerte para los ciudadanos, se trata de aprender de su misterio y de su estrecha conexión con la vida.
Donde hay vida hay muerte, y donde hay muerte hay vida. Hay que aprender qué enseña la muerte sobre la realidad de la vida y qué enseña la vida sobre la  muerte.


Las SC se ven forzadas a asumir la muerte sin las mitigaciones y soluciones que pensaron y vivieron nuestros antepasados. Tenemos que aprender a vivirla sin creencias, sin soluciones religiosas, sin dioses, sin una antropología de cuerpo y espíritu, desnudos de todas las soluciones que crearon las generaciones pasadas de la humanidad.
Lo que roba la muerte y lo que no arrebata
Veamos lo que elimina la muerte:
Elimina el cuerpo, la individualidad, el ego con sus deseos y temores, con sus recuerdos y expectativas, elimina el mundo que como vivientes construimos, los amores y los amigos, los trabajos que hicimos. Con todo eso arrasa la muerte.
La muerte, como una potente riada o como un tornado que lo arrastra todo, lo arrasa todo, no deja nada. Nada resiste o prevalece a la muerte.


Después de muerto de mí no quedará nada, ni residuos siquiera. Todo se lo lleva la muerte. Durante un breve tiempo, mi memoria será un nombre, sin historia, en papeles, pero dándole tiempo al tiempo, la muerte eliminará también ese residuo.
Nada resiste a la muerte.
Sin embargo, para quien comprende, nada arrebata la muerte.
La muerte no puede con lo que yo era antes de nacer. No es capaz de barrer la DA (dimensión absoluta) de lo real, de la que todo lo que existe son formas pasajeras, como olas breves del mar, de un mar y que sólo es mar, sin nada añadido.
La DA es“Eso”que era antes de nacer, y que fui, aunque no los supe, mientras existía, y a lo que volveré después de la muerte.
¿Qué es eso que era antes de nacer, que fui nacido y que seré muerto?


Algo imposible de conocer, indecible como un abismo, porque es un abismo. Cada ser no es lo que parece ser, sino un abismo que escapa a toda representación y conceptualización humana.
Si reflexionamos, comprenderemos que nadie ha venido a este mundo; todas nuestras facultades son de este mundo. No somos “otro” de este mundo, ni el mundo es “otro” de nosotros.
Para vivir y poder depredar hemos de suponernos ser alguien, en un medio del que se vive. Pensamos que nosotros somos “uno” y el medio “otro”. Pero ese supuesto, necesario, es falso: somos formas breves de “Eso”. Formas que no añaden nada a la DA que es todo.
Esta es una comprensión racional de la muerte, sin creencias y ciñéndonos a los datos de lo que elimina radicalmente la muerte y de lo que la muerte no puede arrebatar


De nosotros como individuos no queda nada después del paso por la muerte. Pero, agua somos del agua de la fuente, mientras vivimos, y a la fuente tornamos cuando morimos.
La fuente es la inmensidad de los mundos. Esa fuente no es la interpretación del cosmos que nosotros construimos. Nuestra interpretación científica del cosmos es una modelación a la medida de nuestro cerebro, de los sentidos y sus amplificadores científicos e instrumentales. Jamás saldremos de las posibilidades y características de nuestro cerebro y nuestros sensores. El cosmos, para nosotros, siempre será una interpretación y una construcción. Será una descripción, pero sólo desde nuestros modelos de construcción.
La fuente de la inmensidad de los mundos son los mismos mundos, no un Dios, ni otro mundo, ni nada “otro” de todo esto.
Esa inmensidad, ciñéndonos a los datos, es como mente, como conciencia, como inteligente, como providente y calculador, pero sólo “como” porque ninguno de esos conceptos se le pueden aplicar rigurosamente,  sólo  valen  como  apuntamientos.  Nada  se  puede predicar de ella porque está fuera de la posibilidad de modelación; es el vacío de toda nuestra posibilidad de acotación, categorización.


Con respecto a la DA de lo real tenemos noticias que son como datos, pero no podemos convertirlas en datos conceptualizables.
El despertar a nuestra propia realidad
La DA es una noticia mental-sensitiva no ordenada a la estimulación de forma que se desencadene la acción. Es una noticia no relativa a nuestras necesidades de vivientes.
Es una noticia axiológica gratuita, porque sí. Al no estar ordenada a la operación, como tal noticia no se sitúa en el tiempo y en el espacio de nuestra cotidianidad.


Se presenta siempre en un tiempo y en un   espacio, pero no se sitúa en ellos para emitir su noticia. No hace referencia a una situación espacio-temporal que deba desencadenar una operación.
Podríamos decir que la DA desde un tiempo-espacio arranca del tiempo-espacio. La DA puede presentarse en una flor de calabaza; esa flor se da en un tiempo-espacio, en la época de la floración de las calabazas, desde la esquina del campo en que está plantada. Desde esa situación, la flor de la calabaza puede emitir dos tipos diferentes de noticias: que está ahí y se puede rebozar con harina para freírla y comerla, esa es su DR, y que está frente a mí con toda su delicadeza, su belleza su complejidad. Me habla de los abismos de espacio-tiempo que le llevaron a ser como es, del abismo del misterio de su propio ser, esa es su DA.


La DA  se  expresa  desde  un  tiempo-espacio  concreto,  pero se sale de esa situación ordenada a nuestra vida cotidiana y a la sobrevivencia. Al hacerlo remarca su gratuidad. Se presenta como una cualidad pura, sin pretensión alguna.
En el arte ocurre un fenómeno semejante, pero más acentuado. Un cuadro, una sinfonía enmarcan sus obras en un espacio delimitado, con movimiento en su propio interior, y por tanto, con un tiempo en su composición.
Pero ese espacio-tiempo del cuadro o de la sinfonía se escapa del espacio-tiempo de nuestra cotidianidad y sus finalidades de sobrevivencia.


Es un espacio-tiempo diferente, sin ninguna  pretensión práctica. No es útil, es puramente cualitativo. La cualidad es la que expresa el cuadro o la sinfonía.
Según estas consideraciones, quien realiza la DA, la CHP, aunque esté situado en un lugar de la tierra y en un tiempo determinado, se sale de ese espacio-tiempo cuantitativo para situarse en un espacio- tiempo puramente cualitativo.
Quien comprende y vive que su auténtica realidad es la DA, quien realiza su identificación con ella, la DA le saca del espacio- tiempo de la sobrevivencia y la depredación y le sitúa en un ámbito puramente cualitativo, gratuito, más intensamente cualitativo que en el caso del arte.

Quien reside en esa intensidad cualitativa se sale del tiempo- espacio y, por ello, se hace ajeno al nacer y al morir. Los grandes maestros de la DA y de la cualidad humana profunda, ni mueren ni permanecen eternamente. No tiene sentido preguntarse si el Buda sobrevivió a su muerte. Así lo piensan los grandes budistas. Otros grandes maestros si mueren resucitan; esa es una manera simbólica de expresar la misma idea, pero en una sociedad agraria. Afirmar que esos maestros cuando mueren están en Dios, es otra forma de expresar la misma idea.

Decir que los que despiertan a la DA viven eternamente es intentar expresar, con las categorías del tiempo, lo que se sale del tiempo. Decir que están en el paraíso, en el cielo, es expresar lo que se sale del espacio con categorías de espacio.
La pura cualidad se sitúa fuera del tiempo-espacio y fuera del nacer y morir.
Porque están fuera del tiempo-espacio quedan fuera de la individualidad, porque la individualidad necesita situarse en un tiempo-espacio. Por tanto, quien realiza la DA está fuera del tiempo- espacio, fuera de la individuación y es pura cualidad.
Habrá que sustituir las expresiones que hablan de eternidad y paraíso, por la cualidad intensa, sin tiempo ni espacio, sin aniquilación, sin eternidad y sin individuación.
Quien se va

viernes, 28 de julio de 2017

A dos días de la ANC-Asamblea Nacional Constituyente

ATRIO

Sobre Venezuela, volvemos a publicar un artículo de Oscar Fortin en nuestra columna central. Porque es nuestro amigo de siempre y escribe para nosotros expresamente. Pero consideramos que habría que poner interrogantes a las conclusiones de acuerdo que él saca de la reunión entre Parolin y Trump. Y, como estamos en los últimos días antes de la elección para la Constituyente, será conveniente leer otros documentos que insertamos en Tablón de ATRIO (que, por cierto, vuelve a funcionar bien y lo vamos a emplear más).Uno es del sabio Boaventura Santos. Y el otro, tomado del mismo portal Aporrea, que cita Fortin, es de un chavista  crítico sobre cómo se ha decidido convocar y cómo se va a ejecutar ese instrumento de recurso al pueblo que es la Constituyente. AD  

EL VATICANO SE CONCIERTA CON LA CASA BLANCA

VEAN COMO SE QUIEREN
El pueblo de Venezuela esta a tres días de su participación a las elecciones de sus representantes para constituir la Asamblea nacional constituyente (ANC) que será la voz y el poder predominantes dentro del conjunto de los poderes y voces del Estado. Se trata de los mas altos representantes del pueblo, identificados y elegidos por votos secretos y universales, sin interferencias de los partidos políticos.  Son 545 personas, elegidas dentro  los 6020 candidatos y candidatas que se calificaron, que formaran esta ANC y que tendrán la responsabilidad de aportar los cambios necesarios a la presenta constitución para asegurar el desarrollo del conjunto de los intereses del pueblo venezolano. Una vez establecidos los cambios a la presenta constitución, el pueblo, por referéndum, la confirmará o la rechazará. Es la vía elegida por el gobierno para lograr una paz verdadera.
Este proceso que da al pueblo y no a los partidos políticos el poder para decidir de la constituyente no le gusta nada a la oposición oligárquica, tampoco al episcopado venezolano que sigue aliado, por tradición, de esta oposición que se ha vuelto violenta para impedir que se realice este proyecto de ANC. Grupos mercenarios y terroristas han sido contratados para sembrar el terror en medio de la población. Se cuenta por el momento más de 170 muertos, mas de miles heridos, y por decenas de millones de destrucción de bienes públicos. El episcopado venezolano es parte de esta campana de violencia al invitar a la población a la desobediencia civil y a abrir las puertas de sus iglesias para ampliar la propaganda en contra del gobierno  y promover brigadas de soldados de Dios.
El gobierno que está en función es heredero de la revolución bolivariana, la que Chávez ha puesto en marcha, después de su elección en 1998. Durante su campana electoral había prometido  la redacción de una nueva constitución. En 1999, su primera iniciativa fue la de la redacción de una nueva constitución a base de las esperas del pueblo y de sus intereses. Una nueva constitución redactada en el contexto de una profunda consulta de todos los sectores de la sociedad venezolana. Una vez completada la redacción, ella fue sometida al pueblo por vía de un referéndum, esta constitución ha sido aceptada por mas de 80% de los votantes.  Todo se realizó bajo el pensamiento del gran libertador Simón Bolívar.  Con esta constitución en la mano, el Estado recuperó el control de su petroleo que estaba entre las manos de una oligarquía nacional en complicidad con multinacionales. Estos nuevos ingresos gubernamentales permitieron ampliar los servicios de salud en todos los rincones del país, abrir las puertas de las escuelas a todos y a todas, de la primaria  hasta la universidad, de construir mas de un 1 600 000 habitaciones para levantar el nivel de respeto de las familias a un alojamiento digno.
Todas esas realizaciones no tenían nada para entusiasmar a los que se habían acostumbrados a beneficios de la renta petrolera, entre otras cosas. En cuanto al episcopado venezolano era el “comunismo” que se implantaba en Venezuela. Lo curioso es que  la mayoría de los dirigentes del gobierno chavista eran y siguen siendo católicos, a pesar de todo. Chávez ha dado testimonio de su fe en varias ocasiones, entre ellas, al momento del Golpe de Estado de 2002 cuando los que lo hicieron preso, en un lugar alejado, con la orden de matarlo. Chávez, con su cruz en la mano y la firmeza de su fe, impacto tanto a esos jóvenes soldados que se no se resignaron a matarlo. Unas horas mas tarde llegaron sus liberadores que habían vencidos a los golpistas y que venían a buscarlo para llevarlo a su pueblo que se había levantado en contra de los golpistas. Muchos de ellos que Chávez había amnistiado se encuentran de nuevo conspirando contra el sucesor de Chaves, Nicolás Maduro. El episcopado venezolano que estaba ya participando al primer golpe, sigue participando por el presente golpe. No profundizaron la doctrina social de la Iglesia tampoco las políticas sociales del gobierno chavista.
Lo que la prensa internacional no nos permite ver y escuchar, internet (http://vtv.gob.ve/en-vivo/ Y TELESURTV.NET) nos da la oportunidad de descubrir a un pueblo alegre, determinado, solidario, que anda superando el miedo de los violentos para hacer realidad el poder del pueblo por el pueblo, lo que será la Asamblea nacional constituyente. Domingo, 30 de julio, este pueblo se dará la mano para contornar las barricadas y los grupos violentos que harán todo para que la gente no vaya a votar. Los mismos que se reclaman de la democracia son los que tratan por todos los medios que el pueblo no  vaya a votar. Actúan como si el pueblo no supiera lo que le conviene.
Las declaraciones del cardenal, secretario general del Vaticano, sobre el presidente Trump, a tres días de esa votación, tiene algo de preocupante. No dijo nada de las amenazas de Donald Trump contra el gobierno de Venezuela, tampoco sobre las sanciones aplicadas, recientemente a 9 dirigentes del presente gobierno. Pietro Parolin, ex-nuncio apostolico en Venezuela, se comporta como si no existiera por los E.U. el derecho internacional de no intervención en los asuntos internos de otros países. Al contrario, deja abierta esta puerta intervencionista al no recordársela al presidente Trump cuando le pide que no aluda con sus responsabilidades internacionales.  De aquí a domingo, 30 de julio por la noche, veremos como los actores de la oposición nacional, MUD Y EPISCOPADO, y internacional, WASHINGTON Y EL VATICANO, habrán hecho para impedir a un pueblo de ir a votar por su Asamblea nacional constituyente.
¡Ojala que el buen sentir del papa Francisco ponga a tiempo el dedo sobre el timbre de la paz para impedir un baño de sangre! Le toca a la Iglesia de dar una vuelta completa en cuanto a sus compromisos políticos con los maestros del capitalismo salvaje. El pueblo venezolano, en toda legitimidad y legalidad tiene derecho a darse una ANC en la forma presentada constitucionalmente por el presidente Maduro y su gobierno. Mas de cincuenta mil personas se presentaron para ser candidatos y candidatas. Seis mil veinte cumplieron con los requisitos. De los 6020, 545 serán elegidos  para formar esta ANC. ¡Ojala que se cumpla esta elección en un clima de libertad democrática!
Parece que la oposición no lo entiende así. No sé si el episcopado le va dar su bendición.
Oscar Fortín
El 27 de julio 2017

La Provincia única de las Salesianas se constituirá el 5 de agosto

- Por: Redacción / Salesianas



La Madre Yvonne Reungoat, Superiora General de las Salesianas, presidirá el acto. La nueva Inspectoría de las FMA surge de la unificación de las cuatro provincias actuales: Madrid, Barcelona, León y Sevilla.









La Superiora General de las Salesianas, Madre Yvonne Reungoat, presidirá el 5 de agosto el acto en el que nacerá la nueva Provincia de las Hijas de María Auxiliadora (FMA, por sus siglas en italiano). Así se pone fin al proceso de unificación de las cuatro provincias de las Salesianas en España.

A las 11:30 horas, se celebrará la Constitución de la nueva Inspectoría María Auxiliadora con sede en Madrid, durante una Eucaristía en la Casa Provincial de las Salesianas (c/ Villaamil, 18). Acompañarán a Madre Yvonne, IX sucesora de Santa María Mazzarello, un nutrido grupo de salesianas, salesianos y miembros de la Familia Salesiana.

Es significativo que este nacimiento tenga lugar en el día en que el Instituto celebra el aniversario de su fundación, el día de la profesión religiosa de las primeras Hijas de María Auxiliadora. Por este motivo, durante la Eucaristía, se celebrará también la Profesión perpetua de Sor Bella Molina Arias.

El proceso
La unificación llega tras un largo proceso de discernimiento con la participación e implicación tanto de Hijas de María Auxiliadora como de seglares. Quiere ser un signo de unidad y de comunión. Nace del deseo de revitalizar el carisma a partir de la calidad de la respuesta vocacional y de una misión educativa al servicio de las diversas pobrezas juveniles, compartida con la Familia Salesiana, las comunidades educativas y con el territorio, en el espíritu del Sistema Preventivo de Don Bosco.

Las FMA
El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora es una familia religiosa nacida del corazón de San Juan Bosco y de la fidelidad creativa de Santa María Mazzarello.

Las Salesianas llegaron a España en el año 1886. En la actualidad están en Galicia, Cantabria, País Vasco, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Madrid, Andalucía y Canarias. Son, en nuestro país, 688 religiosas, agrupadas en unas 60 comunidades; cuentan con 1 Centro de Estudios Superiores, 42 colegios, 8 centros de Formación Profesional, 37 centros juveniles y 93 proyectos sociales.

Más información:
Cristina Herranz FMA
comunicacion@stfma.com