FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

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ATALAYA

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miércoles, 5 de febrero de 2020

Brumadinho: “Nos duele demasiado la forma en que os fuisteis”


El 25 de enero de 2020 se celebró en Brumadinho-MG un acto para recordar el trágico desastre criminal de la ruptura de la presa de la compañía Vale S.A. Nos hieren los ojos y rompen nuestros corazones aquellas imágenes que mostró la televisión: la fuga de 12 millones de metros cúbicos de residuos, sepultando bajo olas de barro y muerte a 274 personas, los daños a la economía de miles de familias campesinas, indígenas y quilombolas, los impactos químicos de los metales que van a sedimentarse en el fondo de los ríos, la contaminación de los ecosistemas, de la flora, de la fauna y de la vegetación de las riberas de los ríos. La velocidad de la ola asesina era de 80 km por hora. Es el mayor desastre de compañías mineras en el mundo, con más víctimas que el de Stava en Italia en 1985 que mató a 267 personas. Aquí fueron 274.
La celebración fue meticulosamente preparada, con una gran peregrinación, con la participación de personas de todas partes de Brasil y de diferentes iglesias. El lema era: Porque la vida Vale más o La vida Vale más que el beneficio. Quizás el momento más conmovedor ocurrió en la “mística” hecha por los familiares de las víctimas, con testimonios, poesías y canciones y la suelta de 274 globos (número de víctimas) con la inscripción: Me duele demasiado la forma en que te fuiste. Ascendieron a lo alto, hacia el cielo, donde las víctimas, llamadas “nuestras joyas”, estarán en el seno de Dios Padre y Madre de bondad infinita.
Para todas las instancias, incluso oficiales, hubo una negligencia culpable de Vale, a pesar de que era consciente de la inseguridad de la presa y de los riesgos para las poblaciones circundantes. Es por eso que no hubo ningún accidente sino una tragedia criminal cuyos responsables están siendo acusados de varios tipos de delitos.
Desde entonces se ha establecido un enfrentamiento entre dos lecturas: la de la empresa minera Vale, que insiste en el hecho del accidente y su renuencia a reparar adecuadamente los daños y a dar la compensación necesaria a los familiares de las víctimas. Se presenta con orgullo “como una compañía minera global que transforma los recursos naturales en prosperidad y desarrollo sostenible. Con sede en Brasil y operaciones en unos 30 países, la compañía emplea a aproximadamente 125 mil empleados, incluidos los propios y terceros permanentes”. Se olvida de que en 2012 fue elegida por Public Eye People’s como la peor compañía del mundo, el “Oscar de la Vergüenza”. Dentro de la lógica del capital, busca solamente obtener ganancias incluso a costa de vidas humanas. Para noviembre de 2019 estaban previstos 7.25 mil millones de reales (aún sub judice) como dividendos para los accionistas. Pero en las negociaciones con los familiares de las víctimas y ante el daño a toda una región es dura y chantajea a la población: si no aceptan sus propuestas no habrá empleos ni prosperidad para la región. Es un engaño, pues debido a la nefasta Ley de Kandir, Vale no paga ningún impuesto sobre la exportación y solo el 2% como Compensación Financiera por la Explotación de Recursos Minerales. Por lo tanto, el beneficio principal no se destina a Brasil ni a la población.
La otra lectura es llevada a cabo por la Arquidiócesis, especialmente por el obispo local don Vicente Ferreira y por sus dos eximias asistentes, Marina Oliveira y Camila Rodrigues, quienes abandonaron sus quehaceres y estudios para liderar las lecciones a sacar de este hecho criminal. Se trata de mostrarle a la población que esta forma de organizar la minería y buscar ganancias es típica del sistema del capital. Produce una doble injusticia: una, social, explotando el trabajo y la otra, ecológica, devastando la naturaleza circundante. Se muestra como enemigo de la vida de la naturaleza y de la vida humana, como el Papa Francisco muestra acertadamente en su encíclica de ecología integral sobre “el cuidado de la Casa Común”. Los cambios deben comenzar con cada uno: cómo cuidar la casa, el agua, la basura, cada árbol y los animales. Es importante no ser rehén de una empresa que solo promete empleo, pero al precio de contaminar la atmósfera y afectar a la vida, especialmente a la vida de los niños. Debemos ser inventivos y buscar formas alternativas de garantizar la vida de todos, más sana y compartida mejor.
El obispo don Vicente usa sus habilidades personales para aumentar este nuevo nivel de conciencia en la población, pues es poeta, cantante y toca la guitarra. Se encuentra con la dura oposición de los católicos carismáticos y de otros apoyados por la compañía Vale, que no ven en esto el cumplimiento del mandato divino de “cuidar y proteger” el Jardín del Edén, sino como mera política. Así, se muestran sin empatía con los familiares de las víctimas. Los conservadores quieren reducir la fe solamente al espacio religioso, sin haber aprendido la lección del Concilio Vaticano II de que hacer política “es el acto de amor más grande”. No política partidista, sino política como bien común, como solidaridad con quienes más sufren, y política como defensa de los derechos de cada persona humana y de la naturaleza. Su fe es estéril, porque no conduce a la salvación. Lo que salva no son las prédicas sino las prácticas, de amor, de compasión y de solidaridad, como lo está haciendo el “Comité de Apoyo y Solidaridad con los afectados por los crímenes de Vale” y la pastoral de don Vicente Ferreira y sus asistentes.
Nosotros que hemos estado allí en las celebraciones, damos este testimonio. Y nuestro testimonio es verdadero.
*Leonardo Boff es teólogo y ha escrito Como cuidar da Casa Común, Vozes 2018.
Traducción de Mª José Gavito Milano

LA MISA DEL DOMINGO Domingo Tiempo Ordinario 5(A) 9 de febrero de 2020


En estos primeros domingos del año litúrgico estamos leyendo el capítulo quinto del evangelio de San Mateo. En este importante capítulo encontramos dos textos cumbres en la espiritualidad cristiana. El primero es el relato de las bienaventuranzas, donde San Mateo hace un retrato del cristiano de todos los tiempos. El segundo es la parábola de la sal y la luz, donde se responde la pregunta cómo estar presente en este mundo. IR A LA PÁGINA

MISA CON NIÑOS Domingo Tiempo Ordinario 5(A) 9 de febrero de 2020


En estos primeros domingos del año litúrgico estamos leyendo el capítulo quinto del evangelio de San Mateo. En este importante capítulo encontramos dos textos cumbres en la espiritualidad cristiana. El primero es el relato de las bienaventuranzas, donde San Mateo hace un retrato del cristiano de todos los tiempos. El segundo es la parábola de la sal y la luz, donde se responde la pregunta cómo estar presente en este mundo. IR A LA PÁGINA

¿Neoclericalismo o sacramentofobia?


Victorino Pérez Prieto, teólogo

Victorino PrietoHace tiempo que quiero escribir un artículo pensando en los cristianos-católicos que da la sensación que tienen poco aprecio por la eucaristía; parece que siempre les sobra ésta en sus encuentros, o solo muy de pascuas a ramos. Pensaba titularlo “¿Eucaristiafobia?”. Aunque alguien me dijo que sería mejor hacerlo de modo más positivo, aunque fuera un poco pio: “Amor por la eucaristía”. Pero acabo de leer en RD un artículo de Pepe Mallo –a quien no tengo el gusto de conocer–, titulado “El anticlericalismo se torna neoclericalismo”; allí critica el ministerio ordenado y los sacramentos de la Iglesia como una forma de perpetuar el clericalismo.··· Ver noticia ···

La España rota

Redes Cristianas
Jaime Richart, Antropólogo y jurista
Hoy hablo de esos cínicos que van voceando por tribunas y platós que unos enemigos imaginarios quieren romper España. Y lo dicen, los además muy ignorantes, cuando en realidad España nunca se ha roto. Y no se ha roto, sencillamente porque nunca ha es­tado entera. Nunca estuvo unida con el ensamblaje de la fundi­ción. Pues ese ensamblaje no se consi­gue salvando los linderos o las fronteras de los territorios y compartiendo un idioma. Ese ensamblaje es fruto de la combinación de una filosofía vital común y de dos princi­pios incorruptibles o prácticamente invaria­bles a lo largo de casi tres siglos: el tríptico revolucionario, por un lado, y el alma de la República, por otro. Lo que hace grande a “la France”.
Los territorios que componen esa “España” que, según esos necios se rompe, están adosa­dos sólo geográfica y físicamente, y el idioma y la religión parcial­mente comunes lo han sido siempre por la fuerza de las armas y por la sevicia comecocos católica de siglos. Y ahora, también por condenas incluso superiores a las correspondientes al asesinato impuestas a disconformes pacíficos y pacifistas…
Pero admitiendo provisoriamente que España estuviese unida con pegamento, lo primero que la rompió y evitó el in­tento de una unión natural es una Constitución tramposa fabricada como Ley Fundamental del dictador; tramposa, porque deslizó en ella una monar­quía a refrendar por un electorado virgen y tembloroso ante la amenaza latente de un golpe de Estado por parte de un ejército ya más fran­quista que el propio dictador. En aquel crítico trance el abuso miserable­ fue flagrante. Súbditos que venían esperando 40 años convertirse en ciudadanos, al menos las clases populares casi medio siglo después se encontraron que eran casi siervos.
Pero es que quienes continuaron rompiéndola fueron los propios franquis­tas. Disfrazados de conservadores, la desvalijaron desde el poder polí­tico y la empresa. Luego, la propia católica Iglesia la rompió aún más. El procedimiento fue el pillaje. Miles y miles de bienes públicos fueron registrados a su nombre conforme a esa filo­sofía in­fame del franquismo, enemiga del colectivismo: “lo que es de todos, es del primero que lo coge”.
Luego lo que ha terminado de destrozar a España sin, como digo, haber estado nunca entera, es una Justicia de clase; una justicia favorable a las élites e implacable con las clases popula­res; una justicia que no ha hecho si no atenuar la culpa de esos ladrones públicos con di­laciones y argumentos leguleyos, sin dar nunca cuenta al pueblo de la de­volu­ción de lo robado; una justicia que se ha desvelado como el brazo armado del franquismo en el conflicto catalán, una prolongación del TOP, un poder ejecutor benévolo con tantos in­volucrados en gravísimos delitos económicos que han llevado a España casi hasta la ruina; una pieza que habrá de ser fundamental para sus afines ideológicos de la política que ya, en sede parlamentaria, advirtieron que su plan es acudir cons­tante­mente a ella. Otros, en fin, que han contribuido a romperla (si bien parece que ahora intentan redimirse con la denuncia del Concor­dato, pendiente desde hace cuatro décadas) son esos que desde el arran­que del régimen nuevo vinieron en­vuel­tos en la bandera del funda­dor español del socialismo, pero se fueron rápidamente aburgue­sando y, asemejándose a los otros, los dominado­res franquistas, se entregaron a las consignas neolibera­les de privatizar hasta el aire que respiramos.
“La España descompuesta” pudiera ser el título de una de esas pelí­culas sin pies ni cabeza que se cuelan en las pa­rrillas televisivas, porque al canal le sobra tanto tiempo que ha de tener siempre preparado un bodrio para el delirio de insom­nes y el enton­teci­miento de noctámbulos. Es tal el dispa­rate, que el ejecutivo en unos casos hace de sir­viente de los poderes económicos, y el le­gislativo no sabe por dónde empezar pues sabe que tarde o tem­prano toda ley acabará en los tribunales, protectores de los energúmenos. En cuanto al rey, ¿no parece un muñeco mecánico que no sabe qué hacer ni hacia dónde ti­rar?
Todavía recuerdo a aquel hombrecillo con bigote -aún zascandilea por ahí- alertando al personal sobre el peligro de una vuelta a los reinos de taifas. Sin embargo, ya lo veis, no hay tales reinos. Lo que hay, y en en abundancia, en la política, en la justicia, en la clerigalla y en los poderes financieros no son instituciones serias sino variedades de tribus urbanas. En cuanto a esos otros de la banderita en la muñeca y del saqueo que claman con neurastenia la España del chundarata, del to­reo, de las vírgenes y pasos santeros del folclore… no os engañ­éis. Se han portado con ella como un proxeneta con su ramera y la quieren exclusivamente para ellos. Saben bien que, para su propósito, ya cuentan con un nutrido elenco de prevaricadores…

Y todo, para seguir viviendo bajo el clima malsano del fran­quismo y el viciado del nacionalcatolicismo. Pero eso sí, follando en cualquier parque o cualquier váter, como si aquí no pasara nada. En esto, hay que reconocerlo, es en lo que ha ga­nado un montón la España rota; rota, incluso antes de haberse hecho o antes de haberse compactado…

Científicos de todo el mundo advirtieron que es inevitable “un sufrimiento humano sin par” a menos que se encare seriamente la lucha por el problema ambiental

 Redes Cristianas
contaminacion
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Emiten un alerta por el calentamiento global
“Encaramos una emergencia climática”
Más de 11.000 científicos de todo el mundo advirtieron este martes que es inevitable “un sufrimiento humano sin par” a menos que haya cambios radicales en la actividad humana para reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros factores que contribuyen al cambio climático. “Los científicos tienen una obligación moral de advertir a la humanidad acerca de cualquier gran amenaza. Sobre la base de la información que tenemos, es claro que encaramos una emergencia climática”, dijo Thomas Newsome, de la Universidad de Sydney, en Australia, en un artículo que publica la revista BioScience.

Los científicos analizaron la información recogida durante más de 40 años y que es pública sobre el uso de la energía, las temperaturas en la superficie terrestre, el crecimiento de la población, la extensión de cultivos, la deforestación, la pérdida de hielo polar, los índices de fertilidad, las emisiones de dióxido de carbono y el producto interior bruto de las naciones.
Desde la Primera Conferencia sobre Cambio Climático, celebrada en Ginebra (Suiza) en 1979, los científicos que han participado en asambleas similares han citado la amenaza del cambio climático y han advertido a los gobiernos y las corporaciones sobre la necesidad de adoptar medidas para moderarlo.
El artículo, que se enfoca en las acciones para reducir el daño que causa el cambio climático, incluye indicadores que los investigadores describen como “señales vitales” relacionadas con ese cambio y las áreas que requieren una acción global inmediata. Algunos de esos indicadores de la actividad humana son positivos, como la disminución de los índices de natalidad y la incorporación creciente de fuentes de energía renovables. Pero la mayoría de los indicadores muestra un panorama sombrío, incluida la creciente población de ganado para consumo humano, la pérdida de bosques y las emisiones de dióxido de carbono.
Los autores expresaron su esperanza de que estas “señales vitales” orienten a los gobiernos, el sector privado y el público en general a “comprender la magnitud de esta crisis, vigilar los progresos que se logren y reacomodar las prioridades para paliar el cambio climático”.
Estas metas “requerirán transformaciones enormes en la forma en que funciona nuestra sociedad global y su interacción con los ecosistemas naturales”, señaló la declaración. Los científicos firmantes enfatizaron seis objetivos: reforma del sector energético, reducción de los contaminantes de corta duración, restablecimiento de los ecosistemas, optimización del sistema de alimentación, el establecimiento de una economía libre de dióxido de carbono, y una población humana estable.
A pesar de la amplitud de sus preocupaciones y la magnitud de los esfuerzos que reclaman, los científicos expresaron cierto optimismo al mencionar “un reciente aumento de la atención a este problema”.

“Los organismos gubernamentales formulan declaraciones de emergencia climática”, apuntaron. “Los escolares hacen huelgas. Los tribunales procesan demandas por daño ambiental. Los movimientos ciudadanos demandan cambios, y muchos países, estados y provincias, ciudades y empresas responden”, añadieron .

Pérez Esquivel: “El Papa Francisco tiene grandes enemigos, como Donald Trump o Salvini”


Papa Francisco7“Hay sectores, organizaciones, obispos, arzobispos o cardenales que están más cerca de
“Hay sectores, episcopados, de distintos países como Estados Unidos, Alemania, España, incluso en la Argentina donde creo que no todos los obispos siguen la misma línea de Francisco porque hay gente que piensa las cosas desde otra perspectiva porque tienen otra perspectiva de la realidad y, también, del Evangelio”
“No entienden que (Francisco) es un pastor y, como Pontífice, sigue siendo un pastor” ··· Ver noticia ···

José Mújica: “El mundo está sometido al riesgo de un holocausto nuclear o ecológico”


Baltasar Bueno, corresponsal en Valencia

MujicaEl ex presidente de Uruguay, Premio Derecho Humanos 2019 José Mújica: “El mundo está sometido al riesgo de un holocausto nuclear o ecológico”
Si bien es verdad que ha habido catástrofes climáticas, lo que está pasando ahora es responsabilidad del (homo) “sapiens”, quien, por el contrario, tiene la capacidad de revertir la situación, tiene recursos
“La realidad se cambia si hay colectivos que suman. Esta va a ser una lucha larga. Vivimos en el despilfarro, e el consumismo, hacemos más y más basura”
“Yo quiero a esa España, como si fuera mi país, contradictoria, de pueblos y naciones yuxtapuestas, si me tocara salir de mi país por lo que fuere optaría vivir en España o en Italia” ··· Ver noticia ·

Santiago Agrelo: “Sueño con una Iglesia que no tenga ningún peso político”


Jesús Bastante

Agrelo2“La extrema derecha está subiendo como la espuma”, advierte el prelado gallego Santiago Agrelo:
“Regular la inmigración no equivale a impedirla (…). Una persona tiene derecho a emigrar y a hacerlo con seguridad”
“Hay situaciones que obligan a las personas más pobres a echarse al mar y morir”
“Continuamos siendo los ‘negreros’ que hemos sido siempre, los dueños de las vidas de otras personas” ··· Ver noticia ··

Israel-Palestina: El “acuerdo” de Trump es un respaldo al apartheid


Omar H. Rahman

Como adelantó Meir Margalit en su artículo de la pasada semana, el “Acuerdo del Siglo” de la Administración Trump para el conflicto israelí-palestino ha sido rechazado tajantemente por la Autoridad Palestina, que ha roto sus acuerdos de seguridad con EEUU e Israel. La indignación de la población palestina ante lo que es un plan de anexión de la zona C de Cisjordania se ha contenido en pequeñas manifestaciones por el momento. ··· Ver noticia ···

SOMOS LUZ Y SABOR


col rosario ramos

Mt 5, 13-16
9 de febrero de 2020
El evangelio de este domingo nos regala unas palabras que Mateo pone en boca de Jesús con un mensaje de mucha trascendencia para el discipulado. Este texto pertenece a la segunda parte de este Evangelio en el que se refleja la intención de Jesús de construir una nueva Humanidad a pesar de la ruptura provocada en los que le escuchan. Se trata de un texto intimista en el que revela la identidad y la misión de los que deciden pertenecer a su movimiento.
Es importante destacar que las palabras de Jesús dirigidas al discipulado no son una promesa sino una realidad existencial porque les dice que ya son sal y ya son luz. Utiliza estas dos metáforas para que comprendan que están equipados de sabiduría y luz para iniciar este camino. El despliegue de esta identidad sí puede encontrarse con obstáculos que lo bloqueen, pero no que lo anulen o aniquilen.
La sal sirve para dar sabor. Las palabras sabor y sabiduría tienen la misma raíz lingüística: así como está el sabor de los alimentos, también está el sabor de la vida. Lo que le da gusto o sentido a la vida, la sabiduría, es decir: aprender a vivir como personas sin mucha más explicación. El arte no sólo de hacer las cosas, sino de hacerlas con dignidad, con consciencia, con responsabilidad, con alegría profunda. La verdadera sabiduría nos ayuda a descubrir la honda raíz de la vida y cómo invertir, de la mejor marera y en su justa medida, nuestras energías vitales. Pero hay una fuerte alerta: “si la sal pierde su sabor ¿cómo seguirá salando?” Esta frase es un proverbio usado en la literatura rabínica. Se alude a una sal extraída del mar Muerto y que perdía su sabor muy pronto. Ahora pone delante una gran responsabilidad al discipulado: la inutilidad de una fe creída desde la mente y no vivida desde la hondura humana. Situarse simplemente desde una fe creída genera ideología, pero vivida como raíz existencial genera sentido para llegar a ser lo que somos en potencialidad.
“Sois la luz del mundo”, nuevamente no es una expresión de futuro sino de lo que ya es presente. Si retomamos el relato de la Creación en el Génesis, lo primero que apreciamos es que Dios crea la luz, es la primera palabra que pronuncia como potencia creadora y que posibilita la vida. Se trata de una referencia a la luz no como materia sino a la luz como “conocimiento”, la consciencia de existir y de ser, la esencia de la que está hecha la verdadera naturaleza humana. Las tinieblas, las sombras, la oscuridad es no ser y no existir. Nuestra fuente original es LUZ. El simbolismo de la luz está muy presente en las Escrituras, pero hay dos claves que sitúan la temática de la luz en un nivel muy profundo: en la primera carta de Juan que define a Dios como LUZ sin mezcla de tinieblas; y la alusión de Pablo, en no pocas ocasiones, a que somos hijos de la luz, a caminar en la luz, a desenmascarar las tinieblas, a conectar con la luz para que nuestras obras sean luz.
La vida del discipulado transcurre en un complejo discernimiento para encontrar la medida justa de sal/sabor y la medida justa de luz. Un exceso de sal convierte en intragable cualquier alimento, un exceso de luz deslumbra hasta no ver. A veces, el discipulado se ve envuelto en un ego que vierte un exceso de sabor hasta alejar a los comensales. De la misma manera, un exceso de luz deslumbra y hace permanecer en la sombra a los que va dirigida. Esto suele ocurrir cuando se vive el discipulado como una elección exclusiva de Dios y que excluye a otros que parece no haber sido llamados. Lo mismo cuando la dosis es menor y genera una falta de sabor que diluye el sentido original o la poca luz que genera un ambiente sombrío y frío. Es la tibieza de un discipulado que no se atreve a vivir con orgullo esta misión porque sus raíces se han desconectado de la fuente y se han quedado en cumplir con los mínimos que les permite seguir justificando una vida de fe.  Las palabras en sí mismas no son luz, no son los discursos los que se convierten en faros de otras vidas o de la propia vida, sino esas palabras encarnadas, vividas, haciendo coherentes a quienes las pronuncian, sí son luz. 
A través de estas palabras de Jesús somos invitados a aprender a gestionar nuestra luz y sabor / sabiduría, a vivir en conexión con nuestra verdadera identidad, a generar espacios de conocimiento de lo que es esencial para que nuestra Iglesia, nuestras comunidades, nuestro mundo, nuestra casa común, sean reflejo del movimiento profundo de la fuente de la VIDA.
¡¡¡FELIZ DOMINGO!!!

DÉJATE ILUMINAR E ILUMINARÁS. PREOCÚPATE DE SER UNA PERSONA SALADA


col fraymarcos
Mt 5,13-16
El texto que acabamos de escuchar es continuación de las bienaventuranzas, que leímos el domingo pasado. Estamos en el principio del primer discurso de Jesús en el evangelio de Mt. Es, por tanto, un texto al que se le quiere dar suma importancia. Se trata de dos comparaciones aparentemente sin importancia, pero que tienen un mensaje de gran valor para la vida del cristiano, pues su tarea más importante sería estar ardiendo e iluminar.
El mensaje de hoy es simplicísimo, con tal que demos por supuesta una realidad que es de lo más complicada. Efectivamente, todo el que ha alcanzado la iluminación, ilumina. Si una vela está encendida, necesariamente tiene que iluminar. Si echas sal a un alimento, necesariamente quedará salado. Pero, ¿qué queremos decir cuando aplicamos a una persona humana el concepto de iluminado? ¿Qué es una persona plenamente humana?
Todos los líderes espirituales, pero sobre todo en el budismo, enseñan lo mismo. Buda significa eso: el iluminado. ¡Qué difícil es entender lo que eso significa! En realidad solo lo podemos comprender en la medida que nosotros mismos estemos iluminados. Está claro, sin embargo, que no nos referimos a ninguna clase de luz material ni de ningún conocimiento especial. Nos referimos más bien a un ser humano que ha despertado, es decir, que ha desplegado todas sus posibilidades de ser humano. Estaríamos hablando del ideal de ser humano.
Esto es precisamente lo que nos está diciendo el evangelio. Da por supuesto todo el proceso de despertar y considera a los discípulos ya iluminados y en consecuencia, capaces de iluminar a los demás. Pero como nos dice el budismo, eso no se puede dar por supuesto, tenemos que emprender la tarea de despertar. Sería inútil que intentáramos iluminar a los demás estando nosotros apagados, dormidos. En el budismo el iluminar a los demás estaría significado por la primera consecuencia de la iluminación, la compasión.
Hay un aspecto en el que la sal y la luz coinciden. Ninguna es provechosa por sí misma. La sal sola no sirve de nada para la salud, solo es útil cuando acompaña a los alimentos. La luz no se puede ver, es absolutamente oscura hasta que tropieza con un objeto. La sal, para salar, tiene que deshacerse, disolverse, dejar de ser lo que era. La lámpara o la vela produce luz, pero el aceite o la cera se consumen. ¡Qué interesante! Resulta que Mi existencia solo tendrá sentido en la medida que me consuma en beneficio de los demás.
La sal es uno de los minerales más simples (cloruro sódico), pero también más imprescindibles para nuestra alimentación. Pero tiene muchas otras virtudes que pueden ayudarnos a entender el relato. En tiempo de Jesús se usaban bloques de sal para revestir por dentro los hornos de pan. Con ello se conseguía conservar el calor para la cocción. Esta sal con el tiempo perdía su capacidad térmica y había que sustituirla. Los restos de las placas retiradas se utilizaban para compactar la tierra de los caminos.
Ahora podemos comprender la frase del evangelio: “pero si la se desvirtúa, ¿con qué se salará?; no sirve más que para tirarla y que la pise la gente”. La sal no se vuelve sosa. Esta sal de los hornos, sí podía perder la virtud de conservar el calor. La traducción está mal hecha. El verbo griego que emplea tiene que ver con “perder la cabeza”, “volverse loco”. En latían “evanuerit” significa desvirtuarse, desvanecerse. Debía decir: si la sal se vuelve loca o si la sal pierde su virtud, ¿cómo podrá recuperarse?  Esa sal “quemada” no servía más que para pisarla.
No podemos hacernos una idea de lo que Jesús pensaba cuando ponía estos ejemplos pero seguro que no hacía referencia a conocimiento doctrinal ni a normas morales ni a ningún rito litúrgico. Seguro que ya intuían lo que hoy nosotros sabemos: la sal y la luz es lo humano. Es curioso que haya llegado a nosotros un proverbio romano que, jugando con las palabras, dice: no hay nada más importante que la sal y el sol. Muy probablemente estas comparaciones, utilizadas en los evangelios, hacen referencia a algún refrán ancestral que no ha llegado hasta nosotros.
La sal actúa desde el anonimato, ni se ve ni se aprecia. Si un alimento tiene la cantidad precisa, pasa desapercibida, nadie se acuerda de la sal. Cuando a un alimento le falta o tiene demasiada, entonces nos acordamos de ella. Lo que importa no es la sal, sino la comida sazonada. La sal no se puede salar a sí misma. Pero es imprescindible para los demás alimentos. Era tan apreciada que se repartía en pequeñas cantidades a los trabajadores, de ahí procede la palabra tan utilizada todavía de “salario” y “asalariado”
Jesús dice que “sois la sal, sois la luz”. El artículo determinado nos advierte que no hay otra sal, que no hay otra luz. Todos tienen derecho a esperar algo de nosotros. El mundo de los cristianos no es un mundo cerrado y aparte. La salvación que propone Jesús es la salvación para todos. La única historia, el único mundo tiene que quedar sazonado e iluminado por la vida de los que siguen a Jesús. Pero cuidado, cuando la comida tiene exceso de sal se hace intragable. La dosis tiene que estar bien calculada. No debemos atosigar a los demás con nuestras imposiciones.
Cuando se nos pide que seamos luz del mundo, se nos está exigiendo algo decisivo para la vida espiritual propia y de los demás. La luz brota siempre de una fuente incandescente. Si no ardes, no podrás emitir luz. Pero si estás ardiendo, no podrás dejar de emitir luz y calor. Solo si vivo mi humanidad, puedo ayudar a los demás a desarrollar la suya propia. Ser luz significa desplegar nuestra vida espiritual y poner todo ese bagaje al servicio de los demás.
Debemos de tener cuidado de iluminar, no deslumbrar. Debe estar al servicio del otro, pensando en el bien del otro y no en mi vanagloria. Debemos dar lo que el otro espera y necesita, no lo que nosotros queremos imponerle. Cuando sacamos a alguien de la oscuridad, debemos dosificar la luz para no dañar sus ojos. Los cristianos somos mucho más aficionados a deslumbrar que a iluminar. Cegamos a la gente con imposiciones excesivas y hacemos inútil el mensaje de Jesús para iluminar la vida real de cada día.
En el último párrafo, hay una enseñanza esclarecedora. “Para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre”. La única manera eficaz para trasmitir el mensaje son las obras. Una actitud verdaderamente evangélica se transformará inevitablemente en obras. Evangelizar no es proponer una doctrina muy elaborada y convincente. No es obligar a los demás a aceptar nuestra propia ideología o manera de entender la realidad. Se trataría más bien, de ayudarle a descubrir su propio camino desde los condicionamientos personales en lo que vive.
En las obras que los demás perciben se tienen que poner al descubierto mis actitudes internas. Las obras que son fruto solo de una programación externa no ayudan a los demás a encontrar su propio camino. Solo las obras que son reflejo de una actitud vital auténtica son cauce de iluminación para los demás. Lo que hay en mi interior solo puede llegar a los demás a través de las obras. Toda obra hecha desde el amor y la compasión es luz. Los que tenemos una cierta edad nos hemos conformado con un cristianismo de programación, por eso nadie nos hace caso.

Meditación
Puedo desplegar mi capacidad de sazonar
o puedo seguir toda mi vida siendo insípido.
Puedo vivir encendido y dar calor y luz
o puedo estar apagado y llevar frío y oscuridad a los demás.
Soy sal para todos los que me rodean
en la medida que hago participar a otros de mi plenitud humana.
Soy luz en la medida que vivo mi verdadero ser.


LA SAL Y LA LUZ


col sicre

Domingo 5º TO. Ciclo A
El domingo pasado, al celebrar la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo, no leímos el comienzo del Sermón del monte, las bienaventuranzas, fundamentales para entender estas dos breves parábolas que siguen.
Las parábolas y las bienaventuranzas
Las bienaventuranzas hablan de las personas que pueden interesarse por el mensaje de Jesús y entenderlo, las que pueden entrar a formar parte de la comunidad cristiana (el reinado inicial de Dios). Proclamando los valores más inauditos, son un canto de esperanza para todos los que se sienten marginados por la sociedad y el estamento religioso: Dios Rey los acoge como súbditos.
Pero Mateo, siempre realista, no quiere que los cristianos lancemos las campanas al vuelo, que nos sintamos maravillosos y al seguro. Por eso, antes de entrar en el cuerpo central del Sermón del Monte, nos da un doble toque de atención con estas dos parábolas.
Los dos peligros: evangelio (Mt 5,13-16)
El tono general del texto no es de amenaza, sino de ánimo. Pretende ilusionar a los oyentes recordándoles que Dios les ha concedido la capacidad de dar sabor, y una energía para iluminar a todos los hombres, redundando en gloria de Dios.
Pero caben dos peligros: el prime­ro, perder la energía (parábola de la sal); el segundo, ocultarla (parábola de la luz del mundo).
¿Cómo se puede perder la energía? En la parábola del sembrador, Mateo ofrece unas pistas cuando habla de la semilla sembrada entre cardos: las preocupaciones mundanas y la seducción de la riqueza lo ahogan, y no da fruto (Mt 13,22).
¿Cómo conservar la energía? Si tomamos como modelo a Jesús, sus dos fuentes de energía fueron la oración (tema que subrayan los cuatro evangelios) y el contacto directo con el prójimo, especialmente con los más necesitados (enfermos, marginados).
¿Cómo ocultar la luz? Dejándonos arrastrar por lo cómodo y fácil. Jesús fue luz del mundo porque no se recluyó cómodamente en su mundo, prefirió el esfuerzo, el riesgo, el cansancio, la adversidad y la muerte.
¿Cómo hacer que brille nuestra luz? 1ª lectura (Is 58,7-10)
La primera lectura, tomada del c.58 de Isaías, encaja perfectamente con la parábola de la luz. Está tomada de un texto capital sobre el culto y la justicia. Tras la destrucción de Jerusalén y la deportación a Babilonia (año 586 a.C.), la situación del pueblo judío fue trágica, incluso después de la vuelta del destierro (año 538 a.C.). La capital siguió prácticamente despoblada hasta mediados o finales del siglo V (época de Nehemías) y la situación económica era trágica.
En esas circunstancias de desánimo, se busca la solución en una serie de ceremonias religiosas, especialmente el ayuno (que implicaba no sólo abstenerse de alimentos sino también otros ritos, como cubrirse de saco y ceniza, etc.), para ganarse el favor de Dios. Pero Dios no hace nada. Y el pueblo se queja y protesta. «¿Para qué ayunar si no haces caso?» Dios responde por medio del profeta: si quieres que tu situación mejore, que brille tu luz en las tinieblas, que rompa tu luz como la aurora, comprométete con el que pasa hambre, tiene sed, está desnudo y sin techo (las famosas obras de misericordia, que se conocían ya en el antiguo Egipto); destierra la opresión y la maledicencia.
Hay una idea capital en esta lectura. Cuando habla de los necesitados termina diciendo: «y no te cierres a tu propia carne». El hambriento, desnudo o sin techo no es un ser extraño, ajeno a mí, al que hago un favor si me apetece. Es mi propia carne, que reclama cuidado y atención, como un miembro cualquiera de nuestro cuerpo.
¿Cómo hizo brillar Pablo su luz? 2ª lectura (1 Corintios 2,1-5)
Buscando una relación entre esta lectura y el evangelio, la luz con la que Pablo intenta iluminar a los corintios es la persona y el mensaje de Jesucristo. Pero la fuerza del texto recae en el modo de hacer brillar esa luz. La comunidad de Corinto había sido fundada por Pablo. Pero cuando apareció por allí Apolo, un judío convertido al cristianismo, encandiló a todos con su sabiduría y su excelente oratoria. Muchos terminaron prefiriendo a Apolo y su modo de transmitir el evangelio. Pablo reacciona con dureza, afirmando que él nunca quiso presumir de sabio o elocuente, sino anunciar a Jesucristo, y no de cualquier manera, sino en su aspecto más escandaloso: crucificado. «Para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios».

SER LUZ


comentario editorial
Es delicioso quedar inmersos en esta especie de luz líquida que nos hace seres diferentes y en ascuas (Paul Claudel)
9 de febrero. DOMINGO V DEL TO
Mt 5, 13-16
Brille igualmente vuestra luz ante los hombres
En la visión de Isaías de la ciudad irradiando luz desde lo alto y atribuyendo a todos los pueblos de la tierra, ve el evangelista la misión da anunciar la Buena Nueva.
Ser luz para los demás significa comprometerse con el hermano, convivir, perdonar, servir, hacer que la convivencia sea un oasis de alegría y apoyo recíproco.
Con dos imágenes de comprensión muy fácil, traza Jesús el retrato del creyente en la Iglesia:
Mt 5, 13-16
La de Sal y la de la Luz.
Y estas dos cosas las ven los demás en nosotros, cuando las mostramos con nuestras buenas obras.
Habrá que valorar también el acento en lo humilde y pequeño, un poquito de sal da mucho sabor, y una pequeña luz ilumina tanto. Pequeño o grande, como el papa Silvestre II (999-1003), al que se le conoció como “la luz de la Iglesia y la esperanza de su siglo”. 
Y no olvidemos que la luz orienta y la sal condimenta. 
Hemos sido invitados no a convertir todo el mundo en una salina, ni a incendiarlo, sino a permanecer generosos y fieles a nuestra vocación, que nos configura cristianos; y así sembraremos en los demás el gusto y el gozo de la esperanza.
luz para demas
No somos dueños de los cielos, ni de las grandes tormentas, pero sí siervos de sal y de la luz, que son despertadores que nos despiertan y levantan como el sonar del sol por la mañana, cuando ilumina las ideas, y la ballesta, que, con la cuerda tensa del deseo, dispara hacia los demás nuestra fosforescencia.
Se incendia, entonces sí, el bosque oscurecido de los otros, y la sal les conserva los valores.
Y al mismo tiempo que suscita en esos bosques apagados la esperanza de ser ellos también ballestas que descargan toneladas de sal y miríadas de luz, sobre los que la tienen apenas. 
Y, como dijo Víctor Hugo:
“Cada hombre camina hacia la luz en su noche”.
Willigis Jäger ha escrito en Sabiduría eterna estas frases alusivas a la sal y la luz que nos atañen:
“La energía primordial que configura todas las formas y estructuras y nos regala a los hombres la auténtica interpretación de nuestra vida” 
“Adentrarse en su conocimiento representa un paso decisivo en el proceso de maduración de la humanidad” 
“La sabiduría eterna conduce a una vida en armonía con el fondo primordial del ser y nos familiariza con el auténtico significado de nuestra condición humana”.
Y Paul Claudel apunta a una luz líquida y a una sal sólida que nos ponen en brasas:
“Es delicioso quedar inmersos en esta especie de luz líquida que nos hace seres diferentes y en ascuas”. 

EL BOSQUE DE LA NOCHE
Diarios de que la noche
constituía en cierto modo la patria de Julien Green,
autor de la novela. 
En una ocasión dijo:
“He comprendido que somos sordos y ciegos, que venimos de la noche para volver a la nochesin saber nada de nuestro destino”,en tono un tanto pesimista,
pues le pesaba el damero de la religión católica.
Y Víctor Hugo en cambio,
a quien el damero de la religión no le pesaba nada,
escribió en Las Contemplaciones esta estrofa:
“Cada hombre camina hacia la luz en su noche, siempre el mismo tallo con la misma flor”.