FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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jueves, 14 de febrero de 2019

Los Bienaventurados sexto domingo

UN INFORME DENUNCIA QUE CUATRO DE CADA DIEZ RELIGIOSAS HAN SUFRIDO ABUSOS SEXUALES A MANOS DE CURAS Y OBISPOS

col bastante
Doris (Wagner) Reisinger es una joven alemana que, siendo religiosa, sufrió abusos por parte de varios sacerdotes.
Hoy, junto con Rocío Figueroa, es una de las mujeres que están dando voz a religiosas y ex religiosas que denuncian la violencia ejercida por parte de curas y obispos. Una violencia que esta semana ha sido reconocida por el mismísimo Papa Francisco.
A través de Voices of Faith, Wagner y Figueroa abanderan el particular #MeToo de las religiosas contra los abusos de poder, físicos y sexuales, en la Iglesia católica. Un movimiento al que se han sumado, entre otras, la Asociación de Teólogas Españolas.
En conversación con RD, Doris lamenta que el reconocimiento de los abusos por parte de Francisco "haya llegado muy tarde".
Sin embargo, cree que a partir de este momento "muchas más religiosas que han sufrido abusos sexuales se den cuenta de que no están solas y se atreven a hablar", y confía en que, después de reconocer el problema, "el Papa también tome las medidas apropiadas" para un escándalo de proporciones brutales.
"Ha habido casos en los que los sacerdotes dejaron embarazadas a las monjas y luego las obligaron a abortar", denuncia Doris, que aporta datos de un informe de 1998, que apunta que "el 40% de las religiosas han sufrido abuso sexual, el 10% antes de unirse a la vida religiosa y el 30% después".
Doris empezó a sufrir abusos, primero espirituales, y desde 2008 sexuales. "Mi superior entró en mi habitación y me desnudó. Y, a pesar de que le dije que no tenía permiso para hacer esto, me tocó y finalmente me penetró. Esta experiencia me destruyó completamente". Doris tardó dos años en denunciarlo, "y mis superiores decidieron no actuar". En 2011 abandonó la congregación.
Como activista por los derechos de la mujer en la Iglesia, Wagner defiende que las mujeres "deben ser reconocidas como iguales a los hombres". Especialmente en la vida religiosa: "mientras las monjas se vean obligadas a vivir de acuerdo con un ideal de perfecta abnegación y sumisión, y estén viviendo en completa dependencia espiritual y financiera, su vulnerabilidad debe ser reconocida", concluye.
Rocío Figueroa sufrió durante años abusos por parte del vicario del Sodalicio, German Doig, mientras era consagrada de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, de la que llegó a ser superiora. Hoy, esta teóloga peruana abandera, desde Voices of Faith, la lucha por la igualdad de las mujeres, religiosas y laicas, en la Iglesia.
En su opinión, "las mujeres en la Iglesia no tienen presencia institucional. La Iglesia católica está respirando solo con un pulmón y por eso se está ahogando (...). Este no es el verdadero rostro del pueblo de Dios".
Sobre las religiosas, lamenta que "siguen siendo consideradas por el clero como ciudadanas de segunda-clase. Y no sólo eso, han sido explotadas y usadas para perpetuar el clericalismo". "¿Cómo puede ser que en el siglo XXI tengamos congregaciones dedicadas a ser sirvientas de los sacerdotes? Las religiosas deben tener un rol fundamental en la renovación eclesial, ser líderes y participar de la toma de decisiones. Tienen que alzar su voz, como muchas lo están haciendo ya, contra un clericalismo que está aniquilando la belleza de nuestras comunidades eclesiales", denuncia.
"Las mujeres católicas estamos cansadas. ¡Basta ya de una Iglesia patriarcal, basta ya de una Iglesia que parece un club exclusivo de hombres donde las mujeres no cuentan!", señala Rocío, que ve al Papa Francisco como "una oportunidad", un hombre que quiere "escuchar no sólo la voz de mujeres sino la voz de víctimas, que para mí son una voz profética para el futuro de la Iglesia".
Por su parte, la Asociación de Teólogas Españolas ha emitido un comunicado en el que quiere "mostrar su apoyo a todas aquellas mujeres que están en situaciones de violencia, animándolas a que denuncien y que no guarden silencio, para que sea posible que, con su voz, se produzca un esclarecimiento de su situación y una mejora de las condiciones de muchas religiosas en distintas instituciones eclesiales".
"Rogamos que aquellas personas que saben de estos abusos y violaciones los denuncien y acompañen a las víctimas para que no vivan su sufrimiento en soledad", apuntan las teólogas, que animan "al papa Francisco a que acoja esta terrible realidad como una cuestión prioritaria que atender y combatir, ya que es de justicia atender con misericordia a la que no se puede defender".
"Creemos en una Iglesia capaz de trabajar y mejorar sus imperfecciones, reconocer sus debilidades y extralimitaciones, algunas tan terribles como estas. Como teólogas seguimos defendiendo el empoderamiento de las mujeres en la Iglesia, pero esto solo es posible si se respeta su dignidad y su cuerpo. Abusar de otro, una mujer, a través del ejercicio del poder, es inaceptable y antievangélico", concluye la Asociación de Teólogas Españolas.

LA RENOVACIÓN DE LOS MINISTERIOS VA MUCHO MÁS ALLÁ DEL CELIBATO OPCIONAL

col emi robles

Probablemente el Sínodo de la Amazonía será el lugar donde se debata el ministerio de las personas laicas.
Vi en su día, a la vuelta del papa de la JMJ lo que decían algunos periodistas sobre sus palabras en el avión de camino a Roma, entre otras cuestiones sobre el celibato opcional (que él no aprobaría en su pontificado, desde su intención actual) y también otras reflexiones en positivo sobre la propuesta del obispo Fritz Lobinger (de que se pudieran aceptar otros ministerios ordenados) en lugares como la Amazonía u otros.
Difícil abordar este tema de la renovación de los ministerios -que necesitaría varios libros y recoger diferentes aportaciones de diversos sectores de Iglesia- en un avión. Imaginé que lo publicado iba a suscitar reacciones y ya las estoy viendo. Unas con satisfacción y otras con mucha inquietud.
Entiendo bien, por un lado y me parece legítimo, que el papa quiera diferenciar entre lo que pueda ser reflexionado y aprobado en el Sínodo de la Amazonía: ordenación de personas (él especifica que varones) probadas en comunidades vivas y corresponsables, que puedan colaborar con los sacerdotes actuales, trabajado en consenso en las diócesis, frente a lo que muchos podrían entender como que el papa vaya a aprobar que "los curas se puedan casar" que es otra cuestión.
Y también entiendo y comparto que diga que el celibato opcional no es la solución a la pederastia. No dio para entrar en la eclesiología que es básica para abordar el tema de los ministerios. Pero... bueno, el papa dijo lo que él pensaba en ese momento.
Es normal también que se haya suscitado agitación. Está el contexto, que tal vez no era el más adecuado para explicitar ciertos temas (aunque a veces no se pueda evitar) o cómo los periodistas transcriban ciertas cuestiones, máxime cuando hay teología de por medio. Y luego, lo que a cada cual le remueve.
Me hago cargo de la desazón que ha producido la transcripción de las palabras del Papa, no sólo entre los movimientos de reforma de la Iglesia que defienden el celibato opcional, sino entre teólogos/as y pastoralistas que justifican su necesidad, e incluso entre mucho cristiano de base, que, en las encuestas de opinión llevan años apoyando el cambio de la norma que obliga a que exista un único modelo de presbítero célibe (sin entrar en muchas más cuestiones eclesiológicas, sino solo guiándose de su sentido común)
Pero está muy bien diferenciar las cosas.
La propuesta del obispo emérito Fritz Lobinger (ante los miles de comunidades sin Eucaristía en el mundo por falta de sacerdotes y por su inadecuada distribución) es que, en comunidades bien probadas, activas y corresponsables, se ordene a personas laicas, integradas desde hace años en las comunidades, para presidir la eucaristía y para realizar otras tareas que habitualmente estaban asignadas al cura célibe en el formato que venimos conociendo desde la Edad Media. Y que esto se haga en un consenso en las diócesis que lo comunican a Roma para su aprobación.
Exige por tanto, un proceso desde las diócesis. Y creo que lo que el papa dice -si he sabido leer bien entre líneas- es que lo que se puede y se quiere debatir en el Sínodo de la Amazonía es esto y no otra cosa.
En Proconcil hemos explicitado, difundido y profundizado en esta propuesta del obispo Lobinger (recogida en castellano en dos libros que tiene además incluida una aportación teológica,) por su enorme interés, por la eclesiología en la que se basa y por lo bien desarrollada que está desde principio a fin.
Eso no quiere decir que, en su desarrollo no puedan surgir problemas o contradicciones que habrá que solucionar en el contexto. Tampoco quiere decir que vaya a resolver todos los problemas que tiene la Iglesia en relación a los ministerios. Pero este tema no lo voy a tocar, porque necesita mucha amplitud y ya lo haré en su día en un espacio más adecuado.
La principal finalidad (aunque no la única) de estas nuevas formas ministeriales, a las que el papa alude que se podrían permitir, es que no haya comunidades sin Eucaristía. Y ahí es donde el papa cita a Henry de Lubac (aunque el periodista no lo nombre, no sé si el Papa lo nombró o no) hablando de la importancia de la Eucaristía que construye a la Iglesia y se hace en ella.
De manera que la Eucaristía es esencial en la Iglesia y es un bien mayor que una ordenación jurídica que reduce la potestad de presidir la Eucaristía a un modelo de presbítero como el que conocemos. Y esto es lo que, según el Papa, justificaría que en lugares "recónditos" se admitan nuevas formas de ministros ordenados (o no ordenados, pero, en cualquier caso, reconocidos por Roma) que atiendan a las necesidades de las comunidades y en particular a la celebración eucarística, siempre desde su pertenencia a ellas.
Hay personas, sobre todo en la Jerarquía, pero también en algunas comunidades que tienen mucho miedo a que desarrollar una propuesta de renovación de los ministerios sea dar pie a "que los curas se casen" y a cuestionar el sacerdocio célibe de los actuales curas. Y el papa hace bien, desde mi punto de vista en salir al quite de esos temores.
El mismo Lobinger se esfuerza mucho en que los sacerdotes actuales no vean estas nuevas formas ministeriales, alguna de ellas ordenada, como una competencia amenazadora hacia los actuales sacerdotes, o un rebajar su "don celibatario" (que se supone que defienden como libremente aceptado) Ese es un aspecto, que seguramente el Papa ha logrado con esta comunicación.
Pero tampoco es de recibo que la palabra del Papa produzca desazón en aquellos que buscan una renovación de los ministerios. Y seguramente no ha sido esa su intención.
Lo que ocurre es que en la comunicación no bastan las intenciones para garantizar los resultados (porque es un proceso mucho más complejo en el que intervienen muchos factores: instrumentos, personas, lenguajes, contextos, imágenes culturales, etc.).
Hay otro problema añadido que está en la recepción de la palabra del papa (de este y de otros); y es el valor que se le da a la palabra de un papa sin diferenciar mucho en qué contexto se dice esta palabra. No es igual hablar en una entrevista (como sucede con el libro de Fernando Delgado) que hablar en un avión, que hablar en un documento menor, o hablar en una Encíclica...
Y una consideración más. La palabra de un papa sobre una disciplina como la que durante estos últimos siglos nos ofrece un único modelo de presbítero, célibe y formado en los seminario como los conocemos ahora (y esto Francisco lo sabe bien) y máxime este tipo de palabra (breve) en este contexto (de una entrevista en un avión) no es la palabra de la Iglesia.
En el tema del ministerio presbiteral que es clave para la Iglesia y cuya regulación jurídica no es un dogma de fe sino una cuestión disciplinar, tienen que hablar las comunidades y tienen que hablar los teólogos, los pastoralistas y otros expertos acreditados, además de otros obispos, en un clima de conciliaridad y sinodalidad. Y desde mi punto de vista no centrar el tema en el celibato, porque el tema de los ministerios hay que abordarlo desde otro enfoque.
Me parece magnífico que el papa cite a Henry de Lubac como teólogo, hablando de la primacía de la Eucaristía sobre los formatos ministeriales y a un pastoralista y además obispo, como Lobinger, lo que muestra su preocupación y su investigación sobre el tema.
Espero también en la Iglesia la fuerza de una teología que sitúe los dos grandes pilares de la Iglesia en Jesús de Nazareth y la comunidad, en vez de centrarse tanto en los ministros ordenados que deben ser servidores de comunidades verdaderamente eucarísticas.
Confío también en que se siga profundizando (ya lo hacen muchos teólogos) y se difunda ampliamente una teología del Espíritu Santo que acompaña a las comunidades y reparte sus dones en ellas, sin ningún tipo de discriminación, de manera que no queden desatendidas en ningunas de sus necesidades y que no se pierdan dones y carismas. Y en que sepamos alcanzar consensos que agrupen y no dividan a las comunidades.
Mientras esto no se entienda y se practique, de poco valdría que un papa aprobara el celibato opcional. Y el día en el que esto se practique de forma extensa, no habrá un papa que detenga una verdadera renovación de los ministerios. Si alguno lo intentara se expondría a cometer un gran pecado y probablemente a provocar un gran cisma, porque no se puede asfixiar al Espíritu.

Un país de villanos

Redes Cristianas
Jaime Richart jurista y antropólogo 
Es un hecho constatado por su historia que cuanto más condescendientes son las personas consigo mismas y con sus propias bajezas, más intolerantes son con los demás… España, esa España que tantos trajinan encumbrando pasadas glorias y en cuyo nombre se escuda tanto canalla, es un país plagado de villanos….
Para lavar tanto comportamiento descabellado, tanto saqueo de las arcas públicas, tanto abuso de las clases dirigentes durante cuatro décadas, el Estado español, sus gobiernos, su Parlamento y sus jueces vienen optado por la lenidad consigo mismos en la medida que son intolerantes con quienes merecidamente no les respetan. Ninguno de ellos ha estado a la altura de lo que la ciudadanía española esperaba una vez desaparecido el dictador, por inmadurez y por malicia culpable. Pero hace más de un año, los principales protagonistas de la época se han encontrado, si no es que la propiciaron a propósito, con la magnífica ocasión de creer que purgan así sus fechorías con la locura ajena de los independentistas catalanes aguerridos…
Sin embargo, los juristas lo sabemos perfectamente: no hay ley, por dura que sea, que no sea susceptible de ser interpretada, razón por la cual siempre en todo proceso, los hechos de cada proceso que por eso es contradictorio, se argumentan de manera diferente por quienes acusan y quienes defienden al inculpado. Y también sabemos, que no hay norma cuya pena, en el caso de recaer sobre el reo, no pueda ser benévola, razonable o implacable. Y que no hay Constitución que sea tan rígida que no sea capaz de brindar soluciones políticas, sea cual sea el asunto, sea cual sea el conflicto social.
La interpretación de los preceptos es la llave. Sólo un modelo que confunde Constitución y Leyes Fundamentales del Reino franquista, por ejemplo, negará la posibilidad de toda clase de combinaciones posibles para satisfacer la demanda de dos millones de catalanes de un referéndum sobre su estatuto político. Demanda que en el desarrollo de un sistema que el mundo entero imaginaba deseaba transformarse en una democracia avanzada al salir del invierno caudillista, no ha sido atendida nunca por la cerrazón de los gobiernos y del poder judicial que les ha dado cobijo… De nada sirven los ejemplos de Escocia y Québec, de nada sirve las invocaciones a la buena voluntad, de nada sirve recordar a todo el mundo que siempre, sin excepción, poder es querer…
Lo que prueba que España vive una suerte de “modelo” que si formalmente no es dictatorial, su naturaleza, las reacciones internas de la ya ¿vieja? clase política y su desdibujada confusión de poderes permiten sospechar que es más bien una variante de dictadura a la que sólo le falta los ribetes sanguinarios.
En todo caso, sea el referéndum sólo para Cataluña, sea el referéndum para toda la nación, sea la entrada en escena del Estado federal, hay salida a un conflicto territorial provocado por varios factores perfectamente identificables: en primer lugar, la composición delictuosa de los gobiernos y de los dos partidos que se han alternado en el poder durante cuarenta años; en segundo lugar, la degradación del Estado cuyos servidores han trabajado más para que los tres poderes que lo conforman no pudiesen distinguirse fàcilmente entre sí que por la transparencia de su separación; y en tercer lugar, la devaluación del Estatut por el Tribunal Constitucional derivada de todo lo anterior.
Esos tres factores son suficientes para comprenderse que cualquier sociedad de un territorio medianamente avanzado, aunque en su seno existan corruptos, ha de inclinarse mucho más a independizarse del Estado central al que culpa de sus miserias aunque se apreste luego a depurar a sus corruptos, que a soportar tanta podredumbre y tanta humillación por parte de ese mismo Estado.. Un Estado, el español, cuya democracia es también una paradoja o un oxímoron: es el más decadente de Europa sin haber alcanzado nunca la madurez…

Papa, pero no jefe de Estado: 90 años de los Pactos de Letrán


Antonio Aradillas

¿Qué testimonio y ejemplo de pobreza da hoy la Iglesia en su liturgia, en sus palacios episcopales?
Se trata de una cuestión sobre la que mayoritariamente reflexionan ya una buena parte del pueblo de Dios y otros que no descartarían la posibilidad salvadora de serlo algún día.
Papa, o “papá” en lenguaje coloquial, certera y evangélicamente significa “padre-madre” y ya está. “Jefe” es “quien manda o dirige”. “Mandar”,es decir, “ordenar e imponer como obligación”, así como “dirigir” -“cargo directivo”-“llevar hacia un término o lugar señalados”-, son verbos que en religión ni tienen, ni pueden tener “buena prensa”.··· Ver noticia

Hermano Francisco, ¿por qué nos “desinflas” las expectativas de una profunda reforma de la Iglesia?


Jorge Martínez, teólogo

Papa Francisco7“En los últimos años parece que entramos de nuevo en un proceso de involución”
“En ‘esta hora de gracia’, el Espíritu de Jesús nos impulsa a ‘remar mar adentro’, sin miedos ni complejos”
Me he sentido muy ilusionado, esperando, como el anciano Simeón, poder morir en paz, después de haber contemplado la llegada de un pastor que va conducir la Iglesia de Dios por los caminos del Evangelio de Jesús
El 27 de enero, en el vuelo de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa comunicó dos declaraciones desconcertantes a los periodistas que lo acompañaban.··· Ver noticia ···

El Papa Francisco a Nicolás Maduro: “incumplió acuerdos”


Papa Francisco7El mensaje papal se encuentra en la Carta de respuesta a la petición de mediación por parte del mandatario venezolano para “tratar de encontrar una salida a la crisis”.
El Papa Francisco recordó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que ya en el pasado “lo que se acordó en las reuniones no fue seguido por acciones concretas”, según la carta de respuesta a la petición de mediación por parte del mandatario y que publica este miércoles solo en una mínima parte el diario “Corriere della Sera”.··· Ver noticia ·

Domingo 17 de febrero, 6 Tiempo ordinario – C (Lc 6,17.20-26): Felicidad

José Antonio Pagola


FELICIDAD

Uno puede leer y escuchar cada vez con más frecuencia noticias optimistas sobre la superación de la crisis y la recuperación progresiva de la economía.
Se nos dice que estamos asistiendo ya a un crecimiento económico, pero ¿crecimiento de qué? ¿crecimiento para quién? Apenas se nos informa de toda la verdad de lo que está sucediendo.
La recuperación económica que está en marcha va consolidando e, incluso, perpetuando la llamada «sociedad dual». Un abismo cada vez mayor se está abriendo entre los que van a poder mejorar su nivel de vida cada vez con más seguridad y los que van a quedar descolgados, sin trabajo ni futuro en esta vasta operación económica.
De hecho, está creciendo al mismo tiempo el consumo ostentoso y provocativo de los cada vez más ricos y la miseria e inseguridad de los cada vez más pobres.
La parábola del hombre rico «que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día» y del pobre Lázaro que buscaba, sin conseguirlo, saciar su estómago de lo que tiraban de la mesa del rico, es una cruda realidad en la sociedad dual.
Entre nosotros existen esos «mecanismos económicos, financieros y sociales» denunciados por Juan Pablo II, «los cuales, aunque manejados por la voluntad de los hombres, funcionaban de modo casi automático, haciendo más rígidas las situaciones de riqueza de los unos y de pobreza de los otros».
Una vez más estamos consolidando una sociedad profundamente desigual e injusta. En esa encíclica tan lúcida y evangélica que es la Sollicitudo rei socialis, tan poco escuchada, incluso por los que lo vitorean constantemente, Juan Pablo II descubre en la raíz de esta situación algo que solo tiene un nombre: pecado.
Podemos dar toda clase de explicaciones técnicas, pero cuando el resultado que se constata es el enriquecimiento siempre mayor de los ya ricos y el hundimiento de los más pobres, ahí se está consolidando la insolidaridad y la injusticia.
En sus bienaventuranzas, Jesús advierte que un día se invertirá la suerte de los ricos y de los pobres. Es fácil que también hoy sean bastantes los que, siguiendo a Nietzsche, piensen que esta actitud de Jesús es fruto del resentimiento y la impotencia de quien, no pudiendo lograr más justicia, pide la venganza de Dios.
Sin embargo, el mensaje de Jesús no nace de la impotencia de un hombre derrotado y resentido, sino de su visión intensa de la justicia de Dios que no puede permitir el triunfo final de la injusticia.
Han pasado veinte siglos, pero la palabra de Jesús sigue siendo decisiva para los ricos y para los pobres. Palabra de denuncia para unos y de promesa para otros, sigue viva y nos interpela a todos.

Domingo 17 de febrero de 2019, 6º del tiempo Ordinario


6 del tiempo ordinarioBFundadores de los Servitas (1310)
El texto de Jeremías pertenece a un pequeño bloque compuesto por tres oráculos de estilo sapiencial (Jr 17,5-8; 17,9-10 y 17,11). Jr 17,5-8 parafrasea el Sal 1. Presenta el contraste entre el que confía y busca apoyo en «un hombre» o «en la carne», y el que confía o tiene su corazón en el Señor. Entonces, ¿la invitación es a no confiar en el otro? No. Aquí se entiende hombre como carne, que significa debilidad y caducidad humana manifestada en el egoísmo, la corrupción, etc. Por tanto, la invitación de Jeremías es a no confiar en las autoridades de su tiempo que se han hecho débiles, por no defender la Causa de Dios que son los débiles, sino la causa de los poderosos de su tiempo.··· Ver noticia ···