FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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miércoles, 26 de diciembre de 2018

Preferencia por los pobres y sencillos

col Carme Soto

Lc 2, 16-21 - 1 enero 2018
El evangelista Lucas en su relato de la infancia de Jesús presenta a los pastores como sujetos de una manifestación divina y testigos veraces del nacimiento de Jesús. Los pastores, sin embargo, eran un colectivo despreciado socialmente porque, aunque realizaban un trabajo necesario para el desarrollo de la vida rural, pasaban muchas horas fuera de casa, especialmente en la noche, lo que hacía pensar que esa ausencia continuada del hogar les impedía protege adecuadamente la reputación de la familia. Además, eran frecuentemente considerados ladrones, pues usaban las tierras de otros para apacentar sus rebaños. Este perfil, conocido por los destinatarios de la obra lucana, los hacía, en principio, poco adecuados para ser elegidos para la misión que la narración del evangelio les otorga.
Lucas, sin embargo, les va a dar un papel protagonista en su peculiar construcción del nacimiento de Jesús. La escena evidencia algunos de los rasgos característicos de este evangelista y sitúa desde el comienzo de la historia las preferencias de Dios.
El silencio y el anonimato que presiden la descripción del nacimiento de Jesús en Belén contrasta con el anuncio impresionante que reciben el grupo de personas que en una zona cercana cuidaban los rebaños. El anuncio se hace con la solemnidad digna de un rey. Todo se ilumina y las voces celestiales irrumpen en la noche para proclamar la llegada del mesías. Paradójicamente el anuncio no se hace ante sacerdotes y dignatarios, sino ante gente que la sociedad consideraba como inferior y sin honra.
La mayor noticia que nadie podida esperar es puesta en las manos de los pobres y sencillos, de quienes nunca han tenido una oportunidad de ser escuchados y valorados. Pero, paradójicamente, ellos van a ser los mensajeros autorizados de su trasmisión.
La gloria de Dios se manifiesta en la escena, no como un acto religioso de poder, sino de abajamiento. Él se acerca a los pequeños y pequeñas de esta tierra para ofrecerles su salvación y lo hace porque quiere, porque ama a sus creaturas y busca insistentemente su felicidad.
Aquellos pastores sorprendidos en medio del trabajo son invitados a salir, a dejar su cotidianeidad para abrirse a la novedad de un Dios que irrumpe en sus vidas para transformarlas. Al llegar al lugar donde están José, María y el niño los reconocen enseguida y su alegría se convierte en proclamación entusiasta de lo que han visto y oído. Su anuncio es tan convincente que todos y todas los que los oyen se quedan impactados por su testimonio.
María se conmueve ante la entusiasta visita de aquellos sencillos cuidadores de ganado. Ella está todavía despertando a lo que ha ocurrido, es feliz al contemplar a su hijo recién nacido, pero todavía siente los dolores del parto. El relato de los pastores la hace más consciente de la responsabilidad que adquiere al dar a luz a Jesús. Por eso lo guarda todo en su corazón, porque sabe que es ahí donde podrá entender mejor el misterio de su hijo.
La comunidad de Lucas sin duda también se emocionó con el relato, pero sobre todo entendió el modo de actuar divino. Su fe en Jesús resucitado les había cambiado la vida, pero no podían olvidar que aquella fe estaba encarnada en la historia, y que en esa encarnación Dios expresaba su preferencia por los pobres y sencillos, por los que nada tienen que ofrecer a cambio como se demostrará en los signos y enseñanzas del Jesús adulto.
Los destinatarios y destinatarias del evangelio se sienten así convocados a anunciar la Buena Noticia, porque también se han encontrado gratuitamente agraciados por el amor incondicional de Dios y son invitados a anunciar lo que han visto y oído.

EL EVANGELIO NO SACRALIZA NINGÚN MODELO DE FAMILIA/DIOS ESTÁ MÁS ALLÁ DEL CONCEPTO DE PADRE Y MADRE

col fraymarcos
Lc 2, 41-52
Solo si conocemos lo que era la familia en tiempo de Jesús, estaremos en condiciones de comprender lo que nos dice el evangelio. En aquel tiempo no existía la familia nuclear, formada por el padre, la madre y los hijos. En su lugar encontramos el clan o familia patriarcal. El control absoluto pertenecía al varón más anciano. Todos los demás miembros: hijos, hermanos, tíos, primos, esclavos formaban una unidad sociológica. Este modelo ha persistido en toda el área mediterránea durante milenios. Cuando un varón se casaba, la esposa entraba a formar parte de su familia, olvidándose de la suya propia.
Todos los miembros de la familia, formaban una unidad de producción y de consumo. Pero la riqueza básica del clan era el honor. Sus miembros estaban obligados a mantenerlo por encima de todo. No era solo una cuestión social sino también económica. Las relaciones económicas eran inconcebibles al margen de la honorabilidad y el prestigio. Era vital para el clan que ningún miembro se desmandara y malograra el bienestar de toda la familia. Esto no quiere decir que no tuvieran los esposos relaciones especiales entre ellos y con los hijos. Incluso podían tener su casa propia, pero nunca gozaban de independencia.
Esta perspectiva nos permite comprender mejor algunos episodios de los evangelios. El que acabamos de leer es un ejemplo. Desde la idea de una familia formada por José, María y Jesús, es incomprensible que se volvieran de Jerusalén sin darse cuenta de que faltaba Jesús. Si todo el clan (treinta – cincuenta personas) sube a Jerusalén, como familia, los varones estarían juntos, las mujeres también y los jóvenes andarían por su lado, sin preocuparse demasiado los unos de los otros, porque la seguridad la daba el grupo.
Otros pasajes que se explican mejor desde esta perspectiva: (Mc 3, 20-21) “Al enterarse ‘los suyos’ se pusieron en camino para echarle mano, pues decían que había perdido el juicio”. Lo que pretendía su familia era evitar una catástrofe para él y para todo el clan. El tiempo les dio la razón. Más adelante (Mc 3, 31-34): “Una mujer dice a Jesús: tu madre y tus hermanos están fuera. Él contestó: Y ¿quiénes son mi madre y mis hermanos? Se nos está diciendo que para llevar a cabo su obra, Jesús tuvo que romper con su clan, lo cual no supone para nada que rompiera con sus padres. Este episodio lo recoge también Mt y Lc.
Hay otro aspecto que también se explica mejor desde este contexto. La costumbre de casarse muy jóvenes (las mujeres a los 12 -13 años y los hombres a los 13-14). Era vital adelantar la boda, porque la media de edad era unos treinta y tantos años y a los cuarenta eran ya ancianos. En el ambiente que tenían que vivir, no era tan grave la inexperiencia de los recién casados, porque seguían bajo la tutela y seguridad que daba el clan. También la responsabilidad de criar y educar a los hijos era tarea colectiva, sobre todo de las mujeres.
Jesús no se sometió a ese control porque le hubiera impedido desarrollar su misión. Fijaos el ridículo que hacemos cuando en nombre de Jesús, predicamos una obediencia ciega, es decir, irracional, a personas o instituciones. Cuando creemos que el signo de una gran espiritualidad es someter la voluntad a otra persona, dejamos de ser nosotros mismos. La explicación que acabo de dar, pretende armonizar la responsabilidad de Jesús con su misión y el cariño entrañable que tuvo que sentir, sobre todo, por su madre.
El relato evangélico que acabamos de leer, está escrito ochenta años después de los hechos; por lo tanto no tiene garantías de historicidad. Sin embargo, es muy rico en enseñanzas teológicas. No hay nada de sobrenatural, ni de extraordinario, en lo narrado. Se trata de un episodio que revela un Jesús que empieza a tomar contacto con la realidad desde su propia perspectiva. Justo a los doce años se empezaban a considerar personas, a tomar sus propias decisiones y a ser responsables de sus propios actos.
Sentado en medio de los doctores. Los doctores no tienen ningún inconveniente en admitirle en el “foro de debate”. Tiene ya su propio criterio y lo manifiesta. Lc prepara lo que va a significar la vida pública, adelantando una postura que no es de niño sino de persona autónoma. Sus padres no lo comprendían. La verdad es que fue, para todos los que le conocieron, incomprensible la calidad humana del que se llamaría ‘hijo de hombre’. Siguió bajo su autoridad, pero ya ha dejado claro que su misión va más allá de los intereses del clan. La última referencia es un aldabonazo al empeño en hacerle Dios antes de tiempo. Dice el texto: Jesús crecía en estatura en sabiduría y en gracia ante Dios y los hombres.
Debemos buscar la ejemplaridad de la familia de Nazaret donde realmente está, huyendo de toda idealización, que lo único que consigue es meternos en un ambiente irreal que no conduce a ninguna parte. Lo importante no es la clase de institución familiar en que vivimos, sino los valores humanos que desarrollamos. Jesús predicó lo que vivió. Si predicó la entrega, el servicio, la solicitud por el otro, quiere decir que primero lo vivió. El marco familiar es el primer campo de entrenamiento para todo ser humano. El ser humano nace como proyecto, que tiene que desarrollarse a lo largo de la vida, con la ayuda de los demás.
Debemos tener mucho cuidado de no sacralizar ninguna institución. Las instituciones son instrumentos que tienen que estar siempre al servicio de la persona humana. Ella es el valor supremo. Las instituciones ni son santas ni sagradas. Con demasiada frecuencia se abusa de las instituciones para conseguir fines ajenos al bien del hombre. Entonces tenemos la obligación de defendernos de ellas. No son las instituciones las culpables sino algunos seres humanos que se aprovechan de ellas para conseguir sus propios intereses a costa de los demás. No se trata de echar por la borda una institución por el hecho de que me exija esfuerzo. Todo lo que me ayude a crecer en mi verdadero ser me exigirá esfuerzo. Pero nunca puedo permitir que la institución me exija nada que me deteriore como ser humano.    
La familia sigue siendo hoy el marco privilegiado para el desarrollo de la persona humana, pero no solo durante los años de la niñez o juventud, sino durante todas las etapas de nuestra vida. El ser humano solo puede crecer en humanidad a través de sus relaciones con los demás. La familia es el marco insustituible para esas relaciones profundamente humanas. Sea como hijo, como hermano, como pareja, como padre o madre, como abuelo. En cada una de esas situaciones, la calidad de la relación nos irá acercando a la plenitud humana. Los lazos de sangre o de amor natural debían ser puntos de apoyo para aprender a salir de nosotros mismos e ir a los demás con nuestra capacidad de entrega y servicio.
En ninguna parte del NT se propone un modelo de familia, sencillamente porque no se cuestiona el existente en aquel tiempo. Proponer un único modelo de familia, como cristiano, es pura ideología. Si dos hermanos viven con uno de los padres forman una familia, cuando muere el padre, ¿dejan de ser una familia? y si son dos personas que se quieren y deciden vivir juntos, ¿no son una familia? Jesús no defendió instituciones, sino a las personas que la forman. En cualquier modelo de familia lo importante es el amor, que Jesús predicó y que debemos desarrollar en cualquier circunstancia que la vida nos plantee.

Lc 2, 16-21
En esta fecha es inevitable hablar de tres temas: La paz, María Madre y el tiempo. Empezaremos hablando de la paz. Se nos llena la boca al pronunciar esta palabra, pero no nos interesa demasiado afrontar los problemas que plantea. Todos pedimos a Dios que nos libre de la guerra, pero no estamos dispuestos a exigir en nuestro entorno justicia, que es la condición de una auténtica paz. Luchar por la paz haciendo la guerra garantiza el fracaso. El concepto de guerra preventiva es más perverso que la ley del talión. El ser humano se puede defender de toda agresión sin tener que luchar contra nada ni contra nadie, trabajando por el bien de todos y cada uno de los hombres.
Juan XXIII, en su encíclica “Pacem in terris”, advirtió que la paz será la consecuencia de la Verdad, la Justicia, la Libertad y el amor. Esto lleva consigo tener claro que ningún ser humano es más que otro. Mientras no nos enteremos de esto, mientras haya un solo hombre que se sienta superior, no podrá haber paz. Estamos a años luz de esta utopía, que sin embargo debe ser el fundamento de toda relación humana. Hay muchas personas que intentamos ser justos, ser amables, ser comprensivos, pero con la condición de que no se ponga en duda nuestra superioridad. Esta postura es de auténtica hipocresía.
Unos buscamos la paz de los cementerios: ¡Que nadie se mueva! ¡Ay de aquel que se atreva a vivir! Ahí están los “vivos” de siempre, impidiendo el más ligero signo de vida a los demás. Otros nos contentamos con la paz romana: todos sometidos al servicio del imperio. Una paz que responde a la ley del más fuerte, sostenida con bombas y cañones. ¿Que mueren personas inocentes?, son inevitables “daños colaterales”. ¿Que quedan seres humanos destrozados en el camino?, da lo mismo, lo importante es que se han cumplido los objetivos. Paz conseguida gracias a que la inmensa mayoría de la humanidad no tiene capacidad de reivindicar los más elementales derechos.
La que debíamos buscar todos es la paz armonía, fruto de la Justicia. Pero el mayor enemigo de la justicia es la legalidad que unos pocos privilegiados imponemos a todos, buscando siempre nuestro provecho. ¿Qué pasaría si las leyes del comercio mundial las hicieran los países más pobres, los que pasan hambre hasta la muerte? El primer objetivo de las grandes coaliciones entre las naciones es defender sus intereses económicos. ¿Contra quién? Es demencial. Y encima tenemos que estar oyendo todos los días que somos los buenos. ¡Qué iba a ser del mundo si no fuera por nosotros!
Debemos tomar conciencia de pertenecer a una familia, donde no haya ni superior ni inferior, ni señor ni esclavo, esta es la clave del mensaje evangélico. La transformación debe empezar dentro de cada ser humano. Si desterrásemos de nosotros todo egoísmo, se terminarían todas las guerras. Según Jesús, es más humano el que es capaz de amar más. Es inútil pretender una plenitud humana a costa de los demás.
María Madre. Es la fiesta más antigua de María que se conoce. Pablo VI la recuperó del olvido. Es bonito empezar el año mirando a María Madre, sobre todo si aprendemos a verla sin capisayos y abalorios. La primera imagen que el hombre primitivo tuvo de Dios, fue la de Madre. María Madre viene a suplir las carencias que conllevaba la idea de un Dios exclusivamente Padre. La maternidad de María es un dogma, que fue definido en Éfeso en el 431. Es muy interesante constatar que ese dogma tuvo que ser aclarado y en cierto modo limitado veinte años después por el concilio de Calcedonia (451) afirmando que María era madre de Dios "en cuanto a su humanidad". Esta aclaración la hemos olvidado por completo y seguimos interpretando mal lo que en el dogma se quiso declarar.
El dogma se definió para confirmar, que el fruto del parto de María fue una única persona, contra la tesis nestoriana que afirmaba dos personas en Jesús. Fue una definición cristología, no mariológica. María no era aún motivo de la reflexión teológica. No debemos olvidar que este concilio lo promovió Nestorio para que condenara a Cirilo, que proclamaba una sola persona en Cristo y por lo tanto que María era con pleno sentido, madre de Jesús Hijo de Dios. A Nestorio le salió el tiro por la culata, y fue condenado él; pero a punto estuvo de condenarse como herejía el dogma definido.
Este dogma de la "Theotokos" (la que pare a Dios) se ha entendido mal, porque no se ha tenido en cuenta el sentido que tenían las palabras en aquel contexto. Es el mejor ejemplo de cómo, conservando las palabras, estamos diciendo algo completamente distinto de lo que se quiso definir. En aquella época, se creía que la nueva criatura procedía totalmente del padre. La madre no tenía otra misión que la de ser recipiente donde se desarrollaba la semilla. No se tenía ningún inconveniente en aceptar que alguien pudiera ser hijo de un dios naciendo de una mujer. Es ridículo hablar hoy de Hijo de Dios en sentido biológico.
En la concepción de Jesús, no podemos mezclar lo biológico y el divino. Se trata de dos planos de naturaleza distinta que no tienen posibilidad de interferir uno en otro. En el orden espiritual, lo biológico no tiene ninguna importancia. Hay que defender con rotundidad que, lo que Jesús fue y significó, sólo podía ser obra del Espíritu. Eso nadie lo pone en duda. En los relatos del nacimiento y del bautismo de Jesús, se ve con toda claridad: “Concebido por el Espíritu Santo”; “Nacido del Espíritu Santo”; “Ungido por el Espíritu Santo”; “Movido por el Espíritu Santo”; “El Espíritu es el que da vida, la carne no vale nada”.
Lo que estamos celebrando es que María hace presente a Dios (Emmanuel). S. Agustín dice que María fue madre de Dios, no por su relación biológica, sino por haber aceptado el proyecto de Dios. En eso, María puede seguir siendo modelo porque todos tenemos a Dios en el centro de nuestro ser y todos tenemos que dar a luz a Dios (Eckhart). Los primeros padres llamaban a la Iglesia partera, porque su misión era ayudar a los seres humanos a alumbrar a Dios. Dios sigue dándose a todos y cada uno de los hombres. Descubrir y experimentar ese don es la tarea más importante que puede llevar a cabo un ser humano.
El tercer tema tiene que ver con el tiempo (Año Nuevo). El comienzo del año nos tiene que hacer pensar en el tiempo y en la eternidad. Como seres construidos de materia, formamos parte del tiempo, del devenir, de la evolución. Pero a la vez, la eternidad, de alguna manera, nos está atravesando. Si camináramos por el tiempo con los ojos bien abiertos, descubriríamos horizontes de eternidad en la misma temporalidad. El concepto de eternidad que manejamos, como algo que está más allá del tiempo, nos está jugando una mala pasada. Alcanzaremos la eternidad sumergiéndonos en la temporalidad hasta el fondo.
En el NT se manejan dos conceptos muy distintos de tiempo. Uno es “Chronos” el tiempo astronómico (la medida del movimiento), que nos permite conectar con la realidad material y sentirnos inmersos en la contingencia. El otro concepto es el “Kairos”, que sería el tiempo psicológico o espiritual. Este nos permite ir más allá del tiempo y experimentar en cualquier momento lo trascendente, lo divino, la eternidad.

Fiesta de la Sagrada Familia

col sicre

Dos lecturas que encajan
En una fiesta de la Sagrada Familia, esperamos que las lecturas nos animen a vivir nuestra vida familiar. Y así ocurre con las dos primeras lecturas.
El libro del Eclesiástico insiste en el respeto que debe tener el hijo a su padre y a su madre. En una época en la que no existía la Seguridad Social, “honrar padre y madre” implicaba también la ayuda económica a los progenitores. Pero no se trata sólo de eso; hay también que soportar sus fallos con cariño, “aunque chocheen”.
La carta a los Colosenses ha sido elegida por los consejos finales a las mujeres, los maridos, los hijos y los padres. En la cultura del siglo I debían resultar muy “progresistas”. Hoy día, el primero de ellos provoca la indignación de muchas personas: “Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.” Cuando se conoce la historia de aquella época resulta más fácil comprender al autor.
¿Un evangelio impropio?
Después de los consejos anteriores, que animan a obedecer y respetar a los padres, lo que menos podíamos esperar es un evangelio en el que Jesús parece ofrecer un pésimo ejemplo de falta de respeto. No sólo el hecho de quedarse en el templo sin avisar, sino también la respuesta tan chulesca que da a María, le habrían merecido una bofetada en cualquier cultura anterior a la nuestra. Mal ejemplo para una fiesta de la familia. ¿Qué quiere decirnos Lucas con este extraño episodio que solo cuenta él?
Lo que quiere decir a María y de María
En el relato inmediatamente anterior se ha contado que Simeón, al tener a Jesús niño en sus brazos, además de hablar de su futuro anunció a María que una espada le atravesaría el alma. Jesús no iba a ser para ella puro motivo de alegría, sino también de angustia y preocupación. Saltando por alto doce años, la visita al templo le sirve a Lucas para ejemplificar esa espada que atravesaría a María durante toda su vida: sufrimiento y desconcierto (porque, aunque Jesús se explique, “ellos no comprendieron lo que quería decir”). Cuando hablamos de los sufrimientos de María, de sus “dolores”, pensamos casi siempre en la pasión y muerte de Jesús. Sin embargo, Jesús hizo sufrir a María toda su vida, no solo al final. La hizo sufrir con su actividad y sus palabras, que suscitaban la oposición y el rechazo de mucha gente y que terminarían provocando su muerte.
Lo que quiere decir de Jesús
¿Qué pensaba Jesús de sí mismo? ¿Era simplemente un buen israelita que, un día, acudió a que Juan lo bautizara y después tuvo la experiencia de que Dios le hablaba y le encomendaba una misión, como parece sugerir el comienzo del evangelio de Marcos? Lucas quiere corregir esta imagen. La estrechísima relación de Jesús con Dios no empieza en el bautismo, se da desde siempre.
Este episodio se comprende mucho mejor si se recuerda la historia del profeta Samuel. Consagrado por su madre al templo, ha pasado toda su vida junto al sacerdote Elí. Hasta que, a los doce años (según Flavio Josefo), una noche Dios lo llama: “Samuel, Samuel”. Naturalmente, no puede imaginar que Dios lo llame, y va corriendo junto al sacerdote. Este le dice que no lo ha llamado, que vuelva a acostarse. Pero la escena se repite al pie de la letra, y el narrador se siente obligado a comentar: “Samuel no conocía todavía a Yahvé”. Lleva doce años en el templo, viviendo con el sumo sacerdote, asistiendo al culto, pero “no conocía todavía a Yahvé”. Jesús, en cambio, a los doce años, sabe perfectamente cuál es su relación con él: “¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?” Dios es su Padre, y ese conocimiento se lo ha comunicado ya a José y María con anterioridad. Estas palabras contrastan no solo con la ignorancia de Samuel sino también con lo que le ha dicho María: “Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.” Para Jesús, su único Padre es Dios. Y su misión la ha recibido mucho antes del bautismo.
Lucas, tan buen conocedor de la Escrituras, cuando dice que Jesús asombraba a todos los maestros con su sabiduría, es posible que esté aludiendo al Salmo 119: “Soy más docto que todos mis maestros porque medito tus preceptos. Soy más sagaz que los ancianos porque observo tus decretos” (vv.99-100). Aunque Jesús no pondrá nunca el acento en la letra de los preceptos y decretos, sino en la entrega plena a la voluntad de su Padre.
María y nosotros
Lucas tiene especial interés en presentar a María como modelo del cristiano. Con pocas palabras (“He aquí la esclava del Señor”), con el silencio (como en el caso de los pastores y de Simeón) y, sobre todo, con su actitud de reflexionar y meditar todo lo que se relaciona con Jesús. María no es tan lista como los teólogos, y mucho menos que los obispos y papas. Ella no entiende muchas cosas. Jesús la desconcierta. Pero conoce el gran remedio para el desconcierto: la oración. Cuando estamos a punto de recomenzar el contacto con la actividad de Jesús, es muy bueno acordarnos de ella e intentar imitarla

Para olvidar padres y maestros

comentario editorial

“Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo” (Mahatma Gandhi)
 30 de diciembre. Fiesta de la Sagrada Familia
Lc 2, 41-52
¿Por qué me buscabais?
Una fiesta de la Familia -Sagrada o no-, lo más importante en los textos bíblicos es la obediencia a los padres. En el Antiguo Testamento: “El que honra a su padre expía sus pecados. El que respeta a su madre acumula tesoros” (Eclo 3, 2-4). Y el Nuevo: “Hijos, obedeced al padre en todo, como al Señor le agrada” (Col 3, 20). En uno otro caso, los autores manifiestan los prejuicios patriarcales y machistas de su tiempo.
En cambio, Jesús rompe con las normas vigentes en la antigüedad, y hace una declaración insólita de intencionesacerca del objetivo que dará a su vida: “No sabíais que yo debo estar en la casa de mi Padre?”.
En el mundo pagano, tan firmemente asentado sobre bases tradicionales, también existen indicios de similar pensamiento. En la histórica novela Yo, Julia, premio Planeta de este año, Santiago Posteguillo pone en boca del emperador Cómodo -un tirano loco con albarda-, estas imperantes palabras: “Y nunca más, nunca, vuelvas a dudar de una orden mía: si te digo que me des el nombre de una lista me lo das, Quinto. Tú no piensas, ya pienso yo por los dos, por la urbe entera, pero por encima de todo -y aquí el emperador se acercó mucho a su jefe del pretorio y le habló al oído-, por tu propia seguridad personal, Quinto, no pienses demasiado. Es peligroso”.  
Esta es la línea en la que se han movido siempre los grandes personajes de la Historia:
“Hasta que no tomen conciencia no se rebelarán, y sin rebelarse no podrán tomar conciencia” (George Orwel)
“La rebeldía es la virtud original del hombre” (Arthur Shopenhauer) 
“Algún día el yunque, cansado de ser yunque, pasará a ser martillo” (Mijail Bakunin)
“Nuestra cabeza es redonda para permitir a los pensamientos cambiar de dirección” (Francis Picabia)
“Si te dan un papel pautado, escribe por detrás (Juan Ramón Jiménez)
Y Adolfo Bécquer lo cantó de este modo en su poema “La canción del pirata”:
“Que es mi barco mi tesoro,que es mi Dios la libertad”.
El Duero se libera de la fuente que es su madre, y corre luego libre por el valle. A la Sabina no le encadena el viento, y soporta con dignidad tanto los climas secos como las heladas invernales. El halcón vuela soberano por el cielo, caza sin que le obliguen normas. Y yo, verso de pata quebrada, autónomo y sin reglas, canto las mismas canciones que el pirata, en un bajel que sueña más allá de fronteras circunscritas.
Y en uno de los villancicos navideños se entonan estos versos:
“Pero mira como beben los peces en el río,pero mira como beben por ver al Dios nacido".
Mahatma Gandhi dijo: “Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo”. 
Espero que a nadie tenga que repetir más aquello de Jesús en Lucas: ¿Por qué me buscabais?

DONDE HAY AMOR SOBRAN LAS NORMAS
La mística de arriba y la de abajolo ha mantenido siempre en su Programa.San Agustín lo reafirmó en latín.Nos lo legó Jesús con su Palabra:“No fue hecho el hombre para el sábado”. 
Y corrigiéndole la planaa Jesús, Agustín, al mundo entero,al sentido común, a la Palabra…,a ultranza lo negó la Santa Iglesiaque desde entonces se quedó en Beata. 
Comentaron el hecho los poetas,lo cantaron los bardos en las plazas.Así sonaban sus místicos versos:“Donde hay fe hay amor,donde hay amor hay paz,donde hay paz está Diosy donde Dios está no falta nada”. 
Dios tiene tantos corazonescomo criaturas hay en la existencia. 
Eres billete necesario,-Amor humano libre de cadenas-para el Amor divino.Hay que llevarte siempre en la cartera. 
Cuando llegue el momento de embarcary partir ya para la orilla eterna,no quiero quedarme encadenadoen tierra.

Ganadores del Concurso de Postales navideñas de Escuelas Católicas

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- Por: Emilio García y redacción
26/12/2018 - 106 Visitas

Tras un proceso en el que ha participado todo el personal del secretariado de Escuelas Católicas de Madrid, y coordinado por Vicente Durá (Programa Artes), finalmente de nuestro Colegio Salesianos “El Pilar”, la alumna Paula Mengibar Cobo de 2ºESO C ha sido la ganadora del concurso en la categoría de Secundaria. Y la alumna Elena Durán Martínez-Osorio de 6º Ed Primaria ha conseguido el segundo premio en la categoría de Primaria.

 
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Paula y Elena han recibido un premio de entre las 54 postales recibidas en Escuelas Católicas de Madrid (ECM) . “A principios de noviembre pusimos en marcha nuestras clases para poder participar en el II CONCURSO DE POSTALES NAVIDEÑAS de ECM con la que pretensión a contribuir en la preparación de la Navidad”, cuentan desde El Centro.

Desde ECM (Escuelas Católicas de Madrid), han agradecido sinceramente la participación en este concurso. Han recibido postales de 54 colegios de ECM con creaciones llenas de calidad y sensibilidad religiosa, artística y emocional. “Estamos convencidos que esta iniciativa ha sido una oportunidad para estimular la creación artística de nuestros alumnos y para expresar el sentido profundo de la Navidad que tratamos de fomentar en los Centros, con la venida de Jesucristo y todo lo que sucede en torno a la conmemoración de su nacimiento”.

Desde ECM comentan que ha sido realmente difícil seleccionar a los ganadores y, a la vez, muy dichoso disfrutar de la creatividad y los mensajes de los participantes.

Adjuntos

Los pobres circulan por el mundo

Marcos de Castro Sanz, Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa
(nueva tribuna)
El octavo informe AROPE (1) sobre pobreza y exclusión social, publicado en el mes de octubre de este año (2018) con datos del 2015, dice que en nuestro país hay 12,3 millones de personas en riesgo de exclusión social y pobreza. La pobreza infantil, en España, está en el 29,7% (datos de 2014), casi diez puntos por encima de la media europea.
Son solo unos datos, de tantos que circulan por los medios, apuntando a un desgarro social, cada vez más, separador de dos partes de la población: los pobres (que aumentan en número) y los ricos (que aumentan en riqueza). Son informes que están ahí, se publican, se leen (no con muchos lectores) y se pasa la página para leer la siguiente noticia. No ocurre nada. Como las noticias de los telediarios, que informan de mujeres asesinadas, de ahogados en el Mediterráneo o de marchas numerosas hacia la tierra prometida, actualmente llamada EEUU, se ven y se sigue la vida, conversando si se tiene con quien conversar.
BANQUEROS QUE GANAN MÁS DE UN MILLÓN DE EUROS
La retribución media de los directivos del IBEX subió un 43% entre 2014 y 2017 mientras que el sueldo medio de los trabajadores creció un 4%
En paralelo se nos dice que el señor González, del BBVA, recibirá 79,7 millones de euros por su jubilación, como recibió Ángel Corcóstegui, del Banco Santander, 108 millones en 2002 o Alfredo Sáez, también del Santander, 88,1 millones en 2013… y otros más. ¡Pobres, sólo tienen dinero y no tendrán tiempo de gastarlo! Y no lo reciben porque hayan aportado un valor similar a las empresas que gestionaban (que no eran suyas), pues los datos no apuntan esa correlación. Se lo llevan porque sí, como ocurre a los que caminan al borde de la exclusión social o ya llegaron a la pobreza. Porque sí.
Esto refleja un mundo con desigualdades crecientes e injustificadas, si se desea una sociedad más equilibrada. El número 63 de Alternativas Económicas dice que la retribución media de los directivos del IBEX subió un 43% entre 2014 y 2017 mientras que el sueldo medio de los trabajadores creció un 4%, siendo la relación entre el salario mínimo y al máximo en una misma empresa, a veces, desorbitada (ACS es de 1477, Acciona de 1188 y en una docena de empresas se superan los 400 puntos).
En España hay 152 “banqueros” que ganan más del millón de euros ¿Hacia dónde se quiere llegar por aquí? “La desigualdad está “creciendo rápidamente y esto significa que los ricos, y especialmente los muy ricos, son cada vez más ricos y los pobres, especialmente los muy pobres, son cada vez más pobres”, dice Zygmunt Bauman, afirmando que los ricos son cada vez más ricos por el hecho de ser ricos, como los pobres son cada vez más pobres por el hecho de ser pobres. No hay más valor, simplemente que esta desigualdad ha creado dos mundos, según Bauman, con pocos o ningún punto de encuentro entre ellos: los que tienen y los que no tienen. Afirma que el drama del 0,1% más rico es que ignoran lo que ocurre a su alrededor.
¿TIENE LA IGLESIA CATÓLICA ALGO QUE DECIR?
Paradójicamente, esta sociedad que nos rodea -tan definida bajo los mandatos de la Iglesia Católica que hasta se trata judicialmente a quienes, se presume, ofenden los sentimientos religiosos- ni siquiera escucha lo que su propio catecismo dice sobre el séptimo mandamiento (número 2408) que prohíbe “el robo, es decir, la usurpación del bien ajeno contra la voluntad razonable de su dueño. No hay robo si el consentimiento puede ser presumido o si el rechazo es contrario a la razón y al destino universal de los bienes. Es el caso de la necesidad urgente y evidente en que el único medio de remediar las necesidades inmediatas y esenciales (alimento, vivienda, vestido…) es disponer y usar de los bienes ajenos”. Qué curioso, los ocupas, no todos, solamente los que tienen la necesidad urgente y evidente de usar bienes ajenos (alimento, vivienda, vestido… dejando abierta esa relación por puntos suspensivos) no están considerados por la Iglesia infractores de este mandamiento. Pero la sociedad los desahucia.
A veces en condiciones de extrema precariedad. A veces empujándolos al suicido. “No son suicidios, son crímenes”, como ya se ha afirmado. ¿Y la Iglesia no tendría algo que decir en todo lo que nos está ocurriendo? Pero sí es robo, sigue diciendo el catecismo, “toda forma de tomar o retener injustamente el bien ajeno, aunque no contradiga las disposiciones de la ley civil, es contraria al séptimo mandamiento. Así, retener deliberadamente bienes prestados u objetos perdidos, defraudar en el ejercicio del comercio (cf Dt 25, 13-16), pagar salarios injustos (cf Dt 24,14-15; St 5,4), elevar los precios especulando con la ignorancia o la necesidad ajenas (cf Am 8, 4-6).
Son también moralmente ilícitos, la especulación mediante la cual se pretende hacer variar artificialmente la valoración de los bienes con el fin de obtener un beneficio en detrimento ajeno; la corrupción mediante la cual se vicia el juicio de los que deben tomar decisiones conforme a derecho; la apropiación y el uso privados de los bienes sociales de una empresa; los trabajos mal hechos, el fraude fiscal, la falsificación de cheques y facturas, los gastos excesivos, el despilfarro. Infligir voluntariamente un daño a las propiedades privadas o públicas es contrario a la ley moral y exige reparación”. Y ante todo esto el silencio de la Iglesia que es elocuente.
No se trataba de integrar este mensaje en la doctrina de la Iglesia, sino de exponer la postura de ésta en el drama social que nos rodea. Trump, al contrario, manda disparar a matar si la columna del hambre que desea llegar a EEUU se atreve a invadir la frontera.
También se puede hablar de pobreza infantil, de desnutrición, de esclavitud laboral, de… ¡Hay tantos datos! Pero se escuchan poco. La sociedad, que conforma personas cuya aspiración es la competencia y el triunfo personal (es uno de los ejes del neoliberalismo) habla, de vez en cuando, de que hay que formar en valores y ayudar a los niños para que entiendan la cooperación. Pero el verdadero valor es triunfar por encima de los demás. Y el triunfo se suele medir en acaparar dinero demostrándolo en signos externos y en estatus personal. Valores (¿valores?) que tiene que ver con la insolidaridad y el individualismo.
CONDENADOS AL EXILIO POR GUERRA Y HAMBRE
La fractura entre los que mueren de hambre y los que no tienen tiempo vital para gastar o disfrutar de todo lo que poseen empieza a no ser permisible
Sería un error achacar el problema a las situaciones de precariedad que actualmente se dan. No es novedad que haya personas que tengan que abandonar sus territorios para sobrevivir (por guerra o por hambre). Flujos migratorios los hubo siempre y todos somos hijos de alguna migración. Lo que es inaudito, según Bauman, es la insolidaridad como respuesta, que califica, desde palabras de Benjamin Barber, que es “intrínsecamente contraria a la cooperación e incapaz de consolidar bienes comunes globales”.
Es preciso tomar postura ante esta bifurcación. Pararse es consentir la fractura social que, llegado a determinado nivel (si no se ha llegado ya), será bastante irreparable. No puede consentirse un mundo dividido entre los que comen y los que mueren de hambre, entre los que huyen y los que ponen fronteras. La humanidad convoca a la tarea (y compromiso) para que todas las personas tengan su espacio y nadie sea empujado hacia la exclusión, porque es preciso afirmar “al destino universal de los bienes”contra la acumulación indebida y desmesurada. Lo que requiere una nueva forma de repartir la riqueza que posibilite que nadie sufra condiciones de vida desgarradoras.
La fractura entre los que mueren de hambre y los que no tienen tiempo vital para gastar o disfrutar de todo lo que poseen empieza a no ser permisible. Ulrich Beck tiene razón cuando dice que estamos en un cambio de era, no en una era de cambios. Y esa nueva era será, seguro, mas humana y más inclusiva buscando un modelo social más cohesionado y “la tarea a la que tenemos que enfrentarnos es la de reformar la sociología para que pueda proporcionar un nuevo marco para la reinvención de la sociedad y de la política”. Volver la espalda a esta tarea es volver la espalda a la sociedad.

El pequeño Sam no encontró posada


Miguel Ángel Vázquez, Escritor y activista por los Derechos Humanos en el Movimiento Matria

Sam nació en un barco, en medio del mar, porque en Europa “no le daban posada”. Nació “al calor del aliento” de los voluntarios de la sociedad civil que esta Nochebuena la pasarán en el mar rescatando vidas
Estos día me ha removido profundamente la foto de Olmo Calvo en la que aparece el pequeño Sam, un niño recién nacido en un barco de rescate al que hubo que evacuar en helicóptero por su frágil estado de salud. La cercanía de las fechas y lo icónico de la imagen -tumbado sobre una manta azul, con la pinza umbilical recién puesta, sostenido por varias manos- evocan inevitablemente la escena navideña del portal de Belén.··· Ver noticia