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martes, 13 de marzo de 2012

¿Qué pasa en Palencia?

ATRIO
Antonio Duato, 13-Marzo-2012
Desde hace tiempo nos llegan noticias muy conflictivas respecto a decisiones pastorales del obispo de Palencia, un valenciano que lleva sólo año y medio allí. Primero fueron noticias sobre el fulminante despido de algunos trabajadores de Caritas Diocesana que estaban haciendo un gran trabajo desde los tiempos del obispo Castellanos. Siguen enviando unos jugosos emails con los eslóganes de “Nosotros somos Iglesia también” y “Desde la república independiente de mi Caritas”.


Parece que es un grupo numeroso y justifican no dar nombres porque muchos aún dependen laboralmente de la Iglesia –¡tremenda situación ésta de laicos al servicio de jerarquías que se consideran con poderes absolutos sobre vidas y haciendas de sus súbditos!–. Ellos enviaron hace unos días el programa de unas JORNADAS SOBRE “TEOLOGÍA Y SOCIEDAD” que organiza la Universidad Popular de Palencia en el salón de actos de una Biblioteca Pública. La primera, ayer, día 12, sobre “De la teología al compromiso social” por dos venerables sacerdotes a quienes envío un abrazo de viejos amigos. La segunda será el viernes 16, a cargo de Juan José Tamayo. En nada se cita en el programa a la diócesis, pero el obispo se ha dado por aludido y ha publicado una nota en la que ha recordado un duro escrito de la Comisión Episcopal para la doctrina de la fe del año 2003 contra Jauan José Tamayo.


¡Qué pena que tanto ejercicio de autoridad no lo ejercitase cuando estaba como representante de la Archidiócesis de Valencia en el Patronato de la Fundación del EMF que organizó en 2006 la visita del Papa! Nunca este Patronato publicó las cuentas y hoy diversos organismos que manejaron fondos del mismo están siendo juzgados dentro de la trama Gürtel. Espero que salgas bien librado, Esteban, pero usa métodos más pastorales y no sigas escandalizando a propios y extraños, ¡por Dios! Te lo dice, con mucho respeto, mejor que yo, el Presidente del Consejo Evangélico de Madrid, Máximo García.

El teólogo Juan José Tamayo “apartado” de la Iglesia católica


Máximo García Ruiz

La noticia, conocida este fin de semana, a raíz de un comunicado en el que la diócesis católica de Palencia descalifica al conocido teólogo Juan José Tamayo tachándole de “no católico”, es contestada en este artículo por el bautista Máximo García, amigo personal y compañero de Tamayo en la Asociación de Teólogos Juan XXIII.
Después de un cuarto de siglo de amistad con Juan José Tamayo, nacida de una serie de complicidades académicas e ideológicas, me siento legitimado para intervenir en la polémica suscitada por el comunicado del obispado de Palencia que le descalifica como teólogo católico y, mediante una terminología eufemística, “le aparta de la comunión eclesial”. Curiosamente efectúa dicha descalificación el titular de la diócesis de la ciudad natal de Tamayo, un obispo foráneo, que es muy probable que ni conozca al encausado ni se haya tomado la molestia de convocarle, como integrante de su ámbito parroquial, a un diálogo pastoral.
No me corresponde a mí, dada mi vinculación a una confesión religiosa diferente, determinar los requisitos y exigencias necesarios para mantener la “comunión eclesial” dentro del seno de la Iglesia católico-romana, aunque no me resulte ajena su teología y, precisamente por ello, me parezca no solamente anacrónica sino carente de fundamento canónico, pero no deja de extrañarme que una persona del perfil de Juan José Tamayo sea objeto de una descalificación aparentemente tan extemporánea y rocambolesca, contraria no solamente a los derechos humanos que son vulnerados abiertamente, sino a los más fundamentales principios cristianos de prudencia y caridad.
No tengo a la vista el último libro de Tamayo: Otra teología es posible. Pluralismo religioso, interculturalidad y feminismo en el momento de redactar este comentario solicitado con carácter de urgencia en torno a la noticia recibida, pero no creo que se aparte sustancialmente del contenido de otros libros que si tengo ante mí, en los que desarrolla una teología profética, comprometida socialmente, condimentada con una espiritualidad evangélica, una ética subsidiaria del Sermón del Monte y un compromiso político identificado con los más necesitados, siguiendo con ello las pautas marcadas por Jesús de Nazaret.
No creo que este último libro, que tanto rechazo produce en el episcopado, esté muy distante de otros anteriores, por ejemplo, Fundamentalismos y diálogo entre religiones, En la frontera o Islam, cultura, religión y política, por menciona tan solo tres títulos recientes, en los que intenta dar respuesta, siempre con una diáfana hermenéutica bíblica, a algunos de los desafíos de nuestro tiempo: la multiculturalidad, el pluralismo religioso, el feminismo, la nueva conciencia ecológica y la lucha contra la pobreza y la injusticia social.
Tamayo enriqueció su discurso universalista desde que se adentró en el estudio del Islam mediante una mirada desprovista de prejuicios, de recelos, de desconfianza y de resentimiento. Anteriormente había hecho esto mismo con respecto al Protestantismo, en este caso partiendo de una exegesis bíblica liberada de los patrones sectarios de la teología tridentina y de un análisis de la realidad derivada del contacto personal. Su teología ha superado los filtros rigoristas del Derecho Canónico para ir directamente a las fuentes neotestamentarias y extraer de ellas el néctar del mensaje evangélico.
Al superar esos estrechos márgenes que marca la jerarquía católica y colocarse en línea con grandes teólogos católicos contemporáneos como Hans Küng, Karl Rahner, Gustavo Gutiérrez, Jon Sobrino o los protestantes Richard Niebuhr o Jürgen Moltmann, tal vez no vaya desencaminado el prelado palentino al excluirle de los estrechos márgenes eclesiales en los que previsiblemente él mismo se encuentra encarcelado, ya que la teología liberadora de Tamayo no puede quedar reducida a un ámbito tan exiguo.
Juan José Tamayo no se queda en la cáscara de la religión; rompe el envoltorio para adentrase en el núcleo del cristianismo. Al igual que los profetas del Antiguo Testamento, otea el horizonte y no transige con el statu quo. No se conforma con una teología sistemática, una teología de sacristía; su empeño está puesto en desarrollar una teología social, liberadora, y lo hace en un lenguaje inteligible para el común de los mortales, aunque tal vez ininteligible para la jerarquía eclesial.
El obispo le aparta de la comunión eclesial. ¡Lástima! Una evidencia más del clamoroso fracaso del Concilio Vaticano II que intentó alumbrar una Iglesia reformada dentro del catolicismo romano, y que posteriormente ha ido colocando diques de contención para que no se esfumen las esencias de Trento.
Tamayo elabora un nuevo paradigma: el de la teología intercultural e interreligiosa de la liberación en perspectiva de género. La pregunta que se formula Tamayo en torno a la posibilidad de otra teología fuera de la línea oficial de Roma, sí es posible, sin duda, pero la gran incógnita es si es posible dentro de dicha Iglesia.
No seré yo quien de respuesta a esta incógnita, porque uno siempre abriga la esperanza de que no se cierren las puertas del diálogo y la apertura a nuevas formas de ser iglesia, recuperando la doctrina del malogrado concilio que tanto gustaba recordar el teólogo pastoralista Casiano Floristán, nuestro maestro, de Tamayo y mío, de percibirla no tanto como una institución cerrada a cal y canto, de espaldas al pueblo, sino como pueblo de Dios y comunidad de creyentes. Una teología que haga posible configurar este mundo refractario a la equidad y a la justicia, en un lugar en el que tengan cabida todos, sin distinción de raza, cultura, religión o sexo.
Autor: © Máximo García Ruiz*, 12 de marzo de 2012
Máximo G. Ruiz, nacido en Madrid, es licenciado en Teología por la Universidad Bíblica Latinoamericana, licenciado en Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctor en Teología por esa misma universidad. Profesor de Sociología y Religiones Comparadas en la Facultad de Teología de la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE), en Alcobendas, Madrid y profesor invitado en otras instituciones. Pertenece a la Asociación de Teólogos Juan XXIII. Ha publicado numerosos artículos y estudios de investigación en diferentes revistas, diccionarios y anales universitarios y es autor de 21 libros, algunos de ellos en colaboración.

Valladolid: La teología de la liberación a debate con Juan José Tamayo



El próximo jueves, 15 de marzo, el teólogo Juan José Tamayo presentará en la Universidad de Valladolid su último libro “Otra teología es posible: pluralismo religioso, interculturalidad y feminismo”. El acto tendrá lugar a las 7 de la tarde, en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho, y estará moderado por Manolo González, cura obrero en la Transición y después, teniente de alcalde de Valladolid.
La presentación de la última obra de Tamayo correrá a cargo de José Centeno, coautor del libro “Curas obreros”, y de Alicia Puleo, filósofa y autora del libro “Ecofeminismo para otro mundo posible”. A continuación intervendrá Juan José Tamayo y, posteriormente, se abrirá el debate con el público, como es habitual en las actividades del Colectivo universitario contra el Olvido y la Asociación Memoria de la Transición.
Juan José Tamayo es director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones Ignacio Ellacuría de la Universidad Carlos III de Madrid, y ha publicado más de cincuenta libros, muchos de ellos traducidos a varios idiomas. Su obra “Dios y Jesús” fue declarada herética el 10 de enero de 2003 por la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe que, entonces, presidía el cardenal y actual papa Joseph Ratzinger. A juicio de esa Comisión -el último vestigio del Tribunal del Santo Oficio- la obra de Tamayo incurría en “una versión renovada del antiguo error arriano, al presentar a Jesús como un mero hombre y negar el carácter histórico y real de la resurrección”.
Nacido en 1946 en Amusco (Palencia), Juan José Tamayo es doctor en teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctor en filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid. Además de catedrático de Teología en la Universidad Carlos III, es profesor de la Cátedra de Tres Religiones de la Universidad de Valencia y profesor invitado en diferentes universidades europeas y latinoamericanas. Es, asimismo, secretario general de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, miembro de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones y miembro del Comité Internacional del Foro Mundial de Teología y Liberación. Colabora en numerosas revistas latinoamericanas y europeas con estudios sobre teología, ciencias sociales y ciencias de las religiones.
La obra de Tamayo se alza como una voz independiente y crítica con la jerarquía eclesiástica. “Yo creo que el Estado laico es el que mejor protege la libertad de los ciudadanos y muy especialmente la religiosa”, afirma el teólogo palentino, que plantea en “Otra teología es posible” la necesidad de que las religiones, y especialmente del cristianismo “cambien de rumbo, de lugar social”.
El pensamiento y el compromiso de Tamayo están en la línea de la iglesia obrera de la Transición española y de la teología de la liberación, frente al conservadurismo que representa el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Rouco Varela, cuya última intervención pública ha sido para prohibir un comunicado de las organizaciones cristianas de izquierda HOAC y JOC contra la reforma laboral de Rajoy.
En “Otra teología es posible”, Tamayo sostiene que “el neoliberalismo actúa como una religión monoteísta que profesa la fe en el dogma del mercado, donde no hay lugar para la gratuidad, la compasión o el compartir”. A su modo de ver, “para ser fiel a la ética de la liberación y la solidaridad, el cristianismo debe potenciar un proceso globalizador igualitario, alternativo al de la globalización neoliberal, que genera múltiples desigualdades”. Juan José Tamayo concluye que “el futuro de la humanidad ha de construirse no desde la imposición del pensamiento occidental, sino en diálogo intercultural, interreligioso, interétnico e intercultural”.
Valladolid, 8 de marzo de 2012