FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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miércoles, 17 de octubre de 2018

Los primeros - 29º Domingo del Tiempo, Ciclo B

La Experiencia de Vivir, por Eva Chichón

YO TAMBIÉN SOY HIJ@ DE ZEBEDEO. Y QUIERO SALIR EN EL SELFIE CON JESÚS


col marife
Mc 10, 35-45
“Queremos que hagas lo que te vamos a pedir”. Con esta frase, Santiago y Juan han pasado a la historia como dos inconscientes que no comprendieron el estilo de vida de Jesús, aunque habían convivido unos años con Él.
Algo semejante nos ocurre a nosotros y a las comunidades eclesiales. ¿Estamos libres de la ignorancia que tenían los dos hermanos? ¿No nos vemos reflejad@s en esa petición? ¿Cómo es nuestra oración de petición? ¿Es un abandono confiado en las manos del Abbá? ¿O hacemos bullying al mismísimo Dios porque queremos que haga lo que le pedimos? ¿Nos sentimos “señores” de nuestra vida y de nuestra historia, y no le cedemos ese puesto ni a Dios? ¿Con qué convencimiento decimos “que se haga tu voluntad…” en el Padrenuestro?
El protocolo, en tiempos de Jesús y ahora, destaca dos lugares de honor: a la derecha y a la izquierda del personaje principal. ¿Queremos  salir siempre en el selfie con Jesús? ¿Queremos  figurar en determinados puestos y que se reconozcan nuestros méritos y compromisos? ¿Cómo pide nuestro ego su alimento cotidiano?
El evangelio de hoy nos pone frente a la actitud de estos dos hermanos como si fueran un espejo que nos muestra lo que somos y nuestros deseos más profundos e inconfesables.
Los otros diez apóstoles se indignaron. Como nos indignamos nosotr@s cuando presenciamos escenas semejantes. Estamos hech@s del mismo barro. Tenemos la misma raíz humana que los apóstoles, la misma naturaleza herida. Además, hemos perdido algo muy valioso: la corrección fraterna.
Jesús corrigió a los doce y les hizo tomar conciencia de la realidad política y religiosa en la que vivían: los poderosos eran opresores, no servidores. Las autoridades romanas y el sanedrín eran buena muestra de ello.
Los dos hermanos habían dejado sus barcas para formar parte de proyecto del Reino… y ahora querían imponerle a Jesús su propio proyecto y subir en el escalafón.  En el curso de esa corrección, Jesús les pregunta ¿“sois capaces de…”?
A Santiago y Juan no se les ocurre responder desde su fragilidad, sino desde su soberbia: ¡Podemos!
El tiempo demostró que de lo único que fueron capaces, cuando llegó el momento de dar testimonio en la pasión, fue de esconderse como ratas para no perder la vida. 
Como ellos, puede que nos creamos capaces de muchas cosas, y deseemos tener más poder. Pero hay que ser una gran persona para que el ejercicio del poder no se nutra con la savia de los siete pecados capitales (avaricia, soberbia, lujuria, envidia, ira, gula, pereza…) Miremos el panorama de quienes detentan el poder en el ámbito político, eclesial, familiar, laboral etc. y saquemos conclusiones. Y ojalá no quedemos fuera del “mea culpa”, en la parte que nos corresponde.
Poder y servicio deberían estar íntimamente entrelazados, pero habitualmente son como dos caras de una moneda: no es posible verlas al mismo tiempo.
Cuando Santiago, Juan y sus diez compañeros estaban mirando la cara del poder, Jesús les ayuda a dar la vuelta a la moneda y fijarse en la riqueza del servicio.  
Por eso, este  evangelio nos invita también a revisar seriamente cómo comprendemos y vivimos el servicio en la Iglesia y en las iglesias.
Servir… ¿a quién? ¿Cómo? ¿A cambio de qué? Servir no es hacer las tareas que la otra persona puede hacer, pero no las hace por comodidad. Servir no es vivir con sumisión ni permitir que pisoteen la dignidad.
Junto a la tolerancia cero en la pederastia, ojalá lleguemos a tolerancia cero en el servilismo en el ámbito eclesial.   Es cuestión de caminar en esta dirección.
Finalmente, el evangelio nos invita también a preguntarnos: ¿pedimos sentarnos en su gloria y gestionar nuestro puesto en el Reino, tras la muerte?
Hay una teología que atufa, basada en los premios, merecimientos y enchufes. Esa teología nos invita a razonar de este modo: por si acaso no entran todos en la gloria…, asegurémonos un buen puesto lo antes posible. Recordemos a Dios todo lo que le hemos dado, para que no lo olvide, y nos guarde un puesto de honor.  Repitamos ritos y oraciones que tienen promesa de vida eterna.
Si es así, ¡somos hij@s de Zebedeo!

CONSUMIRSE SIRVIENDO ES LA MÁXIMA GLORIA


col fraymarcos
Mc 10, 32-45
Sigue el camino hacia Jerusalén. Al anunciar Mc tres veces la pasión, está mostrando la rotundidad del mensaje. Al proponer después de cada anuncio, la radical oposición de los discípulos, está resaltando la dificultad del seguimiento. A continuación del primer anuncio, Pedro dice a Jesús que, de pasión y muerte, ni hablar. Después del segundo, lo discípulos siguen discutiendo quién era el más importante. Hoy, al tercer anuncio de la pasión, los dos hermanos pretenden sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda ‘en su gloria’.
Uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Le llaman pomposamente maestro, pero van a decirle lo que tiene que hacer, no a aprender lo que él les está enseñando. Parece que Santiago y Juan están pidiendo los primeros puestos en el reino terreno que Jesús va a instaurar en Jerusalén. Pero aunque estuvieran pensando en el reino escatológico, estarían manifestando el mismo afán de superioridad. Ya decíamos el domingo pasado que la actitud egoísta es la misma, se pretendan seguridades para el más acá o para el más allá.
No sabéis lo que pedís. Se refleja una diferencia abismal de criterios. Jesús y los discípulos están en distinta longitud de onda. Con esta frase, Mc puede estar proponiendo una sutil proyección sobre el momento mismo de la muerte de Jesús. Si tenemos en cuenta que, para Jesús, el lugar de la gloria es la cruz, le estarían pidiendo que vayan con él a la muerte. Curiosamente, todos los evangelios nos dicen que, efectivamente, había en aquel momento uno a su derecha y otra a su izquierda, pero eran malhechores comunes.
Los otros diez se indignaron. Esta reacción es la señal inequívoca de que todos estaban deseando los mismos puestos. El resto de los discípulos tenían las mismas ambiciones que los dos hermanos, pero eran cobardes y no tenían la valentía de manifestarlo. Normalmente en la protesta por lo que hace otro podemos manifestar el deseo de hacer lo mismo. La inmensa mayoría de los cristianos seguimos intentando utilizar a Dios en nuestro provecho.
Los jefes de los pueblos lo tiranizan... Es impresionante el resumen que hace de la manera de utilizar el poder en el mundo. Jesús no crítica ni la democracia ni la monarquía; critica a las personas que ejercen el poder oprimiendo. Jesús da por supuesto que en el ámbito civil, lo normal es ejercer el poder tiranizando y oprimiendo a los demás. Pero ¡qué distinto lo que propone a sus seguidores! "Nada de eso" sino todo lo contrario: Servir. Una lección que los cristianos tardaron en aprender y olvidaron demasiado pronto.
El puesto está ya reservado. Una incoherencia más del evangelio. Jesús da por supuesto que alcanzará la gloria, en Mt dice reino. En el año 80 los cristianos aún no se han bajado del burro: dan por supuesto que Jesús alcanzó la gloria de un reino. En veinte siglos muy pocos cristianos comprendieron que la mayor gloria del hombre es dedicar su vida a los demás y deshacerse en beneficio de todos. Seguimos esperando un premio.
El Hijo de hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir. Ahora no son los jefes de los sacerdotes los que le quitan la vida, sino que es él el que la entrega libremente. Este cambio de perspectiva en muy importante para el sentido general. Al decir que da su vida, el texto griego no dice “zoe” ni “bios” sino “psyche”, que no significa exactamente vida, sino lo humano, lo psicológico, la persona. Dar su vida, no significaría morir, sino poner su humanidad al servicio de los demás mientras vive, sirviendo.
Hoy muy probablemente en la homilía se criticará a la Iglesia porque no sigue el evangelio huyendo de todo poder y sirviendo a todos. Los entes de razón no son sujetos de reacciones humanas. Jesús critica a la persona concreta que actúa desde el poder para oprimir a los demás. Somos las personas con nombre y apellidos las que seguimos actuando sin tener en cuenta el evangelio. En muy pocos siglos los cristianos volvieron a considerar correcto lo que Jesús había criticado tan duramente en los evangelios.
El evangelio nos dice, por activa y por pasiva, que el cristiano es un ser para los demás. Si no entendemos esto, no hemos comprendido el a b c del cristianismo. Pero este mensaje es también la x, porque es la incógnita más difícil de despejar, la realidad más camuflada bajo la ideología justificadora que siempre segrega toda religión institucionalizada. Somos cristianos en la medida que nos damos a los demás. Dejamos de serlo en la medida que nos aprovechamos o queremos dominarlos de cualquier forma para estar por encima de ellos.
Este principio básico del cristianismo no ha venido de ningún mundo galáctico. Ha llegado hasta nosotros gracias a un ser humano en todo semejante a nosotros. Lo descubrió en lo más hondo de su ser. Al comprender lo que Dios era en él, al percibirlo como don total, Jesús hizo el más profundo descubrimiento de su vida. Entendió que la grandeza del ser humano consiste en esa posibilidad que tiene de darse como Dios se da. Jesús descubrió que ese era el fin supremo del hombre, darse, entregarse totalmente, definiti­vamente.
En ese don total, encuentra el hombre su plena realización. Cuando descubre que la base de su ser es el mismo Dios, descubre la necesidad de superar el apego al falso yo. El ego es siempre falso porque es una creación mental, por eso necesita estar siempre afianzándose. Liberado del “ego”, se encuentra con la verdadera realidad que es. En ese momento, su ser se expande y se identifica con el Ser Absoluto. El ser humano se hace uno con Él. Esa es la meta, no hay más. Ni Dios puede añadir nada a ese ser, porque es ya una misma cosa en él.
Mientras no haga este descubrimiento, estaré en la dinámica del joven rico, de los dos hermanos y de los demás apóstoles: buscaré más riquezas, el puesto mejor y el dominio de los demás. Si acepto darme a todos por programa­ción, será a regañadientes y esperando una recompensa, aunque sea espiritual. Estoy buscando potenciar mi “ego”. Tampoco se trata de sufrir, de humillarse ante Dios o ante los demás, esperando que después, Dios me lo page con creces. La máxima gloria será vivir y desvivirse en beneficio de los demás.
Los evangelios están escritos desde una visión mítica. En el relato no se cuestiona que Jesús se sentará en su trono ni que habrá alguien a su derecha y a su izquierda, pero a renglón seguido nos dice que la gloria consiste en el servicio, en el amor manifestado. El amor es lo contrario al egoísmo y lleva consigo la desaparición del ego. Superado el individualismo, solo queda la unidad. Los honores y la gloria solo son posibles mientras persista el ego; una vez superado, todo es UNO. Ya no hay un sujeto que pueda recibir gloria ni otro que la da.
El objetivo último de Jesús fue entregarse, deshacerse en beneficio de los demás. Así, llegó a su plenitud como ser humano. Su consumación fue idéntica realidad a su consumición en favor de los demás. No tiene ningún sentido que lo hiciera esperando una recompensa de gloria o reino. La superación del yo y la identificación con Dios es el Reino y su máxima gloria. No hay, no puede haber más. Ya no hay un Dios que glorifique ni un Jesús glorificado. Cuando dijo: yo y el Padre somos uno, manifestó que había llegado hasta el final.

Meditación
Opresión, tiranía, sometimiento, esclavitud, servidumbre.
Entre vosotros nada de eso, dice Jesús.
Pero todo eso lo encontramos en cada uno de nosotros.
La larga lucha que tuvo Jesús con sus discípulos
es la misma que tenemos que llevar a cabo
cada uno de nosotros contra nuestro falso yo.

¿TRIUNFAR O SERVIR?


col sicre

En las lecturas de los domingos anteriores Jesús ha ido instruyendo a los discípulos a propósito de los más diversos temas (los niños, el divorcio, la riqueza, etc.). En el de hoy da su última gran enseñanza antes de subir a Jerusalén para la pasión.
En lo que piensa Jesús
Todo comienza con el tercer anuncio de la pasión y resurrección, que no se lee, pero que es fundamental para entender lo que sigue. Jesús repite una vez más a los discípulos que los sumos sacerdotes y los escribas lo condenarán a muerte, lo entregarán a los paganos, se burlarán de él, le escupirán, azotarán y matarán.
En lo que piensan Santiago y Juan: Presidente del Gobierno y Primer Ministro
Igual que en los casos anteriores, al anuncio de la pasión sigue una muestra de incomprensión por parte de los apóstoles: Santiago y Juan, dos de los más importantes, de los más cercanos a Jesús, ni siquiera han prestado atención a lo que dijo. Mientras Jesús habla de sufrimiento, ellos quieren garantizarse el triunfo: “sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda”. “En tu gloria” no se refiere al cielo, sino a lo que ocurrirá “en la tierra”, cuando Jesús triunfe y se convierta en rey de Israel en Jerusalén: quieren un puesto a la derecha y otro a la izquierda, Presidente de Gobierno y Primer Ministro. Para ellos, lo importante es subir.
La respuesta de Jesús, menos dura de lo que cabría esperar, procede en dos pasos. En primer lugar les recuerda que para triunfar hay que pasar antes por el sufrimiento, beber el mismo cáliz de la pasión que él beberá. No queda claro si Juan y Santiago entendieron lo que les dijo Jesús sobre su cáliz y su bautismo, pero responden que están dispuestos a lo que sea. Entonces Jesús, en un segundo paso, les echa un jarro de agua fría diciéndoles que, aunque beban el cáliz, eso no les garantizará los primeros puestos. Están ya reservados, no se dice para quién.
La reacción de los otros diez y la gran enseñanza de Jesús        
“Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan”. ¿Por qué se indignan? Probablemente porque también ellos ambicionan los primeros puestos.
Jesús aprovecha la ocasión para enseñarles cómo deben ser las relacio­nes dentro de la comunidad. En la postura de los discípulos detecta una actitud muy humana, de simple búsqueda del poder. Para que no caigan en ella, les presenta dos ejemplos opuestos:
1) el primero, que no deben imitar, es el de los reyes y monarcas helenísticos, famosos por su abuso del poder: “Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las opri­men”.
2) el segundo, el que deben imitar, es el del mismo Jesús, que ha venido a servir y a dar su vida en rescate por todos.
En medio de estos dos ejemplos queda la enseñanza capital: “el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos”. En la comunidad cristiana debe darse un cambio de valores absoluto.
Pero esto es lo que debe ocurrir “entre vosotros”, dentro de la comunidad. Jesús no dice nada a propósito de lo que debe ocurrir en la sociedad, aunque critica indirectamente el abuso de poder.
Primera lectura: Isaías 53,10-11
Este texto se ha elegido como comentario de las palabras de Jesús: “el Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos” y de sus referencias anteriores a la pasión (el cáliz y el bautismo). Por eso comienza diciendo que El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento; unas palabras que escandalizan por la forma de hablar de Dios, pero que hay que interpretarlas como un recurso para el triunfo final. De hecho, el texto de Isaías insiste más en el éxito de Jesús (verá su descendencia, prolongará sus años, verá y se hartará) y de su obra (el plan de Dios prosperará por sus manos, justificará a muchos).
Reflexiones
1. Este pasaje constituye la última enseñanza de Jesús antes de la pasión, en la que nos deja su forma de entender su vida: “El Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”. Este ejemplo es válido para todos los cristianos, no sólo para papas y obispos.
2. Esta espléndida enseñanza no nos habría llegado si Santiago, Juan y los otros diez hubieran sido menos ambiciosos. Los fallos humanos pueden traer grandes beneficios.
3. La enseñanza de Jesús ha calado muy poco en la Iglesia después de veinte siglos y en ella se sigue dando un choque de ambiciones al más alto nivel. La única solución será tener siempre presente el ejemplo de Jesús.
4. El texto de Isaías nos ayuda a mirar con esperanza los momentos difíciles de nuestra vida. Aunque la impresión que podemos tener a veces es que Dios nos está triturando con el sufrimiento, no es ésa su intención, sino sacar de nosotros algo muy bueno.

UNA OPCIÓN DE VIDA


comentario editorial

Si fuera tan fácil hacer lo que se debe, como conocerlo, las ermitas serían catedrales y palacios las cabañas” (Shakespeare)
21 de octubre. Domingo XXIX del TO
Mc 10, 35 -45
Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir
Un pensamiento hoy generalizado: en un momento como el actual, considerar imprescindible el desarrollo de caminos y maneras de hacer, que permitan una vida digna para todos. Hay que partir de la idea de una concepción de lo que es una vida digna, que va más allá del tener cubiertas las necesidades básicas, ya que igualmente importante es poder desarrollarse en el ámbito de las relaciones, de manera que podamos sentirnos en igualdad de condiciones y respetado por los demás. Esto facilitará a su vez la posibilidad de vivir sin miedo y tener autonomía. Además, para una vida digna es necesario ser capaz de cuidar a quienes lo necesitan en el entorno próximo, así como ser capaz de cuidarse uno mismo.
Tres posibles líneas de acción para conseguirlo: 1). Apoyo a quienes viven en la pobreza, reflexionando sobre cómo poder hacer frente juntos a las dificultades que aparecen; 2). Lucha a nivel legal y político para cambiar las leyes injustas contra quienes viven en la pobreza; 3).  Promoción de una reflexión de la sociedad sobre la necesidad de cambiar nuestra manera de vivir para poder así alcanzar un horizonte de equidad, justicia y respeto a todas las personas.
En uno de los templos del norte de la antigua capital de Tailandia, Sukotai, se alzaba desde antiguos tiempos una gran estatua de Buda. Aunque no era una de las más bellas y refinadas de las obras de arte budista tailandés, se había mantenido durante 500 años y se convertido en objeto de veneración por su incuestionable longevidad. Este Buda había sido testigo de violentas tormentas, cambios de gobierno y ejércitos invasores, pero había resistido. Llegó un momento, sin embargo, que los monjes que cuidaban el templo observaron que la estatua había empezado a agrietarse y que pronto iba a necesitar ser reparada y pintada de nuevo. Tras un período que resultó caluroso y seco, una de las grietas se hizo tan ancha que a un monje curioso se le ocurrió tomar una linterna para investigar lo que había allí dentro. Lo que apareció de golpe al iluminar la grieta fue ¡el destello brillante del oro! En el interior de aquella sencilla estatua, los residentes del templo descubrieron una de las imágenes de oro de Buda más grandes y luminosas que se han creado en el sureste asiático. Los monjes creen que esta deslumbrante obra de arte fue cubierta con yeso y arcilla para protegerla durante las épocas de conflictos y disturbios. 
Jack Kornfiel hace el siguiente comentario de esta historia en La sabiduría del corazón: “De un modo muy parecido, cada uno de nosotros ha tenido que hacer frente a situaciones amenazantes que nos han llevado a cubrir nuestra nobleza innata. Al igual que la gente de Sukotai había olvidado al Buda de oro, también nosotros hemos olvidado nuestra naturaleza esencial. La mayor parte del tiempo actuamos desde la capa protectora. El principal objetivo de la psicología budista es ayudarnos a ver debajo de esa armadura y destapar nuestra bondad original, denominada nuestra naturaleza de Buda”.
En la mente humana existen opciones de vida ignoradas también durante siglos y ya es hora de que las descubramos y tratemos de beneficiarnos de su inmensa riqueza, como hicieron los monjes de aquel templo.
Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir (Mc 35). Y yo, personalmente te pido me concedas la riqueza de encontrarte, porque entiendo que no es tarea fácil. En El mercader de Venecia de William Shakespeare, (Acto I, Escena I, lo manifestaba en estos términos Porcia, uno de sus principales personajes: “Si fuera tan fácil hacer lo que se debe, como conocerlo, las ermitas serían catedrales y palacios las cabañas”.

LA CATEDRAL TRANSFIGURADA
Alfarero del alma,
que bates las alas de tus manos en la pila
hasta tornar el barro
en figuras divinas.

Deseo en oración que a Dios se eleva,
sin fe de petición… ¡sólo deseo!

Anclada airosa sobre el suelo
-en plenitud de humanidad-
desmelenada al cielo.

(EN HIERRO Y EN PALABRAS. Ediciones Feadult

Hutus y tutsis

Redes Cristianas
Jaime Richart, Antropólogo y jurista
Después de la guerra civil española, la última de las gue­rras civiles de Europa Vieja, y después de ajusticiar los ven­cedo­res a decenas de miles de sus enemigos, 55 años des­pués, en 1994, en un país africano, Ruanda, mayorita­ria­mente cris­tiano, con un 62% de población católica, un 18% protestante y 1% musulmán, la tribu de los hutus co­metió genocidio so­bre otra minoritaria, los tutsis, en el que dece­nas de sacerdo­tes, religiosos y monjas participaron ac­tiva­mente en las ma­tanzas. El gobierno hegemónico de la tribu de los hutus eli­minó al 75% de la tribu de los tutsis. Los dis­cursos de odio hacia los tutsis fueron una gran arma de pro­paganda. (De Wi­kipedia).
Refiero ahora esta historia relativamente reciente porque Es­paña, tan diferente en todo lo más negativo en esta mate­ria de las demás naciones europeas, me trae a la ca­beza ese otro trance africano que si no, naturalmente, pare­cido en cruel­dad y barbarie, sí me parece similar a él por la índole de la enemiga, por el abuso persistente y por la prepotencia de ciertos seres humanos que en el mundo civilizado están en vía de extinción. Sobre todo, por la simi­litud en el ma­nejo del odio en España por los grupos sociales que predo­minan y abusan de otras partes de la misma sociedad, y además im­punemente.
Me refiero, naturalmente, a un nutrido grupo humano que algunos llaman casta, es decir, grupo que forma una clase es­pecial y tiende a permanecer separado de los de­más por su raza, religión, etc. (de la tercera acepción de la RAE). Me re­fiero, en España, a esos herederos de glorias nacionales pa­sa­das; a esos legatarios de títulos nobiliarios adjudicados in illo tempore por la máxima crueldad de sus titulares origi­narios; a aquellos instructores de la Causa General Roja instruida por el Ministerio de Justicia de la dictadura; a esos beneficia­rios directos de ésta por vía ordinariamente familiar; a esos que vienen detentando poder de hecho desde los tiempos del franquismo, ellos y sus hijos o nietos, transmitiendo las esencias del dictador con todo el cortejo de catolicismo apabu­llante, de horror al comunismo, de alta­nería y fanfarro­nería ancestral propias de todos los abu­sadores socia­les de la historia; a esos gene­radores de odio que me re­cuerdan los sucesos de Ruanda hace solamente 24 años.
Pues bien, todos ellos, hijos o nietos de los vencedores en la guerra civil y franquistas acérrimos, se concertaron inme­dia­tamente después de morir en la cama el dictador para for­mar una tribu integrada por los jerifaltes y manda­mases del franquismo a cuyo frente estaba un ministro que había desfilado por más de un ministerio, agrupán­dose y orga­nizándose rápidamente en todos los estamen­tos del Estado re­sidual. El objetivo sería configurar en ade­lante un modelo de Estado a la medida de la voluntad del tirano y de acuerdo con la ley de sucesión que había promulgado. España en modo alguno podría ser una Re­pública, necesa­riamente habría de ser a cualquier precio, un reino cuyo mo­narca de­bería ser… el que fue.
En efecto, esos miembros de la tribu estaban en todas las ins­tituciones: desde el ejército hasta la justicia, desde las di­ver­sas clases de policías hasta la Iglesia nacional, desde los medios de comunicación abiertamente afines hasta los me­dios nuevos con cabeceras nuevas pero dirigidas, a la luz o a la sombra, por adictos al régimen anterior. Y poco ha va­riado el esquema hasta hoy. Y así, la perpetuación del fran­quismo maquillado la logran mediante una Consti­tución pac­tada a su vez entre dos grupos de indivi­duos. Uno com­puesto por los miembros destacados de la tribu, y otro grupo formado por neopolíticos en parte inge­nuos con esa in­genuidad propia de los voluntariosos pero sin determina­ción, con esa inteligencia teórica propia de los ilusos y de los pacifistas a ultranza, con esa actitud propia de lo que poste­riormente justo los adversarios lla­man “buenismo”.
Así, am­bos grupos, el segundo atraído, seducido o abdu­cido por el primero, se avinieron a redac­tar un texto constitu­cional coci­nado por siete personas lle­gadas de la nada y elegidas por cualquiera (por el ministro en cues­tión), menos por el pue­blo. Y entre unas cosas y otras, un ejército con mandos más autoritarios si cabe que el mismí­simo tirano, amenazando desde distintos puntos de la socie­dad con un golpe de Es­tado se encargaría de vi­gilar el proceso constitucional. De ese modo, el pueblo se encontra­ría entre la espada y la pa­red: o refrendaba dando su voto el texto, con la monarquía, las Autonomías, un Se­nado inope­rante y decorativo, una Justi­cia abotargada por las ideas destiladas por el ordena­miento jurídico dictato­rial y unas Diputaciones que alojaban a los custodios del plan, en el paquete, etc, o topaba con la es­peluznante idea de una nueva dictadura militar si no apro­baba el texto…
Desde entonces hasta hoy, todo ha sido un camino inter­mi­tente de desarrollo económico y social, por un lado, e in­volu­tivo, por el otro; un desarrollo propiciado por la Unión Euro­pea a la que España inmediatamente se ad­hirió, pero atrave­sado por el despojo metódico de las arcas públicas por parte de numerosos individuos pertenecien­tes al par­tido de los hutus que con distintas siglas pero con el mismo espíritu fran­quista y expoliador, siguen domi­nadores en la Justicia, en el Senado, en las Diputacio­nes, en las policías y en los me­dios de comunicación predominantes… Una ley, la de Memoria Histórica, por otra parte, promovida por un líder voluntarioso que in­tentó restañar la profunda herida dejada por la persisten­cia en las cunetas de miles de ajusti­ciados por los franquis­tas después de la guerra civil, ha ter­minado siendo un brin­dis al sol manejada por los miem­bros de la tribu que desde 1978 mantienen el poder de hecho.
Así las cosas ¿quién pone el cascabel al gato, para remon­tar una situación que amenaza prolongarse por tiempo inde­fi­nido o perpetuarse?
Los hutus no cejan en su empeño de seguir el sendero abierto por un militar que acaparó el poder político du­rante cuarenta años, para proseguir sus designios con la obsti­nada idea de una nación a la fuerza artificial y con la intere­sada idea de predominio de su ralea en la política, en la justi­cia, en la iglesia, en los medios, en la enseñanza, en las policías para, después de haber saqueado las arcas públi­cas. Enfrenta­dos a los tutsis que aunque no minorita­rios como los de Ruanda sí tan débiles como ellos en todos los centros neurálgicos de la sociedad; en una sociedad nueva que, co­mo es natural, pugna por romper con todos los presu­puestos morales e ideológicos del franquismo, que tiene la necesidad vital de una dignidad que se le si­gue ne­gando, así como de una justicia social y ordinaria tan lejos de las libertades y de la justicia del resto de los paí­ses de la Unión Europea como cercana a la atmósfera política irrespi­rable que aún llega del franquismo, casi me­dio siglo des­pués estos hutus, en los entre­sijos de la socie­dad, siguen do­minando a los tutsis…

12 Octubre 2018

¿Existe hoy en España una verdadera separación de poderes? Las injerencias del poder político en el sistema judicial


(JB) A.Boeufvé

Estás notas están basadas en informaciones obtenidas del recomendable libro, recientemente publicado, “El secuestro de la justicia”, que recoge una conversación entre el magistrado Joaquim Bosch (Cullera 1965) y el periodista Ignacio Escolar (Burgos 1975) director del periódico digital “eldiario.es”. Los entrecomillados son citas literales del texto mencionado. Examinaremos brevemente el principal órgano de gobierno de los jueces españoles que es el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y luego los principales tribunales de nuestro sistema judicial: el Tribunal Constitucional (TC), la Audiencia Nacional (AN) y el Tribunal Supremo (TS). Esta nota sigue con unos comentarios sobre la Fiscalía y el Defensor del Pueblo, y acaba con unas Conclusiones.
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Denuncian a Marruecos por utilizar las cárceles para torturar y reprimir a los saharauis


Mariam Jawda Mouloud


El Confidencial Saharaui
En el marco de los trabajos de la Cuarta Comisión de Política Especial y Descolonización de la ONU, la Asociación de Juristas Canaria (JUPADEHU), ha denunciado la la violación de la legalidad en el Sáhara Occidental.
Rosa M.ª de León Corujo, miembro de la organización canaria, presentó varios hechos que confirman esta afirmación y considera necesaria su denuncia ante la Asamblea General de la ONU.
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Bolsonaro, sobre los obispos brasileños: “son la parte podrida de la Iglesia católica”


Luis Miguel Modino

Sus palabras son consecuencia del apoyo de la Iglesia católica a los pueblos indígenas
Las pastorales sociales han emitido una nota en defensa de la democracia y de los valores constitucionales
Las redes sociales y los grupos de WhatsApp han viralizado en las últimas horas un vídeo donde el candidato a la Presidencia de la República brasileña, Jair Mesias Bolsonaro, insultaba a la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil) y al CIMI (Consejo Indigenista Misionero), diciendo que “son la parte podrida de la Iglesia católica”.
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La desvergüenza del Fondo Monetario Internacional

Redes Cristianas
Fernando Luengo Escalonilla
(EconoNuestra, rebelión)
Como si formáramos parte de un engranaje que gira una y mil veces alrededor del mismo eje; como si el tiempo, perezoso, se resistiera a avanzar; como si estuviéramos condenados eternamente a contemplar la misma desgastada imagen. Esta es la abrumadora sensación que tengo cuando escucho o leo los diagnósticos y las recomendaciones de los economistas y los responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI). Inquieta pensar el enorme poder que concentra esta institución para hipotecar las políticas de los gobiernos y vencer las resistencias de los pueblos.

Digo diagnósticos y debería decir recetas de supuesta validez universal, cualquiera que sea el país y el continente donde se apliquen; y digo recomendaciones cuando resulta más apropiado decir imposiciones, pues, como es sabido, la hoja de ruta establecida por esta institución es la referencia o la excusa utilizada por los gobiernos para justificar la implementación de políticas socialmente regresivas y es la llave que abre (o cierra) el grifo de la financiación internacional.
El documento elaborado por la delegación de economistas del FMI -del que ya conocemos un breve pero sustancioso avance—se centra, sobre todo, en las pensiones y el mercado de trabajo; temas, por lo demás, (obsesivamente) recurrentes en sus informes. Sugieren “prudencia y moderación” y advierten (amenazan) sobre los peligros de desviarse de la hoja de ruta que tanto el FMI como las instituciones comunitarias, al alimón, han bendecido.
Si las pensiones crecen al ritmo del índice de precios al consumo -es decir, si el gobierno se comprometiera con el muy moderado objetivo de preservar su capacidad adquisitiva- nos advierten que tendría un coste financiero insostenible e insoportable, que recaería sobre unas arcas muy debilitadas. Se omite (deliberadamente) que sí hay recursos y que estos se encuentran en la enorme cantidad de dinero y riqueza que concentran las elites (de las que los dirigentes del FMI forman parte).
Si los salarios no prosiguen su senda de moderación (un término más adecuado es el de represión), entonces se resentiría el potencial de creación de empleo de nuestra economía, que el FMI ensalza (aunque la mayor parte del mismo sea basura). También en este caso se omite (más por ideología que por ignorancia) que precisamente los bajos salarios están en la causa de la destrucción de puestos de trabajo y de la consolidación de una cultura empresarial depredadora y conservadora.
Si las reformas de los mercados de trabajo han dado tan buenos resultados en términos de contención salarial (empobrecimiento de los asalariados) y de empleo (indecente), habría que perseverar en el mismo camino, con más decisión si cabe, flexibilizando (desregulando) todavía más las relaciones laborales, resistiendo los intentos de redefinición de las mismas en el sentido de empoderar a los trabajadores. Pero es este empoderamiento, el pleno ejercicio de la negociación colectiva y de los derechos ciudadanos dentro de las empresas donde está la clave de la modernización del tejido productivo y del aumento de la productividad.
El tramposo discurso oficial proclamaba (fuegos de artificio, como siempre) que, pasados los años más duros de la crisis, superada la recesión, una vez que la economía recuperara el crecimiento, habría margen para redistribuir y mejorar la situación del conjunto de la ciudadanía, especialmente de los más vulnerables. El blablabla de siempre, adornado en esta ocasión de la sofisticación técnica de los muy distinguidos economistas fondomonetaristas. En realidad, las cartas están repartidas y las reglas del juego perfectamente establecidas para que el saqueo continúe, ¡qué siga la fiesta! Este es el mensaje del FMI.

Una última consideración (un brindis al sol, lo reconozco). Tendría un gran valor pedagógico conocer las retribuciones, en dinero y en especie, así como los fondos de pensión contratados (seguramente privados o respaldados por el FMI) de los economistas que integran y encabezan las delegaciones de esta institución. Ellos y la directora de la misma, Christine Lagarde, forman parte de una casta de privilegiados extraordinariamente bien pagados que habitan, respiran y contemplan con desdén y arrogancia al resto de los mortales desde su confortable urna de cristal

¿Cuántos pederastas hay en la Iglesia española? ¿Cuántas víctimas?


Jesús Bastante

DOS INVESTIGACIONES HABLAN DE MEDIO CENTENAR DE CASOS JUZGADOS, PERO LA REALIDAD ES MUCHO MAYOR
El vicario judicial de Cartagena, rotundo: “El protocolo antiabusos de la CEE deja a la víctima en un segundo lugar”
¿Cuantos pederastas hay en la Iglesia española? Una reciente investigación de El País habla de 33 condenas y unos 50 casos instruidos. El último libro de Juan Ignacio Cortés, ‘Lobos con piel de pastor’, estima una cifra similar. Sin embargo, estos sólo son la punta del iceberg.
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Conferencia Episcopal Española actualiza protocolos de actuación ante abusos sexuales


La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha creado una comisión para actualizar los protocolos de actuación ante los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes o religiosos y presentará los resultados en la reunión que el Papa Francisco ha convocado para el próximo febrero, en la que participarán todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo.
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El Papa Francisco denuncia la falta de voluntad política para acabar con el hambre


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El Papa Francisco lamentó la falta de voluntad política para acabar con el hambre en el mundo a pesar de contar con las herramientas necesarias para hacer realidad ese objetivo.
En un mensaje dirigido a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación, que se celebra este martes 16 de octubre, el Santo Padre afirmó que “la celebración anual de la Jornada Mundial de la Alimentación pone en primera línea de la actualidad internacional las necesidades, ansias y esperanzas de millones de personas que carecen del pan cotidiano”.
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“Quien odia al hermano es un asesino”

Leonardo Boff
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Reina mucha violencia, rabia y odio en nuestro país a causa de la segunda vuelta de las elecciones. Lo que nos escandaliza y va contra la Constitución que afirma ser un Estado laico (no oficializa ninguna religión ni estas pueden ser usadas partidariamente), son las iglesias neo-pentecostales y algunas evangélicas, concretamente la Universal y su líder, que se han transformado en centros de fake news, verdadera máquina de producción de calumnias y falsedades contra el candidato Haddad, hasta afirmar que, de modo semejante al estado totalitario comunista, “el niño después de 5 años pasa a no pertenecer ya a los padres sino al Estado”. ¿Quién puede imaginar semejante absurdo de una persona que vive en armonía con su familia? Además de ser mentiras y calumnias suscitan el odio.

Aquí no vale otro argumento que el de la Biblia, que por lo menos reconocen, aunque traicionen sus preceptos.
El gran mensaje de Jesús es el amor incondicional hasta al enemigo, pues incluso “ama a los ingratos y malos” (Lc 6,35). Quien está fuera del amor, está lejos de Dios y traiciona el legado de Jesús.
Más explícita aún es la primera carta de San Juan: “Si alguien dice: ‘amo a Dios‘ pero odia a su hermano es un mentiroso” (1Juan 4,20).
En otro lugar es aún más perentorio: “Quien odia al hermano es un asesino. Y sabéis que ningún asesino tiene la vida eterna” (1 Juan 3,15). Pues estamos llenos de asesinos en nuestro país y sabemos especialmente de dónde vienen, aunque no exclusivamente: de un candidato que es claramente homófobo, misógino, enemigo declarado de los LGBTI, de indígenas y de quilombolas. Predica la violencia contra ellos, cosa que ya está siendo practicada en anticipación a su eventual victoria (que los cielos nos libren) en varios lugares del país por parte de sus seguidores, llegando incluso al asesinato del gran maestro de capoeira en Salvador, maestro del cantante Gilberto Gil y de Caetano Veloso, y a la violencia contra una joven de Porto Alegre a la que con una navaja le grabaron en la pierna la esvástica nazi.
Esta actitud va contra toda la base religiosa cultural cristiana de nuestro país. Son verdaderos enemigos de la patria, además de enemigos de los mencionados arriba. En el lenguaje del Nuevo Testamento son asesinos.
Pero lo que más nos falta y éste fue el legado de Betinho, nuestro Gandhi de los trópicos, es la sensibilidad.
Supo identificar la crisis central de la humanidad actual en la línea del Papa Francisco hoy.
De su boca oímos y de su ejemplo aprendimos que “la crisis central no está en la nueva economía política de la exclusión, ni en la corrupción de la política, ni en la derrota moral de la humanidad. La crisis fundamental reside en la falta de sensibilidad de los humanos hacia otros seres humanos”.
Después de siglos de racionalismo y de dictadura del proyecto de la tecno-ciencia, hemos quedado todos con una especie de lobotomía que nos impide sentir al otro como otro, que incapacita nuestro corazón para sentir el pulsar de otro corazón y nos hace crueles y sin piedad ante el sufrimiento humano y la devastación de la biosfera.
No es el logos griego ni la ratio cartesiana sino el pathos (el sentimiento profundo) y el cuidado (cura en latín) quienes organizan las estructuras básicas de la existencia humana en el mundo junto con los demás.
Esta es la gran lección humanitaria, ética y espiritual que Betinho nos ha dejado como legado inmortal. Esta lección todavía hoy habla a lo profundo de cada ser humano, donde vive el mundo de las excelencias como el amor, la solidaridad, compasión y la verdadera hermandad entre todos.
Esta lección, en el contexto actual de Brasil atravesado por odios y rabias viscerales, posee inmensa actualidad. Sería la única cura verdaderamente eficaz.
¡Qué falta nos hace Betinho en estos días!

*Leonardo Boff es filósofo, teólogo y escritor.


Traducción de Mª José Gavito Milano