FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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ATALAYA

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viernes, 4 de mayo de 2018

Estar harto de uno mismo

MISA CON NIÑOS DOMINGO VI DE PASCUA (B)


“Amigos de Jesús” 6 de mayo de 2018 

(Estamos “casi” concluyendo el tiempo pascual. La mirada y los textos litúrgicos van preparando al creyente a celebrar la próxima fiesta de la Ascensión y a recibir el don del Espíritu Santo. 

. En estos domingos abundan las “primeras comuniones”. Puede ser una ocasión para acoger de manera festiva en la celebración a estos niños y niñas que ya van participando plenamente de toda la celebración eucarística. 

. Un signo para la celebración: un bonito y colorido ramo de flores. Se trata de destacar la alegría que recibimos de Jesús y la alegría que nosotros podemos dar. Se podría traer en la procesión de entrada y dejarlo, de manera visible, junto al cirio pascual.También destaca el “mes de la flores”, un gesto de cariño hacia la Virgen María. 

. Canción para la celebración: “Id, amigos, por el mundo”. “Tus manos son palomas de la paz” (J. Santos Matías).  IR A LA PÁGINA

LA RELIGIÓN QUE SE LIMITA A PERPETUARSE NO ARREGLA ESTE MUNDO


col castillo

Es un hecho que estamos viviendo un tiempo demasiado convulso, inseguro, incierto. No hablo sólo de España. Me refiero a la cantidad de malas noticias que nos llegan a todas horas. Hasta el extremo de que cuando el progreso científico, tecnológico, industrial es mayor, también es mayor el desorden, el miedo, la inseguridad y, sobre todo, el sufrimiento que tienen que soportar millones de seres humanos, en este "mundo desbocado", como lo definió el conocido sociólogo Anthony Giddens, al referirse al hecho patente de la "globalización".
Así las cosas, yo me pregunto ¿cuál tendría que ser la tarea principal de la religión y, por eso, de la Iglesia en este momento?
Está visto que no basta con mantener las prácticas religiosas, las ceremonias sagradas, las normas y costumbres de siempre. Todo eso, hasta ahora, no ha servido para hacer más soportable - y menos aún para mejorar - la vida tan desagradable que la mayoría de la humanidad tiene que aguantar. Y hablo, no sólo de los pobres. De sobra sabemos que las clases medias se van debilitando y hasta los privilegiados de la sociedad se ven enfrentados a problemas y situaciones que, hace tan solo unos años, no se podían imaginar.
Insisto en lo que he dicho. La religión que se limita a perpetuarse no arregla este mundo. ¿Qué hacer, entonces?
Desde hace unos años, le vengo dando vueltas al proyecto en torno al "humanismo", la "humanización" o simplemente la "humanidad". Sobre estos temas, he publicado varios libros. Que me parece que son provechosos para no pocas personas. El cristianismo enseña que, para salvar al mundo, Dios "se humanizó". Eso, y no otra cosa, es lo que los cristianos llamamos el Misterio de la Encarnación. Pero ¿basta con eso?
Hace poco más de dos años, el profesor Yuval Noah Harari, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, publicó un libro que se ha hecho famoso rápidamente: Homo Deus. Breve historia del mañana (Barcelona, Penguin, 2016). En este libro se propone el ideal del "humanismo". Pero el mismo autor reconoce los defectos que entraña este proyecto. Lo podemos ver "en las salas de los hospitales geriátricos. Debido a una creencia humanista intransigente en la sacralidad de la vida humana, mantenemos a personas con vida hasta que llegan a un estado tan lamentable que nos vemos obligados a preguntar: '¿Qué es exactamente tan sagrado aquí?' Debido a creencias humanistas similares, es probable que en el siglo XXI empujemos a la humanidad en su conjunto más allá de sus límites. Las mismas tecnologías que pueden transformar a los humanos en dioses podrían hacer también que acabaran siendo irrelevantes. Por ejemplo, es probable que ordenadores lo bastante potentes para entender y superar los mecanismos de la vejez y la muerte lo sean también para reemplazar a los humanos en cualquier tarea".

¿VOY O NO VOY?


col paz santos

¿Voy o no voy?, me pregunté. Si voy, lo pasaré mal, seguro. Me di un tiempo para pensar. Fui.
La tarde, gris y lluviosa, no animaba a salir de casa. Por los pasillos del metro en el cambio de línea, escuché: "Imagine all the people living life in peace...", la canción de John Lenon. Me paré ante el músico y esperé atenta a que acabara la canción: "Imagina a todo el mundo viviendo el día a día", "imagina que no hay países"... "nada por lo que matar o morir"... "imagina a toda la gente del mundo viviendo la vida en paz"... "imagina que no hay posesiones"... "imagina a todos compartiendo el mundo"..."espero que algún día te unas a nosotros y el mundo será sólo uno".
Le di las gracias por estar ahí compartiendo su música y concretamente "Imagine",  y unas monedas por su trabajo y su arte.
Fui a ver el infierno. No el de Dante, poético y literario, sino el que ocurrió en Auschwitz "no hace mucho, no muy lejos". Este es el título de la exposición que se presenta en el Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid. Al consultar la web me sorprendió gratamente el que recomendaran hacer una visita silenciosa por respeto al tema que trata.
Todos conocemos imágenes, libros, películas, etc. que nos han mostrado el horror de lo que fue Auschwitz, pero esta exposición me acercó al misterio del Mal. He visto fotos de quienes han visitado el campo en persona, como las del Papa Francisco; estar allí debe ser lo más sobrecogedor, pero esta exposición me adentró en el terrible y enorme potencial del ser humano para llevar el Mal al extremo. La sofisticación y refinamiento del ejercicio del Mal en su esencia más profunda.
Tiempo y silencio (fui sola a la exposición y no quise auriculares) me introdujeron sobrecogida en lo que el ser humano puede llegar a hacer si las condiciones de respeto, empatía, solidaridad, fraternidad y amor al prójimo, dejan paso al poder sin cortapisas y a la política sin ética que, sin escrúpulos y utilizando herramientas letales como la mentira, la desinformación, la manipulación, la corrupción, la avaricia, la prepotencia y el desprecio absoluto por la vida y los derechos humanos, da paso a una locura colectiva bien diseñada y masivamente aceptada. ¡La Humanidad en peligro!
No hace mucho que sucedió Auschwitz y no muy lejos... ahí mismo, en el centro de Europa. Una especie escalofrío existencial fue mi respuesta callada y aceptar interiormente el compromiso de reflexionar sobre el  hecho mismo, aunque duela e inquiete. Y no olvidar, porque el Mal circula desde el origen del mundo, cada vez más capacitado para destruir masivamente.
Para que quede más claro lo que quiero decir con la sensación de escalofrío existencial, transcribo un texto de Primo Levi ("La Tregua", Turín, Einaudi, 1963; texto leído en un panel de la exposición y recogido del catálogo), superviviente de Auschwitz, sobre la impresión de los primeros que llegaron a liberar el campo:
"Cuando (los soldados soviéticos) llegaron a la alambrada no nos saludaron ni sonrieron. Parecían oprimidos, más que por la compasión, por la cohibición desconcertada que les sellaba los labios y les clavaba los ojos a aquella escena fúnebre. Era la misma vergüenza (...) que siente el hombre justo ante los crímenes cometidos por otros, el remordimiento que producen la existencia misma de esos crímenes y el que hayan sido introducidos de manera irrevocable en el mundo de las cosas que existen".
Todo en Auschwitz estaba organizado para aniquilar la dignidad humana. Decía Viktor Frankl en su libro "El hombre en busca de sentido" (Ed. Herder), él también superviviente de Auschwitz:
"El prisionero que perdía la fe en el futuro -en su futuro- estaba condenado. Con la pérdida de la fe en el futuro perdía, asimismo, su sostén espiritual; se abandonaba y decaía y se convertía en el sujeto del aniquilamiento físico y mental".
Pero también dentro de aquel infierno había quienes eran como esas pequeñas flores que crecen en medio de la basura. A ellos se refiere Viktor Frankl en su libro:
"Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedaba. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino".
Muchos arriesgaron y perdieron la vida implicándose en dejar imágenes de lo que sucedía dentro del campo. Creo que sin fotografías  hubiera sido imposible creer la brutalidad del exterminio nazi. El cerebro se resiste a comprender que mentes humanas pudieran generar tan sofisticada capacidad de matar sin sentimiento de culpa o duda.
Hanna Arendt, filósofa alemana de origen judío, acuño el término de "banalidad del mal" para quienes participaron como meros administrativos, mandos intermedios, que ejecutaban sin pensar, las órdenes que recibía dentro de la pirámide jerárquica nazi; no mataban como sádicos pero organizaban administrativamente todo el engranaje para llegar al fin último: la muerte de millones de personas, sin plantearse la más mínima duda de conciencia de lo que hacían.
Acabada la visita a la exposición, después de tres horas de silencio, un triste pensamiento me asaltó: "Quizás cuando mis nietos sean ancianos habrá una exposición de tres horas, en silencio, en la que se exhibirá el horror de los miles de refugiados huyendo de la guerra, pidiendo asilo y ayuda a la  puerta de la Vieja Europa;  y los que migran por motivos económicos y quedan retenidos en fronteras de alambre con pinchos. Informarán que, para muchos, el viaje fue fallido y reposaron en el cementerio acuático que es el mar Mediterráneo. ¿Cuál será el cartel de la exposición? Bien pudiera ser la foto del niño sirio de tres años, Aylan Kurdi, icono del sinsentido y la violencia, hoy".
La deshumanización de la humanidad afecta a cada ser humano, o debería ser así. No es un asunto de los del Norte o los del Sur, de hombre o mujeres, de creyentes o no creyentes... El cuidado de la vida y la dignidad humana es primordial en la evolución del ser humano y hemos de estar atentos revisando actitudes personales, sociales, políticas, culturales, económicas y religiosas.
Creo que este convulso tiempo que vivimos tendrá su juicio futuro. Deseo que en esos años venideros, la humanidad haya evolucionado no sólo en tecnología y ciencia, sino en el amor y fraternidad universales hacia una forma de vivir juntos que se parezca más a la canción de John Lenon.
No quiero que mis palabras sean las últimas palabras de este escrito. Dejo que Viktor Frankl, con el último párrafo de su libro ya citado, sea quien ponga  punto final.
"Nuestra generación es muy realista pues, después de todo, hemos llegado a conocer al hombre en estado puro: el hombre es ese ser capaz de inventar las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas mismas cámaras con la cabeza erguida y el "Padrenuestro" o el "Shemá Israel" en los labios".

Entre Jesús y la Magdalena hubo un amor mutuo, sin exclusivismos y sin relación carnal alguna”

Rodrigo A. Medellín Erdmann

RODRIGO A. MEDELLÍN ERDMANN RESPONDE A LEONARDO BOFF
“Pidamos al Espíritu ser capaces de distinguir la castidad religiosa del sacramento del matrimonio”
Cpal Social, el Boletín del Apostolado Social de la Conferencia de Provinciales de América Latina, CEPAL, del 5 de marzo de 2018, reprodujo un artículo del teólogo y filósofo Leonardo Boff, sobre “Las mujeres en la vida de Jesús y su compañera Miriam de Magdala”. En algunos lectores ha producido un escándalo que la Compañía de Jesús lo haya reproducido en un boletín oficial.
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El caso de la Manada, una sentencia aberrante, a pesar de las sesudas justificaciones de juristas

Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara
Redes Cristianas
Soy uno de los millones de ciudadanos que no solo se ha quedado perplejo con el fallo del caso del grupo de energúmenos conocido como “La Manada”, sino que se ha sentido indignado. No soy profesional del mundo de las leyes, pero tengo una formación jurídica aceptable después de haber estudiado los dos primeros cursos de Derecho en la UNED, y de haber completado la licenciatura en Derecho Canónico, con una tesina de más de 200 páginas, por la Pontificia Universidad de Salamanca.
Sé lo que significa el principio de legalidad, su importancia, la exagerada importancia que le conceden los jueces, y la cantidad de atropellos y tropelías que ha provocado. Ya lo he escrito muchas veces, y ahora lo reitero: junto al principio de legalidad debería imponerse el principio de “legitimidad”. Ya sabemos que, por definición , toda ley es legal, y posee el atributo de legalidad, pero no siempre de legitimidad. La ley que permitía, e incluso obligaba, a fiscales y jueces de la Alemania nazi a perseguir y condenar a muerte a judíos, por serlo, era, legal, y gozaba, ¡desgraciadamente!, del principio de la legalidad, pero carecía de toda legitimidad.
Lo anterior va a cuenta de los jueces, lo que sigue ahora, viene a cuento a costa de lo legisladores. Éstos no gozan, en ninguna de las hipótesis, de total autonomía par legislar. Por ejemplo carecen de toda autoridad para violentar el lenguaje, y el sentido de las palabras. en esto estoy con lo que oí ayer en la Tele a Almudena Grandes, que ella no entiende de expresiones y trabas jurídicas, pero sí de la lengua española, que no se la pueden cambiar los legisladores, con esa tendencia insuperable al “farraguismo” (permítaseme este neologismo, casi tan bárbaro como muchas expresiones legales) y a la inclinación al empleo de fórmulas oscuras y abstrusas, que recuerda la crítica que una esposa-alumna de un profesor le espetó al mismo: “Si puedes ser oscuro, ¿para qué vas a ser claro?”. Yo estaba presente cuando esa señora tuvo esa feliz ocurrencia. Y si estamos de acuerdo en etas consideraciones normalitas y nada del otro mundo, es imposible que un juez, y menos tres, o los que sean, después de los hechos probados que ellos mismos reconocen y afirman, en la sentencia de La Manada, es imposible, digo, que recurran a la figura penal de abuso, en nuestro caso, y no al de violación. Evidentemente, hubo las dos cosas, y reiteradamente, algo que evidentemente aumenta la pena.
Consultemos, pues al diccionario de la RAE. Violación: “Acción y efecto de violar”; “Violar”, “Tener acceso carnal con alguien en contra de su voluntad o cuando se halla privado de sentido o discernimiento”. Según el relato de los hechos, descrito por los propios magistrados, la muchacha ni estaba en su total discernimiento, a causa de la bebida u otras causas, y no es creíble que una chica de su edad entrase de su entera voluntad en un sórdido y oscuro portal, con cinco muchachotes dispuestos a una juerga. Como tampoco es verosímil que al derivar el suceso a las acciones que detalladamente describe la sentencia, como penetraciones múltiples y reiteradas, con gestos y comportamientos execrables, incómodos y hasta dolorosos, y, desde luego, vergonzantes y “avergonzadores”, la protagonista no hubiera cambiado drásticamente de su hipotética y dudosa primera voluntad.
Hay que recordar a los señores jueces, que en medio de una orgía, si la persona dice que “hasta ahí hemos llegado”, y quiere parar, todo lo que se le haga después en contra de esa ¿segunda? voluntad constituye un comportamiento delictivo. La misma gran periodista y escritora, Almudena, que he citado nos recordó ayer cómo, hasta no hace mucho tiempo, si en una relación sexual había comportamientos no deseados, pero no se llegaba a la penetración, los jueces se resistían a reconocer el delito de violación. En este brutal y vergonzoso caso de Pamplona, se admite en el auto que hubo penetraciones de todo tipo, y no por parte de un solo sujeto, sino de cinco., lo que aumenta ad nauseam el desvalimiento, la inseguridad, y la indefensión de la víctima. . ¿Qué más habrían de perpetrar los miembros de esa verdadera “manada” para que se declarase el delito de violación sexual?

Y otra idea, espero que final, que se me ocurre para este caso, pero aplicable a otros muchos. Si un juez, en conciencia, entiende que la figura de delito descrita en el código no le satisface, o deja serias dudas en su aplicación, por ética, algo que es perfectamente exigible a los jueces, no solo puede abstenerse de formular la sentencia, sino que debe hacerlo. Y eso por un doble motivo: por que al persistir la duda, el principio de legalidad pierde fuerza y consistencia, y el de legitimidad para el juicio desaparece y pierde toda su consistencia. muy especialmente si, como en el caso que comento, está en juego el respeto escrupuloso a la libertad de una persona. Aspecto que, me parece, han tenido muy poco en cuenta los tres magistrados del tribunal de Pamplona.

Por favor ¡más radicalidad!

Jaime Richart, Antropólogo y jurista
Redes Cristianas
Decía Quevedo que en tiempos de injusticia es grave tener razón. Pues bien, si un observador neutral extranjero permaneciese un tiempo prudencial entre nosotros, sobre todo por el centro de la península, podría constatar que en España se viven tiempos de grave injusticia pese a no ser formalmente dictadura. De injusticia social y de injusticia de la otra…
Si ese observador neutral leyese los periódicos de alcance nacional y los locales, advertiría que los editoriales, columnistas y articulistas más críticos envuelven en retruécanos y retórica su contestación al poder político establecido (aunque no tanto al poder económico y financiero, que son al final y en buena medida la causa de la causa de los mayores desmanes cometidos contra la sociedad en pleno); el poder de una “manada” que cierra filas y defiende a “los nuestros” reconociéndose desvergonzadamente de ese modo como organización mafiosa y criminal. Y si afinase más su intuición deduciría que esa retórica no hace mella alguna, ni a ese poder ni a la conciencia de los lectores devotos suyos a que va destinada. Y no se la hace, sencillamente porque ni los que forman parte directa del poder político ni quienes miserablemente les apoyan les leen. De modo que tanta avalancha de palabra escrita censora queda relegada a mero pasatiempo para quienes están en la misma onda mental de quien ha elaborado quizá con delectación lo escrito.
Todo esto viene a cuento de que urge acordar la idea de que a tiempos excepcionales manejados por individuos “excepcionales” que permanecen, para mal, en el poder ejecutivo, legislativo y judicial corresponden medidas, reacciones y actitudes asimismo excepcionales.
Así, lo “políticamente correcto” debe dejarse atrás, pues ahora la política no es “correcta”, está desvirtuada y superada por la excepcionalidad presente en todo. Y lo está, como puede percibir ese hipotético observador neutral, por ejemplo (pues sólo son ejemplos que podrían multiplicarse por mil), tanto en la medida políticamente incorrecta de desvestir a espectadores y espectadoras antes de entrar a un estadio, como en condenar a penas de cárcel a críticos de la religión o de la monarquía, como en la bárbara sentencia que desnaturaliza una violación sexual “en manada” convirtiéndola en simple agresión, por estar presuntamente entre los violadores dos guardias civiles, como en el desvalijamiento metódico de las arcas públicas durante casi dos décadas a cargo de numerosos miembros de esa organización pensada para delinquir, como en la interpretación retorcida de la ley a cargo de jueces y tribunales que se hacen cómplices de esa misma organización, como en la afrenta permanente de los mafiosos a la inteligencia más común del común de la ciudadanía; una ciudadanía, por cierto, que creía vivir en libertad y de pronto se da cuenta de que su libertad a duras penas pasa de ser la que tenía en el tardo franquismo…
Vistas así las cosas, ya nos dirá ese observador si no cree llegado el momento de olvidar lo políticamente correcto; si son pertinentes las actitudes versallescas en un parlamento cada día más parecido a las Cortes franquistas; si no son margaritas echadas a los puercos las réplicas moderadas a los secuestradores virtuales del poder que han expoliado al país y se han financiado fraudulentamente durante años, y que pudren todo cuanto tocan por ser no un partido político sino un ente social todo él prácticamente corrompido…

De modo que, habida cuenta que a pesar de ser grave, es decir, peligroso tener razón en tiempos de injusticia, es preciso por dignidad y justicia no bajar la cerviz; habida cuenta que estos tiempos son excepcionales (aunque en España, por uno u otro motivo, no dejan de ser habituales); y habida cuenta que lo excepcional se trata por lo común con remedios excepcionales, díganos ese observador si no ha llegado el momento de que girondinos y mencheviques españoles se hagan a un lado, para dejar el paso a los jacobinos y bolcheviques de la política, de los medios y de la judicatura… A ver si de una vez por todas se alcanza en España esa vida en lo posible normal que nunca se hace posible. Porque en ese cambio nos va la vida…

Juan Carlos Claret: “La crisis de la Iglesia es una crisis jerárquica: es el turno del laicado”


“HAY QUE IR MÁS ALLÁ DEL PERDÓN DEL PAPA, Y DEL CASO CHILENO”
“¿Por qué tenemos que esperar? ¿Por qué no nos sentimos llamados a la toma de decisiones?”
Urge, por tanto, repensar el papado, porque es obvio que a Roma seguirán llegando verdades y mentiras
(Juan Carlos Claret, portavoz de Laicos y Laicas de Osorno).- El Papa Francisco se ha reunido con las víctimas de Karadima para pedirles perdón en persona. Los titulares y la opinión pública han resaltado lo inédito de este acontecimiento en una institución que pregona el perdón desde hace 2.000 años. En este panorama, suele escucharse en las comunidades y en distintas instancias eclesiales la interrogante ¿qué podemos esperar de toda esta situación?
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La ruta migratoria a España se convierte en la más letal del mundo


Naiara Galarraga Gortázar

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En lo que va de año han fallecido 217 personas, una de cada 29 que lo ha intentado. En el Mediterráneo Central es una de cada 36, según la Organización Internacional para las Migraciones
Los cadáveres de 15 migrantes que intentaban llegar a España fueron rescatados el domingo pasado en una patera a la deriva en aguas de Argelia. El mes acababa como había empezado. El 1 de abril 11 africanos perdieron la vida en aguas del Estrecho. El Mediterráneo Occidental es escenario de un goteo de naufragios, fallecidos y desaparecidos que lo han convertido en lo que va de 2018 en la ruta migratoria proporcionalmente más letal del mundo, más letal que la que une Libia e Italia y que la frontera entre México y Estados Unidos.
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