FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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jueves, 12 de abril de 2018

Recepción en el ayuntamiento de Barakaldo a estudiantes polacos

Experiencia transformadora - 3º Domingo de Pascua, Ciclo B

BAJÓ HASTA EL PÓDIUM


col gerardo

Descendido a los infiernos. Qué cosa más rara. Ayer entendí un poco. Nos decía Fidel Aizpurúa: la glorificación de Jesús no es subirle en el pódium, en la grada más alta. No es subir al piso de arriba (que no lo hay). Es bajar más a lo profundo de la humanidad, a los débiles. Esos ritos de la Iglesia tan llamativos, tan signos de poder y de “sagrados”. Esas celebraciones, ese lenguaje de exaltación, lo hemos de entender hacia abajo. La humanidad se transforma desde el corazón, desde la kénosis (del griego κένωσις: «vaciamiento»)​ y son los empobrecidos los que realizan esa misión en la tierra. Desde ellos y con ellos podemos transformar y hacer un mundo más humano; experimentar que los débiles, los empobrecidos, los sin nombre, tienen el vigor de transformar la humanidad.
Cómo choca ver las celebraciones de la Iglesia con esos ropajes. Y con esos lenguajes. Parecen la aclamación a los ganadores en la meta…
Mientras, en un rincón está el publicano, sencillo, reconocedor de su debilidad. Y éste sale salvado.
Jesús no subió. Era la forma geográfica que el pueblo de Israel tenía. El cielo estaba arriba. Con Jesús, cuanto más abajo estamos, más vivimos en Dios porque ahí encontramos a los que tienen hambre, a los presos, a los enfermos, a los marginados…
¡Cuánto me queda que bajar, que descender! Son escalones por los que podemos ir bajando. Y cada grado que descendemos nos encontramos con Jesús Resucitado.
Qué misión más bonita: acompañar a los de abajo para subir el escalón de la dignidad, para ascender a descubrir y vivir su dignidad de Hijos de Dios. Con esa bendición original que ellos tienen… la que les da Jesús: asume toda esa realidad y la deifica. “Solo por su gran bondad, nos perdonarán los pobres las limosnas que les damos” (algo así dice Vicente de Paul).
Jesús muere, baja a la muerte. Experimenta el infierno de la soledad “¡¿Dios mío, por qué me has abandonado?!” y surge la Vida, el Amor. Y así toda la creación, toda la humanidad queda desde la creación transformada, resucitada. Todos los pobres son reconocidos en su dignidad y amor.
Ojalá hagamos realidad aquí, ya, esta vivencia de Jesús: que bajemos al infierno de la droga, al mundo del dolor, al mundo de la cárcel, al mundo del hambre y con Cristo y los empobrecidos levantemos a una nueva vida, digna, resucitada.
Los infiernos ya fueron la muerte de cruz, humillante en extremo. Y con su presencia, quedaron transformados en gloria y Vida. Bajando hasta el pódium del Amor.

DE LA EPIDERMIS A LA VIDA INTERIOR


col betto

Una de las características de la posmodernidad es la reducción de la cultura a mero entretenimiento y la exacerbación de los sentidos en detrimento de la razón y del espíritu. Para estimular el consumismo, se utilizan como anzuelo recursos capaces de hacernos sentir más y pensar menos. Eso vale para la publicidad, ciertos programas de televisión e incluso algunos rituales religiosos.
Se propaga una cultura centrada en lo epidérmico, en la que hay más estética que ética, nalgas que cabezas, alaridos que melodías, ambiciones que principios, devaneos que utopías.
Todo es aquí y ahora, para ser devorado por ojos y oídos, el cuerpo entregado a un frenesí de sensaciones que hace del placer simulacro de la felicidad y el amor.
Los seres humanos, que somos relacionales y racionales, como subrayan los filósofos desde Sócrates, ahora nos vemos reducidos a ser seres extróficos, vueltos hacia afuera, extraños a nosotros mismos, como lamentaba Kierkegaard, porque nuestra autoestima pasa a depender de lo que viene de afuera: desde la gula y la antropofagia visual hasta los remedos de la fama, la fortuna y el poder.
Pascua significa travesía, pasaje. Tal vez uno de los más difíciles sea el de recorrer el camino entre la epidermis y la vida interior, no para establecer una dualidad entre polaridades, sino para rescatar la unidad ontológica. El budismo tibetano tiene razón al afirmar que, a pesar de todos los avances científicos y tecnológicos, cada persona es ontológicamente la misma desde que el simio tomó conciencia de que el gajo de árbol que tenía en sus manos podía servirle de arma de ataque o defensa.
Aristóteles nos resumió en las esferas sensitiva, racional y espiritual, como una unidad que exige equilibro. La exacerbación de una implica la atrofia de las otras. Solo el predominio de lo espiritual es capaz de dotar de sensatez a las "locas de la casa", como dice Teresa de Ávila, evitando el sabor de la náusea de los sentidos, descrito por Sartre, así como el racionalismo que, al contrario de Tomás de Aquino, juzga equivocadamente que la razón es la expresión suprema de la inteligencia.
Hacer la Pascua en uno mismo es cultivar la interioridad. "Beber del pozo propio", sugieren los místicos. Desnudarse de ilusiones egocéntricas, hacer ayunar los sentidos, adecuar la razón a sus límites, orar y meditar para poder contemplar.
Somos seres con vocación de trascendencia. Como decía Hélio Pellegrino, cuya tansvivenciación cumple ahora 30 años, un helecho disfruta de su plenitud vegetal. Nosotros no; esclavos del deseo, tenemos huecos en el cuerpo y en el alma. Es la "gula de Dios" de la que hablaba Rimbaud.
Al dejar de recorrer las veredas que conducen al Absoluto, corremos el riesgo de perdernos en el accidentado terreno que convierte el absurdo en cotidiano: iras y ansiedades, envidia y competencia, miedo y, sobre todo, una incómoda sensación de no saber exactamente qué hacer de nuestro breve período de existencia.
La Pascua está precedida por la muerte que la tradición cristiana, emblemáticamente, califica de pasión, de acto de amor, de entrega, que hace refluir todo lo que dispersa, aliena y ofusca. Jesús en el túmulo simboliza el silencio, la vuelta a lo más íntimo de uno mismo, abrazar la soledad sin sentirse solitario.

Grecia, el baile de los buitres

Anouk Renaud,CADTM
(rebelion)
El país heleno ha sido el laboratorio de las políticas neoliberales que han dejado a toda su población a merced de los fondos buitres.
Las privatizaciones son “ineludibles“ en las curas de ajuste impuestas tanto en el Norte como en el Sur. Este contexto permite a las instituciones acreedoras no justificarlas más solo por el registro ideológico del “Estado no tiene, por definición, vocación de gestionar las empresas”, sino también (y sobre todo) por el del imperativo económico de extraer los recursos financieros para el reembolso de las deudas.

Grecia es un caso de manual en este sentido. Las instituciones (Comisión Europea, FMI, BCE y Mecanismo Europeo de Estabilidad – MEDE) no se contentan con imponer privatizaciones en contrapartida a los préstamos contraídos, puesto que también han creado una herramienta para tomar el control de los bienes públicos griegos y privatizarlos según sus condiciones.
Es en el marco del primer memorándum, que vio la luz, en 2011, la agencia TAIPED (HRADF, Hellenic Republic Assets Development Fund, en inglés) encargada de privatizar los activos griegos (puertos, aeropuertos, redes de agua, de electricidad, propiedades inmobiliarias, litorales, ferrocarriles…). El objetivo era llegar a los 50.000 millones de euros de recaudación. A finales de 2015, ese objetivo está lejos de ser conseguido. El tercer memorándum, concluido en el verano de 2015, acelera las privatizaciones con la creación de un bien llamado “superfondo”.
¿Un superfondo con superpoderes?: El 1 de julio de 2016 la Hellenic Corporation of Assets and Participations S.A (HCAP S.A.) se puso en marcha. El Estado griego transfiere a este nuevo fondo el conjunto de sus activos (empresas, patrimonio, propiedades, acciones…) sin contrapartida, es decir, sin recibir dinero a cambio. A continuación, este fondo fue encargado de vender o ceder los derechos de los activos en cuestión. A diferencia de su predecesor, el TAIPED, que poseía “solamente” el 25% de los activos griegos durante seis años, este superfondo tiene vocación de gestionar la casi totalidad y por 99 años.
¿Qué hace entonces este superfondo con las ganancias de las privatizaciones? Según el texto del tercer memorándum, sobre 50.000 millones, el 50% de los beneficios obtenidos serán destinados a cubrir las necesidades de recapitalización de los bancos griegos, el 25% para el reembolso de la deuda del MEDE y el 25% restante para inversiones decididas por el propio fondo.
¿Quién pilota el avión? : Este superfondo está dirigido por un consejo de dirección compuesto por cinco miembros: tres son nombrados por Grecia, tras el aval de las instituciones; y dos, entre ellos el presidente, por la Comisión Europea y el MEDE, tras el acuerdo del ministro de Finanzas griego. Los últimos disfrutan del derecho de veto. En octubre de 2016, el consejo fue nombrado. Los dos representantes elegidos por los acreedores son el francés Jacques Le Pape para la dirección del fondo y el español David Vergara. El primero, un alto funcionario que llegó a través de las puertas giratorias, habiendo pasado principalmente por Air France y el gabinete de Christine Lagarde, hoy directora del FMI. El segundo es un antiguo miembro del MEDE. Sin sorpresa, los acreedores han colocado a “caras conocidas” a los mandos de este superfondo.
Un sinsentido económico:Además de despojar a Grecia de sus riquezas, de sus bienes y de sus ventajas productivas, lo han hecho a muy bajo coste. Si nos atenemos a un razonamiento puramente económico, estas privatizaciones muestran un sinsentido. La lógica presentada es la siguiente: “privatizar vuestros bienes os permitirá sacar ingresos no solamente con el precio de la venta, sino también, gracias a los ahorros realizados no teniendo que financiar más tal infraestructura, tal servicio o tal red. En una palabra: aumentáis vuestros ingresos y reducís vuestros gastos”. Implacable en apariencia, salvo que, por una parte, los precios de las ventas son ridículamente bajos, y por otra, Grecia no se deshace únicamente de edificios polvorientos, sino que cede empresas rentables e infraestructuras estratégicas para su economía.
Ese fue el caso en diciembre de 2015, cuando el Gobierno de Tsipras cedió por 40 años los derechos de explotación y de extensión de 14 aeropuertos regionales. Las instalaciones no solamente dan beneficios, sino también tienen un potencial de desarrollo importante, dado el lugar que ocupa el turismo en la economía griega. Idem para las redes de agua de Atenas y Tesalónica, cuya transferencia al superfondo provocó fuertes protestas y el corte del agua de los locales de Syriza en Tesalónica. Afectando a más del 80% de la población griega, estos dos servicios registraron 40 millones de euros de beneficios en 2016. Los precios de los contratos de privatización son fijados por el superfondo, con la ayuda de consejeros financieros, como el Deutsche Bank, Citibank y Piraeus Bank.
Privatizaciones ilegales: Además, estas privatizaciones son ilegales. En efecto, para M. Hudson, los activos de un Estado son constitutivos de su soberanía, dilapidarlos como en el caso de Grecia, resulta pues contrario a las reglas elementales del derecho internacional. Hudson habla, ni más ni menos, que de guerra intraeuropea. La ilegalidad de las privatizaciones se manifiesta en dos aspectos: primero, el tipo de bienes privatizados y luego, sus modos de venta.
En su análisis de las diferentes transferencias de propiedades derivadas del memorándum, Eleni Portaliou, profesora en la National Technical University de Atenas, identifica tres tipos de bienes públicos: los bienes que por naturaleza están ligados a los objetivos públicos y a la soberanía nacional (defensa, lugares naturales, infraestructuras energéticas…), los bienes garantes de los objetivos públicos ligados al despliegue del Estado social (hospitales, escuelas…) y finalmente los bienes inmobiliarios, que son propiedades privadas del sector público. Solamente esta última categoría es susceptible de pasar a manos privadas, pero según procedimientos determinados por el propio Estado y no por organizaciones del exterior 8. Estando en manos de potencias extranjeras, acreedoras de Grecia, el HCAP S.A. es una institución ilegal porque, por un lado, su cartera comprende todos los bienes griegos y, por otro, disfruta de una total libertad en cuanto a métodos y condiciones para la explotación de esos activos.

Sobre la cuestión del tipo de bienes privatizados, cabe destacar que numerosas legislaciones prohíben el embargo por los fondos buitre de bienes considerados como intrínsecos a la soberanía estatal. ¡Lo que los fondos buitre no pueden hacer, el FMI, la Comisión Europea, Francia, Alemania, Bélgica, Vinci o Véolia lo hacen!
¿Quiénes son los buitres que se aprovechan?: Octubre de 2015: François Hollande llega al aeropuerto de Atenas, y es recibido en persona por Alexis Tsipras. Con él, varios ministros franceses, pero también un puñado de directivos de empresas. Mientras que se nos presenta una visita bajo el signo de “la confianza y la amistad”, está claro que tres meses después de la firma del tercer memorándum, Francia viene a buscar su parte del pastel. Una veleidad ciertamente revestida con el barniz diplomático de rigor, pero que no se puede ocultar, ya que las empresas francesas se han beneficiado claramente del viaje para hacer conocer “sus intereses por ciertas privatizaciones”, tal y como declara un consejero de Tsipras. Alstom codicia el sector ferroviario; Vinci los aeropuertos, puertos y autopistas y, por supuesto, Suez está en los puestos de partida para los servicios de agua de Atenas y Tesalónica.
Pero más allá de los intereses de los grandes grupos privados, muchas empresas beneficiarias de las privatizaciones griegas están directamente ligadas al sector público de países extranjeros. En 2015, la empresa Fraport, que ha obtenido el negocio de los 14 aeropuertos regionales está mayoritariamente en manos del Land de Hess y de la ciudad de Fráncfort 11. Y en 2016, la compañía pública italiana de ferrocarriles ha comprado su homóloga griega OSE (Organismós Sidirodrómon Elládos).

A la luz de esta empresa de desposesión de las riquezas griegas a una escala prácticamente industrial (se trata de la mayor transferencia de propiedad en Europa occidental) y llevada a cabo por y para las potencias extranjeras o los intereses a los que están ligadas, es difícil no hacer el paralelismo con los países del Sur y la instalación de un régimen neocolonial. Un régimen que se instala y se fortalece, no al ritmo de las botas de un ejército colonial, sino al de los préstamos y plazos de reembolso de una deuda pública ilegítima.

Madrid. Domingo 15 de abril: 67 Marea Blanca


Enviado a la página web de Redes Cristianas
El próximo domingo 15 de abril tendrá lugar la 67 Marea Blanca a las 12 horas con el siguiente recorrido: Colegio de Médicos a Ministerio de Sanidad y el título: Dolors Montserrat ausente en lo público, presente en lo privado.

Palestina

Gabriel Mª Otalora
Israel es más de la mitad de lo que los británicos, durante su ocupación, bautizaron como Palestina cuando lograron echar a los turcos (otomanos) de la zona al finalizar la Primera Guerra Mundial. Pero los británicos habían hecho las mismas promesas sobre los territorios a los árabes, a los judíos e incluso a los franceses para que les ayudaran a echar a los otomanos; promesas que luego no cumplieron, entre otros motivos porque habían dividido el Medio Oriente con regla y cartabón; uno de los puntos más oscuros del estadista Churchill. Esto provocó un clima de tensión entre nacionalistas árabes y sionistas que desencadenó enfrentamientos entre grupos paramilitares judíos y bandas árabes nada homogéneas, por cierto.
Un Estado judío de un tamaño apenas como dos Navarras, enclavado entre decenas de pueblos de origen árabe con mayorías y sistemas de gobiernos islámicos, que reclaman también su derecho a existir. Mientras tanto, Jerusalén sigue siendo el punto de encuentro y discrepancia entre las culturas árabes, cristiana y judía. Pero me ha sorprendido la convivencia en medio de los radicalismos que pretenden mantener odios milenarios, como he podido comprobar en la oportunidad que he tenido de visitar la zona en esta semana de la Pascua judía y, a la vez, Semana Santa ortodoxa cristiana.
El nombre de Palestina, sin embargo, viene de mucho más atrás, de cuando el emperador Adriano (año 135) quiso borrar todo vestigio judío cambiando incluso el nombre de la provincia romana de Judea por el de Palestina, sabiendo lo que esto les dolía a aquellos judíos israelitas. Pocos recuerdan que el término Palestina es una versión latinizada de la Filistea ya extinta, que mil años antes había ocupado una estrecha franja costera, hoy llamada franja de Gaza. Los filisteos (del término plishtim, que significa “invasores”) eran griegos originarios de la isla de Creta. Llegaron a Canaán por mar en el siglo XII a.C., y se encontraron a los hebreos que habían llegado casi al mismo tiempo desde el este. Ambas naciones estuvieron en constantes guerras, hasta que David los venció. Y desde entonces la zona vive en permanente conflicto.
Esta región de Palestina, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, es considerada sagrada para musulmanes, judíos y católicos, y reivindicada como Estado por los dos primeros, aunque los islamistas nacieron con Mahoma y la conquista musulmana que, a su vez, originó las Cruzadas para liberar los que hoy se llama Tierra Santa. El Holocausto prendió el sionismo y en la Guerra de Independencia de Israel, los judíos residentes en los países árabes emigraron (el éxodo) o fueron expulsados, llegando al actual Israel; los árabes huyeron a los países árabes fronterizos. Más de 700.000 huyeron a países vecinos o fueron expulsados por tropas judías: la llamada Nakba o “catástrofe”. Los judíos, llamados “palestinos” en 1948, hoy son llamados “israelíes”. Los árabes de la Cisjordania, llamados “sirios” o “jordanos en 1949, hoy son los palestinos; El conflicto se vive con un odio que no permite ejercer el derecho real a ser dos Estados muy teocráticos los dos ni el derecho a vivir en cristiano, ante la cada vez mayor presión del radicalismo musulmán. Me impresionó la realidad de la minoría árabe cristiana de Belén, encajonada entre el muro físico israelí (condenado por la Corte Internacional de Justicia de La Haya) y el muro sociológico musulmán.
No se puede seguir por más tiempo negando la realidad del Estado judío ni el derecho a un Estado gobernado por la llamada Autoridad Nacional Palestina, con liderazgos que parecen dirigidos no tanto a construir sino a destruir al contrario. Ni tampoco rechazar el derecho a que las tres comunidades sientan como propios aquellos lugares como santos: para los cristianos y judíos, Jerusalén es la primera ciudad religiosa; para los musulmanes, la tercera. Y todo a escasos metros, en una amalgama milenaria de culturas, historia, religiones y política.

Es preciso recordar los acuerdos de paz y los intentos para reconducir este disparate milenario que ha estado cerca de una solución satisfactoria en más de una ocasión. Si lo miramos con perspectiva histórica, la maldad no es más que una gran ineptitud demasiadas veces oculta por el manto de la ideología fundamentalista. El rechazo al diferente y sus resultados de muerte, se contrapone al hecho de que el mundo se sostiene por la bondad, silenciada demasiadas veces como noticia y esperanza cierta. A pesar de que el mal es muy radical, la bondad puede serlo aún más. El Dios de Jesús lo asegura como mensaje capital. Y la vida nos dice que para restaurar la paz no es necesario destruirlo todo y comenzar de cero. Basta con escuchar al otro de corazón y desprendernos ¡todos a la vez! del miedo al diferente.

Domingo 3 Pascua – B (Lucas 24,35-48): Testigos

José Antonio Pagola
Lucas describe el encuentro del Resucitado con sus discípulos como una experiencia fundante. El deseo de Jesús es claro. Su tarea no ha terminado en la cruz. Resucitado por Dios después de su ejecución, toma contacto con los suyos para poner en marcha un movimiento de «testigos» capaces de contagiar a todos los pueblos su Buena Noticia: «Vosotros sois mis testigos».
No es fácil convertir en testigos a aquellos hombres hundidos en el desconcierto y el miedo. A lo largo de toda la escena, los discípulos permanecen callados, en silencio total. El narrador solo describe su mundo interior: están llenos de terror; solo sienten turbación e incredulidad; todo aquello les parece demasiado hermoso para ser verdad.
Es Jesús quien va a regenerar su fe. Lo más importante es que no se sientan solos. Lo han de sentir lleno de vida en medio de ellos. Estas son las primeras palabras que han de escuchar del Resucitado: «La paz esté con vosotros… ¿Por qué surgen dudas en vuestro interior?».
Cuando olvidamos la presencia viva de Jesús en medio de nosotros; cuando lo ocultamos con nuestros protagonismos; cuando la tristeza nos impide sentir todo menos su paz; cuando nos contagiamos unos a otros pesimismo e incredulidad… estamos pecando contra el Resucitado. Así no es posible una Iglesia de testigos.
Para despertar su fe, Jesús no les pide que miren su rostro, sino sus manos y sus pies. Que vean sus heridas de crucificado. Que tengan siempre ante sus ojos su amor entregado hasta la muerte. No es un fantasma: «Soy yo en persona». El mismo al que han conocido y amado por los caminos de Galilea.
Siempre que pretendemos fundamentar la fe en el Resucitado con nuestras elucubraciones lo convertimos en un fantasma. Para encontrarnos con él hemos de recorrer el relato de los evangelios; descubrir esas manos que bendecían a los enfermos y acariciaban a los niños, esos pies cansados de caminar al encuentro de los más olvidados; descubrir sus heridas y su pasión. Es ese Jesús el que ahora vive resucitado por el Padre.

A pesar de verlos llenos de miedo y de dudas, Jesús confía en sus discípulos. Él mismo les enviará el Espíritu que los sostendrá. Por eso les encomienda que prolonguen su presencia en el mundo: «Vosotros sois testigos de estas cosas». No han de enseñar doctrinas sublimes, sino contagiar su experiencia. No han de predicar grandes teorías sobre Cristo, sino irradiar su Espíritu. Han de hacerlo creíble con su vida, no solo con palabras. Este es siempre el verdadero problema de la Iglesia: la falta de testigos.

¿Somos pelagianos sin saberlo?

José M. Castillo, teólogo
Castillo1
Fuente: Teología sin censura
El papa Francisco, en su reciente Exhortación Apostólica “Gaudete et Exultate”, nos hace caer en la cuenta de que, quizá sin ser conscientes de lo que nos ocurre a muchos cristianos, en realidad estamos viviendo nuestro cristianismo a costa de recuperar y dar nueva vida a errores (y herejías), que fueron rechazados por la Iglesia, hace siglos. Pero resulta que ahora, aquellos errores de antaño se están rehabilitando, como si fueran las soluciones que necesitamos.

Por eso el Papa nos habla ahora del “pelagianismo actual”. Cualquier cristiano, medianamente cultivado, sabe muy bien que el pelagianismo es una herejía, que difundió el monje Pelagio, en el s. V. En pocas palabras, lo que enseñaba Pelagio es que no existe el pecado original y negaba la necesidad de la gracia de Dios. Porque el monje Pelagio entendía que la voluntad humana tiene un poder y una autonomía que le basta. De ahí que los pelagianos relativizaban o incluso negaban la necesidad de recibir sacramentos o de observar prácticas religiosas. Justamente lo que ahora piensa y hace mucha gente. Son los que no rezan ni van a misa. Porque ellos están persuadidos de que tienen voluntad y libertad para ser ciudadanos ejemplares. Otra cosa es que lo sean. Porque escandalosos y corruptos, los tenemos en abundancia.
Frente a estas ideas, el papa Francisco insiste, con toda razón, en que los pelagianos (antiguos y modernos) “en el fondo solo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a los demás”. Con lo que, a mi modo de ver, los que piensan y viven así, cumplen al pie de la letra lo que dice el Papa. Ellos son los que tienen “la idea de que todo se puede con la voluntad humana”. Esto es lo que piensan y dicen. Pero ¿lo hacen?
Sabemos de sobra que la Iglesia ha ido cambiando en muchas cosas. Pero casi siempre con retraso. Y porque no ha tenido más remedio que cambiar. Por ejemplo, no hace mucho, el conocido historiador Frederic Lenoir nos recordaba que la Inquisición se abolió en el siglo XVIII, pero ¿por qué? ¿Acaso porque la institución tomó conciencia de su abominable comportamiento y decidió enmendarse? No. Simplemente porque ya no tenía los medios que necesitaba su voluntad de dominación. Porque la separación de la Iglesia y el Estado privó a la Iglesia del “brazo secular” en el que se apoyaba para quitarles la vida a los herejes (“El Cristo filósofo”, Madrid, Ariel, 29).
Pues algo parecido es lo que está ocurriendo ahora con esto del “pelagianismo actual”. Me explico. Mucha gente no ha pensado lo que sabiamente ha dicho Peter Sloterdijk: “sin una crítica de la verticalidad no podemos avanzar”. El “sistema vertical” ya no se sostiene. ¿Por qué? Mucha gente no ha caído en la cuenta del cambio seguramente más profundo que estamos viviendo. Un hecho que está cambiado la vida de la gente y que consiste en que el “poder opresor” está siendo sustituido por el “poder seductor” (Byung-Chul Han). Cuando yo veo la cantidad de gente que, por todas partes y a todas horas, va enganchada a la pantallita del móvil, y a eso le hacen más caso que a cualquier amenaza, me digo a mí mismo: ¡Esto es más serio y más determinante de lo que imaginamos!
La religión fue determinante mientras el poder opresor (el pecado, la culpa, el infierno…) tuvo la fuerza suficiente para influir en la vida de los creyentes. Ese poder y esa fuerza se han debilitado y cada día interesan menos y pueden menos. ¿Qué queda en pie? El poder seductor de lo que nos impresiona y nos atrae.
¿Por qué el papa Francisco atrae a tanta gente que ni tiene creencias religiosas? Por una razón muy sencilla. Porque tiene poder seductor. Es verdad que este papa tiene enemigos, sobre todo en los ambientes clericales y tradicionales. Por la sencilla razón de que esos ambientes han vivido, en gran medida, del poder opresor (de Dios, del obispo, del párroco, del pecado y del infierno). En la medida en que los “clericales” y “tradicionales” se quedan sin “poder opresor”, en esa misma medida se ven desarmados y tienen la impresión de que se hunden.
Por el contrario, si leemos y releemos las páginas de los evangelios, lo que allí se palpa es que Jesús tuvo un “poder seductor” irresistible. Lo más claro, en este sentido, es el poder que, en el Evangelio, tiene el “seguimiento” de Jesús. Basta una palabra, ”sígueme”. Eso es todo. Ni un programa de vida, ni un motivo, ni un ideal. Nada (D. Bonhoeffer). Y sabemos que, por la fuerza de esa palabra, la gente dejaba sus casas, sus familias, se olvidaba de comer, perdía toda seguridad…. La fuerza de la seducción era irresistible. Como insoportable fue, para los Sumos Sacerdotes y “hombres de la religión”, el poder seductor de Jesús. Hasta que decidieron matarlo (Jn 11, 47-53).

¿Pelagianismo actual? Como exactamente concluye Francisco, mientras “en cada hermano, especialmente en el más pequeño, frágil, indefenso y necesitado veamos presente la imagen misma de Dios”, y les tratemos en consecuencia, el futuro estará cada día más despejado. Una religión así, tiene y tendrá un poder irresistible. 

El Papa admite que se equivocó “gravemente” valorando los abusos a menores en Chile


Daniel Verdú

Papa Francisco7
Francisco siente “vergüenza” y “dolor” por las conclusiones de una investigación con 64 víctimas de curas pederastas
El Papa ha trasladado en una carta a los obispos chilenos su “vergüenza” y “dolor” por las conclusiones de la investigación sobre los abusos a menores cometidos por la Iglesia en dicho país. Francisco admite que cometió “graves equivocaciones de valoración de la situación”. Algo que le condujo, en su viaje Chile, a ofender y exigir a las víctimas que trajesen pruebas de sus imputaciones al obispo Juan Barros, acusado de encubrir varios casos.
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Domingo 15 de abril , 3º de Pascua


3 de PascuaB
Telmo (1240)
En la lectura de los Hechos encontramos de nuevo a Pedro, que se dirige a todo Israel y lo sigue siendo invitado a la conversión. Pedro tranquiliza a sus oyentes haciéndoles ver que todo ha sido fruto de la ignorancia, pero al mismo tiempo invita a acoger al Resucitado como al último y definitivo don otorgado por Dios. La muerte de Jesús se convierte para el creyente en sacrificio expiatorio. No hay asomo de resentimiento ni de venganza, sino invitación al arrepentimiento para recibir la plenitud del amor y de la misericordia del Padre, que se concreta en la confianza y en la seguridad de haber recuperado aquella filiación rota por la desobediencia.
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"Sed sacerdotes normales, humildes y libres para ser movidos por el viento del Espíritu, que sopla donde quiere"

RELIGIÓN DIGITAL
(Jesús Bastante).
- Más de medio millar de 'Misioneros de la Misericordia' están en Roma. 27 de ellos, españoles. Dos años después del Jubileo de la Misericordia, estos sacerdotes, que tienen la capacidad de perdonar los pecados reservados al mismísimo Papa, se encontraron con Francisco, quien les pidió "ser sacerdotes normales, simples, humildes, equilibrados", y "libres para ser movidos por el viento del Espíritu" que, recordó, "sopla donde quiere".LEER NOTICIA

La detención de Lula marca la Asamblea de los obispos brasileños

RELIGIÓN DIGITAL

(Luis Miguel Modino, Brasil).
- El momento político que vive Brasil, acentuado con la prisión del ex-presidente Lula da Silva este último sábado, 7 de abril, se convierte en un elemento que puede influir decisivamente en la 56ª Asamblea General de los Obispos de Brasil que se inicia este día 11 en Aparecida, sede del Santuario Nacional.LEER NOTICIA

Lo que está en juego en la actual crisis brasileira: ¿recolonización o refundación?

LEONARDO BOFF

KOINONIA


La derrota de Lula en el STF a propósito del rechazo del habeas corpus y su eventual prisión, revela la vuelta de las fuerzas del atraso que perpetraron el golpe parlamentario, jurídico y mediático contra Dilma Rousseff en 2016. La gran cuestión no se restringe a la difamación de nuestro mayor líder, condenado sin pruebas convincentes, y a la sangría del PT. Se están enfrentando dos proyectos que van a definir nuestro futuro: larecolonización o la refundación.
El proyecto de la recolonización fuerza a Brasil a ser mero exportador de commodities. Esto implica desnacionalizar nuestro parque industrial, nuestro petróleo, las grandes instituciones estatales. Se trata de dar el mayor espacio posible al mercado competitivo y nada cooperativo y reservar al Estado solamente funciones esenciales mínimas.
Este proyecto cuenta con aliados internos y externos. Los internos son aquellos 71.440 multimillonarios censados por el IPEA que controlan gran parte de las aportaciones del país. El aliado externo son las grandes corporaciones multinacionales, interesadas en nuestro mercado interno y, principalmente, el Pentágono que vela por los intereses globales de Estados Unidos.
El gran analista de las políticas imperiales, recientemente fallecido, Moniz Bandeira, Noam Chomsky y Snowden nos revelaron la estrategia de dominación global. Se rige por tres ideas fuerza: la primera, un mundo y un imperio; la segunda, la dominación de todo el espacio, abarcando el planeta con cientos de bases militares, muchas de ellas con ojivas nucleares; la tercera, la desestabilización de los gobiernos progresistas que están construyendo un camino de soberanía y que deben ser alineados a la lógica imperial. La desestabilización no se hará por vía militar, sino por vía parlamentaria. Se trata de destruir los liderazgos carismáticos, como el de Lula, difamar el mundo de lo político y desmantelar políticas sociales para los pobres. Un contubernio ha sido organizado entre parlamentarios venales, estratos judiciales, del ministerio público, de la policía federal y por aquellos que siempre apoyaron los golpes particularmente los grandes medios.
Depuesta la presidenta Rousseff, todos los elementos político-sociales a decir verdad empeoraron sensiblemente.
El otro proyecto es el de la refundación de nuestro país. Es un proyecto que viene de muy atrás, pero ganó fuerza bajo los gobiernos del PT y aliados, para el cual la centralidad era dada a los millones de hijos e hijas de la pobreza. No sólo mejoró la vida de ellos, sino que rescató su dignidad humana, siempre humillada. Este es un dato civilizatorio de magnitud histórica.
Este proyecto de la refundación de Brasil, proyectado sobre otras bases, con una democracia construida a partir de abajo, participativa, socio-ecológica, constituye la utopía esperanzada de muchos brasileños.
La sostendrán tres pilares: nuestra naturaleza de singular riqueza y fundamental para el equilibrio ecológico del planeta; nuestra cultura, creativa, diversa y apreciada en el mundo entero y, finalmente, el pueblo brasileño inventivo, hospitalario y místico.
Estas energías poderosas podrán construir en los trópicos, una nación soberana y ecuménica que integrará los millones de desheredados y que contribuirá a la nueva fase planetaria del mundo con más humanidad, ligereza, alegría y fiesta, a ejemplo de los carnavales. Pero hay que derrotar a las élites del atraso.
No anunciamos optimismo, sino esperanza en el sentido de San Agustín, obispo de Hipona, hoy Argelia. Bien dijo: la esperanza incluye la indignación para rechazar lo que es malo y el coraje para transformar lo malo en una realidad buena.
Una sociedad sólo puede sostenerse sobre una igualdad razonable, con justicia social y la superación de la violencia estructural. Este es el sueño bueno de la mayoría de los brasileños.