FUNDADOR DE LA FAMILIA SALESIANA

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SAN JUAN BOSCO (Pinchar imagen)

COLEGIO SALESIANO - SALESIAR IKASTETXEA

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BIENVENIDO AL BLOG DE LOS ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DE SALESIANOS BARAKALDO

ESTE ES EL BLOG OFICIAL DE LA ASOCIACIÓN DE ANTIGUOS ALUMNOS Y ALUMNAS DEL COLEGIO SAN PAULINO DE NOLA
ESTE BLOG TE INVITA A LEER TEMAS DE ACTUALIDAD Y DE DIFERENTES PUNTOS DE VISTA Y OPINIONES.




ATALAYA

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ATALAYA ENERO 2025

miércoles, 16 de julio de 2025

Argentina. Una multitud solidaria con el pueblo palestino y en repudio al sionismo genocida marchó hacia Plaza de Mayo

 


Resumen Latinoamericano

Una multitud con banderas palestinas y presidida por una gran muñeca que representaba a la mujer palestina, llenó varias cuadras de la céntrica Avenida Corrientes vivando a Palestina y repudiando al ejército sionista israelí que sigue cometiendo uno de los genocidios más brutales de la era moderna, equiparable al realizado por el nazismo. Desde Callao y Corrientes se marchó con destino final la Plaza de Mayo. Ver noticia

Rechazo total de los palestinos al plan estadounidense de vaciar Gaza

 


Gaza. Aunque cientos de miles de vidas fueron destrozadas durante la ofensiva israelí en Gaza, los palestinos rechazan rotundamente el plan del presidente estadunidense, Donald Trump, respaldado por Israel, que

pretende desterrar a sus más de 2.1 millones de habitantes a otros países.

Esta es nuestra tierra. Nos quedaremos aquí, afirmaron ayer los residentes.
Esta es nuestra tierra. ¿A quién se la dejaríamos?
¿Adónde iríamos?, declaró a Reuters el técnico
Mansour Abu Al-Khaier.

Saed, de 27 años, indicó que se despertó preocupado
al enterarse de que Trump y el primer ministro israelí,
Benjamin Netanyahu, vuelven a plantear la idea del
desplazamiento. Tenemos derecho a irnos por voluntad
propia y visitar otros países, pero como palestinos re-
chazamos el plan de desplazamiento, declaró Saed.

Nos quedaremos en esta tierra Abu Samir el-Fakaawi prometió: No me iré de Gaza.
Este es mi país. Añadió: Nuestros hijos, mártires de la
guerra, están enterrados aquí. Nuestras familias, ami-
gos y primos. Todos estamos enterrados aquí. Guste o
no a Trump, a Netanyahu o a cualquier otro, nos queda-
remos en esta tierra.

Las operaciones militares de Tel Aviv dejaron al menos
78 muertos durante su última jornada de bombardeos
contra el enclave, que se suman a los más de 57 mil
575 palestinos abatidos y 136 mil 879 heridos, desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, informaron fuen-tes médicas a Al Jazeera.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef,
por sus siglas en inglés) alertó que miles de bebés en-
frentan un riesgo severo de desnutrición al tiempo que Israel continúa obstaculi-zando la entrada de ayuda.

Muchas madres han muerto o están demasiado desnutridas para amamantar a sus hijos, por lo que corren el riesgo de morir o de sufrir daños permanentes en su salud, declaró la directora ejecutiva del Unicef, Catherine Russell.

En tanto, la Agencia de Naciones Unidas para los Re-
fugiados Palestinos en Medio Oriente (Unrwa) insistió
en que tiene miles de camiones de suministros espe-
rando para entrar en la franja, y detalló que no sólo se
trata de comida, sino también medicamentos críticos,
artículos de refugio y suministros básicos de higiene.
El ejército israelí informó que cinco efectivos murieron
en una explosión en el norte de Gaza en una carretera
de Beit Hanoun. El ataque efectuado por Hamas ocurrió mientras los soldados cruzaban a pie una ruta cerca de la cual operaban tanques y vehículos.

(jornada.com.mx) 09/07/2025

Los obispos condenan las proclamas y acusaciones contra migrantes que provocan «enfrentamientos como en Torre Pacheco»


 Religión Digital

Muestra su «preocupación, disconformidad y repulsa» ante las proclamas y acusaciones contra los emigrantes
El director del departamento de Migraciones de la CEE ha condenado las acusaciones que «algunos grupos y personas están vertiendo en contra de las personas migrantes afincadas en España, pidiendo incluso una expulsión generalizada e incitando a la violencia a través de las redes sociales» Ver noticia

Estremendo lo que está pasando en Gaza -- Francisco González


 fgonzalez

No escribo nada nuevo si digo que «es tremendo lo que está pasando en Gaza»: no hay un día que no recibamos terribles noticias sobre los ataques inmisericordes del ejército israelí y los continuos bombardeos sobre esa tierra mártir.
Nos estremece ver a niños y adultos ensangrentados, envueltos en sábanas y llevados a toda prisa a lo que queda de las infraestructuras medico- sanitarias. Cuando se escriben estas líneas, el ejército de Israel ha reconocido haber atacado concentraciones de personas que se disponían a recoger alimentos. Ver noticia

Cristianos Socialistas: «No podemos tolerar discursos de odio disfrazados de identidad nacional»


 cristianossocialistas

Comunicado «Acoger al extranjero y rechazar la violencia» sobre los altercados en Torre Pacheco
«Como creyentes comprometidos con la justicia social y los derechos humanos, no podemos tolerar discursos de odio disfrazados de identidad nacional ni aceptar que se normalicen actos de violencia en nuestras calles» Ver noticia

JOXÉ AZURMENDI: PALABRA Y SER


col kowalski

 

Vengo a expresarte, amigo Joxé, mi gratitud y admiración silenciosas que vienen de lejos.

Has poseído cualidades extraordinarias: pensador agudo, orador brillante, escritor prolífico. Acicate de la reflexión, inspirador de la acción, compañero delicado del ser humano de carne y hueso lleno de contradicciones, impulsor animoso de una sociedad hecha de vida palpitante y de instituciones asfixiantes. Siempre atento, en búsqueda, en camino. Siempre dispuesto y cercano. Enhorabuena y gracias, Joxe, por el legado que nos dejas, tan copioso como crítico, tan provocador como benéfico.

Te autodefiniste con una palabra: vasco. Lo has sido de arriba abajo y lo has cultivado en cuerpo y alma. Te diste como misión encarnar el alma del euskera en tu ser y en tu praxis, y te has dedicado plenamente, y solo en euskera, a crear cultura, pueblo, sociedad, paz. A crear “lo vasco”.

Se equivocaría gravemente, sin embargo, quien pensara que “lo vasco” te hubiera llevado a encerrarte en ti mismo, en lo tuyo propio. No hay más que mirar tu trayectoria biográfica, bibliográfica, geográfica, lingüística. “Lo vasco” te ha empujado a los pueblos y lenguas del mundo, a cruzar fronteras, a ser cosmopolita como pocos, a hacer tuyas (¡y en qué grado!) otras lenguas (español, italiano, francés, inglés, alemán...). Has sido vasco de raíz y es tu raíz vasca la que te ha convertido en ciudadano universal. Optaste por escribir solo en lengua vasca, pero no porque menospreciaras las demás lenguas, sino por ser el euskera tu raíz y aliento, y por ser el vasco una lengua aplastada. Hiciste opción por la raíz, por el aliento, por la liberación, en favor de todos los oprimidos y vencidos. Son, en efecto, el aliento y las raíces los que nos hacen uno con el otro en el aire común, en la tierra común de todos.

Has sido un hombre ilustrado, asombrosamente ilustrado en saber y en sabiduría, en conocimiento y en inteligencia. Un hombre despierto de la Ilustración, liberado desde muy joven de creencias supersticiosas, de tabúes, de viejos sistemas eclesiásticos y estatales. Pero no has erigido ningún altar a la Ilustración moderna. Te ha guiado la razón crítica, pero nunca has olvidado que también la razón, por ilustrada que sea, está hecha de muchas fuentes y senderos, como las fuentes y senderos de Arantzazu, e igualmente de Atenas, París o Colonia; nunca has olvidado que la razón no es “pura” razón, ni es origen exclusivo de sí misma ni es enteramente dueña de sí, sino que es siempre una razón derivada y en camino, derivada de algún lado y en camino a algún lado, y que en su camino no la iluminan solamente las matemáticas puras y las verificaciones comprobadas en laboratorios, sino también el mito y el pathos, las artes, la música y el poema, lo inefable y el silencio.

Sabías bien que incluso la luz que nos hace vivir en todo momento, la luz que estalló como chispa en el “principio” de este universo y de todos los demás –antes de todo principio, no se sabe aún exactamente cómo–, la luz tan sutil que sigue estallando en el corazón de cada estrella y de cada hoja, está arraigada también ella en la materia-matriz eterna. Que al igual que todos los seres, tampoco nosotros, los “animales humanos”, subsistimos enteramente en nosotros mismos, que somos inseparablemente creadores de cuanto es y a la vez criaturas de cuanto es, iluminadores de todo y a la vez iluminados por todo. Que siempre tenemos raíces más allá. Tú has sido, Joxé, un hombre tan ilustrado como arraigado. Tan arraigado como el monte Aizkorri, las hayas de Beunde, las escarpas y el espino albar de Arantzazu. Tan arraigado como la lengua que te habitaba, como el pueblo que has respirado. Tan arraigada como la Madre Tierra rotatoria arraigada en el aire. El haber sido tan arraigado e ilustrado te ha hecho tan humilde y sencillo.

Has sido un creador admirable a través de la palabra. Creador de la palabra y creador a través de la palabra. Palabra convertida en ser. Conocías bien el reiterado estribillo del poema mitológico de la creación en el libro del Génesis: “Dios dijo (...) y así fue”. Así como la sentencia del poema gnóstico-místico con que se abre el evangelio de Juan: “La palabra se hizo carne”. En ti veo encarnados ambos poemas de la creación, judío el uno, cristiano el otro, universales los dos en su respectiva particularidad, como lo son todos los poemas, como lo has sido tú mismo, tan particular y tan universal.

Gracias, Joxe, por tu reflexión sobre el fenómeno religioso. Resplandecen en ella la agudeza crítica de la luz y el aliento sereno de las raíces profundas. Te has confesado como “hombre de fe sin fe”. Es decir, hombre de fe sin creencias en dogmas. No creías en ningún absoluto objetivado ni en ninguna verdad categórica. Pero tenías fe en el albor de la luz que despunta cada mañana en el horizonte y en la belleza que te conmovía. Tenías fe en el ser humano, “argonauta de nave frágil”, en el peregrino que acude a los templos en busca de refugio, en el prójimo compasivo que se acerca al herido. En la palabra, en el monólogo y en el diálogo, en la escucha y en la respuesta. Tenías fe en la verdad honestamente buscada y en el bien practicado, más allá de cualquier ideología y ortodoxia, de cualquier credo y sistema, religioso o laico, premoderno, moderno o posmoderno. Sintonizabas con la crítica dirigida a la religión por Feuerbach, Marx y Freud, pero sin nunca afirmar que la religión no sea más que pura alienación, puro y simple resultado de las innumerables ignorancias, ilusiones, miserias y pseudo-proyecciones individuales y colectivas como padecemos los seres humanos. Has sido para ti inspiradores y compañeros de camino Tales de Mileto, Heráclito, Pitágoras y Sócrates, Confucio, Laozi y Buda, Jesús de Nazaret y el hermano poverello Francisco de Asís. Y Nietzsche. Has bebido de todas las fuentes, viejas y nuevas.

También tenías fe, o admiración y pregunta, en la hondura sin fin del universo infinito. Tal era en el fondo tu “Dios”, como lo fue el de Spinoza el precursor: la creatividad inagotable del cosmos eterno, la creatividad que hace ser a todo lo que es y a la que todo lo que es, hace ser. El teísmo tradicional te parecía tan absurdo como el ateísmo imperante entre nosotros, un ateísmo que no se deja conmover de admiración ante lo infinitamente pequeño y lo infinitamente grande, un ateísmo que demasiado a la ligera se desentiende de los anhelos y de las preguntas de los seres humanos.

En ese mismo sentido entendías también, me parece, la muerte y lo que llamamos “post-muerte”. Hace tiempo que superaste los antiguos mitos hindués, platónicos y judeo-cristianos –creencias en la reencarnación, en el alma inmortal y en la resurrección–, pero sin dejar de preguntarte a ti mismo y a todos si el leve vestigio de cada uno de nosotros, hecho uno con todo, no permanecerá eternamente en el universo eterno, en la memoria de todo lo que es.

Has pasado, pues, más allá de este mundo de nuestras coordenadas. Tú eres ya libre, nosotros seguimos siendo compañeros de viaje en tu camino. Nos dejas una bella cosecha de palabra y de ser, y las trazas marcadas en el campo de cultivo para que sigamos siendo y sembrando. Descansa en el eterno presente. Y a nosotros, navegantes de nave frágil, acógenos contigo en el principio de la palabra y del ser, más allá del tiempo, de la competición, del cansancio. También nosotros te llevaremos en la memoria durante el breve tiempo que nos queda, hasta que el paso de la muerte nos una contigo y con todo. Hasta siempre.

 

José Arregi, Aizarna, 11 de julio de 2025

www.josearregi.com

 

Joxe Azurmendi – breve cronología

• Nació en Zegama en 1941. Falleció en Donostia-San Sebastián el 1 de julio de 2025 (84 años).
• 1950: ingresa en el Seminario Franciscano de Arantzazu (3 años); de allí a Forua (2 años), a Zarautz (año de noviciado), a Olite (3 años, filosofía), a Arantzazu (4 años, teología: 1959-1964). Recibe la ordenación sacerdotal.
• 1959: se incorpora al grupo JAKIN.
• 1964: profesor de latín y euskera en el Seminario de Forua.
• 1965-1978: reside en Alemania. Dedicado a los estudios, a la enseñanza, a la escritura. Viaja por Europa.
• A partir de 1978: entre Donostia-San Sebastián y Alemania.
• 1981: Abandono de la Orden Franciscana y del sacerdocio.
• 1981-2014: Profesor de la UPV.
• Ha publicado 42 libros y más de 600 artículos.

PEDRO SÁNCHEZ: ENTRE LA RESPONSABILIDAD Y LA RESISTENCIA


col martell

 

Nadie puede negar que lo ocurrido a Pedro Sánchez en su responsabilidad como Secretario General del PSOE es una de las cuestiones más graves que alguien pueda imaginar. Dos secretarios de organización sucesivos y confabulados, uno de ellos además presente en el primer gobierno e incluso en el de coalición, suponen un revés incuestionable de difícil digestión, hasta para la derecha, mucho más avezada en esas lides. Si a ello unimos la zafiedad exhibida por el conseguidor Koldo García, con la muestra, por si faltaba algo, de la grabación sobre la prostitución, representan un paisaje hostil al máximo para cualquier sensibilidad democrática y para la coherencia de un partido, al menos progresista, como debiera ser el PSOE.

Por tanto, en ese trayecto público que va desde el 5 de julio, con el comité federal socialista, hasta el 9 de julio, con la comparecencia parlamentaria de Sánchez, la impronta que debe marcar el Presidente no debe ser algo común. Si se ha optado por no pagar la responsabilidad, al menos in vigilando, con una dimisión posible, pues también el gobierno se ha visto afectado por la actuación delictiva de estos dirigentes, la respuesta tiene que ser fulminante, como lo han sido los hechos causantes. Es natural que la Ejecutiva explosione sin remedio y que la actuación partidaria de Sánchez pueda ser efectiva, por más que la confianza de los nuevos designados lo facilite objetivamente. Pero hace falta algo más, la praxis cotidiana del partido debe cambiar por entero. La militancia socialista necesita quitarse de encima el lastre de gente arribista que se arrima al calor del poder, no para hacer política, sino para medrar, incluso con métodos mafiosos impresentables en una base de izquierdas. Ese cambio de cultura colectiva exige tiempo, pero hay que dar muestras desde ya, de que esto va en serio y ha de ser irreversible.

Cumplida la primera máxima, ahora queda administrar la resistencia para que el gobierno de coalición progresista pueda culminar la legislatura y para que la mayoría de la Investidura encuentre suficientes estímulos para confluir en acuerdos operativos de legislatura.

Pienso que es imprescindible que, ya que partimos de un déficit de credibilidad obvio, ahora el gobierno tome la iniciativa con mucha más audacia: es el momento para que Sánchez visite a Puigdemont en Waterloo, antes de que se lance Feijoó, y que intente atar ese cabo suelto del Pacto que los jueces se empeñan en alargar. También debe hablar con Junqueras y con Otegui, además de con Aitor Esteban y Cristina Valido. Ya no tiene nada que perder por hacer ese esfuerzo de normalidad. Pero lógicamente, no todo son gestos cara a la galería progresista del país. Hay que hacer una verdadera ofensiva social, coincidiendo con la demanda de Sumar, expresada por Yolanda Díaz tantas veces. Esa línea de ataque permite cumplir dignamente la agenda social de este gobierno y contrarrestar la labor de la extrema derecha en esos ámbitos de la desigualdad, donde encuentra una base de crecimiento impropio, pero que prende cuando los poderes públicos no llegan a la entraña de las carencias sociales. Por eso hay que echar el resto en ese cometido.

Solo así se puede enmendar mínimamente la quiebra grave de confianza ciudadana, pero si hay voluntad efectiva, estamos a tiempo de conseguirlo.

 

Fdo.: Ricardo Gayol, abogado

¿POR QUÉ EL MAESTRO COME CON PECADORES?


col martell

 

Jesús oyendo este reproche, respondió que son los enfermos quienes necesitan de médico (Mt 9, 9-13). Los protagonistas para Jesús son los pecadores y los publicanos, es decir, judíos que se dedicaban a cobrar los tributos romanos extorsionando al máximo para llevarse, ellos también, un generoso plus por los servicios prestados como recaudadores para Roma, a costa de empobrecer a su pueblo. Esta es la razón por la que publicanos como Mateo fueran odiados por sus convecinos.

Reconozco que este pasaje me impacta sobremanera; veo la tendencia en nuestra Iglesia a rechazar a los “enfermos” criticándoles más que a sus conductas; es decir, incumpliendo el mensaje de Jesús (¡no juzgar!) mientras actuamos como aquel fariseo en el templo, que daba gracias a Dios por no ser como “ese publicano” del fondo… cuya humildad le sanó, mientras el fariseo salió tan “enfermo” como había entrado.

Si hacemos caso a san Ignacio de Loyola, en el sentido de leer los textos del Evangelio con mentalidad actual, es decir, adecuando los relatos a nuestro escenario vital, este pasaje de Mateo cuestiona de raíz nuestra misión evangelizadora. Olvidamos algo esencial: Cristo resucitado no les dijo a los demás pueblos que vinieran a su Iglesia incipiente, sino que sus discípulos fueran a los pueblos a llevarles la Buena Noticia. Si Jesús hubiera seguido a rajatabla la Ley establecida, no se hubiera acercado nunca a la samaritana, a la hemorroísa, a los diez leprosos… por supuesto que tampoco a los recaudadores publicanos, y mucho menos para quedarse a comer con ellos, teniendo en cuenta lo que el signo de compartir la mesa suponía en aquella sociedad judía.

No nos gusta compartir con quienes son diferentes a nuestra manera de entender la vida. ¿Si amamos solo a quienes nos aman, qué mérito tenemos? ¿Qué clase de evangelización es ésta? Jesús transgredió la norma por amor, para dar su Ser a quienes lo necesitaban; y no pocos le acogieron y sanaron. El pasaje evangélico finaliza con Jesús pidiendo a sus criticadores hipócritas: “Misericordia quiero, y no sacrificios”. Pocos textos dicen tanto en pocas líneas. Entre otras cosas, Jesús da una clave del vaciamiento de los templos por nuestra incongruencia, porque no somos Buena Noticia para tantos enfermos en busca de médico… Id y evangelizad, nos dice el Maestro; misericordia y acogida como principal esfuerzo o sacrificio. 

Por los hechos nos reconocerán… ¿De qué sirve tantos desvelos en los ritos litúrgicos y en el cumplimiento de las normas, si lo principal en torno al amor de verdad ha pasado a ser algo secundario? Nos falta compasión, comprensión, misericordia. Quizá sentimos que resulta injusto, que comportarnos así con "los malos" sería estupendo ser mala persona; en el fondo, preferimos castigar en lugar de aplicarnos la fórmula cristiana, de Cristo, que consiste en devolver el bien por mal, escuchar sin juzgar para comprender, perdonando siempre.

No somos facilitadores que acercamos a otros el Mensaje. Más bien vivimos en permanente incongruencia que llega a escandalizar, a espantar desde el laicado, los curas y obispos, todos a partes iguales.

Invito a releer de nuevo este pasaje mateano a la luz de nuestras actitudes diarias, y quizá entendamos mejor el porqué nuestras eucaristías son tan pobres, una suma de unidades en lugar de una verdadera comunidad celebrativa. Nos desangramos en nuestro pobre impacto social porque muchas de las razones de nuestra falta de credibilidad están dentro de la Iglesia, no fuera. Hace falta autocrítica constructiva y mayores dosis de humildad y de compromiso sinodal, desde el liderazgo de servicio. De lo contrario, la sociología religiosa que se encontró Jesús (cumplimiento, cumplo y miento) se mantendrá entre nosotros con el amor como invitado de piedra.

 

Gabriel Mª Otalora

ECLESALIA

MENSAJE A LOS JÓVENES


col koldo

 

mundo manos2

Para ti, joven, que amas la vida.  Acoge estas palabras de un hombre que ha caminado por el mundo soñando y luchando por una nueva humanidad de paz y fraternidad. Os comparto cómo visualizo el mundo que vivimos.

Este año 2025 conmemoramos 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial, que dejó 60 millones de muertos y un mundo lleno de dolor y llanto. Conmemoramos 80 años del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de Estados Unidos. 

Después de los horrores de esta Guerra, en 1948 se creó la organización de Naciones Unidas con el objetivo de que nunca más se utilizara la guerra como medio de resolución de conflictos. El 10 de diciembre de ese mismo año, la Asamblea de Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Esta Declaración significó un avance para la humanidad en orden a la construcción de una sociedad más justa y libre de conflictos bélicos. Fue un acontecimiento trascendental en la toma de conciencia de la fraternidad universal y de la dignidad de toda persona sin importar raza, cultura, lengua, nacionalidad, credo religioso, género o condición social. 

Sin embargo, hoy el planeta atraviesa la mayor crisis global desde la Segunda Guerra Mundial, con un aumento de conflictos armados, sobre todo por el criminal genocidio de Israel en Gaza, el auge del armamentismo y el riesgo de una catástrofe nuclear global que pondría en peligro la existencia de la vida en el Planeta.

Los señores de la guerra de los países poderosos tienen el poder de las armas y del dinero, pero les falta la verdad. La gente sencilla, buena y noble tiene la fuerza de la razón, que es el amor, frente a la razón de la fuerza de los poderosos.

Queridos jóvenes, yo soy testigo, durante mis años de vida misionera, del inmenso e hiriente sufrimiento de las guerras en Centroamérica y Oriente Medio. Hoy existen 53 conflictos bélicos en el mundo. En todas las guerras los grandes ganadores son los fabricantes de armas. Sólo Estados Unidos tiene alrededor de 800 bases militares en 70 países. Todas las guerras tienen una causa común: la ambición geopolítica y económica de controlar la riqueza del planeta. Los poderosos pretenden la paz aumentando el presupuesto armamentista, ¿no os parece que esto es un engaño?

Lo contrario a la Paz son la guerra, pero también la injusticia social, el odio, el rencor, la xenofobia, el racismo, la aporofobia, la intolerancia y el armamentismo.  La Paz no es solo ausencia de guerra. La Paz es ante todo una sociedad justa, fraterna, respetuosa de la diversidad, dialogante y cuidadora de la Naturaleza. La Paz es fruto de la justicia, de la solidaridad con la humanidad sufriente y con todas aquellas personas que salen huyendo de sus países a causa del hambre y las guerras, como son los migrantes y refugiados. 

La paz es el respeto a la dignidad de todo ser humano, sea hombre o mujer, rico o pobre, nacional o extranjero, creyente o no creyente o de la religión que fuere: cristiano, musulmán o de cualquier otra religión.  Es tomar conciencia de que todos los humanos somos hermanos. Gritad fuerte: ¡No más guerras! ¡No más genocidios! ¡Sí a la Paz! ¡Sí a la fraternidad humana!

La Paz es también vivir en armonía con la Naturaleza, con las montañas, los valles, los ríos, los mares, las aves, los animales del campo… La Tierra y la Humanidad son inseparables, forman una única entidad indivisible. Los seres humanos somos parte de la Tierra. Somos Tierra que siente, Tierra que piensa, Tierra que ama, Tierra viviente. 

Muchos de vosotros, jóvenes, soñáis con un mundo verdaderamente democrático, un mundo nuevo, más humano, justo, libre, equitativo, en donde se respeten los derechos humanos y se desarrolle la cultura de la Paz. Si mueren los sueños, muere la esperanza.

Soñáis con un Planeta limpio. Hoy vivimos una situación de crisis climática. Se está contaminando el medio ambiente: aire, suelos, ríos y mares. Estamos superando el récord de la temperatura más alta en el Planeta y en las aguas del mar, fenómeno que ocasiona huracanes, DANAS como la de Valencia y de otros muchos lugares de la Tierra. Si no hay cambios profundos a nivel mundial, vosotros y vosotras, jóvenes, lo vais a pasar muy mal. El cambio climático va acelerándose y os plantea un gran reto.

Hemos llegado a un punto decisivo de la evolución humana en el que la única salida se encuentra en la construcción de una nueva humanidad. El planeta Tierra solo tiene remedio con una civilización de la solidaridad, la justicia y la fraternidad universal. Que todos los seres humanos tengan cubiertas sus necesidades básicas de alimentación, vivienda, trabajo, salario digno, salud, educación… Para acabar con la pobreza y salvar el planeta, hay que acabar con las grandes diferencias sociales que hay en el mundo, con ese 1% que posee casi tanta riqueza como el 99% de los habitantes de la tierra (Oxfam).

Sé que vosotros, jóvenes, sois conscientes de esta realidad. En vosotros está la capacidad de forjar una nueva humanidad. Para ello es necesario una recia personalidad y claridad de conciencia. El sentido de la vida no está en el poder ni en el dinero sino en el amor, la solidaridad, la ternura, la compasión, que son una fuerza transformadora personal y social. En vosotros está la esperanza de un mundo mejor del que os hemos dejado los adultos. El futuro de la humanidad camina hacia la fraternidad universal, que implica una armonía personal, familiar, comunitaria y cósmica. Si no se cambia de rumbo nos encaminaríamos hacia una tragedia mundial, que sería destrucción y muerte.

Levantad vuestra mirada más allá de las fronteras. Sed valientes y decididos porque os jugáis vuestro futuro y el de las generaciones venideras. Necesitamos construir una nueva civilización capaz de asegurar una vida digna y feliz para todos los seres humanos en un planeta con recursos limitados. 

En vosotros está la esperanza. Ha llegado el momento. A lo largo y ancho de la Tierra emergen movimientos de jóvenes que buscan un estilo de vida más participativo, libre, justo, equitativo, sencillo, abierto al diálogo, solidario y compasivo tanto con el ser humano como con la naturaleza. Es hora de soñar en una nueva civilización, en la utopía de otro mundo posible, porque amamos la vida y amamos a la humanidad. Es hora de romper fronteras, abrir puertas y ventanas a los pueblos del mundo, con una actitud de respeto y diálogo, sin complejos de superioridad ni de inferioridad, libres de prejuicios y dependencias alienantes, apostando por la creación de hombres y mujeres nuevos con profundidad ética y espiritual, para incidir en el cambio estructural que el mundo necesita.

El futuro está en vuestras manos. La esperanza está en una juventud con conciencia social, ecológica, espiritual y con capacidad de amar más allá de las diferencias políticas, culturales y religiosas.

Os envío un cordial y fuerte abrazo a cada uno de vosotros y vosotras,

Fernando Bermúdez López,

Teólogo misionero, nacido en Alguazas en 1943. Defensor de los Derechos Humanos, Miembro de Amnistía Internacional, Comités de Solidaridad Óscar Romero, Comunidades cristianas de base, Comisión de Justicia y Paz y miembro del movimiento nacional por el Diálogo Interreligioso.

ferbermudezlopez@gmail.com.

PARA ENCONTRAR CERTEZAS Y CONSTRUIR ESPERANZA: VACACIONES Y DESCANSO


col kowalski

 

Con la estación del verano, en muchos lugares de la tierra y para muchas instituciones y personas llega la temporada de vacaciones. Se trata de un espacio y tiempo en la vida del ser humano que, bien administrado, impacta integralmente a la persona, física y mentalmente, con repercusiones en las relaciones interpersonales y sociales y en la productividad de las empresas y de la sociedad entera.

Las vacaciones, entonces, más que un lujo son una necesidad biológica y psicológica, para recargarse de nuevas energías, para reducir el estrés, para prevenir enfermedades, para menguar el agotamiento y la fatiga (burnout) debido al desgaste diario y rutinario, para desconectarnos de la agobiante carga laboral, para reducir la ansiedad y recuperar el buen estado de ánimo.

Las vacaciones son un periodo que nos permite despejarnos y abrirnos a nuevos horizontes existenciales, a nuevos proyectos y perspectivas de vida, lo mismo que al fortalecimiento de los lazos afectivos fundamentales y necesarios para la vida y a retomar intereses y actividades que enriquecen nuestra vida y salud y que – debido al diario trajín – postergamos o abandonamos.

Vistas así, las vacaciones son un tiempo para la inversión en nuestra salud, en nuestro bienestar integral personal, familiar y social y en nuestro rendimiento laboral y profesional. Las vacaciones, en definitiva, son el tiempo apropiado para el descanso.

Entendiendo que el descanso no se refiere a la cesación de nuestros habituales deberes, tareas y obligaciones para dedicarnos a dormir y a no hacer nada, porque entonces las vacaciones, y el descanso en ellas, quedarían convertidos en una pérdida de tiempo y de oportunidades.

El descanso en vacaciones ha de ser un tiempo invertido en situaciones que permitan nuestra recuperación y restauración física y mental, el fortalecimiento de nuestro cuerpo y de nuestra mente, para reemprender, con nuevo ímpetu y mejor calidad, con nuevas energías, las actividades en las que usualmente somos productivos y con las que todos aportamos al progreso y desarrollo de nuestras empresas, instituciones y sociedad.

Por lo que ignorar la importancia de las vacaciones y del descanso puede traer serias y graves consecuencias en el desarrollo de la vida del ser humano y de la convivencia y progreso social.

Más importante y más relevancia cobra el tema de las vacaciones en una sociedad y en mundo en el que múltiples factores atentan contra la experiencia del descanso.

Nuestra sociedad, empujada por los avances tecnológicos, en permanente frenesí debido a la competencia y a las altas expectativas sociales que deben ser cubiertas y cumplidas, dificulta progresivamente la posibilidad del descanso de las personas.

Cada vez más nuestra vida personal y nuestra convivencia social ocurre mayoritariamente en ambientes urbanos y en mega ciudades que no duermen. Vivimos con un acelerado ritmo de vida 24/7, en medio de una permanente agitación y estimulación constante debido a la hiperconexión, a la sobrecarga de información y al desenfreno en las telecomunicaciones.

Todo lo cual convierte al “estrés” en una pandemia por la imposibilidad creciente de respetar nuestros ritmos biológicos humanos, sumado al consumo de estimulantes, a la alimentación inadecuada, al sedentarismo, a la experiencia laboral con horarios irregulares y en ambientes incómodos, a la ansiedad, a la depresión, etc.

La combinación de estos y otros factores en esta sociedad de altísima demanda, de enorme competencia y de conectividad imparable y permanente, desafían la urgente necesidad que tiene todo ser humano, especialmente el ser humano de nuestra sociedad y de nuestros días, de lograr un descanso que nos repare, nos dignifique y nos humanice.

Nuestra coyuntura histórica y social está marcada, especialmente, por la incertidumbre. Vivimos un momento sin certezas políticas, económicas, laborales, migratorias, etc. Por lo que las vacaciones y el debido descanso nos invitan, además, a la introspección, al silencio, a viajar al interior de nosotros mismos para encontrar paz y reconciliación con los demás y con el entorno y para superar las frustraciones con las que el diario vivir, con su inseguridad, vacilaciones y sospechas nos agobia.

Los invito a todos a vivir este periodo de vacaciones mediante un descanso creativo y productivo. Que este periodo del verano y del año sea para, quienes tomen vacaciones, un momento de encuentro con lo mejor de nosotros mismos y de los demás, para descubrir certezas y construir esperanza en el presente y hacia el futuro personal, familiar y social.

Mario J. Paredes es el director ejecutivo de SOMOS Community Care, una red de atención social con más de 2500 proveedores independientes, responsable de atender a más de un millón de pacientes de Medicaid en la ciudad de Nueva York.

 

Mario J. Paredes, director ejecutivo de SOMOS Community Care

Religión Digital

EL SENTIDO PERDIDO: SUICIDIO, SACERDOCIO Y LA MENTIRA DEL ESPIRITUALISMO DESENCARNADO


col kowalski

 

Introducción: Cuando el Sistema Ahoga el Alma

Víctor Frankl, sobreviviente de Auschwitz, nos enseñó que el ser humano puede soportar el sufrimiento si encuentra un porqué. Pero ¿qué ocurre cuando el sistema en el que vivimos destruye sistemáticamente los porqués? El suicidio de sacerdotes —y la crisis de sentido en tantos otros— no es solo un "fracaso personal" de gestión del estrés o de debilidad individual. Es el síntoma de una estructura eclesial que idolatra el sacrificio del celibato para impresionar (y ahorrar), mientras ignora su propia inhumanidad, de la que no hace crítica, por más que todas las comisiones mixtas ante la pederastia de muchos países del mundo, sugirieron revisar.

El espiritualismo desencarnado ha colonizado la Iglesia: "Si sufres, es tu culpa; si caes, no rezaste suficiente". Pero también tiene una histórica versión oculta: "si haces algo malo, que no sea público, porque 'escandalizas". Así se han vivido por mucho tiempo los abusos y las dobles vidas. Sin embargo, Cristo no vino a bendecir sistemas opresivos, sino a liberar a los oprimidos (Lc 4:18) y a tener misericordia con los afligidos, incluidos sus propios ministros.

La primera gran mentira de este sistema es el individualismo emocional. Convierte el sufrimiento en un fallo personal, en un problema que el individuo debe resolver solo. Se predica una fe de autosuperación que, en lugar de cuestionar las estructuras de pecado, patologiza y medicaliza el malestar. Un sacerdote con depresión es enviado a retiros o a terapia, pero nadie se atreve a cuestionar su soledad forzada, la burocracia aplastante o la exigencia inhumana del sistema.

La espiritualidad se vuelve un "sálvese quien pueda", donde el celibato se glorifica como una hazaña individual, pero se niega la humanidad más básica del sacerdote, su necesidad de amor, de amistad, de comunicación de igual a igual, de descanso real. Se le exige ser "padre espiritual", pero se le niega el derecho a ser hijo (necesitado de cuidado, comunidad y vulnerabilidad) y a tener hijos biológicos, donde se pone en juego todo lo que uno es. Dios nos creó seres-en-relación (Gn 2:18), pero el sistema clerical promueve un aislamiento estructural que convierte la culpa en una carga individual: "Si te quemas, es porque no amaste lo suficiente".

La crisis sacerdotal es, en esencia, la crisis de un sistema que victimiza a sus propios pastores. El celibato obligatorio, lejos de ser un carisma para todos, se ha convertido en un mecanismo de control institucional que rompe los vínculos humanos profundos para generar una dependencia del clero.

No es un requerimiento esencial del sacerdocio, como lo demuestran las iglesias católicas orientales y la historia de la propia Iglesia, pero su imposición es fuente de doble vida, hipocresía y autodestrucción. Se le exige al sacerdote que administre los sacramentos, pero se le niega el tiempo para ser sacramento, como el samaritano que tocó al herido. La sobrecarga mística —ser santo sin fallar, ser cercano sin amar, ser fuerte sin quejarse— lo revienta en hipocresías, angustias que llevan a decisiones fatales, o en el profundo sentido de fracaso que genera la negación de su propia humanidad.

La crueldad de este sistema se hace más evidente cuando se ensaña con el sacerdote que elige casarse, sometiéndolo a un ostracismo inhumano y ninguneo que pone en evidencia la aberración de la disciplina del celibato obligatorio que se quiere proteger a cualquier costo. El sacerdote está atrapado en la paradoja de ser admirado por su rol, pero ignorado como persona. El celibato, que la gente de hoy considera ni raro ni sagrado, no es para el clero un don, sino una cadena que lo aísla y lo somete a una profunda soledad no elegida y a una incapacidad sistémica de comprender a los demás. Es natural que el sacerdote sienta un profundo sentido de fracaso. Los datos son brutales: en países como Francia, el suicidio sacerdotal duplica la media nacional. El clericalismo tiene un costo muy caro, que se paga con vidas.

Para sanar estas heridas, es urgente que la Iglesia se atreva a salvar a sus propios salvadores. Esto exige, en primer lugar, denunciar los ídolos estructurales. Es necesario desenmascarar el clericalismo, que niega la corresponsabilidad laical y sobrecarga a los ministros, y el espiritualismo individualista, que convierte a los curas en "emprendedores espirituales" todopoderosos, que administran sus parroquias como empresas.

La solución no es solo dar más apoyo, sino cambiar el sistema, que hoy ya no es acompañado por la cultura y la sociedad de otros tiempos. Se debe recuperar el sacerdocio como vocación comunitaria, no como hazaña solitaria, y reevaluar la obligatoriedad del celibato, como ya hacen otras Iglesias. Los sacerdotes casados, en lugar de ser sometidos al ostracismo, deben ser reinsertados pastoralmente, porque su experiencia es una riqueza para la Iglesia y podrían ser un puente extraordinario en esta grieta clero-laico.

La verdadera sanación vendrá de una espiritualidad encarnada, que no le tema a la vulnerabilidad. Jesús lloró (Jn 11:35), tuvo amigos (Lázaro, Juan), y pidió ayuda (Mc 14:32-42). ¿Por qué sus ministros no pueden? Es un camino que exige modelar la fragilidad, como San Pablo, que se gloriaba en sus debilidades (2 Cor 12:9), y celebrar lo humano con misericordia, en lugar de exigir la perfección de superhéroes angelicales sin sexualidad. "No es bueno que el hombre esté solo... vamos a darle una compañera" (Gn 2:18), es un mandato de Dios que la estructura clericalista se niega a admitir, porque cree que le resta “poder”. El Evangelio nos llama a vivir una fe que abraza lo humano en su plenitud, no un sistema que exige sacrificios inhumanos.

En conclusión, el suicidio sacerdotal es un grito profético que denuncia un sistema que crucifica a sus propios pastores. No es un problema de "más resiliencia" o de un ejército de psicólogos para atenderlos, sino de menos opresión sistémica. La solución no es "más oración" aislada, sino más comunidad y menos misoginia. Es necesaria una fe que no idolatre el sufrimiento, sino que combate sus causas. "Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15:13), pero nadie debería perderla por un sistema inhumano. Es tiempo de que la Iglesia abrace lo humano, no lo sofoque, para que sus ministros puedan dar vida y no perderla.

 

Guillermo Jesús Kowalski

Religión Digital

EL CORPORATIVISMO EN LA IGLESIA. LA COHERENCIA EN LO POCO


col anso

 

En los últimos tiempos, tal vez influidos por la actitud sinodal que quiere abrirse paso, estoy notando un exceso de corporativismo eclesial que puede llevarnos de nuevo al descrédito por falta de autocrítica. La Iglesia no es un partido político donde tenemos que tener por obligación una sola línea de acción y de pensamiento. Ya hay por ahí demasiadas sectas que comen el coco y buscan más adeptos que personas libres con espíritu crítico. Si la Iglesia no valora y defiende aquella actitud de Pedro y Pablo, en el Concilio de Jerusalén que los llevó a contrastar un tema tan controvertido y en el que había posturas diversas para lograr un consenso, después de un maduro discernimiento, no seremos nunca una Iglesia sinodal sino uniforme.

Y donde no hay conciencia crítica hay borreguismo y seguidismo inaceptables. Si alguien señala, desde la libertad de los hijos de Dios, incluso con la posibilidad de equivocarse, un error o una actuación discutible de alguien de nuestros pastores, que por casualidad o por voluntad ha ocurrido en algún lugar, ya salen de inmediato aquellos instalados en la ortodoxia acusándote de tirar piedras contra el propio tejado y de romper la comunión eclesial. Como si la fuerza de la comunión se rompiera con una opinión distinta. ¡Qué poca fuerza tiene entonces la comunión!

Yo he criticado aquí actitudes de algún obispo que me parecían poco evangélicas y, al fin, la justicia civil me ha dado la razón. (Nos la ha dado porque no he sido yo quien ha interpuesto la demanda). En su momento ya salió alguna voz defensora del obispo y contra mí que, por cierto, no ha dicho nada cuando la justicia le ha quitado la razón al obispo. No estamos en la Iglesia para dar jabón a los obispos, hagan lo que hagan y digan lo que digan solo porque son obispos. Eso se llama arribismo. La sinodalidad no va por ahí me parece a mí. Va por el discernimiento y la autocrítica para no dormirnos en los laureles y creer que todo el campo eclesial es orégano. ¡Tenemos tanto de qué arrepentirnos!

Creo que nadie como san Agustín ha resumido esto que quiero decir: “En lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad y en todo caridad” Me parece que estamos en lo esencial, que es Cristo mismo, todos a partir una piña; en lo dudoso no podemos dejar de vivir en la libertad de los hijos de Dios y opinar y compartir para avanzar juntos en la búsqueda de la verdad y en la caridad que podamos destacar por nuestra generosidad con aquellos que cerca o lejos de nosotros no han tenido la misma suerte.

De lo contrario la Teología nunca avanzaría. No al corporativismo en la Iglesia que es un signo de inseguridad y de miedo. La defensa irracional de lo nuestro, sin espíritu crítico, se convierte en adoctrinamiento, fanatismo y radicalización, justo lo contrario de lo que debe ser la Iglesia en este tiempo del jubileo de la Esperanza.

 

Alejandro Fernández Barrajón

Religión Digital

REFORMAR O ABOLIR EL PAPADO. UN RETO PARA EL FUTURO DE LA IGLESIA CATÓLICA


col arregi

 

Reformar o abolir

Réformer ou abolir la papauté. Un enjeu d’avenir pour l’Église catholique. (Éditions KARTHALA, 2025). Robert Ageneau, José Arregi, Gilles Castelnau, Paul Fleuret y Jacques Musset (editor).

La versión original francesa de este libro se imprimió en febrero de 2025, dos meses antes del fallecimiento del papa Francisco. La fidelidad al texto original explica que no haya ninguna referencia al Cónclave de mayo de 2025 ni al nuevo papa León XIV.

En 2025, después de varios sínodos de grandes expectativas y nulos avances, el sentimiento mayoritario entre los católicos es de decepción.

Se dejaron de lado decisiones prácticas que podrían revitalizar a la Iglesia católica, como la reforma del celibato obligatorio o el papel de la mujer. El sínodo tampoco abordó el aspecto obsoleto de la doctrina cristiana oficial, que data de hace dieciséis siglos. ¿Qué sentido tiene una dinámica sinodal contradicha, incluso manipulada, por las decisiones finales de un solo hombre?

Con este telón de fondo, decidimos escribir un libro que hiciera balance del papado romano. Este libro lo hace estudiando las fuentes neotestamentarias, revisando la historia de la Iglesia católica occidental y, en particular, las rupturas del siglo XVI. A continuación, examina las dificultades a las que se enfrentó la Iglesia católica en el llamado periodo moderno, para comprender el nacimiento y desarrollo del ateísmo, los beneficios y exigencias de la democracia, la emancipación social, etc.

Ante la disminución del culto dominical en los países europeos (en Francia se sitúa actualmente en torno al 2% a nivel nacional), la crisis de las vocaciones diocesanas y la disminución del número de ordenaciones sacerdotales, la Iglesia católica institucional ha entrado en una profunda crisis.

El papel del papado romano no es neutral en este proceso. ¿Debemos esperar indefinida o desesperadamente la elección de un Papa verdaderamente reformador, cuando todo indica que el sistema católico está bloqueado? ¿O debemos plantear más claramente la hipótesis de un cambio sustancial del estatuto del papa romano, para devolver al conjunto de la Iglesia católica su capacidad de innovación y de pluralismo, con menos uniformidad y más libertad? Es esta segunda hipótesis la que sugerimos y desarrollamos.

Robert AGENEAU fue miembro de la Congregación del Espíritu Santo y director de la revista Spiritus entre 1969 y 1974. Tras volver al estado laico, cofundó la editorial L’Harmattan en 1975 y, posteriormente, la editorial Karthala en 1980, que dirigió y presidió hasta 2016. Sigue siendo director de la importante colección “Sens et Conscience”, cuyos títulos animan a inventar un cristianismo repensado y vivido con los logros de la ciencia. Es autor del libro De Spiritus à Karthala. Mémoires d’un éditeur de l’ombre (Karthala, 2023).

José ARREGI, nacido en Azpeitia (País Vasco) en 1952, es doctor en Teología por el Instituto Católico de París. Ha sido profesor en la Universidad de Deusto (Bilbao y San Sebastián) y es autor de varios libros en euskera y español. Su último libro publicado en francés y español es Dieu au-delà du théisme. Esquisses pour une transition théologique (Karthala, 2023). Dios más allá del teísmo. Apuntes para una transición teológica. (Feadulta 2023).

Gilles CASTELNAU es pastor de la Iglesia Protestante Unida de Francia y siempre ha practicado el diálogo en los márgenes de la Iglesia. Interesado en las investigaciones modernas sobre el conocimiento de la Biblia y cercano a los no creyentes, ha compartido sus conocimientos como capellán militar y de prisión, y animador de La Croix Bleue antialcoolique. Es amigo desde hace mucho tiempo de la Iglesia católica. Junto con Claudine Castelnau, anima el sitio web protestantsdanslaville.org.

Paul FLEURET fue profesor de letras en un instituto, visitante de prisiones durante 19 años y capellán católico de prisiones durante 12 años. Durante mucho tiempo fue miembro del Servicio de Formación de su diócesis. Además de participar activamente en la parroquia, desde 1974 es miembro de una comunidad cristiana de base, que ha evolu- cionado hacia un “cristianismo liberal”, liberado de la carga de los dogmas. Es autor, entre otras obras, de La pédophilie dans l’Église catholique. Si rien ne change, tout va continuer (Karthala, 2024).

Jacques MUSSET fue sucesiva- mente capellán de instituto y animador de grupos bíblicos en su diócesis de Nantes (1962-1984). Tras interrumpir su ministerio por su matrimonio, se convirtió en formador en el acompañamiento de enfermos en el ámbito hos- pitalario (1985-1997). Siempre apasionado por la experiencia cristiana, ha escrito una decena de obras, entre las que destacan: Être chrétien dans la modernité (Golias, 2012); Marcel Légaut. L’appel à vivre vrai (Golias, 2020); Jésus a fait sa part, faisons la nôtre Pour une fidélité créatrice (Golias, 2021)... Sus dos últimos libros se titulan: Jésus pour les non-religieux. Rendre son humanité au prophète de Nazareth (Karthala, 2023) y À la recherche du trésor caché. Cinquante histoires vécues qui m’ont révélé l’essentiel (Karthala, noviembre de 2024).

 

Ediciones Feadulta

ELEGIR LA MEJOR PARTE COMENTARIO AL EVANGELIO Lc 10, 38-42

fe adulta

col labrador

 Seguimos de camino con Jesús a través del evangelio de Lucas y, este domingo, nos encontramos con dos mujeres, hermanas, aparentemente en tensión y diferentes. Jesús está de camino y entra en una aldea donde una mujer llamada Marta le da alojamiento. Allí vivía también su hermana María y parece que se relacionan con él de manera diferente. Quizá no muy acertadamente se ha interpretado que detrás de estas mujeres nacen dos formas de seguir a Jesús; la vida activa, con un compromiso de proyección más social, activista y la vida contemplativa desde una dimensión más espiritual. Y nada más lejos de lo que entraña este texto, aunque tendría su coherencia desde otras claves.

El protagonismo de las mujeres en la vida de Jesús no es una moda que ahora se rescata. Cualquier persona que se acerca a su vida, narrada en los Evangelios y en los inicios del cristianismo, enseguida percibe una clara intención de liberar a la mujer y reconocer su dignidad en público, abiertamente, aunque suponga una ruptura con las tradiciones judías. Y uno de esos ejemplos es el evangelio que nos ocupa. Jesús se muestra libre y acepta la hospitalidad que le ofrecen dos mujeres que no parecen encajar en los roles de las mujeres del judaísmo.

En esta escena, como ya se ha indicado, Jesús entra en casa de una mujer llamada Marta. Si recurrimos al significado de los nombres bíblicos, Marta significa “señora” lo que podría llevarnos a pensar que es la dueña-señora de la casa y la que puede tener una actitud de hospitalidad con Jesús. De hecho, el texto dice explícitamente que esta mujer le dio alojamiento. No es la primera vez que Lucas habla de esta actitud de las mujeres con Jesús. En Lc 8, 2-3 se narra que había mujeres que acompañaban a Jesús y lo servían con sus bienes. Y hay que subrayar que es tremendamente revolucionario porque las mujeres judías no podían disponer de bienes, administrarlos y mucho menos decidir con quién compartirlos.

Pero hay otra mujer, llamada María, hermana de Marta, es decir, unidas por un vínculo sororal y que tiene otra forma de relacionarse con Jesús. María no habla, está sentada a los pies de Jesús escuchando. Dice el texto que Marta se queja porque no tiene ayuda de su hermana a lo que Jesús responde que es María quien ha elegido la mejor parte. Da por supuesto que María sí ha tomado la decisión de situarse así frente a Jesús. La queja de Marta, la tensión que expresa, conlleva un grito silencioso por sentirse condenada como mujer al servicio que le impone la presión de las creencias sociales, religiosas y patriarcales, aunque sea la dueña de la casa. Es lógico que se sienta sola, incómoda, porque el clima generado por Jesús es un espejo en el que se ve reflejado lo que supone elegir con libertad aquello que es esencial y no dejarse llevar por lo que otros y otras, la sociedad, la cultura, la religión, espera de las mujeres.

María se sitúa como una auténtica discípula, actitud subversiva y claramente provocadora. Las mujeres no podían participar en la sinagoga y mucho menos recibir las enseñanzas de la Torá.  No podían ser discípulas como lo eran los varones. Los rabinos nunca enseñaban a las mujeres porque la ley no lo permitía. María se muestra con una actitud de escucha radical y activa; está a los pies de Jesús, es decir, no hay nada que pueda interferir entre la Palabra de Jesús y su conciencia, no necesita mediadores, ni ritos, ni palabras mágicas para vincularse al Maestro. No se sitúa como una esclava que hace cosas compulsivamente y mendiga un poco de ayuda y reconocimiento. No. Es una persona que puede tomar decisiones por sí misma ya que, saber escuchar con toda atención y profundidad, es la madre de la libertad, el elemento primero para discernir y poder seguir la voz esencial, aquella que nos conecta con nuestra verdadera dignidad y nos permite avanzar con firmeza. Una vez más la palabra de Jesús es liberadora.

Casi nadie ya duda de que estamos asomándonos a una nueva era, a un cambio muy profundo en la humanidad, en la visión del ser humano, de la sociedad, de la economía, de la cultura, de la religión; se habla ya de un cambio de conciencia que no es sólo de visión sino de sistemas de referencias, incluso de sistema de funcionamiento cerebral. Casi nada ya se sostiene con los parámetros que han regulado la evolución humana. Estas dos mujeres, de la mano de Jesús, nos invitan a estar alertas, a no caer en un laberinto sin salida en el que los quehaceres propios de la humanidad llena de retos, nos aboque a una tierra de nadie donde salga lo peor de nuestra condición humana.

Se hace necesario estar alertas para que la dignidad que nos iguala a todos los seres humanos no sea enterrada bajo los escombros de una vida superficial y violenta. Nuestro momento histórico necesita de una sana sincronización entre la inteligencia artificial y el despertar de la inteligencia espiritual. Nuestras Martas y Marías. Y sí, claro que hay hambre de profundidad, de interioridad, de trascendencia, de escucha, de elegir la mejor parte como dice Jesús. Será, sin duda, esta dimensión profunda, bien vivida, la que nos libere de la ansiedad de nuestro ego y nos conecte con el anhelo de la vida auténtica de nuestro ser. Ojalá el cristianismo no pierda este tren y, como hizo Jesús de Nazaret, seamos cocreadores, cocreadoras, de una nueva humanidad donde las noticias sean que, por fin, hemos entendido que la dignidad humana es siempre una prioridad.

 

FELIZ DOMINGO

Rosario Ramos

20 de julio de 2025

SOLO UNA COSA ES NECESARIA

 fe adulta


Aunque es verano, siempre es bueno hacer un hueco a la Palabra que alimenta nuestra espiritualidad. El sosiego de este tiempo más distendido nos puede ayudar.

Se ha interpretado este texto de Marta y María como las dos vocaciones cristianas: la contemplación y la acción. Quizá eso sea algo ajeno al texto.  Apunta más al tema de las preocupaciones porque estas, a juicio del evangelio, pueden ser un obstáculo para acoger la propuesta de Jesús.

Según el texto, María pospone toda preocupación mientras que Marta se enreda “con muchas cosas”. De ahí la reconvención de Jesús: SOLO UNA COSA ES NECESARIA. Pero hay algo que chirría: es cierto que Marta anda preocupada en exceso y por ello tendrá que elaborar y controlar sus preocupaciones excesivas. Pero María no puede irse de rositas por haber elegido “la parte mejor”. Ella también ha de preocuparse en lo que le corresponde.

Quiere esto decir que el componente espiritual de la fe (la oración, la Palabra, los sacramentos) y el social (la ciudadanía, la solidaridad, la ecología, etc.) han de estar siempre presentes y equilibrados.

¿Cómo vivir hoy una fe adulta y equilibrada?

· Reza y vive con justicia: lleva a la oración los problemas de la Iglesia y del mundo, las esperanzas y gozos de los humanos.

· Lee la Palabra y pregúntate por cómo traducirla a la vida: porque una Palabra alejada de la vida corre el riesgo de esterilidad.

· Recógete en el silencio y hazte presente en la calle: que te gusten ambas cosas, la interioridad y la responsabilidad social.

Decía el teólogo Bonhoeffer que la tarea del cristiano en el futuro sería orar y vivir en justicia. Ambas cosas han de ir justas. De esa manera, las preocupaciones ocuparán un espacio correcto y la espiritualidad del evangelio podrá tener lugar adecuado en nuestra vida. En verano y siempre.

 

UNA COSA NECESARIA José Antonio Pagola


 Casi sin darnos cuenta, las actividades de cada día van modelando nuestra manera de ser. Si no somos capaces de vivir desde dentro, los acontecimientos cotidianos tiran de nosotros y nos llevan de un lado para otro, sin otro horizonte que la preocupación de cada día. Por eso es bueno que escuchemos las palabras de Jesús a aquella mujer tan activa y trabajadora: «Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas, y solo una es necesaria».

Agitados por tantas ocupaciones y preocupaciones, necesitamos tomarnos de vez en cuando un tiempo de descanso para sentirnos de nuevo vivos. Pero necesitamos además pararnos y encontrar el sosiego necesario para recordar de nuevo «lo importante» de la vida.

Las vacaciones tendrían para nosotros un contenido nuevo y enriquecedor si fuéramos capaces de responder a estas dos sencillas preguntas: ¿cuáles son las pequeñas cosas de la vida que la falta de sosiego, de silencio y de oración han agrandado indebidamente hasta llegar a matar en mí el gozo de vivir?, ¿cuáles son las cosas importantes a las que he dedicado poco tiempo, empobreciendo así mi vida diaria?

En el silencio y la paz del descanso podemos encontrarnos más fácilmente con nuestra propia verdad, pues volvemos a ver las cosas tal como son. Y podemos también encontrarnos con Dios para descubrir en él no solo la fuerza para seguir luchando, sino también la fuente última de la paz.

Recordemos la experiencia de «abandono en Dios» predicada con tanta hondura por el Maestro Eckhart y tan bellamente comentada por Dorothee Sölle: «No necesito aferrarme a mí, puesto que soy sostenido. No necesito cargar con el peso, porque soy soportado. Puedo salir de mí mismo y entregarme».

Cuando somos capaces de encontrar en Dios nuestro descanso y nuestra paz interior, la vacación se convierte en gracia. Tal vez una de las mayores gracias que podemos recibir en medio de nuestra vida tan agitada y nerviosa.